Desarrollo Cognitivo del Bebé: Nacimiento y Madurez

Study Notes

La duración del embarazo es de 38-40 semanas, cuando el feto alcanza la madurez necesaria para sobrevivir fuera del útero.
El bebé nace con un alto nivel de adrenalina y sufre cambios físicos significativos al salir del útero.
El corte del cordón umbilical y la desaparición de la placenta activan sistemas fundamentales para la vida, como la circulación sanguínea y la respiración.
El primer llanto es una demostración de que el aire llega a los pulmones y se expulsa por la nariz y la boca.

Los bebés suelen llegar al mundo muy despiertos y alertas, especialmente durante las primeras horas después del nacimiento.
Los ciclos de sueño y vigilia del bebé se sincronizan gradualmente con los de los adultos a medida que crece.
A los 3 meses, la pauta de sueño nocturno y vigilia diurna se establece con claridad.

El oído del bebé está muy desarrollado al nacer y puede distinguir entre diferentes sonidos y voces.
La vista del bebé es borrosa en el nacimiento y no puede enfocar objetos a más de 20 cm de distancia.
El tacto y el gusto también están presentes al nacer y se utilizan para interactuar con el entorno.

Los bebés nacen con reflejos involuntarios que les permiten interactuar con el entorno, como el reflejo de succión para alimentarse.
Estos reflejos se clasifican en tres grupos: aquellos que permanecen toda la vida, aquellos que desaparecen y se aprenden más tarde, y aquellos que desaparecen y no reaparecen.

El cerebro humano está más desorganizado al nacer que el de cualquier otra especie.
La formación de neuronas comienza en la semana 12 de gestación y se completa a los 7 meses de gestación.
La mielinización también forma parte de la maduración del cerebro y hace que las conexiones entre neuronas sean más fuertes.

Los bebés pueden enfocar objetos a menos de 20 cm de distancia hasta los 4 meses de edad.
La agudeza visual y la sensibilidad al contraste se desarrollan gradualmente durante los primeros meses de vida.
Los bebés pueden distinguir entre colores y prefieren objetos moderadamente complejos a simples.

El sistema auditivo comienza a funcionar durante la gestación y el feto puede reconocer y reaccionar a los sonidos internos de la madre.
Los bebés pueden distinguir entre diferentes voces y preferir determinados sonidos, como la voz de la madre.

Los sentidos del olfato y el gusto están presentes al nacer y se utilizan para interactuar con el entorno.
Los bebés pueden detectar sabores y olores desagradables y agradables.
El tacto también es un sentido importante para el bebé y se utiliza para explorar el entorno.### Percepción y Desarrollo Sensoriomotor
Los recién nacidos perciben sensaciones táctiles y dolor (reacción al pinchazo).
La capacidad intermodal se refiere a la relación entre modalidades sensoriales.

La vista y el tacto: bebés de un mes coordinan la vista y el tacto al explorar un chupete con protuberancias y luego mirar la imagen correspondiente.
La vista y el oído: desde el nacimiento, los bebés localizan el sonido girando la cabeza y los ojos en la dirección en que se produce.
La vista y la propriocepción (percepción del propio cuerpo): capacidad de imitación en el bebé, mostrando una capacidad innata de imitar muecas y gestos faciales.

La fase sensoriomotor es un "viaje" evolutivo desde la actividad refleja hasta la conducta intencional y la capacidad simbólica.
El bebé recién nacido posee conductas fijas que no dependen de la experiencia ("reflejos del recién nacido").
Estas conductas se modifican y adaptan a lo largo de los primeros meses de vida mediante los procesos de asimilación y acomodación.

Reacciones circulares primarias (RCP): acciones sobre el propio cuerpo que conducen a un resultado interesante.
Reacciones circulares secundarias (RCS): acciones orientadas al exterior, hacia los objetos externos, y que producen resultados interesantes.
Intencionalidad/Conducta intencional: búsqueda liberada de una meta, por medio de una serie de comportamientos subordinados a ella.
Reacción circular terciaria (RCT): búsqueda activa de un resultado interesante mediante la variación y experimentación de distintas acciones.
Conducta simbólica: supone un logro crucial en el desarrollo intelectual, permitiendo al niño anticipar las consecuencias de sus acciones, planificar y representar la realidad.