Capítulo 4. La persona, ser valioso PDF

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Este documento analiza el concepto de dignidad humana a lo largo de la historia, desde la antigua Roma hasta el humanismo renacentista y la Ilustración, proporcionando una visión general de las diferentes perspectivas filosóficas y teológicas sobre la dignidad.

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Cap. 4. La persona, ser valioso 1. [El costoso aprendizaje de la dignidad] La historia nos ha mostrado, a lo largo del tiempo, las dificultades que entraña asegurar la dignidad humana. Desde las viejas colonizaciones de poblaciones negras trasladadas a América a las nuevas formas de esclavitud co...

Cap. 4. La persona, ser valioso 1. [El costoso aprendizaje de la dignidad] La historia nos ha mostrado, a lo largo del tiempo, las dificultades que entraña asegurar la dignidad humana. Desde las viejas colonizaciones de poblaciones negras trasladadas a América a las nuevas formas de esclavitud contemporánea, la reivindicación de la dignidad de todos los seres humanos es un asunto de capital importancia para la Doctrina Social de la Iglesia. 2. [¿Qué es la dignidad? Un primer acercamiento] 1. [Un acercamiento lingüístico] La RAE contempla hasta ocho acepciones de la palabra "dignidad" que podríamos dividir en [dos grupos]: las acepciones relativas a la ***dignidad extrínseca*** que remiten a una cierta elevación o alcurnia del sujeto, a un reconocimiento social que eleva a unos individuos respecto de los demás. El segundo grupo alude a la naturaleza del individuo, la ***dignidad intrínseca***, que remite a la naturaleza del individuo, a su configuración interna, a su valor natural. En esta acepción es donde advertimos que dignidad se refiere, sobre todo, a una cualidad, a una sublime modalidad de lo bueno, de lo valioso, de lo positivo. La dignidad en sentido objetivo se refiere a que el hombre tiene [valor en sí mismo] y no puede ser utilizado como un medio o un mero instrumento para otros fines. Es, según Javier Gomá, una propiedad privativa del individuo, incanjeable e inviolable, por la cual su poseedor se convierte en acreedor de un respeto que le es debido por parte del resto de la humanidad. 2. [Historia del concepto dignidad] 1. [La Roma clásica] La sociedad romana era una sociedad estamental donde el Derecho determinaba las obligaciones, deberes y derechos de cada uno. *Grosso modo* habría que diferenciar entre los ciudadanos libres, los esclavos --propiedad de otros- ylos libertos, antiguos esclavos que habían obtenido la libertad pero carecían de derechos. Dentro de los ciudadanos se encontraban los plebeyos y los patricios; estos últimos lo formaban miembros de las familias nobles que dominaban el gobierno de la república. Y de los patricios se decía que tenían "dignidad", un atributo que, unido a la "auctoritas" hacía referencia a su autoridad, alcurnia o rango. A partir del s. I a.C. sin embargo Marco Tulio Cicerón extiende la dignidad a todos los hombres pues está convencido de que toda persona dotada de razón se hace acreedora de ella, lo que le obliga a actuar con *decorum* dominando sus pasiones y actuando con justicia y prudencia. 2. [El cristianismo y la dignidad] Con la llegada del cristianismo se extiende y generaliza la convicción de que la dignidad alcanza a todos los hombres. Si Cristo ha redimido a todos ya no cabe distinguir, dirá San Pablo, entre judíos y griegos, esclavos y libres, hombre o mujer, pues todos son uno en Cristo Jesús (Gal 3, 27-28). A pesar de ello el cristianismo tuvo que convivir con una sociedad, la romana, estructurada estamentalmente y con hondas divisiones sociales y de clase que ponían en cuestión esa dignidad universal. Pero pese a estas circunstancias, agravadas muchas veces por las guerras y las epidemias, durante toda la Edad Media la Iglesia sostuvo la dignidad de los seres humanos por haber sido creados a imagen y semejanza del Creador y estar dotados de razón y libertad. 3. [La dignidad en el humanismo renacentista] El descubrimiento de América y el gran acontecimiento socio-cultural que conocemos como Renacimiento trajeron consigo un gran avance tecnológico y un desarrollo enorme del comercio que dio paso al surgimiento de la burguesía. Al mismo tiempo se pasó de una concepción teocéntrica de la vida a otra donde el hombre ocupaba el lugar central en las reflexiones de los pensadores, que destacaban su singularidad al estar adornado de libertad y capacidad racional, como lo puso de relieve Giovanni Pico della Mirandola en su tratado *Sobre la dignidad del hombre*. El descubrimiento y conquista de América tuvo además un formidable impacto cultural, social y económico. El mundo se había agrandado súbitamente, se modifica la *imago mundi*, inagotables recursos económicos comenzaron a llegar y la Iglesia tuvo que acometer, otra vez, la evangelización del Nuevo Mundo. Al hilo de estos acontecimientos surgirá una importantísima reflexión sobre la dignidad del hombre y los derechos humanos, especialmente sostenida por la Escuela de Salamanca y su teólogo más destacado, Francisco de Vitoria, quien defenderá ya la dignidad natural del hombre y los derechos que le son propios por el mero hecho de serlo. 4. [La dignidad en la Ilustración] El pensamiento ilustrado convirtió a la *Razón* en la clave de bóveda de sus reflexiones y donde surgen brillantes cavilaciones sobre la dignidad. I. Kant dirá que la dignidad no es ya una cualidad otorgada por Dios al hombre sino que brota de la propia razón humana lo que obliga a cada individuo a respetar a los demás y también a vivir conforme a la dignidad de cada cual, es decir, con un criterio ético. Para Kant lo bueno no es lo que nos da la felicidad sino lo que, procedente de nuestra razón, nos hace dignos. Somos dignos porque podemos obedecer los mandatos de la razón universal. La dignidad entonces no tiene precio pues cada persona es insustituible y no puede ser tratado como una cosa. Cada persona es única y porque lo es y porque está dotada de razón puede definir su comportamiento ético y sus reglas morales. 5. [La dignidad en las democracias modernas] El siglo XX, testigo de enormes crímenes y genocidios nunca vistos, fue testigo además del avance del sistema democrático en gran parte del planeta, un sistema que descansa en el reconocimiento de la dignidad como principio irrenunciable. Como dice Javier Gomá, "la dignidad democrática se recibe por nacimiento y otorga a su titular derechos sin mérito moral alguno por su parte... es irrenunciable, imprescindible, inviolable...aunque sea inmerecida. El resto de la humanidad está en deuda con la dignidad que ostenta cada persona". Y en estos términos lo recoge la Declaración Universal de Derechos del Gombre (1948): "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros." (art. 1) 6. [La dignidad más allá del ser humano] La preocupación por el deterioro ambiental ha conducido a algunos autores a profundizar en el concepto y a sostener que la dignidad no debe atribuirse exclusivamente al hombre sino hacerse extensiva a animales, ecosistemas o a la biosfera. Un debate que todavía permanece abierto pero que, de un modo u otro, gravita en torno al ser humano y su entorno alrededor. 3. [¿Qué es la dignidad? Reflexión sistemática] Analicemos (1) las cualidades de la dignidad en sí misma y (2) a qué o a quién se puede aplicar este concepto de modo eminencial. 3. [Arquitectura interna de la dignidad] Por dignidad nos referimos a lo que es valioso y bueno en modo *superlativo* y, en tanto así, sólo se aplicará a los seres más valiosos. Una correcta *adecuación semántica* nos conduce a atribuir esta noción al ser más valioso, el hombre. Además el término dignidad tiene carácter *performativo*, esto es, el solo nombre es capaz de levantar un mundo, de construir la realidad, de realizar lo que se dice. La [adecuación semántica] alude a la correspondencia entre un adjetivo y un sustantivo. Al tratarse de un superlativo indica que sólo se atribuye a un tipo de sujetos, no a cualquiera otro. Así, la dignidad es un tipo de excelencia tan alto que sólo puede ir referido al ser más singular; es decir, es propiedad privativa del individuo. Es la ontología la que nos indica cuál es el ser más singular: aquel que es capaz de ser por sí mismo, el que posee una interioridad que permite al sujeto manifestarse como autónomo. Esta estructura ontológica opera por *elevación*, esto es, se alza sobre la condición material y, además, está dotada de *interioridad*, tanto psicológica (introspección) como ontológica (la conciencia refleja del ser) El [carácter performativo] pone de relieve que la palabra dignidad no es un término informativo sino performativo: produce lo que dice, transforma la realidad. Como dice Javier Gomá: "su poseedor se constituye en acreedor y el resto de la humanidad en su deudor". Esto implica que la persona es *autónoma*, capaz de crear sus propias normas éticas y de diferenciar el bien del mal. Así, [elevación, interioridad y autonomía] conforman la estructura central de la dignidad. 4. [Toda persona humana es digna] 7. [La elevación y su relación con la estructura de la persona] Por elevación entendemos el dato de que la persona está por encima de lo material. Por una parte se eleva sobre la materia en tanto es capaz de desplegar ciertas capacidades intelectuales y espirituales: la capacidad de conocimiento intelectual (el arte de saber y conocer, de crear), la capacidad simbólica (que nos permite acceder a lo más profundo de la realidad) y la de realizar actos libres (por los cuales vamos conformando nuestra biografía y nuestro destino). Todo ello coadyuva a hacer de las pesronas seres únicos e irrepetibles. 8. [La interioridad y su relación con la estructura de la persona] La interioridad tiene dos dimensiones: una psicológica, que es la introspección; la otra es ontológica que apunta a que la persona es consciente de su propio yo y puede conocerlo. Hannah Arendt, a cuenta de la terrible experiencia de los campos de concentración de la II Guerra Mundial, describe cómo los verdugos trataban de despojar de su propio yo a los prisioneros, vaciarlos de dignidad, reducirlos a despojo. En ese contexto, salvaguardar la dignidad, dice Viktor Frankl, era un asunto capital, esencial, pues, desde ahí, podía ese individuo encontrar un sentido y un para-qué a las temibles vicisitudes por la que atravesaba. Intimidad psicológica son los pensamientos y deseos de cada uno. Interioridad ontológica es la que nos permite tomar el mando de nuestro propio yo, levantar tu propio yo de modo eminencial, la vivencia metafísica de la propia pertenencia personal; es la capacidad de ejercer tu propia vida como algo personalísimo e incomunicable que hace de nosotros individuos irrepetibles. Este es un yo distinto de cualquier otro porque tu existencia es tuya y no puede ser de un tercero y, en tanto eso, permite delimitar la biografía personal. 9. [Autonomía y su relación con la autonomía de la persona] El hombre es un fin en sí mismo; no es una cosa, algo que pueda usarse como un simple medio, y por eso mismo debe tratar a los demás siempre como un fin en sí mismo. Esto mismo da lugar a que la persona se imponga a sí misma (autonomía) determinadas normas de comportamiento ético que hará extensibles a los demás. 5. ¿[Se puede extender la dignidad]? Se observa últimamente una tendencia que propone extender la dignidad a animales y ecosistemas, lo que vienen en llamar derechos de los animales y de los ecosistemas. Pero esto es más que dudoso porque estos seres no responden a la estructura interna de la dignidad que acabamos de mencionar. Breve y claramente: no hay otro ser, fuera del ser humano, en el que pueda encajar esa definición de dignidad. De otro modo: la dignidad solo se predica del ser humano. Ahora bien eso no significa que animales o ecosistemas no tengan valor. Pero recordemos que la dignidad es un valor en grado superlativo, la sublime modalidad de lo bueno. Por tanto, en ningún modo es aceptable el trato denigrante a lo no humano, ya se trate de animales, plantas o seres inertes, los cuales se hacen acreedores de nuestro respeto por el valor que poseen. 4. [Teología cristiana de la dignidad] A lo largo de la historia el cristianismo contribuyó de modo decisivo a afianzar el concepto de dignidad del ser humano mediante iniciativas caritativas y solidarias al servicio de los más débiles y necesitados. Además, en el plano conceptual, extendió el término "persona" referido al ser humano, dotándole de atributos propios y singulares. 6. [La dignidad humana en la Biblia: el hombre creado a imagen y semejanza de Dios] Los relatos sacerdotal (Gn 1) y yahvista (Gn 2) del primer libro de la Biblia se complementan. En el [primer relato] vemos como Dios va creando todos los elementos y seres vivos, un día tras otro hasta que llega al sexto día... En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena, y apartó Dios la luz de la oscuridad; y llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero \[...\] Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y mande en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra (Gn 1, 1-28) Al crear al hombre dice que lo creó "a imagen y semejanza suya" algo que no dice de ningún otro elemento de la creación, lo que pone de manifiesto que el ser humano es alguien singular, [especialmente querido por Dios], al que hace semejante a sí. ¿Qué significa la expresión ***imagen y semejanza***? En el mundo semítico, imagen \[zäläm\] es un término que designa laimagen de los dioses, la estatua de Dios. La expresión semejanza \[demuth\] expresa parecido. En el texto de Gn 1,26 ambas palabras son sinónimas. La frase quiere expresar [2 cosas]: \+ Que el ser humano procede de Dios, como un hijo proviene de sus padres. Por eso poco después prohibirá el homicidio, porque el hombre es imagen de Dios. \+ En segundo lugar Dios coloca al hombre como "rey de la creación", su gobernador. Profundizando más, podemos decir que el puesto tan alto que Dios concede al hombre, y que es origen de su dignidad, trae su causa en que el ser del hombre se origina y existe en esta [relación especial de Dios] con el hombre al que convierte en su interlocutor (1), le confiere poder sobre las demás criaturas (2) y, al trabar diálogo con el hombre, es manifestación de la gloria de Dios en la tierra (3). El [segundo relato] (Génesis 2) describe cómo Dios modela del barro de la tierra una figura a la que sopla su aliento y le da vida: Entonces el Señor Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus nariz aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente \[...\] Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. De la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre formó una mujer y se la presentó al hombre. Entonces éste exclamó: «Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Será llamada mujer, porque del varón ha salido del varón. Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. (Gn 2, 7-24). En este texto no se utiliza el sintagma "a su imagen y semejanza" pero el soplo divino sobre la nariz humana insuflándole de vida, es equivalente. El texto subraya que ningún otro ser de la creación ha sido creado así por Dios, siendo modelado y al que ha soplado su aliento. Brevemente: se insiste en que el hombre procede de Dios de un modo distinto al de cualquier otro ser vivo. Esa especial dignidad que Dios concede al hombre no es sólo un regalo, también una responsabilidad. [Primero] porque es presentado como "hijo de Dios" y, al igual que cada hijo lleva en su cuerpo la impronta de sus padres, así el hombre porta consigo la imagen de Dios. [Además] porque Dios ha conferido al hombre el pastoreo y gobierno de la creación, lo que implica responsabilidades. [Por último], al ser el hombre imagen de Dios, implica que debe tratar a los demás hombres con respeto, justicia y compasión, prohibiéndose el homicidio (Gn 9,6) o la esclavitud. 7. [La teología cristiana de la dignidad humana] El documento conciliar *Gaudium et Spes* expresa con exactitud la posición de la Iglesia respecto a la dignidad humana. Esta constitución pastoral que habla de las relaciones de la Iglesia con el mundo actual comienza afirmando la singularidad del ser humano y su especial relación en el cosmos: "Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos" (GS 12) Y esto tiene su causa en que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, "esto es, con capacidad para conocer y amar a su Creador que lo ha constituido como señor de lo creado" (GS12). Ahí radica su dignidad. Este ser humano [no es un ser solitario], sino un ser social, llamado a la convivencia y a la relación: varón y mujer los creó. Además --indica el documento- [ni siquiera el mal que pueda hacer merma en modo alguno esa dignidad]. Por otro lado el hombre no es sólo materia, también [es espíritu, y de modo eminente, tiene alma inmortal], lo que le distingue del resto de los seres vivos pues le habilita para amar y relacionarse con Dios. Y habría que añadir todavía que el ser humano está dotado de [inteligencia, conciencia y libertad], aspectos que subrayan su dignidad inigualable..

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