Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria PDF
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This document is a part of a master's program in teacher training for secondary education. It covers the areas of educational orientation and psycho-pedagogical counseling, with a focus on academic and professional guidance. The document includes concepts, principles, objectives, and areas of intervention.
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Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Los Ámbitos de la Orientación Educativa y el Asesoramiento Psicopedagógico Unidad didáctica 4. La orientación académica y profesional UD 4. La orientación académica y profesional.................................................................
Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Los Ámbitos de la Orientación Educativa y el Asesoramiento Psicopedagógico Unidad didáctica 4. La orientación académica y profesional UD 4. La orientación académica y profesional..................................................................... 3 4.1. El ámbito de la orientación académica y profesional.................................................... 4 4.2. Principios de la orientación académica y profesional................................................... 5 4.3. La educación para la carrera.................................................................................... 6 4.3.1. La madurez para la carrera................................................................................ 9 4.4. Objetivos de la orientación académica y profesional................................................. 10 4.5. Áreas de intervención de la orientación académica y profesional................................ 10 4.5.1. Conocimiento de sí mismo............................................................................... 11 4.5.2. Información de estudios, profesional y ocupacional............................................. 12 4.5.3. El proceso de toma de decisiones...................................................................... 13 4.5.4. La aproximación al mundo del trabajo............................................................... 14 4.5.5. Proyecto profesional........................................................................................ 15 4.6. Las TIC en la orientación académica y profesional.................................................... 17 Resumen...................................................................................................................... 19 Mapa de contenidos....................................................................................................... 20 Recursos bibliográficos................................................................................................... 21 2 UD 4. La orientación académica y profesional Nos encontramos ante la UD 4 de la asignatura Los ámbitos de la orientación educativa y el asesoramiento psicopedagógico. En ella podrás conocer la orientación académica y profesional atendiendo a su concepto, principios, objetivos, funciones primordiales y áreas de intervención. Igualmente, comprenderemos los conceptos de educación y madurez para la carrera, ambos de gran importancia en los procesos de orientación profesional y de consecución del proyecto de vida y profesional del alumno a lo largo de toda su trayectoria formativa, haciendo especial incidencia en la última etapa de la Educación Secundaria, donde el alumnado se enfrenta a la transición (académica o laboral). Por otra parte, atenderemos las distintas áreas de intervención de la orientación académica y profesional para finalizar con la importancia de las TIC en ella. Por último, conoceremos aquellos roles o funciones alrededor de las TIC que se espera que un orientador sea capaz de afrontar. Figura 1. Orientación académica y profesional. 3 4.1. El ámbito de la orientación académica y profesional La orientación académica y profesional presenta una larga tradición en el contexto anglosajón, donde es reconocida como uno de los principales ámbitos de actuación psicopedagógica. Esta vertiente de la orientación ha ido evolucionando de un enfoque centrado en los procesos laborales del individuo y en sus intereses profesionales a un enfoque más integrador, con una mirada más global sobre la persona, que pone el foco en las trayectorias vitales y profesionales y demás ámbitos que la conforman y que ostenta un marco de acción mucho más amplio e inclusivo. Cuando hablamos de orientación académica y profesional entendemos que la propuesta atiende a dos dimensiones diferenciadas, pero a la vez complementarias, que van siempre de la mano. Por un lado, tenemos la dimensión académica, que atiende los aspectos relacionados con la elección que debe hacer el alumnado de las asignaturas optativas, itinerarios curriculares, trayectorias de estudios, etc., y, por otro, tenemos la dimensión profesional, que se centra en la orientación laboral, ocupacional y vocacional de la persona. Ambas buscan guiar y acompañar al individuo en el desarrollo de la carrera. Partiendo de Álvarez y Bisquerra (2012), la orientación académica y profesional puede ser concebida como se indica a continuación: Figura 2. La orientación educativa. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012. Centrándonos en la dimensión académica/educativa, algunos autores (Álvarez y Bisquerra, 2012, p. 201) advierten que existen algunos aspectos que nos permiten comprender con mayor profundidad este ámbito de la orientación. Así, esta vertiente de la orientación se puede trabajar en las distintas etapas del sistema educativo (Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria y Universidad), ya que busca que la persona pueda ir definiendo su propio proyecto personal y profesional en todo su proceso formativo, fomentando una serie de competencias para la vida, incluidas aquellas que atienden los aspectos profesionales y de empleabilidad. Para que esta pueda ser llevada a cabo, se debe contar con la implicación del equipo docente de las distintas etapas educativas, tutores, orientadores y equipo directivo de los centros, así como también con el apoyo y la colaboración de servicios externos que se encuentran en la propia comunidad como, por ejemplo, los servicios sociales. 4 4.2. Principios de la orientación académica y profesional Atendiendo a Donoso-Vázquez y Sánchez-Martí (2013), ejercer una función orientadora es estudiar, analizar, conocer a la persona en su conjunto para de esta manera poder ofrecerle el apoyo y el seguimiento que realmente le permita optimizar su potencial y sus circunstancias. Partiendo de esta premisa, se deducen los siguientes principios en este ámbito de la orientación: Figura 3. Principios de la orientación académica y profesional. Fuente: Donoso-Vázquez y Sánchez-Martí, 2013. Como vemos, orientar a lo largo de la vida implica atender las diversas identidades que circundan a una persona y por las que transita. Estos ámbitos son la familia, el trabajo, el ocio, las relaciones sociales, las amistades y los procesos complejos que se dan dentro del individuo (cognitivos, afectivos y comportamentales). Por lo tanto, llevar a cabo una labor orientadora es estudiar, analizar y conocer a la persona en su conjunto para poder atender sus necesidades, inquietudes y optimizar sus potencialidades, ya sea resaltando, acompañando o modificando (Donoso-Vázquez y Sánchez-Martí, 2013) A, B, C… La disonancia cognoscitiva es una teoría en la psicología social. Se refiere al conflicto mental que ocurre cuando los comportamientos y creencias de una persona no concuerdan. 5 Figura 4. Hemisferios del cerebro humano. 4.3. La educación para la carrera La educación para la carrera, o career education, surgió en Estados Unidos alrededor de los años setenta y se ha ido difundiendo y potenciando con el paso del tiempo, alcanzando otras latitudes debido a la innovación que suponía en la época y el gran interés despertado a nivel internacional por la relevancia de su propósito y por la viabilidad de su aplicación práctica. Algunos autores (Álvarez González, 2008; Hoyt, 2005; Pereira, 1995) se refieren a la educación para la carrera como el conjunto de vivencias y aprendizajes a los que se expone una persona a lo largo de su vida y que le permiten prepararse para afrontar y comprometerse con un puesto de trabajo o una profesión determinada. A través de la educación para la carrera la persona se familiariza con los valores de una sociedad orientada hacia el trabajo, de manera que el trabajo sea posible, significativo y satisfactorio para cada persona. Los fundamentos teóricos de la educación para la carrera emergen del campo de la orientación y de la orientación vocacional y profesional y de un conjunto de teorías con aportes destacables para el estudio de esta vertiente de la orientación. A continuación, se señalan los siguientes (Pereira, 1995): 1. Teoría de rasgos y factores: parte de la necesidad existente en el individuo de recibir ayuda vocacional. 2. Las teorías psicoanalíticas: señalan la importancia de la persona como ente individual que presenta determinadas complicaciones y posibilidades de desarrollo. También atienden los factores vinculados a la personalidad como responsables de la generación de conflictos internos y el desarrollo humano de la persona. 3. La teoría de la personalidad o la terapia enfocada en el cliente de Carl Rogers ha aportado ideas relevantes para el estudio de la educación para la carrera como, por ejemplo, el autoconcepto, la autorrealización y la autocomprensión. A través de estos tópicos, Rogers confiere al sujeto la responsabilidad de su desarrollo, otorgándole valor y libertad de elección. 4. Las teorías de Roe atienden a que la satisfacción de las necesidades por parte del individuo ejerce de elemento motivador de la conducta. También se atribuye a la familia (clima y experiencias familiares, elección ocupacional y actitudes de los padres) un papel relevante en la configuración del individuo. 6 5. Las teorías sociológicas tienen en cuenta la gran influencia que ejercen los factores medioambientales y sociológicos en el proceso de desarrollo de la carrera en los individuos. De este modo, la career education parte de estas teorías para intentar dar soluciones e intentar neutralizar de alguna manera los determinismos que impiden la libre elección del individuo y reducir los prejuicios y estereotipos sociales que pueden llegar a condicionar y limitar la libertad de elección de una persona. 6. El conjunto de los planteamientos de la toma de decisiones se centra en los procesos de la toma de decisiones y señalan que el individuo necesita información (personal y del entorno) para poder resolver por sí mismo sus problemas mediante la interactuación con su realidad de un modo activo. Igualmente, señalan la importancia de los valores, las creencias, las aspiraciones y las expectativas, los planes y los propósitos del individuo en la toma de decisiones. Nota El National Career Education Leader’s Communication Network (NCELEN) es el organismo encargado de potenciar y difundir la educación para la carrera a nivel internacional. Dentro del concepto global de educación para la carrera encontramos otros dos conceptos complementarios: desarrollo de la carrera y orientación para la carrera. Atendiendo a Pereira (1995), de las múltiples definiciones que han surgido en las últimas décadas sobre desarrollo de la carrera, estas coinciden en considerarlo como el conjunto de factores y elementos de tipo educativo, sociológico, psicológico, físico, económico y de suerte que, unidos, influyen dando forma a la carrera de un individuo a lo largo de su vida. Por otra parte, la orientación para la carrera puede ser entendida como un programa sistémico de procesos, técnicas o servicios orientados para ofrecer a la persona ayuda y soporte que le permita, a su vez, actuar con el suficiente autoconocimiento y conocimiento de oportunidades de trabajo, educación, habilidades de toma de decisiones y tiempo libre y que le posibilite, también, crear y dirigir el propio desarrollo de su carrera. Figura 5. Construcción de la educación para la carrera. 7 Partiendo de estas premisas, podemos entender que el desarrollo de la carrera y la orientación para la carrera son el proceso, mientras que la educación para la carrera es el vehículo para implementar dicho proceso (Hoyt, 2005). De igual modo, la educación para la carrera presenta en su fundamentación teórica una sólida base en los procesos de enseñanza-aprendizaje, combinando los procesos de desarrollo de la carrera con los procesos de enseñanza-aprendizaje, ambos indispensables cuando se busca ser un experto en la materia. Esto significa que el career education debe estar infusionado en los programas de educación, esto es, en el currículo escolar. Entre sus premisas, la educación para la carrera destaca la importancia de aplicar buenos hábitos de trabajo productivo en las distintas etapas del sistema educativo, ya que estos serán útiles en el aprendizaje de habilidades básicas, mejorando el logro académico y favoreciendo la adquisición de habilidades positivas que son útiles a lo largo de todo el desarrollo de la carrera y en la vida profesional futura del alumnado (Pereira, 1995). En conclusión, podríamos decir que la educación para la carrera es un proceso educativo diseñado para lo siguiente: Figura 6. La educación para la carrera. Fuente: Pereira, 1995 (adaptación). En consecuencia, se podrían destacar algunos aspectos de la institución educativa en los que se puede incidir para mejorar la educación para la carrera de los alumnos (Álvarez González, 2008, p. 764): Promover la proyección y organización en su trayecto formativo de la carrera a corto y medio plazo, destacando entre el alumnado lo siguiente: o Aumentar el interés por las tareas vocacionales. o Aumentar el interés por la elección vocacional. o Mejorar el nivel de información que posee de la profesión que se tiene en cuenta. o Mejorar el nivel de autoconocimiento. Aumentar y mejorar los recursos que ofrece el centro educativo al alumnado para la exploración de la carrera. Proporcionar el acceso a la información que ofrece el entorno. Ayudar al alumno a afrontar el proceso de toma de decisiones en sus dimensiones: cognitiva, afectivo-emocional y social. Ayudar al alumnado a aproximarse y conocer el mundo laboral de manera temprana. 8 4.3.1. La madurez para la carrera Atendiendo las diferentes propuestas teóricas que se han ido desarrollando alrededor de este concepto en los últimos años (Álvarez González, 2008, p. 752), la madurez para la carrera se caracteriza por el continuo proceso de toma de decisiones a las que se ve sometida la persona en las distintas etapas de su vida y es el resultado de factores psicológicos, físicos y sociales que interactúan en la vida del individuo. Podemos entender esta como la disposición y las conductas que manifiesta la persona a la hora de hacer frente a las tareas vocacionales o de desarrollo de la carrera, comparado con otros sujetos que se encuentran en la misma etapa madurativa y frente a las mismas tareas de desarrollo. Como hemos mencionado anteriormente, el desarrollo de la carrera es un proceso continuo que se extiende a lo largo de toda la vida de la persona, no obstante, es en la etapa de Educación Secundaria donde cobra un mayor protagonismo y aumenta la necesidad de promover la madurez para la carrera en el alumnado, ya que en esta etapa los alumnos se adentran en procesos de toma de decisiones académicas de gran importancia y repercusión para su futuro. Por tanto, la educación para la carrera se debe entender como un esfuerzo compartido dirigido a que el alumno alcance y/o mejore la madurez para la carrera que le permitirá adquirir y utilizar las actitudes, las habilidades y los conocimientos necesarios para hacer un trabajo significativo, productivo y satisfactorio. Todo esto va a requerir de una intervención y formación enfocada, sobre todo, en la planificación de la carrera y los procesos de toma de decisiones. La colaboración en el desarrollo de la educación para la carrera viene de los siguientes entornos (Álvarez y Bisquerra, 2012): Figura 7. Entornos de colaboración en el desarrollo de la carrera. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012. 9 4.4. Objetivos de la orientación académica y profesional La finalidad de la orientación académica y profesional es la de contribuir al desarrollo y la madurez para la carrera del individuo, todo ello de la mano de la educación para la carrera y la orientación. Al igual que la orientación educativa, podríamos decir que el fin máximo de esta vertiente orientadora es la autorrealización de la persona, permitiendo la emancipación del individuo y su capacidad para propiciar un auténtico y propio bienestar académico y profesional. Algunos autores señalan una serie de objetivos que se pueden emprender desde las instituciones educativas (Álvarez González, 2008, pp. 764-765): 1. Facilitar al alumnado estrategias, información y los recursos necesarios que le provean de un conocimiento más objetivo de sí mismos. 2. Estar preparados desde los distintos equipos de orientación en lo concerniente a estudios, profesiones, ocupaciones, creando estrategias de búsqueda de información que puedan facilitarse al alumnado. 3. Ayudar al alumnado a desarrollar estrategias y procedimientos para asumir el proceso de toma de decisiones, no solo desde la dimensión cognitiva, sino también desde la dimensión emocional y social. 4. Apoyar y preparar al alumnado en el proceso de la transición del periodo de formación al mundo laboral. 5. Ayudar al alumnado a definir y concretar su proyecto profesional. Figura 8. Objetivos de la orientación académica y profesional. 4.5. Áreas de intervención de la orientación académica y profesional Partiendo de los objetivos anteriormente planteados, estos se podrían desarrollar a través de cinco áreas de intervención por medio de programas de orientación académica y profesional debidamente organizados y planificados, así como también mediante una elevada motivación e implicación de los diferentes agentes y de la propia institución (Álvarez y Bisquerra, 2012; Álvarez González, 2008). 10 Figura 9. Áreas de intervención de la orientación académica y profesional. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012 y González, 2008. Si atendemos a las recomendaciones de estos autores, existen un conjunto de estrategias que fomentarían las distintas áreas de intervención: Estrategias de menor implicación de la propia institución y sus agentes educativos Una orientación profesional que no cuenta con el apoyo institucional y que se asume como algo casual, voluntario y espontáneo. La creación de un currículo específico de orientación profesional que puede ser trabajado en las horas de tutoría. Atender de manera parcial en el currículo algunos de los objetivos de la orientación académica y profesional. Estrategias de mayor implicación de la propia institución y sus agentes educativos Atender de manera plena en el currículo los aspectos de la orientación académica y profesional a través de las materias escolares y de las tutorías. Integración de los contenidos de la orientación profesional de forma interdisciplinar y transversal. Agrupar en el plan de acción tutorial (PAT) las diferentes acciones de orientación profesional que se pueden llevar a cabo en la institución a fin de producir una sinergia entre la propia institución, el alumnado y las familias (sistema de programas integrados). Como estrategia más positiva y adecuada para la atención de la orientación académica y profesional, podemos destacar la integración parcial o total del currículo con un tratamiento interdisciplinar. No obstante, estos avances y estrategias dependerán de la predisposición e implicación de la institución, del profesorado y de los recursos humanos y materiales de que se dispone. 4.5.1. Conocimiento de sí mismo Un aspecto fundamental en el desarrollo humano es el conocimiento de nuestras propias potencialidades. El alumno debe ser capaz de identificar sus puntos fuertes y también sus puntos débiles, tales como capacidades, aptitudes, habilidades, destrezas, autoconcepto y autoestima, rasgos de su personalidad, rendimiento académico, experiencias educativas y laborales, intereses, aspiraciones académicas y profesionales, motivación, valores, estilos de vida, entre otros. 11 Play ¿Quieres conocer más sobre «el elemento»? Se trata del concepto que Sir Ken Robinson creó para describir lo que ocurre cuando se unen nuestras habilidades con nuestra interés o pasión. Para evitar la disonancia cognoscitiva, las decisiones de una persona deben ser coherentes con todos estos aspectos que la conforman, creando una genuina afinidad entre la capacidad que presenta y la vocación que tiene. Todo esto le va a permitir ser capaz de encontrar, sola o con ayuda, lo que Sir Ken Robinson denomina «el elemento». Por tanto, como profesionales de la orientación académica y profesional, debemos procurar ayudar al alumnado a valorar la información que tiene a su disposición, reflexionar sobre ella y evaluarla, ajustándola a sus necesidades e intereses. Figura 10. Importancia del autoconocimiento en el desarrollo humano. 4.5.2. Información de estudios, profesional y ocupacional Figura 11. Información académica y profesional. 12 El conocimiento de sí mismo debe ir acompañado de una plena comprensión del entorno que le rodea, esto es, tener conciencia de las distintas alternativas educativas, profesionales y ocupacionales (estudios, profesiones, carreras, ocupaciones, mercado de trabajo, centros de formación, becas y ayudas, etc.) que le ofrece su contexto institucional y social para poder desarrollar de la mejor manera posible sus trayectorias formativas y laborales. Las distintas acciones orientadoras deben ir encaminadas a estimular el uso de la información profesional y conseguir que el alumno sepa cómo, dónde y cuándo buscar información que pueda utilizar en el futuro y no limitar la intervención al simple acto de proporcionar información al alumnado. 4.5.3. El proceso de toma de decisiones Una vez que la persona ha adquirido un completo conocimiento de sí misma y del entorno que le rodea, se introduce en una fase de reflexión que le conducirá al proceso de toma de decisiones. Este proceso es considerado continuo y secuencial, ya que debe ser revisado de manera constante en la medida que se presentan nuevas informaciones. De este análisis, la persona puede reafirmar la decisión tomada o cambiar de opinión. El modelo comprensivo de toma de decisiones permite que el alumno adquiera las competencias necesarias para hacer frente a este proceso tan importante y complejo. Desde esta perspectiva, influyen en el proceso de toma de decisiones dos componentes, el actitudinal y competencial. En ambos interaccionan diferentes dimensiones del sujeto: Cognitiva: saber cuáles son los pasos que seguir. Afectivo-emocional: los aspectos emocionales a veces impiden la decisión, y de la indecisión surge el conflicto. Social: contar con apoyo afectivo, económico, de diálogo, de comunicación y de respeto del contexto. Atendiendo al proceso de toma de decisiones, podemos decir que el sujeto estará en mejor disposición de tomar una adecuada o inadecuada decisión dependiendo de los factores que le afecten en ese momento (véase tabla 1); por tanto, cuanto mayor sea el conocimiento que tenga de sí mismo y disponga de la información académica, profesional y laboral del entorno mejores decisiones tomará, y, por el contrario, cuantos más factores que están asociados a la indecisión existan más obstáculos encontrará en su proceso de decidir. El proceso de toma de decisiones Factores que determinan una eficaz toma de decisiones Factores que se asocian con la indecisión La realidad en la que se encuentra la persona en La ansiedad ante la elección y falta de el momento de la toma de decisiones. autoconfianza en la decisión tomada. El autoconocimiento y conocimiento de los demás. Dudas sobre las propias posibilidades y falta de información sobre sí mismo. 13 Contar con suficiente información problema sobre el que ha de decidir. sobre el Una excesiva inmadurez. dependencia y cierta Los aspectos afectivo-emocionales que ha de Dificultades para analizar alternativas. tener presentes y que pueden ser favorecedores o no de la decisión. Tabla 1. El proceso de toma de decisiones. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012, pp. 220-221. 4.5.4. La aproximación al mundo del trabajo Analizando las principales dificultades que se encuentran los jóvenes a la hora de abordar sus procesos de inserción laboral, encontramos los siguientes (Álvarez y Bisquerra, 2012, p. 222): Figura 12. Principales dificultades de los jóvenes en la aproximación al mundo del trabajo. Fuente: Álvarez y Bisquerra, 2012. Por tanto, en esta área de intervención se busca atender dichas dificultades y ayudar al sujeto a implicarse en un proceso activo de inserción dotándole de competencias que le permitan lograrlo. Para favorecer la inserción laboral de la persona es necesario que cuente con información actualizada y veraz sobre el mercado de trabajo, las políticas locales de empleo y de la formación ocupacional, así como también con un buen manejo de las técnicas de búsqueda de empleo. La orientación académica y profesional en su práctica debe atender estas problemáticas en el desarrollo de programas de inserción laboral que suelen aplicarse con el alumnado que está al final de sus estudios. Este tipo de intervención ha de facilitar el acercamiento del alumno al mundo laboral a través de una serie de acciones que se deben desarrollar dentro de su programa formativo, tales como acciones relacionadas con el conocimiento del mercado de trabajo (charlas sobre búsqueda activa de empleo, jornadas de inserción laboral, etc.), acciones relacionadas con el conocimiento de sí mismo (adaptación al cambio, planificación y organización, capacidad de autogestión) y acciones relacionadas con la empresa (reclutamiento y selección de personal, vías de acceso, etc.) (Álvarez y Bisquerra, 2012). 14 Play Te invito a conocer más sobre la cuarta revolución industrial y cómo esta está afectando al mundo laboral actual. De igual forma, los programas de inserción laboral deben desarrollar y potenciar una serie de competencias, habilidades y destrezas de empleabilidad tales como las siguientes (Prieto, 2019): Saber actualizar competencias y habilidades de empleo con objeto de adecuarlas a las demandas del sistema productivo que se mantiene en constante evolución. Desarrollar la competencia digital que le permita tener un uso eficaz, seguro y crítico de la tecnología en todos los ámbitos: profesionales, formativos o personales. Aprender a redactar el currículo y que este esté adaptado a las características de su sector y los avances tecnológicos del momento. Saber afrontar las pruebas psicotécnicas y/o de selección de personal. Prepararse en competencias de comunicación y habilidades sociales para afrontar con seguridad los procesos de selección de personal. Conocer la utilidad de las redes sociales en la búsqueda de empleo. Aprovechar las TIC en el proceso de inserción laboral y la digitalización del mercado de trabajo. A, B, C… Las competencias clave, antes calificadas de básicas, se definen como «aquel conjunto de conocimientos, capacidades y actitudes que precisan las personas para realizarse y desarrollarse en el ámbito personal y laboral de forma que posibiliten su inclusión social y el ejercicio de una ciudadanía activa» (UE, 2018). 4.5.5. Proyecto profesional En esta área de intervención de la orientación académica y profesional se busca ayudar al alumno a que vaya configurando, a través de su etapa formativa, su propio proyecto de vida (personal y profesional) como eje central de todas sus acciones y actuaciones futuras, teniendo en cuenta sus características personales y su trayectoria educativa y sociolaboral (en caso de tenerla). Al tratarse de un proceso que se va desarrollando a lo largo de toda la etapa formativa de la persona debe trabajarse de manera transversal y se debe continuar con ella más allá del contexto educativo hasta su desempeño como profesional. 15 Play ¿Quieres recursos en vídeo para trabajar el proyecto profesional con alumnos de Educación Secundaria atendiendo competencias laborales? Autocontrol. Comunicación. Flexibilidad y adaptación. Gestión del tiempo. Hablar en público. Organización y planificación. Reuniones de trabajo. Trabajo en equipo. Son muchos los expertos en orientación profesional que aportan sugerencias, estrategias y recursos para que los alumnos puedan ir configurando su proyecto de vida. Atendiendo a una de estas propuestas (Rodríguez et al., 2009), un modelo de proyecto profesional estaría basado en los siguientes aspectos: Figura 13. Elementos del proyecto profesional. Fuente: Rodríguez et al., 2009. Una vez trabajadas estas cuestiones, invitamos al alumno a la introspección de su propio camino de vida y del desarrollo que quiere ir alcanzando en las etapas futuras. Figura 14. Construcción del proyecto profesional. 16 4.6. Las TIC en la orientación académica y profesional Play ¿Quieres trabajar con los estudiantes de Educación Secundaria la elaboración de su videocurrículum? Pulsa aquí para conocer un ejemplo. La eclosión de la digitalización en la sociedad de la información y el conocimiento en la que vivimos ha empujado a la humanidad a nuevos retos y desafíos. Los profesionales de la orientación en todos sus ámbitos y contextos de acción no se encuentran excluidos de este contexto, que demanda una adaptación de sus roles y cometidos a las necesidades de una sociedad en pleno proceso de tecnologización, por lo que la utilización de las TIC es cada vez más necesaria y cada vez más aplicada (Muñoz y González, 2015). Llega más lejos Te invito a conocer ConectaTIC. Este portal pone a disposición del profesorado un entorno profesional de comunicación y colaboración que permite intercambiar recursos, prácticas e impresiones. El portal se encuentra coordinado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, a través del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado. Llega más lejos Te invito a conocer el portal Sauce. En él encontrarás gran variedad de recursos en internet para la orientación académica y profesional. Al detenernos en los roles y funciones que se espera que el orientador sea capaz de desarrollar, relacionados con las TIC, encontramos los siguientes: 1. Conocer las principales herramientas y desarrollos tecnológicos diseñados específicamente para la acción orientadora que puedan ser útiles en determinados programas de intervención. 2. Coordinar en los centros el uso de las TIC por parte de los tutores cuando se dedican a la acción orientadora. 17 3. Diseñar programas de intervención basados en las TIC o que integren estas en su consecución final. 4. Ayudar a los estudiantes a utilizar las TIC y a desarrollar destrezas específicas, de forma que sean capaces de buscar la información, organizarla y adecuarla a sus demandas. 5. Implementar sistemas integrados en el uso de las TIC que permitan al estudiante la resolución de los problemas que le vayan surgiendo, a través de un proceso de autoorientación y autoayuda permanente. 6. Ayudar a los estudiantes a entender e integrar la información en sus propios procesos de aprendizaje y formas de pensar. Llega más lejos Monster es un portal de búsqueda de empleo a nivel nacional e internacional. En él encontrarás una sesión dedicada a la orientación profesional y muchos recursos para que el proceso sea ameno y exitoso. 18 Resumen A través de esta unidad didáctica hemos podido conocer un poco más sobre la orientación académica y profesional, sus objetivos, principios y funciones. Igualmente, hemos comprendido el valor de la educación para la carrera, la cual permite que la persona se familiarice con los valores de una sociedad orientada hacia el trabajo de manera que este sea posible, significativo y satisfactorio para cada persona. Dada la importancia de estas cuestiones, la orientación académica y profesional no debe permanecer al margen; se debe participar por medio de programas en las diferentes áreas de intervención que van a reforzar la educación y la madurez para la carrera. Por último, hemos profundizado en aquellas funciones que se espera que el orientador lleve a cabo atendiendo a las TIC, un aspecto que hoy en día no podemos dejar a un lado. 19 Mapa de contenidos 20 Recursos bibliográficos Bibliografía básica Álvarez G. M. y Bisquerra A. R. (2012). Orientación educativa: modelos, áreas, estrategias y recursos. Wolters Kluwer. Donoso-Vázquez, T. y Sánchez Martí, A. (2013). Orientación educativa y profesional. Estudio de casos. ISEP. Bibliografía complementaria Álvarez González, M. (2008). La madurez para la carrera. Una prioridad en la educación secundaria. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 6(3), 749-772. Hoyt, K. D. (2005). Career Education: History and Future. National Career Development Association. Muñoz Carril, P. C. y González Sanmamed, M. (2015). Utilización de las TIC en orientación educativa: un análisis de las plataformas web en los departamentos de orientación de secundaria. Revista Complutense de Educación, 26(2), 447-465. Pereira González, M. (1995). La fundamentación teórica de la educación para la carrera. Revista de Educación, 307, 309-338. Prieto, E. C. (2019). Las competencias transversales para la empleabilidad y su integración en la educación universitaria. Relaciones Laborales y Derecho del Empleo, 7(1), 85-112. Rodríguez Moreno, M. L. (coord.), Álvarez González, M., Figuera, P. y Rodríguez Espinar, S. (2009). Estudios universitarios, proyecto profesional y mundo del trabajo. Publicaciones UB. Otros recursos Educaweb. (s. f.). Descubre qué estudiar. https://www.educaweb.com/ Recomendación del Consejo, de 22 de mayo de 2018, relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente. Diario Oficial de la Unión Europea, núm. C189. https://eurlex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32018H0604(01)&from=SV 21