Criterios Diagnósticos Trastorno Déficit Atención Hiperactividad PDF
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Universidad de Murcia
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Este documento provee los criterios diagnósticos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, incluyendo síntomas de inatención e hiperactividad. Se categorizan los síntomas y se ofrece una descripción de cómo evaluar el trastorno.
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Trastorno por déficit de atención con hiperactividad 33 ficación de la deterioro del lenguaje. Si existe un deterioro del lenguaje acompañante, se registrará el grado actual de funciona- miento verbal (p. ej., “con deterioro del lenguaje acompañante-habla no inteligible” o “con det...
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad 33 ficación de la deterioro del lenguaje. Si existe un deterioro del lenguaje acompañante, se registrará el grado actual de funciona- miento verbal (p. ej., “con deterioro del lenguaje acompañante-habla no inteligible” o “con deterioro del lenguaje acompañante-habla con frases”). Si existe catatonía, se registrará por separado “catatonía aso- ciada a trastorno del espectro del autismo.” Trastorno por déficit de atención con hiperactividad Trastorno por déficit de atención con hiperactividad A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se ca- racteriza por (1) y/o (2): 1. Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directa- mente las actividades sociales y académicas/laborales: Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del com- portamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (17 y más años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas. a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a deta- lles o por descuido se cometen errores en las tareas esco- lares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión). b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la aten- ción en tareas o actividades recreativas (p. ej., tiene di- ficultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada). 34 Trastornos del desarrollo neurológico c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras co- sas, incluso en ausencia de cualquier distracción apa- rente). d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes labo- rales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad). e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas se- cuenciales; dificultad para poner los materiales y perte- nencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos). f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco en- tusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, prepa- ración de informes, completar formularios, revisar artí- culos largos). g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, ga- fas, móvil). h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos ex- ternos (para adolescentes mayores y adultos, puede in- cluir pensamientos no relacionados). i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las fac- turas, acudir a las citas). 2. Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los si- guientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desa- rrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales: Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del com- portamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender tareas o instrucciones. Para adolescentes ma- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad 35 yores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas. a. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento. b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se es- pera que permanezca sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar). c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.) d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranqui- lamente en actividades recreativas. e. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo im- pulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pen- sar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos). f. Con frecuencia habla excesivamente. g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación). h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mien- tras espera en una cola). i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros). B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos esta- ban presentes antes de los 12 años. C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades). D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el fun- cionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos. 36 Trastornos del desarrollo neurológico E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias). Especificar si: 314.01 (F90.2) Presentación combinada: Si se cumplen el Cri- terio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsivi- dad) durante los últimos 6 meses. 314.00 (F90.0) Presentación predominante con falta de aten- ción: Si se cumple el Criterio A1 (inatención) pero no se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses. 314.01 (F90.1) Presentación predominante hiperactiva/im- pulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsivi- dad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses. Especificar si: En remisión parcial: Cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funciona- miento social, académico o laboral. Especificar la gravedad actual: Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los ne- cesarios para el diagnóstico, y los síntomas sólo producen dete- rioro mínimo del funcionamiento social o laboral. Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y “grave”. Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral. Otro trastorno por DAH especificado 37 Otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad especificado 314.01 (F90.8) Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de trastorno por déficit de atención e hipe- ractividad que causan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los criterios del trastorno por déficit de aten- ción con hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la catego- ría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de algún trastorno específico del desarrollo neurológico. Esto se hace registrando “otro trastorno por déficit de atención con hiperac- tividad específico” y a continuación el motivo específico (p. ej., “con síntomas de inatención insuficientes”). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado 314.01 (F90.9) Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de trastorno por déficit de atención con hi- peractividad que causan malestar clínicamente significativo o dete- rioro del funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la ca- tegoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de tras- torno por déficit de atención con hiperactividad o de un trastorno del desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conducta Trastorno negativista desafiante 313.81 (F91.3) A. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se mani- fiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las ca- tegorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano. Enfado/irritabilidad 1. A menudo pierde la calma. 2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad. 3. A menudo está enfadado y resentido. Discusiones/actitud desafiante 4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes. 5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la peti- ción por parte de figuras de autoridad o normas. 6. A menudo molesta a los demás deliberadamente. 7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal com- portamiento. Vengativo 8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses. Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de es- tos comportamientos para distinguir los que se consideren den- tro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de 243 244 Trastornos destructivos y de la conducta menos de cinco años el comportamiento debe aparecer casi to- dos los días durante un periodo de seis meses por lo menos, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo me- nos una vez por semana durante al menos seis meses, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios de frecuencia se consideran el grado mínimo orientativo para definir los síntomas, también se deben tener en cuenta otros factores, por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comporta- mientos rebasan los límites de lo normal para el grado de desa- rrollo del individuo, su sexo y su cultura. B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profe- sional u otras importantes. C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el trans- curso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación perturba- dor del estado de ánimo. Especificar la gravedad actual: Leve: Los síntomas se limitan a un entorno (p. ej., en casa, en la escuela, en el trabajo, con los compañeros). Moderado: Algunos síntomas aparecen en dos entornos por lo menos. Grave: Algunos síntomas aparecen en tres o más entornos. Trastorno explosivo intermitente 312.34 (F63.81) A. Arrebatos recurrentes en el comportamiento que reflejan una falta de control de los impulsos de agresividad, manifestada por una de las siguientes: 1. Agresión verbal (p. ej., berrinches, diatribas, disputas verba- les o peleas) o agresión física contra la propiedad, los ani- Trastorno explosivo intermitente 245 males u otros individuos, en promedio dos veces por semana, durante un periodo de tres meses. La agresión fí- sica no provoca daños ni destrucción de la propiedad, ni pro- voca lesiones físicas a los animales ni a otros individuos. 2. Tres arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la propiedad o agresión física con lesiones a animales u otros individuos, sucedidas en los últimos doce meses. B. La magnitud de la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada con respecto a la pro- vocación o cualquier factor estresante psicosocial desencade- nante. C. Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es decir, son impulsivos o provocados por la ira) ni persiguen nin- gún objetivo tangible (p. ej., dinero, poder, intimidación). D. Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un marcado ma- lestar en el individuo, alteran su rendimiento laboral o sus rela- ciones interpersonales, tienen consecuencias económicas o legales. E. El individuo tiene una edad cronológica de seis años por lo me- nos (o un grado de desarrollo equivalente). F. Los arrebatos agresivos recurrentes no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, trastorno de desregulación perturbador del estado de ánimo, trastorno psicótico, trastorno de la personalidad antiso- cial, trastorno de personalidad límite), ni se pueden atribuir a otra afección médica (p. ej., traumatismo craneoencefálico, enferme- dad de Alzheimer) ni a los efectos fisiológicos de alguna sustan- cia (p. ej., drogadicción, medicación). En los niños de edades comprendidas entre 6 y 18 años, a un comportamiento agresivo que forme parte de un trastorno de adaptación no se le debe asignar este diagnóstico. Nota: Este diagnóstico se puede establecer además del diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad, trastornos de conducta, trastorno negativista desafiante o trastorno del espectro del autismo, cuando los arrebatos agresivos impulsivos recurrentes superen a los que habitualmente se observan en estos trastornos y requieran atención clínica independiente. 246 Trastornos destructivos y de la conducta Trastorno de la conducta A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o re- glas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la pre- sencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en cualquier de las categorías siguien- tes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses: Agresión a personas y animales 1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros. 2. A menudo inicia peleas. 3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a ter- ceros (p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella rota, un cu- chillo, un arma). 4. Ha ejercido la crueldad física contra personas. 5. Ha ejercido la crueldad física contra animales. 6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco a mano armada). 7. Ha violado sexualmente a alguien. Destrucción de la propiedad 8. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de pro- vocar daños graves. 9. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del fuego). Engaño o robo 10. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien. 11. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evi- tar obligaciones (p. ej. “engaña” a otros). 12. Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia ni invasión; falsificación). Incumplimiento grave de las normas 13. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años. Trastorno de la conducta 247 14. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vi- vía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez si estuvo ausente durante un tiempo prolongado. 15. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años. B. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínica- mente significativo en las áreas social, académica o laboral. C. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial. Especificar si: 312.81 (F91.1) Tipo de inicio infantil: Los individuos muestran por lo menos un síntoma característico del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años. 312.82 (F91.2) Tipo de inicio adolescente: Los individuos no muestran ningún síntoma característico del trastorno de con- ducta antes de cumplir los 10 años. 312.89 (F91.9) Tipo de inicio no especificado: Se cumplen los criterios del trastorno de conducta, pero no existe suficiente in- formación disponible para determinar si la aparición del primer síntoma fue anterior a los 10 años de edad. Especificar si: Con emociones prosociales limitadas: Para poder asignar este especificador, el individuo ha de haber presentado por lo menos dos de las siguientes características de forma persistente durante doce meses por lo menos, en diversas relaciones y si- tuaciones. Estas características reflejan el patrón típico de rela- ciones interpersonales y emocionales del individuo durante ese período, no solamente episodios ocasionales en algunas situa- ciones. Por lo tanto, para evaluar los criterios de un especifica- dor concreto, se necesitan varias fuentes de información. Además de la comunicación del propio individuo, es necesario considerar lo que dicen otros que lo hayan conocido durante pe- riodos prolongados de tiempo (p. ej., padres, profesores, compa- ñeros de trabajo, familiares, amigos). Falta de remordimientos o culpabilidad: No se siente mal ni culpable cuando hace algo malo (no cuentan los remordimientos 248 Trastornos destructivos y de la conducta que expresa solamente cuando le sorprenden o ante un castigo). El individuo muestra una falta general de preocupación sobre las consecuencias negativas de sus acciones. Por ejemplo, el indivi- duo no siente remordimientos después de hacer daño a alguien ni se preocupa por las consecuencias de transgredir las reglas. Insensible, carente de empatía: No tiene en cuenta ni le preocupan los sentimientos de los demás. Este individuo se des- cribe como frío e indiferente. La persona parece más preocu- pada por los efectos de sus actos sobre sí mismo que sobre los demás, incluso cuando provocan daños apreciables a terceros. Despreocupado por su rendimiento: No muestra preocupa- ción respecto a un rendimiento deficitario o problemático en la escuela, en el trabajo o en otras actividades importantes. El in- dividuo no realiza el esfuerzo necesario para alcanzar un buen rendimiento, incluso cuando las expectativas son claras, y suele culpar a los demás de su rendimiento deficitario. Afecto superficial o deficiente: No expresa sentimientos ni muestra emociones con los demás, salvo de una forma que pa- rece poco sentida, poco sincera o superficial (p. ej., con acciones que contradicen la emoción expresada; puede “conectar” o “des- conectar” las emociones rápidamente) o cuando recurre a ex- presiones emocionales para obtener beneficios (p. ej., expresa emociones para manipular o intimidar a otros). Especificar la gravedad actual: Leve: Existen pocos o ningún problema de conducta aparte de los necesarios para establecer el diagnóstico, y los problemas de conducta provocan un daño relativamente menor a los demás (p. ej., mentiras, absentismo escolar, regresar tarde por la noche sin permiso, incumplir alguna otra regla). Moderado: El número de problemas de conducta y el efecto so- bre los demás son de gravedad intermedia entre los que se es- pecifican en “leve” y en “grave” (p. ej., robo sin enfrentamiento con la víctima, vandalismo). Grave: Existen muchos problemas de conducta además de los necesarios para establecer el diagnóstico, o dichos problemas provocan un daño considerable a los demás (p. ej., violación se- xual, crueldad física, uso de armas, robo con enfrentamiento con la víctima, atraco e invasión).