Sexualidad Humana PDF
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UNIVERSIDAD DE SORBONNE
Dr. Rudy Armando Ramírez Mendoza
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Este documento presenta una descripción general del desarrollo de la sexualidad humana a través de diferentes etapas desde el desarrollo prenatal hasta la edad adulta. Se detalla el proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal, incluyendo aspectos biológicos, hormonales y genéticos. Además, se abordan las etapas de la infancia, pubertad, adolescencia y adultez. El documento se centra en los aspectos clave de la sexualidad y la salud sexual humana.
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Sexualidad Humana Dr. Rudy Armando Ramírez Mendoza Doctorado en Medicina - Especialidad en Psiquiatría Master en psicopatología criminal Palabras claves para la clase Fecundación Morfogénesis Feto - Embrión Ovario, Testículo, genitales Determinación sexual Di...
Sexualidad Humana Dr. Rudy Armando Ramírez Mendoza Doctorado en Medicina - Especialidad en Psiquiatría Master en psicopatología criminal Palabras claves para la clase Fecundación Morfogénesis Feto - Embrión Ovario, Testículo, genitales Determinación sexual Diferenciación sexual Desarrollo sexual primario y secundario Sexualización Trastornos sexuales El desarrollo sexual es un proceso y en él, además de la evolución psicofísica, propia de cada edad, influyen: El estado físico y la capacidad intelectual. La satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, la intimidad, la comunicación, la expresión emocional, el placer, la ternura y el amor. Los seres humanos son seres sexuados, con expresión de su sexualidad en diferentes formas en etapas de la vida. El desarrollo sexual es un proceso que evoluciona psicofísicamente según: La edad El estado físico La capacidad intelectual. La satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, la intimidad, la comunicación, la expresión emocional, el placer y el amor. El aprendizaje de creencias El roles de género. La educación afectiva y sexual. Según la OMS “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”. Conceptos basicos El desarrollo puede diferenciarse claramente las siguientes etapas: 1. Embriogenesis 2. Fetal 3. Infancia 4. Pubertad y la adolescencia 5. Juventud y madurez 6. Vejez Proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal Sexo cromosómico: Su inicio es la fecundación, donde se unen el óvulo y el espermatozoide. En los humanos, los óvulos y los espermatozoides, a diferencia de las otras células del cuerpo, contienen 22 cromosomas cada uno y un cromosoma sexual, que puede ser X o Y en el caso del espermatozoide y sólo X en el del gameto femenino (el óvulo). De esta manera, al unirse un óvulo y un espermatozoide existe la posibilidad de producir un individuo que tendrá 44 cromosomas somáticos y para el caso de crearse la potencialidad de ser mujer dos cromosomas iguales X, o bien dos cromosomas sexuales desiguales X e Y de ser generado un individuo que será potencialmente un varón. Esta unión se realiza al azar y por lo tanto existen las mismas posibilidades de que ocurra de uno u otro modo, lo que no está bajo el control de ninguno de los miembros de una pareja. No obstante, este período sólo es el inicio del proceso, pues no es la presencia de cromosomas, sino su contenido genético, lo que asegura la dirección de la diferenciación sexual. Proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal Sexo gonadal Hacia la séptima semana de gestación los cromosomas sexuales estimularán a la gónada primitiva. En el caso de los varones un gen, ubicado en el cromosoma Y, hará que la gónada se diferencie como masculina y se convierta en testículo. En la mujer, la ausencia del cromosoma Y permitirá que la gónada se diferencie naturalmente como femenina y se desarrolle el ovario. La tendencia natural del embrión es la diferenciación femenina. Debe hacerse notar que antes de las ocho semanas de gestación, en que se inicia este proceso de diferenciación, los embriones genéticamente masculinos y femeninos son indistinguibles. Proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal Sexo hormonal En el varón el testículo del feto sintetiza y libera dos hormonas, la antimülleriana y la testosterona. Esta última influye sobre algunas características en el sistema nervioso central que intervendrán en la secreción hormonal, no cíclica para el varón. En el caso de la mujer no existe influencia androgénica (provocada por la testosterona) de igual importancia y la producción hormonal será cíclica. Proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal Sexo genital interno Para el varón la hormona antimülleriana inhibe el desarrollo de los conductos de Müller, y la testosterona favorece el desarrollo de los conductos de Wolf que darán origen al epidídimo, el conducto deferente, la vesícula seminal y el conducto de la eyaculación. Para la mujer, al no haber un factor que inhiba los conductos de Müller, éstos se desarrollan y dan origen a las trompas de Falopio, el útero y el tercio superior de la vagina, y al no existir un factor que desarrolle los conductos de Wolf, éstos involucionan. Proceso de diferenciación y determinación del sexo prenatal Sexo genital externo Los genitales externos se derivan de órganos que inicialmente son similares para ambos sexos. Para el varón, hacia la octava semana la testosterona es sintetizada y da origen al falo (pene). Las prominencias genitales se fusionan y originan la uretra peneana y el escroto. Para la mujer, el tubérculo genital origina el clítoris. Las prominencias genitales permanecen separadas y originan labios mayores y menores. En la semana catorce el feto ya puede ser identificado por sus estructuras internas. Hacia la semana 20, el proceso de diferenciación y determinación del sexo prácticamente ha sido completado. 1.- EMBRIOGENESIS Es el período indiferenciado del desarrollo sexual. El sexo del embrión queda determinado en el momento de la fecundación según el espermatozoide, ya sea contenga cromosoma X o Y. Transcurren varias semanas durante la embriogénesis humana sin que existan diferencias evidentes -aún al microscopio electrónico- entre un feto de sexo femenino y uno de sexo masculino. El proceso de diferenciación de los órganos genitales en sentido masculino o femenino durante la vida embrionaria y fetal involucra una cadena de eventos moleculares, hormonales y no hormonales que se inician en el momento mismo de la formación del huevo o cigoto y se prolongan hasta etapas avanzadas de la vida intrauterina. La determinación y diferenciación sexual implica una cadena de eventos que involucra a factores cuyos genes se localizan en autosomas o en cromosomas sexuales. Si la gónada resultante es un testículo, las hormonas por él producidas inducirán una masculinización de los genitales internos y externos. En cambio, si se forma un ovario o ninguna gónada como puede ocurrir en casos patológicos, los genitales internos y externos se desarrollarán en sentido femenino. A partir de la expresión del gen SRY en los fetos XY, las futuras gónadas inician una serie de eventos caracterizados por expresión de proteínas, que determinan cambios citológicos, histológicos y funcionales característicos de los testículos. Este evento relativamente temprano en el desarrollo del sexo se denomina determinación sexual, dada su importancia determinante en el resto de los eventos que se suceden luego. Los testículos secretan dos hormonas, hormona ani-Mülleriana y testosterona, cuya acción provoca la masculinización de los esbozos de los órganos genitales internos y externos, que no mostraban hasta entonces diferencias entre los sexos. El proceso de diferenciación de los genitales se denomina diferenciación sexual fetal. Poco se conoce hasta hoy sobre los mecanismos que inducen a las gónadas a tomar el camino ovárico en el feto XX. La falta de las hormonas testiculares resulta en la feminización de los genitales internos y externos, independientemente de la existencia o ausencia de ovarios. El conocimiento de los mecanismos moleculares, celulares y endocrinos involucrados en el desarrollo sexual fetal permiten comprender mejor la patología resultante de sus respectivas alteraciones que generan cuadros clínicos conocidos como ambigüedades sexuales. La sola producción de las hormonas masculinas testosterona y AMH no es suficiente para la masculinización: es necesario además que los órganos blanco expresen sus receptores para producir la respuesta biológica adecuada. El patrón temporal de expresión de genes y secreción de hormonas es determinante en el resultado de la diferenciación sexual. El exceso de hormonas masculinas puede provocar la virilización de un feto XX. Desarrollo de la sexualidad en la infancia y la niñez Nivel postnatal: asignación social Al nacer, se “otorga” la categoría social de “niño” o niña”, principalmente por la apariencia de sus genitales externos. El reconocimiento de la sexualidad infantil es un logro reciente en nuestra cultura y “se lo considera uno de los más grandes descubrimientos de la ciencia psicológica” (Dallarac, 1998). La identidad sexual por otra parte no inician con el nacimiento, sino en la etapa prenatal. La asignación de sexo que seria mejor llamada asignación genérica. De la diferenciación genital (del sexo de asignación) se abren dos vertientes: por una parte la interacción social (denominada “conducta de los otros”) y por la otra, la configuración mental interna (imagen corporal). Ambos elementos actúan sinérgicamente para crear la base de la identidad de género. Socialmente empieza la construcción de genero. Antes de los siete años, los menores pueden tocar sus genitales en lugares públicos, en su casa o en la escuela(Méndez, 1994). Pueden querer tocar el cuerpo de otros niños, animales y adultos y cerca de la mitad tienen juegos sexuales con fines placenteros y de descubrimiento con otros menores, también consiguen disfrutar al exhibir su cuerpo y observar el de los otros, y al querer besar a sus compañeros y compañeras indistintamente. Después de los siete años la conducta autoerótica (masturbación) suele ser privada y aumentar en frecuencia. Algunas investigaciones reportan que cerca de tres cuartos de menores de 15 años han tocado sus genitales (Haffner, 1999). Es habitual encontrar menores que identifican con claridad su orientación sexual alrededor de los siete años o en los años subsecuentes. La orientación sexual es “la atracción erótica, afectiva y romántica hacia una persona del mismo sexo (homosexual), hacia el sexo diferente al propio (heterosexual) o hacia ambos sexos (bisexual)”. Otra definición útil es: “La orientación sexual es la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual. La orientación sexual puede manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos”(OPS, et al., 2000). ETAPA ADOLESCENCIA La adolescencia es una etapa de crecimiento y de desarrollo que la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud la definen como el lapso de la vida comprendido entre los 10 y los 19 años, y la juventud como el intervalo entre los 15 y 24, y se utiliza el término personas jóvenes para incluir a ambos grupos (OMS, 1995). Muchos autores reconocen dos fases: la adolescencia temprana, período entre los 10 y 14 años, y la adolescencia tardía, de los 15 a los 19. La transición hacia la vida adulta deberá estar marcada por la consolidación de la identidad, la capacidad de autonomía e independencia y la posibilidad de establecer relaciones de intimidad. Pubertad Adolescencia y pubertad no son sinónimos. La pubertad es un evento biológico, la adolescencia es básicamente un fenómeno psicosocial. La pubertad es resultado del funcionamiento del hipotálamo, hipófisis y todas las glándulas con sus hormonas como la hormona folículo estimulante (HFE) y la hormona luteinizante (HL), que estimulan a los ovarios si es mujer o los testículos si es hombre. Las gónadas, a su vez, secretan hormonas sexuales, estrógenos y progesterona en la mujer y testosterona en el hombre. Existe una periodicidad o ciclo en la producción hormonal de ambos sexos, diferente para cada uno: el ciclo masculino sufre variaciones de alrededor de 24 horas y el femenino aproximadamente cada 28 días. Los cambios hormonales en las mujeres se hace evidente con la primera menstruación(menarquia) , entre los 9 y los 15 años. Para los hombres este fenómeno aparece aproximadamente entre los 11 y los 17 años, con la primera eyaculación(eyarquia o espermarquia). La producción hormonal de los ovarios y los testículos, que empiezan a ser funcionales, hace madurar a los genitales externos. Otras son el brote estatural, aumento de peso corporal, distribución de la grasa corporal, cambio de voz, aparición de vello corporal, axilar y púbico, que son causados por las hormonas sexuales producidas en las gónadas. Culminación de adolescencia El paso de la adolescencia a la adultez temprana es gradual, termina con los siguiente parámetros: 1. Establecimiento de la capacidad de pensamiento abstracto. 2. Establecimiento de la identidad. La persona sabe quién es. 3. Autonomía e independencia de la familia. Esto se refiere no sólo a los aspectos económicos sino también a los emocionales. 4. Establecimiento de un sistema personal de valores. 5. Capacidad de mantener relaciones duraderas y de unir el amor sexual con las emociones de ternura y afecto. ETAPA ADULTA La identidad de género esta claramente definida, sobre la forma de vestir, actuar y al expresar la masculinidad y feminidad, la autoimagen y la autoimagen. Se cuenta con mayor independencia y libertad de realizar acciones que comprometan los ideales propios. No todos los adultos viven la sexualidad sanamente, pueden presentarse las disfunciones sexuales o disfunciones de la vida erótica, es decir, problemas relacionados con el deseo sexual, con la capacidad para excitarse y tener orgasmos, dolor en las relaciones sexuales, imposibilidad de relajar la vagina para permitir una penetración o angustia extrema que dificulta el intento de la relación sexual. La mayoría de estos problemas en los primeros años de la adultez tienen que ver más con factores psicológicos y de aprendizaje que con deficiencias fisiológicas o alteraciones anatómicas. La angustia y la depresión son trastornos frecuentes asociados a las disfunciones sexuales. En las mujeres, los síndromes más frecuentes son la dificultad para tener orgasmos y la disminución del deseo sexual. En los hombres, la dificultad para controlar la eyaculación y para lograr la erección. Además, la edad más frecuente de consulta para los problemas sexuales se sitúa entre los 26 y los 40 años. Mientras más avanza la edad, la posibilidad de encontrar factores orgánicos en las disfunciones sexuales aumenta considerablemente. La reproductividad en la adultez representa el momento en el que la mayoría de las personas viven el nacimiento del primer hijo. El hecho de que la pareja pase de tener una relación íntima a incluir a otra persona, desvalida y dependiente de ellos, cambia sus vidas. Algunas parejas viven este evento como un ajuste deseable y se sienten mejor integradas y complementadas. En general, las parejas incrementan el nivel de satisfacción matrimonial o de pareja con el nacimiento del primer bebé. Para otras los hijos representan una crisis que trastorna la relación. La respuesta dependerá en mucho de los acuerdos explícitos que haya realizado la pareja al respecto, la edad, la situación económica, el grado de planeación de la reproductividad, entre otros. Entre los 40 y los 65 años los individuos atraviesan la vida media. La generatividad de esta etapa es la preocupación por establecer y guiar a la generación siguiente, existiendo cuatro tipos: 1. Valoración del conocimiento en oposición a la valoración del poder; 2. Socialización en oposición a la sexualización de las relaciones humanas; 3. Flexibilidad emocional en oposición al empobrecimiento emocional, y 4. Flexibilidad mental en oposición a la rigidez mental. ETAPA ADULTO MAYOR La tercera edad es un período normal del desarrollo, y como tal presenta satisfacciones y conflictos. Quizá los mayores problemas que muestra este grupo de edad son las desventajas económicas y políticas que consideran su participación en forma limitada. A diferencia de otras culturas, en las que los ancianos son considerados sabios y son incluidos en importantes actividades, en nuestra cultura es una población frecuentemente discriminada y devaluada. Tales actitudes son observables tanto en menores como en adultos como un ciclo difícil de romper. Seguramente este factor contribuye a que las personas de la tercera edad limiten también su sexualidad. Durante la senectud se acelera el deterioro general de las funciones mentales y físicas del individuo. Según la teoría de la actividad, mientras más activas permanezcan las personas, más satisfactoriamente envejecerán. Sin embargo, estas actividades son producto de una reconstrucción social en donde las personas mayores dejan de valorarse específicamente por su nivel de productividad, adoptando valores más humanos al evaluarse y sustituir este valor por el reconocimiento del saber, del compartir, del tolerar y sentir. Por otro lado, la reconstrucción social implica el brindar servicios sociales que les ayuden a enfrentarse a la vida, como vivienda, transporte y cuidado médico. Ademas permitirles en el mayor grado posible que controlen sus propias vidas. Durante la senectud, el erotismo continúa desempeñando un papel importante. El envejecimiento produce algunos cambios en la sexualidad como una mayor lentitud y menor intensidad en la respuesta sexual. Estos cambios no impiden que la vida erótica desaparezca, aunque la actitud de la persona añosa contribuye notoriamente a una posición activa o no ante este elemento de la sexualidad. Las actividades sexuales disminuyen en frecuencia y cantidad, alrededor del 30 % las personas de la tercera edad conservan una actividad sexual regular y en la mayoría persiste el interés sexual. Una dificultad frecuente para ellos es la ausencia de una pareja sexual. Mas cuando existe, no es el patrón joven y adulto de relaciones sexuales el que se pretende, sino que cobra mayor importancia la cercanía e intimidad corporal en el encuentro con la otra persona. Para el hombre, disminuyen las respuestas de erección del pezón, menor enrojecimiento facial, menor contracción muscular, los testículos se elevan menos que en edades anteriores, la erección requiere de más tiempo y estimulación para lograrse y es frecuente la disminución de la misma antes de la eyaculación, especialmente si el acto sexual es tardado. En general la erección puede durar en promedio 7 minutos, y el máximo momento de erección se presenta justo antes de la eyaculación. A su vez, ésta emerge con menor fuerza seguida de una rápida flacidez del pene. Para la mujer, la hinchazón de senos, pezones y enrojecimiento de algunas partes del cuerpo va disminuyendo. Por efecto de los cambios hormonales, las paredes de la vagina se adelgazan por lo que algunas posiciones ocasionan irritación. La vulva y la vagina tienen cada vez menor elasticidad. Se disminuye también el número e intensidad de las contracciones vaginales al momento del orgasmo. ETAPAS DE RESPUESTA SEXUAL 1. Deseo. El deseo puede ser generado por diferentes estímulos: visuales, táctiles o auditivos, asi pueden ser provocados por un roce, con la piel del otro, el perfume, una mirada sostenida, el tono de la voz. Provoca el deseo de una relación sexual con otra persona. Con este estimulo, se conjugan la imaginación y los pensamientos eróticos pueden despertar esta necesidad o la de masturbarse. 2. Excitación. Es la respuesta del cuerpo ante el deseo, que induce la liberación de feromonas, de olor imperceptible que incrementa el sentimiento de atracción por la otra persona. La excitación se aceleran el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea, al tiempo que los músculos se tensionan. La excitación en la mujer, agranda los pechos y los pezones se ponen erectos, se hincha levemente el clítoris y los labios interiores de la vagina, separándose los labios exteriores, al tiempo que la vagina comienza a humedecerse y el útero se eleva un poco en relación a su posición habitual. En el hombre también los pezones se ponen erectos y se endurece el pene, se engrosa el escroto y se elevan los testículos. Fase de excitacion 3. Meseta: La excitación se intensifica mediante la estimulación física de las zonas erógenas y la penetración. Se puede controlar su duración con diferentes técnicas, especialmente haciendo pequeñas pausas de relajación, pero, en cualquier caso, se caracteriza porque el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea se aceleran aún más, al igual que la tensión muscular. En la mujer aumenta la lubricación vaginal, se agranda la areola de los pezones, el clítoris se esconde bajo el capuchón que forman los labios exteriores y se oscurecen los labios interiores. En el hombre también se humedece el pene y se agrandan el glande y los testículos. 4. Orgasmo En esta etapa corta ocurre la explosión final de liberacion de tensión acumulada con liberación de endorfinas que intensifican la sensación de placer, el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea alcanzan su máxima aceleración y se producen intensas contracciones musculares, especialmente en la zona de la pelvis; en las mujeres la vagina, el útero, el ano y los músculos pélvicos; mientras que en el hombre los hacen la uretra y el ano, además de la próstata y las vesículas seminales para inducir la eyaculación. 5. fase de resolución La fase orgásmica es la más corta de todas las fases del ciclo de respuesta sexual y da paso a la llamada , en la que el cuerpo recupera el estado en que se encontraba antes de la fase de excitación. El ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea descienden incluso por debajo de los valores normales; suda todo el cuerpo; y, tras la liberación de la tensión sexual, los órganos genitales de ambos recuperan su expresión de normalidad. Trabajo intra-aula Masturbación Homosexualidad Actividad sexual frecuente con distintas parejas Sexo extramarital