Temario DSA Desarrollo Socio-Afectivo PDF

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IES Carreño Miranda Avilés

Rebeca Drautremer, Alicia en el País de las Maravillas

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socio-emotional development early childhood education child psychology socialization

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This document provides an outline for a course on socio-emotional development for early childhood education students. It covers topics such as socialization, agents of socialization (family, school, peers, media), and various theories of social development. The topics are presented in a structured way, with defined sections and sub-sections.

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DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Desarrollo Socio-afectivo Técnico Superior en Educación Infantil Il. Rebeca Drautremer. Alicia en el país de las maravillas Profesora: Carolina Rodríguez 1 ...

DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Desarrollo Socio-afectivo Técnico Superior en Educación Infantil Il. Rebeca Drautremer. Alicia en el país de las maravillas Profesora: Carolina Rodríguez 1 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Tema 1: Introducción al desarrollo social del niño y la niña de 0 a 6 años 1. La socialización. 2. Agentes de socialización 2.1. La familia 2.2. La escuela 2.3. El grupo de iguales 2.4. Los medios de comunicación 3. Teorías explicativas del desarrollo social 3.1. La teoría psicogenética de Wallon 3.2. La teoría psico-social de Erik Erikson 3.3. La teoría ecológica de Urie Bronfrenbrenner 2 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 1. La socialización Se entiende por socialización el proceso por el cual cada ser humano se convierte en un miembro activo y de pleno derecho de la sociedad de la que forma parte. Esto implica adquirir las pautas, las costumbres y los valores que comparten la mayoría de los miembros de su grupo, al tiempo que cada persona se convierte en un ser social único. La parte principal de la socialización tiene lugar durante la infancia, sin embargo este es un proceso que no termina a una edad concreta, ya que a lo largo de la vida van surgiendo situaciones que requieren adaptaciones y cambios en las pautas del comportamiento social establecido inicialmente. El proceso de socialización que hace de cada ser humano un ser social único y a la vez, integrado en su grupo de referencia depende de los siguientes factores: El factor genético: cada ser humano posee desde el nacimiento una carga genética que determina los aspectos relativos a su temperamento y que le diferencian de los demás. Factores ambientales: las circunstancias sociales en que la persona se desarrolla, que vienen marcadas por el entorno familiar, económico y cultural en el que el niño nace. La interacción entre el factor genético y el ambiental. 2. Agentes de socialización Para que el niño se desarrolle socialmente necesita de un entorno social en él que pueda desenvolverse, es decir, de la intervención de otros seres humanos. Aquellas personas o instituciones que ejercen su influencia en el desarrollo social del niño, se denominan agentes de socialización. Los principales agentes de socialización son la familia, la escuela y el grupo de iguales. Sin olvidar que existen otros agentes de socialización menos directos, pero que no dejan de ejercer su influencia, como pueden ser los medios de comunicación. 3 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 2.1. La familia La familia se considera la célula básica del tejido social y constituye el primer agente de socialización. Las primeras experiencias sociales del bebe tienen lugar en la familia y son determinantes ya que constituyen la base de las futuras relaciones sociales que el niño pueda establecer. La familia es el contexto más deseable de crianza y educación de niños y niñas, ya que es el núcleo que mejor satisface todo tipo de necesidades, excepto cuando el riesgo para el desarrollo óptimo del niño está en la propia familia y hay que tomar medidas de tutela u otros mecanismos de protección del menor. La familia garantiza la supervivencia, los vínculos de afecto, la formación de hábitos y los aprendizajes para desenvolverse en otros medios sociales. Puede facilitar o dificultar el desarrollo del niño en todas sus dimensiones y su futura adaptación a otros contextos sociales. En el proceso de socialización la familia, tradicionalmente se ha considerado a los padres como los agentes que ejercen una influencia casi exclusiva. Los padres son los que establecen los patrones de actuación respecto a la educación de sus hijos y dichos patrones tienen consecuencias en su desarrollo personal y social. Según sean estas actuaciones distinguimos tres estilos educativos con diferentes efectos en la socialización de los hijos: Autoritario: con un alto grado de control sobre los hijos y exigencias de madurez, un bajo nivel de afecto explícito y de comunicación. Permisivo: con un alto grado de afecto y comunicación, pero con escaso control de conducta y exigencias mínimas de madurez. Democrático: alto nivel de afecto y comunicación, combinado con un buen nivel de control y exigencias de madurez ajustadas. Sin duda, este es el estilo con mayor potencial positivo para el desarrollo del niño. En la actualidad se considera que la socialización familiar no es algo tan lineal, ni tan rígido, que los estilos educativos pueden variar en función de la situación de la propia familia, las características psicológicas del niño, su edad, etc. 4 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 2.2. La escuela El segundo grupo humano con el que el niño entra en contacto es la escuela, se trata de una institución con una organización mucho más estructurada y definida que la familia. La función de la escuela es educar y tiene dos vertientes: por un lado la transmisión de normas, valores y hábitos; por otro lado la transmisión de los contenidos y saberes propios de la sociedad. La primera vertiente es la que ayuda al niño a adaptarse e integrarse a diferentes contextos. En el proceso de socialización, familia y escuela se complementan aunque sus formas de interacción y sus procedimientos de enseñanza sean diferentes. El efecto de la escolarización en la socialización de los niños muy pequeños (0 a 2 años), no produce efectos positivos ni negativos. Sin embargo, las experiencias de escolarización temprana tienen efectos compensatorios en aquellos niños que provienen de ambientes familiares con graves carencias. También se ha observado, que aquellos niños que se escolarizan antes de la etapa de Educación Primaria, comienzan antes a desarrollar sus habilidades sociales y a ponerlas en práctica por lo tanto es mucho más sencilla la adaptación a las rutinas escolares y la integración con sus compañeros. 2.3. El grupo de iguales Se refiere a las relaciones que se establece con otros niños de edades similares, las primeras relaciones de este tipo tienen lugar en la familia: hermanos, vecinos, etc. Con la escolarización, los contactos entre compañeros cobran más importancia. La influencia de estos compañeros en el proceso de socialización es muy alta, ya que por primera vez el niño se encuentra en igualdad de condiciones, esto le permite imitar conductas, compararse con los demás, competir, resolver conflictos, controlar su agresividad, etc. En definitiva, el niño aprende y ensaya sus habilidades sociales. 5 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 2.4. Los medios de comunicación social Los medios de comunicación son la televisión, la radio, la prensa escrita, el cine y las nuevas tecnologías; sus principales funciones son informar y entretener y su principal característica es la influencia cultural, ideológica y educativa que tienen, de ahí que puedan ser considerados un agente socializador. En la etapa de Educación Infantil, el medio que más influencia tiene es la televisión. La televisión forma parte de la vida de los niños desde edades muy tempranas y están expuestos a ella de forma muy habitual. La televisión puede transmitir estilos de vida, modas, costumbres, actitudes y opiniones; también está comprobado que ejerce gran influencia en la conducta, los gustos y los hábitos. Esta influencia que genera en los espectadores y especialmente en los niños, se debe a factores como: Se trata de un medio muy atrayente y motivador. La identificación y empatía que se produce con los personajes o modelos que trasmite. El tiempo que pasan los niños delante del televisor, ya que muchos padres los usan como “niñeras”. Los efectos de la televisión en los niños pueden ser potencialmente positivos o negativos, por eso es importante saber como utilizarla para aprovechar su potencial pedagógico y minimizar los efectos negativos. Para una utilización adecuada de la televisión es importante tener en cuenta: Seleccionar los contenidos que ven los niños. Cuidar el tiempo que dedican a esta actividad, porque puede desplazar a otras tan importantes para los niños como el juego. Observar el comportamiento que desarrollan ante el televisor: pasivos, sedentarios, hipnotizados… Ver con ellos la televisión ayudándoles a interpretar lo que están viendo. 6 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 3. Las teorías explicativas del desarrollo social 3.1. La teoría psicogenética de Henry Wallon (1879 - 1963) La teoría de Henry Wallon parte de un concepto de desarrollo complejo, donde cada etapa del mismo es una especie de sistema en el que todas las capacidades y las destrezas que el niño posee (motoras, sensoriales, afectivas, cognitivas, etc.), se hallan entremezcladas. Biologico Psicológico Social Así pues, durante el desarrollo los sistemas de conducta se vuelven cada vez más complejos y entretejen progresivamente nuevas adquisiciones evolutivas de distintos ámbitos. Wallon delimita una serie de etapas en el desarrollo del niño, en cada una de las cuales existe una actividad sobresaliente que sirve de referencia. En ocasiones, las actividades predominantes tienen como finalidad la construcción del yo, y en otras la construcción del mundo exterior. Sin embargo, el paso por los estadios no es lineal, como sucede en la teoría de Piaget, sino que WalIon admite la posibilidad de retrocesos, estancamientos e incluso saltos. Los estadios suelen corresponderse también con ciertos conflictos que el niño debe superar para que el desarrollo avance. En cada momento evolutivo se produce una peculiar interacción entre las capacidades psíquicas y biológicas del niño y el medio físico y social, al que Wallon concede una mayor importancia. De tal forma, el sujeto es afectado por el medio y este es, a su vez, modificado por el sujeto. 7 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Los estadíos propuestos por Wallon son los siguientes: Estadio impulsivo y emocional, durante el cual predomina la construcción del yo a partir de las necesidades biológicas más básicas, que se erigen como actividad preponderante en esta etapa. Estas necesidades provocan estados de tensión en los bebés cuando deben ser satisfechas, y permanecen relajados cuando están debidamente cubiertas. Las atenciones y los cuidados de los padres y los educadores cuando se produce el estado de tensión actúan como señal de seguridad para el bebé, y provocan un salto desde lo fisiológico a lo psicológico. Estadio sensoriomotor, que se caracteriza por el predominio de una acción exploratoria y manipulativa sobre el mundo exterior gracias a la marcha autónoma y a la gran cantidad de destrezas motoras que va adquiriendo el niño. La progresiva incorporación del lenguaje y el uso de símbolos permiten al niño una nueva acción sobre la realidad. Estadio del personalismo, en el cual se da una nueva construcción del yo basada en la gran autonomía que va adquiriendo el niño. Se presentan frecuentes crisis de oposición, episodios en los que el niño intenta, de forma a veces violenta y obstaculizadora, afirmar su nuevo yo recién descubierto, como cuando tiene exageradas rabietas si no se le da algo que desea. En su afán por agradar a los demás, el niño pronto llega a un periodo denominado edad de la gracia, sobre los cuatro años, en el cual utiliza sus nuevas destrezas para llamar la atención de los adultos y buscar su aprobación. Estadio del pensamiento categorial, que se caracteriza por la gran explosión simbólica y creativa del niño, junto con un pensamiento cada vez más ordenado que le permite la creación de conceptos precisos sobre la realidad. Es un periodo más volcado en la actividad hacia el exterior que sobre sí mismo. Estadio de la pubertad y adolescencia, en el cual hay una nueva centración en el yo debido fundamentalmente a los cambios fisicos que experimenta el adolescente. Se busca la propia identidad, reajustando el concepto de sí mismo y oponiéndose a algunas de las influencies externas que durante toda la infancia han marcado al niño, como son los valores de los padres o las normas sociales. 8 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 3.2. La teoría psico-social de Erik Erikson (1902 - 1994) Erik Erikson fue discípulo de Freud, y se apoyó en su experiencia en el psicoanálisis infantil para elaborar su propia teoría, conocida como pisco-social, y que presenta diferencias notables con la teoría freudiana: Erikson afirma que el desarrollo psico-social tiene lugar a lo largo de toda la vida y no solo en las primeras edades, de hecho sus etapas transcurren desde que el niño nace hasta el final de la vida de la persona. También se diferencia de Freud en que considera que las distintas etapas no se centran en una parte del cuerpo, sino en función de la relación que la persona establece con su entorno. La tercera diferencia radica en la importancia que Erikson otorga a los elementos sociales, frente a la importancia que Freud le da a los conflictos internos. Este autor sigue la teoría psicoanalítica según la cual la personalidad se sustenta en tres estructuras: el ello, el yo y el superyo. Pero le da más importancia al desarrollo del yo, como el elemento esencial y organizador de la vida de la persona. Para él, el desarrollo tiene como base fundamental un yo que se relaciona con otros seres humanos. El yo establece con las demás personas una relación diferente en cada una de las etapas del desarrollo, en parte debido a que cada vez el entorno de relaciones es más amplio y también crece el número de personas significativas e importantes. Erikson también considera importante que ese yo no se relaciona en el vacío, sino que las relaciones se establecen en un entorno concreto y dentro de una cultura determinada. Las etapas del desarrollo que Erikson propone se organizan, cada una de ellas en torno a un conflicto, que se puede resolver de diferentes maneras a lo largo de una línea que va desde el polo más positivo al negativo. La mejor manera para pasar de forma adecuada a la siguiente fase, es superar la fase en la que se está lo más cerca posible del polo positivo. Aunque hay que constatar que la mayoría de las personas supera los conflictos en las zonas intermedias. 9 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Ejemplo: Confianza frente a desconfianza. Desconfianza Desconfianza Confianza Confianza Confianza Total Condicionada Total Las etapas son las siguientes: Etapa 1. Confianza frente a desconfianza (de 0 a 1 año). La figura principal de relación es la madre y es ella la que proporciona la confianza. El conflicto se produce en el momento del destete (físico y psicológico). Si antes de ese momento no ha habido confianza, o está se pierde durante el conflicto, el niño se posiciona en el extremo negativo del conflicto: la desconfianza. Etapa 2. Autonomía frente a vergüenza y duda (de 1 a 3 años). Es un periodo de mucha actividad independiente por parte del niño: deambulación, control de esfínteres, dominio del lenguaje… Si en la realización de estas actividades se siente capaz se habla de autonomía; pero a veces puede sentirse criticado y dudar de sus posibilidades, en este caso se habla de vergüenza y duda. Etapa 3. Iniciativa frente a culpa (entre los 3 y los 6 años). Es la etapa en la que los niños quieren realizar muchas actividades por si mismos y creativamente (iniciativa), lo cual supone contrariar a los padres, esto puede generar en el pequeño sentimientos exagerados de culpa. Etapa 4. Laboriosidad frente a inferioridad (entre los 7 y los 11 años). En esta fase los niños pueden ser muy aplicados, tanto en el juego como en la escuela, especialmente si se sienten valorados. De no ser así, la falta de reconocimiento les conduce a un sentimiento de inferioridad, que dificulta el paso a la siguiente etapa. Etapa 5. Identidad frente a confusión (adolescencia). Los adolescentes intentan averiguar quien son. Logran la identidad si consiguen integrar y aceptar sus cualidades y defectos, sus posibilidades, su físico y los diferentes papeles que juegan en la familia, el grupo de amigos, la escuela, etc. Pero a veces, ante tanta dispersión, puede aparecer la confusión, entendida como una crisis de identidad. 10 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Etapa 6. Intimidad frente aislamiento (principio de la edad adulta). La posibilidad de crear una familia y alcanzar la intimidad se relaciona con el hecho de poder aceptar al otro con sus diferencias, renunciando a partes de uno mismo. Cuando esto no ocurre, aparece el aislamiento. Etapa 7. Generatividad frente a estancamiento (alrededor de los 40 años). La generatividad se refiere a todo lo que tiene que ver con el cuidado de los demás, empezando por los hijos y siguiendo con el trabajo, la productividad y la creatividad. Si este periodo no se resuelve de forma adecuada, da lugar al estancamiento. Etapa 8. Integridad del yo frente a desesperación (al final de la vida). El dilema consiste en aceptar la vida que se ha vivido, de las renuncias que se han hecho, de lo que no se ha podido lograr, los errores, etc.… todo ello da lugar a la integridad. Cuando no se llega a esta aceptación, y al final de la vida la persona sigue en lucha consigo mismo, surge la desesperación. 3.3. La teoría ecológica de Urie Bronfrenbrenner (1917 - 2005) Esta teoría pone el énfasis en explicar la importancia que tienen en el desarrollo, los distintos entornos en que se desenvuelve el ser humano, como determinantes del mismo. Así un niño pequeño forma parte de una familia y se relaciona con sus padres y hermanos. Pero también es parte de un contexto familiar más amplio, abuelos, primos, etc. Al mismo tiempo, puede asistir a una escuela infantil, donde interactúa con otros niños y adultos. Y todo ello se produce en un pueblo o ciudad concretos, con una cultura predominante... Además, los distintos contextos en los que se mueve un niño no están aislados entre si, sino que se relacionan constantemente. Todo lo que sucede en cada uno de estos contextos y en las interacciones que entre ellos se establecen, afecta de alguna manera al desarrollo social del niño. 11 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Bronfrenbrenner concibe los contextos como estructuras concéntricas, incluidas una dentro de la otra y los organiza en 4 contextos fundamentales: Microsistema Mesosistema Exosistema Macrosistema Microsistema. Es el contexto inmediato en el que se desenvuelve el sujeto, en él se producen las relaciones interpersonales (cara a cara) y se desempeña un determinado rol, con unas funciones que se esperan que la persona lleve a cabo y con otras que no. Todas las personas nos movemos en más de un microsistema. Mesosistema. Se refiere a las interacciones entre los microsistemas de los que forma parte una persona, como, por ejemplo, el entramado de relaciones que se establecen entre la escuela y la familia. Exosistema. Se refiere a los sistemas ambientales en los que la persona en desarrollo puede estar o no incluida directamente. Incluye estructuras mayores que las anteriores (el barrio, el pueblo, la televisión...), la red de relaciones que se producen dentro de este contexto no tiene porque suponer una influencia directa en el sujeto, pero es evidente que inciden en él. Macrosistema. Se trata del contexto más global, el menos cercano al sujeto, pero que ejerce su influencia sobre todos los demás sistemas: creencias, ideologías, épocas históricas... 12 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Tema 2: El desarrollo social del niño y la niña de 0 a 6 años 1. Procesos implicados en el desarrollo social 1.1. Procesos cognitivos 1.2. Procesos conductuales 1.3. Procesos afectivos 2. Desarrollo social de 0 a 3 años 3. Desarrollo social de 3 a 6 años 3.1. Conocimiento de si mismo 3.2. Conocimiento de los otros 3.3. Conocimiento de la realidad social 13 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 1. Procesos implicados en el desarrollo social Las adquisiciones del desarrollo social son muchas y muy variadas; y en ellas encontramos implicados procesos de los distintos ámbitos del desarrollo. Fundamentalmente de los ámbitos cognitivo, conductal y afectivo. 1.1. Procesos cognitivos Mediante estos procesos el niño va adquiriendo conocimientos sociales, pudiendo distinguir entre: el conocimiento de si mismo (autoconcepto), el conocimiento de los otros y el conocimiento de la realidad social. Conocimiento se si mismo: como una entidad social diferente a los demás y con un comportamiento guiado por creencias, deseos y fines. Esta construcción de la propia identidad es lo que le permite reconocer a los demás como individuos con identidad propia. El conocimiento de los otros: supone reconocerlos como personas con creencias y deseos, cuyas acciones tienen unos fines y que es posible predecir o entender su comportamiento si deducimos esas creencias, deseos o fines. La habilidad o competencia cognitiva que desarrolla el niño para atribuir y representarse los estados mentales de los demás y predecir su conducta es lo que se denomina teoría de la mente. Conocimiento de la realidad social: Se trata de los conocimientos que los niños van adquiriendo sobre normas y valores (justicia, paz, democracia...); sobre las instituciones sociales (gobierno, escuela, sistema sanitario, sistema económico...); y los roles que las personas o los grupos asumen en determinadas circunstancias (roles profesionales, roles familiares, roles según la edad...) Los procesos cognitivos por los que el niño reconoce y almacena la realidad social son básicamente dos: los esquemas y los guiones. Los esquemas son estructuras cognitivas de carácter conceptual que el niño va adquiriendo a través de sus experiencias con la realidad social. Actúan a modo de “plantillas” que se activan ante las situaciones sociales permitiendo a la persona identificar rápidamente lo esencial de la situación y realizar una hipótesis sobre lo que posiblemente se prevé que va a suceder. 14 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Los guiones son estructuras cognitivas de carácter procedimental que permiten a las personas saber lo que hay que hacer de forma genérica en situaciones sociales convencionales (ir al cine, al médico, al supermercado, viajar en autobús...). 4.2. Procesos conductuales. Toda conducta social está regulada por el grupo social al que la persona pertenece, es decir, el niño aprende lo que el grupo social espera de él y considera apropiado en las distintas situaciones. La educación en estos aspectos comienza ya con el nacimiento pero es, a partir de los 2 años, cuando tiene lugar su verdadero desarrollo. Las conductas sociales que se trabajan en la Escuela Infantil son fundamentalmente: Aprendizaje de hábitos de autonomía personal: comida, vestido, higiene... Aprendizaje de habilidades de comunicación: hablar por turnos, saber escuchar... Conductas éticas adaptadas a la convivencia: no agredir, no gritar, saber pedir las cosas… El proceso de adquisición de conductas sociales supone, además de conocer las normas, un adecuado control de su propia conducta: autocontrol emocional, tolerancia a la frustración, saber esperar las gratificaciones, etc. El papel del adulto es fundamental porque es el que pone los límites y funciona como modelo a imitar. 4.3. Procesos afectivos. Son los procesos de vinculación afectiva y apego que el niño establece con las personas más cercanas. Dentro de las variables afectivas que determinan el desarrollo social, vamos a centrarnos en la empatía. Se define como la capacidad de ponerse emocionalmente en el lugar del otro y a la vez comunicarle que sabe como se siente. Se trata de una respuesta afectiva en la que también están implicados procesos cognitivos, por tanto, a medida que el niño madura y alcanza niveles mayores de comprensión de los otros, va mejorando su capacidad de empalizar con ellos. 15 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Pero, para que los niños aprendan a sentir empatía por los demás, deben haberla experimentado ellos mismos. Ya desde que son bebes, van captando que sus emociones son percibidas, aceptadas y correspondidas por el adulto, es decir, el adulto transmite al bebé la sensación de que sabe como se siente, es lo que se conoce con el nombre de sintonización. Cuando falta esta sintonía y los adultos fracasan en mostrar respuestas adecuadas a las necesidades del niño, estos dejarán de expresarlas o sentirlas y desaparecerán de su repertorio adulto, además de que no desarrollarán la capacidad de empalizar con los demás. 5. Desarrollo social de 0 a 3 años El desarrollo social es una tarea conjunta entre el adulto y el niño, en la que ambos están implicados. De las interacciones que se producen entre ellos, el niño va adquiriendo las herramientas que le permitirán desenvolverse en el entorno social que le ha tocado vivir. Esta interacción pasa por diferentes fases a medida que el niño crece, estas fases son: Los primeros meses (0 a 2 meses): Es necesario regular los ritmos biológicos del niño (alimentación, sueño) y adaptarlos a los ritmos de actividad de su entorno familiar, de manera que pueda recibir de forma óptima los cuidados que necesita. Este proceso de ajuste es bidireccional, el adulto también debe saber adaptarse a las necesidades del bebé. Interacciones cara a cara (2 a 5 meses): Cuando mejoran las capacidades visuales del niño, aumenta su atención por el entorno, sobre todo por los estímulos más accesibles que son los propios adultos. El niño parece estar interesado en los adultos como “objetos” y en explorarlos, por su parte el adulto se siente atraído por este interés del bebé e intenta adecuar sus interacciones a las respuestas que el niño le da. 16 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO El niño atrae al adulto a través de la mirada, que es vivida por el adulto como un indicio de que le reconoce; de la sonrisa y de los balbuceos que el niño emite siempre que escucha la voz de un adulto cerca. Por su parte el adulto procura atraer la atención del niño y prolongarla, adecuándose a sus limitaciones, para ello utiliza un lenguaje exagerado, tanto en el tono como en la gesticulación, repetitivo y lento. Además juega a la alternancia, respetando el “turno de la conversación” como si los balbuceos del bebé fuese una respuesta adecuada. En definitiva el niño va adquiriendo algunas de las competencias básicas que se precisan para comunicarse con los demás. Tareas compartidas (5 a 12 meses): Su mayor capacidad de manipulación le permite al niño centrar su atención en los objetos del entorno. Los adultos responden a este interés incorporándolos a las interacciones que mantiene con el bebé. En estos juegos conjuntos que adulto y bebé mantienen con los objetos, dos son los mecanismos importantes que el adulto está introduciendo, favoreciendo así la comunicación social del niño. Por un lado el gesto de señalar, que es un gesto convencional para mostrar a alguien lo que nos interesa. Hacia los 12 meses el niño comprende exactamente lo que este gesto significa, siguiendo con la mirada el objeto que el adulto señala y, por tanto, le da un valor comunicativo. Entre los 12 y los 14 meses, el gesto se generaliza y adquiere un doble uso: sirve para pedir algo (valor imperativo); y para mostrar lo que le interesa (valor declarativo). Es decir, posee dos funciones básicas de la comunicación lingüística. Otro mecanismo importante que introduce el adulto son las etiquetas verbales. Los adultos aprovechan la interacción con los objetos para introducir sus nombres, no los introduce de forma arbitraria, sino que aprovecha que los niños están atentos, mirando o señalando un objeto, o bien cuando los propios adultos lo manipulan. Estas etiquetas verbales son repetitivas y se pronuncian con mayor intensidad que el resto de las palabras de la conversación. 17 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Reciprocidad e intencionalidad (A partir de 1 año): Lo fundamental de las interacciones entre el adulto y el niño en esta fase, es que el niño tiene intención comunicativa, es decir que, a través de la comunicación el niño intenta conseguir algo de la otra persona y pone en marcha los recursos para conseguirlo. Además ya comprende la reciprocidad de la interacción, reconoce que hay un diálogo y que son necesarias las dos partes para que la comunicación funcione. Esto se reproduce en los juegos típicos de este periodo: escondite, cosquillas, a serrín a serrán… Son juegos de estructura sencilla y repetitiva, lo que permite al niño participar en el juego y anticiparse a lo que va a pasar en cada momento. Diálogos (A partir de 2 años): En estas edades aparece la función simbólica y se produce un cambio cualitativo en la conducta social del niño. El lenguaje se convierte en el instrumento privilegiado de comunicación y el niño aplica en las interacciones lingüísticas lo que previamente a puesto en práctica: la bidireccionalidad y las reglas de la participación. 3. Desarrollo social de 3 a 6 años Tres son los procesos que vamos a analizar en esta etapa del desarrollo social: el conocimiento que el niño tiene de sí mismo, el conocimiento que tiene de los otros y el conocimiento de la realidad social. 3.1. Conocimiento de sí mismo En el periodo anterior (0 – 3 años) el niño fue construyendo su identidad existencial, su conciencia de ser independiente de los demás. En este periodo el niño va más allá y construye su identidad categorial, realiza una representación de sí mismo como un ser único y singular que cuenta con una serie de características y atributos que le sirven para definirse. Esta construcción incluye, el autoconcepto, la autoestima y la identidad de género. Su creciente capacidad 18 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO lingüística le dota de la herramienta básica para poder realizar esta auto- definición. Cuando hablamos de autoconcepto nos referimos al conjunto de ideas, conocimientos y creencias que cada uno tiene sobre sí mismo, es decir, las características con las que nos definimos. En estas edades el autoconcepto de los niños tiene las siguientes características: Se describen a sí mismos mediante atributos externos, su apariencia física, las actividades que realizan de forma habitual…raramente utilizan rasgos psicológicos. Se describen en términos globales, genéricos y de forma estereotipada. (Ejemplo: soy bueno). Su autoconcepto es arbitrario, basado en hechos puntuales ocurridos en ciertos momentos. La idea que tienen de sí mismos depende de lo que expresan los adultos con los que han establecido un vínculo afectivo. Tienen una visión idealizada de sí mismos, no diferenciando su “yo” real de su “yo” ideal. 3.2. Conocimiento de los otros Como ya hemos visto, al referirnos a la habilidad para comprender los pensamientos de los otros la llamamos teoría de la mente. Hacia los 3 años, los niños comprenden la diferencia entre lo real y lo representado, entre las “cosas” y los “pensamientos”. Pero conciben la mente como un “contenedor” de ideas o pensamientos, no entienden que es la propia mente la que produce esos pensamientos, que existe una actividad mental, para ellos es algo estático. Por tanto, no entienden que alguien pueda creer algo diferente a lo que ellos saben que es cierto, la relación entre los pensamientos y la realidad es directa. A esta edad los niños no saben engañar, cuando se trata de inducir a alguien a creer algo diferente de la realidad. 19 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO A partir de los 4 años pueden entender lo que hemos llamado falsas creencias y hacerse una idea ajustada de las representaciones mentales de los demás aunque estas representaciones no se ajusten a la realidad. Sin embargo tienen una habilidad cognitiva limitada para deducir exactamente los estados mentales de los demás (intenciones, estados de ánimo, deseos, etc.). Piaget atribuía estas limitaciones al egocentrismo propio de estas edades que les impide interpretar los hechos bajo otro punto de vista que no sea el suyo. Estudios posteriores han demostrado que las limitaciones de los niños se deben más a su escasa experiencia porque cuando se trata de situaciones familiares y que tienen un sentido para él, los niños de estas edades si son capaces de comprender distintas perspectivas de las suyas. Las características con que los niños describen a los demás, dentro de esta etapa, son las mismas que utilizan para definirse a sí mismos: Describen a las personas mediante atributos externos, su apariencia física, las actividades que realizan de forma habitual…raramente utilizan rasgos psicológicos. Las describen en términos globales, genéricos y de forma estereotipada. (Ejemplo: mi amigo Pablo es bueno). Su concepto de los demás es arbitrario, basado en hechos puntuales ocurridos en ciertos momentos. 3.3. Conocimiento de la realidad social El conocimiento que el niño tiene sobre los sistemas e instituciones sociales presenta las siguientes características: Se basa en aspectos externos y a menudo está formada por una mezcla de detalles curiosos e irrelevantes; y a veces fantásticos. (Ejemplos. Un bombero solo es bombero si lo ven con el uniforme, el que manda es el rey…) Se basa en lo más próximo a su experiencia (Ejemplo: no entienden lo que es un país, sin embargo enseguida se representan lo que es su pueblo o su barrio). Tienen una visión estática de los sistemas sociales, no reconocen cambios ni evolución, lo que es ahora, ha sido siempre así. 20 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Su comprensión de la causalidad es muy limitada, interpretan los hechos de la realidad social desde la voluntad personal (Ejemplo: las guerras empiezan porque lo manda el rey). No perciben los conflictos sociales o las diferentes posturas que pueden coexistir en una misma sociedad. 21 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Tema 3: Conflictos propios del desarrollo social y planificación educativa en el ámbito del desarrollo social 1. Conflictos propios del desarrollo social 2. Las conductas agresivas 2.1. Los mordiscos 3. El riesgo de exclusión social 4. El desarrollo de habilidades sociales en los niños y niñas 4.1. La educación incidental 5. Un momento importante de la intervención educativa: el periodo de adaptación a la escuela 22 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 1. Conflictos propios del desarrollo social Los conflictos del desarrollo social, en niños de 0 a 6 años, son consecuencia tanto del proceso evolutivo, como de las interacciones con los adultos y con otros niños. El niño, en su proceso de crecimiento, adquiere nuevas capacidades y habilidades que le generan conflictos internos y provocan cambios en sus relaciones con su entorno social. Así mismo, en las relaciones que establece con los adultos y con otros niños se dan situaciones en las que se producen choques de intereses y deseos, que generan reacciones conflictivas. Estos conflictos son sucesos naturales, inherentes a los distintos momentos del desarrollo del niño, que bien resueltos, le permiten ir avanzando en su proceso evolutivo. Para ello es necesaria una intervención educativa que considere el conflicto como una fuente de aprendizaje. Ahora bien, si los conflictos se mantienen más allá de la edad que le son propios a nivel evolutivo, estamos ante un trastorno que requiere un tratamiento especializado. Ejemplo: Es normal que un niño de 3 años se encuentre en plena “crisis del no”, sin embargo es un problema que esta situación se mantenga a los 5 años o que no se produzca nunca porque es la forma que tiene el niño de afirmar su propia identidad. En la etapa de educación infantil los conflictos más comunes relacionados con el desarrollo social son: La ansiedad por la separación: normalmente a partir del octavo mes, el niño ya ha establecido una relación especial con su madre o la persona que ejerza de cuidador principal, por tanto, llora y se enfada cuando se va y lo deja solo con otras personas. Este conflicto si se prolonga mucho en el tiempo, puede implicar conductas de excesiva dependencia y le puede impedir establecer relaciones con otras personas distintas de su madre y por tanto puede generar dificultades para adaptarse a nuevos contextos. 23 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO La oposición al adulto: suele aparecer al final del segundo año de vida y se caracteriza por un cambio en la relación que establece con los adultos significativos, se suele llamar la “edad del no” o del “yo solo”. Pasan de ser niños bastante tranquilos no aceptar normas y límites, enfrentarse al adulto y terquedad en salirse con la suya. Estas manifestaciones agresivas son naturales a esa edad, pero si no se abordan adecuadamente pueden prolongarse excesivamente en el tiempo y agravarse en intensidad. Conflictos con sus iguales: las interacciones de los niños de estas edades, se caracterizan por escaso autocontrol, inestabilidad, ser muy variadas y cambiantes, lo que hacen que con frecuencia se generen conflictos. Habitualmente son disputas por los juguetes o por invasión del espacio de juego del otro, apareciendo conductas de empujar, morder, golpear, etc. Son normales hasta los 3, 4 años aproximadamente. Muchos de estos conflictos se ponen de manifiesto con conductas de tipo agresivo que, aunque sean propias del momento evolutivo del niño, no se debe esperar a que “se pasen con la edad” y el niño deje de comportarse así. Hay que abordarlas pero siempre como un momento idóneo para el aprendizaje de normas, límites, autocontrol, etc. 2. Las conductas agresivas Se define la agresión como cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien, el rasgo fundamental de esta conducta es la “intencionalidad”, que el propósito sea dañar a los demás. Los bebés tienen explosiones de rabia (llantos, pataleos) pero no están dirigidas a los demás, sino que son la manifestación de una frustración porque no tienen las necesidades cubiertas de forma adecuada. La conducta propiamente agresiva aparece hacia los 2 años cuando el niño la dirige hacia otra persona, a esta edad se produce como reacción frente a la 24 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO autoridad paterna o por la posesión de los objetos con sus iguales. Estas agresiones tienen un carácter instrumental, la conducta agresiva es el medio para conseguir un fin, no un fin en si misma. A partir de los 3 ó 4 años comienzan a disminuir este tipo de comportamientos, a medida que el niño perfecciona su lenguaje, va adquiriendo habilidades sociales y un mayor autocontrol de sus emociones, lo que le permite solucionar sus conflictos de otra manera, negociando y no agrediendo a los demás. Si, a partir de los 3 años, el niño mantiene la agresión como una conducta frecuente y la única forma de solucionar los conflictos, es decir, es una conducta persistente, nos encontramos con un trastorno. La conducta agresiva en este momento evolutivo, ya no es solo un medio para conseguir un fin, sino un fin en si misma, el objetivo es hacer daño al otro no solo con la agresión física sino también con insultos y burlas. Actualmente se han abandonado las teorías basadas en la predisposición genética de algunas personas hacia la agresividad, la agresión se considera una forma de conducta aprendida. Los niños que manifiestan conductas agresivas suelen presentar los siguientes rasgos: Niños con poca tolerancia a la frustración: no resisten los obstáculos que se les impiden satisfacer sus deseos y tienen poco autocontrol. Niños que presentan un error perceptivo en las intenciones de los demás y les atribuyen una hostilidad dirigida hacia ellos en acciones que, aunque tengan efectos negativos, no son malintencionadas. Esto provoca una respuesta agresiva y de venganza hacia el otro. Un factor que influye grandemente en este tipo de comportamientos son las pautas de crianza familiar, el estilo de interacción paterno que provoca la aparición de conductas agresivas se caracteriza por: Poco afecto y hostilidad hacia los niños. La “afirmación de poder” como forma de controlar la conducta molesta del niño especialmente a través del castigo físico. 25 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Falta de pautas claras e inconsistencia: pasan de ser muy autoritarios a ser muy permisivos. Sugerir a sus hijos que respondan activamente a las provocaciones de sus compañeros. Exposición frecuente a la conflictividad en la pareja. 2.1. Los mordiscos Los mordiscos son habituales entre el año y medio y los tres años, es la conducta agresiva más frecuente en el primer ciclo de la Educación Infantil. En edades más tempranas es una simple conducta exploratoria que en ocasiones realiza sobre sus cuidadores. Basta con ofrecerle objetos de diferentes texturas para que muerda. Posteriormente cuando está aprendiendo a relacionarse con otros niños descubre, posiblemente por accidente o instinto, que sus dientes son un arma eficaz. También muerden para expresar frustración e incluso alegría, en situaciones de gran excitación. En ese momento hay que enseñarle estrategias que le permitan controlar ese impulso: Enseñarle otros comportamientos como hacer caricias o consolar al que está llorando. Ayudarle a identificar sus sentimientos y ponerles nombre (ser capaz de explicar lo que le pasa le ayuda a regularse a si mismo). En situaciones de gran excitación se debe separar al niño del grupo y ofrecerle actividades más pausadas. Cuando el niño muerda (o lo intente), el educador debe mirarlo directamente, decirle un rotundo “no” y separarlo del grupo, explicándole que los mordiscos hacen daño y por eso su compañero llora. Prestarle siempre mucha más atención al niño agredido. Si la conducta se repite es conveniente informar a los padres, pero siempre hay que evitar prestarle más atención de la requerida para evitar reforzar la conducta. 26 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 3. El riesgo de exclusión social Durante la etapa de educación infantil nos podemos encontrar niños que están en riesgo de inadaptación, aquí la escuela tiene que hacer una labor fundamentalmente preventiva. Las causas según la mayoría de autores, son múltiples. Suelen incidir varias, aunque alguna de ellas tenga más peso. Podemos encontrar: Causas sociales: como carencias económicas, culturales, problemas en las familias de drogadicción, alcoholismo, paro… Causas relacionadas con la pertenencia a minorías étnicas, religiosas, etc. Causas familiares de tipo afectivo: familias desestructuradas, negligencia en las atenciones del niño, violencia, abusos, sobreprotección. Causas personales: situaciones de discapacidad. Desde el punto de vista educativo, debemos tener en cuenta que cualquier menor en riesgo parte de una desventaja en su desarrollo como persona. La respuesta educativa debe enfocarse desde la función preventiva y compensadora de la Escuela Infantil. Entre las medidas preventivas tenemos: favorecer la asistencia y permanencia del niño en el sistema educativo, facilitar la acogida y su participación en todas las actividades del centro, coordinarse con otras instituciones como Servicios Sociales, Equipos de Atención Temprana, Servicios Sanitarios, etc. En cuanto a las medidas compensadoras, la escuela proporciona al niño experiencias nuevas y favorecedoras de un desarrollo adecuado que no encuentra en otros contextos: ambiente afectivo, satisfacción de necesidades, estimulación, resolución pacífica de conflictos… 4. El desarrollo de las habilidades sociales en los niños y niñas. Según Inés Monje, las habilidades sociales en la infancia son las conductas necesarias para relacionarse con los iguales y con los adultos, de forma efectiva y 27 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO mutuamente satisfactoria. Cuando el niño adquiere estás conductas, decimos que tiene competencia social. Un niño socialmente hábil establece más relaciones y de mejor calidad, mejora su rendimiento escolar, obtiene más refuerzos sociales y mayor aceptación; y todo ello mejora su autoestima. Un niño socialmente inhábil recibe menos reforzadores sociales, manifiesta más conductas de tipo agresivo o retraído, experimenta más sentimientos de frustración y una menor aceptación social; por tanto tiene una menor autoestima. Las habilidades sociales se adquieren mediante el aprendizaje, no existe una clasificación única de las habilidades sociales que contribuyan a construir una competencia social adecuada. Diferentes autores dan diferentes clasificaciones. Inés Monje que tiene un programa específico para trabajar las habilidades sociales en la escuela, presenta el siguiente listado: Habilidades de Interacción social que se trabajan en la escuela Habilidades sociales básicas Sonreir, presentarse, saludar, pedir y hacer favores, amabilidad… Habilidades para hacer amigos Iniciar una interacción, unirse al juego, ayudar a los demás, pedir ayuda, compartir, cooperar… Habilidades de comunicación Iniciar y mantener conversaciones, unirse a conversaciones, conversaciones en grupo… Habilidades para la resolución de Identificar problemas, buscar soluciones, conflictos anticiparse a las consecuencias… Habilidades relacionadas con las Expresar y recibir emociones, defender las emociones y opiniones propias opiniones… Habilidades para relacionarse con los Peticiones, conversar con el adulto, solucionar adultos problemas con el adulto… Existen multitud de programas específicos para trabajar las habilidades sociales en la escuela, todos ellos a partir de los 3 o 4 años, no obstante cada educador en su clase puede desarrollar una programación que le permita trabajar las habilidades sociales que crea más necesarias. 28 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 4.1. Educación incidental. Se pueden trabajar las habilidades sociales de forma explicita en la programación del aula, pero la base de la educación social y afectiva es la vivencia diaria, el clima que predomina en el aula, como es la comunicación, como se resuelven los conflictos, que actitudes se fomentan; es decir, todos aquellos aspectos que se dan paralelamente a la planificación de la programación y las actividades. La educación incidental es aquella que se da de forma espontánea, no intencionada y sin planificación. Los distintos agentes socializadores (padres, educadores, medios de comunicación…) ejercen una influencia significativa en el niño, a través de las vivencias, la imitación, la identificación y la interacción. No es lo que se cuenta sino lo que se hace, lo que marca el desarrollo social de los niños y su forma de comportarse en los contextos sociales. La escuela debe atender a estos aspectos de la educación incidental recogiéndolos en su ideario de centro. Por otro lado, debe encauzar adecuadamente la influencia que el niño recibe de manera incidental fuera de la escuela. Colaborando con las familias para enseñar a los niños a ver la televisión, ofreciendo y presentando otras alternativas para el ocio. 5. Un momento importante de la intervención educativa: el periodo de adaptación a la escuela. El periodo de adaptación es el espacio de tiempo que transcurre desde que el niño se incorpora al centro educativo hasta que se encuentra plenamente integrado en él. Este periodo requiere un trato especial. Lo que se pretende durante el periodo de adaptación es que el niño se familiarice con la escuela, tome contacto con sus compañeros y adquiera confianza con los adultos que se ocuparán de él durante su estancia en la escuela. En muchos casos toma mayor importancia porque los niños se integran a la escuela en el momento en que el vínculo de apego se encuentra en su máxima definición (entre los 6 y los 18 meses). Por tanto, es necesario plantearse una adecuada incorporación a la escuela infantil que sea vivida de la mejor manera posible por todos los protagonistas implicados: los niños, las familias y los educadores. 29 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Para el niño, el cambio puede ser difícil, porque en su corta vida ha estado con pocas personas y en entornos muy conocidos. Además pasa de una atención individualizada, la que recibe de su familia, a tener que compartir la atención de los adultos que le cuiden con otros niños de su edad. Para los padres, en general, dejar a su hijo en manos de personas que apenas conocen también es angustiante. Se requiere tener confianza en los educadores que van a ocuparse del pequeño y asumir una cierta capacidad de separación. Finalmente, aunque de un modo diferente, este periodo también es básico para los educadores, porque le permite conocer a cada niño, sus hábitos, sus reacciones ante las distintas situaciones, etc. A la hora de organizar el periodo de adaptación, no hay una estrategia válida que se pueda utilizar para todos los niños, pues cada uno tiene sus necesidades y una capacidad de adaptación diferente, y por lo tanto, requerirá su propio tiempo. En cualquier caso la planificación de este periodo necesita que las familias colaboren y, si es posible, que se impliquen y participen en el proceso. Cada vez es más habitual establecer una serie de actuaciones en las que padres y educadores coincidan en la escuela infantil durante un periodo de tiempo determinado, para que la adaptación a la nueva realidad se realice de la forma más natural posible. También se incluyen en este periodo de adaptación los contactos previos que se establecen con las familias antes de que los niños se incorporen al centro, bien a través de reuniones, entrevistas individuales, etc. Este proceso es bastante complejo y durante el mismo pueden aparecer dificultades. Las dificultades más habituales son las siguientes: Imposibilidad de realizar la secuencia de adaptación que el niño necesita, porque existen motivos laborales que lo impiden. En estos casos los momentos de separación serán más angustiosos para ambas partes. Enfermedad del niño durante el periodo de adaptación, sobre todo si se pasa muchos días sin asistir a la escuela, lo que supone que a su vuelta haya que iniciar de nuevo el proceso. Dificultades provocadas por las propias familias. En estos casos son los propios familiares los que no pueden aceptar que su hijo pueda estar tranquilo sin ellos. 30 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Los padres pueden tomarse licencias que no les corresponden. En algunos casos, el hecho de permitir la entrada al aula, puede hacer pensar a algunos padres que esto les abre la puerta a opinar y decidir sobre lo que se hace en la escuela. Se cebe dejar claro el rol de cada uno, en caso de que se produzcan estas interferencias. Incorporaciones a medio curso. Puede deberse a diversas circunstancias (en el aula de bebes porque se le acabo la baja maternal a la madre, porque quedó una plaza disponible, por traslado de los padres, etc.) En cualquier caso siempre habrá que tener en cuenta la necesidad de un periodo de adaptación específico para el niño que se incorpora. Siempre llegará un momento en que los padres se marcharán y los niños se quedarán solos con sus compañeros, esto no significa que el periodo de adaptación se haya acabado. La angustia y las dificultades que cada niño encuentre van a ser diferentes según el caso, pero siempre se debe tener en cuenta el momento que los niños están pasando y ser afectuoso y comprensivo, sin dejar que el niño establezca una excesiva dependencia del adulto que le impida jugar y relacionarse con los demás. 31 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Tema 4: El desarrollo afectivo de los niños y niñas de O a 6 años. 1. Conceptos básicos referidos a la afectividad 2. Las emociones: componentes básicos de la afectividad 3. Evolución del desarrollo emocional 3.1. El desarrollo emocional de 0 a 3 años a) Desarrollo de la expresión emocional b) Desarrollo de la comprensión emocional c) Desarrollo de la regulación emocional 3.2. El desarrollo emocional de 3 a 6 años a) Desarrollo de la expresión emocional b) Desarrollo de la comprensión emocional c) Desarrollo de la autorregulación emocional 4. El desarrollo de los vínculos afectivos. 4.1. El vinculo de apego: etapas y tipos 4.2. El vínculo de amistad 5. El desarrollo de la autoestima 32 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 1. Conceptos básicos referidos a la afectividad El término afectividad resulta muy confuso, abarca la formación de vínculos con otras personas, las emociones y los sentimientos. El desarrollo afectivo supone la construcción de una personalidad propia que incluye motivaciones, intereses, autoconcepto y autovaloración. Cada persona nace con una predisposición emocional, es decir una “personalidad” emotiva que se conoce con el nombre de temperamento. El temperamento se puede definir como la tendencia peculiar e individual que tenemos de reaccionar emotiva y afectivamente ante determinadas circunstancias externas, de forma consistente (melancolía, optimismo, frialdad, sensibilidad, etc.). El temperamento, la maduración y el proceso de socialización son los factores que van a condicionar el desarrollo afectivo. Dada la amplitud del término afectividad, vamos a analizar los conceptos y términos que se manejan más comúnmente en relación al ámbito emocional y afectivo: Concepto ¿Qué es? ¿Qué lo Componentes Intensidad Duración produce? Emoción Reacción Estímulos Sobre todo Alta Corta afectiva externos fisiológicos Sentimiento Estado Estímulos Sobre todo Baja Persistente afectivo externos cognitivos Pasión Estado Un Sobre todo Alta Persistente afectivo estimulo fisiológicos externo concreto Estado de Estado Situación Sobre todo Baja Persistente ánimo afectivo inespecífica fisiológicos 33 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 2. Las emociones: componentes básicos de la afectividad. Las emociones son reacciones afectivas muy intensas que duran poco tiempo y que se producen como reacción a un estímulo externo, provocando una respuesta fisiológica diferente para cada emoción. Las personas pueden llegar a experimentar multitud de matices y variaciones en sus estados afectivos, sin embargo algunos autores como Paul Ekman plantean que es posible llegar a describir lo que son emociones primarias, de las que surgirían, a lo largo del desarrollo, todas las demás. Esta teoría determina 6 emociones como primarias, que corresponden a seis expresiones faciales concretas: miedo, ira, tristeza, alegría, sorpresa y asco. Estas serían aquéllas que reconocen por su expresión facial, todas las personas de cualquier cultura, con independencia de su grado de desarrollo cultural, raza, etc., es decir, son universales. Se consideran las categorías básicas, nucleares, a partir de las cuales se generan la multitud de los diversos matices que van adquiriendo nuestras emociones a través de la experiencia, fundamentalmente a medida que nuestro lenguaje se va haciendo más preciso en el significado de las palabras. Según la teoría de las emociones primarias, el bebé nace con unos pocos estados emocionales, que se pueden deducir directamente de sus expresiones faciales, y que se van diversificando, adquiriendo las conductas, el lenguaje sentimental y las reacciones afectivas apropiadas a cada situación en su cultura. Por tanto, el desarrollo de las emociones es relacional y se produce en la interacción social. El contexto social: Dispone las oportunidades para experimentar determinadas emociones y determina las situaciones que provocan una u otra emoción Proporciona etiquetas verbales para definir las reacciones y estados emocionales. Define las reglas de expresión y apropiación al contexto: cuándo y cómo se deben expresar determinadas emociones. 34 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Define también las reglas del sentir (qué se debe sentir en cada momento según las circunstancias o criterios morales, éticos, culturales). A partir de los 3 años cuando los niños y niñas tienen un nivel mayor de maduración y han avanzado en su proceso de socialización, surgen las llamadas emociones socio-morales. Estas emociones son : culpa, vergüenza y orgullo. Para el surgimiento de estas emociones son requisitos necesarios: La capacidad de autoevaluación en el niño/a. La referencia social: las personas que actúan como referentes afectivos del niño le indican, con sus expresiones emocionales, lo que está bien y lo que está mal). La empatía, en relación a la culpa, es decir, atribuirse la responsabilidad del dolor que siente la víctima. A partir de los planteamientos teóricos de Paul Ekman surge la teoría de la inteligencia emocional cuyo principal impulsor es Daniel Goleman. Según esta teoría tendríamos dos mentes o inteligencias, una racional y otra emocional que operan la mayor parte del tiempo coordinadamente para guiar nuestra conducta. La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones. La inteligencia racional es la capacidad consciente de pensar, reflexionar y analizar los hechos y acontecimientos para actuar en consecuencia. Biológicamente, las respuestas emocionales se emiten desde el sistema límbico, situado en la base del cerebro, específicamente desde la amígdala. La mente racional está situada en la corteza cerebral (la zona del cerebro que planifica, comprende y coordina las respuestas motoras). Ambas zonas están conectadas neurológicamente. Si una lesión dañara la conexión entre ambas, se produciría una ceguera afectiva: no podríamos valorar o dar un significado emocional a lo que nos pasa; o bien se impide la toma de decisiones, ya que el recordar cómo nos sentimos en el pasado nos ayuda a tomar en cuenta unas opciones y desechar otras; la memoria “emocional” nos ofrece razones que la objetividad y la lógica (la mente racional) no nos daría para actuar de una o de otra forma en una situación concreta. 35 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO La amígdala, además, hace de vigía ya que provoca respuestas en el organismo antes de que la corteza cerebral lo pueda hacer, esto ocurre cuando se da una situación de “peligro”, porque la amígdala se activa para que el organismo ejecute una acción inmediata, sin esperar a que la corteza cerebral valore la situación objetivamente y pueda dar una respuesta adecuada y racional. Las capacidades de la inteligencia emocional se organizan en cuatro dominios: capacidad para percibir las emociones de forma precisa (es decir, capacidad de percepción). capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el razonamiento. capacidad para comprender las propias emociones y las de los demás (empatía). capacidad para controlar las propias emociones. Estas habilidades como todas, pueden ser aprendidas con el tiempo y la práctica. Por tanto, tenemos una mente emocional que determina nuestro comportamiento y que se diferencia del funcionamiento de la mente racional en una serie de rasgos: 36 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Rasgos de la mente emocional Rapidez de la respuesta emocional: reacciona ante lo aparente: sacrifica la exactitud de lo que se percibe a la rapidez de respuesta; es más adaptativa que la mente racional. Se activa con representaciones simbólicas: “lo que parece” provoca la misma reacción o más intensa que “lo que es” por ejemplo, una película de terror puede generar a través de la ficción reacciones emocionales intensas. Las reacciones emocionales pueden darse ante estímulos que activan recuerdos del pasado (se reacciona en el momento presente como si fuera el pasado): los recuerdos activan la mente emocional como si fuera la propia realidad. Es categórica: realiza juicios de todo o nada (no valora la situación), y así mismo responde: o se desencadena de forma intensa la emoción o no se desencadena. Sus reacciones están sesgadas por la individualidad y la subjetividad, por la memoria:no todas las personas reaccionan de la misma manera ante un mismo acontecimiento. Es autoconfirmante: a la hora de justificar una reacción emocional, elimina del recuerdo los hechos objetivos: utiliza la memoria de forma selectiva para describir la situación a la que dio origen la emoción, “exagerando” o “minimizando” datos para que se ajusten a lo que sintió. De la diferenciación de estas dos mentes se ha establecido una aplicación básica en el campo de la educación. El punto de partida es el hecho de que la medida estándar del desarrollo cognitivo, el Cociente Intelectual (CI) sólo parece predecir en un 20% el éxito personal en la vida (que se traduce en una vida social y emocionalmente sana). Así, de cara a lo que llamamos ser “inteligente”, esto es, conseguir el mayor ajuste con el medio, es determinante la adquisición de las habilidades que configuran la “inteligencia emocional” y fundamentalmente implica, que la mente racional y la mente emocional son altamente interdependientes, con gran número de conexiones nerviosas entre sí. 37 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO En los niños la “mente emocional” predomina sobre la “mente racional”, ya que aún no se ha consolidado el sistema lingüístico y cognitivo; las emociones, cuando se desencadenan, ocupan completamente toda la actividad mental del niño, incluso cuando cesa el hecho que provocó su reacción, (se “olvida” de ese hecho). El mínimo acontecimiento provoca que el niño/a pase de un estado afectivo a otro, estos son estados muy intensos y muy simples, en cuanto que no se hallan matizados por la experiencia, por recuerdos o por el lenguaje interno, etc. 3. Evolución del desarrollo emocional Al estudiar el desarrollo emocional de los niños niñas hay tres aspectos que interesa analizar: la expresión emocional la comprensión emocional el control o regulación de las emociones 3.1. El desarrollo emocional de 0 a 3 años a) Desarrollo de la expresión emocional: El bebé, al nacer, presenta un conjunto relativamente indiferenciado de emociones positivas (asociadas a bienestar) y negativas (asociadas a malestar), que se relaciona con la satisfacción de las necesidades biológicas. De estos dos estados emocionales se irán diferenciando las emociones primarias La alegría: En las primeras semanas de vida aparece la sonrisa, pero es endógena o refleja, es decir, no se produce como consecuencia de ninguna reacción emocional. A los 2 meses se convierte en la llamada sonrisa social que se produce ante la aparición del rostro humano de frente. A los 3/4 meses surge la alegría o gozo ya que aparece la risa. A los 8 meses la sonrisa es selectiva, solo sonríe a aquellas personas que reconoce. Entre los 4 y los 6 meses aparecen las siguientes emociones, por orden evolutivo: La tristeza, cuando se le retira un estímulo positivo o placentero, sobre todo cuando se interrumpe la interacción con el adulto. 38 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO La rabia, como reacción ante algo o alguien que le impide conseguir algo (reacción ante la frustración de sus metas) o que le molesta. El asco, habitualmente asociado a la introducción de nuevos alimentos y nuevos sabores. La sorpresa, como respuesta ante algo inesperado o ante un descubrimiento, lo cual requiere la capacidad cognitiva de comparar lo que ocurre con lo que esperaba o lo conocido. Al 7° mes el miedo es evidente: aparece cuando el bebé puede percibir la profundidad y cuando es menos dependiente del adulto: es más autónomo en sus desplazamientos y por tanto se convierte en una emoción adaptativamente necesaria. Las expresiones faciales es la forma que tiene el bebe de expresar sus emociones, estas expresiones tienen para el adulto el valor de señales emocionales y le indican como actuar para satisfacer las necesidades del bebe. A lo largo de esta etapa, las emociones se diferencian más entre sí, se van haciendo más adecuadas y específicas, selectivas en relación a las situaciones en que se manifiestan; lo hacen con mayor intensidad, rapidez y duración. b) Desarrollo de la comprensión emocional: Entre el 4° y 7° mes empiezan a responder de manera adecuada a las distintas expresiones faciales de los demás: no es una imitación sino que “sintonizan” con la manifestación emocional de los adultos: ante la tristeza materna surge el llanto, movimientos de succión, ante la angustia; ante la cólera se queda quieto, en silencio, evita la mirada; la alegría le produce actividad motriz, miradas a la madre. Al cumplir el año, se da un cambio importante, ya que es capaz de utilizar la información que le proporciona la expresión emocional de otras personas para valorar una situación determinada y regular su propia conducta en consecuencia; es lo que se denomina proceso de referencia social. Aunque el adulto no dé información directa sobre una situación, su actitud emocional ante ésta es interpretada por el niño/a, permitiéndole actuar de la forma esperada. 39 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO c) Desarrollo de la regulación emocional: Los bebés vienen equipados con mecanismos que alivian el malestar (cerrar los ojos, succión no nutritiva, frotaciones corporales); pero son insuficientes, por lo que la regulación emocional la proporcionan sus cuidadores, quienes moderan el nivel de activación, controlan la excitación y reducen la intensidad de las emociones negativas En tomo al 8° mes los niños/as desarrollan la expectativa y la confianza en la figura de vínculo para cambiar y regular sus emociones, las respuestas que recibe de sus cuidadores principales son las que controlan la expresión emocional: van modulando su propia expresión en función de la aceptación o no que tienen por parte de sus cuidadores. A los 2 años, la regulación sigue siendo proporcionada por los cuidadores fundamentalmente, pero “descubre” la distracción como forma de regular individualmente emociones en situaciones de ansiedad moderada: utiliza el juego y la exploración como las principales formas de distracción. Es su primera estrategia autorreguladora. 3.2. El desarrollo emocional de 3 a 6 años a) Desarrollo de la expresión emocional: Surgen las emociones sociomorales; estas pueden deducirse observando no solo las expresiones faciales sino la disposición de todo el cuerpo. Se observan expresiones de orgullo (elevación de mirada, sonrisa, elevación de los hombros) y vergüenza (cuerpo encogido, cabeza baja), respectivamente ante el éxito y el fracaso. Además, el grado de dificultad modula la intensidad de ambas emociones (más orgullo a más dificultad, y a la inversa). También se constatan como emociones diferencialmente “sentidas” y expresadas la vergüenza y la culpa, ya que ésta última aparece con intentos de reparación o compensación del daño infligido a terceros. 40 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO b) Desarrollo de la comprensión emocional: La expresión facial es un indicador importante para comprender qué siente otra persona, pero muchas veces no basta, los niños tienen que desarrollar la capacidad para predecir y describir los estados emocionales de una persona según las representaciones mentales que tenga sobre una situación. A los 4 años son capaces de explicar emociones sencillas, como la alegría o la tristeza, propias y ajenas, en términos deseos y resultados. (Ejemplo: si le das un regalo a alguien se pondrá contento, si le das un susto tendrá miedo) Pero las emociones no se explica sólo por la correspondencia o no entre deseo y resultados (lo que pasa realmente), sino además por la relación entre el deseo y las creencias (la situación tal y como la interpreta cada persona). En estas edades valoran los deseos que la persona tiene y si se cumplen o no, para explicar la reacción emocional en una situación concreta. Sin embargo, no toman en cuenta las creencias en esta comprensión, cuando no coinciden con la realidad. (Ejemplo: no entiende que alguien se pueda asustar de los monstruos porque los monstruos no existen, no entiende que alguien pueda creer en ellos y por eso le de miedo). Es a partir de los 6 años cuando comprenden: Que no es la situación objetiva, sino su evaluación personal lo que explica la emoción. Que esta evaluación no sólo depende del deseo sino también de las creencias. Que las creencias no tienen por qué ajustarse a lo que pasa realmente. No obstante, en situaciones familiares y cercanas, niños de 5 años son capaces de explicar reacciones emocionales de personas cercanas por sus creencias (Ejemplo: “mi hermano está contento porque cree que vamos al parque”). La familiaridad con la situación es fundamental para la comprensión de las emociones en los niños de estas edades. 41 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO c) Desarrollo de la autorregulación emocional: La autorregulación emocional se refiere a las estrategias que utilizamos para ajustar la intensidad y duración de nuestros estados emocionales hasta alcanzar un nivel confortable que no impida la consecución de nuestros objetivos. En esta etapa se registra una progresión con la edad en cuanto a las estrategias que emplean para autorregularse emocionalmente, aunque todavía la estrategia más inmediata es la distracción: visual (mirar a otro lado), conductual (hacer otra cosa). También empieza a utilizar el lenguaje (a través del habla egocéntrica: se dice qué hacer, cómo reaccionar, etc.). Hasta los 8 años no emplean estrategias de distracción cognitivas como redirigir internamente la atención, pensando en otras cosas, recordando e imaginando experiencias agradables, positivas, etc. o bien modificando sus propias representaciones sobre la realidad (estados mentales). Por otro lado, también la regulación emocional es importante en las interacciones sociales. En este aspecto, tenemos que: A partir de los 3 años son capaces de disimular o enmascarar de forma no consciente sus emociones reales, es un encubrimiento automático, pero no intencional o deliberado, no son conscientes de que han mostrado una emoción que no se corresponde con lo que realmente sienten. Han aprendido a disimular como una norma que se activa de forma automática. A partir de los 6 años ya son conscientes de que la gente disimula sus emociones y la función que tiene: protegerse a sí mismo o a los demás. 4. El desarrollo de los vínculos afectivos Los vínculos que establecen los niños y las niñas a estas edades son, fundamentalmente el vínculo de apego y el de amistad. Mediante estos vínculos se sienten unidos a los demás y facilitan el desarrollo de la empatía. Las personas con las que establecen vínculos son modelos muy importantes para su socialización porque la afectividad permite que las criaturas les observen, les respeten y les imiten. 42 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO 4.1. El vínculo de apego: etapas y tipos Se define el apego como el vínculo afectivo que establece el bebe con la personas que se ocupa de él, cubre sus necesidades básicas, le cuida y le da seguridad emocional. La persona con la que se crea este vínculo es generalmente, la madre. El bebé, a partir de este primer vínculo, crea vínculos de apego secundario con el padre y también puede extenderse a otros cuidadores que cubran las necesidades del niño. El “creador” de la teoría del apego es J. Bowlby. Este autor afirma que su origen está una necesidad adaptativa de supervivencia, lo compara con el fenómeno del “troquelado” descrito por los etólogos que consiste en una conducta innata de seguimiento, no selectiva, de una cría recién nacida provocada por cualquier figura que se mueva a su alrededor emitiendo sonidos, sin que exista ninguna recompensa a cambio. El apego contribuye a asegurar al bebé los cuidados que requiere, debido a los humanos cuentan con el periodo de inmadurez más prolongado en comparación al resto de especies. Por eso, hay una tendencia biológicamente determinada en el niño/a hacia la interacción con los seres humanos adultos de su especie, a través de sistemas innatos de respuesta, de percepción, etc., interacción que finalmente se convierte en una relación especial de carácter afectivo-emocional hacia determinadas personas. Etapas en la formación del apego. Bolwby describe cuatro fases en la formación del vínculo del apego: Preapego (hasta los 3 meses). El bebe se comporta como un activo buscador de estímulos sociales: se siente atraído por la voz, por los rostros, por el tacto, etc. de las personas que le rodean por el hecho de ser personas. Llora, orienta su vista y agarra a las personas que le cuidan, y responde positivamente al acercamiento del adulto (sonríe). No obstante, no cuenta con una representación global de la madre, no la reconoce globalmente, y por tanto no cuenta con un esquema mental con sus rasgos y atributos relevantes. Si otras personas le ofrecen cuidados adecuados y similares a los de la madre, los aceptará como si de la madre se tratara. 43 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Construcción del apego (3 a 7 meses). El desarrollo de la percepción visual y la integración de varias sensaciones permite al bebé conformar una imagen o representación integrada de la figura de vínculo, lo cual conlleva su reconocimiento: sonríe y balbucea con más facilidad a la figura de apego que a los desconocidos, llora cuando la madre sale de su campo perceptivo y no cuando es otra persona. Establece un tipo especial de relación, una interacción privilegiada con aquellas personas que van a convertirse en sus figuras de apego. Estas conductas preferenciales no implican que rechacen los cuidados de otras personas, incluso aunque sean desconocidas. Si la madre no está, el niño/a no la echa de menos, ni se angustia por la separación más de lo que lo haría si otra persona le deja; no se puede hablar de apego verdadero. Apego bien definido (8 meses a 12 meses). El desarrollo emocional y cognitivo que alcanza el niño a estas edades cristaliza en la formación del vínculo afectivo, el apego, con una persona específica, no intercambiable. Son tres las conductas o comportamientos manifiestos que indican esta vinculación: Ansiedad ante la separación: la ausencia de la figura de apego genera inquietud, protestas, intenta seguirla, llora; y cuando ésta vuelve, se aferra a ella, busca consuelo y se tranquiliza. Miedo a extraños: reacciona ante extraños con cautela, recelo, miedo o claro rechazo, Comienza a los 8 meses, y alcanza su máxima intensidad a finales del año, y comienza a declinar a los 18 meses. Exploración: establecido el apego, se modifica la relación que establece el niño con el mundo físico y social. Las figuras de apego se convierten en una base segura a partir de la cual el niño inicia la exploración de la realidad: la presencia y accesibilidad de la madre activa conductas exploratorias, mientras que la ausencia inhibe o disminuye las mismas. También se convierte en puerto seguro cuando requiere ayuda o se encuentra en una situación amenazante. 44 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Formación de relaciones recíprocas (a partir de 2 años y hasta los 6 años) Su comportamiento se vuelve más sofisticado, ya que su capacidad de representación simbólica le lleva a poder comunicarse de una forma más eficaz con sus figuras de apego, a través del lenguaje. Las interacciones son menos asimétricas, y más cargadas de significados sociales. Por tanto, decrece la ansiedad ante la separación, ya que las madres pueden explicar las causas de la separación y cuándo regresará, explicación que redunda en una reacción más serena y tranquila. Tipos de Apego. Partiendo de la idea de que la función del apego es que el niño adquiera seguridad para explorar el entorno, en los años 70, M. Ainsworth diseñó una situación de laboratorio para estudiar el comportamiento de niños entre 12 meses y 24 meses ante la presencia de un extraño, en un entorno desconocido y con o sin la presencia de la madre, entendida esta como figura de apego principal. Esta técnica la denominó situación extraña. Según lo observado, identificó cuatro tipos de apego: Tipos de apego Presencia Ausencia Vuelta de la Representación materna materna madre interna del vínculo Apego seguro Explora el Muestra ansiedad Se tranquiliza Certeza de la entorno rapidamente disponibilidad de la figura materna Apego ansioso Ausencia de Muestra ansiedad Muestra Incertidumbre de exploración del oposición y la disponibilidad entorno enfado, no se de la figura consuela materna fácilmente Apego evitativo Explora el Sigue explorando Indiferencia ante Certeza de la no entorno el entorno el reencuentro disponibilidad de la figura materna Apego Busca la Muestra ansiedad Conductas Inseguridad y en desorganizado proximidad pero confusas y algunos casos evita la contradictorias temor ante la interacción con la figura materna madre 45 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Un apego seguro favorece niños niñas empáticos, con más competencia social, con autoestima, con recursos para resolver conflictos sociales, para controlarse emocionalmente, etc. Frente a los demás apegos inseguros que generan más posibilidades de tener niños o niñas con poca tolerancia a la frustración, irritables , poco sociables y empáticos; y con poco control emocional. El apego desorganizado se da en mayor medida en niños de familias multiproblemáticas, en situaciones de maltrato, o en las que la figura de vínculo presenta alguna alteración comportamental (depresión, toxicomanías, trastorno mental grave). 4.2. El vínculo de amistad La amistad es un vínculo afectivo que une a dos personas y que satisface necesidades tanto afectivas como sociales. En una relación de amistad ambas personas comparten afecto e intereses, implica participar voluntariamente y aunque es frágil puede llegar a ser tan intensa como los apegos familiares. Los niños y niñas, en los dos primeros años de vida, interactúan preferentemente con los adultos. Sus “iguales” representan un objeto más dentro de su tendencia a la exploración del entorno. Hacia los 18 meses se observa el llamado juego paralelo, les gusta jugar unos al lado de los otros, pero cada uno realiza su propia actividad. Es entre los 2 y los 3 años cuando comienzan a compartir actividades y a tener intercambios comunicativos, gracias a la aparición del juego simbólico, que les permite representar papeles, aunque todavía se trata de contactos muy rudimentarios y habitualmente juegan por parejas y no en grupos. A partir de los tres años los juegos pasan a ser grupales, no desaparece completamente el juego paralelo pero el juego va siendo mayoritariamente social. Los grupos se forman por preferencias de actividades o temperamento y aparecen las agrupaciones por género. 46 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO En estos primeros grupos ya se pueden diferenciar los niños con “éxito social” y los niños “rechazados”. Entre los 3 y los 6 años los grupos prefieren a los niños que manifiestan conductas de cooperación, que se implican en el juego y que conocen y respetan las normas. Se rechaza a aquellos niños que transgreden las normas, tienen comportamientos agresivos y en el otro extremo, también son rechazados aquellos niños que muestran un comportamiento solitario. El concepto de amistad se asocia al juego, un amigo es un compañero de juegos, con el que se comparten preferencias, se le describe por sus atributos físicos y no hay descripciones psicológicas, ni se tienen en cuenta los rasgos de carácter que puedan resultar afines para poder se amigos. Es un concepto que no tiene perdurabilidad, se acaba cuando se acaban los juegos. Las relaciones de amistad tienen una influencia decisiva en la formación de la personalidad. Los niños y niñas que tienen apoyo de sus amigos son menos vulnerables emocionalmente porque son su base segura en situaciones conflictivas. Sienten menos ansiedad y una alta estabilidad emocional. 5. El desarrollo de la autoestima La autoestima se define como la valoración que hace cada persona sobre el concepto que tiene de sí mismo y la satisfacción que tiene o no por ser como es. La autoestima puede ser positiva o negativa, en función de la distancia que se percibe entre los objetivos marcados y los que realmente se logran alcanzar. Hasta los 8 años, el niño y la niña no hacen una valoración realista de si mismos, sino que está idealizada. Si la autoestima es positiva, a estas edades todo lo hacen bien. 47 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Los factores que determinan el tipo de autoestima que las criaturas construyen son fundamentalmente dos: La historia personal de éxitos y fracasos y el sentido con el que se haya aprendido a explicarlos, habitualmente los éxitos se atribuyen a causas internas y los fracasos a causas externas y esto contribuye a la autoestima positiva. Lo contrario, a la larga, genera autoestima negativa. La aceptación y calidad de trato que dispensan al niño los adultos significativos para él, gracias a la relación adecuada con los adultos el niño desarrolla tres actitudes básicas que son los pilares de una correcta autoestima: Vinculación Eficacia Singularidad Satisfacción que obtiene Sentimiento que tiene el Aceptación que el niño el niño de establecer niño cuando se ve capaz siente por las cualidades vínculos con sus de influir en su entorno que le hacen especial y referentes afectivos y dentro de sus diferente que estos le reconozcan posibilidades y como importante capacidades 48 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Tema 5: Conflictos propios del desarrollo afectivo. Intervención educativa 1. Las rabietas o berrinches 2. Los celos infantiles 3. Los miedos infantiles 4. La pérdida de la figura de apego 5. Trastornos del desarrollo socioáfectivo 1. Trastornos del Espectro Autista 2. Trastorno de Deficit de Atención e Hiperactividad 6. La educación emocional en la familia 49 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO El desarrollo afectivo es un proceso evolutivo en el que las criaturas van conformando su personalidad, a lo largo de este proceso hay momentos significativos en los que entran en conflicto los intereses y deseos de los niños y niñas con el entorno social al que pertenecen. Son conflictos que bien elaborados y resueltos proporcionan un avance madurativo adecuado. Los conflictos más frecuentes están relacionados la expresión y regulación de las emociones y con la relación con la figura de apego. 1. Las rabietas o berrinches Se define la rabieta como una reacción emocional de intensidad desproporcionada con respecto al motivo que la desencadeno y que consiste en pataletas, gritos, llantos, etc. Suelen aparecer a partir de los dos años, aparecen a esta edad porque los niños y niñas aún no comprenden las normas del adulto ni su sentido, por lo que son la manifestación del conflicto producido entre los deseos del niño/a y las exigencias de los adultos. Esta fase de oposición tiene su sentido en el desarrollo infantil ya que ayudan a afianzar el “yo” que acaba de descubrir. A medida que la criatura va madurando y entendiendo como funciona su entorno, las rabietas van desapareciendo. Cuando perduran en el tiempo y no existe ningún problema de fondo, es que el niño o la niña han comprobado que son una forma eficaz para llamar la atención y conseguir lo que desea. Existen diferentes teoría sobre como abordar una rabieta por parte de los adultos. Por las teorías más tradicionales (conductistas), la intervención efectiva es la retirada de atención. Si la criatura comprueba que mediante la rabieta no consigue la atención que persigue, esta conducta se acabará extinguiendo. 50 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Otras teorías como la llamada educación consciente defendida por autoras como Aletha Solter, hablan de acompañar al niño o la niña durante el proceso. Entendiendo que la rabieta es una manifestación emocional y no se trata de que el adulto controle las reacciones del niño o la niña, sino que poco a poco ellos encuentren la forma de autorregularse. 2. Los celos infantiles Los celos son un estado subjetivo que se caracteriza por una sensación de malestar emocional y frustración, al creer que ya no se es correspondido por las personas queridas, o al menos con la intensidad que se necesita o se quiere. Las causas de los celos pueden ser reales (padres que siempre establecen comparaciones entre sus hijos) pero también pueden ser imaginarias. La respuesta del niño que padece celos implica sentimientos de resentimiento hacia la persona que percibe como rival y suele provocar baja autoestima, miedos y conductas inadaptadas. Los celos infantiles son inevitables cuando nace un hermano o hermana; son una forma de protestar por la reestructuración familiar que se produce y como alarma ante el miedo de perder la figura de apego. Normalmente, se dan sentimientos de ambivalencia (rechazo-filiación) hacia el hermano o hermana pequeños, y también se pueden observar regresiones en cuanto a pérdida de hábitos de autonomía ya adquiridos: regresiones lingüísticas o reacciones sintomáticas (vómitos, rechazo de la comida, de la escuela, etc.). Normalmente, la rivalidad acaba desapareciendo, y se convierte en una forma de vinculación afectiva, cuando llega a convencerse de que comparte las figuras de apego con su hermano o hermana, sin por ello perderlas. Además, se establece entre hermanos un apego específico. Sin embargo, si son duraderos y no desaparecen, hay que prestarles atención porque pueden conducir a un desarrollo anómalo de la personalidad, apareciendo síntomas diversos como agresividad, inseguridad, regresión. Es el comportamiento de las figuras de apego el que les tiene que llevar a pensar que no van a perder las atenciones que antes se le prestaban, sino que serán distintas. 51 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Ante el nacimiento de un nuevo hermano o hermana, hay que implicarle lo más posible en el proceso y los preparativos, dejándole participar después en alguno de sus cuidados. Con la llegada del nuevo bebé no hay que olvidar dedicarle al primer hijo algún tiempo en exclusiva y recordarle las ventajas de ser el hermano o hermana mayor y reaccionar con tranquilidad ante una conducta de celos ya que es algo natural y temporal. 3. Los miedos infantiles El miedo es una emoción normal de temor que aparece en el desarrollo en respuesta a una situación que el niño y la niña perciben como amenazadora (al quedarse solos, a la oscuridad, etc.); por tanto, tienen un carácter adaptativo ante los posibles peligros de su entorno y van disminuyendo a medida que avanzan en su comprensión del mundo y en la habilidad para manejarse de forma autónoma. Sólo cuando el miedo es intenso, desproporcionado e incontrolable estamos ante una fobia. La actuación ante el miedo tiene que partir del conocimiento sobre qué es lo que teme de forma específica, cómo se originó y qué es lo que lo mantiene (puede comprobar que así tiene más atención de los padres o ser una regresión por celos). Normalmente desaparecen si no se da mucha importancia, pero sin ridiculizar al niño. En el caso de las fobias, se recurre a la desensibilización sistemática: ir aproximándole a la experiencia temida a través de una serie graduada de pasos: fotos, cuentos, miniaturas e ir poco a poco aumentando esa experiencia, valorando hasta dónde puede llegar de cada vez sin que le genere ansiedad. Esta técnica tienen que realizarla profesionales especializados. Las manifestaciones del miedo propias de esta etapa son las pesadillas y los terrores nocturnos. 52 DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO Una pesadilla es un sueño largo que provoca unas sensaciones que van desde la ansiedad hasta el terror, en su contenido siempre existe un componente de peligro para el niño y la niña. La criatura se despierta asustada y al día siguiente puede recordar el sueño. Las pesadillas son normales a partir de los 3 años y se van superando con la edad. El problema es que si las pesadillas son muy frecuentes pueden producir temor a dormir, cambiando los patrones de sueño, irritabilidad, ansiedad, etc. Entre las causas se encuentran agentes externos que provocan inquietud al niño como ver una película de miedo, hospitalización prolongada, e inseguridad por motivos familiares o escolares. En estos casos hay que tranquilizar al niño diciéndole que ha tenido una pesadilla, pero que ya ha pasado. Escucharle sin entrar en muchos detalles. No mostrarse excesivamente preocupado y ayudarle a conciliar el sueño de nuevo. Al día siguiente propiciar que el niño ex

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