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CAPíTULO 2 El proceso motivacional Francesc Palmero...

CAPíTULO 2 El proceso motivacional Francesc Palmero Francisco Martinez-Sánchez Enrique G. Fernández-Abascal 1. INTRODUCCIÓN Como han señalado dos autores ya clásicos en el estudio de la Motivación (Cofer y Appley, 1979), cualquiera que sea el enfoque que se adopte en la investigación psicológica, tarde o temprano hay que formularse la pregunta ¿por qué ocurre la conducta? La acción,.o la conducta, no ocurren de forma espontánea, ya que son inducidaS;-bienpor motivos inter- nos, bien por incentivo s ambientales. L a M91iy~ilim.Jien e que ver con las razones ~u l:. subyacen a una condu cta. Tales razone s, como señala Wong (2000); pueden ser amiJiza- das al menos en dos niveles: por una parte, preguntando por qué un individuo exh ibe ciertas manifestaciones conductuales; por otra parte , preguntando cómo se llevan a cabo tales manifestaciones conductuales l. La explicación de la conducta en términos de los mecanismos motivacionales referido s al porqué tiene que ver con la causa última , mien- tras que la explicac ión en términos referid os al cómo tiene que ver con la causa próx ima. Es un aspecto de interé s, ya que el porqué de una conducta, esto es, la motivación , ha de tener connotaciones funcionales y adaptativas. Tiene que haber buenas razones para la ocurrencia de esa conducta del modo en el que se produce y en la situaciones en las que ocurre (Alcock, 1998). Así pues, el porqué de una conducta hace referencia directa al concepto de Motiva- ción. Recientemente , Beck (2000) ha matizado las 'caracterís ticas del concepto de Moti- vación, enfatizando que no sólo hay que explicar por qué se produce una conducta, sino que también hay que tratar de explicar la importante variab ilidad conductual observable en cualquier ser vivo. El concepto de variabilidad hace referencia, al menos, a dos posi- bilidades. Por una parte, aquella referida a las diferentes manifestaci ones conductuales I Como puede apreciars e, se trata de la clásica aportación de Woodwo rth (1918) , refe rida a la distin- ción entre mecanismos y fu erzas, que ha marcado considerablemente el devenir de la disciplina moti vacio- nal. La cuestión de los mecanismo s tiene que ver con el cómo Se producen las conductas; la cuestión de las ° fuerzas, impulso, tien e que ver con el p orqu é de las conductas; o, liJ que es lo mismo, tiene que ver con la motivación de las conductas. 36 Psicologia de la moti vación y la emocion El proceso mo t ívacionu l 37 mostradas por dos personas ante una misma situación estimular. Por otra parte, aquélla Pero, la motivación es una variable intangible. Inferimos su presencia a partir de referida a las diferentes manifestaciones conductuales mostradas por una misma persona ciertas manifestaciones mostradas por un individuo. Si bien durante mucho tiempo la ante una misma situación estimular en dos momentos diferentes. En cualquiera de los Motivación era considerada como un proceso interno, ubicado en la variable «O» del casos, parece claro que existe una premisa motivacional básica en la conducta de cual- esquema S-O-R propuesto por Woodworth (1918). las importantes aportac i~ncs de aut~­ quier organismo: el hedonismo psicológico. Desde un razonamiento de este tipo. se pue- res como Tolman ( 1932) YHull (1943, 1951), permiten que se hable d~ variable intervt- de entender la tendencia a aproximarse a lo que producirá consecuencias gratificantcs y nient e. Por tanto, no es sorprendente que en el análisis de la motivación, o del proceso la tendencia a evitar lo que producirá consecuencias desagradables. motivacional, haya que basarse en el estudio de la conducta motivada. Los patrones de Tal como parece evidente cuando se observa el volumen de publicaciones al respec- conducta motivada son el producto de la interacción entre un organismo y su ambiente. to. la Psicologia de la Motivación se ha desarrollado considerablemente. En esta gran , Se puede decir que el término Motivación se refiere a un proceso interno q.ue i~~p ulsa al diversificación, según Mankeliunas ( 1987). se distinguen dos grandes momentos: antes individuo, y este impulso se relaciona con algún evento externo. La Motivaci ón posee y después de la obra de Darwin en 1859, o, lo que es lo mismo, etapa precientifica y aspectos biológicos y culturales de los que es dificil prescindir. Así, gra.n parte de los etapa científica. Estos hechos dificultan considerablemente una conceptualización gene- desaflos adaptativos a los que se enfrenta el ser humano tienen connotaciones SOCIales, ralmente aceptada de «Motivación», ya que. por una parte. en la etapa científica se si- 'mes es la sociedad, con el tinte eultural que en ella predomina. la que va imponiendo guen utilizando términos pre cient íficos (Graumann, 1971 ), y, por otra parte, la influen- cier tas peculiaridades que orientan las necesidades biológicas y las necesidades psicoló- cia de Darwin se refleja en diversas corrientes, cada una de ellas empleando una gicas en un determinado sentido. La finalidad es tratar de relacionar de forma coh~re n te terminología particular. y adaptativa el medio ambiente interno y el medio ambiente externo de un dete.rmmado Durante la etapa precientífica , la Motivación se reducía a la actividad voluntaria individuo (Cacciopo y Berntson, 1992). Las metas dirigen al individuo dependiendo de mientras que, en la etapa científica, hablar de Motivación implica referirse a instintos: las condiciones del estimulo, y la motivación moviliza las acciones pertinentes. tendencias e impulsos, que proporcionan la energía necesaria; pero, además, hay tam- La Motivación se refiere a un proceso dinámico interno. En cualquier momento. como bién claras referencias a las actividades cognitivas, que dirigen la conducta hacia deter- proceso que es, puede implicar cambio o variabilidad. Dre i~urs (2000) se refiere ~ ~a minadas metas. Por tanto, el concepto de Motivación en la actualidad debe considerar la Motivación proponiendo que, cuando la motivación es descrita como un proceso din á- coordinación del sujeto para activar y dirigir sus conductas hacia metas. mico momentáneo, nos referimos a un estado motivacional. pero, cuando nos referimos Una dificultad añadida tiene que ver con la gran cantidad de necesidades descritas a una predisposición referida a las tendencias de acción, estamos hablando de rasgo por los distintos autores. Al respecto, Madsen (1980) agrupa las necesidades en dos ca- motivacional. Mientras el estudio de las disposiciones motivacionales enfatiza las dife- tegorías: motivos primarios y motivos secundarios. Los motivos primarios, innatos y rencias ínter individuales, el estudio de los estados motivacionales enfatiza las diferen- biog énicos, son motivaciones centrales que, desde el nacimiento, están funcionalmente cias en la dinámica momentánea de la acción. relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie. Los motivos secundarios. En un sentido muy parecido, Deckers (2001) propone que, para estudiar la Motiva- adquiridos y psicogénicos, son motivaciones centrales que, después de un proceso de ción, es necesario tener en cuenta los cambios en los estados internos y en la conducta aprendizaje, están relacionadas con el crecimiento general del sujeto. Esta diferencia- abierta de los individuos Esta variabilidad hace referencia a tres ámbitos o posibilida- ción es esencial para entender la Psicología de la Motivación en toda su extensión. ya des: 1) la consideración del cambio entre circunstancias - variación momentánea y si- que, si bien es cierto que los motivos primarios son comunes a todas las especies, los tuacional en un individuo determinado, que permite localizar en qué medida un objetivo motivos secundarios. aunque también presentes en muchas de las especies inferiores, atrae a ese individuo- , 2) la consideración del cambio entre distintos individuos de la parecen ser patrimonio fundamental de la especie humana. Por tanto, la Psicología de la misma especie - variación ínter individual intra específica. que permite localizar dife- Motivación debe ser entendida esencialmente en su dimensión humana, aunque los estu- rencias individuales-, y 3) la consideración del cambio entre individuos de distinta dios e investigaciones con sujetos de especies inferiores aportan datos relevantes para el especie (que permite localizar la eventual existencia de patrones de conducta específicos conocimiento, por lo menos. de los motivos primarios. de cada especie). En última instancia, y de forma general, el término «Motivación» es un concepto que En última instancia, la variación o variabilidad motivacional es evidente en dos posi- usamos cuando queremos describir las fuerzas que actúan sobre, o dentro de, un orga- bles formas, a saber: en términos de cantidad o intensidad y en términos de cualidad o nismo, para iniciar y dirigir la conducta de éste. Es decir. son fuerzas que permiten la tipo. Por 10 que respecta a la variabilidad en intensidad, implica un eambio -en forma ejecución de conductas destinadas a modificar o mantener el curso de la vida de un de incremento o decremento-e- en la movilización de energía, así como en la cantidad de organismo, mediante la obtención de objetivos que incrementan la probabilidad de su- esfuerzo que se dedica para la acción. Es decir, la intensidad se refiere a cuán robusta o pervivencia, tanto en el plano biológico, cuanto en el plano social, débil es la motivación. Por lo que respecta a la variabilidad en cualidad, implica una Además, como señala Petri (1991), también se puede utilizar el término «Motiva- selección de la dirección para la ejecución de la acción, permitiendo establecer de qué ción» para explicar y entender las diferencias en la intensidad de la conducta. Es decir. modo específico, o hacia qué meta concreta se dirige la acción. Es decir, la cualidad se las conductas más intensas pueden ser consideradas como el resultado de los más eleva~ refiere al tipo de motivación.. dos niveles de motivación. Igualmente, el término «Motivación» puede usarse para indi- El aspecto relacionado con la intensidad de la Motivación, esto es, el factor energé- car la dirección selectiva de una conducta. tico, puede variar desde la letargia extrema hasta la máxima alerta y responsividad. Ha 38 Psicología de la motivaci.m J' la emoción El proceso motivacional 39 habido distintas denomina ci ones para referirse a este facto r que prop orciona la energía. puede manifestarse a través de tres parámetros: elcc troco rtica l. auton ómico/fisiológ ico Entre ella s destacan las de arousa l (Reve lle, Anderson y Humphreys, 1987: Anderso n. y motor. 1990) y activac ión (Malrno, 1959; Thayer, 1989). Actualmente, y de forma genér ica. se La conclusión pare ce bast ante clara : aunque la moti vación se cons idera act ivado ra habl a de activación. En este mar co de referenci a, hay que se ñalar que la inten sidad de la de conducta, la conducta acti vada no siempre es abierta y manifies ta. En este marco de Motívación ha sido considerada de dos formas básicas : en la dim ensión fásica y en la referenc ia, además. es timamos que, si bien la existenc ia de una conducta ab ierta y mani- dimensi ón tón ica. Por lo que respecta a la dime nsio n fás íca, hace referencia a reaccion es fiesta denota , sin duda, algún tipo de motivac ión , no necesar iamente indica los antece- o excitacio nes breves, as oc iadas a un estímulo u objetivo que. por alguna circunstancia. dentes ni las cogniciones que ha llevado a cab o ese individuo para obtener una deterrni- es significa tivo pa ra ese ind ividuo. Por lo que respecta a la dimensión tónica, hace refe- nada meta. Esto es, la s imple observación de la co nducta abierta o ma nifiesta denot a rencia a respues tas o exci taciones pro vocadas por un estímulo u obj etivo, el cual, en est e activación, luego, den ota mot ivación, pero no permi te dilu cid ar cuál es la motivación ni ca so, posee much a relevancia, o exi ge mucha ded icación al individu o, produciendo un cuáles los objetivos perseguid os. nivel sostenido en la respuesta o exc itación (Palmero y Chó liz, 1991). Otra prop iedad que define bastante bien las característica s act ivadoras de la motiva- El aspec to relacionado con la dire cci ón de la Mot ivación no tiene connotaciones ción tiene que ver con la persistencia. Parece un hecho bastante evidente que, cuando un cuantitativas sino de cua lida d de las acciones y las conductas. El aspec to direccional de organismo está moti vado (por ejemplo. cuando experimenta hambre ), per siste en su con - la motiva ción se refiere a la var iación referida a los tipo s de meta s o antecedentes a los ducta hasta que con sigue el alimento. Esta car acterística de la activación en la conduc ta que resp onde un organismo; esto es, tiene que ver con la selección de objetivos. motivada ha sido cue stionada por algunos autores (Beck, 2000), quienes argume nta n Así pues, pare ce evidente que, prácticament e. todo s los autores que investigan as- que la conducta persistente (ent endiendo por persistencia la repet ición de la misma co n- pecto s relacionado s con la conducta se plantean pregunta s ace rca del porqué de la con- ducta) apare ce en los experime ntos en los que sólo existe una alterna tiva de respu esta du cta; en la medida en que gran parte de ellos intentan responder. incrementan conside- (por ejemplo, presionar una barr a); si hub iese más alternativas de resp uesta (como suce - rablemente el número de aspe ctos y característica s de la motivación, aspecto éste qu e de en la vida real) , qu izá no se observase la per sistencia de condu cta. puesto que los abordamos en el siguiente ap art ado. Sin embargo, corno señalan algunos autores (Klein- sujetos tendrían dónde elegir. En estos experimentos, continúa Beck , los suje tos exper i- ginna y Kleinginna , 1981; Mank eliunas, 1987 ; Heckhausen, 1991; Petri, 199 J; Franken, mentales han sido adiestrados para conseguir comida medi ante una respuesta concreta : 1998 ; Edwa rds, J 999; Beck, 2000), implícita o explícitamente, algunas característica s presionar la barra. Parece lógi co encontrar que , cuando sienten hambre (presencia de esenciales parecen ser común denominador en prácticamente toda s las definiciones pro- motivación) , los anim ale s den la respuesta que han aprendido. Si no obtienen co mida pue stas. Tales característícas se refieren a la activación y la direc ción. con su respuesta siguen intentándolo, siguen insistiendo, per sisten en su conduc ta. Si tuviesen má s alternativas de respuesta, quizá no rep itie sen la conduc ta y experimentase n Actlvaci án con otras respuestas, con lo qu e la pers istencia en la conducta no sería tan important e como modal idad activ adora para explicar la mot ivación 2. No obstante la argum entación Para ejecutar una conducta, cualquier conducta, es necesaria la existencia de un cierto lógica de Beck , pen samos que se podrian introducir ciert os mat ices a la misma. Si bien nivel de ener gía. Sin esa en ergía, la conducta no se producirá. La energ ía proc ede prin- es cierto que en los experimentos a los que se refiere este autor sólo había una posib ili- cipalmente de la comida ing resada en el organismo, la cual será almacenada como ener- dad de respuesta (pr esionar la barra), este hecho no invalida la relevanc ia de la persi sten- gía potencial. Cua ndo dicha energía alma cenada es liberada para ejecutar una determi- cia como propiedad importante de la activación en Motivación. Es decir, aunque hubi ese nada conducta, se convierte en energía cinética. Es como si la energía potencial esperase más alternativas de respuesta, la conducta del organismo sería igualm ente persistente, y la aparic ión de algún estím ulo especial, tanto interno como externo, para que la libere y perseguiría el mismo fin: encontrar la comida. El hecho de que llevase a cabo diversas la transforme, cin éticamente, en alguna conducta particular. conductas no invalidaría el argumento de la persi stencia hacia la obtención de comida La act ivación es una de las ca rac teristicas que con mayor facilidad puede ser ob ser- Sería conveniente matizar que , cuando Beck se refiere a per sisten cia, lo hace pensando vad a cuando un organismo lleva a cab o una conducta. La conducta abi erta o manifies- 0' en la misma conducta. El anima l persiste en la misma respuesta. Sin embargo, la pe rsis- ta es una de las propi edades que mejor define a la activación. Es decir, en la medida en tencia va más allá de la especific idad de conducta: tanto da si el suj eto tiene una o vari as qu e un organismo está llevando a cabo una conducta , parece lógico pen sar que un ci er- alternativas de conducta , insistirá en su condu cta o elegirá otr a, en cualquiera de los to nivel de moti vación exi ste en dich o suj eto. Por el contrario, y al meno s aparente- \ casos persistirá en su afán por obtener la comida. 1 ment e, si no existe cond ucta ob servabl e, se podr ía pen sar que no existe mot ivación , o qu e el niv el de motivación existente es insuficiente para pro vocar la conducta. Si n , Por supuesto, la persistencia se encuentra matizada por el tipo de programa utilizado en e! condicio- embargo, tal como señalábamos anteriormente, si bien es cíerto que la pre sencia de una namiento previo. Si se utilizó un progr ama de refuerzo fijo ·~- re fu erzo tras cada «n» n úmero de respuestas. conducta observable denota la existenc ia de un adecuado nivel de motivación, la au- o tras cada tiempo transcurrido desde el refuerzo anterior-s-, la persistencia será menor. o, lo que es In sen cia de una condu cta ob servable no significa la ausencia de moti vación. A partir de mismo. antes se producirá la extincióu de respuesta, mientr as que. si se utilizó un programa de refuerzo los trab ajo s de Lacey ( 1967), en los qu e se cue stionó seri ame nte el concepto de activa- variable v--refuerzo tras un impredecibl e número de respuestas, o un impredecib le tiempo transcurrido des- de la obtención del refuerzo anterior-, la persistencia será mayor. Como indica Wong (2000). está per fec- ción corno proceso unitario, defendido por Lind sley (19 51, 1957) , Malmo (19 59), Du- tamente demostrado que el entrenamiento con un programa de refuerzo parcial produce una mayor resisten- ffy (1 962) , entre otros, exi sten claras evidencias de que la activación de un organismo cia a la extinción que el entrenamiento con un programa de refuerzo fijo o continuo. 40 Psicologia de la motivación y la emoción El proces o motivacional 41 Otra propiedad que está relacionada con las característi cas activadoras de la motiva- ci ón, mientras que la dirección puede ser considerada como el índice más apropiado ción tiene que ver con el vigor o intensidad de la conduct a. Los teóricos de la motiva- para el estudio de las conduct as motivadas. ción plantean que la intensidad de la respuesta ofrecida por un sujeto correlaciona posi- En Psicología de la Motivación se suele utilizar lo que se denomina «Test de Prefe- tivamente con el nivel de motivación que ese sujeto experimenta. No obstante, también rencia», para determin ar cuál de las distintas alternativas que el sujeto puede elegir es la existen reticencias al respecto, ya que , si un sujeto ha aprendido a dar una determinada que más le motiva. Por ejemplo, en un experimento ya clásico (Young y Greene. 1953), respuesta que implica una gran intensidad, podria suceder que, en situaciones futuras, la utilizando ratas como sujetos de experimentaci ón, se preparan diversos recipientes con existencia de un moderado nivel de motivación desencadena se una respuesta intensa que agua, aunque cada recipiente con una diferent e saturación de azúcar. De este modo, se no reflejara el estado real del sujeto. Lo que sugerimos con esta idea es que los proceso s puede averiguar cuál de las distintas posibilidades o alternativas motiva más al sujeto. previos de aprendizaje pueden distorsionar la correcta relac ión entre estado motivacio- Concretamente, en este caso, se pudo observar que las solucione s más saturadas motiva- nal e intensidad de la respuesta observada. ban más a las ratas. El hecho de la preferencia enlaza con lo que señala Bcck (2000) al En los últimos años, Thayer (1989) ha establecido una sugerente distinción al estu- abordar el estudio de la Motivación; concretamente, dice el autor, sería pertinente esta- diar la activación. Concretamente, según este autor, se puede hablar de activación ener- blecer una diferencia básica entre, por una parte , la prefer encia de una conducta centra- gética y activación tensa. Por lo que respecta a la activación energética, represent a un da en la satisfacción de necesidades, esto es, centrada en la regulación elemental bioló- sistema apetitivo o de aproximación, y hace referencia a una dimensi ón que oscila entre gica del organismo, y, por otra parte, la preferencia de una conducta centrada en la un extremo, caracterizado por el vigor, la energía y la vitalidad, y otro extremo, caracte- consecución de metas que no implican la satisfacción de necesidades biológica s, ni se rizado por la fatiga y el cansancio. Las varíaciones en este sistema son fácilmente obser- encuentran relac ionada s con la homeostasis de dicho organi smo. En nuestra modest a vables en los ciclos diario s (circadianos), ingestión de alimentos, ejercicios, etc. Por lo opinión, nos parece que, cuanto menos, el presente argumento de Beck sería discut ible, que respecta a la activacián tensa, representa un sistema general de evitación (o precau- ya que, independientemente de lo «necesario» que sea un objetivo para un organ ismo, la ción), que se pone en funcionamiento en las situaciones que entrañan un peligro (real o ausencia del mismo y el deseo de conseguirlo cumpl irían los requisitos exigible s para imaginario) para el sujeto. Hace referencia a una dimensión que oscila entre un extremo, hablar de una motivación desencadenada por carencias en un organismo. Creemos que caracterizado por la ansiedad y el miedo, y otro extremo , caracterizado por la calma y la sería prudente hablar de una homeostasis en general , de tal suerte que cupiese la posibi - quietud. Este sistema de activación se relaciona con un mecan ismo de emergencia, de lidad, no sólo de referirse al equilibrio de variables biológicas, sino también de todas preparación, que analiza las características de peligro que una determinada situaci ón aquellas variables susceptibles de ser conseguida s por un organismo cuando éste experi- entraña para el sujeto. menta deseo de conseguirlas. Probablemente, la motivación trasciende el concepto de homeostasis. Es frecuente apreciar cómo las peculiaridades sociales y culturales ejercen Dirección una influencia relevante , impidiendo la justificación homeostática. Se puede sentir moti- vación para beber por razones sociales; independientemente del nivel de Iiquidos en el Hemos visto cómo la activación, con los diversos índices que la configuran , puede ser organismo, éste siente sed, y bebe. No hay deficiencia de líquido s, y bebe. La homeosta- considerada una de las principales características de la conducta motivada. No obstante, sis, cuando se utiliza con las connotaciones de buscar el equilibrio o nivel aprop iado en algunos autores (Birch, Atkinson y Bongort , 1974) defienden que la activación no es el una determinada variable, no puede explicar la bebida en ausencia de señales de déficit , principal elemento que define a la conducta motivada. Su argumentación se fundamenta esto es, la bebida secundaria. en un hecho: cualquier organismo siempre tiene un determinado nivel de actividad; o, lo Un organismo se encuentra siempre en un estado de relativa motivación, ya que, en que es lo mismo: cualquier organismo siempre tiene un determinado nivel de motiva- cierta medida, siempre existe algún objetivo o meta hacia el que se dirige la conducta de ción. Para estos autores , lo verdaderamente importan te es estudiar cómo va evolucio- ese organismo, o del que se quiere alejar dicho organismo. Es preciso señalar, al hilo de nando la activación en un sujeto, cómo dicho sujeto va cambiando de una actividad a las aportaciones de Deckers (2001) , que los objetivos que persigue , o de los que se quie- otra, entendiendo que las principales fuentes del cambio de conducta son los procesos re alejar, un individuo pueden encontrarse temporalmente lejanos , lo cual no impide que cognitivos. En una palabra, en el estudio dc la Motivación, lo que interesa es observar la se pueda seguir hablando de motivación. En efecto, la obtención de un objetivo o meta direccionalidad de la conducta que constantemente está llevando a cabo cualquier indi- puede exigir mucho esfuerzo, persistencia y dedicación por parte de un individuo. Si se viduo. trata de un objetivo cuya obtención se encuentra lejana en el tiempo, se pone a prueba , La direccionalidad de la conducta puede que no sca relevante cuando el sujeto en por una parte, la relevancia de ese objetivo para el individuo, y, por otra parte, derivada cuestión sólo tiene una alternativa de respuesta. En estos casos , la respuesta es bastante de la premisa anterior, la persistenci a y el esfuerzo que ese individuo está dispuesto a evident e y clara. Pero, cuando las posibilidades de elección le permiten decidir qué con- invertir en la consecución. En el proceso de consecución, hay, al menos, dos variable s ducta, y hacia dónde orientará dicha conducta, la característica de la dirección adquiere que condicionan de forma importan te la subsiguiente conducta o acción de ese indivi- una importante consideración, aunque, por supuesto , la conducta se toma más dificil duo. Por una parte, la expectativa de consecución. En efecto, a partir de los análisis que para el sujeto, dependiendo del valor funcional que cada una de las posibles alternativas realiza el individuo, podrá constatar si el objetivo se encuentra subjetivamente más próximo tengan para dicho sujeto. Es por este motivo por el que Beck (2000) ha criticado la o no, ya que, dependi endo de esa expectativa de consecución, así será la subsiguiente activación --particularmente la persistencia- - como componente importante en motiva- actuación del individuo. Si el individuo aprecia que el objetivo se encuentra más pr óxi- 42 Psicología dI:' la motivacion v la "moción I:'I / Jroceso mon vorionul mo, y sigue siendo tan atractivo como lo era, es muy probable que siga en el empeño de Dentro de los estímulos internos. además, las variables ncu rofi siol ógicas. biológicas en conseguirlo. Por el contrario, si el obje tivo se encuentra cada vez m ás alejado de las l!enernl. tambi én pueden dar lugar a la conducta motivada. De forma concreta. pod ernos posibilidades de consecución de ese individuo. independientemente de lo atractivo 411e ~p rec i ar c ómo la deficiencia o disminución del nivel en alguna variable necesaria para el sea dicho objetivo. es también muy probable que ese individuo abandone la idea de con- liJllcionamienlo del organismo desencadena un proceso que tiene como obj etivo avisar seguirlo. Por otra parte. el g rado de atra cción del obj etivo. Es un factor importante, ya al individuo para que «sepa» que tiene que llevar a cabo algun. actividad que restaure el que puede ocurrir que, con el paso del tiempo, el objetivo pierda parte del valor de in- equilibrio en esa variable :'. CO IllO consecuencia de ese aviso. que el individuo suele ex- centivo, o de la significación que posee para el individuo, por referirnos a 10 que sugie- perimentar como un cien o malestar tipico. es muy probable que se inicie la conducta ren Molden y Dweck (2000 ), produciendo una disminución importante en la conducta 1l10tivada dirigida a suprimir el malestar y a recuperar el equilibrio o el nivel de dicha dirigida a la consecución de ese objetivo. Incluso, puede suceder también que aparezca variable. un nuevo objetivo más atractivo o más fácil de conseguir que desplace al objetivo ante- Por lo que respecta a las fuentes internas, cabe hablar de la historia genética, la rior en la idea de consecución del individuo. En este marco de referencia, queremos historia personal y las variables psicológicas. En cuanto a la historia ge l/ética. se refiere reseñar que la casuística puede ser grande. En el ámbito de los motivos básicos -- por a los efectos que ha ido ejerciendo el proceso de la Evoluci ón sobre la especie humana. ejemplo, el hambre, y la conducta asociada de comer-i-. por regla general, se aprecia La selección natural puede haber favorecido la existencia y mantenimiento de ciertos que, a medida que pasa el tiempo sin conseguir el objetivo atractivo para un individuo, motivos básicos que se encuentran íntimamente relacionados con la supervivencia; tal es éste se torna menos exigente, pudiendo, incluso, llegar a ingerir una comida que no le ei caso de la conducta de evitación activa o de dejam iento ante lu presencia de algunos agrada 3. animales, corno las serpientes '. Algo parecido, aunque ahora en sentido contrario, ocu- rre con otras manifestaciones, como la sonrisa. De hecho, la sonrisa es una conducta que aparece en los primeros momentos de lJ vida extrauterina. teniendo la función de flexi.. 2. FUENTES DE LA MOTIVACIÓN bilizar la interacción del ser humano con su medio ambiente externo (Wcisfcld, 1993 ¡. Como consecuencia, tales motivos incrementan su frecuencia entre los individuos de la Las fuentes de la Motivación se refieren al origen de los estímulos que hacen que un especie. En cuanto a la his toria pers ona l, se refiere a la experiencia que arrastra un individuo se active. Hay algunos aspectos interesantes que aparecen cuando tratamos dc individuo desde el nacimiento. Dichas experiencias van configurando el bagaje de los localizar las fuentes de la Motivación. Por ejemplo, ¿el ser humano actual se siente mo- eventos que estimulan y motivan a un individuo, de los incentivos que atraen a ese indi- tivado por los mismos estímulos que motivaron a los antepasados", ¿existe alguna dife- viduo, y de las conductas mediante las que puede alcanzar dichos incentivos. De hecho. rencia motivacional cuando consideramos la variable sexo? Son cuestiones que, siguien- los juicios referidos a lo que es placentero y grato, asi como a lo que es displacentero y do las formulaciones recientes de Buss (199 6, 1999), permiten entender en su ju sta no grato. se basan en la experiencia que ha tenido un individuo en situaciones similares. dimensión el valor adaptativo de ciertos motivos primarios. Las fuentes de la Motiva- Consiguientemente, a partir de esos juicios. el individuo se sentirá motivado para aproxi- ción varían a lo largo de dos ejes: el interno-externo y el psicol ógico-ncuroñsiol ógico. marse a, o para alejarse de, un determinado evento, segun sean esos juicios basados en De forma reducida, podemos deeir que existen fuentes internas y fuentes ambientales, su propia experiencia. Uno de los ámbitos en los que se ha podido constatar la existencia Algunos estímulos ambientales pueden provocar una respuesta involuntaria en un de los «sesgos)¡ personales en cl plano motivacional tiene que ver con las opiniones de individuo, apreciándose que la intensidad de la respuesta es proporcional a la intensidad los individuos acerca de la atracción de las caras humanas. Así, en un trabajo realizado del estímulo. En estos casos, la medida en la que un individuo es activado representa la por Langlois, Roggman y Musselman (1994) se pudo aprec iar que los individuos parti- medida en la que se siente motivado (Deckers, 200 1). La conducta involuntaria muestra cipantes respondían diciendo que la cara más atractiva era aquella que reflejaba una una relación uniforme con los estimulas externos. En cambio, por lo que respecta a la cara p romedio , la cual fue configurada a partir de la combinación de muchas imágenes conducta voluntaria. puede ocurrir de forma inmediata tras la aparición de un estímulo de caras escaneadas. Dicha imagen reflejaba a un individuo con unos labios definidos, externo o ambiental, o, por el contrario, es posihle que ocurra después de un determina- do tiempo, que puede ser más o menos dilatado. También se puede producir la conducta motivada en un individuo como consecuen- 4 En realidad. la conducta motivada que un individuo lleva a cabo para recuperar el equilibrio tras una cia de algunos estimulas internos, que adquieren connotaciones psicológicas, tales como eventual deficiencia en su organismo es el segundo mecanismo puesto en marcha. ya que. en primer lugar, el propio organismo. y de forma autom ática. ponto' en ru nl: i o l1 a l1li ~n t o mecanismos para mitigar hasta donde los impulsos, las necesidades, los deseos. En este caso, las influencias ambientales pue- sea posible la de ficiencia. Como quiera que, con ese mecanismo automático. no es posible solucionar el den ir configurando el abanico de estímulos que desencadenarán esa conducta motivada. desequilibrio. el individuo percibe ciertas señales en su organismo que informan acerca de la defic iencia ··--por ejemplo, hambre cuando hay deficiencia de glucosa en la sangre: sed. cuando hay deficienc ia de líquidos. etc. Adem ás, recordemos los efectos de las variables sociales y culturales. que pueden motivar a ) En cierta medida. estas consideraciones recuerdan bastante las ideas expuestas por Lorcnz ( 1970) un individuo para llevar a cabo conductas relacionadas con la deficiencia de alguna variable, aunque no cuando defie nde su modelo hidr áulica para la motivocion. El incremento de la necesidad - -el incremento exista tal deficiencia: son los casos de la comida y la bebida secundarias. de la energía específica para la acción , en términos de Lorenv-v- produce, una disminución en la exigencia , Son animales que, como indica Buss ( 1999l. probablemente, en otras épocas remotamente anteriores cualitativa del individuo - una disminución del umbral para que aparezca la conducta motivada. lamoi,". lileron depredadores de la especie humana, por lo que la historia gen érica permite que, todavía hoy, Se en la terminologia de Lorenz. experimente una conducta cuasi autom ática de evitación y alejamiento de tales animales. 44 Psicología de la motivación y la emoción El proceso motivaci.mal 45 con una nariz concreta, con los oj os equidistantes y algo sepa rados del tabique nasal, etc, va. El componen te biológico se fundament a en el hecho de que uno de los principios de No obstante, a part ir de la revisión que han realizado Ber scheid y Reis (1998), parece la conducta depende de la estructura genética del sujeto. El compon ente de aprend izaje ponerse de relieve que, dependiend o de la experienc ia de cada individuo en la visualiza- juega un importante pape! en la motivación , ya que los denominados «motivos adquiri- ción dc caras atractivas, asi es la valorac ión que realiz an dichos individuos respecto al dos» (logro, poder, etc.) se escapan a la pur a determinación biológica. El componen te potencial atractivo de la cara de otra person a. Esto es, en buena medida, los jui cios valo- cognitivo se relaciona con los procesos de cono cimiento. Cognición implica pensamien- rativos acerca de la atracción depend en de lo que un indi viduo parti cular conoce. En to, percepci ón, abstracci ón, síntesis, organ ización , elecció n, etc. En una palabra. la re la- cuanto a las variables psículógicas, repr esentan el hecho incontrove rtible de que los ción del suje to con su medio ambiente a part ir del con ocimiento causal de la conducta. seres human os somos diferentes y únicos. Poseemos nuestra prop ia individualidad que nos hace pecul iares. También en el plano motivacional se aprecia dicha especifici dad, ya que cada uno de nosotros nos sent imos atraídos o motivados por cie rtos cstimulos, que 3. EL PROCESO DE MOTIVACiÓN no tienen por qué ser los m ismo s que los de nadie más. El ser hum ano tiene la capacidad para buscar. incluso para crear, un ambiente particul ar que permita satisfacer dichas nc- Tal como hemos defend ido en otros ámbitos, la Motivació n se encuentra estrecha mente cesidades psicológicas, entre las que se encuen tran la de logro, la de poder, la de ayuda. relacionada con la supervivencia, y con el crecimiento en genera l, que puede ser consi- Por lo que respecta a las fuentes ambientales, se refieren a los distintos estímul os derado como un incremento exponencial en la prob ab ilidad de que un individu o consiga que, desde fuera del indi viduo, ejercen su influenci a sobre éste. Son los incentivos, con - los objetivos que per sigue; entre ellos, com o es obvio, también el de la supervive ncia. siderados como estímulos que motivan la conducta. La cantidad dc incentivo, la cual i- entendida, en este caso, no sólo como la distinción vida-muerte, sino también en su di- dad específica del mismo 6, así como la lejanía temporal - - también la lejanía o distancia mensión social. La Motivación es un proceso adaptati vo en el que resulta imprescindible psicológica, utilizando la terminología de Lewin ( 1936)- de su consecución , son lacta - considerar la existencia de diversos compon entes. res a considerar si se quiere entender la motivación de un individuo. Como proceso que es, la Motivación implica din amismo. Es un dinamismo funci o- Al ;;~3 1, la condu cta es motivad a conjuntamente por la interac ción de los eventos nal, que tiene como obje tivo incrementar la prob abilidad de adaptación del organismo a interno s y los eventos ambientales. Si alguno de esos dos aspectos no se produce, o no las condicion es cambiantes del medio ambiente. está presente, o está pero de forma incorrecta o deficiente , es mu y prob able que no se Recientemente Deckers (2001) ha propuesto un sencillo esquema en el que establece produz ca la conducta motivada 7 (Biner, Huffman , Curran y Long, 1998). los momento s que pued en distinguirse en el proceso de Motivación. En cierta medida, la Para conclu ir este apartado ded icado al concepto de Motivac ión, en nuestra modesta propuesta de Deckers es bastante similar a lo que señalara hace unos años Kuhl (J 986). opinión, el mismo debe incluir los componentes biológ ico, de aprendizaj e y cognitivo. aunque los intentos de éste no han tenido mucha repercu sión en el ámbito de la Psicol o- Estos componentes, en interacción mutua entre si y con el medio ambi ente, posib ilitan gía de la Motivación. En 'cualqu ier caso, creemos que, si se quiere delimitar con may or la act ivación y dirección de la conducta motivada. Como señala Franken (1998). la ten- precisión el proceso de Motivación, hay que analizar, paso a paso, lo que ocurre desde dencia histórica a localizar un único determinante de la conducta está siendo sustituida que un estímulo o necesidad es detectado por el indi viduo, o su organismo, hasta que se por la constataci ón empírica de que dist intos factores pueden desenc adenar la misma consigue, bien el objetivo o la satisfacción de la necesid ad, bien el eventual fracaso, en conducta. Por otra parte, debe ser reseñado también el aspecto de persi stencia en la con- ambos casos analizan do la atribución causal del result ado , pasand o por los diferentes ducta en ausencia de los factor es (o motivos ) que la desencadenaron. Se produce lo que estadios en los que se decid e qué hacer y cómo hacerlo. A grandes rasgos, la sec uenc ia Allport (1937) denom inaba «autonomía funcional de la conducta», aunqu e, actualmen- que proponen Kuhl (1986) Y Deckers (200 1) considera tres momentos: elección del ob- te, se argumenta que existe alguna forma de motivación para mant ener la conducta; otra jetivo, dinami smo conductuaJ y finalización o contro l sobre la acción realizada. cosa distinta es descubri r si es la misma motivación que desencadenó la conducta, o, por En cuanto a la elección del objetivo que se conviert e en meta, el individuo decid e el contrario, es una motivación distinta. En últim a instancia, el anál isis de componentes qué motivo satisfará, y qué meta intentará conseguir para satisfacer dicho motivo. Esto en la Motivaci ón pone de rel ieve que cada uno de ello s está implicado en grado diverso es, existe una circunsta ncia previa o incentivo quc activa un motivo, junto con la poten- en cualquier conducta motivada. La interacción entre los tres componentes de la motiva- cial energia necesaria para ejec utar una conducta. La elección de un motivo depende de ción incrementa la probabilidad de que la conducta resultante sea organizada y adaptati- la intensidad del mism o, de lo atractivo que result e el incentivo, de la probabilidad sub- jetiva de éxito y de la estimación del esfue rzo necesario para conseguir cl objetivo. En cuanto al dincmismo conductual, se refiere a las actividades que lleva a cab o un Son aspectos muy parecidos a los efectos de la cantidad y de la cualidad del refuerzo que sintetizara Bolles (1978) a partir de las aportaciones de Crespi (1942) y de Simmons (1924), y que ya vimos en el individuo para intentar conseguir la meta elegida. Es decir , a part ir del motivo y del apartado correspo ndiente a la Evolución teór ica de la Psicología de la Motivación. De hecho, recordemos incentivo seleccionado para satisfacer ese motivo, el individuo decide qué actividades le también que Bindra (1969) habla de sínonimia entre motivación de incentivo y refuerzo. permitirán conseguir la meta, llevando a cabo la conducta instrumental apropiada para 7 Como se recordará, es un argumento similar al que proponen las teorias basadas en la reducción del ese fin. Genéricament e, la conducta instrumental hace re ferencia al conjunto de todas ímpulso (Hull, 1951, 1952), en las que se defiende un «modelo de aprendizaje basado en la reducción del impulso». La conducta motivada es el resultado de la relación multiplicativa que existe entre el hábito aquellas actividades mot ivadas en las cuale s se implica un individuo para satisfacer un el impulso y el valor de incentivo de la meta: E = H x O x K. Si alguno de esos dos factores es «cero», I~ motivo. Consiguientemente , las conductas instrum ent ales son un aspecto relevante, pues conducta no ocurre. pueden ser considerad as como el nexo de un ión entre un motivo y su satisfacción. De la ii: 46 Psicología de la motiva cián.1' la cmocion [1 proceso I/IOl i ,'o c;'''101 47 correc ta ejec ució n de las co nd uc tas instrumentales depende que se con siga o no la me la ~ s rixnn.o (J que el individuo ha eleg ido. '.:F U-.Sil)" j) En ocasi ones, adem ás de e legir y decidir qué mot ivo es el qu e un ind ividuo intentara sa tis face r, también cab e la posihil idad de eleg ir y decid ir qué ac rividade s o co nductas instrument ales el ige un individuo para conseguir el obje tivo. Hay a lgunos aspec tos de la co nducta instrumental que refl ej an e l nivel de moti vación; ta les aspec tos se refi eren a la PERCr,PC¡ÓN frecuencia. la intensidad y la duración. La fre cu encia se refiere al n úmero de veces que C O ~SClE N TE un indivi duo se impli ca o inic ia una activ idad para co nsegui r e l obje tivo; se pued e as u- mir que cuanto mayor es la frecuenc ia con la que IIn ind ividuo lleva a cabo actividades en pos de un objet ivo tan to mayor es la motivación de l: SC ind ividu o. l.a intensidad se refiere al vigor o la fuerza co n la que el ind ividu o lleva a ca bo la actividad o conducta instrum ent al; por regla ge ne ral. tamb ién existe una asociac ión entre intensidad de la ac- tivid ad y nivel de motivación. La duración se refiere al tiempo q ue un individu o ded ica a la satisfacción de un mot ivo. En cierta medi da, se puede entender que la co mbinación de los tres aspectos com entados co nfig ura la persistencia de un indiv iduo en la búsqueda de un obje tivo. En cuanto a lafinalizació" y al control sobre la accián realizada , se refie re al aná- lisis de '. res ultado conseguid o con las distintas acciones o conductas instrumentales que el ind ividu o ha llevado a ca bo. Es decir, el indi vidu o co nstata si , med iant e las co nductas que llevó a ca bo, ha conse gu ido satis facer o no e l moti vo qu e eligió. Tanto si se ha co nseg uido la meta , co mo si se fracas ó, el individu o rea liza los pertinentes procesos de atribució n causal, que le perm itirán en el futuro dec idir si vuelve a utili zar las presentes CONDl :CTA MOTIVAD" ¡ACTIVACIÓN Y DIRECCIÓN) conductas o tiene que introduc ir alg ún tipo de modifi cación. Si e l res ultado ha sido la CO"lDUCTA I NSTR U~ ENT A l consecución de la meta, el indi vidu o llevará a ca bo la correspondiente con ducta eonsu- materia, con la cual pon e fin al pro ce so mot ivacional. Co mo indica Deckers (2001), la Figura 2.1. Proceso mot ivaciona l. c ~),n d ucta consumatoria rep resen ta la finalizaci ón de la secuencia motivacional ; la ejecu- cion de la conducta con sumutoria co mpleta d icha secuencia moti vacional med iante la sa tisfacción del moti vo. Si. por el contrario, el individuo no ha co nseg uido la met a. en propia dinámica del proce so motivacional, así co mo la eve ntua l persistencia o aha ndo no función de los parámetros relacionad os con el interés o necesidad de co nseg uir esa meta de las conductas dirig idas a la obte nció n de la mela en cues tión. decidirá si persiste e intenta de nuevo su con secuc ión , o si, por el con trario, ca mbia la En la Figura 2. 1 aparece nues tra idea del proceso moti vacional. considerand o los met a a conseg uir, eligiend o ot ra que co nside re más asequible. distintos mome ntos o d isti ntas fases a lo largo del mismo. A partir de esta s sugerenc ias , nu estra propu esta para explicar el proceso de Moti va- Ocurrencia () aparición del estimulo. Se requiere la prese ncia de un est ímulo que ció n co ns idera dos apar ta dos. Por una parte. el cor res pondie nte a la to ma de decisiones sea cap az de desenc adenar el proce so motivacional. Ese estim ulo pued e ser externo o y elección del obj etivo que se co nvertirá en meta, y. por otra parte, el co rrespondiente al intern o. Cuando e l estimulo descncadenante es extern o, nos referi mos a algú n obje tivo contro l so bre la acción que se est á rea lizando. Por lo q ue res pecta a l apart ado ce ntrado que se co nvie rte en meta porque el individuo se sie nte atra ído por alg una de las ca ra cte- en la tom a de decisione s y elecc i ón de la meta , hay que incl ui r los as pec tos referido s a l rísticas de ese obj etivo , Habl am os. en este caso , de deseo. Cuando el estím ulo dese nca - estímul o, la percepción , la eva luac ión y la valoración, la decisión y elecci ón, la ac tiva- denante es interno, no s referimos a una situación de carenc ia - -r eal o no - o en algu no de ción y la dirección. Por lo que re specta al apartado cen trado en el control de la acci ón, los comp onent es importantes del organismo. En este caso, en el organismo se producen hay que incl uir los as pectos referidos al análi sis de la co ngr uenc ia. la persistencia. la cambios y signos que so n percibidos por el mdi vidu o, y que le impulsan a rea liza r a lgu- atribuc ión de ca usas y la posibi lidad de introdu cir cambios en las acc iones o en la met a. na activ idad con la que con seguir algún objetivo que suprima esos signos que, por regla o de aban donar la cons ecu ción de esa meta. De fo rma gen érica, est e apa rtado se analiza- gener al, se ex perimentan con co nnotaciones negati vas o avcrs ivas. En este caso. habla- rá co nsider ando de form a global el control del resultado. mos de neces idad 8. Así pues, de modo tent ativo, la secuencia que prop onemos para explicar el proceso mo tivacio nal sería la sig uiente : estí mulo, percep ción , eva luación -va loración, e lección de la meta. decisión de ac tua r, act ivación, direcci ón, co ntrol del result ado. A lo largo del , Cuando un individuo lleva a cabo la conducta motivada de beber, en los casos en "" que el organis- mo experimenta una disminución en el nivel de líquidos. lo hace porque siente sed, y no porque piense que proceso. es habitual que el indivi duo realice los per tinentes procesos atr ibuciona les acerca en su organismo existe de ficiencia de líquidos. Bebe para suprimir I (\~ efectos negativos asociados a la de los result ado s que va obte nie ndo con sus co nductas, con lo cua l se puede entender la sensaci ón de sed, y para ex perimentar las connotacio nes gratificarucs de la ingesti ón de liquido 48 Psicología de la moti vación y la emoción El proceso motivucional El estímulo puede estar presente en el ambiente fí sico del sujeto o puede no estar individuo, aunque puede dar lugar a los siguient es pasos del proceso motivacional. En In presente, refiriéndose, en este último caso. a un recuerdo, o a una meta más o menos percepción no consciente de este tipo de estimulas tamb ién influye el filtro anteriorrnen- importante que persigue el individuo, y que no tiene por qué estar presente de forma te reseñado, ejerciendo su efecto en el ámbito de las preferencias de ese individuo. En In continu ada. Por otra parte, el est ímulo puede no ser real. y consistir sólo en una distor- percepción no consciente de estímulos internos , por regla general. es el prop io organis- sión perceptiva, alucinación, etc. , del individuo. mo el que lleva a cabo las acciones destinadas a responder a la eventual demanda impl í- Además, el estímulo puede no ser percibido consc ientemente, esto es, puede ocurrir cita en ese estímulo. Si con las acciones autom áticas del organismo se consig ue dar res- que la intensidad o la duración del estímulo provoquen en el suj eto una activación que puesta a las exigencias del estímulo, el individu o no será consciente, ni del estim ulo, ni no supere el umbral de la consciencia. En este tipo de situaciones, el individuo no tiene de la percepción, ni de las respuestas derivadas de la asoc iación estímulo-percepción. conocimiento consciente de haber recibido la estirnulaci ón, aunqu e dicha estimulaci ón Empero, cuando las acciones más o menos autom ática s que lleva a cabo el organismo le impactó y fue procesad a. Tanto si el estímulo es percibido conscientemente, cuanto si son insuficientes para responder de forma apropiada a las exigencias del estímulo, apa- no lo es, ha de tener una cierta capacidad para desencadenar un eventual proceso moti- recerán diversos camb ios y signos, también con connotacio nes desagradables y aversi- vacional". Esa capacidad puede ser innata o adquirida a través de la experiencia de ese vas - -e n real idad, se trata de cambios relativamente similares a los que aparecen cuando individuo. ocurre la percepci ón no consciente de un estímul o externo-s-, los cuales, ahora sí, son El estímulo es una variable imprescindible y necesar ia para que se inicie el proceso percibidos de forma co nsciente por el individuo, impul sándole a realizar ciertas accio- motivacional. Sin embargo, no es una variable suficiente, pues se requiere la existencia nes con las que conseguir un objetivo determin ado que suprima el malestar. de una eventual percepción y de una evaluación-valoraci ón que confie ra al estimulo u La percepción, consciente o no consciente, es una variable imprescindible y necesa- obj etivo las connotaciones de meta a conseguir por ese individuo. ria para que ocu rra el proceso motivacional. Sin embargo, tampoco es una variabl e sufi- Percepción del estímulo. Es un aspe cto importante, ya que la ausencia de la per- ciente, pues se requiere la existencia de un estímul o susce ptible de ser percibido, y de un cepción - -c onsciente o no conscie nte- impide el inicio del proceso motivacional. La proceso de evaluación-valoración que haga pensar al sujeto, o que haga decidir al orga- no existencia de percep ción consc iente supr ime la posibilid ad de que un indiv iduo nismo, que dicho estímulo es capaz de desencadenar una conducta motivada. note la existencia del estímulo y se sienta motivado para llevar a cabo una acció n apro- Evaluació" y valoración. Hacen referencia a dos aspectos fundamentales en el pro- piada. La no existencia de percepción no conscient e --asumida tambié n la ause ncia de ceso motivacional. Cada vez que se detecta la existenci a de un estímulo, o de una nece- ~ercepc ión consciente-s- mantiene al organismo en un estado quies cente, sin ningún sidad, el individuo tiene que decid ir qué hacer. En el proceso de tomar la decisión, así tipo de manifestación de cambios y signos que harían que el indiv iduo se sintiese atraído como en el de la eventual elección del objet ivo que se convertirá en meta para ese indi- o motivado po r algún tipo de obj etivos. Es decir, para que oc urra la perc epción, se viduo, se produce mucha acti vidad cognitiva, caracteri zada por la evaluación de la ex- requ iere la presencia de un es tímulo y la exist encia de recept ores apropiados. pectativa de conse guir un eventual obje tivo, y por la valoración asociada a las con nota- Así pues, la percepción puede ocurrir de dos modos : conscientemente y no conscien - ciones que ese objeti vo posee para el individuo. temente. En la percepción consciente de un estímulo externo, el individuo detecta y nota Por lo que respecta a la evaluación, el individuo analiza las características de los la pre.sencia de un estímulo que, por sus características particulares, posee el suficiente distintos obj etivos que puede intentar consegu ir, considerando la dificultad que entraña atract~vo para llamar su atención y, si es el caso, tratar de conseguirlo. En la percepción cada uno de ellos, analiza el bagaje de los recur sos y habilidades disponibles para inten- con s cl~nte de un estímulo interno, el individuo experimenta ciertos cambios, general- tar conseguir alguno de los objet ivos, y analiza el esfuerzo que estima que tendrá que m~nt~ incómodos, que le impulsan a realizar una actividad con la que conseguir algún invertir en esa tarea de consecución. El resultado de estos procesos de análisis produc e objeti vo que haga desapare cer esos cambios y signos más o meno s aversivos. Así, en la una expectativa de consecución para cada uno de los dist intos objetivo s. Esta expectati va p~rcepció? c?n.sciente, ej ercen ~u influencia las variables biológicas - -la especia l capa- de consecuc ión de un objetivo podría ser mejor denominada como probabilidad subjeti- cidad del individuo para cierto tipo de estímulos- , las variables cognitivas - los juic ios va de éxito, ya que refleja el resultado del análisis subj etivo que realiza ese individuo. o las creenc ias de ese individuo respecto al estímulo - , y las variables afectivas - el Por lo que respect a a la valoración, el individuo asigna un determinad o peso de satis- estado afectivo actual del individuo. En conjunto, estos tres tipos de variables confor- facción o gratifi cación a cada uno de los posib les obj etivos. Esa satisfacción inclu ye las man una especie de fi ltro que repercut e sobre la percepción , pues incrementan o reducen dimensiones cognitivas y afect ivas, considerando tambi én las eventuales connotaciones la eventual sensibilización del individuo hacia un tipo determinado de estímulos, con lo negativas, en el caso de que se fracase en la conse cución del objetivo que se convierta en cual modifican los umbral es de percepción. meta. Por el contrario, en la percepc ión no consciente de un estímul o externo, dicho es- Los procesos de evaluación y valoración pueden ocurrir de forma consciente o de tímulo no posee la suficiente saliencia (en intensidad o en durac ión) para captar la aten- forma no consciente. Cuando ocurren de forma consciente, también influyen las mismas ción consciente del indiv iduo, pero si que es capaz de producir un cierto procesamiento variables que ej ercían una suerte de filtro en el proceso de percep ción, esto es, variabl es de la estimulación. Este proce sam iento no alcanza los umbral es de la consciencia del biológicas, variables cognitivas y variables afectivas. Este conjunto de variabl es hace referencia. respect ivamente, a las disposiciones biológi cas del individuo en cuestión, a , Esta afirmación tiene que ser matiz ada en términos de fluctu ación de los umbrales referidos a la las experiencias acumuladas a lo largo de su vida, y al estado afectivo momentáneo en el gratificación y a la necesidad, al estilo del modelo hidráulico que propusiera Lorcnz ( 1970). que se encuentra dicho individuo. Cuando los pro cesos de evaluación y valoración ocu- so Psicología de la motivación -" la emocion El pro ceso moti vacional 51 rren de forma no consc iente suele predominar la int1uencia de las variables afecti vas, bién en este caso particular se puede hablar de ex istenc ia de motivació n. Por una part e. bajo la dist inción eleme nta l de cons ide rar el estímul o co mo «grato» o «no grato». Cuan- es posib le que esa act ividad supo nga la con secu ci ón de una recom pensa concreta, o 1< do e l resultado de la eva luación y valoración no conscientes cali fica al estimulo como evitació n de un cas tigo, en cuyo caso podríamos plan tear que se trata de una con duct a

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