Harrison Principios de Medicina Interna 21a Edición PDF

Summary

Este documento describe diferentes trastornos oculares, incluyendo pinguécula, blefaritis y conjuntivitis, así como sus síntomas, tratamientos y causas. La información corresponde a la sección ofrecida por el libro, y no se trata de un examen.

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Esta hemorragia se debe a la rotura de pequeños vasos que atraviesan a modo de puente el espacio virtual entre la epiesclerótica y la conjuntiva. La sangre diseca este espacio y produce un ojo rojo muy llamativo, pero no afecta la visión y la hemorragia cede sin tratamiento. La hemorragia suele apar...

Esta hemorragia se debe a la rotura de pequeños vasos que atraviesan a modo de puente el espacio virtual entre la epiesclerótica y la conjuntiva. La sangre diseca este espacio y produce un ojo rojo muy llamativo, pero no afecta la visión y la hemorragia cede sin tratamiento. La hemorragia suele aparecer de manera espontánea, aunque a veces es consecuencia de contusión, fricción ocular o tos muy intensa. En ocasiones es un signo de Access Provided by: trastorno hemorrágico subyacente. Pinguécula La pinguécula es un nódulo conjuntival pequeño, elevado, por lo general en el borde nasal. Estas lesiones son muy comunes en el adulto y tienen muy poca importancia, salvo que se inflamen (pinguéculitis). Fácilmente aparece en personas que trabajan con frecuencia al aire libre. El pterigión remeda la pinguécula, pero cruza el limbo hasta llegar a la superficie de la córnea. Su extirpación está justificada si produce síntomas de irritación o visión borrosa, si bien son frecuentes las recidivas. Blefaritis La blefaritis es la inflamación de los párpados. La forma más común se vincula con el acné rosácea o con dermatitis seborreica. Los bordes palpebrales suelen colonizarse intensamente por estafilococos. Cuando se realiza inspección minuciosa, se aprecia una superficie grasa y ulcerada, así como la presencia de costras con restos celulares descamados que se adhieren a las pestañas. El tratamiento consiste en la aplicación de compresas tibias, higiene estricta del párpado y lavado de pestañas con champú infantil. El orzuelo externo se produce por la infección estafilocócica de las glándulas superficiales accesorias de Zeis o Moll situadas en los bordes palpebrales. El orzuelo interno se produce después de una infección supurativa de las glándulas de Meibomio, las cuales producen una secreción oleosa y están situadas dentro del tarso palpebral. Se aplican antibióticos tópicos, como la pomada oftálmica de bacitracina/polimixina B. En ocasiones es necesario el tratamiento de la inflamación de las glándulas de Meibomio (meibomitis) o de la blefaritis grave, crónica con antibióticos sistémicos, por lo general tetraciclinas o azitromicina. El chalazión es una inflamación granulomatosa indolora de una glándula de Meibomio que produce un nódulo parecido a un chícharo dentro del párpado. Se puede hacer una incisión y drenarlo o se le inyectan glucocorticoides. Ante una lesión ulcerosa de los párpados que no cicatriza debe sospecharse siempre carcinoma basocelular, epidermoide o de las glándulas de Meibomio. Dacriocistitis Este trastorno consiste en inflamación del sistema de drenaje lagrimal que puede causar epífora (lagrimeo) e hiperemia ocular. La presión suave sobre el saco lagrimal induce dolor y reflujo de moco o pus a partir del punto lagrimal. La dacriocistitis suele aparecer cuando se obstruye el sistema lagrimal y se trata con la administración de antibióticos tópicos o sistémicos, seguida de sondeo, intubación con una endoprótesis de silicón o intervención quirúrgica, para restablecer su permeabilidad. El entropión (inversión del párpado) o el ectropión (hundimiento o eversión del párpado) también es causa de epífora e irritación ocular. Conjuntivitis Esta es la causa más frecuente del ojo rojo y dolor ocular. El dolor es mínimo y la agudeza visual apenas disminuye. La causa viral más frecuente es el adenovirus. Éste produce una secreción serosa, con sensación ligera de cuerpo extraño y fotofobia. Las infecciones bacterianas tienden a producir un exudado más mucopurulento. Los casos más leves de conjuntivitis infecciosas suelen tratarse de manera empírica con antibióticos oculares tópicos de amplio espectro, como la sulfacetamida al 10%, la combinación polimixina­bacitracina o trimetoprim­polimixina. La tinción y los cultivos suelen reservarse para los casos graves, resistentes o recidivantes de conjuntivitis. Es necesario advertir al enfermo que se lave con frecuencia las manos, no se toque los ojos y que evite el contacto directo con otras personas para prevenir el contagio. Conjuntivitis alérgica Es muy común y suele confundirse con la conjuntivitis infecciosa. El prurito, la hiperemia y la epífora constituyen las manifestaciones típicas. La conjuntiva palpebral presenta a veces hipertrofia, con excrecencias gigantes llamadas papilas en empedrado. La irritación por lentes de contacto o por la presencia crónica de cualquier cuerpo extraño también puede dar ese aspecto. La conjuntivitis atópica se manifiesta en sujetos con dermatitis atópica o asma. Los síntomas causados por conjuntivitis alérgica pueden aliviarse con compresas frías, vasoconstrictores tópicos, antihistamínicos (olopatidina) y estabilizadores de los mastocitos (cromoglicato). Las soluciones tópicas de glucocorticoides proporcionan alivio intenso en las conjuntivitis de carácter inmunitario, pero no es aconsejable su uso crónico por las complicaciones de glaucoma, cataratas e infección secundaria que causan. Los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) de aplicación tópica (p. ej., ketorolaco) son mejores opciones. Queratoconjuntivitis seca Este trastorno también recibe el nombre de ojo seco; produce ardor, sensación de cuerpo extraño, hiperemia y fotofobia. En los casos leves el ojo tiene un aspecto sorprendentemente normal, pero es deficiente la producción de lágrimas medida con papel filtro (tira de Schirmer). Algunos Downloaded 2023­3­7 fármacos de acción 12:46 P Your generalizada comoIPlosisantihistamínicos, 200.87.91.69 anticolinérgicos y psicotrópicos pueden causar sequedad ocular porque aminoran la CAPÍTULO 32: Enfermedades oftalmológicas, Jonathan C. Horton Page 10 / 38 secreción lagrimal. Los trastornos que afectan directamente a la glándula lagrimal, como la sarcoidosis y el síndrome de Sjögren, también producen ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use Privacy Policy Notice Accessibility ojo seco. Algunos enfermos presentan ojo seco después de la radioterapia si el campo terapéutico incluye las órbitas. Los problemas de sequedad ocular son también comunes después de lesiones que afectan a booksmedicos.org los pares craneales V o VII. La anestesia corneal resulta en particular peligrosa porque causan. Los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) de aplicación tópica (p. ej., ketorolaco) son mejores opciones. Queratoconjuntivitis seca Access Provided by: Este trastorno también recibe el nombre de ojo seco; produce ardor, sensación de cuerpo extraño, hiperemia y fotofobia. En los casos leves el ojo tiene un aspecto sorprendentemente normal, pero es deficiente la producción de lágrimas medida con papel filtro (tira de Schirmer). Algunos fármacos de acción generalizada como los antihistamínicos, anticolinérgicos y psicotrópicos pueden causar sequedad ocular porque aminoran la secreción lagrimal. Los trastornos que afectan directamente a la glándula lagrimal, como la sarcoidosis y el síndrome de Sjögren, también producen ojo seco. Algunos enfermos presentan ojo seco después de la radioterapia si el campo terapéutico incluye las órbitas. Los problemas de sequedad ocular son también comunes después de lesiones que afectan a los pares craneales V o VII. La anestesia corneal resulta en particular peligrosa porque la ausencia del reflejo de parpadeo normal expone la córnea a lesiones indoloras no percibidas por el paciente. El ojo seco se controla mediante la aplicación frecuente y abundante de lágrimas artificiales y lubricantes oculares. En los casos graves se puede taponar o cauterizar el punto lagrimal para aminorar la eliminación de lágrimas. Queratitis La queratitis constituye una amenaza para la visión por el riesgo de opacidad corneal, cicatrización y perforación. A nivel mundial, las dos causas principales de ceguera por queratitis son el tracoma debido a la infección por clamidias y el déficit de vitamina A relacionado con la desnutrición. Los lentes de contacto contribuyen decisivamente a las infecciones y úlceras corneales en Estados Unidos. Estos lentes no pueden ser utilizados por personas con infección ocular activa. Conviene separar en el estudio de la córnea las infecciones superficiales (queratoconjuntivitis) de las más profundas, ulceradas y graves. Estas últimas se acompañan de una mayor pérdida visual, dolor, fotofobia, eritema y secreción. El examen con la lámpara de hendidura muestra solución de continuidad del epitelio corneal, un infiltrado opaco o un absceso en el estroma, así como una reacción celular inflamatoria en la cámara anterior. En los casos graves el pus se asienta en la base de la cámara anterior y provoca hipopión. El tratamiento empírico inmediato con antibióticos debe iniciarse después de obtener una biopsia del raspado de la córnea para la tinción de Gram, tinción de Giemsa, prueba de hidróxido de potasio (KOH) y cultivos. Los antibióticos tópicos reforzados son muy eficaces y deben emplearse con otros fármacos similares por vía subconjuntival. La queratitis micótica debe despertar la sospecha siempre de un hongo causal. Las infecciones micóticas son frecuentes en climas húmedos y cálidos, en particular si la córnea ha sufrido una lesión penetrante por una planta o material vegetal. La queratitis por Acanthamoeba se asocia con desinfección inapropiada de las lentes de contacto. Herpes simple Los virus herpéticos constituyen una causa importante de ceguera debida a queratitis. La mayoría de los adultos estadounidenses presenta anticuerpos séricos contra el herpes simple, cuya presencia denota infección viral previa (cap. 192). En general, la infección ocular primaria es producida por el herpes simple tipo 1 y no por el tipo 2. Se manifiesta como una blefaroconjuntivitis folicular unilateral, que se confunde fácilmente con la conjuntivitis adenoviral, a menos que haya vesículas reveladoras alrededor de la piel periocular o la conjuntiva. Las infecciones oculares recurrentes son consecuencia de la reactivación del virus herpético latente. El tipo dendrítico de ulceración del epitelio corneal, que detecta la tinción con fluoresceína, es patognomónico de la infección herpética, pero solo se observa en un reducido número de infecciones primarias. La afección en ambos ojos es extremadamente rara. La afectación del estroma de la córnea causa edema, vascularización e iridociclitis. La queratitis herpética se trata con ciclopejía y con antivirales, ya sean tópicos (trifluridina, ganciclovir) u orales (aciclovir, ganciclovir). Los glucocorticoides tópicos son eficaces para mitigar la cicatrización corneal, pero en general se reservan para casos que involucran lesión de estroma. Los riesgos incluyen fusión y perforación de la cornea, infección prolongada y glaucoma. Herpes zóster El herpes zóster, que surge por la reactivación del virus latente de la varicela, causa dermatitis vesiculosa y dolorosa que sigue la distribución del dermatoma correspondiente (cap. 193). Los síntomas oculares pueden aparecer tras la erupción del herpes zóster en cualquier rama del nervio trigémino, pero son más frecuentes cuando las vesículas se forman en la nariz, es decir, cuando se afecta el nervio nasociliar (V1) (signo de Hutchinson). El herpes zóster oftálmico produce dendritas corneales que son difíciles de distinguir de las del herpes simple. La queratitis del estroma, la uveítis anterior, la hipertensión ocular, las parálisis oculomotoras, la necrosis aguda de la retina y la cicatrización y neuralgia posherpéticas representan otras secuelas comunes. El herpes zóster oftálmico se trata con antivirales y ciclopléjicos. En los casos más graves se pueden añadir esteroides para prevenir la ceguera permanente por cicatrización corneal. El herpes zóster debe prevenirse mediante la vacunación de todos los adultos sanos ≥ 50 años. Epiescleritis El término epiescleritis se aplica a la inflamación de la epiesclerótica, una capa fina de tejido conjuntivo situado entre la conjuntiva y la esclerótica. La epiescleritis remeda Downloaded la conjuntivitis, 2023­3­7 12:46 P Your pero es200.87.91.69 IP is un trastorno más localizado y no produce secreción. La mayor parte de los casos son idiopáticos, pero algunos acompañan CAPÍTULO a enfermedades 32: Enfermedades autoinmunitarias. oftalmológicas, JonathanEl C. término escleritis se refiere a la inflamación más intensa que a menudo acompaña Horton Pagea 11 las/ 38 ©2023 McGraw Hill. conjuntivopatías comoAllartritis Rightsreumatoide, Reserved. lupus Termseritematoso, of Use Privacy Policy nudosa, poliarteritis Notice granulomatosis Accessibility con polivasculitis o policondritis recurrente. La inflamación y engrosamiento de la esclerótica son difusos o nodulares. En las variedades anteriores de escleritis el globo ocular adquiere un tono booksmedicos.org violeta y el paciente se queja de hipersensibilidad ocular intensa y dolor. En la escleritis posterior, el dolor y enrojecimiento son menos pronunciados,

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