Estrategia Industrial y Turismo en España 2021

La situación en España indica que aún se encuentra lejos de alcanzar este objetivo establecido para el año 2020.

La Comisión Europea presentó una guía para fortalecer la industria en 2020, antes del COVID-19. Esta guía enfocaba la apuesta en digitalización y descarbonización.

Este programa de ayudas abarca la estrategia industrial presentada en 2020 y sigue enfocado en digitalización y descarbonización.

La estrategia española para la industria en 2021 se basa en cuatro objetivos claves para el crecimiento económico.

El primer PERTE aprobado en julio de 2021 se centra en el desarrollo de coches eléctricos y conectados.

Un proceso que ha ido acompañado de una intensa intervención pública, dando paso a un proceso de liberalización.

Esta directiva, junto con las nuevas tecnologías, impulsa la liberalización de los servicios.

La globalización permite ofrecer servicios desde cualquier lugar del mundo, lo que transforma la estructura del sector.

La globalización ha transformado la forma de crear estrategias empresariales. Factores determinantes incluyen la difusión de innovaciones tecnológicas, la deslocalización de actividades productivas (outsourcing) buscando ventajas competitivas y la intensificación de la integración económica.

La intensificación del comercio internacional ha llevado a una mayor competencia, especialmente en sectores como el textil, debido a la eliminación de barreras arancelarias promovida por el GATT.

La expansión de la información y las empresas internacionales ha estandarizado las preferencias de consumo, intensificando la competencia a nivel global.

Debido a la mayor competencia internacional, España ya no tiene una ventaja en costos con respecto a otros países de la Unión Europea o Asia. Se necesitan nuevas estrategias basadas en la investigación y desarrollo (I+D).

Las empresas que sobrevivieron a la crisis financiera de 2008 y 2021 tienden a realizar más investigación y desarrollo (I+D) y exportar más.

La Comisión Europea reconoce la importancia de una base industrial sólida para la recuperación económica y la competitividad de Europa.

La internacionalización de las empresas se ha visto facilitada por la mayor fluidez de los mercados financieros. Esto ha homogeneizado las condiciones de acceso a la financiación y ha aumentado la competencia.

La deslocalización de las actividades productivas (outsourcing) busca aprovechar las ventajas competitivas de diferentes regiones, segmentando el proceso productivo en varios países.

La concentración de la demanda turística en España se refiere a la distribución de los turistas según los destinos, los mercados emisores y los meses del año.

La mayoría de los turistas internacionales en España se concentran en destinos de sol y playa, como las costas mediterráneas y los archipiélagos, así como Madrid.

Los principales mercados emisores del turismo internacional en España son el Reino Unido, Alemania y Francia, seguidos de Italia y Estados Unidos. Sin embargo, esta concentración está disminuyendo.

La demanda turística en España se concentra en ciertos meses del año, especialmente en los de clima cálido. Este fenómeno, conocido como estacionalidad, es más notable en Baleares.

Canarias presenta un clima agradable durante todo el año, lo que se traduce en una menor estacionalidad en comparación con otras regiones.

El turismo urbano, menos estacional, ayuda a mitigar la estacionalidad, como se observa en la Comunidad de Madrid.

La estacionalidad genera problemas en el empleo turístico, con altas tasas de temporalidad. El programa Imserso busca paliar este problema.

El grado de ocupación en los alojamientos turísticos se refiere a la cantidad de plazas ocupadas en relación con la oferta total. Este indicador puede revelar problemas de sobreocupación o falta de ocupación.

En la reforma española de 2010, las empresas podían desvincularse de un convenio colectivo superior con un acuerdo de trabajadores o mediante mediación.

La reforma laboral de 2012 buscó aumentar la flexibilidad en la negociación colectiva, vinculando las condiciones salariales a la productividad y rentabilidad empresarial.

Una empresa, con una causa justificada, podía desvincularse del convenio superior sin acuerdo, pero con un arbitraje obligatorio de la Comisión Consultiva de Convenios Colectivos.

La reforma de 2012 permitió negociar convenios de empresa que no estaban sujetos a los acuerdos en niveles superiores.

La reforma de 2012 eliminó la ultraactividad de los convenios, lo que significaba que un convenio se mantenía vigente hasta la firma de uno nuevo.

La reforma laboral de 2021 revirtió la posibilidad de descuelgue y reestableció la ultraactividad de los convenios.

A pesar de la severa recesión y la pérdida de empleos, los salarios en España aumentaron por encima de la inflación entre 2009 y 2012.

El aumento de los salarios en España durante la crisis se explica porque la mayoría de los convenios se renovaron automáticamente, aplicando las subidas establecidas en los convenios antiguos.

El sector real se centra en la producción, consumo e inversión, mientras que el sistema financiero se encarga de la financiación a través de instrumentos como los créditos.

Los instrumentos financieros son documentos que representan una deuda del prestatario al prestamista. Permiten el traslado de fondos entre personas o sectores en distintos momentos.

El balance financiero muestra la riqueza financiera de cada sector, con activos netos (AF) menos pasivos (P). Un saldo positivo indica riqueza, uno negativo, deuda.

El saldo del balance financiero es negativo (-846.863 millones de €) en España. Los hogares e IPSFL son los únicos con saldo positivo, mientras que las Administraciones Públicas y Sociedades no Financieras tienen deudas.

Tras la crisis de 2008, la deuda española aumentó casi un 50%. Sin embargo, desde 2014 se ha reducido gradualmente.

El objeto de estudio de los sistemas financieros son los procesos de financiación dentro de un país y con el resto del mundo.

El balance financiero se divide en cinco sectores: Instituciones Financieras, Administraciones Públicas, Sociedades no Financieras, Hogares e IPSFL y Resto del Mundo.

Las Instituciones Financieras se subdividen en seis subsectores como el Banco de España, otros bancos y fondos de inversión.

El nivel de endeudamiento de las familias españolas alcanzó su punto máximo en 2010, llegando a representar el 85% del PIB. Sin embargo, gracias a una serie de medidas, se ha logrado reducir esta cifra hasta el 58,4% en 2021.

El sector público ha absorbido una gran parte del endeudamiento tras la pandemia, lo que ha disminuido el riesgo de refinanciación y liquidez. Las empresas y hogares tienen menos deuda que antes.

Durante los años de crecimiento económico antes de 2008, el sector privado acumuló mucha deuda, alimentada por un gasto interno financiado por el ahorro externo y unas condiciones de financiación favorables. Este crecimiento condujo a una fuerte expansión del sector bancario y a una concentración en el sector inmobiliario.

El fuerte endeudamiento externo, acumulado en la década previa a 2008, sigue siendo un lastre para la economía española, a pesar de las mejoras recientes. La corrección de este desequilibrio se ha visto afectada por la crisis económica derivada de la pandemia.

Después del estallido de la crisis financiera de 2008, las tasas de endeudamiento siguieron aumentando debido a la inercia de los flujos de financiación y la fuerte contracción del PIB. Sin embargo, estas tasas se estabilizaron y comenzaron a disminuir.

El aumento de la incertidumbre económica y las restricciones de la pandemia llevaron a los hogares españoles a incrementar su ahorro en 2020.

La escalada de precios de las materias primas provocada por la guerra en Ucrania ha generado tensiones inflacionistas que podrían frenar la recuperación económica.

Aunque la última fase alcista previa a la pandemia logró reducir el desequilibrio en la posición deudora de España con el exterior, la crisis ha generado nuevas dificultades para la corrección de la deuda externa.