Imperialismo: La Europeización del Mundo PDF
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Mariona Lloret Rodà
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Este documento explora el imperialismo y la europeización del mundo entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XX. Analiza diferentes imperios, la competencia en África y los impactos culturales. Se centra en la expansión de las potencias occidentales y sus consecuencias.
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Imperialismo: la europeización del mundo PID_00248458 Mariona Lloret Rodà Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 4 horas © FUOC PID_00248458 Imperialismo: la europeización del mundo Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright. © FUOC PID_00248458 Imperialismo: la europeización del mundo Índice Introducción............................................................................................... 5 1. Imperios coloniales............................................................................ 9 1.1. Gran Bretaña............................................................................... 9 1.2. Francia......................................................................................... 12 2. Imperios continentales..................................................................... 15 2.1. Estados Unidos............................................................................ 15 2.2. Rusia............................................................................................ 22 2.2.1. La expansión territorial de Rusia entre 1613 y 1914..... 23 3. La carrera por África........................................................................ 26 3.1. Movimientos de resistencia africanos......................................... 33 3.2. La conquista cultural y el white man’s burden.............................. 34 4. La hegemonía de Occidente a comienzos del siglo XX.............. 37 5. Impactos culturales: el orientalismo............................................ 40 6. Un mundo de imperios..................................................................... 45 Bibliografía................................................................................................. 47 © FUOC PID_00248458 5 Imperialismo: la europeización del mundo Introducción Históricamente, el imperio ha sido una forma de organización política común Referencia bibliográfica en todo el mundo y muy duradera. El Imperio otomano, por ejemplo, existió Jane Burbank; Frederick durante seis siglos, y el chino alrededor de dos mil años, cambiando de dinas- Cooper (2010). Empires in tías. Por lo tanto, se puede decir que el imperio ha sido la forma de estructu- World History: Power and the Politics of Difference (págs. ración política más común en la historia global. Así pues, el Estado-nación, si 2-3). Princeton / Oxford: Princeton University Press. se analiza con perspectiva histórica, resulta todavía nuevo y, por lo tanto, no se trata de una forma natural o inevitable de organización política. Además, dada la relevancia del imperio, este ha influenciado enormemente en la con- figuración política mundial actual. En cada región, el imperio se ha desarrollado de maneras diferentes, de modo Referencia bibliográfica que se hace difícil establecer una definición cerrada o una fórmula que pueda Jane Burbank; Frederick aplicarse en todas las épocas y geografías. Las características específicas de cada Cooper (2010). Empires in imperio varían dependiendo de la configuración, las motivaciones o el nivel World History: Power and the Politics of Difference (pág. 8). de integración de sus comunidades. Princeton / Oxford: Prince- ton University Press. Un imperio, a grandes rasgos, es una unidad política grande, que sue- le ser expansionista y que mantiene una jerarquía en su población al adquirir a nuevos miembros de distintas comunidades a menudo bajo coerción (a diferencia del Estado-nación, que se autojustifica a través de la idea de un único pueblo o comunidad en un intento homogenei- zador). En este módulo veremos diferentes tipos de imperialismo, centrándonos en el Referencia bibliográfica periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII hasta los inicios Eric Hobsbawm (1987). The del siglo XX, época que se conoce como la era del imperialismo, a pesar de Age of Empire, 1875-1914. que hay historiadores como Eric Hobsbawm que ponen especial énfasis en las Londres: Abacus Books. últimas décadas del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. El modus operandi de los imperios europeos era la expropiación de tierras, que Referencia bibliográfica permitía a la metrópoli hacerse con el control de los bienes del territorio sub- John Darwin (2008). After yugado, la colonia, que invadía con uso de mano de obra a menudo esclava Tamerlane: The Rise and Fall o bajo algún otro tipo de trabajo coercitivo. Es decir, se trataba de un método of Global Empires, 1400-2000 (págs. 23-24 y 27). Nue- de imperialismo agresivo, rápido y eficaz que podríamos denominar también va York / Londres / Berlín: Bloomsbury Press. colonialismo. Los pueblos nativos eran a menudo excluidos, expulsados o li- quidados con la ayuda de las nuevas tecnologías ochocentistas. Así pues, vale la pena plantearse el hecho de que quizá no fue el impulso modernizador el que colocó a las potencias europeas al frente de la jerarquía estatal mundial, sino su capacidad de violencia organizada. © FUOC PID_00248458 6 Imperialismo: la europeización del mundo Dada la importancia de la forma política del imperio, se puede afirmar que, Referencia bibliográfica como escribió Edward Said, las conexiones globales actuales se fundamentan Edward W. Said (1993). Cul- mayoritariamente en el establecimiento de los imperios mundiales modernos ture and Imperialism (pág. 37). en el siglo XIX, que fue de la mano, está claro, del auge de tres potencias en Nueva York: Vintage Books. particular: Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos; es decir, lo que se conoce como la emergencia de Occidente. Encontramos aquí el punto álgido de la Gran Divergencia. No obstante, hay que matizar que, como en el caso de la divergencia, sería conveniente no uti- lizar el término Europa como un todo, sino tratar de matizar de qué países estamos hablando, puesto que en el continente había desarrollos y procesos diferentes que dificultan poder hacer referencia al continente entero. Recordemos La Gran Divergencia es el proceso histórico mediante el cual ciertas sociedades lograron un nivel de confort material muy superior al del resto del mundo y que configuró jerár- quicamente el mundo de manera bastante similar a como está distribuido hoy en día entre países pobres y países ricos. Si miramos la evolución histórica del imperialismo en cifras, veremos cómo Referencia bibliográfica en el año 1800 los poderes occidentales controlaban alrededor del 35 % del Edward W. Said (1993). Cul- planeta, mientras que en 1878 la cifra había aumentado hasta el 67 %. Al ini- ture and Imperialism (pág. 39). cio de la Primera Guerra Mundial, Europa controlaba, ya fuera bajo dominios, Nueva York: Vintage Books. protectorados, colonias u otras formas de dominio territorial, el 85 % del pla- neta, un porcentaje sin precedentes en la historia. Así pues, mientras el con- trol europeo y, por lo tanto, la europeización del mundo se producía en un ambiente de competitividad y lucha entre Estados occidentales por el poder y el prestigio, paralelamente, y como consecuencia, las interconexiones mun- diales o globalización iban creciendo. En los países que colonizaban, los europeos construyeron redes de ferrocarriles y de puertos y establecieron vías de navegación para barcos de vapor; también construyeron líneas de telégrafo, bancos, hoteles, tiendas, iglesias..., mientras daban paso a la entrada de mercaderes europeos. Estas infraestructuras esta- ban basadas en un modelo europeo y tenían el objetivo de beneficiar al con- tinente. Transformaron drásticamente paisajes y sociedades; hicieron que zo- nas que estaban situadas en partes remotas del planeta fueran exportadoras de productos de primera necesidad, como carne o mantequilla, o materias primas como algodón, azúcar, carbón o café, y cambiaron los modos de vida que les eran ajenos para convertirlos en hábitats con eco europeo. Así pues, los europeos se expandieron por África, el sudeste asiático, el sur del Referencia bibliográfica Pacífico y Oriente Medio, donde organizarían particiones coloniales. También John Darwin (2008). After en el norte (los rusos) y en el sur de Asia (los británicos) establecieron impe- Tamerlane: The Rise and Fall rios fuertes que cambiarían las organizaciones locales previas. En otras zonas of Global Empires, 1400-2000 (págs. 15-17). Nueva York / del mundo, los occidentales crearon unidades territoriales que pondrían las Londres / Berlín: Bloomsbury Press. bases de las estructuras estatales que se pueden encontrar hoy en día (y que generarían numerosos conflictos fronterizos a lo largo del siglo XX). Allí don- © FUOC PID_00248458 7 Imperialismo: la europeización del mundo de no dominaban de manera directa, como por ejemplo en América Latina, mediante fuerzas económicas y amenazas e intervenciones militares, las po- tencias europeas también mantenían su hegemonía global. Antes de entrar en más detalles y en el análisis de ejemplos específicos, vale la Referencia bibliográfica pena hacer algunas enmiendas que habrá que tener en cuenta a la hora de es- Robert Young (2015). Em- tudiar el imperialismo. Es importante remarcar que hay autores que establecen pire, Colony, Postcolony (pág. una diferencia entre imperialismo y colonialismo. Mientras que el primero haría 54). Hoboken: John Wiley & Sons Inc. referencia a la decisión y concepción política de dominar un territorio fuera del local por razones de poder o prestigio, colonialismo significa la conquista literal de tierras foráneas con objetivos más pragmáticos, como la obtención de materias primas, para finalidades comerciales y económicas. Matices apar- te, los dos comportan la conquista y el dominio de una tierra extranjera. Otra diferenciación que hemos de tener en cuenta a la hora de analizar los imperios es que, como hemos dicho, no todos funcionaban del mismo mo- do. Veremos que, por un lado, hay imperios propiamente coloniales, es decir, que se expandían por vía marítima por otros territorios fuera de la metrópoli, como podrían ser Gran Bretaña, España o Francia, y por otro, imperios que podríamos denominar continentales, que se expandían a través de un vasto territorio de tierra configurando espacios imperiales gigantes, como Rusia o Estados Unidos. En todos estos imperios surgía la misma cuestión, que será de importancia para este módulo: ¿quién constituía el «pueblo»?: ¿Las nuevas poblaciones incorporadas a la entidad política serían recono- cidas como ciudadanos unificados en una misma cultura y, por lo tanto, miembros de la nación, que era un término que tomaba importancia a fi- nales del siglo XVIII? ¿La ciudadanía sería «imperial»? Es decir, ¿se tendría en cuenta y se respe- taría la diversidad cultural y lingüística de cada territorio? ¿Los habitantes de los pueblos incorporados serían grupos marginados y excluidos de representación política? El estatus de las nuevas poblaciones y los derechos de los que disponían fueron Referencia bibliográfica los elementos principales de construcción de los imperios ochocentistas que Jane Burbank; Frederick se afrontaron de manera diferente en cada caso. Cooper (2010). Empires in World History: Power and the Politics of Difference (pág. Para tratar de rebatir la idea lineal basada en términos cronológicos de que 220). Princeton / Oxford: Princeton University Press. los imperios se fueron convirtiendo en naciones, es decir, que las segundas formas políticas sustituyeron a las primeras, el historiador Josep Maria Fradera ha ideado el concepto nación imperial, que aplica a los años 1750-1918. Este © FUOC PID_00248458 8 Imperialismo: la europeización del mundo término, que puede parecer contradictorio, se refiere a la reestructuración de Referencia bibliográfica los imperios a partir de la primigenia época contemporánea que fue necesaria Josep Maria Fradera (2015). dadas las guerras de independencia en el mundo Atlántico. Para Fradera, el La nación imperial: Derechos, Estado y la nación se configuraban no como resultado de la crisis del imperio, representación y ciudadanía en los imperios de Gran Bretaña, sino vinculados al imperio. Así, a finales del siglo XIX había una multitud de Francia, España y Estados Uni- dos (1750-1918). Barcelona: Estados-nación en lucha con características imperiales. Los imperios, por lo Edhasa. tanto, no eran formas caducas sino que fueron el corazón de la formación de las sociedades modernas. © FUOC PID_00248458 9 Imperialismo: la europeización del mundo 1. Imperios coloniales Gran Bretaña y Francia constituyen dos modelos de imperio diferentes, pero básicos a la hora de aproximarse al estudio del imperialismo europeo. 1.1. Gran Bretaña El Imperio británico se convertiría en uno de los imperios más grandes de la Referencia bibliográfica historia de la humanidad. Cabe decir que la expansión británica sería relati- John Darwin (2008). After vamente tardía y que hacia mediados del siglo XVIII la Corona tenía bajo su Tamerlane: The Rise and Fall poder un territorio bastante modesto en comparación con los Imperios portu- of Global Empires, 1400-2000. Nueva York / Londres / Berlín gués, español o francés. Gran parte de este imperio se constituiría de manera (pág. 323): Bloomsbury Press. rápida, sobre todo a partir de la década de 1830, hasta el punto de que, cin- cuenta años más tarde, el país tenía gran variedad de colonias, desde el oeste de Canadá hasta Sudáfrica, desde Suez hasta Hong Kong. El Imperio iba cre- ciendo a través de tratados, negociaciones e invasión. La capacidad naval de la Corona británica fue la gran ventaja que haría posible la expansión global, que transformaría totalmente la manera de vivir y el estatus de las poblaciones indígenas locales. Una vez perdidas parte de las colonias norteamericanas, que se convertirían en los Estados Unidos, Gran Bretaña pronto consolidó un nuevo imperio a partir de sus posesiones en el sur de Asia, que amplió a través de una serie de guerras con Francia y soberanos locales llevadas a cabo por una compañía privada denominada la Compañía de las Indias Orientales (East India Company, en adelante EIC). Compañía de las Indias Orientales Fundada en 1600, la EIC estableció en el litoral de las tierras conquistadas pequeños centros de intercambio comercial protegidos con armamento europeo que, poco a poco, usó como base para expandirse militarmente hacia el interior buscando siempre acceso a nuevas fuentes de materias primas y a nuevos mercados para productos británicos que les dieran el mayor beneficio posible. El Imperio mogol, que dominaba la India, empezó su decadencia a mediados del siglo XVIII por razón de las divisiones internas causadas por costosas guerras civiles. En este contexto de crisis, la EIC supo apoyar a las facciones adecuadas y logró un lugar predominante entre los diversos grupos que se disputaban el control político del territorio. Una vez derrotadas las fuerzas francesas ubica- das en la India con intereses similares a los de la compañía comercial británica y sus aliados indios al final de la guerra de los Siete Años (1756-1763), la Com- pañía Británica de las Indias Orientales se convirtió en la principal fuerza po- © FUOC PID_00248458 10 Imperialismo: la europeización del mundo lítica y estableció su hegemonía por todo el sur de Asia, incluidos los actuales Pakistán, India, Nepal, Bangladesh y Myanmar. Desde estos territorios, poco después, se expandirían hacia el actual Afganistán. La Compañía de las Indias Orientales gobernó de forma directa los dominios británicos de esta parte del mundo hasta los años 1857-58, cuando el Gobierno de la reina Victoria estableció el dominio directo con la creación del llama- do Raj o Imperio de la India (de hecho, la reina se convirtió oficialmente en «emperatriz de la India» al cabo de veinte años). Los abundantes y variados recursos naturales de esta colonia facilitaron el desarrollo industrial de Gran Bretaña en el siglo XIX, y su gran población devino uno de los mercados más importantes de las manufacturas, sobre todo textiles, de la metrópoli. Antes de establecerse como el mayor imperio del mundo, los británicos envia- Referencia bibliográfica ron múltiples expediciones para investigar y cartografiar las costas de otros John Darwin (2008). After continentes. Estos descubrimientos prepararon a los británicos para hacer Tamerlane: The Rise and Fall múltiples conquistas en el Pacífico. Pronto convirtieron Australia en una colo- of Global Empires, 1400-2000 (págs. 173-175). Nueva York / nia de presidiarios; en la década de 1790, pescadores de ballenas, comerciantes Londres / Berlín: Bloomsbury Press. y misioneros empezaron a llegar a las islas del Pacífico para instalarse progre- sivamente en ellas, teniendo en cuenta que era una región muy apartada de Europa. Las exploraciones británicas Es muy conocida la trayectoria del explorador y cartógrafo James Cook, que, entre 1768 y 1779, viajó en tres ocasiones al Pacífico hasta llegar a las islas Hawái y a Australia, y circunnavegó Nueva Zelanda, revolucionando los conocimientos que los europeos tenían sobre aquel océano. Entre 1830 y 1840 la colonización de Australia y Nueva Zelanda por parte de los británicos ya estaba muy encarrilada. El poder británico estaba tomando fuerza y se estaban sentando las bases del momento álgido del Imperio en el siglo XIX. La llegada de los británicos a Australia supuso un cambio radical de las estruc- turas sociales y políticas previas. En 1788 once barcos británicos llevaban a poco más de mil prisioneros que se instalarían en la isla, que los europeos consideraban virgen y suficientemente alejada de la metrópoli para llevar a los indeseables de la Corona y establecer allí una colonia penal. Los pueblos aborígenes que había en la isla sucumbieron a las enfermedades llevadas por los colonos, como la varicela, la gripe o la viruela. Los británicos se hicieron con el control de las tierras y el agua, de modo que se iniciaron una serie de conflictos entre colonos y aborígenes, y también entre diferentes grupos de aborígenes, por el dominio de los recursos. © FUOC PID_00248458 11 Imperialismo: la europeización del mundo Entre 1788 y 1900 se perdió aproximadamente un 90 % de la población local debido a enfermedades, conflictos y pérdidas de tierra. Con la poca población restante, los misioneros europeos procuraron, como habían hecho con los na- tivos americanos, civilizarlos a través de la cristianización y la educación, y proporcionándoles vestimenta europea. Grabado decimonónico que representa a los aborígenes australianos del grupo Gweagal que rechazan la llegada de James Cook a las costas australianas en 1770. Fuente: Wikipedia. Con el establecimiento del Raj británico en la India en 1858 y la incorporación Referencia bibliográfica de varios territorios más en todo el mundo, como África, caso de imperialismo Maya Jasanoff (2005). Ed- que veremos más adelante, en torno al año 1900 el Imperio británico se había ge of Empire: Lives, Cultu- convertido en el más extenso de la historia. Su influencia se expandía por to- re, and Conquest in the East, 1750-1850 (pág. 6). Nueva dos los continentes y su poder era indiscutible. La forma del imperio devino York: Vintage Books. esencial a la hora de definir qué significaba ser británico, de forma que el im- perio quedaba intrínsecamente ligado a la esencia de la identidad nacional. © FUOC PID_00248458 12 Imperialismo: la europeización del mundo Sin embargo, con la llegada de la Primera Guerra Mundial, la configuración de poderes mundiales cambiaría, los imperios serían reestructurados y acabarían desapareciendo al cabo de unas décadas turbulentas. 1.2. Francia El caso de Francia es un ejemplo de globalización cultural muy interesante. A Referencia bibliográfica pesar de no ser tan poderoso o grande como el británico, a lo largo del siglo Maya Jasanoff (2005). Ed- XIX, la expansión del Imperio francés mundializó las ideas y la cultura del país, ge of Empire: Lives, Cultu- que se convertirían en un referente de prestigio e intelectualidad. El Imperio re, and Conquest in the East, 1750-1850 (pág. 328). Nueva francés llegaría a tener, a principios del siglo XX, casi cincuenta millones de York: Vintage Books. habitantes, con territorios por toda África, Indochina y el sur del Pacífico. Con la derrota en la guerra de los Siete Años, como detallaremos más adelan- te, Francia perdió enormes territorios en América del Norte, desde el Golfo de México hasta el actual Canadá, así como la cuenca de los ríos Misisipi, Misuri, Ohio y Saint Lawrence. Para, entre otras razones, recuperar parte de su presen- cia en el continente, Francia apoyó la revuelta de los colonos británicos en América del Norte y los ayudó a lograr su independencia. Esta empresa, muy costosa, junto con sequías que provocaron el aumento de los precios del trigo en Francia y otros factores complejos, supusieron el estallido de la Revolución francesa. La Revolución, iniciada en 1789, había acabado con la vida del monarca fran- cés, pero no con el Imperio, y saber si la recientemente redactada Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano sería aplicada a los habitantes de las colonias resultaría capital en aquel momento. La colonia francesa más importante en aquel momento era Saint Domingue, que ocupaba el tercio occidental de la isla de La Española en el mar Caribe y era entonces la principal productora de azúcar, tabaco y café del mundo, pro- ducción que dependía de la mano de obra esclava. Con la Revolución francesa, un pequeño sector de la población de Saint Domingue propuso la abolición de la esclavitud en la colonia, siguiendo la lógica de la Declaración de los dere- chos del hombre y del ciudadano, pero los intereses económicos eran demasia- do fuertes y las aspiraciones de libertad de los esclavos fueron ignoradas. Esta contradicción dio pie al estallido de una insurrección de esclavos en 1794, que duraría diez años y que acabaría con el establecimiento de un nuevo país en 1804: Haití. La Revolución haitiana puso de manifiesto el descontento por la falta de derechos de los habitantes de las colonias y alertó a los otros Esta- dos imperiales de que se podían iniciar revoluciones parecidas en sus territorios. © FUOC PID_00248458 13 Imperialismo: la europeización del mundo El debate entre diferentes pensadores políticos sobre el estatus de los coloni- Referencia bibliográfica zados fue controvertido. Denis Diderot, por ejemplo, argumentaba que los va- Jane Burbank; Frederick lores universales implicaban que la integridad cultural de los diferentes pue- Cooper (2010). Empires in blos tenía que ser respetada. Además, añadía que los europeos no disponían World History: Power and the Politics of Difference (págs. de ninguna superioridad que pudiera justificar la necesidad de conquistar o 225-226). Princeton / Ox- ford: Princeton University civilizar a otros pueblos, y que esta ansia era un símbolo de la decadencia y Press. la corrupción del Estado. En esta línea, en 1788 algunos ilustrados fundaron una sociedad abolicionista, la Société des Amis des Noirs, que defendía a los esclavos negros que vivían en territorio francés. La Revolución haitiana hizo que esta temática tomara fuerza y que el Gobierno (revolucionario) francés temiera la pérdida de una colonia tan valiosa. Así pues, en 1792 la República francesa declaró que todas las personas libres serían ciudadanos con derechos y dos años más tarde, Jean-Baptiste Belley, nativo de Senegal y exesclavo haitiano, fue nombrado delegado de Saint Domingue en la Asamblea Constitucional francesa, rompiendo las barreras de representación política entre las colonias y la metrópoli, entre negros y blancos. No solo esto, sino que en 1793 el Comisionado de la República en Saint Domingue liberó a todos los esclavos y los declaró ciudadanos, un edicto que también sería apli- cado en otras colonias poco después. La revolución de los esclavos había atemorizado a las élites francesas, que pre- Referencia bibliográfica tendían que los exesclavos se unieran al ejército, hasta el punto de que en Jane Burbank; Frederick 1795 declararon las colonias parte integral de Francia, con lo que colocaban Cooper (2010). Empires in en igualdad de condiciones y derechos a sus miembros. Este fenómeno, a pesar World History: Power and the Politics of Difference (págs. de que no fue duradero, fue verdaderamente revolucionario y un intento de- 226-228). Princeton / Ox- ford: Princeton University sesperado de evitar la pérdida colonial. Sin embargo, cuando Napoleón llegó Press. al poder, revocó los decretos previos: devolvió el estatus de segunda categoría a las colonias y restableció la institución de la esclavitud. Haití se convertía, así, no ya en un territorio emancipado dentro del Imperio francés, sino en una república independiente. Esta revolución puso sobre la mesa temas que están vigentes hoy en día, sobre la relación entre ciudadanía, libertad, imperio y Estado. Paralelamente, durante las décadas inmediatamente posteriores a la Revolu- ción, en Europa, gracias a la emergencia de un sentimiento cohesionador na- cional y el prestigio del general Napoleón Bonaparte, que se convertiría en cónsul, dictador y, finalmente, emperador de Francia, este país estableció un efímero imperio territorial en Europa. Con la caída definitiva de Napoleón en 1815 después de la batalla de Waterloo, el nuevo Estado monárquico francés empezó una política de expansión de ul- tramar utilizando como justificación la exigencia del pago de deudas contraí- das por diferentes países durante las guerras napoleónicas y de independencia latinoamericanas. © FUOC PID_00248458 14 Imperialismo: la europeización del mundo Ejemplo En 1838, Francia lanzó una expedición militar contra México porque durante la guerra de independencia de este país (1810-1821) y los subsiguientes desórdenes políticos, la propiedad de varios ciudadanos franceses que residían allí había sido robada o dañada. Uno de los afectados era un pastelero francés de la Ciudad de México, razón por la cual esta primera intervención francesa en México recibió el curioso nombre de guerra de los- Pasteles. Una vez concertado el pago de una indemnización por parte del Gobierno me- xicano, el ejército francés se retiró. En Argelia, el caso fue el contrario. En 1827 el soberano argelino o dey intentó cobrar unas deudas francesas y, ante la negativa del cónsul francés con el cual estaba llevando a cabo las negociaciones, el dey lo golpeó con un matamoscas. Al enterarse de esta ofensa, el monarca francés, Carlos X, tuvo la excusa perfecta para bloquear y hacerse con el control de la ciudad de Argel en 1830. Gradualmente, el dominio francés en el Magreb fue aumentando. Con el establecimiento del régimen imperial de Napoleón III en 1851, la po- lítica colonial francesa se reavivó: se consolidó el dominio sobre Argelia, se incorporaron nuevos territorios alrededor de los ríos Senegal y Níger en África, en Vietnam y Camboya en el sudeste asiático, en varios archipiélagos en el Pacífico y se intervinieron militarmente Siria, Líbano, Japón, Corea, China y, nuevamente, México. Las ambiciones imperiales de Napoleón III fueron pa- radas por su derrota en la guerra franco-prusiana en 1871. Aun así, después del conflicto, Francia incorporó nuevos territorios y protectorados: Marruecos, Túnez y varias colonias en el África subsahariana y en el sudeste asiático. Posesiones que en algún momento formaron parte del Imperio colonial francés. Fuente: Wikipedia. © FUOC PID_00248458 15 Imperialismo: la europeización del mundo 2. Imperios continentales Una vez estudiados los prototipos de imperios coloniales de ultramar, pasemos a analizar la otra tipología imperial que mencionábamos en la introducción. A lo largo de los siglos XVIII y XIX, Rusia y Estados Unidos desarrollaron sus imperios a través de la conquista continental, de forma que establecieron dos macroimperios en el hemisferio norte con características diferentes en cuanto a las políticas de la diferencia, es decir, al estatus legal de los pueblos de diversa etnia o cultura que conquistaban. 2.1. Estados Unidos Desde la llegada de europeos al norte del continente americano, a lo que hoy son los Estados Unidos, la relación con las poblaciones indígenas fue compli- cada. Si bien es cierto que tanto estas poblaciones como los europeos se be- neficiaron hasta cierto punto del intercambio comercial de metales o anima- les domesticados por productos del bosque como la piel de búfalo, a la larga los nativos americanos se vieron forzados a cambiar su manera de vivir y se tergiversaron las prácticas ecológicas que los locales habían preservado. Los colonos cultivaban las mismas tierras año tras año, mientras que los indígenas tradicionalmente habían rotado las tierras. Los colonos talaban bosques para ampliar el espacio de cultivo y dejaban que los animales domesticados comie- ran la hierba que antaño había alimentado al ciervo y al ante. La guerra de los Siete Años (1756-1763) supuso, en territorio americano, que Nota Gran Bretaña se apropiara de gran parte de los territorios franceses en el actual Esta guerra ha sido considera- Canadá (Nueva Francia) y que España ganara Luisiana (un enorme territorio da por algunos la primera gue- al oeste del río Misisipi) a través de la firma del Tratado de París. rra mundial, puesto que impli- có a varios países europeos im- periales que lucharían en tie- rras americanas e indias. Con el Tratado de París, Francia fue prácticamente expulsada del panorama norteamericano (solo le quedaron las islas pescadoras, St. Pierre y Miquelon), de forma que focalizó sus esfuerzos imperialistas hacia colonias que resultaran Referencia bibliográfica más productivas, las economías azucareras caribeñas, como Saint Domingue. John Darwin (2008). After Estos cambios territoriales situarían a los británicos al frente de las posesiones Tamerlane: The Rise and Fall of Global Empires, 1400-2000 coloniales europeas, lo que hizo perder la centralidad a Francia. (págs. 170-171). Nueva York / Londres / Berlín: Bloomsbury Press. Con la proclamación real británica de 1763, año del fin de la guerra, se rees- tructuró todo el territorio afectado por el conflicto bélico, y las poblaciones indígenas americanas pasaron a vivir en una entidad política separada de la sociedad colonial, la llamada reserva. La Corona británica prohibía a los colo- nos cualquier asentamiento más allá de los Apalaches. Entre los académicos © FUOC PID_00248458 16 Imperialismo: la europeización del mundo todavía no se ha resuelto el debate sobre si esta proclamación era un reconoci- miento o un ataque a la soberanía de los grupos locales. En cualquier caso, da a entender que las poblaciones indígenas eran concebidas como algo diferente. Décadas más tarde, los colonos europeos se expandieron hacia el oeste. Poco a poco, las poblaciones indígenas fueron perdiendo territorio y poder allá don- de habían nacido. La inferioridad armamentística sería un factor clave en este proceso. Los europeos llegaron al norte del continente aplicando sus ideolo- gías y prácticas de gobierno y explotación, mientras controlaban el comercio exterior, lo que deterioraría la vida de los locales. Mapa de la proclamación real de 1763 por la Corona británica. Wikipedia. Al obtener la independencia del Imperio británico (1776), Estados Unidos se Referencia bibliográfica embarcó en una conquista propia, en la cual incorporaban nuevos territorios Richard H. Immerman que serían estados de la Unión. La nueva federación era un gobierno republi- (2010). Empire for Liberty: A cano, lo que no frenaba las aspiraciones imperialistas de las élites. De hecho, History of American Imperia- lism from Benjamin Franklin to desde el momento en el que Estados Unidos se convirtió en un país indepen- Paul Wolfowitz (pág. 1). Prin- ceton / Oxford: Princeton diente, su primer presidente, George Washington, lo describió como un im- University Press. perio emergente (rising empire). © FUOC PID_00248458 17 Imperialismo: la europeización del mundo Lo que diferenciaba a los recientemente nacidos Estados Unidos de otras potencias imperiales es que estos convertían los territorios conquista- dos en parte de la entidad política y no en dominios, protectorados o colonias. En lo que los patriotas americanos denominarían «Empire of Liberty» (‘impe- Referencia bibliográfica rio de la libertad’), solo una parte de los nuevos ciudadanos del país disfruta- Jane Burbank; Frederick rían de derechos de igualdad establecidos por la constitución, puesto que estos Cooper (2010). Empires in eran negados a los esclavos de origen africano y a las poblaciones indígenas. World History: Power and the Politics of Difference (págs. Además, la Naturalization Act de 1790 daba la posibilidad de convertirse en 251-261). Princeton / Ox- ford: Princeton University ciudadanos a las personas libres blancas que hubieran residido en el país du- Press. rante dos años, lo que favorecía la llegada de inmigración europea y, a la vez, obstaculizaba las oportunidades de negros y nativos. En cuanto a los derechos, el Gobierno estadounidense primero afirmó que las poblaciones indígenas habían perdido todo control sobre la tierra; más adelante, y para evitar conflictos, matizó que no tendrían la propiedad, pero sí derecho de ocupación. De este modo, el Gobierno era quien se autoatribuía el territorio de los nativos y después lo repartía como considerara o lo ponía a la venta para financiar la conquista del oeste. Estas comunidades quedaban fuera de las estructuras corrientes de la política norteamericana. Se les quitaba la soberanía y se establecía una peligrosa barrera racial. Para el futuro presidente Andrew Jackson, hacer tratados con estas poblaciones Referencia bibliográfica era absurdo y una pérdida de tiempo, puesto que los consideraba individuos Jane Burbank; Frederick sometidos a Estados Unidos y, por lo tanto, sin derechos. Era un estilo de im- Cooper (2010). Empires in perialismo diferente, nuevo, que afectaría a las generaciones de poblaciones World History: Power and the Politics of Difference (págs. indígenas en los próximos siglos. A principios del siglo XIX, los indígenas ame- 262-264). Princeton / Ox- ford: Princeton University ricanos fueron definidos como «naciones foráneas residentes», lo cual impli- Press. caba que su condición era equivalente a no haber nacido en el territorio. El Tribunal Supremo del país declaró en 1823 que se trataba de una «raza inferior de gente, sin derechos a la ciudadanía y bajo constante tutela del Gobierno». A lo largo del siglo XIX, estas poblaciones sufrieron ataques y masacres por Luisiana todo el territorio y fueron conducidas cada vez más hacia el oeste para facilitar Luisiana era un territorio ex- la conquista americana. La expansión hacia el oeste se vio favorecida por la tensísimo que incluía quince compra de Luisiana a Francia por quince millones de dólares en 1803. de los actuales estados y dos provincias canadienses. En 1830 el Congreso aprobó la Indian Removal Act, que autorizaba al presidente a firmar tratados que negaran las reivindicaciones indígenas sobre cualquier territorio del país. Veinte años después se firmó la Indian Appropiation Act, que directamente establecía territorios con vallas donde los nativos tendrían que © FUOC PID_00248458 18 Imperialismo: la europeización del mundo residir. Se iniciaba, así, el sistema de reservas, una institución imperialista par- ticular que delimitaba espacios considerados fuera de la nación estadouniden- se destinados a los nativos. Jane Burbank y Frederick Cooper nos dicen que con estas medidas se forjaba una nación segregada, en la cual las poblaciones indígenas se concentraban en reservas y los afroamericanos eran esclavizados. Esta ansia expansionista de Estados Unidos responde a la idea del «manifest destiny» (‘destino manifiesto’) popularizada a mediados del siglo XIX, según la cual el país tenía la responsabilidad de conquistar todo el territorio hasta las costas del Pacífico, con todo lo que esto implicaba. Es decir, era un discurso ambiguo que pretendía justificar la conquista en términos de llevar la civili- zación y las instituciones norteamericanas a zonas supuestamente salvajes o atrasadas. Así pues, vemos en este imperialismo el aspecto moral que otorga a los conquistadores una verdad y un poder justificados por el bien común. No obstante, hay que señalar que no todos los políticos de la época apoyaban esta perspectiva y que algunos círculos abolicionistas la pusieron en cuestión, sobre todo a medida que se acercaba el estallido de la guerra civil de Estados Unidos y que se tomaba conciencia de que el expansionismo territorial quería decir también el establecimiento de la esclavitud en otras zonas del país. © FUOC PID_00248458 19 Imperialismo: la europeización del mundo American Progress (1872), de John Gast. Una alegoría del destino manifiesto, en la cual vemos a Columbia (la personificación de Estados Unidos) avanzando hacia el oeste, llevando la luz, la agricultura, el ferrocarril, el telégrafo, libros escolares..., mientras hace huir a las poblaciones indígenas. Fuente: Wikipedia. La idea del «manifest destiny» también sirvió políticamente para justificar la Referencia bibliográfica guerra contra México (1846-1848) por la propiedad de los territorios fronte- Richard H. Immerman rizos entre ambos países. Motivada por la incorporación de Texas, que se ha- (2010). Empire for Liberty: A bía independizado de México en la década anterior, el ejército estadounidense History of American Imperia- lism from Benjamin Franklin consiguió tomar posesión de buena parte del territorio, incluida la capital. El to Paul Wolfowitz (pág. 97). Princeton and Oxford: Prin- Gobierno mexicano se vio obligado a ceder más de dos millones de kilóme- ceton University Press. tros cuadrados, correspondientes a los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México, Texas y partes de Oklahoma, Colorado, Kansas y Wyoming. La idea del «manifest destiny» de la nación estadounidense está ligada al con- cepto de frontera como parte fundamental de la esencia nacional. El historia- dor Frederick Jackson Turner analizó este concepto y su importancia en un en- sayo, The Significance of the Frontier in American History, que sería capital en su época y que se publicaría en 1893 como primer capítulo de su libro The Frontier in American History. El autor argumentaba que la democracia norteamericana había sido forjada en la frontera, un espacio de transición y libertad, que ponía al alcance de colonos valientes tierras supuestamente disponibles. Con todo, © FUOC PID_00248458 20 Imperialismo: la europeización del mundo esta noción de frontera habría pasado a formar parte del espíritu y el carácter de los estadounidenses, que se diferenciaban de los británicos y establecían su propia manera de hacer. Esta diferencia la podemos ver reflejada en la representación de la figura del cowboy in- dependiente, solitario y libre de las películas del oeste, que contrasta con el dandy del Londres victoriano, urbano, condicionado por normas y controles sociales. La guerra civil de Estados Unidos hizo aflorar las diferentes concepciones so- bre el tipo de país que se tenía que establecer, que resultaban de tensiones acumuladas en las décadas anteriores a raíz de la cuestión de la esclavitud y de si los nuevos estados incorporados a la Unión tenían que asimilarla. Con la eliminación de la esclavitud y el fin de la guerra en 1865, que causó la muerte de 620.000 personas, la condición de la población afroamericana mejoró, pero pronto se empezaron a implementar las leyes segregacionistas popularmente llamadas Jim Crow, que no serían abolidas hasta mediados del siglo XX. Los negros recientemente liberados, de manera similar a los nativos, no dispo- nían de tierras, y su capacidad de participación en el juego democrático que- daba cada vez más reducida. Mientras que el Gobierno estadounidense había expropiado las tierras de las poblaciones indígenas, no había querido hacerlo con las tierras de antiguos dueños de plantaciones para repartirlas entre los esclavos liberados. De este modo, en torno a cuatro millones de exesclavos fueron liberados de la institución, pero no recibieron tierra o propiedades. Así, durante la llamada Era de la Reconstrucción (1865-1877, año en el que el ejér- cito de Estados Unidos se retiró de los estados del sur), muchos siguieron tra- bajando en los campos de los antiguos dueños. Además, aquel periodo vio el nacimiento de grupos radicales como el Ku Klux Klan, que ponían en peligro la integridad y la vida de los afroamericanos y eran una clara protesta contra la configuración de la nueva sociedad sin esclavitud. En cuanto a los nativos americanos, después de la guerra civil continuó ha- biendo luchas y masacres por parte del Gobierno estadounidense por el con- trol de la tierra. Por ejemplo, los sioux sufrieron una persecución que duraría décadas. En 1871, el Congreso de los Estados Unidos firmó de nuevo un de- creto que afirmaba que ninguna nación indígena sería reconocida como inde- pendiente, de modo que el estatus ambiguo de estas comunidades continuaba: ni serían aceptadas dentro del cuerpo político del país ni se les reconocería su autonomía o soberanía; se encontraban fuera del sistema político. © FUOC PID_00248458 21 Imperialismo: la europeización del mundo En la misma época, grupos de misioneros protestantes del este del país lleva- Referencia bibliográfica ron a cabo campañas para europeizar a los grupos indígenas, educándolos en Richard H. Immerman la religión cristiana y en disciplina e, incluso, cortándoles el pelo para ense- (2010). Empire for Liberty: ñarles la manera de mostrarse en sociedad con el objetivo de asimilarlos a la A History of American Impe- rialism from Benjamin Fran- cultura americana que se estaba forjando. Como en el caso de los aborígenes klin to Paul Wolfowitz (págs. 266-267). Princeton / Ox- australianos que hemos visto anteriormente, los nativos solo serían reconoci- ford: Princeton University dos como americanos una vez que dejaran de ser nativos, lo que implicaba un Press. cambio en la manera de vivir. Paralelamente, Estados Unidos proyectó su fuerza a través del Pacífico. En 1847, el comodoro Matthew Perry forzó la apertura comercial de Japón, lo que contribuyó de manera directa a las grandes transformaciones sociales, políti- cas y económicas de aquel país. La influencia norteamericana en el Pacífico continuó, e incluso llegó a la anexión del reino de Hawái en 1893. En Lati- noamérica, varios filibusteros norteamericanos causaron problemas parecidos en lugares como Nicaragua a mediados del siglo XIX. Ejemplo William Walker, un excéntrico periodista y abogado norteamericano, pretendía instaurar numerosas colonias bajo su control privado, y en 1856 dio un golpe de Estado y se impuso como presidente de Nicaragua, cargo que ocupó solo durante unos meses hasta que fue destituido por tropas nicaragüenses. En América Latina, los intereses norteamericanos fueron creciendo, particu- larmente después del fin de la guerra civil. La isla de Cuba, en particular, lla- maba la atención de varios sectores de la población que tenían el proyecto de anexarla a Estados Unidos desde mediados del siglo XIX. Como veremos, con la victoria en guerra contra España en 1898, los norteamericanos lograron el do- minio indirecto de esta isla, además de Puerto Rico y Filipinas. Con estas con- quistas de ultramar, el imperialismo estadounidense adquirió también rasgos de colonialismo inspirados en parte en la experiencia europea ochocentista. Al comienzo del siglo XX, por lo tanto, Estados Unidos se había constituido Referencia bibliográfica como una fuerza imperial poderosa que se había expandido hacia el oeste y John Darwin (2008). After había ocupado todo el continente. Además, el país se había consolidado como Tamerlane: The Rise and Fall la economía industrial más poderosa del mundo, hasta el punto de que en of Global Empires, 1400-2000 (pág. 319). Nueva York / Lon- 1910 producía más acero y lingote de alto horno que los alemanes, los britá- dres / Berlín: Bloomsbury Press. nicos y los franceses juntos. Según el historiador y politólogo Brooks Adams, bisnieto del segundo presi- dente del país John Adams, esta condición había convertido el país en un ejemplo de civilización y modernidad: © FUOC PID_00248458 22 Imperialismo: la europeización del mundo «In 1789 the United States was a wilderness lying upon the outskirts of Christendom; she is now the heart of civilization and the focus of energy. The Union forms a gigantic and growing empire which stretches half round the globe, an empire possessing the greatest mass of accumulated wealth, the most perfect means of transportation, and the most delicate yet powerful industrial system which has ever been developed». Brooks Adams (1902). The New Empire. Citado en Jane Burbank; Frederick Cooper (2010). Empires in World History: Power and the Politics of Difference (pág. 270). Princeton / Oxford: Princeton University Press. El Imperio estadounidense se configuró a través de la guerra, la ley y la expan- Referencia bibliográfica sión territorial, y con la firme creencia de establecer una civilización avanzada Jane Burbank; Frederick superior al resto, la americana, que sería transferible a otras, a la vez que se Cooper (2010). Empires in negaban otras soberanías, autonomías o culturas locales. World History: Power and the Politics of Difference (pág. 271). Princeton / Oxford: Princeton University Press. 2.2. Rusia El Imperio ruso es un caso interesante, puesto que su expansión territorial fue dirigida en múltiples direcciones, lo que pudo hacer gracias a su ubicación entre continentes: Hacia el oeste, para hacerse con Polonia y los países del Báltico. Hacia el sur, para hacerse con territorios otomanos. Hacia el este, consolidando su poder sobre pueblos nómadas de Siberia. Así pues, el ruso sería un imperio vasto configurado por climas y pueblos va- Referencia bibliográfica riados, el mayor imperio continental del mundo en el siglo XIX, solo superado Jane Burbank; Frederick por la extensión del Imperio mogol, que, en el siglo XVIII, contaba con entre Cooper (2010). Empires in sesenta y ochenta «naciones» o etnias. World History: Power and the Politics of Difference (págs. 271-273). Princeton / Ox- ford: Princeton University A diferencia de la agresiva política de Estados Unidos, al conquistar nuevos Press. territorios los rusos no negaron las diferentes nacionalidades o etnias que en- contraban. La dinastía Romanov, que gobernaba desde el año 1613, aceptaba la multinacionalidad de su imperio, eso sí, atribuyendo privilegios a ciertos grupos de la sociedad. Es decir, se reconocía la diferencia por una cuestión de pragmatismo político y facilidad de gobierno al evitar disturbios o protestas. No existía la necesidad de homogeneizar todo el territorio bajo una sola cul- tura, de modo que se mantenían las leyes, las costumbres y la religión locales. El objetivo del Gobierno ruso era consolidar el poder imperial haciendo uso de las estructuras sociales previas y que la gente local llevara a cabo las tareas del Estado. © FUOC PID_00248458 23 Imperialismo: la europeización del mundo En cuanto a la adquisición de nuevos territorios, a diferencia de Estados Uni- Referencia bibliográfica dos, donde eran incorporados como nuevos estados en una categoría igual, Jane Burbank; Frederick en Rusia cada caso era analizado y administrado según sus posibilidades y re- Cooper (2010). Empires in querimientos, la autocracia rusa era más flexible y adaptable. Por ejemplo, en World History: Power and the Politics of Difference (págs. zonas predominantemente musulmanas, podían decidir que las disputas civi- 271-272). Princeton / Ox- ford: Princeton University les serían resueltas siguiendo la ley de la sharía. Las regulaciones legales, ade- Press. más, podían modificarse según la situación y las decisiones imperiales, por lo que a menudo reinaba un clima de incertidumbre que hacía que las élites se pusieran nerviosas. 2.2.1. La expansión territorial de Rusia entre 1613 y 1914 Expansión territorial rusa entre 1613 y 1914. Fuente: Wikipedia. En el siglo XVIII Rusia incorporó unos siete millones de habitantes nuevos: ca- tólicos, musulmanes y ortodoxos que podían ser ucranianos, armenios, uzbe- kos, polacos, etc. Podemos decir que, en aquella época, se convirtió en una potencia global. La incorporación territorial mayor que hizo fue la de la Confederación de Po- Referencia bibliográfica lonia y Lituania, cuyos territorios ocupaban lo que actualmente son estos dos Jane Burbank; Frederick países y Bielorrusia, Letonia, parte de Ucrania, Estonia y el actual oeste de Ru- Cooper (2010). Empires in sia. La mayor parte del territorio fue incorporado al Imperio ruso entre los World History: Power and the Politics of Difference (págs. años 1772 y 1795; el territorio de la Confederación se dividió en tres partes y 274-275). Princeton / Ox- ford: Princeton University se repartió entre Rusia (en aquel tiempo liderada por la zarina Catalina II la Press. Grande), Prusia y Austria. © FUOC PID_00248458 24 Imperialismo: la europeización del mundo En cuanto a la religión, el Imperio ruso, como acabamos de comentar, quiso Nota escapar de las ansias de unidad religiosa que otros países habían perseguido El islam no tiene una jerarquía y que habían supuesto muchas muertes en Europa occidental y en América. clerical clara, se organiza a tra- En el Imperio ruso la diversidad religiosa era más o menos respetada, sobre vés de comunidades. todo para evitar conflictos sociales y para aprovechar las estructuras sociales que podían ser útiles para el Gobierno imperial. Así, hubo problemas de inte- Referencia bibliográfica gración con religiones como el islam y los grupos nómadas de religiones po- Jane Burbank; Frederick liteístas de Siberia. Cooper (2010). Empires in World History: Power and the Politics of Difference (págs. El sistema de ocupación de las tierras rusas daba privilegio a los extranjeros, 276-279). Princeton / Ox- que eran alentados a asentarse en los nuevos territorios mediante un decreto ford: Princeton University Press. imperial que les permitía tener siervos. Otro sistema de poblamiento era reco- locar a poblaciones enteras. Por ejemplo, los cosacos fueron reasentados de la zona del Dniéper al norte del mar Negro. La situación de la población en el Referencia bibliográfica Imperio ruso, no obstante, quedaba lejos de ser ideal, puesto que cerca del 40 Jane Burbank; Frederick % de la población eran siervos que trabajaban las tierras de los nobles o les Cooper (2010). Empires in World History: Power and the pagaban tasas. Los nobles, más que la emperatriz, decidían sobre el destino y Politics of Difference (págs. la posición social de los siervos, que quedaban sometidos a sus deseos. 281-282). Princeton / Ox- ford: Princeton University Press. La situación de los siervos no empezó a mejorar hasta que el emperador Ale- jandro II, justo el mismo año que empezaba la guerra civil en Estados Uni- dos, organizó un comité secreto para tratar la cuestión e iniciar el proceso de emancipación. Las formas de organización política de dos grandes imperios territoriales se vieron transformadas por una crisis en las formas de explotación del trabajo y el sistema económico en la segunda mitad del siglo XIX. Las ideas progresistas de los abolicionistas en Estados Unidos y los políticos liberales rusos formaban parte de un mismo contexto donde las antiguas estructuras del siglo XVIII daban paso a un nuevo orden mundial. Hay que especificar que, en contraste con lo que pasó en Estados Unidos, en el Imperio ruso la emancipación de los siervos fue pacífica. A la mayoría, ade- más, se les proporcionaron pequeñas tierras para poder trabajar en organiza- ciones comunales, a pesar de que mantuvieron una posición social baja y se compensó a los antiguos dueños la pérdida económica con fondos de la teso- rería del Estado. Pese a estar en contra del fin de la servidumbre, la mayoría de los nobles rusos entendieron que los tiempos cambiaban o, simplemente, se adaptaron a las nuevas medidas. © FUOC PID_00248458 25 Imperialismo: la europeización del mundo Burbank y Cooper opinan que la diferencia entre los dos imperios radica en Referencia bibliográfica el hecho de que el zar de Rusia tenía mucho más poder para sacar adelante Jane Burbank; Frederick reformas que el presidente de Estados Unidos porque en este país había una Cooper (2010). Empires in representación política fuerte de cada estado y, además, la constitución, que World History: Power and the Politics of Difference (págs. contemplaba la esclavitud, era un impedimento legal importante. Burbank y 283-284). Princeton / Ox- ford: Princeton University Cooper añaden que también había un componente racial que diferenciaba las Press. posibilidades de los esclavos negros y las de los siervos, que eran mayoritaria- mente eslavos: otorgar tierras a exesclavos en Estados Unidos, que habían sido asumidos desde el principio como sujetos ajenos a la nación (del mismo modo que los nativos), era más difícil de aprobar. Ambos imperios continentales interactuaron de manera directa cuando Esta- dos Unidos adquirió a Rusia, en 1867, el gigantesco territorio de Alaska, de más de un millón setecientos mil kilómetros cuadrados. Alaska Rusia había empezado la colonización de Alaska a mediados del siglo XVIII, y favoreció el establecimiento de habitantes de la metrópoli allí. Pero como aún no se habían descu- bierto los grandes recursos petrolíferos y mineros de Alaska, los rusos consideraron que los gastos que suponía mantener este territorio, amenazado por la presencia británica en lo que actualmente es el oeste de Canadá, eran demasiado elevados en relación con los beneficios que generaba. A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, el Imperio ruso devino una po- Referencia bibliográfica tencia europea indiscutible, y la revolución del transporte lo favoreció. John Darwin (2008). After Tamerlane: The Rise and Fall Ejemplo of Global Empires, 1400-2000 (pág. 300). Nueva York / Lon- dres / Berlín: Bloomsbury La construcción del ferrocarril transcaspiano, acabada en 1880, que seguía los antiguos Press. caminos de las rutas de la seda, facilitó la inmersión del poder ruso en Asia central. El ferrocarril transiberiano, una ambiciosa obra de infraestructura que se empezó a cons- truir en 1891, pretendía convertir las tierras del este lejano del continente (es decir, to- da Siberia) en parte de Europa y favorecer el transporte de productos agrícolas de estos territorios, anteriormente aislados, hacia el resto del país. Esta nueva ruta también tuvo como consecuencia la llegada de millones de personas del oeste y de Ucrania a las zonas más remotas de Rusia. La Rusia de finales del siglo XIX solía verse como un país atrasado y social- Referencia bibliográfica mente inestable, que estaba regido por una autocracia caduca. Sin embargo, John Darwin (2008). After estas nociones no tienen en cuenta que hacia la década de 1880 el Imperio Tamerlane: The Rise and Fall euroasiático ruso todavía no había llegado a su punto álgido en cuanto a ex- of Global Empires, 1400-2000 (pág. 304). Nueva York / Lon- pansión territorial por Asia central, que sería facilitada por el establecimiento dres / Berlín: Bloomsbury Press. del ferrocarril transiberiano y el consiguiente establecimiento de millones de personas en esta zona, que vendría acompañado, y asegurado, por una fuerte presencia militar y una nueva economía algodonera. Así pues, en el cambio de siglo, Rusia se integró plenamente en los procesos de industrialización y modernización, de modo que a las puertas de la Primera Guerra Mundial Rusia era una potencia euroasiática monumental global. © FUOC PID_00248458 26 Imperialismo: la europeización del mundo 3. La carrera por África Un lugar central para el estudio del imperialismo es, por supuesto, el conti- nente africano. Se trata de un ejemplo paradigmático del llamado nuevo im- perialismo iniciado en las últimas décadas del siglo XIX y protagonizado por las potencias europeas y Estados Unidos. África, que hasta entonces había sido relativamente autónoma, excepto algunos puertos de las costas dedicados al comercio de esclavos, fue un punto central de reparto. África sería víctima de un colonialismo agresivo y rápido que duraría pocas Referencia bibliográfica décadas. John Darwin afirma que en ningún otro territorio del mundo la ex- John Darwin (2008). After pansión imperialista fue tan feroz y completa. Este vasto territorio despertó Tamerlane: The Rise and Fall pugnas entre potencias mundiales que ignoraron el importante legado cultu- of Global Empires, 1400-2000 (pág. 304). Nueva York / Lon- ral de los diferentes imperios africanos y la extraordinaria diversidad cultural dres / Berlín: Bloomsbury Press. y lingüística que allí había. De hecho, el imaginario del continente como un espacio salvaje y atrasado Referencia bibliográfica que a menudo acompañaba las nociones de África no se basaba en elementos Jane Burbank; Frederick fiables, puesto que por todo el continente había reinos fuertes, especialmente Cooper (2010). Empires in en las costas, como el de Asante. Algunos de estos reinos se podrían categorizar World History: Power and the Politics of Difference (págs. como imperios y Estados poderosos con una gran riqueza cultural, como el de 314-315). Princeton / Ox- Buganda, o de reinos militares, como el de los zulú, una auténtica potencia ford: Princeton University Press. expansiva, y otras entidades políticas que se basaban en el comercio a larga distancia. De hecho, en algunas ocasiones, la conquista europea se vio frenada por el poder africano, como en el caso de los zulú en contra de los británicos en 1879 o de los etíopes luchando en contra de los italianos en 1896. Durante cuatro siglos los europeos habían llegado a las costas africanas para Referencia bibliográfica beneficiarse de la esclavitud, lo que supondría cambios poblacionales masivos Eric García Moral (2016). y la destrucción de la economía del continente. Sin embargo, cuando a partir Breve historia del África sub- de 1807 los británicos abolieron el tráfico de esclavos, seguidos poco a poco del sahariana (págs. 142-145). Madrid: Nowtilus. resto de las potencias, las economías africanas también quedaron afectadas, puesto que las élites que se beneficiaban del comercio de esclavos perdieron poder y esto derivó en inestabilidad social. A partir de entonces, los europeos se interesarían por materias primas, como el aceite de palma, el cacahuete y el marfil, a cambio de productos manufacturados. Este cambio supuso un au- mento de la intervención europea en los asuntos políticos africanos, en tierras que habían sido independientes hasta entonces, que pondría las bases del im- perialismo de finales del siglo XIX que pretendía establecer el libre comercio. Alrededor del año 1800, los europeos habían colonizado los territorios ameri- canos, Australia y las costas de África, entre otros. Los primeros colonos que se instalaron en el sur del continente africano lo habían hecho en el cabo de Buena Esperanza a mediados del siglo XVII, siguiendo la innovadora ruta que © FUOC PID_00248458 27 Imperialismo: la europeización del mundo navegantes portugueses liderados por el explorador Vasco da Gama habían descubierto en 1498 para ir al océano Índico y, por lo tanto, a Asia. De todos modos, no sería hasta tres centurias más tarde cuando los europeos estarían preparados para invadir el interior del continente africano. Hasta entonces, había habido poca exploración del continente, más allá de Sudáfrica y áreas de asentamiento portugués en los actuales Angola y Mozambique. Referencia bibliográfica El mapa político del continente africano cambió completamente duran- te el siglo XIX y quedó casi por completo bajo control británico, francés, Jane Burbank; Frederick Cooper (2010). Empires in español, alemán, portugués y belga. Solo quedaron fuera del control oc- World History: Power and the Politics of Difference (págs. cidental Liberia (país fundado por esclavos negros liberados de Estados 312-313). Princeton / Ox- Unidos) y Etiopía. ford: Princeton University Press. Después de la prohibición del comercio de esclavos, como ya hemos comen- tado, los intereses occidentales se concentraron en la obtención de materias primas como por ejemplo, además de las ya mencionadas, metales como la plata, el oro o el cobre. Por otro lado, la inauguración del canal de Suez en 1869 despertó el interés para establecer un enclave comercial estratégico en Egipto y, sobre todo, permitió a los británicos mantener un vínculo más efi- ciente con la India. Este hecho acabaría motivando el establecimiento de un protectorado británico en Egipto. Pero, como hemos dicho, a finales del siglo XVIII, el continente permanecía Referencia bibliográfica inexplorado, motivo por el cual, y con el objetivo de obtener los recursos que Eric García Moral (2016). el interior de África podía proporcionar, los británicos fundaron la African As- Breve historia del África sub- sociation, destinada a financiar proyectos de desarrollo comercial y de explo- sahariana (págs. 147-152). Madrid: Nowtilus. ración en el interior del continente. Mungo Park La African Association financió las exploraciones del escocés Mungo Park a partir de 1794 por el río Níger. Uno de los frutos de estas expediciones fue el libro Travels in the Interior Districts of Africa, donde explicaba sus descubrimientos, incluyendo narraciones sobre las personas que conoció. Las primeras colonias fundadas como tales en África serían pobladas princi- palmente por exesclavos pero gestionadas por las potencias occidentales: Sie- rra Leona y Liberia, controladas por los británicos y Estados Unidos, respecti- vamente. Ambas colonias se fundaron para que las metrópolis ubicaran allí a un número elevado de esclavos liberados para los cuales no tenían espacio. En el caso de Estados Unidos, la empresa estuvo liderada por manos privadas, por la American Colonization Society, una sociedad creada en 1816 con el objeti- vo de fomentar la migración de afroamericanos de Estados Unidos liberados a tierras africanas. Esta asociación tenía el apoyo tanto de los abolicionistas, que © FUOC PID_00248458 28 Imperialismo: la europeización del mundo supuestamente querían dar una oportunidad a los negros libres, como de los esclavistas, que querían evitar que se pudieran fomentar revueltas de esclavos en el país. Uno de los motivos de fondo del apoyo a la movilización de población afro- Nota americana era emblanquecer la población de Estados Unidos y, también, cris- La capital de Liberia, Monro- tianizar África. Así se explica la fundación de Liberia en 1821, que logró la via, fue bautizada así en honor independencia algo más de veinte años más tarde. El de Liberia no es un caso del presidente de EE. UU. Ja- mes Monroe. paradigmático, puesto que, a pesar de que se estableció un país segregado y con desigualdades sociales, en el resto de los países africanos la colonización fue duradera y representó la explotación feroz de personas y recursos. De manera similar a como los famosos pioneers habían conquistado las tierras de frontera norteamericanas dos siglos antes, en la década de 1830, granjeros holandeses, que se harían llamar afrikaners y se habían instalado en aquella región en 1652, se sumaron a las exploraciones africanas y entraron en el in- terior del continente desde el cabo de Buena Esperanza en busca de nuevas tierras para cultivar, pero encontraron la resistencia de los zulú, que rechaza- ban la llegada europea. La colonia holandesa del Cabo pasó bajo control británico durante las guerras Referencia bibliográfica napoleónicas, de modo que muchos de los afrikaners marcharon. La presencia Jared Diamond (1997). británica directa se reforzó una vez que se descubrieron las reservas de oro Guns, Germs, and Steel: The y diamantes de la región. Sin embargo, como apunta Jared Diamond, la con- Fates of Human Societies. Nue- va York / Londres: W. W. quista del interior de África fue difícil, dadas las diferencias de latitud y vege- Norton & Company. tación respecto al continente europeo: los trópicos. En la segunda mitad del siglo XIX, nuevas exploraciones por África despertaron el interés de las potencias mundiales hacia el continente y ponían las bases de la futura colonización. Bien conocido es el caso del misionero evangelista y explorador escocés David Livingstone, que, a mediados del siglo XIX, viajó al África oriental y del sur fascinado por las tierras que visitaba y con la inten- ción de encontrar el inicio del Nilo. Estaba convencido de que los males que la esclavitud había llevado a aquellos territorios podían ser enmendados a través de la eliminación de la institución y la conversión de la población al cristia- nismo, lo que exigía la llegada de comercio y de misioneros europeos, sobre todo por vía fluvial, y para hacerlo posible, había que cartografiar el territorio. La idea de colonialismo de Livingstone se fundamentaba en un paternalismo pacífico, es decir, promovía el establecimiento de asentamientos de europeos que alfabetizaran, evangelizaran y cuidaran a las poblaciones africanas, siem- pre evitando la esclavitud. Era, por lo tanto, una justificación del imperialismo en términos éticos muy propia de los misioneros, que pensaban que hacién- dolo ayudaban a la población indígena. © FUOC PID_00248458 29 Imperialismo: la europeización del mundo Grabado que representa a un zulú incluido en la obra de David y Charles Livingstone Narrative of an Expedition to the Zambesi and its Tributaries and of the Discovery of the Lakes Shirwa and Nyassa, 1858-1864 (1866). Fuente: Wikipedia. Después de que Livingstone desapareciera durante seis años, en 1871 un diario americano envió a África al periodista y explorador estadounidense de origen galés Henry Morton Stanley con el objetivo de localizarlo, y lo encontró en un pueblo del borde del lago Tanganica. Stanley supuestamente lo saludó con la famosa frase «Doctor Livingstone, I presume?». Stanley, además, escribió numerosos relatos sobre sus viajes africanos, como How I Found Livingstone in Central Africa (1872), en los cuales representaba un continente atrasado y con necesidades de ayuda externa o civilizadora y se re- fería a los habitantes de las tierras que visitaba como salvajes o bárbaros. Stan- ley, además, devino una figura relevante para las aspiraciones imperialistas en el África del rey Leopoldo II de Bélgica, que, como veremos, cometería innu- merables atrocidades en el Congo. Tanto las experiencias y los relatos de Li- vingstone como los de Stanley fueron esenciales para justificar la llegada ma- siva de las potencias europeas a África. A finales del siglo XIX Henry M. Stanley, el periodista, fue enviado por el rey Congo Leopoldo de Bélgica al Congo como emisario para investigar el territorio y La colonia, paradójicamente, organizar un Estado colonial bajo control belga. Los belgas, liderados por el fue bautizada como Estado Li- monarca Leopoldo, ocuparon el territorio de la actual República del Congo y bre del Congo, lo que fue muy bien recibido en los diferentes el rey impuso poco a poco su control a través de una agencia privada, supues- círculos políticos y económicos europeos. © FUOC PID_00248458 30 Imperialismo: la europeización del mundo tamente filantrópica, llamada Asociación Africana Internacional, establecida Nota en 1876. Esta organización estaba destinada a funciones altruistas y humani- La formación de Bélgica como tarias en la zona. país data de 1830. La colonización belga del Congo es uno de los ejemplos más cruentos de ex- Referencia bibliográfica plotación y extracción de recursos. Leopoldo gestionaba el territorio como si fuera su propiedad privada y obligaba a las poblaciones locales a extraer cau- John Darwin (2008). After Tamerlane: The Rise and Fall cho y marfil, a riesgo de ser ejecutados o mutilados (normalmente perdían of Global Empires, 1400-2000 las manos) en caso de no cumplir las cuotas establecidas. La brutalidad del (pág. 312). Nueva York / Lon- dres / Berlín: Bloomsbury régimen belga era bien conocida, de modo que en 1908 Leopoldo fue obliga- Press. do a convertir el Congo en una colonia belga formal. Según afirman algunos autores, las atrocidades cometidas bajo el régimen del monarca belga podrían haber causado la muerte directa e indirecta de diez millones de congoleños. El novelista británico-polaco Joseph Conrad viajó al Congo belga a finales de siglo enrolado en un barco de comercio que remontaba el río Congo, expe- riencia que lo inspiró para escribir la sobrecogedora obra Heart of Darkness (El corazón de las tinieblas), publicada en una serie de tres capítulos a lo largo de 1899. La obra autobiográfica (Marlow, el protagonista, es el alter ego de Con- rad), es una denuncia de los actos de terror cometidos en la colonia del rey Leopoldo. Al llegar la década de 1880, las potencias europeas fueron conscientes de que el único gran territorio sin colonias bajo su dominio era el interior de África, la última frontera. Nota El historiador estadounidense Frederick Jackson Turner afirmaría en 1893 que la frontera americana se había cerrado, poniendo fin a la conquista del oeste y dando a entender que solo quedaba la frontera africana como tierra de conquista. John Darwin (2008). After Tamerlane: The Rise and Fall of Global Empires, 1400-2000 (pág. 302). Nueva York / Londres / Berlín: Bloomsbury Press. En el contexto de la crisis económica de finales del siglo XIX, las posibilidades Referencia bibliográfica de enriquecimiento a través de la extracción de nuevos recursos en las tierras John Darwin (2008). After no conquistadas del interior del continente resultaron atractivas y desataron Tamerlane: The Rise and Fall la competencia entre las potencias europeas. of Global Empires, 1400-2000 (pág. 313). Nueva York / Lon- dres / Berlín: Bloomsbury Press. Antes de empezar la conquista masiva, las potencias europeas se vieron con la necesidad de organizar la Conferencia de Berlín, una serie de reuniones li- deradas por el canciller alemán Otto von Bismarck y celebradas entre noviem- Referencia bibliográfica bre de 1884 y febrero de 1885 con el objetivo de llevar a cabo el «reparto» Eric García Moral (2016). del continente, coloquialmente referido como «la carrera por África» (Scramble Breve historia del África sub- for Africa). Se establecían, así, las normativas de expansión y se acordaba no sahariana (págs. 161-162). Madrid: Nowtilus. © FUOC PID_00248458 31 Imperialismo: la europeización del mundo traspasar las líneas establecidas, a pesar de que en los años siguientes habría múltiples desavenencias entre potencias europeas en tierra africana. Como era de esperar, ningún representante africano fue invitado a las negociaciones. Numerosos países de Occidente estuvieron presentes, eso sí, como el Impe- Referencia bibliográfica rio austrohúngaro, el Imperio alemán, Dinamarca, España, Francia, Bélgica, el Jane Burbank; Frederick Reino Unido, Rusia o el Imperio otomano. Se estableció que los ríos Níger y Cooper (2010). Empires in Congo serían de libre navegación y que la zona central del continente sería World History: Power and the Politics of Difference (pág. de libre comercio. Como resultado de estos parámetros de conquista, se inició 315). Princeton / Oxford: Princeton University Press. la invasión feroz de los territorios. En poco tiempo, el Reino Unido se haría con las partes más provechosas del continente: Nigeria, la Costa de Oro, Kenia y Rodesia; Francia se apropió de algunos territorios de la costa y zonas áridas del desierto del Sáhara; los alemanes conquistaron, entre otros, Camerún, el sudeste africano y Tanganica, y Bélgica, está claro, se quedó con el dominio del Congo. La conferencia de Berlín Es difícil entender cómo los Estados europeos se creyeron con la responsabilidad o la libertad de expandirse por el continente africano de este modo tan agresivo. Ciertamen- te, en ningún otro de los territorios mundiales que estaban bajo dominio colonial había habido un reparto tan directo y abusivo. En este sentido, hay que tener presente la con- cepción que tenían de los africanos como personas, considerados después de siglos de esclavitud, como unos individuos carentes de civilización y, en algunos casos, de capaci- dad intelectual. No había ningún líder africano que fuera considerado digno o preparado para gobernar de manera soberana. © FUOC PID_00248458 32 Imperialismo: la europeización del mundo Mapa de las posesiones europeas en África (1913). Fuente: Wikipedia. Cada nueva colonia establecida suponía la construcción de una vía férrea que Referencia bibliográfica la conectara con la costa para facilitar el transporte de las materias primas hacia Eric García Moral (2016). las metrópolis y, en cuanto al control de los territorios colonizados, podemos Breve historia del África sub- identificar dos modelos principales: sahariana (págs. 184-187). Madrid: Nowtilus. Los británicos usaban un gobierno indirecto (indirect rule), pactaban con autoridades o jefes locales que hacían de intermediarios entre las poblacio- nes indígenas y los conquistadores, y se encargaban de recaudar impuestos u organizar el trabajo para la construcción de carreteras. De este modo, la ruptura entre los viejos y los nuevos sistemas de gobierno no era tan grande. También cedían parte del Gobierno a empresas privadas, particu- larmente los aspectos económicos. Los alemanes tomaron como referen- cia el sistema británico. Los franceses, que serían imitados por los portugueses, belgas e italianos, optaron por el gobierno directo, en el cual cada colonia estaba regida por © FUOC PID_00248458 33 Imperialismo: la europeización del mundo un gobernador general, que obedecía órdenes del ministro de Colonias, ambos franceses. Pese a esta estructura jerárquica, a escala local, Francia también recurrió a la asistencia de autoridades africanas. The Rhodes Colossus, caricatura de Edward Linley Sambourne, publicada en la revista Punch, que representa a Cecil Rhodes, magnate y primer ministro de la colonia del Cabo (1890-1896) y gran defensor del imperialismo británico. La caricatura hace referencia a los planes que el político tenía de construir una línea de telégrafo desde Ciudad del Cabo hasta el Cairo en 1892, con la aspiración de construir un gran imperio africano. Rodesia (actuales Zambia y Zimbabwe) recibió este nombre en su honor. Fuente: Wikipedia. 3.1. Movimientos de resistencia africanos ¿Se puede hablar de la existencia de una resistencia africana a la invasión? En cierto modo sí, a pesar de que no estaba organizada a escala continental. Es decir, a lo largo de África surgieron movimientos aislados de diversa índole en contra de la penetración europea, pero sin unidad. Los europeos, que dispo- nían de una clara ventaja armamentística y tecnológica, los apaciguaron, en general, fácilmente, y provocaban muchas bajas entre los sublevados. Aun así, vale la pena dar un vistazo a algunos de estos movimientos de resistencia, con frecuencia ignorados por la historiografía, que a menudo fueron complejos y largos, y que culminarían con las descolonizaciones del siglo XX. Veamos el caso de Samory Touré, un hombre nacido en 1830 en una familia de comerciantes islamizados en la actual Guinea Conakry. Con los años, Sa- mory consiguió convertirse en líder de un Estado gracias a sus habilidades di- plomáticas y militares. Su imperio se fue expandiendo progresivamente hasta el punto de consolidar un territorio con una fuerte administración. No obs- © FUOC PID_00248458 34 Imperialismo: la europeización del mundo tante, al llegar al lado de Níger en 1882, sus ambiciones quedaron frenadas por los franceses, con quienes se enfrentó usando unas tropas preparadas y numerosas. Con el tiempo, los franceses y Samory firmaron tratados que establecían las Referencia bibliográfica zonas de uso de cada grupo, a pesar de que el objetivo último de los france- Eric García Moral (2016). ses era acabar con el inconveniente Imperio africano. Después de su debilita- Breve historia del África sub- miento como líder y derrotas múltiples, Samory se vio obligado a desplazar sahariana (págs. 166-171). Madrid: Nowtilus. todo su imperio hacia el este, a la zona de la actual Ghana, lo que representó la movilización de aproximadamente un millón y medio de personas. A pesar de resistir un tiempo más las intervenciones francesas y británicas, finalmente, en 1898, el Imperio de Samory fue vencido y el líder capturado y trasladado a Gabón, donde moriría dos años más tarde. La memoria de este personaje sigue siendo recordada en muchos círculos africanos. Otro individuo que representaría una amenaza para las aspiraciones imperia- Referencia bibliográfica listas europeas fue el zulú Cetshwayo, en el sur de África. Cetshwayo lideró una Eric García Moral (2016). revuelta en contra de los británicos a finales de la década de 1870, al frente de Breve historia del África sub- la nación zulú, la cual disponía de fuertes habilidades militares. Los británicos sahariana (págs. 177-181). Madrid: Nowtilus. hacía poco que se habían interesado por la región, desde que descubrier