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Summary

This document discusses different models of higher education funding, including the bureaucratic, market, and professional/collegiate models, particularly focusing on who controls funding. It details funding mechanisms for higher education, outlining the roles of the state, the market, and academic institutions.

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Tema 7 Economía MODELOS E INSTRUMENTOS EL TRIÁNGULO DE LA COORDINACIÓN O DE LOS CONFLICTOS (BURTON CLARK, 1983) GRÁFICO Se concibe a la educación superior como un sistema localizado en algún punto intermedio entre tres grandes grupos de poder y de presión que intervienen en la toma de decisiones del...

Tema 7 Economía MODELOS E INSTRUMENTOS EL TRIÁNGULO DE LA COORDINACIÓN O DE LOS CONFLICTOS (BURTON CLARK, 1983) GRÁFICO Se concibe a la educación superior como un sistema localizado en algún punto intermedio entre tres grandes grupos de poder y de presión que intervienen en la toma de decisiones del sistema educativo superior: 1. Estado (como sinónimo de administración pública), 2. Mercado (por un lado, las decisiones tomadas por los usuarios de la educación superior que conforman la demanda y por otro lado, la oferta educativa superior que proporciona las administraciones públicas del Estado y las instituciones académicas) y 3. Oligarquía Académica (principales autoridades y órganos colegiados de la toma de decisiones de las universidades y de otras instituciones de educación superior). LOS MODELOS BUROCRÁTICO, DE MERCADO Y PROFESIONAL O COLEGIADO Modelo burocrático (Países de Europa del Este, Alemania) Predomina el Estado. Las autoridades gubernamentales deciden el presupuesto destinado a educación superior y las normas que especifican su distribución. Es un modelo poco eficiente y equitativo, pues, existe una escasa libertad de acción de las universidades para influir en la asignación de recursos. Es un modelo centralista, piramidal, muy complejo desde el punto de vista administrativo, rígido, poco innovador y adaptable. Modelo de mercado (Estados Unidos, con menor intensidad Japón y Chile y en España los centros universitarios privados funcionan bajo este modelo) Predomina el Mercado. La financiación de las universidades se obtiene de la “venta” de sus servicios. El poder de decisión sobre la organización y la financiación se localiza en el mercado. En este modelo teórico los ingresos de las universidades proceden de las ventas de su ejercicio empresarial y, en consecuencia, la orientación de sus actividades estará fuertemente ligada a la atracción de clientes y a los márgenes de rentabilidad que cada actividad conlleve (ejemplo, si unas titulaciones son más demandadas que otras, los precios variarán en función de dicha demanda). El carácter extremadamente empresarial de este modelo le lleva a ser más eficiente en su organización y gestión, pero muy poco equitativo en la función de redistribución e igualdad de oportunidades que la educación superior tiene asignada. Modelo profesional o colegiado (países de la OCDE en general) Predomina la Oligarquía Académica. La propia institución académica tiene una amplia autonomía para distribuir los recursos recibidos desde el Estado, más otros obtenidos por su vinculación con el resto del a sociedad. Existe mayor independencia y menor rigidez en la toma de decisiones. La eficiencia y la equidad están en manos de la comunidad universitaria. El problema radica en que la asignación de recursos puede adoptar como criterio básico de reparto la defensa corporativa de los intereses de la institución (Adam Smith ya lo detectó en el caso de la Universidad de Oxford en 1776). No obstante, a pesar de esta imperfección, es el modelo más habitual en la educación superior de los países de la OCDE. INSTRUMENTOS DE FINANCIACIÓN PERSONAL E INSTITUCIONAL Los instrumentos de financiación de la educación superior, personal e institucional no suelen ponerse en marcha de forma excluyente. Lo habitual es que existen diversos instrumentos de ambas categorías y cada combinación tiene distintos grados de equidad y eficiencia. A continuación, pasamos a relacionar los instrumentos de cada grupo. Opciones o combinaciones de instrumentos de financiación personal 1. Los estudiantes pagan altas tasas académicas que cubren el total de costes de la educación superior y sus familiares corren con el resto de los gastos. 2. Los estudiantes pagan altas tasas académicas, pero todos reciben becas o bonos del Gobierno, cuya cuantía se establece en función de su capacidad económica o la de los padres. 3. Los estudiantes pagan bajas tasas académicas y pueden acceder a servicios de comedor, alojamiento y transportes subsidiados con fondos del Gobierno. 4. Los estudiantes pagan bajas tasas académicas y pueden optar a pequeñas ayudas financieras que concede el Gobierno para cubrir parte de los restantes gastos. 5. Los estudiantes pagan bajas tasas académicas y reciben una única beca adicional del Gobierno, cuya cuantía se establece sobre la capacidad económica de la persona o su familia. Les proporciona parte o la totalidad de los restantes pagos. 6. Los estudiantes reciben préstamos concedidos por el Gobierno o por otras entidades sociales. Los préstamos pueden ser devueltos en un plazo más o menos largo y con un tipo de interés inferior al de mercado (subsidiado por el Gobierno). 1. Dotaciones presupuestarias del Gobierno las universidades y otras instituciones de la educación superior, a menudo definidas sobre la base de alguna fórmula financiera acordada por el propio Gobierno. La universidad puede gastarla de acuerdo con sus propios criterios y prioridades. 2. Presupuestos definidos sobre la base de los costes del servicio educativo superior (ejemplo, nº alumnos, asignaciones para investigaciones, bolsas de viaje) y cuyos gastos vienen establecidos por el propio Gobierno. 3. Presupuestos definidos sobre la base de los resultados esperados del servicio educativo y cuyos gastos vienen establecidos por el propio Gobierno. 4. Percepción por las instituciones, para incrementar su propia financiación, de los pagos de tasas académicas subsidiadas que abonan los estudiantes. 5. Percepción por las instituciones de los pagos de tasas académicas no subsidiadas que abonan los estudiantes. 6. Venta de servicios de enseñanza, investigación y asesoramiento al resto de personas e instituciones públicas y privadas. 7. Donaciones recibidas de personas y organizaciones privadas para cubrir gastos concretos de instalaciones, asignación de programas de becas, impartición de cursos, realización de proyectos de investigación y otras actividades. 8. Rentas procedentes de las inversiones, depósitos bancarios o propiedades de la propia universidad. MECANISMOS DE ASIGNACIÓN DE RECURSOS: UN DIAGRAMA ALTERNATIVO DE FLUJOS FINANCIEROS GRÁFICO (1) Estado que establece dotaciones presupuestarias para las Instituciones Académicas. Las reparten: retribuyen al personal, convocan contratos y conceden becas y donaciones para estudiar e investigar en dichas instituciones. (2) Sociedad. Realizan contrataciones de servicios universitarios y del resto de la educación superior y conceden becas y donaciones de las que son beneficiarias las Instituciones Académicas. (3) Estudiantes. Abonan las tasas a las Instituciones Académicas completando el conjunto de ingresos con el que éstas cuentan para costear sus servicios educativos superiores. Previamente el Estado y los Estudiantes han recibido fondos de la Sociedad con los que llevar a cabo dicha financiación. (4) Sociedad como contribuyente. Abona sus impuestos, tasas y contribuciones fiscales, los cuales engrosan las arcas del Estado. (5) Sociedad como usuario. Financian el pago de tasas académicas de los estudiantes. Las familias con sus transferencias de rentas familiares y las instituciones privadas mediante la concesión de becas, préstamos, etc. procedentes de las rentas de su actividad. (6) Estado que contribuye con becas, bonos y préstamos al pago de una parte de las tasas académicas o a la cobertura de otras necesidades. Se realiza mediante convocatorias y concesión individualizada de dichas ayudas financieras. En resumen, el diagrama deja claro que el sistema de educación superior depende siempre de una única gran fuente de financiación que es la Sociedad (contribuyentes y usuarios), pero la asignación y canalización de los recursos financieros no está en sus manos. TEMA 10 LOS BENEFICIOS Y COSTES DE LA EDUCACIÓN POSTOBLIGATORIA La Educación es un bien de extraordinarios efectos positivos, tanto desde el punto de vista cultural o científico como en el económico o social. Sin embargo, no es un bien libre, requiere de grandes cantidades presupuestarias que se obtienen del conjunto de los ciudadanos como contribuyentes y de particulares que son usuarios del sistema educativo. La financiación del sistema educativo es una cuestión importante porque a través de ella se determina sobre quién recae su coste y quiénes pueden o no obtener beneficios. Los criterios a seguir son de eficiencia y equidad que encierran en sí mismos juicios de valor y afecta a la cantidad y a la calidad de la educación y a cómo se distribuyen las oportunidades educativas en la sociedad. La manera cómo se articule la financiación de la educación en general y la educación post obligatoria en particular definirá en gran medida el marco con el que se delimite la producción y la distribución de la educación y las oportunidades presentes y futuras de cada individuo y del conjunto de la sociedad. BENEFICIOS INDIVIDUALES DE LA EDUCACIÓN POSTOBLIGATORIA Existen muchos datos estadísticos que ponen de manifiesto la correlación positiva entre el nivel educativo, las oportunidades de empleo y de obtención de rentas, por lo que las menores tasas de desempleo y los mayores niveles medios de rentas son beneficios individuales de la educación. Sin embargo, otros beneficios individuales no son tan fáciles de cuantificar, aunque son objeto de estudio por muchos autores. Entre ellos se puede mencionar: - Mejoras en la salud debido a la utilización de mejores hábitos médicos, sanitarios y alimenticios - Aptitudes organizativas, administradoras y financieras personales más racionales - Pautas de consumo más apropiadas por un mayor conocimiento de los bienes y servicios - Efectos positivos intergeneracionales al transmitirse la cultura de padres a hijos - Mayor status social prestigio y posibilidades de tener amistades más influyentes - Posibilidad de acceder a títulos superiores del propio sistema educativo - Disfrute de las expresiones culturales y artísticas en general - Mayores canales de información política, técnica, profesional, entre otras BENEFICIOS SOCIALES DE LA EDUCACIÓN POSTOBLIGATORIA Los beneficios sociales tampoco son fáciles de cuantificar. No es la simple suma de beneficios individuales, sino que se asocia además al concepto de externalidad. En resumen, se pueden citar: - Cambios en las actitudes y valoraciones de la sociedad, porque una mayor ecuación favorece la independencia y la libertad de pensamiento o la perspectiva histórica de las cosas, entre otras cuestiones. - Aumento de la participación social en los asuntos públicos. - Mejora de la eficiencia y del crecimiento de la economía, ya que los trabajadores son más creativos y productivos. - Avances del entendimiento internacional y extensión del conocimiento y las innovaciones tecnológicas en las sociedades menos desarrolladas. - Aumento de la cantidad y calidad de la investigación en sus múltiples ámbitos, con consecuencias positivas para la salud, la técnica o la utilización de los recursos, entre otros aspectos. - Descenso de la delincuencia y de los costes de su prevención y su persecución. - Incremento en la recaudación de impuestos. - Mejora de la movilidad social que implica una mayor igualdad o equidad en la distribución de las oportunidades sociales. COSTES INDIVIDUALES DE LA EDUCACIÓN POSTOBLIGATORIA Los costes individuales son aquellos en los que incurre el sujeto que prolonga su escolarización. Por un lado, están los costes individuales directos, vinculados a la propia actividad educativa y que han sido motivados por el pago de las tasas de matriculación, alojamiento, transporte, manutención, libros y otros materiales escolares. Por otro lado, están los costes individuales indirectos, llamados también costes de oportunidad, que representan la renta que deja de percibir el individuo y su familia por dedicarse a estudiar en lugar de trabajar; aunque hay que destacar que cuando la tasa de desempleo es elevada dicho coste disminuye (no seguir estudiando es el verdadero coste de oportunidad). COSTES SOCIALES Los costes sociales son aquellos en los que incurre el conjunto de la sociedad para brindar educación a sus miembros. No son fácilmente cuantificables y están sujetos a discusión. Los constituyen: - Los costes de la producción directa de las actividades educativas, que incluye la utilización de os recursos de las instituciones o centros: pagos del personal docente, investigador, técnico, administrativo y de servicios; mantenimiento de las instalaciones, aulas, bibliotecas y laboratorios; y demás suministros necesarios, más ciertos costes extra -institucionales, financieros o de otro tipo. - Los costes de mantenimiento de los estudiantes: transportes, alojamientos, comedores, asociaciones estudiantes, entre otros. - Los costes de oportunidad de los alumnos que si no estuvieran estudiando participarían en trabajos remunerados, socialmente productivos. Son los costes que soporta la colectividad por sacrificar la fuerza productiva presente de sus estudiantes por lograr incrementar la producción futura. Defender que la educación sea un bien privado puro o estrictamente público no parece ser razonable. Quizás nos encontremos ante un bien mixto (semipúblico o semiprivado) que justifica una financiación compartida entre el individuo y la colectividad. FINANCIACIÓN DE LA EDUCAIÓN POSTOBLIGATORIA: ENTRE LA EFICIENCIA Y LA EQUIDAD Para algunos autores de la escuela clásica -neoclásica y neoliberales la intervención pública en la economía debe limitarse a aquellas actividades afectadas por las imperfecciones del mercado, la estabilización económica y la asignación eficiente de recursos. Una vez corregidas las imperfecciones, se espera que sea el mercado quien resuelva el resto de las cuestiones ligadas a la producción y el intercambio económico. Para autores ligados a las corrientes keynesiana, institucionalista o neomarxista, las funciones de la intervención estatal deben garantizar dos funciones adicionales a las reseñadas anteriormente: 1. contribuir a la satisfacción de los bienes públicos o semipúblicos y a las necesidades preferentes 2. lograr una más justa distribución de la renta nacional y de la oportunidades económicas y sociales La eficiencia está unida a juicios de valor. La búsqueda de la eficiencia es la búsqueda de la combinación más apropiada de costes y beneficios, de sacrificios y utilidades, en el sentido de: a) generar la mayor cantidad posible de beneficios de entre las opciones con idéntico costes b) hacer incurrir en menos costes de entre las que producen idénticos beneficios c) presentar la mejor relación proporcional entre los costes en los que se incurre y los beneficios que se obtienen Desde el punto de vista social supone alcanzar un resultado tal que no fuera posible mejorar el bienestar de ninguna persona sin empeorar el de alguna otra. A pesar de las dificultades para definir el nivel óptimo de eficiencia, se acepta que ésta será mayor cuanto menos medio haya que sacrificar para brindar los mismos beneficios o cuantos más beneficios se obtengan sin variar los medios utilizados. Este enfoque es desde el punto de vista de la oferta por lo que hay que añadirle el enfoque desde el punto de vista de la demanda, esto es, aquella que exige que el acceso al bien venga determinado en función de las preferencias de la sociedad y que, en consecuencia, sus resultados alcancen al mayor número posible de interesados y se distribuya más equitativamente. La educación postobligatoria ¿un bien público o privado? Musgrave ha delimitado el campo y los problemas de los bienes y necesidades públicas. Los bienes puramente privados son bienes rivales y excluyentes en consumo, mientras que los públicos no, ya que sus beneficios se extienden de manera indivisible a toda la comunidad, independientemente que los individuos deseen o no comprarlos. Un bien puramente privado, cuyos beneficios son totalmente apropiados por quien los adquiere, debe ser totalmente costeado por su beneficiario. Un bien público, cuyos beneficios son idénticos para todos, tiene que ser provisto por el sector público, que puede financiarlo mediante detracciones coercitivas (impuestos, tasas) de los contribuyentes del conjunto de la sociedad. Sin embargo, la realidad no es extremista y pone de manifiesto la existencia de bienes mixtos, semiprivados o semipúblicos, que son financiados mediante pagos privados y subvenciones públicas. La educación post obligatoria tiene esta forma: presenta características de bien privado porque rivaliza en consumo (las plazas escolares disponibles son limitadas) y el disfrute de sus beneficios es para quien lo adquiere y es un bien público porque produce beneficios que se extienden indivisiblemente por la comunidad y sin exclusión. Las necesidades preferentes son un caso de imperfección del mercado. Con este nombre se designan a algunos bienes cuya importancia se considera destacada para la sociedad y para facilitar su satisfacción se deben proveer con recursos públicos coactivamente de todos los contribuyentes (almuerzos escolares gratuitos o subvencionados, educación obligatoria). Con respecto a la educación postobligatoria, ¿se puede considerar una necesidad preferente? En la actualidad se defiende la intervención pública en la provisión y financiación de esta educación. Una mejora de la distribución de la renta y de las oportunidades económicas y sociales necesita de la consecución de los diferentes conceptos de equidad que se comentan a continuación. Equidad horizontal: personas en situaciones iguales deben ser tratadas de modo igual. Equidad vertical: las personas con mayor capacidad de pago deben pagar más (sacrificio igual). Equidad intergeneracional: no debe hacerse recaer sobre generaciones futuras el peso de la financiación de bienes y servicios disfrutados por las generaciones presentes, salvo que dicha financiación produzca también beneficios para las generaciones futuras. Equidad interna: necesidad de alcanzar una distribución justa en el acceso a los recursos educativos existentes y también en los resultados obtenidos por quienes participan en la educación postobligatoria. Se puede medir a través de 6 grandes grupos de indicadores: 1. accesibilidad a los estudios de los individuos de distintos grupos de renta y zonas geográfica 2. probabilidad de llegar a cursar estudios postobligatorios según características individuales: sexo, renta, zona geográfica, raza 3. probabilidad de participar en los diversos niveles educativos (bachillerato, formación profesional superior, estudios universitarios), en carreras y profesiones de mayor prestigio y retribución y en determinados centros e instituciones 4. duración de la participación del individuo según su origen socioeconómico y otras características 5. nivel de subvenciones públicas recibidas por los distintos grupos, instituciones y carreras 6. resultados obtenidos por los estudiantes en el proceso educativo (calificaciones, éxito o fracaso escolar, éxito o fracaso en evaluaciones externas) Equidad externa: atiende a los efectos que el sistema educativo tiene sobre la distribución posterior de beneficios (renta, estatus laboral y profesional, oportunidades de empleo, participación social y política). DEFENSAS Y CRÍTICAS SOBRE LA FINANCIACIÓN PÚBLICA DE LA EDUCACIÓN POSTOBLIGATORIA Al final de la década de los años sesenta se realizó en California un estudio acerca de la falta de equidad existente en la financiación pública de la educación universitaria. La conclusión principal puso de relieve que, a pesar de que personas de renta baja se han beneficiado del acceso a la educación superior estatal, el efecto de las subvenciones ha sido el de promover una mayor desigualdad entre los individuos de los diversos grupos sociales y económicas. El motivo era que, o bien los estudiantes con baja renta no alcanzaban los requisitos académicos para acceder a la educación superior, o bien eran perjudicados por otras condiciones y restricciones vinculadas a su posición económica. En definitiva, se generaban efectos distributivos perversos porque redistribuía recursos desde las familias más pobres hacia las más ricas. La solución para Milton Friedman (premio Nobel en 1976) era la privatización de la carga financiera de esa educación, es decir, cobrar individualmente a los usuarios una cantidad cada vez más próxima al coste total promedio del servicio y ofrecer préstamos personales a quienes deseen estudiar. De esta forma la educación postobligatoria se convierte en un bien menos público y más privado. Sin embargo, existen detractores de la idea de Friedman que alegan que la solución no puede pasar por privatizar su coste sino en la mejora de las bases que sustentan la financiación pública. Posibles razones de la falta de equidad 1. Para matricularse en la educación superior es necesario cursar con éxito otros niveles de educación postobligatoria previos, lo cual genera costes directos e indirectos que provocan que la prolongación de la escolarización sea escasa en los jóvenes que provienen de familias con baja renta. 2. La necesidad de compatibilizar los estudios con actividades laborales de ayuda económica a la familia. 3. El fracaso universitario por no poder culminar los estudios por motivos económicos.

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