La leyenda de los dioses de Trevélez - Examen Unidad 1 1º ESO PDF
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Aarón Díaz Maqueda
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Este documento es un examen de unidad sobre la leyenda de los dioses de Trevélez, para alumnos de 1º de ESO. Contiene preguntas sobre el texto, figuras literarias y la transformación del texto a un estilo dialogado.
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**La leyenda de los dioses de Trevélez** En lo alto de las montañas de la Alpujarra granadina, se encuentra el encantador pueblo de Trevélez, famoso por sus casas blancas y sus deliciosos jamones. Este lugar, rodeado de verdes valles y ríos cristalinos, es el hogar de dos poderosos dioses: Aelios,...
**La leyenda de los dioses de Trevélez** En lo alto de las montañas de la Alpujarra granadina, se encuentra el encantador pueblo de Trevélez, famoso por sus casas blancas y sus deliciosos jamones. Este lugar, rodeado de verdes valles y ríos cristalinos, es el hogar de dos poderosos dioses: Aelios, el dios del sol, y Selene, la diosa de la luna. Aelios tenía una gran y brillante corona dorada que reflejaba la luz del sol. Cada mañana, se levantaba con un resplandor tan intenso que despertaba a todos los habitantes de Trevélez. Sus rayos iluminaban los campos de cultivo, haciendo que el trigo, las uvas y los frutos crecieran fuertes y saludables. La alegría llenaba el aire cuando la gente trabajaba en sus tierras bajo su calor. Selene, en cambio, era delicada y serena. Su luz plateada iluminaba las noches, creando un ambiente mágico en el pueblo. Las estrellas brillaban más intensamente cuando ella estaba presente, y los habitantes se reunían en las plazas para contar historias y disfrutar de la paz de la noche. Un día, Aelios, lleno de orgullo, decidió que quería que su luz fuera aún más brillante. Pensó que si la gente siempre tenía sol, serían más felices. Pero Selene, preocupada, le dijo: "Si solo brillas tú, la gente sufrirá. Necesitamos equilibrar nuestra luz para que todos estén bien". Aelios, emocionado por ser el único dios en el que todos pensaran, ignoró el consejo de Selene. Desde ese día, el sol brilló con una fuerza extrema. Las temperaturas subieron y los cultivos comenzaron a marchitarse. Los ríos se secaron, y la gente de Trevélez, acostumbrada a la abundancia, se sintió angustiada. Las risas se convirtieron en lamentos, y la tristeza se apoderó del pueblo. Al ver la desesperación de su gente, los ancianos del pueblo se reunieron en la plaza principal. Con voz temblorosa, uno de ellos dijo: "Debemos hacer un sacrificio a los dioses. Necesitamos su ayuda para restaurar el equilibrio en nuestras vidas". Así, decidieron preparar una ofrenda de frutas y flores para los dioses, pidiendo que les devolvieran la paz. Cuando Aelios y Selene escucharon las súplicas de los habitantes, se sintieron conmovidos. Aelios comprendió que había cometido un error al ignorar a Selene. Juntos, decidieron trabajar en equipo. Desde ese día, Aelios y Selene alternaron su luz, dando lugar a días soleados seguidos de noches tranquilas. Los habitantes de Trevélez aprendieron a respetar el ciclo del día y la noche. Aprendieron a cuidar sus tierras, a regar sus cultivos y a disfrutar de cada momento, ya fuera bajo el cálido sol o la suave luna. Así, la alegría regresó al pueblo, y la lección de los dioses se transmitió de generación en generación. Aarón Díaz Maqueda, 2003 1\. Responde a las siguientes cuestiones del texto: - **¿Quiénes son los dioses que viven en las montañas alrededor de Trevélez y cuáles son sus roles?** - **¿Qué decisión toma Aelios sobre su luz, y cómo afecta esto a los habitantes del pueblo?** - **¿Cuál es la advertencia que Selene le hace a Aelios y por qué es importante?** - **¿Qué hacen los ancianos del pueblo cuando ven que la situación se vuelve crítica?** - **¿Qué cambios se producen en la vida de los habitantes de Trevélez después de que Aelios y Selene deciden trabajar juntos?** 2\. Nombra los elementos de la comunicación, y señala los elementos del texto que hemos leído. 3\. Dime qué tipo de figura literaria hacen referencia estos ejemplos. - El sol brilla intensamente, pero la luna trae sombra. - Te he dicho un millón de veces que no hagas eso. - En la montaña, con su luz dorada, Aelios se levantó. - La brisa susurraba secretos entre los árboles. - Sus ojos brillaban como estrellas en la noche. - El tiempo es oro. 4\. ¿Qué tipo de texto hemos leído? Pásalo a un tipo de texto dialogado.