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4. ESTRUCTURA AGRARIA FOLLETO.pdf

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USAC

2004

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agricultural structure socioeconomic issues Guatemala rural development

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Notas para el curso: PROBLEMAS SOCIOECONÓMICOS DE GUATEMALA DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN GUATEMALA MATERIAL DOCENTE SE AUTORIZA SU REPRODUCCIÓN LIBRE SÓLO PARA LA ACTIVIDAD DOCENTE DEL CICLO ACADÉMICO DE 2004 SE RESERVAN LOS...

Notas para el curso: PROBLEMAS SOCIOECONÓMICOS DE GUATEMALA DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN GUATEMALA MATERIAL DOCENTE SE AUTORIZA SU REPRODUCCIÓN LIBRE SÓLO PARA LA ACTIVIDAD DOCENTE DEL CICLO ACADÉMICO DE 2004 SE RESERVAN LOS DERECHOS DE AUTOR EDGAR REYES ESCALANTE I. CUESTIONES GENERALES SOBRE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN GUATEMALA 1. ¿Qué es la estructura agraria? Para el estudio de la realidad nacional es muy importante el entendimiento del concepto de estructura agraria, pues a partir del mismo se deberá iniciar el análisis de las causas principales de los problemas de desarrollo que enfrenta el país. Siempre es necesario hacer la distinción entre dos términos muy parecidos y relacionados entre sí: lo agrícola y lo agrario. Cuando se habla de lo agrícola, se está dirigiendo la atención a todo aquello relacionado con la agricultura. Es decir, se habla de cualquier actividad productiva que consiste en utilizar la tierra como medio para el cultivo de organismos vivos, los cuales pueden ser animales o vegetales, para la satisfacción de las necesidades materiales de la población. Cuando se trata de organismos vegetales se suele llamar agricultura en el sentido estric- to, aunque la tierra también es utilizada para la crianza de animales, en cuyo caso la producción suele recibir otros nombres como: ganadería en el caso de especies mayores, pastoreo para especies menores, avicultura en el caso de la crianza de aves, o apicultura cuando la crianza es de abejas. En todo caso, es fácil ver que lo agrícola tiene que ver con un tipo de proceso productivo, una clase concreta de trabajo. Es un término que tie- ne una connotación tecnológica. Al hablar de los problemas agrícolas, se hace referencia a los aspectos técnicos de un determinado tipo de trabajo productivo. Se hace abstracción de cualquier implicación social del medio en donde se desarrolla, no obstante que en la realidad no se puede se- parar una cosa de la otra, es decir, lo social y lo tecnológico. Es cuestión de en dónde se pone el énfasis. La agricultura, como un producto de la cul- tura es un cuerpo de conocimientos provenientes de la tradición o de los descubrimien- tos científicos, es una disciplina que se divide en distintas especialidades como la horti- cultura, la ganadería, la agronomía, etcétera. Como se trata de enfocar lo técnico, no es necesario hacer alusión alguna de los aspectos sociales, ellos se dejan para cuando la atención se enfoca hacia lo agrario. Por otra parte. Lo agrario es el término que se refiere al enfoque con que se tratan los problemas que surgen de las relaciones sociales de producción en el área rural. Estas re- laciones contienen aspectos específicos que justifican su estudio por separado. Lo agra- rio incluye lo agrícola, es decir que abarca también aspectos tecnológicos, pues los pro- blemas del campo se relacionan con el desarrollo alcanzado en las fuerzas productivas 1 del trabajo agrícola, e sea la productividad de los trabajadores agrícolas. Sin embargo, lo más importante, lo fundamental del concepto del problema agrario es eminentemente social. De esta cuenta, hablar de monocultivo, o de agricultura de ladera, es referirse a problemas agrícolas; en cambio, los conceptos de aparcería, latifundio, o tenencia de la tierra son eminentemente agrarios. Al estudiar la realidad nacional, puede parecer que el estudio de los problemas agrícolas del país es algo muy importante. En efecto, así es, si se toma en cuenta el atraso que se puede fácilmente observar en el desarrollo tecnológico de la agricultura nacional, salvo determinadas ramas de la actividad agropecuaria, como la avicultura o la cañicultura, o tal vez la caficultura. Sin embargo el principal problema económico y social de Guate- mala, sigue siendo el conjunto de retos que supone la tenencia de la tierra, la orientación de la producción y la acumulación en el agro. Esos son los elementos determinantes del desarrollo del país, son las variables que afectan la estructura misma de la economía na- cional y que demandan profundas reformas, si es que se quiere alcanzar un desarrollo firme, y sostenible en el largo plazo. 2. Consecuencias de la Falta de Desarrollo Capitalista en el Agro Es concebible que muchos de los problemas del agro nacional provengan de la falta de desarrollo de la producción mercantil capitalista. Las relaciones de producción capitalis- tas en la agricultura se desarrollan como es natural de forma desigual. Variando mucho de país a país, dependiendo de cómo se extienden las relaciones asalariadas de produc- ción. En su versión más desarrollada, el capitalismo en el agro debe dar lugar a la exis- tencia de tres características fundamentales: a) la propiedad privada de la tierra y el pa- go de una renta capitalista por su uso, b) la producción de mercancías agrícolas con la finalidad de obtener una ganancia, que contenga el valor de la renta y una ganancia promedio por parte del empresario agrícola, y c) la contratación de fuerza de trabajo asalariada en el campo. 2.1 La Propiedad Privada De La Tierra Y El Pago De Una Renta Capitalista Por Su Uso La primera característica, se cumple de manera parcial y dista mucho de llegar a un ni- vel aceptable para el establecimiento de una agricultura moderna en el país. A pesar de que las políticas públicas de privatización de la tierra, expropiando al Estado, la Iglesia y las tierras comunales de los pueblos indígenas comenzaron en el siglo XIX, una gran parte de la propiedad territorial del país no es utilizada como un factor moderno de pro- ducción, sino más bien ha sido usada para excluir a los productores agrícolas de la pro- ducción y forzarlos a la venta, en condiciones desventajosas, de su fuerza de trabajo. La gran propiedad hasta hace muy poco, ha sido más bien una condición de privilegio que ha servido para una utilización ineficiente de este escaso recurso productivo. No existe un mercado de tierras que posibilite la obtención del recurso y su utilización productiva adecuada, que permita un uso más general del arrendamiento capitalista. Tampoco hay 2 un registro eficaz de la propiedad territorial que de certeza a la propiedad y que permita un mejor aprovechamiento del crédito bancario. A pesar de que existe formalmente, la propiedad privada de la tierra no cumple cabalmente su función en el desarrollo de una agricultura comercial en todo el país. 2.2 Producción De Mercancías Agrícolas Con La Finalidad De Obtener Una Ganancia En cuanto a la segunda característica, la producción de mercancías agrícolas con la fina- lidad de obtener una ganancia promedio, se ha visto limitada a la producción de unas pocas mercancías tradicionales de exportación, que histórica y fundamentalmente han sido el café y el banano. En las últimas décadas, se ha ido extendiendo la producción de caña de azúcar hasta dominar la producción agroindustrial en la región de tierras más fértiles del país: la costa sur. De igual forma, se ha iniciado la producción de hortalizas para la exportación, constituyéndose, éstas últimas, en productos no tradicionales de ex- portación. Sin embargo una fracción importante de los alimentos, sigue siendo cultivada con destino al autoconsumo. Mientras que el comercio regional de productos agrícolas no ha logrado ningún avance en el nuevo esquema de integración centroamericana, y su comercio no se realiza en el ámbito centroamericano, lo que inhibe el desarrollo de una producción agrícola, en donde cada agricultura nacional pueda crecer mediante el apro- vechamiento de las ventajas productivas con que cuente. 2.3 La Contratación De Fuerza De Trabajo Asalariada En El Campo. Por lo que a la absorción de mano de obra asalariada se refiere, hubo un período en que los trabajadores asalariados del campo aumentaron su presencia de forma creciente, es- pecialmente en las áreas de cultivos tradicionales de exportación, pero ese período llegó a su fin, cuando las necesidades de abatir los costos de las exportaciones motivaron a los productores a incrementar la productividad de los cultivos dando por resultado una mayor inversión en bienes de capital y una utilización creciente de mano de obra más calificada. Con la crisis de los años ochenta, la absorción de mano de obra ya no se re- cuperó, de tal forma que los campesinos sin tierra o por lo menos sin ese recurso en una cantidad suficiente, comenzaron a emigrar a las zonas de la frontera agrícola del país para obtener dicho recurso, especialmente en El Petén y en la Franja Transversal del Norte. Otro grupo importante de campesinos, no tuvo opción sino emigrar a Norte Amé- rica para poder resolver los graves problemas de empleo. Durante las últimas cuatro décadas la población Económicamente Activa –PEA- se ha triplicado, pero la PEA rural asalariada sólo se ha duplicado en el mismo período. Por otra parte, los asalariados rurales representaban entre los años sesentas y setentas entre un 38 y un 39 por ciento; estimaciones para el año 2002 presentan una incidencia del 26 por ciento1, lo cual muestra claramente que la estructura agraria del país ha dejado de 1 INE, Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos. ENEI Resultados Trimestre mayo-junio del 2002, Guatema- la octubre del 2002. 3 ser una fuente de empleo asalariado. Se pone así de manifiesto también que el desarro- llo capitalista en el agro no implica necesariamente la proletarización en términos abso- lutos. En la medida que la economía urbana no absorbe la oferta de fuerza de trabajo, a las masas de campesinos no les queda más salida que la emigración, la producción por cuenta propia y el trabajo familiar no remunerado, que no es más que un eufemismo pa- ra referirse al estancamiento y a la pérdida de productividad del trabajo. Una estimación de la incidencia de trabajadores familiares no remunerados pone a esta categoría de población en un 30 por ciento de la PEA rural, tómese en cuenta que la incidencia de trabajadores no remunerados durante los años sesentas y setentas entre el 15 y el 16 por ciento del total de la PEA rural. 3. Concepto de Estructura Agraria Una estructura agraria no es sino el conjunto de las relaciones sociales de producción que enta- blan los habitantes rurales de un país entre si, por medio de un objeto especial: la tierra. Se con- sidera, pues, que la estructura agraria es el conjunto de relaciones entre la población rural, la tie- 2 rra que ésta trabaja y producto de este trabajo. La importancia de la estructura agraria deviene del poder que da a un grupo de hombres sobre otros. Al controlar el acceso a la tierra se puede definir las relaciones que se den entre el hombre que trabaja la tierra y el fruto de ese trabajo. En otras palabras: la distribución de la propiedad de la tierra define la distribución de la riqueza creada por el trabajo con auxilio de esa misma tierra. Esta relación intermediada es muy importante, pues en la agricultura la tierra, que cons- tituye el principal medio de producción no puede ser producido por medio del trabajo del hombre, como sucede, por ejemplo con la producción industrial, donde todos los medios son productos del trabajo. Lo anterior significa una oferta limitada de recursos productivos para los campesinos y por tanto una fuente constante de dificultades y de fricciones sociales. Al estar acaparada en pocas manos, la forma de propiedad del suelo puede limitar también seriamente las condiciones para el desarrollo de la economía na- cional. Esta estructura puede encontrarse plenamente desarrollada en una economía que cuente con una producción agrícola comercial que llene los requisitos arriba menciona- dos, o puede encontrarse en una situación de subdesarrollo, al combinar las peores ca- racterísticas de un régimen de producción capitalista con las peores de un régimen colo- nial o precapitalista. Como el paso de un tipo de economía a otro no es instantáneo ni automático, la falta de desarrollo, aún dentro del sistema, conspira en contra de los campesinos sin propiedad y sin empleo pleno y formal. 2 Celso Furtado. Breve Introducción al Desarrollo, FCE, México 1983. Página 115. 4 4. ¿Cuál es la importancia del estudio de la estructura agraria? Usualmente se dice que el sector agrícola es el más importante de la economía nacio- nal, no tanto por la porción del producto nacional que contribuye a crear sino por que absorbe la mayor cantidad de la población en edad productiva. Actualmente el sector de mayor peso en cuanto a generación de valor agregado en términos del Producto Interno Bruto -PIB- es el comercio, sin embargo ello no contradice la importancia del sector agropecuario en la economía del país. Cuadro 1 Guatemala: Población Económicamente Activa en la agricultura Período 1950- 2002 AÑO PEA TOTAL PEA AGRÍCOLA PORCENTAJE 1950 1,029,449 702,199 68.2 1964 1,387,477 838,315 60.4 1973 1,749,122 1,016,995 58.1 1994 2,462,516 1,293,276 52.5 2002 3,463,397 1,457,103 42.1 FUENTE: elaborado por el autor con base en los Censos de Población. Como puede verse, la PEA rural representa un poco más del 40% por ciento de la PEA total, lo cual refuerza el argumento sobre la importancia del estudio de la estructura agraria en el estudio del subdesarrollo en Guatemala. Una buena parte de los problemas que enfrenta el país derivan de una estructura agraria ineficiente e inequitativa que mantiene a una mayoría de la población del campo, en si- tuación de pobreza absoluta y pobreza extrema. De esa cuenta, para resolver los princi- pales problemas de la sociedad guatemalteca es necesario pasar primero por resolver la cuestión de una estructura que tiende a crear más problemas que los que logra resolver y que históricamente ha sido la mayor fuente de conflictos del país. En general, existen cuando menos cuatro aspectos por los cuales es de importancia estratégica estudiar la estructura agraria en Guatemala. 5 4.1 Importancia Económica El primer aspecto es de naturaleza económica. La economía agraria es fuente de ingre- sos, y de empleo. Demanda inversiones importantes y la revisión de la estrategia pro- ductiva que deberá seguir el país en las próximas décadas para alcanzar el desarrollo y una inserción humana y digna en el actual contexto mundial de interrelaciones estrechas entre las economías. El área rural contiene casi dos terceras partes de la población del país, sin embargo, el producto generado por el sector agropecuario, el principal sector de la economía rural, apenas sobrepasa el 22 por ciento del ingreso nacional. Una parte muy importante de esos ingresos, ni siquiera son redistribuidos en el campo y algunos ni siquiera se quedan en el país por ser propiedad de empresas de origen extranjero. La disparidad en los niveles productivos es muy grande, incluso en el mismo tipo de culti- vos, lo que supone la necesidad de estrategias que conlleven reformas profundas al de- sarrollo del agro. Durante la segunda mitad del siglo XX, la población rural se duplicó entre los censos de1964 y 2003; mientras que el valor agregado del sector agropecuario creció 3.2 veces. Lo anterior significa que el producto agrícola per cápita aumentó sólo el 50 por ciento durante 40 años. Como señalan los técnicos de PNUD el patrón tradicional de crecimiento y empleo en el agro, basado anteriormente en la migración temporal de campesinos minifundistas a las fincas de la Boca Costa del sur del país, ha cambiado sustancialmente. La finalización de las exportaciones de carne y algodón en la década de los ochentas, y la disminución de la producción destinada al mercado interno, ayudan a explicar esta mudanza. Los grupos de productos que más han crecido fueron los de consumo industrial que au- mentaron unas 7 veces en los últimos años del siglo, y la ganadería y avicultura que cre- cieron en el mismo lapso 3.4 veces. Por otro lado, el estancamiento de la población rural se puede explicar en parte por el bajo ritmo de crecimiento de los productos de consumo interno, principal base de la economía campesina, por el lento crecimiento de los pro- ductos tradicionales de exportación, principal fuente de empleo asalariado en el campo, los que apenas duplicaron su producción en el mismo lapso. 4.2 Importancia Política El segundo aspecto relacionado con la estructura agraria es de carácter político. La tie- rra es una fuente tradicional de poder en el país. Aún subsisten mecanismos políticos que mediante el control de ese importante factor de producción, permiten que la cuota de poder y de participación en la toma de decisiones que afectan a toda la nación sea mayor para los propietarios de grandes extensiones territoriales. Este poder ha sido em- pleado para impedir que la sociedad y el Estado encuentren formas modernas y eficien- tes de elevar la producción, mejorar la productividad, redistribuir en forma progresiva el 6 ingreso y contribuir equitativamente al sostenimiento de la inversión social y el desarro- llo sostenible de la economía. Por ejemplo, durante la presente transición democrática, la revalorización de la tierra ha permitido que mediante mecanismos mercantiles y for- mas legales, tales como hipotecas y títulos-valores, los terratenientes puedan acumular riquezas en el sector de los servicios financieros, sin desprenderse de su relación de propiedad con la tierra. Este proceso se ha visto fortalecido por la dinámica de la inter- nacionalización financiera y las políticas de ajuste y liberalización impulsadas por el Es- tado que han atraído capitales de corto plazo e inversiones en el sector bancario, la construcción, negocios inmobiliarios y centros comerciales3. Como resultado de esa ló- gica perversa, se ha visto fortalecido el poder económico y político de ese sector de ori- gen oligárquico y ahora financiero, que utiliza su influencia para rehuir de sus respon- sabilidades en el sostenimiento del aparato estatal, y de los costos de sus aventuras fi- nancieras4. 4.3 Importancia Social En el plano social, es importante estudiar la estructura agraria, pues como se ha indica- do, la tierra es una de las principales fuentes de conflicto. El cual se mantiene latente, siendo siempre causa de malestar entre los campesinos que carecen de la misma, pero que también están excluidos de participar en otras modalidades de ocupación y empleo que les permitan desarrollar sus capacidades y gozar de un nivel de vida con dignidad. Esta situación ha sido considerada con prioridad en los Acuerdos de Paz. Allí se consi- dera que en el área rural es necesaria una estrategia integral que facilite el acceso de los campesinos a la tierra y otros recursos productivos que brinde seguridad jurídica y que favorezca la resolución de los conflictos5 Según el informe de desarrollo humano los conflictos de tierra en Guatemala tienen múltiples causas, siendo las más importantes las siguientes: 3 Elías, Silvel, et al, Evaluación de la Sostenibilidad en Guatemala. FLACSO, 1997. Página 53. 4 "se tiene conocimiento de que algunos inversionistas guatemaltecos atraídos por un margen de rendimiento relativamente alto en activos financieros de economías emergentes, tomaron ciertos riesgos que, eventualmen- te, habrían terminado en pérdidas en los mercados emergentes y, ante ello, debieron complementar garantías, para lo cual demandaron divisas en el mercado doméstico, todo lo cual explica las presiones que sobre el tipo de cambio se mantuvieron en la segunda parte del año." Banco de Guatemala, Evaluación de la Actividad Económica y de los Resultados de la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia durante 1998. 5 "La resolución de la problemática agraria y el desarrollo rural son fundamentales e ineludibles para dar respuesta a la situación de la mayoría de la población que vive en el medio rural, y que es la más afectada por la pobreza, la pobreza extrema, las iniquidades y la debilidad de las instituciones estatales." Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria. México, D.F. , 6 de mayo de 1996. Por otra parte, el informe: Guatemala, los contrastes del Desarrollo Humano. PNUD 1998. Señala que: "El proceso de democratización ha sacado a la luz los conflictos territoriales latentes...Algunos indicadores muestran la situación conflictiva de la tierra: en 1995, la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC) aseguraba dirigir 40 casos de problemas de tierra; según la Unión de Acción Sindical y Popular (UASP), 104 fincas fueron ocupadas a lo largo del país en 1996; el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ) afirmaba haber recibido, ese mismo año, cerca de dos mil denuncias por disputas de tierra, otras mil por problemas limítrofes entre comunidades, y más de setecientas por disputas sobre nacimientos de agua y caminos de acceso.", página 101. 7 Falta de limitación estricta de linderos, acentuada por la carencia de planos cartográfi- cos. Posesión de títulos de propiedad, pero con ubicación en otra área geográfica debido a engaños al momento de la operación de compra - venta. Posesión de tierras que pertenecían a los refugiados que retornan. Posesión de tierras con alguna forma de autorización por parte del propietario, princi- palmente en aquellos casos en que las fincas han dejado de ser productivas para sus dueños. Invasión de fincas privadas por parte de campesinos sin tierra. Ocupación de baldíos nacionales. Ocupaciones de ejidos municipales, que tienden a carecer de registros catatrales y se rigen por la costumbre para delimitar sus linderos. Ocupación de propiedad con documentos privados, que ocurre cuando los propietarios han procedido a la venta del terreno sin haber registrado legalmente el traspaso. Usurpación de baldíos por parte de finqueros, cuando descubren que sus tierras co- lindan con baldíos municipales o estatales. Existencia de dos o más títulos de propiedad sobre la misma tierra, originados al crearse nuevos municipios. Demanda de tierras por parte de desarraigados, los cuales tienden a exigir la adqui- sición de fincas a su favor. Ocupación de fincas por problemas laborales, surgidos por incumplimiento en el pago de los salarios o prestaciones. 8 4.4 Importancia Ecológica En cuarto lugar se puede mencionar que la estructura agraria tiene un aspecto de carác- ter ecológico, pues la relación entre la tierra y el hombre puede asumir formas antagóni- cas o armoniosas dependiendo de la modalidad de la tenencia y la forma de explotación que el hombre haga de la naturaleza. Este aspecto es particularmente importante en las últimas décadas, pues la presión por obtener este recurso ha sido, en parte, enfrentado mediante la extensión de la frontera agrícola hacia zonas cuya vocación forestal excluye su utilización en la agricultura, esta situación ha dado lugar a un cambio en el uso de la tierra que de no detenerse puede dar lugar a una catástrofe ambiental. Como señala el informe de PNUD sobre el Desarrollo Humano del 2002, la relación en- tre la población rural y el uso de la tierra ha cambiado sustancialmente en las últimas dos décadas. Las áreas de pastos, bosque secundario, áreas de barbechos, y agricultura migratoria que representan una parte muy grande de la superficie territorial, se han re- ducido del 46.8% del total a fines de los años setenta al 55.4% en 1999. Lo anterior, ha sido el resultado de la incorporación a la frontera agrícola de tierras frágiles en el norte del país, originalmente cubiertas de bosques primarios. Estas tierras se ocupan actual- mente en ganadería extensiva, trasladada de la costa sur al Petén; también se dedican a la agricultura migratoria de roza y quema que destruye el bosque primario y busca nue- vas tierras6 Una de las características negativas de la explotación agropecuaria y forestal en el país es la falta de sostenibilidad. Por ejemplo, durante 1998, el territorio guatemalteco expe- rimentó una serie de desastres ambientales, entre los cuales se incluyen sequías, graves incendios forestales, y finalmente huracanes que provocaron inundaciones, aludes y contaminación de fuentes de agua, entre otras calamidades como erupciones volcánicas. El huracán Mitch no ha sido ni el principio ni el final de una cadena de desastres que han golpeado al país. De acuerdo a un estudio de la FLACSO7, el deterioro ambiental ha sido magnificado por los siguientes procesos: Drástica reducción de la cubierta boscosa como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola. La alteración del ciclo hidrológico que reduce los acuíferos y la disponibilidad de agua. Una mayor contaminación ambiental derivada del aumento en la generación y falta de tratamiento de los desechos urbano industriales. Deterioro de la base productiva material, por la pérdida de la biodiversidad, y el de- terioro de los suelos por contaminación y erosión. Como señala el estudio, al tomar las cuencas hidrológicas como elemento de análisis se puede percibir la concatenación existente entre las zonas altas, medias y bajas de las cuencas. Las partes bajas abundantes en áreas planas y con mayor vocación agrícola, 6 Ver Informe Nacional de Desarrollo Humano 2002. 7 Elías, Silvel, Obra Citada. 9 han sido acaparadas por las empresas agroexportadoras, que como en el caso de la zona noroeste del país, afectada por el huracán Mitch, se dedican al cultivo de tabaco, melón, banano y a la ganadería. Las partes altas y medias se destinan a la producción de granos básicos y en algunos ca- sos café. Las partes altas aunque contienen algunos remanentes boscosos, están siendo sometidas a un intenso proceso de descombramiento por avance de la frontera agrícola, que ha propiciado la eliminación de la cubierta vegetal, lo cual hace que aumente la es- correntía de la precipitación pluvial y se reduzca la capacidad de infiltración.8. 8 Edgar Pape, Coord. Guatemala, evaluación de los daños ocasionados por el huracán Mitch, 1998. FLACSO, Guatemala 1999. 10 II. ETAPAS DEL DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA AGRARIA EN GUATEMALA 1. Antecedentes Históricos de la Estructura Agraria en Guatemala La actual estructura agraria de Guatemala se origina cuando la producción nacional de exportación se vincula al mercado mundial por medio del cultivo del café. Este proceso se dio con gran impulso en el último tercio del siglo XIX. Se ha considerado que una primera fase del desarrollo del capitalismo en el país se dio, precisamente, en el período comprendido entre ese primer auge exportador de finales del siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial. En este largo período se presentaron im- portantes cambios de la estructura de producción del país, la cual ha sido eminentemen- te agrícola. Tales cambios se iniciaron con el establecimiento de la propiedad privada sobre la tierra, la cual, hasta ese momento, además de las haciendas coloniales, era po- seída por la iglesia y las comunidades indígenas. También es importante, la construc- ción de medios de comunicación y transporte, especialmente del telégrafo y el ferroca- rril, así como de obras de infraestructura encaminadas a apoyar al único producto de exportación de importancia en ese período. La naturaleza de las exportaciones fue durante mucho tiempo monocultivista. Pero la desnacionalización del ferrocarril nacional, a principios de siglo, cuando se otorgaron tierras a la empresa ferrocarrilera, permitió la introducción del cultivo del banano. El cultivo del banano fue una plantación de enclave y por tanto sus efectos sobre la eco- nomía fueron mínimos, si bien esto no fue así en la esfera política, como lo demuestra el papel protagónico de la United Fruit Company en el movimiento contrarrevolucionario de 1954. Durante este período de gestación de la economía moderna las relaciones de producción capitalistas no fueron nítidas y todo indica que el período indicado constituyó una etapa inicial del lento proceso de acumulación originaria en el país. El cultivo del café no solo significó el surgimiento de la propiedad privada, es decir, como resultado de la abolición de otras formas de propiedad, principalmente la gran propiedad territorial de la iglesia, y las tierras comunales de los pueblos indígenas, sino que también significó un aumento importante en la demanda de mano de obra, la cual se enfrentaba a una oferta de fuerza de trabajo asalariada muy reducida, pues la existen- cia de la pequeña propiedad campesina absorbía el trabajo de los campesinos. No podía funcionar, por tanto, en forma normal el mercado de fuerza de trabajo, no solo por la oferta limitada de jornaleros, sino también por el volumen reducido del capital de los 11 cafetaleros; por ello se utilizó una modalidad que ya era tradicional en el país: el trabajo forzado. Por otra parte, las reformas a la propiedad rural y la acumulación de capitales derivada de las exportaciones del café, permitieron que la propiedad rural se concentrará aún más, pues dado el escaso desarrollo del mercado interno, los nuevos recursos no se uti- lizaron para aumentar la producción destinada al comercio interior, sino que fueron uti- lizados para aumentar la propiedad territorial con el fin de expulsar a los campesinos de las tierras ocupadas y atraerlos hacia las haciendas cafetaleras. También se utilizaron otras formas de coerción para obtener fuerza de trabajo segura, entre ellas el endeudamiento de los colonos para impedir su libre movilización. Otras formas fueron: los mandamientos y la aplicación de la "Ley contra la Vagancia", ins- trumentos legales diseñados para responder a la escasez permanente de fuerza de trabajo que enfrentaban las fincas cafetaleras. Para poder modernizar la economía, uno de los primeros decretos de la Junta Revolu- cionaria en 1944 fue precisamente la supresión del "Boleto de Vialidad", que constituía el núcleo del sistema de trabajo forzado en el país. En el siguiente año, se derogó la "Ley contra la Vagancia" y se estableció la Ley de Arrendamiento forzoso destinada a aumentar la producción agropecuaria, regular los contratos de arrendamiento y eliminar la práctica de la medianía que empobrecía a los campesinos sin tierra, obligados a ceder una porción excesiva del fruto de su trabajo a los terratenientes. Con la Ley de Arren- damiento Forzoso se daba un golpe también al colonato, el cual ha sido una práctica en el área rural por la cual se paga a los campesinos el trabajo no con dinero, sino con la concesión del uso de la tierra dentro de las fincas. En síntesis, se buscó eliminar las formas de renta precapitalistas buscando el establecimiento de una renta de la tierra moderna o capitalista. Como culminación de este proceso de modernización de la economía agropecuaria, se estableció una estrategia de reforma agraria con la finalidad de lograr la transformación de la agricultura nacional en una producción capitalista moderna. Este proceso, sin em- bargo, fue interrumpido por medio de una contrarrevolución en 1954. Debido a los cambios importantes que se han presentado a lo largo de la vida capitalista de la agricultura moderna, es conveniente proponer una periodización de cinco etapas. 2. El período de reformas a la estructura agraria (1944-1954) El primer período de la vida moderna del país se distingue por los cambios en la estruc- tura agraria, especialmente los que tienen que ver con las formas de contratación de la fuerza de trabajo y de la propiedad rural. Las estadísticas y las cuentas nacionales no permiten establecer a ciencia cierta los datos necesarios para comparar el desenvolvi- miento económico de los sectores de la economía; sin embargo, al tomar como indica- 12 dor el crecimiento del producto en cuatro cultivos principales, se puede suponer que hubo un crecimiento promedio anual del 2.5%. El adecuado clima económico observado en la primera década posterior a la segunda guerra mundial permitió que se dieran condiciones para corregir los problemas deriva- dos del monocultivo, la falta de vías de comunicación y la escasez de capital físico. Aumentó el valor de las exportaciones en forma repentina lo que produjo un aumento de riqueza en manos tanto de los individuos como del gobierno. Las exportaciones también eliminaron la restricción de las divisas, lo que junto a una disponibilidad abundante de tierra ociosa, se consideraba que el obstáculo al crecimiento más importante era la esca- sez de fuerza de trabajo, por lo se puso mucho énfasis en promover cultivos susceptibles de mecanización, como el algodón, por ejemplo. La modernización se puede observar en el impulso que se dio a la introducción de culti- vos comerciales como la fibra de kenaf, algunos cítricos, semillas mejoradas de arroz, frijol, ajonjolí y especialmente el algodón, el cual empezó a exportarse en esa época. Durante el período revolucionario el peso más importante en las exportaciones agríco- las, se concentró en dos productos: café y banano. Durante el quinquenio 1950-1954 el café representó el 83.3% de las exportaciones acumuladas, mientras que el banano res- pondía por un 10.8% adicional. La dependencia de dos productos exportables era abru- madora y mostraba el carácter casi monocultivista de la economía nacional. El algodón fue introducido como cultivo comercial por esa época, representó el 1.9% de las exportaciones. Hay que considerar que no fue sino hasta 1954 que se realizó la pri- mera exportación de dicha mercancía, de tal cuenta que la importancia al final del pe- ríodo considerado es mucho mayor, en 1954 el peso los productos mencionados era el siguiente: (a) café, 81.4%; (b) banano, 12.3%, y (c) algodón, 4.0%. 3. Restauración de la gran propiedad rural (1955-1961) Es posible considerar, con base en la Memoria Anual de Labores y Estudio Económico del Banco de Guatemala de 1961, que en el lapso comprendido entre 1955 y 1961, la producción agropecuaria retrocedió un 6.4% de su valor9. Aunque aumentó en volumen físico. La nueva legislación agraria se dictó con el objetivo fundamental de contrarrestar el proceso de reforma agraria. En lugar de influir en la distribución racional de los suelos agropecuarios, la nueva estrategia consistió en ampliar la frontera agrícola mediante la colonización agraria que se impulsó al amparo de la Ley de Transformación Agraria Decreto 1551 (11-10-62). Como era de esperarse se logró el objetivo de restaurar el lati- fundio y la estructura de la propiedad rural. 9 La producción agropecuaria retrocedió en valor de Q235.1 millones a Q220.9. Estas cifras están, sin embar- go, influidas por la base contable con la que fueron calculadas. El sistema de cuentas nacionales, no obstante que tienen base en 1958, se inició con la contabilidad social de 1963. 13 La reducción del valor de la producción agropecuaria que reflejan las cuentas naciona- les, sin embargo, es resultado de una reducción de los precios agrícolas, puesto que de acuerdo a los datos de la Dirección General de Estadística (ahora Instituto Nacional de Estadística), el volumen de la producción agrícola creció sostenidamente el período ana- lizado10. Como puede observarse, a pesar del crecimiento absoluto en los volúmenes de producción hubo una reducción del valor del producto agrícola por efecto de la baja de precios que terminó desestimulando la producción comercial. Cuadro 2 GUATEMALA: PRECIOS DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS AGROPECUARIOS DE EXPORTACIÓN US$ PERÍODO 1956-1961 AÑO CAFÉ ALGODÓN BANANO CARNES AZUCAR 1956 67.7 29.0 2.9 -.- -.- 1957 61.2 28.5 2.8 -.- 7.0 1958 50.0 26.0 2.8 -.- 6.2 1959 41.2 18.3 2.7 34.7 5.4 1960 42.9 22.9 2.4 17.4 4.5 1961 39.1 24.1 2.2 33.5 5.6 FUENTE: elaborado por el autor con base en cifras del Banco de Guatemala. 4. Período de expansión económica (1962-1981) Este período constituye un tramo de dos décadas de crecimiento y modernización de la producción agropecuaria. El fomento de las actividades comerciales en el agro, se ex- presa en las leyes de fomento y en la implementación de líneas de crédito para la pro- ducción agropecuaria. Se inicia la colonización de las regiones del norte del país, es de- cir, del territorio de El Petén y la Franja Transversal del Norte, así como de algunas co- lonizaciones exitosas en el departamento de Izabal. El volumen de la producción agrícola, casi se duplicó en el período de expansión11. Los productos tradicionales de la agricultura nacional, no obstante, demostraron su constan- 10 La producción de café pasó de 1.4 millones de quintales oro en 1955 a 2.0 millones en 1961, o sea una tasa anual de crecimiento del producto del 6.0%; el maíz creció de 8.0 millones a 10.9 millones de quintales. Lo que significa un crecimiento del 5.3% anual; el arroz en granza creció de 211.9 miles de quintales a 295.9, o sea un aumento anual del 5.7%; y el frijol pasó de 511.8 miles de quintales a 664.3 miles, lo que representa una tasa de variación anual del 4.4%. 11 El volumen del producto agrícola creció entre 1963 y 1981 a un ritmo anual del 3.6%. 14 te pérdida de dinamismo, especialmente en el caso de los granos básicos y el café12. Si- tuación que puso de manifiesto la inadecuada producción de alimentos básicos que ca- racteriza a dicho período. Los productos que más se desarrollaron en este período fueron: el banano, el algodón el arroz, las frutas y hortalizas, la caña de azúcar y el trigo13. Se aprecia durante el período analizado, una tendencia hacia el desarrollo de cultivos comerciales. La producción para la exportación se vio estimulada, además de las políticas de fomen- to, por la evolución de los precios internacionales, los cuales crecieron en forma soste- nida durante trece años, entre 1960 y 1973, aunque posteriormente las condiciones de los mercados mundiales habrían de marcar los precios con fluctuaciones e inestabilidad. Difícilmente se puede exagerar la importancia de los precios internacionales para los principales productos de exportación del país. Principalmente son determinantes los precios del café y del banano, seguramente por el volumen de sus exportaciones. La es- tabilidad relativa de los precios de exportación es por tanto muy importante en la estabi- lidad y crecimiento de la producción agrícola nacional. Entre 1960 y 1973 se dio en crecimiento relativamente constante en los precios de los productos agrícolas exporta- bles, pero en 1974 se inició una fluctuación de precios con un aumento considerable en los de la azúcar, en 1977 era el café el producto que mostraba un precio récord. En lo que se refiere a la producción, la variación más grande se experimentó en los cul- tivos de exportación. Al principio el crecimiento fue moderado (período 1973-1971), luego se dieron tres años de crecimiento acelerado de la producción, seguidos de dos años de receso. Antes de llegar a la crisis de principios de los años ochenta, hubo un pe- ríodo de crecimiento bastante dinámico de la producción, entre 1977 y 1980, o sea un período de esfuerzo de crecimiento de cuatro años. A diferencia de los productos tradicionales de exportación cuyos niveles de producción fluctuaron especialmente en la década de los años setenta, los productos de consumo in- terno tuvieron un crecimiento mucho más estable, con una tasa de crecimiento sostenido de alrededor del 3.2% anual y por un período de 26 años durante los cuales la produc- ción creció un 10% más velozmente que la población, lo cual permitió un leve mejora- miento en la nutrición de los habitantes. En cuanto a la producción agrícola destinada al consumo industrial, puede decirse que la misma creció en forma sostenida entre 1963 y 1982, cayendo a partir de 1983 como resultado de los efectos de la crisis de producción industrial que afectó la demanda de materias primas agrícolas. Es necesario señalar que en este grupo de cultivos, la caña de 12 El café creció a un ritmo de 2.1% anual, mientras que el trigo y el maíz evolucionaron a ritmos de 3.1% y 2.9% anual, sin embargo, el producto que evolucionó en peor forma fue el frijol, el cual disminuyó su volu- men a un ritmo de 0.6% al año, o sea una reducción de 2.0 millones de quintales en 1963 a 1.8 millones en 1981. 13 Entre 1963 y 1981, la producción de banano creció a una tasa anual del 4.8%, el algodón creció a una tasa anual del 4.3%, la papa aumentó a una tasa anual del 5.1% y con crecimientos de l 4% se encontraban: el arroz, las frutas y hortalizas, la caña de azúcar. 15 azúcar tiene un peso muy importante, coincidiendo por tanto, la caída de las exportacio- nes de tal producto en 1982. Otra causa, fue la reducción de la producción industrial de bebidas que fue de -5.5 en 1982. Por su importancia económica, el crecimiento de los productos de exportación ha tenido consecuencias muy importantes para la economía nacional, destacándose el hecho que la producción de esta clase de artículos haya alcan- zado su nivel más alto en 1980, los productos de consumo industrial mantuvieron el crecimiento durante dos años más, pero ello carecía ya de importancia, pues el ritmo de crecimiento de la economía se había detenido en el último año de crecimiento de dichos productos. Los cultivos de consumo interno, finalmente, han mantenido un crecimiento vegetativo, en ello tiene mucho que ver el comportamiento de los granos básicos, aun- que el crecimiento de la producción de frutas y hortalizas ha sido mucho más estable. 5. Crisis general de la década de los años ochenta (1982-1986) La crisis general de la economía guatemalteca se presentó con todo vigor y en práctica- mente todos los aspectos de la vida social en 1982. En la agricultura se manifestó en forma tempranera. Debido a la desaceleración de la demanda externa la producción agrícola de exportación redujo su ritmo de crecimiento desde 198014. Los precios inter- nacionales se habían reducido durante dos años consecutivos (1978-1979) y los produc- tos intermedios usados por la agricultura se habían encarecido. El cultivo del café tuvo una declinación en la productividad y una aguda caída de los precios internacionales por dos años seguidos (1980-1981). La producción de algodón redujo sus áreas de cultivo en 39 miles de manzanas (cerca de 27 miles de hectáreas). En general, la caída de la producción tuvo mucho que ver con la reducción de los cultivos de exportación, los cua- les disminuyeron su producción bruta durante tres años consecutivos (1981-1983). La caída en los cultivos de consumo industrial (especialmente: caña de azúcar, arroz y tri- go) se inició en 1982, contrarrestando la recuperación de los cultivos de exportación y alargando de esta manera la postración del sector agrícola. Mientras que por el lado de los cultivos de consumo interno, la producción se mantuvo prácticamente inalterable con un crecimiento poco significativo, a una tasa anual del 2.7%, aún por debajo del crecimiento poblacional cuya tasa de crecimiento vegetativo fue de 2.9%. En 1985 se experimentó un descenso de la producción agrícola el cual estuvo asociado a los estímulos negativos que a los productores les causaron las expectativas de menores precios en los productos de exportación en el mercado internacional. Otro obstáculo im- portante que enfrentaron fue la dificultad para adquirir los insumos de origen importado, 14 El ciclo de la recesión económica se inició en los últimos trimestres del año 1979 y se acentuó en 1981, impactando en los tipos de cambio y en las tasas de interés, y para el caso que nos ocupa, en una declinación del comercio internacional que en 1980 creció en un 2.0% y en 1981 lo hizo en un 1.5%. Ver Memoria de Labores, Banco de Guatemala, 1981. 16 en la época de su aplicación, y el alto precio que alcanzaron en el mercado interno. La mayoría de dichos insumos estaban contemplados dentro del mercado de divisas para pagos esenciales y sus precios internacionales no tuvieron, alzas considerables en este año, pero los comerciantes especularon con dichos insumos. Esas dificultades repercu- tieron en la caída de los rendimientos por manzana. Durante 1986, la ganadería, la avicultura y productos pecuarios, en conjunto, manifesta- ron una caída de 4.4%. En la producción agrícola, las expectativas de precios bajos de algunos de los productos de exportación continuaron desanimando a los productores del país, ciertos cultivos se vieron deprimidos severamente, tal el caso del algodón. Esta situación fue aliviada en gran medida, por los mejores rendimientos obtenidos en los cultivos de los productos de consumo interno, derivado de las condiciones climáticas favorables y del abastecimiento normal de insumos, en que el gobierno prestó su apoyo distribuyendo fertilizantes a través de las municipalidades, a precios más bajos que los vigentes en el mercado. Otro factor que contribuyó favorablemente en las cosechas agrícolas fue la oportuna fijación de los precios de garantía al productor en niveles su- periores a los niveles de 1985. 6. Modernización y Crecimiento no sostenible (1987-2002) Después de la crisis general de la primera mitad de los años ochentas, se esperaba una recuperación sostenida de los principales sectores productivos. Si bien en la industria esto no se dio, en los servicios y en la agricultura pareció que esto era posible, al menos en los primeros años. Sin embargo en las postrimerías del siglo XX era obvio que el aparato productivo del país había salido seriamente dañado con la crisis, además que la economía mundial se había transformado a tal punto que la mayor parte de los produc- tos tradicionales de exportación habían perdido gran parte de sus mercados. La estructu- ra agraria, en una parte muy importante, los cultivos comerciales, se había transforma- do. Entre 1987 y 1992 El sector agropecuario manifestó una recuperación a causa, princi- palmente, de la actividad propiamente agrícola. Al final de dicho período se refleja el menor dinamismo debido a la sequía que afectó el territorio nacional y que provocó da- ños en la producción de granos básicos y de productos de exportación como el algodón y el banano; asimismo la tendencia declinante que se observó en los precios internacio- nales de algunos productos de exportación. Un leve repunte en 1992 es atribuible en gran medida a las condiciones climáticas favorables para algunos productos. Así como al esfuerzo realizado por incrementar los volúmenes de producción, ampliando el área cultivada y mejorando las labores culturales de algunos productos agrícolas y a los nue- vos préstamos bancarios otorgados a este sector, que crecieron 14.5% respecto a 1991. En el quinquenio 1993-1997 el sector agropecuario creció a una tasa moderada. Influye- ron situaciones climáticas adversas15, problemas de financiamiento derivados de altas 15 Por ejemplo, en 1995 el copioso régimen de lluvias redujo la producción de algunos cultivos como la de granos básicos, no obstante, ésta fue compensada por un aumento de la producción de exportación, principal- 17 tasas de interés y políticas comerciales restrictivas adoptadas por los principales socios comerciales, las cuales afectaron, especialmente, a las exportaciones de banano, tabaco y carne. A partir de 1997, el crecimiento del sector se explica por los efectos positivos derivados de la firma de los acuerdos de paz, que permitieron ampliar la frontera de producción agrícola, incorporando al proceso productivo tierras que estuvieron inutilizadas por el conflicto armado. También fueron factores importantes: el aumento en la demanda ex- terna de productos agrícolas, asociado a la apertura de nuevos mercados; el incremento en la producción de caña de azúcar y a la diversificación de la producción exportable. Por otra parte, el fenómeno climático conocido como "la Corriente del Niño", afectó al- gunas regiones del país con inundaciones y sequías, lo que provocó una disminución en la producción del café y los granos básicos, así como una reducción de la captura de distintas especies marinas, principalmente el camarón. En 1998 se siguieron reportando daños a las áreas de cultivo por la persistencia del fe- nómeno El Niño, el cual originó el verano más largo y caluroso desde hace cincuenta años. Por si fuera poco, el huracán Mitch según información preliminar, afecto al 20.7% del área cultivada de café y al 1.8% de la dedicada al cultivo del cardamomo. La producción de banano también se vio seriamente afectada por los daños provocados por el huracán Mitch. A partir de 1999, la producción agropecuaria empieza a mostrar una marcada reducción de las tasas de crecimiento, las cuales se pueden asociar a la contracción de la economía mundial, la cual se refleja en el marcado deterioro de los precios internacionales para los principales productos nacionales de exportación, especialmente el café que entró en profunda crisis. 6.1 La grave crisis del café En 1985 la producción de café comenzó a experimentar reducciones de producción y se- rias dificultades con los precios internacionales. Las reducciones de producción inicial- mente estuvieron asociadas al irregular régimen de lluvias observado en algunas zonas productoras de este grano, especialmente en la región central y los departamentos de Ju- tiapa, Jalapa y Santa Rosa. Otra fuente de adversidades fue la dificultad para la utiliza- ción de insumos, principalmente abonos químicos, lo que sin duda afectó más a los pe- queños y medianos productores. Como se ha indicado, otro factor en la reducción de la producción cafetalera fue la baja en el precio del grano, el cual pasó con celeridad de US$ 126.88 en 1984 a US$56.84 por quintal en 2001. Por si lo anterior no fuera sufi- ciente, la cuota inicial asignada por la Organización Internacional del Café -OIC- se re- dujo de 2,534.1 a 2,422.9 quintales. mente de caña de azúcar y de banano. El año1996 fue mucho mejor, el crecimiento de la producción agrícola se explica por el favorable comportamiento de los cultivos de exportación. 18 En 1986, el volumen de producción tuvo una leve recuperación aumentando en 1.1%, atribuible a los crecientes precios internacionales del grano, en lo cual tuvo que ver la disminución y la calidad del grano producido por el Brasil a causa de la sequía. Debido al persistente aumento en los precios, en Febrero de 1986 la OIC eliminó el sistema de cuotas a la exportación de café16, para aumentar la concurrencia de los oferentes y redu- cir la presión al alza en los precios, demostrando de paso su primordial compromiso con los países consumidores. El café estaba recuperándose un poco en 1987, la producción se situó en 4.1 millones de quintales oro, superior en 3.3% al volumen de la cosecha de 1986. Esto fue el resul- tado de la expansión de la superficie cultivada que de 375 miles de manzanas en 1986 a pasó 380 miles en 1987, también influyó una mayor productividad obtenida en el culti- vo. El nivel de los precios internacionales obtenidos en el período reciente, habría incenti- vado la expansión de este cultivo, así también, la ejecución de proyectos de transferen- cia tecnológica por parte de ANACAFE en áreas cultivadas, principalmente de media- nos y pequeños agricultores permitió elevar los niveles de rentabilidad y producción. Las perspectivas de buenos precios a inicios de 1988 estimularon la intensificación de las labores culturales del café. Este hecho permitió lograr mejoras en los rendimientos, no obstante que los cafetos se vieron afectado por la fuerte precipitación pluvial. El aumento de la producción en 1989 permitió que los efectos negativos de la caída en los precios internacionales del café se compensaran con un mayor volúmenes de ventas, el que fue superior en 23.8% al de 1988. En 1991 la producción se situó en 4,290.2 mi- les de quintales, solo 1.0% de incremento. Y en 1992 de nuevo el estancamiento (- 0.6%), por las expectativas, observadas desde principios de año, de una baja en los pre- cios internacionales, con resultado de una reducción en los gastos de las labores cultura- les. Debido a la crisis de sobreproducción mundial y ante la falta de acuerdo entre compra- dores y productores en el seno de la OIC, en 1992, los precios de este producto tuvieron una tendencia hacia la baja en el mercado internacional; por lo que ANACAFE aprobó una emisión de bonos cafetaleros por un monto de US$75.0 millones. Estos bonos es- taban dirigidos a evitar la quiebra de los productores de café y hasta la fecha no han sido redimidos. Para 1993 la producción creció 3.0%. lo que se debió a un aumento en el rendimiento de 0.3 quintales por manzana de café en oro. Es importante señalar que a partir del 1 de oc- tubre de 1993, los países productores aplicaron el esquema de retención del 20.0% de la producción exportable del café, como mecanismo para aumentar los precios internacio- 16 "Para el caso de Guatemala esa situación determinó que el precio medio por quintal de exportación del grano se situara en US$169.86 en 1986 muy superior al de 1985, que fue de US$111.73. no obstante, el vo- lumen de la exportación no logró superar el nivel de 1985, año en que las ventas fueron extraordinarias a países no miembros de la OIC, como consecuencia del beneficio cambiario que se otorgó a este tipo de expor- taciones." Banco de Guatemala, Memoria de Labores 1986. Página 34. 19 nales de este producto en el mediano plazo. Lo anterior parece que dio resultado: a par- tir del último trimestre los precios internacionales principiaron a recuperarse. En el lap- so 1994-1995 la producción prosperó, fue superior en 50.0 miles de quintales en 1994, y en 1995 la producción creció de nuevo, esta vez en 1.1%, lo cual se logró con un mayor rendimiento por manzana cosechada de café oro. Y con un incremento de 5.6 miles de manzanas en el área cosechada, lo cual, al final, compensó las pérdidas que provocaron las fuertes lluvias que afectaron las regiones del país. La producción continuó en expan- sión en 1996, debido principalmente al incremento en el área cosechada (3.8 miles de manzanas), y al incremento de la productividad asociada a la generalización en el culti- vo de variedades más resistentes a las plagas. La onda expansiva continuó en 1997, los precios favorables indujeron a un incremento de 2.1 miles de manzanas en el área cose- chada. Aunque la inesperada precipitación pluvial provocada por la corriente del niño causó pérdidas en la producción por la caída prematura de las flores y de algunos frutos pequeños en las plantaciones. Es evidente ya para 2001, que existe un problema de sobreproducción mundial de gra- no, lo cual hizo que se desplomaran los precios del grano, arruinando a muchos produc- tores. Lo anterior también es el resultado de la reducción de la demanda mundial oca- Exportación de café, US$ millones 800 600 400 café 200 0 88 90 92 94 19 6 98 00 o 9 añ 19 19 19 19 19 20 sionada por la recesión que se manifiesta desde 2001 con toda claridad. Como resultado se ha generado una reducción en los gastos en labores culturales y al abandono de un buen número de plantaciones de café, especialmente en las áreas de producción de gra- no menor calidad. Ya durante 2001 la demanda de los principales compradores de café guatemalteco se había reducido un 15 por ciento en Estados Unidos y un 21 por ciento en Alemania. Los principales productores de grano a escala mundial, Brasil, Vietnam y Colombia, incrementaron su producción en 10.7%, 36.2% y 10.4% respectivamente, con efectos negativos sobre los niveles internacionales de precios, ello significó el golpe final para la caficultura guatemalteca. 6.2 Un nuevo período de auge bananero 20 El volumen de producción de banano, después del estancamiento que se dio a mediados de los años ochentas, creció como resultado del mejoramiento en los rendimientos por manzana, y del estímulo que representó el alza del precio en los mercados internaciona- les. A pesar de los problemas de tipo laboral que enfrentaron varias fincas productoras, en 1986 aumentó la producción por segundo año. Y en 1987 el volumen producido cre- ció por tercer año consecutivo, aunque en mucho menor cuantía. La estabilidad que mostró la demanda externa, así como el precio internacional, en torno a US$10.00 por quintal, fueron los factores que indujeron a los productores a mantener el nivel de la su- perficie cultivada del año anterior. En 1988 el volumen de producción declinó. Uno de E x p o r t a c io n e s d e b a n a n o e n U S $ m illo n e s p e r ío d o 1 9 8 7 -2 0 0 2 250 200 150 banano 100 50 0 88 90 92 94 96 98 00 o añ 19 19 19 19 19 19 20 los factores que originaron esta contracción fue la fuerte lluvia que se registró en la zona bananera, la cual deterioró los drenajes en el área cultivada y causó daños en las planta- ciones. La huelga que realizaron los trabajadores de BANDEGUA, provocó un estan- camiento en el corte y empaque del producto. En 1991, los trabajadores suspendieron actividades por conflictos laborales, lo que ocasionó que una cantidad del producto se perdiera al no haber sido cortado a tiempo. Varias plantaciones del cultivo en la región se vieron afectadas también por la enfermedad conocida como sigatoka negra. En 1992 el banano fue el cultivo que con más dinamismo creció, alcanzando una tasa de 18.3%, como resultado de la incorporación de nuevas áreas de siembra (26.3%). Lo anterior respondió a una mayor demanda externa tanto de los Estados Unidos como de la Co- munidad Económica Europea -CEE-. En 1993 la producción se incrementó en 1.5 mi- llones de racimos, es decir un 8% como resultado de la ampliación de 3.1 miles de man- zanas en la superficie sembrada, en respuesta a los precios internacionales favorables de principios de 1993 y de una mayor demanda del mercado de los Estados Unidos. Por otra parte, las políticas comerciales proteccionistas impuestas por la Unión Europea, en vigencia a partir del 1 de julio de 1993, al imponer cuotas de importación al banano proveniente de América Latina, incidieron negativamente en el volumen de exportacio- nes. En el volumen exportado también influyó, adversamente, el conflicto laboral ocu- rrido a mediados de año en las fincas de BANDEGUA. En 1994 la producción aumentó debido a una ampliación de 1.1 miles de manzanas del área cultivada, alcanzando un total de 16.1 miles de manzanas; esto implicó un rendi- miento de 1,322 racimos por manzana, alrededor de 11% más que en 1993. Se incorpo- 21 raron a la actividad bananera dos empresas: la Corporación Bananera -COBSA- (pro- ductora y exportadora) y la compañía DOLE (exportadora). En los años 1995-1996 continuó la expansión de la producción de banano, esto fue el resultado de una mayor tecnificación y de la inversión en labores culturales de cultivo, asimismo, se registró una expansión del área sembrada. En general la producción bananera se ha mantenido con un crecimiento sostenido en los últimos cinco años, ello a pesar de una fuerte caída de la producción en el año 1999, de la cual el sector se recuperó a partir del año 2000. E xportaciones de cardam om o en U S $ Millones período 1987 2002 120 100 80 60 c ardam om o 40 20 0 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 año 6.3 El ascenso del Cardamomo A partir de la segunda mitad de la década de los años ochenta, el cardamomo manifestó una tendencia al crecimiento que se explica por una ampliación en la superficie cultiva- da, a pesar de la baja que se registró en el precio de exportación. A inicios de 1990 se observó una mayor demanda externa y un mejoramiento en los precios internacionales. El dinamismo que manifestó la demanda externa de este producto se debió a que los principales países compradores (Arabia Saudita, Jordania y los Emiratos Arabes) no se vieron muy afectados por el conflicto del Golfo Pérsico. Ya en 1991 el cardamomo de- mostró ser el producto de exportación con el mayor dinamismo (22.5%). Para lograrlo los productores procedieron a la rehabilitación de algunas extensiones que habían sido abandonadas en años anteriores. El crecimiento que siguió fue menos vigoroso, no obs- tante que los productores iniciaron nuevamente las labores culturales en algunas planta- ciones que habían sido abandonadas. En el lapso 1993-1997 aumentó en forma acelera- da, 36.1 miles de quintales en 1993, una tasa de 13.1% que se atribuyó a un mejora- miento en las labores culturales realizadas en 1992, derivado de expectativas favorables en la demanda mundial. Un aumento del 15.8% se logró en 1994, como consecuencia de que varios agricultores optaron por reiniciar labores culturales en las plantaciones de es- 22 te producto ante expectativas de una mejora de los precios en el mercado externo. Un nuevo crecimiento de 4.4% en 1995, que se debió a mayores niveles de inversión reali- zados en labores culturales y a mayores rendimientos observados debido a la explota- ción de áreas de siembra en zonas climáticas más adecuadas para su cultivo. Y final- mente, un 5.0% de crecimiento en 1997, asociado a un incremento en el área cosechada (2.7 miles de manzanas). Todo ello a pesar que dicho cultivo se vio afectado por las ex- cesivas lluvias. Durante la última etapa, la producción de cardamomo se mantuvo con poco crecimiento en los años 1998-1999, debido principalmente a las condiciones cli- máticas y a problemas agronómicos. Sin embargo entre los años 2000-2001, experimen- tó un importante aumento, en lo cual incide un clima favorable, pero por otro lado, tam- bién se explica por el cambio del cultivo de café a la producción de cardamomo, como respuesta a la crisis del primero. 6.4 El ocaso del algodón A mediados de la década de los ochenta, el algodón aún lucía un producto viable. La producción aumentó en 9.4% en 1985, no obstante que a finales de Octubre el cultivo fue dañado por un temporal que azotó las zonas algodoneras, principalmente las de Re- talhuleu y Tiquisate. Sin embargo, en 1986 se registró una severa contracción, debido al deterioro constante de los precios internacionales de la fibra, el encarecimiento de los insumos importados y el debilitamiento continuo de los rendimientos. Todo lo anterior no podía sino deprimir este cultivo. En 1987 la superficie cultivada aumentó un 32% respecto a 1986. El incentivo fue el mejoramiento en el precio internacional de la fibra. También el mercado interno estimuló este cultivo pues se previó que la industria adqui- riría mayores volúmenes de fibra para la confección de vestuario y tejidos de algodón, lo cual efectivamente ocurrió a final de año. El rendimiento por manzana fue superior en 25.9% al alcanzado en 1986. Este mejoramiento en la productividad se debió en bue- na medida, a una mayor utilización de semilla de variedad de ciclo corto, en sustitución de la variedad de ciclo largo que tradicionalmente se había empleado. En 1988 la producción algodonera se expandió de nuevo, esta vez en 3% con respecto al año anterior. Este resultado se obtuvo a pesar de que el ciclo lluvioso afectó este culti- vo, de ahí se originó una disminución de la superficie cosechada con respecto a la sem- brada. El incentivo para los productores de esta fibra era muy fuerte: la mejora de 25.2% en los precios internacionales. A finales de la década (1989) comenzaron las dificultades. La producción se contrajo en 5.4%, como consecuencia de factores climáticos adversos. La baja precipitación pluvial no favoreció un mejor desarrollo. Para el siguiente año (1990) la crisis continuó, la pro- ducción de algodón oro se contrajo 5.7%, principalmente como resultado de una reduc- ción de 971 manzanas en el área cultivada y de factores climáticos, entre estos una ma- yor precipitación pluvial en julio que afectó zonas importantes de producción, seguida por un período seco, para luego terminar con lluvias intensas en Noviembre. La baja de producción del siguiente año (1991) 4.4%. se debió en parte a los problemas climáticos y a la reducción de 4.8 miles de manzanas en el área cultivada. Esta situación resultó más grave que los problemas de clima, las tierras normalmente utilizadas para el cultivo 23 de algodón comenzaron a ser aprovechadas para otros cultivos más rentables, como la caña de azúcar. A pesar que el año siguiente (1992) tuvo una producción superior en un 7.9% respecto al año anterior. Esta producción debió haber sido superior, en razón de que el área cultivada se incrementó en 4.2 miles de manzanas, pero lo impidieron facto- res de carácter climático y de las plagas. Para el período 1993-1994, el algodón manifestó una baja considerable en su volumen de producción y una pérdida de importancia como producto de consumo industrial y de exportación. Este comportamiento se explica por la baja de los precios internacionales ocurrida a finales de 1992 y en los primeros meses de 1993, lo que incidió en que el área cultivada se redujera de 56.0 a 32.1 miles de manzanas. No obstante la recupera- ción de los precios internacionales en 1994, la producción continuó reduciéndose. El destino del algodón cosechado fue principalmente el consumo interno. A fines del siglo XX, el algodón dejó de tener por completo importancia en la producción nacional. 6.5 La Década de la Caña de Azúcar A mediados de la década de los ochenta, el cultivo de caña de azúcar virtualmente ma- nifestaba un estancamiento en la producción. Esta situación estaba vinculada al compor- tamiento observado por las exportaciones de azúcar, su principal derivado. En efecto, las exportaciones de azúcar a los mercados internacionales habían venido descendiendo gradualmente desde 1983. En el mercado de Estados Unidos el descenso había sido de 1.1 millones de quintales, mientras que en el mercado mundial la reducción fue de 2.4 millones de quintales. En el primer caso, la menor exportación se explicaba por la re- ducción de la cuota anual. Esta evolución desfavorable del precio medio internacional había desanimado la expansión de las exportaciones. En 1986 la producción de caña inició la recuperación, este repunte se debió al mejora- miento de las condiciones internas para la producción observadas en los años recién pa- sados, especialmente en el precio mínimo de garantía de la tonelada corta de caña, el que para 1986 fue fijado en Q20.25 de común acuerdo entre productores de caña, azuca- reros y Ministerio de Economía. Para 1987, la caña de azúcar era uno de los pocos cul- tivos agrícolas que había logrado sostener su producción. El factor determinante en la expansión había sido el continuo ajuste en el precio mínimo de garantía pagado al cañi- cultor, por tonelada corta, que se fijó en fechas previas al inicio de la zafra. Para ello se tuvo presente el comportamiento de los precios de su principal derivado, el azúcar, tanto en el exterior como internamente. Para fortuna de los productores de caña de azúcar du- rante 1988, fue uno de los cultivos favorecidos con el copioso régimen de lluvias, el cual determinó mejores rendimientos por manzana. El aumento en el volumen de pro- ducción provino también de incrementos en el área cultivada y en el rendimiento por manzana, otro incentivo fue el aumento en la cuota de exportación del azúcar en el mer- cado de los Estados Unidos de América. Por otra parte al precio mínimo de garantía por tonelada corta de caña, fijado en Q25.00 significó un incremento de 12.9% para 1988. Esta mejora fue acordada en el año azucarero anterior entre los productores de caña de azúcar y el Ministerio de Economía por si todo ello no fuera suficiente, a mediados de 1988 este ministerio liberó el precio del azúcar al consumidor, lo al tiempo que aumentó 24 los precios al consumidor interno, mejoró las utilidades de los agroindustriales de la azúcar. El siguiente año (1989) experimentó una baja temporal de 1.6% en su produc- ción, descenso vinculado a una reducción del área sembrada. En la obtención de azúcar el rendimiento fue superior en 4.3% debido a mejoras tecnológicas introducidas en la industrialización. De esta forma se pudo atender el mercado interno y se logró que las ventas al exterior se incrementaran 1.0% respecto a 1988. Después de un traspiés, al año siguiente (1990)el cultivo mostró el mayor dinamismo con un crecimiento del 26%, la tasa más alta en los últimos 10 años de este cultivo. Una concurrencia de elementos ex- ternos e internos coadyuvaron a este resultado: entre los externos el incremento en la cuota de exportación de azúcar al mercado de Estados Unidos; el comportamiento favo- rable del precio de exportación, en los primeros meses del año. El área cultivada pasó de 126.9 a 160 miles de manzanas. El precio ponderado de exportación se situó en US$12.36 en comparación con los 10.59 obtenidos en 1989. El precio interno de la azú- car se situó en Q.58 la libra, en comparación con Q.39 la libra en 1989. Hacia 1991, la caña de azúcar que era uno de los insumos más importantes en la agroindustria, alcanzó una producción de 216.0 millones de quintales. Lo anterior respondió a una expansión de 9.4% en el área sembrada, es decir, 15.0 miles de manzanas. Se había observado una tendencia alcista en la demanda del edulcorante por parte de los países industrializados. Para 1992) la producción se había incrementado en 4.7% debido a que se mantuvieron condiciones favorables para este producto, tanto en el mercado internacional como en el E x p o rta c io n e s d e a z ú c a r U S $ m illo n e s p e río d o 1 9 8 7 -2 0 0 2 350 300 250 200 az úc ar 150 100 50 0 88 90 92 94 96 98 00 o añ 19 19 19 19 19 19 20 interno, se cultivaron 4.9 miles de manzanas más que en 1991. Se introdujeron mejoras tecnológicas tales como: nuevas variedades de caña, resistentes a enfermedades y con un rendimiento mayor por el aprovechamiento más efectivo de la sacarosa, y el uso de productos químicos aceleradores del proceso de maduración de la planta. Luego, en 1993, el volumen de producción manifestó de nuevo un incremento de 2.6 millones de quintales (1.1%). La producción de caña de azúcar incidió en un aumento tanto de la producción de azúcar como en su volumen exportado. Los rendimientos aumentaron 0.2 toneladas cortas por manzanas. El área cosechada fue superior en 0.5 miles de manzanas respecto de 1992. En cuanto al rendimiento de producción de azúcar, este se incrementó 25 en 2 libras por tonelada de caña molida, lo cual se explica por la introducción de varie- dades mejoradas en las plantaciones y por un incremento sustancial en la mecanización del corte y acarreo de caña. Año de 1994: el volumen de producción creció 7.1 millones de quintales. En este nuevo éxito influyó el incremento de 0.5 miles de manzanas en el área cultivada, así como el mayor rendimiento obtenido por manzana cosechada 1.3 miles de quintales en compa- ración de 1.2 miles en 1993, debido a la incorporación de mejoras tecnológicas. En el siguiente año (1995) se alcanzó un nivel récord superior en 19.1% al del año pasado. Resultado de la expansión en el área sembrada de 13.0 miles de manzanas y a la inten- sificación de las labores culturales propias del producto que propició un rendimiento mayor en 7.2 toneladas más por manzana que en 1994, incidiendo en la producción de azúcar, lo que permitió un significativo aumento de las exportaciones de este producto. Significó que Guatemala se situara como el tercer país exportador de Latinoamérica y el Caribe, después de Cuba y Brasil y el sexto a escala mundial. La producción de caña de azúcar en 1996 fue de 283.3 millones de quintales, superando en 2.5 millones de quintales la zafra de 1995. Entre los factores que incidieron destacan: el aumento de la cuota de compra de azúcar por parte de Estados Unidos, expectativas de un aumento de la demanda de azúcar, basadas en el crecimiento económico de los países del Lejano Oriente, en el crecimiento poblacional y demanda de productos que contienen azúcar (bebidas y alimentos procesados) en los países latinoamericanos, Áfri- ca, El Medio Este y Asia; y a la ampliación del área cosechada (16.3 miles de manza- nas), estimulada por los precios favorables en el mercado internacional del azúcar. Ha- cia 1997 se superó en 38.2 millones de quintales la producción de 1996. Derivado de un aumento en el área sembrada (250.0 miles de manzanas), incentivado por los precios favorables del azúcar en el mercado internacional y por una mayor demanda del edulco- rante por parte de algunos mercados ya existentes, tales como Canadá que incrementó la importación en 187.5%, Venezuela en 206.7% y Marruecos en 394.5%. Además, sur- gieron nuevos compradores (Sri Lanka, Costa de Marfil, Argelia, República de Yemen, Lituania, Arabia Saudita, etc.). La expansión de la producción de caña de azúcar continuó hasta alcanzar su nivel máximo en 1998, la producción superó los 384.1 millones de quintales. Este aumento tuvo lugar debido al incremento en el área sembrada, la aplicación de nuevas biotecno- logías y como respuesta a la expansión de la demanda mundial del edulcorante. A partir de 1999 cayó la producción a consecuencia de condiciones climáticas adversas, entre ellas la sequía provocada por el fenómeno de la “corriente del niño”, y las inundaciones ocasionadas por el huracán “Mitch”. Las bajas en los precios internacionales del azúcar tuvieron como efecto que en el año 2000 la producción de caña de azúcar cayera aún más. Si bien en el 2001 la producción se recupero un tanto, no se alcanzó el auge ante- rior. 26 6.6 Retrocesos en la Producción para el Consumo Interno En la mitad de la década de los ochenta, la producción obtenida se resintió en el maíz y el arroz y mejoró en el frijol. Los rendimientos en esos cultivos si bien acusaron cierta merma, esta fue de poca consideración y estuvo asociada a los problemas de adquisición de insumos. La expansión de frijol se derivó básicamente de la ampliación de la superfi- cie sembrada, en vista de que el rendimiento permaneció casi al mismo nivel de1984. En el caso del maíz y el arroz también pudo haber incidido el hecho que los precios de garantía al productor fueron fijados en niveles más bajos a los de la temporada anterior. Para 1986 la producción de maíz y frijol aumentó respecto a 1985 en tanto que la pro- ducción de arroz manifestó una declinación. En la producción de maíz y frijol contribu- yó la ampliación de la superficie sembrada, así como el mejoramiento de los rendimien- tos por manzana en las principales zonas productoras del país, derivado en buena parte por las condiciones climáticas favorables. También incidió la normalización del abaste- cimiento de los insumos importados, en el que el gobierno jugó un papel importante. Como resultado de las condiciones favorables, en 1987 la producción de maíz y arroz aumentó en 4.4% y 20.2% respectivamente. Los resultados estuvieron vinculados a la ampliación de la superficie cosechada, así como a las acciones gubernamentales orien- tadas a favorecer la oferta de estos productos, de igual forma ayudaron las condiciones climáticas que en términos generales fueron apropiadas para estos cultivos. Las condiciones empezaron a cambiar en 1989, se registraron reducciones en el arroz, el maíz y el frijol, del orden de 35.3%, 2.9% y 0.1%, respectivamente. Debido a factores climáticos, falta de lluvia en época de siembra de maíz y exceso de lluvia en julio y agosto, ocurrida en la principal región productora de granos básicos, la Franja Transver- sal del Norte -FTN-, se originaron problemas de pudrición. En la producción de arroz, el descenso en los precios frenó a los productores para incrementar sus áreas de cultivo. En el caso de la producción de frijol, su estancamiento es atribuible a los daños que la plaga "virosis" causó a las plantaciones, lo cual impidió que la vaina se desarrollara en forma normal. Para 1990 la producción de maíz y frijol aumentó en 1.5% y 21.8%, respectivamente. Lo anterior se vincula con una mayor área cultivada, mejores rendimientos y condicio- nes climáticas favorables. Aunque en el año siguiente nuevamente se redujo, debido a menores rendimientos, causados por la prolongada sequía que dañó el normal desarrollo de estos cultivos, principalmente en las regiones del oriente y del sur occidente. El arroz alcanzó un aumento de 5.0% como resultado de un aumento en el área sembrada. En 1992 los volúmenes de producción de maíz, frijol y arroz experimentaron variaciones positivas. La recuperación del maíz y el frijol se vio favorecida por la asistencia técnica y los créditos recibidos, el aumento de la superficie cultivada y los factores climáticos favorables. La producción de arroz fue menos dinámica principalmente por las pérdidas ocurridas en las vegas del Motagua a causa de las lluvias irregulares. 27 La producción de maíz y frijol declinó en 1993 como resultado de la irregularidad en el régimen de lluvias, de la proliferación de plagas y enfermedades propias de estos culti- vos, así como de la reducción del área sembrada. La producción de arroz tuvo una con- siderable recuperación derivada como respuesta a los mejores precios internos del arroz, lo cual propició un incremento en el área sembrada, así como de la introducción de nue- vas variedades, lo que dio mejores rendimientos por área sembrada (2 quintales por manzana). En 1994-1995 se observó una fuerte caída de la producción como conse- cuencia de la sequía observada en julio y agosto de 1994, mientras que en 1995 se regis- tró una reducción en la producción de maíz, frijol y arroz; la intensidad del régimen de lluvias fue determinante. Otro factor ha sido la reducción en el área sembrada, la que ha sido destinada a cultivos de productos no tradicionales, los cuales tienen mayor rentabi- lidad. En 1996 se revirtió la tendencia decreciente observada en los últimos años. Los produc- tores se vieron incentivados por el aumento de los precios en el mercado nacional e in- ternacional y por el buen régimen de lluvias para estos cultivos. Sin embargo, en 1997 se registró una caída de 1.2%, la cual se explica por el comportamiento negativo de la producción de maíz (-11.0%). La producción de frijol fue 1.8 millones de quintales, similar a la registrada en 1996. En cuanto a la producción de arroz, ésta fue menor en 110.4 miles de quintales respecto al año anterior17. La producción de granos básicos ha crecido durante el período 1998-2001 a una tasa re- ducida, con un promedio de 2.2 por ciento anual, puede decirse que esta lentitud en el crecimiento tiene efectos importantes en el consumo nacional, el cual cada vez más, de- pende de las importaciones de granos básicos, así, mientras los productores nacionales tengan que competir con productores de bienes subsidiados como es el caso de los gran- jeros norteamericanos, la producción nacional se verá seriamente amenazada y con ries- go de desaparecer. 6.7 Cambios en la Producción pecuaria La producción pecuaria se encontraba a mediados de la década de los años ochenta ya en crisis. En la reducción de la producción ganadera incidió el debilitamiento en la pro- ducción de ganado vacuno, la actividad de destace disminuyó en 8.4%. La exportación de ganado en pie bajó de 16.5 miles de cabezas en 1984 a 7.4 miles en 1985. En 1986, se volvió a registrar una declinación, la más severa de los últimos años. La producción ganadera influyó decisivamente en este resultado, al manifestar una tasa negativa de 9.1%, ya que la producción avícola creció en 2.1%. la de ganado vacuno declinó 17.3%, lo cual estuvo asociado al debilitamiento de la demanda interna y externa de la carne de res, el número de reses vacunas destazadas se redujo en 82.7 miles de cabezas. De este total, el 82.0% correspondió a reses destinadas al consumo externo. También incidió la emisión del Acuerdo Interministerial de fecha 25 de marzo, mediante el cual se suspen- 17 La Corriente del Niño provocó pérdidas de 12.0% en la producción de maíz blanco, 6.0% para maíz amari- llo, 2.0% en frijol y 16.0% en la producción de arroz. 28 dió en los meses de abril y mayo (1986) el destace para la exportación y definitivamen- te la exportación de ganado en pie18. Después de haber manifestado constantes declinaciones durante los últimos tres años, revirtió el producto pecuario revirtió en 1987 la tendencia. Participó en buena medida la producción ganadera como consecuencia del incremento de las exportaciones de carne bovina, al suspenderse las limitaciones que, con fines proteccionistas, se habían adopta- do con anterioridad por parte del gobierno. La producción avícola continuó en ascenso y se constituyó en factor de apoyo, al evolu- cionar a una tasa de 3.0% en 1987. El auge que había venido manifestando la actividad avícola aparece muy vinculado al comportamiento de los precios de las carnes. Esta di- ferencia en los precios pareció haber incrementado la demanda de carne de pollo. En cuanto a la silvicultura influyó la demanda de madera con destino a la construcción y a la industria manufacturera. En la pesca, fue decisiva la demanda externa de pescado y camarón. En el lapso 1988-1989, se manifestó un crecimiento del 5.4% y 7.4% respectivamente en la producción pecuaria. La producción ganadera fue un factor importante en esta evolución, principalmente el destace vacuno, tanto para el consumo interno como para exportación. La actividad avícola continuó en ascenso, incidió el mayor consumo de carne de pollo, sustituto de la carde de res en la dieta alimenticia, por ser de precio más bajo al consumidor. En cuanto a la pesca, se observó una fuerte expansión respecto a 1987, ya que alcanzó una variación del 30.3%, derivada del crecimiento de la demanda externa19.La actividad avícola evolucionó favorablemente, como resultado del aumento de la demanda por aumento en los precios en los precios de las carnes rojas. En 1990 se expandió nuevamente aunque a una tasa menor de 3.5%, como consecuencia del com- portamiento de las tasas de crecimiento del ganado vacuno, caprino y productos pecua- rios20 La mayor demanda de carne blanca, asociada a un precio menor que el de las carnes ro- jas, contribuyó a que la producción avícola de 1992 y 1993 creciera 7.6% y 7.7% res- pectivamente. La actividad avícola tiende a gozar de mayor demanda en el mercado, como un producto sustituto de la carne de ganado vacuno. La producción ganadera de- clinó 2.5%. El debilitamiento de la demanda externa de carne de res, principalmente de los Estados Unidos, así como la contracción de la demanda interna de este producto in- 18 En el primer caso para mantener el abastecimiento adecuado en el mercado interno y en el segundo, para proteger el hato bovino y para detener el alza inmoderada en los precios internos de la carne, que se venía manifestando desde el año anterior, ante el desabastecimiento de ganado que las exportaciones señaladas generaron en el mercado interno. 19 En la producción ganadera, la de ganado vacuno fue la de mayor crecimiento: 9.4%. el destace de ganado vacuno para exportación fue de 141.3 miles de cabezas, cifra superior en 49.4% respecto a la observada el año anterior. 6 El INE indica que en 1990 se destazaron 158.7 miles de cabezas de ganado vacuno destinado al exterior. Las actividades de pesca declinaron 24.3%, como resultado de una falta de estímulo en la producción interna, por la caída de precio promedio de las exportaciones de productos derivados de la misma ya que, según los regis- tros de balanza de pagos, éstos decrecieron en 33.7%. 29 fluyeron en el resultado de la producción de ganado vacuno influyó la baja de los pre- cios promedio internacionales de la carne, que cayeron 6.5% otro factor que desestimu- ló esta actividad fue el gravamen impuesto por el gobierno de México a la importación de carne y ganado de nuestro país. La actividad pesquera acusó un incremento en su producción de 16.2%, se explica por la fuerte demanda externa, principalmente de ca- marón, pescado, crustáceos y moluscos. En 1993 la producción pesquera aumentó un 4.1%, principalmente por la fuerte demanda que ha tenido en el extranjero el camarón y la langosta. La producción pecuaria creció en 1994 un 6.0% y en 1995 un 3.9%, sobresaliendo el in- cremento de 10.4% de la producción avícola como resultado de un aumento en la pro- ducción de aves de engorde; continuó influyendo la mayor demanda de este tipo de car- ne, a causa de precios favorables en el mercado. La producción ganadera mostró un in- cremento de 4.1%, proveniente de un mayor destace de ganado vacuno y porcino para el consumo interno. La pesca alcanzó un incremento de 7.9% influyendo la mayor produc- ción de camarón cultivado, en respuesta al incremento de la demanda externa, que se re- flejó en un aumento de 8.6% en exportaciones totales. En 1995, La actividad ganadera creció 3.1%, debido a la producción de ganado vacuno, que aumento como resultado de un mayor destace de ganado para el consumo interno, ya que el destinado para la expor- tación se redujo como resultado de las restricciones arancelarias que han impuesto los Estados Unidos y México. La pesca, por su parte, observó una baja de 7.8%, atribuible a una menor producción de camarón y otras especies marinas, como consecuencia de problemas biológicos y climá- ticos registrados durante el año. La producción pecuaria perdió el dinamismo. Comportamiento explicado por el creci- miento de la producción avícola (3.2%), debido a que se registró una menor demanda del producto respecto al año anterior. Para 1997 la producción pecuaria aumentó 2.5%, asociado principalmente al crecimiento de la producción avícola y de la producción de productos pecuarios. El crecimiento de la producción avícola se explica por una mayor demanda, el crecimiento de los productos pecuarios se encuentra asociado a la mayor producción de huevos. La producción ganadera revirtió la tendencia negativa observada en 1996. Lo anterior se explica por el mejoramiento zoosanitario de la ganadería bovina en la costa suroccidental. La actividad pesquera decreció 23.9%, dicha disminución se debió al calentamiento de las aguas territoriales, lo cual provocó migración de especies demersales (pargo y mero) y crustáceas (camarón y langostino) a aguas frías. Durante los últimos veinte años el sector agropecuario ha visto cambios de consideración en su estructura productiva. Productos, como el café, han ido perdiendo, poco a poco, su dinamismo. Mientras que otros como el algodón, que fue el cultivo más prometedor del período de expansión comprendido entre las décadas de los años sesenta a los ochenta, desapareció de la esfera productiva. El área cultivada de algodón se redujo a menos del 1% de lo que existía en 1987, con una reducción de 57.2 miles de manzanas, casi 900 caballerías de terreno. 30 Las tierras que durante casi treinta años fueron dedicadas al algodón y a la crianza de ganado, se dedicaron a partir de la presente década al cultivo casi exclusivo de la caña de azúcar. Al comparar las áreas cosechadas de caña, entre 1987 y 1997, se puede com- probar cómo las tierra dedicadas a ese cultivo se duplicaron, con un incremento de 131 miles de manzanas, o sea más de dos mil caballerías. La política de los gobiernos y la coyuntura de los precios internacionales, favorecieron el cultivo de la caña de azúcar, en el plano interno el gobierno estuvo interviniendo en la fijación del precio de la tonelada de caña, para garantizar los costos de los ingenios azu- careros desde 1986. En 1988 el Ministerio de economía liberó los precios del azúcar pa- ra el consumo interno, durante un período de escasez aparente del producto, en detri- mento de los consumidores tanto finales como industriales. Se debe tomar en cuenta que la azúcar es uno de los pocos productos que continúan siendo protegidos de la compe- tencia externa y existe prohibición de importar dicho producto. Por si lo anterior no bastara, el Decreto 117-97, Ley de Supresión de Exenciones Exo- neraciones y Deducciones en Materia Tributaria y Fiscal, dejó libres de derechos aran- celarios de importación y tasas a los procesadores de azúcar. Se debe tener en cuenta también que la política de energía del país, mediante un sistema ad hoc de tarifas, ha asegurado la compra de la energía eléctrica excedente de los inge- nios azucareros, la cual es un subproducto de sus plantas agroindustriales, con lo cual se mejora el margen de utilidades de dichas empresas. Bajo esas condiciones es explicable la expansión de la superficie cultivada de caña de azúcar que de unas 129,000 manzanas cosechadas en 1987, ha llegado en la actualidad (año agrícola 1997-1998) a alcanzar cerca de 260,000 manzanas, con aumentos en la producción del cultivo que se triplicó en el mismo período (de 6,053.8 miles de tonela- das cortas de caña molida en 1984 a 21,179.8 miles de toneladas en 1998). Esta expan- sión de la producción de caña de azúcar ha tenido sus consecuencias también en el sec- tor ambiental, pues algunos ríos de la costa sur han sido desviados de sus cauces para irrigar cañaverales, lo cual ha contribuido a que se presenten serias inundaciones que han afectado a los habitantes de humildes aldeas de la región. La producción de café sigue teniendo muchos altibajos, algunas veces incluso, ha nece- sitado de fondos del Estado para sobrevivir como es el caso de la emisión de bonos en 1990, el cual fue un caso claro de socialización de pérdidas. Durante el período 1987- 1997 el incremento de las áreas cosechadas fue solo de 10 mil manzanas, mientras que los rendimientos, expresados en quintales oro por manzana se han estancado alrededor de 12.0, con algunas reducciones, incluso en el período 1987-1990. Los granos básicos han sido dejados a merced de las fuerzas del mercado, en un caso triste de desregulación de precios agrícolas. La desaparición de INDECA ha significado 31 un estancamiento en la producción de maíz21 y una reducción en la producción de frijol y arroz. Un signo preocupante es el aumento sostenido en las importaciones de granos, especialmente el trigo, el maíz amarillo, y el arroz, lo cual ensombrece el panorama de la seguridad alimentaria. La venta subsidiada de fertilizantes durante la primera mitad del período del presidente Vinicio Cerezo fue eliminada como consecuencia de la unificación cambiaria, una de las primeras medidas de ajuste estructural en el país. De tal cuenta las importaciones ne- tas de granos básicos han pasado de 153.7 miles de toneladas en 1985 a 285.4 miles en 1998. La crisis de los granos básicos no ha sido aún mayor, a pesar de que por ejemplo el maíz que en el período 1984-1987 tenía una extensión promedio de 997.4 miles de manzanas cosechadas, en 1998, se había reducido a 841 miles, o sea una disminución del 19%. Entre 1987 y 1997, el área cosechada se había reducido, además del maíz en los siguientes cultivos: frijol, 28%; sorgo, 8%; trigo, 70%; arroz, 43%. Solo entre maíz, frijol, trigo y arroz, en dicho período se dejaron de cosechar 358 miles de manzanas. Este problema ya se venía esperando, como resultado de la tendencia a extender el cul- tivo de estos productos cada vez más en tier

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