Cuidado con las Decisiones - Guía Bíblica PDF
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Este documento explora la importancia de las decisiones y sus consecuencias, según la Biblia. Proporciona ejemplos de decisiones egoístas y necias, destacando la necesidad de tomar decisiones con reflexión y considerando las consecuencias a largo plazo. Incluye pasajes bíblicos como referencia.
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TEMA: ¡CUIDADO CON LAS DECISIONES! TEXTO: PROVERBIOS 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. La palabra de Dios nos dice que hay caminos que al hombre parecen derechos pero su fin es camino de muerte, eso significa que también hay caminos que aparentement...
TEMA: ¡CUIDADO CON LAS DECISIONES! TEXTO: PROVERBIOS 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. La palabra de Dios nos dice que hay caminos que al hombre parecen derechos pero su fin es camino de muerte, eso significa que también hay caminos que aparentemente no son derechos, o no parecen ser buenos, pero su fin es camino de vida y bendición. Esto nos dice que la clave es SABER ELEGIR O DECIDIR EL CAMINO CORRECTO, es por eso que las decisiones son tan importantes porque SIEMPRE VAN CONECTADAS A SUS CONSECUENCIAS, es imposible desconectarlas, es imposible separarlas, TODA DECISIÓN QUE TOMEMOS PRODUCIRÁ UNA CONSECUENCIA O UN RESULTADO ya sea positivo o negativo. PARA QUE LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRAS DECISIONES NO SE CONVIERTAN EN CAMINOS DE MUERTE, DE FRACASO, DE DOLOR O DE AMARGURA TENEMOS QUE CUIDARNOS DE: I) LAS DECISIONES EGOÍSTAS (JOSUÉ 7:10-12) Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? 11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. 12 Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Podemos ver que el pueblo de Dios fue derrotado, fue vencido por sus enemigos y el Señor le dijo a Josue cual habia sido la causa de su fracaso: (Vs 11) Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Alguien del pueblo de Israel había tomado una decisión equivocada, alguien había tomado una decisión egoísta, y esa decisión había traído fracaso a todo el pueblo, esa decisión produjo derrota para todo el pueblo. Esa persona que había tomado una decisión egoísta fue un hombre llamado Acán (Josué 7:20-25) Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. 21 Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello. 22 Josué entonces envió mensajeros, los cuales fueron corriendo a la tienda; y he aquí estaba escondido en su tienda, y el dinero debajo de ello. 23 Y tomándolo de en medio de la tienda, lo trajeron a Josué y a todos los hijos de Israel, y lo pusieron delante de Jehová. 24 Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor. 25 Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos. Podemos ver que la decisión egoísta que tomó Acán no solamente produjo derrota y fracaso al pueblo de Israel, sino que también trajo muerte a toda su familia, que no tuvieron participación en la decisión que tomó su padre, pero SUFRIERON LAS CONSECUENCIAS. APLIQUEMOS ESTO A NUESTRA VIDA: Eso es lo mismo que ocurre con las decisiones egoístas, es decir, las decisiones que tomamos solamente pensando en nuestro propio beneficio SIN CONSIDERAR EL IMPACTO NEGATIVO que pueden tener en los demás, sin considerar el dolor, la tristeza, la amargura o los problemas que podemos ocasionar a las personas que amamos o a nuestros prójimos. II) LAS DECISIONES NECIAS (1 SAMUEL 8:4-7) Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, 5 y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. 6 Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. 7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Las decisiones necias son aquellas que SE TOMAN SIN REFLEXIÓN O SENTIDO COMÚN, ignorando o no queriendo tomar en cuenta la información y los consejos que se nos han dado. Es decir que las decisiones que tomamos neciamente es cuando se nos han mostrado los peligros o las consecuencias dañinas que podemos sufrir pero aún a pesar de eso decidimos hacer las cosas a nuestra manera, aunque estemos equivocados. Un ejemplo de esas decisiones necias fue el momento en el cual el pueblo de Israel decidió desechar a Dios para que reinara sobre ellos, y pedir un rey para que los gobernara como las demás naciones, el Señor envió al profeta Samuel para que les hiciera ver al pueblo el error que estaban cometiendo pero a pesar de eso en lugar de arrepentirse SIGUIERON EMPECINADOS EN PEDIR REY (1 Samuel 8:10-20) Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. 11 Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; 12 y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. 13 Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. 14 Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. 15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. 16 Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. 17 Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. 18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. 19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; 20 y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras. Muchas veces nosotros somos como el pueblo de Israel, a pesar de que nos han hecho ver las consecuencias que podemos sufrir: SEGUIMOS EMPECINADOS EN NUESTRO CAPRICHO. III) LAS DECISIONES IMPULSIVAS O APRESURADAS (JONÁS 1:1-5) Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. 4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Las decisiones impulsivas o apresuradas SON LAS QUE SE TOMAN EN EL CALOR DEL MOMENTO SIN CONSIDERAR LAS CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO, se toman por emoción, por enojo, o por desesperación. Podemos ver que el profeta Jonas en un momento de enojo huyó a tarsis para no obedecer la voz de Dios pues él sabía que él Señor al final tendría misericordia de los hombre de Nínive si ellos se arrepentian, y Jonas no quería que les tuviera misericordia sino que los destruyera (Jonás 4:1-2) Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. 2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. Pero en el momento de enojo el profeta Jonas NO CONSIDERÓ LAS CONSECUENCIAS que esto podía traer a su vida. Podemos ver también que en los momentos en los cuales nos sentimos cansados o frustrados podemos tomar decisiones apresuradas o impulsivas (Génesis 25:29-34) Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[b] 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura. De la misma manera muchos de nosotros tomamos decisiones impulsivas y apresuradas en momentos de enojo, de desesperación, de frustración o cansancio, sin considerar las consecuencias o problemas que esta decisión puede causar a largo plazo en nuestra vida, es decir, que las decisiones impulsivas se toman solamente pensando en el momento sin pensar en el futuro. CONCLUSIÓN: La Biblia nos advierte claramente sobre la importancia de nuestras decisiones y sus consecuencias. Desde el ejemplo de Acán y su decisión egoísta que trajo derrota a Israel, hasta el pueblo que pidió un rey y sufrió bajo su gobierno, y el impulsivo Jonás que huyó de Dios, vemos que nuestras elecciones tienen un impacto significativo. Debemos tomar decisiones con sabiduría, reflexión y consideración de las consecuencias a largo plazo para evitar caminos de muerte, fracaso y amargura. En lugar de actuar impulsivamente o egoístamente, busquemos la guía divina para tomar caminos que lleven a la vida y la bendición.