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Guerra Fría 2024 PDF

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Este documento analiza la Guerra Fría, un período de elevada hostilidad entre Estados Unidos y la URSS, desde una perspectiva histórica. Explica las causas, consecuencias y diferentes enfoques historiográficos sobre este conflicto global. Se centra en el impacto que tuvo la Guerra Fría en las relaciones internacionales del siglo XX.

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Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral La Guerra Fría y su impacto mundial Hacia un concepto “El término «guerra fría» se inventó para describir un estado de cosas. El ingrediente principal de ese estado de c...

Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral La Guerra Fría y su impacto mundial Hacia un concepto “El término «guerra fría» se inventó para describir un estado de cosas. El ingrediente principal de ese estado de cosas era la hostilidad y miedo mutuos de los protagonistas. Estas emociones estaban enraizadas en sus numerosas diferencias históricas y políticas y se alimentaban de mitos que en ocasiones convertían la hostilidad en odio. La guerra fía dominó los asuntos mundiales durante más de una generación” Calvocoresi, P. (1999): Historia política del mundo contemporáneo. Madrid: Akal “En suma, puede decirse que la Guerra Fría se manifestó como un elevado (aunque oscilante) nivel de hostilidad entre las dos superpotencias -Estados Unidos y la URSS- concretado en diversas facetas: la ideológico-propagandística, la diplomática, la económica, la formación de bloques militares, el espionaje y la carrera armamentista. Pero además de eso, los principales antagonistas y sus aliados se involucraron en choques armados, cuyo escenario fue el Tercer Mundo.” Arostegui, J., et al., (2001): El mundo contemporáneo: Historia y Problemas. Barcelona: Biblos- Crítica “La Guerra Fría fue una confrontación entre el capitalismo y el socialismo que alcanzó su punto álgido entre 1945 y 1989, aunque sus orígenes se remontan a una época muy anterior, y sus consecuencias aún pueden sentirse hoy en día. En su apogeo, la Guerra Fría llegó a constituir un sistema internacional, en el sentido de que las principales potencias del mundo basaban su política exterior en algún tipo de relación con ella. Los pensamientos y las ideas antagónicos que contenía dominaban la mayor parte de los discursos de ámbito nacional. No obstante, incluso en los momentos de máxima confrontación, la Guerra Fría no era el único juego de moda –aunque sí era el predominante; durante los últimos años del siglo XX asistimos a muchos acontecimientos históricos que no habían sido ni creados ni determinados por ella. La Guerra Fría no lo decidía todo, pero influía en la mayoría de las cosas, y a menudo a peor: la confrontación contribuía a consolidar un mundo dominado por las superpotencias, un mundo donde el poderío y la violencia –o la amenaza de violencia– eran las varas de medir de las relaciones internacionales, y donde las creencias tendían a lo absoluto: el único sistema bueno era el de uno. El otro sistema era intrínsecamente maligno”. Westad, O. (2018): La guerra fría: una historia mundial. Barcelona: Galaxia Gutenberg. La historiografía sobre la Guerra Fría “Entre los años cincuenta y noventa tres grandes corrientes historiográficas: ortodoxa, revisionista y posrevisionista, ofrecieron interpretaciones diferentes sobre los orígenes del conflicto empezado en 1946 entre Estados Unidos y Moscú. En los años inmediatamente posteriores a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, los ortodoxos (…) se concentraron en el problema de quién debía ser responsabilizado por haber dado comienzo a la Guerra Fría. En el ámbito de sus reflexiones sobre el Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral tema de las responsabilidades, estos autores coincidieron en sostener que la confrontación había surgido principalmente a raíz de la agresión estalinista hacia Europa Oriental, lo que había obligado a Washington a poner en marcha una estrategia de contención de la política expansionista de la URSS. Un lustro más tarde, los revisionistas (…) criticaron las posiciones de los ortodoxos, afirmando que la Guerra Fría había tenido su origen en la agresividad de las políticas neoimperiales estadounidenses que suscitaron las suspicacias de Stalin y la URSS. Esta interpretación cobró fuerza durante los años sesenta, en el clima de protestas contra la escalada de la intervención estadounidense en Vietnam y de crítica a la política exterior de la superpotencia. Por último, entre los años setenta y la década de los noventa, los posrevisionistas (…) intentaron ofrecer una síntesis más equilibrada del conflicto, atendiendo al ajuste de las estrategias de ambas potencias en la encrucijada de la segunda posguerra y al papel que desempeñaron los distintos actores institucionales estadounidenses, como el Congreso o el Ejecutivo, al facilitar el estallido de la confrontación bipolar. (…) En su trabajo más importante, The Global Cold War, enfocado especialmente en las dimensiones globales que alcanzó el conflicto entre las dos superpotencias, Westad ha intentado incluir al Tercer Mundo, por primera vez, como objeto de estudio central para adquirir una comprensión completa del periodo y sus problemas. En el relato de Westad, las periferias no son analizadas sólo como escenario estático del enfrentamiento entre las dos superpotencias, sino, sobre todo, como sujetos activos de la Guerra Fría. Westad define la Guerra Fría como un proceso de enfrentamiento entre dos visiones antagónicas de la modernidad, que encontraron terreno fértil en el Tercer Mundo para demostrar el mayor valor de su perspectiva. Al mismo tiempo, el trabajo del historiador noruego ha intentado mostrar la forma en que las élites del Tercer Mundo buscaron adaptarse o, incluso, aprovecharse de dos propuestas que iban acompañadas de ingente ayuda material, aunque esto también implicara una fuerte dosis de injerencia política por parte de Moscú o Washington en los asuntos internos de los países que pretendían ayudar. A partir de los trabajos de Westad, el estudio de la Guerra Fría ha dejado de ser la historia de la confrontación entre Occidente, considerado como la suma de Estados Unidos y Europa, y la URSS. Es decir, a partir de esta nueva perspectiva, la historia de la Guerra Fría ha comenzado a incluir al Tercer Mundo como parte integrante de los relatos históricos sobre el periodo.” Pettiná, V. (2018): Historia mínima de la Guerra Fría en América Latina. Ciudad de México: El Colegio de México. Características de la Guerra Fría “…la única expresión externa de la guerra fría no fue el avance o retroceso táctico sino la acumulación y sofisticación de las vías por medio de las cuales ambas partes intentaban intimidarse mutuamente: esto es, la carrera armamentista.” Calvocoresi, P. (1999): Historia política del mundo contemporáneo. Madrid: Akal “Con el correr del tiempo, cada vez había más cosas que podían ir mal, tanto política como tecnológicamente, en un enfrentamiento nuclear permanente basado en la premisa de que sólo el miedo a la «destrucción mutua asegurada» (acertadamente resumida en inglés con el acrónimo Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral MAD, «loco») impediría a cualquiera de los dos bandos dar la señal, siempre a punto, de la destrucción planificada de la civilización. No llegó a suceder, pero durante cuarenta años fue una posibilidad cotidiana.” Hobsbawm, E., (2005): Historia del siglo XX. Buenos Aires: Crítica “Sin embargo, el hecho de que el monopolio de la bomba atómica por parte de los estadounidenses durara sólo cuatro años actuó como poderoso disuasor ante el posible estallido de una nueva guerra. Ambos contendientes sabían que, más allá de quién lanzara el primer ataque, ante la posibilidad de un conflicto nuclear global el mundo podía verse arrastrado hacia su completa devas- tación. Esta realidad resultó finalmente la garantía de que los niveles de conflictividad, al igual que los escenarios bélicos, se mantuviesen dentro de límites "razonables" determinados por los dos colosos durante toda la Guerra Fría. Pero también podríamos señalar otra dimensión de la Guerra Fría y para ello es necesario que nos situemos fundamentalmente en torno del desenvolvimiento de dos ejes. El primero de ellos, al que podríamos considerar como eje horizontal, estaría definido por el "orden bipolar" y se manifestó en el desafío competitivo de Estados Unidos y la URSS, las pretensiones de sus argumentos mesiánico- salvacionistas y el control sobre cada una de sus respectivas zonas de influencia. Dentro de esta perspectiva debemos destacar el rol desempeñado por ambas potencias en la escalada por la carrera armamentista: sólo en este ámbito la URSS se manifestó como verdaderamente competitiva, en cuanto a su pronta adquisición de la bomba atómica y desarrollo de su aparato bélico con respecto a su rival. En el plano simbólico y sociocultural, Estados Unidos heredó —de hecho— una serie de zonas de influencia a escala global, hasta ese momento controladas por los Estados colonialistas europeos, especialmente por Gran Bretaña. Contando con la previa difusión de la cultura anglosajona, lograron una ventaja comparativa para publicitar su estilo de vida. La base territorial más restringida de la cultura rusa -básicamente por el idioma- implicó una limitación al menos inicial para los esfuerzos soviéticos de competir como modelo universal. Algo similar ocurrió con la dimensión económica: a pesar de la euforia expansiva provocada en la URSS por su veloz ritmo de crecimiento hasta la década del 60, jamás logró un grado de desarrollo equivalente al del bloque occidental y a partir de entonces se advierte un estancamiento que perdurará hasta su desintegración. Algunas estadísticas nos servirán para fundamentar lo expuesto. El segundo eje lo ubicamos como perpendicular a éste, y se define por el proceso de descolonización y la reubicación en el orden mundial de las "nuevas naciones emergentes". El entrecruzamiento de estos dos ejes es el que da lugar a otro tipo de conflicto, denominado "conflicto norte-sur" en el que se desarrollarán los escenarios "calientes" de la Guerra Fría, especialmente en aquellas zonas consideradas de importancia estratégica para los polos.” Arostegui, J., et al., (2001): El mundo contemporáneo: Historia y Problemas. Barcelona: Biblos- Crítica “Esto planteaba la paradoja de que, en la práctica, la responsabilidad por el mantenimiento de la paz recaía en dos actores relativamente "recién llegados" al mundo de las relaciones internacionales y cuyas respectivas cosmovisiones se presentaban como mensajes portadores de modelos de validez universal. Estados Unidos y sus gobernantes enarbolaban la bandera de la democracia, el Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral respeto por las libertades individuales y el derecho internacional, bajo la cual escondieron reiteradamente sus mucho menos "elevadas" aspiraciones oportunistas y pragmáticas tendentes a satisfacer sus intereses particulares. Los soviéticos, a su vez, pretendían erigirse como los verdaderos y únicos defensores de los principios de soberanía, ocultando así sus propias intenciones hegemónicas, realizadas en Europa oriental a través del establecimiento de gobiernos sumisos al Kremlin.” Arostegui, J., et al., (2001): El mundo contemporáneo: Historia y Problemas. Barcelona: Biblos- Crítica El fin de la Guerra Fría “…la URSS era incapaz de financiar la guerra fría y Estados Unidos se estaba dirigiendo también hacia la insolvencia. Cuando las dos superpotencias se dieron cuenta de la depreciación de su situación privilegiada en el mundo, se vieron forzadas a reconocer que necesitaban el desarme. Tampoco existía ya una razón de Estado que las disuadiera de hacerlo. Los mitos que habían desempeñado el papel principal en el estallido y mantenimiento de la guerra fría estaban trasnochados y gastados. La hostilidad permanecía pero el miedo se había desvanecido.” Calvocoresi, P. (1999): Historia política del mundo contemporáneo. Madrid: Akal Fuentes para el estudio del origen de la Guerra Fría 1-Discurso de Iósif Stalin - 9 de febrero 1946. “¡Camaradas! Ocho años han pasado desde las últimas elecciones para el Soviet Supremo. Este ha sido un período repleto con eventos de naturaleza decisiva. (…) Indudablemente, la guerra fue el evento principal durante el pasado período. Sería erróneo pensar que la Segunda Guerra Mundial estalló accidentalmente, o como resultado de los graves errores cometidos por ciertos hombres de estado, pese a que ciertamente graves errores fueron cometidos. En base a los hechos, la guerra se desató como el inevitable resultado del desarrollo mundial de las fuerzas políticas y económicas que son la base del capitalismo monopolista del presente. Los marxistas han dicho más de una vez el capitalista es un sistema de economía mundial que contiene elementos de crisis general y conflictos militares, que, en vista de aquello, el desarrollo del capitalismo mundial en nuestro tiempo no procede suave y uniformemente sino por medio de crisis y guerras catastróficas. El punto es que el injusto desarrollo de los países capitalistas usualmente lleva, en el curso del tiempo, a una aguda perturbación del equilibrio al interior del sistema mundial del capitalismo, y cuando un grupo de países capitalistas se ven a sí mismos como inseguramente provistos de materias primas y mercados, usualmente intentan cambiar la situación y redistribuir "esferas de influencia" en su propio favor—por medio del empleo de la fuerza armada. Como resultado de esto, el mundo capitalista se divide en dos campos hostiles y la guerra estalla entre ellos. (…) La guerra fue algo en la naturaleza de un examen para nuestro Sistema soviético, de nuestro estado, de nuestro Gobierno y de nuestro Partido Comunista, y fue como si resumiese todo su trabajo y Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral dijese: Aquí están tu pueblo y organizaciones, su vida y trabajo analízalos cuidadosamente y trátalos de acuerdo con sus merecimientos. (…) Nuestra victoria significa, primero de todo, que nuestro Sistema social soviético fue victorioso, que el Sistema Social Soviético pasó exitosamente la prueba de fuego de la guerra y probó que es totalmente viable. (…) Segundo, nuestra victoria significa que nuestro Sistema Estatal Soviético fue victorioso, que nuestro estado soviético multinacional pasó todas las pruebas y probó su viabilidad. (…) Tercero, nuestra victoria significa que las Fuerzas Armadas Soviéticas, nuestro Ejército Rojo, fue victorioso, que el Ejército Rojo heroicamente soportó todas las dificultades de la guerra, finalmente haciendo retirar los ejércitos de nuestros enemigos y emergiendo victorioso de la guerra. (Una voz: “Bajo el liderazgo del Camarada Stalin “ Todos se levantaron. Ruidoso y prolongado aplauso, elevándose a una ovación). (…)” 2-Telegrama “largo” de George Kennan – 22 de febrero de 1946 “La política soviética se ha orientado siempre hacia un fin último que es la revolución mundial y la dominación del mundo por los comunistas. La política soviética no ha cambiado nunca a este respecto y, por tanto, es posible prever que no cambiará en el futuro (…). Las vituperaciones de los hombres de Estado y de la prensa soviéticas contra el imperialismo, la agresión, la iniciación de la guerra, la injerencia en los asuntos internos y todas las pretendidas tentativas de dominación del mundo, son tan fiel reflejo de las costumbres, procedimientos y propósitos de la Unión Soviética que a veces nos preguntamos por qué Moscú tiene tanto empeño en llamar la atención sobre ello. La táctica soviética a menudo ha sido modificada en el curso de los últimos veinte años, pero cuanto más se estudian las declaraciones y la política de la URSS, más nos damos cuenta hasta qué punto los principios de base del leninismo-stalinismo son intangibles y hasta qué punto son opuestos a los objetivos, los deseos y las vías de la democracia occidental. Se advertirá al leer las declaraciones realizadas desde hace dos decenios por los jefes y los portavoces del régimen en las reuniones del Partido que no hay una solución de continuidad en el pensamiento soviético, y la consigna que se mantiene siempre es: la hostilidad fundamental a la democracia occidental, al capitalismo, al liberalismo, a la socialdemocracia y a todos los grupos y elementos que no estén completamente sometidos al Kremlin. Este propósito inmutable fue subrayado por Stalin en el discurso que pronunció en 1927 con ocasión del décimo aniversario de la revolución. La Unión Soviética, dijo, debía convertirse en «el prototipo de amalgama futura de los trabajadores de todos los países en una sola economía mundial». En 1927, igualmente, Stalin declaró a una delegación obrera americana: «En el curso del desarrollo futuro de la revolución internacional, se formarán dos centros mundiales: el centro socialista, que atraerá hacia él a todos los países que graviten en torno al socialismo, y el centro capitalista, que atraerá hacia él a todos los países que graviten en torno al capitalismo. La lucha librada entre estos dos centros por la conquista de la economía mundial decidirá la suerte del capitalismo y del socialismo en el mundo entero» (…). Al final de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno soviético se encontraba en una encrucijada. No sólo la Unión Soviética había adquirido el respeto y ya no solo el temor como potencia, sino que Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral además se aceptaba la legitimidad de su régimen. Casi por todas partes en el mundo se estaba dispuesto a dar pruebas de toda la buena voluntad posible hacia ella. La Unión Soviética muy bien podría haber continuado viviendo en paz satisfecha de las conquistas y de las victorias logradas durante la guerra y de las cuales debía gran parte a sus reconocidos y confiados aliados. Si hubiera querido dar muestra de un espíritu de cooperación actuando honestamente en el juego internacional, estos beneficios no habrían sido inferiores a aquellos que había obtenido en definitiva y los habrían logrado con mucha más seguridad en un mundo relativamente en calma y pacífico.” 3-Discurso de Harry S. Truman - 12 de marzo de 1947 “Uno de los objetivos fundamentales de la política exterior de Estados Unidos es la creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar una manera de vivir libre de coacción. Esta fue una de las causas fundamentales de la guerra con Alemania y el Japón. Nuestra victoria se logró sobre países que pretendían imponer su voluntad y su modo de vivir a otras naciones. Para asegurar el desenvolvimiento pacífico de las naciones libres de toda coacción, Estados Unidos ha tomado parte preponderante en las Naciones Unidas. Estas están destinadas a posibilitar el mantenimiento de la libertad y la soberanía de todos sus miembros. Sin embargo, no alcanzaremos nuestros objetivos a menos que estemos dispuestos a ayudar a los pueblos libres a preservar sus instituciones libres y su integridad nacional frente a los movimientos agresivos que tratan de imponerles regímenes totalitarios. Esto es simplemente reconocer con franqueza que los regímenes totalitarios impuestos a los pueblos libres, por agresiones directas o indirectas, socavan los fundamentos de la paz internacional y, por tanto, la seguridad de los Estados Unidos. En la presente etapa de la historia mundial casi todas las naciones deben elegir entre modos alternativos de vida. Con mucha frecuencia, la decisión no suele ser libre. En varios países del mundo, recientemente, se han implantado por la fuerza regímenes totalitarios, contra la voluntad popular. El gobierno de los Estados Unidos ha levantado frecuentes protestas contra las coacciones y las intimidaciones realizadas en Polonia, Rumanía y Bulgaria, violando el acuerdo de Yalta. Debo afirmar también que en otros países han ocurrido hechos semejantes. Uno de dichos modos de vida se basa en la voluntad de la mayoría y se distingue por la existencia de instituciones libres, un gobierno representativo, elecciones limpias, garantías a la libertad individual, libertad de palabra y religión y el derecho a vivir sin opresión política. El otro se basa en la voluntad de una minoría impuesta mediante la fuerza a la mayoría. Descansa en el terror y la opresión, en una prensa y radio controladas, en elecciones fraudulentas y en la supresión de las libertades individuales. Creo que la política de los Estados Unidos debe ayudar a los pueblos que luchan contra las minorías armadas o contra las presiones exteriores que intentan sojuzgarlos. Creo que debemos ayudar a los pueblos libres a cumplir sus propios destinos de la forma que ellos mismos decidan. Creo que nuestra ayuda debe ser principalmente económica y financiera, que es esencial para la estabilidad económica y política. El mundo no es estático y el statu quo no es sagrado. Pero no podemos permitir cambios en el statu quo que violen la Carta de las Naciones Unidas por métodos como la coacción o subterfugios como la infiltración política. Ayudando a las naciones libres e independientes a conservar su independencia, Estados Unidos habrá de poner en práctica los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral Basta mirar un mapa para comprender que la supervivencia e integridad de la nación griega tiene gran importancia dentro del marco más amplio de la política mundial. Si Grecia fuera a caer bajo el poder de una minoría armada, el efecto sobre su vecino Turquía, sería inmediato y grave. La confusión y el desorden podrían fácilmente extenderse por todo el Medio Oriente (…). Si vacilamos en nuestra misión de conducción podemos hacer peligrar la paz del mundo y, sin lugar a dudas arriesgaremos el bienestar de nuestra propia nación.” 4-Informe de Andrei Zhdanov – 22 de setiembre de 1947 “La terminación de la segunda guerra mundial ha producido cambios esenciales en el conjunto de la situación mundial (...). El resultado principal de la segunda guerra mundial fue la derrota militar de Alemania y del Japón, los dos países más militaristas y agresivos del capitalismo. Los elementos reaccionarios e imperialistas del mundo entero, y particularmente de Inglaterra, de los Estados Unidos y de Francia, habían depositado ciertas esperanzas en Alemania y en el Japón (...) El resultado de la última contienda, con el aplastamiento del fascismo, con la pérdida de las posiciones mundiales del capitalismo y con el robustecimiento del movimiento antifascista, ha sido la separación del sistema capitalista de toda una serie de países de la Europa central y sudoriental (...) La importancia y la autoridad de la URSS han aumentado considerablemente después de la guerra. La URSS ha sido la cabeza rectora y el alma del aplastamiento militar de Alemania y Japón. Las fuerzas democráticas progresistas del mundo entero están agrupadas en torno a la Unión Soviética. (...) La finalidad que se plantea la nueva corriente expansionista de los Estados Unidos es el establecimiento de la dominación universal del expansionismo americano. Esta nueva corriente apunta a la consolidación de la situación de monopolio de los Estados Unidos sobre los mercados internacionales, monopolio que se ha establecido como consecuencia de la desaparición de sus dos mayores competidores —Alemania y Japón— y por la debilidad de los socios capitalistas de los Estados Unidos: Inglaterra y Francia. Esta nueva corriente cuenta con un amplio programa de medidas de orden militar, económico y político, cuya aplicación establecería sobre todos los países a los que apunta el expansionismo de los Estados Unidos, la dominación política y económica de estos últimos reduciría a estos países al estado de satélites de los Estados Unidos e instauraría unos regímenes interiores que eliminarían todo obstáculo por parte del movimiento obrero y democrático para la explotación de estos países por el capital americano. Los Estados Unidos de América persiguen actualmente la aplicación de esta nueva corriente política no sólo a los enemigos de guerra de ayer o a los Estados neutrales, sino también y de manera cada vez mayor, a los aliados de guerra de los Estados Unidos de América. (...) Pero en el camino de sus aspiraciones a la dominación mundial, los Estados Unidos se han encontrado con la URSS, con su creciente influencia internacional, que constituye un bastión de la política antifascista y antiimperialista de los países de nueva democracia que han escapado al control del imperialismo anglonorteamericano; con los obreros de todos los países, comprendidos los de la misma América, que no desean una nueva guerra imperialista en provecho de sus propios opresores. (...) Material para Primer Año de Educación Media Superior – Historia – Prof. Matías Rodríguez Metral Las fuerzas antiimperialistas y antifascistas forman el otro campo. La URSS y los pueblos de la nueva democracia son su fundamento. Los países que han roto con el imperialismo y que resueltamente se han incorporado a la democracia, como Rumania, Hungría, Finlandia, forman parte de este campo, al que se han añadido, además, Indochina, el Vietnam y la India. Egipto y Siria son simpatizantes.

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