APUNTE Fase_Trabajo PDF
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Universidad de Concepción
Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández
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Summary
This document discusses the different phases of work in social work. It provides an overview of the concept of the work phase in social work, and explores how social workers in groups can guide the processes, develop skills, and handle problematic situations. The role of various activities in intervention, and the way they are helpful to group members is also explored. The provided summary highlights the important considerations for the work and preparation phase.
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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN Facultad de Ciencias Sociales Trabajo Social Fase de Trabajo Cuando se inicia la fase de trabajo, varios elementos ya están determinados. El Tra...
UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN Facultad de Ciencias Sociales Trabajo Social Fase de Trabajo Cuando se inicia la fase de trabajo, varios elementos ya están determinados. El Trabajador Social ya se puso de acuerdo con los miembros sobre el propósito, los objetivos, el contenido y las principales normas de funcionamiento del grupo. Además, los miembros son capaces de posicionar sus propios objetivos en relación con el planteamiento colectivo. Durante esta fase, si el grupo es funcional y evoluciona normalmente, debiéramos esperar que avance hacia el estado del desarrollo más productivo de un grupo, la fase de diferenciación/interdependencia. Sin embargo, esto no es un absoluto, debido a que un grupo puede estancarse en una etapa particular de su evolución e incluso puede retroceder. Las tareas que suelen ser necesarias que el Trabajador Social realice en la fase de trabajo, son: 1. Guiar el proceso del grupo; 2. Favorecer el desarrollo de las competencias; 3. Gestionar las situaciones problemáticas. 4. Documentar el proceso del grupo y de los miembros. 1. GUIAR EL PROCESO DEL GRUPO Durante la fase de trabajo, el trabajador social debe prestar una atención permanente a las necesidades del grupo y de los miembros con el fin de resguardar que el contenido de las sesiones se adapte a su realidad. Aunque el tipo de preparación varía según la naturaleza del grupo, es necesario que el trabajador social se asegure de que el encuentro sea beneficioso para los miembros y que los hará avanzar hacia sus objetivos. En un grupo muy estructurado, como un grupo educativo, es posible que el contenido de cada sesión haya sido establecido en el momento del contrato inicial; en ese caso, el rol del profesional será organizar las actividades planificadas proporcionando el material necesario, preparando ejercicios y/o técnicas adaptadas al contenido de la sesión y contactándose con los expertos previstos para intervenir. En un grupo menos estructurado, generalmente el trabajador social suele, preparar cada reunión en función de las necesidades inmediatas que percibe entre los miembros y de acuerdo con las expectativas expresadas. Por ejemplo, si comprueba que los miembros están muy preocupados por un tema, podrá prever una conversación o sesión informativa sobre éste. Lo mismo, si constata que algunos miembros tienen dificultades para expresarse, podrá planificar una actividad vinculada a la expresión verbal. A. Preparación de los encuentros La preparación de los encuentros requiere una atención especial cuando están previstas actividades estructuradas. Las actividades corresponden a medios concretos, que se utilizan para favorecer las interacciones o los aprendizajes en un grupo. Las artes de expresión (pintura, baile, canto, teatro,), los role-playing o dramatización, los ejercicios de toma de Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo decisiones grupales, la realización de tareas concretas (idear un proyecto, resolver un problema), así como las actividades sociales o recreativas, juegos, ejercicios físicos, de relajación, visitas o salidas al aire libre, técnicas/dinámicas de grupo, son algunos ejemplos. Teniendo siempre presente que la actividad es un medio para alcanzar un objetivo; no es un fin en sí mismo. Las actividades tienen diversas utilidades; ellas pueden: Proporcionar un marco para evaluar el desempeño de los miembros sobre varios aspectos o ámbitos: las habilidades interpersonales, la realización de las tareas de la vida diaria, las reacciones socioemocionales, la capacidad de concentración y la aptitud para el trabajo en equipo. Dirigirse al cambio individual, ya sea que éste se trate del desarrollo de habilidades sociales, de la adquisición de liderazgo o del mejoramiento de competencias en materia de resolución de problemas. Tener un efecto beneficioso sobre el grupo en su conjunto favoreciendo la cohesión y el establecimiento de normas pro-sociales que induzcan a los miembros a participar. Hacer al grupo más atractivo para sus miembros1. Las razones que sustentan la realización de actividades en la intervención grupal2, se agrupan en torno a tres aspectos: 1. Desarrollar un mejor conocimiento de sí mismo y de los otros: Al permitir la observación directa de los comportamientos en el cumplimiento de ciertas acciones, las actividades ayudan al trabajador social y a los miembros a tomar conciencia de su forma de comportarse o de reaccionar en determinadas situaciones. Las actividades que se refieren a la confrontación de ideas, por ejemplo, juegos de rol (role-playing) donde los participantes reproducen una situación de conflicto, pueden llevar a los miembros a una mejor comprensión de sí mismos, de los otros y de las situaciones problemáticas que enfrentan. Su utilidad se deriva del hecho que permite a los participantes, por una parte, tomar distancia con relación a una situación dada y, por otra, abordar temas delicados situándolos en un marco no amenazador. 2. Adquirir habilidades sociales o estrategias de toma de decisión: Al proporcionar a los miembros un momento de distensión, de agrado o de creatividad, actividades tales como escuchar música pueden ayudar a reducir las tensiones y servir de preámbulo a comunicaciones más íntimas; Ciertas actividades favorecen la expresión verbal de los sentimientos, de las ideas y de las experiencias personales. Por ejemplo, el juego y el dibujo les permiten a los niños expresar indirectamente ideas y emociones. 1 Toseland y Rivas, 2012. 2 Brandler y Roman, 1991; Northen, 1988; Heap, 1994. P á g i n a | 11 Técnicas como: el juego de roles, la simulación y el sociodrama ofrecen un marco apropiado a la expresión de sentimientos que serían considerados inaceptables en otro contexto tal como la ira, la agresividad, la frustración. Determinadas actividades, técnicas y/o dinámicas, permiten a los miembros adquirir competencias o habilidades específicas tales como la tolerancia a la frustración, las habilidades sociales, la expresión verbal o la autoafirmación; Como se desarrollan en un ambiente de seguridad, pueden ser utilizadas para llevar a los miembros a reaccionar ante situaciones difíciles que pueden encontrar en su vida cotidiana; Las actividades permiten a los miembros explorar nuevos roles, descubrir nuevas facetas de ellos mismos o enfrentar nuevas situaciones o tareas; 3. Actuar sobre el entorno Por el desafío colectivo que plantean, aquellas actividades que exigen la cooperación originan un sentimiento de poder basado en la fuerza del número; así, permiten a los miembros realizar algo colectivamente. Al ofrecer a los integrantes la oportunidad de ser útiles a los demás y a la comunidad, originan un sentimiento de control sobre la realidad y mejoran la autoestima; Las actividades en las que hay que actuar sobre el entorno o contactarse con recursos exteriores al grupo, pueden ayudar a los miembros a mejorar sus condiciones de vida. Las reacciones a una misma actividad pueden variar, por tanto, es importante, en el momento de su elección y planificación, el trabajador social evalúe en forma precisa las necesidades de los miembros, del grupo, y el contexto de intervención, basándose en cuatro aspectos: 1. Los Miembros: sus necesidades, características, valores, habilidades sociales, capacidades, así como los problemas interpersonales y del entorno que enfrentan; 2. El grupo: su composición, desarrollo, cohesión, normas, clima, etc.; 3. El contexto del grupo: los recursos disponibles para la realización de la actividad; políticas de la institución, su cultura (informal). 4. Sus características como Animador: su creatividad, imaginación, habilidades, intereses, experiencia, … En algunos grupos, es posible, incluso deseable, que los propios miembros se ocupen de la preparación y la organización de algunas actividades. Esto les permite desarrollar habilidades sociales y constituye un reconocimiento explícito del poder del grupo en el proceso de intervención. Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Página|7 La utilización de actividades planificadas se traduce evidentemente en una estructuración más fuerte del funcionamiento del grupo. Como hay diferentes puntos de vista sobre el grado deseable de estructuración dentro de un grupo, se considera que, el grado de estructuración apropiado va a depender de los objetivos del grupo y de las necesidades de los miembros. No obstante, cualquiera que sea el grado de estructuración del proceso, el trabajador social nunca debe anteponer su plan de trabajo a las necesidades de los integrantes. Por lo demás, una planificación rigurosa no se opone a la consideración de las necesidades que se expresan durante las reuniones. De hecho, el profesional bien preparado es a menudo más sensible a los mensajes no verbales de los miembros y más receptivo a sus demandas. En resumen, no hay que confundir rigurosidad con rigidez; una buena planificación puede favorecer la flexibilidad y permitirle adaptarse más fácilmente a las situaciones imprevistas, contribuyendo a que el trabajador social se sienta más seguro. B. Adaptarse a los miembros del grupo A lo largo del proceso del grupo, es esencial que el trabajador social se asegure que cada sesión se adaptará a las necesidades de los miembros y marque un avance hacia el logro de los objetivos. Al respecto, las observaciones de Schwartz y Shulman, sobre la importancia de la "sintonización" al inicio de cada encuentro son particularmente relevantes. La "sintonización" requiere por parte del trabajador social las habilidades de escucha, empatía y decodificación de las comunicaciones indirectas. Debe olvidarse momentáneamente de la programación o plan de sesión y ponerse a disposición de las necesidades del grupo y sus miembros, pero también debe estar atento a su propio estado de ánimo. Particularmente, esto exige que tenga todo preparado antes de la llegada de los miembros, con el fin de estar disponible para recibirlos. Si las necesidades del grupo no son consideradas o son mal descifradas en el momento del encuentro, el clima y la productividad se verán afectados. Brandler y Roman (1991) sostienen que en los minutos que preceden al inicio formal de la reunión, a menudo los miembros suelen expresan las tensiones y los sufrimientos de su vida diaria. Por ejemplo, en un grupo de tratamiento, una integrante que a su llegada se comporta de forma inhabitual, podría estar dando un indicio de que algo particular le está sucediendo. Habiendo observado este comportamiento, el trabajador social podría comenzar la sesión mencionando lo observado y proponerle a la persona hablar de su situación. Si ella está de acuerdo, el profesional puede invitar a otros miembros a hacer sus comentarios preguntándoles si comparten esta realidad. Así, el plan de sesión podrá ser modificado y orientado hacia la situación vivida por esta integrante. Cualquiera que sea el grado de estructuración del funcionamiento del grupo, es esencial que el trabajador social esté atento a los mensajes verbales y no verbales de los miembros y sea lo bastante flexible como para adaptarse a sus necesidades inmediatas. El inicio de la reunión o encuentro también constituye un instante propicio para observar los patrones habituales de comunicación de los miembros, que en ese momento se expresan de manera más espontánea. Incluso, en esta ocasión el trabajador social puede comprender Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo mejor los sentimientos, las opiniones y las actitudes de los participantes; asimismo, deberá decidir si interviene o no, para cambiar patrones de comunicación que pueden ser inadecuados. Reid, identifica cinco tipos de mensajes a los que se debe prestar especial atención, pues pueden obstaculizar el funcionamiento armonioso del grupo: 1. La censura o reprobación es un mensaje acerca de sí mismo o de otros que se caracteriza por el uso de expresiones tales como: "debería haber actuado de tal manera/ de otra forma"; "lo que tú tienes que hacer es …"; "debes comportarte así". El trabajador social debe ayudar a los miembros a tomar conciencia de lo que transmiten cuando utilizan este modelo de comunicación que es portador de crítica o censura cuando va dirigido a los otros, o de desesperanza impotencia cuando se refiere a sí mismo. 2. La habladuría (copucheo) o chisme, consiste generalmente en hablar de una persona que no está presente. Si bien, en los grupos suele establecerse como norma, no hablar de personas ausentes, este tipo de mensaje, igual se da; también puede presentarse de forma más sutil, como el que un integrante hable de una persona presente haciendo como si no estuviera allí, expresándose en la conversación, de él o ella en tercera persona. Cuando el trabajador social percibe este tipo de comunicación, debe destacarlo e invitar a los miembros a privilegiar los mensajes directos. 3. La generalización corresponde a juicios globales formulados a partir de situaciones particulares. Esto evidentemente obstaculiza el cambio o el avance hacia el objetivo, en la medida en que por lo general conducen a un sentimiento de impotencia. Afirmaciones como "Todos los hombres/mujeres son iguales..." "Jamás tenemos éxito" o "Todo va mal en mi vida" son mensajes portadores de fatalismo y desesperanza. El trabajador social debe intervenir incentivando a los miembros a tomar conciencia del sentido y alcance de sus palabras y llevarlos a determinar si lo que dicen corresponde a lo que verdaderamente piensan. 4. La intercesión3 se produce cuando un miembro habla en nombre de otro integrante. Puede tener consecuencias negativas para la persona, cuyas declaraciones son descritas o traducidas, pues, puede tener la impresión de ser incapaz de expresarse correctamente y sentirse incompetente o incluso llegar a depender de otra persona para traducir su pensamiento. El trabajador social debe ayudarle a que se exprese por si misma e invitar a todo el grupo a advertir si el mensaje no queda claro. A su vez puede evaluar si el comportamiento de quien actúa como “intérprete” no refleja una necesidad de salir en ayuda de los demás o de sobresalir. 3Interseción: intervención o mediación a favor de alguien. Página|9 5. La comunicación orientada hacia el Trabajador Social: esto es común en los grupos, especialmente en su inicio; en efecto, cuando un grupo se pone en marcha, los participantes tienden a dirigirse al trabajador social más que a las otras personas presentes. No obstante, esta situación debería evolucionar gradualmente hacia un modelo de comunicación menos centralizado, en el cual los y las integrantes se dirigen más al grupo en su conjunto que al trabajador social. Para facilitar esta progresión, debe redirigir las preguntas o los mensajes que le son dirigidos, hacia el conjunto del grupo. Por ejemplo, puede devolver una pregunta al grupo diciendo "Esto es una muy buena pregunta. ¿Qué respuesta podrían dar a ello?” o “Yo creo que hay personas en el grupo que están en condiciones de responder a esta pregunta: ¿Quién quiere tomar la palabra?” 2. FAVORECER EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS. En el transcurso de la fase de trabajo, el trabajador social debe ayudar a los miembros a concentrar su esfuerzo en el logro de los objetivos individuales y colectivos (grupales). De esta forma, puede apoyarlos recordándoles regularmente los objetivos personales y los de grupo sobre los cuales se pusieron de acuerdo al inicio. Una de las tareas importantes del trabajador social durante la fase de trabajo consiste en ayudar a los miembros a desarrollar sus habilidades y, a que adquieran más control tanto en lo que pasa en el grupo como sobre lo que sucede en sus vidas. Esto implica que el profesional debe admitir ocupar una posición menos central en el grupo a medida que los miembros adquieren más confianza. Toseland y Rivas (2012) proponen cinco estrategias que el trabajador social puede utilizar para favorecer la autonomía de los participantes en el grupo: 1. Reconocer sus capacidades y las habilidades, con comentarios que destaquen su motivación y su perseverancia, que resalten sus habilidades y/o dejen en evidencia sus logros dentro y fuera del grupo; 2. Reconocer las barreras y dificultades que enfrentan, destacando al mismo tiempo sus esfuerzos para superarlos; 3. Llevarlos a tomar conciencia del poder que tienen en cuanto al contenido de las sesiones y a la dirección del grupo; 4. Promover la cohesión del grupo señalando sus esfuerzos por ayudarse mutuamente; 5. Incentivarlos a adoptar gradualmente nuevos comportamientos y nuevas formas de hacer las cosas y a compartirlos con el grupo. Cuando estas acciones se comunican a los miembros del grupo, se ven apoyados y motivados a continuar sus esfuerzos, a pesar de los obstáculos que se presenten. Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo En su gestión para ayudar a los integrantes a aumentar su autonomía y control sobre sus vidas, el trabajador social puede desempeñar diferentes roles4: “Habilitador”, cuando los ayuda a desarrollar sus capacidades individuales y colectivas, proponiéndoles actividades que los impulsen a descubrir y utilizar sus puntos fuertes. Fomentar la verbalización y la expresión de sentimientos, valorizar las ideas, animar, tranquilizar, facilitar la toma de decisiones, son todos comportamientos a través de los que se realiza este rol5 “Promovedor de ayuda mutua”, cuando ayuda al grupo a adoptar una estructura de funcionamiento que favorece la cooperación, la colaboración, la ayuda mutua entre los miembros, lo mismo que entre el grupo y su entorno. “Mediador”, al intervenir en la resolución de conflictos y divergencias que se manifiestan dentro del grupo o entre el grupo (o un miembro) y el entorno. Cuando asume este rol, el trabajador social ayuda a los miembros a reconocer la legitimidad de la posición de la otra parte y los lleva a descubrir los valores y los intereses que tienen en común. “Intermediario” al constituir un vínculo entre los miembros del grupo y los recursos de la comunidad. En este rol el trabajador social no se limita a informar a los miembros de los recursos existentes, sino que les ayuda a acceder a ellos, describiéndoles los criterios de admisibilidad, las modalidades de funcionamiento, los servicios ofrecidos y los obstáculos que pueden presentárseles para obtenerlos. Ciertamente, este rol requiere un buen conocimiento de los diferentes recursos de la comunidad: ubicación, las personas a contactar, requisitos, etc. “Defensor”. Hay ocasiones en que el trabajador social que ha actuado como intermediario constata que las personas han tenido dificultades en obtener resultados positivos; o él mismo, como intermediario, puede encontrar dificultades de acceso a estos recursos debido a la resistencia de personas externas o porque los recursos externos son inadecuados para satisfacer las necesidades del grupo. Desempeña entonces el rol de defensor, interviniendo en nombre de los miembros para obtener los servicios y/o beneficios a los que tienen derecho. En esta función, no es neutral, ya que toma posición a favor de los integrantes. 4 Compton et Galaway, 2005. 5 Schulman, 2011. Página|9 “Educador” cuando proporciona información y sugerencias a los miembros. Generalmente, se apoya en un programa predeterminado y recurre a actividades pedagógicas y a material didáctico adecuado a los objetivos perseguidos (textos, imágenes, vídeos, juegos de rol, etc.). Schwartz indica tres advertencias relativas a este rol: 1) El trabajador social debe reconocer que la información que proporciona no es más que una pequeña parte de lo que está disponible; 2) la información proporcionada debe estar relacionada con los objetivos del grupo y con las necesidades de los miembros; y 3) las opiniones personales deben quedar claramente presentadas como tales y no como hechos. “Asesor o Experto”, en un grupo que ha alcanzado un alto grado de autonomía, el trabajador social se limita a un rol periférico que consiste sólo en proporcionar información al grupo y en ayudarlo en la búsqueda de un funcionamiento eficaz. 3. LA GESTIÓN DE LAS SITUACIONES PROBLEMÁTICAS Las situaciones problemáticas que se presentan en la vida de un grupo pueden estar relacionadas a: a) el comportamiento individual de algunos miembros, b) los roles disfuncionales que se requieren en el grupo, c) la dinámica general del grupo, d) la presencia de un conflicto. Las situaciones problemáticas asociadas con los comportamientos individuales resultan principalmente del modo de participación que adoptan algunas personas para satisfacer sus necesidades personales. Este modo de participación a menudo provoca una reacción negativa de los otros miembros del grupo, lo que puede dar lugar a la marginación, el rechazo o el conflicto abierto. Pero, en algunas situaciones, los comportamientos individuales son tomados por el grupo, que asigna a los miembros correspondientes algunos roles disfuncionales cuya función es mantener el equilibrio. Las situaciones problemáticas relacionadas con la dinámica general del grupo resultan de los comportamientos que se encuentran en todo el grupo o en algunos de los miembros. Por último, los conflictos se derivan de las tensiones entre algunos integrantes o algunos subgrupos. Todas ellas, a pesar de que tienen un carácter problemático, pueden representar una oportunidad de crecimiento, de ahí la necesidad de abordarlas como una realidad que concierne a todo el grupo. Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo a. Los comportamientos individuales problemáticos6 Esta información se limita a una presentación abreviada de algunos de estos comportamientos, que pueden dividirse en dos grandes categorías: la interferencia y la retirada. La interferencia: Los comportamientos de interferencia son más evidentes y por lo general requieren una reacción concreta y rápida del trabajador social, debido a que obstaculizan el funcionamiento del grupo y pueden llevar a la desmotivación de los otros miembros. Están asociados con dos tipos de participantes: los que ENTORPECEN (obstaculizan-lentifican) y los que HACEN OPOSICIÓN (frenan-estancan) el funcionamiento del grupo. ENTORPECEN EL FUNCIONAMIENTO DEL GRUPO: Se pueden distinguir cinco (5) perfiles de miembros: piensa en voz alta, habla todo el tiempo y busca atraer la atención 1) el hablador sobre sí mismo hablando constantemente; hace lo que puede para desviar la discusión pasando de un tema a 2) el digresor otro o abordando temas personales sin relación con el tema central desviador-divagador de la discusión; se presenta como el consejero inagotable que lo sabe todo y que da su opinión sin ser solicitada, por lo general, busca llamar la 3) el especialista atención proclamando su experticia y relatando sus éxitos anteriores; obstruye, dificulta el debate destacando reiteradamente los detalles o interrumpiendo constantemente a los otros con el 4) el detallista pretexto de que hay un aspecto del asunto que no se tiene en cuenta; frena al grupo tomando todo a la broma, evitando los temas serios 5) el chistoso y haciendo humor de todo sin preocuparse de la pertinencia de sus intervenciones. 6 La literatura sobre grupos, presenta una variedad de tipos de comportamientos individuales inadecuados. P á g i n a | 11 HACEN OPOSICIÓN al funcionamiento del grupo: pueden distinguirse cuatro (4) perfiles de miembros: 1) el porfiado adopta una idea y vuelve sobre ella constantemente sin tener en (terco) cuenta las declaraciones de los otros o la evolución de la discusión; ansioso y con tendencia a criticar todo, pone trabas o una 2) el objetante resistencia exagerada y bloquea toda posibilidad de toma de (opositor) decisión o de acción; se comporta como si estuviera por sobre la discusión, que tiene 3) el superior más conocimientos, tiene mejores relaciones, tiene más experiencia que los otros; su susceptibilidad o impulsividad impiden toda comunicación racional, tiende a influir sobre el grupo por el miedo o el chantaje 4) el agresivo y hace reinar en el grupo un clima de desconfianza u hostilidad destructiva. La retirada o marginación. Los comportamientos de retirada son adoptados por miembros que permanecen al margen del grupo. Presentan un problema al trabajador social en la medida en que generalmente son difíciles de decodificar rápidamente y aún más de interpretar correctamente. Se han descrito cinco perfiles de miembros que se ubican en retirada: se calla, se amurra, porque no está de acuerdo con el grupo o con 1) el taimado cómo van las cosas; no interviene porque se considera inferior a los otros o menos 2) el temeroso competente en cuanto en el tema discutido; se niega a participar porque estima no estar en su lugar, siente que 3) el pretencioso o el grupo no es para él porque se atribuye un estatus superior a los presuntuoso otros; se comporta como si grupo no le concerniera o como si tuviera 4) el indiferente otros centros de interés más importantes fuera del grupo; nunca parece tener opinión personal, siempre es de la opinión de 5) el conformista, algún otro y se expresa sólo para repetir opiniones ya formuladas. Cuando el trabajador social observa estos comportamientos, debe tomar una posición central y estructurar las interacciones para que los miembros participen de manera enriquecedora, gratificante. En ocasiones, significa organizar actividades en subgrupos o dedicar una atención especial a cada persona durante un cierto tiempo para disminuir la posición ocupada por algunos miembros. Otras veces, hacer un comentario, teniendo cuidado, obviamente, de no contradecir la opinión de la persona o de no disminuirla frente a los otros. He aquí unos ejemplos: «Creo que tienes ideas muy interesantes, pero me gustaría saber lo que piensan los demás»; «Tengo la impresión que usted insiste para obtener el acuerdo de los otros miembros. Me gustaría conocer otros puntos de vista sobre este tema»; Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC P á g i n a | 11 «Me parece que el proceso está lento ahora. ¿Alguien tiene algo que sugerir para hacer avanzar en la discusión?», etc. b. Los roles disfuncionales Algunos comportamientos problemáticos pueden explicarse por su función en el mantenimiento del equilibrio del grupo; están relacionados con los roles de los miembros en el grupo y se denominan Roles Psicosociales. Por lo general, estos roles no están incluidos en las elecciones individuales y decisiones explícitas, sino que son el resultado de una dinámica que combina las características personales y las necesidades del grupo en un momento determinado de su desarrollo. Aparecen como una respuesta a la búsqueda del equilibrio y la supervivencia del grupo y pueden tener un efecto más, o menos negativo sobre el funcionamiento del grupo. Se distinguen seis (6); el cuadro siguiente presenta la definición de estos roles, sugiere algunas de las funciones que pueden tener para el grupo y describe algunas posibles intervenciones. En Anexo, se presenta una Tipología de roles similar, con mayor detalle. Naturaleza Definición Funciones Intervenciones Persona que permanece silenciosa durante largo Indica a veces que el tema Tratar de encontrar el tiempo. Los otros El integrante es importante. significado del silencio. miembros, que no saben silencioso A veces es un signo de Explorar con esta persona cómo interpretar este reflexión. los motivos de su silencio. comportamiento, van Ayuda a regular el debate. por tanto, a sentir incomodidad. Tolerar el comportamiento Causa ciertas emociones. desviado, especificando al Persona cuyo Expresa lo que otros no se mismo tiempo las normas y comportamiento se sitúa El integrante atreven a decir. límites del grupo. al margen de la cultura desviado Orienta al grupo hacia Buscar el significado del del grupo. ciertas preguntas. comportamiento. Ver lo que aporta este comportamiento. Evitar colocarlo en una Miembro que tiene una Indica que hay una lucha de poder. posición superior a los El jefe diferenciación de los Encontrar la contribución ojos de los demás. Puede interno papeles en el grupo. positiva. ser visto como una Aportar algo a la tarea o al Si el aporte es negativo, amenaza para el líder clima. buscar el significado de la formal. conducta. Persona que desvía la Disminuye la discusión El integrante conversación cuando el Hablar acerca de lo que para tener en cuenta el divergente grupo aborda un tema sucede. malestar del grupo. difícil. Persona que tiene Hablar acerca de lo que El integrante dificultad para ver un Evita tener que plantear los está sucediendo. defensivo problema, asumir problemas de frente. Pedir al miembro hablar de responsabilidades o sus sentimientos. aceptar sugerencias. Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo Preguntar a los demás si están experimentando cosas similares. Reconocer el problema. Persona que recibe todo Observar la repetición de la el daño y todas las Desvía la atención sobre un dinámica. acusaciones de las que miembro para evitar que Reconocer sus propios El chivo otros son responsables. una experiencia difícil o sentimientos acerca de la expiatorio Miembro que tiene una una situación amenazadora situación. característica que a los sean abordadas. Estudiar la dinámica. demás no les gusta o Identificar el tema de temen. fondo. Sucede que los patrones de comportamiento adoptados durante los primeros encuentros se cristalizan por la reacción del grupo, que espera que las personas se comporten siempre de la misma manera. Por lo tanto, los miembros ya no se sienten con derecho a comportarse en forma diferente, incluso si así lo desean. A veces, un comportamiento adecuado inicialmente puede llegar a ser problemático en el futuro. Esta cristalización de los roles es particularmente problemática en el caso de los roles disfuncionales, que tienen una función en el grupo a pesar de que constituyen un obstáculo para su desarrollo. En un grupo, los roles son parte de una dinámica de reciprocidad, en la medida en que condicionan las reacciones de los miembros, y a su vez, están condicionados por ellos. Como existe un vínculo entre las necesidades del grupo y los roles, incluso si se trata de roles disfuncionales, el trabajador social debe estar especialmente atento a lo que sucede, a fin de delimitar la utilidad de estos roles para el grupo. A este respecto, debe observar cuidadosamente las interacciones entre los miembros para identificar la dinámica que contribuye al mantenimiento de los roles disfuncionales y hacer parte al grupo de sus observaciones presentando la situación como un problema que concierne a todo el grupo y no sólo a los miembros que tienen estos roles. c. Las situaciones problemáticas relacionadas con la dinámica general del grupo. Las situaciones problemáticas pueden ser atribuidas a la dinámica general del grupo cuando se derivan de la conducta de todos los miembros del grupo o de la mayoría de ellos. Kirschenbaum y Glaser distinguen seis tipos de situaciones: 1) la prudencia excesiva; 2) las discusiones inacabables; 3) las conversaciones sociales; 4) el sobre-involucramiento afectivo; 5) la dependencia; y 6) la división del grupo. 1) La prudencia excesiva En una situación de prudencia excesiva, los miembros tienden a repetir los mismos modelos de comportamientos. Por ejemplo, un miembro tiene la tarea de preparar una reunión y en ella utiliza medios tales como: la distribución de un texto, mostrar una película o utilizar un juego de roles. Posteriormente, si se invita a otro integrante a preparar otra reunión, procederá exactamente de la misma manera, sin atreverse a innovar, introduciendo así una cierta rigidez en la forma de hacer las cosas. P á g i n a | 13 Tal actitud puede dar mucha seguridad, pero reduce la eficacia del grupo al eliminar la variedad y creatividad. Tomar riesgos, es decir, intentar algo nuevo y diferente, es esencial para ampliar el repertorio de conductas. Cuando los miembros comienzan a evitar todo riesgo, sacan poco provecho de su participación. Esto no quiere decir que no puedan repetir ciertas formas de hacer que han tenido éxito. Sin embargo, el grupo no sólo debe permitirles a probar cosas nuevas, sino animarlos a ello. 2) Las discusiones interminables/eternas Estas discusiones tienen lugar en un tipo particular de grupo que elimina los riesgos negándose a participar en actividades o evitando probar nuevos comportamientos, prefiriendo limitarse a discutir. Aunque la discusión o debate es un componente muy importante en un proceso de grupo, es necesario que desemboque en acciones concretas, de lo contrario los miembros pueden llegar a la conclusión que no pasa nada o que obtienen pocos beneficios. El trabajador social debe por tanto evaluar cómo se utiliza el debate en el grupo y debe proponer actividades o realizar distintas propuestas si considera que éste trata de evitar la toma de riesgos. 3) Las conversaciones sociales En algunos grupos, los miembros comienzan las reuniones con media hora de retraso porque tienen dificultad para finalizar sus conversaciones previas. Por otro lado, si se realiza una pausa breve (de 15 minutos) a menudo se prolonga y se convierte en la ocasión de hablar de temas cotidianos, triviales, sin relación con el funcionamiento del grupo (la teleserie, el último partido de fútbol o cualquier otro similar). Cuando la situación se repite, el trabajador social debe recordar a los miembros la razón de ser del grupo. Por otra parte, si constata que es un modo de funcionamiento como resultado del malestar de algunos para hacer frente a las dificultades por las que se unieron al grupo, es importante que aborde el problema directamente. 4) El involucramiento afectivo excesivo A veces, durante el funcionamiento de un grupo, los miembros están tan orgullosos de lograr compartir honestamente sus sentimientos que gastan todas sus energías en expresar sus reacciones positivas y negativas a los comportamientos de los otros, a mantener la confianza y la privacidad y a ayudarse mutuamente en problemas personales que no tienen vínculo con los objetivos del grupo. Aunque este modo de funcionamiento favorece la confianza y la intimidad, implica también algunos obstáculos. Así, algunos miembros pueden alejarse de los objetivos del grupo, que se encuentra dividido entre los que se centran en sus sentimientos inmediatos y aquellos que están preocupados por los objetivos. Esta división crea una tensión que altera el funcionamiento, en la medida en que la solución del desacuerdo demanda mucho tiempo. Para evitar esta situación, es necesario distinguir entre, las actividades de evaluación, en las que se comparten sentimientos, las discusiones sobre el proceso de grupo y las actividades orientadas al logro de los objetivos. 5) La dependencia Se presenta una situación de dependencia, cuando el grupo tiende a confiar totalmente en el trabajador social o en dos o tres miembros para encontrar nuevas ideas, proponer Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo actividades y asumir el liderazgo. Este tipo de grupo es el medio predilecto para el surgimiento de un miembro dominador o un conductor autocrático. Lo ideal, para evitar esta situación, es invitar a cada uno de los miembros a asumir ciertas responsabilidades. Se trata de dar el mismo poder a los miembros en la planificación y desarrollo de las reuniones, permitirles a todos expresarse durante las evaluaciones y asegurarse que todos participen en la toma de decisiones. El grupo debe convertirse en un marco que permita a todos reafirmarse y adquirir capacidades de liderazgo. 6) La división (fragmentación) del grupo. La división se produce cuando los miembros comienzan a formar subgrupos. En ese momento se producen ciertos comportamientos: las conversaciones se dirigen a los miembros de un subgrupo en particular, los subgrupos tienden a privilegiar actividades o temas de conversación diferentes y los integrantes de un mismo subgrupo son llevados a expresar juicios similares. Aunque la formación de subgrupos es una tendencia natural en un grupo, podría tener el efecto de dividir el grupo y puede contribuir a reducir las ocasiones de aprendizaje y las manifestaciones de apoyo mutuo. Para evitarlo, es necesario invitar a los participantes a relacionarse entre ellos, incluso aunque al principio se sientan algo incómodos. También puede ser útil cambiar a los miembros de lugar con el fin de que entren en contacto directo con diferentes personas. Si la división en subgrupos persiste, puede ser un indicador de que los miembros no se conocen suficientemente entre ellos y sería adecuado el planificar una actividad para acercarlos. 4. DOCUMENTAR EL PROCESO DEL GRUPO Y DE LOS MIEMBROS Durante la fase de trabajo, el trabajador social debe registrar la información necesaria para un buen seguimiento del progreso del grupo. Debe determinar, desde el principio las modalidades que se utilizarán para evaluar la evolución de los miembros y del grupo (ya sea en cada reunión o a intervalos regulares). Cuando se establece un procedimiento sistemático de evaluación continua, los cambios, aunque sean mínimos, permiten percibir un avance en el proceso y mantener el compromiso de los miembros, y si no hay cambio, la posibilidad de detectarlo rápidamente permitirá hacer correcciones antes de que los miembros pierdan interés en participar; por ello, es esencial evaluar de manera continua al grupo y documentar el proceso. Evaluación durante el proceso Por regla general, la evaluación durante la intervención, denominada «evaluación formativa», tiene como objetivo recoger información para conocer el progreso realizado y, si es necesario, ajustar la gestión del grupo. Para hacerlo, diferentes herramientas pueden ser utilizadas: la observación, la evaluación verbal, la autoevaluación y la crónica de grupo. Por ejemplo, el trabajador social puede proceder a la observación sistemática de ciertos comportamientos para detectar cambios eventuales entre los miembros. También puede al P á g i n a | 15 final de cada reunión, pedirles a los miembros que expresen lo que piensan de la trayectoria del grupo hasta esa la fecha. Igualmente, utilizar un procedimiento más sistemático, invitando a los miembros a completar una hoja de autoevaluación sobre su comportamiento o una plantilla graduada de satisfacción. La evaluación verbal es común. Sin embargo, como no todos los miembros suelen expresarse y, a menudo son influenciados por los demás en el momento de una evaluación verbal, una evaluación escrita, no debe desestimarse, aunque también presenta dificultades o imposibilidad de poder realizarse en algunos grupos. Cualquiera que sea el método utilizado, lo importante es reunir la información sobre la evolución de los miembros y del grupo de modo riguroso y sistemático. Sólo así el trabajador social puede modificar su gestión si se comprueba que es necesario. EL DOSIER El dosier, es el archivo, expediente o carpeta del grupo, que contiene todo lo referente al proceso de intervención. Es un instrumento muy útil pues contribuye a mejorar la calidad de los servicios y es una herramienta de aprendizaje y de crecimiento para el trabajador social y para los miembros del grupo; a su vez, permite acumular información útil para enriquecer los conocimientos sobre la intervención grupal. Su realización y la redacción de los informes que contiene, no es una actividad aislada de la intervención, es un componente de ella, por tanto, una redacción esmerada, cuidadosa, de calidad es a menudo asociada con una intervención eficaz. Sin embargo, para la mayoría de los trabajadores sociales, la celebración del dosier es una tarea árida que no siempre reporta beneficios en proporción al esfuerzo invertido y algunos son resistentes a ella. Las razones que sustentan su creación y su mantenimiento, es que éste permite: Documentar la intervención. El dosier proporciona una imagen de la intervención junto a los miembros y describe los progresos realizados hacia el logro de los objetivos y resultados de la intervención. Al consultarlo, un trabajador social puede decir: “Estos son los tipos de personas con las se intervino, el tipo de intervención que se realizó y los resultados obtenidos”. Asegurar la continuidad de los servicios. Cuando un trabajador social describe con exactitud la naturaleza y los fundamentos de su acción, otra persona puede, si es necesario, hacerse cargo del grupo y continuar en la misma dirección. Por tanto, sus integrantes se sienten menos desorientados y no tienen que recomenzar de cero. Un dosier en el cual se describe una intervención anterior previene el desperdicio de energía, permite ganar tiempo y mejorar la eficacia de los servicios; Verificar la calidad de las intervenciones. La redacción de informes precisos le permite al trabajador social analizar y cuestionar su forma de intervención y extraer Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo enseñanzas para mejorar su acción. Igualmente le permite demostrar la naturaleza de sus intervenciones, a su jefatura u otras personas y le ofrece la ocasión de consultar a pares sobre temas específicos relacionados con las acciones implementadas; El dosier también puede constituir un instrumento de desarrollo profesional para el trabajador social, ya que le permite: Organizar su pensamiento. La redacción de informes obliga al trabajador social a estructurar su pensamiento. La presentación de datos empíricos y de las observaciones conducen a una evaluación más acabada y a una mejor planificación de la acción; Comunicarse con pares. La redacción de informes le permite documentar su intervención y proporcionar información o recomendaciones respecto del trabajo grupal, tanto a sus pares como a profesionales de otras disciplinas; Mejorar sus habilidades de intervención. Utilizado, en el contexto de supervisión y capacitación, puede ayudar a evaluar las competencias profesionales del trabajador social y contribuir al aprendizaje de nuevas técnicas; Finalmente, el dosier es una fuente de información que puede contribuir al desarrollo de los conocimientos ya que contiene datos que no son accesibles de otro modo. En este sentido, el dosier puede proporcionar: datos útiles para el estudio de las intervenciones. Bien realizados contienen información útil para investigadores y profesionales deseosos de conocer por ejemplo los tipos de clientes o las actividades realizadas. Sin embargo, se deben tomar las medidas necesarias para garantizar la confidencialidad. datos estadísticos. Proporciona información precisa sobre el número de participantes en un grupo, el número de sesiones (encuentros) y su duración, así como la naturaleza de las actividades realizadas. De esta forma, puede ser utilizado para justificar la intervención o para solicitar recursos que servirán al establecimiento de un programa. Los documentos que conforman un Dosier. El contenido de un Dosier incluye toda la información relacionada con la intervención, tal como: información del Contexto de intervención, la Planificación de la intervención, el Proceso de intervención y los Resultados de ella. Asimismo, debe contener todo aquel material utilizado en el proceso de intervención, tales como carta gantt, presentación de los temas, contratos, pautas de evaluación, dinámicas de grupo, cartas de conocimiento informado, registro fotográfico, entre otros. Como el dosier se constituye durante todo el proceso de intervención, tan pronto como comienza a planificar su intervención, el trabajador social debe registrar y consignar toda la información que apoya su gestión, así como los informes y documentos acumulados durante las reuniones. Para que el dosier venga a enriquecer el proceso de intervención sin poner obstáculo al progreso del grupo, el trabajador social debería tomar las siguientes precauciones: P á g i n a | 17 Habituarse llevar su dosier de manera constante y regular incluyendo los documentos pertinentes durante el proceso de intervención; Anotar la información de carácter práctico que puede ser difícil de recordar. Por ejemplo, nombre, dirección, situación civil, intereses u otra información que puede ser útil para la intervención. Cuando se toma nota de esta información, a menudo es preferible explicarles a los miembros lo que se hace: «Mientras que cada uno va presentándose, voy a anotar alguna información para evitar hacérselas repetir». Si a algunas personas les parece desagradable o incomodo, puede ser útil leerles la información registrada. Evidentemente, si tomar notas crea un clima de malestar, debe reconsiderarlo y dar prioridad al grupo más que al dosier; No extender el tiempo (lo ideal es inmediatamente después de la reunión) para anotar algunas palabras o frases que permitirán luego reconstituir el desarrollo de la reunión. Estas notas rápidas servirán luego para redactar la crónica de grupo de la sesión/reunión. En ciertas circunstancias, particularmente, grupos de cambio personal, puede ser necesario constituir un dosier o expediente personal para cada uno de los miembros. Además de la información personal habitual (nombre, dirección, número de teléfono, fecha de nacimiento, persona de contacto en caso de emergencia), el expediente individual debe contener información que indique las necesidades de la persona, sus objetivos, el origen o causa de su participación y cualquier otra información relevante para la comprensión de su progreso en el grupo. Cuando un miembro se retira del grupo, se debe hacer una breve reseña de su participación que exponga: a) la naturaleza de su participación en el grupo; b) los progresos realizados y las dificultades sufridas; c) los motivos del término de la participación; y d) algunas recomendaciones o sugerencias. En conclusión, el dosier es ante todo una herramienta al servicio de la intervención. Es útil si permite a una persona externa comprender el proceso de intervención y seguir el desarrollo etapa por etapa, y si le permite al trabajador social sacar conclusiones y aprendizajes que le servirán en otras situaciones. Un dosier se construye y se enriquece progresivamente. Por lo tanto, no se trata de redactar un informe al final de la intervención o de reunir diversos documentos cuando finaliza el proceso, sino de construir gradualmente una herramienta de toda la intervención y que dé cuenta de la evolución del grupo. En su elaboración el trabajador social debe ajustarse a los siguientes principios: Tener presente la finalidad del dosier. Es necesario evitar los detalles innecesarios y limitarse a la información pertinente. Es necesario preguntarse: ¿"Por qué escribo esto?" y “¿Quién va a leer esta información? ". Asegurarse que la identificación del grupo y el nombre de la persona que realiza el dosier esté claramente escrito; Indicar siempre las fechas bien precisas, en lugar de los períodos (evitar, por ejemplo “dentro de 10 días”). Ser lo más conciso posible. Los informes no tienen que ser largos para ser útiles. Al contrario, un informe demasiado largo desalentará al lector; Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo Tratar de no repetir lo que ya se ha dicho. Hacer más bien referencias («los problemas mencionados por los miembros y que figuran en la página x»); Estructurar las secciones con la ayuda de subtítulos con el fin de que el lector pueda ubicarse fácilmente; Evitar las abreviaciones poco conocidas, los símbolos y otros términos de jerga. Tener presente que el dosier será utilizado por otras personas; Cuando se utilizan diagnósticos o el asesoramiento de personas procedentes de otras disciplinas, siempre indicar la fuente («Según la trabajadora social X, del Cesfam xx, consultada el xx de diciembre de 20xx). Hacer la distinción entre sus impresiones como trabajador social interventor, las evaluaciones hechas por otros profesionales y las informaciones obtenidas de otras fuentes. Mtsf/05/03/2020 Anexos Roles Psicosociales dentro de un grupo (Tipos de Participantes) Naturaleza Definición Funciones Intervenciones Obliga a la dirección a trabajar Informar sencilla y con lentitud y en forma claramente, de preferencia Persona que se reiterativa. por escrito antes de la despista con facilidad y Se pierde tiempo en actividad. no comprende con explicaciones. Asesorar, apoyar, clarificar, rapidez las Desorientado Algunas personas del grupo lo reforzando informaciones. consideran ridículo. constantemente las Es lento para pensar y Puede trasmitir su conductas positivas de esta no se orienta con desorientación a otros, creando persona. adecuación a variadas la duda y la inseguridad. Si es necesario, usar situaciones. material audiovisual de apoyo. Informar oportuna y claramente. Dialogo y contacto Persona que no se Su actitud puede aglutinar a otras personal para darles atreve a participar y/o voluntades, con peligro de apoyo. actuar y está formarse grupos antagónicos. Entregarle constantemente La existencia de excesiva responsabilidades Miedoso calculando riesgos y orientación puede hacer concretas y sencillas. peligros. dependiente al grupo y con Que trabaje con personas Es inseguro y exige a tendencia a actuar serenas, seguras y menudo mayores calculadamente. ecuánimes. Aclarar al informes y respaldo. grupo, sin dramatizar, los riesgos inherentes a toda actividad. P á g i n a | 19 Por adhesión de personas El responsable (líder) debe Persona que inmaduras e inestables puede actuar con seguridad, constantemente actúa surgir una división en subgrupos buscando en todo en función de “todos a antagónicos. Causa molestia a los momento el respaldo y mi servicio”. ordenados y racionales. adhesión mayoritaria. Ordena, manda y dirige El líder o coordinador puede Concretar con exactitud las Mandón en exceso. perder prestancia por el tareas y determinar A menudo es surgimiento de “dirección responsabilidades claras a caprichoso y exigente, múltiple”. los subgrupos y/o además de poco intercambiar ideas acerca interactuante. del rol de dirección y/o Descansa en otros. coordinación. Evita en forma Establecer normas claras y constante el esfuerzo precisas de trabajo. físico e intelectual. Le Descansa en otros. Si es factible, trabajar con hace el quite al trabajo Obliga a parte del grupo a un grupos lo más pequeños y se excusa con mayor esfuerzo frente a las posibles a fin de hacer Cómodo facilidad. tareas. resaltar de algún modo la (Flojo) Es poco colaborador. Causa descontento e irritación. contribución individual. En los debates y Sus actitudes fomentan la Reflexionar acerca de la discusiones adopta murmuración y el “pelambre”. importancia de la posiciones cómodas y cooperación. no comprometidas. Dialogo y contacto personal con los afectados. Distrae al grupo de las tareas y Estudiar con el grupo Individuos que en surge con facilidad la aspectos de relaciones grupos heterogéneos murmuración y envidia. humanas y personalidad. (sexo) actúa en plan de Conquistador Por su asiduidad a una persona El plan de trabajo debe conquista permanente. determinada que le atrae, se aísla concentrar más al grupo en Se siente experto en del resto; si es rechazado cambia las tareas. relaciones humanas. de “objetivo” Caso extremo, hacerle ver la molestia de su actitud. Considerar, dentro de la Chacotero, vive programación, actividades pensando que “todo es Aunque inicialmente puede de esparcimiento y un circo”. Bromista en agradar, la insistencia causa recreación en que se exceso, pero puede ser desasosiego e intranquilidad, exterioricen sus simpático. Chistoso produciendo desconcentración. habilidades personales. Busca insistentemente Determinadas personas lo El orden, motivación y la la atención de los rechazan, con lo que a veces se ve claridad de las temáticas demás, si no se la dan, notoriamente aislado. en estudio, ayudan a evitar los tacha de “tontos los excesos en esto. graves”. Persona que Informar objetivamente al constantemente piensa Puede hacer perder cohesión al grupo. que todo está mal o que grupo y causar desorientación Discutir las posibilidades todo va a resultar mal. frente a la tarea al trasmitir su de los riesgos. Pesimista No adhiere con actitud. Obliga a clarificar en Analizar el fracaso como facilidad a las exceso, a tomar posiciones elemento positivo. proposiciones que los defensivas y a veces al rechazo de Juzgar con ecuanimidad las otros hacen y “le busca su persona. actitudes, las actividades y las 5 patas al gato” los resultados. Persona excesivamente Puede provocar desconcierto en Sentimental Actuar con serenidad y afectiva y de el grupo y puede dividirlo al (llorón) calma. sentimientos encontrar apoyo parcial. Algunas Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC Apunte Tema 7 | Fase de Trabajo exagerados. Se personas pueden caer en Tender a un mayor grado entristece, retrotrae y actitudes paternalistas con él y de objetividad en las sufre con facilidad. reforzarle actitudes exageradas. actividades. Buscador de afecto y Aburre (cansa). Tratar de ser concreto para comprensión, Algunos lo evitan. evitar el exceso de dramatiza su vida afectividad o buscando emocionalidad. comprensión. Se Observar si el caso es de “confiesa” gravedad (depresión) y constantemente. remitirlo a un especialista En algunos casos: Actitud de “el mundo contra mi” Comentar la importancia Se deja llevar por la ira. Causa desazón y molestia al del clima grupal, Amenaza, se irrita, grupo (afecta negativamente el intercambiando ideas agresivo a menudo, ambiente). acerca de las buenas demuestra ser poco Preocupa a los más tímidos; los relaciones interpersonales. estable y equilibrado. Enojón más serenos lo pueden ignorar. Amistad, verdadero afecto Frecuentemente Entorpece el trabajo y exige y comprensión pueden ser reconoce ciertos atención. una valiosa ayuda para problemas personales Los afectados por su actitud esta persona. cuando pasa a estados pueden caer en la murmuración o Fomentar la expresión de de calma y desertar del grupo. los sentimientos. tranquilidad. Conversar con el iniciador Persona que ridiculiza, y tranquilizar al afectado. satiriza, ofende y Analizar temas pertinentes Provoca descontento en el grupo. amenaza disimulada y a las relaciones Irrita a las personas y a veces, las calculadamente a otros. interpersonales en los que torna violentas. Es astuto y demuestra se incluyan casos Crea tensiones y conflictos Irónico una gran inteligencia semejantes en forma respecto a personas y para interpretar general. Recreación, situaciones. situaciones desde su esparcimiento y Frecuentemente se le teme, aísla particular punto de convivencia son y rechaza. vista. actividades que tienden a Es agresivo indirecto minimizar su actitud. Necesidad de intercambiar Persona que se siente ideas acerca de la “el centro del mundo”. El grupo lo aísla y lo ridiculiza a personalidad y la vida A veces es egoísta y sus espaldas. grupal. Integrarlo a grupos busca la propia Es de pocos amigos, por tanto, donde resalten individuos Ególatra satisfacción. divide al grupo formando su con habilidades específicas Tiene una alta imagen propio clan de adoradores. Por que lo hagan reflexionar. de sí mismo y se cree su actitud, el grupo tiende a Contacto personal y tareas superior. Usa con fijarse más en sus defectos que diferenciadas pueden frecuencia el YO y mira en sus aspectos positivos. ayudar a un mayor grado en menos a los demás. de madurez personal. Persona esperanzada y Racionalizar al máximo la El optimismo, cuando es que constantemente le expectativa de los grupos exagerado, puede crear ilusiones está viendo el lado ante la tarea. irreales en el grupo acerca de Optimista bueno a la vida. Prever oportunamente los variadas situaciones; esto Alienta, conforta y posibles fracasos y si éstos desvirtúa la racionalidad objetiva apoya. Su modo de ser se presentan valorarlos en que deben tener las actividades y le gana amigos y hasta cuanto a posibilidades de tareas. se le envidia. Es crecimiento. P á g i n a | 21 explicativo y tranquilo, Fomentar actitudes aún en lo que optimistas dentro de un comprende o no tiene marco de normalidad. juicio Persona buena para Discutir y acordar la hacer favores, posibilidad de asumir empeñoso y entusiasta. tareas específicas por cada Siempre tiene algo que uno, delimitando funciones hacer, puede incluso En muchos grupos se explota y y roles. abusa de esta persona y su Implementar sistemas de postergar sus Servicial necesidades personales cualidad; por tanto existen evaluación personal por las de los otros. posibilidades de que otros se (autoevaluación) y grupal hagan irresponsables de sus en que se relacionen tareas El grupo lo recibe bien y tiene muchos amigos, tareas y descansen en el servicial. y actitudes. aunque a veces sobresale un cierto “por interés” Persona que constantemente “lleva Genera “rumor” constante dentro y trae” mensajes o del grupo. Trabajar la importancia de comentarios dentro del A veces tiene problemas con la comunicación formal grupo. Le gusta estar algunos miembros debido a los dentro del grupo; dejar Copuchento informado de todo lo comentarios que realiza. Crea claro qué información que sucede; siempre ambiente de sospecha. Afecta puede ser de conocimiento anda preguntando y relaciones interpersonales. general y cual es privativa sufre cuando no accede Genera conflicto por del grupo y/o de las a la información. desvirtuación de la información. personas. Le interesa “la vida” de todo el mundo. Mtsf/05/03/2020 Prof. Ma. Teresa Sánchez Fernández Trabajo Social UdeC