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This document details the family as the primary agent of socialization, highlighting the evolving role of the family within educational contexts. It examines the historical transformation of the family's role in education, along with children's adaptation in educational settings and the relationships between families and educators.

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TEMA 7 LA FAMILIA COMO PRIMER AGENTE DE SOCIALIZACIÓN. LA TRANSFORMACIÓN DE LA FUNCIÓN EDUCATIVA DE LA FAMILA A LO LARGO DE LA HISTORIA. EXPECTATIVAS FAMILIARES RESPECTO A LA EDUCACIÓN INFANTIL. PERIODO DE ADAPTACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS AL CENTRO EDUCAT...

TEMA 7 LA FAMILIA COMO PRIMER AGENTE DE SOCIALIZACIÓN. LA TRANSFORMACIÓN DE LA FUNCIÓN EDUCATIVA DE LA FAMILA A LO LARGO DE LA HISTORIA. EXPECTATIVAS FAMILIARES RESPECTO A LA EDUCACIÓN INFANTIL. PERIODO DE ADAPTACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS AL CENTRO EDUCATIVO. RELACIONES ENTRE LA FAMILIA Y EL EQUIPO DOCENTE. INTRODUCCIÓN Y ESTRUCTURACIÓN DEL TEMA. A lo largo del tema usaremos el término niño como genérico de niño y niña, las siglas EI para referirnos a Educación Infantil. Para contextualizar este tema en relación con el resto de temario de la oposición, creemos que, aunque este tiene una relación con los demás temas objeto de estudio, tiene una conexión más directa el Tema 15 en el que hemos estudiado las funciones del profesorado en E.I. y la relación con las familias del alumnado. La importancia de vincular y desarrollar este tema a nivel legislativo en el Decreto 196/2022, de 13 de octubre de 2022, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias,, viene desarrollado en su artículo 9(Propuesta Pedagógica) en el que se expone la participación y colaboración con las familias, dándole importancia a la relación entre los profesionales y las familias bajo la corresponsabilidad y dejando recogido que los centros propiciarán cauces de participación y colaboración mutua haciendo explícitas las actuaciones previstas para favorecerlos. El tema se compone de cinco puntos fundamentales: *La familia como primer agente de socialización. *La transformación de la función educativa de la familia a lo largo de la historia. *Expectativas familiares respecto a la educación infantil. *Periodo de adaptación de los niños y niñas al centro educativo. *Relaciones entre la familia y el equipo docente. Diferentes estudios han puesto de manifiesto la importancia que tiene las experiencias de aprendizaje en la niñez para provocar y mantener pautas de conducta que se manifiestan en períodos posteriores de la vida. 1 Estas primeras experiencias de aprendizaje social han podido gestarse a través de la familia, los grupos de iguales y los medios de comunicación, factores éstos que constituyen los primeros agentes de socialización. En el presente tema vamos a hablar de uno de los agentes de socialización más influyentes: la familia. 1. – LA FAMILIA COMO PRIMER AGENTE DE SOCIALIZACIÓN. La familia es el contexto de socialización especialmente relevante para el niño, puesto que durante muchos años es el único y principal contexto en el que crecerá y, además, actuará como llave o filtro que selecciona la apertura del niño a otros contextos: son los padres quienes deciden el momento de incorporación del niño a la Educación Infantil; son los primeros en posibilitar al niño los primeros contactos con personas ajenas a la familia; elegirán el tipo de colegio al que irán sus hijos… · Podemos considerarla también como el núcleo donde se ejercen las máximas influencias educativas. Razones: - Porque el medio familiar es el más próximo al niño y el que ejerce una influencia más íntima y espontánea con él. - Por la familia proyecta en él una serie de modelos de conducta, de costumbres, expectativas y actitudes, que, en gran manera, van a condicionar su desarrollo. - Porque en la familia el niño encuentra el medio natural de expansión que paulatinamente va a ampliar hasta integrarse en la sociedad. - Porque la institución familiar refleja perfectamente en sí misma todo lo que constituye el medio social más amplio en el que está inserta. 1.1. El apego Durante los primeros meses de vida se establece un lazo afectivo, fuerte y duradero entre las personas que cuidan habitualmente al bebé y que denominamos apego. Las experiencias que los niños tengan en sus primeros años serán determinantes para el desarrollo de la personalidad futura. J.Bowlby formuló una teoría de apego, y en ella distingue 4 etapas: 1ª Etapa de preapego (0 a 6 semanas). El bebé utiliza reflejos innatos, distingue la voz de la madre pero aún no manifiesta conductas de apego. 2ª Etapa de formación del apego (6 semanas a los 7 u 8 meses). El niño muestra su preferencia por la madre, prestándole más atención y sonriendo con mayor facilidad. 2 3ª Etapa de apego propiamente dicha (8 meses a los 2 años). Demuestra el apego establecido con su madre reaccionando con ansiedad y enfado ante la separación. 4ª Etapa de la formación de relaciones recíprocas. (2 años en adelante). La capacidad de simbolización del niño permite representar a su madre, aunque no esté delante. El niño va camino de la autonomía. La vida cotidiana es la base de la formación de hábitos necesarios para el posterior establecimiento de relaciones sociales. Los hábitos confieren identidad a las personas que los poseen. Esta es su principal característica socializadora. R. Spizt llegó a demostrar que los niños que habían sido abandonados por sus progenitores entre el tercer mes y el primer año de vida, y que eran cuidados sin suficientes estímulos afectivos, sufrían importantes retrasos cognitivos y sociales, además de una susceptibilidad mayor a las enfermedades infecciosas. · Desde el punto de vista social, las funciones primordiales que realiza son: - Asegurar la supervivencia física del recién nacido. - Constituir su identidad a través de los procesos de interacción y vínculo afectivos que en su seno se establecen. Los factores que determinan esta construcción son: · Las relaciones interfamiliares: la forma en que los padres interactúen entre ellos y con sus hijos crea un clima afectivo de gran influencia en la creación de seguridad y autoestima en el niño. · La situación socioeconómica: en ambientes sociales de profesiones cualificadas se valora más la búsqueda de éxito educativo a lo largo plazo (autonomía, autoestima...). En senos familiares de profesiones menos cualificadas se valora más el conformismo y el comportamiento ligado a meras apariencias externas. Finalmente, concluimos este apartado exponiendo que, gracias a la familia, el niño aprende una serie de normas y pautas, que se siente querido y aceptado, elementos primordiales, ya que tal y como hemos estudiado en el Tema 3, en estos aspectos reside la clave para desarrollar una autoestima positiva, puesto que en la familia se encuentra la mano más segura que nos lleva a encontrarnos con el resto de la sociedad. 3 2. –LA TRANSFORMACIÓN DE LA FUNCIÓN EDUCATIVA A LO LARGO DE LA HISTORIA. · Las modificaciones que se producen en la sociedad repercuten directamente en la familia y viceversa. Por ello la función educativa familiar se ha modificado considerablemente a lo largo de la historia. La familia en la antigüedad. · En las sociedades griegas se hacía referencia a que no todos los hijos biológicos llegaban a tener los mismos derechos y a ser aceptados como tales. Era necesario que el padre decidiera aceptarle, y esto dependía del sexo y del tamaño que ya hubiera alcanzado la familia. Las niñas eran educadas por la madre y cumplían un papel pasivo en la sociedad. · En las sociedades romanas sólo si el recién nacido era aceptado por el pater familiar, recibía los cuidados necesarios para sobrevivir, esta figura, la de pater familiar, era la clave de la unidad familiar, el que ostentaba la autoridad y el encargado de la educación del niño. La madre, aunque de importancia secundaria, gozaba de gran respeto e influía significativamente en los hijos, ya que, hasta los siete años, en que pasaba de depender del padre, el niño estaba profundamente vinculado a ellas. · Presencia de la familia tradicional con estricta disciplina y jerarquía apoyada en la edad y el sexo, abundancia de hijos e importancia de la religión Sociedad pre-industrial: Hasta que tuvo lugar la Revolución Industrial, la educación seguía teniendo fines utilitarios, y el desarrollo de estos no es más que para recibir la formación e incorporarse al mundo productivo cuanto antes. Las sociedades tradicionales eran fundamentalmente agrícolas, y se caracterizaban por su escasa o nula movilidad social. Esta sociedad y su sistema de producción gira en torno a la familia, cuando los hijos se casan no salen del hogar para formar una nueva familia, sino que la nueva pareja y su descendencia pasan a formar parte de la familia originaria del varón. Sociedad industrial: · Surgen distintos tipos de empleos con el diferente prestigio y estatus que conllevan, y aparecen así nuevas clases sociales que se basan en los ingresos y no en la familia de origen. La familia se reduce a albergar a padres e hijos no casados. Otro factor que modifica las funciones de las familias es la posibilidad que la industrialización ofrece a la mujer de ejercer un trabajo remunerado fuera del hogar. Esto favorecerá su emancipación, pero genera la necesidad de que otras personas colaboren en la familia con el cuidado y educación de los hijos. 4 Sociedad actual. En la actualidad existe una gran diversidad de familias, todos los tipos de familia actuales existen en igual capacidad en lo que se refiere a cubrir las necesidades básicas que le competen. A continuación, repasamos cuáles son los diferentes tipos de familia que existen actualmente. ❖ Familia biparental con hijos.- La familia biparental con hijos es la más clásica, también conocida como nuclear o tradicional. Está formada por un padre, una madre y el/los hijo/s biológico/s. La mayoría de la población, al pensar en una familia, se imagina a la familia biparental con hijos. ❖ Familia homoparental.- Las familias homoparentales son aquellas que están formadas por una pareja homosexual (de dos hombres o dos mujeres) con uno o más hijos. ❖ Familia reconstituida o compuesta. - Esta clase de familia probablemente es la más frecuente en la actualidad debido a la creciente tendencia a la separación y al divorcio. ❖ Familia monoparental.- Las familias monoparentales están formadas por un único adulto con hijos. ❖ Familia de acogida.- Las familias de acogida constan de una pareja o un único adulto que acoge a uno o más niños de manera temporal mientras que no puedan vivir en su familia de origen o mientras no encuentren un hogar permanente. ❖ Familia adoptiva.- Las familias adoptivas constan de una pareja (o un adulto en solitario) con uno o más hijos adoptados. ❖ Familia extensa.- Está formada por varios miembros de la misma familia que conviven bajo el mismo techo. De este modo, pueden convivir padres, hijos y abuelos, o padres, hijos y tíos, etcétera. Vamos a ver los estilos de comportamiento de los padres y sus efectos. Los padres difieren unos de otros en cuatro dimensiones: les diferencia el grado de control sobre sus hijos; la comunicación que se establece entre ellos; las exigencias en la madurez y, por último, el afecto puesto en la relación de unos y otros. Combinando estos cuatro parámetros básicos podemos diferenciar tres tipos de padres en su comportamiento educativo: autoritarios, permisivos y democráticos. 1. Los padres autoritarios se caracterizan por manifestar altos niveles de control, de exigencia de madurez, y bajos niveles de comunicación y afecto explícitos. Dedican muchos esfuerzos a influir, controlar y evaluar el comportamiento de sus hijos, y son partidarios del castigo y medidas disciplinarias enérgicas. Los hijos, en estos casos, tienden a ser obedientes, ordenados y poco agresivos, pero también más tímidos y poco tenaces a la hora de perseguir metas. Tienden a tener una pobre interiorización de valores morales y llegan, incluso, a presentar problemas en el establecimiento de relaciones con sus iguales. 5 2. Los padres permisivos son bajos en control y en exigencias de madurez, pero altos en comunicación y afecto, y usan poco el castigo. Consultan al niño/a sobre decisiones que afectan a la familia, pero no le exigen responsabilidades ni orden. Los hijos de estos padres tienden a tener problemas para controlar los impulsos, dificultades a la hora de asumir responsabilidades, son inmaduros y con niveles bajos de autoestima, pero tienden a ser más alegres y vitales que los hijos de padres autoritarios. 3. Los padres democráticos presentan niveles altos de comunicación y afecto, también de control, exigencia de madurez e independencia. Son afectuosos y sensibles a las peticiones de atención del niño/a, pero no indulgentes, sino que les dirigen y controlan siendo conscientes de sus sentimientos, puntos de vista y capacidades evolutivas; además, les explican las razones que subyacen a una medida disciplinaria y controladora. Los hijos tienden a tener niveles altos de autocontrol y autoestima, son capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza e iniciativa. Suelen ser muy interactivos y hábiles en valores morales interiorizados. Como acabamos de ver, el comportamiento del niño es, en gran medida, una prolongación de su experiencia en el seno familiar. La familia puede configurar unos ambientes integradores, estimulantes para sus miembros o, por el contrario, reforzadores de tensiones y comportamientos erróneos; a su vez, los padres demandan y esperan de la escuela un tipo determinado de educación, lo analizamos a continuación, en el tercer epígrafe. 3. – EXPECTATIVAS FAMILIAR RESPECTO A LA EDUCACIÓN INFANTIL. Entre los aspectos que condicionan el tipo y la calidad de la educación de los más pequeños hay uno que, aun siendo de especial relevancia, suele pasar inadvertido, dado su carácter implícito y su naturaleza compartida con otras muchas personas de nuestro entorno. Nos referimos a las creencias o ideas sobre el desarrollo y la Educación Infantil. Tales ideas son importantes, porque influyen en lo que esperamos, cómo actuamos y cómo nos sentimos. La evolución de la sociedad y la consolidación de la familia nuclear ha provocado que la familia se encuentre con la necesidad de adelantar la edad de ingreso de sus hijos-as en la escuela. Las expectativas, que las familias manifiestan respecto a la función que debe cumplir la Educación Infantil, no son homogéneas y van a depender en la mayoría de los casos de la zona en la que viva la familia (rural o urbana), características singulares de cada familia, ciclo del que se trate, nivel económico y social de los padres, etc. Estas expectativas respecto a la Educación Infantil las podemos agrupar en tres: - Expectativas asistenciales, padres que no tienen ninguna exigencia desde el punto de vista educativo y sólo se fijan en el asistencial. La familia piensa que el niño es muy pequeño para aprender, pues desconocen las posibilidades educativas de sus hijos-as en esta etapa. Se conforman con que sus 6 hijos estén cuidados, recogidos mientras ellos trabajan, que el centro esté próximo a su domicilio, los horarios sean compatibles…Aunque esta postura no es mayoritaria, todavía está muy extendida en ciertos sectores de la sociedad. - Expectativas tanto asistenciales como educativas. Es una postura intermedia que tiene una exigencia tanto asistencial como educativa, considerando la educación infantil como un anticipo de la educación obligatoria. - Expectativas educativas. Existe un gran interés y valoración por La Educación Infantil. Son padres plenamente conscientes de las posibilidades educativas que ofrece esta etapa y de la importancia que tiene para el desarrollo integral del niño-a, es decir, desarrollo físico, intelectual, del lenguaje, afectivo y social. Afortunadamente, en la sociedad actual, esta posición va calando en las familias, entendiendo que la Educación Infantil complementa de manera positiva la acción educativa familiar. A continuación, nos referiremos a las expectativas de las familias respecto a las características que deben tener los centros educativos. Se valora: La preparación del personal docente. Que sus hijos sean atendidos en un clima de seguridad y confianza. La existencia de un ambiente lúdico y un buen trato. Un sistema educativo y unas programaciones adecuadas. Encontrar un alto grado de información respecto al proceso de desarrollo que siguen sus hijos. Poder contar con actividades para la formación de padres y madres. Buenas instalaciones. Como conclusión, hemos de señalar que las expectativas que una familia tenga respecto a la E. Infantil, de la escuela en general y de los docentes en particular, van a influir decisivamente en el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños, ya que muchas veces, aunque no lo pretendan, y de manera involuntaria acaban contagiando a los niños su concepción de la escuela infantil y de los maestros. 4 –PERÍODO DE ADAPTACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS AL CENTRO EDUCATIVO. La incorporación del niño al centro de educación infantil supone la salida del mundo seguro y conocido que para él es la familia, para enfrentarse a algo desconocido en cuanto a nuevos espacios, personas y roles a desempeñar, por esto es tan importante ofrecerles un buen periodo de adaptación. La Consejería de Educación de Canarias establece que el periodo de adaptación contará con la incorporación progresiva o la flexibilidad de horario para el alumnado de Educación Infantil, 7 escolarizado en el centro por primera vez, deberá planificarse de forma que este alumnado esté plenamente incorporado a la actividad académica a la finalización de los primeros 10 días lectivos de inicio de las clases en el centro..Según M.Conde: “... el camino o proceso mediante el cual el niño va elaborando, desde el punto de vista de los sentimientos, la pérdida y la ganancia que le supone la separación, hasta llegar a una aceptación interna de la misma” (1985). Es muy conveniente organizar una reunión de información destinada a los padres los futuros alumnos, acompañados o no por sus hijos. Durante esta reunión: ▪ Explicarles que dificultades pueden presentarse cuando un niño se incorpora por primera vez a un centro escolar. ▪ Darles directrices concretas para facilitar la adaptación, indicándoles algunas medidas prácticas. ▪ Insistirle en la necesidad de una colaboración y comunicación familia – escuela. ▪ Explicarles cómo se ha planificado dicho período de adaptación. Comenta Tavernier que, con este tipo de reuniones, y si cuenta con los medios precisos, la escuela puede ofrecer a cada familia un documento en que se resuma, con ayuda de textos y, si es posible, fotografías, lo esencial de las informaciones dadas. Padres e hijos podrán verlo juntos y hablar de la escuela durante las vacaciones, contribuyendo así a dominar el temor a lo desconocido y a desarrollar una espera positiva de la entrada a la escuela. · Condiciones que hay que cumplir en el período de adaptación: En estas primeras jornadas de incorporación del niño a su aula, hay que tener presente la posibilidad de una entrada escalonada. Esta denominación engloba dispositivos diversos. Tavernier nos describe algunos ejemplos: ❖ Los pequeños entran uno o varios días después que los medianos y mayores. Así encuentran ya establecido el funcionamiento global de la escuela. ❖ Los pequeños entran antes que los demás. Todos los adultos de la escuela están entonces disponibles para recibirles y acompañarlos. Además, la escuela está todavía libre de barullo de los “veteranos” y, por consiguiente, más tranquila. ❖ No se recibe a todos los pequeños al mismo tiempo, sino que se divide la clase en dos partes, o se forman pequeños grupos que se alternan o que se van sumando progresivamente. 8 En todos los casos, no hay que olvidar que el escalonamiento puede suponer una molestia para las familias. Por tanto, es preciso discutirlo previamente con ellas y obtener su acuerdo. En las orientaciones ofrecidas por la normativa vigente en torno al período de adaptación, se recuerda que hay que tomar en consideración distintos aspectos, independientemente de la modalidad de adaptación elegida, para asegurar que el objeto de facilitar la adaptación se cumpla: - Cuando se trata de conseguir un clima de tranquilidad para los niños, la presencia en la clase de muchos adultos puede generar justamente lo contrario. Por ello suele ser conveniente en este período procurar que no coincidan muchos padres al mismo tiempo, lo que es fácil de conseguir con un escalonamiento de días o de horarios. - Dado que la escuela y el aula del niño son un medio nuevo para los padres, es necesario darles unas pautas sobre qué hacer mientras están presentes. Hay que matizar que la presencia de los padres no tiene como objeto que se encarguen de sus hijos - Pautas sobre cómo actuar: no forzar el proceso de separación del niño, dejar al educador que sea quien organice la marcha del grupo y quien medie en los conflictos que surja entre los niños, etc. En general, de todas estas consideraciones hay que sacar en conclusión una idea clara: los padres deben colaborar en el período de adaptación de sus hijos. Teniendo en cuenta siempre las circunstancias laborales y personales de las familias. · Para valorar si un niño está adaptado o no ¿qué nos dice Conde? Según Conde, un niño está adaptado cuando se siente seguro para mostrar sus emociones, dar y recibir afecto. Cuando esto ocurre, tiene lugar una independencia del educador, una mejor utilización del espacio y los objetos, y la integración en el grupo. Otra de las maneras para tratar de facilitar el inicio de esta nueva etapa en la vida de los pequeños es a través de diferentes acciones a realizar en familia. Rutinas. Las rutinas son un marco temporal y espacial que le aportan seguridad y confianza a los niños, pudiendo aumentar progresivamente su autonomía. Favorecen una actitud positiva del pequeño, el interés, o la curiosidad por explorar nuevas experiencias. Se deben ir introduciendo los horarios del curso progresivamente, acostándolos antes, levantándose pronto, ir a visitar el centro… Por ejemplo: se pueden crear unas ventanas con cartón y velcro con imágenes de las rutinas, que deben ir cerrando a medida que se completan. De esta forma, se favorece su éxito autónomo poco a poco. 9 Involucrarles en el proceso. Comprar el material, preparar la ropa, dejar que elijan ciertos materiales… Ayudarles a través de la lectura. Se pueden recurrir a algunos títulos como‘Nacho va al colegio’(a partir de dos años); ‘Mamá ya viene’, (entre tres y cuatro años) o ‘Los tentáculos de blef. El miedo’, para niños de hasta 4 años. Por otro lado, no podemos dejar de hablar de lo fundamental que es este periodo para los maestros. Actualmente contamos con unas ratios muy amplias, lo cual supone un gran número de niños a los que atender simultáneamente. Como maestras no conocemos previamente a los niños, por lo que este momento permite conocer al niño de forma más cercana e individualizada, además de sus necesidades y emociones. La individualización es una máxima en la educación y este pequeño periodo nos permite adaptar nuestra práctica y programación a las características de nuestros nuevos alumnos. Algunas propuestas a seguir son: Planificar, prever y reorganizar. El periodo de adaptación debe ser planificado antes, durante y después. Las bases del proceso se enmarcan en la legislación de nuestra Comunidad Autónoma y se llevan al propio Proyecto Educativo y a la Propuesta Pedagógica, por lo cual debemos contar con las líneas previas de nuestro centro y adaptarlo a las características del aula. Sin embargo, recordemos que no conocemos a nuestro alumnado, por lo cual es vital revisar nuestra programación para dar respuesta a sus características y necesidades. El ambiente. Es importante cuidar los materiales, espacios, propuestas; garantizar un entorno atractivo, pero sin sobrecargar, acogedor, que transmita calma pero que incite a la acción. Podemos acompañar el espacio con fotografías de las familias, de los alumnos e ir incorporando sus creaciones… Esto es clave para cuidar las posibles adaptaciones a alumnos con necesidades especiales y garantizar la idoneidad de los materiales. Observar y evaluar. Crea tus propios objetivos, llévalos a indicadores observables y registra el proceso de incorporación. Esto facilitará conocer cómo el pequeño se adapta, y responder a sus necesidades de forma precisa. 10 Actividades y proyectos activos. Para animar al alumnado más pequeño a comenzar esta etapa existen numerosas actividades que atraerán su interés y les ayudarán a adaptarse poco a poco. Experiencias activas y creativas como la técnica de las ‘loose parts’ o minimundos. Para ello se puede utilizar los elementos del entorno, significativos para el niño, con los que favorecer el juego simbólico, la comunicación y la creatividad. Experiencias sensoriales. Bandejas de experimentación, mesas de luz, trasvases… También se puede combinar las habilidades lógico-matemáticas, con la psicomotricidad y la creatividad. Cesta de la paz. Con elementos atractivos y relajantes para el niño, puede sentar las bases para un rincón de calma y seguridad en momentos complicados. Juegos de presentación psicomotrices y musicales, siempre atractivos, iniciando el sentimiento de comunidad. Si en nuestro centro existe el Programa esTEla, nos coordinaremos con la compañera encargada de desarrollarlo para programar las actividades propuestas anteriormente. ¿Pero, qué ha pasado con este momento tan importante para nuestro alumnado de tres años en época de COVID? Se ha tenido que pensar en el plan de acogida o periodo de adaptación en el que la separación de las familias a la entrada del colegio sea lo menos doloroso posible para todos. Aparte de las tareas y actividades propias de acogida, presentación y de inicio de curso, tras la situación vivida por la pandemia, es prioritario cuidar la acogida del alumnado atendiendo en especial a aquellos que vivan situaciones de mayor vulnerabilidad emocional y social. Por ello, durante las primeras jornadas se realizarán actividades para trabajar las emociones, que recogeremos dentro del Plan de Acción Tutorial. (PAT). 4. –RELACIONES ENTRE FAMILIA Y EQUIPO DOCENTE. En la introducción de este tema, nombramos que en el artículo 9 de nuestro currículo se expone la importancia de la participación y colaboración con las familias en la etapa de EI. A continuación vamos a exponer las razones. a) Especificidad de los aprendizajes de los seis años: El aprendizaje de los más pequeños está muy enraizado en su vida cotidiana, en sus experiencias y vivencias. Durante los años previos a la escolaridad obligatoria los aprendizajes de niños y niñas se entremezclan y se confunden con sus vivencias, por lo que todo lo que hacen y viven fuera del centro escolar tiene tanta importancia educativa como lo que hacen en su interior. Por ello, los maestros deben ser conscientes de este 11 hecho y tratar de que su trabajo educativo tenga continuidad, para lo que la colaboración y participación de los padres parece imprescindible. b) Necesidad de complementar la acción educativa sobre el niño: Tanto padres como profesores no han de olvidar la necesidad de complementar mutuamente su acción educativa. Frecuentemente, madres y padres se sienten incompetentes para aportar al niño los aprendizajes y las vivencias que le son necesarias antes de su incorporación a la escolaridad obligatoria. Por su parte, maestros y maestras conocen sobradamente que su actuación con los niños debe estar conectada con sus experiencias fuera del recinto del centro educativo para poder mejor asegurar la personalización que en la educación de lo más pequeños es tan importante, y también para que las experiencias educativas de la Escuela Infantil tengan apoyo y continuidad con las experiencias familiares. c) Los datos de la investigación sobre la educación infantil y su impacto sobre el niño: Uno de los rasgos comunes de todos los programas efectuados más duraderos es la implicación de los padres en el proyecto educativo desarrollado en torno al niño en el centro educativo. Y cuanto más estrecha y activa es esa implicación, mejores y más estimulantes. Además, esas actitudes y esas prácticas se aproximan más a las que los educadores desarrollan en el centro educativo, por lo que se asegura una mayor continuidad familia-escuela, que resulta beneficiosa para niñas y niños. · Legalmente, esta relación se materializa: - A través de las AMPA: Tienen la finalidad de colaborar y participar en la educación de sus hijos. Así, algunas de sus funciones son: Asistir a los padres o tutores en todo aquello que concierne a la educación de sus hijos. Colaborar en las actividades educativas de los centros. Promover la participación de los padres de alumnos en la gestión del centro. · Dejando a un lado los aspectos legales, el equipo docente de Infantil puede y debe pedir y organizar la colaboración y participación de los padres de diferentes maneras. · Los aspectos esenciales que debe cumplirse en esta relación son: Intercambio de información: Consiste en que los padres y/o maestros aporten información sobre sus hijos o alumnos. Es el nivel más básico y sencillo de colaboración, pero no el menos importante. Cuando el niño accede a la Escuela Infantil, son su madre y su padre los que mejor le conocen, los que más saben sobre sus 12 capacidades y problemas, sobre sus gustos y preferencias. Y estas averiguaciones son necesarias para el maestro. Pero debe estar claro que el intercambio de información a propósito del niño o la niña no tiene que ser sólo de los padres hacia el maestro. Es también necesario que éste aporte a los padres aquellas informaciones que puedan ser relevantes. - Carteles, boletines, cartas, de forma personal… Implicación de los padres: Esta podrá adoptar distintas formas o niveles. Así podrá existir una implicación esporádica: reuniones grupales, individuales, colaboración en el período de adaptación, participación en salidas extraescolares especiales o en fiestas que se organicen. Conviene señalar que la expresión de implicación “esporádica” no supone necesariamente que ésta sea superficial o poco importante. Y la otra forma será la implicación sistemática, que tienen un carácter más regular, más estable, y que forma parte de la metodología de trabajo con los niños y niñas: asistencia regular y organizada de padres en el aula, colaboración regular y planificada en el trabajo educativo, con los niños (participación en determinados talleres o actividades regulares). Es preciso dejar claro algunos aspectos esenciales de cara a que la colaboración y participación esperada sea positiva. Podríamos resumirlos en los siguientes: 1. Es importante que exista una línea común consensuada sobre cómo se van a establecer las relaciones con los padres por parte de un determinado equipo. Será imprescindible en este sentido un proceso de reflexión y puesta en común sobre el papel que los distintos profesionales consideran que juegan los padres, las dificultades y logros en sus experiencias anteriores, la revisión de la tradición de la escuela en esta cuestión... Sin pretender llegar a un punto de vista único y uniforme, debe alcanzarse un cierto nivel de acuerdo que permita dar una respuesta coherente con el centro. 2. En el supuesto de que las cosas estén claras para el equipo educativo, es preciso que sus miembros sepan clarificar con los padres la complementariedad y diferenciación de los roles respectivos. Tal clarificación es de mayor utilidad para evitar malentendidos y consiste en delimitar lo más precisamente posible los campos de actuación de cada uno, poniendo límites tanto a las actitudes de injerencia de los padres en el trabajo de los maestros, como a la tentación que éstos puedan sentir de dictar a los padres como deben relacionarse con su hijo en casa. 3. Finalmente, cuando los niños presentan necesidades educativas especiales, alrededor del niño y de su familia se hallan trabajando varios profesionales, a veces del propio centro (departamento de orientación) y otras veces externos al mismo (equipos psicopedagógicos de sector). Es 13 importante coordinar y establecer la función de cada uno respecto a la familia, de cara a una colaboración más eficaz. Durante este curso, nos mantendremos en contacto con las familias, a través de la plataforma G-Suite siempre y cuando sea una comunicación educativa, si no, utilizaremos nuestro correo corporativo para cualquier intercambio de información oficial. Todo lo que se decida, debe quedarse recogido en el Plan de Digitalización del centro(desarrollado en el Tema 24 del temario estudiado) Antes de concluir con este tema, nos gustaría plantearnos cómo será nuestra intervención con el alumnado de 0 a 6 años en el aula. Una pregunta que nos debemos hacer es ¿nos imaginamos una escuela en la que todos los alumnos aprendan de la misma forma, al mismo ritmo, y con los mismos recursos? Seguramente no, porque sabemos que cada niño tiene sus propias características, intereses, necesidades y estilos de aprendizaje. Lo ideal sería ofrecer una educación que responda a las diferencias individuales, y que garantice el acceso, la participación y el éxito de todos los estudiantes. Desde la Dirección General de Ordenación de las enseñanzas, inclusión e Innovación de la Consejería de Educación de Canarias, nos ofrecen recursos para dar respuesta educativa desde nuestra aula a través del DUA, formando al profesorado en este enfoque pedagógico que busca crear entornos de aprendizaje flexibles, que se ajusten a las características y necesidades de cada alumno, y que les permitan desarrollar al máximo su potencial. El DUA se basa en los principios de la neurociencia, la psicología, y la educación inclusiva, y se inspira en el concepto de diseño universal. La Red Educativa Canaria-InnovAS apuesta por la creación de contextos de aprendizajes interactivos, exploratorios, competenciales y transformadores, tantos físicos como virtuales, a través de la práctica educativa que priorice los aspectos físicos, emocionales, cognitivos y sociales del alumnado a través de los diferentes ejes temáticos que nos ofrecen desde el proyecto PIDAS, al mismo tiempo que proyecta un aprendizaje centrado en la acción, la cooperación, el trabajo en grupo, la creatividad, la resolución pacífica de los conflictos, el compromiso y la corresponsabilidad. CONCLUSIÓN: La importancia de las familias en su papel estimulador del desarrollo infantil, debiendo adquirir un compromiso tanto con el niño como con los responsables de su educación en la Escuela. 14 Una buena interacción entre la escuela y la familia ofrece al niño una imagen de acercamiento y relación entre las personas que se ocupan de su cuidado y otorga al ámbito escolar un carácter de familiaridad y seguridad, imprescindible para favorecer el aprendizaje integral del alumno BIBLIOGRAFÍA: *Decreto 196/2022, de 13 de octubre de 2022, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, - Moreno y Cubero: “Relaciones sociales: familia, escuela y compañeros”. Buenas tareas. 2011 - Félix López: “Desarrollo afectivo y social”. Ediciones Pirámide. 2001. 15

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