Resumen Parte Exclusiva de PEEC-1-26 PDF
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This document provides a summary of the Spanish economy. It analyzes the contribution of various factors to economic growth and examines the evolution of prices. The document includes data on the internal demand, external demand, and the overall performance of the economy throughout different periods. It also discusses issues relevant to economic policy and analysis in Spain.
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PARTE EXCLUSIVA DE PEEC CAPÍTULO I – EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA. RETOS PENDIENTES 4. CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO: EL PIB Y SUS COMPONENTES (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) Se distingue entre la demanda interna, que incluye el consumo final (privado...
PARTE EXCLUSIVA DE PEEC CAPÍTULO I – EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA. RETOS PENDIENTES 4. CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO: EL PIB Y SUS COMPONENTES (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) Se distingue entre la demanda interna, que incluye el consumo final (privado y público) y la inversión frente a la demanda externa que corresponde con el saldo neto de exportaciones e importaciones de bienes y servicios. Durante la etapa expansiva (hasta 2007) fue la demanda interna la que propició el crecimiento sostenido del PIB (crecimiento real medio del 4,5 %, tasa de crecimiento real media de la demanda externa negativa del 0,7 %.) Durante la Gran Recesión demanda externa aporta cierto crecimiento al PIB, aunque no suficiente para compensar fuertes caídas en la demanda interna. PIB real español registra tasas negativas bastante elevadas. De 2014 a 2019, la etapa expansiva se ha apoyado en la demanda interna. Con la pandemia, demanda interna se derrumba porque la demanda externa muestra una caída menor (del 2,2 %). Este menor impacto es debido a que exportaciones e importaciones cayeron y la demanda externa recoge el resultado neto. En el período 1996-2007, consumo final es la partida que más aportó al PIB. Las importaciones también crecieron muy intensamente, de manera que el saldo neto de la demanda externa no contribuyó al crecimiento del PIB Durante la recesión (2008-2013) se desploma la inversión (cae un 2 % de media) y consumo privado. En la demanda exterior, exportaciones muestran comportamiento positivo que unido a la caída de las importaciones genera un saldo positivo. Este no fue suficiente para evitar que el PIB cayera (+1 %) De 2014 a 2019, PIB español creció a un ritmo medio anual del 2,7 % apoyándose en la demanda interna. Dado que el crecimiento de exportaciones e importaciones fue muy similar, hizo que la demanda externa prácticamente no contribuyera al crecimiento del PIB. En 2020, todas las variables retroceden excepto el gasto de la admón. Pública. El incremento del gasto que realiza el Estado no es suficiente para compensar la caída en el consumo privado. Demanda externa cae poco, ya que tanto las exportaciones como las importaciones descienden. 5. LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) La evolución de los precios se puede medir mediante el índice de precios al consumo (IPC) o el deflactor del PIB. El indicador más utilizado es el IPC puesto que al tener menos productos, es más fácil de calcular y ofrece una frecuencia mensual, frente a una frecuencia trimestral en el deflactor. Además, se calcula el IPCA (IPC armonizado) que ofrece medición homogénea para los Estados miembros de la UE siendo la evolución de ambos índices muy similar. El diseño del IPC trata de acercarse a este patrón de consumo, para lo cual se utiliza la información que ofrece la Encuesta de Presupuestos Familiares Intensa escalada de precios que se produjo en la década de los 70 en España, Italia y Francia, se debió al incremento del precio del petróleo y la crisis energética a raíz de 1973. A comienzos de los ochenta comienza a controlarse la subida de precios en todos los países. A partir de 1995 todos los países de la futura zona del euro tenían que ajustar sus tasas de inflación y aquí se observa cómo estos cuatro países(Alemania, Francia, Italia y España) ajustan su inflación. Aunque España mantenía de partida tasas más elevadas, cumplió con el criterio de convergencia. En España los precios han crecido más que en la zona euro. A partir del esfuerzo realizado hasta 1999 de contención de precios para cumplir el requisito del Tratado de Maastricht, la tasa de inflación española se situó entre el 3 y 3,5 % y se distanció de la tasa media de la zona del euro alrededor de un punto porcentual. En 2009 los precios se hundieron y mostraron una tasa media anual negativa y que se ha vuelto a repetir. Entre 2014 y 2016 gran parte de la caída de los precios se debió al abaratamiento del petróleo y esto supuso una reducción en los costes empresariales y lo trasladaron a precios. La subida del precio del petróleo contribuyó a que en 2017 y 2018 los precios crecieran. En 2020, la caída en la demanda mantuvo los precios estables, pero en 2021 ha presionado al alza los precios. Existe un problema de suministros que está impidiendo en algunos sectores que la oferta cubra la demanda y están subiendo los precios de la energía. Distintas explicaciones sobre la existencia de un diferencial de inflación entre regiones. Los factores estructurales que se apoyan en la hipótesis de Balassa-Samuelson según la cual la convergencia entre países lleva aparejada la convergencia en el nivel de precios de manera que aquel país que parta de precios más bajos presentará un período de mayores tasas de inflación. Los factores cíclicos en el sentido que pueden afectar en distinto grado a las economías y además, existe evidencia de cierta persistencia en la inflación, en especial en aquellos países que tienen cláusulas de salvaguardia de los salarios. CAPÍTULO II – EL SECTOR EXTERIOR Y LAS RELACIONES CON LA UNIÓN EUROPEA 2. LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El PIB per cápita español experimentó un intenso avance hasta 2007 (a excepción de un ligero retroceso en 1993). Otros países también han mostrado una tendencia creciente intensa. Se observa la magnitud del retroceso vivido durante la Gran Recesión en todos estos países perdiendo una década de desarrollo, siendo más intensa en España ya que es una economía que depende en mayor proporción del turismo y, en el caso del Reino Unido porque ha coincidido con el Brexit. Sin embargo, es preciso recurrir al indicador de convergencia, puesto que analiza el cambio temporal en el proceso de convergencia mediante la dispersión de la variable de referencia en cada momento del tiempo. Cuando el indicador disminuye, existe mejoría y viceversa y no se ve influenciado por el crecimiento medio del PIB per cápita. Como vemos en el gráfico anterior, la dispersión de los cinco países es más elevada que la de los cuatro países, por tanto, España está introduciendo una mayor divergencia en el grupo (aunque no sólo se pierde divergencia por España) Es muy significativa la reducción del coeficiente sigma hasta 1975 cuando se incluye España como consecuencia del fuerte proceso de convergencia que existió en nuestro país. De hecho, en los cuatro países europeos comenzaron a empeorar su convergencia antes (en 1973), pero en 1981 ya comenzaron a mejorarla. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta España el coeficiente sigma siguió estancado hasta 1986. La crisis de los noventa fue más dura en el Reino Unido e Italia, lo que explica que aumentara más el coeficiente para los cuatro países que para el grupo de los cinco. Desde entonces, los dos grupos mejoran en convergencia. Incluso antes del inicio de la Gran Recesión, cuando las economías estaban todavía creciendo, aumentó la divergencia. Durante la Gran Recesión se pierde convergencia en los dos grupos de países porque no solo España sufre un retroceso importante, también Italia. Durante la expansión entre 2014 y 2019 no cambia la posición relativa de la riqueza de Alemania, Reino Unido, Francia e, pero el PIB per cápita español crece más deprisa que en estos países, dando lugar a que el coeficiente del grupo de los cinco muestra una mayor convergencia. Durante la pandemia Alemania ha soportado mejor los efectos negativos por lo que ha aumentado la divergencia en ambos grupos. La teoría plantea que las economías menos desarrolladas crecerán más rápidamente que las más desarrolladas. Sin embargo, la evidencia empírica en la Unión Europea y en España muestra que los países más ricos no paran de crecer y están mejor preparados ante la recesión. 6. LA POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONAL (PII) (Preguntado en examen: septiembre) La PII recoge, en un momento dado (es una variable fondo) el valor de los activos financieros, de los residentes que constituyen derechos sobre los no residentes y los pasivos de los residentes del país frente al resto del mundo. La diferencia entre los activos y pasivos es la posición neta de la PII. La PII española en las últimas dos décadas ha sido negativa. Hay que señalar que se produjo un incremento en la partida del Banco de España de activos netos frente al Eurosistema como consecuencia de la aplicación de la política monetaria flexible del BCE aplicada con medidas no convencionales de liquidez para hacer frente a la crisis de deuda soberana y a las restricciones de liquidez. Con ello, aumentó la deuda del Banco de España respecto al Eurosistema. Con la llegada de los fondos del Next Generation EU se ha intensificado (y seguirá creciendo) esta partida. 7. ANÁLISIS DEL COMERCIO EXTERIOR (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El crecimiento del grado de apertura a finales del siglo XX fue intensa, pero paró al comienzo del siglo XXI debido a que, en 2001, con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y el estallido de la burbuja de las empresas “punto.com” el comercio internacional se estancó. Desde ese momento, el grado de apertura de la economía española se ralentiza y tarda en aumentar. La distancia entre el grado de apertura frente a la tasa de apertura comercial se mantiene muy estable porque el impacto de los servicios no varía. En 2009 se produjo el derrumbe del grado de apertura comercial que se trasladó al grado de apertura. A partir de ahí, cambia la tendencia por el mejor comportamiento de los ingresos por turismo. En 2020 por la pandemia, la apertura de la economía española retrocede sobre todo por el efecto en los servicios (turismo). El grado de apertura comercial no cae tanto durante la pandemia (medidas están en términos relativos al PIB y en ese año cayó un 10,8 %, luego exportaciones e importaciones cayeron). La tasa de apertura comercial ya había retrocedido en el año 2019 indicando cierta ralentización del comercio exterior español. TEORÍA DEL COMERCIO INTERNACIONAL Teoría clásica (ricardiana): comercio exterior surge por la existencia de ventajas comparativas (productividad y salarios) en la producción de los bienes en los que se especializa y exporta. Heckscher–Ohlin: ventaja comparativa con la existencia de dotación de recursos y de tecnología. Cada país exportará aquellos productos en los que tenga una ventaja comparativa. Modelo débil ya que asume competencia perfecta y no movilidad de factores entre países; mientras que en la UE existe movilidad de factores, dotación de recursos similar y falta de competencia. Nueva teoría del comercio internacional: falta de condiciones de competencia perfecta consecuencia de los rendimientos crecientes a escala y la diferenciación de producto. El comercio exterior español presenta un carácter intraindustrial, siendo los bienes de equipo, sector del automóvil y productos químicos los sectores con índice mayor, sectores caracterizados por tecnología elevada y mayor diferenciación de producto que hace que las economías de escala sean más intensas y cada país se esté “especializando” en un determinado tipo de productos. El índice de ventaja comparativa revelada (IVCR = 100* ) es adecuado para analizar la competitividad de los sectores. Los productos que presentan superávit son alimentos, semifacturas no químicas, automóviles y otras mercancías. España continúa con un cambio de estructura en su especialización: disminución de ventaja comparativa en manufacturas tradicionales y afianzamiento de las ventajas comparativas en actividades de tecnología media como los bienes de equipo. La excepción, el sector de la alimentación, que está aumentando su ventaja comparativa incorporando productos elaborados con mayor valor añadido. Buen comportamiento de las exportaciones de los productos químicos (gran parte se debe a los medicamentos) que, aunque siguen exhibiendo un déficit comercial, tanto su IVCR como sus exportaciones han mejorado. Exportaciones de automóviles no crece tan rápido (producción española está sesgada hacia modelos pequeños su valor) En las importaciones se observa incremento de valor en el sector de automoción en las etapas expansivas. La Unión Europea es de gran relevancia para el comercio exterior español. Con la recesión de 2008 se redujo su importancia, ya que las empresas españolas buscaron otros mercados alternativos con más posibilidades de crecimiento. Durante esos años aumentó el peso de exportaciones hacia América, África y Asia, disminuyendo la relevancia de las ventas a la UE. Las exportaciones a China siguen creciendo y en el bienio 2020-2021 suponen el 3,0 % del total de exportaciones españolas. También han aumentado las exportaciones “más cercanas” a la Unión Europea. En las importaciones existe dependencia energética de la economía española por las compras a los países de Oriente Medio y África, aunque este peso relativo también está determinado por el precio del petróleo como se comprueba en la caída tan notoria del peso de Oriente Medio entre 2020 y 2021. Está creciendo el peso de productos procedentes de China. Las importaciones procedentes de India y Bangladesh o de Japón y Corea, explican que las importaciones de este continente representen el 21 % de las importaciones españolas en los años 2020 y 2021. CAPÍTULO III – POBLACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA 4. INDICADORES DE BIENESTAR SOCIAL Y DESIGUALDAD. 4.1. ÍNDICE DE GINI (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Indicador básico empleado para examinar la desigualdad de rentas. Asocia a cada distribución de renta un número real que refleja su nivel de desigualdad y permite cuantificar lo alejada que se encuentra una distribución de rentas de la distribución perfectamente igualitaria. El índice toma valores entre cero y uno, considerando rentas no negativas. El valor uno refleja máxima desigualdad y cero la mínima. Un aumento en el índice de Gini se interpreta como un aumento de la desigualdad. Entre 2008 y 2012 se produjo un incremento medio de la desigualdad (con una tasa anual de crecimiento del 1,4 %). Con la recuperación económica parece haberse contenido. Se observa aumento de dispersión entre Comunidades Autónomas. Aquellas con mayor desigualdad antes de la recesión incrementaron más rápidamente los niveles de desigualdad en la renta de sus habitantes durante la recesión de 2008. Con la pandemia el índice de Gini ha disminuido, a pesar de la fortísima disminución que se produjo en el PIB y el PIB per cápita. Esto es un indicador más de las ventajas que han tenido la aplicación de medidas correctoras como, por ejemplo, los ERTE 4.2. ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO (IDH) (Preguntado en examen: Febrero 1ª, septiembre y desarrollo 2ª semana) La riqueza per cápita medida con el PIB o con la renta disponible es el indicador más utilizado para evaluar el nivel de vida de la población. Esto es limitado a la hora de mostrar la capacidad y la calidad de vida de los habitantes de un país. En la década de los noventa las Naciones Unidas comenzaron a publicar informes sobre el IDH que incorporaba variables relacionadas con la salud, la educación y el bienestar material, se trata de asociar el desarrollo humano con variables que van más allá de lo puramente monetario. El ranking de países cambia cuando se utiliza el IDH o el PIB per cápita. El IDH de España a principios del siglo XXI redujo distancias respecto de los mejores países, pero en los últimos años de expansión, aunque mejora lo hace al mismo ritmo que los diez mejores con lo que la distancia se mantiene constante. En 2020, ha bajado ligeramente respecto 2019. En España, los factores educativos y de edad han compensado la negativa evolución de la variable monetaria (PIB) durante las dos últimas recesiones, la financiera y la originada por la pandemia. ARTÍCULO DESIGUALDAD DE LA RENTA Y REDISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA A PARTIR DE LA METODOLOGÍA DEL WORLD INEQUALITY LAB. (Preguntado en examen: Febrero 1ª Y 2ª semana) La metodología del Worl Inequality Lab consiste en combinar datos fiscales, encuestas y cuentas nacionales para construir series sobre la distribución de la renta nacional antes y después de impuestos, transferencias y consumo público. Existe una brecha entre ingresos recogidos en datos fiscales (algunos componentes del PIB no están sujetos al IRPF, no se reportan a valor de mercado y existe evasión fiscal), las encuestas de hogares (individuos no siempre declaran de manera exacta sus rentas por lo que subestiman el valor total de algunos componentes de la renta o excluyen algunos y la renta total de cada país. Esto impide ligar de manera consistente el crecimiento económico y la desigualdad y, por tanto, entender qué grupos se benefician en mayor medida del crecimiento económico y porqué. 2. ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO LA COMPOSICIÓN DE LA RENTA NACIONAL Y SU DISTRIBUCIÓN? Se define la renta nacional antes de impuestos como: suma de ingresos del trabajo y capital. Las rentas del trabajo son la suma de todos los flujos de ingresos laborales, directos e indirectos. Los flujos de ingresos se miden antes de impuestos, excluyendo las cotizaciones sociales. Las rentas del capital están compuestas por los intereses, dividendos, alquileres, beneficios no distribuidos y rentas mixtas. EVOLUCIÓN DE LA RENTA NACIONAL En las economías desarrolladas, la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional ha caído desde los años ochenta en beneficio de las rentas del capital. La disminución en el precio relativo de los bienes de inversión, a menudo atribuida a los avances en la tecnología de la información y la era de las computadoras, indujo a las empresas a alejarse del trabajo y enfocarse en el capital. El aumento del poder de mercado y de las empresas “superestrella” han contribuido a la pérdida de peso de las rentas del trabajo en la renta nacional en Estados Unidos. Desde los ochenta se da un proceso gradual de modernización de la economía española, el cual conlleva desplazamiento de autónomos por sociedades mercantiles, con el consiguiente declive de las rentas mixtas y el aumento de las rentas financieras. La participación de las rentas del capital en la renta nacional estaba en mínimos a principios de los ochenta y aumentó durante esa década con el proceso de recuperación tras la crisis del petróleo y la reconversión industrial. Desde los noventa hasta la actualidad, el peso de las rentas del capital se ha mantenido constante, volviendo a coger fuerza a raíz de la crisis de 2008. Este incremento se explica por un aumento de ingresos por alquileres, dividendos y beneficios empresariales, así como por la caída de las rentas mixtas, y limitado incremento de salarios. El peso de las rentas del capital en la renta nacional parece haberse reducido con la llegada de la pandemia, debido a la fuerte caída de los dividendos y de los beneficios empresariales no distribuidos. DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA En España, el boom inmobiliario previo a la crisis de 2008 redujo la desigualdad de la renta. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, el aumento del desempleo y el recorte de salarios, el 40% más pobre, y en mayor medida el 50% más pobre experimentaron una mayor caída en sus ingresos en términos relativos que el 10% y el 1% más rico. El estallido de la pandemia del COVID-19 frenó este proceso de recuperación y la evidencia más reciente apunta a un aumento de la desigualdad de ingresos, debido a una mayor incidencia del desempleo y de la pérdida de ingresos salariales entre los grupos de renta más pobres. La desigualdad de la renta está fuertemente relacionada con los cambios en la composición de la renta agregada. Para el top 1% las rentas del trabajo representan menos del 35% de sus ingresos, y para el resto entre un 65% y un 85%. Para los grupos de rentas más altos tienen mayor peso las rentas financieras y las rentas mixtas. Importancia de las rentas por desempleo en los deciles más bajos y de las pensiones en los deciles medios. El peso de las rentas del capital entre los grupos más ricos ha aumentado en la década que siguió a la crisis financiera de 2008, por la reducción de tipos de interés y recuperación de los beneficios empresariales. El 50 % más pobre, con la crisis vio un fuerte descenso de sus salarios, compensado en parte por el aumento de las prestaciones, aunque hoy en día, no ha recuperado su posición relativa anterior a la crisis. 3. ¿CÓMO AFECTA AL SISTEMA DE IMPUESTOS Y TRANSFERENCIAS A LA DESIGUALDAD DE LA RENTA? La renta nacional después de impuestos es igual a la renta nacional menos los impuestos, más las transferencias sociales y el consumo público. Los impuestos indirectos representan un 50% del total a lo largo de todo el periodo, y los impuestos directos el otro 50 %. El impuesto directo más importante es el IRPF que representa en torno al 30-40 % a lo largo del periodo, seguido del impuesto sobre Sociedades con un 8-18%. Desde los noventa hasta el presente, el peso de los impuestos en la renta nacional ha sido muy sensible al ciclo económico, ganando importancia durante las expansiones y perdiéndola durante las contracciones. Los primeros años de la crisis financiera e inmobiliaria, la recaudación por IVA, IRPF e IS cayeron con especial virulencia. El IRPF ha ganado peso desde la crisis de 2008 y el IS lo ha perdido, siendo la importancia de este último en la actualidad aún menor que antes del boom inmobiliario de los 2000, y la del IRPF mayor. Las transferencias incluyen prestaciones no contributivas, mientras que el consumo público está formado por el gasto corriente en materia de educación, sanidad, protección social y servicios generales, defensa, seguridad y otros. Desde 1980 hasta la actualidad, el consumo público en sanidad es el que más peso ha ganado en relación al consumo público total, a expensas del consumo público en servicios generales que se ha visto reducido en igual proporción. El consumo público aumento entre 1980 y principios de los noventa con la expansión del Estado del Bienestar y aumento del gasto en sanidad y educación. Desde los noventa hasta la actualidad, se ha mantenido más constante, aumentando ligeramente su importancia durante expansiones y cayendo durante contracciones. Aumento del consumo público del 23 al 28% entre 2019 y 2020, debido a la contracción económica y al aumento del gasto sanitario por la crisis del COVID-19. El 50% más pobre se beneficia en mayor medida de la redistribución a partir de 2007 que el 40% intermedio, debido a la mayor pérdida de renta antes de impuestos y trasferencias entre los grupos con menor ingreso. La progresividad del sistema fiscal ha variado significativamente a lo largo del periodo. Mientras que el 0,01% más rico pagaba impuestos por valor de un 29% de su renta en impuestos en 1999, este porcentaje aumentó hasta el 40% en 2007, para volver a caer hasta el 27% en 2019. Esto se debe al aumento y posterior pérdida de recaudación por el Impuesto sobre Sociedades. Los grupos de rentas bajos y medios pagan entre un 20 y un 30 % de su renta en impuestos, siendo el tipo mayor para los grupos bajos que para los medios. El porcentaje de renta que representan los impuestos sobre los productos cae con el nivel de renta, mientras que en el caso del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades crece con el nivel de renta. Los impuestos sobre la propiedad representan una carga más baja y proporcional de la renta a lo largo de toda la distribución. 4. ¿QUÉ POLÍTICAS PÚBLICAS PODRÍAN AYUDAR A REDUCIR LA DESIGUALDAD DE LA RENTA EN ESPAÑA? Se identifican cuatro dimensiones a partir de las cuales se puede progresar para igualar la distribución de los ingresos antes de impuestos: capital humano, mercado laboral, modelo productivo y la desigualdad de la riqueza. La evidencia empírica muestra que, a mayor rendimiento académico y nivel educativo, mayores son los ingresos futuros. En España parecen no ser suficientes Hay individuos que han alcanzado el mismo título educativo, aquellos que provienen de familias más privilegiadas tienen ventajas sustanciales en el mercado de trabajo. Las políticas que tengan como objetivo la reducción de la desigualdad de ingresos tiene que ir enfocadas a cerrar la brecha social o de clase. EDUCACIÓN El alto nivel de fracaso escolar y abandono temprano de los estudios se podría traducir en un mayor número de estudiantes de formación profesional. Diseñar más y mejores mecanismos de colaboración entre los centros de estudios tanto de formación profesional como universitaria con el sector público y privado. MERCADO LABORAL Los logros serían limitados si no se corrigen a su vez las deficiencias del mercado laboral y del modelo productivo. El desempleo estructural, la precariedad laboral y la temporalidad característicos de la economía española son una fuente determinante de desigualdad de rentas, puesto que afectan en gran medida a las clases más bajas MODELO PRODUCTIVO España tiene un modelo productivo que se caracteriza por baja productividad, composición sesgada hacia sectores de bajo valor añadido, intensivos en trabajo, y vulnerables ante crisis económicas. Esto hace que el empleo sea muy sensible a las fluctuaciones del PIB y contribuyen a perpetuar las desigualdades de ingresos existentes. Se podría fomentar la inversión en sectores en los que España tiene una ventaja comparativa, como, el sector de las energías renovables, así como diseñar políticas que permitan a los sectores estratégicos tradicionales, como el turismo o la agricultura, generar mayor valor añadido vía nuevas tecnologías vía por ejemplo las nuevas tecnologías. Estas medidas podrían ayudar a corregir también los bajos niveles de empleo de alta cualificación que es capaz de generar el mercado de trabajo en España y el problema de sobre cualificación y fuga de cerebros de los últimos años. DESIGUALDAD DE LA RIQUEZA En España existe un sesgo del ahorro hacia formas de riqueza no productiva como la vivienda, que contribuyen a explicar el estancamiento de la productividad, exacerbando el conflicto distributivo en el reparto de la renta. La población con ingresos bajos y medios canaliza sus escasos ahorros hacia la vivienda habitual, mientras que los hogares con mayores ingresos y ahorros adquieren (y/o heredan) además de la vivienda habitual, propiedades y activos financieros de inversión que tienden a tener una rentabilidad mayor. Medidas que garanticen un acceso asequible a la vivienda habitual, como el alquiler social, políticas que se focalicen en ayudar a diversificar el ahorro de las clases medias y bajas no solo en activos no financieros, sino también financieros mejora de la educación financiera durante la educación obligatoria y/o un aumento de la participación de los trabajadores en el capital de sus empresas. POLÍTICA FISCAL El bajo crecimiento de la productividad y la desigualdad de ingresos antes de impuestos merman la capacidad recaudatoria del sistema tributario, la cual se encuentra de forma persistente por debajo de la media de la UE. Entre las posibles medidas en materia fiscal, se podría reformar el IS de tal manera que su capacidad recaudatoria volviera a ser al menos similar a la que era antes del boom inmobiliario de los 2000. Sería conveniente revisar la imposición patrimonial, al menos de aquellos impuestos que son recurrentes (IBI y Patrimonio). Se podría pasar a un sistema que generalizara el Impuesto sobre el Patrimonio a una parte más numerosa de la población sobre la base de dotar a ambos tributos de reglas uniformes de valoración de los activos, que acomodara su complementariedad y que acrecentara su carácter progresivo eliminando algunas deducciones actuales de carácter muy cuestionable Minimizar la competencia fiscal a la baja entre Comunidades Autónomas, que beneficia en gran medida a las rentas y patrimonios más altos. Se debe mejorar la lucha contra la evasión fiscal dentro y fuera de nuestras fronteras, tanto de individuos como de empresas. Y se debería abordar el actual sistema de transferencias en los colectivos vulnerables CAPÍTULO IV – INVERSIÓN EN CAPITAL TANGIBLE E INTANGIBLE 3. LA DOTACIÓN DE CAPITAL EN LAS COMUNIDADES AUTONÓMOMAS (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Existe elevada dispersión en la dotación de capital incluso entre regiones parecidas en tamaño y población. La Comunidad de Madrid está aumentando su protagonismo muy intensamente, seguida de Cataluña; mientras que la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla y León o Canarias han perdido relevancia. Comparar cifras absolutas de capital físico no permite obtener resultados concluyentes, por lo que aquí se selecciona la formación bruta de capital fijo per cápita en relación al PIB per cápita de cada región. Las regiones con una mayor FBCF son aquellas que muestran un PIB per cápita más elevado. La línea de tendencia del gráfico, permite interpretar que las regiones que están por encima presentan una productividad de la FBCF más alta (sea cual sea el nivel), siendo esta productividad tanto más elevada cuanto más se separe por la parte superior. Se comprueba que el País Vasco es la región con un capital físico más productivo, seguido de la Comunidad de Madrid, Navarra y Cataluña. La Rioja es la Comunidad Autónoma que más invirtió en capital por habitante; sin embargo, en términos de productividad, sus resultados son muy exiguos. Entre las regiones que más esfuerzo tenían ese año, muchas presentaban una productividad baja. Esta relación se explica porque el efecto de un mayor capital físico no es instantáneo. Lo normal es que existan algunos períodos de retardo pues la formación bruta de capital físico es una variable flujo y es el stock de capital lo que está más correlacionado con la riqueza. Por otra parte, ya se ha mencionado que la FBCF incorpora las componentes de vivienda y otra construcción que no son inversión productiva. Por ello, un análisis más exhaustivo de la relación entre el capital físico y la riqueza de la región requeriría fijarse en la inversión productiva y no solo en la FBCF. Existen claros ejemplos de grandes infraestructuras que se han construido, pero no se utilizan por lo que no contribuyen a mejorar la productividad de la región. En otros casos, está totalmente justificado, aunque la intensidad de uso sea de poca magnitud, tal y como ocurre con las infraestructuras portuarias y aeroportuarias de las islas. Estas infraestructuras son necesarias para reducir los efectos de la insularidad. Por ello, cuando se mide la dotación de capital por superficie se comprueba que Canarias y Baleares muestran unos valores muy elevados y, sin embargo, en el resto de indicadores relativos de inversión en capital no suelen aparecer entre los primeros puestos. En resumen, es importante mejorar tanto la productividad como la dotación del capital puesto que el crecimiento de la riqueza de una región está correlacionado positivamente con cada una de estas dos variables. 5. PERSPECTIVAS FUTURAS (Preguntado en examen: septiembre) Una de las fortalezas es que España cuenta con una dotación de capital adecuada en cuanto a volumen. Es el país de la Unión Europea con más dotación de carreteras de alta capacidad y de vías ferroviarias de alta velocidad. La principal debilidad de la FBCF española, que parece estar corrigiéndose desde 2014, era el elevado peso de los activos residenciales. Es cierto que esta partida suma por igual en la FBCF que cualquier otra inversión en maquinaria, bienes de equipo o en I+D (por tanto, aporta al PIB), pero esto provoca un crecimiento del PIB basado en una burbuja inmobiliaria que no contribuye a la mejora de la productividad de la economía. Un riesgo que puede dificultar el crecimiento de la productividad total de los factores está relacionada con la depreciación. El capital incorpora cada vez un mayor componente tecnológico por lo que la depreciación aumenta más deprisa. Esto hace que cuando disminuye la formación bruta de capital la tasa de reemplazo de dicho capital es más lenta y este efecto directo de una recesión provoca efectos de medio y largo plazo al aumentar la depreciación. Por ello, el hecho de que la caída en la FBCF durante 2020 haya sido menos intensa que en la recesión anterior es fundamental para que la recuperación sea más rápida. ARTÍCULO – EL FERROCARRIL DE ALTA VELOCIDAD EN ESPAÑA Y OTROS PAÍSES EUROPEOS: UN ANÁLISIS COMPARATIVO (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) III. LA DEMANDA DE SERVICIOS DE ALTA VELOCIDAD El viajero de tren de alta velocidad que realiza los trayectos completos de las líneas entre origen y destino toma sus decisiones de viaje sobre todo en función de estos factores: tiempo de viaje, tarifas ofertadas, frecuencia del servicio y aspectos de calidad. Hay una diferente concepción de la alta velocidad en cada país. En Francia y España se apuesta por ofertar servicios de calidad elevada entre grandes ciudades, gran velocidad, viajes lo más cortos posibles y precios elevados. En Alemania e Italia se prima más la accesibilidad de las ciudades intermedias, incrementando nº de paradas, reduciendo velocidad media y tarifas más bajas. Los resultados que puede obtener una línea ferroviaria de alta velocidad dependen de factores estructurales, como tamaño de población de las ciudades conectadas, su localización geográfica, coste transporte de otros desplazamientos (avión, bus, coche) y aspectos de calidad y comodidad de servicio. Las líneas de alta velocidad ferroviarias de Europa, están muy por debajo de los niveles de demanda efectiva que se están alcanzando en los últimos años en países de Asia. Para el caso de España resulta llamativo el escaso volumen de utilización de las infraestructuras ferroviarias en las nuevas líneas de alta velocidad, en términos de millones de pasajeros-kilómetro por cada km de red en comparación con los datos de utilización de la red que se alcanzan en Francia. Bajo nivel de demanda existente en España cuando la utilización de la red ferroviaria se mide en términos per cápita sobre el total de población. Esta menor demanda efectiva se explica por las elevadas tarifas de los servicios de alta velocidad unidos a datos de PIB per cápita expresados en términos de poder adquisitivo en España inferiores respecto al resto de países. IV. IMPACTOS SOBRE EL EQUILIBRIO MODAL El sector aéreo ha sufrido grandes pérdidas de cuotas de mercado, destacando el puente aéreo Madrid-Barcelona, pero en otros casos las cuotas aéreas se han reducido drásticamente como Madrid-Sevilla, Madrid- Málaga o Madrid-Valencia. También ha afectado al ferrocarril convencional al producirse un efecto sustitución. Los precios de los billetes de alta velocidad son superiores al convencional, por lo que segmentos de renta más bajas optan por medios mas económicos, como el bus o ven reducidas sus posibilidades de movilidad al encarecerse el transporte. Si se realiza una comparación de la cuota modal del transporte aéreo antes y después de la llegada de alta velocidad ferroviaria se constata como existen rutas en España entre los 390 y 500 km., en las que el avión ha pasado de presentar cuotas entre el 40%-70% a quedarse en 15% En las rutas europeas que cubren distancias similares, la cuota modal es todavía menor, por debajo del 10%, sin bien las cuotas previas de partida también eran más reducidas En España llama la atención el trayecto Madrid-Málaga donde la distribución favorable al avión del 70% se invierte siendo ahora del ferrocarril en un 80% (viajes tte público) y más del 50% si se estiman todos los medios de tte. (en esta ruta se canceló el ferrocarril tradicional) El ferrocarril de alta velocidad debería captar la totalidad de los viajeros de cada corredor para alcanzar umbrales de rentabilidad en España y eso que estos tres corredores son los de mayor demanda. Tenemos una red sobredimensionada para las necesidades reales de movilidad actualmente existentes. VI. EFECTOS SOCIOECONÓMICOS, TERRITORIALES Y AMBIENTALES Los efectos directos sobre la introducción de líneas de alta velocidad son: el aumento de la accesibilidad, disminución de los tiempos de trayecto, sustitución modal, etc. Los efectos indirectos, aunque existen, resulta difícil establecer relaciones causales entre la introducción de la alta velocidad y otras variables económicas y sociales, ya que la evolución siempre tiene una explicación multifactorial. Además, una valoración completa de los efectos económicos, sociales y medioambientales de cualquier política debe comprender no solo el análisis de sus efectos positivos, sino también de sus costes. Por último, es importante destacar que existen distancias entre la percepción de una política y los resultados avalados con datos. 1. EFECTOS SOCIOECONÓMICOS Efectos sobre el crecimiento de la actividad económica agregada Estudios avalan que el impacto de la alta velocidad ferroviaria sobre el crecimiento de la actividad agregada es muy reducido o nulo. La alta velocidad no atrae nuevas empresas, tan sólo consolida los procesos ya existentes. La alta velocidad puede producir efecto drenaje e incluso generar efectos negativos sobre las regiones que parten de una menor actividad económica. Las expectativas sobre dinamización de una economía regional que en ocasiones trae la alta velocidad deberían matizarse pues la mayoría de los efectos observados son más bien intrarregional, en lugar de tener efectos reales generativos o acumulativos a la actividad regional total. Esta dinámica queda también reflejada en los escasos efectos agregados de la alta velocidad sobre el empleo ya que esta no aumenta el empleo global, lo redistribuye hacia los centros de actividad más grandes. La evidencia empírica muestra un efecto indiferente de la alta velocidad sobre el crecimiento de las áreas con predominio de las actividades agrícolas e industriales. Efectos sobre los aumentos de la población Se observa crecimiento poblacional en ciudades con estaciones de alta velocidad, ya que favorece la movilidad y desarrollo del communiting laboral, desde ciudades pequeñas a grandes centros laborales. Se produce dualización entre ciudades con estación y áreas-sombra que quedan fuera de esta dinámica de movilidad y que ven reducida su población. Efectos sobre el sector turístico Es evidente que la mayor movilidad aportada por la alta velocidad, aumenta el número de potenciales clientes pero se observa disminución de pernoctaciones y demanda de servicios hoteleros dado el ahorro de tiempo que presenta la alta velocidad. Tan sólo destinos como Málaga, Barcelona o Alicante han podido beneficiarse al principio, aunque se demuestra disminuir a largo plazo. Efectos sobre el mercado inmobiliario Existe evidencia empírica que señala cómo el mercado inmobiliario crece en aquellas ciudades donde se establecen estaciones de alta velocidad. Sin embargo, conlleva un efecto contagio de incremento de precio en esas ciudades. Efectos sobre la movilidad social Aunque en principio la alta velocidad genera oportunidades para toda la población, en la práctica puede generar efectos regresivos entre personas. Los elevados precios de los AVE parecen segmentar su uso predominantemente hacia niveles de renta medio-altos. En algunos territorios la apuesta por potenciar la alta velocidad ha provocado una menor atención a las líneas de tren convencional, que son las que utilizaban familias con menores rentas. Rentabilidad socioeconómica Para que una línea de alta velocidad sea socioeconómicamente rentable se requieren una serie de condiciones como la necesidad de conectar núcleos urbanos de tamaño muy grande, o que la distancia entre núcleos sea de tipo intermedio de tal forma que sea más competitiva respecto al coche privado. Tan sólo se ha conseguido rentabilidad clara en las líneas de París-Lyon, Tokio-Osaka y Jinan-Qingdao. En el resto de líneas, al menos a nivel europeo, no se observa rentabilidad y los resultados son peor cuanto menor demanda tengan las líneas. En España no se cumple el requisito de conectar núcleos poblacionales densamente poblados. 2. EFECTOS TERRITORIALES Efectos sobre la equidad y cohesión territorial Estos efectos siempre han sido argumento en España para defender la inversión en alta velocidad, sin embargo, sus ventajas no están del todo claras. Más que favorecer el desarrollo y la equidad territorial, se produce un efecto drenaje de las potencialidades económicas desde las regiones menos desarrolladas hacia las grandes aglomeraciones demográficas de actividad económica, incentivando procesos de competencia regional, más que de equidad territorial, sobre todo con relación a las actividades del sector servicios. Los corredores de alta velocidad provocan un efecto polarización de la accesibilidad, generando islas de mayor accesibilidad rodeadas de áreas sombrea que quedan apartadas de la red. En el caso español hay diferentes opiniones. Hay autores que opinan que se dan mejoras de cohesión territorial y que continúa a día de hoy experimentando un proceso de regionalización que fomenta la equidad y cohesión territorial en base al aumento de paradas intermedias. Hay otros que evidencian el efecto drenaje de la actividad económica en favor de las regiones más desarrolladas Efectos sobre las ciudades Un primer efecto es la externalidad de regeneración urbana. SE aprovecha la llegada de la alta velocidad para realizar actuaciones a gran escala que conllevan importantes procesos de regeneración urbana y que llevan importantes externalidades. Un problema habitual es el efecto barrera, consecuencia de la instalación de estructuras lineales que provocan la división del espacio: genera discontinuidades en su tejido que pueden paliarse mediante la construcción de pasos elevados y subterráneos o soterrando la infraestructura. Además, en el entorno de las estaciones se producen transformaciones. Lo habitual es que los grandes centros urbanos aparezcan como los principales beneficiarios. 3. EFECTOS MEDIOAMBIENTALES El ferrocarril presenta resultados más favorables por viajero que otros modos respecto al volumen de emisiones, contaminación acústica, siniestralidad y el conjunto de costes externos así el impacto visual o consumo de superficie de suelo, que en el caso de la alta velocidad presenta valores superiores al ferrocarril convencional. Existen resultados positivos en términos de reducción de emisiones de CO2. En ámbito europeo, destacan las ventajas de reducción de emisiones en la sustitución del viaje en avión frente a la alta velocidad para trayecto Londres-París. Estas ventajas están matizadas por el mix de fuentes de energía que se utilice en cada país. Las ventajas no están solo en el consumo energético, sino la contaminación acústica, efecto de uso de suelo, seguridad y congestión. Para el caso español, el balance energético de la alta velocidad depende del origen del tráfico. Mientras que la atracción de usuarios del transporte aéreo implica mayor eficiencia energética, si la procedencia es la carretera o el ferrocarril convencional, el resultado puede ser opuesto. También existen ventajas medioambientales en la construcción de una estación intermodal aeropuerto-alta velocidad en Barajas. Genera mayores usos de la alta velocidad y menos del coche. VII. CONCLUSIONES La red ferroviaria de alta velocidad en España es la más extensa de Europa, con una inversión enorme no del todo justificada debido al bajo grado de utilización y escasa rentabilidad económica. Y es que la alta velocidad en España se potenció en la época expansiva (1995-2008) y con financiación de fondos europeos (25%). A futuro puede suponer una carga dados los grandes costes de mantenimiento. Para Adif ha supuesto un elevado volumen de endeudamiento, debiéndolo afrontar con los cánones por el uso de infraestructuras y/o aportaciones del Estado (es decir, de los contribuyentes) En España el diseño está caracterizado por líneas con pocas paradas y tendencia a expandirse por todo el territorio. En Francia comenzó igual pero a mediados de los noventa, se introdujo mayor racionalidad económica y se ralentizó el ritmo inversor En Italia y Alemania se ha dado prioridad a la modernización de vías convencionales para su incorporación a la red de alta velocidad, potenciando la accesibilidad a la red de núcleos de población de tamaño mediano con más paradas en cada línea. Los impactos sobre crecimiento económico son escasos y, más bien, se observan efectos de distribución interregional. No se observan mejoras de cohesión territorial. El desplazamiento de actividades suele beneficiar a las áreas más dinámicas en detrimento de las regiones que parte de una situación menos desarrollada. Se observa efecto de polarización entre las áreas y ciudades integradas dentro de la alta velocidad, quedando fuera de esta dinámica las áreas sombra, que ven reducida su población. En comparación con el avión, se observan ventajas de consumo energético y contaminación, mientras que frente al vehículo privado se observan ventajas de siniestralidad y de contaminación acústica. CAPÍTULO V – INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA 4. EL SISTEMA DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN (Preguntado en examen: febrero 1ª semana) Un sistema de innovación se define como “el conjunto de elementos que, en el ámbito nacional, regional o local, actúan e interaccionan, tanto a favor como en contra, de cualquier proceso de creación, difusión o uso de conocimiento económicamente útil” En el caso español, está compuesto por las administraciones públicas, las empresas, el sistema público de I+D, las organizaciones soporte a la innovación y el entorno. Se habla del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI). 4.1. LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Y LA POLÍTICA DE INNOVACIÓN (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Las administraciones públicas muestran un apoyo a los procesos de innovación a través de sus políticas tecnológicas. Estas políticas se sustentan en tres ámbitos de actuación: Ayudar a las empresas a que emprendan proyectos de innovación tecnológica asociados a una elevada incertidumbre Facilitar la difusión e implementación de las nuevas tecnologías sobre todo entre pymes y empresas de sectores tradicionales de baja intensidad tecnológica. Mantener un marco institucional adecuado para generar y difundir las innovaciones entre la comunidad empresarial. El Plan Nacional de I+D+I es la principal fuente de financiación pública de ámbito nacional y en el ámbito europeo son los Programas Marco de I+D. Los objetivos globales establecidos en la Estrategia Europa 2020 se pueden resumir en cuatro pilares: Reconocer y promover el talento y su empleabilidad Fomentar la excelencia de la investigación científica y tecnológica Impulsar el liderazgo científico tecnológico y empresarial Fomentar las actividades de I+D+I orientadas a los retos y necesidades de la sociedad española (salud, bioeconomía, energía, sociedad de la información...) En España los incentivos financieros generan un efecto de adicionalidad y también existen evidencia de deficiencias. Las insuficiencias de los incentivos fiscales se han observado por la existencia de un porcentaje elevado de empresas que dice no conocer estos incentivos y, lo que es aún más preocupante, muchas empresas innovadoras que los conocen no los aplican. El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) es la entidad pública que viene realizando una intensa actividad evaluando y financiando proyectos de I+D+I de empresas con créditos blandos y con ayudas parcialmente reembolsables, promoviendo la participación española en programas internacionales de cooperación tecnológica en áreas de alta tecnología. También posee la potestad para emitir informes motivados vinculantes que las empresas pueden utilizar para justificar su actividad de I+D y poder optar a las subvenciones e incentivos fiscales existentes. Mediante el ICO también se financian proyectos de innovación (financiación directa y líneas de mediación entre pymes y bancos privados) así como la Empresa Nacional de Innovación, ENISA mediante la reubicación de fondos de capital riesgo. 4.2. LAS EMPRESSAS Y LA INVERSIÓN EN INNOVACIÓN (Preguntado en examen: septiembre) Una empresa tendrá incentivos a innovar porque le permitirá posicionarse mejor en el mercado, bien a través de una diferenciación de producto, o cambiando el ciclo de vida del producto, o mediante una amenaza a sus rivales para que entiendan que operar en ese mercado exige esa inversión, etc. La actividad innovadora está muy ligada a incertidumbre. Puede surgir por varios motivos y dificulta la decisión de innovar. No existe certeza sobre la consecución de la innovación en un determinado período de tiempo e incluso aunque se obtenga la innovación es difícil apropiarse en exclusiva de ella en la medida que otras empresas que no han invertido pueden beneficiarse del resultado (spillovers). La inversión inicial puede ser muy elevada y superar las posibilidades de la empresa a la hora de conseguir financiación. La intervención del sector público resulta crucial en el fomento de las actividades de innovación, así como la cooperación entre distintos agentes. La industria es un sector clave en innovación puesto que aunque su VAB es muy bajo en comparación con el sector de servicios, prácticamente dedica los mismos recursos. Con la pandemia ha reducido su peso en el gasto total en I+D Entre los sectores más innovadores en la industria están los de “vehículos a motor”, “farmacia”, y “otro material de transporte”; y en servicios las actividades que más recursos dedican a I+D son las actividades “profesionales, científicas y técnicas” y las de “información y telecomunicaciones” El número de empresas innovadoras oscilaba en torno a las 47.000 empresas antes de 2007, pero con la recesión se produjo una drástica caída. De manera que, en el año 2012, solo se registraban 20.815 empresas innovadoras en España. Desde entonces y hasta 2018, se ha mantenido estancado el número de empresas. Para catalogar a una empresa como “empresa innovadora” debe estar incorporando innovaciones tecnológicas durante los últimos tres años; por tanto, existe un retarde de tres años hasta que se observa la tendencia positiva. Sin embargo, cuando existe un retroceso en la economía, la caída es automática, excepto en 2020 cuando se ha mantenido la tendencia creciente que mostraba desde 2018, a pesar de la caída del número de empresas innovadoras. En el ranking de las 2.500 empresas que más invierten en I+D en el mundo, en 2021, tan solo 14 son españolas y su inversión en I+D representa el 2,42 % del total invertido por las 401 empresas de la UE 4.3. EL SISTEMA PÚBLICO DE I+D (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El sistema público de I+D incluye todas aquellas instituciones y organismos de titularidad pública que se dedican a la generación de conocimiento mediante la inversión en investigación y desarrollo. Está compuesto por universidades y organismos públicos de investigación (OPIs) El acercamiento de los contenidos universitarios a las necesidades empresariales, la reducción de las elevadas tasas de fracaso escolar y la gestión más eficiente de los recursos educativos deberían ser las guías prioritarias en la agenda de la educación superior. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), condensa más de la mitad de los recursos de todos los OPIs. Son las universidades las instituciones que mayor peso están llevando dentro del sistema público español de I+D. 4.4. LAS ORGANIZACIONES DE SOPORTE A LA INNOVACIÓN (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Son entidades de diversa titularidad cuyo objetivo es facilitar la actividad innovadora de las empresas proporcionando información, gestión y recursos materiales y humanos. Están desarrollando un trabajo muy relevante en la promoción de centros y parques tecnológicos. Las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación se encargan de poner en contacto las inquietudes de la comunidad investigadora universitaria con las empresas. 4.5. EL ENTORNO (Preguntado en examen: ninguna pregunta) De los múltiples factores del entorno socioeconómico que influyen en el proceso de innovación, los más relevantes son tres: la demanda que realiza la sociedad de bienes y servicios de alta tecnología Los mecanismos de financiación con que cuentan las empresas innovadoras El capital humano disponible en el país En el caso español, algunos indicadores como el uso de smartphones supera con creces a la media europea, pero existen otros indicadores que señalan un retraso significativo respecto a la Unión Europea. Existen mecanismos de financiación como el “capital riesgo”, que consiste en la aportación financiera de fondos hacia empresas que no pueden acceder al mercado de valores por tratarse de empresas pequeñas y medianas, o bien por ser empresas jóvenes de reciente creación. En cuanto a la dotación de capital humano del país sería preciso revisar el sistema educativo, en particular, la educación superior y la formación profesional. Los fondos dedicados a la enseñanza superior han crecido considerablemente, situando a España en la media europea, pero cuando se pondera este gasto por estudiante quedamos claramente por detrás del resto de los países de nuestro entorno. Mientras que el peso de universitarios en España supera a la media europea, se mantiene un déficit importante en personas con estudios medios y profesionales.