Lección 1 - Introduccion a las Relaciones Internacionales PDF
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2020
E. Barbé
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This document introduces the subject of International Relations. It discusses the origins of the discipline, focusing on the role of war as a catalyst for its development. The text also touches on the influence of various historical events, such as the World Wars, on shaping the field of international relations.
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INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES LECCIÓN 1 Fuente: E. Barbé. Relaciones Internacionales.Tecnos, 4ª Edición, 2020. Profesora: Concepción Marco Lección 1: LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 1. LA GUER...
INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES LECCIÓN 1 Fuente: E. Barbé. Relaciones Internacionales.Tecnos, 4ª Edición, 2020. Profesora: Concepción Marco Lección 1: LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 1. LA GUERRA COMO PROBLEMA SOCIAL, O EL ORIGEN DE LA DISCIPLINA El nacimiento de la Relaciones Internacionales como disciplina tuvo lugar en la Universidad de Gales (Aberystwyth), donde en 1919 se creó la cátedra Woodrow Wilson en Relaciones Internacionales. Este nacimiento va asociado a la recién finalizada la primera guerra mundial, con el corto siglo XX de Hobswawm que va de la Gran Guerra al colapso de la Unión Soviética en 1991. Dichas fechas marcan la génesis y la profunda transformación de la disciplina. Durante la primera guerra mundial, la sociedad europea se hallaba frente a una última “plaga” vinculada a la actividad humana (guerra). Un mundo capaz de cambiar las condiciones humanas (hambre, enfermedad) mediante los avances técnicos y la ingeniería social, se veía lanzado a una carnicería que afectaba a la sociedad en su conjunto. El sentimiento de “plaga” y la mentalidad de progreso dominante en las sociedades industrializadas son contradictorios. De ahí, que la voluntad de conocer y de cambiar, propia de las ciencias sociales desde el siglo XIX tome como objeto de interés el fenómeno de la guerra. La voluntad de cambio, propia de “la era del progreso” y que afecta a la sociedad en su conjunto, inspira el nacimiento de una disciplina que ha de tener como preocupación inicial el fenómeno de la guerra. Esa interacción entre medio social y disciplina científica, que encontramos en la génesis de la Relaciones Internacionales, será una constante. De tal manera que las aproximaciones teóricas en el campo de las Relaciones Internacionales están asociadas a las necesidades de la humanidad en cada momento (crisis energéticas, conflictos étnicos, problemas medioambientales). Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 31 y 32. Las Relaciones Internacionales adquieren status académico a partir de 1919, en tanto que esa fecha es el inicio de un proceso durante el cual se genera un colectivo académico con identidad propia, dominado por dos academias: estadounidense anglosajona. Años antes a 1919 (institucionalización académica) ya se puede hablar de la existencia de científicos dedicados de manera sistemática al estudio del fenómeno de la guerra como “problema social”. Dos pensamientos Liberal Marxista Ambos pensamientos coinciden desde el momento en que identifican a la sociedad como víctima de unas guerras legitimadas por la deriva militar de los Estados. Ambos divergen, en cuanto a la responsabilidad de dichas guerras o la solución para las mismas. Los liberales, desean una reforma de los mecanismos diplomático-militares y una democratización de la actividad internacional mediante la participación de la opinión pública y los marxistas adoptan una actitud radical antisistema, que ataca el carácter imperialista de las potencias del momento. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 31 y 32. La influencia de ambos pensamientos en el marco político no tarda en dar sus frutos: Por una parte, los “Catorce Puntos” (1918) de Woodrow Wilson 1. Diplomacia transparente… 2. Libre navegación en los mares fuera de las aguas territoriales… 3. Supresión de las barreras económicas al comercio… 4. Reducción de armamentos militares de los países (para defensa)… 5. Respeto al interés de los pueblos… 14. Necesidad de constituir una asociación general de naciones que abogue la paz… Por otra parte, el “Informe sobre la Paz” (1917) de Vladimir I, Lenin Ambos documentos se convierten en la traducción de lo propiciado respectivamente por liberales y marxistas. El desarrollo del movimiento pacifista en el futuro tendrá dos bases ideológicamente diversas (liberalismo y socialismo). La disciplina va a nacer por presiones de un medio social que ya lleva décadas mostrando voluntad de reforma en el terreno internacional. Hubo avances en el derecho internacional, como los introducidos por las Conferencias de Paz de La Haya (1899 y 1907), en materia de arreglo pacífico de controversias y derecho de guerra. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 31 y 32. La movilización social y avances jurídicos de varias décadas no van a impedir la amarga experiencia de la Gran Guerra. Una vez acabada la contienda, una idea simple flota en el ambiente: la educación para la PAZ. Acuerdo informal en 1919 (durante las negociaciones de Versalles) de las delegaciones francesa, británica y estadounidense en torno a la conveniencia de crear instituciones científicas para el estudio de las cuestiones internacionales. Las potencias anglosajonas serán las primeras en dotarse de centros de investigación en relaciones internacionales, Londres (1920) y Nueva York (1921), junto a Aberyswyth, los tres primeros puntos del mapa docente/investigador de la disciplina. Mencionar también la creación de otro punto en Ginebra (1927). Su ubicación, en la ciudad sede de la Sociedad de las Naciones, se convertirá en un punto de referencia importante para diplomáticos y funcionarios internacionales. Alfred ZIMMERN Primer ocupante de la cátedra Woodrow Wilson, con doble condición de académico y profesional con objetivo claramente idealista (la eliminación de la guerra). Propuso para ello, el estudio científico de las relaciones internacionales con un contenido nuevo, sustituyendo las relaciones interestatales por las relaciones entre los pueblos. De esta manera se rechaza la aproximación interestatal, tradicional en el estudio de la sociedad internacional por parte del derecho internacional y de la historia diplomática. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 31 y 32. 2. HISTORIA DIPLOMÁTICA Y DERECHO INTERNACIONAL: DISCIPLINAS TRADICIONALES DE LA SOCIEDAD INTERNACIONAL. La historia diplomática y el derecho internacional constituyen el marco académico establecido del que se han liberado las Relaciones Internacionales en pleno siglo XX. Atendiendo a Stanley Hoffman: “el análisis metódico de las relaciones entre los Estados ha estado durante largo tiempo, ahogado por la historia de estas relaciones y por el estudio de las normas jurídicas que tratan de ordenarlas”. La disciplina de las Relaciones Internacionales es el producto científico reciente de una preocupación antigua. En ese sentido, Manuel Medina apunta “que el estudio científico de la política internacional más antiguo se debe a los historiadores”. A lo que añade que, la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, “es a la vez, el primer estudio científico de la historia y el primer análisis objetivo de las relaciones internacionales”. A ello se podría sumar el hecho de que el término internacional introducido por Jeremy Bentham, en 1780, nació justamente vinculado al derecho. En relación con tiempos más recientes, se puede recordar que los estudios en Derecho son los únicos que antes de la primera guerra mundial introducían el término “internacional” en sus planes de estudio. Dos disciplinas tradicionales en el medio académico: La historia diplomática (que consigue gran desarrollo en el siglo XX, sobre todo a raíz de la primera guerra mundial y el estudio de sus causas tanto en la Europa continental como en los países anglosajones) y el derecho internacional, que es la otra gran disciplina tradicional que a la vez gesta el nacimiento de las Relaciones Internacionales. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 35 a 37. Por otro lado, la Sociedad de Naciones constituye un objeto de atención tanto para juristas como para académicos de Relaciones Internacionales. La precursora de las Naciones Unidas fue la Sociedad de las Naciones, concebida durante la primera Guerra Mundial. La Sociedad de las Naciones se estableció en 1919 en virtud del Tratado de Versalles "para promover la cooperación internacional y para lograr la paz y la seguridad". Antonio TRUYOL, apunta que, los orígenes de la ciencia del derecho internacional público se encuentran en la escuela española del derecho de gentes (siglos XVI-XVII) que introdujo una aproximación global, y no, estatocéntrica, a la sociedad internacional, al anteponer el bien común del orbe, los derechos de todos, al del estado y sus gobernantes. OLSON Y GROOM destacan la evolución hacia el estatocentrismo, encargado de transformar el derecho desde el siglo XVII en un instrumento para resolver los “problemas prácticos” de los decisores políticos. A la aproximación estatocéntrica, se une en el siglo XIX, el positivismo jurídico, que centra la disciplina en el estudio de la norma. Estatocentrismo y positivismo jurídico son, por tanto, las dos características del derecho internacional en el momento en que despunta la disciplina de las Relaciones Internacionales, activada por las grandes conmociones sociales del siglo XX (sucesivo impacto de las dos guerras mundiales). Conmociones que van a tener un doble efecto, según apunta ARENAL, “se producen paralelamente, de un lado, los primeros pasos de la disciplina de las relaciones internacionales, y de otro, el derecho internacional público inicia un proceso de cambio. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 35 a 37. https://www.un.org/ 3. REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE LA DISCIPLINA: LECCIONES PARA EL SIGLO XXI Como disciplina autónoma, las Relaciones Internacionales nacieron al acabar la Gran Guerra, en el mundo del Tratado de Versalles y del Pacto de la Sociedad de Naciones. Dicho contexto, nos permite incluir la introducción en torno al qué (ontología), el cómo (epistemología) y el para qué (teleología) de la disciplina. En primer lugar, la disciplina nace con una concepción de la realidad que responde a preguntas ontológicas: ¿en qué consiste el mundo de las relaciones internacionales?. En su génesis, la disciplina es precisa. El mundo de la relaciones internacionales es el mundo de las relaciones entre Estados y, muy a menudo, tan sólo entre potencias. En segundo lugar, la génesis de la disciplina nos plantea una cuestión epistemológica: ¿cómo conocemos lo que hay en el mundo de las relaciones internacionales?. La disciplina nace en el marco de la academia anglosajona, en el ámbito de la ciencia política donde domina la epistemología positivista y con aspiraciones de orientar la política exterior. En tercer lugar, las Relaciones Internacionales nacieron de manera manifiesta con una finalidad política, más allá de la generación de conocimiento. Teleológicamente hablando, la disciplina nació hace un siglo con grandes expectativas sobre su población en momentos de crisis y de resolución de conflictos. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 37 a 40. Los líderes europeos firman el tratado para poner fin a la Primera Guerra Mundial en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles. Fotografía histórica El Tratado de Paz de Versalles es un tratado de paz firmado el 28 de junio de 1919 entre los Países Aliados y Alemania en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles que puso fin oficialmente a la Primera Guerra Mundial (llamada entonces La Gran Guerra) Estructura del Tratado: formado por 14 partes. La parte I: El Pacto de la SDN PACTO DE LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES. “Las altas partes contratantes, considerando que a fin de desarrollar la cooperación entre las naciones y garantizarles la paz y la seguridad, importa aceptar ciertas obligaciones de no recurrir a la guerra, mantener a plena luz relaciones internacionales fundadas sobre la justicia y el honor, observar rigurosamente las prescripciones del derecho internacional reconocidas de hoy en adelante como regla de conducta efectiva de los gobiernos, hacer reinar la justicia y respetar escrupulosamente todas las obligaciones de los tratados en las relaciones mutuas de los pueblos organizados”. La precursora de las Naciones Unidas fue la Sociedad de las Naciones, concebida durante la primera Guerra Mundial. La Sociedad de las Naciones se estableció en 1919 en virtud del Tratado de Versalles "para promover la cooperación internacional y para lograr la paz y la seguridad". A partir del 20 de abril de 1946, la Sociedad de las Naciones dejó de existir, tras haber entregado todos sus activos a las Naciones Unidas y habiendo otorgado a la nueva Secretaría de la ONU el control total de su biblioteca y archivos. https://www.un.org La idea de paz universal estaba implícita en la propuesta wilsoniana de la Sociedad de Naciones. La disciplina de las RRII , nacida en dicho contexto ideacional, asumió dicha universalidad. Las negociaciones de paz en las que se abordó la idea, de crear instituciones científicas para el estudio de las cuestiones internacionales dejaron fuera sin embargo, opciones políticas que nos ayudan a replantear el carácter universal del proyecto político que fue la Sociedad de Naciones, y por ende, la propia disciplina de las RRII. Dos ejemplos nos sirven para elaborar categorías generales y así, descartar la naturaleza universal prevista en el Pacto de la Sociedad de las Naciones: 1) La aplicación selectiva del principio de autodeterminación de los pueblos que dejó fuera a los pueblos colonizados. El orden universal post-primera guerra mundial fue un orden exclusivo, para el mundo occidental y excluyente; el principio de autodeterminación solamente se aplicó al mapa europeo. 2) Hacer referencia a la relación epistolar y personal entre Janne Addams, y el presidente Wilson. Las ideas de esta socióloga y activista estadounidense están en la base de las propuestas wilsonianas que se incorporan en los Catorce Puntos. Ahora bien, Wilson no retuvo ideas fundamentales para la paz universal incluidas en el ideario de Addams. El pragmatismo feminista de Addams hacia de la participación de las mujeres, un factor básico para la paz (el sufragio femenino es visto como factor humanizador de los gobiernos y la participación de las mujeres es central para construir la paz). La igualdad entre géneros y la justicia es una aproximación que va más allá del idealismo wilsoniano, que espera la paz, como resultado de la diplomacia abierta y no de la transformación social e incluyente inspirada por Addams. La construcción del orden mundial de 1919 supuestamente universal que marcó la génesis de la disciplina de las RRII en su agenda y en su enfoque, fue excluyente; excluyó, como hemos visto, a los pueblos colonizados y a las mujeres. La disciplina de las Relaciones Internacionales está inmersa en el siglo XXI en debates sobre esas exclusiones. Como ha escrito JOSÉ ANTONIO SANAHUJA: “las Relaciones Internacionales necesitan hoy en día de un discurso universalista integrador. De esta manera, las Relaciones Internacionales como disciplina serían más aptas para responder a uno de los retos más perentorios de nuestra época: la necesidad de una modernidad reflexiva que exige una mirada crítica sobre su propia definición y sentido de lo universal y humano” Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 37 a 40. 4. LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES El corto siglo XX es un período relativamente breve de tiempo, que va de la primera guerra mundial al fin del bloque soviético. En ese período de tiempo nace y se desarrolla, el nuevo espacio científico que constituye la disciplina de las Relaciones Internacionales. Nos hallamos frente a una disciplina nueva y de ahí la necesidad del teórico de las relaciones internacionales, tal y como lo describió Hoffmann, de distinguir entre: 1 el pensamiento clásico, que ofrece un sustrato filosófico-normativo para la nueva disciplina, y 2, la moderna teoría de las relaciones internacionales, entendida como “estudio sistemático de fenómenos observables, que intenta descubrir las variables principales, explicar el comportamiento es revelar los tipos característicos de relaciones entre entidades nacionales”. El nacimiento pleno de esta teoría sistemática de las relaciones internacionales se produce a partir de la Segunda Guerra Mundial. Si bien el período de entreguerras constituyó un laboratorio de ideas de muchas de las teorías que van a alcanzar su pleno desarrollo en el mundo bipolar. La aproximaciones de CARR, o MITRANY en sus obras de 1939 y 1943 (respectivamente), constituyen sendos precedentes de dos autores muy celebrados durante las décadas de 1950 y 1960, MORGENTHAU y HAAS. El primero se distinguió por poner las bases de pensamiento realista entre los teóricos americanos de relaciones internacionales, además de aplicar dicho pensamiento al análisis de la política exterior de los EEUU. Morgenthau, elaboró una teoría de la política internacional asentada en lo que él denominó principios del realismo político, que estaba dirigida a orientar la diplomacia de los EEUU en una época en la que la supervivencia de dicho país se veía amenazada por las armas nucleares de la Unión Soviética y el segundo (HAAS), es el máximo exponente de los estudiosos de la integración europea a partir del neofuncionalismo. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 47, 48 y 77 Dos fenómenos relevantes - La política exterior de los EEUU - La integración de la UE ¿Por qué relevantes?. Esta pregunta nos introduce en el mundo de la teoría. Hay muchos hechos, pero a la hora de decidir qué es lo relevante y qué no lo es, adoptamos decisiones asentadas en aproximaciones teóricas. Aproximaciones, que nos ayudan a distinguir lo relevante de lo que no lo es. La teoría nos sirve para dar sentido a los hechos. El teórico en RRII pretende, como indica HOLSTI, “mejorar la compresión de la política mundial”. Familiarizarnos con la teoría de las relaciones internacionales también comporta entender su evolución. En este sentido, asumimos que la teoría de las relaciones internacionales tal y como la conocemos hoy en día, plural y compleja, es el producto de la articulación constante entre tres factores: ideas, hechos e instituciones. Esto es: Ideas o los debates intelectuales entre los académicos en relaciones internacionales; Hechos o los cambios y las nuevas necesidades en la sociedad internacional Instituciones o contextos académico profesionales, como las asociaciones, las universidades o las publicaciones, que tienen impacto en las decisiones teóricas que se adoptan en cada momento. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, pág. 49 Vamos a abordar algunas dimensiones fundamentales para entender teóricamente la sociedad internacional actual: 1. Las grandes tradiciones de pensamiento sobre la sociedad internacional. 2. Las controversias científicas que ha generado la formulación teórica. 3. Introducción a las grandes aproximaciones teóricas que tenemos hoy en día a nuestra disposición para el estudio de las relaciones internacionales. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, pág. 49 1 1. Las grandes tradiciones de pensamiento La noción de tradiciones de pensamiento en la teoría de las relaciones internacionales fue introducida por el profesor británico Martin Wight. Las clases de Wight en la década de 1950 pusieron las bases de lo que se llama las tres grandes tradiciones de pensamiento en las relaciones internacionales. El mismo Wight habla, en un principio, de realismo, racionalismo y revolucionismo, más adelante, los sustituye por los equivalentes de maquiaveliano, grociano y kantiano. La tesis de Wight es que antes del siglo XX no tenemos un cuerpo de pensamiento que aborde sistemáticamente las cuestiones sustanciales en relaciones internacionales (naturaleza humana, sociedad internacional, comunidad humana, poder nacional, interés nacional, política exterior, equilibrio del poder, diplomacia, guerra y derecho internacional, obligaciones y ética). Vamos a ver las características modélicas de cada una de las tradiciones de pensamiento, optando por las denominaciones adoptadas por BULL, quien sustituyó a Maquiavelo por Hobbes, ya no tradición maquiaveliana en el caso de los pensadores realistas. Las otras dos tradiciones, grociana y kantiana, que reúnen respectivamente a pensadores racionalistas y a pensadores revolucionistas mantienen las denominaciones de Wight. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, pág 50. De entrada, denominación de Wight: Wight: Wight: Realismo Racionalismo Revolucionismo Wight sustituye por Wight sustituye por Wight sustituye por Grociano Kantiano Maquiavelo BULL sustituye Maquiavelo por Se mantiene la denominación de Se mantiene la denominación de Wight Wight Hobbes Tradición kantiana Tradición groaciana (Tradición hobbesiana) Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, pág 50. LA Describe las relaciones internacionales como un estado de guerra de todos contra todos. Nos encontramos así frente a una TRADICIÓN situación pura de conflictos entre Estados. De tal manera que los intereses de un Estado son excluyentes respecto de las de HOBBESIANA cualquier otro Estado. En esta tradición, la actividad internacional más característica es la guerra. La paz, por su parte, no es más que un período de recuperación entre guerras. En términos prescriptivos, la tradición hobbesiana ve el comportamiento internacional del estado, libre de toda restricción legal o moral. Las ideas de moralidad o de legalidad son ajenas al ámbito internacional. El único principio que rige en la conducta internacional del mundo hobbesiano es la prudencia, el cálculo a la hora de emprender acciones. Así, los acuerdos se respetan tan sólo si ello forma parte del propio interés en un momento dado. LA Se sitúa en el extremo opuesto de la anterior. Según los kantianos, las relaciones internacionales se definen a partir de los TRADICIÓN lazos sociales transnacionales que unen a los individuos de nacionalidades diferentes. En esta tradición del estado pierde KANTIANA relevancia en favor del individuo, cuyas relaciones en el marco de una potencial comunidad humana han de borrar el sistema de estados. Se parte de la idea de que en la comunidad humana los intereses de todos los seres humanos son idénticos. De ahí que las relaciones internacionales sean de carácter cooperativo puro (no entre estados ya que persigue la desaparición del sistema de estados y sustituirla por una sociedad cosmopolita). A diferencia del hobbesiano, el kantiano cree que la conducta internacional está dictada por imperativos morales. LA Se sitúa entre las dos anteriores al describir las relaciones internacionales, como una sociedad estados o sociedad internacional. El conflicto entre estados es de carácter limitado en base a la existencia de reglas y de instituciones. La actividad internacional que mejor TRADICIÓN tipifica el mundo grociano es el comercio o, de modo más general, las relaciones económicas y sociales entre los estados. GROCIANA En términos prescriptivos, el grociano cree que la conducta del estado está limitada por las reglas y las instituciones de su sociedad (sociedad de estados). Prudencia, moralidad y derecho conformarían la lógica del comportamiento estatal, dispuesto a defender la existencia de dicha sociedad. El grociano niega tanto la anarquía del hobbesiano como la voluntad de emancipación del kantiano, buscando el punto medio: el mundo del orden. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 51 y 52 2 2. Las controversias científicas en la formulación teórica. Las relaciones internacionales, han generado importantes controversias en torno a las cuestiones teóricas. HOFFMANN “ la teoría constituye el principio de orden en una disciplina”. La teoría funciona con “una guía para el análisis de los actores, las estructuras, y los procesos internacionales”. La primera idea que tomamos en consideración es que el mapa teórico es complejo y plural, pero vamos a abordar las grandes aproximaciones teóricas (también llamadas escuelas o tradiciones teóricas) y sus variantes. Ej: la escuela realista, derivada del pensamiento tradicional hobbesiano, es sin duda, el referente fundamental en relaciones internacionales. Dicha aproximación, que ha tenido variantes a lo largo de los años, se ha traducido en teorías aplicables al análisis empírico, como es el caso de las teorías del equilibrio del poder, del equilibrio del terror, de las alianzas o de la transición. Esta última, la teoría de transición de poder, ha generado importantes estudios en los últimos años en relación al acceso de china como potencia central en el sistema internacional. La segunda idea que queremos aportar nos llega al terreno de los niveles de análisis introducidos por SINGER. El término niveles de análisis denota la existencia de múltiples niveles para analizar los fenómenos internacionales. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 54 y 55. Fenómeno de la guerra: si nos preguntamos por las causas que llevan a la guerra, nos encontramos con respuestas situadas en diversos niveles: macro (global), meso (medio) o micro. Así, las guerras son vistas, según el nivel en que nos situemos, como el resultado de un sistema de estados anárquico (sin autoridad central), de unos estados con aspiraciones de poder (imperialismo) o son el resultado de motivaciones personales. -Teorías de nivel macro, ofrecen una clave explicativa a nivel sistémico (sistema capitalista, anarquía del sistema internacional). -Las teorías parciales se centran en fenómenos a nivel meso (teoría de la integración regional que asocia integración con paz). -Nivel micro: (las teorías de toma de decisiones en política exterior toman en consideración las motivaciones de los decisores). Relaciones internacionales “amalgama de varios juegos” No hay una sola explicación para determinar cuáles son las causas de la guerra. Es bueno, preguntarse por el nivel de análisis en el que nos situamos, siguiendo la lógica de los dos niveles de juego de Robert PUTNAM (nivel doméstico y nivel internacional). Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 54 y 55. 3 3. Las grandes aproximaciones teóricas al estudio de las Relaciones internacionales. El REALISMO: es una escuela teórica cuya El LIBERALISMO: pone el acento en la visión en RRII es la de un sistema interdependencia y en la capacidad que internacional anárquico. Siguiendo a Hobbes, ésta tiene de modificar las preferencias de las RRII son una guerra de todos (los Estados) los Estados y de las sociedades, contra todos (los Estados), en la medida en haciéndolos más dispuestos para la que los Estados deben proporcionarse así cooperación. Los liberales abren el abanico de mismo la seguridad que ninguna autoridad actores internacionales más allá del Estado- superior les puede suministrar. nación. La idea básica es la interdependencia. La idea básica, por tanto, es la anarquía. APROXIMACIONES TEÓRICAS El CONSTRUCTIVISMO: subraya el carácter social de los actores internacionales, esto es, la idea de que los actores internacionales construyen sus preferencias, visiones del Las VOCES CRÍTICAS: reúnen a un grupo de mundo e identidades a partir de su relación aproximaciones explícitamente opuestas a con los demás. Las normas, se convierten en las teorías dominantes. Comparten la el material central del análisis. voluntad de favorecer el cambio social. Los constructivistas centran su atención en las normas. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 54 y 55. EL REALISMO La anarquía del sistema de Estados: los realistas tienen una visión de las relaciones internacionales que asume que el sistema internacional es anárquico. Por encima de los estados no existe una autoridad central. Este carácter anárquico, tiene implicaciones analíticas muy relevantes, compartidas por los académicos realistas, independientemente de épocas, corrientes y diferencias entre ellos. Son las siguientes: Rasgos del Realismo 1. La seguridad internacional como un asunto prioritario de la agenda internacional y, por tanto, la subordinación del resto de temas a dicha prioridad. 2. El estatocentrismo; esto es, los estados ocupan un lugar preeminente en las estructuras y procesos de las relaciones internacionales. 3. La lucha por el poder como motivación para el comportamiento de los actores (estados) 4. El carácter cíclico de la historia, la imposibilidad de progreso histórico y de cambio hacia formas cualitativamente distintas de orden internacional. 1. Primacía de la seguridad: la primera característica el realismo es la primacía de la seguridad en la agenda internacional. Según los realistas, en un mundo en el que el rasgo principal es la anarquía internacional, los actores han de tener capacidad para protegerse a sí mismos. Si no existe autoridad superior que proporcione protección, cada unidad política debe adquirir las capacidades para protegerse a sí misma. En relaciones internacionales la seguridad de cada estado entra en contradicción con la seguridad de los demás. Se vive, por tanto, en conflicto y desconfianza permanentes. Los realistas establecen una jerarquía nítida entre los temas de las relaciones internacionales. Para ellos, el más importante es la seguridad, empezando por la militar, ya que sin ella no es posible conseguir ningún objetivo político. La seguridad forma parte de la alta política, mientras que lo económico, lo social, los derechos humanos, lo ambiental y lo científico forman parte de la baja política o política de segundo orden. 2. Estatocentrismo: la segunda característica del realismo es el estatocentrismo. Por lo general, solamente los estados, o alianzas de estados tienen la capacidad de movilizar el tipo y la cantidad de recursos necesarios para ser un actor relevante en el terreno de la seguridad. El estado actuará en defensa de sus intereses nacionales. Solamente el estado con capacidad para movilizar todos los recursos disponibles de la manera más racional posible en pos de su seguridad tendrá la posibilidad de sobrevivir en un contexto internacional de anarquía y salir, así, airoso ante una amenaza. Y si eso no ocurre, el estado pagará las consecuencias, perderá relevancia en el sistema de estados o incluso perderán su independencia y soberanía. 3. Competición por el poder: La tercera característica del realismo es la competición por el poder. Los estados son posicionales. Quieren ganar posiciones o como mínimo no perderlas en la estructura de poder, a escala internacional o a escala regional. 4. Imposibilidad de progreso histórico: La cuarta característica del realista es que no prevé progreso histórico posible, no espera que con el paso del tiempo los estados desarrollen preferencias menos tendentes al conflicto y más tendentes a la cooperación. El ciclo del conflicto por el poder y la guerra entre las grandes potencias, están llamados a repetirse forma sistemática (solamente la prudencia en la política exterior puede moderar el peligro de la destrucción del orden y los horrores de la guerra) Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 70 a 73. REALISMO EN EL CONTEXTO HISTÓRICO Contexto histórico en el que emergió y en el que se ha desarrollado y evolucionado. Se teoriza para resolver problemas intelectuales que existen en un momento dado y que derivan, más o menos directamente, de las condiciones sociales y políticas del momento. Desde este punto de vista, se expone la relación del realismo con cinco fases históricas, que han moldeado cinco versiones distintas del mismo: Los años de entreguerras: el realismo se presentó en el período de entreguerras como reacción al idealismo, la versión de entreguerras del liberalismo internacional. La post Segunda Guerra Mundial y primeros compases de la guerra fría: Morgenthau elaboró una teoría de la política internacional asentada en lo que denominó principio del realismo político dirigida a orientar la diplomacia de los Estados Unidos en una época en la que la supervivencia de dicho país se creía amenazada por las armas nucleares de la Unión Soviética. Los años de la llamada segunda guerra fría a partir de finales de los años 70: La situación de fuerte tensión bipolar entre potencias a partir de la segunda mitad de los años 70, alentó una nueva oleada de teorización realista llamada neorrealismo. La post guerra fría a partir de principios de los años 90: A partir de 1989 y con el fin de la guerra fría, se relajaron las rigideces que la tensión bipolar y el equilibrio nuclear habían impuesto al sistema internacional. Aparece entonces la corriente realista llamada, realismo neoclásico (que se ha desarrollado en el campo de los estudios de política exterior y de seguridad). Y finalmente, la fase marcada por la emergencia de China y el declive relativo de EEUU, en particular a partir de finales de la primera década del siglo XXI: han reavivado el interés por versiones más estructurales del realismo. Los cambios históricos se interpretan como tendentes a conformar una nueva distribución potencialmente bipolar. Fuente: E. Barbé. Relaciones Internacionales. 4ª Edición. Editorial Tecnos. Págs. 74 y 80. EL LIBERALISMO La interdependencia: Para los realistas, los rasgos claves de las relaciones internacionales se pueden retrotraer al hecho innegable de que en el sistema internacional no existe una autoridad central, legítima y reconocida por todos. Frente a ello, abordamos los elementos más importantes de la visión de las relaciones internacionales que han desarrollado los liberales, y en este caso, el concepto que abre la puerta a su lógica explicativa es el de interdependencia. Cuando hablamos de interdependencia nos referimos de entrada, a la interdependencia económica y social entre sociedades de distintos estados. Nos referimos a la interpenetración de las sociedades que se deriva de los flujos de bienes, servicios, capitales, ideas y personas y que asocia una sociedades con otras en una multitud de dimensiones, el económico, y lo humano, un científico y lo intelectual. Se espera que estos vínculos tengan consecuencias políticas, en la medida en que modifican los intereses, referencias y percepciones de partes más o menos relevantes de los distintos estados, pateando así los incentivos del decisiones. La interdependencia se manifiesta también de otro modo, a lo que podríamos llamar la interdependencia en la suerte de los estados, es decir, la constatación de que, en un amplio abanico de asuntos que va desde la proliferación nuclear hasta el cambio climático, pasando por la salud y la lucha contra la delincuencia organizada transnacional, los estados comparten el problema y, por tanto también deberían compartir soluciones. El liberalismo sostiene que, en cualquiera de estas facetas de interdependencia conlleva una mayor necesidad de cooperación. Argumentos clave de la aproximación teórica liberal 1. Se abre el abanico de actores con los que deberá contarse para dar cuenta de las relaciones internacionales, más allá de los estados. 2. Se diversifica la agenda de las relaciones internacionales, rompiendo la jerarquía realista que ubicaba la alta política, de primer orden, por encima de la baja política, y segundo orden. 3. Emerge la posibilidad de cambio y el progreso histórico, en contraste con la visión cíclica de la historia manejada por los realistas. 4. Adquieren importancia las instituciones, en general, y las organizaciones internacionales, en particular, ya sea como actores autónomos, ya sea como catalizadores de comportamientos cooperativos por parte de los estados. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 89 y 90. 1. Pluralidad de actores (Liberalismo) Para los liberales, partir de la interdependencia conduce a abrir el elenco de actores a la participación no únicamente de estados, sino también de empresas transnacionales, ONG, organizaciones internacionales, entidades sub-estatales (regiones, grandes ciudades) o incluso individuos. Recordamos que, para los realistas, la anarquía impone un entorno competitivo que favorece a los actores con capacidad para movilizar el tipo de recursos que sólo los estados tienen a su disposición de manera regular. La interdependencia, en cambio, conduce a los argumentos opuestos. Conecta sectores de sociedades pertenecientes a estados distintos. La política interna y la internacional dejan de estar desconectadas. Las relaciones comerciales, los flujos de capitales, las redes de agencias regulatorias, las migraciones, el intercambio intelectual, la cooperación académica o el turismo convierten a sus participantes en actores de las relaciones internacionales. Los participantes en estas interacciones se convierten en conexiones de una gran diversidad de redes transfronterizas, que configuran sus intereses e influyen en sus percepciones. Y al hacerlo modifican la forma en cómo las naciones se relacionan las unas con las otras. Además de abrir el abanico de los actores internacionales más allá de los estados, el liberalismo también relativiza las premisas de su unidad y racionalidad. En la práctica, y de manera creciente, en un gobierno, las relaciones internacionales no son sólo cosa de los ministerios de asuntos exteriores y de defensa. Todos los ministerios tienen relaciones internacionales. Y además, más allá del gobierno central también algunas regiones y grandes ciudades desarrollen intereses particulares asociados a algunas de las redes transnacionales. En consecuencia: las relaciones internacionales dejan de ser simplemente las relaciones entre estados. Las relaciones internacionales pasan a estar presentes en el quehacer cotidiano de muchos otros actores. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, pág. 91. 2. Diversidad de la agenda internacional (Liberalismo) La pérdida de centralidad del estado conlleva también la aparición en la agenda de las relaciones internacionales de otros asuntos más allá de las preocupaciones de la seguridad nacional enfatizadas por los realistas. Al igual que abren el concepto de actor, los liberales amplían también la lista de temas clave de los que se ocupan los actores. La seguridad de los estados no es la preocupación principal de las empresas que forman parte de cadenas globales de producción, que quieren costes bajos, mercados abiertos y operar con el máximo de facilidades regulatorias posibles. No es tampoco la preocupación principal de las ONG, que quieren defender sus puntos de vista de la forma más conveniente para sus preferencias e influir así sobre los decisores. Diversidad de la agenda internacional. La vertiente del liberalismo que más énfasis ha puesto en la diversificación de la agenda, el transnacionalismo. Transnacionalismo (vertiente del liberalismo) Se desarrolló, durante la década de los años 70. La distensión, el período de la guerra fría que entre mediados de los años 60 hasta finales de los años 70 redujo la rivalidad bipolar: redujo la sensación de urgencia en el terreno militar y abrió oportunidades para la negociación y el acuerdo como herramientas para gestionar algunos de los principales desafíos. La economía fue una de las prioridades de la agenda. Estos son años marcados por una crisis económica. A partir de los años 70, si bien, con altibajos, los asuntos político militares reservados a diplomáticos y estrategas han sido acompañados en la agenda internacional por una serie de cuestiones vinculadas a la actividad humana en un mundo altamente desarrollado: relaciones comerciales y financieras, desarrollo tecnológico, mundo de las comunicaciones, cuestiones energéticas, problemas ambientales, temas culturales, problemas globales de salud, etc. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 92 y 93 3. La posibilidad el progreso (Liberalismo) o Los liberales conciben la posibilidad el progreso histórico. Esta es la diferencia más consistente con el realismo, la que menos ha variado a lo largo del tiempo y la que más se ha mantenido bajo todas las versiones del liberalismo. o Para el liberalismo, la posibilidad del cambio en profundidad del sistema internacional, ha sido una premisa clave. Los estados, y el resto de actores internacionales, pueden desarrollar intereses, preferencias y percepciones tendentes a alejar las relaciones del conflicto, haciendo menos probable la guerra. o No se trata de que un mundo de interdependencias sea mundo sin conflictos, ya que cualquier sociedad, internacional o interna, con miembros interdependientes encierra conflictos. o Pero a su vez, se espera que la interdependencia genere tanto la necesidad de cooperar como las capacidades e inclinaciones para hacerlo. Por una parte, los problemas compartidos aumentarán la demanda de cooperación para hacerles frente; por la otra, los intereses conjuntos pueden procurar las condiciones para satisfacer la demanda. o Si la cooperación da lugar a la construcción de acuerdos de instituciones, si el orden puede afirmarse gradualmente y la sociedad internacional, puede ir acumulando densidad normativa, entonces es posible imaginar una domesticación de la sociedad internacional. Los estados pueden ver limitado su margen de maniobra, el miedo a ser sometido por una potencia más poderosa puede remitir, la competición por el poder puede apaciguarse, y paulatinamente las sociedades pueden desarrollar percepciones y preferencias que propicien la cooperación y la integración con otras sociedades. La anarquía internacional puede ser mitigada. Frente a la anarquía de los realistas tenemos aquí un mundo más grociano que encaja mejor con conceptos como globalización o sistema internacional en los que los intereses mutuos generan cierto orden internacional. Fuente: E. Barbé, Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, 4ª edición, págs. 93 y 94