Guía de Aprendizaje Módulo I PDF 2021
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This document is a learning guide about didactic resources in the teaching-learning process for 2021. It includes sections on the introduction, content, classification of didactic resources, and more. It's a detailed and comprehensive manual.
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LOS RECURSOS DIDÁCTICOS EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE CONTENIDO INTRODUCCIÓN 1 Aspectos conceptuales de los recursos didácticos: función y selección…………………………………2 1.1 Generalidades y concepto de los recursos de aprendizaje……………………………...
LOS RECURSOS DIDÁCTICOS EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE CONTENIDO INTRODUCCIÓN 1 Aspectos conceptuales de los recursos didácticos: función y selección…………………………………2 1.1 Generalidades y concepto de los recursos de aprendizaje………………………………………………..2 1.1.1 Noción de los recursos desde la perspectiva docente…………………………………………….………3 1.2 Funciones de los recursos didácticos…………………………………………………………………………….…..5 1.3 Selección de recursos didácticos………………………………………………………………………………….……6 2 Uso de los recursos didácticos…………………………………………………………………………………………….8 2.1 Posibilidades didácticas de los recursos educativos…………………………………………..……………11 2.2 Aspectos técnicos de los recursos educativos…………………………………………………..…………….13 3 Clasificación de recursos didácticos…………………………………………………………………………………..14 3.1 Tipos de materiales educativos……………………………………………………………………………………….15 3.1.1 Recursos disponibles en los centros educativos………………………………………………….…….….16 3.1.2 Recursos para el desarrollo de diferentes áreas……………………………………………………………18 3.2 Materiales didácticos para la modalidad virtual………………………………………………………………19 3.3 Recursos educativos en abierto (Open Courseware) ………………………………………………………20 3.4 Otra clasificación de recursos…………………………………………………………………………….……………22 4 Convertir el aula de aprendizaje en un recurso didáctico activo……………………………………..…25 4.1 El rol del profesor como medio para el uso de los recursos………………………………….…………29 4.2 Criterios para el diseño de los recursos educativos…………………………………………………………31 4.2.1 Evaluación del Material………………………………………………………………………………………..………34 4.3 Diseño del ambiente educativo………………………………………………………………………………………35 CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………………38 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA...………………………………………………………….………….…………..39 INTRODUCCIÓN Todo el desarrollo de esta cualificación sobre el Manejo Tecno Didáctico de los Recursos y Herramientas Audiovisuales, tiene como finalidad que, los profesores participantes adquieran las competencias para la selección, diseño e incorporación de los recursos y herramientas de las TIC en cada nivel de aprendizaje. Es por esto que, el conocimiento que se desarrolla en este módulo sobre los recursos didácticos como apoyo al proceso de enseñanza aprendizaje, se convierte en básico y esencial para la adquisición de las competencias que se plantean en los módulos siguientes del programa formativo. La guía que está en sus manos, está estructura en cuatro partes, donde se abordan los conocimientos tecno pedagógicos adecuados para apoyar el proceso de aprendizaje en diferentes contextos formativos. La primera parte, ofrece las perspectivas conceptuales de los recursos didácticos como apoyo de los contenidos de la formación, y, al mismo tiempo, sus funciones y aspectos a tomar en cuenta para la selección de cada uno. En la segunda parte de contenido, se desarrolla sobre la base de la composición y el uso de los recursos, a partir del manejo de sus criterios técnicos y didácticos útiles para elaborarlos. Los conocimientos que se desarrollan en la tercera parte, están centrados en la clasificación de recursos didácticos para que el docente pueda ajustar su método de enseñanza al contexto, canal o vía de aprendizaje. En la época actual requiere que cada docente convierta el aula en un recurso activo de aprendizaje significativo; por esta razón, la cuarta parte de esta guía prioriza el rol del docente como medio para el uso de los recursos y establece los criterios para el diseño de un ambiente educativo efectivo. PARTE ASPECTOS CONCEPTUALES DE LOS RECURSOS DIDÁCTICOS: FUNCIÓN Y SELECCIÓN 1.1. Concepto y Generalidades de los Recursos de Aprendizaje Un recurso didáctico se puede definir como cualquier medio o ayuda que facilite los procesos de enseñanza-aprendizaje y, por lo tanto, el acceso a la información, la adquisición de habilidades, destrezas, y estrategias, y la formación de actitudes y valores. Puede distinguirse entre recursos metodológicos (técnicas, agrupamientos, uso del espacio y el tiempo, etc.), recursos ambientales (vinculación de contenidos al entorno próximo) y recursos materiales. Estos últimos comprenderían tanto los recursos estrictamente curriculares, como cualquier otro medio útil, no creado necesariamente para el ámbito docente. Muchos son los autores que han centrado su atención en la noción de recursos educativos, aquí se presentan los más importantes para el estudio: Sevillano (1995: p. 465) entiende que los materiales didácticos son “aquellos soportes en los que se presentan los contenidos y que son capaces de suscitar algún tipo de transformación de carácter positivo y optimizante en los procesos de enseñanza y aprendizaje”. Cabero (1994: p. 199) indica que son los “elementos curriculares que, por sus sistemas simbólicos y estrategias de simbolización, propician el desarrollo de habilidades cognitivas en los sujetos, en un contexto determinado, facilitando y estimulando la intervención mediada sobre la realidad, la captación y comprensión de la información por el alumno y la creación de entornos diferenciados que propicien los aprendizajes”. De la misma manera, Zabala (1995: p. 173) entiende que los materiales didácticos son "todos aquellos instrumentos y medios que proporcionan al educador pautas y criterios para la toma de decisiones, tanto en la planificación como en la intervención directa en el proceso enseñanza/aprendizaje y en su evaluación" Gimeno (1991: p. 10), por su parte, los define como "cualquier instrumento u objeto que pueda servir como recurso para que, mediante su manipulación, observación o lectura se ofrezcan oportunidades 2 de aprender algo, o bien con su uso se intervenga en el desarrollo de alguna función de la enseñanza”. Es decir, los materiales comunican contenidos para su aprendizaje y pueden servir para estimular y dirigir el proceso de enseñanza/aprendizaje total o parcialmente Blázquez (1994: p. 514) los define como "cualquier recurso que el profesor prevea emplear en el diseño o desarrollo del currículo -por su parte o por los alumnos - para aproximar o facilitar los contenidos, mediar en las experiencias de aprendizaje, provocar encuentros o situaciones, desarrollar habilidades cognitivas, apoyar sus estrategias metodológicas o facilitar o enriquecer la evaluación. En este mismo sentido, Santos Guerra (1991: p. 29) considera que los materiales didácticos “son las diferentes herramientas o utensilios que utilizan los profesores y los alumnos en el desarrollo del proceso enseñanza/aprendizaje”. Unos tienen carácter globalizados, articulante y orientativo de todo el proceso (libros de texto, por ejemplo), y otros son elementos vicarios, de carácter auxiliar, como ordenadores, material de laboratorio, retroproyectores diapositivas, entre otros. Por último, tenemos que, Parcerisa (1996: p. 27), entiende que los recursos son “cualquier tipo de material destinado a ser utilizado por el alumnado y los materiales dirigidos al profesorado que se relacionen directamente con aquellos, siempre y cuando estos materiales tengan como finalidad ayudar al profesorado en el proceso de planificación y o desarrollo y/o evaluación del currículum”. 1.1.2. Noción de los Recursos Desde la Perspectiva Docente Para el uso efectivo de los recursos y que, al mismo tiempo, sirvan de apoyo a la enseñanza del docente, se deben considerar las siguientes perspectivas: 1. Conocer los medios y ser capaces de interpretar y manejar sus códigos de comunicación. Entendidos éstos como sistemas de símbolos, convenidos previamente, destinados a representar y transmitir información entre el emisor y el receptor. El profesor debe conocer los lenguajes de comunicación que permiten interpretar y elaborar los recursos. Desde las posibilidades del texto escrito y su organización formal sobre determinados soportes (comenzando con los apuntes, libros de texto o la pizarra y terminando por una página web, un campo de texto en un multimedia o un mensaje a través de correo electrónico) hasta la lectura e interpretación de 3 la imagen y el conocimiento del lenguaje audiovisual en medios de comunicación tan diversos como una fotografía impresa, una diapositiva, una pantalla de una presentación, un video o un multimedia. 2. Saber utilizarlos, es decir, conocer su manejo desde el punto de vista puramente técnico cuando el recurso ya está elaborado o poder dar un paso más y ser capaz de elaborarlos con el dominio de la técnica específica para su realización. Esto supone, en unos casos, el manejo de equipos y aparatos con distinto grado de dificultad (desde un rotulador para hacer una transparencia hasta un sistema de edición en vídeo) y. en otros, el manejo de un software con toda su potencia en cuanto a la creación y el manejo de una gama de periféricos que faciliten la elaboración de estos recursos impresoras, escáneres, tarjetas de sonido, etc. Es decir, si utiliza un sistema de presentación mediante ordenador ha de saber necesariamente como se maneja el programa en el momento de la presentación y sería muy conveniente conocer también cuál es el proceso de elaboración en el que pueden intervenir otros medios de apoyo como la fotografía digital o una tarjeta de video. 3. Saber aplicarlos a la situación de aprendizaje concreta que quiere poner en marcha. Sin una adecuada estrategia de uso sería poco útil el empleo de un video educativo por bueno que este fuera. Este aspecto es puramente didáctico, es decir, va a permitir aprovechar las posibilidades expresivas y técnicas de los anteriores para planificar mejor aprendizaje los alumnos. Cualquier medio de comunicación se puede convertir en un recurso de enseñanza, si cumple o ayuda a cumplir unos objetivos de aprendizaje. Pero su eficacia será mayor cuando su empleo sea planificado, dentro de una estrategia o modelo que lo adapte a las necesidades de las materias que a través de él los alumnos tienen que aprender. Todos los medios, para que sean eficaces, necesitan una planificación y, en definitiva, un modelo de empleo que estará en función de las características específicas de la materia que transmiten. 4 1.2. Funciones de los Recursos Didácticos Cada recurso educativo debe estar orientado a un resultado y organizado en función de criterios de evaluación propios de la cualificación. Como medio educativo, no tiene sentido en sí mismo, si no es dentro del espacio curricular; no se trata sólo de introducir al aula muchos e innovadores recursos, sino que, más bien se trata de ajustarlos a la naturaleza del currículo. Parcerisa (1996: p. 32), se fundamenta en las investigaciones de Zabala, Gimeno y Sarramona, indica que los materiales tienen las siguientes funciones: Función inhibidora: el material como innovación didáctica. Incorpora materiales de la enseñanza que suponen cambios estructurales innovadores. Función motivadora: los recursos como animación. Presentan estrategias de captación del interés y la atención del alumnado con un conjunto de actividades significativas y sugerentes. Estructuradores de la realidad: presenta la realidad de una determinada manera. Configuradores y mediadores de las relaciones entre los alumnos y los materiales, ya que estos determinan el tipo de actividad mental y los procesos de aprendizaje que los alumnos desarrollan. Función solicitadora u operativa: el material como organizador. Los materiales actúan como guía metodológica, que condicionan la actuación docente y que imponen condiciones para la comunicación cultural pedagógica. Función formativa: el material educativo incide en el proceso de aprendizaje del alumno, no sólo por el uso que se haga de él, sino también por su propia configuración. De depósito del método y de la profesionalidad, ya que, de alguna forma en el material, sobre todo si este es único, se encierra el currículum. También está la de producto que se compra y se vende. Existen otras tantas funciones de los recursos didácticos, a continuación, las más relevantes: 1. Los recursos didácticos proporcionan información al alumno. 5 2. Son una guía para los aprendizajes, ya que nos ayudan a organizar la información que queremos transmitir. De esta manera ofrecemos nuevos conocimientos al alumno. 3. Nos ayudan a ejercitar las habilidades y también a desarrollarlas. 4. Los recursos didácticos despiertan la motivación, la impulsan y crean un interés hacia el contenido del mismo. 5. Evaluación. Los recursos didácticos nos permiten evaluar los conocimientos de los alumnos en cada momento, ya que normalmente suelen contener una serie de cuestiones sobre las que queremos que el alumno reflexione. 6. Nos proporcionan un entorno para la expresión del alumno. Como, por ejemplo. rellenar una ficha mediante una conversación en la que alumno y docente interactúan. 1.3. Selección de Recursos Didácticos Dando continuidad a las investigaciones de Zabatza, hay dos aspectos a considerar a la hora de elegir los recursos para su uso en los ambientes formativos: 1. Debe existir congruencia entre el modelo didáctico que llevamos, el tipo de material que utilizamos y la función que le encomendamos. Su uso estará en función de las tareas del aula, la relación en el aula, la dinámica del grupo-clase, los problemas de conducta, el interés y la motivación, los períodos de atención, la conservación de los recursos, las propias áreas y/o contenidos y su complejidad. 2. Debe existir adaptabilidad del material al contexto curricular para adecuar los resultados. Esta depende de su calidad técnica, el contexto de uso, su funcionalidad, aprender del material o a través del material, elección del mejor material y su eficacia según las virtualidades técnicas, adecuación al alumnado y a la función dentro del programa, limitaciones espaciales, temporales, relaciones de comunicación Integración con el resto de medios, administración y economía. Los recursos habrán de estar adaptados al marco psico didáctico y a las características de los alumnos, siendo preferibles los que posibilitan la fantasía, simbolismos no lógicos para que el alumno pueda abordar la realidad de forma polivalente, lúdica, imaginativa... 6 Los recursos que se seleccionen deben cumplir con las siguientes propiedades: Organizadores de las experiencias de aprendizaje. Medios que posibiliten una relación polivalente y comprensiva con la realidad y que movilicen todas las dimensiones de los sujetos. Accesibles y eficaces, al alcance de todos y adaptados a las necesidades individuales Sugerentes, bellos y motivadores; capaces de producir placer, alegría y motivación al utilizarlos. Ricos en contenidos: o Figurativos, que inciten al pensamiento intuitivo. o Estructurales, que ayuden a construir la realidad. o Semánticos, que den pie al pensamiento verbal. o Conductuales, que recojan la dimensión humana de la realidad. 7 PARTE USO DE LOS RECURSOS DIDÁCTICOS En casi todas las situaciones de enseñanza, aparece el empleo de materiales didácticos de todo tipo y en cualquier soporte. Muchos procesos de aprendizaje están mediados por el empleo de algún tipo de material y de alguna tecnología, sobre todo audiovisual o informática, lo que condiciona incluso la forma de aprender. Por otra parte, determinados materiales tecnológicos afianzan cada vez más su presencia haciéndose, en muchos casos, imprescindibles. La cuestión, por tanto, es enseñar y aprender con y para los medios. Desde la consideración de los medios como materiales curriculares y didácticos, la cuestión clave estará en su utilización y su selección, con la intención de aplicarlos convenientemente a las distintas situaciones educativas y, también, de aprovechar al máximo todas sus características técnicas y sus posibilidades didácticas. Para entender con más claridad el uso de los medios, es preciso hacer un breve repaso por algunas de las teorías curriculares que se han ido conformando en relación con el desarrollo de las distintas formas de entender y pensar la ciencia en general y la ciencia educativa en particular. Se puede hablar así de distintos paradigmas: Paradigma técnico Desarrolla una teoría curricular cuya principal característica es la reproducción de los contenidos y modelos sociales. El papel del profesorado es el de transmitir conocimientos y ejecutar las orientaciones que le llegan dadas. La finalidad principal es el logro de objetivos y éstos vienen formulados en términos de conductas observables. El aprendizaje se entiende como una actividad por la que el alumnado adquiere una serie de conocimientos que constituyen el bagaje cultural y social que se desea transmitir y perpetuar. La evaluación es el instrumento que permite verificar si se alcanza la conducta esperada; tiene pues, un carácter instructivo y sancionador. La única parcela, aparentemente, de tomar decisiones que le queda al profesorado es la programación, que adquiere una importancia considerable y que una vez hecha 8 es prácticamente inamovible. Pero estas aparentes decisiones están orientadas por unos contenidos cerrados y por unos objetivos que se organizan a partir de una serie de taxonomías que han construido los expertos. Después sólo queda colocar en papeles cuadriculados la programación; incluso a esta tarea ayuda mucho el libro de texto que se erige como el medio y material didáctico por excelencia. Desde esta perspectiva el uso que se hace de los medios es un uso transmisor, cuyas características principales son la linealidad en el diseño, la escasa adecuación a la realidad y el papel reproductor y ejecutor del profesorado. Paradigma práctico También llamado situacional, que inspira un modelo curricular práctico o interpretativo. Lo más característico de este modelo son los planteamientos o diseños abiertos con el fin de adecuarlos a la realidad. Se plantea el análisis de la realidad para dar significado a todas las situaciones. El papel del profesorado adquiere un carácter más activo puesto que se le permite tomar decisiones para elaborar el currículum. Se parte de un currículum básico con normas que prescriben ciertas tareas, pero cada equipo pedagógico debe adecuar y completar un currículum acorde con las características de su centro. En este caso no importan los productos finales sino los procesos. Los objetivos se plantean en términos de capacidades que mediante diversas acciones educativas se deben desarrollar en cada persona; por tanto, no son medibles ni se pueden evaluar directamente sino por medio de la constatación de los aprendizajes. En los contenidos los hechos, procedimientos y principios generales de las ciencias son tenidos en cuenta, así como el carácter cambiante de éstas. La evaluación tiene un carácter formativo, importa comprobar los procesos con el fin de rectificar y mejorarlos. El aprendizaje se entiende como la adquisición de conocimientos para dar significado a la realidad; es algo que se construye de forma gradual y en donde se ponen en marcha una serie de mecanismos que permiten elaborar y reelaborar redes conceptuales cada vez más complejas, lo que posteriormente permitirá aplicar aquello que se aprendió a otras situaciones. Se emplean diversas metodologías en las que el profesorado adquiere un papel más activo. Metodologías que acarrean la utilización de materiales diversos, no sólo el libro de texto, e incluso la elaboración de los propios materiales. Los recursos de todo tipo son tenidos en cuenta y están al servicio de las estrategias metodológicas. 9 Desde esta racionalidad se plantean diseños abiertos que tienen en cuenta la realidad y la utilización recursiva de los medios que permiten aprender y utilizar sistemas de representación simbólica, solucionar problemas e interpretar y relacionarse con el medio físico, social y cultural. Paradigma estratégico Desarrolla una teoría curricular basada en los principios de la corriente sociocrítica. Se puede considerar como un paso más allá del anterior paradigma. Plantea el análisis crítico de la sociedad para transformarla. Ahora no es la teoría la que dicta la práctica. La práctica -praxis- y la teoría se complementan recíproca y dialécticamente. Se entiende el papel del profesorado como el sujeto que facilita la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa, que su vez deben convertirse en agentes del cambio social. La teoría de la acción comunicativa de Habermas ha constituido la base de la que parten muchas de las ideas de este modelo curricular. Esta teoría crítica inspira un uso crítico y transformador de los medios, en los que éstos son utilizados como elementos de análisis y reflexión sobre la práctica incidiendo en la propia realidad con el fin de transformarla y mejorarla. En este sentido Bautista (1994, 53 y ss.) Apunta tres campos de análisis que conducirían a otras tantas formas de uso crítico: 1. Utilización de herramientas tecnológicas que hace posible analizar el contenido de discursos emitidos por diferentes medios de comunicación. 2. Utilización de los recursos que lleve a interrogar sobre los efectos de la no neutralidad de la tecnología utilizada. 3. Uso de los medios realizado en ámbitos de la capacitación docente para que los profesores descubran el origen de las lacras sociales: injusticias, desigualdades, etc. 10 2.1. Posibilidades Didácticas de los Recursos Educativos Las posibilidades didácticas que nos ofrecen los medios y, en general, todos los materiales lo hacemos a partir de tres ejes o formas de utilización que están estrechamente relacionadas. Estos tres ejes son: a) Instrumento y recurso En este sentido nos vamos a servir de los medios y materiales didácticos como un instrumento al servicio de las estrategias metodológicas. Esta idea ya se ha apuntado al hablar de la utilización de recursos desde el punto de vista de la teoría interpretativa del currículum. Así, desde esta perspectiva cualquier medio formaría parte de los componentes metodológicos considerado en la categoría de material curricular, puesto que se convierte en herramienta de ayuda en la construcción del conocimiento. Los medios tecnológicos, sobre todo, como soportes de procesos de comunicación y de representación simbólica se convierten en elementos mediadores de las situaciones de enseñanza y de los procesos de aprendizaje. b) Como recurso de expresión y comunicación La comunicación como actividad que permite la relación entre las personas y para el intercambio de información es compartida tanto por la educación como por buena parte de medios didácticos. La comunicación es, en sí misma, la razón de ser de la expresión, pues ésta es una necesidad natural del ser humano. Vivir es expresarse, dice el profesor Siguán; y es que, la expresión es la manifestación de ser en el mundo. Buena parte de los medios empleados, tanto en soporte de papel como en otro tipo de soportes y más específicamente las tecnologías de la información, facilitan diversas formas de representación. La radio, por ejemplo, al utilizar diversos lenguajes permite la elaboración de mensajes materializados en diferentes formas de representación simbólica; de esta manera podemos construir un mensaje y comunicarlo por medio de sonidos y efectos. Cualquier medio puede convertirse en un recurso para que cada persona pueda buscar su propia forma de representación. Una idea parecida puede encontrarse en Eisner (1987, 84) para quien las formas de representación son «dispositivos usados por los individuos para hacer públicas las concepciones que tienen en privado». 11 Por tanto, desde esta perspectiva, encontramos un medio facilitador de diversas formas de expresión, entendiendo ésta como la manifestación de procesos de reflexión que implican la capacidad de conceptuación y de la adquisición de conocimientos, motivados a su vez por la percepción multisensorial y la experiencia de cada individuo. En la expresión se integra lo percibido y lo experimentado para proyectarlo transformado. Es, pues, un proceso creativo que pone en marcha mecanismos de transformación y de búsqueda de nuevas posibilidades —originalidad— con la intención de comunicar. Desde la perspectiva de la teoría curricular abierta y crítica, los medios se convierten en facilitadores de procesos comunicativos que nos permitirán dar significado a la realidad, comprender las distintas situaciones sociales y crear nuestros propios mensajes. c) Análisis crítico de la información La rapidez con que hoy en día se sucede todo, los cambios y transformaciones a que nos vemos sometidos que alteran, incluso, nuestra manera de vivir y entender el mundo, la sobredosis de información que nos atrapa en la maravillosa red de la electrónica, hacen de nosotros seres inadecuados. Es precisamente aquí donde aparece la tercera vertiente: en la información que nos llega, en el vertiginoso flujo de mensajes, en las redes de comunicación cada vez más tupidas. Ante esto es necesario una reflexión crítica, es preciso dotarnos de instrumentos que nos capaciten para analizar, descodificar y entender los múltiples mensajes. Es prioritario que la educación articule sistemas de enseñanza que capacite al alumnado para desarrollar actitudes y habilidades en el manejo y tratamiento de la información. Una de las nuevas funciones del profesorado apunta en esta dirección. Muchos de los contenidos de los medios de comunicación, por ejemplo, se muestran oportunos para llevar a cabo ese análisis. La facilidad técnica y el sencillo manejo de algunos aparatos nos permitirán grabar o almacenar información para su posterior análisis. Mediante pequeñas pautas de análisis, sencillas escalas de observación que nosotros mismos podemos construir, guías que nos permitan comparar, podemos ir elaborando nuestros propios instrumentos; al tiempo que diseñamos distintas actividades que desarrollen el conocimiento y estudio crítico de la información que nos llega. Conocer el proceso de elaboración de la noticia, los recursos que se emplean, los distintos lenguajes, puede convertirse en una aventura apasionante. Este análisis, esta descodificación, este desengranaje debe servir para que, a medida que aumenta el conocimiento, se pongan en marcha los mecanismos psicológicos de representación y utilización de otros códigos. Como educadores tenemos la obligación 12 de adecuar a esos seres inadecuados que decíamos al principio, al medio que nos rodea para transformarlo, e intentar que éste sea más humanizado y esto sólo es posible desde la autonomía personal, la solidaridad, la comprensión. No se debe olvidar que todo este planteamiento no se puede dar aislado. Debe estar inmerso a lo largo de todo el proceso de aprendizaje y en todas las situaciones de enseñanza. Forma parte del currículum y como tal hemos de contemplarlo, unas veces como procedimientos para desarrollar ciertas habilidades y estrategias didácticas, otras veces como adquisición de conceptos y, por supuesto, siempre como desarrollo de actitudes y valores. 2.2. Aspectos técnicos de los Recursos Educativos a) Adquisición fácil y servicio técnico de posventa. b) Económicos. c) Sencillez de manejo y manipulación. d) Mantenimiento sencillo o de fácil control e) Móviles y estáticos. f) Que permitan la producción de materiales de repaso, de software. g) Adecuados a las instalaciones y necesidades. h) La Utilización sea flexible. i) Posibilidad de interacción con otros medios, etc. Por lo que se refiere a algunos aspectos de software informático, cabría contemplar algunas cuestiones tales como: a) Control de seguridad. b) Utilización modular de los paquetes integrados, que permita el uso de programas individualmente o de forma integrada. c) Actualización de las aplicaciones, que permita su puesta al día. d) La posibilidad de trabajar en un entorno multi área y multiusuario. e) Adaptabilidad a informes y documentos legales de normativa f) vigente y a la creación de nuestros propios documentos 13 PARTE CLASIFICACIÓN DE RECURSOS DIDÁCTICOS Cada medio de enseñanza ha de dar respuesta a todos y cada uno de los resultados esperados planteados. Para hacer un acercamiento riguroso a los diferentes recursos se debe plantear la tipología de medios didácticos que existen e incluir aquellos que, desde un planteamiento realista, pueden ser utilizados por los profesores en sus diseños formativos. Los recursos didácticos pueden clasificarse de formas distintas, atendiendo a diversos criterios, en este caso se hará en función de su disponibilidad en el centro, según tipos de materiales, recursos para el desarrollo de diferentes áreas, audiovisuales, equipos informáticos, recursos educativos abiertos, recursos impresos. 3.1. Tipos de Materiales Educativos Los materiales didácticos son los elementos que emplea el docente para facilitar y conducir el aprendizaje de los alumnos/as (libros, carteles, mapas, fotos, láminas, videos, software). También se considera materiales didácticos a aquellos equipos que nos ayudan a presentar y desarrollar los contenidos y a que los alumnos trabajen con ellos para la construcción de los aprendizajes significativos. Se podría afirmar que no existe un término unívoco acerca de lo que es un recurso didáctico, así que, en resumen, material didáctico es cualquier elemento que, en un contexto educativo determinado, es utilizado con una finalidad didáctica o para facilitar el desarrollo de las actividades formativas, tales como: Materiales Auditivos: voz, grabación. Materiales de Imagen Fija: cuerpos opacos, proyector de diapositiva, fotografías, transparencias, retroproyector, pantalla. Materiales Gráficos: acetatos, carteles, pizarrón, rotafolio. Materiales Impresos: libros. Materiales Mixtos: películas, videos. Materiales Tridimensionales: objetos tridimensionales. 14 Materiales TIC: programas informáticos (Software), ordenador. (Hardware), incluyendo la pizarra digital. 3.1. 1. Recursos disponibles en los centros educativos Este tipo de recurso depende, en gran medida, de las estructuras físicas y los recursos del centro. En este punto, al hablar de recursos hablamos también de recursos humanos: grupos de alumnos, distribución de espacios y tiempos que permitirán el desarrollo del acto educativo y el uso de materiales de una manera u otra. Dependiendo de las condiciones del centro, tanto las de infraestructuras como las de naturaleza docente, la organización de espacios y tiempos tiene una gran importancia en el desarrollo metodológico: Organización del espacio según el modelo de aula grupo, tipo de agrupamiento y la tarea asignada. Criterios de uso de los espacios comunes (bibliotecas patio, salas, laboratorios). Espacios y horarios para las actividades de diversidad y refuerzo. Salidas y actividades comunes de forma parcial o total del centro. Estos recursos se consideran didácticos, pues en su organización se observa el cumplimiento de los principios metodológicos indicados arriba. No se olvide que existen otros tipos de "recursos" como entorno de la clase y del colegio, localidad y entorno natural, guías, programaciones, unidades didácticas, asamblea de clase, trabajo en grupo, la calle, el barrio, las fiestas, edificios históricos de la localidad y la comarca, la familia, el patio y otras instalaciones, parques, zonas recreativas, el campo, la montaña, el bosque, el rio, puerto, aeropuerto, tren, barco avión, coche, etc., que pueden ser utilizados en el contexto adecuado y para aprendizajes determinados. No son recursos de clase" pero son recursos al alcance, vivenciales, reales. significativos... muy aptos en la labor educativa. Además, el centro dispone de diferentes materiales didácticos e instalaciones: o Material informático: ordenador y programas educativos adaptados a Educación infantil. o Tableros didácticos: encerados, tableros, ábacos, etc. 15 o Equipos experimentales: anteojos, lupas, linternas, timbres, texturas, botes de esencias de aromas, aparatos de medida de capacidad, longitud, peso, tiempo, temperatura... cocina, etc. o Reprografía: fotocopiadora, multi copiadora. o Mobiliario: armarios, estanterías, mesas, entre otros o Biblioteca, laboratorios. 3.1.2. Recursos para el desarrollo de diferentes áreas: Simuladores: módulos constructivos, réplicas mecánicas, biológicas, maquetas, juguetes. Material lúdico-deportivo: Material para juegos, para ejercicios motrices (psicomotricidad), para deportes. Recursos para el desarrollo sensorial (material muy variado, de uso común, de desecho, objetos...) y estimulación sensitiva. Recursos y juegos para el movimiento y el desarrollo motorice (rampas, escaleras, cuerdas, alfombras. Recursos de manipulación observación, experimentación física y observación de la naturaleza (casita, rincones, lupa, balanza, agua, arena, juguetes, muñecos, títeres, juegos de medidas, bloques, aros, tacos, objetos cotidianos, y un sinfín más, incluso seres vivos). Recursos de desarrollo del pensamiento lógico (puzles, dominó, bloques lógicos, ábacos, construcciones, dinero. Juegos de medida y capacidad). Recursos para la representación y comunicación (variado, múltiple, títeres, marionetas, guiñol, teatro, instrumentos rítmicos y musicales). Recursos para el desarrollo de la expresión oral (imágenes y libros de imágenes, láminas, fotos, revistas, grabadoras, títeres, cuentos). Recursos para la expresión plástica (papeles, ceras, colores, plastilinas, arcilla, pinceles, pinturas de dedos, maderas, hilos, telas, barro, temperas, colas, cuerdas, lana, cartones, fotos, revistas, material para dibujos, pinturas y collage). Recursos para el juego dramático y el conocimiento del propio cuerpo. Recursos propios elaborados (recuperación y elaboración de recursos aprovechando otros recursos de desecho, viejos, rotos, etc.) 16 Material elaborado por el profesor. Se puede hacer una clasificación simple de recursos respecto de los ámbitos o áreas, del siguiente tipo: Lenguaje, expresión y representación: láminas de observación, juegos de identificación, libro de fichas, vestidos para disfraces, canciones, cuentos, fichas con consonantes, láminas de prelectura, plantillas. letras en lija, cuentos, tarjetas de identificación, fichas de preescritura, fichas con vocales, canelones con palabras, tarjetas para vocabulario, canciones. poesías, adivinanzas, etc. Lógico-matemática: dominios de números, plantillas de números, puzles de madera y cartón, series de números, números de lija, bloques lógicos. construcciones, encajables, fichas de trabajo individual, fichas de trabajo individual. Expresión plástica: -tableros para coser-, pinturas, papel charol seda, celofán. Psicomotricidad: cuerda de colores, aros, cubos de gomaespuma. Expresión musical: xilófono, tambor, claves, encajables, fichas de concepto. ceras, pinceles, saquitos de arena, pelotas de distintos tamaños, pandereta, triángulo, maracas. Recursos audiovisuales: aparatos de registro y reproducción de imágenes y sonidos: cámara fotográfica, fotocopiadora, proyector, reproductores de DVD, CD, vídeos, auxiliares. Recursos informáticos: es el máximo exponente de la tecnología y pueden ser desde programas de dibujo y diseño a dispositivos de entrada (teclado, ratón, escáner, lápiz óptico), dispositivos de almacenamiento (memoria RAM, disco duro, lápiz, discos ópticos, etc.), y dispositivos de salida (monitor, impresora, plotter). 17 3.2. Materiales Didácticos para la Modalidad Virtual La educación virtual, cuando utilizas las bondades de los recursos que ofrece la Web 3.0, puedes favorecer el desarrollo de materiales didácticos virtuales con enfoques flexibles, interactivos y que se adaptan a las características de los estudiantes. La literatura revisada permite considerar que un gran número de pedagogos e investigadores tienden a confundir o mezclar el término de material didáctico con el de medios de enseñanza o recursos didácticos. Dicho concepto no queda definido claramente en estos trabajos, mucho menos si se utiliza en diferentes contextos educativos de la virtualidad. Todos los procesos de enseñanza-aprendizaje llevan implícitos la presentación de materiales didácticos. Las entidades educativas, que tienen procesos formativos presenciales, pueden conceder una gran relevancia a la producción de contenidos, desde el desarrollo de materiales didácticos virtuales con la utilización de las diversas herramientas tecnológicas y trabajo desde la virtualidad con las TIC; aspecto que puede favorecer el desarrollo de tales procesos. Para esclarecer el papel que desempeñan este tipo de materiales es necesario dedicarles la atención que merecen en los contextos actuales. Los materiales didácticos virtuales son los portadores de los contenidos digitales, los cuales facilitan el aprendizaje por ser transmisores del conocimiento. Los materiales didácticos son aquellos que reúnen medios y recursos que facilitan la enseñanza y el aprendizaje. Suelen utilizarse dentro del ambiente educativo para facilitar la adquisición de conceptos, habilidades, actitudes y destrezas. Un rasgo distintivo de los materiales didácticos virtuales, es que se complementan con los contenidos educativos que van a estar soportados en ellos, lo cual forma un todo único que responde al aprendizaje significativo de los estudiantes. Desde el punto de vista didáctico, deben poseer una estructura que vaya guiando este aprendizaje. Por ejemplo, deben contener el tema que se trate, los objetivos, información actualizada de los contenidos, actividades para la evaluación y una bibliografía recomendada para profundizar en el tema, así como tareas docentes para la investigación donde existe una tendencia al trabajo colaborativo en equipos de trabajo. Se sugiere que el material didáctico virtual, si lo prepara el profesor, haga sentir cómodo y motive al estudiante a la hora del estudio. Para ello, es necesario tener en cuenta el diseño, la estética, el estilo científico y claro para que pueda llegar a caracterizar y adquirir el conocimiento sobre el objeto particular que se estudia. Otro aspecto es que a través del procedimiento lógico que va realizando el estudiante del contenido pueda desarrollar el pensamiento, lo que le va a permitir crear conceptos, realizar valoraciones, 18 juicios críticos sobre la realidad que estudia, asimilar el conocimiento y, una vez que esté preparado, desarrollar habilidades y potenciar convicciones. Estos rasgos anteriormente mencionados permiten tener, en el ambiente de la Web 3.0, un espacio para la interacción social, la reflexión, el intercambio, el poder conocer juicios, valoraciones y confrontar ideas que tengan los otros estudiantes sobre el objeto de estudio. Desde este punto de vista, el material didáctico virtual se apoya en los postulados del enfoque histórico-cultural de Vygotsky, donde el aprendizaje es el factor fundamental de desarrollo, concebido, no sólo como una actividad individual, sino como una actividad social y conjunta con los demás. La experiencia que el profesor despliegue, con respecto a los materiales didácticos virtuales, va a servir de guía para que los estudiantes puedan diseñar, a través de tareas docentes o de investigaciones, sus propios materiales didácticos virtuales. Para un mejor acercamiento a los materiales didácticos virtuales se presentan algunas valoraciones tomadas como referentes: Galdeano (2006) define los materiales didácticos en educación a distancia como un conjunto de informaciones, orientaciones, actividades y propuestas que el sistema a distancia elabora para guiar al alumno en su proceso de aprendizaje y que están contenidos en un determinado soporte (impreso, audiovisual, informático) y son enviados a los destinatarios por diferentes vías. Según Schwartzman (2013), los materiales didácticos son aquellos con los que el estudiante interactúa en forma directa como parte de su proceso de construcción de conocimientos y que son concebidos, desde el mismo proceso de diseño, para sostener, apoyar, guiar orientar procesos de aprendizaje. Para del Prado y Doria (2015), en los entornos virtuales de aprendizaje, los materiales didácticos desempeñan un papel importante, ya que el diseño de éstos genera la atracción o no, por parte de los estudiantes. Dichos materiales suelen ser del tipo multimedia, es decir, combinan diferentes tecnologías como textos, imágenes y/o videos, desde una perspectiva de máximo provecho pedagógico. Son la guía principal en la elaboración de las actividades de la asignatura: a partir de ellos se generan las actividades y evaluación que llevará a cabo el docente. García Araya (2017) los denomina materiales didácticos digitales y recomienda aspectos importantes a tener en cuenta en su diseño, entre los que se destacan: El enfocado en el qué, para qué y cómo comunicar el tema a enseñar, para que los estudiantes alcancen el objetivo de aprender de modo constructivo. 19 El logro de que todos los recursos empleados en el diseño didáctico, gráfico y funcional del material digital les permita a los estudiantes enfocarse en el contenido que se les presenta. El grado de exigencia en cuestiones de usabilidad o navegabilidad del material. Se debe tener en cuenta todos los detalles al diseñar, asegurando la aplicación de audios breves y claros, carga rápida de imágenes y videos, así como una navegación intuitiva y fluida para evitar que el estudiante pierda motivación y, finalmente, su interés. La selección, en cada caso de la herramienta tecnológica adecuada y la realización de todas las comprobaciones previas a la publicación del material para evitar posibles dificultades. Por último, se debe apuntar que la creatividad para enseñar de manera innovadora, diferente, a través de los materiales digitales, constituye un apoyo didáctico que desafía a los estudiantes, despierta su curiosidad y los anima a utilizar eficientemente la información, a observar, descubrir, clasificar, jerarquizar y crear por sí mismos. 3.3. Recursos educativos en Abierto (Open Courseware) Los Recursos Educativos Abiertos (REA) hacen referencia a materiales de enseñanza, aprendizaje e investigación en soporte digital de carácter gratuito, pues son publicados con una licencia abierta (Creative Commons) que permite su uso, adaptación y redistribución por otros sin ninguna restricción o con restricciones limitadas. El fenómeno de los REA se considera de gran importancia e interés en el futuro de la enseñanza y la educación, tanto de entornos escolares como universitarios. En el año 2002 la UNESCO se convirtió en la organización anfitriona de la discusión internacional en torno a esta iniciativa, cuando en el “Foro sobre Impacto de los Cursos Abiertos para Educación Superior en los países en desarrollo” se adoptó la sigla OER (del inglés Open Educational Resouces) y cuya traducción al español fue REA (Recursos Educativos Abiertos). Para ello, la UNESCO con la generosa contribución de la Fundación Flora y William Hewlett, mantiene un foro internacional de discusión con el fin de servir como un laboratorio de ideas, una central de recolección e intercambio de información, un impulsor de estándares y un catalizador de la cooperación internacional. 20 Los Recursos Educativos en Abierto pueden estar compuestos por: Contenidos educativos: cursos completos (programas educativos), materiales para cursos, módulos de contenido, objetos de aprendizaje, libros de texto, materiales multimedia (texto, sonido, vídeo, imágenes, animaciones), exámenes, compilaciones, publicaciones periódicas (diarios y revistas), etc. Herramientas: Software para apoyar la creación, entrega (acceso), uso y mejoramiento de contenidos educativos abiertos. Esto incluye herramientas y sistemas para: crear contenido, registrar y organizar contenido; gestionar el aprendizaje (LMS); y desarrollar comunidades de aprendizaje en línea. Recursos de implementación: Licencias de propiedad intelectual que promuevan la publicación abierta de materiales principios de diseño; adaptación y localización de contenido; y materiales o técnicas para apoyar el acceso al conocimiento. Por lo general, quienes crean REA, permiten que cualquier persona use sus materiales, los modifique, los traduzca o los mejore y, además, que los comparta con otros. Se debe tener en cuenta que algunas licencias restringen las modificaciones (obras derivadas) o el uso comercial. Tal como lo menciona el profesor Schmidt, el concepto subyacente en los REA no es del todo nuevo en el contexto de la educación. Los docentes, a menudo han compartido sus materiales con colegas y, tanto el método científico, como las revisiones por pares se basan en fundamentos similares a la colaboración abierta. La novedad de esta iniciativa radica en la facilidad con la que, gracias a las TIC, los REA pueden generarse, distribuirse a audiencias masivas a través de Internet y la seguridad legal que las licencias gratuitas y de contenido abierto proporcionan a autores y a usuarios. La Fundación Gabriel Piedrahita Uribe hace su aporte a este movimiento a través de EDUTEKA, su portal educativo que, desde que fue creado, tiene la filosofía editorial de producir, traducir y publicar Recursos Educativos Abiertos (REA) de alta calidad; prueba de ello es la licencia Creative Commons, bajo la cual se publican todos sus contenidos. 21 3.4. Otra Clasificación de Recursos a) Medios de apoyo a la exposición oral, donde incluimos los medios tradicionales y de carácter fundamentalmente visual: La pizarra sigue siendo un medio imprescindible para el desarrollo de cualquier actividad de aprendizaje hasta el punto de que se ha convertido en el icono, el recurso, que caracteriza un aula. Una adecuada planificación en su empleo nos permitirá lograr una mayor eficacia como medio de aprendizaje. El cartel es un medio de expresión. Su actividad se ciñe más al ámbito científico, para la presentación de pósteres y comunicaciones en congresos. Desde nuestro punto de vista, puede ser un medio interesante como guion de prácticas de laboratorio y para presentar contenidos que, siendo del dominio de los estudiantes, estos deban manejar con frecuencia. Podemos ilustrar a través de un póster fórmulas, medidas, conceptos generales, etc. La pizarra electrónica combina las prestaciones tradicionales de esta con los sistemas de presentación y la posibilidad de registrar toda la información que sobre ella se elabore sobre un registro permanente. Diapositivas en formato fotoquímico y digital. La diapositiva fue durante mucho tiempo la mejor forma de llevar al aula la realidad exterior al presentarla con un alto grado de iconicidad. Durante un tiempo el proyector y las colecciones de diapositivas eran unos excelentes medios para ilustrar cualquier presentación oral. En la actualidad, con los formatos digitales y el empleo de sistemas de presentación con ordenador, la imagen se ha integrado en ellos y el proyector y la fotografía fotoquímica como recurso han perdido peso. No obstante, la gran cantidad de imágenes depositadas en este formato nos ofrecen un acervo muy interesante para ilustrar este tipo de presentaciones. Video de baja elaboración como apoyo a la clase presencial. Es un recurso intermedio entre las diapositivas y el video. La función de estos vídeos es ilustrar las clases con imágenes en movimiento, en fragmentos cortos que den lugar a los correspondientes comentarios por parte de los profesores. Los sistemas de presentación permiten esta utilización de una manera directa, con la posibilidad de ordenar los videoclips y dentro de una presentación completa. Sistemas de presentación con ordenador. Estos programas constituyen. actualmente, el apoyo a las clases presenciales de carácter teórico más completo. Considerado como un medio de aluvión, incluye en un soporte único y muy fácil 22 de manejar muchas de las posibilidades de los anteriores a las que podemos unir la interactividad y la relación de estos programas con todo el universo informático. b) Medios de sustitución o refuerzo de la acción del profesor, es decir, aquellos medios potentes desde el punto de vista expresivo que son capaces de transmitir un contenido completo y no se emplean conjuntamente con la acción del profesor Libros y apuntes que se comportan como una extensión de los contenidos que se imparten en clase. En ellos se fijan los conceptos y se desarrollan de forma extensa los contenidos que han sido presentados en clase. Los contenidos de los apuntes son fruto del trabajo y la reflexión y deben ser, en consecuencia, el referente indiscutible de lo que se expone en clase. Video educativo, cuyos programas confeccionados nos permiten transmitir en poco tiempo un contenido lineal que ha de ser dominado por los alumnos. También, es importante tenerlo en cuenta como medio de registro de datos en situaciones educativas donde es necesario analizar habilidades personales y en procesos de investigación y desarrollo. Sistemas multimedia, como nueva concepción del aprendizaje donde el alumno construye los contenidos creando sus propias significaciones en un diálogo continuo con el sistema. Además, estos medios de extraordinaria flexibilidad, permiten la evaluación continua del proceso y la evaluación final. c) Medios de información continua y a distancia, mediante el empleo de las tecnologías telemáticas que permiten ofrecer al alumno una información continua y actualizada sobre cualquier aspecto de la asignatura. Entre estos medios incluimos: Páginas web a modo de gran tablón de anuncios con todo tipo de informaciones relacionadas con la docencia y la transmisión de contenidos en un mundo en red y extraordinariamente relacionados. Videoconferencia para formación síncrona y a distancia de colectivos dispersos o lejanos geográficamente. Correo electrónico, como medio de tutoría a distancia y como información continua mediante listas de correo. Supone un nexo entre alumnos y profesores y entre estos y sus colegas en otros lugares y latitudes. Es una comunicación escrita, asíncrona, a veces, instantánea que carece de determinados los elementos formales de la correspondencia epistolar clásica, pero que puede y debe ser meditada pues queda constancia de ella. 23 Charla electrónica o chat para establecer contacto en tiempo real con un grupo disperso que hace sus aportaciones a través del teclado de su ordenador. Frente al correo electrónico, este medio presenta una comunicación de carácter síncrono que impide muchas veces la meditación y documentación necesaria para responder a ciertas cuestiones, lo que puede llevar a errores inconveniencias, en unos casos, y, en otros, a que el diálogo se acabe, falten temas de conversación o de la sensación de que por la brevedad de los mensajes no se ha tocado ningún asunto importante. La función del moderador en el chat y una planificación previa de este son imprescindibles para lograr un determinado grado de eficacia. Sistema completo de tele formación, lo que supone un compendio de todos los anteriores que se pueden integran en este. Ofreciendo, además, un sistema completo de gestión de toda la actividad académica, desde la adscripción a un grupo hasta la evaluación final. 24 PARTE CONVERTIR EL AULA DE APRENDIZAJE EN UN RECURSO DIDÁCTICO ACTIVO Se puede decir, que el aula es cualquier espacio en el que tiene lugar la acción de enseñar y aprender. Naturalmente, alguna de las clases podría ocurrir en un espacio abierto, o un lugar público, pero esa no sería la situación más habitual. En este apartado se tratarán los elementos presentes en el aula y que, por su uso, en general son los más importantes: PIZARRA MOBILIARIO AULA PAREDES SUELO De todos estos elementos se puede obtener un rendimiento didáctico, si se utilizan adecuadamente. 25 Como ejemplo, veamos cuántas combinaciones nos permite el guion siguiente: ¿Qué podemos hacer en/con? MESA SILLA PARED SUELO PIZARRA ALUMNOS PROFESOR 1. Cambiar de posición 2. Pegar cosas en 3. Sentarse en 4. Escribir en 5. Dibujar en 6. Movernos en 7. Hacer juegos de mesa sobre 8. Hacer otros juegos en 9. Quitar 26 El número que responde a la cuestión anterior es el número de actividades diferentes que se pueden hacer, sencillamente, manejando adecuadamente los elementos del aula. Si se tiene en cuenta que una de las claves para dar clases productivas es plantear ejercicios variados, se empieza ya con a producir muy buenas ideas. Queda claro que, en la planificación de clases, se han de tener en cuenta los siguientes principios: 1. Variedad en las actividades que se programen, con el fin de favorecer el interés y la motivación de los alumnos. 2. Flexibilidad de adaptación a las características del grupo y a las diferentes situaciones 3. Las secuencias de actividades programadas han de perseguir un objetivo común. 4. El objetivo de cada una de las actividades ha de ser transparente para el aprendiente 5. Combinación equilibrada entre las diferentes técnicas, actividades y materiales. 1. A excepción de las paredes y, en algún caso, de la pizarra, todo se puede cambiar de posición. Veamos algunos puntos importantes para el ajuste y ejecución en el aula de cada recurso: Las paredes: Si tratamos de hablar de la utilidad didáctica de las paredes nos podemos encontrar con ideas tales como: decorar con trabajos de los alumnos, fijar carteles con diferentes contenidos. Pero también podemos hacer otras cosas: fijar carteles con frases o estructuras que nuestros alumnos deben recordar, actividades que incluyen comprensión lectora, expresión oral, uso de la memoria, repaso de numerales, contenidos culturales e interacción. La pizarra: Es, seguramente, el menos apreciado de los recursos didácticos. Y, sin embargo, siempre está presente. ¿Qué cualidades tiene? Fundamentalmente dos: Visibilidad: está a la vista de todos los alumnos, y temporalidad; es decir, todo lo que se presenta en ella se puede borrar en el momento que se desee, o se puede mostrar parcialmente. 2. Temporalmente podemos pegar cosas en todas partes, e incluso, por qué no, en los profesores o en los alumnos. El sentido común le indicará al profesor en qué situaciones 27 no es conveniente hacerlo, como con grupos conflictivos, o cualquier otro caso que lo desaconseje. Actividades del tipo "Adivina quién eres" en las que los participantes se mueven por la clase llevando pegado en la espalda o en la frente un papel con una palabra que indique un dato imaginario sobre ellos, por ejemplo, una profesión o un personaje famoso, que ellos deberán adivinar mediante preguntas a los demás, ofrece una animada variante a la clase 3. Al igual que en el caso anterior, la sensatez nos ayudará a decidir dónde podemos (profesores y alumnos) sentarnos. Un juego de la silla, en el momento correcto y con los alumnos adecuados, puede resultar de utilidad didáctica: la forma tradicional del juego (con una silla menos que el número de participantes, al detener una música todos deben sentarse, de forma que pierde quien no llega a tiempo a la última silla libre), podemos añadir variantes. Por otra parte, con determinados estudiantes (principalmente los más jóvenes o aquellos que no tienen el sentido del ridículo de la mayor parte de los adultos), el suelo nos puede valer como lugar para sentarse puntualmente durante la realización de algunas actividades. 4. y 5. Con un papel podremos escribir y dibujar en cualquier lugar. Podremos hacerlo con casi total libertad en la pizarra, y habrá casos en los que el suelo o las paredes sean de un material lavable/limpiable tipo pizarra y, por tanto, nos permitan también escribir y dibujar en ellos. 6. Podremos movernos, al menos, en el suelo y en las sillas. 7. y 8. Los juegos podrán llevarse a cabo en las mesas, las sillas, la pizarra, las paredes. 9. Y por quitar, podemos quitar incluso el profesor o algunos alumnos, de forma puntual y con un objetivo didáctico definido. 10.Y cualquier otra opción en la que podamos pensar. Si nos detenemos por un momento en las fases de las clases, veremos que son, de un modo muy amplio, dos. En un primer momento se presenta la teoría, y posteriormente se practica mediante actividades: los alumnos difícilmente podrán practicar algo que no se ha enseñado previamente. Pues, en esa primera fase, la de presentación de teoría, es en la que nuestra pizarra es especialmente útil. Gracias a ella, todo alumno podrá ver el contenido nuevo. Un ejercicio interesante para que nosotros, profesores, hagamos es que un día cualquiera, a mitad de una clase cualquiera, probemos a mirar nuestra propia pizarra, la que nosotros hemos escrito, y tratemos de descifrar lo que hemos puesto. Si está clara 28 y ordenada, enhorabuena: seguro que nuestros alumnos también van a entender lo que queríamos decir. Pero si no es así (probablemente en la mayor parte de los casos) hay que plantearse algo más. A veces pensamos que, si llenamos la pizarra les estamos ofreciendo muchísima información a los alumnos. Pero si no hay orden ni limpieza, si no hay un objetivo previo y una organización clara, lo más probable es que haya sido tiempo perdido. Al igual que planificamos las clases y hacemos un esquema, aunque sea mental, la pizarra debe incluirse en esa programación para que resulte limpia, atractiva y, sobre todo, útil. 4.1. El rol del profesor como medio para el uso de los recursos De qué manera, con nuestra actitud y nuestro comportamiento, podemos hacer que los alumnos tengan una mayor participación en las clases. Algunos factores que pueden influir en el desarrollo adecuado de las clases son: Movimientos: Es importante ser conscientes de todo lo que hacemos, incluso de cómo nos movemos, si nuestros movimientos tienen una finalidad. Lenguaje corporal: Mostrar seguridad con una postura relajada -pero no descuidada - transmite una buena sensación a los alumnos. Esto tiene que ver con los gestos y la expresión facial. Mantener el contacto visual con todos, haciéndoles saber que somos muy conscientes de su presencia, animándolos con nuestra mirada a participar (hablar, exponer su punto de vista, preguntar dudas) les hace sentirse un elemento importante de la clase, como lo son todos. Siempre ocurre que algunos alumnos pasan desapercibidos. y que otros llaman mucho la atención. Gestos: Deben acompañar al habla, complementar nuestras palabras, y no distraer. También hay otros aspectos sobre los que conviene reflexionar, ¿qué importancia tienen? La puntualidad La cordialidad La firmeza La imaginación y la creatividad La planificación La indiferencia La variedad El que las clases sean amenas o aburridas 29 Todos ellos son responsabilidad del profesor y van a suponer, con total seguridad, éxito o fracaso de nuestra clase. La posición del profesor y de los alumnos Todo lo que ocurre en nuestra clase debe tener una razón de ser, y nuestros movimientos, nuestra posición, por tanto, también deben ser así en función de algo. Es necesario que el profesor analice sus movimientos por el aula para que todos los alumnos puedan oírlo bien. Al moverse, proporciona a los alumnos retroalimentación sobre las tareas que se le mandan, puede corregir, animar, asegurarse de que se han entendido las instrucciones de trabajo, observar el trabajo individual y de los grupos, dar ideas, etc. El lenguaje del profesor y de los alumnos El uso que el profesor hace del lenguaje va unido, en ocasiones, al uso de la voz. Estas preguntas se proponen que reflexionemos sobre algunos asuntos relacionados con el lenguaje: o ¿A qué velocidad hablamos? ¿Hablamos despacio para que nos entiendan? ¿Hablamos a una velocidad natural? o ¿Hablamos alto o bajo? ¿Utilizamos siempre el mismo tono? ¿Modulamos la voz? o ¿Cuánto tiempo hablamos en clase? ¿El 80% del tiempo? ¿El 30%? o ¿Permitimos los alumnos preguntar, aclarar, dar su opinión? o El profesor debe fomentar en el aula el uso del lenguaje como otro recurso más, ya que el alumno se sentirá más seguro y podrá comprobar si aprende los contenidos correctos. El no material: Tal y como se indicó en la primera parte de este trabajo, el profesor debe contar con recursos personales que le permitan solucionar momentos de la clase de una forma rápida y eficaz, incluso sin tener ningún material. En muchas ocasiones, se hace necesario explicar un concepto mediante, por ejemplo, la expresión corporal y la expresión artística. Es lo que podemos llamar el "no material Incluimos aquí las diferentes acciones que el educador lleva a cabo en su labor docente diaria: las tutorías individuales con los alumnos, las tutorías con los padres, las reuniones 30 de equipo docente, los claustros, etc. Son acciones que se desarrollan en el contexto educativo y que se aprovechan para tornar contacto con los alumnos y conocer sus intereses y posibilidades de realizar diferentes actividades y programar variantes para las acciones pedagógicas que se deseen hacer en el aula. Igualmente, en las reuniones con los padres, el profesor conocerá la disponibilidad de las familias para participar en lo que el centro organice y demás compañeros. En este establecimiento de relaciones se intercambian experiencias. Una buena planificación de clase, que contemple no solo los objetivos didácticos, los contenidos, las actividades, la corrección, la metodología, sino también la distribución de los alumnos, nuestra posición en ella, y que tenga en cuenta el uso de los elementos del aula, la organización de la pizarra, que ofrezca opciones de trabajo variadas, con unos objetivos didácticos reales, tiene muchas posibilidades de dar buenos resultados. En sentido general, ser conscientes de nuestro comportamiento y nuestra actitud en clase, saber aprovechar nuestras pequeñas (o grandes) habilidades, ser flexibles y observar a nuestros alumnos, estar atentos a sus intereses y sus inquietudes, ayuda a conseguir clases de excelente calidad. Naturalmente, si podemos disponer de todos los medios, materiales y recursos que existen al servicio del proceso de enseñanza y aprendizaje, excelente. Pero tanto si lo tenemos todo como si no, nos tranquilizará saber que, con recursos, actividades variadas y objetivos claros, no necesitaremos mucho más para motivar a nuestros alumnos. 4.2. Criterios Para el Diseño de los Recursos Educativos Durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, el uso de recursos didácticos es fundamental para ayudar a los alumnos a adquirir las competencias, los conocimientos y las destrezas necesarias en su educación integral. A la hora de programar es muy importante decidir qué vamos a utilizar, su disponibilidad, el acceso que los alumnos tengan a ello. La creación de materiales debe ir precedida de unos criterios que dirijan el proceso, tales como: con qué fin vamos a diseñar un nuevo material o una variante de alguno ya existente; quiénes van a hacer uso del mismo; qué características peculiares debe tener: qué necesitamos; cómo vamos a desarrollar el diseño, que personas van a proceder a su elaboración o adaptación. 31 El objetivo de este tema es ofrecer los criterios para la elaboración y adaptación de recursos en cualquier contexto. Volviendo a Parcerisa (1996: pp. 61-65), los criterios que deben seguirse para crear materiales educativos son: Coherencia con el proyecto curricular: dado que el material debe encuadrarse dentro de una visión global de la educación y en un marco concreto escolar, es esencial que los materiales elaborados estén en sintonía con las orientaciones establecidas en el centro, referidas a opciones del que, cómo y cuándo enseñar y evaluar. Esta coherencia se entiende dentro de unos grados de flexibilidad y apertura que han de inspirar la creación y adaptación de materiales. Todo este proceso se soporta por los principios de acción-reflexión-acción, donde la finalización de uno de estos momentos debe abrir la necesidad y las puertas del siguiente y viceversa. Diversidad de materiales: de conformidad con las demandas de un proceso de enseñanza-aprendizaje contextualizado en el entorno y adaptado a las necesidades diversificadas de los alumnos, los materiales que se diseñen y se adapten han de ser lo más diverso posible, para poder atender al mayor número de necesidades de aprendizaje, de motivaciones, intereses, etc. En el momento de creación, es básico guiarse por el principio de interdisciplinariedad y diversificación, para que respondan al principio de individualización. El contenido de los materiales debe contener ejemplos válidos para alumnos con distintos ritmos de aprendizaje, con motivaciones diferentes, con dificultades de aprendizaje. Adecuación al contexto: la creación y adaptación de recursos educativos se fundamenta, como hemos dicho anteriormente, en sus posibilidades de adecuarse al contexto del centro en general y de los grupos de alumnos y profesores en particular. Así, los materiales deben seguir fielmente los principios adoptados en los proyectos de centro, siguiendo unos mínimos curriculares obligatorios, a la vez que se incluyen elementos provenientes del contexto, de los que hay que partir para conseguir mayor significatividad en los contenidos que se aprendan. Coherencia con las intenciones educativas y las bases pedagógicas: las decisiones de cómo enseñar se justifican con las finalidades del centro y los objetivos concretos de aprendizaje. Así, los materiales deben inspirarse en estos objetivos y no contradecir las intenciones educativas consensuadas por la comunidad educativa. Esto implica también que en la formulación de nuevos contenidos se combina lo que el alumno hay conoce 32 con conocimientos nuevos, dentro del nivel de desarrollo próximo, haciendo más atractivo el aprendizaje y propiciando la curiosidad por aprender nuevos conceptos. Rigor científico: todo material debe ser claro en su exposición y de llaneza didáctica, sin que conduzca a errores conceptuales. Debe ofrecer información fiable, verídica, exacta, siempre con un lenguaje adaptado al grado de maduración de los alumnos. Para alcanzar este objetivo, se pueden seguir reuniones periódicas entre los equipos docentes sobre contenidos y entregar el material a especialistas que puedan evaluar su pertinencia, claridad y veracidad. Visión global de los materiales: han de formar parte de una amplia gama de materiales elaborados y adaptados, que constituyen la propuesta didáctica del centro. La interdisciplinariedad, la conexión, la necesidad de vincular el contenido de un material con el ejemplo que se expresa en otro, la complementariedad; son necesidades que todo material elaborado debe cumplir para circunscribirse adecuadamente al principio de una visión global de los mismos. Reflexión sobre los valores: el aprendizaje vicario, o lo que también llamamos "currículum oculto", también está presente en la creación y adaptación de materiales. Una reflexión sobre los elementos de los materiales, determinará la pertinencia de los mismos, así como tomar conciencia de qué estamos haciendo, para qué, qué vamos a proponer, cuál es el momento idóneo para desarrollarlo, qué respuesta darán los alumnos, la opinión de los padres; todo ello, con la coherencia que dan los principios pedagógicos adoptados y compartidos. Aspectos formales: es necesario hacer materiales que llamen la atención de los alumnos por su formato, sus colores, su maquetación, su facilidad de acceso y disponibilidad para todos. Una de las dificultades relevantes que se plantean cuando se opta por elaboración de materiales en el propio centro es de carácter técnico o formal. En este ámbito suele ser difícil competir con la calidad formal de la mayoría de materiales editados. Ante esta situación es importante que la opción de elaborar los propios materiales se justifique de tal manera que compense su desventaja en la vertiente formal. En todo caso, se debería tener en cuenta dos aspectos: 1. Dentro de las posibilidades con que se cuenten, hay que intentar dotar a los materiales del máximo de calidad formal: maquetación no caótica de página (cuidar la distribución del texto, de las ilustraciones, de los espacios en blanco dentro de la página), calidad de las ilustraciones (aunque sean en blanco y negro), paginación clara (a ser posible, en el margen superior derecho), impresión o fotocopias de calidad. 33 2. El material se debe justificar en función de su alto grado de adecuación algún o algunos aspectos específicos para los cuales no existan alternativas adecuadas entre el material editado: adecuación a un contexto geográfico muy concreto, textos elaborados por el propio alumnado, datos de ejemplificación o para trabajar con ellos obtenidos del propio grupo-clase o de centro escolar. 4.2.1. Evaluación del Material El uso que realmente realice el alumnado del material será el que concretará sus posibilidades educativas. Aunque siempre es importante analizar este uso, en el caso de los materiales elaborados por el propio profesorado el análisis podrá permitir evaluar los aspectos positivos del material y orientar sobre cómo plantear o enfocar su utilización, pero también permitirá detectar aspectos a mejorar que probablemente se podrán incluir en un futuro, ya que es más fácil rehacer este tipo de materiales que los editados. Como toda evaluación, la de los materiales requiere de criterios y/o de pautas que orienten la tarea de recogida de datos, de análisis y la toma de decisiones posteriores. En lo que se refiere al uso de los materiales por parte del alumnado (para la evaluación de otros aspectos se puede recurrir al modelo propuesto en los capítulos posteriores) se debería recoger información sobre si el uso del material ayuda realmente a la adquisición de los contenidos y objetivos que se persigan y sobre si el proceso de aprendizaje que realiza el alumnado es coherente con los requisitos para que ese aprendizaje sea lo más significativo y funcional posible. Estas dos cuestiones que deben considerarse básicas, se pueden completar con el análisis de aspectos concretos relacionados con el uso del material por parte del alumnado. Santos (1991), basándose en Raths (1971) propone los siguientes principios para valorar las actividades en el desarrollo curricular: Permitan al alumno, o le estimulen a comprometerse en la investigación y aplicación de procesos intelectuales. Que exijan que los estudiantes examinen temas aspectos en los que normalmente no se detiene un ciudadano y que son ignorados por los medios de comunicación. Que exija que los estudiantes revisen y perfeccionen sus esfuerzos iniciales. 34 Que comprometan a los estudiantes en la aplicación y dominio de reglas significativas, normas o disciplinas, controlando lo hecho y sometiéndolo a análisis de estilo y síntesis. Que den la oportunidad o los estudiantes de planificar con otros y participar en su desarrollo y resultados. Que permitan la acogida de los intereses de los alumnos para que se comprometan de forma personal. En cualquier caso, las decisiones referidas a los materiales forman parte de las decisiones sobre cómo enseñar y, por lo tanto, deben ser coherentes con las intenciones educativas y con los requisitos favorecedores del aprendizaje. Por lo tanto, la evaluación de los materiales tiene que realizarse en función de su adecuación a estos dos referentes. 4.3. Diseño del Ambiente Educativo El ambiente es un agente educativo de primer orden, y por ello debe responder a las necesidades del alumnado, facilitando su desarrollo y aprendizaje a través de las interacciones que establecen con él. El medio en el que el alumno se desenvuelve promueve, facilita o potencia determinadas conductas o actividades, anulando otras en razón de los valores culturales imperantes, invita a ciertas acciones, y condiciona un determinado tipo de relación e intercambio La acción educativa que se aleja del planteamiento transmisivo debe considerar el ambiente como un agente educativo de primer orden; de esta forma, el educador organiza el espacio y los materiales para ayudar al niño o niña a desarrollarse y a aprender Así, la posibilidad de aprender se descentra de la acción exclusiva del educador y del trabajo de mesa", valorando los espacios como proveedores de distintas motivaciones y posibilidades de acción, con objetos significativos que llaman la atención de los niños y les invitan a manipularlos y explorar con ellos el ambiente, Esto supone que el educador no debe limitar solamente al aula la tarea educativa, sino también, mediante su intervención abrir las experiencias del niño hacia todo un mundo 35 rico de contactos y relaciones. Cuentan, por tanto, todos los espacios del centro, exteriores e interiores, y los recursos que ofrece el entorno de la escuela. El ambiente de la escuela constituye un instrumento básico que posee la institución educativa a través del cual concreta su planteamiento y el posterior desarrollo del proceso educativo. La elección, la disposición y el almacenamiento de los materiales que configuran la organización del ambiente revisten una gran importancia, ya que el ambiente nunca es neutro, sino que promueve, facilita o inhibe determinadas conductas y actividades, condiciona el tipo de relaciones personales. La posibilidad de prever la conducta de los niños en ciertos ambientes facilita al profesorado la oportunidad de disponer intencionadamente determinados entornos para promover actividades específicas. La observación de los alumnos en estas situaciones de juego y la utilización que hacen de cada espacio concreto permite a los maestros contrastar y mejorar las decisiones tomadas por medio de la disposición del ambiente el educador construye una cuidada intervención educativa. Todo ello requiere planificar con intencionalidad, lejos de la improvisación y de los cambios puramente externos, realizando un análisis continuo de las relaciones e interacciones que se producen entre los protagonistas de la acción educativa. Aunque esta tarea es una responsabilidad directa del equipo del centro, se debe abordar promoviendo la participación de todos los implicados en la educación: padres, madres y otros adultos, alumnos, etc. De esta forma, se favorecen las relaciones, la comunicación, la implicación de las familias en la tarea educativa, y también la sensibilización hacia la importancia que tiene el diseño del ambiente. Todo este proceso llevará unido una mejora cualitativa considerable en todo el entorno en el que está inmerso el niño. La preparación y la decisión de una nueva zona de actividad puede constituir una unidad didáctica en sí misma, ya que llevará al educador a tomar decisiones sobre cuál instalar, comentar con los alumnos cómo les gustaría, salir con ellos a ver algunas tiendas, o preguntar en otras clases sobre los objetos que tienen y cómo están organizados, planificar qué se necesita y estudiar cómo conseguirlo, pensar y hacer la decoración. La organización del ambiente educativo estará en función de los protagonistas en su dimensión social, económica y cultural, su edad, sus necesidades e intereses, sus valores culturales y, además habrá de propiciar su encuentro y relación; Por ello es necesario conocer en profundidad los protagonistas concretos que componen la comunidad educativa, su desarrollo, sus intereses y necesidades de tipo: Fisiológicas: limpieza, alimentación, sueño, seguridad. 36 Afectivas: sentirse querido, contacto físico, caricias. Autonomía: elaborar la separación. Socialización: conocimiento del otro, juego en común, compartir. Movimiento: adiestramiento, descubrimiento, relación e interacción. Juego: diversión, disfrute, etc. Comunicación: juego dramático, expresión corporal, plástica, verbal. Descubrimiento y conocimiento. Inserción cultural. De todo ello se deriva que no existe una organización espacial que se pueda tener como modelo, sino que el único criterio es el de que favorezca el desarrollo de todas las capacidades. 37 CONCLUSIONES Las partes que comprendió este primer módulo de estudio, permitió un acercamiento al concepto de recursos, medios y materiales con el fin de establecer un lenguaje común. Se ha definido recurso como la capacidad de decidir sobre el tipo de estrategias que se van a utilizar en los procesos de enseñanza; siendo, por tanto, una característica inherente a la capacidad de acción de las personas. Los medios didácticos se han definido como el instrumento del que nos servimos para la construcción del conocimiento; y, finalmente, sobre los materiales didácticos se ha dicho que son los productos diseñados para ayudar en los procesos de aprendizaje. Relacionado con lo anterior, se han establecido, a modo de sugerencia, criterios de selección y uso, haciendo hincapié en la necesidad de que se establezcan éstos como guía para un mejor aprovechamiento. De aquí que, las posibilidades didácticas de los medios se presentan desde una triple perspectiva: como un recurso o instrumento del que nos valemos en determinadas circunstancias, como un medio de expresión y comunicación y como el análisis crítico de la información o de los contenidos de los medios. Vale recapitular, antes del pase al segundo módulo de este Diplomado, la importancia de ser conscientes del comportamiento y la actitud del profesor en clase. Se recomienda ser flexibles y observar de forma continua a los alumnos con la intención de atender sus intereses y necesidades de forma justa. Finalmente, se dan criterios específicos para el diseño del ambiente educativo, ya que es un agente de primer orden para la organización de los espacios y, además, concreta la planificación orientada a prever las conductas de los estudiantes en función de la preparación del ambiente. 38 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA: Aguaded, J. I. y Cabero, J. (2002), Educar en red. Internet como recurso para la educación Málaga, Ediciones Aljibe. Bravo, J. L. (2003). Los medios tradicionales de enseñanza: uso de la pizarra y los medios relacionados, Madrid, ICE de la Universidad Politécnica, 24 págs. (paper). Cabero, J.; Salinas, J.; Duarte, A.; y Domingo, J. (2000). Nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Madrid Ed. Síntesis. Del-Prado, Ana-María y Doria, M. A. (2015): «Construcción de materiales didácticos en ambientes virtuales de aprendizaje», 2º Simposio Argentino sobre Tecnología y Sociedad, < (2015): «Construcción de materiales didácticos en ambientes virtuales de aprendizaje», 2º Simposio Argentino sobre Tecnología y Sociedad, http://44jaiio.sadio.org.ar/sites/default/files/sts82-102.pdf. Escudero, J. M. (1990). Tendencias actuales en la investigación educativa: los desafíos de la investigación crítica. Currículum, 2, 3-25. Gimeno, J. (1988). El currículum: una reflexión sobre la práctica. Madrid: Morata. García-Aretio, Lorenzo (1989): «Modelos de elaboración del material didáctico», 3er Encuentro Iberoamericano de educación a distancia, San José de Costa Rica, UNED,