Capítulo 3: La Familia ante las Necesidades Educativas PDF
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Este documento examina la situación de la familia ante necesidades educativas especiales y discapacidad. Se detallan diferentes etapas del proceso de adaptación, así como las necesidades emocionales y sociales que se presentan. Se subraya la importancia de un apoyo adecuado e integral para la familia.
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CAPÍTULO 3 La familia ante las necesidades educativas 1. Introducción El hecho de detectar y diagnosticar cualquier necesidad educativa en un hijo puede representar un punto de inflexión significativo en una fami...
CAPÍTULO 3 La familia ante las necesidades educativas 1. Introducción El hecho de detectar y diagnosticar cualquier necesidad educativa en un hijo puede representar un punto de inflexión significativo en una familia. El impacto aún es mayor si la necesidad detectada corresponde a una necesidad educativa especial. Esta situación desencadena un conjunto de necesidades que deben ser abordadas de manera integral. En primer lugar, las familias se enfrentan a un periodo de incertidumbre y angustia al recibir la noticia. Pueden llegar a experimentar distintas emociones que van desde el shock inicial hasta la preocupación por el futuro de su hijo. La necesidad de comprensión y apoyo es fundamental en este momento. Las familias requieren información clara y precisa sobre la necesidad que tiene su hijo, así como orientación sobre los recursos disponibles y las opciones de intervención psicopedagógica. El acceso a profesores especializados y servicios de intervención se vuelve crucial para iniciar el camino hacia la adaptación y el desarrollo óptimo del niño. Además de las necesidades prácticas relacionadas con la atención psicopedagó- gica, las familias también se enfrentan a grandes desafíos emocionales y sociales. Pueden llegar a experimentar sentimientos de culpabilidad, incertidumbre sobre el futuro y temores sobre el impacto de la necesidad o necesidades de su hijo en la dinámica familiar. Por todo ello, es fundamental contar con un entorno de apoyo, ya sea en forma de familia extendida, amigos o grupos de apoyo, donde la familia pueda compartir sus preocupaciones y recibir el respaldo necesario. La aceptación y la adaptación son procesos que llevan tiempo y requieren de un enfoque holístico. Las familias necesitan aprender a manejar las demandas diarias asociadas con su hijo, lo que puede incluir ajustes en la dinámica familiar. La colabo- ración con profesionales de la salud, del ámbito psicopedagógico y social, se vuelve fundamental para diseñar un plan de actuación individual que satisfaga las necesi- dades específicas y promueva el desarrollo integral. www.udima.es 61 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia 2. La familia ante la discapacidad El diagnóstico de discapacidad es un hecho inesperado y extraordinario que pro- voca sufrimiento en la familia. Imaginemos el caso de una familia que espera a su hijo durante 9 meses y que, al nacer este, le comunican que presenta una discapacidad. Si el nacimiento de un hijo es, desde luego, un punto de inflexión en la dinámica familiar cargado de emociones y expectativas, cuando ese nuevo miembro familiar nace con alguna discapacidad, la dinámica familiar se ve devastada en un desafío adi- cional de proporciones inesperadas. La noticia de una discapacidad en un hijo puede sumergir a la familia en un torbellino de emociones: desde la sorpresa inicial hasta la incertidumbre, el miedo y la preocupación por el futuro. Este acontecimiento inesperado puede desencadenar un proceso de adaptación complejo y exigente para todos los miembros de la familia. Se enfrentan a la necesidad de redefinir roles, expectativas y prioridades, así como a la búsqueda de recursos y apoyos adecuados para el cuidado y desarrollo de su hijo. Además, la familia puede llegar a replantearse sus creencias, valores y percepciones sobre la discapacidad, lo que puede generar tensiones internas y externas en su entorno más próximo. 2.1. El diagnóstico Cuando se planifica la llegada de un hijo, se espera la llegada de un niño sano, pero cuando presenta una condición de discapacidad, la familia experimenta una sen- sación de pérdida por el hijo que esperaba y no llegó. Todas las familias se forman una imagen ideal del hijo antes de conocerlo y este sentimiento es fundamental para la formación del vínculo con el bebé. No obstante, ninguna persona está preparada para tener un hijo con discapacidad. La crisis emo- cional que esto causa puede provocar rechazo o desinterés hacia el niño. Por ello, es fundamental prestar atención, por supuesto, al niño como a la familia, con distintos profesionales que atiendan las necesidades que se plantean de forma coordinada. La revelación del diagnóstico puede ser un momento crítico que genera un impacto significativo tanto en la vida individual de cada uno de los progenitores como en su relación como pareja. En muchas ocasiones, el diagnóstico implica un cambio signifi- cativo en los planes de vida, alterando las prioridades de forma inmediata. Según Ponce Ribas (2008), el impacto que el diagnóstico genera en los progeni- tores depende de distintos factores: 62 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas La historia personal: el estado de salud (física, psíquica) en el momento del diagnóstico, el nivel de satisfacción personal consigo mismo, la experiencia previa en enfrentarse a situaciones similares y la forma en la que las han gestionado, la educación y la cultura. Los rasgos de personalidad: la madurez emocional, el grado de introver- sión o extraversión, las capacidades intelectuales, el nivel de autonomía o dependencia, la capacidad para adaptarse a cambios y resolver conflictos, las habilidades de comunicación. La escala de valores: creencias religiosas o espirituales, el significado que otorgan a sus vidas. La red de apoyo: el apoyo que reciben tanto de la familia como de la sociedad, la participación en la comunidad. El diagnóstico de discapacidad y/o necesidades educativas produce en las fami- lias un tránsito por distintas fases o etapas. El camino por estas etapas, así como su duración e intensidad, varían en función de las características de personalidad, la escala de valores que se posea, los recursos y los apoyos recibidos. Los profesionales de la orientación familiar deberán conocer en qué fase se encuentra la familia para así poder ajustar el tipo de intervención que deberán ofrecer. Estas fases componen lo que muchos autores denominan el duelo, y que podemos secuenciar en cinco etapas según Kübler-Ross (1969), como se muestra en la figura 1. n Figura 1. Fases del duelo según Kübler-Ross Negación Aceptación Ira Duelo Depresión Negociación Fuente: elaboración propia. www.udima.es 63 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia Negación y aislamiento. En esta etapa es común que se niegue la pre- sencia de discapacidad o se minimicen sus efectos. Según Cabodevilla Eraso (2007), surgen sentimientos de culpa mientras se cumplen las obligaciones de cuidado hacia la persona con discapacidad, que generan, en ocasiones, una lucha interna. Durante esta etapa, es normal que la familia se haga preguntas como: ¿por qué a nosotros?, ¿cómo puede estar ocurriéndonos esto? Algunas familias pueden incluso evitar hablar sobre el tema, llenando su día a día de actividades para distraerse y así evitar enfrentarse a la rea- lidad. Según Miaja y Moral de la Rubia (2013), la negación actúa, en este momento, como un mecanismo de defensa para protegerse ideal truncado. Ira. En esta fase se experimentan sentimientos intensos de enfado, frustra- ción e incluso rabia. La rabia puede manifestarse incluso hacia uno mismo, hacia la persona que padece la discapacidad, hacia el entorno o incluso hacia figuras espirituales como Dios o conceptos abstractos como el destino. Es importante saber que la ira es un proceso normal en el proceso de duelo y permite a las personas liberar emociones reprimidas y comenzar a enfrentarse a la realidad. Sin embargo, debemos reconocer que es un momento difícil para todos los miembros de la familia y el resto de las personas que la rodean. Negociación. En esta etapa, según Lillo Sarno (2014), se buscan nuevas alter- nativas al diagnóstico o incluso la solicitud de nuevas evaluaciones por parte de otros profesionales o servicios. Pueden llegar a solicitarse cambios en la atención educativa referida a sus hijos e incluso cambios de centro educativo. Depresión. En este momento la persona experimenta un profundo senti- miento de tristeza, desesperanza y desánimo como resultado de la conciencia de la situación. Es común que esta etapa se manifieste con sentimientos de vacío, problemas de sueño y de concentración, pérdida de interés en activi- dades que solían disfrutar y una sensación general de desesperanza sobre el futuro. Esta fase de depresión es parte natural y necesaria en el proceso de duelo, ya que permite procesar y asimilar la realidad. Aceptación. En esta fase la persona integra la realidad en su vida y encuentra cierta paz. Es un momento en el que se comprende y acepta que la situación es irreversible y que la vida debe continuar. Según Sanz Cruces et al. (2014), encon- trarse en esta etapa no necesariamente implica cumplir con las funciones asig- nadas a la familia en el apoyo y atención a la persona que presenta discapacidad. 2.2. Elaboración del duelo La elaboración del duelo familiar ante un diagnóstico sobre discapacidad es un proceso necesario para el bienestar emocional de todos los miembros de la familia. Este proceso permitirá aceptar la discapacidad que presenta el miembro de la familia, 64 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas así como comprender sus necesidades y fortalezas y encontrar formas de apoyarlo de manera efectiva. El duelo denominado normal o no complicado comienza justo después de recibir el diagnóstico y puede durar varios meses, generalmente menos de 1 año. En algunas ocasiones puede producirse una inadecuada elaboración del proceso de duelo. Esta situación se demuestra por la existencia de signos como sobreprotec- ción, trato negligente o incluso abandono, escasa o nula participación en el proceso de intervención, sobreexigencia, actitudes de huida, actitud desafiante y de desauto- rización respecto a los profesionales, altos niveles de ansiedad y cuadros de depresión crónica (Villavicencio Aguilar et al., 2018). Cuando las familias, y en especial los proge- nitores, no elaboran adecuadamente el proceso de duelo, es probable que no asuman con responsabilidad el cuidado y atención que la persona con discapacidad necesita. Los profesionales de la orientación familiar, entre ellos los maestros y orienta- dores, deben acompañar a las familias, y especialmente a los progenitores en el pro- ceso de duelo. Algunos consejos en estos momentos son: Mantenerse presente de forma constante. Permitir expresar el dolor libremente y reconocer su normalidad. Aceptar a la persona sin condiciones, incluso si su comportamiento difiere de las pautas ofrecidas. Aportar información sobre el proceso de duelo. Dar apoyo práctico y específico. Facilitar la búsqueda de apoyo adicional, como familiares u otros profesionales. Demostrar cercanía y afecto en todo momento. 3. Necesidades familiares Ante la presencia de un hijo con algún tipo de trastorno o dificultad, las familias presentan una serie de necesidades. Estas necesidades varían en relación con dis- tintas variables, como puede ser el tipo de trastorno o dificultad, la edad de la persona afectada y de los miembros de la familia, el lugar donde viven o las condiciones per- sonales, económicas, sociales y familiares. También es fundamental conocer que las necesidades que se originan no necesariamente se mantienen a lo largo del tiempo, y suelen producirse en distinto grado de intensidad. El estudio clásico llevado a cabo por Bailey y Simensonsson (1988) determinó, como se muestra en la figura 2, seis tipos de necesidades que una familia afronta ante la llegada de un miembro con discapacidad. www.udima.es 65 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia n Figura 2. Necesidades familiares Necesidad de información Necesidad de apoyo Explicación a otros Necesidades familiares Servicio de la comunidad Necesidades financieras Funcionamiento familiar Fuente: elaboración propia a partir de Bailey y Simensonsson (1988). En contexto español, el estudio más reciente ha sido financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y elaborado por Gloria Álvarez Ramírez en el año 2015. Este estudio toma como informadores tanto a las familias como a los profesionales. Álvarez Ramírez (2015) identifica cuatro tipos de necesidades, como se recogen en la figura 3, y que a continuación desarrollamos. n Figura 3. Necesidades familiares en contexto español Necesidades cognitivas Necesidades emocionales Necesidades familiares Necesidades sociales Necesidades materiales y recursos Fuente: elaboración propia a partir de Álvarez Ramírez (2015). 66 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas 3.1. Necesidades cognitivas Este tipo de necesidades son aquellas que se refieren al tipo de conocimiento que la familia tiene sobre la discapacidad, trastorno o dificultad que posee el miembro de la familia afectado, así como a la forma de afrontar dicha situación. Las necesidades cognitivas se originan en el momento que se informa del diag- nóstico, y además a lo largo de la vida de la persona afectada. Fundamentalmente hacen referencia a la necesidad de información, de orientación y asesoramiento. Para que sirvan de ejemplos, recogemos algunos comentarios emitidos por fami- liares en el estudio realizado por Álvarez Ramírez (2015) que ayuden a concienciar por el momento que pasan las familias: «La primera necesidad que aparece es la falta de información de forma inmediata en el momento del diagnóstico y no hacer que los padres tengan que buscarlo por su cuenta en un momento tan doloroso. Muchas familias no saben dónde acudir ni qué hacer». «Necesidad de información por parte de médicos (pediatras) y de los maestros (escuelas infantiles y colegios) cuando se empieza a manifestar algún tipo de discapacidad y los progenitores no sabemos cómo afrontar dicha discapacidad o dónde acudir en ese primer momento». Por lo que para dar respuesta a estas necesidades que experimentan las familias, es necesaria una formación especializada y actualizada de todos los profesionales que intervienen: médicos, maestros, psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, etc. Estas necesidades de información, orientación y asesoramiento, como hemos comentado anteriormente, no se originan de manera exclusiva en el momento del diagnóstico, sino a lo largo de la vida de la persona afectada y, por tanto, del ciclo vital de la familia. En muchas ocasiones, la orientación familiar se centra en los pro- genitores y deja, en cierta medida, olvidados al resto de los miembros de la familia. Todos los integrantes de la familia, y en especial los hermanos, necesitan pautas para poder ayudar a su hermano o familiar y resolver las situaciones que se producen en el día a día. Es necesario que los profesionales de la orientación familiar ofrezcan asesora- miento sobre cómo aceptar la realidad de su familiar afectado y a comprender sus necesidades. La orientación familiar debe acompañar a la familia ofreciendo estrate- gias de intervención para fomentar la participación de la persona afectada en los con- textos de desarrollo y desarrollar habilidades sociales para la vida en comunidad, así como a manejar problemas conductuales en el caso de que aparezcan. www.udima.es 67 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia No debemos obviar que en estas necesidades cognitivas aparecen aquellas vin- culadas con la información relativa a recursos y a asuntos legales y administrativos. Las familias requieren que los profesionales les informen sobre los diferentes recursos disponibles (servicios, centros, prestaciones y ayudas) que la comunidad posee. Las familias también demandan información actualizada y asesoramiento sobre temas legales y administrativos: derechos tanto de la persona con discapacidad como de la familia, reconocimiento del grado de discapacidad, etc. Por último, una necesidad que manifiestan las familias es la de información a la sociedad. Desde la orientación familiar se debe abordar esta necesidad, ya que muchas familias perciben una falta de información por parte de la colectividad acerca de la discapacidad, lo que ocasiona ciertas actitudes estigmatizantes sobre estas personas. Para que sirvan de ejemplo y ayuden a comprender esta necesidad, mostramos algunos comentarios recogidos en el estudio de Álvarez Ramírez (2015): «La primera necesidad es la de comprensión de la situación, falta de empatía, a veces por falta de información y otras por falta de interés. Es muy importante quitar el estigma con el que se les marca». «Se necesita más comprensión y mayor información sobre lo que son las discapacidades para poder eliminar barreras imaginarias y, sobre todo, prejuicios infundados que solo sirven para separar o excluir a personas que son tan diferentes como lo somos unos de otros, quitándole así las oportunidades de ser uno más». 3.2. Necesidades emocionales Este tipo de necesidades se refieren a la gestión de las emociones y sentimientos que vive el grupo familiar al tener un miembro con discapacidad. La llegada de un miembro a la familia con discapacidad o trastorno genera un gran impacto emocional. En la investigación llevada a cabo por Álvarez Ramírez (2015) se constató que la familia presenta, en muchas ocasiones, sentimientos de impotencia e incapacidad para ayudar a su familiar. El apoyo emocional que necesitan las familias favorece el bienestar tanto de la familia como de la persona que la padece. Muchos progenitores sienten una fuerte preocupación, además intensificándose a medida que se hacen mayores, al pensar sobre el futuro de su hijo con discapacidad, sobre todo en el caso de pluridiscapacidad o trastornos o discapacidades invalidantes. Esta situación tiene una notable repercusión en los hermanos, ya que puede recaer en ellos la función que hacen los progenitores cuando estos no estén. 68 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas También, en ocasiones, la presencia de un hijo con discapacidad puede ocasionar problemas en el vínculo conyugal y en los hermanos. El resto de los hijos de la pareja pueden sentir que el hermano con discapacidad absorbe tanta dedicación y esfuerzo que les priva a ellos de la dedicación y cuidados que también merecen. 3.3. Necesidades sociales Estas necesidades se refieren a las relaciones que establecen las familias con otras personas de su entorno más cercano, como pueden ser la familia extensa y los amigos. Se ha demostrado que el apoyo social es clave en el bienestar de la familia. Para recibir ese apoyo social, las personas más cercanas a la familia deben conocer las cir- cunstancias y situación que presenta la familia afectada para poder así ofrecer ayuda. En el estudio de Álvarez Ramírez (2015) se encuentran comentarios como: «Se evita acudir a ciertos lugares por miedo a la reacción de la persona con discapacidad o de otros respecto a la persona con discapacidad». «Resulta difícil que los amigos lo entiendan, algunos se alejan, otros van comprendiendo la situación y nos ayudan a desahogarnos. Eso significa mucho para mí». Las familias también requieren de redes de apoyo comunitario que les faciliten llevar a cabo sus funciones y mejorar su bienestar. Este apoyo social implica diversas formas de relaciones que se desarrollan en diferentes niveles, desde vínculos fami- liares y amistades cercanas hasta grupos de apoyo asociados a instituciones públicas o privadas. Algunos recursos comunitarios, como los centros de cuidado temporal o de respiro, ayudan en la calidad de vida y bienestar de las familias. 3.4. Necesidades materiales y de recursos Nos referimos con estas necesidades a aquellas relacionadas con el impacto eco- nómico que ocasiona la discapacidad, el trastorno o situación en la familia. Las familias que poseen hijos u otros familiares con discapacidad u algún tras- torno tienen costes económicos adicionales que van desde la adquisición de ayudas técnicas y productos de apoyo hasta adaptaciones del hogar para eliminar barreras arquitectónicas o tratamientos especializados y un largo etcétera. En ciertas ocasiones, también las familias tienen menor capacidad para generar ingresos debido a los problemas para encontrar trabajo o poder conciliar la vida fami- www.udima.es 69 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia liar y laboral. En algunas circunstancias, alguno de los progenitores renuncia a su vida laboral para poder dedicarse exclusivamente al cuidado del hijo con discapacidad; de este modo se reducen los ingresos familiares. Muchas familias consideran la necesidad de extender las prestaciones económicas ofrecidas por la Administración, ya que se ha constatado que las prestaciones son insu- ficientes y no alcanzan a cubrir necesidades básicas. Además, es necesario aumentar los derechos sociales y la intensidad de apoyos y recursos con el fin de fomentar la inclusión de la persona con discapacidad en la comunidad. 4. La comunicación La comunicación entre la familia y los profesionales es fundamental para abordar las necesidades familiares de manera adecuada y satisfactoria. Una buena comu- nicación entre familia y profesionales permite ofrecer apoyo de forma más per- sonalizada y adaptada a las situaciones y necesidades particulares que presenta la familia. Además, una comunicación fluida fomenta la confianza mutua entre ambas partes, lo que contribuye a establecer relaciones de colaboración más sólidas y a trabajar colaborativamente para el beneficio del bienestar familiar. Según Deslandes (2005), la confianza que se establece entre profesionales y familia es el factor clave de una colaboración eficaz. Para Martínez González et al. (2015), la confianza mutua transcurre por distintas etapas: predictibilidad, interdependencia y fidelidad (figura 4). n Figura 4. Etapas de la confianza PREDICTIBILIDAD INTERDEPENDENCIA FIDELIDAD D emostración I dentificación G arantía de de conductas de cualidades atención a esperadas y su personales que necesidades y consistencia a hacen digna de expectativas través del tiempo confianza Fuente: Martínez González et al. (2015). 70 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas 4.1. Habilidades de comunicación: la escucha activa Nos referimos a las habilidades de comunicación como aquellas capacidades que permiten a los profesionales, en este caso de la orientación familiar, transmitir infor- mación de forma clara, comprender las necesidades y preocupaciones de las personas y establecer relaciones efectivas. En orientación familiar, estas habilidades adquieren gran importancia y por ello es fundamental conocerlas y trabajar para alcanzarlas. Comunicar de forma efectiva implica la capacidad de escuchar activamente a las personas, demostrando empatía y comprensión hacia sus experiencias y situaciones. Además, implica la habilidad de expresar ideas y conceptos de forma clara y acce- sible, evitando confusiones que puedan surgir en situaciones difíciles. Para los profesionales que trabajan con familias, las habilidades de comunica- ción son fundamentales por varias razones. En primer lugar, permiten establecer una relación de confianza y respeto mutuo con los miembros de la familia, lo que faci- lita la colaboración y el trabajo conjunto. Además, una comunicación efectiva ayuda a identificar de forma precisa las necesidades y preocupaciones de la familia, lo que permite diseñar intervenciones y estrategias de apoyo adecuadas y personalizadas. La habilidad de comunicación fundamental que los profesionales que trabajan en orientación familiar deben poseer es la escucha activa. Esta habilidad implica prestar total atención a lo que la otra persona está manifestando, no solo a las palabras que usa, sino también a su lenguaje no verbal. La escucha activa implica estar presente mental y emocionalmente en la conversación, mostrando interés en comprender el punto de vista de la otra persona y empatizar con sus emociones. Con la escucha activa, en primer lugar, se busca que la persona se sienta cómoda y esto no ocurre de forma automática. Se trata de que el profesional con sus acti- tudes y habilidades pueda conseguir que la persona se sienta cada vez más cómoda, lo que dará lugar a que la persona tenga más apertura y pueda abordar temas y situaciones difíciles. En segundo lugar, con la escucha activa lo que se busca es conseguir mayor con- fianza entre la persona o la familia y el profesional. Y, por último, también la escucha activa puede conseguir un mayor desahogo de la persona; así, la persona puede sentir que ha sido de utilidad la conversación mantenida, puede llegar a sentirse mejor por el hecho de haber compartido sus inquietudes con alguien. A continuación, recogemos algunas de las actitudes que los profesionales deben manifestar para facilitar la escucha activa: Actitud de aceptación evitando los juicios. Parece una actitud sencilla, pero en la práctica no lo es y requiere práctica por parte de los profesionales. Un www.udima.es 71 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia error que se comete es transmitir juicios haciendo que la persona se cierre y deje de mostrar apertura, que es lo que se quiere favorecer con la escucha activa. A veces el juicio aparece en el lenguaje corporal del profesional o en alguna pregunta con cierto contenido evaluativo. En todo momento, el pro- fesional debe buscar que la persona se exprese con total confianza, y para eso debe encontrarse en un entorno que transmita aceptación. Actitud de escucha. A medida que la persona habla, al profesional le pueden surgir dudas y puede tener la tentación de cortar a la persona para preguntar o plantear algo. La escucha activa se centra no tanto en lo que el profesional pueda pensar, sino en no interrumpir a la persona, ya que le permite pro- fundizar de forma progresiva en lo que está manifestando. En una primera fase, deberá ser la familia quien hable y exponga su situación, inquietudes, necesidades, etc. Entender su punto de vista. El objetivo en la conversación no será tanto dar una solución en un primer momento, sino tratar de comprender cómo la familia está viviendo la situación, cómo les está afectando, etc. 4.1.1. Habilidades no verbales Las habilidades no verbales son aquellas que se centran en la transmisión de información a través del cuerpo y la expresión facial. Este tipo de habilidades son muy poderosas y, en ciertas ocasiones, el propio profesional puede no estar siendo cons- ciente de que está transmitiendo información. La posición corporal y la distancia con la persona transmiten información. Aunque no hay una norma estipulada (ya que dependerá de la situación), en general es clave que no exista mucha distancia entre la persona y el profesional. Se recomienda tam- bién que la postura del profesional esté orientada ligeramente hacia delante, es decir, hacia la persona, para así manifestar que el profesional está centrado en la escucha e involucrado en lo que nos va a exponer. Hay que prestar atención a la coherencia no verbal entre lo que la persona cuenta y lo que el profesional transmite, sobre todo a la expresión facial y a los gestos. Una parte importante de la escucha activa son los asentimientos. Estos son realizados por la cabeza del profesional y transmiten que se está escuchando a la persona y se está entendiendo. Son una gran herramienta de manifestación de escucha activa. Por último, la sincronía que consiste en tratar de localizar cuál es el estado de ánimo de la persona y tratar de acercarse emulando su forma de comunicar. Por ejemplo, una persona triste tiende a hablar de forma lenta; en este caso, el profesional puede hablar más despacio para acercarse a su nivel. Por el contrario, una persona con angustia puede hablar más rápido y de forma más ajetreada. 72 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas 4.1.2. Habilidades verbales Con estas habilidades nos referimos a todo lo que transmitimos verbalmente. Los profesionales deben ser conscientes de que todo lo que digan puede tener un impacto emocional en la persona favoreciendo su apertura o, todo lo contrario, el cierre. Los profesionales de la orientación familiar deben poseer un conjunto de habi- lidades verbales que les permitan llevar las conversaciones y generar espacios que permitan el desahogo y confianza de manera óptima. En la figura 5 recogemos las habilidades verbales de escucha activa: n Figura 5. Habilidades verbales de escucha activa Clarificación Validación Paráfrasis Escucha activa Reflejo Resumen Fuente: elaboración propia. A) Clarificación Con esta estrategia se busca profundizar más en lo que la persona está compar- tiendo con el profesional. Se usa para esclarecer algún aspecto que no queda claro, para completar la información o concretar algún aspecto que se considera que es relevante. www.udima.es 73 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia Al utilizar la estrategia de clarificación, el profesional debe esforzarse por no usarla de forma que pueda transmitir juicio. De forma inconsciente, algunas preguntas pueden expresar cierto juicio que se debe evitar. Algunos ejemplos de uso de la clarificación: «¿A qué te refieres cuando dices que…?». «Cuéntame un poco más sobre…». «No sé si te he entendido bien del todo, ¿qué es lo que quieres decir con…?». B) Paráfrasis Con esta estrategia se quiere transmitir que se está entendiendo lo que la per- sona está exponiendo, y para ello se realiza una síntesis de alguna idea o contenido que la persona ha contado y que son realmente relevantes en su narración. Con ello la persona se asegura de que el profesional está comprendiendo y captando lo que le está transmitiendo. Algunos ejemplos de paráfrasis: «Si te he entendido bien…». «Lo que me quieres decir es que…». «Por lo que me dices…». «Las dificultades que tienes en relación con…». C) Reflejo Con esta habilidad el profesional devuelve la información ofrecida por la persona atendiendo especialmente a contenido emocional. Refleja las emociones y preocu- paciones expresadas por la persona, demostrando empatía y ayudando a validar sus sentimientos y emociones. El reflejo ayudará a la persona a sentirse comprendida y aceptada, lo que es fundamental en el proceso de orientación. Algunos expertos con- sideran a esta estrategia como una paráfrasis emocional. Algunos ejemplos de reflejo son: Persona: «Me siento muy abrumado por la responsabilidad de cuidar a mi hermano, que tiene una discapacidad, y a veces siento que no puedo controlarlo». 74 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas Profesional: «Entiendo que te sientas abrumado por la situación que comentas y que a veces te sientas incapaz de hacer frente a la situación». Persona: «Me frustro mucho cuando mi hijo tiene dificultades para comuni- carse con sus compañeros y amigos. No sé cómo ayudarlo». Profesional: «Parece que te sientes frustrado cuando ves a tu hijo intentando comunicarse con sus amigos y compañeros y te preocupa no poder apoyarle de la manera que necesita». Persona: «A veces me siento culpable por dedicar tiempo a mí en lugar de estar siempre disponible para mi hija». Profesional: «Entiendo que a veces te sientas culpable por querer dedicarte a ti, en lugar de estar constantemente disponible para tu hija». D) Resumen Esta estrategia de escucha activa busca sintetizar la información clave ofrecida por la persona incluyendo tanto la dimensión cognitiva como la emocional. Algunos ejemplos de la estrategia resumen: «En resumen, podríamos decir que la mayoría de los problemas surgieron a partir del cambio de centro educativo de vuestro de hijo y que, tras un curso muy duro y exigente, comenzasteis a observar los hábitos que me comentabais: faltas de asistencia a clase, conflictos con los compañeros y profesores…». «Entiendo que os sintáis desesperados y agotados por la situación de vuestro hijo. Habéis intentado varias alternativas para detener las autolesiones, pero hasta ahora no habéis encontrado una solución efectiva. Esta situación está teniendo un gran desgaste en vosotros tanto física como emocionalmente y notáis que lo pagáis con el resto de vuestros hijos». E) Validación Con esta estrategia se busca reconocer y aceptar las emociones, pensamientos y experiencias de la persona, incluso aunque el profesional no esté de acuerdo con ellos y sean difíciles de aceptar. El profesional, usando esta estrategia, reconoce la importancia de la situación que la persona relata y, además, muestra valoración por sus esfuerzos y acciones. La validación ayuda a crear un contexto de aceptación y comprensión, lo que fomenta la apertura y la confianza de la persona en el proceso de orientación familiar. www.udima.es 75 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia Algunos ejemplos de esta estrategia: «Verdaderamente, es asombrosa tu determinación para afrontar tus dificul- tades». «Es completamente normal que los sentimientos te hayan desbordado». «Es comprensible que te sientas así. Tener un hijo con discapacidad puede ser abrumador y es normal experimentar distintas emociones, incluso la frustración». «Es natural sentir cierta envidia de lo que percibes como una vida más fácil. Sin embargo, es importante recordar que cada familia tiene sus propias necesidades y que tus experiencias también tienen un valor y significado». 5. Estudio de casos 5.1. Presentación del caso de Elena Elena es una niña de 9 años que tiene síndrome de Down. Actualmente Elena cursa 4.º curso de Educación Primaria en el mismo centro en el que comenzó en Edu- cación Infantil. Es un centro educativo ordinario y concertado. La familia está formada por los progenitores, Lucía y José Antonio, y por Elena y su hermana Lydia, que tiene 15 años. La familia de Elena siempre ha querido que su hija estudiara en un centro ordi- nario, ya que han pensado que ello facilitaría la inclusión de su hija en la sociedad. Hasta este curso, con mucho esfuerzo de Elena y, además, apoyo por parte de todo el profesorado y de la maestra de PT, ha conseguido avanzar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, alcanzando hitos en el desarrollo. Actualmente Elena pre- senta un nivel de competencia curricular propio de 2.º curso de Educación Primaria. Durante este curso, su evolución tanto académica como social está siendo más lenta de lo esperado. La empresa en la que trabajan ambos progenitores ha decidido cambiar su sede y marcharse a otra ciudad a más de 300 km del lugar de residencia actual. Esta situa- ción ha generado mucha incertidumbre en los padres de Elena. A medida que se aproxima la fecha de la mudanza, la preocupación sobre cómo este cambio afectará al bienestar de sus hijas y, en especial, de Elena produce discu- siones entre la pareja, tensión emocional y cierta ansiedad. 76 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas La idea de trasladar a Elena a un nuevo centro educativo en una ciudad desco- nocida suscita muchas dudas, preocupación e incluso culpa. Lucía y José Antonio se preguntan si podrán encontrar un centro que satisfaga las necesidades educativas de su hija de manera similar al centro en el que ha estado escolarizada desde pequeña. La familia de Elena se encuentra en un dilema, tratando de equilibrar las opor- tunidades laborales con las necesidades educativas y emocionales de sus hijas, y en especial de Elena. A continuación, mostramos un fragmento transcrito de la entrevista mantenida entre los padres de Elena y la tutora: Padres: «Estamos muy preocupados por el cambio de ciudad y lo que ello conllevará para Elena». Tutora: «Entiendo completamente vuestras preocupaciones. Cambiar de ciudad y de centro educativo puede ser un desafío, especialmente para una niña tan especial como Elena. Me gustaría escuchar más sobre vuestras inquietudes y cómo podemos trabajar juntos para ayudaros en esta transición». Padres: «Bueno, estamos preocupados por cómo se adaptará Elena a un nuevo entorno, ya que ha establecido vínculos muy fuertes aquí, en este colegio, con sus compañeros y con los profesores. También nos inquieta mucho si el nuevo colegio podrá proporcionar el mismo nivel de apoyo y atención que ha recibido aquí». Tutora: «Comprendo lo que contáis. Es natural sentirse así ante un cambio tan signifi- cativo. Quiero que sepáis que estoy aquí para ayudar en todo lo que pueda. Me gustaría contactar con el nuevo centro para asegurarnos de que esté al tanto de las necesidades que tiene Elena y que reciba el apoyo adecuado para que pueda seguir progresando tanto en el proceso de enseñanza como en su desarrollo». Padres: «Te lo agradecemos mucho y es un gran alivio para nosotros escucharlo. ¿Hay algún paso que podamos dar para preparar a Elena para este cambio?». Tutora: «Por supuesto. Podemos comenzar teniendo una reunión virtual con el nuevo centro para comentar las características y necesidades que tiene Elena y además com- partir toda la información relevante sobre su evolución y bienestar. También podemos trabajar juntos para desarrollar un plan de transición para que el cambio no sea tan brusco para Elena». Padres: «También queremos comentarte que seguramente lleves notando a Elena algo alterada durante estas semanas. Estamos experimentando mucho estrés debido a esta situación y, lamentablemente, a veces lo expresamos frente a nuestras hijas». Tutora: «Entiendo. Es comprensible que este proceso os genere estrés. Sin embargo, es importante recordar que los niños son muy sensibles a las emociones de sus padres y pueden verse afectados por ellas». www.udima.es 77 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia Padres: «Necesitamos encontrar mejores formas de manejar nuestro estrés y proteger a las niñas de cualquier preocupación adicional. Tal vez, nos podrías sugerir algunas estra- tegias que podamos llevar a cabo como familia para manejar esta situación». Tutora: «Todo lo que esté en mi mano, podéis contar con ello. Una estrategia podría ser establecer momentos específicos para hablar sobre vuestras preocupaciones como pareja, lejos de la presencia de vuestras hijas. Además, creo que es importante que manten- gáis buena comunicación con vuestras hijas, explicándoles de forma adaptada a su edad los cambios que se van a producir y asegurándoles que siempre estaréis con ellas para ayudarlas. No obstante, creo que sería aconsejable que mi compañera, la orientadora del centro, se reúna con vosotros, ya que ella os podrá ofrecer pautas más específicas». Padres: «Muchas gracias. Estas sugerencias seguro que nos resultan útiles. Gracias por todo tu apoyo y orientación. Nos sentimos más seguros y preparados para abordar esta situación de forma positiva». 5.2. Presentación del caso de Izan Izan es un niño de 9 años con sordoceguera. En su caso, la sordera es congénita y la ceguera ha sido adquirida a causa del síndrome de Usher tipo I. Este síndrome se caracteriza por presentar sordera neurosensorial profunda y bilateral desde el naci- miento y retinosis pigmentaria progresiva que se desarrolla entre los 8 y los 12 años. Además, otras características asociadas a este síndrome son los problemas de equi- librio y la pérdida de olfato. La escolarización de Izan desde Educación Infantil se lleva a cabo en un centro de atención preferente para alumnos con NEE asociadas a discapacidad auditiva. Hasta los 6 años recibió intervención especializada en un centro de atención temprana de su comunidad autónoma. Izan se comunica a través de la lengua de signos. Los padres conocen la lengua de signos y la utilizan para comunicarse con su hijo. Hace dos semanas, el equipo médico de la unidad de oftalmología infantil ha emi- tido diagnóstico de disminución del campo visual periférico. El equipo de orientación educativa y psicopedagógica ha derivado el caso al equipo específico de discapacidad visual, con el fin de analizar las repercusiones y determinar las necesidades especí- ficas de Izan y su familia. A continuación, mostramos un fragmento transcrito de la entrevista mantenida entre los padres de Izan y un profesional del equipo específico: Familia: «Nos encontramos muy preocupados por Izan. Hace unos días nos comentaron los médicos que está perdiendo campo visual y que su caso acabará en sordoceguera. No sabemos cómo gestionar esto y qué consecuencias tiene para el futuro de nuestro hijo». 78 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas Profesional: «Puedo imaginar lo duro que puede ser escuchar eso. Es muy comprensible que os sintáis ansiosos y preocupados por Izan. Quiero que sepáis que estamos para proporcionaros toda la información y apoyo que necesitéis para afrontar esta situación». Familia: «Además, nos sentimos muy frustrados porque no sabemos cómo podemos ayudar a nuestro hijo. Tememos qué será de él cuando ya no estemos y nos preocupa no poder dejar nuestro trabajo para poder atenderlo adecuadamente». Profesional: «Entiendo vuestras preocupaciones y frustraciones. Quiero comentaros que hay distintos recursos y apoyos disponibles y podemos trabajar conjuntamente para encontrar opciones que se ajusten a vuestras necesidades y circunstancias». Familia: «Sí, necesitamos apoyos que nos ayuden con Izan. Queremos asegurarnos de que tenga acceso a la mejor atención y calidad de vida posible». Profesional: «Por supuesto, podemos revisar los recursos y servicios que pueden ser beneficiosos para vuestro hijo, incluyendo programas de estimulación, apoyo en el hogar… Además, podemos abordar un plan de transición que garantice su atención, incluso cuando nosotros ya no estéis disponibles». Familia: «Nos gustaría tener información sobre los programas educativos disponibles y también sobre otros servicios de apoyo». Profesional: «Para resumir, vuestra principal preocupación en este momento es garan- tizar que Izan tenga acceso a una educación especializada y a servicios de apoyo para satisfacer sus necesidades». www.udima.es 79 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia Conceptos básicos Duelo. Respuesta natural y compleja que se produce ante la pérdida de una per- sona querida, el fin de una relación o frente a situaciones delicadas como el diag- nóstico de una discapacidad. Aunque comúnmente el duelo ha sido asociado con la muerte, esta respuesta emocional también es provocada por otras formas de pér- dida, como acabamos de mencionar. Fases del duelo. El proceso de duelo incluye una variedad de manifestaciones emo- cionales, cognitivas y físicas. Las personas pueden experimentar emociones intensas como tristeza, ira, ansiedad, incredulidad y culpa. El modelo más aceptado cien- tíficamente es el propuesto por Kübler-Ross, que describe cinco fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Es importante que no todas las personas experimentan todas estas fases ni lo hacen en un orden específico. El duelo es una respuesta altamente individual y puede variar en duración y expresión entre dife- rentes personas. Confianza. La seguridad o firmeza que la familia tenga con el profesional es la confianza. Esta se construye a partir de las experiencias y comportamientos que demuestran coherencia, integridad y fiabilidad. En términos de su desarrollo, la confianza se genera en varias etapas. Aunque no hay consenso científico sobre un modelo específico de etapas de la confianza, se considera válido afirmar que se desarrolla en tres etapas: predictividad, interdependencia y fidelidad. Predictividad. Capacidad de anticipar de forma confiable las acciones y comporta- mientos de la otra persona. Esta fase proporciona una base sólida para la seguridad y la estabilidad en las relaciones. Cuando las acciones de una persona son prede- cibles en un sentido positivo y consistente, se refuerza la confianza. Por ejemplo, si un profesional ha demostrado repetidamente que cumple con sus compromisos, se desarrolla una expectativa de que lo continuará haciendo en el futuro, lo cual fortalece la confianza en la relación profesional-familia. Interdependencia. Grado en el que las personas dependen mutuamente para satis- facer necesidades importantes. Para el desarrollo de la confianza, la interdepen- dencia implica que las acciones de una persona pueden afectar significativamente en el bienestar de la otra. Se establece una colaboración en el que tanto la familia como el profesional tienen interés en mantener comportamientos confiables y pre- decibles para asegurar resultados mutuamente beneficiosos. A medida que las per- sonas experimentan los beneficios de una relación interdependiente, como el apoyo mutuo y el logro de metas compartidas, el compromiso con el mantenimiento de la confianza tiende a aumentar. Fidelidad. Se refiere a la consistencia de mantener la palabra dada y cumplir con las expectativas y compromisos establecidos entre la familia y el profesional. Implica un compromiso continuo, siendo fiel a los principios de la relación familia- 80 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas profesional. La fidelidad facilita la previsibilidad y reduce la incertidumbre, lo que es fundamental para el manteniendo a largo plazo de la confianza. Escucha activa. Es una habilidad esencial de comunicación en orientación familiar. Implica prestar atención al hablante, comprendido su mensaje de forma integral y respondiendo de forma apropiada, lo que va más allá de oír las palabras que se dicen. La escucha activa también incluye observar el lenguaje corporal del hablante y reconocer las emociones involucradas. La escucha activa facilita un ambiente de confianza y respeto, permitiendo al orientado sentirse comprendido y valorado. Actividades de repaso 1. ¿Qué papel desempeñan las habilidades no verbales en la escucha activa aplicada a orientación familiar? a) Establecer distancia emocional. b) Transmitir aceptación y atención. c) Evaluar críticamente el comportamiento de la familia. 2. ¿Cuál es la primera reacción emocional que puede experimentar una familia al recibir un diagnóstico de discapacidad para su hijo? a) Negación. b) Aceptación. c) Depresión. 3. ¿Qué etapa del duelo implica la búsqueda de nuevas evaluaciones y alternativas al diagnóstico según el modelo de Kübler-Ross? a) Negociación. b) Depresión. c) Aceptación. 4. ¿Qué necesidad primaria surge en las familias tras un diagnóstico de discapaci- dad según el estudio llevado a cabo por Álvarez Ramírez (2015)? a) Asesoramiento legal. www.udima.es 81 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia b) Información inmediata. c) Apoyo económico. 5. ¿Qué estrategia de escucha activa busca profundizar en lo que la persona está compartiendo? a) Paráfrasis. b) Clarificación. c) Resumen. 6. ¿Cuáles son las primeras necesidades emocionales a las que se enfrentan los pro- genitores de un hijo con discapacidad? a) Estrategias para la gestión del tiempo. b) Sentimientos de incapacidad para ayudar. c) Deseos de cambiar la situación. 7. ¿Qué indica la estrategia de validación en orientación familiar? a) Corregir las emociones de la familia. b) Reconocer y aceptar las emociones y experiencias de la familia. c) Organizar las necesidades y respuestas de la familia. 8. La negación es una etapa del duelo en la que las familias pueden evitar hablar sobre la discapacidad para distraerse de la realidad. a) Verdadero. b) Falso. 9. El impacto del diagnóstico de discapacidad en los progenitores depende única- mente de su nivel educativo. a) Verdadero. b) Falso. 10. La negociación es una etapa del duelo donde las familias aceptan completamente la discapacidad y continúan con sus vidas. 82 www.udima.es "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". D. Domínguez Pérez Capítulo 3. La familia ante las necesidades educativas a) Verdadero. b) Falso. 11. La aceptación es una fase del duelo en la que la persona integra la realidad de la discapacidad en su vida y encuentra cierta paz. a) Verdadero. b) Falso. 12. Describe el proceso por el que atraviesan las familias tras recibir el diagnóstico de discapacidad de uno de sus miembros, según el modelo de Kübler-Ross. 13. Según Álvarez Ramírez (2015), ¿cuál es la primera necesidad que surge en las familias tras recibir un diagnóstico de discapacidad? Explica por qué es impor- tante que los profesionales respondan a esta necesidad de forma inmediata. 14. Analiza el caso de Elena y el caso de Izan y completa esta tabla con las habilida- des de escucha activa tratadas en el capítulo: Habilidades Caso Elena Caso Izan Clarificación Paráfrasis Reflejo Resumen Validación Soluciones 1. b) 2. a) 3. a) 4. b) 5. b) 6. b) 7. b) 8. a) www.udima.es 83 "Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta Unidad sólo puede ser realizada con la autorización de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)". Orientación familiar y necesidades educativas en la infancia y la adolescencia 9. b) Retroalimentación. Depende de varios factores: historia personal, personalidad, valores, apoyos, etc. 10. b) Retroalimentación. La negociación implica buscar alternativas al diagnóstico, no la aceptación completa que se da en la etapa de aceptación. 11. a) Referencias bibliográficas Álvarez Ramírez, G. (2015). Estudio sobre las necesidades de las familias de personas con discapa- cidad. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Bailey, D. B. y Simensonsson, R. J. (1988). Assessing needs of families with handicapped infants. The Journal of Special Education, 2(3), 263-267. Cabodevilla Eraso, I. (2007). Las pérdidas y los duelos. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 30(3), 163-176. Deslandes, R. 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