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Academia Auxiliar de Biblioteca Organización espacial y equipamiento de las bibliotecas universitarias Contenido registrado en la Propiedad Intelectual © El uso de este material para copia, distribución o venta está prohibido. Gracias. Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 1. El edifici...
Academia Auxiliar de Biblioteca Organización espacial y equipamiento de las bibliotecas universitarias Contenido registrado en la Propiedad Intelectual © El uso de este material para copia, distribución o venta está prohibido. Gracias. Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 1. El edificio bibliotecario: cuestiones fundamentales La cuestión de planear, concebir y construir un edificio bibliotecario ha preocupado y preocupa sobremanera a las organizaciones internacionales competentes en materia de biblioteca a lo largo de todos los años atrás. La IFLA ha convocado varias grandes reuniones para el estudio de los problemas 1) En 1971, en Lausana, sobre bibliotecas universitarias. 2) En 1973, en Roma, sobre bibliotecas nacionales. 3) En 1977, en Bremen, sobre bibliotecas públicas. 4) En 1980, en Frederiksdal (Dinamarca) sobre el problema general de los espacios interiores y el diseño. No obstante, existen organismos que dan sus propias directrices en cuanto al diseño y construcción, distribución, etc. de la biblioteca y, por su parte, contamos con “Las pautas para edificios de bibliotecas de la IFLA”, publicadas en el año 2007, siempre presentes. Sede de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en la Universidad de Alicante (Foto: Pilar Cortés) Veamos, no obstante, ideas fundamentales para empezar que nos ofrece el maestro Carrión Gútiez, siempre aprovechables: la biblioteca que buscamos es una biblioteca abierta, que busca, ante todo, la comunicación, basada en la flexibilidad, en los espacios abiertos y bien comunicados. a) Nuevas posibilidades han sido ofrecidas por la construcción en esqueleto y la razón doctrinal que se halla como fundamento es la tendencia actual a considerar en la biblioteca como centro de interés al usuario y no a la colección. b) El edificio actual de biblioteca debe ser accesible exterior e interiormente. Exteriormente lo es por razón de su situación en relación con los servicios que debe prestar. En una biblioteca pública la situación debe ser céntrica tanto desde el punto de vista urbanístico como cultural. La accesibilidad exterior supone, además, que el edificio es fácilmente discernible de otros, dotado de una cierta transparencia para el transeúnte y sin grandes dificultades para que la calle llegue a él. La accesibilidad interior supone la claridad tanto en la distribución de espacios como en la orientación interior por medio de señales adecuadas. c) Comodidad entendida como el estudio y aplicación de las menores distancias que hayan de recorrer lectores o bibliotecarios, así como el de las comunicaciones adecuadas para las distancias inevitables. 2 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Vennesla (Noruega) Los edificios de bibliotecas no son siempre solemnes, especialmente con la innovación arquitectónica actual, donde los arquitectos diseñan edificios que sobresalen por sus formas, estructura o decoración. Tal es el caso del edificio creado por Helen & Hard Architects para la Biblioteca Pública de Vennesla, que tiene una estructura de lo más peculiar: tirantes de madera en forma de costillas atraviesan cada lado de la biblioteca de punta a punta uniendo iluminación, asientos y estanterías. Pero, sin duda, hay tres principios que son fundamentales en la concepción de un edificio bibliotecario: Flexibilidad: frente a toda predeterminación espacial del edificio, implica que todo el edificio es igualmente biblioteca; sólo unifica el elemento más exterior, los cerramientos y, dentro de ellos, todos los espacios valen para distintas funciones, distintos usos, distintas instalaciones. Esto supone una distinción entre elementos constructivos, instalaciones fijas y móviles y división de espacios; una construcción modular con posibilidades para conseguir unidades de espacio homogéneas que se basan en la distancia regular de los soportes y en la práctica uniformidad de altura de techos e igualdad de resistencia a la carga; la posibilidad de utilizar en todas partes toda clase de equipos y de materiales propios de los trabajos bibliotecarios; formas uniformes de acoplamiento entre espacios e instalaciones; posibilidad de normalizar el mobiliario y las instalaciones; en resumen, la posibilidad de acomodar futuros procesos de renovación o de ampliación. Biblioteca pública de Usera (Madrid) Correlación: Supone la adecuada distribución relativa de los espacios. De nada sirve disponer de espacios suficientes, si su distribución es funcionalmente desacertada. 3 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Edificio de la Biblioteca Pública del Estado-Biblioteca Provincial ‘Infanta Elena’de Sevilla. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía Extensibilidad: La extensibilidad mira hacia el futuro y supone la posibilidad de crecimiento más o menos ilimitadamente. Es, claro está, característica propia de aquellas bibliotecas cuyo crecimiento se supone continuo o, al menos, es razonablemente previsible. Sólo las bibliotecas nacionales son de crecimiento prácticamente ilimitado. Lo mismo pasa con aquellas bibliotecas universitarias que tengan responsabilidades de conservación o acaso con algunas bibliotecas públicas centrales de gran historia. En el resto de bibliotecas, la mejor manera de prever el futuro es la renovación continua de los fondos y de las técnicas para su tratamiento. Biblioteca Pública de Navarra- Pamplona a) El bibliotecario tiene que proceder a una división general de los espacios, pese a todo, con el fin de situar los distintos servicios y actividades. No es fácil reducir a fórmulas lo que se refiere a bibliotecas nacionales, cada una con su peso histórico y con distinta carga de compromisos nacionales e internacionales, o a los grandes sistemas bibliotecarios de centros de enseñanza superior, muy afectados por la naturaleza del centro a cuyo servicio se hallan. Una biblioteca especializada admite el máximo grado de flexibilidad. Las bibliotecas públicas, de mayor o menor tamaño, las escolares bien dotadas y las centrales universitarias admiten un mayor grado de homogeneidad, tanto si éstas últimas son sólo centrales como si constituyen sin más la biblioteca universitaria. b) Para las bibliotecas públicas y las especiales sirve lo que los norteamericanos aplican a las primeras, al dividir los espacios en 3 zonas fundamentales: 4 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Zona ruidosa o de gran tráfico o caliente Zona intermedia o templada La primera comprendería los servicios de recepción, información y referencia; el préstamo, y el servicio de reproducciones. Ejemplo: Biblioteca de Ingeniería de la Universidad de Sevilla La segunda, la lectura de revistas y de las obras más generales de consulta. Ejemplo: Biblioteca de Geografía e Historia de la Universidad Complutense deMadrid La tercera, la lectura en sala y la utilización de medios audiovisuales. Zona de silencio o fría Pero la división se hace habitualmente por razón de los usuarios, de los servicios o de los fondos. Ejemplo: mediateca de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla 5 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Los distintos aspectos a tener en cuenta a la hora de diseñar una biblioteca dependen de factores como el tipo de biblioteca, el clima, los usuarios reales y potenciales, aspectos económicos… Pero lo principal es que sea un diseño funcional y que sea capaz de ofrecer el mejor servicio posible a los usuarios. Por eso, en el caso de las bibliotecas universitarias -que deben ser un apoyo para las funciones de investigación, docencia y estudio citados en la legislación vigentehay diferencias significativas respecto a otro tipo de bibliotecas, como pueden ser las públicas. Su diseño y desarrollo deben llevarse a cabo de forma siguiendo un plan definido por los diferentes sectores que tienen participación directa en las mismas (bibliotecarios, arquitectos, autoridades de la universidad…) y, para ello, es imprescindible tener documentación de referencia en el que se recojan todos los aspectos del edificio, sus diferentes áreas y su acondicionamiento. En el caso de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, contamos con la inestimable ayuda del documento marco “Espacios y mobiliario en la BUS”, en el que se definen y desarrollan todos los aspectos que vamos a estudiar en este tema. Si bien se ha creado en el contexto de esta biblioteca, puede ser de gran utilidad para otras instituciones, ya que sus recomendaciones se basan en estándares y normas nacionales e internacionales, como la Norma ISO/TR 11219:2012 “Information and documentation - Qualitative conditions and basic statistics for library buildings — Space, function and design”. Recomendamos el estudio de este documento completo de cara a la preparación de esta oposición. 2. Los principios de Faulkner-Brown El arquitecto inglés Harry Faulkner-Brown establece las condiciones que debe asumir todo edificio bibliotecario. Estos principios básicos fueron presentados en 1973 y revisados en 1980: Plano de la Sala de Libre Acceso de la UCM. Fuente: https://biblioteca.ucm.es/cps/ubicacion-de-las-colecciones-en-libre-acceso 1. Flexible: el edificio de una biblioteca tiene que posibilitar el que su distribución, su estructura y sus servicios sean fáciles de ser cambiados y adaptados a nuevas circunstancias cuando estas circunstancias así lo requieran. 6 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 2. Compacto: las partes de ese edificio forman un todo lo suficientemente coordinado y estructurado como para permitir un fácil movimiento, dentro del mismo, de los lectores, del personal y de los libros cuando estos tengan que ser trasladados de un lugar a otro. 3. Accesible: desde la calle se ha de llegar fácilmente a la biblioteca (aparcamientos, escaleras adecuadas y rampas para personas con discapacidad); dentro del edificio, la accesibilidad a los lugares y a los materiales ha de ser cómoda y rápida. 4. Extensible: una biblioteca es un organismo vivo; o crece, o muere. Extensible quiere decir que el edificio ha de estar diseñado de tal manera que pueda crecer (hacia los lados, si hay más suelo edificable; hacia arriba, si se pueden añadir más pisos sobre los previamente construidos; hacia abajo, si hay posibilidad de ocupar nuevos sótanos). 5. Variado en su oferta de espacio a los lectores: el arquitecto y quienes le presentan las bases del proyecto de la futura biblioteca, es decir, los bibliotecarios, han de tener en cuenta la diversidad de espacios que idealmente debe tener cualquier biblioteca (sala de referencia y lectura, hemeroteca, préstamo domiciliario, sala de materiales especiales, colección local, salón de actos, etcétera). 6. Organizado de modo que permita el acercamiento entre libros y lectores; se partiría preferiblemente de una biblioteca abierta, en la que los usuarios lleguen directamente a los materiales y puedan hojearlos (y ojearlos) antes de decidir si les interesa; podríamos hablar también de la organización científica de los diversos catálogos, que posibilite el más cómodo, rápida y adecuado uso por quienes deseen manejarlos. 7. Confortable, cómoda, que invite a su uso, a entrar en la biblioteca y a volver a ella. 8. Seguro: seguridad para el personal, para los usuarios, para los materiales. Adecuados sistemas antirrobo y anti fuego, cortafuegos que aíslen salas, salidas rápidas y en un tiempomínimo, si ello es necesario. 9. Constante en las características de su entorno: las condiciones climáticas (frío, calor, humedad, luminosidad, etcétera) deben ser lo más constantes y adecuadas posibles, de modo que permitan unas condiciones de trabajo seguras, cómodas y eficaces tanto para el personal como para los usuarios y para la colección de materiales. 10. Económico, para no usar excesivos recursos humanos y/o materiales. Algunos de estos principios son principios arquitectónicos comunes a todo tipo de edificios. Por otra parte, alguno de estos principios ha recibido no pocas críticas debido a su ambigüedad y falta de rigor. Está claro que los principios de Faulkner-Brown son muy generales y se les puede achacar de carecer de los detalles indispensables para su aplicación práctica y para su posterior evaluación, pero lo importante son tanto los principios como la interpretación que de ellos se pueda hacer. 3. La distribución general de los espacios Según el principio de flexibilidad debemos conseguir la mayor permeabilidad entre los diversos sectores e incluso entre la biblioteca y la calle, pero lo cierto es que es necesario distribuir el espacio disponible en atención a los servicios que prestará la biblioteca. Esta distribución viene dada, una vez más, por el tipo de biblioteca al que nos refiramos. Existen varias posibilidades y criterios para la diferenciación de espacios en las bibliotecas. A la hora de distribuir el espacio muchos autores recomiendan hacerlo según el tipo de usuarios. Este criterio solo es válido para las bibliotecas públicas, pues es la que verdaderamente tiene distintas clases de usuarios: niños y adultos, presentes y ausentes, etcétera. Los adultos disponen de unos servicios y los niños de otros. 7 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Bebeteca de la Biblioteca Ángel Fernández en Madrid No obstante, conviene recordar las recomendaciones de la IFLA donde se afirma que la separación entre niños y adultos debe reducirse al mínimo. Sin embargo, dentro de la sala general de adultos puede ser interesante, sin forzar una división física, crear una zona juvenil con colecciones agrupadas por centros de interés. También hay que contar con la conveniencia de espacios para investigación, así como la posibilidad de actividades colectivas y culturales, mediante una sala polivalente. En las bibliotecas universitarias solo se diferencian tipos de puestos de lector según el uso, no tanto por categorías. M.F. Bisbrouck propone 5 zonas funcionales para bibliotecas universitarias, que son fácilmente aplicables a bibliotecas públicas: Espacios de entrada. Espacios de consulta/trabajo y puesta a disposición de la documentación. Espacios de búsqueda de información. Espacios para depósitos de libros. Espacios de servicios internos. Zona de trabajo interno de la Biblioteca Politécnica de la UAM: Fuente: https://biblioguias.uam.es/politecnica/espacios/trabajo_interno Hay que contar también con espacios para trabajos técnicos y servicios higiénicos, así como los espacios para las comunicaciones horizontales y verticales. En las bibliotecas pequeñas solo debe haber dos alturas o una, más la entreplanta. En las grandes, no más de cuatro, siendo la última para el personal. La primera con los servicios relacionados con la cultura y la información: recepción, orientación, información, catálogos, control de circulación, préstamo personal, actos colectivos. También es importante que existan espacios para exposiciones, sala de reunión y conferencias, proyección o tertulias, así como puestos audiovisuales. 8 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com La zona de trabajo abarca el espacio para selección y recepción de fondos, de catalogación, restauración y encuadernación, despachos de personal directivo, etc. Estarán en espacios de sótano los talleres, instalaciones de agua, luz, climatización, seguridad, almacenes especiales e independientes para materiales especiales, laboratorios de fotografía, microfilmación o grabación, etc. La asignación de la cantidad de espacio que le corresponderá a cada sector o servicios es necesaria en la biblioteca, aunque su concepción sea abierta y flexible. Sin embargo, no existen normas preceptivas universales, y la misma IFLA en sus Guidelines, donde ofrece orientación y consejo sobre las proporciones y medidas de los diferentes servicios, advierte de la escasa validez universal de las normas cuantitativas. Biblioteca de la Universidad de Zaragoza. Fuente: http://biblioteca.unizar.es/biblioteca-hypatia/hypatia-plano 9 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Además de los problemas derivados del medio socioeconómico donde se inserte la biblioteca, hay que tener en cuenta los que plantea la biblioteca por sí misma: así, las bibliotecas nacionales y especiales no son fácilmente normalizables, mientras que en las escolares y universitarias no es difícil calcular de antemano el número de usuarios y, por supuesto, se conoce qué clase de usuarios son y el tipo de servicios que demandarán. Debe tenerse en cuenta que, además de precisar diferente cantidad de espacio para diferentes servicios, también dentro de los mismos se estiman diferentes necesidades: así, un depósito cerrado necesitará menos espacio, pero más resistencia al peso que uno abierto; el personal directivo necesitará despachos individuales, mientras que el técnico compartirá espacios; las mesas de los lectores, individuales o colectivas, según el tipo de sala a la que vayan destinadas, ocuparán más o menos espacio, etc. Las salas públicas deben diseñarse de modo que puedan vigilarse y atenderse con el menor número de funcionarios. Los tamaños no son fácilmente normalizables, sobre todo en bibliotecas nacionales y especiales. 4. Algunos aspectos clave en el diseño y acondicionamiento de las nuevas bibliotecas La ubicación: En todos los manuales sobre el tema las indicaciones al respecto son claras: hay que conseguir que la biblioteca esté en un sitio céntrico y bien comunicado. El éxito de una biblioteca pública dependerá en buena medida de su facilidad de acceso para la mayoría de la población. La imagen exterior del edificio: Hay edificios que invitan a entrar solo por su aspecto. Una arquitectura que despierte el interés por su contenido y no únicamente por la agresividad de sus formas y que en cierta manera sea una prolongación del paseo por la calle. Aquí se plantea el viejo problema de si es mejor rehabilitar antiguos edificios o construir otros nuevos. Normalmente los edificios rehabilitados solo pueden conservar sus fachadas y algunos elementos decorativos, ya que los problemas de resistencia y de compartimentación de los espacios impiden conservar su estructura primitiva. Y aunque a veces no lo parece, salen mucho más caros. Fachada de la Biblioteca General de la Universidad de Murcia. Fuente: https://www.um.es/web/biblioteca/conoce-biblioteca/biblioteca/puntos-de-servicio Orientación: El edificio debe aprovechar la orientación más favorable a la incidencia del sol, especialmente en las salas de lectura. 10 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Accesos: Por exigencias de control se recomienda, en lo posible, un solo acceso para el público, y éste puede ser compartido con el personal. Si el edificio es muy grande podría tener un segundo acceso, pero esto aumentara los costos de funcionamiento. Para el suministro de equipamiento y dotación bibliográfica se recomienda un acceso directo desde un área de estacionamiento de carga y descarga, que no interfiera con el funcionamiento regular de la biblioteca. Agrupación por áreas: Los criterios para la agrupación de áreas son la accesibilidad del usuario y los niveles de ruido. Según la accesibilidad, la biblioteca pública presenta 3 zonas diferenciadas: zona pública, zona de control y zona privada. En la zona pública se ubican aquellos ambientes de libre acceso público: hall de acceso, información, exposiciones, talleres, usos múltiples, sanitarios y el área de control que lo articula con la zona controlada. En la zona controlada se ubican aquellos ambientes que al contar con colecciones requieren ser resguardados: salas de lectura, general e infantil, estadal, referencia, hemeroteca, mapoteca, fonoteca, sala de proyecciones, información a la comunidad, etcétera. Hemeroteca de la Biblioteca del Estado Pública Provincial (Cádiz). Fuente: https://www.bibliotecasdeandalucia.es/web/biblioteca-del-estado-publicaprovincial-de-cadiz/hemeroteca En la zona privada se ubican aquellos ambientes de apoyo como oficinas, procesos técnicos,depósitos, descanso, comedor, sanitarios del personal, etc. 11 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Por razones funcionales se recomienda que los elementos de referencia como catálogos, terminales y control depréstamo circulante se localicen próximos al hall de acceso. Proceso técnico del Servicio de cartografía de la BNE Ruidos: Por los niveles de ruido podemos considerar tres categorías de ambientes: generadores de ruido, moderados y silenciosos. Los ambientes generadores de ruido son los de usos múltiples, talleres, sala infantil, lectura informal, prensa diaria, hall de acceso. Entre los ambientes moderados se pueden considerar las oficinas, depósitos, control de acceso, información y préstamo circulante, exposición, sanitarios, fonoteca, reprografía e información a la comunidad. Las categorías más silenciosas son referencia, las salas de lectura, sala estatal, mapoteca y proyección. Podemos encontrar varios ejemplos en los que los bibliotecarios quieren sensibilizar a los usuarios en cuanto al ruido en la biblioteca. Flujos de circulación: En una biblioteca (aquí nos referimos a las biblioteca públicas) se producen cuatro flujos de circulación importantes a considerar en el funcionamiento de los servicios: el de los usuarios, que puede diferenciarse en infantil y general. el de los empleados. el de las colecciones. y el del material (del tipo que sea). 12 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com El acceso de los niños debe ser directo al área infantil a objeto de no perturbar las otras actividades; se recomienda que esta área tenga visuales a los servicios para que el niño se familiarice con todos los ambientes de la biblioteca. La circulación general debe permitir el acceso a cada área de servicio sin ocasionar conflictos en ellos. El flujo de circulación de los empleados puede ser similar al flujo del usuario en las áreas públicas o controladas y específico en las áreas privadas. El flujo de materiales de todo tipo y dotaciones debe ser analizado en el proyecto, pues en la biblioteca pública las colecciones son un importante factor: un libro accede, se ordena, cataloga, se ubica en la estantería correspondiente, se exhibe, se usa en sala, se presta al exterior del edificio y se recupera. Toda esta dinámica se desarrolla primero en las áreas privadas y, posteriormente, en las públicas y controladas. Acondicionamiento ambiental: El acondicionamiento ambiental de una biblioteca debe optimizar el aprovechamiento de las condiciones naturales de iluminación, ventilación y acústica, al mismo tiempo que debe considerar los equipos necesarios para garantizar no solo el confort del usuario, sino la óptima ambientación para la conservación de las colecciones. Los requerimientos de confort ambiental cuentan con normativas y recomendaciones derivadas de la experiencia en el desarrollo y uso de estas edificaciones. Iluminación: La luz es un elemento clave que puede cambiar totalmente el aspecto y el confort de una biblioteca. La iluminación debe ser prevista en función de las actividades que se realizan en cada espacio: lectura, audición, administración, exposición, etcétera. Los lucernarios y fachadas totalmente de vidrio, tan comunes en países nórdicos, pueden llegar a crear un clima insoportable en un país mediterráneo. La orientación de las zonas con cristales, las cornisas y todos aquellos elementos que impidan la irradiación directa, pero dejen pasar la luz, son indispensables para el correcto funcionamiento de los edificios. Biblioteca Pública Provincial Infanta Elena de Sevilla.Fuente: https://www.cruzyortiz.com/reflexiones-sobre-la-biblioteca-publica-provincial-infanta-elena-desevilla/ 13 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com La lectura es la actividad que más nivel lumínico necesita. Es necesario procurar que las fuentes de luz natural o artificial estén ubicadas cenitalmente para lograr una mejor iluminación sobre el plano de la lectura. Cuando la iluminación natural no es suficiente, debe garantizarse el confort lumínico a través del uso complementario de iluminación artificial. Para la dotación de iluminación artificial es recomendable el uso de lámparas fluorescentes. Si el criterio es lograr una iluminación uniforme, se pueden emplear cielos rasos luminosos. Es deseable la utilización de luz natural, pero debe evitarse la incidencia directa de los rayos solares sobre los materiales bibliográficos y no bibliográficos, los lectores o el personal. Ventilación y temperatura: Todos los ambientes de una biblioteca, especialmente las salas de lectura deben ser térmicamente confortables. En el caso de localidades excesivamente calurosas y solamente cuando sea imposible lograr niveles aceptables de temperatura mediante la disposición de las aberturas de la edificación, creación de microclimas, etc., debe recurrirse a sistemas mecánicos de enfriamiento y ventilación. La temperatura interior debe oscilar entre los 19 y 24 grados centígrados. Las aberturas o ventanas deben ubicarse de tal forma que se establezca la ventilación cruzada en cada uno de los ambientes. Las ventanas y otros elementos de ventilación natural deben serestudiados de manera que se pueda controlar la circulación del aire. Además, debe evitar la posible entrada de agua, sol, polvo u otros contaminantes atmosféricos, además de insectos y alimañas, por el deterioro que ocasionan a las colecciones. Cuando se usan ventiladores para ayudar a mantener el confort térmico de una sala de lectura y éstos se coloquen en el techo, debe cuidarse que no queden debajo de la fuente de luz artificial para evitar la intermitencia de la iluminación sobre el plano de lectura. Debe procurarse también que la velocidad de operación de éstos sea graduable y así evitar que se produzcan corrientes de aire molestas. La renovación de aire estimada para lograr los niveles deseados es de 20 veces por hora. Se debe poner un especial énfasis en dotar la edificación con un sistema adecuado de deshumificación, pues mantener baja la humedad relativa del aire puede crear un ambiente más confortable, aunque no se logre bajar significativamente la temperatura interior, además de ofrecer mejores condiciones de preservación de las colecciones. Los medios húmedos y cálidos son más propicios para la proliferación de hongos y otros elementos inconvenientes. Podemos consultar las “Normas de uso y conservación de los fondos antiguos y valiosos” de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, para darnos cuenta lo importante que es el estudio y predicción de la temperatura en las bibliotecas para custodiar correctamente las colecciones. Se puede acceder a dicho documento en el siguiente enlace: https://bib.us.es/conocenos/estrategia/normativa/fondo 14 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Acústica: La palabra "biblioteca" tradicionalmente ha estado asociada a la idea de tranquilidad; por tanto, las características del medio que normalmente le rodea requiere previsiones especificas en este aspecto del diseño. La zonificación y el emplazamiento se estudiarán para preservarla de los ruidos externos, considerando especialmente la ubicación de los espacios de lectura en las zonas más silenciosas del conjunto. La dinámica de algunas actividades propias de la biblioteca exige previsiones de control acústico interno, a fin de no perturbar las actividades que requieran mayor tranquilidad. Para ello se recomienda agrupar los espacios donde se realizan actividades de naturaleza similar: salas de lectura, talleres, oficinas, etcétera. En caso de contar con varias plantas se recomienda ubicar en pisos bajos las actividades más generadoras de ruido y tráfico. Es recomendable utilizar mobiliario o cerramiento adecuados para el aislamiento del sonido dentro de un mismo espacio, tales como cubículos, cabinas, etcétera, así como utilizar materiales adecuados en revestimiento y acabados internos, como alfombras, tela, corcho, plafones acústicos, etcétera en pisos, paredes y techos. Los espacios tales como auditorio, salón de usos múltiples, salas audiovisuales, fonoteca, etc., exigen un tratamiento acústico específico. Para obtener un mayor conocimiento sobre la acústica en el ámbito bibliotecario recomendamos la lectura de las conclusiones del trabajo de Bertran Ramos, Sergi: “Análisis y evaluación de la percepción del confort acústico en bibliotecas”. Estructura: La elección de los módulos estructurales de la edificación debe hacerse en función de los espacios que cubrirán: se recomienda el uso de grandes zonas estructurales, para las zonas públicas y controladas, pudiendo la zona privada resolverse con zonas estructurales de menor magnitud. Es decir, las distancias entre soportes o columnas, puede ser mayor en las salas de uso público y menor en oficinas o similares. Cuando se utilicen entrepisos para ubicar las colecciones, la estructura debe contemplar sobrecargas mayores a las usuales. Conviene recordar el principio de flexibilidad a la hora de tener en cuenta la estructura del edificio. Suprimir las barreras arquitectónicas: La biblioteca debe ser accesible a la totalidad de sus usuarios potenciales. Personas con discapacidad, pero también gente anciana o una madre con un cochecito de bebé, deben poder circular sin problemas por toda la biblioteca.Por tanto, deben eliminarse los desniveles, peldaños y todos aquellos obstáculos que impiden a las personas con diversidad funcional acceder a una parte de los servicios. Cualquier edificio de dos o más plantas debería estar dotado de ascensor y los accesos y zonas de paso deberían estar contiguos a los del resto de los usuarios (evitando así entradas especiales). 5. Instalaciones Las instalaciones en una biblioteca moderna pueden ser muy complejas y van desde la calefacción a los sistemas de detección de robos, de la señalización a los sistemas electrónicosde acceso a la información. 15 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Atendiendo a sus funciones, podemos clasificarlos de la siguiente forma: Sistema de señales y orientación al lector: Se encuentra a mitad de camino entre muebles e instalaciones. Su situación, clases, diseño, etcétera, son tareas de profesionales que no conviene dejar en manos de aficionados. La economía y la armonía recomiendan que los estudios sean colectivos y procedan de órganos centralizados. Hay varios estudios sobre la señalización, sobre todo en bibliotecas escolares. Dibujos o pictogramas para representar las subclases de la CDU en bibliotecas escolares. Señalización de la mediateca escolar en Navarra Iluminación: Se trata de un aspecto de gran importancia por afectar no sólo a la construcción del edificio, sino hasta la elección de mobiliario. Las tendencias actuales se inclinan a preferir la iluminación colectiva sobre la individual (500 luxes para los lectores y 300 en zona de estanterías), la luz fluorescente, grado de incidencia calculado para que la luz no moleste, recubrimiento mate de las mesas e impedir la entrada directa de luz solar. 16 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Protección: Las primeras medidas de protección se encuentran en la instalación y distribución adecuada de las redes de agua, electricidad, calefacción, alcantarillado, etcétera. Inmediatamente le siguen las medidas preventivas: contra el robo (alarmas, detectores electrónicos, etc.); contra incendios (detectores de calor o humo) y filtraciones, entre otros. Aislamiento: Teniendo en cuenta las características de los fondos almacenados en las bibliotecas, así como las funciones que en ella se realizan, parece evidente señalar la necesidad de elementos de aislamiento, que proporcionen una defensa contra el ruido, los cambios climatológicos y, si es posible, la contaminación ambiental. Los sistemas de aislamiento actualmente en el mercado son múltiples y variados. A la hora de su elección se tendrá en cuenta qué y a quién deberán proteger y contra qué, y procurar que no sean causa de otros problemas más graves: así, los sistemas de aislamiento deberán ser ignífugos, neutros y naturales. Transporte: El transporte puede establecerse de forma mecánica o automática, y suponer movimientos verticales -los más frecuentes- u horizontales. Existen multitud de sistemas, de los más simples a los más sofisticados: estos últimos suponen ahorro de personal y tiempo, pero su extrema complejidad y costo los hacen de difícil implantación. Los sistemas de transporte suelen plantear problemas de mantenimiento y conservación. Otras instalaciones: Además de las mencionadas, existen una larga serie de instalaciones en la biblioteca, tales como las de guardarropa y consigna, encuadernación y reparación, talleres de imprenta, depósitos compactos o semicompactos, etc. Los sistemas antihurto: Sistemas antihurto por etiquetado: Las etiquetas inteligentes son diseñadas a prueba de fallas y resisten tanto las temperaturas extremas como el polvo y la humedad; con respecto a sus aplicaciones, decimos que son muy variadas ya que no sólo se emplean para controlar el producto, sino también para su recepción, distribución y posterior administración. Sistemas antihurto para bibliotecas de radiofrecuencia: Los sistemas antihurto para bibliotecas de radiofrecuencia pueden ser de dos, tres o cuatro antenas proveyendo una atractiva apariencia con bajo perfil; todos los modelos son perfectos para negocios de moda, supermercados, tiendas convencionales y demás negocios. Estos dispositivos detectan las etiquetas tridimensionales que son extraídas del lugar sin ser remuneradas o certificadas; como ventaja, decimos que los sistemas actuales cancelan las falsas alarmas haciendo que el trabajo sea mucho menos tedioso. 17 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Los sistemas antihurto para bibliotecas se comercializan junto con los desactivadores de etiquetas; una vez que el cliente abona el producto o es autorizado a llevarse un libro del recinto, entonces el encargado deberá deshabilitar la etiqueta antihurto que se encuentra en el libro o producto para que la alarma no se dispare al cruzar las antenas o los arcos. Las etiquetas son muy variadas: algunas son plásticas y otras están hechas a base de papel laminado, el cual debe pasar por un desactivador especial que “gasta” el código de barras para evitar que la alarma se dispare. CCTV: También contamos con lo que se conoce como CCTV (Circuito Cerrado de Televisión), con este equipo de alarmas y sensores lo que se trata de lograr es proteger tanto a los productos comoa las personas; a su vez, se obtiene un gran caudal de ventajas tales como la perfección de los servicios, los excelentes controles internos y demás beneficios. Este sistema antihurto para bibliotecas contiene cámaras visibles y ocultas, grabadoras digitales, control de iluminación, sistemas de localización y sensores de movimiento. Control de acceso: Dentro de los dispositivos antihurto para bibliotecas tenemos un modelo muy popular y efectivo denominado “control de acceso”; esta posibilidad ha sido manejada también por muchas empresas de renombre debido a la necesidad de auditoría y recolección de datos para así lograr orden. 6. Equipamientos Comprende una larga serie de elementos, fundamentales unos y complementarios otros. Es imposible no sólo dar datos sobre medidas y proporciones, sino incluso enumerar todos los elementos que forman parte del mobiliario de una biblioteca (tampoco es el objetivo del artículo). Entre los elementos fundamentales, no obstante, se puede señalar los siguientes: Estanterías: Sirven para almacenar libros y revistas, para su exposición, para crear espacios y hasta para orientar al lector. Incluyen también el equipo necesario para su utilización -sujetalibros, banderolas, etc.-, y pueden presentarse en diversas formas -compactas, no compactas, murales, de distinta altura, etc.). La elección del tipo de estantería se hará en función del empleo a la que se la destine y del lugar que vaya a ocupar en la biblioteca. Pueden ser de madera o metal, aunque este último parece imponerse. Estanterías Biblioteca del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza(Madrid) 18 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Armarios, archivadores y vitrinas: Cumplen la misma función que las estanterías para las obras de características físicas diferentes a los libros (mapas, revistas, estampas, etc.) Las vitrinas dotadas de medidas de seguridad (contra robo, sequedad, etc.), deben utilizarse para las exposiciones temporales y para la guarda de materiales selectos y preciosos, cuyo valor cultural se cumple más en la contemplación que en la consulta. Biblioteca de Psicología de la UAM. Fuente: https://www.uam.es/uam/vida-uam/bibliotecas/biblioteca-psicologia/homenaje-profesores Ficheros: Ha sido un mueble imprescindible de trabajo hasta la automatización total y definitiva de las bibliotecas. Deben ser móviles y modulables, dotados de portaetiquetas y otros materiales auxiliares. Hoy en día se encuentran en desuso. Mesas y sillas: Las mesas pueden ser individuales y colectivas; para funciones especiales que requieran un especial aislamiento existen los carrels y pupitres. Las mesas colectivas ahorran espacio y dinero, pero no son siempre lo más indicado para las bibliotecas. Conviene distinguir el tipo de mesa utilizada para la consulta de material de referencia o para la lectura en sala u otras funciones, de las utilizadas por el personal de la biblioteca. Las sillas habitualmente se suponen acolchadas y son aconsejables las giratoriascon ruedas para el personal de la biblioteca. Los servicios técnicos tienen sus propias exigencias y su propio mobiliario. Mostradores: Son elementos de conjunción entre usuarios y bibliotecarios y actualmente su función es más de información que de vigilancia. La altura de los mismos es variable y sus funciones pueden ser múltiples, desde un pequeño almacén provisional de los documentos devueltos hasta oficina múltiple de información, consulta y préstamo. 19 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Mostrador de préstamo de la Biblioteca de Centros de la Salud de la Universidad de Sevilla. Fuente: https://bib.us.es/utiliza_la_biblioteca/prestamo/reservas Carros de transporte de fondos: Imprescindibles en las bibliotecas, facilitan el transporte de documentos y la circulación de los mismos entre los depósitos y los usuarios. Han de ser cómodos, robustos, seguros y silenciosos. Otros tipos de muebles: Son los del guardarropa, cafetería, lugares de descanso, etc. y pertenecen a la dotación ordinaria de cualquier edificio de uso colectivo. 20