Atención Sanitaria en Intoxicaciones (PDF)
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This document details various aspects of healthcare attention for poisonings and chemical agents. It covers definitions, classifications, mechanisms, and different entry ways, such as ingestion, inhalation, and skin absorption. It also discusses different chemical agents involved, such as drugs of abuse, medications, household products, and gases.
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TEMA 10 ATENCIÓN SANITARIA EN INTOXICACIONES Y OTROS AGENTES QUÍMICOS 1. Definición de intoxicación Tóxico es cualquier sustancia que sea capaz de producir la muerte, heridas, u otros efectos perjudiciales para nuestro organismo. Intoxicación: cuadro clínico que ocasiona la exposición, ingestión, i...
TEMA 10 ATENCIÓN SANITARIA EN INTOXICACIONES Y OTROS AGENTES QUÍMICOS 1. Definición de intoxicación Tóxico es cualquier sustancia que sea capaz de producir la muerte, heridas, u otros efectos perjudiciales para nuestro organismo. Intoxicación: cuadro clínico que ocasiona la exposición, ingestión, inyección o inhalación de una sustancia tóxica. La intoxicación dependerá de: la dosis. la vía de entrada. 2. Clasificación de las intoxicaciones Las intoxicaciones se pueden clasificar en función de: el mecanismo causante el tipo de agente químico. 2.1. El mecanismo causante de una intoxicación puede ser: sobredosis; intento de autolisis (suicidio); intoxicación accidental. 2.2. Intoxicaciones según el agente químico: drogas de abuso: alcohol, cocaína, heroína, drogas de síntesis (en su mayoría derivadas de anfetaminas); medicamentos : psicotropos (actúan sobre el sistema nervioso central y producen cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento); productos domésticos: agentes de limpieza (ácidos y bases cáusticas), disolventes, detergentes y cosméticos. Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones gases tóxicos, de uso doméstico e industrial; toxinas : alimentarias, intoxicación por setas y plantas, y picaduras de animales venenosos (ofidios). para saber más LEPTOSPIROSIS Enfermedad transmitida por las ratas. Permanece viva en el agua o en sitios húmedos. *Los humanos podemos contraerla al estar en contacto con ese agua (ej: nadando) o tierra que haya sido contaminada por la orina de animales infectados. 3. Vías de entradas y lesiones que producen 3.1. Ingestión: Se incluyen ácidos, álcalis, hidrocarburos (naftalina, gasolina), metanol (anticongelante de vehículos, disolvente de tintas), etilenglicol (detergentes, cosméticos), isopropanol(perfumes, disolventes de pinturas), cianuros (intoxicación cianhídrica) y tóxicos de plantas (digital) y comidas. Su tratamiento suele ser sintomático y la prevención de la absorción, principalmente. 3.1.1. Ácidos y álcalis (productos de limpieza) Pueden causar quemaduras. Su acción inmediata es daño de la mucosa. El tratamiento prehospitalario es soporte ventilatorio, fluido intravenoso y evacuación hospitalaria. Está contraindicado provocar el vómito. 3.1.2. Hidrocarburos 1 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones Irrita mucosa intestinal y sus vapores pueden pasar al tracto respiratorio. Su tratamiento será de lavado gástrico, fluidoterapia intravenosa, monitorización y traslado al hospital. 3.1.3. Metanol Se manifiesta clínicamente afectando al sistema nervioso central, tracto gastrointestinal, alteraciones de la vista y acidosis metabólica. para saber más El metanol tiene varios usos. Es un disolvente industrial y se emplea como materia prima en la fabricación de formaldehído. El metanol también se emplea como anticongelante en vehículos, combustible de bombonas de camping-gas, disolvente de tintas, tintes, resinas y adhesivos. Los síntomas dependen del nivel de exposición: molestias abdominales, alteraciones del SNC hasta coma e incluso muerte, y específicamente alteraciones visuales (visión borrosa, fotofobia, escotomas, disminución de agudeza hasta ceguera). El metanol es extremadamente tóxico. Tan solo 2 cucharadas (30 ml) pueden ser mortales para un niño. Alrededor de 2 a 8 onzas (60 a 240 ml) pueden ser mortales para un adulto. La ceguera es común y a menudo permanente a pesar de los cuidados médicos. El tratamiento habitual consiste en la administración de etanol, bicarbonato sódico y ácido fólico intravenoso. El etanol es el principal tratamiento antídoto específico tanto para el metanol como para el etilenglicol. 3.1.4. Etilenglicol El primer síntoma de la ingestión de etilenglicol es similar a la sensación causada por el consumo de alcohol (etanol). A las pocas horas, aparecen más efectos tóxicos. Los síntomas pueden comprender náuseas, vómitos, convulsiones, estupor o incluso coma. Una sobredosis de etilenglicol puede causar daño al cerebro, los pulmones, el hígado y los riñones. La intoxicación causa alteraciones en la química corporal, incluso acidosis metabólica. Estas alteraciones pueden ser tan graves que causen un shock (choque) profundo, insuficiencia del órgano y la muerte. Tratamiento: Monitorización avanzada. 2 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones Lavado gástrico. Fluidoterapia con expansores de volumen. Administrar intravenosa de bicarbonato sódico para corregir acidosis. Se valorara la administración de 30 a 60 ml de etanol, por boca o tubo gástrico. Transporte al hospital. 3.2. Inhalación Los principales productos: los limpiadores, plaguicidas, gases, hidrocarburos y otros. Su tratamientos se basa en la oxigenoterapia. para saber más La oxigenoterapia hiperbárica tiene en las intoxicaciones agudas por monóxido de carbono una clara y eficaz acción terapéutica. Disminuye rápidamente los niveles elevados de carboxihemoglobina, proporciona oxigenación suficiente, y evita las secuelas neurológicas tardías. 3.3. Absorción por la piel Ciertos tóxicos pueden absorberse por la piel, como es el caso de insecticidas organofosforados, organoclorados, anilinas, disolventes de las grasas y, en general, aquellos tóxicos liposolubles. Las sustancias hidrosolubles se absorben aprovechando las soluciones de continuidad que proporcionan las glándulas sebáceas, sudoríparas y folículos pilosos. Las sustancias liposolubles pueden atravesar la epidermis indemne. El hecho de que el tóxico tenga que atravesar primero la epidermis para llegar a absorberse es importante, porque cualquier tipo de lesión existente en la piel favorecerá enormemente la absorción de todos los tóxicos en contacto con ella. Con relativa frecuencia no se presta atención a esta vía de penetración, ni para hacer la profilaxis, ni para el tratamiento de las intoxicaciones. Por ejemplo, un agricultor que está fumigando con insecticidas, impregna sus ropas con esta sustancia. Si se produce una intoxicación, una de las medidas fundamentales será quitarle las ropas y lavar la piel. 3.4. Intravenosa: la mayoría de drogas de abuso. 4. Sintomatologia 4.1. Sintomatología nerviosa Disminución de nivel de conciencia. Coma. 3 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones Agitación y agresividad. 4.2. Sintomatología digestiva: Náusea y vómitos. Causticacion digestiva: (http://www.murciasalud.es/toxiconet.php?iddoc=181474&idsec=4014#clinica) las manifestaciones clínicas inmediatas tras el contacto con el cáustico son dolor bucal de mayor o menor intensidad (puede ser el único síntoma en casos leves accidentales) que no es infrecuente se acompañe de malestar retroesternal y epigastralgia. Las causticaciones de gravedad moderada pueden cursar, además, con disfagia, odinofagia (dolor al tragar), disfonía (ronquera), sialorrea, náuseas y vómitos, en los que puede haber contenido hemático, aunque son excepcionales la hematemesis o la melena. La tos, la disfonía e incluso la auscultación de roncus y sibilantes, sugieren el paso del cáustico a la vía respiratoria. En los casos muy graves (ingestas copiosas y deliberadas), puede aparecer además un verdadero compromiso respiratorio por edema faríngeo-glótico que obstruye las vías respiratorias altas (en especial tras la ingesta de un ácido fuerte) o neumonía aspirativa. Otra posible afectación respiratoria viene derivada de la broncorreactividad tras la inhalación de vapores fluorhídricos o de cloro (generado al reaccionar el clorhídrico gástrico con un álcali ingerido, como la lejía). La otra complicación que entraña peor pronóstico es la perforación esofágica con o sin mediastinitis (más frecuente en ingestas de álcalis), y la perforación gástrica o duodenal (más probable ante cáusticos ácidos). El intoxicado tendrá muy mal estado general, con abdomen doloroso o vientre en tabla, hipotensión arterial o inestabilidad hemodinámica y shock. 4.3. Sintomatología cardiovascular Taquicardia Alteraciones de la tensión arterial 4.4. Sintomatología respiratoria Disnea Tos Broncoespasmo 4.5. Sintomatología cutánea Lesiones en la piel y mucosas Urticaria 4 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones La cocaína actúa principalmente como simpaticomimético de acción indirecta, lo que lleva a un aumento en la concentración de noradrenalina, dopamina y serotonina en el espacio sináptico y por tanto, mayor estimulación adrenérgica. El resultado de esto son los efectos típicos de hipertensión, taquicardia, diaforesis, temblor, midriasis e hipertermia. 5. Actuación general en intoxicaciones Realizar un buena inspección de la zona de la asistencia en busca de envases o prospectos del producto toxico causante de la intoxicación Tratamiento: Medidas habituales del SVA; Descontaminación. Las más habituales: digestivas: aspirado y lavado gástrico; administración de carbón activado (agente adsorbente utilizado para tratar envenenamientos y sobredosis por ingestión oral); cutáneas: procedimiento mediante el cual se retira de la piel, las heridas, y la ropa de la víctima una sustancia química. Pasos a seguir: retirada de las ropas contaminada; introducción de la ropa en recipientes o bolsas de cierre hermético; aplicación directa de agua abundante sobre la zona contaminada. Administración de antídotos específicos. Tratamiento sintomático del síndrome tóxico que presente el paciente. 5 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones 6. Cese de la absorción tóxica Después de la valoración inicial del intoxicado y habiendo adoptado las medidas de soporte-reanimación que estaban indicadas, hay que pasar a la segunda prioridad terapéutica que consiste en evaluar en todos los casos (con o sin reanimación previa) la posibilidad de cesar la absorción. Las medidas a adoptar para disminuir la absorción tóxica, serán distintas según la vía de entrada del tóxico: Vía oftálmica Se practicará un lavado conjuntival con agua o suero fisiológico durante 15 minutos y se colocará un apósito; posterior consulta oftalmológica. Vía rectal Es excepcional. Probablemente está indicado un enema de limpieza. Vía parenteral No hay posibilidad de disminuir la absorción de un tóxico si éste se ha administrado por inyección parenteral. La inoculación de veneno por picadura o mordedura de animales constituye un ejemplo peculiar de vía parenteral. No practicar incisiones locales ni succión. También está proscrito el torniquete. Vía cutánea Hay tóxicos que por su liposolubilidad son absorbidos transcutáneamente (insecticidas, disolventes). En caso de contacto cutáneo, se debe despojar al paciente de toda la ropa y, de inmediato, lavar la piel con agua (a ser posible a presión) y jabón, durante 15-20 minutos protegiéndose con guantes la persona que ayuda a la descontaminación. Si el producto no es absorbible por vía cutánea pero es cáustico, debe procederse de la misma forma. Vía pulmonar Al separar al paciente del ambiente tóxico cesa la absorción. Recordar el riesgo de autointoxicación por parte de la persona que retira al paciente de la atmósfera tóxica (cloro, sulfhídrico de los pozos muertos), por lo que es preciso protegerse antes. Vía oral Constituye la puerta de entrada de la mayoría de las intoxicaciones. Hay varias opciones terapéuticas para disminuir la absorción tóxica digestiva. a) Vaciado gástrico Es el método clásico para intentar rescatar el tóxico que aún permanezca en la cavidad gástrica. En el ámbito extrahospitalario, la inducción del vómito es la técnica más asequible a pesar de que en la práctica casi no se emplea pre-hospitalariamente en nuestro país. Es obvio, que la provocación 6 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones del vómito durante la primera asistencia del intoxicado, hecha bajo unas indicaciones precisas, podría ser muy útil al acortar el intervalo entre ingesta tóxica y vómito y aumentar así, la cantidad de tóxico extraído. a.1) Inducción del vómito No deben utilizarse nunca los “viejos” eméticos (sulfato de cobre, solución salina saturada). La estimulación mecánica de la faringe presenta dos inconvenientes: no siempre provoca el vómito y el retorno gástrico que consigue es poco productivo. Puede utilizarse ante situaciones sin otro método alternativo. Se dispone de dos eméticos eficaces: el jarabe de ipecacuana y la apomorfina. El jarabe de ipecacuana es el emético de elección. Se prepara según una fórmula magistral pudiendo obtenerse a través de una oficina de farmacia (o servicio de farmacia hospitalario). Es muy efectivo en provocar la emesis. Vomitan el 90% de pacientes administrándolo con agua tibia según la pauta de dosificación expuesta en la tabla DOSIFICACIÓN RECOMENDADA DEL JARABE DE IPECACUANA Edad Jarabe de ipecacuana Agua 6-12 meses 5-10 ml 15 ml/kg < 12 años 15 ml 120-200 ml Adultos 30 ml 200 ml Puede repetirse sólo una segunda dosis si no hay emesis a los 30 minutos de la primera. Indicaciones para su uso: - paciente consciente si la sustancia o la cantidad ingerida es tóxica; - intervalo desde la ingesta tóxica inferior a 3 horas; - este intervalo puede ser superior (hasta 6 o más horas) si concurren algunas de las siguientes circunstancias: ingesta de antidepresivos tricíclicos u otros anticolinérgicos, narcóticos, salicilatos, fármacos de liberación retardada, fármacos que acostumbran a formar bezoares o conglomerados en la cavidad gástrica (meprobamato), presencia de alimentos en estómago (comida reciente previa a la intoxicación) y, finalmente, ingesta simultánea de hidróxido de aluminio. Contraindicaciones absolutas en el uso de jarabe de ipecacuana: - niños menores de 6 meses; - pacientes en coma, convulsivos u obnubilados con reflejo faríngeo defensivo ausente; - ingesta de cáusticos; - ingesta de aguarrás u otros disolventes o hidrocarburos (gasolina, etc.) a excepción de ingestas muy copiosas (2 mg/kg) o si se trata de disolventes vehiculizantes de otras sustancias de alta toxicidad. - co-ingesta de un objeto cortante; 7 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones - ingesta de tóxicos claramente convulsivantes (isoniacida, estricnina); - estado de shock; - diatesis hemorrágica severa. Contraindicaciones relativas (a valorar): - tóxicos potencialmente convulsivantes (antidepresivos cíclicos, cocaína, teofilina y otros simpaticomiméticos); - presunción de que el estado de conciencia estará mucho más disminuído cuando empiece el efecto emético de la ipeca, debido a haber ingerido tóxicos de absorción rápida capaces de disminuir el nivel de conciencia precozmente; - gestación avanzada; - intoxicaciones en que la ipeca por su efecto emético puede dificultar la administración de un antídoto o tratamiento considerado más eficaz (Ejemplo: Fluimucil® antídoto 20% en intoxicación por paracetamol). La apomorfina es un emético en desuso. Una dosis de 0,05-0,1 mg/kg., hasta un máximo de 6 mg por vía subcutánea, provoca una emesis repetida que se inicia a los 3-6 minutos de su administración. Ofrece menos seguridad por efectos adversos potencialmente importantes (depresión del S.N.C., en especial el centro respiratorio). No obstante mantiene una indicación muy puntual y limitada: la intoxicación grave, potencialmente letal, por un tóxico no depresor del nivel de conciencia, de ingesta reciente (menos de 1 hora), que obviamente precisa un rescate digestivo inmediato mucho más rápido que el obtenido por la ipeca (25 minutos) o el lavado gástrico. El ejemplo puntual en nuestro medio es la intoxicación por paraquat. En cualquier caso, la administración de naloxona revierte los efectos indeseables de la apomorfina. a.2) Aspirado-lavado gástrico Las indicaciones del lavado gástrico son, en parte, superponibles a las de la inducción emética por ipeca: - sustancia tóxica a dosis tóxica; - intervalo desde la ingesta inferior a 3 horas; - idénticas circunstancias que alargan el intervalo útil de 3 h. El intervalo es el factor que más influye en la rentabilidad extractiva del lavado. Donde radica la diferencia respecto a la emesis es en las contraindicaciones. Algunas son similares: cáusticos, disolventes, hidrocarburos. Pero el coma o los agentes convulsivantes no constituyen contraindicación formal. El aspirado-lavado gástrico (A.L.G.) puede y debe practicarse en todo estado de coma tóxico, (se prolonga el intervalo útil de 3 horas hasta 12 o más), precisando intubación previa. El A.L.G. 8 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones también puede practicarse en caso de ingesta de convulsivantes. Si se ha producido ya algún episodio convulsivo, debe tratarse antes de realizarse el lavado. Para lograr la mayor eficacia extractiva posible es muy importante una buena técnica de A.L.G. (aspirar antes del lavado, sonda nasogástrica ancha, enfermo en decúbito lateral izquiedo). En primera asistencia, en medicina de urgencias o en transporte medicalizado es poco habitual la práctica del lavado gástrico. En función de la situación neurológica, la colocación de la sonda oro o nasogástrica puede estimular el vómito y provocar una broncoaspiración dada la ausencia o disminución del reflejo faríngeo defensivo. Por tanto, en medio extrahospitalario, ante un intoxicado en coma “intermedio”, no debe colocarse una sonda nasogástrica u orogástrica a menos que se esté técnicamente capacitado para evitar la hipotética broncoaspiración. b) Carbón activado Aparte del vacíado gástrico (emesis o lavado ya descritos) la administración de carbón activado constituye una alternativa (o un complemento en el caso del lavado gástrico) para cesar o disminuir la absorción del tóxico. El carbón actúa no como neutralizante, sino como adsorbente de la mayoría de sustancias tóxicas, pudiendo considerarse como un adsorbente prácticamente universal, eficaz, inocuo y económico. Hay muy pocos tóxicos que no sean adsorbidos por el carbón activado, básicamente los alcoholes, derivados del petróleo, algunos pesticidas (malathion) y, entre los fármacos, las sales de hierro y el litio. El carbón activado tiene una indicación específica: su administración post-aspirado lavado gástrico. Las restantes indicaciones son prácticamente idénticas a las ya reseñadas para la emesis y el vaciado gástrico: - ingesta presumiblemente tóxica (por la cantidad o por el tipo de tóxico); - intervalo transcurrido desde la ingesta tóxica, no superior a 3 h. (su eficacia decrece después de la primera hora); - este corto intervalo de eficacia también se alarga en base al tipo de tóxico, estado neurológico del intoxicado u otras circunstancias (ver emesis o lavado gástrico). Su uso no tiene contraindicaciones. No obstante carece de indicación en una ingesta cáustica, o en el caso de que el tóxico sea un solvente o derivado del petróleo (no los adsorbe). Así pues, sus “no indicaciones” coinciden con las contraindicaciones del aspirado-lavado gástrico o de la emesis, aunque el motivo no sea idéntico. Aparte de su capacidad absortiva que facilita la disminución de la absorción del tóxico aún presente en la cavidad gástrica, el carbón activado tiene una indicación adicional, muy especial: actuar sobre un tóxico ya absorbido, superando el intervalo de eficacia de 2-3 horas hasta colocarlo en 10-12 horas o más post-ingesta. 9 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones c) Catárticos Su uso carece de interés en atención urgente pre-hospitalaria. 6.1. Emesis, aspirado-lavado gástrico o carbón activado ¿Cuál de los tres métodos es el de elección en asistencia urgente pre-hospitalaria?. La conclusión es que los tres métodos son intercambiables si se miden por su eficacia. La elección se hará básicamente en base al estado clínico del paciente y, en ocasiones, según el tipo de tóxico. El siguiente esquema pretende resumir las opciones con las que podemos encontrarnos: intoxicado consciente: ipecacuana, carbón activado (indistinto); intoxicado consciente pero el tóxico es teóricamente letal: apomorfina; intoxicado convulsivo: A.L.G. previo tratamiento anticonvulsivante; intoxicado en coma grado 3: A.L.G. previa intubación (si se está capacitado técnicamente); intoxicado en coma grado 1 o grado 2: debe valorarse la gravedad de la intoxicación (tipo y cantidad de tóxico) para tomar una decisión; si la intoxicación se prevé leve-moderada: abstención; si la intoxicación se prevé grave o muy grave: intubación + A.L.G. Si no es posible calificar la intoxicación: Aspiración (S.N.G.) + carbón activado. 6.2. Caso especial de la ingesta cáustica. Dilución. Denominaremos ingesta cáustica a la deglución de una sustancia ácida o básica, capaz de producir un efecto corrosivo más o menos intenso sobre el tubo digestivo. Ante una ingesta cáustica no se trata de adoptar medidas para disminuir una absorción (que no se produce) sino que se trata de paliar el efecto corrosivo. Deberán seguirse las siguientes pautas de actuación: - Valorar (etapa prioritaria de soporte-reanimación) los tres síntomas críticos que pueden aparecer tras una ingesta masiva y/o de elevada causticidad: 10 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones — Estado de la vía aérea (edema y necrosis glótica). — Perforación esofágica o gástrica (mediastinitis o abdomen agudo). — Estado hemodinámico (hipotensión o shock). Ello condiciona un traslado medicalizado urgente al hospital. Puede administrarse previamente un analgésico opiáceo y/o prednisona 1 mg/Kg vía i.v. - La gran mayoría de ingestas cáusticas no necesitan medidas de soporte-reanimación o cirugía inmediata. Ante tales casos, la asistencia urgente extra-hospitalaria se basará en los siguientes puntos: — Se intentará conocer el grado de causticidad de la sustancia ingerida (pH, características físico-químicas, etc); — No neutralizar un ácido con un alcali o viceversa; — No intentar maniobras de vaciado gástrico; — Si hay vómito, tratarlo sintomáticamente; — Diluir el cáustico administrando agua fría o mejor helada, 150 cc lo más precozmente posible. Es probable que esta medida sea inefectiva ya que la lesión corrosiva se establece en menos de un minuto tras la ingesta cáustica. Por otra parte es conveniente no administrar mucha agua ni ingerirla muy rápidamente para no estimular el vómito; — Siempre traslado hospitalario, aunque no existan lesiones bucales y/o faríngeas ni otra clase de síntomas; 7. Administración de antídotos Los antídotos poseen la acción más específica, más eficaz y, algunas veces, la más rápida, de entre todas las sustancias o métodos con utilidad terapéutica en toxicología clínica. Su uso no debe suplir las técnicas de soporte vital sino complementarlas. En nuestro medio, se dispone de algo más de treinta antídotos de eficacia contrastada. El botiquín de antídotos no es sinónimo de botiquín toxicológico. Éste agrupa, aparte de los antídotos, a todas aquellas sustancias de utilidad en el tratamiento toxicológico. A continuación se detalla una propuesta de composición del botiquín toxicológico para la asistencia extrahospitalaria. - Adrenalina. Indicada en el shock anafiláctico tras picadura de abeja, avispa o abejorro. Excepcionalmente en shock anafiláctico por picaduras de otros animales. - Almidón. Ingestión por yodo y derivados. - Apomorfina. De uso muy limitado, está indicada frente a una intoxicación potencialmente letal por un agente causal no depresor del nivel de consciencia (paraquat, por ejemplo), de ingestión reciente (1 hora). - Atropina. Su administración está indicada en la intoxicación por insecticidas organofosforados o 11 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones carbamatos. - Carbón activado. Como ya se ha señalado es un adsorbente prácticamente universal (con la excepción del litio, alcoholes y otras sustancias, cuya administración precoz en toxicología pre-hospitalaria (máximo 3 horas post-ingesta) puede disminuir la absorción tóxica. También es efectivo tardíamente cuando el tóxico ya se ha absorbido. - Corticoides. Prednisona para tratar el shock anafiláctico o edema glótico tras una picadura de himenóptero (abeja, avispa). No debe administrarse profilácticamente frente a cualquier picadura de abeja o avispa. Los corticoides también están indicados para tratar el edema glótico tras una ingesta cáustica grave. Preventivamente, antes de su traslado al hospital, puede administrarse también en la inhalación de gases irritantes (cloro, por ejemplo) si hay sintomatología (tos, hiperreactividad bronquial). - Diazepam. Indicado como anticonvulsivante en intoxicaciones que cursen con crisis generalizadas, a excepción del cuadro convulsivo por una sobredosis de isoniacida. - Flumazenil. Intoxicación por benzodiacepinas. - Glucosa hipertónica. Su aporte actuará reponiendo la concentración fisiológica de glucosa, disminuída por sustancias hipoglucemiantes, básicamente insulina o antidiabéticos orales en sobredosis. - Hidroxicobalamina. Las indicaciones para el uso de este antídoto-reanimador son: la presunta ingesta de sal soluble de cianuro (suicidio, homicidio, accidente) o presunta inhalación de cianhídrico (incendio, accidente-catástrofe industrial) junto a sintomatología grave: obnubilación, coma, paro respiratorio, hipotensión, shock, etc. Su empleo debe ser lo más precoz posible, coadyuvando a las medidas de reanimación cardio-pulmonar y a la oxigenoterapia al 100%. - Jarabe de ipecacuana. - Lactato de sodio. Alcanizador de orína en intoxicaciones por salicilatos. - Lidocaína. Indicada si en el transcurso de una intoxicación por cardiotóxicos (antidepresivos u otros) aparecen arritmias supra o ventriculares graves con bajo gasto o riesgo de F.V. - N-Acetilcisteína (Fluimucil® Antídoto 20%). Es el antídoto específico en la intoxicación por paracetamol. Su uso es, en general, hospitalario. para saber más La acetilcisteína es un derivado de la cisteína que se utiliza como antídoto en el tratamiento de la sobredosis de paracetamol. Porque la acetilcisteína se utiliza en la síntesis de glutatión, el cual elimina los radicales libres que pueden causar daño a los tejidos y que se liberan en los procesos inflamatorios. La acetilcisteína debe administrarse por vía intravenosa bajo supervisión estricta médica. Es más probable que aparezcan reacciones adversas tras la perfusión si el fármaco se administra demasiado rápido o en cantidad excesiva. 12 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones Por ello, se debe diluir 10mL de acetilcisteína (200mg/mL)con 30mL de glucosa al 5% o cloruro sódico al 0.9% para obtener un volumen total de 40mL. - Naloxona. Intoxicaciones por opiáceos. - Oxígeno (exclusivo del transporte sanitario). La oxigenoterapia es de uso habitual e inespecífico en aquellas intoxicaciones que cursan con hipoxemia. A parte de esta acción inespecífica, el oxígeno actúa como un verdadero antídoto en la intoxicación por monóxido de carbono (CO). El empleo de la oxigenoterapia es también preceptiva en asistencia primaria frente a otras intoxicaciones que provocan hipoxia tisular (metahemoglobinizantes, sulfhídrico, cianhídrico) aunque alguna de ellas disponga de antídoto específico. - Penicilina G sódica. Ingesta de setas hepatotóxicas. - Piridoxina. Ante una intoxicación aguda por isoniacida con o sin clínica convulsiva, debe administrarse, como tratamiento pre-hospitalario, piridoxina. - Protamina. Sobredosificación por heparina sódica. - Cloruro cálcico. Intoxicación por tóxicos hipocalcemiantes: etilenglicol (anticongelante para coches), productos de limpieza doméstica, etc. - Suero antiofídico. Mordedura de víbora, cuyo "habitat" natural es el de nuestro país (Vipera aspis, Vipera verus, Vipera latasti). - Sulfato Mg. Intoxicación por ácido hidrofluorhídrico (industria del vidrio; galvanotecnia; fabricación de semiconductores). - Tiamina. La principal indicación es la intoxicación por etilenglicol. 13 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones 14 Asistencia Sanitaria Especial en situaciones de emergencias Atención sanitaria en las intoxicaciones 15