Nutrición y Crecimiento Infantil

Pueden resultar de deficiencias de aminoácidos esenciales o excesos de otros.

Presentan signos carenciales específicos y se acumulan en órganos de depósito.

Causantes de detención del crecimiento, sin acumulación en depósitos.

La madre aumenta sus reservas de grasa para asegurar la lactancia.

Estimula la lipolisis, bloquea insulina y mantiene flujo de nutrientes al feto.

La alimentación en la infancia temprana influye en la salud y conducta posterior del niño.

El crecimiento infantil se divide en etapas con diferentes velocidades: primera infancia (rápido), preescolar/escolar (estable), y pubertad (acelerado).

Las necesidades energéticas aumentan con la edad del niño, pero la proporción de proteínas necesarias para el crecimiento disminuye.

Etapa de crecimiento rápido en talla y peso, con elevadas necesidades de energía y nutrientes.

En los primeros meses, la leche materna cubre las necesidades del bebé.

La alimentación variada se introduce gradualmente a los 6-7 meses de edad, sustituyendo la leche.

Etapa de crecimiento lento y estable en talla y peso, con necesidades energéticas menores.

Etapa de crecimiento acelerado y maduración sexual. Con cambios físicos y emocionales.

La alimentación puede influir en la predisposición a enfermedades de la edad adulta, como la aterosclerosis.

La alimentación variada en la infancia es necesaria para cubrir las necesidades de nutrientes durante cada etapa.

1.9 g/kg/día

1.73 g/kg/día

1.9 g/kg/día (leche materna)

Yogurt, suplementar la dieta con fuentes extra.

3.8 g/100 kcal a 6 g/100 kcal (40%-54% de calorías).

Transferir ácidos grasos a la mitocondria, requiere aporte exógeno

Aumento de la carga renal, acidosis metabólica e hiperaminoacidemia.

Triglicéridos (grasas neutras)

El FCE retarda la motilidad gastrointestinal y estimula el crecimiento de la mucosa del intestino. La leche materna contiene más FCE que la leche de vaca.

Una proteína en la leche materna que se une al hierro, protegiendo al bebé de bacterias.

La leche materna contiene dos lipasas: la lipoproteica, que funciona con grasas y la dependiente de sales biliares, que funciona en ambiente ácido.

Aporta nutrientes adecuados al bebé, protege de infecciones, reduce el riesgo de alergias y retrasa la ovulación.

La fórmula de inicio se asemeja a la leche materna en sus nutrientes, pero tiene menor contenido de FCE y puede no tener la misma cantidad de anticuerpos.

Se utiliza a partir de los 6 meses, complementa la dieta del bebé con alimentos sólidos.

La fórmula de continuación tiene un contenido proteico, de hierro y de grasas diferente a la leche de vaca.

El primer alimento sólido que suelen recibir los bebés.

La alimentación complementaria se inicia a los 6 meses de edad, cuando la leche materna ya no es suficiente para cubrir las necesidades del bebé.

En la alimentación complementaria, los alimentos no lácteos no deben superar el 50% del aporte calórico total del bebé.

Las frutas se introducen a partir de los 6 meses de edad.

Las verduras se introducen a partir de los 6 meses de edad, pero las de hoja verde se posponen hasta los 9 meses debido a su alto contenido en nitratos.

La carne se introduce a partir de los 6 meses de edad. Se recomienda administrarla junto con las verduras para asegurar un buen aporte de hierro.

El pescado se introduce a partir del 10 mes de edad debido a su capacidad antigénica.

Los huevos se introducen a partir del 11 mes de edad. La clara es más alergénica que la yema, por lo que se debe administrar siempre cocido.

El Baby-led weaning es un método de introducción de la alimentación complementaria que permite al bebé alimentarse por sí mismo desde el principio.

Los ácidos grasos linoleico y linolénico son esenciales para la salud y el crecimiento del lactante. No pueden ser sintetizados por el organismo y deben obtenerse a través de la dieta.

Se recomienda que el ácido linoleico constituya el 3% del total de calorías ingeridas por el lactante. La leche materna aporta un 5%, mientras que la mayoría de las fórmulas infantiles aportan un 10%.

La proporción ideal de ácidos grasos omega-6 (w6) a omega-3 (w3) es de 2-3/1, similar a la leche materna.

La NRC recomienda que el consumo diario de colesterol en niños no supere los 300 mg/día.

La lactosa es el principal hidrato de carbono recomendado en la dieta de los primeros seis meses. Se puede introducir la dextrinomaltosa a partir del cuarto mes y la sacarosa a partir del sexto mes, pero su uso excesivo debe evitarse.

Estos productos pueden contener esporas de Clostridium botulinum, que produce toxinas en el intestino grueso, provocando botulismo en bebés que aún no han desarrollado inmunidad.

La ingesta de fructosa en recién nacidos puede provocar acidosis metabólica. Por lo tanto, su administración está contraindicada.

No se recomienda el consumo de fibra en niños menores de un año, ya que no se absorbe adecuadamente y puede provocar malnutrición.

Un exceso de sodio puede generar una carga renal excesiva, lo que lleva a deshidratación. Además, se ha relacionado con la hipertensión en la edad adulta.

El potasio es fundamental para el funcionamiento celular. El crecimiento del bebé implica un aumento en la masa celular y, por tanto, un aumento de las necesidades de potasio.

La leche materna tiene una mayor biodisponibilidad de calcio, y se absorbe mejor que en las fórmulas infantiles. La vitamina D juega un papel fundamental en la absorción del calcio.

Los lactantes que consumen fórmulas con alto contenido de fósforo pueden excretar una gran parte en la orina, lo que lleva a hiperfosfatemia e hipocalcemia.

A partir de los cuatro meses, los lactantes necesitan una fuente adicional de hierro, ya que la leche materna no es suficiente. Los cereales infantiles enriquecidos con hierro son una buena opción.

El zinc se absorbe mejor de la leche materna que de las fórmulas infantiles. Es importante proporcionar una fuente dietética de zinc, ya que los bebés no tienen reservas.

La leche materna es deficiente en vitamina D y K. Es necesario administrar suplementos de vitamina D o exponer al bebé a la luz solar.