La Economía Social y Solidaria en Oaxaca. Retos y Oportunidades. (PDF)

Summary

This book explores the challenges and opportunities of the Social and Solidarity Economy in Oaxaca, Mexico. It presents diverse perspectives from different academic institutions, analyzing the potential of this approach to economic development in the region. The book includes case studies and discusses the role of academics in contributing to public policies for economic growth.

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María de los Ángeles Peralta Arias Rectora M. C. Héctor López Arjona Vice-Rector Académico Urbano Gustavo Curiel Avilés Silvia Patricia Paredes Hernández Conrado Aguilar Cruz Alejandra Guzmán Javier Coordinadores Editoriales Las...

María de los Ángeles Peralta Arias Rectora M. C. Héctor López Arjona Vice-Rector Académico Urbano Gustavo Curiel Avilés Silvia Patricia Paredes Hernández Conrado Aguilar Cruz Alejandra Guzmán Javier Coordinadores Editoriales Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva res- ponsabilidad de los autores y no reflejan la postura de la Universidad del Papaloapan, la Universidad del Mar, la Universidad Tecnológica de la Mixteca y la Universidad de la Sierra Juárez o de las instituciones que participaron en el arbitraje y en el proceso editorial. Este texto ha sido sometido a un proceso de evaluación pares externos con base en la normativa editorial de la UNPA. Urbano Gustavo Curiel Avilés, Silvia Patricia Paredes Hernández, Conrado Aguilar Cruz Alejandra Guzmán Javier (Coords.) (2024) La Economía Social y Solidaria en Oaxaca. Retos y Oportunidades. PRIMERA EDICIÓN: AGOSTO 2024 D.R. 2024 UNIVERSIDAD DEL PAPALOAPAN ISBN:978-607-99695-8-5 Universidad del Papaloapan Circuito Central #200, colonia Parque Industrial, San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, México. C.P. 68301. Tel. 287 875 92 40 http://www.unpa.edu.mx Para más información comuníquese a: [email protected] o visite la página web del libro: https://www.unpa.edu.mx/libros/ Diseño: I.D. Eruvid Cortés Camacho Índice Prólogo 11 I. Retos de la academia para contribuir en el análisis de las políticas pú- blicas hacia el desarrollo económico de Oaxaca: la perspectiva desde la economía social y solidaria. Mario Enrique Fuente Carrasco, Laura Lourdes Gómez Hernández y Esmeralda Bolaños Escobedo 13 II. Estrategia de desarrollo del estado de Oaxaca basada en la economía social con enfoque de territorialidad: una revisión documental explo- ratoria. Conrado Aguilar Cruz 23 III. Etnodesarrollo, Economía Social y Solidaria y Artesanías: Estudio de Caso, el Duraznal, Oaxaca, México. Urbano Gustavo Curiel Avilés, Alejandra Guzmán Javier, Javier Diaz Gómez y Cynthia Cruz Carrasco 37 IV. Empresas de la economía social y solidaria y pobreza en Oaxaca, México. Una aproximación espacial. José García Hernández, Carlos Yosafat Hernández Gómez y Juan Regino Maldonado 53 V. Circuitos cortos de comercialización desde la soberanía alimenta- ria y la economía solidaria. Estudio de Caso: Mercadito Alternativo Coyolapan. Magdalena Espina García, María Eufemia Pérez Flores y Juan Regino Maldonado 69 VI. Empresas productoras de enfoque económico social y solidario en la región zoque del sureste mexicano. El caso de Oaxaca y Chiapas. Nelly Eblin Barrientos Gutiérrez 85 VII. La Investigación Acción Participativa para fomentar la Economía Social y Solidaria. Estudio de caso del colectivo Malayo en San Pedro Pochutla, Oaxaca. César Julio Martínez Castro, Alfredo Gallardo Collí, Pablo Torres Hernández, Alfonso Cervantes Alcántara, Fátima Karina Delga- do Vidal y Carlos Iván Pérez Rostro 99 VIII.Aplicación de conocimiento en herbolaria para la salud bucodental de una población oaxaqueña José Eduardo Orellana Centeno y Roxana Nayeli Guerrero Sotelo 113 IX. Supervivencia de MiPyMEs oaxaqueñas lideradas por mujeres duran- te la pandemia por COVID-19. Silvia Patricia Paredes Hernández, César Julio Martínez Castro y Olivia Allende Hernández 125 X. Análisis del empoderamiento de la mujer en las empresas sociales de ecoturismo, en la Sierra Juárez de Oaxaca. Esmeralda Bolaños Escobedo y Alejandra Guzmán Javier 141 XI. La vida en la comunalidad: Un sistema que no deja entrar y no deja salir. Héctor Hugo Esquivel Reyes 157 Conclusiones del libro 179 Prólogo La diversidad cultural y biológica de Oaxaca, junto con su complejidad política y socioeconómica, presenta desafíos y oportunidades significativas para diseñar e implementar estrategias de políticas públicas. El reto es vasto: construir una noción de desarrollo desde una perspectiva multidimensional y transversal, donde la gene- ración de riqueza no implique exclusión, inequidad y deterioro ambiental. Ante este complicado contexto, es evidente que se requiere una articulación in- novadora entre el sector gubernamental, la sociedad civil organizada y las insti- tuciones de educación superior. En la nueva Ley General de Educación Superior, así como en los criterios de la Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SEAES) se le exige a las Instituciones públicas de Educación Superior un papel más protagónico hacia una mayor responsabilidad social. Estos compromisos no solo se remiten a la función sustantiva dada desde la formación de profesionistas de exce- lencia y con pensamiento crítico, sino también desde la incorporación de las funcio- nes sustantivas como la investigación y la vinculación (promoción al desarrollo) con el sector productivo, las comunidades y diversos sectores sociales. En esta búsqueda de alternativas de desarrollo, cuatro universidades del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (UTM, UMAR, UNPA, UNSIJ) han apostado por explorar el potencial del enfoque de la economía social y solidaria (ESS) como una alternativa de desarrollo en y para Oaxaca. Por una parte, han acreditado su participación en los Nodos de Impulso a la Economía Social y Solidaria (NODESS), fortaleciendo su vinculación con los gobiernos locales y los Organismos del Sector Social de la Economía (OSSE). Por otra parte, motivo de este documento, han con- vocado a otras instituciones de educación superior del estado para participar en este libro, titulado “Retos y Oportunidades de la Economía Social y Solidaria en Oaxaca”. El resultado ha sido la integración de diversas visiones y desde múltiples instituciones. En el primer capítulo, Mario E. Fuente, Laura Gómez y Esmeralda Bolaños destacan en “Retos de la academia para contribuir en el análisis de las políticas públicas hacia el desarrollo económico de Oaxaca: la perspectiva desde la economía social y solidaria” que la diversidad de praxis en la ESS implica diferenciar distintos tipos de políticas públicas. Conrado Aguilar Cruz y colegas, en “Estrategia de desarrollo del estado de Oaxaca basada en la economía social con enfoque de territorialidad: una revisión documental exploratoria”, analizan la estrategia de desarrollo económico del gobierno del estado de Oaxaca en su plan estatal de desarrollo 2022-2028 y su relación con la filosofía de la ESS. Urbano Gustavo Curiel Avilés y su equipo, en “Etnodesarrollo, Economía Social y Solidaria y Artesanías: Estudio de Caso, el Duraznal Oaxaca, México”, presen- 8 tan un enfoque teórico y empírico sobre la comunidad el Duraznal, destacando el esfuerzo social, ambiental y económico realizado de manera solidaria. José García Hernández, en “Empresas de la economía social y solidaria y pobreza en Oaxaca, México. Una aproximación espacial”, colocan como eje de análisis una de las cate- gorías claves de la ESS: la pobreza. Al respecto, el capítulo identifica una posible relación entre la concentración de empresas de ESS y la pobreza multidimensional, subrayando su contribución positiva a la economía local, el bienestar social y la con- servación del medio ambiente. Magdalena Espina García, en “Circuitos cortos de comercialización desde la soberanía alimentaria y la economía solidaria”, analiza los circuitos cortos de co- mercialización en el Mercadito Alternativo Coyolapan y ofrece recomendaciones en el diseño de estrategias para pequeños productores agroecológicos. Nelly Eblin Barrientos Gutiérrez y colegas, en “Empresas productoras de enfoque económi- co social y solidario en la región zoque del sureste mexicano. El caso de Oaxaca y Chiapas”, enfatizan la importancia de desarrollar conocimientos y capacidades téc- nicas en la región, resaltando el compromiso de las instituciones públicas del Estado mexicano. César Julio Martínez Castro y colaboradores, en “La Investigación Acción Participativa para fomentar la Economía Social y Solidaria. Estudio de caso del colectivo Malayo en San Pedro Pochutla, Oaxaca”, comparten las experiencias del colectivo Malayo y las estrategias de Investigación Acción Participativa implemen- tadas, destacando las sinergias para el fortalecimiento comunitario. José Eduardo Orellana Centeno y su equipo, en “Aplicación de conocimiento en herbolaria para la salud bucodental de una población oaxaqueña”, proponen la medicina tradicional como una alternativa segura, económica y sustentable para el desarrollo de nuevos medicamentos. Silvia Patricia Paredes Hernández y colegas, en “Supervivencia de MiPyMEs oaxaqueñas lideradas por mujeres durante la pandemia por COVID-19”, abordan la perspectiva de género en la participación empresarial, destacando los retos y la falta de apoyos gubernamentales durante la pandemia. Alejandra Guzmán Javier y su equipo, en “Análisis del empoderamiento de la mujer en las empresas sociales de ecoturismo, en la Sierra Juárez de Oaxaca”, exploran el empoderamiento de las mujeres en la ESS y la protección de sus derechos. Héctor Hugo Esquivel Reyes, en “La vida en comunidad: Un sistema que no deja entrar y no deja salir”, analiza la ESS desde una perspectiva ortodoxa de sociedad (el individuo, el mercado, la modernización, etc.,) y los nuevos retos para la juventud ante el cambio generacional. Este libro es una contribución valiosa para comprender y promover la Economía Social y Solidaria en Oaxaca, ofreciendo diversas perspectivas y propuestas desde la academia. En los once capítulos que integran el libro se identifican temas comunes, 9 pero también es evidente la diversidad de acercamientos teóricos, metodológicos y territoriales en el enfoque de la ESS como estrategia de desarrollo. Finalmente, agradecemos a los colaboradores responsables de la evaluación por pares de doble ciego, quienes, con sus aportaciones fortalecieron los trabajos inte- grados en el presente libro. Esperamos que todos estos contenidos sean del agrado de los lectores. Dr. Mario Enrique Fuente Carrasco Vicerrector de la Universidad de la Sierra Juárez 10 I. Retos de la academia para contribuir en el análisis de las políticas públicas hacia el desarrollo económico de Oaxaca: la perspectiva desde la economía social y solidaria Mario Enrique Fuente Carrasco 1 Laura Lourdes Gómez Hernández2 Esmeralda Bolaños Escobedo3 Introducción Durante el Foro “Por el Futuro de Oaxaca” se planteó la siguiente pregunta: ¿De qué manera pueden contribuir las Instituciones de Educación Superior al impulso de políticas públicas orientadas hacia un desarrollo económico en el Estado de Oaxaca? La convocatoria del libro sugiere una respuesta general: incorporar la perspectiva de la Economía Social y Solidaria (ESS) como una de las estrategias de una política pública que busque el componente incluyente del desarrollo económico. En este documento se presentan reflexiones de un grupo académico interinsti- tucional (Universidad de la Sierra Juárez y CIIDIR-IPN de Oaxaca). Se plantea, en principio, que es necesario aclarar tres asuntos. En primer lugar, se debe de explicitar que en la comunidad académica existen posturas teórico-metodológicas heterogéneas sobre la noción de desarrollo eco- nómico; donde el enfoque de la ESS no es dominante. Desde fines del siglo pa- sado diversos personajes, como Anne Krueger, Gregory Mankiw, Robert Lucas 1 Es Doctor en Ciencias Ambientales. Es profesor investigador de la Universidad de la Sierra Juárez. Líneas de investigación: Sustentabilidad rural, economía ecológica, economía solidaria y etnoecolo- gía. Correo electrónico: [email protected]. 2 Es Maestra en Administración. Es profesora investigadora del Instituto Politécnico Nacional, CIIDIR Unidad Oaxaca. Líneas de investigación: Economía solidaria, desarrollo sostenible, sistemas de gestión de la calidad, comercio justo, empresas familiares, empresas sociales, gestión comunitaria. Correo electrónico: [email protected]. 3 Dra. en Ciencia de la Educación, profesora- investigadora adscrita al instituto de estudios ambientales de la Universidad de la Sierra Juárez. Líneas de investigación: género, economía social y solidaridad, emprendimiento [email protected] 11 y Milton Friedman, contribuyeron a revitalizar a la teoría económica neoclásica como el paradigma ortodoxo, principalmente debido a una coyuntura interna- cional relacionada con la “caída del muro de Berlín”. En esta tarea, diversos organismos multilaterales (como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos) fueron funda- mentales para incorporar tal paradigma como eje de las políticas púbicas, y a la vez para convertir la noción de desarrollo económico (que incluía el tema de la distribución) como sinónimo crecimiento económico. Esta postura resalta el ideal de priorizar la resolución del problema de la asignación eficiente a partir de la liberación del mercado, por lo que la importancia del Estado queda subordinado a ese propósito. En segundo lugar, las respuestas sobre el tipo de desarrollo económico depen- den del contexto socioeconómico. En otros términos, dado que existen condiciones diferentes, por ejemplo, entre Oaxaca y otros estados (como Nuevo León, Jalisco, etc.) no hay razón para pensar en un solo modelo de desarrollo económico. En esta perspectiva, una de las funciones de la academia sería reconocer y explicitar las pe- culiaridades de Oaxaca desde el punto de vista territorial, de organización política (propiedad social, dispersión de comunidades), la complejidad biocultural y, en úl- tima instancia, la amplitud de prácticas económico vinculadas con el sector primario (con tenencia de tierra de tipo social) y de servicios. En este contexto regional, la ESS puede desempeñar un papel alternativo o complementario a las políticas de desa- rrollo económico de tipo neoclásico. La tercera acotación se refiere a que no existe un “modelo” teórico para definir lo que es la ESS, y con ello también se reconoce una amplia variedad de praxis de ESS en Oaxaca. Un papel de las IES es contribuir a identificar y descifrar éstas múltiples expresiones teóricas y prácticas; ello como un insumo en el diseño diferenciado de política pública. Este capítulo se enfoca a explicitar este último asunto. Objetivo Contribuir a la identificación de los principales antecedentes del enfoque de la Economía Social y Solidaria como política pública en México y los principales mati- ces teóricos y practicas económicas en Oaxaca con el fin de que sirvan como insumos en el diseño las políticas públicas que fomenten un desarrollo económico inclusivo en el Estado de Oaxaca. Metodología Se combinan técnicas documentales con observaciones en el trabajo de campo. Las técnicas documentales se emplearon para contextualizarnos en la historia de la emergencia de la economía social y solidaria como parte de la Política Pública Nacional, así como para caracterizar el debate académico sobre la ESS. En la for- mulación de posibles criterios para la elaboración de una tipología de la ESS, se 12 contrastaron las experiencias del trabajo de campo con las posturas teóricas expues- tas sobre la ESS. Específicamente, se sistematizó la información directa de prácticas productivas sociales observadas en el estado de Oaxaca, obtenidas de diversas tesis de la maestría en Gestión de Proyectos para el Desarrollo Solidario realizadas en el CIIDIR-Unidad Oaxaca desde 2014 hasta la fecha (Bautista, 2024; Chávez, 2024; David, 2016; Jiménez, 2017; López, 2018; Raymundo, 2024; Vázquez, 2022), así como del acompañamiento a comunidades desde la Universidad de la Sierra Juárez (en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco) desde 2010 dentro del Proyecto de “Soluciones Locales para una Justicia Ambiental”. También se destaca la experiencia obtenida dentro del proyecto Pre-NODESS y NODESS “Laa Yetzi UNSIJ – Ixtlán” desde 2022. Resultados La ESS como política pública: de lo nacional a lo estatal. La crisis financiera que afectó a los países de América Latina durante la década de los años ochenta, fue aprovechada por los organismos multilaterales para imponer una serie de refor- mas en las políticas económicas de los gobiernos, conocidas como el Consenso de Washington. Este consenso planteaba que, a mediano plazo, estas políticas con- tribuirían no solo al crecimiento económico, sino también a una distribución más equitativa de la riqueza. Estas recomendaciones fueron respaldadas por diversas corrientes académicas, como la teoría del goteo y la Curva de Kuznets. Sin embargo, las primeras décadas del siglo XXI han evidenciado las deficiencias paradigmáticas de estos pronósticos sobre la distribución de la riqueza (Sowell, 2023; Piketty, 2014). El informe de OXFAM (Christensen et al., 2023) reveló que, durante la última década, el 1% más rico acumuló alrededor del 50% de la riqueza generada, mientras que el 1% más pobre apenas participó en esta acumulación, evidenciando una desigualdad descomunal que ha sido uno de los catalizadores estructurales del conflicto social y la ingobernabilidad. En este contexto, el gobierno mexicano ha demostrado versatilidad y capacidad para combinar políticas públicas vinculadas al Consenso de Washington con pro- gramas asistenciales de continuidad transexenal, como el emblemático Programa Nacional Solidaridad (1994). Sin embargo, también persiste otra forma de política distintiva en México: la economía social. La raíz de esta tercera vía se encuentra en la redacción de la Constitución Política de 1917, que reconoce la importancia de la propiedad social (comunal y ejidal) como parte del sector productivo social que complementa al mercado y al Estado. Más recientemente, en 1983 se modificó el artículo 25 constitucional para reconocer la contribución al desarrollo económico nacional de los sectores público, social y pri- vado, sin menoscabo de otras formas de actividad económica. La instrumentación de la economía social ha recibido impulsos adicionales como política pública, como la creación del Fondo Nacional de Empresas de Solidaridad (1991), la formulación 13 de la Ley de Economía Social y Solidaria (2012) y la creación del Instituto Nacional de la Economía Social. La importancia del sector social de la economía para la generación de empleo y la distribución de la riqueza ha sido reconocida. A pesar de la heterogeneidad del sector, se han identificado ciertos atributos comunes, como la colaboración entre sus miembros para lograr un equilibrio entre objetivos económicos y sociales, lo cual no está exclusivamente vinculado al capital o las contribuciones individuales, sino al bienestar colectivo. El enfoque de la economía social está explícito en los principios rectores del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, donde se propone un desarrollo económico na- cional que no solo se mida en términos crematísticos, sino que también se valore por su contribución a la equidad y justicia social, fundamentales para una mayor gobernabilidad. El PND (2019-2024) reconoce la necesidad de una planificación diferenciada se- gún la diversidad territorial del país, considerando las diferencias históricas, de- mográficas, de infraestructura, socioculturales, geográficas y ecológicas de cada entidad federativa y sus regiones. En línea con el PND, el Plan de Desarrollo de Oaxaca 2022-2028 (119) establece explícitamente en su eje estratégico 4, línea de ac- ción 4.1.2.3., lo siguiente: “(se) impulsará el desarrollo económico con justicia social en las ocho re- giones, fortaleciendo la producción que genere riqueza social, impulsando la relación entre la producción y el mercado interno, fomentando en los pueblos y comunidades la economía social y solidaria” Las ESS desde la Academia: papel del Estado y del Mercado. La academia y los movimientos sociales que promueve el enfoque de la ESS hay una variedad de pos- turas. Un criterio para identificar sus variantes abordarse en el papel que le asignan al Estado y el mercado4. Collin (2016), una de las autoras más críticas, distingue entre las economías de tipo social, popular y solidaria. Percibe que una economía social y popular siguen ancladas a la lógica del mercado; la primera, para moralizar al capital, y la segunda, para adaptarse a los dictados del mercado. Por ello, des- confía en reconocer el carácter contestatario de las cooperativas, los proyectos de microfinanzas y el papel de los ejidos o comunidades agrarias identificadas como el sector social de la economía; ya que indica que, si bien cuestionan las formas de propiedad y de organización del trabajo, en su operación reproducen la lógica de “la reproducción ampliada del capital y la producción en serie de mercancías” (Collin, 2016, p. 255) en vez de una lógica de reproducción social ampliada... 4 El debate tiene su origen desde el siglo XIX, precisamente cuando el avance del capitalismo empieza a evidenciar las desigualdades sociales; lo que cataliza las ideas socialistas que proponen acciones revolucionarias ante el Estado y la lógica capitalista. 14 Por eso se puede sostener que, hacia el interior, son estructuras democráticas, mientras que, hacia el exterior son estructuras de Mercado. En cuanto al medio am- biente, decía se evidencia que, con ciertas excepciones, la mayoría de las cooperati- vas no cuestionan el origen de los insumos, les importa las condiciones en que fue- ron obtenidos… cuando mucho, incorporan el tema ecológico como negocio, como sucede con muchos emprendimientos de turismo ecológico. Para referirse a las economías solidarias, se plantea su potencial en la medida en que no dependan de subsidios y sean efectivamente una opción para la reproduc- ción de condiciones socioambientales, lo cual requiere diversas condiciones: arraigo local, diversidad, reciprocidad e interdependencia. En contraposición a esta visión, predominan posturas de economía social y so- lidaria que reconocen el papel del Estado y el mercado, planteando la posibilidad de compartir algunas premisas de la teoría económica neoclásica, lo que implica supuestos sobre la relevancia del libre mercado y del individualismo metodológico como el instrumento más eficiente para resolver el problema de la asignación. Un primer grupo de la academia (paradigma) se apropia del concepto de “expe- riencia exitosa” para destacar el papel competitivo de la empresa social frente a las reglas del mercado convencional (oferta-demanda), sin percibir una diferencia sig- nificativa entre los fines de la empresa social y las impulsadas por el sector privado. Este enfoque sutilmente dominante prevalece. El segundo cuerpo académico aboga por que el Estado mantenga políticas asis- tencialistas como forma de supuesta justicia social y para alejar a las comunidades de las reglas impuestas por el capital; mientras que un tercer cuerpo académico insta a las comunidades a desterrar palabras como mercado y gobierno, proponiendo ac- ciones autárquicas, muchas de ellas basadas en una visión del pasado precolombino. El caso del ecoturismo en la Sierra Juárez de Oaxaca ha sido analizado desde estos diversos enfoques (Fuente y Ramos, 2013). Oaxaca: los “obstáculos” para una economía de mercado son “oportunidades” para otra economía (la social y solidaria). El estado de Oaxaca cuenta con atributos singulares para impulsar un desarrollo económico nacional con indicadores multi- criterio (no necesariamente subordinados a lo crematístico). Esto requiere el reco- nocimiento, articulación y potenciación de las diversas particularidades culturales, geográficas y vocacionales del territorio. En otras palabras, para el impulso de una economía de mercado, en Oaxaca se presentarían como “obstáculos” los siguientes componentes: el tipo de tenencia social (sobre todo comunal), los altos niveles de dispersión de pequeñas localidades, el alto número de municipios (25% del na- cional), la compleja orografía y los medios de comunicación entre comunidades, la fuerte presencia de sistemas normativos internos para la elección de gobiernos locales (417), el alto número de micro y pequeñas empresas, y la importancia de la conservación ecológica del territorio (por ejemplo, en lo forestal y en el manejo 15 del agua), entre otros. Sin embargo, tales características representan retos relevantes para la implementación de un enfoque de desarrollo económico desde la economía social y solidaria. En este contexto, el indicador ortodoxo se basa en la contribución del Producto Interno Bruto (PIB), pero desde esta perspectiva, Oaxaca tiene la oportunidad de combinar dos enfoques: el de la economía de mercado centrado en la mediana em- presa (por ejemplo, en el sector hotelero, energético y otros) y otro enfoque alterna- tivo al desarrollo basado en la economía social y solidaria. Desde la experiencia del trabajo de campo, y siguiendo los criterios empleados por Collin (2016), se identifica una premisa: la economía de mercado y la economía social y solidaria no son mutuamente excluyentes; son comlementarias. Por ejemplo, en la economía social y solidaria han tomado relevancia internacional otros indicadores, como el PIB ambiental, el comercio justo, los indicadores de la agenda 2030 y, en general, otro indicador altamente relevante: la gobernabilidad (comparando Oaxaca con otras entidades como Tamaulipas, Michoacán y Jalisco). En suma, en el estado de Oaxaca, la perspectiva de la economía social y solidaria es un importante instrumento del Estado para contribuir a mejorar la gobernabili- dad, la autogestión y autonomía local, la diversidad cultural, y el aprovechamiento y conservación de la naturaleza. Es decir, articular la generación de excedentes, pero teniendo como premisas que se tome en cuenta la mejor distribución de dicha riqueza y de una base ambiental sustentable (resiliencia ecológica). Discusión Consideramos necesario que las políticas públicas orientadas a la ESS realicen un amplio diagnóstico (siempre perfectible, nunca acabado) que permita dibujar e imaginar estrategias e instrumentos de políticas pública diferenciada para el tema que nos convocan: el desarrollo económico con inclusión. Se distinguen en esta tarea que las Instituciones de Educación Superior propor- cionen insumos para el diseño de unas políticas públicas tomando en cuenta un actuar diferenciado en función a los diversos logros en la generación de excedentes.En esta perspectiva se identifican tres tipos de grupos de prácticas de economía social y solidaria. T 1. Reproducción ampliada. Se trata de grupos que están en proceso o han con- solidado estrategias para generar excedentes (riqueza), ya sea a través del mercado, del Estado y/o del comercio justo, o mediante la combinación de estos. Este excedente les permite ampliar la infraestructura de la empresa y crear empleos. Algunas experiencias de este tipo pueden identificarse en la gestión forestal, que no solo aprovecha la madera, sino que también la transforma o incluso ha incursionado en las compensaciones ambientales (internalización de las externalidades). En este rubro se encuentran algunos emprendimientos, como el turismo alternativo (ecoturis- 16 mo, de naturaleza, rural, de aventura), así como otros proyectos impulsados desde el comercio justo, como la producción y venta de café y otros productos agrícolas, así como las ferias y mercados solidarios. Un dato interesante es que en algunas de estas experiencias tienen una fuerte vinculación con la gestión más autonómica de su territorio. Otro aspecto a destacar es que no solo se pueden valorar por la gene- ración de excedentes, sino que también pueden contribuir con indicadores como la inclusión de sectores juveniles y de género. Algunos emprendimientos se basan en gran parte en el papel de la asamblea. T 2. Reproducción simple. Esta estrategia aparentemente es la más dominante. Se trata de cooperativas y organizaciones que mantienen bajos niveles de generación de excedentes, ya que los ingresos se utilizan principalmente para la reproducción de la vida cotidiana de los miembros de la unidad económica. A pesar de no generar excedentes, son instancias altamente relevantes para la economía de las familias, e incluso en el caso de algunas mujeres, se presentan atributos de un relativo “em- poderamiento” de tipo emocional. En esta tipología se pueden identificar algunos emprendimientos realizados por artesanos, o en algunos emprendimientos de eco- turismo. Son emprendimientos muy frágiles que constantemente están sometidos a presiones externas, como sucedió durante la pandemia. Existen experiencias en la Sierra Juárez de Oaxaca en las que se ha recuperado la importancia de la producción local y su venta en mercados regionales. T 3. Unidades con reproducción deficitaria, en la cual no existe valor agregado por el servicio o del producto. Es decir, el ingreso corresponde simplemente para una subcompensación de la fuerza de trabajo invertida por los/las participantes. Es decir, las horas de trabajo invertido en la elaboración de un servicio o producto “es- tán muy por debajo de un salario mínimo”. Un ejemplo de este modelo lo representa la elaboración y venta del totopo en el Istmo; sin embargo, este modelo de unidad tiene un papel muy relevante, pues a pesar de que su proceso de producción es defi- citario desde el punto de vista económico, la actividad ha sido un factor de relativos niveles de estabilidad social (gobernanza); tal como se pudo observar después del sismo del 7 de septiembre del 2017. Por tanto, la aplicación de una política pública a cada tipo de emprendimientos e ES presenta diferentes retos en diferentes momentos que se deben de incorporar en un diagnóstico amplio. Por ejemplo, en el Tipo 1 las empresas forestales han insistido desde más de 15 años en la importancia de aplicar políticas fiscales diferenciadas. En algunos casos, presentan menos deterioro en sus ingresos si se registran como Sociedades de Producción Rural o Anónimas. Un ejemplo de los ajustes en materia de política pública se puede visualizar en el papel de la Norma Mexicana NMX-AA- 133-SCFI del ecoturismo. Tal norma es altamente relevante, pero a la vez presenta al- gunas contracciones que limitan su actuar: la Norma fomenta la compra de insumos locales, pero las empresas requieren, por disipaciones con el SAT, comprobar gastos con facturas; lo cual no limita las Comoras locales (por no contar con ese registro del SAT). Tipo II la importancia de las Microfinanzas desde abajo, tal como sucede con 17 los Grupos de autoahorro y préstamo. Tipo III. Programas gubernamentales para complementar servicios básicos como el de salud. Por ejemplo, en el caso de las mu- jeres que laboran el totopo el tema de la salud es altamente relevante. Otras acciones relevantes generales podrían ser las siguientes: Contribuir a la formación técnica y administrativa de grupos de cooperativas y asociaciones afines como estrategia para convertir sus iniciativas económicas en unidades de reproducción ampliada (generación de excedentes); Consolidar un programa de Vinculación universidad-empresas desde diversas áreas. Ello en concordancia con iniciativas estatales y nacionales fortalecer el progra- ma de Vinculación Universidad- sector económico. Se trata de articular y estimular esfuerzos como los está realizando actualmente organismos como la Coordinación de Educación Superior (COEPES) y las nuevas disposiciones de CONAHCYT a tra- vés de la figura de investigación- acción. Ampliar los espacios de intercambio entre productores (o prestadores de servi- cios) con los consumidores desde una lógica comercio justo (responsable, saludable); Contribuir con asesoría técnica y jurídica en el impulso de sistemas fiscales más justos para apoyar las redes de producción y consumo. Favorecer el desarrollo de cadenas de valor local y regional. Conclusión La diversidad se presenta como uno de los grandes retos en materia de política pública; la noción de “Desarrollo Económico” y de Economía Social y Solidaria (ESS) no son la excepción. En la administración pública, debido a su naturaleza de fiscalización, hay una tendencia a homogenizar la realidad con base en indicado- res estandarizados (por ejemplo, los formatos del Programa Operativo Anual). En la academia, por otro lado, existe la posibilidad de diversificar las perspectivas, e incluso las nociones de ESS. ¿Cuáles son las implicaciones de esta diversidad de percepciones del académico sobre el referente empírico (trabajo de campo) de la ESS? Una de las implicaciones es la siguiente: si las acciones gubernamentales o de las comunidades no se ajustan a nuestro marco teórico, entonces esas acciones son definidas como erróneas. La diversidad de nociones de la ESS es un reflejo de la lucha de paradigmas en el interior de las comunidades académicas. En el fondo, cada postura parte de dife- rentes posturas epistemológicas (relación Sujeto investigador-objeto investigado), y estas tienen diferentes implicaciones en las recomendaciones de políticas públicas. A manera de ejemplo, se identifican (de manera simplificada) tres vertientes de eva- luación de las comunidades académicas sobre la ESS practicada en las comunidades en las que se ha tenido interacción: 18 Versión 1: Es la comunidad académica que se ha apropiado de la palabra/concepto de “experiencia exitosa” para resaltar el papel “competitivo” de la empresasocial frente a las reglas del mercado convencional (oferta-demanda). No existe, por lo tanto, diferencia significativa entre los fines de la ESS con la impulsada por el sector privado. Es un enfoque sutilmente dominante. Versión 2: Exige al Estado mantener políticas asistencialistas como forma de im- pulsar una supuesta justicia social y para que las comunidades se alejen de las reglas “impuestas por el capital”. Versión 3: Es la visión con menor presencia, y como se indicó arriba, es Collin (2016) quien ha sido una protagonista central. Exige a las comunidades desterrar palabras como mercado y gobierno. Proponen acciones autárquicas, muchas de ellas basadas en una visión romántica del pasado precolombino. Es interesante ver que, para un mismo referente empírico, como lo es el ecoturis- mo en la Sierra Juárez de Oaxaca, ha sido analizado desde estos enfoques diversos. Los criterios expuestos por Collin (2016) para una ESS serán interesantes de in- corporar para la elaboración de una tipología; específicamente, cuando indica el po- tencial de fomentar una reproducción social basada en una autonomía ante los sub- sidios, el compromiso con la reproducción de las condiciones materiales socioam- bientales y que se den las condiciones de arraigo local, diversidad, reciprocidad e interdependencia. Bibliografía Bautista B., L. (2024). “Estrategias de Comercio Justo como impulso de procesos comerciales en talleres de artesanías de barro de los Valles Centrales de Oaxaca”. Tesis de la Maestría en Gestión de Proyectos para el Desarrollo Solidario del CIIDIR-Unidad Oaxaca del IPN. Chávez G., S. 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El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, toma la ruta para cambiar el paradigma basado en el individualismo económico, por otro que retome principios que colocan en el centro a la sociedad civil, el trabajo cola- borativo de las personas y la propiedad colectiva de los bienes, con la intención de generar relaciones de solidaridad y confianza, espíritu comunitario con la idea de integrar procesos productivos, de consumo, distribución, ahorro y préstamo a favor de los participantes. Oaxaca es un estado de la República Mexicana que históricamente, se distingue por mantener una tradición marcada por la conceptualización del espacio y terri- torio, el manejo y conservación de la gran riqueza biológica y una organización co- munitaria y práctica orientada en la cooperación y el sentido de comunidad, que definen una cultura de trabajo colaborativo, basada en el tequio6. 5 Doctor en Ciencias de la Administración. Profesor investigador de la Universidad Tecnológicade la Mixteca. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Línea de investigación: Administración de la innovación para la competitividad organizacional. E-mail: conrado@mixteco. utm.mx. 6 En la región de la mixteca con distintos matices, fuerza y formas, lo mismo que en diversos pueblos originarios mexicanos, se denomina tequio al trabajo colectivo no remunerado que todo jefe de fa- milia debe realizar a favor de su comunidad (Ibarra, C.A., 2013). Yanhuitlán: un pueblo mixteco de tequio y conservación. Revista Vinculando, 11(2). https://acortar.link/Ysy6bO 21 El objetivo de este capítulo es examinar la estrategia, fundamentalmente, de de- sarrollo económico que el gobierno del estado de Oaxaca presenta en el plan estatal de desarrollo 2022-2028 y la relación que guarda con la filosofía de la economía so- cial y solidaria con enfoque de territorialidad, la justicia, democracia, solidaridad, y sustentabilidad como ejes transversales. El resto del documento se estructura, primero, en la revisión de la literatura; segundo, la metodología seguida en su elaboración; tercero, los resultados de la investigación; cuarto, la discusión y conclusión, finalmente se presentan las referencias. Revisión de la literatura El consenso en la literatura consultada es que el sistema económico capitalista imperante constituye un modelo alejado del desarrollo y bienestar humano por su carácter excluyente, concentrador de riqueza en pocas personas y depredador del medio ambiente, completamente orientado hacia el individualismo, la competencia y la acumulación del capital, generando asimetrías socioeconómicas (Hernández & Ramírez, 2022; Kenworthy, 2020; Presta, 2020). Al respecto, los economistas ortodoxos insisten, una y otra vez, en el valor del crecimiento económico como motor para asegurar el desarrollo y aliviar la pobreza (Aguilar & Ramales, 2024). En los años cincuenta, W. Arthur Lewis (1955) en su libro “La teoría del crecimiento económico”, fue muy claro al señalar que el propósito de su manual es el crecimiento económico y no la distribución, es la producción y no el consumo. Lewis reconoce que, es posible que crezca la producción y, sin embargo, que la masa de pueblo se empobrezca (Citado por Gudynas & Villalba 2006). En la misma dirección apunta el revelador título del artículo de Dollar y Kraay (2000) “El crecimiento es bueno para los pobres”. En este trabajo se reconoce que, el crecimiento económico puede contribuir al desarrollo social, sin embargo, no es el único factor que lo hace. Es decir, el creci- miento económico no siempre conduce a mejores resultados sociales y, en ocasiones, puede exacerbar los problemas sociales existentes, conformando un entorno alejado del desarrollo y bienestar humano, favoreciendo la crisis sistémica de naturaleza económica, social, política y ambiental (Hernández, 2018; Gudynas & Villalba, 2006; Toledo, 2017). El contexto descrito sugiere planteamientos que incluyan una nueva ética civili- zacional hacia formas de trabajo más colaborativas (Boff, 2002, citado por Hernández y Ramírez, 2022) que permitan configurar un nuevo paradigma determinado por nuevas relaciones de producción, distribución y consumo basadas en la justicia so- cial, centradas en las personas y en el medio ambiente (Coraggio, 2016). 22 La economía social En el año 2022 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el documento “estudio de caso de la economía social de México, 2013 y 2018”, allí define a la economía social en los siguientes términos: Todas aquellas actividades económicas llevadas a cabo por entidades organiza- das con autonomía de decisión y gestión, en las que los miembros reúnen una doble condición de trabajadores y socios para satisfacer las necesidades de sus integrantes y comunidades donde se desarrollan. (2022, p. 5) En esta perspectiva, la economía social está ligada con el término “solidaria”, en tanto que, centra su acción en objetivos sociales, medioambientales, guiados por principios y prácticas de cooperación, solidaridad, ética y autogestión democrática (ONU, 2014). Desde su origen en el siglo XIX, la economía social y solidaria, surge en forma de cooperativismo en respuesta a la convulsión económica y social surgida de la revo- lución industrial (Orellana, 2007). En México adquiere un reconocimiento más pun- tual en la reforma de 1983 del párrafo ocho del artículo 25 constitucional, al recono- cer al sector social como parte de la economía (INEGI, 2022), una filosofía y enfoque transversal que involucra a todos los sectores de la actividad económica como una manera alternativa de relacionarse con los factores de producción (Orellana, 2007) y su impacto en el progreso y bienestar social (INAES, 2021). Sin embargo, será caracterizada y definida su estructura hasta la promulgación en 2012 de la Ley de Economía Social y Solidaria, la cual, dio paso a la creación del Instituto Nacional de Economía Social (INAES) con la encomienda de crear acciones de política pública mediante la formulación de un programa para el fomento a la eco- nomía social para los años, 2015-2018 (INEGI, 2022) encaminada a crear las condicio- nes favorables para el crecimiento y consolidación del sector social (INAES, 2021). Si bien, en México, el reconocimiento jurídico de la economía social tiene más de cuatro décadas, su impulso e implementación, apenas tiene un quinquenio, con el objetivo de instrumentar las políticas de fomento y desarrollo del sector social de la economía a través del INAES (DOF, 2012). A pesar del gran interés académico por estudiar a la economía social y la econo- mía solidaria, el mayor desafío es generar la información estadística del sector social de la economía que muestre evidencia de la consolidación del nuevo paradigma, como lo propone el INEGI en su metodología para el estudio de caso de la economía social de México, especialmente, en el estado de Oaxaca. Hasta el año 2023, nos encontramos en la fase de integración y ubicación de los nodos de economía social y solidaria (nodess). 23 La dimensión territorial Para algunos autores, lograr el progreso y bienestar social, la dimensión de te- rritorialidad y sostenibilidad del desarrollo local constituye el eje de la economíasocial y solidaria (Noguera, (2016) articulada mediante programas y formas de organización social específicas como las cooperativas, sociedades mutuales y empresas sociales (Tapia, 2017) con una sólida base social, por lo tanto, “no se plantea comoun nuevo modelo de desarrollo” (Orellana, 2007), incluso se propone como una herramienta de transformación social. En cambio, otros cuestionan el bienestar de la comunidad sin analizar la dimensión sociopolítica en el espacio temporal a nivel macro, meso y micro según el tipo de relaciones, escalas, redes, localidades, personas involucradas y su forma de ser (Hernández, 2018). En países europeos, el enfoque del desarrollo basado en la dimensión territorial es considerado prioridad en el diseño de herramientas de política económica como las inversiones territoriales integradas y el desarrollo común desde el liderazgo lo- cal, un mecanismo que busca la implementación de una estrategia territorial de ma- nera integrada (Aleksandrova-Zlatanska, 2019; Ferrer, 2019). En Oaxaca, México, históricamente el enfoque de territorialidad está presente en las concepciones y prácticas propias y profundas acerca del territorio, en las actividades cotidianas de sus habitantes sobre el manejo, conservación y restaura- ción del medioambiente que surge de la construcción simbólica de los territorios indígenas y su relación con la naturaleza para el aprovechamiento de todos los bienes necesarios para la vida identificando los centros y fronteras territoriales (Barabas, 2014). En consecuencia, el mayor reto para el diseño e implementación de estrategias de desarrollo social basada en el enfoque de territorialidad será, reconocer la cons- trucción simbólica de los territorios con “tradiciones y estilos de vida en cada una de sus 10,496 localidades, ubicadas dentro de los 570 municipios, de las regiones geográficas: Valles Centrales, Tuxtepec, Cañada, Mixteca, Sierra Sur, Sierra Norte, Istmo y Costa” (Ibarra, 2013, p. 2). En todos los casos, seguramente existen socios clave y actores económicos de importancia local con experiencias propias en su relación con y aprovechamiento de la naturaleza para su sobrevivencia y el gran interés por heredar a las futuras generaciones un planeta habitable. La estrategia de desarrollo basada en esta perspectiva es fundamental, a la hora de plantear el mejoramiento del bienestar humano, puesto que la visión de territo- rialidad ejerce un efecto de cohesión social en la que la identidad cultural tiene un rol determinante en el proceso de toma de decisiones colectivas. 24 Metodología Una vez trazado el objetivo se adoptó una metodología basada en la revisión documental exploratoria sobre la literatura científica como lo sugiere, Machado y otros (2009); Poth y Ross, (2009); Shepperd, et al. (2009), lo mismo que documentos oficiales como el plan estatal de desarrollo, publicaciones del instituto nacional de estadística y geografía y del propio instituto nacional de economía social. Por un lado, se examinaron brevemente los objetivos, estrategias y líneas de acción para el crecimiento y desarrollo económico para el estado de Oaxaca contenidos en el plan estatal de desarrollo 2022-2028, por el otro, la visión de desarrollo comparada con la filosofía de la economía social y solidaria. Este análisis ayuda a comprender mejor cómo pueden utilizarse para complementarse entre sí. La finalidad del uso de esta metodología es estudiar el desarrollo con enfoque de territorialidad y la economía social como un tema que es posible abordar plan- teando preguntas que permitan identificar vacíos teóricos y empíricos, lo mismo que explorar áreas específicas, factores y componentes que permitan diseñar una investigación de mayor profundidad y alcance. En este sentido, se procedió a realizar una selección de la literatura de actualidad y relevancia científica para generar y establecer líneas de trabajo actuales y futuras. Resultados En primer lugar, se presenta un análisis de del ejercicio de planificación del de- sarrollo para las ocho regiones que conforman el estado de Oaxaca contenido en el Plan Estatal de Desarrollo (PED-2022-2028). Segundo, se muestra la evolución re- ciente en la conformación de los nodos de la economía social y solidaria en el estado de Oaxaca. Planificación del desarrollo de Oaxaca El apartado que aborda el impulso del crecimiento y desarrollo económico está compuesto por cinco objetivos, cada uno contiene varias estrategias y acciones. A continuación, se analiza cada uno de estos objetivos junto a sus acciones con la fi- nalidad de identificar cuáles de ellos contienen acciones orientadas al desarrollo del estado empleando la metodología de la economía social y solidaria con un enfoque de territorialidad. Según CONAPO (2021) el desarrollo social es lo opuesto a la marginación o ex- clusión económica y política de ciertos grupos de las personas. Por lo tanto, cons- tituye un proceso de mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas en sus comunidades, relacionado con grados educativos, atención médica y el acceso a necesidades básicas como alimentos y vivienda; la reducción de la pobreza, dis- minución de la desigualdad y la discriminación. La Figura 1 muestra el objetivo 4.1, 25 por medio del cual se desea impulsar el desarrollo económico, utilizando para ello dos estrategias y cinco líneas de acción. La estrategia 4.1.1 se mantiene en una línea de desarrollo con un enfoque econó- mico fundamentalmente ortodoxo: fortalecer la competitividad y la productividad para mejorar la vida de la población, a través de cuatro líneas de acción orientadas a facilitar el encadenamiento de unidades económicas; mejorar el desarrollo em- presarial de unidades económicas para la diversificación productiva; asesorar a las comunidades para que se beneficien de sus productos artesanales y de los motivos artísticos de éstos mediante la protección de la propiedad intelectual, registro de pa- tentes y derechos de autor, e impulsar la investigación científica y tecnológica para inducir las innovaciones que fortalezcan la producción local de bienes y servicios. Por su parte, la estrategia 4.1.2, al pretender fortalecer el mercado interno de cada una de las ocho regiones del estado para el abasto, comercio y distribución de productos y servicios existentes en las comunidades, propone el fomento de la economía social y solidaria como una acción para fortalecer el desarrollo de las uni- dades económicas. Con excepción de la estrategia 4.1.2, en la acción 4.1.2.3, el resto de objetivos, estrategias y acciones prevalece la idea de que el desarrollo social está asociado y depende directamente del impulso al crecimiento económico de los diferentes sec- tores productivos; incluyendo al sector artesanal; mediante el flujo de inversiones; incorporar prácticas de responsabilidad social; incrementando la competitividad; creando un ecosistema económico digital; impulsar el empleo con condiciones de trabajo; fortaleciendo el desarrollo turístico; 26 La Figura 2, presenta el objetivo 4.2, mejorar las condiciones de inversión y creci- miento en el estado de Oaxaca, mediante dos estrategias y tres líneas de acción busca fortalecer la oferta exportable, atraer inversiones y promover prácticas de responsa- bilidad social. Entre las acciones sobresalen el desarrollo de proyectos comerciales y estratégicos que permitan incrementar la competitividad de los sectores producti- vos; propiciar la participación y responsabilidad social empresarial, y crear un eco- sistema económico digital que establezca y sistematice los retos y oportunidades. La Figura 3 muestra el objetivo 4.3, impulsar el empleo con condiciones de traba- jo dignas para el bienestar de la población oaxaqueña, presenta una estrategia y dos acciones para asegurar la justicia laboral, por medio de generar espacios laborales libres de violencia de género y, promover la capacitación, certificación e inclusión laboral de las personas en edad de trabajar. 27 La Figura 4, muestra el objetivo 4.4 para impulsar el desarrollo turístico. Sobresale la estrategia para impulsar el desarrollo de sitios con potencial turístico, utilizando la línea de acción orientada a implementar esquemas de planeación participativa para el diseño y desarrollo de estudios, proyectos y estudios turísticos sustentables, desde un modelo de gestión responsable y con base en la vocación turística. Finalmente, en la Figura 5 se aprecia el objetivo 4.5, impulsar el desarrollo del sector agroalimentario y agroindustrial del estado de Oaxaca, utilizando dos estrate- gias enfocadas a fomentar la producción, acopio, procesamiento y comercialización de granos básicos, hortalizas, frutales, forrajes, cactáceas, agaves, cultivos agroin- dustriales, y café, en un marco de sostenibilidad y, fortalecer la producción y pro- ductividad, procesamiento y comercialización de los productos pecuarios. 28 Dichas estrategias se apoyan en líneas de acción para promover el desarrollo de capacidades en técnicos y productores para mejorar la productividad en los cultivos; fomentar la competitividad de la cadena de valor y la comercialización hacia mer- cados locales, nacionales y de exportación; fomentar la inversión en infraestructu- ra, maquinaria y equipo de trabajo agroalimentario y agroindustrial y, fortalecer el procesamiento, valor agregado y los canales de comercialización de los productos agropecuarios. Nodess en Oaxaca Al finalizar 2023, la Región Sureste integrada por los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, tiene en marcha una red de 42 nodos de economía social y solidaria (nodess) reconocidos. A un ritmo de crecimiento sostenido, casi una quinta parte de ellos, se encuentra en Oaxaca. A través de la articulación, cooperación y construcción colectiva del conocimiento impulsan e implementan acciones para el desarrollo, fortalecimiento y consolidación de la economía social y solidaria local con enfoque de territorialidad y la participación activa de actores clave: instituciones académicas, gobiernos locales y organismos del sector social de la economía. La Figura 6 muestra el nombre del nodess y año de creación o registro, los actores locales, las principales líneas temáticas estratégicas, las acciones y los municipiosde incidencia de los nodos de la economía social y solidaria en el estado de Oaxaca, conformados durante el periodo de 2020 a 2023. Entre las principales acciones, impulsan la vinculación de ecosistemas comunita- rios, forman en cooperativismo, fortalecen y acompañan a grupos sociales, capacitan en soluciones administrativas de gestión social, estimulan emprendimientos colec- tivos, desarrollan empresas de ESS impulsadas por mujeres, desarrollan proyectos productivos y promueven la educación financiera. 29 Figura 6 Nodos de la ESS en Oaxaca, 2023 Nodess Acciones Municipios participantes Guendarcané. Año: 2023 Gestión y fortalecimiento empresarial San Pedro Comitancillo. Aliados de la Mixteca Cooperativismo, emprendimiento San Pedro Tidaá Año: 2023 Redes UTM de la Mixteca Soluciones territoriales autogestivas Asunción Cuyotepeji Año: 2023 Laa Yetzi UNSIJ-Ixtlán Gestión y fortalecimiento Ixtlán de Juárez Año: 2022 Empresarial Centro Universitario Formación en cooperativismo y empren- Guelatao de Juárez Comunal Guelatao de dimiento Juárez. Año: 2022 UACO-Tapaguia Economía Social y Solidaria San Juan Yetzecovi y San Cristóbal Lachirioag Año: 2022 Comunidad para el Cultura de paz y buen vivir San Lorenzo Cacaotepec, Santiago Pinotepa Desarrollo Solidario. Año: 2020 Nacional, Ixtlán de Juárez, Santo Domingo Zanatepec, Asunción Ixtaltepec, San Jerónimo, Tlacochahuaya, Santa María Guelace, San Pedro Jaltepetongo, Ciudad Ixtepec, San Miguel del Valle, San Juan Bautista Cuicatlán y San Bartolomé Zoogocho Red de emprendimiento Promoción educación financiera Santa Lucía Monteverde, Santa María Tlahuitoltepec, y desarrollo de la Santiago Astata, San Pedro Huamelula, Santo Domingo, economía social y Tehuantepec,- Morro Mazatan, Juchitán de solidaria Zaragoza, San Blas Atempa, San Juan Guichicovi,Santiago Año: 2020 Suchilquitongo, Unión Hidalgo y El Espinal. Fuente: Secretaría del Bienestar, Instituto Nacional de Economía Solidaria (2024) 30 La UTM en la promoción del desarrollo La promoción del desarrollo es una de las cuatro actividades clave que se desa- rrollan en la Universidad Tecnológica de la Mixteca. Es una tarea que, los profeso- res investigadores de tiempo completo adscritos al Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, a través del desarrollo de sus labores de investigación brindan asisten- cia técnica para la elaboración de proyectos productivos a grupos de productores, im- parten cursos de capacitación a comunidades, crear y difunden nuevos conocimientos que coadyuven al desarrollo de la región mixteca, al estado de Oaxaca y al país. En esta línea de trabajo se inscriben proyectos de investigación que fortalecen la vinculación de la Universidad con el sector social y productivo: Ita Yube. Estudios prospectivos de la micro y pequeña empresa con enfoque de equidad, inclusión e interculturalidad. El emprendimiento y la educación financiera como elementos que contribuyen al desarrollo económico. Innovación y educación financiera para impul- sar al desarrollo económico. Economía social y solidaria. En dicha línea de investigación destacan acciones de conservación, restauración, uso y aprovechamiento de ecosistemas empresariales desde una perspectiva de sus- tentabilidad y de justicia social, capacitando en principios y valores de la economía social y solidaria a productores, artesanos y grupos vulnerables de la región mixteca oxaqueña que permita mejorar su desarrollo social y bienestar humano. Desde su creación, la UTM tiene un rol clave en este proceso organizativo de la economía social, constituye un importante actor a través del proyecto Enactus en el nodess comunidad para el desarrollo solidario desde el año 2020. Del mismo modo, en el nodo Redes UTM de la mixteca, reconocido en diciembre de 2023. Conclusión El análisis de los cinco objetivos de desarrollo económico del PED 2022-2028 per- mite comprender la estrategia de desarrollo del gobierno del estado de Oaxaca y su relación con la filosofía de la economía social con enfoque de territorialidad, justicia, democracia, solidaridad, y sustentabilidad como ejes transversales. Con excepción de la estrategia 4.1.2, en la que se plantea fortalecer el mercado interno para el abasto, comercio y distribución de productos y servicios existentes en las comunidades, a través de la acción 4.1.23, propone el fomento de la economía social y solidaria como un mecanismo para fortalecer el desarrollo de las unidades económicas. El resto de objetivos, estrategias y acciones descritas en el PED 2022- 2028 prevalece la idea de que el desarrollo social es un apéndice del impulso al crecimiento económico de los diferentes sectores productivos de las ocho regiones del estado de Oaxaca. A lo largo de todo el documento se percibe el énfasis sobre el impulso al creci- miento económico, antes que el desarrollo social, bajo la premisa de que el desarrollo 31 económico conduce de manera automática al desarrollo social, omitiendo hacer una importante diferencia entre crecimiento económico y desarrollo social. Como bien lo señalan Gudynas y Villalba (2006), omisión que puede surgir a raíz de la confusión, por cierto, muy frecuente entre los hacedores de la política económica. Superar esta controversia requiere replantear el debate sobre el desarrollo enun plano más amplio, ya que, si la relación causal entre inversiones y crecimiento económico fuera cierta, países receptores de grandes inversiones como el caso de Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, por mencionar algunos, deberían ser los más exi- tosos, tanto en crecimiento como en generación de empleo y reducción de la pobreza (Gudynas & Villalba, 2006). Mientras que el crecimiento económico se refiere al aumento en la producción de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo. Por lo general, se mide por el crecimiento del producto interno bruto (PIB) o el producto nacional bruto (PNB) de un país. El desarrollo social, por otro lado, se refiere al proceso de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los individuos y las comunidades. Esto puede incluir factores como la educación, la atención médica y el acceso a nece- sidades básicas como alimentos y vivienda. El desarrollo social también abarca la reducción de la pobreza, la desigualdad y la discriminación. Si bien el crecimiento económico puede contribuir al desarrollo social, no es el único factor. El crecimiento económico no siempre conduce a mejores resultados sociales y, en ocasiones, puede exacerbar los problemas sociales existentes. Por lo que, no debemos perder de vista que, para el diseño de la política econó- mica, el concepto de desarrollo social debe abordarse como un concepto diferente, aunque relacionado al concepto de crecimiento económico. El mayor reto para el diseño e implementación de estrategias de desarrollo so- cial con enfoque de territorialidad será, reconocer la construcción simbólica de los territorios con tradiciones y estilos de vida en cada una de sus 10,496 localidades, ubicadas dentro de los 570 municipios, de las ocho regiones geográficas. El mayor desafío actual para la comunidad académica es la generación de la in- formación estadística del sector social de la economía para medir sus resultados en el estado de Oaxaca. Actualmente, nos encontramos en la etapa de integración de los nodos de economía social y solidaria. Las futuras líneas de investigación apuntan hacia la identificación variables y medición de los principales resultados del sector de la economía social en Oaxaca siguiendo la metodología de estudio de caso propuesta por el INEGI. 32 Bibliografía Aguilar, C., y Ramales, M.C. (2024). Estrategia para impulsar el progreso y bienestar humano de la región mixteca oaxaqueña. En prensa. Aleksandrova-Zlatanska, S. (2019). A territorial approach for economic development of rural areas. Case of Bulgaria. Scientific papers series management, economic engineering in agriculture and rural development, 19(3), 39-47. https://acortar.link/792PoL Barabas, A. (2014). La territorialidad indígena en el México contemporáneo. Chungara, revis- ta de antro-pología chilena, 46(3), 437-452. https://acortar.link/QXJ37J Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2021). Índice de marginación por entidad federa- tiva y municipio 2020. 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Urbano Gustavo Curiel Avilés7 Alejandra Guzmán Javier 8 Javier Diaz Gómez 9 Cynthia Cruz Carrasco10 Introducción Esta investigación en el sector social, surge de la necesidad por describir los retos y oportunidades que encierran las iniciativas de Economía Social y Solidaría (ESS) que promovieron artesanos y autoridades para facilitar el desarrollo de la comuni- dad el Duraznal en el municipio de San Pedro y San Pablo Ayutla, Oaxaca. Es un estudio de caso, que documenta las prácticas seguidas por actores locales para adaptar una nueva forma de hacer economía y salvaguardar el patrimonio bio- cultural de su comunidad indígena, conservando sus normas sociales de organiza- ción y fortaleciendo sus prácticas comunitarias, conducentes, al bien común. El trabajo se integra de seis apartados, el primero corresponde a la introducción, el segundo y tercer apartado, refieren al objetivo y la metodología de la investiga- ción. El cuarto apartado presenta los conceptos básicos del etnodesarrollo, se pun- 7 Es profesor investigador de la Universidad del Papaloapan (UNPA). Es Doctor en Ciencias en Desarrollo Regional y Tecnológico. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Línea de investigación: Agrupamientos empresariales, emprendimiento y economía social. Correo electrónico: [email protected] 8 Es profesora investigadora de la Universidad de la Sierra Juárez. Es Doctora en Ciencias en Desarrollo Regional y Tecnológico. Línea de investigación: Cultura turística, planeación y gestión en empresas turísticas y capital intelectual. Correo electrónico: [email protected] 9 Es profesor investigador del Instituto Nacional de México. Es Doctor en Ciencias en Desarrollo Regional y Tecnológico. Línea de investigación: desarrollo regional, competitividad e innovación. Correo electrónico: [email protected] 10 Estancia posdoctoral CONAHCYT, Instituto Politécnico Nacional, Unidad CIIDIR Oaxaca, Doctora en Ciencias en Desarrollo Regional y Tecnológico. Línea de investigación: desarrollo regional y com- petitividad. Correo electrónico: [email protected] 35 tualiza sobre los valores y los aspectos que se atribuyen como modelo alternativo para el desarrollo de las comunidades indígenas, además, se destacan dos casos de éxito que son referentes inmediatos de etnodesarrollo y de Economía Social y Solidaría (ESS) en el estado de Puebla y Oaxaca. En el quinto y sexto apartado, se presentan los hallazgos y reflexiones finales de la investigación. Objetivo Describir la gestión de la ESS en la comunidad el Duraznal del municipio de San Pedro y Pablo Ayutla, Oaxaca, acentuando los principales retos y oportunidades. Se realizó un análisis crítico del proyecto comunitario que han fomentado los artesanos y autoridades locales desde 2012, tomando en cuenta la dimensión social, económi- ca, política y ecológica. Metodología El método utilizado corresponde a un estudio de caso. De acuerdo con Morra y Friedlander (2001), el estudio de caso analiza y describe una situación compleja en su contexto. Debido a que se requería un análisis crítico de los elementos determi- nantes del etnodesarrollo y la identificación efectiva de los principios habidos de la ESS, el estudio de caso, según Ander-Egg (2003) permite la reflexión a profundidad de las interacciones entre factores que producen cambio en un caso particular y re- gistra la conducta de las personas involucradas en el fenómeno estudiado. De acuerdo con Montero y León (2002), los pasos seguidos para el trabajo fueron: 1) la selección y definición del caso, 2) elaboración de bitácora y diseño de entrevistas para realizar el trabajo de campo, 3) localización de las fuentes de datos, 4) análisis e interpretación y 5) elaboración del informe. Revisión de la literatura El eje económico, ha sido una de las agendas que delinean el rumbo de las naciones, en ella se describen las formas de gestionar los procesos locales y globales con el propósito de generar y distribuir los bienes y servicios de una manera adecuada. Por décadas y por múltiples perspectivas han sido criticados los modelos económicosque, por norma o tradición, son aceptados para promover el desarrollo, bien por una visión de orden capitalista o de mercado neoliberal (Sachs 1992, Parfitt 2002, Kothari 2005, Unceta 2009, Tortosa 2011). La naturaleza de estos modelos económicos afianzó las desigualdades sociales, sobre todo en periodos de crisis, una razón se debe a la concepción del ser humano sobre los negocios, al privilegiar como parámetro dominante la generación de ga- nancias a costa de todo, en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y las comunidades. Para finales del siglo XX, estas críticas propiciaron el replantea- miento de otras vías de desarrollo, no tan centradas en tendencias de maximización 36 de ganancias y sí en modelos de desarrollo centrados en el ser humano, más sosteni- bles y respetuosos con el medio ambiente. Diversos sectores de la sociedad han intentado construir otro tipo de desarro- llo, con una economía, más ética y humana, capaz de administrar los bienes comu- nes, de tal manera que se pueda construir una sociedad en la que todos colaboren con relaciones justas, respetuosas y solidarias. Es aquí donde modelos de desarrollo alternativo como: el Buen Vivir, el Desarrollo Endógeno, el Etnodesarrollo, entre otros, han cobrado relevancia debido a que su propuesta se afianza en la búsqueda por mejorar las condiciones que imperan en el hábitat de los agentes socioeconómicos y, por otro lado, restablecer la armonía entre las acciones de losseres humanos y su entorno. Es importante dejar claro que el eje económico es un medio y elemento funda- mental en todo tipo de desarrollo, sin embargo, en los modelos de desarrollo alter- nativo como el etnodesarrollo, la consigna apunta a facilitar la reconstrucción del tejido social para colocar en el centro a la persona por encima del capital y es aquí donde la Economía Social y Solidaría (ESS) se apropia como una nueva forma dehacer economía centrada en la persona. Vaillancourt (2009), expone que la concepción sobre ESS se distingue tanto del neoliberalismo como del estatismo, porque se privilegia el trabajo asociativo y, la autonomía de los patrones (capitalistas) orientan sus esfuerzos no por el beneficio económico en sí, sino por la atención de las necesidades básicas, individuales y de sus miembros, tal y como lo expresa el autor en el siguiente texto: “si el negocio exige alta rentabilidad y competencia, los beneficios deben ser compartidos y no individuales”. La ESS es definida por Coraggio (2011) como un modo de hacer economía, que se distingue por organizar de manera asociada y cooperativa la producción, distribu- ción, circulación y consumo de bienes y servicios, sin un fin último de lucro privado. Su propósito es cubrir las necesidades básicas, buscando mejorar las condiciones de vida para todos los que en ella participan, sus familias y comunidades, en colabora- ción con otras, para resolver las necesidades materiales, a la vez que se establecen lazos sociales fraternales y solidarios. El autor explica que este tipo de economía es social porque produce sociedad y puede lograr un desarrollo con equidad, una em- pleabilidad con justicia, el crecimiento económico sin lucro y la inclusión social con perspectiva democrática. Por lo tanto, la ESS es una búsqueda teórica y práctica de formas alternativas de hacer economía, basadas en la solidaridad y el trabajo. Laville (2013) y Martínez y Álvarez (2008), señalan que, por su naturaleza legal, son empresas no capitalistas (cooperativas, mutualidades y asociaciones), que pue- den adquirir diversas formas organizativas y figuras jurídicas, que se instituyen en organizaciones democráticas con capacidad de decisión e igualdad en los beneficios que reciben por el capital aportado. Además, las bases de su tejido social propician 37 un proceso de gestión de la actividad económica con relaciones edificadas desde una ética del cuidado y apuntalando su dinámica de relaciones con valores como: la coo- peración, la ayuda mutua, el trabajo decente y de medios de vida dignos, la solidari- dad, la igualdad, la equidad, la interdependencia, la autogobernanza, la transparen- cia y la rendición de cuentas, entre otros (OIT 2022c; Lewis y Conati, 2012; Castelao y Srnec, 2013; Coraggio 2011; Laville y García, 2009; Dacheux y Goujon 2011). La ESS no es un tema de países pobres, ha sido un tema de reflexión en múltiples foros. Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2024) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2021a, 2021b, 2022a, 2022b, 2022e), consideran que la importancia de la ESS radica en los resultados que se obtienen en aspectos como: la reconstrucción del tejido social; la reducción de la pobreza y las desigualdades; la salvaguarda del empleo, la cultura y la protección social; la transición de una economía informal hacia una economía formal y el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria en tiempos de crisis o pandemias, por lo tanto, sugieren que al representar una visión alternativa del desarrollo sostenible,el Estado debe facilitar su crecimiento con políticas integradoras de carácter social, económico, ambiental, tecnológico, entre otras. Un esfuerzo por incorporar a la ESS en las directrices globales de la política pública, es la Agenda 2030, misma que, de acuerdo con la ONU (2024) representael consenso multilateral entre gobiernos y actores, quienes asumen la capacidad de tornar compatibles las políticas nacionales a favor del empleo con derechos; el desarrollo con la expansión del comercio internacional y; la prevención de conflictos. Por su parte, el concepto etnodesarrollo fue postulado en el convenio número169 (Pueblos Indígenas y Tribales) y examinado en la sesión número 76 celebradael 27 de junio de 1989 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en esta reunión se reflexiona que el etnodesarrollo apunta al fomento del desarrollo de las comunidades indígenas a partir de políticas y procesos de desarrollo que ellos mismo deciden para promover una economía sustentable y al mismo tiempo fortalecersus tradiciones ancestrales. El convenio número 169 establece dos postulados a favor de los pueblos indíge- nas: primero, el derecho a mantener y fortalecer sus culturas, formas de vida e ins- tituciones propias, y el segundo derecho a participar de manera efectiva en las deci- siones que les afectan, definir sus prioridades y el proceso de desarrollo que desean seguir. Dichos postulados quedaron enmarcados el 13 de septiembre de 2007 en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas al referirse en el artículo tercero que: Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen li- bremente su desarrollo económico, social y cultural (ONU, 2007, pag. 5). 38 Esta forma de desarrollo que caracteriza a los pueblos indígenas, no significa la secesión política o el separatismo del Estado existente, por el contrario, invita a reconocer la naturaleza del constructo social de una comunidad y la necesidad de vigorizar el tejido multicultural de un territorio, que existe, y se moderniza paula- tinamente con proyectos étnicos integradores para actuar ante procesos externos como la globalización. En México, el concepto etnodesarrollo se remonta a la política indigenista diseñada por el Estado hace un poco más de 40 años (1982-Miguel de la Madrid Hurtado),una política que en el largo plazo muestra divergencias y contradicciones, sobre todo porque se promueve desde el Estado como una forma de gestión y control político. En su origen, esta política trató de atender los reclamos de ciudadanización e inclu- sión social del movimiento indígena, sin embargo, el rechazo de las organizaciones dio pie a una nueva política indigenista de participación, mediadora y democrática que buscaba una mayor intervención de los indígenas en la práctica indigenista con el propósito de establecer los mínimos de bienestar de las condiciones de vida de sus comunidades, sin ultrajar el control de la política indigenista por las instituciones del Estado involucradas en la lucha contra la marginalidad. En un intento por comprometerse con la participación y la autogestión indíge- na, el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado a través del Instituto Nacional Indigenista, acoge la propuesta del etnodesarrollo como una política de inclusión participativa con comunidades originarias para que, a partir del control autónomo de sus recursos culturales reivindicaran el derecho en el diseño de sus propios pro- gramas de desarrollo. Esta visión de Estado proponía auspiciar el etnodesarrollo como la estrategia más pertinente para: la reconstrucción de relaciones entre comu- nidades indígenas y el Estado; afrontar un contexto de retos globales acontecidos en la década perdida y; minimizar las dificultades en el desarrollo de una política indigenista en congruencia con la política social benefactora asumida por el Estado en los últimos años. En México, la modernización y sucesión histórica de adaptaciones evolutivas para liberar las fuerzas de la comunidad indígena, sigue siendo una reyerta perma- nente con matices blancos oscuros, sobre todo en estados del sur, donde se continúa con las luchas por el derecho a las diferencias y la apuesta por proteger una identi- dad con valor que les permita una posición política. Por fortuna, existen experien- cias de procesos de etnodesarrollo que han sido diseñados por los actores locales en fundamento de sus propios medios de subsistencia y sustentabilidad. Además, se ha documentado que dicho proceso se acompaña de acuerdos, consensos y juicios de valor que de manera anticipada evalúan la conveniencia de los beneficios sociales y económicos que se necesitan y se comprometen a disfrutar. Estos procesos de desarrollo en comunidades indígenas han presentado íntima consonancia con los procesos de ESS debido a que, para el adecuado funcionamiento de las Organizaciones y Empresas de Economía Social y Solidaria (OEESS) ha sido 39 indispensable la reconstrucción del tejido social. A continuación, se describen dos experiencias ejemplares de etnodesarrollo y ESS en el estado de Oaxaca y Puebla, que valen la pena mencionar debido a que el énfasis en la reconstrucción del tejido social ha logrado alcanzar parámetros de desarrollo que van más allá de lo meramente económico: a) Comunidades Campesinas en Camino (CCC). De acuerdo con Ecotierra (2024), la organización se crea el 09 de octubre de 1995, nace de un grupo de comunidades rurales con el propósito de estable- cer un modelo socioeconómico alternativo, donde se respeten y reconozcan los derechos de los más pobres, se localiza en la Región Istmo, en el estado de Oaxaca, México. La organización tiene como visión: incidir en la sociedad, economía y mercado, generando cambios positivos a favor de las personas más pobres, brinda oportunidades a los jóvenes hijos de socios para su formación e integración en las actividades de la organización, fomenta la participación de las mujeres e incluye a las familias de los socios en las diferentes activi- dades que se realizan, para favorecer la unión familiar. Entre sus objetivos, destaca la búsqueda por consolidar líneas de trabajo rentables y eficientes, bajo los principios de ESS, operando un modelo exitoso de desarrollo regional. Es una organización de más de 600 socios, todos, indígenas campesinos (as) mix- tecos, chontales, mixes, ikoots y zapotecas, poseedores de una extensión de 6,057 hectáreas de cultivos, entre ellos destacan: ajonjolí, chile pasilla navide- ño, mango, sorgo, cacahuate, jamaica, miel y tamarindo. Se constituye con el nombre de Agroproductos Ecológicos de México S.C. de R.L. para fungir como responsable del acopio, industrialización y comercialización de la producción agrícola de la base social de la organización. La diversificación e incorporación de valor agregado en los productos del campo son evidentes, actualmente la organización pone a la venta en una plataforma (ecotierra) productos como: mermeladas, salsas, cereales, aceites, galletas, entre otros. La estructura organi- zativa y de asociación está ampliamente fortalecida, hoy cuenta con ocho em- presas sociales que brindan: servicios de asistencia técnica y capacitación; red de tiendas; servicios financieros populares de ahorro y préstamos; fondos de aseguramiento y riesgo; servicios de salud integral comunitaria; procesadoras de productos; entre otros. b) Sociedad Cooperativa Agropecuaria “Tosepan Titataniske”. De acuerdo con Habitat International Coalition (HIC, 2024), Tosepan Titataniske es una sociedad cooperativa de mujeres y hombres con intereses comunes que en su mayoría (73%) son indígenas (nahuas y totonacos). En esta organización, el 64% de los socios de las cooperativas locales son mujeres y cerca de 9,000 niños se han incorporado como ahorradores. Para el 2018, la sociedad contó con 30,540 socias y socios, quienes viven en 395 comunidades pertenecientes a 26 municipios de la sierra nororiental del estado de Puebla y 40 tres del estado de Veracruz, México. Inició actividades en 1977 con el objetivo de atender el problema de carestía en la adquisición de productos básicos. Las áreas de trabajo de la organización son la producción de café orgánico, miel melipona, pimienta gorda, entre otros. Algunos de los avances más des- tacados son los siguientes: en materia de inversión y ahorro, la cooperativa Tosepantomin se constituyó con un capital inicial de $636,000.00, aportado por 1,266 socios y en el 2015 contaba con más de 30 mil socios, 261 millones de pesos captados como ahorros y 246 millones de pesos colocados como créditos, es importante destacar que más del 60% de los socios ahorradores son mujeres. En materia de vivienda, se tiene que entre 2007 y 2014, cerca de 10 mil familias cooperativistas han mejorado o construido sus viviendas. En materia de salud, en 2009 se formó la Cooperativa Tosepan Pajti y diseñó un programa de salud que busca atender: la prevención de enfermedades, con- sulta médica, análisis clínicos básicos y medicamentos. La prioridad de esta cooperativa es mantener sanas a las familias de los socios a través: del consu- mo de alimentos balanceados y producidos en forma orgánica, de la práctica de adecuados hábitos de higiene, del uso de la medicina tradicional, de la transformación de sus viviendas en hogares sustentables, de la realización de análisis clínicos en forma permanente, de la recreación y el esparcimiento. Hoy disponen en sus comunidades con proyectos de intervención que bene- fician aspectos como: la conservación de la abeja melipona, la reforestación de plantas endémicas, la captación de aguas pluviales, el manejo de residuos con biodigestores, promoción de la cultura por medio de una radio comuni- taria, además, poseen un proyecto integrador (Tosepan Kalnemachtiloyan) que ha permitido desarrollar centros educativos en nivel preescolar, prima- ria, secundaria y una escuela de música de la que egresó la Banda Sinfónica Yeknemilis, de viento y percusiones. Resultados El Duraznal es una comunidad que pertenece al municipio de San Pedro y San Pablo Ayutla, en el estado de Oaxaca, México, se ubica en las coordenadas longitud 96°10’05.895” W y latitud 17°01’53.560”. Encumbrada en la Sierra Norte a 157.6 kiló- metros de la capital del estado y a 1,829 metros sobre el nivel del mar, pertenece al distrito Mixe. Sus habitantes comúnmente llamados mixes, se consideran un pueblo libre y se sienten orgullosos de no haber sido jamás conquistados militarmente: “to- dos se estrellaron contra la firme resistencia de los mixes” (Gay, 1982, cap. XI: 151, citado en Torres, 2003). San José el Duraznal, como también se le conoce, es una comunidad indígena con alta marginación y pobreza. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2020), muestran que esta comunidad posee la siguiente situación sociode- mográfica: tiene una población de 719 habitantes (321 hombres y 398 mujeres); el grado de escolaridad es de 5.29 años de estudio (5.57 en hombres y 5.07 en mujeres); 41 el porcentaje de la población analfabeta de 15 años y más es del 15.4% (30.6% en los hombres y 69.4% en mujeres); el 81.6% de los adultos hablan alguna lengua indígena: la población económicamente activa es del 38.6% y la población ocupada de la comunidad es de 38.1%. La vocación productiva predominante se asocia a la actividad: agrícola, forestal, caza, ganadería e industria (elaboración de muebles, comales de barro y artesanías), esta última en ascenso, debido al debilitamiento de las actividades del sector primario. A continuación, se describen los aspectos más importantes sobre el estado que guarda cada actividad productiva, su fortalecimiento o debilitamiento y la razón del surgimiento de la ESS en la comunidad el Duraznal. Con respecto a las actividades agrícolas, los cultivos sobresalientes son: maíz; fri- jol; calabaza; chícharos; ajo; cilantro; rábano; acelga; betabel; chayote; algunas hierbas medicinales, aromáticas y de condimento (albahaca, ruda, hierba santa, tomillo, orégano, otras); y en menor escala árboles frutales como durazno, pera, aguacate, manzana, nísperos, tejocote y capulín. Los entrevistados señalan que, en general, los suelos de la comunidad son: poco fértiles; con limitadas posibilidades para disponer de agua; muy susceptibles a la erosión debido a la práctica de roza, tumba y quema, la apertura de caminos en lugares con mucha pendiente y donde no se constru- yen obras de conservación de suelo; tienen características de tierras montañosas con pendientes moderadas y pronunciadas, de uso forestal (Figura 1). Figura 1. Suelos erosionados, el Duraznal 2024. El 45% de los actores entrevistados mencionan que, tuvieron que abandonar el campo y dedicarse a otras actividades económicas debido a los bajos rendimientos y altos costos de producción. Al respecto, un exagricultor comparte su experiencia y lo expresa de la siguiente manera: El rendimiento promedio en la producción de maíz es entre 650 y 700 kilos por hectárea, con un costo de producción de $ 5.450.00, mientras que el valor de la cosecha a precio de venta es de $ 5.250.00, ¡no es negocio!, al final se tiene que poner $200.00, quienes nos dedicamos en su momento al campo, 42 lo aceptamos, porque se decide utilizarlo para el autoconsumo y aun así es necesario recurrir a la tienda para abastecerse debido a que es un producto básico para la alimentación de las familias. Después de l

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