Ámbitos de la Orientación Educativa PDF

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This document appears to be from a Master's program in Education. It discusses various aspects of educational guidance, including historical approaches, principles, models, and functions. It likely provides a framework for understanding educational guidance and its significance in schools.

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Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Los Ámbitos de la Orientación Educativa y el Asesoramiento Psicopedagógico Unidad didáctica 1. Ámbitos de la orientación educativa UD 1. Ámbitos de la orientación educativa ...................................................................

Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Los Ámbitos de la Orientación Educativa y el Asesoramiento Psicopedagógico Unidad didáctica 1. Ámbitos de la orientación educativa UD 1. Ámbitos de la orientación educativa .......................................................................... 3 1.1. La orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje ............................................ 4 1.1.1. Enfoque deficitario ............................................................................................ 5 1.1.2. Enfoque integrador ........................................................................................... 6 1.2. Principios de la orientación y el asesoramiento en los procesos de enseñanza-aprendizaje .................................................................................................................................. 8 1.3. Áreas/ámbitos y objetivos de la orientación y el asesoramiento en el sistema educativo 10 1.4. Funciones de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico ................................ 12 1.5. Modelos de intervención de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico ............ 14 1.5.1. ¿Qué es un modelo de intervención? ................................................................. 15 1.5.2. El modelo clínico ............................................................................................. 16 1.5.3. El modelo de programas .................................................................................. 16 1.5.4. El modelo de consulta/asesoramiento colaborativo .............................................. 17 Resumen ...................................................................................................................... 19 Mapa de contenidos ....................................................................................................... 20 Recursos bibliográficos ................................................................................................... 21 2 UD 1. Ámbitos de la orientación educativa Damos comienzo a la asignatura Los Ámbitos de la Orientación Educativa y el Asesoramiento Psicopedagógico. A través de esta unidad didáctica podrás conocer los principales aspectos de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico, así como también explorar sus funciones y modelos de actuación de una manera teórica y conceptual. Este recorrido te permitirá entender aún mejor el rol preponderante que tiene la orientación en las instituciones educativas como elemento de calidad, centrándonos en las etapas de la infancia y la adolescencia. Recuerda «Educadores, familias y agentes sociales coinciden en el papel relevante y fundamental de los servicios de orientación en el sistema educativo actual. Son la pieza clave para detectar a tiempo cualquier problemática educativa o personal en los alumnos y asesorar al profesorado y a las familias» (Monge, 2009, p. 14). Figura 1. La orientación educativa como soporte pedagógico para toda la comunidad. 3 1.1. La orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje Hablar de orientación educativa significa adentrarnos en el complejo entramado de la calidad y mejora en la educación en todos sus escenarios de actuación y desarrollo. No es posible imaginarnos una institución educativa que no cuente con una oferta de servicios de apoyo y asesoramiento al alumnado y a su equipo docente, principalmente, porque corresponde llevarla a cabo a la política actual de evaluación de la calidad educativa, rescatada y promulgada en las distintas leyes de educación. El ámbito de la orientación desde el punto de vista psicopedagógico adquiere gran relevancia en el contexto educativo, especialmente a partir de la publicación de la LOGSE (1990). En la actualidad, la LOMLOE (2020), en su art. 1., apartado número 2, rescata que: Los poderes públicos prestarán una atención prioritaria al conjunto de factores que favorecen la calidad de la enseñanza y, en especial, la cualificación y formación del profesorado, su trabajo en equipo, la dotación de recursos educativos, humanos y materiales, las condiciones ambientales y de salud del centro escolar y su entorno, la investigación, la experimentación y la renovación educativa, el fomento de la lectura y el uso de bibliotecas, la autonomía pedagógica, organizativa y de gestión, la función directiva, la orientación educativa y profesional, la inspección educativa y la evaluación. Es preciso recordar lo que ha significado la orientación en el contexto formativo, la cual aparece con la finalidad máxima de proporcionar una mejor integración y una mayor armonía entre todos los miembros de la comunidad educativa. Figura 2. Integración entre todos los miembros de la comunidad educativa. Según Frank Parsons (1854-1908), considerado uno de los hacedores de la profesión de orientador, todos los individuos, a lo largo de su desarrollo, necesitan tener una idea de sí mismos comprensiva y clara, ser conocedores de sus habilidades, aptitudes, ambiciones, fortalezas, debilidades e intereses, así como también de sus oportunidades, ventajas y desventajas, recompensas y condiciones de éxito. Todo ello conduciría al individuo a un desenvolvimiento más adecuado en su desarrollo como persona, lo que repercutirá directamente dentro de la institución educativa y, finalmente, en la sociedad. 4 La concepción de la orientación educativa ha ido evolucionando con los años, pasando de un enfoque deficitario, con una visión intervencionista de acción clínica, de diagnóstico, puntual y centrada en el sujeto, a un enfoque integrador, con una visión más psicopedagógica y holística del individuo que tiene en cuenta su evolución y las múltiples formas en que el contexto y los distintos agentes implicados interfieren en él, con el foco de atención en toda la comunidad educativa: orientador, padres, profesores, alumnos y otros (Monge, 2009). Ambos enfoques han dado lugar a diferentes modos de actuación, incardinando la práctica orientadora a través de ellos. De manera sucinta vamos a conocer cómo se entiende la orientación psicopedagógica a través de estos. 1.1.1. Enfoque deficitario Figura 3. Enfoque deficitario. ¿Qué es la orientación psicopedagógica? Desde el enfoque deficitario, se entiende la orientación educativa a partir de una marcada dependencia del modelo clínico/biomédico, cuyo propósito es el de disponer tratamientos terapéuticos dirigidos exclusivamente a los estudiantes que presentan dificultades de aprendizaje con los que se busca la «cura» o la mejora del aspecto problemático. ¿Quién realiza la orientación psicopedagógica? Desde este planteamiento, el problema se reduce, en la mayoría de las ocasiones, a la dificultad del alumno para aprender, donde el nivel intelectual de este se convierte en el elemento principal del desarrollo de sus facultades; desde este enfoque, el docente ve sus capacidades de intervención limitadas, correspondiéndole al orientador, especialista de audición y lenguaje, psicomotricista, profesor de pedagogía terapéutica, pedagogo, psicólogo, etc., en su calidad de «experto», asumir la responsabilidad y las pautas de actuación. 5 ¿Cómo se realiza la intervención psicopedagógica? En su mayoría, la valoración de los alumnos se realiza a través de test psicométricos, técnicas clínicas y de diagnosis analíticas, atendiendo el modelo clínico. ¿Cuándo se realiza la intervención psicopedagógica? La intervención suele llevarse a cabo en el momento que surge la situación problemática, siendo esta reclamo del cliente (alumno, familiares, tutores y docentes, entre otros). ¿Dónde se realiza la intervención psicopedagógica? Preferentemente, de manera externa, pero también puede llevarse a cabo de manera interna. Bajo este enfoque, el orientador es quien realiza el diagnóstico y diseña la intervención que posteriormente el docente aplicará en el aula. ¿Por qué se realiza la orientación psicopedagógica? La orientación psicopedagógica se realiza con el fin de atender y buscar soluciones a la situación problemática en el momento que esta surge; su propósito es de carácter asistencial, terapéutico y puntual. 1.1.2. Enfoque integrador Figura 4. Enfoque integrador. ¿Qué es la orientación psicopedagógica? Desde este enfoque, la orientación y el asesoramiento psicopedagógico se conciben como un proceso continuo que debe acompañar al individuo en todas las etapas de su vida y tienen el fin de alcanzar el pleno desarrollo del estudiante no solo en su pleno rendimiento académico, sino también atendiendo aspectos vinculados a nivel personal y vocacional. 6 ¿Quién realiza la orientación psicopedagógica? Bajo este enfoque, el individuo asume un papel activo en su propio progreso de desarrollo vital, lo que le permite participar vivamente en los procesos de orientación y no como un simple receptor. Por otra parte, la comunidad educativa y los distintos agentes que participan en ella toman un rol activo en el desarrollo de la orientación, donde el profesorado asume un compromiso y una actitud proactiva con su vertiente orientadora, trabajando estos aspectos directamente con los alumnos y también de la mano con los distintos servicios y agentes de orientación del centro. ¿Cómo se realiza la intervención psicopedagógica? El modelo de actuación desde un enfoque integrador atiende a los alumnos con problemas de aprendizaje de forma contextualizada, lo que permite tener en cuenta distintos factores que van más allá de los particulares que afectan de manera directa al individuo. Esto ayuda a que los profesionales de la orientación ejerzan el rol de agentes de cambio, otorgándoles la capacidad de dinamizar procesos de innovación educativa a través del asesoramiento y la orientación. ¿Cuándo se realiza la intervención psicopedagógica? El carácter preventivo y de desarrollo holístico de la persona bajo este enfoque conlleva a que el asesoramiento y la orientación sean concebidos como un proceso continuo que comienza en las primeras etapas de la educación y le acompaña a lo largo de su vida. ¿Dónde se realiza la intervención psicopedagógica? Los procesos de orientación y asesoramiento suelen aplicarse y desarrollarse de manera primordialmente interna, con la participación de todos los agentes involucrados en la comunidad educativa (el propio individuo, equipo docente y orientadores, entre otros). ¿Por qué se realiza la orientación psicopedagógica? Desde este enfoque, la orientación y asesoramiento psicopedagógico llevan a cabo programas de actuación con énfasis en la prevención y el pleno desarrollo de la persona en todos los ámbitos de su vida, dentro y fuera de la esfera educativa formal. A la luz de estos dos enfoques diferenciados podemos observar la evolución de la práctica orientadora en los contextos educativos, cuya máxima ha sido la de abarcar todos los ámbitos de desarrollo del individuo como señalan algunos autores (Álvarez y Bisquerra, 2012, p. 18), para quienes la orientación educativa es entendida como «un proceso de ayuda y acompañamiento continuo a todo el alumnado, en todos sus aspectos, con objeto de potenciar la prevención y el desarrollo humano. Esta ayuda se realiza mediante una intervención profesionalizada, basada en principios científicos y filosóficos». 7 Figura 5. Trabajo colaborativo del modelo integrador. Aterrizando en el sistema educativo, la orientación y el asesoramiento psicopedagógico poseen un marco de acción cada vez más extenso; a modo de síntesis, podemos distinguir entre principios, modelos, áreas o ámbitos, contextos y agentes de intervención: Principios Áreas/Ámbitos Modelos Contextos Agentes - Prevención - Orientación en - Clínico - Educación - Orientadores - Desarrollo los procesos de - De programas infantil - Profesorado - De consulta - Educación - Familias - Intervención social - Versatilidad - Empatía enseñanzaaprendizaje primaria - Atención a la - Educación diversidad y secundaria escuela inclusiva - Orientación - Agentes sociales - Educación superior profesional - Orientación para la prevención y el desarrollo Tabla 1. Marco conceptual de la orientación educativa. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012. 1.2. Principios de la orientación y el asesoramiento en los procesos de enseñanza-aprendizaje En términos generales, la orientación y el asesoramiento psicopedagógico vinculados a la calidad educativa y en su enfoque integrador no forman parte de estrategias de atención aisladas y puntuales, sino que deben estar plenamente incardinadas en el proceso de enseñanzaaprendizaje, articuladas por medio de acciones diferenciadas que buscan el pleno desarrollo del alumno en todos sus ámbitos, ya sean académico, personal, vocacional, profesional, etc. (Monge, 2009). 8 Partiendo de estas premisas, distintos autores (Álvarez, 1994; Álvarez y Bisquerra, 2012; Rodríguez et al., 1993; Repetto et al., 1994; Martínez, 2002) señalan la existencia de una serie de principios que fundamentan la orientación educativa, siendo estos los de prevención, desarrollo e intervención social. Prevención Como hemos visto hasta ahora, la evolución que ha sufrido la orientación educativa ha generado un cambio importante en la concepción de esta, dejando de lado el carácter terapéutico correctivo para adentrarse en otro más preventivo (Hervás, 2006). El principal objetivo es promover una variedad de acciones que capaciten al individuo a hacer frente a las situaciones problemáticas teniendo en cuenta un planteamiento ecológico sistémico, articulado con el entorno, principalmente, a través de programas de prevención (Hage et at., 2007). Según Redondo et al. (2012), desarrollar la competencia funcional y social de la persona (inteligencia intrapersonal e interpersonal), así como también fortalecer su capacidad para gestionar sus emociones y afrontar situaciones difíciles (inteligencia emocional) se convierten en objetivos de gran relevancia para la orientación educativa. Desarrollo Desde este principio, el trabajo de la orientación educativa se lleva a cabo como un proceso continuo que busca el acompañamiento del individuo durante su desarrollo, con la finalidad de alcanzar el incremento de sus potencialidades, involucrando al alumno en su propio proyecto personal por medio de una intervención orientadora incardinada en su contexto (Redondo et al., 2012). Intervención social Este principio rescata el deber de incluir en toda intervención orientadora las condiciones ambientales y contextuales propias del individuo (Rodríguez, 1998), reconociendo con esto la gran influencia que ejerce el entorno en la toma de decisiones y en el desarrollo de la persona. A fin de completar y dar mayor sentido y coherencia a estos principios universales de la orientación educativa, Aguaded (2020) incorpora un par de principios a los antes expuestos, siendo estos los de versatilidad y empatía. El principio de versatilidad nos plantea un profesional de la orientación enclavado en un mundo cuya constante es el cambio, expuesto a demandas diversas, a un profesorado heterogéneo, familias diferentes y sociedades globalizadas e interculturales, entre otros elementos, lo que le exige adoptar un rol de líder versátil adaptado a dar respuestas frente a los envites del cambio de los que se espera salga ileso y renovado. Y, finalmente, nos encontramos con el principio de empatía, entendida esta como la capacidad que tiene un individuo de ponerse en el lugar de otro, el cual recupera el valor de determinadas competencias emocionales indispensables para el buen desarrollo de la labor orientadora, rescatando, entre otras cualidades, la disposición positiva de las acciones, el equilibrio y la armonía emocional, capacidad de escucha, resiliencia, habilidades sociales y de comunicación. 9 La integración de estos principios conforma la perspectiva que guía en la actualidad la intervención de la orientación educativa y que deben ser atendidos por los distintos agentes orientadores y en los diferentes equipos de actuación desde todas las etapas educativas y a lo largo de la vida del individuo. Atendiendo a Aguaded (2020, p. 24), se necesita una serie de requisitos para que estos principios universales puedan ser llevados a la práctica de manera correcta y completa, tales como: 1. Contar con un modelo único ecléctico, interno para todas las etapas educativas. 2. Dignificar la labor del orientador, independientemente de la opinión de los equipos directivos de los centros. 3. Favorecer y fomentar la investigación-acción para fundamentar la innovación en datos. 4. Poseer los recursos humanos y materiales necesarios para llevarlo a cabo. 5. Formar al orientador en inteligencia emocional, habilidades sociales, de gestión, liderazgo y resiliencia. Figura 6. Atender estos principios es el comienzo de toda intervención orientadora. 1.3. Áreas/ámbitos y objetivos de la orientación y el asesoramiento en el sistema educativo La orientación y el asesoramiento psicopedagógico deben formar parte de todos los programas del centro educativo (Vélaz de Medrano, 1998), orquestados completamente con los planes formativos, contribuyendo a la mejora de la institución escolar a través de un apoyo constante que permita al centro educativo fomentar acciones encaminadas al trabajo colaborativo entre todos los agentes implicados, a fin de implementar medidas de actuación que permitan, a su vez, una intervención educativa adaptada a las características y necesidades de los educandos. Tal y como señalan Álvarez y Bisquerra (2012), la finalidad de la orientación es contribuir al desarrollo pleno del individuo, atendiendo de manera holística todos los aspectos que lo conforman, haciendo a este partícipe de la construcción de su bienestar personal y social. 10 Estos autores sintetizan los objetivos generales en distintas áreas, como son: Figura 7. Áreas de la orientación educativa. Centrándonos en los objetivos generales en el área de orientación académica y profesional, y atendiendo a los mismos autores, encontramos los siguientes: • Desarrollar un autoconocimiento y también conocimiento de los demás. • Conseguir información de las características personales en relación con requisitos ocupacionales, estudios y formación profesional, centros donde poder llevarlos a cabo y perspectivas de empleo. • Desarrollar estrategias de toma de decisiones en situaciones de incertidumbre y tomar conciencia de la dimensión emocional que ello conlleva. • Adquirir habilidades para desenvolverse en los itinerarios de transición, planificación de la carrera y puesta en práctica de aquello que se ha establecido como objetivo que alcanzar o las metas y planes fijados. • Conseguir la adquisición o perfeccionamiento de competencias emocionales que permitan un mejor desenvolvimiento y mayor destreza ante situaciones adversas o en los retos que plantea la vida. Figura 8. Orientación académica y profesional. Figura 9. Procesos de enseñanza-aprendizaje. En cuanto a los objetivos generales en el área de enseñanza-aprendizaje, algunos autores destacan los siguientes (Álvarez y Bisquerra, 2012; Redondo et al., 2012; Vélaz de Medrano, 1998): • Integrar al alumno en el entorno educativo. 11 • Promover estrategias que faciliten el proceso de adquisición de contenidos, desarrollo de hábitos y técnicas de trabajo intelectual por parte del alumno. • Adecuar las estrategias de enseñanza a las estrategias de aprendizaje, con especial atención en el trabajo autónomo. • Facilitar el conocimiento de los factores que inciden en el rendimiento académico. • Motivar al alumno para el aprendizaje. • Ofrecer asesoramiento en las actuaciones de compensación educativa y prevención del fracaso escolar. • Asesorar al profesorado y tutores en aspectos curriculares y en la evaluación y seguimiento de los aprendizajes. Atendiendo a los objetivos generales en el área de atención a la diversidad y escuela inclusiva, Álvarez y Bisquerra (2012) y Redondo et al. (2012) señalan los siguientes: • Adaptar la metodología de enseñanza a la diversidad que presenta el alumnado en relación con el aprendizaje, teniendo en cuenta los numerosos procesos y factores de contexto que puedan incidir y ayudando a superar las dificultades de aprendizaje y adaptación. • Asesorar y contribuir a la formación del profesorado, promoviendo en todo momento la innovación metodológica en la práctica educativa. • Remitir a los especialistas pertinentes aquellos casos cuya atención supera las competencias y funciones de la orientación. • Desarrollar el máximo potencial del alumnado con NEAE (necesidades específicas de apoyo educativo), integrándolo al contexto social del aula. • Atender los principios del diseño universal de aprendizaje (DUA) y asesorar a la comunidad educativa para que los integren en sus competencias. Figura 10. Atención a la diversidad. 1.4. Funciones de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico La orientación educativa, en cuanto facilitadora del desarrollo del alumnado en todos los aspectos formativos como individuos únicos y como seres sociales, conforma una de las profesiones más significativas y valiosas en la sociedad, ya que ayuda a las personas a hacer realidad su proyecto de vida (Redondo et al., 2012). 12 En las instituciones educativas, el departamento o los equipos de orientación se presentan como el ente responsable de diseñar, promover y coordinar las actividades de tutoría y orientación educativa de los estudiantes del centro y la posible adaptación curricular que debe ser planificada y evaluada por este servicio a fin de atender la diversidad y las necesidades educativas de los alumnos. Nota En la Unidad didáctica 2 nos detendremos con detalle en los distintos contextos y agentes de intervención psicopedagógica. No obstante, la orientación es un proceso de ayuda que, al ser una función y no una persona, recae en los distintos agentes orientadores, donde, más allá de los profesionales de la orientación, se encuentran también los tutores, el profesorado, las familias y los agentes sociales. Entre las funciones de la orientación educativa se encuentran el desarrollo integral de todos los estudiantes del centro en todos sus aspectos (cognitivo, profesional, académico, social, emocional, moral, etc.) y la atención y asesoramiento a los distintos agentes que se vinculan a él, destacando el asesoramiento profesional, la orientación para el aprendizaje, el apoyo para la integración y ofrecer una guía y orientación al equipo docente, al centro y a la familia, entre otros (Bisquerra y Santos, 2008). Play Aquí puedes conocer qué piensa una orientadora educativa sobre en qué consiste su labor profesional. Rescatando el valor preventivo y de desarrollo de toda acción orientadora, encontramos las siguientes funciones cuyo matiz proactivo da verdadero sentido a la orientación (Molina, 2004; Redondo et al., 2012; Louis et al., 1985; Navalón, 2005): • Facilitar la entrada a la escuela o la transición al mundo laboral. • Ofrecer asesoramiento al alumnado para el desarrollo de aptitudes interpersonales y la enseñanza de técnicas para el desarrollo de sus actitudes sociales. • Facilitar formación al profesorado en nuevas prácticas educativas. • Promover asesoramiento para seleccionar y desarrollar nuevos programas en la búsqueda de hacer más funcionales las normas institucionales. • Ayudar al alumnado a alcanzar el autoconocimiento y el potencial creador que cada alumno posee y el conocimiento de los demás. • Ofrecer una guía de desarrollo personal. • Crear hábitos y habilidades de trabajo colaborativo. 13 • Ofrecer un servicio de orientación procesual y permanente. • Mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje para hacerlos más activos, significativos, personalizados y gratificantes. • Apoyar a los centros educativos para que estos puedan desarrollar sus propias dinámicas de innovación. • Diseñar un currículo que promueva verdaderamente el desarrollo integral de capacidades (relativas a conocimientos, procedimientos, actitudes, habilidades y destrezas). • Favorecer los procesos de socialización a través de la dinámica de grupos y del funcionamiento democrático y solidario de los grupos sociales. Como vemos, la orientación y el asesoramiento psicopedagógico se trata de una tarea multifuncional en la que todos los agentes participan de algún modo. Nota En su vertiente científica, la orientación educativa es entendida como «la ciencia de la acción que estudia desde la perspectiva educativa, y por tanto diagnóstica, preventiva, evolutiva y ecológica, la fundamentación científica del diseño, la aplicación y la evaluación de sus prácticas» (Repetto et al., 1994, p. 87). Figura 11. La orientación educativa busca el completo desarrollo del estudiante. 1.5. Modelos de intervención de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico Habida cuenta del concepto de orientación en educación y situadas sus funciones, ámbitos de intervención y objetivos, parece relevante reseñar sus diferentes modelos de actuación. Se trataría de identificar y clasificar, de manera comprensible y sucinta, el conjunto de prácticas profesionales que han confluido en el campo de la orientación y el asesoramiento psicopedagógico o que han ido surgiendo, más recientemente, como evolución de la propia práctica educativa, de los cambios sociales y de la dinámica de los sistemas educativos (Navalón, 2005). 14 1.5.1. ¿Qué es un modelo de intervención? Como nos indica Marrodán (2020), un modelo de intervención «es normativo y aporta una pauta de acción que determina la visión general del proceso del que se trata, sobre quién se está actuando, quién o quiénes actúan, cómo, cuándo y dónde intervenir» (p. 8). A luz de esta definición, se pueden identificar tres modelos básicos: clínico, de programas y de asesoramiento colaborativo (consulta). Dichos modelos son considerados referentes de gran importancia de la acción orientadora que todo profesional de la orientación debe conocer. Estos modelos básicos de intervención psicopedagógica se encuentran situados en un conjunto de ejes vertebradores de la intervención. Cada modelo se posiciona y se desenvuelve en los diversos ejes, siendo estos los siguientes (Álvarez y Bisquerra, 2012). Figura 12. Ejes vertebradores de la intervención. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012, p. 85 (adaptación). En tabla 2 se puede observar cómo se relacionan los distintos modelos de intervención con los ejes vertebradores de la acción orientadora. MODELOS Y EJES DE INTERVENCIÓN Ejes de intervención Modelos Directa-Indirecta Individual-Grupal Interna-Externa Reactiva- Proactiva Directa Individual Preferentemente Reactiva Clínico externa, pero puede ser interna Programas Preferentemente Preferentemente Preferentemente Básicamente directa, pero grupal; también interna, pero puede proactiva (puede puede ser puede ser individual ser externa ser reactiva) Preferentemente Preferentemente Preferentemente grupal; también interna, pero puede proactiva (puede puede ser individual ser externa ser reactiva) indirecta Indirecta Consulta Tabla 2. Modelos y ejes de intervención psicopedagógica. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012, p. 88. 15 1.5.2. El modelo clínico Es el modelo con más larga tradición de los clasificados como básicos y que por muchas décadas fue empleado en los centros educativos y por la mayoría de los orientadores que recurren a instrumentos técnicos especializados para su ejecución y diagnóstico y posterior diseño del plan de intervención. El objetivo prioritario es satisfacer necesidades de carácter personal, educativo y social del alumno de manera individualizada. Autores como Marrodán (2020) señalan que hoy por hoy sigue siendo «el modelo preferente en el tratamiento de las necesidades educativas especiales e incluso en las necesidades específicas de apoyo educativo» (p. 10). Este modelo de actuación ha sido eminentemente terapéutico (reactivo), como mecanismo de acción ante situaciones problemáticas (Álvarez y Bisquerra, 2012). El modelo clínico se centra en la acción directa sobre el individuo para dar respuesta o soluciones al posible déficit. Especialmente, se basa en la relación entre el cliente (alumno) y el orientador, pudiendo ser también tutor-alumno, orientador-familia y tutor-familia. El modelo tiene sus bases en el counseling y la psicoterapia. Las fases que, según Bisquerra (1998, p. 71), caracterizan este modelo son: • Inicio y estructuración de la relación de ayuda o La iniciativa de solicitar ayuda surge del cliente (también pueden ser familiares, tutores, profesores, etc.). o Establecimiento de una relación apropiada entre orientador y cliente, con un buen rapport o clima que favorece la libre expresión de sentimientos del cliente. • Exploración o En esta fase es habitual realizar algún tipo de diagnóstico, clarificando la situación del sujeto. o Conviene averiguar experiencias, vivencias, sentimientos y percepciones del cliente con respecto a las situaciones expuestas. • Tratamiento en función del diagnóstico o Se establecen planes de actuación que, tras una relación de ayuda, han de partir del propio cliente. Es él quien ha de decidir el cambio y la dirección de este. De ningún modo ha de ser el orientador quien diga qué camino se debe seguir o qué cambios deben producirse. o • Se potencian el autoconcepto, la autoaceptación y la autoestima. Seguimiento y evaluación o Se realizan los planes establecidos. o Se evalúa el efecto de la acción. 1.5.3. El modelo de programas El modelo de programas surge en los primeros años de la década de los setenta y se basa en la acción directa sobre grupos, lo que destaca el carácter educativo de la orientación. El diseño de la estrategia orientadora supone la elección de un modelo de planificación en la que el orientador puede ejercer funciones distintas a las de diagnóstico y la terapia (Bausela, 2004). Este modelo busca atender dos de los principios universales de la orientación educativa: el de prevención y el de intervención social. 16 Llega más lejos Conoce un poco más los distintos modelos de orientación educativa, incluido el modelo de programas. Atendiendo a las características de la intervención por programas, Rodríguez (1992, como se cita en Bausela, 2004, p. 8), señala las siguientes: 1. Encaminado a la consecución de objetivos globales de desarrollo de los alumnos. 2. Integrando dicha intervención en las experiencias cotidianas de aprendizaje. 3. En la que todos los agentes educativos participan, incluidos los orientadores, con funciones claramente delimitadas. 4. Que exige la creación de un vitae propio de orientación. 5. Para ser desarrollado a lo largo de toda la escolaridad. 6. Evaluando los efectos/resultados de la intervención ejecutada. 7. Atendiendo las necesidades de formación para los propios ejecutores de la intervención. Atendiendo a las fases de un modelo de programa, existe un cierto consenso entre autores de lo que serían las fases básicas de este proceso, quedando representadas de la siguiente forma (Álvarez y Hernández, 1998): Figura 13. Fases de un programa. Fuente: Álvarez y Hernández, 1998 (adaptación). 1.5.4. El modelo de consulta/asesoramiento colaborativo El modelo de consulta surge para atender la necesidad de asumir la función orientadora de la educación que el modelo clínico dejaba de lado. La mayoría de los autores coinciden con identificarlo con una acción orientadora o un proceso de ayuda y de resolución de problemas en el cual profesores, familias, equipo directivo del centro y otros implicados en el desarrollo vital del alumno tratan de manera conjunta aspectos relacionados con el logro de unos objetivos (Redondo et al., 2012). 17 Atendiendo a Hervás (2006, p. 177), algunas características básicas del modelo de consulta o asesoramiento serían: • La consulta es un modelo relacional, pues incluye todas las características de la relación orientadora. • Es un modelo que potencia la información y la formación de profesionales y para profesionales. • Se basa en una relación simétrica entre personas o profesionales con estatus similares, en la que existe una aceptación y un respeto que favorece un trato de igualdad. • Es una relación triádica en la que intervienen tres tipos de agentes: consultor, consultante y cliente. • La relación no solo puede establecerse con personas individuales, sino también con representantes de servicios, recursos y programas. • Tiene como objetivo la ayuda a un tercero, que puede ser una persona o un grupo. • Afronta la relación desde diferentes enfoques: terapéutico, preventivo y de desarrollo. Con frecuencia suele iniciarse centrándose en un problema (remedial) para luego afrontar la consulta desde una perspectiva preventiva o de desarrollo con la intención de mejorar los contextos y las condiciones para que no se produzcan los problemas. • La relación es temporal, no permanente. • El consultor interviene indirectamente con el cliente, aunque, extraordinariamente, puede hacerlo de forma directa. • El consultante actúa como intermediario y mediador entre el consultor y el cliente. • Es preciso trabajar con todas las personas relacionadas sustancialmente con el cliente. • Las funciones que debe asumir el encargado de la orientación educativa son las de consultor y formador del profesorado, tutores y familias, y consultor de la propia institución educativa y en la comunidad, sin suplantar ni las responsabilidades ni las funciones de otros agentes educativos, siendo este considerado un agente de cambio. Figura 14. El modelo de consulta trabaja de manera colaborativa con todos los agentes educativos. 18 Resumen La orientación y el asesoramiento psicopedagógico como elementos de calidad y de mejora de la educación cumplen una función determinante en la consecución de los objetivos propuestos en toda estructura educativa, que va más allá de los sistemas educativos reglados y que acompaña al individuo a lo largo de su vida. Los principios universales que rigen toda actividad orientadora buscan atender el crecimiento pleno del alumno en su contexto, siendo estos los de prevención, desarrollo e intervención social, sumándose a esta lista los de versatilidad y empatía, que hacen más referencia a las competencias y características de los profesionales de la orientación y de todos aquellos que participan en ella. Los objetivos y ámbitos que atiende la orientación y asesoramiento psicopedagógico se centran en el área de orientación académica y profesional, enseñanza-aprendizaje y de atención a la diversidad y la escuela inclusiva, encontrándonos ante una profesión de gran valor y significancia para la sociedad, ya que posee la misión de ayudar a las personas a alcanzar su proyecto de vida. La orientación educativa es un proceso de ayuda que recae en distintos agentes orientadores, pudiendo ser estos los tutores, el profesorado, las familias y los agentes sociales. Entre las multifunciones de la orientación educativa se encuentran el desarrollo integral de todos los estudiantes del centro en todos sus aspectos (cognitivo, profesional, académico, social, emocional y moral, entre otros) y la atención y asesoramiento a los distintos agentes que se vinculan a él, destacando el asesoramiento profesional, la orientación para el aprendizaje, el apoyo para la integración y ofrecer una guía y orientación al equipo docente, al centro y a la familia, entre otros. Finalmente, existen una serie de modelos básicos que guían la intervención orientadora, siendo estos el clínico, de programas y de consulta. Estos modelos han ido evolucionando y adaptándose a las nuevas exigencias de la educación y a lo que se espera hoy en día obtener por medio de la orientación. 19 Mapa de contenidos 20 Recursos bibliográficos Bibliografía básica Álvarez González, M. y Bisquerra Alzina, R. (2012). Orientación educativa: modelos, áreas, estrategias y recursos. Wolters Kluwer. Hervás Avilés, R. M. (2006). Orientación e intervención psicopedagógica. Promociones y Publicaciones Universitarias. Monge Crespo, C. (2009). Tutoría y orientación educativa: nuevas competencias. Wolters Kluwer España. Redondo Duarte, S., Vale Vasconcelos, P., Navarro Asencio, E., Parras Laguna, A. y Madrigal Martínez, A. M.ª (2012). Orientación educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas. Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Bibliografía complementaria Aguaded Gómez, M. C. (2020). Modelos de intervención en orientación educativa. Educar y orientar. COPOE, (12), 20-25. Álvarez Rojo, V. (1994). Orientación educativa y acción orientadora. EOS. Álvarez Rojo, V. y Hernández Fernández, J. (1998). El modelo de intervención por programas. Revista de Investigación Educativa, 16(2), 79-123. Bausela Herreras, E. (2004). Modelos de orientación e intervención psicopedagógica; modelo de intervención por programas. 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