El Arte de Caminar - Thich Nhat Hanh - PDF

Summary

This book by Thich Nhat Hanh, titled "El Arte de Caminar", offers principles of meditation through walking. It explains how mindful steps and awareness lead to inner peace. The book discusses the practice of walking meditation, a mindful way to bring awareness to each moment as we move.

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Al revés de lo que mucha gente cree, la meditación no es una práctica obligatoriamente estática. De hecho, una de las formas más sencillas de meditar consiste en hacerlo mientras caminamos, acompasando la respiración al suave movimiento de las piernas y los brazos al pasear. Y el monje budista viet...

Al revés de lo que mucha gente cree, la meditación no es una práctica obligatoriamente estática. De hecho, una de las formas más sencillas de meditar consiste en hacerlo mientras caminamos, acompasando la respiración al suave movimiento de las piernas y los brazos al pasear. Y el monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh nos enseña a dar los primeros pasos, disfrutando de cada movimiento respiratorio, del cielo azul y de las vistas y fragantes aromas que hay a lo largo del camino. Al caminar despacio y sintiéndonos relajados, con una leve sonrisa en los labios, se adueña de nosotros un profundo bienestar, y nuestros pasos son los de alguien que se siente seguro sobre la Tierra. Todos nuestros sufrimientos y ansiedades desaparecen, y el corazón se llena de paz y alegría… Página 2 Thich Nhat Hanh El arte de caminar El largo camino lleva a la alegría ePub r1.0 Titivillus 18-08-2022 Página 3 Título original: The Long Road Turns to Joy Thich Nhat Hanh, 1996 Traducción: Nuria Martí Editor digital: Titivillus ePub base r2.1 Página 4 Índice de contenido Cubierta El arte de caminar CUALQUIERA PUEDE HACERLO EL MOMENTO PRESENTE TODO DEPENDE DE TUS PASOS SIN NINGÚN PROPÓSITO SINTIENDO LA PAZ CAMINA EN PAZ SONRÍE COMO UN BUDA RECUPERANDO NUESTRA SOBERANÍA TOCANDO LA TIERRA EL PODER CURATIVO DE LA MADRE TIERRA LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE CUENTA LOS PASOS RESPIRA CON NATURALIDAD UN MARAVILLOSO EQUILIBRIO DE PLENA CONSCIENCIA SIGUE TU RESPIRACIÓN RESPIRANDO MÁS AIRE FRESCO MEJORA TU CIRCULACIÓN INTERSER UTILIZANDO PALABRAS EN LUGAR DE NÚMEROS HE LLEGADO NUESTRO VERDADERO HOGAR AQUÍ Y AHORA NIRVANA LA BASE DEL SER PERCIBIENDO LA DIMENSIÓN ÚLTIMA LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD ANDANDO CON UN NIÑO Página 5 LA FELICIDAD NO ES UNA CUESTIÓN INDIVIDUAL PRACTICA CUANDO ESTÉS ENOJADO PASOS QUE ALIMENTAN CAMINA POR TODOS LOS SERES ES POR TU FORMA DE CAMINAR CAMINO POR TI GRATITUD CAMINANDO EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES VIVIENDO PROFUNDAMENTE CAMINA COMO UN TIGRE LA PRÁCTICA INFORMAL SAL CON TIEMPO EL CAMINO DEL DESPERTAR EL SELLO DE UN EMPERADOR UNA FLOR BROTA A CADA PASO EL REGRESO A LA TIERRA EL MILAGRO ES CAMINAR POR LA TIERRA ESTE MARAVILLOSO MUNDO CAMINANDO POR LA TIERRA PURA A CADA PASO, SOPLARÁ LA BRISA HUELLAS VACÍAS CRUZANDO UNA ENTRADA DESIERTA TOMA MI MANO BESA LA TIERRA LA TIERRA TE ESTÁ ESPERANDO EL ACOGEDOR CAMINO REGRESA ¡ME ALEGRO DE TU REGRESO! TÚ ERES EL CAMINO CAMINANDO EN PAZ LA PAZ ES CADA PASO HE LLEGADO Sobre el autor Página 6 Simon Chaput. Plum Village, Duras, Francia. [He llegado. Estoy en casa en el aquí, en el ahora. Soy estable. Soy libre. Reposo en la dimensión última.] Página 7 Gaetano Maida. Omega Institute, Rhinebeck, Nueva York. Página 8 CUALQUIERA PUEDE HACERLO La meditación caminando consiste en meditar mientras andamos. Caminamos lentamente y relajados, con una ligera sonrisa en los labios. Al hacerlo, sentimos un profundo bienestar y nuestros pasos son los de alguien que se siente totalmente seguro sobre la Tierra. Todo nuestro sufrimiento y ansiedad desaparecen y el corazón se llena de paz y alegría. Cualquiera puede hacer esta práctica. Solo necesitas tener un poco de tiempo, prestar un poquito de atención y desear ser feliz. Página 9 EL MOMENTO PRESENTE Alguien le preguntó al Buda: «¿Qué es lo que tú y tus discípulos practicáis?», y él respondió: «Nosotros nos sentamos, andamos y comemos». El interlocutor insistió: «Pero cualquiera se sienta, anda y come». Y el Buda le contestó: «Nosotros, al sentarnos, somos conscientes de estar sentados. Al andar, somos conscientes de estar andando. Al comer, somos conscientes de estar comiendo». La mayor parte del tiempo estamos inmersos en el pasado o nos dejamos llevar por el futuro. Sin embargo, cuando somos conscientes y mantenemos un profundo contacto con el momento presente, comprendemos con más profundidad lo que está ocurriendo y empezamos a sentirnos llenos de aceptación, alegría, paz y amor. Página 10 TODO DEPENDE DE TUS PASOS La semilla de la plena consciencia se encuentra en cada uno de nosotros, pero solemos olvidarnos de regarla. Creemos que solo seremos felices en el futuro, cuando consigamos una casa, un coche o un doctorado. Mantenemos una lucha en nuestra mente y en nuestro cuerpo, y no sentimos la paz y la alegría que tenemos a nuestro alcance en este mismo instante: el cielo azul, las hojas verdes y los ojos de nuestro ser querido. ¿Qué es lo más importante? Son muchas las personas que aprueban exámenes y adquieren casas y coches, pero siguen siendo infelices. Lo más importante es encontrar la paz y compartirla con los demás. Y para encontrarla puedes empezar a caminar en calma. Todo depende de tus pasos. Página 11 SIN NINGÚN PROPÓSITO En el budismo existe la palabra apranihita. Significa sin ningún deseo o propósito. Implica la idea de no fijarse ni perseguir ningún objetivo. Al practicar la meditación caminando, avanzamos animados por ese espíritu. Disfrutamos simplemente andando, sin albergar un propósito o un destino determinado. No andamos para llegar a ninguna parte, sino por el simple hecho de andar. Como A. J. Muste dijo: «No hay un camino que conduzca a la paz, la paz es el camino». Caminar con plena conciencia nos da paz y alegría, y hace que nuestra vida sea real. ¿Por qué correr si todos acabaremos en el cementerio? ¿Por qué no dirigirnos hacia la vida, gozando a cada instante y a cada paso de la paz? No necesitas esforzarte. Disfruta de cada paso. Ya hemos llegado. Página 12 Karen Preuss. Spirit Rock Meditation Center, Woodacre, California. Página 13 SINTIENDO LA PAZ Si piensas que la paz y la felicidad se encuentran en alguna otra parte e intentas buscarlas, nunca las encontrarás. Solo podrás relajarte cuando comprendas que puedes conseguirlas ahora mismo. En la vida cotidiana tenemos tantas cosas que hacer y tan poco tiempo… Quizá te veas obligado a ir corriendo de aquí para allá todo el tiempo. ¡Simplemente detente! Siente a fondo el momento presente y experimentarás una verdadera paz y alegría. Página 14 CAMINA EN PAZ Si observas atentamente el mundo, verás todas las preocupaciones y ansiedades que la gente deja impresas en la tierra mientras anda. Solemos caminar con unos pasos pesados, llenos de dolor y temor. Nos sentimos inseguros y nuestros pasos revelan nuestra inseguridad. En este mundo hay muchos caminos. Algunos están bordeados de bellos árboles o serpentean a lo largo de fragantes prados, y otros están cubiertos de hojas y flores. Pero si los recorremos con el corazón apesadumbrado, no disfrutaremos de ellos. Cuando teníamos uno o dos años, aprendimos a andar con pasos inseguros. Ahora hemos de aprender a andar de nuevo: lentamente, con alegría y serenidad. Después de unos cuantos días de práctica sabrás cómo hacerlo. Y cuando yo te vea andar con una profunda seguridad y paz, sonreiré lleno de regocijo. Página 15 SONRÍE COMO UN BUDA Mientras te esfuerzas por desprenderte de tus preocupaciones y ansiedad, te ruego que sonrías. Tal vez solo esboces una pequeña sonrisa, pero mantenla en tus labios. Estarás sonriendo ligeramente como el Buda hacía. Mientras aprendes a caminar como el Buda, puedes también sonreír como él. ¿Por qué esperar a transformarte y despertar totalmente en el futuro? ¡Empieza a ser un Buda ahora mismo, aunque solo sea durante parte del día! Esta ligera sonrisa asoma a tus labios al tomar conciencia de estar aquí, con vida, caminando en este preciso instante. Al mismo tiempo, alimenta la paz y la alegría que hay en ti. Si sonríes mientras meditas caminando, tus pasos serán serenos y tranquilos, y sentirás un profundo bienestar. Al sonreír, todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece. No tengas miedo de sonreír. Página 16 Simon Chaput. Hermana Chân Không en el Omega Institute, Rhinebeck, Nueva York. Página 17 RECUPERANDO NUESTRA SOBERANÍA Tu sonrisa demuestra que no eres una colonia, sino tu propio soberano, que lo estás haciendo lo mejor que puedes. El Buda a veces es llamado «Aquel que es soberano de sí mismo o de sí misma». Los acontecimientos nos arrastran y hacen que nos sintamos perdidos. La práctica de meditar caminando nos ayuda a recuperar nuestra soberanía, nuestra libertad como seres humanos. Andamos con elegancia y dignidad, como un emperador, como un león. Cada paso que damos infunde vida. Página 18 TOCANDO LA TIERRA Cuando Mara —que personifica la ilusión— desafió al Buda, este tocó la tierra con la mano derecha y dijo: «Pongo a la tierra por testigo, seguiré sentado aquí meditando y no me levantaré hasta que alcance el verdadero despertar». Al hacerlo, Mara desapareció. A veces, Mara también nos visita a nosotros: cuando nos sentimos irritados, inseguros, enojados o infelices. Cuando te ocurra, te ruego que sientas la tierra a fondo con los pies. Practica la meditación caminando. La tierra, nuestra madre, está llena del profundo amor que siente por nosotros. Cuando estemos sufriendo, nos protegerá y alimentará con sus bellos árboles, hierbas y flores. Página 19 Simon Chaput, Washington, D. C. Página 20 EL PODER CURATIVO DE LA MADRE TIERRA Caminar con plena conciencia por la tierra nos ayuda tanto a nosotros como a esta a recuperar la paz y la armonía. Somos hijos de la tierra. Dependemos de ella para ser felices y ella depende a su vez de nosotros. Que la tierra sea hermosa, fresca y verde, o árida y reseca depende de nuestra forma de andar. Cuando practicamos la meditación caminando a la perfección, masajeamos la tierra con nuestros pies y a cada paso sembramos las semillas de la alegría y de la felicidad. Nuestra Madre nos curará y nosotros la curaremos a ella. Página 21 LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE El Buda nos enseñó la práctica esencial de la plena atención, y respirar conscientemente forma parte de ella. «Al inhalar, sé que estoy inhalando. Al exhalar, sé que estoy exhalando.» Es como beber un vaso de agua fresca. Mientras inspiramos, sentimos cómo nuestros pulmones se llenan de aire fresco. Al meditar sentados o caminando, actuamos del mismo modo, prestando una gran atención a nuestra respiración y a cada paso que damos. Página 22 CUENTA LOS PASOS Mientras caminas, practica la respiración consciente contando tus pasos. Mientras inspiras y espiras, observa cada movimiento respiratorio y cuántos pasos das. Si durante la inhalación das tres pasos, di mentalmente: «Uno, dos, tres» o «Inspirando, inspirando, inspirando», di una palabra a cada paso que des. Si durante la exhalación das tres pasos, di: «Espirando, espirando, espirando». Pero si al inhalar das tres pasos y al exhalar, cuatro, di: «Inspirando, inspirando, inspirando. Espirando, espirando, espirando, espirando», o «Uno, dos tres. Uno, dos, tres, cuatro». Página 23 RESPIRA CON NATURALIDAD No intentes controlar la respiración. Deja que tus pulmones inhalen tranquilamente todo el aire que deseen, observa solo cuántos pasos das mientras llenas los pulmones de aire y mientras los vacías. Al inhalar y exhalar, y al dar los pasos, sé consciente de ello. El vínculo que une ambas actividades es el contar. Al subir una cuesta o bajar una pendiente, variará la cantidad de pasos que des mientras inhalas y exhalas. Escucha y respeta las necesidades de tus pulmones. No intentes controlar la respiración ni tus pasos. Limítate a observar atentamente ambas cosas. Página 24 Gaetano Maida. Omega Institute, Rhinebeck, Nueva York. Página 25 UN MARAVILLOSO EQUILIBRIO DE PLENA CONSCIENCIA Cuando empieces a practicar, la exhalación quizá sea más larga que la inhalación. Tal vez descubras que al inspirar das tres pasos y al espirar, cuatro (3-4), o dos/tres pasos (2-3). Si te resulta agradable, disfruta de esa forma de practicar. Después de haber meditado caminando durante un tiempo, lo más probable es que la inhalación y la exhalación acaben igualándose: 3-3, o 2-2, o 4-4. No te olvides de sonreír. Tu ligera sonrisa infundirá calma y placer a tus pasos y a tu respiración, y te ayudará a mantenerte atento. Después de hacer esta práctica durante media hora o una hora, descubrirás que la respiración, los pasos, la cuenta que llevas y tu ligera sonrisa se funden entre sí en un maravilloso equilibrio de plena consciencia. Página 26 SIGUE TU RESPIRACIÓN Si mientras caminas ves algo que desees sentir con plena consciencia —el cielo azul, las colinas, un árbol o un pájaro— detente, pero, mientras tanto, sigue respirando de manera consciente. Si respiras de ese modo, harás que el objeto de tu contemplación se mantenga vivo, ya que de lo contrario tarde o temprano te dejarás arrastrar por tus pensamientos y el pájaro o el árbol desaparecerán. Sigue siempre tu respiración. Página 27 RESPIRANDO MÁS AIRE FRESCO Después de haber estado practicando durante varios días, intenta añadir un paso más durante la exhalación. Por ejemplo, si tu ritmo normal de respirar es 2-2, prolonga la exhalación, sin andar más deprisa, e intenta respirar a un ritmo de 2-3 cuatro o cinco veces. Y luego vuelve a 2-2. Normalmente, al exhalar nunca vaciamos del todo los pulmones. Siempre nos queda un poco de aire en ellos. Al añadir un paso más durante la exhalación, sacarás más aire viciado de tu interior. Pero no te excedas. Basta con hacerlo cuatro o cinco veces, ya que de lo contrario podrías sentirte cansado. Después de respirar así cuatro o cinco veces, hazlo con normalidad. Y al cabo de cinco o diez minutos repite el proceso. Acuérdate de añadir un paso mientras exhalas, y no al inhalar. Página 28 MEJORA TU CIRCULACIÓN Después de hacer esta práctica durante varios días más, es posible que tus pulmones te digan: «Si pudieras respirar a un ritmo de 3-3 en vez de 2-3, sería maravilloso». Si el mensaje que te envían es claro, intenta hacerlo, pero solo cuatro o cinco veces. Después vuelve a 2-2. Al cabo de cinco o diez minutos empieza con 2-3 y pasa luego a 3-3 de nuevo. Al cabo de varios meses, tus pulmones estarán más sanos y tu circulación habrá mejorado. Habrás transformado tu forma de respirar. Simon Chaput. Plum Village, Duras, Francia. Página 29 INTERSER En Plum Village [Aldea de los Ciruelos], la comunidad de práctica en la que vivo en Francia, todos meditamos siempre mientras caminamos. Cada vez que vamos de un lugar a otro, aunque haya una corta distancia —a la sala de meditación, al comedor o incluso al lavabo—, andamos con plena atención de ese modo. Siempre que veo a alguien andar de manera consciente, para mí esa persona es una campana de la plena consciencia. Al verla andar de esa forma, siento la paz, la alegría y la profunda presencia que hay tanto en su ser como en el mío. Página 30 UTILIZANDO PALABRAS EN LUGAR DE NÚMEROS Mientras meditas caminando puedes contar tus pasos o repetir para tus adentros alguna palabra. Si, por ejemplo, el ritmo de tu respiración es 3-3, mientras caminas puedes repetir mentalmente: «El loto florece. El loto florece», o «El planeta verde. El planeta verde». Y si el ritmo de tu respiración es 2-3, decir: «El loto. El loto florece». O si el ritmo es 5-5: «Andando por el planeta verde. Andando por el planeta verde». O si es 5-6: «Andando por el planeta verde. Estoy andando por el planeta verde». No te limitas a repetir en silencio las palabras, sino que realmente ves brotar las flores de loto bajo tus pies. Te vuelves de veras uno con el planeta verde. Expresa tu propia creatividad y sabiduría con toda libertad. Disfruta de la meditación andando. No la conviertas en una tarea pesada. Página 31 HE LLEGADO También puedes meditar caminando repitiendo las líneas de algún poema. En el budismo zen la poesía y la práctica siempre van unidas. He llegado. Estoy en casa en el aquí, en el ahora. Soy estable. Soy libre. Reposo en la dimensión última. Página 32 Gaetano Maida. Plum Village, Duras, Francia. Página 33 NUESTRO VERDADERO HOGAR Cuando practicamos la meditación andando, a cada instante estamos llegando. Nuestro verdadero hogar es el momento presente. Cuando entramos profundamente en el momento presente, nuestros remordimientos y pesares desaparecen y descubrimos la vida con todas sus maravillas. Al inspirar, decimos para nuestros adentros: «He llegado». Y al espirar: «Estoy en casa». Al hacerlo, vencemos la dispersión y vivimos serenamente en el momento presente, el único momento que podemos estar plenamente vivos. Página 34 AQUÍ Y AHORA Es agradable practicar con las palabras de un verso como el de «He llegado». Al inspirar, repites en silencio cada vez que das un paso: «Llegando», y al espirar, dices también a cada paso: «Casa». Si el ritmo de tu respiración es 2- 3, dirás: «Llegando, llegando. Casa, casa, casa», coordinando las palabras y los pasos con el ritmo de la respiración. Después de haber practicado «Llegando/Casa» durante un rato, si te sientes relajado y estás plenamente presente a cada paso que das, puedes ahora decir: «Aquí/Ahora». Las palabras son distintas, pero la práctica es la misma. Página 35 NIRVANA A medida que vas llegando a cada paso que das, te vuelves más estable. Y a medida que te vuelves más estable, eres más libre. La estabilidad y la libertad son dos aspectos del nirvana, el estado de haberse liberado del deseo, el miedo y la ansiedad. La práctica ha de resultarte agradable. Cuando te sientes feliz, tu estabilidad y libertad aumentan y al mismo tiempo sabes que estás siguiendo el camino de la práctica correcta. Para saber si estás disfrutando con la práctica, no necesitas que te lo diga ningún maestro, porque si disfrutas de ella, te sentirás estable y libre. Y en tal caso, mientras caminas, puedes practicar diciendo en silencio: «Estable/Libre». Página 36 LA BASE DEL SER La vida tiene dos dimensiones: la dimensión histórica, en la que te identificas con el nacimiento y la muerte, las subidas y las bajadas, los inicios y los finales; y la dimensión última, en la que ves claramente que todas esas cosas no son sino conceptos. A medida que tu estabilidad y libertad van aumentando, empiezas a percibir la base de tu ser, que es la dimensión última de la realidad, y entonces se abre la puerta del no-nacimiento y de la no- muerte. Paul Shippee. Retiro en Colorado. Página 37 PERCIBIENDO LA DIMENSIÓN ÚLTIMA La imagen que suele emplearse para representar las dos dimensiones de la vida es la del agua y las olas. En la superficie del océano hay muchas olas: algunas son altas y otras, bajas; algunas son muy bellas y otras, menos bellas. Todas ellas tienen un inicio y un final. Pero cuando percibes a fondo las olas, descubres que solo se componen de agua, y que, desde el punto de vista del agua, no hay inicio ni fin, subidas ni bajadas, nacimiento ni muerte. Cuando percibes el agua —la base del ser— profundamente, puedes practicar la última línea del verso: «Reposo en la dimensión última». Al inspirar, dices a cada paso que das: «Última», y al espirar: «Reposo». No son solo palabras. Si las practicas de veras, percibirás a cada paso que des el mundo del no- nacimiento y de la no-muerte. Página 38 LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD Permítete ser. Cuando practicas la meditación andando, cada paso que das te ayuda a llegar a fondo al momento presente. Para encontrar la verdadera felicidad, no necesitas nada más. Cuando tienes la nariz tapada, te cuesta disfrutar de la respiración. Pero ahora que puedes respirar sin trabas, disfruta de cada movimiento respiratorio. La paz y la felicidad ya están presentes. Al espirar, sonríe. Exhalar te ayuda a expulsar muchas toxinas. Inspirar y espirar, sobre todo cuando el aire no está demasiado contaminado, es la práctica de la paz y la felicidad. A medida que cultivamos la paz y la felicidad en nosotros, alimentamos al mismo tiempo la paz y la felicidad de los seres queridos. En realidad, podemos disfrutar de cada movimiento respiratorio y de cada paso por el bien de todos los seres que habitan en las diez direcciones del universo. Página 39 ANDANDO CON UN NIÑO Mientras caminas, tal vez te guste hacerlo dando la mano a un niño. Así él recibirá tu concentración y estabilidad, y tú, su frescor e inocencia. Puede que de vez en cuando eche a correr y luego te espere para que le des alcance. Un niño es una campana de la plena consciencia que nos recuerda lo maravillosa que es la vida. En Plum Village a los jóvenes les enseño a recitar en silencio mientras practican la meditación caminando un sencillo verso: «Oui, oui, oui», al inspirar, y: «Merci, merci, merci» al espirar. [«Sí, sí, sí. Gracias, gracias, gracias.»] Quiero que respondan a la vida, a la sociedad y a la Tierra con una actitud positiva. A ellos les encanta esta práctica. Página 40 Simon Chaput. Plum Village, Duras, Francia. Página 41 LA FELICIDAD NO ES UNA CUESTIÓN INDIVIDUAL Tanto nuestros antepasados como las generaciones futuras están presentes en nosotros. La liberación no es una cuestión individual. Mientras los antepasados que hay en nosotros sigan sufriendo, no podremos ser felices y, además, transmitiremos ese sufrimiento a nuestros hijos y a los hijos de estos. Ahora es el momento de liberar a nuestros antepasados y a las generaciones futuras. Lo cual significa liberarnos a nosotros mismos. Si somos capaces de dar un paso con libertad y alegría, sintiendo la tierra con una plena atención, podremos dar cien pasos más de la misma forma. Lo hacemos por nosotros mismos y por las generaciones pasadas y futuras. Así ¡todos llegamos al mismo tiempo y encontramos juntos la paz y la felicidad! Página 42 PRACTICA CUANDO ESTÉS ENOJADO Cuando la ira surge, meditar caminando puede beneficiarnos mucho. Mientras caminas intenta recitar esta estrofa: Al inspirar, sé que la ira se encuentra en mí. Al espirar, sé que esta sensación es desagradable. [Y después, al cabo de un rato]: Al inspirar, me siento tranquilo. Al espirar, tengo ahora la suficiente fuerza como para ocuparme de esa ira. Hasta que no te hayas tranquilizado lo suficiente como para observar la ira directamente, limítate a disfrutar de la respiración, el paseo y la belleza de la naturaleza. Al cabo de un rato, la ira habrá disminuido y te sentirás con la suficiente fuerza como para observarla directamente, intentar comprender sus causas y empezar a trabajar para transformarla. Página 43 Gaetano Maida. Omega Institute, Rhinebeck, Nueva York. Página 44 PASOS QUE ALIMENTAN Meditar caminando es como comer. A cada paso que damos, alimentamos el cuerpo y el espíritu. Cuando andamos estando nerviosos y preocupados, es como si ingiriéramos comida basura. El alimento que recibimos al caminar meditando ha de ser de una calidad superior. Camina pausadamente sin más y goza del banquete de la paz. Página 45 CAMINA POR TODOS LOS SERES El aire es más limpio a primeras horas de la mañana y al atardecer. Por eso son los mejores momentos del día para disfrutar de meditar caminando. Llénate de la energía del aire puro. Si practicas la meditación caminando por la mañana, tus movimientos se volverán suaves y tu mente se mantendrá muy despierta. A lo largo del día serás mucho más consciente de lo que haces. Al tomar alguna decisión, descubrirás que tu mente está más tranquila y clara, que es más lúcida y compasiva. A cada paso que des en calma, todos los seres, tanto los que están cerca como lejos, se beneficiarán de ello. Página 46 ES POR TU FORMA DE CAMINAR El Buda imprimía en la Tierra paz, alegría y serenidad a cada paso que daba. Hace treinta años, cuando visité el Monte Gridhrakuta, el lugar donde el Buda ofreció algunas enseñanzas, seguí el mismo sendero por el que él había pasado. Me detuve en el mismo lugar en el que se había detenido. Me senté en la misma roca en la que se había sentado. Al contemplar la hermosa puesta de sol de un color rojo intenso, supe que el Buda y yo estábamos contemplándola al mismo tiempo. Cuando caminamos como el Buda hacía, estamos continuando su labor. Alimentamos las semillas de la Budeidad que hay en nosotros y, al mismo tiempo, expresamos lo agradecidos que nos sentimos hacia el Buda, no a través de lo que decimos, sino con nuestra forma serena y feliz de caminar sobre la Tierra. Página 47 CAMINO POR TI La guerra del Vietnam infligió innumerables heridas en la mente y el cuerpo de las personas de ambos bandos. Un gran número de soldados y civiles perdieron un brazo o una pierna y ahora no pueden unir las palmas de las manos en un ademán de respeto hacia el Buda o meditar caminando. El año pasado, dos personas con este problema vinieron a nuestro centro de retiro y tuvimos que buscar otro sistema para que pudieran practicar la meditación andando. Les pedí que se sentaran en una silla, que eligieran a alguien que estuviera meditando caminando y se volvieran uno con esa persona, siguiendo sus pasos con plena atención. Así caminarían de una forma serena y tranquila con el compañero elegido, aunque ellos no pudieran hacerlo. Vi cómo de sus ojos rodaban lágrimas de alegría. Página 48 GRATITUD Los que tenemos dos piernas podemos practicar la meditación caminando fácilmente. No te olvides de sentirte agradecido por ello. Caminamos por nosotros y, al mismo tiempo, por los que no pueden hacerlo. Caminamos por todos los seres vivos: del pasado, el presente y el futuro. Página 49 CAMINANDO EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES En 1976 fui al golfo de Siam para ayudar a los refugiados del mar que navegaban en balsas a la deriva. Alquilamos tres embarcaciones para rescatarlos y llevarlos a un puerto seguro. Cuando ya habíamos rescatado a setecientos, las autoridades de Singapur me ordenaron dejar el país y abandonarlos a todos. Eran las dos de la madrugada y yo solo disponía de veinticuatro horas para irme del país. Como sabía que si no lograba encontrar la paz en aquel momento tan difícil ya nunca la encontraría, estuve meditando caminando por mi pequeña habitación durante toda la noche. A las seis de la madrugada, al romper el alba, ¡encontré una solución! Si te dejas llevar por el pánico, no sabrás qué es lo que has de hacer. Pero si llevas a cabo la práctica de respirar, sonreír y caminar, puede que encuentres una solución. Página 50 Kate O’Neill. Plum Village, Duras, Francia. Página 51 VIVIENDO PROFUNDAMENTE La Primera Noble Verdad que el Buda enseñó es la presencia del sufrimiento. Tomar conciencia del sufrimiento genera compasión, y la compasión genera a su vez el deseo de practicar el Camino. Cuando volví a Francia tras haber estado intentando ayudar a los refugiados del mar, la vida en ese país me pareció muy extraña. Acababa de ver a refugiados que habían sido robados, violados y asesinados en medio del mar y, en cambio, en París las tiendas estaban repletas de toda clase de productos y la gente tomaba café y vino bajo las luces de neón. Era como un sueño. ¿Cómo era posible que hubiera unas situaciones tan dispares? Consciente del gran sufrimiento que había en el mundo, me prometí no llevar una vida superficial. Página 52 CAMINA COMO UN TIGRE Al hacer por primera vez la práctica de meditar caminando, puede que avances con pasos inseguros, como un bebé que está aprendiendo a andar. Pero si sigues la respiración y te concentras totalmente en tus pasos, recuperarás pronto el equilibrio. Visualiza a un tigre caminando lentamente y descubrirás que tus pasos se vuelven tan majestuosos como los suyos. Página 53 LA PRÁCTICA INFORMAL Para practicar la meditación caminando no es necesario unir las palmas de las manos ni adoptar una expresión solemne. Si es posible, elige un tranquilo camino que discurra por un parque, junto a un lago o por la orilla de un río. La mejor práctica es la informal. No andes tan despacio que la gente piense que eres una persona rara. Hazlo de un modo que los demás ni siquiera noten que estás practicando. Y si te cruzas con alguien por el camino, sonríe y sigue caminando. Página 54 SAL CON TIEMPO Puedes meditar caminando en el espacio que te queda entre una reunión y otra, mientras te diriges al lugar donde está tu coche o cuando subes o bajas las escaleras. Al ir a algún lugar, sal con tiempo de sobra para poder practicar. En lugar de tener solo tres minutos, dispón de ocho o de diez. Siempre que voy al aeropuerto salgo una hora antes de lo necesario para poder meditar caminando por él. Mis amigos intentan retenerme hasta el último minuto, pero yo me resisto a ello. Les digo que necesito ese tiempo. Página 55 EL CAMINO DEL DESPERTAR La práctica de meditar caminando nos abre los ojos a las maravillas y al sufrimiento del universo. Si no eres consciente de lo que está ocurriendo a tu alrededor, ¿cómo esperas percibir la realidad última? Cada camino puede ser un camino por el que meditar andando, desde los caminos bordeados de árboles y los fragantes arrozales, hasta los callejones de Mostar y los polvorientos caminos llenos de minas antipersona de Camboya. Cuando estás despierto, no dudas en iniciar cualquier camino. No solo sufrirás por tus propias preocupaciones y temores, sino además por el amor que sientes por todos los seres. Cuando te abres de esta forma, los otros seres que recorren el camino del despertar y comparten tu misma visión interior son tus compañeros. Trabajarán contigo, codo a codo, para aliviar el sufrimiento del mundo. Página 56 Therese Fitzgerald. Moscú, Rusia. Página 57 EL SELLO DE UN EMPERADOR Camina derecho, con calma, dignidad y dicha, como si fueras un emperador. Al posar tus pies sobre la tierra, muévelos con el mismo aire con el que un emperador marcaría un decreto real con su sello. Un decreto puede traer felicidad o desdicha. Tus pasos también. Si son serenos, el mundo tendrá paz. Si das un paso en calma, la paz es posible. Página 58 UNA FLOR BROTA A CADA PASO Cuando el Buda nació dio siete pasos, y de cada uno de ellos brotó una flor de loto. Cuando practicas la meditación caminando, tú puedes hacer lo mismo. Visualiza que cada momento que tus pies entran en contacto con la tierra, brota de ella un loto, un tulipán o una gardenia. Si haces esta práctica a la perfección, tus amigos verán prados cubiertos de flores allí donde tú vayas. Página 59 EL REGRESO A LA TIERRA Imagina que tú y yo somos unos astronautas. Tras descender a la Luna descubrimos que no podemos regresar a la Tierra porque el motor de la nave se ha averiado y es imposible repararlo. Antes de que el centro de control de Houston pueda enviarnos una nave para rescatarnos, ya se nos habrá acabado el oxígeno. Solo nos quedan dos días de vida. ¿Qué es lo que pediríamos con fervor? ¿Aquello que más desaríamos no sería acaso poder regresar a nuestro bello planeta y caminar por él? Cuando hemos estado a punto de morir, descubrimos que caminar sobre la verde tierra es algo maravilloso. Ahora, de modo milagroso, hemos logrado sobrevivir y nos han llevado de vuelta a la Tierra. Celebremos la dicha que sentimos caminando juntos por nuestro bello planeta, con una profunda paz y concentración. Página 60 Simon Chaput. Omega Institute, Rhinebeck, Nueva York. Página 61 EL MILAGRO ES CAMINAR POR LA TIERRA La gente dice que caminar sobre las aguas es un milagro, pero para mí el verdadero milagro es caminar serenamente por la Tierra. La Tierra es un milagro. Cada paso que damos es un milagro. Caminar por nuestro bello planeta puede darnos una verdadera felicidad. Mientras caminas, sé totalmente consciente de los pies, el suelo y del vínculo entre ambos, que es tu respiración consciente. Y al mismo tiempo, practica como temas de meditación «El sello de un emperador», «Una flor brotando a cada paso» o «El regreso a la Tierra». Página 62 ESTE MARAVILLOSO MUNDO Se dice que en la Tierra Pura del Buda Amitaba hay estanques cubiertos de flores de loto, siete árboles de gemas, caminos empedrados con oro y aves celestiales. Pero para mí los caminos polvorientos que hay alrededor de los prados y los limoneros son mucho más hermosos. Cuando era un monje novicio le dije a mi maestro: «Si en la Tierra Pura no hay limoneros, yo no quiero ir allí». Probablemente pensó que era un cabezota. No me respondió nada. Más tarde aprendí que tanto este mundo como la Tierra Pura proceden de la mente. Este hecho me llenó de felicidad. Comprendí que cuando caminas siendo plenamente consciente de ello, ya te encuentras en la Tierra Pura. Página 63 Marilyn Laatsch. Ojai Foundation, Ojai, California. Página 64 CAMINANDO POR LA TIERRA PURA Si yo tuviera poderes sobrenaturales te llevaría a la Tierra Pura del Buda Amitaba, un lugar donde no hay más que belleza. Pero si tú acarrearas contigo tus preocupaciones y ansiedades, la estropearías. Para poder entrar en la Tierra Pura has de aprender a caminar con pasos serenos, libres de ansiedad. En realidad, si aprendes a caminar de ese modo por la Tierra, no necesitarás ir a la Tierra Pura. Cuando tu mente está serena y libre, la misma Tierra se convierte en la Tierra Pura y ya no necesitas ir a ninguna otra parte. Página 65 A CADA PASO, SOPLARÁ LA BRISA A la entrada del camino de un templo de Vietnam que se recorre meditando, hay una gran piedra en la que se ha tallado: «A cada paso que des, soplará la brisa». La brisa es la paz y alegría que se lleva el calor del sufrimiento. Cuando caminas de esta forma, lo haces por ti y por todos los seres. Página 66 HUELLAS VACÍAS Los pies y la tierra en contacto. Girasoles de vivos colores llenan nuestra mirada. A lo lejos, retumba el trueno. Gotas de sudor rodando por nuestras mejillas. Entrando sin reservas en el mundo del nacimiento y de la muerte, nuestras lágrimas alimentan a todos los seres. Trascendiendo el mundo del nacimiento y de la muerte, huellas vacías que no se dirigen a ningún lugar. Página 67 CRUZANDO UNA ENTRADA DESIERTA Cruzando una entrada desierta, cubierta de hojas secas, sigo el sendero. La tierra es tan roja como los labios de un niño. De súbito tomo conciencia de cada paso que doy. Página 68 TOMA MI MANO Toma mi mano. Caminaremos. Caminaremos sin más. Disfrutaremos del paseo sin desear llegar a ningún destino. Camina en calma. Camina contento. Nuestros pasos son serenos. Nuestros pasos son dichosos. Página 69 Gentileza del CML. Claymont Court, Charles Town, Virginia Occidental. Página 70 BESA LA TIERRA Camina y siente la paz a cada instante. Camina y siente la felicidad a cada instante. Cada paso te trae un soplo de aire fresco. Cada paso hace brotar una flor. Besa la tierra con tus pies. Dale tu amor y felicidad. La tierra estará a salvo cuando nosotros nos sintamos a salvo. Página 71 LA TIERRA TE ESTÁ ESPERANDO La tierra siempre es paciente y cálida. Te está esperando. Te ha estado esperando durante billones de vidas. Puede esperarte eternamente. Sabe que un día regresarás a ella. Fresca y verde, te recibirá exactamente como la primera vez, porque el que ama nunca dice: «Es la última vez»; pues la tierra es una madre afectuosa. Nunca dejará de esperarte. Página 72 EL ACOGEDOR CAMINO El solitario camino te recibe, fragante de hierba y florecillas, cubierto de arrozales conserva aún las marcas de tu infancia y el aroma de las manos maternales. Camina pausadamente, en calma. Siente con los pies la tierra a fondo. No te dejes arrastrar por tus pensamientos, regresa al camino a cada instante. El camino es tu querido amigo. Te transmitirá su solidez y paz. Página 73 REGRESA Respirando con plena consciencia, practica el sentir la tierra a fondo. Camina como si la besaras con tus pies, como si la masajearas a cada paso. Tus huellas serán las marcas del sello de un emperador instándote a regresar Aquí y Ahora, para que la vida esté presente, para que la sangre ilumine tu tez con el color del amor, para que las maravillas de la vida se manifiesten y todas las preocupaciones se transformen en paz y dicha. Página 74 ¡ME ALEGRO DE TU REGRESO! Hubo épocas en las que fracasaste. Mientras caminabas por el solitario camino, estabas en las nubes, perdido en el ciclo del nacimiento y de la muerte e inmerso en el mundo de la ilusión. Pero el bello camino es paciente, siempre espera tu regreso, ese camino que te resulta tan familiar y tan fiel. Sabe que un día regresarás. Y entonces te recibirá cálidamente. Será tan fresco y hermoso como la primera vez. El amor nunca dice: «Es la última vez». Página 75 TÚ ERES EL CAMINO Tú eres el camino. Por eso nunca se cansa de esperarte. Tanto si está cubierto de polvo rojizo, de hojas otoñales como de nieve helada, regresa a él. Serás como el árbol de la vida. Una vez inicies la práctica de Tocar la Tierra, tus hojas, tronco, ramas y las flores de tu alma serán frescos y bellos. Página 76 CAMINANDO EN PAZ La paz son tus pasos. La felicidad son tus pasos. Camina por ti y por todos los seres. Página 77 LA PAZ ES CADA PASO La paz es cada paso. El brillante sol rojizo es mi corazón. Cada flor sonríe conmigo. ¡Qué verde y fresco es todo cuanto crece! ¡Qué fresca es la brisa! La paz es cada paso. Transforma el interminable camino en dicha. Página 78 HE LLEGADO He llegado. Estoy en casa en el aquí, en el ahora. He llegado. Estoy en casa en el aquí, en el ahora. Soy estable, soy libre. Soy estable, soy libre. Reposo en la dimensión última. Reposo en la dimensión última. Página 79 Simon Chaput. Plum Village, Duras, Francia. Página 80 Thich Nhat Hanh fundó comunidades de retiro en el suroeste de Francia (Plum Village), Nueva York (monasterio Blue Cliff) y California (monasterio Deer Park), donde monjes, monjas, laicos y laicas practican el arte de la atención plena. Los visitantes están invitados a practicar durante una semana como mínimo. Para más información, por favor, escriba a: Plum Village 13 Martineau 33580 Dieulivol Francia [email protected] (para mujeres) [email protected] (para mujeres) [email protected] (para hombres) www.plumvillage.org Página 81 El maestro vietnamita Thich Nhat Hanh nació en Hué (Vietnam) y fue monje budista, poeta, erudito y activista por los derechos humanos. Fue uno de los principales impulsores del budismo zen en Occidente. Fundador de universidades y organizaciones de servicios sociales, en sus últimos años vivió en Plum Village, una comunidad de meditación en el sur de Francia a la que acuden anualmente cientos de personas para escuchar las enseñanzas del maestro Thich y aprender sus sencillas técnicas de meditación. Propuesto para el premio Nobel de la Paz, Thich Nhat Hanh ha sido uno de los líderes espirituales más importantes de nuestro tiempo. Thich Nhat Hanh falleció el 22 de enero de 2022. Página 82 Página 83

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