Módulo 1: ¿Qué Podemos Hacer por la Salud Mental en las Escuelas? PDF
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Este documento proporciona información sobre la salud mental en las escuelas. Explica el papel de la comunidad educativa en la generación de planes y estrategias para el cuidado y autocuidado de la salud mental, incluyendo el rol de los trabajadores y estudiantes. También incluye preguntas para comenzar la discusión sobre el tema.
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Contenido 1: Sensibilización en salud mental Preguntas para comenzar: OVA Módulo I: ¿Qué podemos hacer por la salud mental en las escuelas? 1.1 ¿Qué es la Salud Mental? El presente módulo tiene como objetivo principal valorar el papel de las comunidades en el ejercicio del cuidado y autocuidado pa...
Contenido 1: Sensibilización en salud mental Preguntas para comenzar: OVA Módulo I: ¿Qué podemos hacer por la salud mental en las escuelas? 1.1 ¿Qué es la Salud Mental? El presente módulo tiene como objetivo principal valorar el papel de las comunidades en el ejercicio del cuidado y autocuidado para la salud mental. Pareciera ser una realidad evidente que los centros educativos son impulsores de la salud mental de todos aquellos que desempeñan un papel en ella, pero no así. A menudo se está enfocado solo en lo que ocurre con algunos estudiantes, aquellos que tienen dificultades en esta temática, pero se olvida que la promoción de la salud está vinculada a todos los integrantes de la comunidad escolar y las formas culturales de enfrentar el bienestar de las personas adultas y menores de edad. La anterior se evidenció a partir de las manifestaciones sociales y la pandemia, lo que provocó una gran cantidad de demandas a las escuelas para mejorar la salud mental, no solo de estudiantes, sino también de docentes, directivos y apoderados. Los profesionales que no ejercen la docencia directa en los establecimientos del país tuvieron que suspender las tareas habituales que se solicitan en cada establecimiento y dedicarse a esta desafiante misión. Esto implicó inventar nuevos roles, nuevos espacios, nuevas maneras de registrar y comunicar tanto los desafíos como los logros del trabajo. Todo esto, desafió a las personas que trabajan en los establecimientos a explicitar elementos que, por asumirlos como obvios, se terminan muchas veces dejando de lado. La pregunta que surge: ¿Qué HACE HOY la escuela por la salud mental? O ¿Qué debería hacer? Muchas veces las discusiones al respecto parten por la consulta, ¿qué es la salud mental? donde una de las maneras más comunes de definirla es a partir de concepciones convencionales, que usan una idea negativa de salud, es decir, se parte de la enfermedad para explicar esta. Por eso muchas veces se escucha: Salud Mental es no tener… O no sufrir… como si fuera un estado completamente ajeno a las diferentes situaciones como la enfermedad mental. Se asocia entonces con la negación de los síntomas que tienen diversas enfermedades de este ámbito. Sin embargo, la Salud Mental es un proceso continuo, con experiencias que abarcan desde un estado óptimo de bienestar, hasta estados debilitantes de gran sufrimiento y dolor emocional, por lo que es importante considerar que cada persona podría pasar por diferentes estados de esta a lo largo de la vida. Lo anterior, reafirma la razón de por qué es tan relevante posicionarla como una preocupación no tan solo de algunas personas, sino de todos y todas dentro de la sociedad, asociando dicha preocupación más allá de lógicas de tratamiento y rehabilitación que son las más usadas con respecto a este tema. Entonces, cobra importancia destacar que la Salud Mental no es algo diferente o trabajado aparte que la Salud Física, sino que es un componente de la Salud, en este sentido es posible afirmar que No hay salud sin salud mental como un recuerdo a la unidad que se plantea bajo ese nombre. Ello es concordante con lo planteado en el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030, elaborado por la Organización Mundial de la Salud, que señala: “un estado de bienestar en el que el individuo realiza sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera, y aporta algo a su comunidad”. Este concepto remite a elementos individuales, pero también establece la relación que tiene el sujeto con el entorno, considerando en este, tanto elementos físicos como sociales y simbólicos, que permiten relacionar lo productivo o fructífero del propio trabajo, así como los aportes a la comunidad. En el Ministerio de Salud del país, se trabaja con una definición de salud mental que focaliza mucho más los elementos comunitarios y sociales, planteando que: Salud Mental es la capacidad del sujeto para interactuar con otros/as y con el medio ambiente de modo de promover el bienestar subjetivo, revisando en este proceso tanto el desarrollo como el uso de potencialidades psicológicas, ya sean cognitivas, afectivas o relacionales para el logro de metas individuales y colectivas en concordancia con la justicia y bien común. La Salud Mental implica tener mayores capacidades para relacionarse, desenvolverse con otras personas y afrontar dificultades. Es especialmente importante considerar que en educación existen espacios donde se pueden generar factores de protección para cada uno de sus miembros. Por ejemplo, en las aulas se desarrollan explícitamente muchas habilidades sociales, siendo además el lugar donde cada uno de sus diversos participantes habitan, se encuentran e interactúan; lo anterior permite realizar numerosas acciones que, desde la labor educativa, aportan al desarrollo de factores que influyen positivamente a la Salud Mental como a la cohesión comunitaria. A continuación, les invitamos a leer sobre La necesidad de fortalecer nuestra respuesta a la salud mental: Salud Mental: Fortalecer nuestra respuesta Salud mental: fortalecer nuestra respuesta Datos y cifras Existen estrategias asequibles, eficaces y viables para promover, proteger y recuperar la salud mental. La necesidad de actuar en relación con la salud mental es indiscutible y urgente. La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental y es parte integral de nuestro bienestar general. La salud mental está determinada por una compleja interacción de factores de estrés y vulnerabilidad individuales, sociales y estructurales. Conceptos sobre la salud mental La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente, con diversos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes. Las afecciones de salud mental comprenden trastornos mentales y discapacidades psicosociales, así como otros estados mentales asociados a un alto grado de angustia, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva. Las personas que las padecen son más propensas a experimentar niveles más bajos de bienestar mental, aunque no siempre es necesariamente así. Determinantes de la salud mental A lo largo de la vida, múltiples determinantes individuales, sociales y estructurales pueden combinarse para proteger o socavar nuestra salud mental y cambiar nuestra situación respecto a la salud mental. Factores psicológicos y biológicos individuales, como las habilidades emocionales, el abuso de sustancias y la genética, pueden hacer que las personas sean más vulnerables a las afecciones de salud mental. La exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental. Los riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los períodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales. Por ejemplo, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental. Los factores de protección se dan también durante toda la vida y aumentan la resiliencia. Entre ellos se cuentan las habilidades y atributos sociales y emocionales individuales, así como las interacciones sociales positivas, la educación de calidad, el trabajo decente, los vecindarios seguros y la cohesión social, entre otros. Los riesgos para la salud mental y los factores de protección se encuentran en la sociedad en distintas escalas. Las amenazas locales aumentan el riesgo para las personas, las familias y las comunidades. Las amenazas mundiales incrementan el riesgo para poblaciones enteras; entre ellas se cuentan las recesiones económicas, los brotes de enfermedades, las emergencias humanitarias y los desplazamientos forzados, y la creciente crisis climática. Cada factor de riesgo o de protección tiene una capacidad predictiva limitada. La mayoría de las personas no desarrollan afecciones de salud mental aunque estén expuestas a un factor de riesgo, mientras que muchas personas no expuestas a factores de riesgo conocidos desarrollan una afección de salud mental. En todo caso, los determinantes de la salud mental, que están relacionados entre sí, contribuyen a mejorar o socavar la salud mental. Promoción de la salud mental y prevención de las afecciones de salud mental Las intervenciones de promoción y prevención se centran en identificar los determinantes individuales, sociales y estructurales de la salud mental, para luego intervenir a fin de reducir los riesgos, aumentar la resiliencia y crear entornos favorables para la salud mental. Pueden ir dirigidas a individuos, grupos específicos o poblaciones enteras. Actuar sobre los determinantes de la salud mental requiere a veces adoptar medidas en sectores distintos del de la salud, por lo que los programas de promoción y prevención deben involucrar a los sectores responsables de educación, trabajo, justicia, transporte, medio ambiente, vivienda y protección social. El sector de la salud puede contribuir de modo significativo integrando los esfuerzos de promoción y prevención en los servicios de salud, y promoviendo, iniciando y, cuando proceda, facilitando la colaboración y la coordinación multisectoriales. La prevención del suicidio es una prioridad mundial y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Algunas medidas permitirían avanzar considerablemente al respecto, como limitar el acceso a los medios de suicidio, fomentar una cobertura mediática responsable, promover el aprendizaje socioemocional en los adolescentes y favorecer la intervención temprana. Prohibir los plaguicidas muy peligrosos es una intervención particularmente económica y rentable para reducir las tasas de suicidio. La promoción de la salud mental de los niños y adolescentes es otra prioridad, que puede lograrse mediante políticas y leyes que promuevan y protejan la salud mental, apoyando a los cuidadores para que ofrezcan un cuidado cariñoso, poniendo en marcha programas escolares y mejorando la calidad de los entornos comunitarios y en línea. Los programas de aprendizaje socioemocional en las escuelas son de las estrategias de promoción más eficaces para cualquier país, independientemente de su nivel de ingresos. La promoción y protección de la salud mental en el trabajo es una esfera de interés creciente, que puede favorecerse mediante la legislación y la reglamentación, estrategias organizacionales, capacitación de gerentes e intervenciones dirigidas a los trabajadores. Atención y tratamiento de la salud mental Las iniciativas nacionales de fortalecimiento de la salud mental no deben limitarse a proteger y promover el bienestar mental de todos, sino también atender las necesidades de las personas que padecen afecciones de salud mental. Esto debe hacerse mediante la atención de salud mental de base comunitaria, que es más accesible y aceptable que la asistencia institucional, ayuda a prevenir violaciones de derechos humanos y ofrece mejores resultados en la recuperación de quienes padecen este tipo de afecciones. La atención de salud mental de base comunitaria debe proporcionarse mediante una red de servicios interrelacionados que comprendan: servicios de salud mental integrados en los servicios de salud generales, ofrecidos comúnmente en hospitales generales y en colaboración con el personal de atención primaria no especializado; servicios comunitarios de salud mental a nivel comunitario, que puedan involucrar a centros y equipos comunitarios de salud mental, rehabilitación psicosocial, servicios de apoyo entre pares y servicios de asistencia para la vida cotidiana, y servicios que brinden atención de salud mental en los servicios sociales y entornos no sanitarios, como la protección infantil, los servicios de salud escolar y las prisiones. Dado el enorme déficit de atención de diversas afecciones de salud mental, como la depresión y la ansiedad, los países deben encontrar formas innovadoras de diversificar y ampliar la atención para estas afecciones, por ejemplo mediante servicios de asesoramiento psicológico no especializado o de autoayuda digital. Respuesta de la OMS Todos los Estados Miembros de la OMS se han comprometido a aplicar el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030, cuyo objetivo es mejorar la salud mental por medio de un liderazgo y una gobernanza más eficaces, la prestación de una atención completa, integrada y adaptada a las necesidades en un marco comunitario, la aplicación de estrategias de promoción y prevención, y el fortalecimiento de los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones. El Atlas de Salud Mental 2020 de la OMS mostró que los países habían obtenido resultados insuficientes en relación con los objetivos del plan de acción acordado. En el Informe mundial sobre salud mental: transformar la salud mental para todos, publicado por la OMS, se hace un llamamiento a todos los países para que aceleren la aplicación del plan de acción y se afirma que todos los países pueden lograr progresos significativos en la mejora de la salud mental de su población si se concentran en las siguientes tres «vías de transformación»: aumentar el valor que otorgan a la salud mental las personas, las comunidades y los gobiernos, y hacer que todas las partes interesadas, de todos los sectores, se comprometan en favor de la salud mental e inviertan en ella; actuar sobre las características físicas, sociales y económicas de los medios familiares, escolares, laborales y comunitarios en general a fin de proteger mejor la salud mental y prevenir las afecciones de salud mental, y fortalecer la atención de salud mental para que todo el espectro de necesidades en la materia sea cubierto por una red comunitaria y por servicios de apoyo accesibles, asequibles y de calidad. La OMS hace especial hincapié en la protección y la promoción de los derechos humanos, el empoderamiento de las personas que experimenten afecciones de salud mental y la elaboración de un enfoque multisectorial en que intervengan diversas partes interesadas. La OMS sigue trabajando a escala nacional e internacional, en particular en entornos humanitarios, para proporcionar a los gobiernos y asociados el liderazgo estratégico, los datos científicos, las herramientas y el apoyo técnico necesarios para fortalecer una respuesta colectiva a la salud mental y permitir una transformación que favorezca una mejor salud mental para todos. Destacado Notas descriptivas Trastorno bipolar 8 de julio de 2024 Depresión 31 de marzo de 2023 Trastornos mentales 8 de junio de 2022 La salud mental en las situaciones de emergencia 16 de marzo de 2022 La salud mental de los adolescentes 10 de octubre de 2024 Esquizofrenia 21 de enero de 2022 Suicidio 29 de agosto de 2024 Enlaces conexos Publicaciones Informe mundial sobre salud mental: transformar la salud mental para todos Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 Atlas de Salud Mental 2020 (en inglés) Más información sobre salud mental La labor de la OMS en materia de salud mental (en inglés) Información adicional sobre salud mental Día Mundial de la Salud Mental 1.2 Salud Mental y Escuelas: La Organización Mundial de la Salud, respecto de la salud mental de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), destaca su relación con aspectos del desarrollo infantojuvenil, como el sentido positivo de la identidad, la capacidad para gestionar los pensamientos y emociones, así como para crear relaciones sociales, o la aptitud para aprender y adquirir una educación que, en última instancia, los capacitará para participar activamente en la sociedad. Orientaciones que han sido recogidas en las Bases Curriculares vigentes de la educación preescolar, básica y media en Chile. La Salud Mental en la escuela debe considerarse, puesto que es la capacidad de los individuos y las comunidades para prevenir enfermedades o tratar la vida con la presencia de alguna de ellas. Los estudiantes de los distintos tipos de establecimientos educacionales son personas que están en períodos sensibles de desarrollo, por esa razón es tan importante que las escuelas puedan ser un espacio donde se construyan aprendizajes significativos, como aprender a relacionarse tanto con sus pares como con los adultos presentes en los establecimientos, de manera de poder enfrentar de la mejor forma posible los distintos eventos que se incluyen en la vida. Se reconoce, entonces, que cada comunidad educativa debiese tener un rol centrado no en la solución de problemáticas de salud mental, sino en la promoción de esta, pudiendo aumentar el bienestar a través de los recursos y factores ambientales positivos, tales como las relaciones humanas, el rol que cumple sobre tener espacios para el desarrollo de distintos tipos de actividades, etc. Es relevante este reconocimiento, pues todos tienen que cuidar de sí mismos, a la vez que se está con otras personas dentro de la escuela, con quienes se debe compartir dicho cuidado. Es importante considerar que muchos trastornos de la salud mental comienzan antes de que los sujetos egresen del sistema escolar, lo que aumenta la importancia de afrontar esta temática en las escuelas y liceos del país. Se recomienda acrecentar el trabajo que colabore en el autocuidado, co-cuidado o cuidado mutuo, de manera de aumentar las posibilidades de intervención en el tema no tan solo con los estudiantes, sino también con los adultos que trabajan en las escuelas y con los padres y apoderados. Esta última situación es aún más crucial si consideramos que dentro de la sociedad actual, la escuela ha recibido muchas de las tareas que tenían anteriormente otras instituciones sociales como las organizaciones políticas o religiosas. El desafío, entonces, es tener una escuela donde la salud mental esté considerada y trabajada al interior de ella. 1.2.1: Salud Mental y Escuelas en nuestro país: En Chile, desde 2002 se orienta convivencia escolar bajo la Política Nacional de Convivencia Educativa (PNCE), recientemente actualizada para el periodo 2024-2030, siendo la quinta versión de la PNCE (las anteriores corresponden a las del año 2002, 2011, 2015 y 2019). Conoce el documento completo en la carpeta de recursos del Módulo 1. En la escuela siempre, y en todos los espacios, se aprende a convivir. La convivencia es por sí misma un proceso de aprendizaje permanente. La PNCE plantea un marco ético-valórico para que aprender a convivir en el espacio educativo sea también un aprendizaje para aprender a vivir en sociedad. Se construye sobre dos pilares: la ética del cuidado y la ética de la justicia. La ética del cuidado busca "el cuidado de sí mismo, de los demás, de los bienes públicos, del entorno natural y del planeta." De esta ética deriva el principio del cuidado colectivo, que "implica la participación del conjunto de personas que componen la comunidad educativa, en la transformación continua de sus modos de convivir para resguardar el buen trato y el bien común. Se releva que las acciones, tanto individuales como colectivas, impactan en la salud mental y en el bienestar integral de cada integrante de la comunidad. Desde este principio derivan, entre otros, los valores de confianza, corresponsabilidad y colaboración". El cuidado es una manera de hacer las cosas, consiste en una serie de prácticas donde está presente el afecto, acompañamiento, respeto, atención, empatía y ayuda a las personas que lo necesitan. Pero también tiene que ver con la forma en que se realizan estas acciones y en cómo es la relación con los demás para hacerlas, ya sea en tareas de vigilancia, asistencia, ayuda o control de lo que sucede. Si se habla de la convivencia en la escuela, el cuidado debe ser un elemento importantísimo, que no se puede olvidar en la realización de las distintas acciones que se asocian a convivencia: desde la promoción de prácticas de convivencia democrática e inclusiva, hasta la gestión pacífica de conflictos que se presenten al respecto. Las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han golpeado fuertemente a los sistemas educativos del mundo, debido principalmente al cierre prolongado de establecimientos educacionales, estando Chile entre los países cuyos estudiantes estuvieron más tiempo fuera de las aulas (UNESCO, CEPAL y UNICEF, 2022). Aún se evidencian efectos en el aprendizaje, la convivencia, salud mental, asistencia y vinculación de los niños, niñas, adolescentes y adultos en sus comunidades educativas Por eso, el Ministerio de educación creó el Plan de Reactivación Educativa, uno de cuyos tres ejes es Convivencia y Salud Mental, sustentado a su vez en el marco y principios de la PNCE. Las acciones de este eje se enfocan en fortalecer los aspectos socioemocionales, de convivencia, equidad de género y salud mental, desde un enfoque pedagógico, para que las comunidades educativas sean espacios de protección y bienestar. https://reactivacioneducativa.mineduc.cl/convivencia-bienestar-y- salud-mental/ Los establecimientos educacionales son lugares privilegiados para la prevención y promoción en salud mental. Las comunidades se deben pensar y vivir como generadoras de bienestar y de apoyo focalizado a dificultades específicas. En el marco del Eje Convivencia y salud mental del Plan de reactivación Educativa, el Ministerio de Educación (MINEDUC) y el Ministerio de Salud (MINSAL), Estrategia de Salud Mental en Comunidades Educativas. Los principios de esta estrategia son 7, y buscan orientar las acciones de salud mental a nivel de comunidad educativa, territorio y política pública: 1. Salud mental como aspecto integrado del bienestar y la salud: la experiencia humana es una totalidad, por tanto, es indivisible. De esta forma, no se puede separar la salud mental de la salud en general, el bienestar y el desarrollo de personas y comunidades. 2. Enfoque promocional y preventivo de la salud mental: los focos de las acciones de salud mental en las comunidades educativas de jardines, escuelas y liceos son la promoción y prevención, respondiendo a su misión educativa y contexto de desarrollo. 3. Salud mental para el proceso educativo: la estrategia pone al centro, releva y delimita las acciones que desde el sistema escolar se pueden realizar para favorecer la salud mental de sus comunidades. 4. Salud mental como un proceso en comunidad: el cuidado de la salud mental requiere de un compromiso colectivo, donde es necesaria la contribución de todas y todos los integrantes de la comunidad educativa. 5. Política Nacional de Convivencia Escolar como marco orientador para el trabajo en las comunidades educativas: desde la ética del cuidado que fundamenta la PNCE, construida en conjunto en función de los cuidados colectivos, relevando la inclusión, el desarrollo socioemocional de las y los estudiantes, y orientada al bienestar de la comunidad. 6. Abordaje intersectorial de la salud mental: las necesidades de salud mental de las personas y las comunidades surgen desde los diferentes factores de la vida en sociedad (escuela, barrio, centros de salud, trabajo, economía). Para responder a ellas se requiere que los diferentes sectores del Estado puedan trabajar de forma conjunta, generando políticas articuladas y que se potencian entre sí, respetando y cuidando los ámbitos específicos de cada sector. Respecto a su rol en el tratamiento y recuperación de problemas y trastornos de salud mental específicos, es el de colaboración activa e inclusión -desde su rol educativo- en las intervenciones que se lleven a cabo en los servicios de salud. 7. Rol protagónico de la comunidad educativa: cada comunidad educativa debe jugar un rol activo y protagónico en las acciones a desarrollar en el marco de la Estrategia, asegurando pertinencia a su realidad y acciones que lleguen oportunamente a sus integrantes, en la medida que son desarrolladas en su misma comunidad. La Estrategia de Salud Mental se ordena a partir del Modelo Multinivel de Intervención, que sigue el Modelo de Escuela Total (PACES, 2020) y un enfoque de salud pública aplicado a la salud mental en la escuela. De este modo, se aborda intersectorialmente tres niveles que se despliegan de manera simultánea y coordinada en las comunidades educativas, estableciendo un sistema de apoyos y acciones a diferentes niveles, para así abordar las distintas necesidades de los grupos, llegando al mismo tiempo, a la totalidad de la comunidad educativa. Estos tres niveles son: https://youtu.be/Lw5evJsK4FU Es importante considerar lo que significan los procesos de prevención y promoción en salud mental: Promover, implica generar condiciones y oportunidades, tanto a nivel individual como social y en relación con el entorno, para que resguarden el bienestar y el desarrollo de las personas, de modo de mejorar la calidad de vida de todas y todos. La prevención apunta a reducir la aparición de problemas o trastornos mentales, estas son de tres tipos, de acuerdo con el grupo al que está dirigida. La prevención indicada se enfoca en las personas que son identificadas con signos o síntomas que pueden pronosticar o aumentar el riesgo de iniciar un trastorno mental. La prevención selectiva está dirigida a grupos o individuos específicos cuyo riesgo de desarrollar un trastorno mental es más alto que en el resto de la población. Por último, la prevención universal corresponde a acciones que son dirigidas al público en general o un grupo completo de la población. Contenido 2: Sensibilización con respecto a la reducción del estigma en el ámbito de salud mental y educación. Preguntas para comenzar: 2.1. Estigma, salud mental y Educación: Uno de los elementos más relevantes para trabajar en la promoción de salud mental es la disminución de las actitudes o creencias erróneas que conducen a las personas a rechazar a quienes se ven o se sienten diferentes. En ese sentido, es fundamental que en las escuelas se pueda trabajar para desarticular los mitos asociados a salud mental, que instalan una cultura que olvida la posibilidad de que todas las personas pueden ser afectadas por este tipo de problemas, independientemente de lo fuertes o maduras que parezcan. Lo importante es recordar que los problemas de salud mental no tienen relación con elementos como, fuerza de voluntad o con características personales. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas experimenta problemas de salud mental durante su vida. Aun así, este tema sigue siendo tabú en nuestra sociedad. Teniendo una escasa presencia en las conversaciones cotidianas. Es muy probable que entre los contactos que se tienen diariamente, existan numerosas personas que sufran síntomas, o estén en tratamiento con relación a problemas de salud mental. Así como otras que están desarrollando preocupaciones con respecto a su salud mental o ideando cómo mejorarla. Al evitar hablar de ello, se genera miedo con respecto al tema de salud mental, reduciendo las conversaciones sobre enfermedad mental y de manera sumamente genérica, sin necesariamente tener fundamentos claros y científicos en torno de lo que se habla y se opina al respecto. En relación con lo planteado precedentemente, al focalizar la salud mental en la enfermedad mental, ella es transformada en un estigma. Los estigmas son aquellas actitudes y creencias erróneas que conducen a las personas a rechazar, evitar y temer a aquellos que se ven diferentes. Son las actitudes negativas hacia las personas que reúnen criterios que teóricamente se relacionan con estereotipos, prejuicios y discriminación, lo que se ha conceptualizado como complejo estigma–discriminación que se observa en el siguiente esquema: En la figura tenemos la síntesis del complejo estigma-discriminación, en el centro está la idea del estigma, que podemos definir como una etiqueta basada en creencias erróneas, el miedo, la evitación a lo diferente. Este modelo nos explica que este estigma se produce a través de: o Escaso Conocimiento: A pesar de estar en una era de información, donde hay un cúmulo de conocimientos, datos y referencias con respecto a distintos temas, pero lamentablemente no existe una buena alfabetización en salud mental, es decir, una aproximación más acabada de los temas asociados a esta, generando una carencia en la comprensión de la salud mental de las personas y comunidades. o Actitudes desfavorables: Estos tienen que ver en cómo se enjuicia y se percibe a aquellos que son diferentes al resto, lo que lleva a tener prejuicios y a la adscripción y mantención de distintas etiquetas a personas que nos rodean. o Conductas discriminatorias: Es una acción que implica discriminación a los otros, que puede relacionarse con su manera de ser, con su manera de estar o con su visión del mundo. El estigma se configura cuando se otorga el atributo individual o grupal a un determinado sujeto y su connotación desfavorable, despreciable o indeseable, originando discriminación al validar desde el estereotipo-prejuicio para excluir y negar algunos derechos de individuos o colectivos. Por eso, al tratar temas de estigma y prejuicio, estos deben abordarse desde los derechos humanos para no incentivarlos. En el caso de las escuelas, el estigma puede afectar negativamente, llevando al aislamiento social, aumentando las dificultades para pedir ayuda y la auto-estigmatización de las personas que están en condiciones distintas. Estas tres consecuencias pueden afectar la convivencia en espacios educativos, porque estas personas evitarán hablar de sus características, por el temor a ser incomprendidos, sin socializar lo que les está ocurriendo, ante el riesgo que existe de ser etiquetados por alguna característica negativa. En este sentido, pedir la ayuda necesaria, podría suponer un riesgo inminente a causa de las consecuencias que significa ser estigmatizado. Para reducir el estigma, se deben realizar cuatro tareas: o Escucha Activa: La escucha atenta a lo que los otros desean decir. o Buscar Información: Existe un gran cúmulo de información en internet, pero es importante guiar las búsquedas de datos hacia fuentes confiables y pertinentes, con respecto a estas creencias. o Mantener Contacto: Con las herramientas actuales, se puede contactar no tan solo de manera presencial, sino también a partir de e-mails, mensajes instantáneos como WhatsApp u otras, que puede ayudar a reducir el estigma entre las personas. Disminuir la sensación de soledad e incomprensión. o No Juzgar Ni Etiquetar: No usar palabras como locos, locas, perversos, o etiquetas diagnósticas de manera trivial. Tratar a las personas desde ese contacto. Estas tareas deben estar incorporadas al trabajo que se realiza al interior de las escuelas, para reducir el estigma dentro de ellas. Para eso, se recomienda generar espacios donde se comparta información y que pueda contribuir a comprender numerosos eventos que ocurren al interior de escuelas. Por ejemplo, tener espacios de alfabetización en salud mental para los docentes; padres y madres; apoderados y apoderadas, etc. Campaña OPS: #Haz tu Parte para apoyar la salud mental #HazTuParte para apoyar la salud mental - YouTube Uno de los desafíos de salud pública más difíciles de este tiempo, es la lucha contra el estigma en relación con la salud mental. Aunque las condiciones de salud mental son muy comunes en todo el mundo, las personas que viven con ellas muy a menudo experimentan discriminación y son tratadas de manera diferente. El miedo, la incomprensión y los prejuicios contribuyen al estigma, la exclusión social y la discriminación que ocurre alrededor de las personas que viven con condiciones de salud mental. Puede ocurrir con los amigos o miembros de la familia y en todos los ámbitos de la vida: en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo y en el hospital; tanto en entornos rurales como urbanos. Recuperarse de las condiciones de salud mental es posible. Sin embargo, el estigma y la discriminación se interponen e impiden que las personas busquen y obtengan la ayuda y la atención que necesitan en el camino de la recuperación. Algunas preguntas que se pueden realizar sobre este tema, en el establecimiento educacional donde usted pertenece. Reflexiones: Sí, las personas con un tratamiento adecuado y un entorno favorable, pueden superar las situaciones del trastorno mental. Todas las personas pueden tener problemas de salud mental en algún momento de su vida. Incluso los profesionales que trabajan en este tema. Por eso es tan importante para todos estar en constante autocuidado y cuidado de los demás. No, las personas con trastorno mental no son más violentas que el resto de la población. De hecho, tienen mayor probabilidad de ser víctimas de un hecho de estas características. 2. No, muchos tratamientos no requieren hospitalización y cuando lo necesitan tienen un tiempo para permanecer en él, no siendo necesario que sean recluidas para siempre en lugares como centros psiquiátricos. El siguiente video está sugerido para revisión. Corresponde al Curso contra el Estigma V. 2.0 y presentación de la campaña de Reducción del Estigma en Salud mental, OPS (Organización Panamericana de la Salud) Este curso está dirigido a profesionales de atención primaria (médicos generales, enfermeras practicantes especializadas, psicólogos clínicos y proveedores de salud mental) del Caribe de habla inglesa con dos o más años de experiencia laboral clínica, preferiblemente en el campo de la salud mental, que estén interesados en mejorar su capacidad, para comprender el estigma y los prejuicios implícitos cuando se trabaja con a las personas con experiencia vivida en el entorno clínico. El curso fue desarrollado en modalidad virtual con tutores entre el 15 de agosto y el 30 de noviembre de 2022. https://youtu.be/Noq5tVNSrYQ?feature=shared 3.- Rol y herramientas para el autocuidado y cuidado mutuo de trabajadores y estudiantes en el establecimiento. 3.1 Relevancia de los vínculos y cuidado en las comunidades escolares Es altamente relevante identificar cuáles son los vínculos que se establecen al interior de la escuela, ya que el tipo de vínculos que se da entre los distintos integrantes de la comunidad educativa impacta en su bienestar y en la motivación que cada uno de los miembros de la comunidad pueda tener, tanto para emprender, como para mantener y evaluar los desafíos que se tienen en la escuela. Los vínculos pueden describirse como el tipo de relación que tienen las personas entre sí. Esta relación puede ser segura, pero también puede ser ambivalente, evitativa o desorganizada. En el caso de las comunidades educativas, los educadores y educadoras hacen una inversión emocional importante en el trabajo que desarrollan, puesto que están al servicio de numerosos NNA de los cursos que atienden, más la atención que realizan a padres, madres y apoderados. Lo anterior, tiene que ver con la importancia que debe tener el espacio de cuidado que exista al interior de las comunidades educativas. Es una real necesidad que existan estos espacios de cuidado dentro de cualquier comunidad educativa, pensando en todos los que ejercen labores formativas: Educadores y educadoras, incluyendo también asistentes de la educación y directivos. Todos hacen inversiones a nivel emocional por el tipo de trabajo que se desarrolla al interior de los establecimientos educativos. Por otra parte, tanto NNA, familias y apoderados también realizan este tipo de inversiones al estar en la escuela. El tipo de vinculación que exista al interior de la escuela puede ser un estado de bienestar, así como una instancia de sufrimiento para las personas de la escuela. Lo anterior se entiende claramente, si se toma en cuenta, que dentro del ejercicio del rol, ya sea de educador o educando, hay que considerar en él todos los elementos que se ponen en juego al llevar a cabo las diferentes tareas que conlleva este. 3.2 Modos de Cuidar Cuidar es atender a otro, preocuparse por quien necesita ayuda y no puede prescindir de los demás. Estar dispuesto a dedicar tiempo, estar asequible; poner en juego en las relaciones con los demás: la atención, responsabilidad y la capacidad de dar respuestas a otro. Todas estas características son parte de las tareas que se realizan al interior de un establecimiento educacional, por eso, trabajar dichas tareas bajo el cuidado, su importancia y su ética parece tan importante. Como punto de partida, podemos considerar que el autocuidado, son formas específicas del cuidado de sí que desde el punto de vista físico, psicológico, social, espiritual, medioambiental y económico tienen las personas para mantener y mejorar la propia salud. Este autocuidado es variable, tanto por características personales como la edad de cada sujeto, como por las características que tenga la dependencia de cada uno y con el contexto que lo rodea. Por esa razón, cuando nos encontramos con sugerencias o programas estandarizadas para el autocuidado, pueden existir cercanías variables entre lo propuesto y lo que se vivencia al respecto. Hoy, se quiere transitar hacia un cambio de paradigma, sumando al autocuidado; instancias de cuidado mutuo o co-cuidado. Desde la perspectiva del bienestar docente, existía una tendencia a la responsabilización individual con respecto al cuidado. Sin embargo, el bienestar es un fenómeno colectivo, por lo que es necesario crear contextos institucionales que favorezcan el cuidado mutuo en la comunidad educativa. Pasar de la lógica del autocuidado y bienestar personal a una lógica de cuidado mutuo y de bienestar colectivo, implica cuestionar las lógicas de relación que existen en cada colegio, escuela o liceo. Dentro de este marco, se espera que quienes trabajan en el establecimiento puedan (re)encontrarse con quienes trabajan en dicho espacio. Abrir espacios de diálogo y reflexión tomando en cuenta las complejidades de la escuela, colegio o liceo. Este cuidado mutuo permitirá hacer que surjan fuertes sentimientos de pertenencia en cada escuela, haciendo que estas se puedan considerar como una comunidad de cuidado, con los estudiantes al centro de ella 3.3 Ética del cuidado Una de las teóricas más prolíficas sobre la ética del cuidado es Carol Gilligan, ella revisa a lo largo de su trabajo el desarrollo moral y, por tanto, la ética de los sujetos. Explora la teoría propuesta respecto a este tema de Lawrence Kohlberg, relevando que dicho trabajo presenta sesgos debido a la exclusión de la experiencia de las mujeres en relación con los elementos éticos en la vida. Ella, deja el cuidado como elemento central que permite analizar el desarrollo ético en cada uno de los seres humanos, asumiendo una perspectiva feminista. En términos generales, la observación de la evolución de la moralidad individual sería: o Primer nivel: Atención al Yo para asegurar la supervivencia: El cuidado de sí misma. o Transición: Consideración del planteamiento del primer nivel como egoísta. o Segundo nivel: Conexión entre el Yo y los otros por medio del concepto de responsabilidad. o Transición: Análisis del desequilibrio entre autosacrificio y cuidado o Tercer nivel Inclusión del Yo y de los otros en la responsabilidad del cuidado. Necesidad de Equilibrio En resumen, este desarrollo partiría con una etapa donde el centro de atención es cada una de las personas, luego la conexión entre yo y los otros por medio de la responsabilidad, para terminar en una tercera etapa donde se equilibran estas necesidades en torno al cuidado, evitando el autosacrificio Según Nel Noddings, teórica de la ética del cuidado, cuando se habla de este tema, se debe considerar que apunta a las relaciones que se mantienen. En el caso de la escuela, se tendría que considerar todo tipo de relaciones, tanto en el rol de cuidadores como en el de receptores de cuidado. Todas las actividades educativas implican acciones de cuidado, a la vez que todas estas tienen un gran valor educativo Tomando en cuenta este modelo, se considera que el cambio debe hacerse más allá del autocuidado, más bien, se debe ser a trabajar con el cuidado de los otros, considerando el principio de responsabilidad. Esto marca el cambio de paradigma que ha vivido el sector educativo en estos últimos años, señalando desde ahí, la inclusión de cada uno en la responsabilidad del cuidado, como dice el modelo: atendiendo a una necesidad de equilibrio. 3.4 Comunidades de cuidado: Transformación de la Convivencia en la escuela. Como se dijo anteriormente, existe un cambio de paradigma que implica la necesidad de transformación de la convivencia, de tal forma que cada escuela se constituya en un espacio donde las comunidades generen ambientes cálidos y nutritivos; que potencien los vínculos positivos, siendo bien tratantes entre los actores de la comunidad educativa. Que todos y todas se sientan bien tratados en el establecimiento. Este proceso de cambio y mejora organizacional, requiere el desarrollo de acciones estratégicas, situadas y permanentes. Son cambios significativos a nivel organizacional, a nivel de la cultura de cada establecimiento, donde se valoren los elementos asociados al cuidado de cada una de las personas que pertenezca a él. Debido al alcance de los cambios que implican estos elementos, es necesario, muchas veces, realizar modificaciones en la forma de organización del trabajo y las relaciones interpersonales entre los distintos agentes de cada uno de los establecimientos. Por esa razón, debían ser considerados en los planes de mejora (PME) que se diseñan y operacionalizan en los colegios. Más aún, cuando ellos siempre consideran la convivencia como una de las dimensiones estratégicas a intervenir. Dentro de este cambio de paradigma, que instala el cuidado mutuo como una nueva óptica en la escuela, aparece la importancia de los vínculos relacionales entre profesionales. Si bien se ha considerado la alta relevancia que posee el permanente trato entre educadores y estudiantes en el proceso educativo, se hace necesario destacar las relaciones con los colegas, con quienes se establecen espacios de reflexividad necesarios para poder dar sentido y valorar los vínculos que se establecen al interior de la comunidad. Estas relaciones entre trabajadores de la educación, constituyen las bases para las acciones de apoyo y cuidado esencial, que permiten el desarrollo de una comunidad educativa sana. Para tener un trabajo con la comunidad educativa y avanzar en el cuidado mutuo, es importante revisar distintas estrategias que pueden aportar a esta tarea. Muchas de ellas ya han sido planteadas para el cuidado de docentes, pero son factibles de modificarse, para incluir en ellas, a todos los estamentos de la escuela: o Dispositivos de cuidado mutuo: Son estrategias que buscan ir instalando prácticas cotidianas sostenidas en el tiempo que intervengan la cultura escolar o la identidad colectiva de la institución educativa. o Encuentros comunitarios: Instancias que se organizan en torno a ritos e hitos de las comunidades educativas, donde es relevante que se tengan instancias de participación y se genere o fortalezca el sentido de comunidad desde el cuidado. o Acciones de cuidado: Pueden ir apoyando los dispositivos de cuidado mutuo, son acciones que permitan a cada persona que es miembro de la comunidad sentirse vista y sentirse cuidada en las tareas que se realizan, sintiendo que son parte activa de la comunidad educativa. o Reflexiones colectivas: De manera grupal, tanto homogénea como heterogéneamente, se plantean distintas temáticas asociadas al cuidado y las labores que se desempeñan al interior del establecimiento. Es fundamental que estas estrategias se hagan en espacios donde se pueda fomentar el apoyo y aceptación entre las personas, fortaleciendo la comunicación. También se requiere propiciar el trabajo colaborativo al interior tanto de las clases como de la gestión de los establecimientos. Finalmente, es imprescindible el reconocimiento; valorar los aportes a la comunidad y los procesos que en ella toman lugar, considerando en estos, no tan solo los aportes monetarios o en términos de calificaciones; sino también el halago, la valoración pública de avances y aportes que tanto trabajador de la educación, estudiantes y apoderados hacen al interior de la comunidad educativa. Los establecimientos educacionales deberían constituirse en comunidades de cuidado, desarrollando estrategias de cuidado mutuo, y autocuidado que impacten culturalmente tanto a estudiantes, trabajadores de la escuela, como a padres y apoderados. En la figura, se expresa que, de base, cada una de las personas del establecimiento debiera preocuparse de su autocuidado. Sobre este, situamos a los espacios de cuidado mutuo, donde es posible encontrar distintas agrupaciones al interior de la escuela, en la cual los miembros se preocupan y facilitan las cosas para unos y otros. Finalmente, considerando los elementos propios de la organización escolar, se permite la generación e institucionalización de las redes de cuidado, haciendo que sean visibles y formales para las personas de los establecimientos educacionales. Claramente, para trabajar con esta manera de concebir las relaciones en la escuela, es necesario hacer visibles todos los intercambios asociados al cuidado. Ser capaz tanto de pedirlos como de ofrecerlos. También se hace necesario aprender maneras de autocuidado, así como de preguntar a los otros en qué podemos ayudarlos o solicitar que puedan hacer algo por nosotros. Hacer que el cuidado al interior de las escuelas sea un fenómeno visible es la meta que debemos tener. Lo anterior permitirá a los trabajadores de la educación trabajar la salud mental a través de la pesquisa activa de los factores de riesgo, sintomatologías y la promoción del bienestar de cada uno de los estamentos de las escuelas en Chile. En las últimas décadas, la política pública de salud ha instalado mecanismos para el estudio y el reconocimiento de la situación de salud mental en al ámbito laboral. En cuanto al bienestar laboral, de acuerdo a lo que establece el Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales en el Trabajo, los establecimientos educacionales deben realizar el cuestionario de evaluación de riesgo psicosocial cada 2 años (CEAL-SM/SUSESO), como parte fundamental en el cuidado integral de las comunidades educativas. o Infografías: 1. Riesgos psicosociales en las y los trabajadores de la educación. 2. Promoviendo la salud laboral 3. Salud laboral, colaboración y participación. 4. El Protocolo de vigilancia de riesgos psicosociales en el trabajo y su aplicación en establecimientos educacionales Manual Bienestar y Salud Laboral de los Equipos Educativos 3.5 Mirando ecológicamente el cuidado en las comunidades educativas. Dentro de la reflexión sobre el cuidado, es altamente relevante destacar los lazos significativos existentes entre educadores y estudiantes. Es necesario considerar que cultivar formas de vinculación nutritivas con estudiantes y favorecer la constitución de este tipo de relaciones entre estudiantes, el relacionarse sanamente con los colegas y también con las familias, constituye un ejercicio central del rol de los educadores, apuntando también a uno de los fines principales de la educación. Este buen trato implica tener vínculos positivos, los cuales se caracterizarían por ser seguros, contenedores y nutritivos; situación que se ha visibilizado especialmente después de la pandemia, donde dicha situación marcó estos vínculos, haciendo más importante el establecimiento de nexos positivos, recalcando la importancia del respeto, poder tener relaciones interpersonales empáticas y la preocupación por el bienestar de todos y todas. Lo que se ha mostrado, es cómo se deben considerar las acciones que cada uno de nosotros ejerce, durante su permanencia al interior de los establecimientos. La imagen muestra la importancia del rol que cumple la escuela, porque es un espacio esencial en el desarrollo de NNA, constituyéndose en un microsistema, donde elementos que suceden ahí pueden marcar el desarrollo de ellos. La escuela, en conjunto con el hogar de NNA, se constituye en un espacio de vínculos significativos. La alianza que puede generar la escuela con el hogar pasa a ser un mesosistema, donde la vinculación constante entre ambas instituciones es relevante y vital. Lo que se hace en las escuelas, entonces no tan solo impacta a NNA, sino que puede impactar a las familias; situación que suele ser parte de las motivaciones para la realización de actividades como: la escuela para padres, entre otras, realizadas en la escuela con las familias en distintos subsectores del curriculum escolar. Para las personas que trabajan en las escuelas es sumamente importante considerar cuáles son las condiciones de vida que tienen nuestros estudiantes, puesto que incide directamente en las posibilidades de aprendizaje, foco de trabajo para los profesionales de psicología y trabajo social al interior de las escuelas. Todos en la escuela son educadores, al ser modelos de actitudes y valores, como lo señalaba Albert Bandura. Es mucho más efectivo el aprendizaje a través de la observación de la acción, hay muchos espacios para formar a partir de lo que hacemos diariamente en la escuela; ser modelos de un trato respetuoso les enseña a los NNA. o Directivos/as: Son esenciales en el establecimiento de la cultura de cuidado al interior de cada establecimiento, puesto que pueden facilitar e impulsar el desarrollo profesional para trabajar mancomunadamente en función de esta meta. Liderar, siendo modelos de los valores institucionales y culturales propios de la comunidad donde está inserta la escuela. Realizar acciones para fortalecer la salud laboral en su escuela: implementar estrategias para identificar riesgos psicosociales que afectan a sus trabajadores; fomentar en estos el trabajo colaborativo; generar espacios de diálogo y participación en la toma de decisiones acerca de cómo mejorar la salud mental de los equipos educativos; darles apoyo, reconocimiento; claridad en los roles y tareas acordes con el tiempo y los recursos con los que cuentan las y los trabajadores. o Profesores/as: Trabajar conjuntamente con profesores jefes, direcciones académicas y equipos de apoyo, aportando a la formación integral y la adquisición de aprendizajes significativos. En este ámbito es muy importante la colaboración que pueden hacer las y los docentes al considerar las características de los NNA para aumentar su motivación, tratando temáticas que directamente vinculen lo que están aprendiendo con la vida cotidiana, situación que permite tratar materias asociadas tanto a cuidado como a salud mental. o Profesores/as Jefes/as: Por las características que tienen las jefaturas de curso, en este caso los/las docentes están mandatados a construir vínculos nutritivos con un grupo específico de NNA, llegando a ser una figura significativa y un modelo a seguir. o Asistentes de la Educación: Aportar en la construcción de ambientes seguros, desde su rol formativo. Estos funcionarios, muchas veces, son las primeras personas en darse cuenta de situaciones vitales complejas en la vida de los/las estudiantes, lo que debiese detonar los dispositivos o acciones de cuidado de ellos Referencias bibliográficas Álvarez, M., Boilini, M., Emriz, N., Palazzolo, F. & Schlusselblum, C. (2021) Pedagogía del Cuidado, La construcción de la cultura del cuidado en la escuela actual. La Crujía. Camps, V. (2021). Tiempo de cuidados. Otra Forma de estar en el mundo. Arpa & Alfil Editores. Cancio-Bello, C., Lorenzo, A. & Alarcó, G. (2020). Autocuidado: una aproximación teórica al concepto. Informes Psicológicos, 20(2), pp. 119-138 http://dx.doi.org/10.18566/infpsic.v20n2a9 Ceballos Ospino, G. A., Jiménez Villamizar, M. P., De La Torre Hasbún, H., & Suárez Colorado, Y. P. (2020). Estigma-discriminación hacia personas con trastornos mentales en estudiantes de medicina. 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