Psicología de la Intervención Social PDF
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Pilar González Peláez
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Summary
Este documento presenta los conceptos básicos de la psicología de la intervención social. Se centra en la definición de intervención social, sus diferencias con la intervención psicosocial, la importancia del cambio social y el desarrollo de la psicología comunitaria en España. Examina las diferentes perspectivas de la comunidad, como un lugar, un conjunto de personas o un sistema social.
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PSICOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pilar González Peláez LA PSICOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL ES LA FACETA APLICADA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL. SE SITÚA EN EL POLO SITUACIONAL O AMBIENTALISTA DE LOS FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA. OBJETO DE ESTUDIO: + LOS ELE...
PSICOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pilar González Peláez LA PSICOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL ES LA FACETA APLICADA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL. SE SITÚA EN EL POLO SITUACIONAL O AMBIENTALISTA DE LOS FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA. OBJETO DE ESTUDIO: + LOS ELEMENTOS DERIVADOS DE LA ORGANIZACIÓN SOCIAL Y DE LA CONVIVENCIA QUE DETERMINAN EL COMPORTAMIENTO O SE DERIVAN DE ÉL. + LAS CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES DE LOS COLECTIVOS QUE SE ENCUENTRAN EN UNA MISMA SITUACIÓN SOCIAL Y TAMBIÉN LA PROBLEMÁTICA DE LOS ROLES PROFESIONALES IMPLICADOS EN LA INTERVENCIÓN. Pilar González Peláez SEGÚN SÁNCHEZ VIDAL (1988) LA INTERVENCIÓN SERÍA “LA INTRODUCCIÓN, INTERPOSICIÓN O INTERMEDIACIÓN, DESDE UNA POSTURA DE AUTORIDAD, DE UN ELEMENTO EXTERNO ENTRE DOS PARTES CON LA INTENCIÓN DE MODIFICAR, O INTERFERIR EN EL FUNCIONAMIENTO DE UN PROCESO O SISTEMA EN UNA DIRECCIÓN DADA (CAMBIO DIRECCIONAL, CESACIÓN, DESARROLLO, ETC.)” LA INTERVENCIÓN, POR TANTO, COMPORTA UN PROCESO DE INTERFERENCIA O INFLUENCIA Y PERSIGUE UN CAMBIO. CONCEPTO DE INTERVENCIÓN SOCIAL Y CAMBIO SOCIAL: “ENTENDEMOS POR INTERVENCIÓN SOCIAL LA INTRODUCCIÓN DE ELEMENTOS EXTERNOS EN LA DINÁMICA DE UN SISTEMA HUMANO (EN RELACIONES INTERPERSONALES, EN UN GRUPO, EN UNA ORGANIZACIÓN, EN UNA COMUNIDAD, EN UN TERRITORIO AMPLIO, EN UNA SOCIEDAD EN GENERAL) CON EL PROPÓSITO DE CONSEGUIR UN CAMBIO CONSIDERADO POSITIVO” (CASAS, F. 1996) “EL CAMBIO SOCIAL SERÍA LA MODIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA DE UN SISTEMA SOCIAL DADO, ES DECIR, LA ALTERACIÓN DE LOS SISTEMAS NORMATIVOS, RELACIONALES Y TELEOLÓGICOS (FIJACIÓN DE METAS INSTITUCIONALES QUE LO GOBIERNAN Y QUE AFECTAN A LA VIDA Y RELACIONES HORIZONTALES Y VERTICALES DE SUS MIEMBROS).” (SÁNCHEZ VIDAL EN MARTIN CHACÓN, Y MARTÍNEZ, 1988). ES DECIR, LA INTERVENCIÓN SOCIAL TENDRÍA COMO FINALIDAD, EL CAMBIO SOCIAL. Pilar González Peláez DIFERENCIA ENTRE INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL E INTERVENCIÓN SOCIAL LA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL PERSIGUE CAMBIOS EN LAS CONDUCTAS INTERPERSONALES Y SE ENCARGA DE ELLA LA PSICOLOGÍA SOCIAL. LA INTERVENCIÓN SOCIAL PERSIGUE TODO CAMBIO SITUACIONAL QUE PUDIERA MEJORAR LAS CONDICIONES DE VIDA Y ES INTERDISCIPLINAR. Pilar González Peláez CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE TODA INTERVENCIÓN SOCIAL O PSICOSOCIAL TIENE INTENCIONALIDAD PARTE DE UNA POSTURA DE AUTORIDAD UTILIZA O MANIPULA ELEMENTOS EXTERNOS DINAMIZA PROCESOS DE INFLUENCIA SOCIAL (CASAS, 1996) Pilar González Peláez DIFERENCIA ENTRE INTERVENCIÓN SOCIAL E IMPACTO SOCIAL EL IMPACTO SOCIAL ES LA DIFERENCIA ENTRE LA SITUACIÓN QUE SE HABRÍA DADO SI NO SE HUBIERA DESARROLLADO NINGUNA INTERVENCIÓN (ES DECIR, SE HUBIERA DEJADO EL SISTEMA A SU “ESPONTANEIDAD”) Y LA SITUACIÓN REALMENTE OBSERVADA DESPUÉS DE INTERVENIR (ES DECIR, INCLUYENDO LOS EFECTOS NO DESEADOS O NO ESPERADOS). EL IMPACTO SOCIAL DERIVADO DE LA INTERVENCIÓN ES INTENCIONAL, PROVOCADO Y RACIONALMENTE PLANIFICADO Y ORGANIZADO. EL TÉRMINO TAMBIÉN PUEDE REFERIRSE A: - CAMBIOS SOCIALES NO INTENCIONALES (LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LOS HOGARES) - CAMBIOS OCASIONADOS POR FENÓMENOS NATURALES CON IMPORTANTE REPERCUSIÓN EN LA VIDA SOCIAL (TERREMOTOS, INUNDACIONES, ETC.) (CASAS, F. 1996) DIFERENCIA ENTRE INTERVENCIÓN SOCIAL E INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA SÁNCHEZ VIDAL, A (1988) EN MARTÍN, CHACÓN Y MARTÍNEZ (COORD) PECULIARIDADES DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL - SE CENTRA EN PROBLEMAS O CUESTIONES SOCIALES QUE SE DAN EN EL SENO DE SISTEMAS O PROCESOS SOCIALES COMPLEJOS, MULTIFACÉTICOS Y DINÁMICOS. - PARTIENDO DE UN ESTADO INICIAL DADO E INTENTANDO ALCANZAR UN ESTADO O ESTRUCTURA FINAL DEFINIDA POR UNOS OBJETIVOS QUE INCLUYEN LA RESOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS Y/O EL DESARROLLO DE SISTEMAS SOCIALES (Y A TRAVÉS DE ÉL, DE LOS INDIVIDUOS QUE LO FORMAN). - APLICANDO ÍNTEGRAMENTE ESTRATEGIAS Y TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN MÚLTIPLES A VARIOS NIVELES. - DESDE UN ESTILO ACTIVO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS. - CON CRITERIOS ORGANIZATIVOS CENTRADOS EN LA ATENCIÓN INTEGRAL A LA PERSONA. LA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL SE SITUA ENTRE LAS POSTURAS DIRIGIDAS AL ABORDAJE DEL CONFLICTO INTERNO O INTRAPSÍQUICO Y EL CONFLICTO EXTERNO O EXTRAPSÍQUICO (A. BUENO). CONFLICTO INTERNO O INTRAPSÍQUICO Y CONFLICTO EXTERNO O EXTRAPSÍQUICO EL PROCESO EN LA INTERVENCIÓN SOCIAL NO HAY UN PROCESO ÚNICO EL CURSO Y FORMATO DE LA INTERVENCIÓN DEPENDEN: - DEL ÁMBITO Y NIVEL DE LA INTERVENCIÓN - DE LAS ESTRATEGIAS USADAS Y LOS OBJETIVOS PERSEGUIDOS ETAPAS GENERALES: 1. EVALUACIÓN INICIAL 2. DISEÑO/PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL PROGRAMA 3. IMPLANTACIÓN DEL PROGRAMA 4. EVALUACIÓN DEL PROGRAMA 5. DISEMINACIÓN O GENERALIZACIÓN (SÁNCHEZ VIDAL, 1993) EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA SE PRODUCE EN MAYO DE 1965 CUANDO UNOS 30 PSICÓLOGOS SE CONGREGAN EN SWAMPSCOTT (BOSTON): ACUERDOS DE BOSTON, 1965 A) IMPLANTACIÓN DEL TÉRMINO PSICOLOGÍA COMUNITARIA EN SUSTITUCIÓN DEL DE SALUD MENTAL COMUNITARIA B) ENCARECIDA RECOMENDACIÓN DE IR SUSTITUYENDO EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO EL MODELO MÉDICO POR OTROS CON UNA MAYOR CARGA DE INTERDISCIPLINARIEDAD Y EN LOS QUE SEA POSIBLE ADVERTIR LA PRESENCIA DE CIENCIAS SOCIALES TALES COMO LA SOCIOLOGÍA, ANTROPOLOGÍA, CIENCIA POLÍTICA, ETC. C) DEFINICIÓN DEL PROFESIONAL COMO UN PARTICIPANTE CONCEPTUALIZADOR MÁS COMPROMETIDO CON LA PROMOCIÓN Y EFECTIVIDAD DE LOS PROGRAMAS QUE CON LA PURA LABOR DE CREACIÓN DE CONOCIMIENTO. D) DE ENTRE LAS DISTINTAS RAMAS DEL SABER PSICOLÓGICO, SE CONCEDE UN LUGAR PREEMINENTE POR SU POSIBLE CONTRIBUCIÓN A LA PERSPECTIVA COMUNITARIA, A LA PSICOLOGÍA SOCIAL, LA DINÁMICA DE LOS GRUPOS Y LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA. E) LA INVESTIGACIÓN COMUNITARIA RESULTA ESPECIALMENTE PERTINENTE EN LOS SIGUIENTES TERRENOS: INFLUENCIA DEL AMBIENTE FÍSICO Y SOCIAL EN EL FUNCIONAMIENTO INDIVIDUAL Y EN LA CONFIGURACIÓN DE POBLACIONES DE RIESGO, Y DE LOS CAMBIOS EN ACTITUDES Y MOTIVACIONES INDIVIDUALES EN EL CAMBIO SOCIAL (COMUNITARIO Y ORGANIZACIONAL). (BENNETT ET AL, 1966) UN AÑO DESPUÉS JAMES KELLEY (1966) INICIADOR DE LA INCIPIENTE PSICOLOGÍA COMUNITARIA DE ORIENTACIÓN ECOLÓGICA, EXPONE CUATRO PRINCIPIOS FUNDAMENTALES PARA LOS PROGRAMAS DE SALUD MENTAL: A) EL CIENTE ES LA POBLACIÓN TOTAL B) LOS SERVICIOS DE SALUD MENTAL HAN DE LLEGAR A LAS POBLACIONES DE RIESGO C) HAY QUE CREAR RECURSOS LOCALES PARA HACER FRENTE A LOS PROBLEMAS D) DESDE UNA PERSPECTIVA ECOLÓGICA ES FUNDAMENTAL LA FUNCIÓN PLANIFICADORA (KELLY, J.G. (1970) DESARROLLO EN ESPAÑA DE LA PSICOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL - SE PRODUCE A FINALES DE LOS AÑOS 70 - SE DA EN EL ÁMBITO DEL BIENESTAR SOCIAL - SURGE DE LA MANO DEL DESARROLLO DE LA RED DE SERVICIOS SOCIALES QUE ARRANCA CON LA CONSTITUCIÓN DE 1978 - EN ESTE CONTEXTO, LOS PSICÓLOGOS DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL CAMBIARÁN: A) DE COMPAÑEROS: T SOCIALES, SOCIÓLOGOS, ARQUITECTOS, ETC B) DE CLIENTELA: GRUPOS, COMUNIDADES, POBLACIÓN EN GENERAL C) DE OBJETIVOS: MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA Y AUMENTO DEL BIENESTAR D) DE METODOLOGÍA: a. COMUNITARIA b. PREVENTIVA c. DE POTENCIACIÓN SOCIAL d. INTERDISCIPLINAR AMALIO BLANCO - LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA TIENE UNA ESPECIAL PREFERENCIA POR AQUELLOS GRUPOS Y COMUNIDADES MÁS DESASISTIDOS - LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA CONDUCE O LLEVA A UNA ÉTICA SOCIAL QUE BUSCA EL BIENESTAR FÍSICO, PSÍQUICO Y SOCIAL DE GRUPOS DE PERSONAS. POR ELLO TAMBIÉN A VECES LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA ES IGUAL A LA PSICOLOGÍA DEL CAMBIO SOCIAL, O QUE PERSIGUE LA MODIFICACIÓN DE AQUELLAS ESTRUCTURAS SOCIALES QUE ESTÁN DETERIORANDO EL BIENESTAR. - EL INDIVIDUO ES ACTOR DE SU PROPIA CONDUCTA Y NO UN SIMPLE SER QUE REACCIONA A LOS ESTÍMULOS DEL ENTORNO O MARIONETA DE LA ESTRUCTURA SOCIAL. - VOCACIÓN PREVENTIVA DE LA INTERVENCIÓN COMUNITARIA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 2. LA COMUNIDAD Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD Pilar González Peláez TRES ACEPCIONES: - COMO UN LUGAR - COMO UN CONJUNTO DE PERSONAS - COMO UN SISTEMA SOCIAL BLANCO (1988): INGREDIENTE ECOLÓGICO FACTOR MACROSOCIAL ELEMENTO MICROSOCIAL FACTOR PSICOLÓGICO Pilar González Peláez LA COMUNIDAD DEBE SER ENTENDIDA POR TANTO COMO EL CONJUNTO DE GRUPOS DE POBLACIÓN QUE VIVEN JUNTOS EN UN LUGAR, YA SEA URBANO O RURAL, BAJO UNAS CONDICIONES ESPECÍFICAS DE ORGANIZACIÓN Y DE COHESIÓN SOCIAL Y CULTURAL. LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD ESTÁN LIGADOS POR CARACTERÍSTICAS COMUNES, Y/O POR INTERESES Y ASPIRACIONES QUE PUEDEN VOLVERSE COMUNES. Pilar González Peláez NISBET (1966): LA COMUNIDAD SE REFIERE A TODAS LAS FORMAS DE RELACIÓN EN LAS QUE PREDOMINAN LA INTIMIDAD PERSONAL, LA PROFUNDIDAD EMOCIONAL, LA UNIÓN SOCIAL, EL COMPROMISO MORAL Y LA CONTINUIDAD EN EL TIEMPO. (LA FORMACIÓN DEL PENSAMIENTO SOCIOLÓGICO). COLEMAN (1966): LA COMUNIDAD SE REFIERE A ELEMENTOS QUE SE TIENEN EN COMÚN. ALGUNOS PUEDEN SER TANGIBLES COMO LA PROPIEDAD Y OTROS MENOS COMO IDEAS COMUNES, CREENCIAS, VALORES, NORMAS COMPARTIDAS Y UNA ACCIÓN COMÚN QUE HACE QUE LA COMUNIDAD FUNCIONE COMO UN TODO. SENET (1975): HABLA DE LAS COMUNIDADES DE SUPERVIVENCIA. SURGEN EN CONDICIONES DE GRAN DENSIDAD DE POBLACIÓN E INTERACCIONES SOCIALES INESTABLES. SARASON (1974): CON SU OBRA EL SENTIDO PSICOLÓGICO DE COMUNIDAD INICIA UNA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN PSICOSOCIAL QUE HA PROPUESTO AL SENTIDO PSICOLÓGICO DE COMUNIDAD COMO EL CONCEPTO CENTRAL DE LA PSICOLÓGÍA COMUNITARIA. Pilar González Peláez PARA SARASON EL CONCEPTO DE COMUNIDAD VA MÁS ALLÁ DE LA LOCALIZACIÓN ESPACIAL CONCEDIENDO GRAN IMPORTANCIA A LA EXISTENCIA DE REDES SOCIALES O DE INTERACCIÓN SOCIAL. DEFINE EL SENTIDO PSICOLÓGICO DE COMUNIDAD COMO EL SENTIDO DE QUE UNO PERTENECE A UNA COLECTIVIDAD MAYOR, DE LA CUAL ES PARTE SIGNIFICATIVA; EL SENTIDO DE QUE AUNQUE HAYA CONFLICTO ENTRE LAS NECESIDADES DEL INDIVIDUO Y LAS DE LA COLECTIVIDAD, ESTOS CONFLICTOS DEBEN SER RESUELTOS DE FORMA QUE NO SE DESTRUYA EL SENTIDO PSICOLÓGICO DE COMUNIDAD; EL SENTIDO DE QUE HAY UNA RED Y UNA ESTRUCTURA DE RELACIONES QUE SE FORTALECEN Y NO SE DILUYEN EN SENTIMIENTOS DE SOLEDAD. Pilar González Peláez McMILLAN (1986): LA ESENCIA DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA NO PROCEDE DE TEÓRICOS Y CIENTÍFICOS SINO DE LAS LECCIONES QUE LE PROPORCIONARON SUS PROPIOS FAMILIARES Y VECINOS. PARA ÉL, LA PERSONA QUE VE LA COMUNIDAD COMO ALGO POSITIVO EN SU VIDA, QUE DESARROLLA UN SENTIDO DE PERTENENCIA Y DE COPROMISO, GENERALMENTE SE SENTIRÁ MÁS SATISFECHO CON SU VIDA. McMILLAN Y CHAVIS (1986): EL SENTIDO DE COMUNIDAD IMPLICA EL SENTIMIENTO DE PERTENENCIA, DE MEMBRECÍA, DE IMPLICACIÓN PERSONAL. TAMBIÉN LA INFLUENCIA RECÍPROCA ENTRE EL INDIVIDUO Y LA COMUNIDAD; LA INTEGRACIÓN Y LA SATISFACCIÓN DE NECESIDADES Y LA CONEXIÓN Y PARTICIPACIÓN EMOCIONAL. Pilar González Peláez VEMOS QUE HAY UN CAMBIO DE ENFOQUE EN EL CONCEPTO DE COMUNIDAD QUE DEJA DE CENTRAR SUS MIRAS EN EL CONTEXTO GEOGRÁFICO E INCLUYE NOCIONES TALES COMO PERTENENCIA, SOLIDARIDAD O SEGURIDAD. HELLER, PRICE, REINHARZ, RIGER, WANDERSMAN Y D’AUNNO (1989): DICEN QUE LA COMUNIDAD PUEDE REFERIRSE A UN LUGAR GEOGRÁFICO CONCRETO O A UN LUGAR NO TERRITORIALIZADO BASADO EN UNA RED DE RELACIONES QUE APORTA AMISTAD Y APOYO TANGIBLE. COX (1989): EL GRUPO PRIMARIO O COMUNIDAD ES UNO DE LOS GRUPOS EN LOS CUALES LA SOCIEDAD SE SIRVE COMO AGENTE DE SOCIALIZACIÓN, DESARROLLANDO ADEMÁS UN PAPEL CENTRAL EN EL DESARROLLO PSICOLÓGICO DE SUS MIEMBROS. SE DESTACA LA IDEA DE QUE LOS MIEMBROS DE UNA COMUNIDAD CONCRETA COMPARTEN UN CONJUNTO DE VALORES, IDEALES, HISTORIAS Y SÍMBOLOS. GURRUTXAGA (1991): SUPONE LA IDENTIFICACIÓN DEL INDIVIDUO CON EL GRUPO, EL CONOCIMIENTO MUTUO DE SUS MIEMBROS, LA EXISTENCIA DE UNA SOLIDARIDAD GRUPAL Y LA TOMA DE CONCIENCIA DEL NOSOTROS. LA COMUNIDAD REÚNE UNA SERIE DE CARACTERÍSTICAS QUE LE SON PROPIAS. SIN EMBARGO, EL DESARROLLO DE LAS GRANDES CIUDADES Y LA INDUSTRIALIZACIÓN HA PROVOCADO QUE EL SER HUMANO SE REPLIEGUE SOBRE SÍ MISMO COMO MECANISMO PARA AFRONTAR EL ESTRÉS GENERADO POR EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES Y POR TANTO LA VISIÓN DE LA COMUNIDAD COMO UN TODO ARMÓNICO E INTEGRADO DESAPARECE. EL INDIVIDUO SE DESLIGA DE LA COMUNIDAD Y CREE EN SU PROPIA AUTOSUFICIENCIA E INDEPENDENCIA. DEJA DE NECESITAR A LA COMUNIDAD, DE SENTIR SOLIDARIDAD, PERTENENCIA E INTEGRACIÓN SOCIAL, LO CUAL LLEVA A QUE LAS COMUNIDADES SE CONSTITUYAN COMO ORGANIZACIONES POLÍTICO ADMINISTRATIVAS. TONNIES (1979): MUESTRA LA EXISTENCIA DE DOS MODELOS DE ESTRUCTURACIÓN SOCIAL: LA COMUNIDAD Y LA ASOCIACIÓN. LA PRIMERA REPRESENTA LOS VALORES (LAS RELACIONES SOCIALES SON PERSONALES, FAMILIARES, AFECTIVAS); LA ASOCIACIÓN REPRESENTA LOS RECURSOS (LOS MEDIOS INSTRUMENTALES PARA CONSEGUIR UN FIN, EL PROGRESO). HAY QUE INTENTAR CONSEGUIR EL EQUILIBRIO ENTRE LAS DOS. LAS CONEXIONES AFECTIVAS VAN DESAPARECIENDO CONFORME NOS ACERCAMOS A LA ASOCIACIÓN. MUSITU (1991): CON EL SENTIDO DE COMUNIDAD SE CONSOLIDA UNA IDENTIFICACIÓN DE LAS PERSONAS CON EL ESPACIO EN EL QUE VIVEN. ESTE SENTIMIENTO SE FUNDAMENTA SOBRE LA PERTENENCIA DE LOS SUJETOS A UN ESPACIO COMÚN, Y POR TANTO A UN MISMO ESTILO DE VIDA QUE PUEDE PRODUCIR UNA CONCIENCIA DE PARTICIPACIÓN PARA RESOLVER PROBLEMAS COMUNES. COMPONENTES DEL SENTIDO DE COMUNIDAD SEGÚN SARASON (1974): a. PERCEPCIÓN DE SIMILITUD CON OTROS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD b. RECONOCIMIENTO DE LA INTERDEPENDENCIA QUE SE DA ENTRE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EN CUESTIÓN. c. DESEO DE MANTENER DICHA INTERDEPENDENCIA, QUE SE TRADUCE EN COMPORTARSE CON LOS DEMÁS COMO NOSOTROS ESPERAMOS Y DESEAMOS QUE ELLOS SE COMPORTEN CON NOSOTROS. d. EL SENTIMIENTO DE QUE UNO ES PARTE DE UNA ESTRUCTURA SOCIAL SUPERIOR ESTABLE Y DE LA QUE SE DEPENDE. SEGÚN McMILLAN Y CHAVIS (1986): a. MEMBRECÍA: SENTIMIENTO DE PERTENECER A LA COMUNIDAD O A UNA RED DE RELACIONES SOCIALES. b. INFLUENCIA: SENTIMIENTO DE QUE LAS ACCIONES DE LOS INDIVIDUOS PUEDEN INFLUIR EN LA COMUNIDAD Y LO QUE OCURRE EN ESTA, EN EL COMPORTAMIENTO DE LOS PRIMEROS. c. INTEGRACIÓN Y SATISFACCIÓN DE NECESIDADES: PERCEPCIÓN DE QUE LO QUE NECESITEN LOS MIEMBROS LO PUEDEN ENCONTRAR EN LA COMUNIDAD. d. CONEXIÓN EMOCIONAL: CREENCIA DE QUE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD COMPARTEN UNA HISTORIA, UN LUGAR Y UNAS EXPERIENCIAS COMUNES. 1. MEMBRECÍA: ELEMENTOS QUE PERMITEN AL INDIVIDUO DIFERENCIAR QUIÉN ES PARTE DE LA COMUNIDAD Y QUIÉN NO: - LÍMITES - SEGURIDAD EMOCIONAL - SENTIDO DE PERTENENCIA E IDENTIFICACIÓN - INVERSIÓN PERSONAL - SISTEMA SIMBÓLICO COMÚN LA HISTORIA COMPARTIDA, LA EXPERIENCIA MUTUA DE LOS ACONTECIMIENTOS QUE TIENEN LUGAR EN LA COMUNIDAD Y SÍMBOLOS COMUNES SON ELEMENTOS CLAVE PARA CONSTRUIR EL SENTIDO DE COMUNIDAD YA QUE PROPORCIONAN UNA FORMA DE SER RECONOCIDO COMO MIEMBRO DE LA MISMA. 2. INFLUENCIA: - LOS MIEMBROS DE UNA COMUNIDAD SE SIENTEN MÁS ATRAIDOS POR ELLA CUANDO CREEN QUE TIENEN PODER E INFLUENCIA. - HAY UNA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE LA PRESIÓN PARA LA CONFORMIDAD QUE EJERCE LA COMUNIDAD SOBRE SUS MIEMBROS Y EL SENTIDO DE COMUNIDAD DE ESTOS. - LA PRESIÓN PARA LA CONFORMIDAD Y LA UNANIMIDAD HACE QUE SE PRODUZCA UN CONSENSO ENTRE EL INDIVIDUO Y LA COMUNIDAD QUE FAVORECE LA COHESIÓN Y LA UNIÓN. - HAY UNA INFLUENCIA RECÍPROCA ENTRE LA COMUNIDAD Y SUS MIEMBROS. 3. INTEGRACIÓN Y SATISFACCIÓN DE NECESIDADES: - EL REFUERZO Y LA SATISFACCIÓN DE NECESIDADES SON LAS FUNCIONES PRINCIPALES DE UNA COMUNIDAD. - LAS RECOMPENSAS DE LAS COMUNIDADES PUEDEN SER: STATUS SOCIAL DE SUS MIEMBROS, RECURSOS CON QUE CUENTA Y COMPETENCIA DE LOS DEMÁS MIEMBROS. - OTRAS NECESIDADES INDIVIDUALES PUEDEN LLEGAR A SATURAR LA CAPACIDAD DE CUMPLIMIENTO DE LAS NECESIDADES COMUNITARIAS POR LO QUE ESTAS SE VEN EN LA OBLIGACIÓN DE ESTABLECER PRIORIDADES INTERNAS QUE PERMITAN LA PAULATINA SATISFACCIÓN DE TALES NECESIDADES. - UNA COMUNIDAD FUERTE DEBE GARANTIZAR LA POSIBILIDAD DE QUE SUS MIEMBROS SEAN CAPACES DE SATISFACER SUS NECESIDADES. 4. CONEXIÓN EMOCIONAL: - LA INTERACCIÓN DEBE PERMITIR LA RESOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS Y LA SUPERACIÓN DE LAS CRISIS INDIVIDUALES Y GRUPALES. - LA CREACIÓN DE REDES SOCIALES Y LA PERCEPCIÓN DE APOYO SOCIAL FAVORECEN LA CONEXIÓN EMOCIONAL. EVALUACIÓN DEL SENTIDO DE COMUNIDAD LA EVALUACIÓN DEL SENTIDO DE COMUNIDAD RESULTA COMPLEJA DADA LA DIVERSIDAD DE LOS COMPONENTES QUE CONFORMAN EL CONCEPTO DE SENTIDO DE COMUNIDAD. LA EVALUACIÓN DE ESTE SENTIMIENTO DEL “NOSOTROS” SE OPERACIONALIZA EN AQUELLAS CONDUCTAS TENDENTES A DESARROLLAR UN SENTIMIENTO DE PERTENENCIA, EN LA BÚSQUEDA DE CONTACTOS CON EL MEDIO, EN EL ESTABLECIMIENTO DE LAZOS DE AMISTAD O EN EL INTENTO DE SATISFACER LAS NECESIDADES SOCIALES DENTRO DE UN CONTEXTO DETERMINADO (HOMBRADAS Y GÓMEZ, 1997) DOOLITTLE Y McDONALD (1978): ESCALA DE 26 ÍTEMS IDENTIFICARON 6 FACTORES DE SENTIDO DE COMUNIDAD (CLIMA DE APOYO, CICLO DE VIDA FAMILIAR, SEGURIDAD, INTERACCIÓN INFORMAL, INTERACCIÓN CON EL VECINDARIO Y LOCALISMO). RIGER Y LAVRAKAS (1981): ESCALA DE 6 ÍTEMS: ESTRUCTURA MULTIDIMENSIONAL: VINCULACIÓN SOCIAL Y ARRAIGO AL LUGAR. GLYNN (1981): ENCONTRÓ 6 DIMENSIONES DEL SENTIDO DE COMUNIDAD (EVALUACIÓN OBJETIVA SOBRE LA ESTRUCTURA DE LA COMUNIDAD, RELACIONES DE APOYO EN LA COMUNIDAD, SIMILITUD Y PATRONES DE CONDUCTA EN LAS RELACIONES ENTRE LOS RESIDENTES, GRADO DE PARTICIPACIÓN EN LA COMUNIDAD, CALIDAD DEL MEDIO EN EL QUE SE INSERTA LA COMUNIDAD Y SEGURIDAD). DAVIDSON Y COTTER (1986): ESCALA DE 17 ÍTEMS, EL SENTIDO DE COMUNIDAD ES UNIDIMENSIONAL. BUCKNER (1988): QUERÍA MEDIR TRES DIMENSIONES DEL SENTIDO DE COMUNIDAD Y LOS RESULTADOS MOSTRARON QUE LOS ÍTEMS CONFLUÍAN EN UN FACTOR LLAMADO COHESIÓN. McMILLAN Y CHAVIS (1986): 4 ELEMENTOS: MEMBRECÍA, INFLUENCIA, SATISFACCIÓN DE NECESIDADES Y CONEXIÓN EMOCIONAL ÍNDICE DEL SENTIDO DE COMUNIDAD (SCI) CHAVIS, HOGGE, McMILLAN Y WANDERSMAN (1986): ESCALA DE 43 ÍTEMS DE LOS CUALES 21 SE USARON PARA EL DISEÑO FINAL DEL SCI. HABÍA QUE RESPONDER LA PERCEPCIÓN DEL SENTIDO DE COMUNIDAD QUE TENÍAN CON SUS VECINOS DE BLOQUE. BREVE ÍNDICE DE SENTIDO DE COMUNIDAD (BSCI) LONG Y PERKINS (2003): ESCALA DE 8 ÍTEMS QUE RESPONDEN A UNA NUEVA ESTRUCTURA DEL SC QUE INCLUYE RELACIONES SOCIALES, CONOCIMIENTO MUTUO Y VALORES DE LA COMUNIDAD. ESCALA BREVE DE SENTIDO DE COMUNIDAD (BSCS) PETERSON, SPEER Y McMILLAN (2008): ESCALA DE 8 ÍTEMS CON CUATRO DIMENSIONES: SATISFACCIÓN DE NECESIDADES, MEMBRECÍA, INFLUENCIA Y CONEXIÓN EMOCIONAL. SÁNCHEZ VIDAL (2001): ESCALA ELABORADA A PARTIR DEL CONCEPTO DE SENTIDO DE COMUNIDAD DE SARASON. SE EVALÚAN LAS SIGUIENTES DIMENSIONES: ARRAIGO TERRITORIAL/PERTENENCIA; RELACIÓN/INTERACCIÓN; INTERDEPENDENCIA/MUTUALIDAD, SIMILITUD CON OTROS; COMPETENCIA SOCIAL/INFLUENCIA. HOMBRADAS Y GÓMEZ (1995): CREAN UN INSTRUMENTO PARA RELACIONAR EL SENTIDO DE COMUNIDAD CON CONCEPTOS COMO PRIVACIDAD. CUESTIONARIO DE SENTIDO DE COMUNIDAD, SCHWEITZER, ROSENBAUM, CAMPOS Y GARDI (2002): MIDE EL SENTIDO DE COMUNIDAD PREGUNTANDO A LOS RESIDENTES SOBRE LA RELACIÓN QUE TIENEN CON LOS VECINOS DEL BLOQUE. MIDE CONEXIÓN, PARTICIPACIÓN, PERTENENCIA, APOYO SOCIAL, EMPOWERMENT, SEGURIDAD, PARTICIPACIÓN POLÍTICA Y PARTICIPACIÓN AMBIENTAL. ENCUESTA DE EVALUACIÓN COMUNITARIA, JAKES, SUSAN Y SHANON, LISA (2002): MIDE EL SENTIDO DE COMUNIDAD PREGUNTANDO A LOS RESIDENTES LA RELACIÓN QUE TIENEN CON LOS VECINOS DEL BARRIO. DIMENSIONES QUE MIDEN: EMPOWERMENT, FACTORES SOCIALES, FACTORES FÍSICOS, FACTORES ECONÓMICOS, AUTOEFICACIA, MOTIVACIÓN, APOYO LOCAL PERCIBIDO, PARTICIPACIÓN COMUNITARIA, PARTICIPACIÓN INDIVIDUAL. EN LA ACTUALIDAD PODEMOS CONTAR CON MUCHOS INSTRUMENTOS PARA EVALUAR EL SENTIDO DE COMUNIDAD, ALGUNOS CREADOS PARA ADAPTARLOS A UN DETERMINADO CONTEXTO (BLOQUE, BARRIO, CIUDAD); AL TIPO DE POBLACIÓN ESTUDIADA (INMIGRANTES, DESEMPLEADOS, RESIDENTES); O AL TIPO DE VARIABLE CON LA QUE SE INTENTA RELACIONAR (PRIVACIDAD, SOLEDAD, APOYO EMOCIONAL). AUNQUE CABE SEÑALAR QUE EXISTE UNA MAYORÍA DE INVESTIGADORES QUE RECONOCEN EL CARÁCTER MULTIDIMENSIONAL DEL CONCEPTO FRENTE A LOS AUTORES QUE DEFIENDEN LA ESTRUCTURA UNIDIMENSIONAL DEL SENTIDO DE COMUNIDAD. INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 5: COALICIONES COMUNITARIAS Pilar González Peláez Definimos una coalición comunitaria como aquel conjunto de personas, agrupaciones sociales, administraciones, recursos técnicos, etc. que, desde una perspectiva cooperativa, diseñan e implementan diferentes acciones encaminadas a la resolución de problemas comunitarios, o al logro de determinados cambios sociales. Los criterios que delimitan la naturaleza de una coalición comunitaria son: (1) están constituidas por miembros de la comunidad; (2) se ocupan fundamentalmente de temas locales; (3) abordan las necesidades de la comunidad utilizando sus propios recursos; (4) contribuyen a la resolución de los problemas a través de la colaboración; (5) los distintos sectores de la comunidad están representados suficientemente; y (6) pueden trabajar en múltiples temas (Fawcett et al.,1999; Berkowitz & Wolf, 2000; Chavis, 2001). Pilar González Peláez Las coaliciones comunitarias pueden adoptar muy diversas formas. En ellas pueden participar una amplia representación de toda la comunidad o sólo estar presentes aquellos grupos de la misma más estrechamente vinculados al problema en cuestión. Del mismo modo, las coaliciones pueden tener una vida muy corta –y desaparecer una vez conseguido el objetivo- o pueden llegar a constituirse en organizaciones en sí mismas, con un carácter más permanente, con órganos de gobierno, fuentes de financiación, etc. ser también muy variado, y traspasar los límites nacionales. Las metas pueden ser tan simples como solicitar una guardería, la limpieza periódica de unos jardines públicos o lograr un monitor de deporte para el colegio del barrio; o tan compleja como intentar mejorar la calidad de vida integral de los residentes del barrio. Pilar González Peláez Las metas se pueden agrupar en las siguientes categorías: (1) Desarrollar, participar o influir en las políticas públicas, en torno a un problema específico como la integración social de inmigrantes, la violencia juvenil, etc.; (2) Modificar el comportamiento de personas o grupos sociales, como por ejemplo incrementar el ejercicio físico regular en la tercera edad, reducir el consumo de grasas animales en la pubertad, retrasar el inicio del consumo de tabaco en adolescentes, etc.; y (3) Construir una comunidad saludable, no sólo en lo relacionado con la salud física (servicios de salud y bienestar) sino psicológica y social, incluyendo áreas como la educación, la diversidad cultural, la prevención de violencia, el empleo, etc. Pilar González Peláez Pilar González Peláez Las coaliciones comunitarias poseen una serie de atributos que la hacen idóneas como vehículo para el cambio comunitario. Wolf (2001) describe algunos de ellos: 1. Son comprensivas y holísticas, lo que les permite abordar un amplio rango de temas relevantes para la comunidad; 2. Son flexibles y con capacidad para adaptarse y responder a los cambios que en la priorización de necesidades se plantea la comunidad; 3. Contribuyen a construir sentimiento psicológico de comunidad en el sentido descrito por Chavis y McMillan (1986): sentido de pertenencia, integración, satisfacción de necesidades y compartir emociones; 4. Contribuyen a construir y/o mejorar el compromiso de las personas en la vida comunitaria. Desarrollan y/o consolidan redes sociales de apoyo, incrementan el capital social y favorecen las normas de reciprocidad en la comunidad; 5. Son un vehículo para el empowerment comunitario, entendido como los esfuerzos para mejorar la comunidad, responder a las amenazas a la calidad de vida y proveer oportunidades para la participación comunitaria (Zimmerman, 1995 y 2001); 6. Permiten adoptar la perspectiva de la diversidad humana en su acercamiento a los problemas de la comunidad (Dalton, Elias & Wanddersman, 2001); 7. Son una adecuada plataforma para promover soluciones innovadoras en la resolución de los grandes problemas sociales. Pilar González Peláez COALICIÓN COMUNITARIA Y PARTICIPACIÓN SOCIAL Enmarcadas en los modelos ecológicos, las coaliciones comunitarias son unas potentes plataformas para la participación social de individuos, grupos y comunidades en la resolución de sus problemas. Desde la perspectiva del empowerment (Zimmerman, (1995, 2000), las coaliciones promueven procesos de movilización ciudadana, de incremento de conciencia crítica, de capacitación colectiva para prevenir y afrontar problemas, etc. las coaliciones promueven comunidades con empowerment porque orientan sus esfuerzos hacia la mejora de los factores que ponen en juego la calidad de vida y aportan a sus ciudadanos oportunidades de participación social, tratando de dirigir y caracterizar las estructuras comunitarias en términos de oportunidades para la toma de decisiones (Martínez y García, 2000). La implicación de los individuos en coaliciones comunitarias produce los efectos positivos intrínsecos a la participación. la relación positiva entre participación ciudadana e integración comunitaria se fundamenta en que la participación: (1) incrementa el sentimiento de utilidad y responsabilidad y hace decrecer los sentimientos de alienación y desencanto; (2) incrementa el sentimiento de control sobre el entorno y ayuda a los individuos a desarrollar acciones mejor ajustadas a sus necesidades y valores; (3) promueve valores democráticos, aumenta la conciencia política y fortalece el apoyo de la administración y de los responsables de la planificación; y (4) mejora la calidad del contexto y de las acciones de intervención, porque las personas implicadas en su puesta en práctica tienen un alto conocimiento de los objetivos, actividades y tareas. Un aspecto importante en las coaliciones comunitarias viene representado por su capacidad para constituir y desarrollar su cuerpo social. No podemos olvidar que al constituir una coalición es esencial considerar la historia previa de la comunidad en términos de participación, y tener en cuenta que aquellas coaliciones donde la motivación para participar procede directamente de las bases, conllevan una mayor probabilidad de éxito en el logro de sus metas. Implicar al mayor número de miembros significativos de la comunidad en sus actividades debe ser un objetivo central. Con ello la coalición gana –por incremento de la diversidad intragrupal en representatividad y en perspectiva acerca de los problemas y sus soluciones. De todas formas y desde un punto de vista cualitativo hay ciertas personas y/o grupos sociales cuya participación en la coalición parece fundamental. 1. Aquellos que tienen un interés esencial en el éxito de la coalición y que pueden ser: a) Las personas que padecen directamente el problema en cuestión. b) Cuidadores formales e informales, responsables en la comunidad de temas relacionados con el problema. 2. Los líderes de opinión de la comunidad. 3. Responsables políticos. COALICIONES COMUNITARIAS Y CAPACIDAD DE COLABORACIÓN Uno de los elementos centrales de las coaliciones comunitarias es, sin duda, el trabajo cooperativo que realizan sus miembros para resolver problemas. Sin embargo, no es fácil ni existe una amplia tradición de trabajar conjuntamente. Para lograrlo, y ser eficaces en el logro de las metas propuestas, son necesarios una serie de requisitos relacionados tanto con los miembros (habilidades, actitudes, conocimientos, etc.) como con el propio contexto (clima relacional, diversidad cultural, etc.) de la coalición. Foster- Fishman, Berkowitz, Lounsbury, Jacobson & Allen (2001) se han centrado en construir un modelo integrado sobre el papel de las coaliciones para generar capacidad de colaboración entre sus miembros, enfocada hacia cambio comunitario. El modelo contempla cuatro niveles críticos: (1) individual; (2) relacional; (3) organizacional; y (4) operativo, relacionado con los programas y/o actividades que se desarrollan en la coalición. LA EFICACIA DE LAS COALICIONES COMUNITARIAS Las coaliciones comunitarias son una herramienta para abordar problemas sociales. Por tanto, y como los recursos disponibles para su afrontamiento suelen ser escasos, la eficiencia se convierte en un elemento de primer orden desde la perspectiva de la intervención. Y para garantizar el éxito de una coalición debe tenerse en cuenta los siguientes puntos: 1. Es importante que los miembros de la coalición definan claramente sus metas y que en ellas estén incorporados los intereses de los distintos grupos que la constituyen, lo que le dará a la coalición un valor añadido. Además, debe existir un entendimiento realista entre sus componentes y una firme voluntad de adaptar las distintas agendas para el logro de la meta común. 2. La coalición debe ser inclusiva en cuanto a sus criterios de pertenencia, permitiendo la incorporación de todos aquellos miembros de la comunidad que tengan interés en el problema y se quieran unir a la misma. Es fundamental que estén presentes tanto los grupos de mayor poder e influencia comunitaria como los que menos tienen, y que los límites geográficos de la coalición sea una decisión de todos. 3. La estructura organizacional del grupo y el modo de funcionamiento deben estar claros y suficientemente estructurados para permitir a los miembros de la coalición ejecutar eficazmente las tareas básicas. Los elementos claves son: el liderazgo, la toma de decisiones, la comunicación, los recursos y el personal. Las organizaciones que distribuyen y desarrollan el liderazgo entre sus miembros consolidan sus logros de una manera más eficaz que aquellas basadas en un líder carismático. Desde un punto de vista cooperativo los líderes: (1) inspiran compromiso y alientan la actividad; (2) aportan su visión acerca de la solución de los problemas como uno más; (3) construyen un compromiso más amplio con la comunidad; y (4) sostienen la participación y la esperanza. 4. En una coalición, al igual que en las organizaciones complejas, una planificación sistemática de las actividades aumenta la probabilidad de éxito. Se debe desarrollar al menos un sistema mínimo de planificación continua. 5. Las coaliciones que han alcanzado el éxito realizan actividades que demuestran a sus miembros y a la comunidad su eficacia a través de resultados concretos. Esto significa que con frecuencia las coaliciones eligen proyectos prometedores para garantizarse el éxito y logros tempranos que ilustren a sus miembros y a la comunidad que el cambio es posible. 6. Las actividades de la coalición deben ser atractivas y afirmar las fortalezas y los aspectos positivos de la comunidad. El mejor servicio que pueden hacer las coaliciones eficaces a sus miembros y a la comunidad es transmitir la esperanza que se deriva de una visión optimista que entiende que los problemas comunitarios se pueden resolver eficazmente. Los líderes promoverán las habilidades y fomentarán la esperanza de los miembros de la coalición. 7. Las coaliciones necesitan tener una visión de largo alcance y comprender que en los temas importantes y/o complejos el éxito requiere tiempo y persistencia en las tareas. Suele ser eficaz para prevenir el agobio o la desesperanza de los miembros de la coalición, estructurar y distribuir las grandes metas en objetivos asequibles a corto y/o medio plazo. 8. El proceso de desarrollo de una coalición efectiva para afrontar la mejora de la calidad de vida de una comunidad es, obviamente, un proceso complejo. Aunque la literatura especializada puede proveer de alguna orientación, cada coalición debe guiarse por un proceso propio de continua revisión y autoevaluación. LAS AGRUPACIONES DE DESARROLLO. UN EJEMPLO DE COALICIÓN COMUNITARIA El ciclo vital de las coaliciones Las coaliciones comunitarias pueden evaluarse en función de la etapa en la que se encuentren. Rich, Edelstein, Hallman & Wandersman (1995) identificaron las cinco fases que integran el ciclo de la coalición: Al inicio de la coalición tiene lugar la planificación de la colaboración en la que los miembros de la coalición definen cuales son las prioridades de la intervención y las estrategias a seguir. En segundo lugar, se produce la acción comunitaria, momento en el que se desarrollan los programas. En tercer lugar, se produce el denominado cambio comunitario en el que comienzan a observarse los efectos de las iniciativas implementadas. En cuarto lugar, se aprecia un incremento de la capacidad operativa de la coalición y empiezan a consolidarse los resultados de la intervención. Finalmente, las coaliciones que hayan tenido éxito en las etapas descritas experimentarán la fase de institucionalización en la que se asientan en el entorno comunitario. INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 5: TRABAJO CON GRUPOS Pilar González Peláez Los grupos son formas de organización humana en las que se favorece la confluencia de lo personal con lo social y donde lo social puede particularizarse. El grupo es “una estructura social que supone vínculos, relaciones que canalizan ideas, sentires y acciones de carácter individual y colectivo”. (Santacruz y Rapacci, 2002) Los grupos pueden ser espacios generadores de confianza que facilitan el intercambio de las experiencias de quienes participan, y son proclives a la expresión de sentimientos, pero también a la generación de estrategias de afrontamiento respecto de la situación que vincula al grupo. Pilar González Peláez Los grupos favorecen los siguientes procesos: 1. Posibilidad de exteriorizar las emociones y verbalizarlas, así como el reconocimiento de sentimientos. 2. Análisis objetivo de la realidad. 3. Desarrollan la capacidad de autorreflexión y facilitan la toma de conciencia, así como la búsqueda e integración de soluciones. 4. Recuperación de la esperanza (cuando se puede saber de la mejoría de otros). 5. Aprendizaje interpersonal y apertura a diferentes formas de pensamiento (aprendiendo de unos y enseñándole a otros). Comparten necesidades y problemas, así como se generalizan experiencias 6. Fomento del espíritu de solidaridad y apoyo mutuo. 7. Desarrollan sentido de pertenencia e identificación con el grupo. 8. Utilización del poder colectivo. 9. Desarrollo de actividades sociales gratificantes. (OPS, 2002) Los GRUPOS DE APOYO se organizan con el fin de atender problemas de personas que se encuentran en una situación difícil y que comparten inquietudes, necesidades y la búsqueda de alivio. Se facilita el intercambio de las experiencias y la emergencia de nuevas ideas y recursos, dado que se constituye en un lugar seguro para todos. Los grupos de apoyo generalmente se desarrollan y crean un espacio cálido y acogedor de comprensión mutua, donde las personas que comparten alguna condición o trastorno mental y sus familiares pueden conversar sobre sus experiencias con estas condiciones, mediante un diálogo amigable y actitudes de receptividad que favorecen el bienestar y tranquilidad de cada uno de los participantes. En ellos se comparten información, preocupaciones y aprendizajes, que provienen de los integrantes del grupo, y ofrecen alternativas que pueden no estar presentes en la atención individual. Objetivos de los grupos de apoyo en instituciones de salud 1. Crear un ambiente acogedor, de interacciones reguladas, que permita aprender de la experiencia propia y de otros, generar y gestionar recursos de afrontamiento y de bienestar a personas que comparten una situación o condición en el que se compromete la salud mental. 2. Generar la oportunidad de que uno o dos de los miembros del grupo se apropien de las competencias para crear, coordinar y orientar el trabajo con grupos en otros espacios comunitarios. Sobre el facilitador y coordinador de los grupos de apoyo En el marco de los Equipos Profesionales de las Instituciones Prestadoras de Salud, el coordinador puede ser cualquier integrante del equipo, que tenga conocimientos y experiencia sobre las distintas condiciones problemas y trastornos emocionales, su atención y requerimientos, a la vez que, sobre una concepción amplia de la Salud Mental, más allá de los trastornos y problemas con los que habitualmente se le identifica. Conducción y evaluación Por otra parte, el coordinador del grupo es quien abre y cierra todos los encuentros y por tanto necesita hacer un seguimiento cuidadoso de lo que sucede. Para esto, es importante que prepare cada encuentro de manera flexible, de modo que estimule la participación y disposición del grupo, pero con la suficiente apertura para que surjan los saberes, experiencias y necesidades del grupo, al mismo tiempo que los recursos culturales que cada contexto particular posee. Además, que una vez terminado el encuentro, realice una memoria de lo sucedido, de modo que pueda ir evaluando el proceso de cada una de las sesiones de trabajo y el proceso de todos los encuentros. Esto le permitirá ir haciendo ajustes paso a paso. Comunicación Es muy importante que la comunicación del coordinador crea un clima de contención y cuidado que, a su vez, abra a la posibilidad de pensar las cosas de muchas maneras. Lo más importante es que los participantes vayan progresivamente descubriendo sus recursos de afrontamiento y aprendiendo de la experiencia propia y de los demás. Un principio que ayuda al proceso comunicativo es que se tenga como premisa que se participa libremente, pero cuidando de que lo que se ofrece al grupo tenga elementos afirmativos. Si el conductor del grupo mantiene este principio, los aprendizajes van a ser lo que predomine en la comunicación, y la desesperanza presente en la confusión de las situaciones se hace menos intensa. Otro principio útil en este terreno del trabajo grupal es evitar que la situación de alguno de los participantes se individualice. Función de contención de las intensidades emocionales Cuando se trabaja alrededor de dificultades humanas es frecuente que las emociones y las sensaciones estén presentes a flor de piel. Es posible que en algunos casos se requiera una atención especializada, pero también es frecuente que, si se cuenta con un espacio de recepción respetuosa de estos malestares, en los que las personas se reconocen compartiendo situaciones similares, se produzca alivio y se recuperen las fuerzas para seguir adelante. El grupo permite la organización y/o la creación de sentido de las desestructuraciones presentes, a la vez que modula y regula las intensidades emocionales. Actividades de facilitación Crear la atmósfera adecuada para el trabajo es todo un arte en el que se pueden usar distintas actividades de facilitación y sensibilización. Cualquier actividad que ayude a la creación de esta atmósfera de trabajo es bienvenida. Esta es una actividad que se puede preparar con anticipación, pero también que se puede solicitar que sea desarrollada por algún participante. De nuevo, su función es facilitar la atmósfera de trabajo del grupo. Planificación de las sesiones del grupo de apoyo Cada institución prestadora de servicios de salud necesita revisar sus condiciones para realizar los grupos de apoyo en términos de la elección del coordinador responsable de su desarrollo, el grupo a quien va dirigido el trabajo, la disposición de un lugar amplio y agradable, los recursos técnicos y materiales para su implementación, la inclusión o no de refrigerios, horarios y frecuencia de los encuentros y tipo de convocatoria que se debe realizar. Estas condiciones, especialmente el espacio, horario y frecuencia, determinan también el número de personas que pueden asistir. Se recomienda trabajar con grupos de 15 a 25 personas, en sesiones de hora y media, de modo que se facilite el establecimiento de relaciones de trabajo colaborativo y de apoyo emocional. Los grupos de apoyo se pueden prolongar en el tiempo o se puede definir el número de sesiones que serán consideradas. En este caso, y dado que requiere la formalización de las instituciones prestadoras de servicios de salud, se ha considerado que un paquete de diez sesiones permite un trabajo importante para los participantes, después del cual puede continuarse en grupos externos de autoayuda si así lo desean. No hay que olvidar que en este tipo de grupo se está considerando que sea también un espacio para formar multiplicadores a partir de la cualificación de competencias de organización y conducción, para uno o dos participantes que así lo deseen, y que podrían, a su vez, generar alianzas de autoayuda entre los participantes, involucrando los aprendizajes de la experiencia. SOBRE LOS GRUPOS DE AYUDA MUTUA Los grupos de ayuda mutua son una forma de organización realizada por personas que comparten una situación, un interés, una labor, y que a propósito de esto que los convoca, comparten también ideas, preocupaciones, emociones, intercambian experiencias, aprendizajes y se brindan apoyo mutuo, acompañado de sentimientos de pertenencia. Los grupos de autoayuda son una estrategia muy importante en la promoción de la salud mental colectiva, en tanto pone el acento en la organización voluntaria de las personas y su decisión de apostar a la “buena vida” para todos. Los grupos de ayuda mutua amplían el número de intercambios sociales y las oportunidades de recibir el apoyo cuando se requiera. La perspectiva funcional del apoyo se centra en el tipo de apoyo que se dará, haciendo referencia al emocional, instrumental o material y al informacional. Finalmente, la perspectiva contextual se refiere a las condiciones y características que tiene el marco relacional y social de la persona. […]son grupos pequeños y voluntarios estructurados para la ayuda mutua y la consecución de un propósito específico. Estos grupos están integrados habitualmente por iguales que se reúnen para apoyarse unos a otros en la superación de una necesidad o situación común, o en problemas que trastornan la vida cotidiana, logrando cambios sociales y/o personales deseados durante el proceso. Los iniciadores y miembros de estos grupos perciben que sus necesidades no son o no pueden ser satisfechas por las instituciones sociales existentes. Los grupos de ayuda mutua enfatizan la interacción social cara a cara y la responsabilidad personal de sus miembros. Proporcionan apoyo emocional (y en algunos casos material), están orientados a la causa del problema y promueven una ideología o conjunto de valores a través de los cuales los miembros del grupo pueden obtener e incrementar un sentimiento de identidad personal. De manera análoga a los grupos de apoyo, el elemento central de los de ayuda mutua es la experiencia de compartir e intercambiar sentimientos y experiencias similares, a pesar de la diversidad de características y procedencias de los participantes, anudado a la disposición de acompañamiento y comprensión. Esto constituye una unidad múltiple, que se enriquece tanto por su condición de unidad como de diversidad. Tipos de grupos de ayuda mutua Existe una gran diversidad de grupos de ayuda mutua, dependiendo del tema o tarea que los convoca. Sin embargo, a diferencia de los grupos de apoyo institucionalizados, estos se organizan más libremente, ya sea para intercambiar apoyo emocional, información, consejo o educación, para socializar o para resolver algún problema común o realizar acciones conjuntas. Muchos de los grupos pueden iniciarse por el incentivo producido en un grupo de apoyo institucional. Por esto se hace necesario favorecer las competencias de organización de los grupos de ayuda mutua, de forma que se produzca una ampliación de los beneficios logrados en los de apoyo, que de este modo pueden considerarse dos fases interrelacionadas del agenciamiento del apoyo social. TEMA 5. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN BASADAS EN GRUPOS DE APOYO SOCIAL Y AUTOAYUDA. COALICIONES COMUNITARIAS. Gottlieb (1988) hizo una diferenciación bastante clara entre grupos de apoyo y grupos de autoayuda. Los grupos de apoyo se diferencian de los grupos de autoayuda en que los primeros están dirigidos por un profesional combinan conocimiento de experto y de experiencia, están limitados en el tiempo, el número de miembros es fijo y normalmente no se dirigen a la acción social. Serían un punto intermedio entre los grupos de terapia y los grupos de autoayuda propiamente dichos. Los grupos de autoayuda, por el contrario, suelen funcionar autónomamente, al margen de los profesionales y no estarían limitados en el tiempo. El ejemplo más claro de grupos de autoayuda sería Alcohólicos Anónimos que conserva una forma muy sistematizada de autoayuda entre sus miembros. Barrón (1996) plantea un debate sobre la rigidez de esta distinción y defiende, apoyándose en la visión de Taylor y col. (1988), una postura en la que los grupos de autoayuda y los grupos de apoyo podrían considerarse no como dos clases de grupos sino como fases en el desarrollo de los grupos basados en el apoyo social, Barrón (1996, pág. 88) expone que: «al ponerlos en marcha es necesario que un profesional se encargue de formarlos y asuma las tareas de dirección y liderazgo. Posteriormente esas funciones deberían delegarlas poco a poco en los miembros del grupo, fomentando que ellos mismos asumieran la responsabilidad personal en la solución de sus problemas y que su papel fuera quedando reservado para tareas de consejo u orientación». CONSIDERACIONES PREVIAS: ASPECTOS TEÓRICOS DEL APOYO SOCIAL El concepto de apoyo social surge alrededor de los años 60 cuando los resultados de diversas investigaciones acerca de las problemáticas sociales comienzan a demostrar que la falta de apoyo es un elemento común a todas ellas. PERSPECTIVAS DEL APOYO SOCIAL 1. La perspectiva estructural enfatiza la importancia de las características de las redes sociales y de las condiciones objetivas que rodean el proceso de ayuda. El apoyo social es el número de relaciones que mantiene el sujeto. La creación de grupos de autoayuda tiene sentido en el momento que se detecta que una persona apenas posee red social. 2. La perspectiva funcional se centra en las funciones que cumplen las relaciones sociales a. Función e apoyo emocional b. Función de apoyo instrumental o material c. Función de apoyo informacional 3. La perspectiva contextual enfatiza las características contextuales del apoyo social y considera importante la duración del apoyo en cada situación GRUPOS DE APOYO SOCIAL Se entiende por grupo de apoyo a aquel conjunto de personas que se reúnen de forma periódica para ayudarse a hacer frente a un problema que provoca alteraciones en su vida cotidiana mediante el intercambio de vivencias. Este problema es común para todos los miembros del grupo. Se trata de una estrategia dirigida a la cooperación y al apoyo entre personas que viven con un mismo problema, de manera que se contribuya a que cada miembro pueda mejorar su competencia a la hora de adaptarse al problema en cuestión o sus consecuencias y afrontar posibles complicaciones futuras. Además de ello permite la expresión de dudas, miedos y emociones derivadas de su vivencia en un entorno acogedor y donde va a encontrarse con otros sujetos que han pasado por lo mismo y van a comprenderse entre sí. En los grupos de apoyo se favorece la interacción y la cooperación, así como se potencia la asunción de responsabilidades para consigo mismos en cada uno de los miembros. Todos los miembros del grupo tienen igual de importancia y el mismo derecho a expresarse, no existiendo jerarquía entre ellos. Los grupos suelen estar mediados por un profesional, que dirige la sesión y ejerce de moderador y se dedica a que todos los miembros puedan expresarse libremente y por igual. Los grupos de apoyo no tienen por qué tener una estructura determinada, si bien suelen ser de dos tipos concretos. Por una parte, pueden ser grupos cerrados, en los que se inscriben cierto número de sujetos y una vez empezado no pueden admitirse nuevas personas. Ello obliga a las personas a comprometerse a acudir a un número concreto de sesiones. Otro tipo de grupos son los abiertos, en los que la participación es libre y puede asistir o dejar de hacerlo quien quiera y cuando quiera, pudiendo incorporarse nuevos sujetos al grupo. DESTINATARIOS PRIORITARIOS DE LOS GRUPOS DE APOYO 1. Grupos de personas que viven o pueden vivir situaciones de aislamiento social (viud@s, padres/madres sol@s, inmigrantes…) 2. Grupos de personas adictas (al juego, a la comida, la compra, el sexo …) en proceso de rehabilitación 3. Grupos de personas afectadas por una enfermedad física o mental o por algún otro tipo de discapacidad. 4. Grupos de personas cuidadoras principales de personas afectadas por enfermedades físicas o mentales o adicciones. 5. Grupos de personas familiares y allegados de personas afectadas por enfermedades físicas o mentales o adicciones. 6. Grupos de personas supervivientes de catástrofes, accidentes, atentados … 7. Grupos de personas que sufren estigmatización social en relación con su identidad y/o su opción de vida (prostitutas, transexuales, homosexuales, transeúntes, enfermos mentales crónicos, personas con discapacidad intelectual…) OBJETIVOS A) Conseguir una autorresponsabilización de los participantes en sus propios procesos de cambio a través de compromisos cotidianos establecidos por ellos mismos de una sesión a otra. B) Ayudar, mediante el encuentro del grupo, a tomar conciencia de los recursos y déficits individuales relacionado con el tema común del grupo. C) Incrementar la calidad de apoyo emocional e instrumental a través de una estructura de sesiones que posibilite la expresión, la escucha y la posibilidad de dar y recibir feedback en todos los participantes del grupo. D) Aumentar las redes sociales de los participantes en el grupo a través de la periodicidad de los encuentros y la permanencia de los miembros en el grupo. DURACIÓN DEL GRUPO El acompañamiento de un grupo de apoyo no debería durar menos de seis meses ni más de un año. Estas fechas son siempre aproximativas ya que no es lo mismo que un grupo se vea una hora o una hora y media cada semana que se vea cada quince días. Este es uno de los acuerdos que se debe establecer entre el profesional que va a impulsar el grupo de apoyo y los participantes del mismo. FUNCIONES Y VENTAJAS TÍPICAS DE LOS GRUPOS DE APOYO 1. Permite adquirir información y nuevas perspectivas 2. Favorece el afrontamiento del problema y la adquisición de estrategias 3. Normaliza la situación y las experiencias derivadas de ella 4. Apoyo emocional: potencia la sensación de sentirse comprendido 5. Favorece la expresión emocional 6. Permite establecer lazos y romper el aislamiento SITUACIONES Y TRASTORNOS EN LOS QUE PUEDEN SER DE UTILIDAD se dijo antes Grupos de apoyo a sujetos con enfermedades Para personas con adicciones previas Para víctimas de eventos traumáticos Para personas en riesgo de exclusión social Para familiares GRUPOS DE AUTOAYUDA También conocidos como grupos de ayuda mutua son redes que apoyo que se conforman para superar un problema común a sus miembros. Actualmente los hay de muchos tipos y funcionan prácticamente en todo el mundo. La primera referencia de los grupos de autoayuda data de 1905 en el hospital general de Massachussets (Boston). Su creador, el doctor JH Pratt, los llamó grupos didácticos. Su objetivo era informar detalladamente a los pacientes tuberculosos sobre la mejor manera de lidiar con su enfermedad. Más adelante apareció Alcohólicos Anónimos, quizás el grupo de autoayuda más famoso en el mundo entero. En este, más que información, lo que se pretendió fue crear un espacio de apoyo mutuo para quienes eran adictos al alcohol. De hecho, sigue siendo uno de los métodos más eficaces en ese propósito. ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS !! Los grupos de autoayuda organizados como tales surgieron en EE.UU., en el período histórico de entreguerras, en los años 40, a partir de la publicación del 9 libro de Alcohólicos Anónimos en 1939 por dos ex alcohólicos, uno de ellos médico, que decidieron reunirse y apoyarse mutuamente para mantenerse abstinentes. La gran atracción de este libro fue la ayuda que brindaba con un programa compuesto de 12 pasos a seguir en grupo para la rehabilitación de personas adictas al alcohol y la filosofía de que quien puede ayudar mejor a una persona alcohólica a rehabilitarse es otra que ya haya pasado por la misma experiencia. La gran expansión que tuvieron los grupos de Alcohólicos Anónimos permitió que otros colectivos, empezando por adolescentes y familiares de personas alcohólicas (Alateen y Alanon), adaptaran el programa de los doce pasos a sus propias necesidades de recuperación. Así surgieron los grupos de Codependientes Anónimos, Cocainómanos Anónimos, Heroinómanos Anónimos, Jugadores Anónimos... y un sinfín de grupos basados en la misma filosofía y guiados por el programa de los doce pasos adaptado según el tipo de situación que se tratara. Los inicios del movimiento de autoayuda y del trabajo de redes, sin embargo, lo podemos situar a principio de siglo con las acogidas y apoyo mutuo que las distintas comunidades organizaban para recibir y situar a las oleadas de inmigrantes que llegaban continuamente a EE.UU. Por otro lado, en los años sesenta y principios de los setenta el movimiento de mujeres también jugó un importante rol en la promoción y la defensa de la autoayuda. Tanto en EE.UU. como en Europa aparecieron numerosos pequeños grupos de mujeres que reflexionaban sobre la toma de conciencia de la identidad femenina. Muchos de estos grupos se basaban en los principios de la autoayuda. Esta modalidad se extendió dentro del movimiento de salud de las mujeres y quedó reflejado en el libro del Colectivo de Salud de las Mujeres de Boston titulado «Our Bodies, Ourselves» cuya primera publicación fue en 1969. También el movimiento de los derechos de las personas con discapacidades y el movimiento gay defendieron un modelo orientado hacia la autoayuda que actualmente se manifiesta en grandes organizaciones como la Alianza Nacional de Enfermos Mentales. Desde los años setenta las bases de la autoayuda han sido utilizadas también en la intervención comunitaria e incorporada a los programas sociales. En 1978, por ejemplo, la Comisión de Salud Mental del gobierno estadounidense propuso la autoayuda como la principal base de las intervenciones comunitarias en Salud Mental. Si observamos las publicaciones existentes sobre el movimiento de autoayuda, hasta los años setenta no empieza un interés profesional por estos grupos coincidiendo con el interés por los sistemas de apoyo social y sus efectos positivos en la salud basados sobre todo en los trabajos de Caplan (1974) y las aportaciones de Cassel (1974-76) y Cobb (1976). El libro de Silverman (1980) «Mutual Help Groups» fue una publicación clave en aquellos momentos puesto que definió por primera vez lo que eran las organizaciones y los grupos de ayuda mutua y todo el proceso de selección y desarrollo de actividades dentro de ellos. A pesar de su gran diversidad, pueden unificarse por el hecho de que reúnen personas que comparten los mismos problemas, que se encuentran en un estado de necesidad y para quienes es importante compartir con otros experiencias y sufrimientos personales. Estos grupos, además, comparten elementos comunes. Entre ellos destaca su capacidad para crear experiencias con un potencial terapéutico y proveer un entorno donde sus miembros puedan encontrar esperanza, desarrollar una mejor comprensión de sus problemas y sentirse aceptados. Son grupos que proporcionan una atmósfera de aceptación incondicional que facilita la expresión de emociones y cuestiones personales. Son también sistemas que facilitan la reestructuración cognitiva y que poseen elaboradas ideologías acerca de las cusas y fuentes de los problemas, así como acerca de la forma en que las personas pueden enfrentar esos problemas y obtener la ayuda necesaria. Además, son una fuente de vínculos sociales donde sus miembros pueden establecer relaciones y, en ese sentido, constituyen una fuente de apoyo social crucial para facilitar la normalización. Así, con frecuencia asumen características de los grupos primarios y actúan como un nuevo grupo de referencia. De esta forma, los grupos de ayuda mutua tienen la capacidad de generar un sentido de pertenencias, lo que genera altos niveles de cohesión y motivación para permanecer en el grupo. PRINCIPIOS BÁSICOS DE LOS GRUPOS DE AUTOAYUDA Como hemos dicho, los grupos de autoayuda son un sistema de apoyo para sus integrantes. Contribuyen a que sus miembros enfrenten las situaciones difíciles, estresantes o de enfermedad. Dan lugar a comunidades unidas por el mismo sufrimiento o problemática y el mismo deseo de apoyar y ser apoyados. Los principios básicos de estos grupos son: Reciprocidad Todos los miembros comparten una experiencia común Cada integrante tiene un propósito de cambio y está dispuesto a ayudar a otros para que también lo hagan. El grupo de autoayuda se gestiona autónomamente. Son los integrantes quienes deciden su manejo. El grupo ejerce control social sobre sus integrantes para facilitar y promover el cambio. El cambio debe verse reflejado dentro y fuera de las sesiones de grupo. Ofrecen información, guía y orientación para abordar el problema común. Lo que se pretende con los grupos de autoayuda es construir un espacio que acoge, motive y retroalimente a quienes desean superar una dificultad. Este abordaje se complemente con terapias individuales en muchas ocasiones. CARACTERÍSTICAS DE LOS GRUPOS DE AUTOAYUDA 1. LOS MIEMBROS DEL GRUPO INTERCAMBIAN EXPERIENCIAS COMUNES 2. EL GRUPO PROPORCIONA APOYO EMOCIONAL 3. SE INTERCAMBIA INFORMACIÓN, CONSEJO Y EDUCACIÓN 4. EN EL GRUPO SE FAVORECE LA REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA 5. EL GRUPO CUMPLE FUNCIONES DE SOCIALIZACIÓN 6. LAS ACCIONES SE REALIZAN CONJUNTAMENTE 7. EL GRUPO PROMUEVE SENTIMIENTOS DE CONTROL, AUTOCONFIANZA Y AUTOESTIMA EN QUÉ RADICA LA EFICACIA DE LOS GRUPOS DE AUTOAYUDA Los grupos de autoayuda incorporan unos mecanismos que han probado ser muy eficaces. Uno de ellos es la esencia del grupo mismo: el apoyo mutuo. Este factor es decisivo en muchos casos. La persona se siente más fuerte cuando cuenta con el apoyo de todo un grupo. Esto facilita su cambio. Otros elementos que contribuyen a la eficacia de estos grupos: La verbalización del malestar. Efecto de identificación. Aprendizaje interpersonal. LOS BENEFICIOS DE ESTOS ESTUDIOS Muchas dificultades como las adicciones o determinados problemas emocionales y psicológicos llevan a la segregación. Esto ocurre incluso dentro de la misma familia. El problema es tan desconocido o tan difícil de abordar para quienes rodean a la persona con dificultades, que finalmente deciden dejarla de lado. En principio, los grupos de autoayuda proveen un entorno de aceptación y acogida. Sirven como transición entre un estado de distanciamiento y el proceso de reintegración. Así mismo, la experiencia de estar con personas que tienen problemas similares puede incidir positivamente en la autoestima. En estos espacios nadie es “raro”. Esto fortalece la identidad. De la misma manera, los logros de los demás se convierten en una motivación para seguir adelante. Muchos encuentran allí a personas que están en peores condiciones que las suyas y, aun así, superan sus problemas. También encuentran un marco de referencia para saber cómo actuar y despejan sus dudas y temores. Los grupos de autoayuda son altamente eficaces para muchas personas. NORMAS DEL GRUPO Las personas que quieran constituir un grupo de apoyo y se pongan en contacto con un profesional que les ayude a iniciar el grupo deberían empezar a escribir una serie de normas para el funcionamiento correcto de ese grupo. Las normas básicas para el buen funcionamiento de los grupos de apoyo están relacionadas con los compromisos de no hablar fuera del grupo sobre lo que allí se expresa, de no dar los nombres de las personas que están en el grupo, de regular las entradas y salidas de las personas del grupo, de hacer una coordinación rotatoria por la que pasan todos los miembros del grupo, de establecer una cuota mínima para gastos de material, local, refrescos... y de establecer los períodos de tiempo para hacer balance individual y grupal de la ayuda que está suponiendo la participación en el grupo. METODOLOGÍA DE LAS SESIONES Las sesiones deberán durar como máximo una hora y media y quien coordine el grupo debe encargarse de que se empiece y se termine puntualmente. La coordinación del grupo será rotativa. Cada día coordina un miembro del grupo. Por ello todos los participantes deberán conocer la metodología de las sesiones. A lo largo de la sesión de grupo parece conveniente que se den tres momentos diferentes: el primero sería una ronda inicial de cada uno de los participantes donde expresan al grupo como se encuentran y algún hecho importante que les ha ocurrido durante la semana o los quince días transcurridos desde la última sesión de grupo. En un segundo momento y una vez que han hablado todos los participantes, se puede elegir uno de los temas que hayan salido en la primera ronda y profundizar en cómo viven cada uno de los miembros situaciones cotidianas relacionadas con ese tema o también se puede dejar un tiempo para que cada miembro exprese lo que más le ha resonado en su carácter o en su vida sobre lo que el resto de miembros ha expresado en la primera ronda. También en esta segunda parte del grupo se puede introducir algún tema informativo y educativo que previamente haya solicitado el grupo. Si esto fuera así debería ser algún miembro del grupo, asesorado por el profesional, quien se preparará la información a compartir. Después de este espacio central de la sesión se pasaría al tercer momento de la misma donde cada miembro del grupo expresa un compromiso concretado en una tarea a realizar en el intervalo de tiempo entre una sesión y otra. En todo momento quien coordine la sesión, ya sea un miembro del grupo o un profesional, deberá invitar a los participantes a la interiorización, la no teorización de los temas que se tratan, la escucha respetuosa y la participación sin actitud de imposición de criterios a los demás miembros del grupo. DESARROLLO DEL ACOMPAÑAMIENTO DEL GRUPO POR FASES El acompañamiento del profesional al grupo no debe programarse para un período superior a seis meses si realmente se pretende que el grupo llegue a funcionar de forma autónoma y con las bases de la autoayuda. Si el grupo de apoyo se enfoca también hacia el aspecto informativo y educativo conviene que sean algunos miembros del grupo, asesorados por el profesional, los que se preparen para informar o exponer algún tema previamente elegido por el grupo. Para eso puede servir de guía las siguientes fases donde podemos explicitar los objetivos, las funciones del profesional, los roles y la duración de cada una de ellas. PRIMERA FASE En esta primera fase el objetivo fundamental es dar a conocer a los miembros iniciales del grupo de apoyo las bases históricas y teóricas de la autoayuda y la metodología de las sesiones, incluidas las normas iniciales del grupo. La función del profesional será sobre todo reunirse con los miembros que están más motivados para empezar el grupo y tener al menos cuatro sesiones de trabajo donde se forme a estos miembros sobre las bases de la autoayuda, las funciones de los grupos de apoyo, la historia y la metodología del grupo. Ya en esta primera fase algunos miembros pueden que se autoexcluyan porque su idea inicial era montar una asociación o estar en un grupo de terapia o en un taller de autoestima etc. Por eso es importante dejar muy claro desde el principio en que consiste un grupo de apoyo. En esta fase el profesional hace el contrato con el grupo inicial. Todo debe quedar por escrito en una carpeta del grupo. El rol del profesional en esta fase es fundamentalmente informativo y formativo. La duración de esta fase puede ser de un mes, una sesión por semana. La disposición física del profesional sería la siguiente: SEGUNDA FASE La segunda fase del acompañamiento consistiría en estar presente en las sesiones del grupo de apoyo al menos durante tres meses, lo que equivaldría a unas doce sesiones de grupo. El objetivo fundamental de esta fase es entrenar en la práctica la metodología de autoayuda enseñando a cada miembro y al grupo en general a comunicarse con las pautas descritas en el punto 8.2.5. Esta fase es la más delicada de todo el acompañamiento puesto que el grupo puede esperar del profesional respuestas que les corresponden a ellos mismos, o tener expectativas de terapia de grupo o de crear una asociación. Todo ello diferente de lo que sea un grupo de apoyo. También pueden aparecer conflictos manifiestos entre algunos miembros del grupo, así como conflictos de roles y actitudes de prejuicio, estereotipo etc. El que el grupo esté formado por personas que están experimentando situaciones similares no significa que no se produzcan las mismas dinámicas que en cualquier grupo pequeño. El rol principal del profesional en esta fase es también formativo, pero utilizando técnicas de Yo auxiliar y modelaje. La disposición física del profesional debe ser «estar detrás de la persona que habla», poniendo o no las manos sobre sus hombros dependiendo de si percibimos que esta actitud de cercanía física le puede o no a ayudar en su comunicación. El «estar detrás de la persona que está hablando» se hace con un sentido de apoyo a este miembro del grupo y también para dejar claro al grupo que el profesional que acompaña no es un miembro ni un coordinador del mismo sino un asesor y colaborador. Durante esta fase el profesional puede interrumpir a la persona que esté hablando y orientarle sobre su manera de comunicar al grupo. Por ejemplo, puede decirle que personalice más, que no hable de personas ausentes, que no sea racional, que hable un poco más o que de tiempo para hablar a los otros. Cuando se está comunicando los compromisos individuales es muy importante que el profesional de acompañamiento ayude a los miembros a explicitar de forma concisa y concreta las tareas que cada uno se va a proponer. La disposición física sería la siguiente: TERCERA FASE La tercera fase puede durar un mes y consistiría en estar presente en la sala sólo como observador/a tomando nota sobre algunas desviaciones de las pautas establecidas, observando si hay una tendencia marcada al liderazgo o a la exclusión de algún miembro y sobre todo observando al miembro que está coordinando ese día la sesión porque esta persona es la que tiene que controlar el tiempo y estar pendiente de que todos los miembros hagan la ronda inicial y final y que la tarea del grupo no se desvíe hacia teorizaciones o generalizaciones. El objetivo fundamental de esta fase es que el grupo esté llevando la sesión sin la presencia cercana ni la participación del profesional de acompañamiento. El rol principal del profesional en esta fase es de supervisor. Igual que en la fase anterior, al finalizar las sesiones debe hacer algunos comentarios sobre lo que le ha parecido tanto el contenido como la metodología de la sesión prestando especial atención al miembro que ha coordinado el grupo. La disposición física sería la siguiente: CUARTA FASE La cuarta fase, que duraría otro mes, consistiría en que el grupo hace las sesiones sin la presencia en la sala del profesional y la única relación que mantiene con este es la de supervisión de la marcha de las sesiones. Estas supervisiones pueden hacerse con la persona que haya coordinado la sesión o con todo el grupo si se acordara de esa manera. El objetivo de esta fase sería que el grupo se entrenara a funcionar completamente por sí mismo. El profesional desempeñaría fundamentalmente el rol de supervisor externo y asesor para pasar a ser figura de apoyo en lo que sería el período posterior al acompañamiento grupal. La disposición física sería la siguiente: INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 4B (resumido) Pilar González Peláez TEMA 4B Tema 10. El plan de marketing. Pilar González Peláez TEMA 4B. Pilar González Peláez TEMA 4B Los programas deben tener una orientación predominantemente comunitaria o preventiva, que sea diferente de la clínica tradicional y cuya plasmación concreta dependerá de la realidad de cada tema, así como de la situación social que se plantea. Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez TEMA 4B Pilar González Peláez INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 4. EVALUACIÓN DE NECESIDADES 2023-24 Pilar González Peláe QUÉ ES UNA NECESIDAD SIGNIFICADO DE NECESIDAD Pilar González Peláez Necesidad es una carencia o escasez de algo que se considera imprescindible. También se utiliza esta palabra para significar obligación. Hace referencia también a una situación difícil que atraviesa alguien. Especialmente en plural, 'necesidades' significa evacuación corporal de orina o heces. En Psicología, una necesidad es un impulso surgido de un estado de tensión debido a una carencia concreta. Procede del latín necessĭtas, -ātis. Puede definirse como el estado de una persona en relación con los medios necesarios o útiles para su existencia y desarrollo. Pilar González Peláez Necesidades educativas especiales Este concepto se utiliza en el ámbito de la educación para referirse a las características propias de alumnos con particularidades específicas de aprendizaje. Pueden ser físicas, psíquicas o derivadas de situaciones personales (por ejemplo, la incorporación tardía al sistema educativo, la falta de conocimiento del idioma). El tratamiento de alumnos con altas capacidades intelectuales también se considera una necesidad educativa especial. Para dar respuesta a este tipo de necesidades educativas, se suelen poner en marcha programas educativos que se concretizan en apoyos y atenciones de diverso tipo en función de diferentes variables como los recursos disponibles o la edad del alumno. Una medida común es realizar adaptaciones curriculares. Pilar González Peláez Necesidades sociales Una necesidad social es una serie de requerimientos comunes de una sociedad en relación a los medios necesarios y útiles para su existencia y desarrollo. La respuesta a esas necesidades supone la satisfacción temporal o permanente de las necesidades de una población. Se consideran necesidades sociales las que son compartidas por una población, como pueden ser la vivienda, seguridad y educación. Pilar González Peláez Necesidades básicas Las necesidades básicas son una serie de elementos cuya escasez o ausencia conlleva un estado de pobreza. Se puede considerar que las necesidades básicas del ser humano son el acceso a una vivienda, a servicios sanitarios y a educación y capacidad económica. Las necesidades básicas están relacionadas directamente con los derechos humanos. Las necesidades básicas insatisfechas es un índice o método que se utiliza para determinar las carencias básicas que existen en una población determinada para identificar, calificar y medir algunas dimensiones de la pobreza estructural. Pilar González Peláez Necesidades de Maslow El psicólogo estadounidense Abraham Maslow desarrolló una teoría sobre la motivación y las necesidades del ser humano. En ella afirmó que la satisfacción de las necesidades más básicas del ser humano genera de forma sucesiva otro tipo de necesidades. De esta forma, las necesidades humanas se clasifican de una forma jerárquica y es lo que se conoce como la pirámide de Maslow o la jerarquía de las necesidades humanas. En la base se sitúan las necesidades fisiológicas (por ejemplo, la respiración o la alimentación), en un nivel más elevado, se encuentran las necesidades de seguridad (protección, estabilidad...). A continuación, aparecen las necesidades de afiliación o aceptación social (amor, pertenencia...). En el siguiente nivel se sitúan las necesidades de reconocimiento (confianza, autoestima, éxito, estatus...). Por último, se encuentran las necesidades de autorrealización. DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN DE NECESIDADES “La EDN (Evaluación de Necesidades) es la primera fase de los procesos de intervención social. La acción social encaminada a transformar las condiciones en que viven y se desarrollan las personas y los grupos sociales puede ser más eficaz si los planificadores de dichas acciones conocen previamente las carencias objetivas de las personas o de las organizaciones, las necesidades sentidas como tales por los destinatarios de la intervención o bien sus deseos y expectativas en relación con una situación. La EDN tiene sentido siempre que se piense llevar a cabo una intervención encaminada a hacer frente a las necesidades que se detecten.” (Álvarez Rojo, V.; García Jiménez, E.; Gil flores, J.; Martínez Clares, P.; Romero Rodríguez, S.; Rodríguez Santero, J. (2002). Diseño y Evaluación de Programas. Madrid: EOS). A partir de la definición de necesidad como la discrepancia existente entre el estado actual y el final deseado, Witkin y Altschuld (1996) clarifican este concepto en términos de niveles de necesidad. El primer nivel hace referencia a las necesidades de los receptores del programa: estudiantes, clientes, pacientes, usuarios,... El segundo nivel se corresponde con los responsables de la planificación, gestión y/o ejecución de los programas: profesores, trabajadores sociales, profesionales del campo de la salud, funcionarios de la administración,... El tercer nivel se refiere a los recursos: equipamientos educativos y sanitarios, transporte, condiciones laborales, asociaciones,... Siguiendo a estos autores, la evaluación de necesidades puede definirse ampliamente como «un proceso sistemático que se desarrolla con el propósito de establecer prioridades sobre las necesidades identificadas, tomar decisiones sobre actuaciones futuras y localizar recursos». (Witkin, et al. 1996). En los procesos de evaluación de necesidades es esencial la consideración de esos tres niveles que interactúan y mantienen mutuas influencias con el sistema o contexto de referencia puesto que cada uno de ellos se convierte en objeto de estudio. Con el propósito de caracterizar las estrategias metodológicas facilitadoras de la EN concretamos la definición anterior reflexionando sobre sus posibles dimensiones, así como las implicaciones metodológicas que conlleva cada uno de los enfoques: La EN es un estudio sistemático antes de y para la intervención y como tal es planificado, implementado y evaluado. La planificación implica decidir acerca de los objetivos, metas y amplitud de la evaluación de necesidades, establecer acuerdos sobre el uso de los resultados, constituir un comité responsable de la evaluación, así como diseñar procesos para la implementación de la misma. La planificación debe incluir un análisis causal de la propia evaluación para predecir problemas potenciales y rediseñar el plan si fuera necesario; la implementación hace referencia a los chequeos periódicos que nos permiten observar que el proceso de evaluación se está desarrollando dentro de los marcos diseñados y los plazos establecidos, tomando decisiones y actuando si fuera necesario. En cuanto a la evaluación nos permitirá conocer y analizar, una vez terminado el proceso, qué objetivos, de los inicialmente propuestos en este proceso se han conseguido y cuáles no, indagando sobre las posibles causas. La EN es un proceso amplio que comprende la identificación, el análisis de necesidades y la toma de decisiones. Como afirman Witkin, et al. (1996), la EN ofrece un soporte racional y útil para identificar y descubrir áreas específicas de necesidad (situándonos en el nivel de identificación y conocimiento), definiendo los factores que contribuyen a perpetuarlas y estableciendo criterios y relaciones para planificar la satisfacción o aminoramiento de la necesidad (Nivel de análisis). Nos situamos ante una perspectiva investigadora que viene acompañada de un diseño flexible y emergente, en continua revisión, así como de unos criterios de racionalidad o regulatorios que garantizan el rigor metodológico del proceso y de las técnicas de recogida y análisis de datos, aumentando así la confianza en los resultados de la misma. La EN termina cuando se planifica qué se hará con la información recogida. Así pues, nos situamos ante perspectivas metodológicas que permitan y faciliten la toma de decisiones. La EN debería conceptualizarse desde enfoques democráticos y por tanto participativos dando entrada a todos los implicados en el mismo, analizando, interpretando y tomando decisiones consensuadas para la determinación de necesidades y de prioridades de acción y de investigación. Este compromiso, participación y consenso quedan garantizados a través de una estructura metodológica que siga en su desarrollo la lógica procedimental propia de la Investigación-Acción, situándonos en un «modelo muy peculiar de investigación que se caracteriza por un conjunto de principios, normas y procedimientos metodológicos que permiten obtener conocimientos colectivos sobre una determinada realidad. Al igual que toda investigación es un proceso de búsqueda de conocimiento, sólo que en este caso el conocimiento se caracteriza por ser colectivo» (De Miguel, 1989), nos referimos a la Investigación Participativa. La EN es un proceso dinámico que ha de efectuarse en el marco de una evaluación contextual. Iniciar un proceso de EN en un ámbito concreto supone abordar el estudio y análisis de otros contextos y factores que influyen y condicionan temporal y espacialmente tanto las necesidades como las estrategias metodológicas a utilizar en la evaluación. La realidad social, educativa, sanitaria,... es dinámica y diversa, sus demandas y necesidades también, lo que supone que al iniciar un proceso de EN debemos recoger información de distintas fuentes lo que nos lleva a la pluralidad metodológica. ¿POR QUÉ IDENTIFICAR LAS NECESIDADES Y LOS RECURSOS LOCALES? Las necesidades se pueden definir como el hueco entre cómo se encuentra la situación actual y cómo debería ser esa situación. Una necesidad puede ser sentida por un individuo, un grupo o una comunidad entera. Puede ser tan concreta como la necesidad de alimento y agua o tan abstracta como mejorar la cohesión de la comunidad. Por ejemplo, en una comunidad las personas de la tercera edad podrían necesitar ayuda para conseguir transporte, pero su comunidad no tiene ningún tipo de transporte público. En este ejemplo, la necesidad es más obvia y de forma más concreta. De un modo más abstracto, estos mismos adultos podrían tener la necesidad de ser valorados por su conocimiento y experiencia. Examinar las necesidades nos ayudará a descubrir lo que falta en la comunidad y nos pone en la dirección que debemos tomar para la futura mejora. Los recursos o medios son esos elementos que pueden ser utilizados para mejorar la calidad de vida de los individuos. Puede ser cualquier aspecto de la gente, de los lugares o de las organizaciones. La madre que organiza un juego de fútbol con los niños, después de la escuela; el padre que da de cenar a la comunidad en la iglesia; y el club deportivo que entretiene a los adolescentes. Todo ello, representa a individuos usando los recursos que tienen para mejorar a la comunidad. Cada uno de ellos es un medio o recurso y cada uno tiene medios o recursos que pueden ser utilizados para el fortalecimiento de la comunidad. ¿CUÁNDO DEBEN SER IDENTIFICADOS LAS NECESIDADES Y LOS RECURSOS? El hecho de identificar las necesidades y los recursos puede ser útil para una organización en casi cualquier momento de su iniciativa. Si un grupo tiene una meta específica, tal como reducir el embarazo adolescente, identificar las necesidades locales (p. ej., una mejor comunicación entre los padres y los adolescentes, los programas educativos, etc.) y los recursos (programas abiertos para la adolescencia, consejeros entre iguales) que se encuentran alrededor del objetivo, pueden ayudar para elaborar una meta abordable y efectiva. Por otra parte, si la organización es más extensa - por ejemplo, si se dedica a ayudar en las necesidades de la salud de personas infra atendidas en su ciudad, el hecho de identificar recursos y necesidades pueden ayudar a decidir qué aspecto del problema se abordará primero. ¿CUÁNDO IDENTIFICAR RECURSOS Y NECESIDADES? Antes de planear la iniciativa. Esto da a los líderes de la comunidad y a los integrantes de la coalición, y a aquellos a quienes se sirve, la idea de cómo mejorar sus entornos. Durante la puesta en práctica de una iniciativa. Es importante cerciorarse de que el profesional está dirigido al objetivo no solamente al principio y al final del proyecto, sino también durante su puesta en práctica. La identificación de las necesidades y recursos durante la vida de la iniciativa ayuda a obtener el máximo impacto de los recursos con los que cuenta y sacar el máximo provecho de su dinero. En una base continua. Cuando los esfuerzos son revisados. Tras la finalización de cualquier proyecto, es importante celebrar éxitos y también aprender de lo pasado para el desarrollo futuro de un programa de la comunidad. ¿QUÉ ES UNA ENCUESTA DE EVALUACIÓN DE NECESIDADES? Es una forma de preguntar a los miembros de un grupo o comunidad qué es lo que ellos ven como las necesidades más importantes de su grupo o comunidad. Los resultados de la entrevista guían las acciones subsiguientes. Generalmente se abordan las necesidades que son detectadas como más importantes. Dependiendo de nuestros recursos (tiempo, dinero, personal), la encuesta puede hacerse de muchas formas. La encuesta puede hacerse de manera tan informal como preguntando a la gente que conozca en su comunidad: el cartero, la gente con la que trabaja, el señor del puesto de periódico, o el de la tiendita de la esquina. O puede hacerse a manera de un escrito profesional, encuesta que es enviada a cientos de personas. En general, las encuestas de valoración de necesidades tienen algunas características comunes: Contienen una lista de preguntas, previamente hechas, para que sean contestadas. Tienen una muestra predeterminada (el número y tipo de personas que contestarán a esas preguntas son elegidas de antemano). Son aplicadas mediante entrevistas personales, vía telefónica o por escrito (por ejemplo, enviadas por correo). Los resultados de la encuesta son tabulados, resumidos, distribuidos y discutidos, y (al final, pero sin perder importancia) utilizados. ¿POR QUÉ HACER UNA ENCUESTA DE VALORACIÓN DE NECESIDADES? Para aprender más acerca de cuáles son las necesidades de un grupo o comunidad. Una buena encuesta puede dar información complementaria y detallada de lo que el profesional haya observado y experimentado directamente. Puede proporcionarle información detallada relativa a un grupo amplio y representativo de personas, más de lo que se podría obtener simplemente mediante la observación. Para obtener descripciones más honestas y objetivas de las necesidades que lo que la gente pueda describirle. Para darse cuenta de las posibles necesidades que nunca vería como de particular importancia - o que nunca sabría que existen. Para documentar sus necesidades, como es requerido en muchas solicitudes de financiación y lo que es casi siempre útil para hacer presión por su causa. Para asegurarse de que cualquier acción que pueda realizar eventualmente está en la línea de las necesidades que la comunidad ha expresado por sí misma. INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 1. INTRODUCCIÓN Pilar González Peláez INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA SOCIAL Y COMUNITARIA Pilar González Peláez DEFINICIÓN Pilar González Peláez La PSIS es una actividad profesional de una de las ramas de la psicología que en su evolución histórica surge como respuesta a la necesidad de analizar y actuar sobe los problemas de las interacciones personales en sus diversos contextos sociales. Sintetiza elementos de otras disciplinas como la sociología, la psicología transcultural, la psicología social, la salud pública y las ciencias políticas.(Papeles del Psicólogo) Pilar González Peláez OBJETIVOS Son aquellos que consisten en reducir o prevenir situaciones de riesgo social y personal, ya sea mediante la intervención en la solución de problemas concretos que afectan a individuos, grupos o comunidades aportando recursos materiales o profesionales, o mediante la promoción de una mayor calidad de vida. (C.O.P.PSIS) FUNCIONES DEL PSICÓLOGO DE I.S. 1. ATENCIÓN DIRECTA 2. ASESORAMIENTO Y CONSULTORÍA 3. DINAMIZACIÓN COMUNITARIA 4. INVESTIGACIÓN 5. PLANIFICACIÓN Y PROGRAMACIÓN 6. EVALUACIÓN DE PROGRAMAS 7. DIRECCIÓN Y GESTIÓN 8. FORMACIÓN Ejemplos de funciones del psicólogo social comunitario 1. Estudio, valoración y análisis de las necesidades de un grupo o una comunidad. 2. Elaboración de índices e indicadores de los aspectos que se relacionan con la interacción dentro de un grupo. 3. Detección de grupos de riesgo dentro de una comunidad. 4. Planteamiento de campañas publicitarias. 5. Análisis de las redes sociales de un grupo o comunidad. 6. Investigación sobre las aptitudes, actitudes y percepciones sociales de una comunidad o grupo. 7. Planteamiento de programas, proyectos y trabajos de campo en una comunidad o grupo. 8. Diseño de estrategias de inclusión social. 9. Diseño de herramientas de evaluación psicosocial. 10. Ejecución de actividades culturales. 11. Psicoterapia grupal. 12. Facilitación de recursos. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN 1. INTERVENCIÓN CON LA COMUNIDAD 2. FAMILIA E INFANCIA (INTERVENCIÓN FAMILIAR, ACOGIMIENTO FAMILIAR, ADOPCIONES, ACOGIMIENTO RESIDENCIAL) 3. TERCERA EDAD 4. DEFICIENCIAS, DISCAPACIDADES Y MINUSVALÍAS 5. MUJER 6. JUVENTUD 7. MINORÍAS SOCIALES E INMIGRANTES 8. COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO 9. PSICOLOGÍA AMBIENTAL 10. OTROS SECTORES EMERGENTES ORIGEN Pilar González Peláez La psicología comunitaria surgió en torno a los años 60 del siglo pasado en los EEUU debido a la incapacidad de la psicología clínica para abordar problemas sociales más amplios, de acuerdo con algunos autores. Entre los factores están: * Alejamiento de las prácticas socialmente conservadoras centradas en el individuo, la salud y la psicología en un periodo relacionado con temas de salud pública, prevención y cambio social después de la II Guerra Mundial. * El creciente interés de los psicólogos sociales en los prejuicios raciales y religiosos, la pobreza y otras cuestiones sociales. * La necesidad percibida de tratamiento de enfermedades mentales a gran escala para los veteranos. * El cuestionamiento del valor de la psicoterapia como único tratamiento para un gran número de personas con enfermedades mentales. * El desarrollo de centros comunitarios de salud mental y la desinstitucionalización de personas con enfermedades mentales en sus comunidades. (Montero, M., 1984) Pilar González Peláez Por otro lado, muchos autores reconocen una reunión de psicólogos en 1965 durante la Conferencia de Swampscott como el comienzo oficial de la psicología comunitaria contemporánea. En ella, los asistentes concluyeron que la psicología necesitaba centrarse más en los cambios sociales y comunitarios para abordar la salud mental y el bienestar. Desde ese momento, el campo comenzó a crecer hasta nuestros días. (Montero, M., 1984) CARACTERÍSTICAS Y FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA Los derechos civiles, el activismo por la paz, el feminismo, el movimiento antipobreza y la conciencia ambiental proporcionaron el contexto para definir el campo de la psicología comunitaria. En este sentido, fue fundamental para su desarrollo, la idea de que la psicología no sólo debe enfocarse en tratar a las personas una vez que han surgido los problemas, sino que también desempeña un papel importante al abordar las condiciones sociales (por ejemplo, pobreza, racismo) que aumentan el riesgo de enfermedad y angustia (prevención). (Papeles del psicólogo) Así, la psicología comunitaria tiene un conjunto identificable de principios que definen y guían el campo (Montero, 1984). Estos principios incluyen: 1. El bienestar personal y acceso a los recursos. 2. La justicia social y la libertad de la opresión. 3. Un sentido de comunidad y conexión 4. Múltiples dimensiones de la diversidad (como género, etnia, orientación sexual y discapacidad). 5. Colaboración comunitaria, participación, autodeterminación y empoderamiento. En su preocupación por la interdependencia e interacción de individuos y grupos, la psicología comunitaria intenta fomentar la creación de transacciones persona-entorno que eviten la disfunción, faciliten el empoderamiento, la justicia social y promuevan el bienestar (Musitu, 2004). En virtud de esto, la psicología comunitaria insiste en múltiples niveles de análisis: 1. Individual (actitudes, cogniciones, emociones). 2. Microsistema (familia, aula, equipo). 3. Organizacional (escuela, iglesia, organización). 4. Comunidad (identidad, comunidades de experiencia común). 5. Macrosistema (ideologías, culturas, instituciones sociales). La investigación en psicología comunitaria La investigación en psicología comunitaria se basa en un modelo colaborativo en el que el investigador trabaja en asociación con la comunidad para abordar sus necesidades. Así, este tipo de investigación debe conducir a la acción o tener implicaciones claras para la acción. Los enfoques de intervención basados en la psicología comunitaria incluyen programas de prevención primaria, intervenciones de empoderamiento, grupos de apoyo mutuo (autoayuda) y estrategias de acción social (por ejemplo, organización y defensa de la comunidad). Podemos decir entonces que el objetivo primordial de las intervenciones de psicología comunitaria es abordar las causas de las enfermedades y la angustia a través de estrategias que se dirigen a los factores antecedentes y de facilitación. Resumiendo, podemos afirmar que la psicología comunitaria es una disciplina que se preocupa por la utilización de los recursos psicológicos para resolver problemas sociales y conseguir de este modo una transformación social. (Montero, 1984) INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 1. PROCEDIMIENTOS, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS Pilar González Peláez 1. Intervención grupal En la PSIS el psicólogo trabaja frecuentemente con grupos para alcanzar objetivos que únicamente con esta metodología son posibles. Se trataría de intervenciones centradas en la ayuda mutua, desarrollo de la solidaridad, participación ciudadana, competencia para el análisis de situaciones y tomas de decisiones que afectan a un colectivo, habilidades de trabajo en equipo, etc. Las técnicas de intervención grupal permiten al psicólogo desarrollar objetivos de organización y dinamización comunitaria. 2. Intervención y terapia familiar Como un caso muy específico y de obligada referencia para muchos de los sectores de intervención social, el grupo familiar se convierte en escenario frecuente del trabajo del psicólogo. En este caso existen múltiples conexiones con los modelos de intervención familiar que desde la psicología clínica se han planteado, aunque adaptándolos a los objetivos sociales propios de este ámbito. Un aspecto que atrae especialmente la atención de los profesionales y en el que existen en la actualidad notables avances, es el que se refiere a la necesidad de realizar evaluaciones del grupo familiar (como en los casos de desamparo infantil) para llegar a elaborar juicio de capacidad o competencia de la familia para cumplir con sus obligaciones. Otro tanto cabe decir de las intervenciones en sectores como la tercera edad. 3. Técnicas de mediación Partiendo de que es consustancial a este contexto de intervención la aparición de situaciones donde entran en conflicto los intereses de distintos grupos o personas, el psicólogo debe utilizar las técnicas de negociación y mediación que le permitan reducir este tipo de conflictos sociales y avanzar en la resolución de problemas. 4. Técnicas de evaluación e intervención ambiental La psicología ambiental, en su desarrollo desde los años sesenta ha ido encontrando muchos puntos de convergencia con las preocupaciones de la PSIS. Como es lógico, la concepción de lo social como una parte del ambiente que rodea a todo individuo, ha permitido a los psicólogos de la intervención social incorporar técnicas y procedimientos desarrollados desde la psicología ambiental que resultan idóneos para su trabajo. Los modelos ecológicos y las técnicas que de ellos han ido derivando, como es el caso de ecología social de Moos, la psicología ecológica de Barker, o la ecología del desarrollo de Bronfenbrenner, han supuesto una fuente importante de recursos para diseñar y programar intervenciones. 5. Técnicas de investigación social Como es lógico, esta metodología encuentra un campo de aplicación importante en la PSIS. Las encuestas, los grupos estructurados, paneles de discusión, el método Delphi, los indicadores sociales, los inventarios de recursos, entre otras muchas técnicas, permiten al profesional de la PSIS cumplir con sus funciones de investigación y evaluación. INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL TEMA 1. FUNCIONES DEL PSICÓLOGO DE PSIS Pilar González Peláez FUNCIONES 1. ATENCIÓN DIRECTA: Esta faceta se comparte de modo general con otros muchos ámbitos de la psicología aplicada en los cuáles el psicólogo interviene directamente con la población objetivo de los servicios para evaluación, orientación y/o solución de problemas. Esta atención directa puede realizarse de formas muy diferentes según se trate de atención directa a individuos, grupos o comunidades. A modo de ejemplo en el primer caso podría tratarse de una valoración u orientación de una persona mayor para una medida de alternativa a la convivencia (residencia de tercera edad, vivienda tutelada, etc.). En el segundo caso, atención grupal, podría ejemplificarse con las intervenciones con grupos de autoayuda, como en el caso de intervenciones con padres con problemas de relación con sus hijos. Finalmente, en el nivel comunitario, podría citarse el trabajo desde programas de prevención de malos tratos a la infancia. 2. ASESORAMIENTO Y CONSULTORÍA: Como uno de los rasgos más distintivos de la intervención social destaca esta función profesional en la cual el psicólogo realiza un trabajo dirigido no al cliente de los servicios, sino al personal o a la dirección de programas o servicios, respecto de su funcionamiento, implementación, opciones alternativas, superación de crisis. Se trata en este caso de una intervención indirecta en la cual el psicólogo de la PSIS intenta obtener un efecto multiplicador al orientar y asesorar a aquellos que están en contacto con la población objetivo. 3. DINAMIZACIÓN COMUNITARIA: Desde el modelo comunitario aparece con fuerza la intervención del psicólogo que persigue una mayor conciencia de comunidad y la dinamización del potencial de recursos que ella encierra. La posibilidad de reconstruir un tejido social más solidario creando flujos de apoyo en la comunidad, la promoción de movimientos asociativos, el impulso a la generación de proyectos nacidos de las propias necesidades de cada comunidad, etc., suponen en la actualidad un tipo de intervención muy relevante en la PSIS. 4. INVESTIGACIÓN: Una función especia