Estado Moderno. Antiguo y Nuevo Régimen PDF
Document Details
Uploaded by SpectacularHeliotrope8535
Centro de Estudios Preuniversitarios (CEPU)
Tags
Related
- Apunte de TE Completo PDF
- Guía de Estudio: El Surgimiento del Estado Absolutista y el Estado Moderno PDF
- Guía de Estudio: El Surgimiento del Estado Absolutista y el Estado Moderno PDF
- Apuntes: Nacimiento del Estado Moderno - PDF
- El Estado - Luis Claudio Cervantes Liñan, Jesus Antonio Rivera Oré PDF
- Guía EGEL PDF
Summary
Este documento analiza el estado moderno y la evolución de las sociedades desde el antiguo régimen hasta la época actual, destacando los cambios en las estructuras políticas y sociales, las transformaciones territoriales y poblacionales, así como la coerción ejercida por los gobiernos. También profundiza en el concepto de la voluntad general y el contrato social.
Full Transcript
PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD Estado moderno. Antiguo y nuevo régimen Los Estados modernos, por lo menos del tipo constitucional y democrático, no siempre existieron. Son producto de cambios y transformaciones en las formas de cómo las sociedades se organizaban y por...
PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD Estado moderno. Antiguo y nuevo régimen Los Estados modernos, por lo menos del tipo constitucional y democrático, no siempre existieron. Son producto de cambios y transformaciones en las formas de cómo las sociedades se organizaban y por qué lo hacían de esa forma. En el año 1000 d.C. (Tilly, 1992, p. 85), existían una serie de estructuras políticas y sociales menores como principados, ducados, obispados, abadías, entre otras formas de organización. Si bien existían imperios (como el otomano) o grandes reinos (como el danés), la fragmentación en su interior era amplia. También existieron límites geográficos reconocidos entre estos Estados, pero la idea de soberanía no se había aún desarrollado. Las fronteras eran, por así decirlo, permeables. Existían continuas movilizaciones y enfrentamientos entre los señoríos que las administraban, donde los ejércitos privados determinaban las posibilidades de invasión (o de repelerla). Los Estados más débiles eran aquellos que no podían sostener sus fronteras libres de intrusos, al no contar con la suficiente fuerza militar. Durante un periodo de mil años, los Estados tuvieron transformaciones importantes: i) su extensión territorial; ii) la cantidad de población que tenían; iii) la urbanización de la población asentada; y iv) el número de Estados políticamente reconocidos (Tilly, 1992). Para el año 1000 d.C. existieron pequeños “Estados” u organizaciones políticas territoriales, con poblaciones reducidas, con pequeñas extensiones de territorio y fronteras muy permeables (difíciles de defender); en cambio, para 1990 existían pocos Estados (25-28); con territorios amplios y soberanos, una mayor cantidad de población1 y una mayor urbanización (la cantidad de ciudades incrementó dramáticamente). ¿A qué se debió este cambio? A factores políticos y económicos. 1.- Los Estados y la Coerción En primer lugar, los Estados comenzaron a ejercer coerción sobre la población para mantener el orden interno y prevenir amenazas externas. El pueblo debió 1 Mientras que en 990 d.C. la población europea rondaba los 80 millones, para 1990 oscilaba en 600 millones. CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD reconocer que solo el Estado posee el uso legítimo de la fuerza para salvaguardar el orden. Por ejemplo, durante el medioevo era sencillo conseguir armas y desarrollar acciones de guerra, sea entre Estados, ciudades o poblados (incluso familias). Los Estados modernos, por el contrario, fuerzan a sus pobladores a entregar sus armas, y ser sujetos de castigo, si no cumplen con las normas establecidas. Esta capacidad de ejercer coerción (o fuerza), dentro de los nuevos Estados nación, se dividió en dos partes: para temas internos, las fuerzas policiales; para temas externos, las fuerzas armadas. Ambas fuerzas lograron profesionalizarse, convirtiéndose en oficios, con base educativa y suscribiéndose a una lógica salarial (reciben pagos por sus labores). Este ejercicio legítimo de la fuerza2, fue un proceso que consistió en lograr desarmar a la población gobernada. Era común tener armas, como herramientas privadas, en los hogares y establecimientos donde habitaban las personas. ¿Cómo lograron el cometido de desarmar a esta población? Hubo un cambio de mentalidad. Se extendió la convicción de que tener un arma era poco práctico e incluso un acto criminal. De hecho, se formularon leyes que ejercieron presión sobre la tenencia de armas (Tilly, 1992). Esto se logró mediante pequeños pasos: la prohibición de los duelos; el control de la producción de las armas; permisos para portar armas privadas; y prohibiciones sobre portarlas en la vía pública. El uso de armas privadas, antes de las prohibiciones, se hacía con cierta cotidianeidad. Su disminución y erradicación — salvo por casos como los de EE.UU.— tuvo un efecto importante: se mitigó la posibilidad de morir violentamente a manos de algún otro ciudadano, en tanto que la única entidad capaz de ejercer violencia era el Estado. El filósofo Thomas Hobbes dejó las bases de una nueva forma de entender la relación con el Estado. La autoridad del Rey es legítima por un acuerdo tácito (contrato social) que existe entre los miembros de la sociedad. Hobbes propone imaginar una situación ficticia (estado de naturaleza) en la que está ausente el Estado. La naturaleza egoísta de los seres humanos tendría la mayor libertad de 2 Se apoya en un marco legal y es percibido como “normal” por la población que habita en el Estado (Dahl, 1989). CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD hacer todo lo posible para sobrevivir. Ese escenario sería intolerable y los seres humanos, individualistas pero racionales, llegarían al acuerdo de erigir una autoridad (Estado) que vele por su seguridad. A cambio, los seres humanos, reconociendo ese poder, se limitarían a actuar dentro del marco de la ley. Este contrato social no es histórico, nunca ha existido. Es un acuerdo tácito entre los miembros de una sociedad que reconoce la necesidad de la ley. 2.- Los Estados y el capital: las ciudades En segundo lugar, las ciudades comenzaron a crecer y, por lo tanto, aumentó el capital (Tilly, 1992). El sistema de ciudades se comenzó a expandir —en Europa— después de 1492 (con la conquista y colonización de América). Era común, antes de ese tiempo, que las ciudades no tuvieran más de 10,000 habitantes. Durante el medioevo éstas se encontraban dispersas, pero mantenían un comercio continuo, permitiendo que el capital y los productos se intercambien. Con el paso del tiempo, en las ciudades se establecieron comerciantes con mucho poder financiero, que facilitaron varias cosas a los soberanos con quienes se relacionaban. Desarrollaron, por ejemplo, circuitos comerciales entre el campo y la ciudad, permitiendo que los gobernantes extendieran su dominio (mediante impuestos a la producción agrícola). También se logró evadir a los señores feudales, que habitaban estos reinos y muchas veces socavaban el poder de los gobernantes. Ya no se recurría a estos señores feudales para acceder a la producción del campo, sino que se iba directamente con los productores. Junto a esto, los gobernantes también vieron la posibilidad de incrementar su poder militar. La población rural se convertiría en parte del ejército, profesionalizándose y con mayor poderío armamentístico. Si bien la cantidad de población viviendo en ciudades aún era baja bien entrado el s. XIX, sí existió un crecimiento poblacional y un proceso de urbanización de todas maneras. Para el año 990 solo 5% de la población total residía en ciudades; para 1490, 6%; para 1790, 10%. Sin embargo, Para 1890, ese porcentaje aumentó hasta 30%; y para 1990 (junto al siglo XXI), más del 60% de la población total de Europa vivía en ciudades (Tilly, 1992, p. 85). CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD 3.- Los nuevos Estados El surgimiento del Estado-Nación se comienza a desarrollar con la firma del tratado conocido como la Paz de Westfalia, tras la Guerra de Treinta años, conflicto que se desarrolló entre los reinos católicos y protestantes del Sacro Imperio Romano Germánico, donde se disputaría la transición hacia la modernidad y la transformación de los Estados. La finalización del conflicto se logró con la firma de estos tratados que establecieron una nueva forma de vincular la población con su Estado. Las luchas religiosas -que originalmente motivaron este conflicto- se convirtieron en luchas nacionalistas: ya no se moría por Dios, sino por la patria. Este cambio tiene un efecto psicológico enorme y da pie a una serie de medidas para afianzar ese “amor” por la patria. El sistema educativo, como el servicio militar, sirvieron a este propósito. Junto con este elemento nacionalista, se da también importancia a la soberanía de los Estados. Este concepto se vuelve cada vez más importante, en tanto que incentivará la profesionalización de los ejércitos y las mejoras en la maquinaria de guerra. Con este nuevo cuerpo militar forjado cada Estado acrecentaba sus capacidades de defensa o disuadía un ataque de posibles adversarios. Por otra parte, el capital también jugó un rol importante en la creación de los Estados como manipuladores de la coerción. Librar una guerra cuesta dinero, en tanto una persona particular podría tener una espada, pero no podría tener un portaviones. La especialización y avance tecnológico de la guerra, fomentó una serie de organismos que permitieron a los Estados acumular capital que permitiese sostener la capacidad de coerción, tanto hacia dentro como hacia afuera de su territorio. La relación entre ciudades y Estados influyó, y motivó una forma diferente de asociación entre gobernantes y gobernados. El aumento poblacional ocasionó también un problema mayor para el control de los capitales y el territorio: al aumentar el número de habitantes, los gobernantes se vieron en la necesidad de negociar con ellos, sobre nuevas necesidades y atribuciones. Un ejemplo de lo que significó una mala negociación con el pueblo y la falta de control del gobernante sería la Revolución Francesa. CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD 4.- Revolución Francesa Antecedentes intelectuales: La Ilustración La Ilustración puede ser entendida de tres maneras: como un movimiento político, como un movimiento intelectual y como un momento histórico. Como un movimiento político, puesto que los ilustrados eran fundamentalmente miembros de la clase burguesa interesados en obtener el poder político que le podrían arrebatar al absolutismo. Como movimiento intelectual, debido al impacto cultural del desarrollo científico y técnico de la segunda mitad del siglo XVIII, que despertaba ideas como libertad de investigación, progreso histórico y crítica de la tradición. Como un momento histórico, queda mejor explicado en las palabras del filósofo Immanuel Kant: “La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad” (Kant, 2009, p. 17); queriendo decir con ello que durante la historia el hombre se caracterizó por ser solo súbdito de una autoridad, pero ahora en la Ilustración tiene la oportunidad de ejercer su razón y hacerse ciudadano libre y autónomo. La Ilustración no fue un fenómeno exclusivamente francés. Tuvo representantes en Inglaterra, Escocia, España, Alemania, Italia, Holanda y Polonia. Pero Francia reviste de cierta importancia por haber sido más influyente. Como señalara el historiador Eric Hobsbawm, Francia moldeó el pensamiento político del siglo XIX como Inglaterra moldeó su economía (2009, p.61). La transición del siglo XVIII al siglo XIX estuvo caracterizada por cambios tecnológicos, económicos, políticos y sociales. La sensación de una significativa transformación histórica estaba presente. La Ilustración se caracterizó precisamente por el optimismo y la confianza en un futuro mejor. Si la industrialización podía hacer la vida humana más fácil, había que promover la investigación científica y combatir los intentos de censura. Pero la industrialización estaba asociada al ascenso de la clase burguesa, la cual también reclamaba mayor liberalización del comercio. Las nociones de libertad que se defendían en la época eran de carácter económico y político. Ya no había lugar para la Monarquía absoluta. Algunos ilustrados moderados proponían una Monarquía constitucional, otros más radicales proponían la República como nuevo régimen. CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD Jean Jacques Rousseau fue un ilustrado peculiar que, a diferencia de otros, no compartía su visión de progreso. Sostenía que el paso de la vida primitiva a la civilización no fue positivo. Es en la civilización donde el hombre ha conocido males como la guerra, la explotación, la miseria, la delincuencia, etc. En cambio, en la vida primitiva, el hombre carecía de vicios, prejuicios y predisposición a hacer daño. En esas circunstancias el hombre era inocente, ingenuo, un buen salvaje. Sin embargo, ya no nos encontramos en esas circunstancias. Ahora existe civilización y no se puede pensar en un retorno a los tiempos primitivos. Rousseau considera que la libertad e igualdad naturales de las que gozaban los hombres pueden ser reinstauradas en la civilización, pero bajo nuevos términos. En su obra, El contrato social, Rousseau entiende que la legitimidad de un gobierno no proviene de la mera obediencia al Rey. La fuerza no genera legitimidad sino el consenso. Para Rousseau la autoridad del gobierno es legítima en la medida que el Estado es la expresión de la voluntad general de los hombres. Esta voluntad general no es de la mayoría sino de la totalidad, es indivisible. Para Hobbes el contrato social era el acuerdo de los miembros de la sociedad para entregar al Rey el derecho a ejercer fuerza (monarquía absoluta) para poner orden en la sociedad. Para Rousseau el contrato social es el acuerdo de la totalidad, pensando en el bien común, en la formación de un cuerpo político-social, de un Estado que no está separado de la sociedad, sino que es la expresión de su voluntad general (República). Para Hobbes la soberanía del Estado reside en el gobierno, para Rousseau reside en el pueblo mismo. Voltaire fue un defensor de la tolerancia religiosa. Una de sus obras más importantes fue el Tratado sobre la tolerancia. En la medida que nadie tiene la certeza de conocer los planes de Dios o la naturaleza del alma, lo más prudente es respetar las diferentes creencias religiosas. Por lo contrario, la intolerancia está en el empeño de imponer certezas personales y, por lo tanto, está asociada a la tiranía. La historia de la intolerancia está teñida de guerra y muerte. Debemos emerger de esa tragedia perdonándonos y tolerando nuestras diferencias. Contexto histórico: Crisis económica, política y social en Francia A fines del siglo XVIII Francia experimentaría un proceso social y político, cuyos efectos se sentirían en todo Europa. El concepto de revolución, proveniente de la Astronomía y que denota la trayectoria orbital de un astro, paso a significar el CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD cambio radical de un orden social; pero un cambio que es percibido no solo por una élite académica sino por la población general, como si todos fueran testigos directos del cambio histórico (Briggs y Clavin, 1997, p. 12) Durante la Baja Edad Media (siglos XIV y XV) las ciudades experimentaron un importante crecimiento gracias al comercio y la manufactura. Los barrios formados alrededor de un mercado fueron conocidos como burgos y sus habitantes como burgueses. Pero la burguesía era más que un grupo humano establecido en un lugar. No pertenecían a la nobleza, ni al clero ni al campesinado. Por su actividad económica (mercantil, comercial, artesanal, manufacturera, artes liberales) no tenían un lugar dentro del orden jerárquico feudal. Poco a poco, ingresando a la modernidad, la burguesía se iría convirtiendo en una clase social importante y sólida. La consolidación económica de esta clase iba de la mano con el desmoronamiento del antiguo orden feudal y la transición a una economía capitalista. Las burguesías europeas fueron creciendo y en Francia la burguesía apoyó económicamente la concentración de poder de Luis XIV. Al mismo tiempo la monarquía absoluta retornaba el favor con políticas proteccionistas para las actividades mercantilistas. Sin embargo, el permanente crecimiento de esta clase social requería la modernización del sistema económico; esto es, el paso del trabajo servil premoderno en el campo al trabajo asalariado moderno en la ciudad. La burguesía fue consolidando poder económico y era una cuestión de tiempo para que aspirara a uno de carácter político. La expansión del mercado exigía mayor mano de obra en la industria, pero los trabajadores se encontraban en el campo atados a relaciones de servidumbre. Para la burguesía era una necesidad la transformación del campesino en obrero asalariado. La confluencia de los procesos de industrialización, modernización del trabajo, liberación de la servidumbre y crecimiento de la clase burguesa asentó una visión del progreso histórico como un proceso emancipatorio. El sistema político imperante -luego denominado Antiguo Régimen- se fue entendiendo como obsoleto, carente de vigencia. Había que modernizar la economía, pero también la política y las ideas que afianzaran un Nuevo Régimen. En ese contexto tomó forma el movimiento de la Ilustración. Las circunstancias económicas de Francia no eran las más favorables. La deuda pública había crecido, junto con el desempleo y los precios de los alimentos. Pero CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU) PRE CAYETANO | CULTURA Y SOCIEDAD no todos eran igualmente afectados. La sociedad francesa se componía de tres estamentos. El primer Estado se conformaba del alto clero de la Iglesia católica; que representando el 1 % de la población nacional poseía el 10 % de las tierras. El segundo Estado se conformaba de la nobleza; que abarcaba el 2 % de la población nacional. El resto de la población conformaba el tercer Estado; que incluía a la burguesía, los trabajadores manufactureros y los campesinos, y se caracterizaba por no tener privilegios jurídicos ni exoneraciones tributarias. Sucedía que el tercer Estado terminaba sosteniendo la economía del país con sus impuestos, dado que el primer y el segundo Estado se resistían a ceder sus privilegios aristocráticos y pagar impuestos también. El problema en Francia no era solo la pobreza y la crisis económica sino la marcada desigualdad. Era cuestión de tiempo para que estallara una revolución. Hubo propuestas de reforma del sistema fiscal para que el clero y la nobleza también paguen impuestos. Las recomendaciones de ministros como Turgot, Necker, Calonne y Brienne fueron desestimadas y estos fueron destituidos. Ante esta resistencia el ministro Necker pidió al rey Luis XVI que convoque los Estados Generales. Bibliografía Briggs, Asa y Clavin, Patricia. (1997). Historia contemporánea de Europa (1789- 1989) Barcelona: Crítica. Dahl, Robert. (1989). La democracia y sus críticos. Barcelona: Paidós. Hobbsbawn, Eric. (2009). La era de la revolución (1789-1848). Buenos Aires: Crítica. Kant, Immanuel. “Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?”, en: I. Kant y otros. ¿Qué es Ilustración? (2009). Madrid: Tecnos. Tilly, Charles. (1992). Coerción, Capital y Estados Europeos, 990-1990. Madrid: Alianza Editorial. CENTRO DE ESTUDIOS PREUNIVERSITARIOS (CEPU)