🎧 New: AI-Generated Podcasts Turn your study notes into engaging audio conversations. Learn more

Nolte, D - How to compare compare Regional Powers.en.es LEER.pdf

Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...
Loading...

Full Transcript

Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.com Revista de Estudios Internacionales (2010), 36, 881–901 - 2010 Asociación Británica de Estudios Internacionales doi:10.1017/S026021051000135X Cómo comparar los poderes regionales: conceptos...

Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.com Revista de Estudios Internacionales (2010), 36, 881–901 - 2010 Asociación Británica de Estudios Internacionales doi:10.1017/S026021051000135X Cómo comparar los poderes regionales: conceptos analíticos y temas de investigación DETLEF NOLTE Resumen. Aunque el concepto de poder regional se utiliza con frecuencia en la literatura de Relaciones Internacionales (RI), no existe consenso sobre las características que definen a una potencia regional. El artículo analiza diferentes enfoques teóricos que abordan el tema de las jerarquías de poder en la política internacional y hacen referencia al concepto de poder regional. Marcando las diferencias, así como los puntos en común con el concepto más tradicional de "potencias intermedias", el artículo describe un concepto analítico de poderes regionales adecuado para la investigación contemporánea en RI. Las dimensiones analíticas del marco pueden emplearse para diferenciar a las potencias regionales de otros estados y para compararlas con respecto a su estatus de poder o poder relativo. Además, el artículo investiga las posibles repercusiones del surgimiento de las potencias regionales para la política internacional y analiza la probable importancia y funciones de las estructuras de gobernanza regional para las potencias regionales. Detlef Noltees Dr. Phil. Ciencias Políticas de la Universidad de Mannheim; Vicepresidente del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales GIGA, Hamburgo; Director del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos, Hamburgo; y Profesor de Ciencias Políticas (Universidad de Hamburgo). Puede contactar con Detlef en: { [email protected] }. Introducción El debate sobre los cambios de poder en las regiones, el ascenso de las potencias regionales y la futura configuración del orden global se viene desarrollando desde hace tiempo. A principios del siglo XXI, los banqueros de inversión promovieron ante los posibles inversores el concepto de los BRIC (Brasil, Rusia, China e India) como las futuras potencias económicas emergentes.1En junio de 2009, los BRIC organizaron su primera reunión presidencial, que reafirmó a los colegas constructivistas de la teoría de las relaciones internacionales. Los departamentos de investigación de los bancos de inversión pronosticaron que, a fines de la tercera o cuarta década del siglo XXI, China habrá superado a los Estados Unidos como la mayor economía y que India podría seguir su ejemplo en la segunda mitad del siglo.2 1Dominic Wilson y Roopa Purushothaman, 'Soñando con los BRIC: el camino hacia 2050', Goldman Sachs, Global Economics Paper No. 99, Londres (2003). 2Goldman Sachs,Los BRIC y más allá(Londres 2007). Este estudio también incluye los 'Next-11': México, Nigeria, Egipto, Turquía, Irán, Pakistán, Bangladesh, Corea del Sur, Vietnam, Indonesia y Filipinas. Véase también Deutsche Bank Research, 'Globale Wachstumszentren 2020. Formel-G für 34 Volkswirtschaften' Aktuelle Themen No. 313, Frankfurt (2005). 881 882 Detlef Nolte Otros investigadores han extendido el concepto BRIC al BRIC plus3y a los países BRICSAM, con el objetivo de poner más potencias (económicas) emergentes en nuestro radar.4Entre estos últimos se incluyen Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, algunos países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia) y México. En 1999 Samuel Huntington5Predijo que la política mundial atravesará una o dos décadas uni-multipolares antes de entrar en un siglo XXI verdaderamente multipolar. Con la crisis financiera mundial en curso desde 2008, cabe preguntarse si las tendencias antes mencionadas con respecto a un cambio de poder y una reconfiguración del orden mundial se verán reforzadas.6La crisis parece beneficiar a las potencias emergentes, ya que la proliferación de foros multilaterales e interregionales (G 8, G 8 + 5, G 20, BRIC, IBSA, etc.) les da más voz en la estructura de gobernanza global emergente.7Además, las nuevas estructuras de gobernanza global tienden a reflejar tanto el peso político- económico relativo de estas potencias emergentes como el hecho de que representan a diferentes regiones del mundo en estas instituciones internacionales más o menos formalizadas. Al mismo tiempo, se puede observar un fortalecimiento y una ampliación de las organizaciones regionales, por ejemplo, en Asia.8y América Latina.9 Así pues, por un lado, parece fundada la afirmación de que las regiones desempeñarán un papel importante en el futuro orden mundial y de que vivimos en un mundo de regiones,10que está surgiendo una arquitectura regional de la política mundial,11y que un 'sistema multirregional de relaciones internacionales'12está en ciernes. Por otra parte, el debate en curso sobre el ascenso de las potencias regionales13El conflicto está cobrando nuevo impulso. ¿Cuáles son las consecuencias para los órdenes regionales correspondientes? ¿Cuáles son las repercusiones para el orden global? ¿Se volverá la política internacional más proclive a los conflictos? 3Los 'BRIC plus' incluyen a Brasil, Rusia, India, China, Egipto, Indonesia, Irán, Malasia, México, Nigeria, Filipinas, Sudáfrica, Tailandia y Turquía; Timothy M. Shaw, Andrew F. Cooper y Agata Antkiewicz, '¿Desarrollo global y/o regional a principios del siglo XXI? China, India y (Sudáfrica)', Revista trimestral del tercer mundo, 28:7 (2007), págs. 1255–70. 4 Andrew F. Cooper, Agata Antkiewicz y Timothy M. Shaw, '¿El tamaño económico triunfa sobre todo lo demás? Lecciones del BRICSAM, Documento de trabajo del CIGI Nº 12, Waterloo (diciembre de 2006); Manmohan Agarwal, Los países BRICSAM y el poder económico mundial cambiante: escenarios hasta 2050, Documento de trabajo del CIGI Nº 39, Waterloo (octubre de 2008). 5Samuel Huntington, 'La superpotencia solitaria',Asuntos exteriores, 78:2 (1999), págs. 35–49. 6 Randall Germain, 'Orden financiero y política mundial: crisis, cambio y continuidad',Internacional Negocios, 85:4 (2009), págs. 669–87. 7Andrew F. Cooper y Agata Antkiewicz,Potencias emergentes en la gobernanza global. Lecciones de la Proceso de Heiligendamm((Waterloo: Wilfrid Laurier University Press, 2008). 8Evelyn Goh, 'Grandes potencias y orden jerárquico en el Sudeste Asiático',Seguridad internacional, 32 (2007/2008), págs. 113-157; para una visión crítica del regionalismo del este de Asia, véase John Ravenhill, 'East Asian regionalism: Much Ado about Nothing?',Revista de Estudios Internacionales, 35:S1 (2009), págs. 215–35. 9Diana Tussie, 'América Latina: motivaciones contrastantes para proyectos regionales',Reseña de Internacional Estudios, 35:S1 (2009), pp. 169–88; Carlos Malamud, 'Cuatro cumbres latinoamericanas y el liderazgo de Brasil', Real Instituto Elcano, Documento de trabajo nº 3, Madrid (2009). 10Peter J. Katzenstein,Un mundo de regiones: Asia y Europa en el imperio americano(Ítaca, Nueva York: (Prensa de la Universidad de Cornell, 2005). 11Amitav Acharya, 'La arquitectura regional emergente de la política mundial',Política mundial, 59:4 (julio 2007), págs. 629–52. 12Andrew Hurrell, '¿Un mundo? ¿Muchos mundos? El lugar de las regiones en el estudio de las relaciones internacionales sociedad',Asuntos internacionales, 83:1 (2007), págs. 127–46. 13Ver el número especial deAsuntos internacionales, 82:1 (2006) sobre potencias regionales y emergentes. Cómo comparar los poderes regionales 883 Pero ¿qué constituye una potencia regional y qué países se clasifican actualmente como tales? A primera vista, no es demasiado difícil identificar a los sospechosos habituales: China, India, Brasil y Sudáfrica. Además, algunos analistas también incluirían a México, Nigeria, Egipto, Irán, Indonesia y tal vez Israel.14Pero algunos de estos países también han sido clasificados como potencias medias, y a algunas de las potencias regionales mencionadas se les ha atribuido el estatus de gran potencia. Por lo tanto, se puede decir que existe una falta general de instrumentos analíticos para identificar y comparar las potencias regionales, y para diferenciarlas de las grandes potencias y las potencias medias. Tal vez una de las principales dificultades para comprender el concepto de potencias regionales esté relacionada con el hecho de que comprende dos términos –“región” y “potencia”– que se conceptualizan de manera muy diferente en la teoría de las relaciones internacionales, con una gran variación en cuanto a su significado. Como resultado, si se suman dos conceptos ambiguos o multifacéticos, los problemas semánticos no se equilibrarán entre sí, sino que se acumularán. En consecuencia, el tema de investigación de las potencias regionales es complejo y multifacético. Este artículo, así como las demás contribuciones a esta sección especial, abordarán más el componente de poder de los poderes regionales que el concepto de región.15Aún faltan herramientas analíticas e investigaciones empíricas sobre cómo los poderes regionales ejercen influencia en sus respectivas regiones, y faltan instrumentos para delinear la configuración de las jerarquías de poder regionales.16y medir la influencia real de los poderes regionales en sus respectivas regiones. Los artículos de esta sección abordan estos temas/cuestiones tanto de forma teórica como empírica, combinando diferentes enfoques de las Relaciones Internacionales. Cuando analizamos los poderes regionales, es necesario combinar diferentes enfoques en la teoría de las relaciones internacionales. Un enfoque realista, liberal o constructivista estrecho no es suficiente para captar la complejidad de este tema. La estructura de los sistemas internacionales y regionales (la distribución de los recursos de poder y la polaridad) constituyen un estímulo importante para el surgimiento de poderes regionales, por lo que los realistas y neorrealistas pueden sentir que su perspectiva está validada. Pero las ideas sobre el liderazgo, sobre el orden internacional o regional al que se aspira o sobre los límites de la región también importan. Así que nuestros colegas constructivistas también tienen razón. Por último, pero no por ello menos importante, desde una perspectiva liberal, la dinámica política y económica dentro de los potenciales poderes regionales son factores importantes que tienen un impacto en el ejercicio del liderazgo regional. Por lo tanto, la mayoría de los enfoques para 14La enciclopedia de Internet Wikipedia presenta la lista más completa de potencias regionales. La lista incluye a India, México, Brasil, Sudáfrica, Nigeria, Israel, Egipto, Irán, Arabia Saudita, China, Japón, Australia, Indonesia, Malasia, Singapur, Francia, Reino Unido, Alemania y Rusia. Robert. A. Pastor (ed.),Un viaje de un siglo. Cómo las grandes potencias moldean el mundo(Nueva York: Basic Books, 1999), pág. 25. Entre las potencias regionales se incluyen: Brasil, Argentina, México, Nigeria, Sudáfrica, Irak, Irán, Egipto, India, Indonesia y Pakistán. China está clasificada como una gran potencia. 15Hace más de diez años Barry Buzan comentó: 'El concepto de región se utiliza ampliamente y rara vez... muy claramente definido. Barry Buzan, 'Asia-Pacífico: ¿qué tipo de región en qué tipo de mundo?', en Christopher Brook y Anthony McGrew (eds),Asia-Pacífico en el Nuevo Orden Mundial(Londres: Routledge 1998), pág. 68. Lo mismo se aplica a gran parte del debate actual sobre las regiones en la política internacional. Para un resumen de la investigación actual con respecto al estudio de las regiones y los temas de investigación futuros, véase Rick Fawn, "Regions" and their study: wherefrom, what for and whereto? Revista de Estudios Internacionales, 35:S1 (2009), págs. 5–34. 16El estudio de David Lake, 'Jerarquía regional: autoridad y orden internacional local',Reseña de Estudios internacionales, 35:S1 (2009), pp. 35–58 se centra en la influencia (autoridad relacional) de los EE. UU. en diferentes regiones del mundo; tal vez algunos de sus indicadores puedan adaptarse al análisis de la influencia de las potencias regionales dentro de sus regiones. 884 Detlef Nolte La conceptualización de los poderes regionales combina elementos de diferentes enfoques de las relaciones internacionales; incluyen la base de poder interna (liberal), los recursos de poder (realista) y su aplicación (realista), las definiciones de roles y estrategias (constructivista) y los patrones de interacción en la región con un énfasis especial en el papel de las instituciones regionales. En la actualidad, son pocas las regiones o subregiones que demuestran el claro predominio de una potencia regional. Lo normal es que existan centros de poder que compiten entre sí y un liderazgo que a menudo es objeto de disputa. En muchas regiones, las potencias menores tienen la opción de cultivar relaciones especiales con la superpotencia mundial, con el fin de limitar la influencia de las posibles potencias regionales. Por ello, la relación entre la potencia regional y la región correspondiente puede ser ambigua y engorrosa. Las regiones pueden reducir, en lugar de aumentar, la proyección de poder de las potencias regionales a nivel mundial; los problemas en el patio trasero pueden resultar gravosos.17 En este artículo introductorio se analizan diferentes conceptos y teorías de las relaciones internacionales relacionados con el estudio de las potencias regionales, se desarrollan algunas herramientas analíticas para el estudio de dichas potencias regionales y se identifican temas de investigación futuros. En primer lugar, se analizan diferentes enfoques teóricos dentro de la literatura sobre las relaciones internacionales que pueden resultar útiles para el análisis de las potencias regionales y los cambios de poder en el siglo XXI. Se abordan las diferencias entre las potencias regionales y conceptos alternativos como las potencias intermedias, y se presenta un concepto analítico que puede utilizarse como herramienta para identificar, analizar y comparar los Estados que aspiran a la condición de potencia regional. Philip Nel y Matthew Stephen plantean un buen punto a este respecto cuando sostienen que deberíamos referirnos a las aspiraciones regionales en lugar de a los logros de liderazgo.18Sin embargo, el análisis y la conceptualización de los poderes regionales no deben detenerse en este punto. No se debe dar por sentado que cada región produce de forma casi automática su poder regional. Se trata, más bien, de una cuestión empírica abierta. Por ello, se desarrollará un marco analítico que pueda utilizarse para examinar con más detenimiento los Estados que son poderosos (en lo que respecta a sus recursos materiales o capacidades) en un determinado contexto geográfico regional y que tratan de ejercer liderazgo en ese contexto regional. Además, el marco analítico puede ayudarnos a diferenciar entre distintos tipos de poderes regionales y liderazgos regionales, tema que se aborda en los artículos de Destradi y Nabers en esta sección. El artículo amplía el tema de los poderes regionales y las jerarquías de poder regionales y aborda cuestiones como cuál podría ser el patrón dominante de hegemonía regional en las primeras décadas del siglo XXI y cómo los poderes regionales podrían explotar o depender de las estructuras de gobernanza regional como parte de su estrategia para lograr la hegemonía regional. Por último, el artículo delinea futuros temas de investigación en relación con los desafíos para el liderazgo regional en un mundo multipolar y ofrece un breve resumen de los otros artículos de esta sección. Jerarquías de poder y cambios de poder en la teoría de las relaciones internacionales El tema de los poderes regionales delinea un área de investigación que combina un concepto geográfico –región– con un concepto básico de la teoría de las Relaciones Internacionales –el poder. 17Hurrell, 'Un mundo'. 18 Philip Nel y Matthew Stephen, '¿Agentes de cambio? Las políticas económicas exteriores del IBSA Estados', en Daniel Flemes (ed.),Liderazgo regional en el sistema global: ideas, intereses y estrategias de las potencias regionales(Aldershot: Ashgate 2010), págs. 71–90. Cómo comparar los poderes regionales 885 Se refiere a las jerarquías de poder en el sistema internacional. El poder ha sido un concepto central de la tradición realista en las RI y se ha definido como el control sobre los recursos, principalmente los recursos militares. Otros autores han conceptualizado el poder como una relación entre dos actores (Estados),19como en la definición de Joseph Nye.20 El poder puede tener un componente ideacional, como en el concepto de autoridad utilizado por Lake21o en el concepto de poder productivo de Michael Barnett y Raymond Duvall.22Otros artículos de esta sección abordarán extensamente los conceptos de poder y hegemonía y cómo pueden aplicarse a los poderes regionales. Mientras que en la literatura científica y en los medios de comunicación masivos se mantiene el estatus de los EE.UU. como la única superpotencia (o hiperpotencia) restante23y el 'número uno' en la jerarquía de poder internacional no es disputado (con algunas variaciones con respecto al dominio en diferentes dimensiones de poder).24y una literatura cada vez más creciente sobre los Estados Unidos en decadencia y el mundo post-estadounidense),25En cuanto a las demás características de la jerarquía de poder internacional, no hay consenso. Ni siquiera en lo que se refiere a la terminología –potencias secundarias, estados de segundo nivel, grandes potencias, estados intermedios, potencias medias, estados de nivel medio, (grandes) potencias regionales, por citar algunos ejemplos– coinciden los distintos autores o enfoques científicos. Lo mismo se aplica a la discriminación semántica en lo que se refiere a los conceptos de gran potencia, potencia regional y potencia media. En este artículo se hará ahora una breve referencia a aquellos enfoques de la teoría de las relaciones internacionales que son más adecuados tanto para el análisis de las jerarquías de poder regionales como para el estatus de las potencias regionales en la jerarquía de poder global. Martin Wight, en su texto clásicoPolítica de fuerza(esEn su obra, publicada por primera vez en 1946, se distingue, por ejemplo, entre potencias dominantes, grandes potencias y potencias menores. Separa dos categorías de Estados: grandes potencias regionales y potencias intermedias. Los intereses de las grandes potencias regionales se centran en una región limitada en la que pueden actuar por su propia cuenta. Las grandes potencias regionales son candidatas potenciales al estatus de potencias intermedias en el sistema internacional.26Por el contrario, las potencias medias son 19David A. Baldwin, 'Poder y relaciones internacionales', en Walter Carlsnaes, Thomas Risse, y Beth A. Simmons (eds),Manual de relaciones internacionales(Londres: Sage 2002), págs. 177–91. 20'El poder es la capacidad de lograr los resultados deseados y, si es necesario, de cambiar el comportamiento de los demás. otros para que esto suceda.' Joseph S. Nye,La paradoja del poder estadounidense(Oxford: Oxford University Press, 2002), pág. 4. 21David A. Lake, 'Escape del estado de naturaleza. Autoridad y jerarquía en la política mundial', Seguridad internacional, 32:1 (2007), págs. 47–79; Lake, 'Jerarquía regional'. 22Michael Barnett y Raymond Duvall, 'El poder en la política internacional',Organización internacional, 59:1 (2005), págs. 39–75. 23Amy Chua,El día del imperio. Cómo las hiperpotencias llegan al dominio global y por qué caen(Nuevo (Nueva York: Doubleday, 2007). 24Para un resumen de los diferentes indicadores del dominio estadounidense, véase G. John Ikenberry, Michael Mastanduno y William C. Wohlforth, 'Unipolaridad, comportamiento estatal y consecuencias sistémicas', Política mundial, 61:1 (2009), págs. 1–27. 25Ver el título deAsuntos exteriores, 87:3 (mayo/junio de 2008); Michael Cox, '¿Está Estados Unidos en decadencia otra vez?', Asuntos internacionales, 83:4 (2007), págs. 643–53; Fareed Zakaria,El mundo post-americano(Nueva York: WW Norton, 2008); para un punto de vista opuesto o equilibrado, véase Stephen G. Brooks y William Wohlforth, 'Reshaping the World Order',Asuntos exteriores, 88:2 (2009), págs. 49–63; Cristopher Layne, 'El declive de la hegemonía estadounidense: ¿mito o realidad?',Seguridad internacional, 34:1 (2009), págs. 147–72; Germain, 'Orden financiero'. 26 Martín Wight,Política de fuerza, ed. Hedley Bull et al. (Londres: Instituto Real de Estudios Internacionales) Asuntos Exteriores, 1978), pág. 63. 886 Detlef Nolte se clasifican en función de su poder en comparación con las grandes potencias, y el poder es, en primer lugar, el poder militar.27 Otro enfoque analítico más actualizado que aborda explícitamente las jerarquías de poder en la política internacional es la llamada teoría de la transición de poder, formulada originalmente por AFK Organski.28A diferencia de las teorías realistas del equilibrio de poder, la teoría de la transición de poder postula un sistema internacional jerárquico con una potencia dominante en la cima y grandes, medianas y pequeñas potencias subordinadas a ella. La jerarquía refleja la distribución de los recursos de poder y se basa en patrones de asignación de recursos políticos y económicos que favorecen a la potencia dominante. En una extensión de la teoría de la transición de poder, Douglas Lemke ha desarrollado un modelo de jerarquía múltiple.29En lugar de una jerarquía internacional de poder, la jerarquía internacional de poder consiste en una serie de jerarquías de poder paralelas y superpuestas.30Los subsistemas31funcionan según la misma lógica que la jerarquía general de poder: cada uno de los sistemas regionales o subregionales tiene un estado dominante en la cima de la pirámide de poder regional o subregional. Los subsistemas regionales o subregionales están subordinados a la jerarquía de poder global. La potencia dominante en la jerarquía global, y también otras grandes potencias, pueden interferir en los subsistemas, especialmente si el poder localstatus quoestá en desacuerdo con las preferencias de la potencia dominante global o con los patrones globales de asignación de recursos políticos y económicos. Otras cuestiones –como la delimitación de fronteras y el control territorial en la región/subregión– pueden resolverse en el marco de la jerarquía de poder regional/subregional. Forman parte de la jerarquía de poder regional/subregional.status quo. Las jerarquías de poder regionales también son fundamentales para otro enfoque teórico. En el marco de su teoría del complejo de seguridad regional (RSCT), Barry Buzan y Ole Wæver32Distinguir entre superpotencias y grandes potencias que actúan y tienen un impacto a nivel global (o a nivel de sistema) y potencias regionales cuya influencia puede ser grande en sus regiones pero tienen un impacto menor a nivel global. Esta categoría de potencias regionales incluye a Brasil, Egipto, India, Irán, Irak, 27 'Una potencia media es una potencia con tal fuerza militar, recursos y posición estratégica que en En tiempos de paz, las grandes potencias pujan por su apoyo, y en tiempos de guerra, si bien no tienen esperanzas de ganar una guerra contra una gran potencia, pueden esperar infligirle costos desproporcionados a lo que la gran potencia puede esperar ganar al atacarla. Wight, Power Politics, p. 65. Otros autores enfatizan el tamaño (población) y el poder económico (PIB) como condiciones previas a largo plazo para el estatus de potencia media. Véase, Paul Kelly, Punching Above Our Weight,Política, 20:2 (2004), págs. 29–34. 28Afuera del coche Organski,Política mundial(Nueva York: Alfred A. Knopf, 1958); Jacek Kugler y AFK Organski, 'La transición de poder: una evaluación retrospectiva y prospectiva', en: Manus I. Midlarski (ed.),Manual de estudios de guerra(Boston: Unwin Hyman, 1989), págs. 171–94; Ronald L. Tammen et al.,Estrategias de transición de poder para el siglo XXI(Nueva York: Chatham House Publishers, 2000). 29Douglas Lemke,Regiones de guerra y paz(Cambridge/Nueva York: CUP, 2002). 30Huntington, 'Lonely Superpower', p. 36, también concibe una jerarquía de varios niveles. En la cima se encuentra Estados Unidos. como única superpotencia. En un segundo nivel están las "grandes potencias regionales" -el condominio franco-alemán en Europa, Rusia en Eurasia, China y potencialmente Japón en Asia oriental, India en Asia meridional, Irán en Asia sudoccidental, Brasil en América Latina, Sudáfrica y Nigeria en África- y un tercer nivel está compuesto por potencias regionales secundarias. 31 La definición de región de Lemke es muy restrictiva y se basa en las capacidades de proyección de poder de los estados, y da como resultado un gran número de pequeñas regiones. 32Barry Buzan y Ole Wæver,Regiones y poderes. La estructura de la seguridad internacional (Cambridge: Cambridge University Press, 2003); Barry Buzan,Estados Unidos y las grandes potencias. La política mundial en el siglo XXI((2004). Cómo comparar los poderes regionales 887 Israel, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudita, Sudáfrica y Turquía. El estatus de gran potencia exige recursos materiales, además del reconocimiento formal de su condición por parte de otras grandes potencias, así como repercusiones observables en el funcionamiento del sistema internacional y en el comportamiento de otras grandes potencias (o superpotencias). Las potencias regionales definen la estructura (polaridad) de cualquier complejo de seguridad regional. Sus capacidades de poder pueden ser considerables, pero están restringidas al contexto regional. Las potencias de nivel superior de fuera de la región no las tienen en cuenta en sus cálculos de poder global. Buzan y Wæver33Han elaborado su tipología para analizar las políticas y los complejos de seguridad regional. Sería interesante ampliar su esquema analítico –por ejemplo, en lo que respecta al análisis de la distribución del poder económico– para crear un modelo de poder multidimensional (que incluya recursos económicos y de poder blando) para el estudio de la distribución del poder regional y global. Ni las jerarquías de poder globales ni las regionales son estables. ¿Cuáles son las consecuencias de los cambios de poder? Existen escenarios más o menos conflictivos, benignos y abiertos, por ejemplo, en lo que respecta a la futura relación entre Estados Unidos y China, que se considera un posible rival para un mundo dominado por Estados Unidos.34A modo de ilustración, el artículo analizará dos enfoques de Relaciones Internacionales contrastantes que tienen un impacto directo en los discursos y las estrategias de política exterior. El poder, la lucha por el predominio y la creación de un equilibrio de poder son temas destacados en el enfoque realista de las RI. En este sentido, las hegemonías regionales y las grandes potencias son muy importantes. Según una visión realista de las RI, la actual constelación unipolar (o uni-multipolar) de la hegemonía estadounidense sólo puede transformarse si se establecen unipolaridades regionales, es decir, hegemonías regionales.35Estas potencias hegemónicas regionales podrían intentar crear un factor de contrapeso contra Estados Unidos.36Al mismo tiempo, es posible que los países de las propias regiones formen contraalianzas contra la potencia regional emergente, proceso que podría ser impulsado por la principal potencia mundial. En su marco teórico del “realismo ofensivo”, John Mearsheimer37 postula que las grandes potencias luchan por la hegemonía en su propia región de referencia. Al mismo tiempo, tratan de frustrar los esfuerzos de otras grandes potencias por ganar hegemonía en sus respectivas regiones. A las grandes potencias no les gustan los competidores pares. En cambio, están interesadas en asegurar que varios estados compitan por el liderazgo regional en 33Buzan y Wæver, 'Regiones'. 34 Jacek Kugler y Ronald L. Tammen, 'Desafío regional: el ascenso de China al poder', en Jim Rolfe (ed.),Asia-Pacífico: una región en transición(Honolulu: Centro de Estudios de Seguridad de Asia y el Pacífico, 2004), págs. 33-53; William H. Overholt,Asia, América y la transformación de la geopolítica (Cambridge: Cambridge University Press, 2008); G. John Ikenberry, 'El ascenso de China y el futuro de Occidente',Asuntos exteriores, 87:1 (2008), págs. 23–7. 35William C. Wohlfort, 'La estabilidad de un mundo unipolar',Seguridad internacional, 24:1 (1999), pág. 30. 36TV Paul, James J. Wirtz y Michel Fortmann,Equilibrio de poder. Teoría y práctica en el siglo XXI Siglo(Stanford: Stanford University Press, 2004). Con respecto al tema del equilibrio blando: Robert A. Pape, 'Soft Balancing against the US',Seguridad internacional, 30:1 (2005), págs. 7–45; TV Paul, 'Equilibrio suave en la era de la primacía estadounidense',Seguridad internacional, 30:1 (2005), págs. 46–71. 37 Juan J. Mearsheimer,La tragedia de la política de las grandes potencias(Nueva York/Londres: Norton, 2001); John J. Mearsheimer, 'Es mejor ser Godzilla que Bambi; mostrarle la puerta a Estados Unidos; no es una imagen bonita',Política exterior, 146 (enero/febrero de 2005), págs. 47–8. 888 Detlef Nolte En otras regiones, pero no en la propia. Desde el punto de vista de Estados Unidos, ha sido una gran ventaja que, en el pasado, ningún estado del hemisferio occidental haya representado una amenaza seria para la seguridad o la supervivencia de Estados Unidos. Por esta razón, Estados Unidos ha tenido libertad para causar problemas en los patios traseros de otras potenciales potencias hegemónicas regionales. Por lo tanto, Estados Unidos sospecha que las potencias regionales emergentes podrían tratar de construir cabezas de playa en su propio patio trasero. En este contexto, la creciente presencia económica de China en América del Sur se percibe como un desafío a la seguridad de Estados Unidos. Esto es especialmente cierto en lo que respecta al acceso a materias primas escasas (en primer lugar, el petróleo). Por otro lado, existen sospechas de que algunos países latinoamericanos, al jugar la carta china, podrían seguir un rumbo más independiente en sus relaciones con Estados Unidos. La presencia china en el hemisferio occidental se percibe como una señal de la erosión tanto del poder como de la posición geopolítica de Estados Unidos en la región. A diferencia de las teorías realistas del equilibrio de poder, la teoría de la transición de poder sostiene que el sistema internacional es estable si hay una potencia dominante en la cima. Los Estados aceptan su posición en el orden internacional y reconocen que la influencia se basa en las diferencias en la distribución del poder entre las naciones. En cambio, la inestabilidad y la probabilidad de conflicto aumentan durante los períodos de relativa paridad de poder entre los competidores potenciales en el sistema internacional. En esta perspectiva, las condiciones para un orden internacional pacífico son más propicias cuando la potencia dominante tiene una gran ventaja de poder sobre los contendientes potenciales. La potencia dominante define y hace cumplir las reglas del orden internacional. Esas reglas proyectan los patrones de asignación de recursos políticos y económicos que la potencia dominante emplea a nivel nacional al nivel internacional.38Esto proporciona no sólo ganancias materiales para la potencia dominante sino también legitimidad para su liderazgo y los principios rectores del orden internacional porque han demostrado ser exitosos a nivel nacional. Contrariamente a los enfoques realistas, la teoría de la transición de poder postula que la competencia internacional entre Estados no está impulsada por la ambición de estos de maximizar su poder, sino más bien por su objetivo de maximizar las ganancias netas que podrían obtenerse de la competencia por recursos escasos en el orden internacional. El orden internacional es estable mientras las grandes potencias y los potenciales contendientes por el poder estén satisfechos con la distribución de beneficios y las reglas por las que se rige.39El sistema se vuelve inestable cuando una gran potencia posee recursos de poder.40El Estado dominante en decadencia es comparable a las demandas del Estado dominante y está insatisfecho con el funcionamiento del orden internacional. La combinación de paridad e insatisfacción es peligrosa. En una constelación como ésta, los conflictos y las guerras son posibles, pero no inevitables. Si el Estado dominante en decadencia es capaz de negociar un compromiso satisfactorio entre las demandas del Estado en ascenso y sus propios requisitos, es posible una transición pacífica del poder, como lo demuestra la transferencia del liderazgo internacional del Reino Unido a los Estados Unidos.41 38 Lemke, 'Regiones', pág. 22. 39 Kugler y Organski, "Transición de poder". 40El poder es una combinación de la población (número), la productividad económica (PIB per cápita) y la eficacia del sistema político (capacidad política) para movilizar recursos humanos y materiales. 41 Jacek Kugler, 'El ascenso asiático: ¿oportunidad para la paz o condición previa para la guerra?',Internacional Perspectivas de estudios,7:1 (2006), pág. 40. Cómo comparar los poderes regionales 889 Los enfoques presentados hasta ahora se basan principalmente en características estructurales como la distribución de las capacidades de poder. Sin embargo, para el análisis de los poderes regionales es necesario conectar los elementos estructurales con las estrategias y los resultados de dichas estrategias (órdenes regionales). Este artículo coincide con los diferentes enfoques analíticos que postulan que tiene sentido actuar no partiendo del supuesto de una única jerarquía de poder global, sino más bien partiendo de la presuposición de un sistema paralelo y superpuesto de jerarquías de poder globales, regionales y, en algunos casos, subregionales, que se encuentran en un proceso permanente de interacción. Los poderes regionales son los nodos entre las jerarquías de poder globales y regionales.42La estabilidad de una jerarquía de poder regional depende de las ganancias netas percibidas de los estados involucrados. La influencia de las grandes potencias externas en las jerarquías de poder regionales variará según la fuerza de la potencia regional y los ámbitos de políticas. Las potencias regionales difieren en cuanto a su influencia en la capa global. Algunas son muy influyentes en su propia región, pero ejercen poca influencia a escala global. Potencias regionales y potencias medias Hasta ahora no hemos tenido indicadores persuasivos ni modelos analíticos.43para la definición y conceptualización de las diferentes dimensiones que caracterizan a una potencia regional.44Los Estados que suelen figurar como potencias regionales suelen tener una población numerosa en el contexto regional y un PIB elevado. Poseen fuerzas armadas convencionales potentes y, en algunos casos, también armas nucleares. Si bien existen algunas pistas sobre cómo diferenciar entre grandes potencias y potencias regionales, aún queda el problema de hacer una distinción clara entre potencias regionales y potencias intermedias. Al mismo tiempo, puede ser útil analizar más a fondo la categoría de potencias menores dentro de la región. Tal vez no todos los posibles seguidores tengan la misma importancia para una potencia regional en ciernes. En una de las pocas publicaciones sobre poderes regionales en la literatura de las RI45 Una gran potencia regional se define como + un estado que geográficamente es parte de la región delimitada, + un Estado capaz de hacer frente a cualquier coalición de otros Estados de la región, + un estado que tiene gran influencia en los asuntos regionales, + un Estado que, a diferencia de una "potencia media", también podría ser una gran potencia a escala mundial, además de su posición regional.46 42Brantly Womack, 'Teoría de la asimetría y poderes regionales: los casos de India, Brasil y Sudáfrica', en Juan Gabriel Tokatlian (ed.),India, Brasil y Sudáfrica: el impacto de las nuevas potencias regionales(Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2007), págs. 15–34. 43Una excepción es Stefan Schirm, 'Führungsindikatoren und Erklärungsvariablen für die neue Política Internacional Brasileña',Análisis de América Latina, 11 (2005), págs. 110-11; Stefan A. Schirm, 'Líderes que necesitan seguidores: potencias emergentes en la gobernanza global',Revista Europea de Relaciones Internacionales(2009). 44Esto puede ser un reflejo de la falta de consenso en cuanto al concepto de poder. Véase, Félix Berenskoetter y MJ Williams (editores),El poder en la política mundial(Londres: Routledge, 2007). 45 Iver B. Neumann (editor),Grandes potencias regionales en la política internacional(Basingstoke: San Martín (Prensa, 1992). 46 Oyvind Osterud, 'Grandes potencias regionales', en Iver B. Neumann (ed.),Grandes potencias regionales en Política internacional(Basingstoke: St. Martin's Press, 1992), pág. 12. 890 Detlef Nolte En contra de esta distinción entre grandes potencias regionales y potencias intermedias, una revisión de la literatura pertinente revela que a veces es bastante difícil distinguir de forma clara entre el nuevo concepto de potencia regional y el concepto tradicional de potencia intermedia. Un buen número de los actuales candidatos al liderazgo regional también figuran como potencias intermedias: por ejemplo, India, Brasil, México, Nigeria y Sudáfrica.47Para complicar aún más las cosas, en la literatura científica más reciente se hace una diferenciación entre las potencias medias tradicionales –por ejemplo, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, los Países Bajos o los países escandinavos– que en cierta medida están perdiendo influencia, y las nuevas potencias regionales emergentes o potencias medias emergentes.48En esta categoría se incluyen, por ejemplo, Sudáfrica, India y Brasil. Es importante destacar las diferencias y connotaciones comunes respecto a los conceptos de 'poder regional' y 'potencia media'. Mientras que las potencias medias tradicionales se definen, en primer lugar, por su papel en la política internacional, las nuevas potencias medias son, en primer lugar, potencias regionales (o líderes regionales) y, además, potencias medias (en lo que respecta a sus recursos de poder) a escala global. Para una mejor distinción entre potencias medias y potencias regionales tiene sentido diferenciar entre una potencia líder, que se define por sus recursos de poder, su autoconcepción y su liderazgo.49El liderazgo se refiere a la influencia política en los foros diplomáticos, que podría ser ejercida por potencias intermedias. Las potencias regionales suelen combinar liderazgo y poder sobre los recursos. Las potencias regionales, a diferencia de las potencias intermedias, tienen una responsabilidad especial en lo que respecta a la seguridad regional y al mantenimiento del orden en la región. Sin embargo, para cumplir esta función, las potencias regionales –en nuestra terminología y las potencias intermedias emergentes en la terminología de Maxi Schoeman–50– deben cumplir varias condiciones: + La dinámica interna de un Estado de este tipo debería permitirle desempeñar un papel estabilizador y de liderazgo en su región. + Un Estado así "debería indicar y demostrar su voluntad y, por supuesto, también su capacidad o habilidad para asumir el papel de líder regional, estabilizador y, si no de pacificador, al menos de pacificador". + 'Debería ser aceptable para sus vecinos –los miembros del complejo de seguridad en el que opera– como líder responsable de la seguridad regional. Una aceptación más amplia o extrarregional es quizás una condición necesaria, pero no suficiente, incluso si es apoyada y promovida por las grandes potencias. 47 Andrew F. Cooper (editor),Diplomacia de nicho. Las potencias intermedias después de la Guerra Fría(Basingstoke: Macmillan, 1997); Jan van der Westhuizen, 'El surgimiento de Sudáfrica como potencia media',Revista trimestral del tercer mundo, 19:3 (1998), págs. 435-456; Andrew Hurrell, 'Some Reflections on the Role of Intermediate Powers in International Institutions', en Andrew Hurrell et al., 'Paths to Power: Foreign Policy Strategies of Intermediate States', Programa Latinoamericano. Woodrow Wilson International Center, Documento de trabajo N.º 244, Washington, DC (2000), págs. 3-4; Maxi Schoeman, 'South Africa as an Emerging Middle Power: 1994-2003', en John Daniel, Adam Habib y Roger Southall (eds.), Estado de la nación: Sudáfrica 2003-2004(Ciudad del Cabo: HSRC Press, 2003), pp. 349-67; Andrew Hurrell, 'Hegemonía, liberalismo y orden global: ¿qué espacio para las grandes potencias en potencia?', Asuntos internacionales , 82:1 (2006), págs. 1–19. 48Schoeman, 'Sudáfrica'; David Dewitt y Ryerson Christie, 'Los poderes y la seguridad regional', en Tokatlian, 'India, Brasil y Sudafrica', págs. 55–96. 49Sobre el tema del liderazgo, véase Joseph S. Nye,Los poderes para liderar: blando, duro e inteligente(Oxford: (Oxford University Press, 2008). 50Schoeman, 'Sudáfrica', pág. 353. Cómo comparar los poderes regionales 891 Aunque es posible distinguir de manera más o menos clara entre potencias regionales y potencias intermedias, algunas reflexiones y enfoques de investigación aplicados al análisis de las potencias intermedias tradicionales pueden adaptarse productivamente al análisis de las potencias regionales, ya que muchas de ellas utilizan actualmente estrategias que se atribuyen a las potencias intermedias tradicionales. Debido al desequilibrio de poder actual en muchas áreas políticas entre las potencias regionales existentes y la única superpotencia (militar) (EE. UU.), se puede argumentar que, cuando intentan hacer valer sus intereses, las potencias regionales a menudo tienen que recurrir a estrategias que normalmente se atribuyen a las potencias intermedias. Así, a las potencias intermedias tradicionales se les ha atribuido un interés especial en las instituciones internacionales o en la formación de coaliciones en dichas instituciones, las cuales sirven al objetivo de limitar el poder de los estados más fuertes.51En muchas regiones, los conflictos por el poder y la influencia se resolverán cada vez más en el marco de dichas instituciones.52 Por lo tanto, el poder de las potencias medias tradicionales, así como de las nuevas potencias regionales, podría medirse, entre otras cosas, por la influencia que ejercen sobre la estructura de las instituciones internacionales y regionales. Este artículo coincide con Andrew Hurrell en que Las instituciones no sólo se ocupan de los propósitos liberales de resolver problemas comunes o promover valores compartidos. También son lugares de poder y reflejan y consolidan jerarquías de poder y los intereses de los Estados poderosos. De hecho, la soberanía puede definirse cada vez más no por el poder de aislar al propio Estado de las influencias externas, sino por el poder de participar eficazmente en instituciones internacionales de todo tipo.53 Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que, desde la perspectiva de los poderes regionales, las instituciones globales y regionales cumplen funciones diferentes.54 Pueden utilizarse, en el primer caso, como un instrumento para equilibrar a otras grandes potencias o a los EE.UU., y en el segundo caso, pueden ser un instrumento de dominación y un mecanismo para mantener a otras potencias fuera de la región. Al igual que las potencias medias tradicionales55Muchas potencias regionales favorecen un enfoque multilateral y cooperativo en la política internacional y expresan una preferencia por las instituciones internacionales y regionales. Esta preferencia concede especial importancia a dos categorías de Estados: por un lado, las potencias regionales deben tener en cuenta a los Estados con capacidades de poder relativamente altas (y posibles rivales de la potencia regional) – Samuel Huntington56utiliza el término "potencias regionales secundarias". Por otra parte, podría existir una categoría de estados que podrían denominarse "potencias regionales intermedias" (puede ser que esta etiqueta cause confusión porque se confunde con el concepto tradicional de potencia intermedia). 51Denis Stairs, 'De poderes medios y roles intermedios', en Ken Booth (ed.),Estado y seguridad. La Guerra Fría y más allá(Cambridge: Cambridge University Press, 1998) pp. 270–86; Andrew F. Cooper, 'La evolución del multilateralismo en un Estado intermedio: la reorientación de la estrategia canadiense en las arenas económica y de seguridad', en Andrew Hurrell et al., 'Caminos hacia el poder: Estrategias de política exterior de los Estados intermedios', Programa Latinoamericano. Centro Internacional Woodrow Wilson, Documento de trabajo n.º 244, Washington, DC (2000); Hurrell, 'Algunas reflexiones'. 52Con respecto al Sudeste Asiático, véase Goh, 'Grandes Potencias'. 53Hurrell, 'Algunas reflexiones', págs. 3–4. 54Hurrell, 'Hegemonía', pág. 11. 55Según 'Los dilemas de los liliputienses: los pequeños Estados en la política internacional' de Robert O. Keohane, Organizaciones internacionales, 23:2 (1969), pág. 296, una potencia media es 'un Estado cuyos líderes consideran que no puede actuar solo de manera efectiva, pero que puede tener un impacto sistémico en un grupo pequeño o a través de una institución internacional'. 56Huntington, 'Superpotencia solitaria'. 892 Detlef Nolte Las potencias regionales dependen de la cooperación (o al menos de la tolerancia/aquiescencia) tanto de las «potencias regionales secundarias» como de las «potencias regionales intermedias» cuando intentan hacer valer sus intereses en la región y, en parte, también a nivel global. Constituyen una categoría especial de seguidores. Las potencias intermedias tradicionales (a nivel global) muestran un enfoque político específico de formación de coaliciones y cooperación, en el que pueden actuar como catalizadores o «facilitadores». De manera similar, las «potencias regionales intermedias» son socios de cooperación muy valorados por las potencias regionales de la región correspondiente.57 La dificultad de clasificar a un Estado como potencia regional está relacionada con el hecho de que este estatus no tiene que ver únicamente con los recursos de poder (poder duro y blando o poder inteligente –la combinación correcta de poder duro y blando)58Pero también tiene que ver con las percepciones sobre la configuración de las jerarquías de poder globales y regionales. También tiene que ver con las definiciones de roles de las élites políticas respecto de la posición de un país dentro de dichas jerarquías de poder. Por lo tanto, la autoconcepción, que es importante para la clasificación como potencia regional, constituye otro vínculo con la literatura científica sobre las potencias medias. La mayoría de los autores no se refieren a criterios objetivos específicos o recursos (PIB, poder militar, etc.) para diferenciar las potencias medias de las grandes potencias o los estados menos poderosos. Más bien, definen una potencia media desde un punto de vista constructivista como una identidad autocreada o una ideología para la conducción de la política exterior. Por lo tanto, lo que se aplica a las grandes potencias también es válido para las potencias medias y las potencias regionales: "Puedes reclamar el estatus de Gran Potencia, pero la membresía del club de las Grandes Potencias es una categoría social que depende del reconocimiento de los demás: de tus pares en el club, pero también de los estados más pequeños y débiles dispuestos a aceptar la legitimidad y la autoridad de quienes están en la cima de la jerarquía internacional. Por lo tanto, un enfoque constructivista consideraría las jerarquías de poder en términos de entendimientos compartidos que se desarrollan entre grupos de estados".59El estatus de potencia intermedia o potencia regional es una categoría social que depende del reconocimiento de este estatus y de la correspondiente jerarquía de poder por parte de otros Estados. No obstante, la inclusión en esta categoría social presupone también la posesión de los recursos materiales correspondientes. Por esta razón Stefan Schirm,60En su definición de poder regional, combina los recursos de poder ('hard power') con la definición del rol y la percepción del poder regional por parte de otros estados. Propone los siguientes criterios para la clasificación de un estado como potencia regional: + La reivindicación articulada de liderazgo como creador de reglas, que forma parte de la propia definición del rol del Estado y se comunica a otros actores/estados. + Los recursos materiales y organizativos para la proyección de poder regional e internacional (poder sobre los recursos). + Actividades para honrar el reclamo de liderazgo y movilizar recursos de poder. + El reconocimiento y la aceptación del estatus de liderazgo por parte de otros actores/estados en la región y fuera de ella. + Influencia política real en la región (poder sobre los resultados). 57Especialmente porque podemos identificar una tendencia desde la década de 1990 hacia redes interregionales más fuertes. potencias intermedias. Véase Cooper, 'Niche diplomacy', págs. 17-9. 58Nye, 'Poderes para liderar'. 59 Hurrell, 'Algunas reflexiones', pág. 3. 60 Schirm, 'Führungsindikatoren'; Schirm, 'Líderes'. Cómo comparar los poderes regionales 893 El cumplimiento de estos criterios es variable, por lo que la reivindicación de liderazgo regional puede fundamentarse de forma diferente. Lo mismo ocurre con los recursos materiales para sustentar la reivindicación de liderazgo. Antes de proponer una definición de potencia regional, conviene aclarar que la denominación que se utiliza depende del tema que se quiera analizar. Así, un mismo objeto o país puede ser denominado de forma diferente, como gran potencia, potencia media o potencia regional. Por tanto, estos conceptos no son excluyentes entre sí, sino que, en cierto modo, pueden ser complementarios. La denominación de “potencia regional” se refiere a países que son influyentes y poderosos en determinadas regiones o subregiones geográficas (especialmente en Asia, África, América Latina y Oriente Medio). Los mismos Estados pueden ser potencias medias o grandes potencias en el contexto global. En resumen, el concepto de “potencia regional” delinea un programa de investigación que hace referencia a las jerarquías de poder regional y pone el foco en la cuestión de si existe una potencia regional en las regiones correspondientes, cuáles son las razones de ello y cuáles son las implicaciones de su existencia o ausencia. Con base en la discusión precedente, este artículo propone un concepto analítico que incluye tanto algunos criterios básicos para identificar a los poderes regionales como algunas dimensiones analíticas adicionales para la comparación de diferentes poderes regionales. Esperamos que las diferentes potencias regionales cumplan de manera diferente con estos criterios y que pueda haber un liderazgo regional fragmentado o facetado. Una potencia regional se define como un estado + que articula la pretensión (autoconcepción) de una posición de liderazgo en una región delimitada geográfica, económica y político-idealmente; + que muestra los recursos materiales (militares, económicos, demográficos), organizativos (políticos) e ideológicos para la proyección del poder regional; + que verdaderamente tiene gran influencia en los asuntos regionales (actividades y resultados). Además, se espera que una potencia regional sea un Estado + que está interconectado económica, política y culturalmente con la región; + lo que influye de manera significativa en la delimitación geopolítica y en la construcción político-ideal de la región; + que ejerce esta influencia a través de estructuras de gobernanza regional; + que define y articula una identidad o proyecto regional común; + que proporciona un bien colectivo para la región o participa de manera significativa en la provisión de dicho bien colectivo; + que define de manera significativa la agenda de seguridad regional; + cuya posición de liderazgo en la región sea reconocida o al menos respetada por otros Estados dentro y fuera de la región, especialmente por otras potencias regionales; + que se integra en foros e instituciones interregionales y globales donde no sólo articula sus propios intereses sino que actúa también, al menos de manera rudimentaria, como representante de los intereses regionales. No se da por sentado que cada región produzca de forma casi automática su poder regional. Se trata, más bien, de una cuestión empírica abierta. Por ello, en este artículo se desarrolla un concepto analítico destinado a examinar con más detenimiento a aquellos Estados que son poderosos (en lo que respecta a sus recursos materiales) en una determinada región. 894 Detlef Nolte contexto geográfico (y quizás en el contexto global) y que intentan ejercer liderazgo en ese contexto regional. El concepto proporciona una lista de verificación para la identificación y comparación de poderes regionales. A partir de este marco analítico, podrían surgir otras preguntas de investigación: + ¿Cuál es el peso relativo de los factores materiales e ideológicos para el surgimiento y la consolidación de los poderes regionales? + ¿Cuáles son las implicaciones de la ausencia de un poder regional para la región correspondiente? + ¿Cuáles son las implicaciones de la interacción entre las proyecciones de poder regionales y globales? + ¿Cuáles son las repercusiones de la existencia de un poder regional para la resolución de conflictos y la institucionalización regional?61 Hegemonía regional e instituciones regionales Los líderes regionales necesitan seguidores regionales. La cuestión de definir y conceptualizar el concepto de "seguidores" es importante. Lo mismo se aplica a las estrategias de las potencias regionales que pueden ser propicias para generar lealtad y seguidores. ¿Qué tipo de estrategias tienen a su disposición las potencias regionales? ¿Cuáles son las reacciones y estrategias de las potencias menores o, más importante aún, de las "potencias secundarias" en la región con respecto a las estrategias de las potencias regionales? Investigaciones recientes62El estudio sobre la arquitectura regional y la jerarquía de poder en el Sudeste Asiático demuestra que la influencia de potencias menores o secundarias en la configuración de una región y su arquitectura institucional puede ser bastante significativa. Hasta ahora la relación entre hegemonía regional y regionalismo o gobernanza regional Apenas ha sido explorado.63¿Cuál es el papel de las potencias regionales en relación con los procesos de cooperación/integración política y económica en las regiones correspondientes? ¿Qué importancia y función tienen las estructuras de gobernanza regional para las potencias regionales y las grandes potencias fuera de la región? Desde el punto de vista de los Estados Unidos,64Una estrategia de integración de las potencias medias, los Estados de nivel medio o las potencias regionales –se mencionan explícitamente a China y la India– en instituciones multilaterales regionales puede ofrecer una oportunidad de influir en su comportamiento y hacer que sus acciones sean más calculables. Pero las mismas instituciones también pueden utilizarse como instrumentos de discriminación y exclusión contra otros Estados. Al mismo tiempo, la forma de las instituciones de gobernanza regional puede utilizarse como un indicador de la distribución del poder en la región y el tipo de hegemonía regional. 61Véase Douglas Lemke, 'Dimensiones del poder duro: liderazgo regional y capacidades materiales', en Daniel Flemes (ed.),Liderazgo regional en el sistema global: ideas, intereses y estrategias de las potencias regionales(Aldershot: Ashgate, 2010), págs. 31–50. 62Vaya, 'Grandes potencias'. 63Andrew Hurrell, 'Hegemonía y gobernanza regional en las Américas', en Louise Fawcett y Mónica Serrano (eds),Regionalismo y gobernanza en las Américas. Deriva continental(Basingstoke: Palgrave, 2005), págs. 185–208. 64Hugh De Santis, 'El dragón y los tigres. China y el regionalismo asiático',Revista de política mundial, 22:2 (2000), págs. 23–36; G. John Ikenberry, 'Poder y orden liberal: el orden mundial de posguerra de Estados Unidos en transición',Relaciones internacionales de Asia y el Pacífico, 5:2 (2005), págs. 133–52. Cómo comparar los poderes regionales 895 Los Estados (creadores de reglas) y las instituciones regionales suelen ser instrumentos más rentables y fiables para ejercer el dominio. Para los Estados más débiles (en su calidad de receptores de reglas), las instituciones regionales ofrecen una oportunidad:65(1) restringir la libertad de los estados poderosos mediante reglas y procedimientos establecidos; (2) dar a conocer sus intereses en un foro más amplio y por este medio obtener el apoyo de otros estados y (3) proporcionar espacio político para la construcción de coaliciones para establecer nuevas normas que sean congruentes con sus intereses o puedan restringir la influencia de los estados más poderosos. Sin embargo, según el concepto de hegemonía cooperativa66Los procesos de institucionalización regional se explican mejor por los intereses y estrategias del Estado más fuerte de la región –en nuestra terminología, la potencia regional. La hegemonía cooperativa es una forma "suave" de dominación mediante acuerdos institucionales cooperativos basados en una estrategia de largo plazo.67Las condiciones previas para una estrategia de hegemonía cooperativa son una capacidad por parte de la potencia regional correspondiente: (1) de agregación de poder, es decir, la capacidad de convencer a un número suficiente de Estados de la región para que se unan en torno a su proyecto regional; (2) de compartir el poder.vis-à-vis Estados más débiles de la región y (3) el compromiso con una estrategia a largo plazo de institucionalización regional. Desde la perspectiva de una potencia regional, una estrategia de hegemonía cooperativa (en contraste con la hegemonía unilateral) ofrece las siguientes ventajas: la institucionalización y la integración regionales son instrumentos de agregación de poder (ventajas de escala). Esto es especialmente importante para las potencias regionales emergentes, que quieren aumentar su influencia en la política global. Una dominación basada en la hegemonía cooperativa es más estable y más legítima porque coopta a otros estados mediante incentivos positivos, porque garantiza la estabilidad en la región y porque hace más difícil formar contraalianzas dentro de la región o con estados fuera de ella. Es inclusiva porque la estrategia facilita y protege el acceso de la potencia regional a los recursos estratégicos (materias primas) de la región. Facilita la difusión de ideas y modelos políticos que sirven a los intereses de la potencia regional. Se puede hacer una distinción entre una versión ofensiva y una defensiva de la hegemonía cooperativa. En el primer caso, la integración regional/institucionalización proporciona la base para la reivindicación de una potencia regional emergente de desempeñar un papel más importante en el escenario global. Se trata a menudo de Estados que disponen de mucho poder blando (poder económico, experiencia tecnológica, desarrollo institucional, influencia cultural e ideológica) pero poco o ningún poder militar. La segunda categoría de hegemonía cooperativa incluye, por un lado, a las grandes potencias que han perdido poder militar en comparación con otras grandes potencias y que intentan estabilizar su base de poder mediante una integración más fuerte con su región. Por otro lado, 65 Hurrell, 'Hegemonía y gobernanza regional', págs. 196-7; Andrew Hurrell,Sobre el orden global (Oxford: Oxford University Press, 2007), págs. 73–4. 66Thomas Pedersen, 'Hegemonía cooperativa. Poder, ideas e instituciones en la integración regional', Revista de Estudios Internacionales, 28:4 (2002), págs. 677–96. 67Además de las instituciones formales, las potencias dominantes pueden utilizar las redes regulatorias transnacionales como un instrumento para prevalecer en favor de sus intereses. 'Estas redes permiten a los estados poderosos moldear e influir en el proceso de integración sin necesidad de una negociación formal entre estados. Para los estados poderosos, la elección a menudo no es entre instituciones o no instituciones, sino más bien qué instituciones ofrecen la mejor compensación entre la eficacia por un lado y la maximización del control y el autoaislamiento por el otro.' Hurrell, 'Hegemonía y gobernanza regional', pág. 202. 896 Detlef Nolte Por otra parte, la segunda categoría incluye también a los Estados que son débiles en lo que respecta a recursos de poder específicos –incluida la legitimidad y el prestigio– y que por tanto tratan de compensar estas deficiencias por medio de instituciones regionales. En el contexto de la integración económica global y del desequilibrio de poder en muchas áreas políticas entre las potencias regionales existentes y la única superpotencia (EE.UU.), el dominio regional sólo es posible para la mayoría de los Estados en forma de hegemonía cooperativa. Para defender la hegemonía regional es necesario excluir de las instituciones regionales de cooperación a las potencias externas –y, en caso necesario, a las potencias que compiten por el liderazgo regional–. La disputa por la consolidación del liderazgo regional es también un conflicto por la creación de instituciones exclusivas de cooperación e integración. En este proceso las “potencias regionales secundarias” y las “potencias regionales medias” tienen gran importancia.68Desde el punto de vista de las potencias regionales, éstas son actores fundamentales para la construcción y el mantenimiento de estructuras de gobernanza regional en el marco de una hegemonía regional cooperativa. Por lo tanto, es importante analizar las potencias regionales en su interacción tanto con las «potencias regionales secundarias» como con las «potencias regionales intermedias». En consecuencia, deberíamos plantearnos la siguiente pregunta interesante: ¿cuáles son las condiciones o los facilitadores que hacen que las «potencias regionales secundarias» y las «potencias regionales intermedias» acepten el liderazgo de una potencia regional? Sería interesante «saber por qué los seguidores siguen […]». Sostenemos que la dinámica del liderazgo en la política internacional se revela más claramente mediante un examen del seguimiento.69 Perspectivas de investigación sobre los poderes regionales en un mundo multipolar cambiante En general, la predicción de Huntington de un siglo XXI multipolar puede ser una buena descripción de la futura estructura del sistema internacional. Pero ¿qué tipo de multipolaridad surgirá del ascenso de las potencias regionales? ¿Será la multipolaridad de un cártel o la de un concierto de potencias regionales que dominarán y fijarán las reglas en la política internacional? ¿O la multipolaridad de los diversos centros de poder abrirá más libertad de acción (un nuevo mercado de oportunidades) para los países menos poderosos de las diferentes regiones del mundo? ¿Se transformará el mundo uni- multipolar en un mundo no polar?70¿O un mundo multi-multipolar?71 Para responder a estas preguntas será necesario profundizar en el orden interno de las regiones, que son el resultado de la interacción entre los Estados que aspiran al liderazgo regional y los demás Estados de la región correspondiente. Para ello, sería útil retomar las herramientas y conceptos de investigación que hasta ahora se han aplicado en el estudio de las jerarquías de poder global o en relación con 68 Para una discusión del mismo tema desde una perspectiva diferente, véase David R. Mares, 'Middle Powers Bajo la hegemonía regional: ¿Cómo desafiar o aceptar la imposición hegemónica?Estudios internacionales trimestrales, 32:4 (1988), págs. 453–71. 69Andrew F. Cooper, Richard Higgott y Kim Richard Nossal (editores),Reubicación de las potencias medias: Australia y Canadá en un orden mundial cambiante(Vancouver: UBC Press, 1993), pág. 16. 70 Richard Haass, La era de la no polaridad,Asuntos exteriores, 87:3 (mayo/junio de 2008), págs. 44–56. 71 Aaron L. Friedberg acuñó el concepto de "multi-multipolaridad" para capturar la difusión de potencia tanto a nivel mundial y regional. Véase Aaron L. Friedberg, 'Ripe for Rivalry: Prospects for Peace in a Multipolar Asia',Seguridad internacional, 18:3 (1993–1994), págs. 5–33. Cómo comparar los poderes regionales 897 La hegemonía de Estados Unidos en la política internacional y su adaptación al análisis de las jerarquías de poder regionales. También sería útil incluir, de manera más sistemática, teorías que aborden la autoridad y la jerarquía en las Relaciones Internacionales.72o que categorizan diferentes patrones de interacción entre potencias mayores y menores73y aplicarlas a órdenes o jerarquías regionales. Puede existir una relación ambigua entre el ascenso de las regiones en la política global y el de las potencias regionales. La UE, un actor supranacional que combina las funciones de una institución regional y de un actor global, seguirá siendo la excepción. La proyección global de una región puede depender de un Estado poderoso en la región, es decir, una potencia regional. Sin embargo, el ascenso de una potencia regional puede ser resentido por potencias secundarias o menores en la región. Amitav Acharya74Tiene razón cuando sostiene que «las regiones se construyen más desde dentro que desde fuera» y que «el poder importa, pero las respuestas locales al poder pueden importar aún más en el proceso de construcción de órdenes regionales». Un estudio reciente de Douglas Lemke75El estudio de Lemke proporciona apoyo empírico a la tesis de que los poderes regionales son importantes. Desde un enfoque de relaciones internacionales, que se basa en la distribución de las capacidades de poder dentro de una región, demuestra por un lado que cuanto mayor es la cuota de poder del estado más fuerte de la región, menos probable es que se produzcan disputas interestatales militarizadas dentro de esa región. Esto implica que cuanto más poderosa es la potencia regional, más pacífica es su región. Por otro lado, el estudio proporciona apoyo empírico a la hipótesis de que cuanto mayor es la capacidad de poder relativa de la potencia regional, mayor es el número de organizaciones internacionales regionales. Los hallazgos de Lemke respaldan los argumentos básicos de la teoría de la transición de poder (una potencia dominante conduce a menos conflictos) y de la teoría de la estabilidad hegemónica.76que sostiene que es más probable que se creen y mantengan instituciones diseñadas para ayudar a los Estados a cooperar entre sí cuando existe un Estado poderoso capaz de proporcionar bienes colectivos y dispuesto a hacerlo. Los resultados del análisis empírico son más o menos los mismos cuando Lemke utiliza diferentes definiciones de poderes regionales y sus regiones correspondientes. Así, tenemos una fuerte evidencia empírica de que la existencia de un estado poderoso (con respecto a la distribución de los recursos de poder duro) dentro de una región tiene un impacto en el orden regional, porque hay menos conflictos y más organizaciones regionales. Sin embargo, no sabemos cómo funciona la relación causal. ¿Cuáles son las estrategias de los poderes regionales en la gestión o prevención de conflictos regionales? ¿Los poderes regionales crean o apoyan la creación de organizaciones regionales? ¿Estas organizaciones regionales constituyen un bien colectivo para la región y es el poder regional el principal responsable del mantenimiento y financiación de estas organizaciones? ¿Qué pasa con los intereses de los poderes menores y los seguidores de los poderes regionales en la configuración y mantenimiento de los conflictos regionales? 72Lago, 'Escape'; Lago, 'Jerarquía regional'. 73Stephen M. Walt,Cómo domar el poder estadounidense(Nueva York: WW Norton, 2005); GJ Ikenberry, Orden liberal y ambición imperial((2006). 74Acharya, 'Arquitectura regional emergente', pág. 630. 75Lemke, 'Dimensiones del poder duro'. 76Véase Charles Kindleberger,El mundo en crisis, 1929-1939(Berkeley, CA: Universidad de California Press 1974); Robert Keohane, 'La teoría de la estabilidad hegemónica y los cambios en los regímenes económicos internacionales', en Ole Holsti, Randolph Siverson y Alexander George (eds), Cambio en el sistema internacional(Boulder, CO: Westview Press, 1980), págs. 131-62; Duncan Snidal, 'Los límites de la teoría de la estabilidad hegemónica',Organización internacional, 39:4 (1985), págs. 579–614. 898 Detlef Nolte ¿Son las organizaciones regionales un instrumento con el que las potencias menores pueden enfrentarse al poder regional y protegerse de los intentos hegemónicos? Necesitamos más investigación empírica y mejores herramientas analíticas con respecto a algunas de estas cuestiones. El concepto analítico de poderes regionales presentado aquí podría ser un buen punto de partida para mapear la estructura interna de las regiones y el tipo de poder(es) regional(es) en cada región. Posteriormente, podríamos aprovechar al máximo el concepto de hegemonía cooperativa desarrollado por Thomas Pedersen.77Analizar las relaciones y la arquitectura de poder regionales. El concepto de hegemonía cooperativa probablemente no sea suficiente para analizar todas las formas de relaciones de poder regionales o de órdenes regionales: algunas pueden ser coercitivas, otras pueden producir un "liderazgo disputado",78Algunas pueden dar lugar a un orden hegemónico y otras a un equilibrio de poder. En el futuro, deberíamos diferenciar más claramente entre hegemonía, autoridad, jerarquía y el alcance de la jerarquía (el número de acciones de un Estado subordinado que un Estado dominante puede regular legítimamente) en las relaciones de poder regionales.79Además, será necesario incluir a las potencias externas en el análisis de los órdenes regionales y las relaciones de poder regionales de una manera más sistemática. Como se dijo anteriormente, Amitav Acharya80Tiene razón cuando identifica la relación entre las regiones y los actores poderosos de fuera y de dentro como un área clave para futuras investigaciones. Los artículos de esta sección abordan varias de las cuestiones que ya se han tratado, pero también plantean nuevas preguntas de investigación. El artículo teórico-conceptual de Destradi cierra una brecha interesante entre la estructura (la distribución de las capacidades de poder regional) y el resultado (los órdenes regionales), porque se centra en las estrategias de las potencias regionales que pueden ser más o menos cooperativas o benévolas. Destradi critica con razón un cierto sesgo en la conceptualización de las potencias regionales (incluido este artículo introductorio) que excluye del análisis los patrones de dominación "más duros". Destradi diferencia entre tres estrategias principales que siguen las potencias regionales para influir en los demás Estados de la región. Las sitúa en un continuo que va desde una estrategia unilateral y coercitiva hasta una extremadamente cooperativa. Posteriormente, a través de una distinción basada en la teoría y la aclaración de los conceptos subyacentes, compara tres estrategias: una estrategia imperialista (que puede conducir a un imperio regional), una estrategia hegemónica y una especie de liderazgo regional que puede ser iniciado por la potencia regional o por seguidores. Este es un aspecto interesante para futuras reflexiones teóricas e investigaciones empíricas: los órdenes regionales también pueden ser iniciados o construidos por las potencias menores (seguidores) dentro de una región. La estrategia hegemónica se subdivide en tres subcategorías que comprenden una variante dura, una blanda y una intermedia. Los principales criterios para diferenciar entre las diversas estrategias de las potencias regionales son los objetivos (interesados o colectivos) y los medios (desde la intervención militar hasta la persuasión). Otros criterios de diferenciación son las autorrepresentaciones de las potencias regionales y el tipo de legitimación que reclaman, así como las opciones estratégicas de los estados subordinados. Destradi sostiene que en el mundo real, las estrategias hegemónicas son más flexibles que las estrategias tradicionales. 77Pedersen, 'Hegemonía cooperativa'. 78Véase Daniel Flemes y Thorsten Wojczewski, 'Liderazgo disputado en las relaciones internacionales' 'Políticas de poder en América del Sur, Asia meridional y África subsahariana', GIGA Working Paper No. 121, Hamburgo (febrero de 2010). 79Lago, 'Escape'; Lago, 'Jerarquía regional'. 80Acharya, 'Arquitectura regional emergente', pág. 651. Cómo comparar los poderes regionales 899 En el mundo actual, se producirá una superposición o mezcla de diferentes estrategias por parte de las potencias regionales (según el área de interés), pero normalmente prevalece una forma particular de orientación estratégica. Como extensión del estudio de Destradi, sería interesante buscar las causas y consecuencias de las diferentes estrategias de las potencias regionales e ilustrar el marco analítico con ejemplos empíricos. Además, se debería diferenciar más claramente entre las estrategias de las potencias regionales, la reacción de otros actores en la región y el resultado final, porque los objetivos estratégicos de las potencias regionales no se convierten automáticamente en realidad. Los objetivos y estrategias de los diferentes actores regionales pueden ser concordantes, complementarios o divergentes. Como resultado, los órdenes regionales pueden incluir mecanismos superpuestos de gobernanza regional. Este es un área de investigación aún abierta para futuras investigaciones.81 Como señala Destradi, el significado de la hegemonía regional es difícil de entender y a menudo se discute. Ella diferencia entre la naturaleza más o menos benévola o coercitiva de la hegemonía en función de los medios empleados para ejercerla, que pueden consistir en recursos de poder material o factores ideacionales como la persuasión para aceptar normas y valores. Es aquí donde se centra el artículo de Dirk Nabers. Basándose en el concepto de hegemonía discursiva, el artículo analiza los requisitos previos de un liderazgo efectivo en la construcción de instituciones regionales. Nabers diferencia entre poder (como capacidades) y liderazgo (el ejercicio del poder). En este contexto, la relación entre líderes y seguidores es de importancia central, porque los líderes están limitados en sus acciones por sus seguidores (o la necesidad de preservar la adhesión de los seguidores). Tanto Destradi como Nabers subrayan el hecho de que el liderazgo regional abarca tanto a los líderes como a los seguidores. Los órdenes regionales son el resultado de la interacción entre los estados que aspiran al liderazgo regional y los demás estados de la región correspondiente. Nabers enfatiza que el liderazgo debe ser conceptualizado como una actividad (que incluye líderes y seguidores) en un contexto institucionalizado. El liderazgo también tiene una dimensión normativa porque depende de la capacidad de una potencia regional (o sus líderes) para presentar su propia visión del mundo particular como compatible con los objetivos de los seguidores regionales. Nabers conceptualiza el liderazgo como hegemonía discursiva. Sin embargo, en última instancia, los discursos producen y se reflejan en prácticas e instituciones específicas. Por lo tanto, un campo interesante para la investigación empírica futura puede ser comparar el contenido de los discursos sobre el liderazgo regional con la estructura de las instituciones regionales y las estrategias de las potencias regionales (el tema del artículo de Destradi). Nabers ilustra sus reflexiones conceptuales con un breve análisis de los roles de China y Japón (liderazgo) en el regionalismo del este de Asia. Si bien Nabers no sigue el mismo camino que Destradi, su enfoque parece ser adaptable a su concepto de liderazgo iniciado por los seguidores. La descripción del regionalismo del este de Asia en su artículo da algunas pistas de que puede ser iniciado al menos parcialmente por los seguidores.82En futuras investigaciones y reflexiones teóricas puede ser interesante analizar si los discursos sobre la hegemonía regional pueden ser influenciados o (de)construidos desde abajo (por estados menores/seguidores). 81Véase Emanuel Adler y Patricia Greve, 'Cuando la comunidad de seguridad se encuentra con el equilibrio de poder: 'mecanismos regionales superpuestos de gobernanza de la seguridad',Revista de Estudios Internacionales, 35:S1 (2009), págs. 59–84; Tussie, 'América Latina'. 82Véase Goh, 'Grandes potencias'. 900 Detlef Nolte En la teoría de las relaciones internacionales se ha producido una bifurcación entre la región económica –el tema central de los estudios sobre el regionalismo y las regiones– y la región relacionada con la seguridad. Hoy parece haber un creciente interés en vincular/unir ambas dimensiones de la "regionalidad" y en analizar los posibles patrones de interacción. Además, estas características básicas de una región no pueden separarse totalmente porque la cooperación económica presupone un bajo nivel de conflicto o al menos la gestión de los conflictos relacionados con la seguridad en la región. Es más, la mayoría de las regiones poseen tanto instituciones relacionadas con la seguridad como instituciones que gestionan cuestiones económicas, y puede haber una influencia bidireccional de las interacciones económicas sobre las interacciones de seguridad y de las interacciones de seguridad sobre las interacciones económicas.83 En un artículo reciente, Philip Nel y Matthew Stephen84Analizar las políticas económicas exteriores de tres potencias regionales: India, Brasil y Sudáfrica (IBSA) –tanto dentro de sus regiones como en relación con el orden global. Destacan la contribución que las potencias regionales emergentes pueden hacer a la revisión de las normas, prácticas y resultados de la gobernanza global. Estas potencias regionales son estados revisionistas con respecto al orden global, que se integran con el sistema económico global y al mismo tiempo intentan revisar al menos algunas de sus características fundamentales. India, Brasil y Sudáfrica están comprometidos a asegurar unredistribuciónde poder, riqueza y privilegio en la economía global. Como componente de este esfuerzo, han formado la "iniciativa de desarrollo trilateral" IBSA con el objetivo explícito de realinear el poder y los recursos en la política mundial para asegurar resultados más favorables para los países en desarrollo que los que se han logrado durante las últimas décadas. En su contribución a esta sección, Philip Nel desarrolla más este argumento, afirmando que los líderes de la India, el Brasil y Sudáfrica en particular luchan no sólo por su propio beneficio sino también por el reconocimiento de los países en desarrollo como socios plenos e iguales en la sociedad de estados. Esta lucha por el reconocimiento se centra en el multilateralismo inclusivo y en hacer más visibles las necesidades de desarrollo del Sur Global. El concepto de reconocimiento es muy interesante y prometedor. Se refiere a la dimensión comunicativa de la política internacional, a través de la cual los estados reconocen mutuamente el estatus y la estima social de otros estados. Sin embargo, puede ser necesario diferenciar entre pedir reconocimiento para uno mismo (los países del IBSA) o pedir reconocimiento en representación de otros (el Sur Global). Puede haber tensión entre el reconocimiento de los países del IBSA como nuevos actores globales por parte de otros países importantes y el reconocimiento de los intereses del resto del Sur. Esto plantea la cuestión de si los estados del IBSA están realmente interesados en cambiar las normas y prácticas jerárquicas de la sociedad internacional, o si sólo están interesados en unirse a la cima jerárquica. Con la crisis económica mundial y la inminente reconfiguración de las instituciones de gobernanza global,85India, Brasil y Sudáfrica están un paso más cerca de 83Vinod K. Aggarwal y Min Gyo Koo (editores),La nueva arquitectura institucional de Asia: en evolución Estructuras para la gestión de las relaciones comerciales, financieras y de seguridad(Berlín / Heidelberg: Springer, 2008). 84Nel y Stephen, '¿Agentes de cambio?' 85Cooper y Antkiewicz, 'Potencias emergentes'; Germain, 'Orden financiero'; Paola Subacchi, 'Nuevas Centros de poder y nuevos agentes de poder: ¿están configurando un nuevo orden económico?Asuntos internacionales, 84:3 (2008), págs. 485–98; Paola Subacchi y Eric Helleiner, 'From London to L'Aquila. Building a Bridge between the G20 and the G8', Documento informativo de Chatham/CIGI, Waterloo (junio de 2009). Cómo comparar los poderes regionales 901 La realización de sus objetivos revisionistas en relación con el orden económico global. Al mismo tiempo, su creciente estatus en la jerarquía de poder global puede causar problemas con respecto a su estatus regional. Como dicen Nel y Stephen86Como señalan algunos autores, puede existir una contradicción entre el doble papel de un liderazgo regional basado en una relación jerárquica dentro de la región y una posición revisionista respecto de la jerarquía de poder global. Los poderes regionales son como actores que tienen que desempeñar papeles muy diferentes en dos obras que se exhiben en el mismo teatro: en un escenario defienden sus privilegios en la jerarquía de poder regional imperante; en un segundo escenario, desafían el orden global vigente. De vez en cuando, la combinación de ambos papeles puede crear problemas de credibilidad y coherencia, tanto para los espectadores como para los actores, mientras otros actores –menores y mayores– intentan modificar el guión y reasignar los papeles de la obra. 86 Véase Philip Nel y Matthew Stephen, 'Agentes de cambio'.

Use Quizgecko on...
Browser
Browser