Resumen Parte Exclusiva PEEC-30-40 PDF

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This document appears to be an academic paper, potentially an excerpt from a larger document or a chapter. It examines industrial and construction sectors in Spain. The document details the significant impacts of globalization on these sectors, including the rise of international competition and technological innovations. The role of economic integration and technological advancements are highlighted. It also touches on strategies for Spain to maintain competitiveness.

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CAPÍTULO VII – INDUSTRIA Y CONSTRUCCIÓN 5. EL ENTORNO Y LA POLÍTICA INDUSTRIAL (Preguntado en examen: febrero 1ª semana y septiembre) La globalización de las economías y la mayor competencia internacional han dado lugar a profundos cambios en la forma de concebir y desarroll...

CAPÍTULO VII – INDUSTRIA Y CONSTRUCCIÓN 5. EL ENTORNO Y LA POLÍTICA INDUSTRIAL (Preguntado en examen: febrero 1ª semana y septiembre) La globalización de las economías y la mayor competencia internacional han dado lugar a profundos cambios en la forma de concebir y desarrollar las estrategias empresariales. Entre los factores que han intervenido en este proceso están:  La difusión de innovaciones técnicas radicales, registradas principalmente en las tecnologías de información y comunicación (TIC).  La internacionalización de las actividades productivas, mediante la segmentación y la localización en distintos países de las diferentes fases del proceso productivo (outsourcing) en la búsqueda de un mayor aprovechamiento de las ventajas competitivas de cada región.  La intensificación de los procesos de integración económica, cuyo máximo exponente fue la formación de la Unión Económica y Monetaria (UEM). La internacionalización se ha debido a una mayor fluidez de los mercados de capitales que ha permitido homogeneizar las condiciones en las que se accede a la financiación y ha aumentado la competencia por la captación de recursos. La expansión del comercio mundial y la labor del GATT han posibilitado una progresiva desaparición de las barreras arancelarias (el sector de textil y confección es un claro ejemplo) La existencia de compañías internacionales y el mayor acceso a la información han uniformado las pautas de consumo de los países y generando un mayor clima de competencia internacional. España ya no presenta una ventaja comparativa en costes ni frente a los nuevos Estados miembros de la Unión Europea ni respecto de países asiáticos. Por tanto, es preciso buscar nuevas estrategias de competitividad basadas en la I+D. Las empresas que permanecieron en el mercado tras la crisis financiera de 2008 y ahora en 2021 son empresas que presentan una mayor probabilidad a realizar I+D y una mayor probabilidad de exportar. La Comisión Europea presentó una comunicación (CE, 2014) bajo el título “Por un renacimiento industrial europeo” donde se afirmaba que “La Comisión considera que una base industrial fuerte es fundamental para la recuperación económica y la competitividad europeas”. De hecho, se marcó como objetivo que, en 2020, el sector industrial recuperara el nivel del 20 % de la actividad económica. En España, se está bastante lejos Justo un día antes de declararse la pandemia por el COVID-19, la Comisión Europea volvía a presentar una guía de actuación para fortalecer la industria bajo el título “Un nuevo modelo de industria para Europa”, donde fundamentalmente apostaba por la digitalización y la descarbonización. En la actualidad, ese nuevo modelo sigue vigente y se ha insertado en el programa de ayudas para la recuperación Next Generation EU. La estrategia aprobada en España en 2021 se centra en cuatro objetivos:  Digitalización de sectores estratégicos: agroalimentario, salud, automoción, turismo y comercio.  Modernización y sostenibilidad de la industria, con especial atención a la transformación de la industria electrointensiva.  Impulso de las industrias “verdes” y digitales.  Estrategia Española de Economía Circular y modernización del sistema de gestión y tratamiento de residuos. El primero en aprobarse ha sido el PERTE para el desarrollo del Coche Eléctrico y Conectado (julio de 2021) CAPÍTULO VIII – EL SECCTOR DE SERVICIOS 2. EL SECTOR DE SERVICIOS 2.3 HACIA LA LIBERALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El proceso de terciarización de la economía española ha ido acompañado por una intensa intervención pública que ha ido dando paso a la liberalización. La Directiva para la liberalización de los servicios de la UE, así como el uso de las nuevas tecnologías está favoreciendo la creciente liberalización. La globalización de los mercados permite ofrecer gran número de servicios desde cualquier parte del mundo lo que está contribuyendo a marcar cambios en la estructura del sector. La expansión futura del sector servicios está condicionada a una mayor capitalización, aplicación generalizada de nuevas tecnologías, expansión de los servicios a las empresas y cambios sociológicos y políticos 3. EL TURISMO EN ESPAÑA 3.2 ESTRUCTURA DE LA DEMANDA Y LA OFERTA (Preguntado en examen: febrero 1ª semana y septiembre) La propiedad más relevante tanto de la demanda como de la oferta de actividades turísticas es su elevada concentración. En la demanda existen tres criterios sobre los que se puede analizar la concentración: los destinos, los mercados emisores y los meses  Destinos: concentración se explica porque el turismo de sol y playa es mayoritario en España. La demanda de destinos del litoral mediterráneo y archipiélagos es la más elevada, pero también Madrid. El 90% de turistas intern. van a parar a Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.  Mercados emisores: turistas intern. proceden en su mayoría de Reino Unido, Alemania y Francia seguido de Italia y EEUU. Dicha concentración está retrocediendo, en 2019 representaban el 48,3% frente al 66,2 % de 2001.  Meses: existe concentración según el periodo del año en que se realizan los viajes, se denomina estacionalidad y está motivada por la fuerte especialización en el turismo de sol y playa. Baleares es la comunidad con un turismo más estacional. Canarias es una excepción al ofrecer un buen clima a lo largo del año. Extremadura, cuya estacionalidad es bastante baja debido a que sus turistas son residentes españoles que demanda turismo rural y culturar todo el año con viajes de corta duración. Es importante tener presente que el turismo urbano es muy poco estacional y permite contrarrestar el problema de la estacionalidad. La Comunidad de Madrid es un claro ejemplo. La estacionalidad es un problema puesto que genera una elevada tasa de temporalidad en el empleo. Con el programa de turismo del Imserso se contribuye al mantenimiento del empleo y la actividad económica, paliando las consecuencias que produce el fenómeno de la estacionalidad en el sector turístico del país. Para que los territorios que más han sufrido los efectos de la pandemia mejoren sus ingresos es fundamental que se reduzca la estacionalidad. El grado de ocupación es el resultado de la oferta y la demanda de alojamiento a los precios existentes. Este indicador muestra si tiene algún problema de sobre alojamiento o no. En el gráfico se observa el avance de la ocupación en la etapa expansiva y como con la pandemia se derrumba. Se constata que el grado de ocupación en los hoteles de más calidad es muy superior, si bien se aprecia que está creciendo más rápido en los de calidad inferior. Se puede concluir que existe una sobreoferta en los alojamientos de menor calidad. 3.3 HACIA UN CAMBIO DE MODELO EN EL SECTOR TURÍSTICO ESPAÑOL (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El turismo de sol y playa es el segmento con más del 80 % del total. En los últimos años se están potenciando otras alternativas como el turismo cultural y urbano (congresos y negocios), de naturaleza o de salud. El turismo cultural se está consolidando en España:  Se mejora la oferta de ocio y cultura adicional al patrimonio existente en las ciudades (organización de festivales, nuevos museos y exposiciones temporales, rutas gastronómicas,...)  Se ha generado una mayor demanda por parte de turistas residentes auspiciada por las mejores vías de comunicación terrestre y ferroviaria, pero también por parte de turistas no residentes favorecida por el desarrollo de los vuelos de bajo coste. El turismo rural también está demandado fundamentalmente por residentes y ha experimentado un impulso importante en la última década. En España, tanto el turismo rural como el cultural se caracterizan por una menor estancia media en el destino, siendo fundamentalmente viajes en fines de semana y puentes. Tanto es así que las propias estadísticas de ocupación en los alojamientos rurales distinguen entre grado de ocupación medio y grado de ocupación en fin de semana. Un turismo que complementa al producto de sol y playa es el del golf. Clientes con mayor poder adquisitivo y con mayor gasto medio potencial. Se debe seguir trabajando para buscar un nuevo modelo de crecimiento del turismo de sol y playa del litoral no tan basado en la construcción y que genere una menor congestión. Se debe consolidar un modelo de crecimiento sostenido más comprometido con el medioambiente que ofrezca al turista un producto de mayor calidad y que no se sustente en una estrategia de precios bajos. CAPÍTULO IX – EL MERCADO DE TRABAJO 5. LAS REFORMAS DEL MERCADO DE TRABAJO Los Pactos de la Moncloa promovieron importantes reformas en otros mercados y sectores, pero las relaciones laborales continuaron bajo un elevado nivel de intervención que, al margen de la legalización de los sindicatos en 1977, intentaba mantener el control sobre la fijación de los salarios acorde con la inflación esperada y no con la pasada y conseguir así volver a la estabilidad en los precios. En la década de los setenta, además de controlar la evolución de los precios, el objetivo era reducir los posibles problemas sociales y políticos que podrían generarse si se introducía una mayor flexibilización en el mercado de trabajo. Las condiciones para introducir cierta modernización llegaron más tarde y fue en 1980 cuando se aprobó el Estatuto de los Trabajadores que intentaba renovar y equiparar el marco normativo español al europeo e incorporaba un generoso sistema de protección al desempleo, así como un papel destacado a los sindicatos. Desde entonces, las diferentes reformas que se han sucedido, hasta la última de diciembre de 2021, han centrado sus esfuerzos reformistas en cuatro ejes: el sistema de contratación y despido, la negociación colectiva, las políticas pasivas y activas. 5.1 LAS REFORMAS Y EL SISTEMA DE CONTRATACIÓN Y DESPIDO (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) La medida más conocida de la reforma de 1984 fue la legalización del contrato temporal de fomento del empleo, pero también otras fórmulas de contratación como el contrato para la formación y de prácticas dirigidos a los jóvenes. Estas medidas permitieron un cambio de tendencia en la tasa de paro a medida que se pasaba a un ciclo expansivo, pero también generó un problema de dualidad (segmentación) entre los trabajadores indefinidos (insiders) frente a trabajadores temporales (outsiders). La reforma de 1994, en la que se derogaron los CTFE con el objetivo de reducir las posibilidades legales para celebrar contratos temporales y buscar, de nuevo, el principio de causalidad en la contratación. Aunque, para evitar eso, las empresas utilizaron el contrato “eventual por circunstancias de la producción”. Otras medidas se dirigieron a fomentar los contratos de prácticas a menores de 25 años, así como los contratos a tiempo parcial. La reforma surgida en 1997 se realizaba con el acuerdo de todos los agentes sociales lo que supuso un impulso, pero también una limitación en los temas abordados. Se creó el contrato de “fomento a la contratación indefinida” con costes de despido de 33 días por año trabajado y de aplicación con bonificaciones a determinados colectivos cuyo empleo se quería incentivar. Además, se fomentaba la conversión de contratos temporales en indefinidos mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social lo que supuso un elevado coste para las cuentas públicas. En la reforma de 2001, se pretendía la reducción de la temporalidad que persistía incluso en la etapa expansiva como la potenciación de otras alternativas de contratación flexible que facilitaran el acceso al empleo de grupos específicos de desempleados. Se mantuvo el contrato de fomento a la contratación indefinida y se amplió su ámbito de acción (jóvenes de 16 a 30 años, mujeres en sectores se participación minoritaria o parados con más de seis meses de búsqueda de empleo). Los contratos de formación se ampliaron a los desempleados discapacitados, los extranjeros durante los primeros años de su permiso de trabajo, los desempleados con más de tres años sin actividad laboral (es decir, se eliminaba la limitación de los 21 años como edad máxima). En la contratación temporal se redujo la indemnización a ocho días por año trabajado. Se fomentó la contratación a tiempo parcial permitiendo “cualquier jornada inferior al tiempo completo”. En el 2006, se pusieron en marcha dos medidas para frenar la temporalidad: incorporación de restricciones legales a la concatenación de contratos temporales y la disponibilidad de ventajas fiscales, tanto para la transformación de contratos temporales a indefinidos como para la celebración de contratos indefinidos en la relación inicial con el trabajador. Los contratos de formación se limitaron a personas con discapacidad y desempleados que trabajaran en talleres de empleo (sin límite de edad) y también para jóvenes menores de 25 años que trabajaran en escuelas taller, suprimiendo al resto de colectivos que se habían considerado en 2001. La reforma de 2010 tuvo un impacto limitado debido a que se trata de cambios menores. Se vuelve a modificar el contrato de fomento a la contratación indefinida ampliando el colectivo de desempleados que pueden obtenerlo, como los desempleados que lleven buscando empleo tres meses, que siempre hayan concatenado contratos temporales o que hayan perdido un contrato indefinido en una empresa diferente. Dentro de los 33 días por año trabajado de indemnización por despido improcedente, ocho días los asumirá el Fondo de Garantía Social y se bonifican las cotizaciones a la Seguridad Social durante 3 años. La reforma de febrero de 2012, de carácter estructural con medidas en torno a dos ejes, la búsqueda de la empleabilidad del trabajador y la estabilidad en el empleo. Se intensifica la flexibilidad interna dentro de la empresa mediante:  Eliminación del sistema de clasificación por categorías de los trabajadores a favor de una clasificación más genérica de grupos profesionales  Reducción del salario o la movilidad geográfica si existe una causa objetiva.  La eliminación de la autorización administrativa previa para el régimen de suspensión de contratos y las reducciones de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. La reforma de 2012 plantea transformaciones en:  El contrato para la formación y el aprendizaje  Se reconoce el derecho del trabajador a la formación continua de 20 horas al año y el sistema de formación para el empleo se liberaliza  Se crea una modalidad contractual dirigida a las pymes sometida al régimen general de los contratos indefinidos, pero con bonificaciones  Se permite la realización de horas extraordinarias en los contratos a tiempo parcial indefinidos  Se impulsa el trabajo a distancia. En diciembre de 2021 se aprueba la última reforma laboral donde los contratos temporales solo se pueden utilizar en dos situaciones: la sustitución de un trabajador o por circunstancias de la producción, bien sean “imprevisibles” o “previsibles”. En el último caso, se conocen como contratos “ocasionales”, por ejemplo, para cubrir una campaña de rebajas en el comercio, no pudiendo superar, en este caso los 90 días. 5.2 LAS REFORMAS Y LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA (Preguntado en examen: ninguna pregunta) En el Estatuto de los Trabajadores se creó un sistema de negociación colectiva muy atomizado en el que existían varios niveles de negociación: provincial, sectorial, etc. Los logros y acuerdos alcanzados en niveles superiores se tomaban como mínimos en los niveles inferiores, ya que el convenio negociado en un sector era de aplicación automática en las empresas de dicho sector. En 1994 se introdujo la posibilidad de “descuelgue” de una empresa, pero se utilizó muy poco al exigirse el acuerdo de todos los agentes. Se estableció descentralización al permitir negociar en la empresa aspectos que no se hubieran tratado explícitamente en las instancias superiores. En la reforma del 2010 aumentó la posibilidad de descuelgue para una empresa, pero se seguía precisando un acuerdo con los trabajadores o, en última instancia, recurrir a la mediación. En la reforma de 2012, se profundizó en la flexibilización de la negociación colectiva con la idea de ligar las condiciones salariales a la productividad y/o rentabilidad de la empresa y poder contribuir a su competitividad. Las medidas fundamentales propuestas fueron:  Permitir a una empresa con una causa justificada descolgarse de un convenio de ámbito superior sin acuerdo sometiéndose al arbitraje obligatorio de la Comisión Consultiva de Convenios Colectivos  Permitir negociar convenios de empresa que afecten a temas relevantes sin que éstos deban venir condicionados por lo acordado en los ámbitos superiores  Eliminar la “ultraactividad” de los convenios que mantenía vigente al último convenio hasta que no se firmara el nuevo. En la reforma aprobada en diciembre de 2021 ya no se permite el descuelgue de la empresa del convenio de ámbito superior de sector y la ultraactividad vuelve a ser efectiva sin límite de prórrogas de los convenios vigentes. Esto evita que se pierdan derechos adquiridos en convenios pasados si dejan de estar operativos al no firmarse otro nuevo. En España se observó un incremento de costes salariales totales hasta 2012, cuando desde 2009 se vivía una recesión muy severa que supuso la pérdida de un número muy importante de puestos de trabajo. La explicación de que se produjeran incrementos salariales por encima de la tasa de inflación de esos años es que se firmaron muy pocos convenios durante esos años, por lo que automáticamente se prorrogaban los antiguos que implicaban subidas salariales mayores Mientras que estaba destruyéndose puestos de trabajo a una tasa muy elevada, la remuneración real por asalariado en el sector privado seguía creciendo y no es hasta finales del 2013 cuando se aprecian signos de cambio de tendencia. Este fenómeno puso en evidencia que la economía española seguía realizando los ajustes en cantidades (empleo) en lugar de en precios (salarios). Otros países como Alemania no subieron los salarios y, además, realizaron un ajuste en el “margen intensivo”, es decir, no en el número de trabajadores (sería el “margen extensivo”) sino en el número de horas trabajadas, lo que parece más distributivo para el conjunto de la sociedad. CAPÍTULO X – SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL 2. SISTEMA FINANCIERO Y FLUJOS FINANCIEROS 2.1 OBJETO DEL SISTEMA FINANCIERO (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Sector real es el que recoge las decisiones y operaciones referentes a la producción, consumo, inversión (términos reales) y al intercambio. Sector financiero se centra en el conjunto de procesos de financiación que se realizan en la economía (gozan de una característica común: la utilización de instrumentos de crédito o financieros) Los instrumentos financieros (IF) son reconocimientos de deuda de quien recibe la financiación, que es el prestatario, a favor de un prestamista, que es quien facilita los fondos. Estos IF permiten:  Trasvasar financiación entre los sujetos o sectores de una economía en un momento del tiempo  Transferir las propias rentas de un sujeto desde el presente al futuro. Conocer y analizar el conjunto de procesos de financiación que se producen en el interior del país y con el resto del mundo constituye el objeto fundamental de estudio de los sistemas financieros. 2.2 BALANCE Y FLUJOS FINANCIEROS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA (Preguntado en examen: ninguna pregunta) En el balance se muestran los cinco sectores, cuatro de ellos nacionales:  Instituciones financieras: desglosada en seis subsectores: Banco de España, Otras instituciones financieras monetarias, Fondos de inversión no monetarios, Otras instituciones financieras no monetarias, Empresas de seguros y Fondos de pensiones;  Administraciones Públicas  Sociedades no financieras  Hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares  Resto del Mundo El balance financiero muestra la riqueza financiera (AF-P=activos financieros netos) de cada sector o subsector. En diciembre’21 el saldo del balance financiero es negativo (-846.863 millones de €). Si desglosamos por sectores, los Hogares e IPSFL así como las Instituciones financieras y el Resto del mundo tienen saldo positivo. Las Administraciones Públicas y Sociedades no Financieras tienen saldo negativo. En los años posteriores a la crisis del 2008, el endeudamiento, o posición deudora, de la economía española creció casi un 50. Desde 2014 se ha logrado reducir ligeramente. La fase alcista del último quinquenio previo a la pandemia ha permitido, en parte, corregir el fuerte desequilibrio con relación a la posición deudora de España con el exterior debido fundamentalmente a la fuerte reducción del endeudamiento de hogares y empresas. El peso del endeudamiento ha sido absorbido en los últimos años por el sector público, cuyos instrumentos presentan menor riesgo de refinanciación y de liquidez y tienen un vencimiento a más largo plazo. Las perspectivas acerca de la intensidad de corrección del elevado endeudamiento exterior se han tornado menos favorables con la crisis económica derivada de la pandemia que han provocado un incremento en el endeudamiento de las administraciones públicas y de las sociedades no financieras. Durante los años de expansión económica previos a 2008, el sector privado adquirió un elevado nivel de endeudamiento producto del fuerte dinamismo de un gasto interno financiado en buena medida por ahorro externo propiciado por las favorables condiciones de financiación vigentes durante la fase expansiva de la economía española, que alimentaron una elevada acumulación de deuda por parte de las empresas y las familias, así como un sobredimensionamiento de nuestro sistema bancario y un sesgo de su balance hacia los riesgos de naturaleza inmobiliaria. Durante el periodo de 1997 a 2007, se alcanza un elevado endeudamiento fue posible por la apertura y acceso a mercados internacionales lo que se tradujo en un elevado nivel de endeudamiento con el exterior, aspecto que pese a la corrección de los últimos años sigue arrastrando nuestra economía y que se ve reflejado en el balance financiero. Tras el estallido de la crisis, las ratios de endeudamiento siguieron avanzando debido a la inercia de los flujos de financiación y a la fuerte contracción del PIB. Posteriormente, tendieron a estabilizarse y se adentraron en una senda descendente. La deuda de las familias, que alcanzó un porcentaje máximo del PIB del 85 % en junio de 2010, redujo su peso en 26,5 puntos porcentuales, hasta situarse en diciembre de 2021 en el 58,4 %. En 2020 los hogares españoles incrementaron su capacidad de ahorro motivado por la incertidumbre sobre el futuro escenario económico y por las restricciones derivadas de la pandemia. Las fuertes tensiones inflacionistas derivadas de los precios de las materias primas provocadas por la invasión por parte de Rusia de Ucrania podrían retrasar la recuperación. La corrección del exceso de endeudamiento de las familias y empresas es un paso necesario para sustentar la recuperación sostenida de la demanda interna. Aunque a corto plazo pueda limitar el potencial de

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