🎧 New: AI-Generated Podcasts Turn your study notes into engaging audio conversations. Learn more

DOC-20240803-WA0011_.pdf

Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...

Full Transcript

Tema 1. El siglo XVIII. El Antiguo Régimen y la época de la Ilustración En el siglo XVIII se mantenía la misma estructura social y económica que en los siglos anteriores. Pero se estaban produciendo intensos cambios que acabaron terminando con ese sistema. La principal característica de la econom...

Tema 1. El siglo XVIII. El Antiguo Régimen y la época de la Ilustración En el siglo XVIII se mantenía la misma estructura social y económica que en los siglos anteriores. Pero se estaban produciendo intensos cambios que acabaron terminando con ese sistema. La principal característica de la economía del Antiguo Régimen es el predominio de las actividades del sector primario. El sistema demográfico estaba en estrecha dependencia con una economía fundamentalmente agraria, pero al mismo tiempo se asistía a un crecimiento paulatino y constante del comercio y la industria. Durante el siglo XVIII, el absolutismo fue el sistema político de casi todas las monarquías europeas, caracterizado porque el rey reunía todos los poderes. La excepción será Gran Bretaña, donde el rey estaba sometido a la ley y al Parlamento. En el siglo XVIII se desarrolló un movimiento intelectual, la Ilustración, que realizó una profunda crítica del Antiguo Régimen. Los reyes aplicaron algunas de las ideas ilustradas, lo que dio origen al despotismo ilustrado. En el último tercio del siglo XVIII, el rechazo hacia la monarquía absoluta y la sociedad estamental se hizo patente. Los descontentos se apoyaron en las nuevas ideas del liberalismo para formular nuevas formas de organización política, económica y social. Tras la Guerra de Sucesión llegó a España una nueva dinastía, los Borbones. Estos introdujeron el absolutismo e iniciaron un programa de reformas que impulsó la centralización del país, y más adelante, su modernización, aunque no se terminó con el Antiguo Régimen. 1. POBLACION Y AGRICULTURA EN EL ANTIGUO RÉGIMEN 1.1. El sistema demográfico Las sociedades del Antiguo Régimen1 eran predominantemente rurales y agrarias. Su sistema demográfico se caracterizaba por la estrecha dependencia entre el crecimiento de la población y el de la economía agraria. Así, el crecimiento de la población entre los siglos XVI y XVIII fue muy reducido en contraste con los siglos XIX y XX. En general, las poblaciones europeas del Antiguo Régimen tenían una serie de rasgos comunes: Una natalidad alta (en torno al 40 por mil) ligeramente superior a la mortalidad, debido al desconocimiento de métodos anticonceptivos, y al deseo de tener el mayor número posible de hijos, ya que se sabía que la mortalidad infantil era muy elevada, con lo que todos no vivirían. Una mortalidad muy elevada (entre el 30 y el 38 por mil) y muy baja esperanza de vida al nacer (en torno a los 30 años): particularmente elevada era la mortalidad infantil. Un crecimiento natural que podía no llegar a superar el 2 por mil anual. Estas poblaciones estaban sujetas a azotes periódicos como la peste, las enfermedades, las crisis de subsistencias, el hambre y la guerra. Los efectos más mortíferos los causaba la peste, conocida como negra o bubónica que asolaba Europa desde el siglo XIV, y que se recrudeció a mediados del siglo XVII para desaparecer a principios del siglo XVIII. Sin embargo, otras enfermedades epidémicas (fiebre amarilla) o endémicas (tifus, tuberculosis, viruela) causaban enormes estragos en la población infantil y juvenil. Las crisis de subsistencia provocadas por las malas cosechas, especialmente de cereales fueron, sin duda, otro de los factores de la mortalidad extraordinaria. 1 Antiguo Régimen: El término fue empleado por primera vez por los revolucionarios franceses a finales del siglo XVIII para referirse al conjunto de las instituciones prerrevolucionarias que era necesario suprimir. Por extensión, designa a todos los elementos característicos de las sociedades anteriores a dicha Revolución: Monarquía absoluta, sociedad estamental y régimen feudal y cuya desaparición tendría lugar en el transcurso del siglo XIX. También las guerras en la época moderna (Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII o las guerras napoleónicas de comienzos del XIX) producían una mortalidad extraordinaria. Estos factores y la adaptación del crecimiento demográfico a la disponibilidad de recursos agrarios, explica la existencia de etapas de estancamiento, de retroceso o de crecimiento lento de la población que se refleja en los gráficos en forma de dientes de sierra. Sólo a partir del siglo XVIII, en particular desde la segunda mitad, el crecimiento de la población fue elevado, preludiando el cambio en el régimen demográfico. 1.2. La agricultura tradicional En toda Europa, en la época del Antiguo Régimen, la economía agraria (agricultura y ganadería) era la actividad esencial y el principal sustento de la mayoría de la población. Esa actividad agraria se basaba en una agricultura tradicional que ocupaba a la mayor parte de la población activa (más de las dos terceras partes). Las rotaciones tradicionales, bienal o trienal con barbecho en campos abiertos, basadas fundamentalmente en el cultivo de cereales (trigo y centeno) y la ganadería extensiva, básicamente ovina y caprina, seguían dominando en los campos de Europa. De ahí que el crecimiento de la población estuviese limitado por la disponibilidad de las tierras cultivables y la productividad. A principios de la época moderna, la mayor parte de las tierras fértiles y más adecuadas para el cultivo ya habían sido roturadas. En el siglo XVIII, a pesar del atraso de la agricultura, la producción agraria en su conjunto creció, debido a la extensión de las tierras cultivables a costa de la roturación de bosques y tierras baldías, a la conversón de pastos en tierras cultivables, a la aplicación de técnicas de drenaje para desecar los terrenos pantanosos y, sobre todo, a la intensificación de los cultivos, a la ampliación del regadío y a la sustitución de los cultivos tradicionales por los cultivos hortícolas en las zonas próximas a las ciudades. 2. EL SEÑORÍO Y LAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN DEL CAMPESINADO En el Antiguo Régimen la agricultura es la principal fuente de riqueza, pero la tierra está vinculada o amortizada a un título nobiliario, a la Iglesia, a la Corona o a un municipio. La propiedad vinculada permitía a su titular sacar provecho de ella y ejercer jurisdicción sobre la misma, pero no podía venderse. El conjunto de tierras en manos de un señor recibía el nombre de señorío territorial. Este señorío territorial se dividía en la reserva territorial, formada por las mejores tierras, las más productivas, las que los señores se reservaban para su explotación directa. En ella se ubican la residencia y las instalaciones principales. El resto del territorio de un señorío territorial se dividía en parcelas, mansos, cuya extensión podía ser suficiente para alimentar a una familia. Estos mansos podían ser trabajados por hombres libres a cambio del pago de un censo, o bien a siervos que debían asegurarle un pago en prestaciones tanto de trabajo como de productos. Además, los señores ejercían otras facultades como la justicia, el gobierno de los pueblos y aldeas, el llamado señorío jurisdiccional, a lo que se solía agregar la explotación en exclusiva (monopolios) de una serie de instalaciones de transformación de los productos agrarios (molinos, hornos) y el derecho exclusivo de la explotación de diversos recursos tales como la caza, la pesca, la explotación del bosque, etc. También sacaba provecho de los derechos de paso, circulación de mercancías, permisos de mercado y multas. 1 A esta forma de dominio sobre la tierra y sobre los campesinos, típicamente feudales, se añadían otras instituciones feudales como los mayorazgos2. Por su parte, la Iglesia mantenía una gran parte de sus bienes amortizados, es decir, que no se podían vender; eran los llamados bienes de manos muertas y, además, percibían el diezmo de los campesinos. Todo ello constituía un obstáculo al impedir un mercado libre de la tierra y frenaba el desarrollo agrario. En la Europa occidental y mediterránea prácticamente había desaparecido la servidumbre, y el campesinado era libre. Sólo en el caso de Inglaterra, el régimen señorial caminaba hacia su desaparición. En la Europa central y del este (Austria, Prusia, Polonia y, sobre todo, Rusia) no sólo pervivían las formas más duras del régimen feudal, sino que además los campesinos estaban sometidos a la servidumbre. Su situación apenas podía diferenciarse de la esclavitud. La vida cotidiana de la sociedad y de la familia campesina en el Antiguo Régimen transcurría en el marco de la comunidad rural. Su vida no era fácil puesto que su economía y su alimentación dependía del resultado de las cosechas. Muchas familias completaban sus ingresos con el trabajo artesanal que realizaban en sus propias casas. 3. MANUFACTURA Y COMERCIO 3.1. La protoindustrialización En la época del Antiguo Régimen, particularmente en los siglos XVII y XVIII, se mantenían las formas tradicionales de la producción manufacturera: el sistema gremial y las manufacturas reales o concentradas, en las ciudades; y la denominada industria rural. La producción manufacturera más importante era la textil, basada en la elaboración de tejidos de lana, lino, seda y algodón. La actividad artesanal de los gremios, de origen medieval, había experimentado pocos avances. El sistema gremial mantuvo vigentes sus privilegios hasta finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Estos privilegios les permitían monopolizar la producción manufacturera en las ciudades. Su preocupación primordial era mantener una elevada calidad de sus productos. Su producción era limitada y estaba destinada a un mercado reducido, a los privilegiados. 2 Mayorazgo: Institución jurídica por la que se vinculaba al primogénito de un linaje nobiliario una parte del patrimonio familiar (casas, tierras, títulos…) que no podía venderse ni enajenarse en todo o en parte, sino que tenía que transmitirlo. Era un instrumento para consolidar y unir grandes patrimonios. 2 Las manufacturas reales o concentradas surgen en el siglo XVII, en el marco de una política económica basada en el mercantilismo3, característica, sobre todo, de las monarquías absolutas. Pero este tipo de manufacturas concentradas en grandes "fábricas" mantuvieron un sistema típicamente artesanal sin apenas innovaciones técnicas y una producción especializada, bien en artículos de lujo (tapices, porcelanas, sedas), destinados a los palacios reales o a los grupos privilegiados, o bien a cubrir la necesidad militar de las monarquías (construcción naval y de armamento). La actividad manufacturera rural o industria rural conoció un importante impulso en los siglos XVII y XVIII. Este tipo de organización de la producción manufacturera, conocido como “putting-out system”, se desarrolló de modo disperso en el medio rural, al margen de las rigideces gremiales. Estaba dirigido por comerciantes que buscaban formas de incrementar y abaratar la producción ante la creciente demanda de los mercados urbanos nacionales e internacionales. Aprovecharon la barata mano de obra de los artesanos rurales a los que financiaban y suministraban las materias primas y se encargaban de comercializar la producción. La industria rural contribuyó a formar una mano de obra experta, a acumular capital y a generar una experiencia empresarial. Muchos historiadores consideran a ésta como una fase protoindustrialización que preparó el terreno al desarrollo industrial basado en el sistema de fábrica. 3.2. Comercio interior y comercio exterior En la actividad comercial, el comercio terrestre apenas sufrió modificaciones, manteniendo el aislamiento de zonas muy próximas por la escasez de caminos, por las aduanas interiores y por los diferentes sistemas de pesos, medidas y monedas. Por el contrario, el comercio marítimo creó una rica burguesía que se estableció en los puertos. El crecimiento comercial más intenso se produjo en el comercio colonial con América, África y Asia. Los imperios español y portugués obtuvieron sus beneficios de la explotación de los metales preciosos en América mediante la mano de obra indígena y del comercio de las especias en Oriente. Pero en los siglos XVII y XVIII, las nuevas potencias -Holanda, Francia e Inglaterra- disputaron con éxito el predominio colonial de españoles y portugueses. La lucha por la hegemonía del eje comercial fundamental, el Atlántico, se inclinó finalmente a favor de Inglaterra. La expansión del comercio atlántico se convirtió en la base del crecimiento económico de Europa occidental. 4. LA SOCIEDAD DEL ANTIGUO RÉGIMEN En la sociedad del Antiguo Régimen existían profundas desigualdades políticas, sociales y económicas. Era una sociedad estamental, es decir, estaba dividida en tres órdenes o estamentos: la nobleza, el clero y el Tercer Estado o Estado llano. Cada uno de estos estamentos se diferenciaba de los otros, sobre todo, por tener un código de conducta que les concedían a unos, privilegios (alto clero y nobleza) mientras que los otros carecían de derechos (Tercer Estado). Los estamentos privilegiados (la nobleza y el alto clero) gozaban de numerosos privilegios: jurídicos (código de leyes propias y adecuadas a su rango), políticos (monopolizaban la mayoría de los altos cargos del ejército, de la administración y de la Iglesia) y fiscales (estaban exentos del pago de la mayor parte de los impuestos). 3 Mercantilismo: El mercantilismo es una teoría económica desarrollada en el siglo XVII por el ministro de Hacienda de Luis XIV, Jean Colbert. Consideraba que la riqueza de un país dependía de la cantidad de oro y plata que poseía. Para conseguir acumular riqueza, los mercantilistas se mostraban partidarios de fomentar la producción nacional y las exportaciones, y lograr así una balanza comercial favorable. El Estado intervenía en la economía fomentando las exportaciones y gravando (aranceles) las importaciones, se practicaba un proteccionismo que pretendía impulsar el crecimiento económico. 3 A mediados de siglo XVIII, ante el movimiento ascendente de una rica burguesía que trataba de conseguir un título de nobleza, la aristocracia trató por todos los medios de defender y revalorizar sus privilegios y honores, su monopolio sobre los cargos políticos, administrativos, militares y eclesiásticos, así como también actualizar sus rentas y derechos señoriales en lo que se conoce como la "reacción aristocrática". En el grupo de los no privilegiados, el Tercer Estado era socialmente más heterogéneo, pero tenía en común que carecía de derechos y de privilegios. Destacaba una reducida pero rica burguesía de grandes comerciantes, unas clases medias formadas por funcionarios, miembros de las profesiones liberales (abogados, médicos), artesanos y pequeños comerciantes. Pero los grupos más numerosos del llamado Tercer Estado eran las clases trabajadores urbanas y, sobre todo, el campesinado (entre el 80% y el 90% de la población). Por su parte, el campesinado desde la década de 1760 debido a la presión demográfica y al alza de los precios de los arrendamientos, el pago de los derechos feudales y el diezmo, protagonizó revueltas antiseñoriales. Pero también en el seno de las clases trabajadores urbanas, las crisis de subsistencias provocaron la carestía de alimentos y los motines populares, las llamadas revueltas del pan. 5. MONARQUÍA ABSOLUTA Y DESPOTISMO ILUSTRADO 5.1. Monarquía absoluta y despotismo ilustrado. En la mayor parte de los Estados de Europa, la forma de gobierno predominante era la monarquía absoluta de derecho divino, en la que todo el poder (ejecutivo, legislativo y judicial) se concentraba en las manos de una sola persona, el monarca. Esta concentración de los poderes en manos del rey, soberanía absoluta, se justificaba en que dichos poderes los había recibido de Dios y sólo era responsable ante él. La aplicación de estos postulados era muy diferente según los lugares. En las grandes monarquías tradicionales de Europa (Francia, España y el Imperio Austríaco), la autoridad real no tenía límites. La única excepción era la monarquía "limitada" de Gran Bretaña. Desde la Revolución Gloriosa de 1688 se sancionó por primera vez la división de los poderes, la libertad de imprenta y el derecho a la propiedad privada. Los poderes del Parlamento se acrecentaron, en especial en lo relativo a la aprobación de los impuestos. No obstante, el rey conservó una serie de prerrogativas tales como las de nombrar a los ministros y negarse a sancionar las leyes presentadas por el Parlamento. 4 El Estado absolutista conoció cambios en su funcionamiento. Los monarcas del siglo XVIII se vieron influidos por las ideas de los ilustrados. El despotismo o absolutismo ilustrado será el sistema político que nace de la aplicación de las ideas ilustradas por parte de la monarquía absoluta. Los reyes deseaban que la sociedad evolucionara, pero que la monarquía dirigiera el proceso, sin contar con la sociedad. La estructura fundamental del poder absoluto no se vio afectada. 5.2. El gobierno y la administración en los Estados del Antiguo Régimen En general, los Estados absolutos eran poco eficientes por la difícil coexistencia entre dos tendencias antagónicas: la autonomía corporativa de los gremios, las iglesias, los señoríos, los municipios, las universidades y los funcionarios que -compraban sus cargos y los transmitían de generación en generación, frente al centralismo absolutista. Los impuestos no estaban equitativamente repartidos y su recaudación era ineficaz. La Iglesia y la nobleza cobraban igualmente impuestos y los que aportaban a las arcas del Estado eran muy inferiores a los que se recaudaban del Tercer Estado. El sistema fiscal era arcaico y apenas sufría variaciones, lo que hacía que el Estado recaudase lo mismo durante décadas mientras que los gastos aumentaban continuamente. La administración de justicia dependía del Estado. Pero la jurisdicción real, para poder imponerse, tuvo que luchar contra las jurisdicciones señoriales. El intento de los monarcas de unificar y centralizar la administración fracasó por la concurrencia de otros poderes que hacían imposible el empeño. 6. LA ILUSTRACIÓN El siglo XVIII conocido como el "Siglo de la Luces" fue una época de gran vigor intelectual que abarcó casi todas las ramas del conocimiento. La Ilustración fue un movimiento intelectual y científico cuyo objetivo era ilustrar a la sociedad europea de la época mediante la difusión de la ciencia, la técnica, las artes y el pensamiento. Hunde sus raíces en los cambios en las concepciones políticas, científicas y religiosas de la llamada revolución científica del siglo XVII (en la que destacan, entre otros, el matemático inglés Newton, el filósofo francés Descartes y el inglés Locke) al compartir con ella la idea de que la razón y la libertad de pensamiento eran el único método para alcanzar el verdadero camino del conocimiento científico y para destruir las creencias establecidas, la superstición y el oscurantismo. Los ilustrados expresan su total confianza en la razón como instrumento de crítica de todo lo existente (las creencias religiosas, la organización social y política, etc.) y en la libertad de pensamiento sobre todo en las cuestiones religiosas y científicas, ambas al servicio del progreso, de la felicidad y del bienestar. Estas ideas que propugnaban la libertad de pensamiento y la tolerancia llevaron a los ilustrados a una prolongada lucha con el poder religioso, su gran competidor político y cultural. Su programa educativo descansaba en lograr la autonomía y la libertad individual, de ahí su afán por instruir y por elevar el nivel cultural de las naciones y de sus pueblos, y sacarlos de su ignorancia o bien librarles del peso de una educación tradicional en manos de la Iglesia. Aunque la Ilustración no constituye un sistema filosófico de pensamiento y adopta diferentes formas en cada uno de los países europeos, se pueden señalar algunos principios comunes: Su confianza en la razón como método universal para alcanzar el conocimiento, sometiendo a crítica todas las ideas o teorías que no estén contrastadas por la experimentación Su defensa de la libertad de pensamiento y la tolerancia tanto en las cuestiones científicas como religiosas, de ahí sus ataques al dogmatismo, a la superstición y a la intolerancia religiosa. Su idea del progreso concebido como la facultad de los seres humanos para alcanzar la riqueza, el bienestar, la felicidad y la justicia. 5 La Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios, publicada entre 1751 y 1773, por los franceses D’Alembert y Diderot, representa uno de los esfuerzos más significativos para compilar en una obra monumental (17 volúmenes y 11 volúmenes de láminas) todo el saber científico y cultural del momento. En ella colaboraron los intelectuales más activos que recibieron el nombre de “filósofos”. Se pretendía poner al alcance del público todos los conocimientos y descubrimientos. Desde su publicación, la actividad de los ilustrados será incesante y determinará la aparición de un nuevo marco de ideas que supondrá una ruptura con el Antiguo Régimen. Pero la ilustración fue un movimiento minoritario y halló pocos partidarios entre la nobleza. Atrajo, sobre todo, a las clases medias profesionales (abogados, médicos, escritores, profesores, funcionarios). También tuvo cierto eco entre comerciantes, artesanos y hombres de negocios. Es decir, las bases sociales de la Ilustración la formaban el mundo de la burguesía. Así en el mundo urbano se fue creando un estado de opinión favorable a las nuevas ideas. Las nuevas ideas de libertad e igualdad de los ciudadanos frente a la monarquía absoluta y a los privilegios se manifestaron por primera vez en la Declaración de Independencia de las Trece Colonias inglesas en América del norte de 1776 y en la Revolución Francesa de 1789. 7. EL PARLAMENTARISMO INGLÉS A diferencia de lo que ocurría en el continente, la monarquía absoluta en Inglaterra se vería frenada por una revolución que fue al mismo tiempo: Una rebelión política (Parlamento) Una rebelión social (burguesía y capas populares) Una rebelión religiosa (católicos y protestantes) Las discrepancias de Carlos I (1625-1649) con el Parlamento, debido a la creación de nuevos impuestos, acabaría desembocando en una guerra civil en la que se enfrentaron: realistas contra parlamentarios, estos últimos representados por Oliver Cromwell (imagen). La Primera Revolución Inglesa concluye con la ejecución del rey y la abolición de la monarquía en 1649. La ejecución de Carlos I sentaba un precedente que se adelantó siglo y medio al juicio que más adelante le costaría la vida al rey de Francia Luís XVI (1793). Tras la revolución se instauró en Inglaterra una forma de gobierno republicana (1649-1660). La República supondrá: La persecución de los católicos en Irlanda: Cromwell inició una dura represión contra los irlandeses que habían apoyado a los Estuardo. Gran Bretaña se convierte en una potencia marítima debido a la firma del Acta de Navegación4 en 1651 4 Acta de navegación: ley inglesa promulgada en 1651 que establecía que tanto las importaciones como las exportaciones inglesas debían realizarse en barcos ingleses. También se prohibía a industriales y comerciantes de otra nacionalidad establecerse en territorios controlados por Gran Bretaña. 6 Cromwell disolverá el Parlamento y convertirá la República en una Dictadura que se prolongará hasta su muerte. La incapacidad de su hijo para gobernar llevará al ejército a dar el poder de nuevo a la monarquía. Los nuevos monarcas (Carlos II y Jacobo II) practicaran una política absolutista y católica que provocará la oposición de los protestantes. Tras la restauración de la monarquía una nueva revolución llamada la Gloriosa (1688), porque se desarrolló sin derramamiento de sangre, estableció definitivamente la autoridad del Parlamento Inglés que ofreció la corona a Guillermo de Orange y a su esposa María. Ambos protestantes, los monarcas jurarán la “Declaración de Derechos” (1689). A partir de estos momentos los reyes en Inglaterra ya no serían déspotas ilustrados sino monarcas parlamentarios. Declaración de Derechos. Documento legal de máxima importancia puesto que limita el poder real y lo subordina a la ley aprobada por los representantes del pueblo. Haciendo un resumen de su espíritu en una frase se puede decir que: “La ley está por encima del rey”. Es un sistema político que representa el futuro frente al pasado. El marco teórico de la Declaración de Derechos se encuentra en los escritos de John Locke que sentaran las bases teóricas de la división de poderes para garantizar la libertad individual. El liberalismo político fue la base teórica de la monarquía parlamentaria inglesa. Esta doctrina enunciada por Locke defendía los siguientes principios básicos: La libertad, la igualdad ante la ley y la propiedad como criterio de diferenciación social, lo cual restringe el derecho a participar en el sistema político. El Parlamento sólo representa a una minoría de la población ya que el sufragio es censitario. No podemos hablar de democracia. En la Declaración Derechos inglesa quedaba solemnemente expuesto que: 1. El poder de la ley es superior al rey 2. Se establece una alternancia en el poder entre conservadores y liberales 3. Los impuestos no pueden ser aprobados sin la autoridad del Parlamento 4. No se pueden reclutar ejércitos permanentes en períodos de paz 5. El rey no puede suspender la aplicación de las leyes aprobadas por el Parlamento 8. LA CRÍTICA DE LOS ILUSTRADOS AL ANTIGUO RÉGIMEN 8.1. Pensamiento político Entre los escritores de la Ilustración hubo muchos que recibieron el nombre de "filósofos". Propugnaban la libertad de pensamiento y expresaban su rechazo a la monarquía absoluta, a los privilegios al tradicionalismo y a la intolerancia religiosa. Afirmaban que todos los hombres poseen unos derechos naturales y que los gobiernos se han instituido con el fin de garantizar esos derechos. Los ilustrados defienden la teoría del "contrato social", y aunque discrepan a la hora de interpretar dicho contrato, coinciden en criticar y rechazar el origen divino de la monarquía. El concepto de sociedad civil según lo formuló el inglés John Locke (1632-1704), deriva de dos ideas: el "contrato social" y el Derecho natural. En sus Dos tratados sobre el gobierno civil (1690), expone que la sociedad civil surgió de un contrato entre los individuos que acordaron libremente abandonar el estado de naturaleza para constituir una sociedad civil con el fin de garantizar mejor sus derechos (la vida, la libertad y la propiedad). Locke considera a la monarquía absoluta incompatible con la sociedad civil, y defiende que el poder ejecutivo y el poder legislativo supremo estén separados. 7 El barón de Montesquieu (1689-1755) es la mejor muestra del ilustrado de extracción nobiliaria. En su obra El espíritu de las leyes (1748) explica que no hay un sistema perfecto de gobierno para todos los países, pero no obstante rechaza la monarquía absoluta existente en Francia y se declara partidario de un sistema de gobierno similar al inglés: una monarquía moderada, en la que la libertad se halle asegurada por la división de los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Una postura más radical es la que sostuvo Jean- Jacques Rousseau (1712-1778) quien en sus obras fija la atención, de manera especial, en el problema social. En su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres de (1754) aduce que el hombre primitivo salvaje era feliz en su estado de naturaleza, mientras que al iniciarse la civilización y la propiedad apareció la desigualdad. Por ello crítica la propiedad y defiende a ultranza la igualdad de todos los hombres. En el Contrato Social (1762) nos muestra que el estado social establecido no es el natural, pero, aunque éste ha destruido la inocencia y la libertad primitiva del hombre, al menos debe ofrecerle cambio algo mejor. El contrato entre gobernantes y gobernados debe actuar, por tanto, en beneficio de lo que Rousseau llama la "Voluntad General" y la formulación de buenas leyes iguales todos. Esta concepción de la "Voluntad General" se identifica con el pueblo. Por primera vez se afirma el principio la "soberanía popular" por lo que muchos autores hablan de la "democracia roussoniana", cuya influencia será enorme en el contexto de las revoluciones liberales. 8.2. Pensamiento económico Las ideas ilustradas en el ámbito de la economía dieron lugar a dos doctrinas: la fisiocracia y el liberalismo económico. La fisiocracia, según uno de sus máximos teóricos, F. Quesnay, descansa en el principio de que la única fuente de riqueza es la agricultura pues la industria solo transformaba los productos agrícolas y el comercio los intercambiaba. Para que una nación fuera poderosa, era preciso lograr la plena producción agrícola. Y por eso era preciso terminar con las tierras que no se explotaban, como las manos muertas de la Iglesia y algunos latifundios nobiliarios. Esto implicaba la desamortización, esto es, privar de la propiedad de la tierra a los propietarios que no la explotasen correctamente. Un discípulo de Quesnay, Turgot, ministro de Luis XVI, fue el iniciador del liberalismo económico en Francia, al indicar que se debe dejar en libertad al individuo para producir y fijar los precios y salarios, expresado en la conocida máxima: “Laissez faire, laissez passer (Dejad hacer, dejad pasar). Pero el verdadero creador de la doctrina del liberalismo económico fue Adam Smith, cuya base teórica fue expuesta en su libro La riqueza de las naciones (1776). Según él la verdadera riqueza de un país en el trabajo de sus habitantes. Para ello el hombre debe actuar bajo el impulso de su interés personal (individualismo económico) y realizar la actividad económica que mejor le parezca, sometido únicamente a las “leyes naturales de la oferta y de la demanda”. Para conseguir esa libertad de acción, los gobiernos deben conceder una libertad en la producción nacional y en el comercio internacional (liberalismo económico). Por tanto, los gremios deben desaparecer y el Estado no debe intervenir en la economía. 8 Smith cree firmemente que de este libre juego de las leyes naturales toda la sociedad consigue ventajas. Los consumidores obtienen bienes baratos y los obreros pueden moverse libremente dentro de los países en busca trabajo mejor pagado. Es, en fin, la plasmación de una doctrina fundamentada en la libre iniciativa individual, movida por el deseo de lucro y por la libre competencia la producción y en los precios. 9. LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y LA LLEGADA DE LOS BORBONES. REFORMISMO Y CENTRALISMO: FELIPE V, FERNANDO VI, CARLOS III Y CARLOS IV En 1700, el último monarca de la casa de Austria, Carlos II, murió sin descendencia. Los principales candidatos a ocupar el trono, por sus vínculos familiares, eran Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y de la princesa española María Teresa de Austria hija de Felipe IV, y el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo de Leopoldo I, emperador de Austria, y ligado también a la dinastía española al ser nieto de María Ana de España, hija menor de Felipe III. El testamento de Carlos II designaba como sucesor al candidato Borbón, que fue proclamado rey con el nombre de Felipe V, y juró su cargo ante las Cortes en 1701. Acababa así la dinastía de los Habsburgo y llegaba al trono español la dinastía de los Borbones. Este nombramiento provocó un conflicto grave en el equilibrio de poder entre las potencias europeas. El acceso de Felipe V al trono español fortalecía la influencia de los Borbones en Europa, y rápidamente Gran Bretaña, Holanda y Portugal, contrarias a tal situación, dieron su apoyo al candidato austriaco y entraron en guerra contra Francia y España. De esta manera la sucesión al trono pasó a ser un conflicto internacional. En España la cuestión sucesoria había dividido los territorios peninsulares. Castilla se mostró fiel a Felipe V, a excepción de una gran parte de la nobleza temerosa de perder poder e influencia ante el absolutismo borbónico. En cambio, en la Corona de Aragón, especialmente en Cataluña las instituciones representativas de los distintos sectores sociales y las clases populares respaldaron al candidato austriaco. Los motivos de este apoyo eran el temor a perder su poder ante las tendencias centralizadoras y uniformadoras de la nueva monarquía y el mal recuerdo dejado por a las tropas francesas en Cataluña durante el levantamiento de 1640. El enfrentamiento derivó en una guerra civil que se desarrolló durante casi una década. La Guerra de Sucesión. Fue una guerra europea y una guerra civil al mismo tiempo. En el plano internacional las fuerzas de ambos candidatos estaban bastante equilibradas y los Borbones se mostraron incapaces de derrotar a los ejércitos aliados que apoyaban a Carlos de Habsburgo. Pero en 1711 un hecho hizo cambiar el curso de los acontecimientos: el 17 de abril moría el emperador de Austria, José I, hermano del archiduque Carlos quien pasaba a ocupar el trono. Entonces el peligro para el equilibrio europeo lo constituía un Habsburgo en el trono de dos reinos tan importantes. Ingleses y holandeses mostraron interés en acabar la guerra y reconocer a Felipe V como monarca español. La guerra concluyó con la firma de los Tratados de Utrecht y Rastadt en 1713 y 1714. Los tratados estipularon lo siguiente: Felipe V era reconocido por las potencias europeas como Rey de España, pero renunciaba a cualquier posible derecho a la corona francesa. Los Países Bajos españoles y los territorios italianos (Milán, Nápoles y Cerdeña) pasaron a Austria. El reino de Saboya se anexionó la isla de Sicilia. Inglaterra obtuvo Gibraltar, Menorca y el navío de permiso (derecho limitado a comerciar con las Indias españolas) y el asiento de negros (permiso para comerciar con esclavos en las Indias). El Tratado de Utrecht marcó el inicio de la hegemonía británica. En España las tropas de Felipe V ejercieron una evidente superioridad. La resistencia de los reinos de la Corona de Aragón fue sofocada progresivamente. Cuando se firmó el Tratado de Utrecht, únicamente resistía Barcelona, algunas otras ciudades de Cataluña y las Baleares. Los ejércitos borbónicos sitiaron durante meses Barcelona hasta que las tropas de Felipe V acabaron tomándola en septiembre de 1714. En 1715 ocuparían Mallorca. 9 9.1. Política interior. La imposición del absolutismo monárquico La llegada de la nueva dinastía borbónica propició importantes cambios en la estructura del Estado. Estos cambios fueron introducidos esencialmente durante el reinado de Felipe V (1700-1746). Las nuevas medidas centralizadoras, tenían el objetivo de hacer un Estado más eficaz. En este sentido se adoptaron novedades importantes: Reformas políticas Decretos de Nueva Planta (1707 Aragón y Valencia, 1715 Mallorca, 1716 Cataluña): Abolición de los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón. Los fueros de Navarra y el País Vasco se mantuvieron ya que apoyaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión. Nuevo modelo de administración territorial, basado en la siguiente estructura: división del territorio en provincias; sustitución de los Virreyes por los Capitanes Generales como gobernadores políticos de las provincias; las Reales Audiencias se mantienen para las cuestiones judiciales; y siguiendo el modelo francés, se creó la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de las cuestiones económicas. Finalmente, en los Ayuntamientos se mantuvieron los cargos de Corregidor, Alcalde Mayor y Síndicos personeros del común (elegidos por el pueblo para su defensa). Los Borbones también reformaron la administración central consolidando el establecimiento de una plena monarquía absoluta. Se crearon las Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina, Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los ministerios. En 1787 se establece la Junta Suprema de Estado, antecedente del Consejo de Ministros. Reformas económicas La Ilustración favoreció la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que difundieron las innovaciones de la época. En agricultura se extendieron los nuevos cultivos americanos, se impulsó el uso de los abonos, el regadío y la reducción del barbecho. También se buscaron tierras libres para cultivar, repoblando amplias extensiones de terrenos en Sierra Morena (La Carolina). En industria se crearon la Reales Fábricas y comenzaron las críticas hacia los gremios, que controlaban toda la producción artesanal. La actividad comercial se vio impulsada por la mejora de los transportes y los caminos, se empedraron los caminos y se construyó una red radial que unía Madrid con los principales puertos de la periferia. Pero fue el comercio exterior el que vivió un momento de esplendor al decretarse la libertad de comercio con las colonias americanas (1778). Hubo intentos no demasiado eficaces de reformar el sistema de Hacienda. Se trató de unificar y racionalizar el sistema de impuestos y, para ello, se llevó a cabo el Catastro de Ensenada en 1749 en la Corona de Castilla. Este Catastro es un censo de todas las propiedades del reino, aunque contó con las fuertes resistencias de los privilegiados que impidieron su aplicación. 10 Reformas sociales En cuanto a las reformas sociales hay que destacar la eliminación de la incompatibilidad entre la nobleza y el trabajo (abolición de la deshonra legal). La nueva dinastía intensificó la política regalista, buscando la supremacía de la Corona, poder civil, sobre la Iglesia. Las dos medidas principales fueron el establecimiento de un mayor control sobre la Inquisición y, sobre todo, la expulsión de la Compañía de Jesús adoptada por Carlos III en 1767, contrarios a las reformas ilustradas y acusados de instigar el Motín de Esquilache (1766). 9.2. La política exterior. Del revisionismo al realismo. Los Pactos de Familia Las grandes líneas de la política exterior española arrancan de la difícil situación creada tras el Tratado de Utrecht y Rastadt. La política exterior se planteó los siguientes objetivos: recuperar Gibraltar y Menorca, territorios españoles en manos británicas, y conseguir establecer a los príncipes de la familia Borbón en los territorios italianos perdidos. Para ello, la política exterior española se basó en la alianza con Francia, concretada en varios Pactos de Familia, y en el enfrentamiento con Inglaterra en el Atlántico ante la amenaza británica a las posesiones españolas en las Indias. La política exterior de Felipe V (1700-1746) se dirigió a la recuperación de los territorios italianos. Esta política recibió el nombre de revisionismo, y fue dirigida por el ministro Alberoni. La primera intervención comenzó con la ocupación de Sicilia y Cerdeña por armadas españolas, pero las potencias europeas se coaligaron para mantener los acuerdos de Utrecht y derrotaron a España que tuvo que devolver sus conquistas. Ante el fracaso del revisionismo se optó por una política realista basada en las negociaciones con las demás potencias y en la intervención en los conflictos que estas mantenían. La alianza con Francia se concretó en el Primer Pacto de Familia (1734) y el Segundo Pacto de Familia (1743). Fruto de estos pactos fue la participación apoyando los intereses franceses en la Guerra de Polonia (1733-1738) y en la Guerra de Sucesión de Austria (1743-1748). Como resultado de esta intervención Felipe V consiguió que el infante Carlos, el futuro Carlos III de España fuera coronado Rey de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia) y que el infante Felipe, segundo hijo de Felipe V, fuera nombrado Duque de Parma y Toscana. Con Fernando VI (1746-1759), el gobierno español adoptó una política exterior de neutralidad, equidistante entre Londres y París. Este tiempo de paz se dedicó a mejorar los medios militares y a asegurar las colonias americanas. Carlos III (1759-1788) volvió a la alianza con Francia y firmó el Tercer Pacto de Familia (1761) participando a su lado en dos conflictos importantes: la guerra de los Siete Años (1756-1763) y la guerra de la independencia de las Trece Colonias norteamericanas (1775-1783). En el primer conflicto, la victoria británica, junto a su aliada Portugal, llevó a firma del Tratado de París (1763) por el que cedimos Florida a Inglaterra y Sacramento a Portugal. Para compensar esas pérdidas Francia nos cedió Luisiana. En el segundo conflicto, España, junto a Francia, apoyó a los rebeldes norteamericanos contra Inglaterra. La derrota británica llevó a la firma del Tratado de Versalles (1783) lo que permitió la recuperación de Menorca, Florida y Sacramento, aunque no se pudo conseguir la recuperación de Gibraltar. La política exterior de Carlos IV (1788-1808) estuvo completamente marcada por la Revolución Francesa y nos llevará a la trágica guerra de la Independencia contra Napoleón en los inicios del siguiente siglo. El estallido de la Revolución Francesa en 1789 provocó la crisis de los Pactos de Familia. Carlos IV rompió con Francia y se alineó con las potencias que luchaban contra el gobierno revolucionario francés, prevaleciendo la solidaridad monárquica sobre los intereses estratégicos de España. Sin embargo, a partir de 1795 se reactivó la alianza con Francia y el enfrentamiento con Reino Unido. 11 Tema 2. La Europa de la Restauración. Las Revoluciones Liberales de 1820, 1830 y 1848 Contenidos 1. La Europa de la Restauración y el Congreso de Viena 2. La Europa de los Congresos: el sistema Metternich 3. Las oleadas revolucionarias de 1820, 1830, 1848 En la Historia Contemporánea, recibe el nombre de Restauración el restablecimiento institucional del Antiguo Régimen que tiene lugar en 1814-1815. En un sentido amplio, se puede entender como la fase de la historia política que se basa en tal restablecimiento y que abarca desde las fechas indicadas hasta las revoluciones que se inician en1830. La Europa postnapoleónica ofrece diversas perspectivas: 1. Considerar esta etapa histórica como una simple restauración del Antiguo Régimen. Podríamos hablar ental caso de un retroceso político a los tiempos históricos anteriores a 1789 después de haberlos combatidos ideológica y materialmente a través de la Ilustración y de la Revolución Francesa. 2. Considerar el Congreso de Viena como el punto de partida de una remodelación del mapa europeo para encontrar un equilibrio. Equilibrio y legitimidad son dos ideas que van a prevalecer en el Congreso de Viena, ideas que elevadas a la categoría de principios no va a tener en cuenta las legítimas aspiraciones nacionales o voluntades de los pueblos. 3. Considerar que una vez perdida la gran unidad continental del Imperio Napoleónico queda en Europa la perenne división en naciones diferentes que, asentadas sobre la doctrina de equilibrio, intenta evitar queuna potencia llegue a dominar a los demás. De hecho, fue el temor a un superdominio político el que provocó la coalición de las grandes naciones contrael enemigo común. Desde el Tratado de Kalisch, el 28 de febrero de 1813, hasta el de Chaumont, marzo de 1814, podemos decir que fue la solidaridad y la unión de objetivos el arma que venció a Napoleón. Para afianzar esta solidaridad, las naciones que conformaban Europa tenían que establecer fórmulas capacesde expresarse en una política común para hacer frente a los peligros y problemas comunes. Así, por ejemplo, se va a justificar el derecho a la intervención en los Estados considerados de peligrosos. Nace de esta forma la Santa Alianza y la Europa de los Congresos. Sin embargo, la Restauración de Europa no pudo evitar que la influencia creciente de las ideas liberales y nacionalistas colocara las bases sobre las cuales se van a levantar nuevas oleadas revolucionarias en 1820, 1830 y 1848. 1. LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN Y EL CONGRESO DE VIENA 1.1. Antecedentes del Congreso de Viena Los años anteriores a la firma de los tratados resultantes de los Congresos de Viena fueron una demostración de las convicciones de paz y del sistema que los aliados querían poner. A nivel internacionalse intentaba hacer primar una serie de principios rectores: 1. Equilibrio. Es una vieja formulación de la historia diplomática europea. Fue un pacto ya establecido en marzo de 1814 por los cuatro grandes aliados en Chaumont, donde señalaban que uno de los grandes objetivos de la guerra era “el restablecimiento de un justo equilibrio entrelas potencias”. 2. Legitimidad. Principio que suponía la devolución de territorios a quienes se consideraban sus legítimos dueños. El origen divino de la monarquía y su carácter absoluto no puede estar frenadopor una Constitución; “aquel que usurpa el trono es un soberano ilegítimo, impuesto por la fuerza y no por el derecho”. 3. Intervención. Era el principio que daba derecho a las grandes potencias a inmiscuirse en los asuntos internos de los restantes países, ya que el desorden de un país podía significar un foco de contagio para los demás. 12 1.2. El Congreso de Viena A. Participantes en el Congreso El 30 de mayo de 1814 Talleyrand (primer ministro francés) y Metternich (Ministro de Asuntos exteriores de Austria) logran que se firme el primer Tratado de París (Paz de París), por la que Francia volvía a las fronteras de 1792. Sin duda alguna, el Tratado fue una muestra de benevolencia para con la Francia vencida, ya que ni siquiera se le exige una indemnización. Por el artículo 32 del Tratado de París, se decide que la sede del fututo congreso internacional para proceder al reajuste territorial de Europa sería Viena. Correspondía así al emperador de Austria, FranciscoI, la convocatoria de invitación a las diferentes delegaciones. La presidencia del Congreso quedaba en manos de su Ministro de Asuntos Exteriores, Metternich. El Congreso desarrolló sus sesiones entre los meses de octubre de 1814 y junio de 1815, e incluso el breve período de los Cien Días, que se desarrolló desde el retorno de Napoleón hasta su derrota definitiva en Waterloo, no interrumpió los trabajos. Podríamos decir que por el contrario los Cien Días sirvieron para afirmar las tendencias reaccionarias. Ocho países van a dirigir formalmente el Congreso: Gran Bretaña, Austria, Rusia, Prusia, Francia, España, Portugal y Suecia, aunque los cuatro primeros se reserven la discusión de los principales asuntos. El papel principal en Viena lo asume el Príncipe Metternich, es presidente del Congreso y jefe de la delegación austriaca. Sus prioridades son los intereses de Austria; sus ideas, restablecer la monarquía legítima y defender el orden. Es el gran adversario de la revolución y del liberalismo. Su lógica inteligente y su habilidad diplomática hizo posible introducir a Francia en el Congreso, argumentando la necesidad de llevar a cabo el compromiso de realización de un Congreso para todos los países. La delegación más preparada técnicamente fue la de Prusia. A su cabeza estaba el rey, FedericoGuillermo III. La delegación rusa está encabezada por el zar Alejandro I, quién había elegido para acompañarle al Conde Nesselrode, Ministro de Asuntos Exteriores. Si la figura principal del Congreso fue Metternich, la más influyente fue Castlereagh, jefe de la delegación de Gran Bretaña. Fue el más activo de todos los delegados porque tenía las manos libres en Europa. Gran Bretaña no ambicionaba territorios en el continente, tan solo le preocupaba las ventajas comerciales y coloniales, por tanto, fue la delegación con más interés en conseguir el equilibrio europeo. La delegación francesa estuvo presidida por Talleyrand, cuya intervención principal era devolvera Francia el rango de primera potencia. B. Problemas e intereses de las principales potencias. Rusia. Ambicionaba el Gran Ducado de Varsovia, creado por Napoleón en 1807, para extender su dominio en la Polonia Occidental y formar un reino bajo el poder ruso. Le interesaba tambiéntodo lo relacionado con el Imperio Otomano, con el fin de colocar bajo su protección a los países balcánicos, entrando así en concurrencia con los intereses de Austria, que también ambicionabaexpandirse por los Balcanes. Rusia quiere dominar los Estrechos para acceder al Mediterráneo,lo que afectaba a Gran Bretaña. Prusia. Deseaba el Reino de Sajonia como compensación de su abandono de la parte polaca. Suecia. Solo reclama Noruega. Austria. Ambicionaba el dominio o la influencia plena en Italia, rechazaba toda posible hegemonía rusa, así como las intenciones de Prusia de aumentar su poder sobre Alemania. Gran Bretaña. En el continente solo se oponía a que Rusia se convirtiera en la primera potencia dominante. El acta final del Congreso de Viena, con fecha del 9 de junio de 1815, va a fijar el orden internacionaldurante muchos años. Napoleón no había sido derrotado. C. Repartos territoriales: el nuevo mapa europeo Rusia. Aparece como la potencia terrestre de mayor peso militar. Incorpora Finlandia y también la Besarabia turca1, siguió controlando buena parte de Polonia. El estatuto polaco concedido porel zar fue el documento político por el que se van a regir los polacos hasta el proceso revolucionario de los años 30. El imperio zarista conseguía así abrirse cada vez más a la influenciade Europa Occidental. Prusia. Se beneficiaba del deseo británico, que quería tener una potencia razonablemente fuerte en Alemania Occidental a fin de evitar la tendencia de algunos principados hacia Francia.Recibió una parte de Polonia (Dantzig y el ducado de Pozen), la Pomerania sueca, parte de Renania (situada al oeste de Alemania), con toda su riqueza del Rhur y del Sarre, y también recibe el Reino de Sajonia. Prusia quedaba dividida en dos partes, separadas por Hannover y Frankfurt. Austria. Renunció a Bélgica, pero se anexionó algunos territorios alemanes. Penetró en Italia (Lombardía y Veneto), y con prudencia para no chocar con Rusia también entró en los Balcanes (Dalmacia). Obtuvo también posesiones en Polonia (Galitzia). Francia. Tratada generosamente en la Primera Paz de París, después del efímero imperio de los Cien Días, el Segundo Tratado de París endureció su postura con respecto a ésta, como lo demuestra el hecho de que fuera rodeada de una serie de “Estados tapón” para evitar que se repitiera la experiencia napoleónica. Estos estados tapón serían: - Prusia controlaba el Sarre y tenía frontera con Francia. - Saboya se incorpora el reino de Piamonte, frenando una posible expansión hacia el sureste. - El reino de los Países Bajos, con la unión de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, se constituye enun muro al norte. Además, se le impone una sanción de 700 millones de francos y la ocupación del territorio por tropas extranjeras al mando de Wellington durante tres años. Suiza. Consiguió que se respetara su neutralidad y estableció una Confederación de 22 cantones con constituciones propias. Sus límites territoriales permanecerán hasta nuestros días. Gran Bretaña. No tuvo grandes apetencias territoriales, pero el Tratado acabó convirtiéndola enla dueña del mar. Unía a sus posesiones mediterráneas del s. XVIII (Gibraltar), Malta y las Islas Jónicas, controlando así el Mediterráneo. La isla de Heligoland2 y Hannover le daban el control del mar del Norte y del Báltico. El control de El Cabo y Ceilán le dan el control del camino de lasIndias. Consigue también algunas pequeñas islas en las Antillas. Suecia. Se anexionó Noruega. Dinamarca. Obtuvo Holstein (en la península de Jutlandia) España y Portugal. No se vieron recompensadas por su intervención. 1 Besarabia:es una región del sureste de Europa Central. Limita al norte con Ucrania y al sur con Rumania. era el nombre con el que el Imperio ruso identificó la parte oriental del principado de Moldavia, que Rusia arrebató en 1812 al Imperio otomano y la organizó como la Gobernatura General de Besarabia. Lo que quedaba de Moldavia se unió a Valaquia en 1859, creando el Reino de Rumanía. 2 Heligoland: es una pequeña isla situada en el borde sudeste del mar del Norte, de unos 2 km de longitud. La Península italiana. Sufrió una fuerte fragmentación al quedar dividida en siete Estados. Se creó una Confederación Germánica, de 39 Estados, en cuyo seno aumentaron su influencia Austria y Prusia. Los círculos patrióticos deseaban instaurar un Estado Nacional Alemán, pero la rivalidad austro-prusiana y las pretensiones de soberanía de los príncipes alemanes impidieron la implantación de un poder unitario. La misión inmediata de la Confederación fue mantener a los Estados fuera de la órbitafrancesa. D. La Santa Alianza y la Cuádruple Alianza Después de la obra de reestructuración de Europa llevada a cabo en el Congreso de Viena era necesario un sistema político de seguridad para mantenerla (sobre todo después de la vuelta de Napoleón) frente a las apetencias de cualquier potencia y frente a las ideas revolucionarias. El pacto de la Santa Alianza era un documento personal de los soberanos basados en los principiosdel cristianismo. Fue firmado por el zar Alejandro I (ortodoxo), Francisco I de Austria (católico) y el rey Federico Guillermo III de Prusia (protestante), el 26 de septiembre de 1815. Se trataba de un documento que, invocando los principios del cristianismo, pretendía sustentar las relaciones internacionales mediante una serie de máximas religiosas como la “eterna religión de Dios Salvador”. Estas formulaciones son consideradas por Metternich y por Castlereag como ineficaces e inútiles. Los ingleses consideraban el texto muy ambiguo, especialmente en lo referente a la intervención. Gran Bretaña quería algo más concreto y por esto a este documento se va a superponer un verdadero programa político, la Cuádruple Alianza, firmada el 20 de noviembre de 1815 por Gran Bretaña, Rusia, Austria y Prusia (se convierte en Quíntuple Alianza al incorporarse Francia en 1818), que tiene como puntos principales: 1. Compromiso de mantener la situación territorial establecida en Viena. 2. Vigilancia para detectar posibles levantamientos liberales organizando un fuerte control e impedir la circulación de esta ideología, que actuaba en universidades, prensa y sociedades secretas. 3. Al considerar necesario el mantenimiento del equilibrio europeo se anuncian celebraciones periódicas de congresos que van a servir para garantizar los intereses de las monarquías. 4. Principio de intervención en cualquier país con la finalidad de restaurar el orden vulnerado. Aunque pudiese parecer extraño, duró más y fue más efectiva la Santa Alianza por dos motivos: La Cuádruple Alianza fue perdiendo efectividad porque estaba hecha contra Francia y, cuando comienza a diluirse la amenaza francesa y a ser aceptada como miembro del concierto europeo, dicha alianza ya no tenía sentido. Además, el Parlamento británico acabará rechazando el derecho de intervención, convirtiéndose así Gran Bretaña en la patria de los liberales. Sin embargo, en 1820 y 1830 el proceso de los ciclos revolucionarios estrechó el acuerdo de la SantaAlianza ya que las potencias más reaccionarias querían evitar las revoluciones en sus propios países. Una situación que, en un principio, era de todos contra Francia, después fue evolucionando a otra demonarquías reaccionarias y conservadoras (Rusia, Prusia, Austria) frente a las monarquías liberales y constitucionales (Francia y Gran Bretaña). 2. LA EUROPA DE LOS CONGRESOS: EL SISTEMA METTERNICH Los congresos van a regir las relaciones internacionales entre 1815 y 1830. 1. Congreso de Aquisgrán (1818) Se celebra entre septiembre y noviembre de 1818. El objetivo fundamental de este Congreso fue reconsiderar la situación de Francia, cuyo prudente comportamiento, así como la habilidad política del duque de Richelieu, le hacían merecedora de un alivio de sus condiciones de ocupación y de entrar en el concierto europeo. Entre los acuerdos adoptados se pueden destacar: - Se decide la evacuación de las tropas acantonadas en territorio francés desde la Segunda Paz deParís. - Se rebajan las indemnizaciones impuestas a Francia. - Francia es admitida en la Cuádruple Alianza. 2. Congreso de Troppau (1820) La agitación revolucionaria en varias zonas de Europa confirmó los peores pronósticos de Metternich: los conatos liberales en Alemania, el asesinato del duque de Berry en Francia y, especialmente, las revoluciones triunfantes en España (Riego), Portugal y Nápoles no eran cuestiones sin importancia. Cierto que no afectaban a las fronteras ni al estatus territorial, pero conmovían profundamente el orden social y político establecido y evidenciaban las distintas interpretaciones de las potencias respecto a los compromisos asumidos. Se decide por este Congreso la intervención armada entodo Estado caído en un régimen revolucionario. 3. Congreso de Laybach (1821) En este Congreso se decide la intervención austríaca en el norte de Italia para sofocar los levantamientos de los liberales del Piamonte. 4. Congreso de Verona (1822) En él se decide la intervención de Francia (los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del duque de Angulema) en España con el fin de restablecer el absolutismo en la figura de Fernando VII, aboliendo la Constitución de 1812. 3. LAS OLEADAS REVOLUCIONARIAS DE 1820, 1830 Y 1848 3.1. El liberalismo político. El liberalismo es un movimiento de amplia proyección económica, política y filosófica que defendía como idea esencial el desarrollo de la libertad personal individual como forma de conseguir el progreso de la sociedad. Una parte de sus ideólogos propugnaron la aplicación de esos principios de forma gradual, en tanto que otros más radicales utilizaron la vía revolucionaria para impulsarlos. En cualquier caso, la clase social que dio aliento al liberalismo fue la burguesía. Sus rasgos estrictamente políticos son: - La defensa de las libertades y los derechos individuales de pensamiento, conciencia y asociación. - La igualdad jurídica de todos los ciudadanos ante la ley. - La soberanía nacional por la cual el poder reside en el pueblo y no en el monarca, tal y como ellegitimismo de la Restauración sostenía. - La división de poderes teorizada por Montesquieu. - El control de la gestión pública a través de la publicidad y la libertad de prensa y opinión. - La ordenación del régimen político mediante una Ley Fundamental o Constitución que estuviesepor encima del rey y encarnase la soberanía nacional. El liberalismo significó un profundo cambio social que garantizó el poder de la burguesía y la instauración de un orden clasista basado en la riqueza y no en los privilegios. Ese dominio se sustentó inicialmente en el ejercicio del sufragio censitario, pero este quedó superado a raíz de las revoluciones de1848 y fue sustituido por otro más amplio, de carácter universal. La plasmación práctica de esta ideologíase consiguió tras las sucesivas oleadas revolucionarias que jalonaron la primera mitad del siglo XIX: 1820,1830 y 1848. 3.2. Las revoluciones de 1820 Las revoluciones de 1820 presentan unas características comunes: 1. Se trata de nuevas formas de lucha frente a los gobiernos establecidos tales como la clandestinidad y las sociedades secretas que se dedicarán a la conspiración, dirigidas en numerosas ocasiones por elementos socialmente acomodados, nobles, burgueses y altos cargosdel ejército. 2. El pronunciamiento militar adquiere relevancia en cuanto que será la forma típica de actuación. 3. Se localizan fundamentalmente en el área mediterránea, más concretamente a España, Nápolesy Grecia. 4. Dos son los motores del proceso revolucionario, del antiabsolutismo y la defensa del liberalismopolítico y el nacionalismo. 5. La consecuencia más generalizada fue la del fracaso con la excepción de la independencia de lascolonias americanas españolas y el caso griego. En España Fernando VII, tras su vuelta, había reimplantado el Antiguo Régimen e iniciado una caza de liberales. En 1820 el comandante Riego, con las tropas preparadas para sofocar la rebelión de las colonias americanas, protagoniza un pronunciamiento en Cabezas de San Juan. El rey asustado jura la Constitución de 1812 y España se convierte en un país liberal (Trienio Liberal). Este experimento acaba cuando tres años más tardes las tropas de la Santa Alianza (Cien Mil Hijos de San Luis) restablecen a Fernando VII como rey absoluto. En Grecia la revolución tiene un carácter nacionalista. Siglos de dominación turca no han acabado con la lengua griega y la religión cristiana ortodoxa, que se convierten en las señas de identidad del nacionalismo griego. Toda Europa se volcó con la causa griega y, por fin, tras una larga guerra que duró casi una década, el país consiguió su independencia en 1829 (Tratado de Adrianópolis). En América se independizaron las colonias de España y Portugal, resultando de ello el nacimiento de diversas repúblicas. Se producen, además, revueltas en Portugal (pronunciamiento del Coronel Sepúlveda en Oporto, agosto de 1820) y en el área italiana (Piamonte, Nápoles, Sicilia), aunque fracasaron. 3.3. Las revoluciones de 1830 Tuvieron mayor relevancia y trascendencia que las de 1820. En ellas se entremezclaron reivindicaciones de carácter nacionalista (Bélgica, Polonia, la Península italiana y los Estados alemanes) con intereses de grupos minoritarios burgueses y obreros (mayor libertad política). Gran parte de estas insurrecciones estuvieron auspiciadas por minorías agrupadas en asociaciones secretas, con conexiones internacionales de fuerte presencia en la oficialidad del ejército. Su objetivo erarealizar una “revolución universal contra la tiranía”. En Francia, Carlos X de Borbón (sucesor de Luis XVIII), había restablecido el absolutismo monárquico, tomando medidas como la supresión de la libertad de prensa y la disolución de la Cámara de Diputados. A partir de 1821, los gobiernos fueron dominados por ministros ultramonárquicos, provocando un descontento creciente tanto entre los monárquicos moderados como entre la burguesía liberal, y un repunte de las posturas republicanas. Por otro lado, las clases populares venían soportando una prolongada crisis económica y las hambrunas aún asolaban el país. En julio de 1830, el pueblo de París se precipitó a la calle y, atrincherado en barricadas, consiguió derrotar al ejército real. El monarca Carlos X tuvo que exiliarse y los diputados nombraron rey a Luis Felipede Orleans (1830-1848) quien instauró un régimen político liberal de signo doctrinario (moderado) con sufragio censitario. Francia se dotó de una Constitución más liberal. La Revolución de 1830 derroca definitivamente la dinastía de los Borbones. El nuevo rey inicia una política reformista que beneficia a la alta burguesía pero que no dudaba en reprimir a los obreros, quienes tienden cada vez más al republicanismo. Francia accedió plenamente a la Revolución industrial con lo quelas diferencias sociales entre la burguesía y el proletariado se agudizaron. Bélgica. En agosto de 1830 se inició en Bruselas una revuelta con contenidos políticos liberales y nacionalistas, contra el dominio de Holanda, a la que había sido unida en 1815 como “Estado-tapón”. En esa revuelta intervinieron varias causas: el catolicismo belga, la economía más próspera de este país y el diferente idioma. El movimiento se extendió rápidamente y permitió declarar la independencia de Bélgica, con ayuda de Gran Bretaña y Francia. Formó un nuevo Estado basado en una monarquía constitucional representada por Leopoldo I. En Polonia, los Estados alemanes y la Península italiana las revoluciones no tuvieron éxito, fueron aplastas por los regímenes absolutistas de Rusia, Prusia y Austria. La mayoría de los liberales y nacionalistas polacos, italianos y alemanes tuvieron de exiliarse a otros países, fundamentalmente a GranBretaña y Francia. 3.4. Las revoluciones de 1848 Entre 1820 y 1848 ya se habían producido procesos de independencia nacional ligados a revoluciones liberales (Grecia y Bélgica). Pero la revolución de 1848 comportó la emergencia de los nacionalismos, especialmente en el lmperio austriaco. El fervor nacionalista se produjo de manera paralela a la agitación liberal y social e hizo florecer una "primavera de los pueblos" de magnitud desconocida. En Frankfurt, en marzo, un parlamento reunió a diputados de diversos Estados alemanes, que elaboraron una constitución democrática para una futura Alemania unida, y ofrecieron la corona al rey de Prusia. Asimismo, a lo largo de la primavera de 1848 en Lombardía, los insurrectos pidieron la retiradade los austriacos y, en Venecia, se alzaron en armas y proclamaron la república, A su vez, los húngaros y los checos se levantaron para independizarse del lmperio austriaco. La mayoría de movimientos revolucionarios surgidos en 1848 fueron sofocados. En el lmperio austriaco, el ejército tomó Praga en junio de 1848; en octubre, estableció el orden en Viena; en 1849, reconquistó el Norte de ltalia y acabó con la resistencia de Hungría. El rey de Prusia suprimió la asambleaconstituyente establecida en Berlín y rechazó la corona y cualquier acuerdo con el Parlamento de Frankfurt. Por último, en Francia, tras la represión llevada a cabo contra la oleada de revueltas que culminó con la huida del Luis Felipe de Orleans, se formó un gobierno provisional que aprobó la II República. Fue nombrado presidente de la República Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón. Luis Napoleón Bonaparte accedió a la presidencia de la II República sintiéndose monárquico lo que provoca, de inmediato, un enfrentamiento con la Asamblea. A finales de 1852, después de que se le prorrogase la presidencia por 10 años, se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III, dando al traste con la mayor parte de las reivindicaciones revolucionarias e inaugurando el Segundo Imperio francés. Pero a pesar de su fracaso, los ideales y movimientos iniciados en 1848 dieron origen a unificacionesnacionales como las de Italia y Alemania, a reformas liberales en los sistemas políticos de Europa orientaly, hacia finales de siglo, a la evolución del liberalismo hacia la democracia, con la imposición del sufragio universal y el aumento de los derechos sociales. El balance más significativo de la Revolución de 1848 fuela incorporación a la lucha política de la clase trabajadora. Tema 3. EL IMPERIALISMO CONCEPTO El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política. Durante el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extraeuropeas (USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonialacelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase delcolonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la I Guerra Mundial. COLONIALISMO E IMPERIALISMO: Para algunos autores ambos términos son sinónimos, otros aprecian diferencias entre ellos: El colonialismo: Suele aludir a las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Las metrópolis controlaron una serie de territorios, explotados económicamente, que alentaron relaciones de subordinación con los pueblos autóctonos de la zona, a los que impusieron sus estructuras y formas de vida. Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación de zonas de influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista continua y sistematizada. El imperialismo: A diferencia del anterior, tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los estados que lo practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último tercio del siglo XIX. El tránsito del colonialismo tradicional al imperialismo Se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y estuvo marcado por la crisis del antiguo colonialismo expresada en la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña yEspaña, la desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha por laabolición de la esclavitud. La expansión continuó durante la 2ª mitad del siglo, fruto de la pretensión de ganar nuevas áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y el desarrollo técnico y militar. Otros factores que contribuyeron a dicha expansión fueron las exploraciones geográficas y misioneras en busca de la extensión de la ciencia y el cristianismo respectivamente. En 1885, en la Conferencia de Berlín, las potencias acordaron el reparto sistemático del continente africano. CAUSAS Fenómeno de gran complejidad, son múltiples las causas o factores que lo propiciaron: Causas demográficas: En el período comprendido entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones de almas. Las penosas condiciones de vida de la clase trabajadora en los paísesindustrializados animó a muchos a buscar mejores perspectivas de vida en los territoriosque iban ocupándose. LA POBLACIÓN EUROPEA (CRECIMIENTO) Año Habitantes Crecimiento % 1850 266.000.000 26,2 1870 310.000.000 25,6 1900 400.000.000 26 Este incremento demográfico también afectó a potencias asiáticas como Japón y continuó en ascenso hasta 1914. Parte de esa población fue absorbida por los territorioscoloniales a través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de manera sustancial la composición étnica de extensas áreas. Los avances médicos, como el uso de la quinina, contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron combatir con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el paludismo que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre blanco extensos territorios. Causas económicas: Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en: La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles,puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá, etc.). La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas. El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales. La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación. Causas políticas: En el último tercio del siglo XIX el nacionalismo que en sus inicios había estado ligado al liberalismo y el romanticismo se transformó en un movimiento conservador y significado componente del imperialismo. Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.) quienes, apoyadas en gran medida por la prensa y otros medios, propugnaron desde una postura chovinista la formación y consolidación de extensos dominios coloniales. Además, las potencias ambicionaban alcanzar la hegemonía colonial mediante el control comercial y militar de las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban por todos los medios la expansión de sus rivales Esta política alimentó incontables episodios de tensión y conflicto queconstituyeron el preludio de la Primera Guerra Mundial. Causas científicas y técnicas: A lo largo del siglo XIX se irá completando el proceso de exploración del planeta iniciado en el siglo XV. Muestra de ello fue el fomento de estudios geográficos, geofísicos y geológicos. Desde mediados de siglo una serie de autores (Julio Verne, Kipling, Jack London, etc.) alentaron la curiosidad y la aventura a través de obras que evocaban ambientes envueltos en un halo de misterio, difundidas a través de publicaciones periodísticas o literarias repletas de atractivas ilustraciones. Las sociedades geográficas alcanzaron una enorme importancia y contribuyeron a propagar esa afición mediante conferencias y congresos. También organizaronexpediciones de carácter antropológico y biológico que, en todo caso, sirvieron para crear nuevas rutas de índole militar o económica. Texto. Comparación del hombre negro con los monos. " Las analogías entre los negros y los monos son más grandes que entre los monos y loseuropeos. El negro es inferior, intelectualmente, al hombre europeo. El negro sólo puede serhumanizado y civilizado por los europeos." J. JUNT. Sesión científica de la Sociedad Antropológica de Londres 1863. Se exploraron los grandes ríos africanos como el Nilo, Níger, Congo o Zambeze, en expediciones emprendidas por periodistas (Stanley), misioneros (Livingstone) oaventureros (De Brazza). Se penetró en Asia llegando al Himalaya, se atravesó Siberia y el desierto australiano y, finalmente (ya en el siglo XX), fueron alcanzados el Polo Norte (Peary) yel Polo Sur (Amundsen). Las tesis darwinistas, con sus presupuestos sobre la evolución de las especies, fueron extrapoladas al campo social con el fin de justificar el predominio de los más aptos (losblancos) sobre los menos aptos. La cuestión de los indígenas debe ser resuelta únicamente en el sentido de la evolución natural de la historia universal. Es decir, que la moralidad superior debe estar por encima de la civilización inferior. El Estado moderno, en tanto que potencia colonial, comete, de cara a sus ciudadanos, el mayor de los crímenes cuando, dejándose llevar e hipnotizar por confusas ideas humanitarias, trata bien a expensas de sus propiossúbditos a las razas negras condenadas a desaparecer. Justificación darwinista del imperialismo. La superioridad técnica se hizo abrumadora en el campo militar (armas de fuego, transporte masivo y rápido, esmerada organización, etc.), procurando una ventaja a los conquistadores que palió con creces su inferioridad numérica. Causas ideológicas: Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. Texto. Racismo Sin negar que los negros se puedan civilizar, es cierto, pero, que su civilizaciónsiempre será inferior a la nuestra, porque la fuerza de la mente de aquella gente es realmente inferior. Creemos que la raza superior a cualquier otra, aquella de la que dependerá siempre el destino del mundo, es la raza blanca. Farmochi. Curso de geografía universal, 1850. En sus formas más moderadas el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación. En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental. La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial. Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres. Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales es, sin duda, la del trabajo. En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal." Carta del rey Leopoldo II de Bélgica a los Agentes del Estado del Congo. Junio de 1897. En todas esas posiciones subyacía una ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo. LOS IMPERIOS COLONIALES El Imperio británico Fue el más extenso de todos, comenzó a formarse en el siglo XVIII, pero alcanzó la madurez durante el largo reinado de Victoria (1837-1901), impulsado por la acción de sus ministros Disraeli y Chamberlain. Hasta entonces había controlado fundamentalmente territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas. Algunos de ellos habían pertenecido a Francia, Holanda o España: El Cabo en el Sur de África, la isla de Ceilán en el Índico, Malta y Corfú en el Mediterráneo, Gibraltar y Santa Elena en el Atlántico, etc. La derrota de Napoleón reforzó su posición dominante. Sus dominios se extendían por los cinco continentes: Asia La constitución del imperio británico en Asia fue temprana, en 1885 ya se ha completado. La India fue sin duda el dominio más importante. Se trataba de una colonia de explotación administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales. Se convirtió en la principal suministradora de materias primas (algodón, yute, té, etc.). Constituida en el eje del imperio, la construcción del canal del Suez agilizó de manera notable las relaciones con la metrópoli. Para mantenerla protegida de los territorios coloniales de otras potencias Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de estados tapón, como Beluchistán(en el actual Pakistán) o Afganistán. A raíz de la sublevación de los cipayos, soldados indios al servicio de Gran Bretaña,la Corona tomó directamente el gobierno de la India que había estado dirigido por la citada Cía. de las Indias Orientales. Otras áreas de dominio británico en Asia fueron Malaca y Singapur; ésta se convirtió en un punto estratégico en las rutas marítimas. Birmania, que había constituido un protectorado semiindependiente fue anexionada en 1885, lo que supuso la creación de una vía terrestre hacia China. En China, que conservó nominalmente la independencia, amplíó su influencia tras el tratado de Nankín (1842) que puso fin a la “Guerra del Opio”. A partir de entonces China se vio obligada a ceder Hong Kong y a abrir cinco puertos costeros al comercio exterior. Ello dio paso a los llamados "Tratados desiguales" que no sólo permitieron las injerencias británicas en los asuntos chinos, sino también las de otras potencias como Francia y Estados Unidos. Más tarde, en 1860, por el Tratado de Tient-Sin, el gran imperio asiático hubo de transigir en la apertura de otros once puertos. Mediterráneo En el controló una serie de colonias que jalonaban el camino hacia la India una vez abierto el Canal de Suez. Desde Gibraltar se sucedieron Malta y Suez. Pronto intervino en Egipto que, aunque conservó nominalmente su independencia, en realidad fue controlado por franceses y británicos. África En África avanzó desde el sur (El Cabo) intentando enlazar con el Sudán. Cecil Rhodes se anexionó los territorios que llevan su nombre (Rodesia), hoy repartidos entre Zimbabwe y Zambia. En esta progresión hacia el norte chocará con los bóers, pobladores de origen holandés establecidos en Transvaal y Orange así como con la población zulú a la que venció en 1879. Con esta conquista impidió que Portugal pudiera progresar de Oeste a Este y unir sus colonias de Angola y Mozambique. Esta expansión se completó con la incorporación de Nigeria, parte de Somalia (1884), Kenia y Uganda. En el control del valle del Nilo chocó contra la otra gran potencia imperialista de África:Francia. Una vez alejado el peligro de una guerra entre ambas potencias tras el "Incidente de Fachoda" (en Sudán), el Imperio Británico se adueño de una de las áreas más ricas de África: el sur, pródigo en oro y diamantes; y el valle del Nilo (Egipto y Sudán), con sus fértiles cultivos de algodón. Su control le permitió además proteger las principales rutas que conducían a la India. Oceanía Nueva Zelanda fue convertida en colonia británica en 1841 quedando su población indígena, los maoríes, bajo la soberanía de la metrópoli. Australia fue utilizada durantegran parte del siglo XIX como prisión donde eran destinados determinados convictos. Estos dominios se completaron con algunos archipiélagos del Pacífico. La penetración europea se realizó siguiendo las pautas de formación de colonias de poblamiento que sirvieron de drenaje a los excedentes demográficos británicos y del norte de Europa, provocando en muchos casos la casi total desaparición de las poblaciones indígenas. América Canadá redondeó este imperio universal. Fue convertida en dominio en 1867 siéndole otorgado un amplio grado de autonomía. Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas. El Imperio francés Constituyó en el siglo XIX, tras el británico, el segundo gran imperio en importancia y extensión. Su más significado impulsor fue Jules Ferry quien intentó mediante la política imperialista contrarrestar la derrota infringida por los prusianos en 1870 y estimular la autoestima nacionalista francesa. A comienzos de la centuria las posesionesultramarinas de Francia se centraban en las Antillas y algunas plazas de la India. Texto. Jules Ferry justifica el imperialismo francés Mediado el siglo los territorios bajo su dominio se incrementaron y se extendían por todo el orbe: En África En 1847 conquistó Argelia, centro de los dominios del noroeste del continente. Posteriormente, en 1881, conquistó Túnez y en 1905 estableció un protectorado en Marruecos con la oposición de Alemania, provocando dos crisis que a punto estuvieronde desembocar en un conflicto bélico de carácter internacional. El territorio conocido como Congo francés (el otro sería el belga) fue declarado coloniaen 1881. Sin embargo perdió influencia en Egipto y Sudán, ambos territorios cayeron bajo el dominio británico. En el centro del continente poseía Senegal, Guinea, Costa deMarfil, Benín (Dahomey) y Chad. En 1898 consiguió Madagascar, pero tras el incidente de Fachoda con los británicos abandonó el proyecto de unir los extremos Este y Oeste del continente que le hubiesen permitido abrirse a los océanos Atlántico e Índico a través de Sudán. Además de los problemas con Gran Bretaña, la expansión francesa por África no estuvoexenta de tropiezos con otras potencias, como es el caso de Alemania. En un deseo de resarcirse de la pérdida de Sudán (tras Fachoda) proyectó controlar todo el Magreb (en especial Marruecos), pero entró en colisión con Alemania, dando origen a la crisis de 1905 que sería, solventada tras la Conferencia de Algeciras (1906). En 1911 se desató entre ambas potencias un nuevo conflicto que se saldó con la concesión de la ampliación del territorio de Camerún en beneficio de Alemania. Estas desavenencias hay que enmarcarlas en el clima de tensión que vivía la política internacional en la antesala de la Primera Guerra Mundial. En Asia Conquistó Indochina: Birmania, Laos, Tailandia, Vietnam (Annam y Tonkín), Camboya y Malasia, formando con ellos la “Unión Indochina”. Intervino en China consiguiendo trato de favor para el comercio a través de los denominados "Tratados desiguales". En Oceanía Dominó Nueva Caledonia y otras islas del Pacífico. En América Controló en el océano Pacífico Tahití y las Islas Marquesas y el archipiélagode Miquelón en Canadá. En América del sur controló la Guayana. Otros imperios europeos Rusia No se proyectó fuera de su propio ámbito geográfico y buscó su expansión terrestre por Asia siguiendo la tradición iniciada en el siglo XVI. La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones: incorporación de las tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico(Vladivostok), Turquestán y Pamir. En el intento de dominio de Manchuria, Rusia será derrotada por Japón en 1905. Alemania e Italia Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporarontardíamente a la empresa imperialista. Alemania logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín algunas posesiones africanas: Togo, Camerún y Tanganica; en Oceanía: Nueva Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas y Carolinas (éstas últimas compradas a España porGuillermo II en 1899). Italia ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea, la costa somalí del océano Índico, pero fue derrotada en Adua (Abisinia). Más tarde arrebató Trípoli y la Cirenáica (en la actual Libia) a Turquía. Bélgica Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo que tras el Congreso de Berlín en1885 fue incorporado a la soberanía personal del rey Leopoldo II. Portugal y España. Portugal reafirmó y aseguró su presencia en Angola y Mozambique, pero su proyecto de unir ambos territorios fracasó. España, tras una guerra con USA, perdió en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam (Oeste del Océano Pacífico) y Filipinas. Sin embargo, conservó en África Occidental Ifni, Rio Muni y Fernando Poo. Los imperios no europeos EEUU Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) iniciaron su expansión colonial con la compra de Alaska a Rusia y la guerra con España (1898), que le confirió el dominio del Caribe (Puerto Rico) y la influencia sobre Cuba. En Asia arrebató Filipinas a España. Sin embargo, gran parte de la acción imperialista de USA se concentró en la conquista de los enormes territorios situados al Oeste de las primigenias 13 Colonias. El proceso alcanzó su máximo apogeo en el período comprendido entre 1860 y 1890, concluyendo con la derrota de la resistencia aborigen. No obstante el imperialismo norteamericano se fundamentó no tanto en la ocupación de territorios fuera su ámbito geográfico como en el control económico que ejerció sobre todo el continente americano. Japón Tras la Revolución Meiji y su rápida industrialización se anexiona diversos territoriosasiáticos: Formosa y Corea a costa de China. Más tarde lo hará con Manchuria. ORGANIZACIÓN DE LOS IMPERIOS COLONIALES Varió según las circunstancias y el lugar, adoptando diversas formas: desde lasrelaciones diplomáticas a la simple conquista acompañada del exterminio de los pueblosaborígenes. El uso que se dio a los territorios sojuzgados también fue diverso. Hubo diferentes formas de dominación y organización colonial:Las colonias de administración directa Territorios que por el derecho de conquista habían caído en la órbita de la metrópoli. Ésta imponía sus funcionarios y sus instituciones, organizando la administración. Fueron las más extendidas. Protectorados Territorios donde se respetaba el gobierno indígena responsable de la actividad interior del área, mientras la política exterior y militar era gestionada por la metrópoli. En la práctica, al seguir las directrices marcadas por ésta, los protectorados quedaban sujetos a la soberanía de la potencia con la que habían pactado. Fue unmodelo utilizado por Francia (Marruecos) y Reino Unido (Birmania). Dominios Territorios con mayoría de colonos respecto a la población indígena que consiguieron un amplio autogobierno limitado por un gobernador metropolitano. Fueron los casos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda respecto a Gran Bretaña. Territorios metropolitanos Considerados como una prolongación de la metrópoli. Por ejemplo, Argelia conrespecto a Francia. Concesiones Territorios cedidos o alquilados por estados independientes a la metrópoli, codiciados por su interés estratégico o comercial. Fue el caso de China que, tras la Guerra del Opio, hubo de ceder algunos de sus puertos (Hong Kong) al Reino Unido. RESISTENCIA AL IMPERIALISMO Pese a la superioridad técnica y militar de los colonizadores, la penetración en determinados territorios no estuvo exenta de conflictos con sus habitantes; en algunos casos supusieron auténticos descalabros militares para los ejércitos imperialistas. Por otra parte, no toda la población metropolitana estuvo de acuerdo en la acción agresiva de sus propios estados. Pronto surgieron voces contrarias a lo que consideraban una agresión y un expolio injustificables. La resistencia al imperialismo en las colonias Estuvo más o menos organizada y osciló entre la creación de sociedades secretasarticuladas en torno a la idea de conservación de los valores culturales autóctonos, y la acción violenta surgida como reacción a la explotación y represión alentada desde las metrópolis. Por su importancia destacaron los siguientes conflictos: China: La guerra del opio (1839-1842) India: La revuelta de los cipayos. 1857-1859 China: La rebelión de los bóxers. 1900 África: Etiopía (1886) y Guerra zulú (1879) Norte América: La conquista del Oeste La oposición al imperialismo en las metrópolis En el seno de las potencias imperialistas se alzaron voces que desautorizaron la política expansionista de sus gobiernos. Esta oposición arrancó a finales de siglo XIX para hacerse más fuerte ya en el XX. Generalmente fueron las formaciones políticas y los intelectuales de izquierda los que denunciaron los excesos cometidos sobre los pueblos sometidos y su posterior explotación. Significativa fue la labor de la Segunda Internacional, que en el Congreso de Stuttgart (1907) denunció la política imperialista. Lenin en su obra "El Imperialismo, fase superior del capitalismo" apoyaba la alianza entre los movimientos de independencia de las colonias y la clase trabajadora de las metrópolis a fin de realizarla revolución. Otras conciencias que criticaron esa política fueron las de algunos misioneros, testigosde primera línea de la actuación imperialista. LOS CONFLICTOS ENTRE POTENCIAS IMPERIALISTAS Durante el siglo XIX, a medida que progresaba la expansión colonial, se produjeron disputas entre las potencias imperialistas en su intento por controlar territorial, política y militarmente amplias áreas de África, Asia y Oceanía. Con la pretensión de evitar esos conflictos en 1884 se reunieron en Berlín los representantes de 12 estados europeos más los de Estados Unidos y Turquía para concretar sus respectivas posiciones en el reparto de África. Esta conferencia supuso un intento de atenuar por la vía diplomática las diferencias que entrañaba la competencia imperialista en dicho continente. Tras la reunión subyacía la pretensión del canciller Bismarck de hacer de Alemania una potencia imperialista. Alemania había llegado con retraso al reparto colonial y deseaba ostentar una posición internacional acorde a su potencial económico y político. También fueron tratados otros asuntos como el aseguramiento del Congo belga bajo el dominio personal del rey Leopoldo II o la resolución de las tensiones originadas por las coincidentes aspiraciones de Francia y Gran Bretaña sobre Egipto. En el Congreso de Berlín se adoptaron las siguientes resoluciones: Se reconocía a Leopoldo II el dominio exclusivo del Congo belga, frente a las ambiciones francesas sobre parte de esa colonia. Gran Bretaña y Francia habían de resolver por sí mismas sus diferencias. Se determinó que aquella potencia que controlara el litoral de un territorio ostentaría de hecho la autoridad sobre el interior del mismo. Ello estimuló la penetración desde la costa hacia el interior del continente en una frenética lucha por hacerse con la mayor extensión posible e impedir que los rivales hiciesen lo mismo. El Congreso o Conferencia de Berlín se ciñó exclusivamente a los asuntos concernientesal continente africano, dejó de lado las restantes zonas de proyección imperialista. Aceleró el proceso de reparto, de hecho pocos años más tarde (salvo Liberia y Abisinia) no existía en África ningún territorio que se sustrajera a la dominación europea. A pesar de los intentos por canalizar pacíficamente el proceso imperialista, los enfrentamientos se agudizaron en la primera década del siglo XX, constituyendo la antesala de la I Guerra Mundial. Destacaron dos conflictos: La guerra anglo-bóer (1899-1902)El incidente de Fachoda (1898-99) CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO Consecuencias para las coloniasDemográficas En general, la población se incrementó como consecuencia de la disminución de la mortalidad, ocasionada por la introducción de la medicina moderna occidental y la persistencia de altas tasas de natalidad. Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y recursos que hoy día constituye un grave problema para los estados surgidos de la descolonización. No obstante, en algunas zonas la población autóctona sufrió una drástica reducción (especialmente en los inicios del imperialismo) como consecuencia de la importación de enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc.). En otros lugares, la población indígena fue simplemente reemplazada por colonos extranjeros. Consecuencias económicas Para la puesta en marcha de la explotación económica de los territorios ocupados se hizo necesario el establecimiento de unas mínimas infraestructuras. De ese modo fueron creados puertos, ferrocarriles y carreteras encaminados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópoli. Las colonias se convirtieron en abastecedoras de las mercancías necesarias para el funcionamiento de las industrias metropolitanas, en tanto que éstas colocaban las manufacturas en sus dominios. La economía tradicional basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo fue sustituida por otra de exportación, en régimen de monocultivo, ocasionando la desaparición de las formas ancestrales de producción y la extensión de cultivos como el del café, cacao, caucho té o caña de azúcar. Amplias zonas fueron roturadas para ser adaptadas a las nuevas exigencias económicas, dando lugar a notables cambios del paisaje y graves alteraciones del medio natural. Consecuencias sociales La burguesía procedente de las metrópolis, integrada por comerciantes, funcionarios y terratenientes, copó los niveles altos y medios de la sociedad colonial. Hubo casos en que ciertos grupos autóctonos fueron asimilados por los colonizadores y pasaron a formar parte de la cúspide social. Esto ocurrió fundamentalmente con las antiguas élites dirigentes, miembros de algunos cuerpos del ejército y funcionarios de la administración colonial. Mahtama Gandhi Contrastando con esa minoría, la mayor parte de la población autóctona fue objeto de un generalizado proceso de proletarización que incrementó las abundantes reservas de mano de obra destinada a la creación de infraestructuras y a la agricultura de plantación. Consecuencias políticas El mayor o menor grado de dependencia de las colonias respecto a la metrópoli estuvo determinado por el tipo de organización administrativa que les fue impuesta. Esa imposición no estuvo exenta de conflictos que constituyeron el germen del antiimperialismo. Habitualmente fueron protagonizados por las clases medias nativas occidentalizadas, que reclamaban a la metrópoli un mayor respeto a las tradiciones autóctonas y la participación en las decisiones que se adoptaban sobre los territorios administrados. En muchos casos los naturales de las colonias demandaron los mismos modos democráticos que las metrópolis defendían para sí mismas pero negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc. Un ejemplo temprano que plasmó el espíritu de estos movimientos fue la creacióndel Partido del Congreso de la India, liderado por Mohandas K. Gandhi, que extendió su influencia por las capas más desfavorecidas de la sociedad colonial. Consecuencias culturales El imperialismo ocasionó la pérdida de identidad de los pobladores indígenas e implantó los patrones de conducta, la educación y la mentalidad de los colonizadores. La lengua de los dominadores (especialmente el inglés y el francés) fue impuesta, conduciendo a un fuerte grado de aculturación. La religión cristiana (católica, anglicana o protestante) desplazó a los credos preexistentes en muchas zonas de África o bien se

Use Quizgecko on...
Browser
Browser