Técnicas para el Aprendizaje Autónomo - Lectura Fundamental 1 PDF

Summary

Este documento presenta una lectura fundamental sobre la motivación y la autonomía en el aprendizaje virtual en el contexto educativo. Se exploran conceptos como la motivación como fuerza impulsora, el autoconocimiento, y la relación entre ambos en el proceso de aprendizaje. El texto incluye ejemplos, y un enfoque en la mejora y la autodisciplina.

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Unidad 1 / Escenario 1 Lectura fundamental Motivación y autonomía, clave en el aprendizaje virtual Contenido 1 La motivación. 2 La autonomía y el autoconocimiento Palabras clave: motivación, autoconocimiento, autoestima, heteronomía, recursos personales. 1...

Unidad 1 / Escenario 1 Lectura fundamental Motivación y autonomía, clave en el aprendizaje virtual Contenido 1 La motivación. 2 La autonomía y el autoconocimiento Palabras clave: motivación, autoconocimiento, autoestima, heteronomía, recursos personales. 1. La motivación En el siguiente texto vamos a encontrar cómo funciona la motivación, las dimensiones y las categorías que tiene. La finalidad principal de este documento es que cada uno encuentre, desde muy adentro, cuál es ese motor que lo impulsa, qué lo lleva cada vez más lejos; el mismo motor que impide detenerse y susurra que cada día falta un peldaño por subir; permitámonos entonces generar autoconocimiento. La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto. Si nos trasladamos al contexto educativo y consideramos el carácter intencional de la conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones, expectativas y representaciones que tengamos de sí mismo, de la tarea a realizar, y de las metas que pretendemos alcanzar, constituyen factores de primer orden que guían y dirigen la conducta de los estudiantes. Pero para realizar un estudio completo e integrador de la motivación, no sólo debemos tener en cuenta estas variables personales e internas sino también aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los estudiantes, variables con las que interactúan, y que los están influyendo constantemente. ¿Sabía qué...? De nada sirve un texto, o cualquier cosa, que nos hable de motivación si no encontramos la forma para motivarnos a nosotros mismos. Primero debemos encontrar nuestros impulsos, nuestros gustos. A partir de allí, vamos a emplear una metodología de aprendizajes significativos, para luego desarrollar una serie de actividades destinadas a encontrar nuestros fines u objetivos, y por qué no, la forma como nos proyectamos en un futuro. Todo con el fin de vernos, no como simples profesionales, sino como verdaderos artistas de lo que hacemos. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 2 1.1. Definición de motivación La motivación constituye una de las claves explicativas de la conducta humana. Se refiere al porqué del comportamiento (del latín, motus: movimiento; motivación: lo que mueve). Dicho de otra forma, la motivación es lo que originariamente determina que una persona inicie una acción (activación), se desplace hacia un objetivo (dirección) y persista en sus tentativas para alcanzarlo (persistencia). La motivación es un constructo hipotético (Ball, 1988), una inferencia que hacemos a partir de las manifestaciones de la conducta, en la que están comprometidos valores sociales que afectan a la persona y a su modelo de sociedad. De igual manera, depende directamente del tipo de individuo y de su formación. La motivación es uno de los factores, junto con la inteligencia y el aprendizaje previo, que determinan si los estudiantes lograrán los resultados académicos apetecidos (Beltrán, 1987:206). Ver figura 1. Figura 1. Factores y componentes de la motivación Fuente: elaboración propia POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 3 La motivación tiene tres dimensiones esenciales: activadora, directiva y persistente. Una persona motivada hacia algo debe encontrar un interés que active tal motivación, así mismo proponerse una meta precisa o un objetivo. (Ver figura 2) Si no se tiene claro qué se quiere alcanzar, es posible que se desfallezca rápidamente. Y por último, quien no lucha por algo es porque realmente no le motiva. Figura 2. Dimensiones de la motivación Fuente: elaboración propia Cómo mejorar... Margarita terminó su bachillerato y siempre quiso estudiar una carrera profesional, pero debía trabajar para mantener a sus dos hijos. Un día escuchó a una mujer en el bus que comentaba que estudiaba desde su casa. Entonces Margarita sintió que la posibilidad de estudiar también podría ser para ella, y empezó a buscar información de cómo hacerlo (Hasta aquí estamos hablando de la Dimensión Activadora). Es así que encontró la posibilidad de estudiar una carrera virtual, muy relacionada con su trabajo como cajera y decidió inscribirse e iniciar su preparación, con la aspiración de obtener un título como profesional. (Aquí hablamos de la dimensión directiva porque sus acciones se dirigen a su objetivo… ¿se les parece esto en algo a su situación actual?) Margarita, entonces, inició sus estudios. Mensualmente hacía un ahorro para poder cumplir no solo con sus obligaciones como madre, sino también con las obligaciones de la universidad, determinó un tiempo diario de estudio y logró culminar sus estudios con éxito. (Esta es la dimensión de persistir, que le permitió mantener en el tiempo su objetivo claro y conservar su conducta hacia el logro de su sueño). ¿Cómo pueden ver estas dimensiones en su vida? Piensen en un ejemplo personal y escríbanlo en su cuaderno o libreta de apuntes. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 4 La motivación mantiene amplias relaciones con otros conceptos igualmente comprometidos con la dirección y la intensidad de la conducta. Ellos son el interés, la necesidad, el valor, la actitud y la aspiración. Mientras que el interés hace referencia a la atención selectiva, la necesidad implica falta o carencia de algo que puede ser suministrado por una determinada actividad. Más complejo resulta el concepto de valor, que implica una orientación a la meta o metas centrales en la vida de un sujeto. ¿Cuánto aprecio?, ¿Cuánto estoy dispuesto a arriesgar para alcanzarlo?, ¿Hasta dónde puedo llegar o cuándo quiero detenerme? En la actitud se distinguen tres componentes: el cognitivo (ideas o creencias acerca de algo o alguien), el emocional (sentimientos de agrado o desagrado) y el conductual (conducta relacionada con el objeto de la actitud). Por último, la aspiración se refiere a la expectativa de alcanzar un nivel determinado de un logro. Cómo mejorar... ¿Qué papel juega en estos terrenos la motivación? Todos. Es el punto de partida y debe mantenerse activa en todo el proceso de aprendizaje. A veces se inicia con mucho ánimo, no obstante, se desfallece y el proceso resulta inútil, como si no se hubiese hecho nada. Un estudiante motivado logrará rendimientos satisfactorios, lo cual redundará en desempeños profesionales de calidad y en construcción de saberes de excelencia. 1.2. Categorías de la motivación La motivación le permitirá asumir progresivamente sus responsabilidades y a relacionarse consigo mismo metacognitivamente para lograr aprendizajes cada vez más significativos. Algunos expertos afirman que hay tres categorías importantes para el estudio de la motivación (ver figura3): las metas e intenciones con las que una persona se implica en la realización de una tarea; la competencia percibida del sujeto sobre las anteriores; y las reacciones afectivo-emocionales que se producen en él. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 5 ¿Sabía qué...? La metacognición es un término referido al aprendizaje que es controlado por sí mismo y que tiene tres dimensiones: el conocimiento acerca de nosotros mismos como seres cognoscentes (sujeto), el conocimiento acerca de la tarea que enfrentamos (tarea) y el conocimiento acerca de las estrategias que utilizamos para el logro de dicha tarea (estrategias). Es en otras palabras la autoconciencia de nuestro aprendizaje a partir de reconocer si hemos aprendido, qué hemos aprendido y cómo lo hemos aprendido. Miremos cada una en nuestro contexto de aprendizaje. Las metas e intenciones guían nuestra conducta académica y marcan, en gran medida, el tipo de recursos cognitivos que ponemos en marcha a la hora de enfrentarnos a los diversos aprendizajes, como por ejemplo, el tipo de estrategias que utilizamos y que nos permite lograr un aprendizaje significativo. Cómo mejorar... Existen dos tipos de metas, las de aprendizaje y las de rendimiento; en las primeras lo importante es el conocimiento, en las segundas lo importante es el resultado. ¿Con cuáles se identifican? Revisemos y anotémoslas en nuestro cuaderno o libreta de apuntes. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 6 1.3. Metas e intenciones Los estudiantes orientados hacia metas de aprendizaje tienen la intención de obtener conocimientos, de desarrollar su competencia; están convencidos de que el esfuerzo es la base del éxito o del fracaso, conciben la inteligencia como un aspecto variable, modificable o transformable. Los problemas difíciles no se constituyen en obstáculos, se convierten en un reto o desafío a enfrentar, con el pensamiento constante en el error de manera constructiva e implicándose más “en estrategias de procesamiento profundo de la información” (Dweck y Leggett, 1988; Meece, Blumenfeld y Hoyle, 1988; Nolen, 1988 en Valle Arias et al., 1997; Pintrich y De Groot, 1990 citado por Rinaudo, Barrera y Donolo, 2006). Figura 3. Categorías de la motivación Fuente: elaboración propia Los estudiantes orientados hacia metas de rendimiento se preocupan fundamentalmente por demostrar su capacidad, y creen que esta es la causa del éxito y del fracaso. Conciben a la inteligencia como un aspecto fijo y estable y solo pueden considerar a los problemas difíciles como un posible fracaso, y se implican frecuentemente en “el uso de estrategias de bajo nivel de complejidad” (Dweck y Leggett, 1988; Meece et al., 1988; Nolen, 1988; Pintrich y García, 1991 en Valle Arias et al. 1997; Pintrich y De Groot, 1990 citado por Rinaudo, Barrera y Donolo, 2006). Estos estudiantes se caracterizan también por tomar pocos riesgos durante sus estudios, prefiriendo obtener valoraciones positivas sobre tareas fáciles, que recibir una valoración negativa ante una tarea más desafiante y significativa, puesto que para ellos lo importante es ir a lo seguro. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 7 Cabe la posibilidad, como señalan algunos autores (Pintrich et al, 1991, citado por Rinaudo, Barrera y Donolo, 2006) de la existencia de metas múltiples. Se pueden orientar al mismo tiempo hacia metas de aprendizaje y hacia metas de rendimiento. Además, podría darse una variación en la opción de uno u otro tipo de metas, en función de la tarea que se le solicite al estudiante, de su situación o contexto particular. Competencia percibida En la competencia percibida son importantes y motivadoras para el estudiante dos cosas; que sean claros los objetivos de aprendizaje y la utilidad que tendrá en vida tal aprendizaje. Él debe saber qué se pretende, cuál es el objetivo o propósito en la realización de tareas académicas y sentir que ello cubre alguna necesidad (de saber, de realizar, de informarse, de profundizar, de relacionar, de integrar, etc.). Sucede que si uno no conoce el propósito de una tarea y no puede relacionar dicho propósito con la comprensión de lo que la tarea implica para sus necesidades, muy difícilmente va a poder llevar a cabo lo que supone un estudio en profundidad. Al no poder relacionar la tarea con las finalidades, el estudiante tenderá a adoptar un enfoque más de tipo superficial. Es relevante para el estudiante que el aprendizaje sea significativo, es decir, saber qué va a aprender y para qué. Si no hay una utilidad o una necesidad concreta o aplicable en la vida real de sus conocimientos es difícil que le encuentre una motivación al aprendizaje, a menos que éste sea algo de su total interés, algo que le guste sin necesidad de la academia. En los procesos de enseñanza- aprendizaje, desarrollar habilidades y estrategias conlleva esfuerzo y tiempo. Solo de esta manera se logra un aprendizaje significativo y funcional por parte de los estudiantes. Reacciones afectivo emocionales Las reacciones afectivo emocionales dependen de la valoración personal y subjetiva que él hace de sí mismo, son las que van a estar determinando el éxito o fracaso en sus estudios. Las distintas interpretaciones y valoraciones que realiza una persona de sus resultados académicos determinan su motivación, que depende también de la relación que tenga con su entorno, de las relaciones interpersonales y de los espacios adecuados de aprendizaje. Aunque las reacciones afectivas son internas, pueden presentarse circunstancias externas que varíen la percepción del estudiante hacia un aprendizaje. Si bien las actitudes, intereses, expectativas y las representaciones mentales del aprendiz son elementos importantes en el tipo de metas elegidas, otras cuestiones pueden influir en la predisposición a adoptar uno u otro tipo de metas. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 8 La percepción de los criterios de evaluación por parte de los estudiantes, el tipo de materia, el estilo de enseñanza y las características de la tarea influyen en la utilización de estrategias de aprendizaje. Es decir, estas interrelaciones definen mucho el tipo de estudiante que somos, y ayuda a determinar por qué no todos aprendemos de la misma manera. 1.4. La motivación en mi proceso académico Al pensar en una carrera universitaria vemos que hay materias específicas para la formación profesional y otras para la formación personal. Cada cual decidirá el tipo de dedicación que le otorgue a dichas materias y cómo se implicará en pos de lograr los mejores resultados. Es cierto que un estudiante motivado no siempre obtendrá las más altas calificaciones, pero estar motivado le favorece para adquirir un mayor compromiso con el trabajo diario y para alcanzar la constancia y el adecuado ritmo de estudio. Por otro lado, para obtener buenos rendimientos no basta con disponer de altas capacidades intelectuales, también es necesario el interés y el esfuerzo. Hay personas que quizás no cuenten con la capacidad suficiente para llevar a cabo ciertos estudios, sin embargo, llega a ser tan grande su interés, dedicación y esfuerzo que consiguen capacitarse de manera satisfactoria. Para resumir, no basta ser capaz, se hace necesario creer que se puede, y además estar dispuesto a realizar ciertos sacrificios para tal fin. En la actualidad se ha hecho necesaria la actualización profesional permanente, es una exigencia del medio determinada por la creciente producción de conocimientos y de la posibilidad de acceder a un enorme volumen de información (Rinaud, Barrera y Donolo, 2006). Como estudiantes virtuales estamos llamados a desarrollar habilidades y destrezas que nos permitan indagar, utilizar y manipular esa información para comenzar a construir con ella. Es claro que nuestro aprendizaje, y más en un entorno virtual, depende de los intereses, gustos, cuestionamientos y dudas que tengamos, es necesario entonces que como estudiantes seamos los protagonistas de los cambios, y para ello debemos prepararnos para lo que se ha llamado aprender a aprender (Rinaud, Barrera y Donolo, 2006). Para aprender a aprender debemos cambiar nuestra forma de pensar, el proceso de aprendizaje se genera a partir de un trabajo mutuo en el que el docente o tutor orienta y los estudiantes buscan y encuentran su camino (Rinaud, Barrera y Donolo, 2006), con lo cual construyen un conocimiento colaborativo. Es importante entonces reconocer que como estudiantes dependemos casi totalmente de nuestra motivación para avanzar en nuestro aprendizaje. Porque son ustedes estudiantes quienes disfrutan del conocimiento, y quienes se permiten sentir que aprender es lo mejor que les ha podido suceder en la vida; porque una persona que no disfruta lo que hace se convierte en esclavo de sus obligaciones. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 9 Pero la motivación no es observable, es un constructo hipotético construido por todos los elementos antes descritos y que ustedes han anotado en sus agendas. Nuestras motivaciones se hacen visibles a partir de las manifestaciones de la conducta, sin que exista una explicación unánime a tal fenómeno, ya que en ello están comprometidos valores sociales que afectan a la persona y a su modelo de sociedad (Ball, 1988, citado por Rinaudo, Barrera y Donolo, 2006). De igual manera dependen directamente del tipo de individuo y de su formación, porque, de nuevo, no todos aprendemos de la misma manera. En síntesis... “Hoy se le concede al estudiante un papel activo en la elaboración de sus conocimientos y si en la vida cotidiana un individuo aprende reinterpretando los significados de la cultura, mediante continuos y complejos procesos de negociación, también en la vida académica, el estudiante deberá aprender reinterpretando y reconstruyendo, y no solo asimilando la cultura “empaquetada” en las disciplinas académicas, mediante procesos de intercambio y negociación” Valverde Berocoso (1995, citado por Rinaud, Barrera y Donolo, 2006). 2. La autonomía y el autoconocimiento 2.1. Definición de autonomía La autonomía es una potestad del individuo para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. No obstante, el individuo debe mantener una relación adecuada con el mundo y regirse por normas externas que condicionan sus relaciones con el medio, esto se conoce como heteronomía. Entonces un individuo para ser autónomo debe ser a la vez heterónomo. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 10 Cómo mejorar... Un reto difícil en el humano es cambiar su forma de pensar. Para ser autónomos debemos abrir nuestro pensamiento a nuevas dimensiones, saber que ya no requerimos de un vigilante de nuestro aprendizaje, porque dicho vigilante seré yo mismo; la libertad no es hacer lo que a mí me plazca, es saber que puedo hacer lo que me interesa; que necesito de una disciplina de trabajo no impuesta por los demás, que nazca de mis necesidades y del manejo que haga de mi tiempo. Por último, saber que para que cada uno de los parámetros anteriores se vuelva cierto, debo ser consecuente entre mi pensamiento y mi acción. De nada sirve establecer compromisos que no voy a cumplir, o proponerme algo que no soy capaz de hacer, o imponerme una disciplina de trabajo que no voy a poner en práctica. Por eso el primer llamado es ¡cambiar mi forma de pensar! 2.2. Autonomía y autodisciplina necesarias para el proceso de aprendizaje Para hablar de la autonomía tenemos que hablar del individuo, del sujeto. E. Morin plantea que el sujeto es un ser bio-lógico, que corresponde a la lógica del ser vivo. Así mismo, se refiere al concepto de autonomía y afirma que un individuo, para ser autónomo, depende del mundo externo. No sólo es necesaria una dependencia de interrelaciones, sino una dependencia informativa y organizativa con respecto al mundo exterior; es por esto que habla de auto-eco-organización. Es decir, todo ser vivo, depende de su medio ambiente, ya sea biológico, social o cultural. Toda vida humana autónoma es un tejido de dependencias increíbles (rendimos cuenta de nuestros actos a los demás mientras los demás me rinden cuenta de sus actos a mí, lo que significa que mi ejercicio de libertad es válido mientras no vulnere al otro). Por tal razón, el reto de la autonomía no está en hacer seres individualistas y solita- rios, por el contrario, una verdadera autonomía deberá tener un carácter dialógico, haciendo hinca- pié en la integración solidaria de la persona con su comunidad. La persona autónoma tiene en cuenta al otro y por ende desarrolla una autonomía moral. Podemos decir que todos somos autónomos, en la medida que todos y cada uno de nosotros necesitamos del otro para “ser”. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 11 La autonomía se compone de tres elementos: la voluntad, la libertad y la autoestima. Miremos cada uno: Autonomía de la voluntad: La autonomía de la voluntad se convierte en una tarea de la persona que quiere serlo en el sentido auténtico. Implica asumir la propia responsabilidad en el pensamiento y la acción, por consiguiente, exige una coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace. Es el principio de un proceso de autonomía que se amplía constantemente (Brugger, 1995). El principio de esta es “elegir siempre de tal modo que la misma volición abarque las máximas de nuestra elección como ley universal” (Ferrater Mora, 2001). Cuando la voluntad no es autónoma, no se da a sí misma ninguna ley. Figura 4. Elementos de la Autonomía de la voluntad Fuente: elaboración propia Autonomía de la libertad: La autonomía de la libertad implica que el ser humano, a través del proceso educativo, va siendo capaz de desarrollar su capacidad reflexiva, de tal manera que se libera de sus impulsos y deseos despóticos, para lograr actuar sobre la base de una ética personal que se proyecte hacia el bien común. Educar en libertad no es solo formar en la capacidad de hacer cosas por sí solos, sino, por el contrario, preocuparnos de formar personas capaces de aceptar una convivencia armónica con los demás. No se es independiente, se es autónomo, lo cual implica la aceptación del otro y no su negación. “Este aprendizaje supone una transformación en la convivencia”. (Maturana, 2001). En una comunidad educativa virtual, nuestra convivencia es igualmente construible y depende de nuestra libertad. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 12 Figura 5. Elementos de la Autonomía de la libertad Fuente: elaboración propia La autonomía de la libertad va ligada con la interacción, entonces se hace fundamental la legitimación que cada uno logre de sí mismo. Según Maturana: “Debe cambiarse por el concepto de aceptación de sí mismo, de modo que uno no tiene que preguntarse por su propia legitimidad sino por la legitimidad de los otros”. Es la interacción la que define la autoestima. Autonomía de la autoestima: La autoestima empieza por la autoimagen, la cual, en cierta medida, nos da patrones de cómo nos ven los demás y cómo nos vemos nosotros mismos. Cuando se tiene una imagen positiva de uno mismo los procesos de autonomía son más fáciles. En la sociedad moderna es difícil construir una autoimagen positiva pues la carga de información hacia el amor propio es mancillada, se busca una masa que actúe igual, tenga las mismas necesidades y por ende consuma los mismos productos. Según Aviram R., Yonah Y: “La formación de la identidad no es un proceso de ‘autocreación’, sino más bien es un proceso de ‘autocomprensión’... La pregunta no es ¿qué identidad aspiro a tener? o ¿qué fines debo elegir? Sino más bien ¿quién soy?”. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 13 Figura 6. Elementos de la Autonomía de la autoestima Fuente: elaboración propia Existen tres factores activos que intervienen en la formación de la autoimagen: Uno es recibido, que es la herencia física; otro es la educación, la cual se nos impone; y el tercero es la autoeducación. Esta educación en los primeros años no es completamente voluntaria, sino que depende, primero, de la relación de la personalidad heredada, lo que hace de cada uno un individuo único por su estructura física, su aspecto y sus acciones; segundo, de las características individuales, del funcionamiento eficiente del sistema nervioso y, tercero, de las influencias educacionales que hacen de cada uno de nosotros miembros de una sociedad particular. Esta última hace que nuestra apariencia sea similar a la de otros y genera estereotipos como, por ejemplo, nuestra manera de vestirnos, pautas de conducta y valores, y nos da un lenguaje para poder expresarnos en la misma forma que otros y por ende, nuestra autoeducación influye de manera que deseamos parecernos a los demás; lo que genera una relación cíclica de crecimiento continuo (Feldenkrais, 1972) POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 14 Cómo mejorar... Para analizar mejor qué es la autoestima, partamos de la autoimagen, como lo define Mosche Feldenkrais en su libro Autoconciencia por el movimiento: “Actuamos de acuerdo con nuestra autoimagen. Esta a su vez gobierna cada uno de nuestros actos, es condicionada en grado variable por tres factores: herencia, educación y autoeducación. (…) Respondamos en el cuaderno o libreta de notas: ¿Quién soy yo? Tengamos en cuenta los tres factores mencionados Para conseguir una autoestima verdadera es necesario tener dos sensaciones: 1) La sensación de libertad, la cual es, efectivamente, una capacidad de autodeterminación, es el estar por encima de las determinaciones externas. 2) La sensación de confianza que permite abrirnos a fines más altos, y convertir la mayor cantidad de fines en medios. No obstante, esto se logra en un régimen de confianza recíproca. Así pues, el proceso de aprendizaje autónomo enfrenta un doble reto: 1) Lograr que los seres sean capaces de seguir aprendiendo fuera de los ámbitos educativos formales, llámense estos escuela, universidad, instituto, etc. propiciando que cada sujeto pueda ser “maestro de sí mismo”, al elegir la “autodirección” como forma de vida y 2) Lograr que la apertura que se fomenta en la autonomía no solo sea de índole estrictamente racional, –el deber ser– sino que se consideren los sentimientos y emociones que permitan a los individuos comunicarse. Este objetivo implica fortalecer en nuestros estudiantes su capacidad para “saber gobernar su vida emocional” y esto se conoce como autodisciplina. Entonces para ser estudiantes virtuales requerimos trabajar en nuestra autodisciplina. Es importante que logremos un conocimiento personal a partir de todos los elementos que hemos mencionado, el autoconocimiento permite autocontrol cuando nos permitimos autodeterminar las acciones a tomar frente a diversas situaciones, conectándolas con nuestra autodirección; lo que refuerza nuestra autodisciplina al permitirnos ser responsables y comprometidos con nuestros propósitos, integra la autopercepción al reconocer nuestros límites y nuestras cualidades y capacidades, y fortalece nuestro autoestima al aceptarnos como somos. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 15 La autoestima es producto del éxito que logremos sobre las pretensiones positivas o negativas que busquemos. Cuando el éxito es menor que dichas pretensiones, entonces surge la humillación, pero, cuando este es mayor, surge la satisfacción o bienestar personal. Como estudiantes nos veremos en situaciones difíciles, por ello tendremos que trabajar en superar la sensación de fracaso que algunas situaciones nos puedan generar comprendiendo igual que son situacionales y no nos definen. Generalmente, cuando se habla de autonomía para aprender, se piensa en las capacidades y recursos con los que puede contar un sujeto para realizar su autoaprendizaje. Es muy importante mirar más allá de los medios, es recomendable mirarlo desde el proceso, el proceso implica superación, desarrollo de capacidades, realizar tareas precisas que sustenten lo que se ha aprendido. Cuando hablamos de desarrollar autonomía en el proceso de aprendizaje no estamos hablando solamente de un desarrollo de estrategias y recursos para ser autónomos, hablamos de la capacidad afectiva necesaria para lograr dicha autonomía, y que se hace más específica y adecuada para el estudiante cuando los fines educativos a desarrollar son claros. “El ser humano tiene que aprender a decir sí o no desde sí mismo, no desde el temor de perder una oportunidad y quedarse atrás”. (Maturana, 2001). Cómo mejorar... Leamos lo que nos dice el autor Ángel Marcel (2007) sobre la autonomía: “A medida que cada uno trata de mejorarse, puede encontrar en sí mismo varias etapas de desarrollo. Y a medida que progresa, los recursos necesarios para corregirse más aún se tornan cada vez más sutiles. (p.43) Respondamos entonces las preguntas: ¿cuáles son las cualidades y capacidades que tengo para ser un estudiante virtual autónomo? ¿a qué le debo decir si y a qué le debo decir no? POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 16 La globalización, el crecimiento de la información y las nuevas tecnologías están exigiendo la capacidad de adaptarse rápido e innovar. Sin embargo, esta globalización no existirá como colaboración cuando lo que se busque, fundamentalmente, sea una lucha competitiva. El estudiante autónomo debe saber qué información buscar en un mar de contenidos, aprovechar la información previa para tomar lo que le sirve y construir desde lo que tiene, debe tener un pensamiento crítico, propositivo y creativo, que solucione problemas desde diversas perspectivas, para ello el paso inicial es ser un excelente lector de sí mismo y del entorno. En síntesis... Lo más importante para definir una disciplina de trabajo autónomo es el autoconocimiento, puesto que es la fuente principal de información autorreferencial que tenemos, se constituye en el motor motivacional de nuestra conducta de aprendizaje y de rendimiento académico. Esta es la manera en que como estudiantes llegamos a responsabilizarnos de nuestra conducta académica. Nos ayudará a atribuir nuestros logros a causas internas, como lo son nuestras habilidades, cualidades, recursos personales y esfuerzo. En otras palabras, no todos aprendemos de la misma manera, cada persona tiene una forma distinta de comprender y analizar el mundo, es un proceso personal e intransferible, entonces es necesario que cada uno imponga sus metas y compromisos con lo que hace, pues si sus objetivos son profundos es muy probable que sus aprendizajes sean mayores y mejores. La autorregulación o autodisciplina aparece como el componente clave de lo que es un aprendizaje eficaz. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 17 Referencias Beltan Llera, J. (1988) Para comprender la psicología. Estella –Navarra. Editorial Verbo Divino. Birch y Veroff. (1969) La motivación: un estudio de la acción. Alcoy – España. Editorial Marfil S.A.. Campillo, J. Psicología de la educación. Esp. 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POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 18 INFORMACIÓN TÉCNICA Módulo: Técnicas de Aprendizaje Autónomo Unidad 1: Autoconocimiento: motivación, autonomía y hábitos de estudio Escenario 1: Motivación y autoconocimiento; Fortalezco mi Autonomía Autor: Teresita Carolina Cabra Flórez y Luis Martín Trujillo Flórez Asesor Pedagógico: Diana Díaz Salcedo Diseñador Gráfico: Jully Guzmán Rodríguez Asistente: Leidy Alejandra Morales Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano. Prohibida su reproducción total o parcial. POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 19

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