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Nadia Giraudo
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Este documento es un módulo de estudio sobre la Medicina Cuerpo Mente Alma. Explica cómo se genera la enfermedad desde una perspectiva holística, combinando conocimientos científicos y alternativos. Se centra en la biodescodificación de las enfermedades y cómo las emociones pueden influir en la salud.
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Página |1 Dra. Nadia Giraudo MEDICINA CUERPO MENTE ALMA Libro de Estudio _________________ MÓDULO I Página |2 Conozca todas las teorías, domine todas las técnica...
Página |1 Dra. Nadia Giraudo MEDICINA CUERPO MENTE ALMA Libro de Estudio _________________ MÓDULO I Página |2 Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana. Carl Gustav Jung Página |3 CAPÍTULO 1 MEDICINA CUERPO MENTE ALMA ¿Cómo se genera la enfermedad? ¿Por qué suele presentarse cuando estamos estresados o hemos pasado por una situación difícil? ¿Por qué en ocasiones tendemos a general enfermedades de la misma índole, pero cada vez más agresivas a medida que pasa el tiempo (por ej. Comenzando con una pequeña acidez y terminando en un adenocarcinoma gástrico)? La Medicina cuerpo mente alma responde a estos interrogantes mediante la síntesis de conoci- mientos e investigaciones del ámbito científico y alternativo provenientes de diferentes líneas de pen- samiento, investigaciones y disciplinas. Impulsada y sustentada como base por lo anterior, la Medicina cuerpo mente alma ha desarrollado (y continúa haciéndolo) investigaciones propias para seguir cla- rificando estos interrogantes y pudiendo ofrecer cada día una respuesta más eficaz a los problemas de salud que se nos plantean en las consultas para poder solucionarlos de forma natural y sobre todo DE RAÍZ, evitando que vuelvan a surgir luego de un tiempo como generalmente sucede cuando se aborda desde lo estrictamente alopático y se desatiende el trasfondo generador del síntoma o enfer- medad. La Medicina cuerpo mente alma no pretende suplantar a la medicina alopática ya que, de hecho, uno de sus tres pilares (cuerpo) se estudia, se diagnostica y en ocasiones hasta se trata con recursos alopáticos mientras se realiza el resto del proceso de sanación propio de la Medicina cuerpo mente alma. Lo que se genera con esta conjunción y este trabajo “en equipo” es potenciar las herramientas disponibles provenientes de ambas corrientes sin poner a una sobre la otra, para lograr el máximo de sinergia y óptimos resultados. ¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD SEGÚN EL PARADIGMA DE LA MEDICINA CUERPO MENTE ALMA? Una de las bases fundamentales en las que se asienta este paradigma de abordaje de la salud es la llamada decodificación biológica o biodescodificación de las enfermedades. El mencionado enfo- que surge de los descubrimientos del médico oncólogo alemán Ryke Hamer, los cuales demuestran mediante diversos recursos protocolares científicos que las enfermedades son simplemente una res- puesta biológica de adaptación a un estrés emocional. Como remarcaremos en todo el cursado, debemos aclarar que esta respuesta es subjetiva ya que está basada en la interpretación que hacemos del entorno y a su vez, esta interpretación está basada en las experiencias previas. Al hablar de estas “experiencias previas” generadoras de creencias (con- cepto que desarrollaremos en mayor profundidad en el apartado correspondiente), estamos englo- bando dentro del concepto a las experiencias previas de: La propia persona (lo abordaremos en la consulta, entre otras herramientas con la biodescodi- ficación). Página |4 Su madre cuando la estaba gestando (PPG o período perigesto, concepto posterior al pro- puesto como Proyecto/Sentido). Sus ancestros (es lo que desarrollaremos luego en el curso al ver la psicogenealogía, transge- neracional y las herramientas del abordaje sistémico y constelaciones familiares). Y hasta los antepasados más remotos de la especie que han dejado memorias que se manifies- tan en forma de instintos básicos. Además de los conceptos y herramientas mencionadas anteriormente, nos ayudarán a entender, abordar y cambiar estas creencias también el conocimiento sobre las leyes del desdoblamiento del tiempo propuestas por Jean Pierre Garnier Malet, los conceptos sobre los campos morfogenéticos, Ho’oponopono, flores de Bach, hipnosis ericksoniana y otros más relacionados que iremos desarro- llando a lo largo del curso. El hecho de que esta respuesta ante lo que sucede sea totalmente subjetiva está dada, además de lo mencionado en párrafos anteriores y entre otras cosas que iremos también desarrollando durante el cursado, por la “falla” de nuestro cerebro que no distingue si el dato que está procesando es real, está pasando realmente o simplemente es algo virtual o imaginario que nunca sucedió y sólo lo ima- ginamos, o que le pasó a otra persona de nuestra genealogía o que nos pasó a nosotros algo similar pero en un tiempo “pasado”. Podríamos explicarlo así: nuestro cerebro es como un televisor, recibe una señal, la procesa y la muestra. No distingue si lo que está mostrando es algo verídico o una ficción como ser una película… simplemente lo muestra, y nuestro cerebro es igual. Esto tiene una ventaja y una desventaja: la desventaja es que muchas veces (podríamos incluso afirmar que es la gran mayoría de las veces), estamos respondiendo al entorno desde lugares “imagi- narios”, no estamos respondiendo exactamente al estímulo real actual sino a lo que nuestro sistema de creencias y experiencias previas asoció a ese estímulo y esto puede convertirse en un limitante si la asociación es a una emoción negativa desactualizada. Lo importante o lo que lastima nunca es lo que sucede en el entorno sino cómo yo lo proceso e internalizo y la carga emocional que le pongo. Esto mismo es lo que, resumidamente, genera las en- fermedades… el hecho de cómo nos está afectando internamente lo que “percibimos” subjetiva- mente del estímulo externo. Ahora bien, entonces ¿cómo es que finalmente se genera la enfermedad? Para explicarlo de forma resumida y concreta podemos decir lo siguiente: Nuestro cuerpo hace responder, según la emoción que estamos viviendo, a un órgano determi- nado que nos estará ayudando mediante su cambio en la función a sentirnos menos amenazados, a sentir que estamos adaptándonos ante lo que sucede de forma más eficiente adquiriendo así más chances de sobrevivir. El modo concreto en que esto sucederá y las bases médicas y científicas que sustentan esta aseveración de la Medicina cuerpo mente alma, las veremos en los módulos corres- pondientes. Hagamos un ejemplo: me acaban de hacer algo que considero totalmente injusto, que no lo tolero, “no lo puedo digerir”. Ante esta emoción, el cuerpo no sabe si es una simple emoción de respuesta Página |5 al entorno o realmente “no puede digerir” algo, el cerebro sólo procesa el dato y lo muestra: NO LO PUEDO DIGERIR. Ante el peligro de tener una obstrucción digestiva por no poder digerir literalmente algo, el cerebro manda la orden a las células del estómago de producir más ácido clorhídrico para garantizar que po- dremos “digerir” lo que sea que está molestando (sin percatarse de que es una percepción emocional y no algo físico incrustado en el estómago). Como resultado, lo primero que tendremos será un síntoma de acidez. Si este síntoma simple- mente se tapa con una medicación sin además atender a su causa (estoy sintiendo que “no puedo digerir” algo), luego tendremos una gastritis, la que luego se podría transformar una úlcera y hasta llegar en casos extremos a producirse un cáncer de estómago. En este ejemplo extremo (utilizado para ser más claros y gráficos respecto al concepto a transmitir), generando el cáncer el cerebro se asegura de tener una gran masa celular productora de ácido que garantice “digerir” lo que está mo- lestando y no morir a causa de una obstrucción digestiva. Debemos aclarar también que se logró demostrar en base a diversos estudios principalmente ba- sados en la casuística y experiencia práctica-terapéutica, que cada patología está codificada por una emoción desencadenante en particular. Esto refleja que no cualquier emoción o estrés, provoca cual- quier síntoma. Es decir, los síntomas no aparecen al azar de cualquier manera o en cualquier órgano porque nuestro paciente tuvo cualquier tipo de estrés, sino que está totalmente determinado gené- ticamente qué emoción desencadenará cada síntoma y este código está programado por la respuesta de adaptación al medio y tiende a buscar la supervivencia desde el punto de vista más arcaico, más animal, instintivo e inconsciente. Veremos esto en mayor profundidad al analizar las leyes de Hamer. ¿CÓMO SE LOGRA CON LA MEDICINA CUERPO MENTE ALMA LA REMISIÓN DE LOS SÍNTOMAS O CAM- BIO EN LOS PATRONES DE CONDUCTA DAÑINOS? La finalidad y eficacia de esta terapia está basada en lograr encontrar en la vida del paciente el momento justo en que experimentó la vivencia que desencadena la enfermedad específica. Luego de encontrar esa vivencia, el paciente logra reconocerla, expresarla y resignificarla, darle un nuevo sentido a la vivencia y sobre todo logra ordenar las respuestas emocionales al ver desde la capacidad racional que tiene gracias a la corteza cerebral que no tienen los animales, que la situación pasada ya no es la presente y por lo cual ya no es necesario responder del mismo modo (que, si es desactualizado, será inadecuado). Al situarse en la situación actual y ubicarse así en una perspectiva diferente ante lo que sucede, puede como consecuencia liberar la carga emocional asociada al recuerdo del pasado (veremos luego los conceptos de “recuerdos del futuro”). La situación presente que antes nos afectaba negativa- mente por estar asociada de forma inconsciente a una experiencia pasada, ya deja de afectarnos del mismo modo ya que podemos ver desde lo racional la diferencia entre la situación pasada y la presente. Nuestros consciente e inconsciente al ver la diferencia de situaciones y saber que la respuesta utilizada en el pasado ya no es necesaria reproducirla, la cambia por una más actualizada y acorde al presente, liberando así la carga emocional pasada. Página |6 Al caer la emoción desencadenante, la respuesta del cuerpo a ésta (en forma de síntoma o enfer- medad) cae inmediatamente ya que no tiene razón de ser o manifestarse allí. Siempre para el cerebro es más fácil poner en marcha los mecanismos para reestablecer el equilibrio cuando ya no está en peligro la vida (o lo que así se interpretaba), que mantener el cuerpo activo en una situación de de- manda de energía extra como sucede en la enfermedad. Esta terapia logra no sólo la liberación de la enfermedad en la mayoría de los casos, sino una liberación emocional sin precedentes. Para lograr este proceso, los terapeutas en Medicina cuerpo mente alma nos valemos de distintas herramientas que se utilizan durante las sesiones. Investigamos el origen de la emoción en la historia de la persona guiándonos por preguntas muy precisas ya que ya sabemos lo que tenemos que ir a buscar, ya sabemos qué emoción desencadena cada enfermedad. Además, se hacen preguntas muy concretas en cuanto a los momentos en que se pudo haber experimentado esta vivencia ya que las mismas se tienden a repetir en ciclos de tiempo determinados. Estudiaremos estos ciclos y el modo de aplicarlos a las preguntas que deberemos ha- cer en las consultas al analizar los CBCM (ciclos biológicos celulares memorizados) en el módulo co- rrespondiente. Además de estos ciclos, en la consulta se analizan la estructura del discurso utilizado por el pa- ciente para evaluar lo que dice y detectar todo aquello que no dice como mecanismo de defensa psíquica, se realiza una lectura del lenguaje corporal, se utilizan conocimientos provenientes de las constelaciones familiares y visión sistémica de las problemáticas, visualizaciones creativas y chequeo de la memoria celular a través del testeo muscular entre otras herramientas que exceden a la biodes- codificación con la que haremos el “diagnóstico” sobre cuál emoción está desencadenando el síntoma y cuándo la vivió. Con estas herramientas se logran ver muchas emociones que el paciente guardaba escondidas hasta de sí mismo hasta el momento de la consulta. También luego utilizaremos flores de Bach, aromaterapia, gemoterapia, psico-visualización emo- cional e hipnosis entre otras de las herramientas que aprenderemos en el cursado o cualquier otra herramienta que el terapeuta considere necesaria para tratar la emoción detectada y acompañar los procesos iniciados, una vez realizada la biodescodificación o detección de esta emoción o creencia a ser tratada para resolver el síntoma (física o emocional). BENEFICIOS DE ABORDAR EL TRATAMIENTO CON LA CONJUNCIÓN DE LA MEDICINA ALOPÁTICA Y LA MEDICINA CUERPO MENTE ALMA Como veíamos al inicio, toda enfermedad tiene tres instancias en las que se va generando: 1. La vivencia emocional. 2. Luego sobreviene la traducción del inconsciente hacia un proceso biológico determinado que le permite reducir el nivel de estrés sintiendo que de ese modo nos estamos “adaptando” de forma más eficaz ante lo que se percibe que sucede. 3. La aparición de los síntomas concretos. Página |7 La medicina alopática apunta a combatir sólo este último eslabón dejando los anteriores (genera- dores) sin atender. De este modo la enfermedad es tapada por lapsos de tiempos variables, pero indefectiblemente siempre se suelen volver a manifestar los síntomas ya que el desequilibrio subyacente permanece latente y sin resolver. En contraposición a la medicina alopática, la Medicina cuerpo mente alma se ocupa tanto de los síntomas visibles de la enfermedad en cuestión tal como lo hace la alopática, como así también de la vivencia emocional que le dio origen al trastorno logrando así “arrancar de raíz” el desequilibrio para que éste no se vuelva a expresar. IMPORTANTE: tanto el plano físico como el emocional o mental se interrelacionan íntimamente por lo que es necesario dejar en claro nuevamente que con esta nueva forma de abordar la salud, de ningún modo se dejan de lado los conceptos y herramientas de la medicina convencional que son necesarias para garantizar el bienestar de la persona en todo momento, lo cual incluye en ocasiones medicación alopática y exámenes complementarios entre otras (que definirá el médico tratante de nuestro paciente). De este modo, ningún aspecto se pierde de vista mientras se abordan los otros. Es fundamental que el paciente se comprometa a no abandonar el tratamiento convencional con su médico de cabecera hasta que sea éste quien le dé el alta definitiva evaluando el progreso en el estado de salud producido por el abordaje de la Medicina cuerpo mente alma. OBJETIVOS DE LA MEDICINA CUERPO MENTE ALMA Y SUS POTENCIALIDADES: ¿Cuál es el mecanismo de abordaje? ¿Para qué síntomas puede ser útil? El mecanismo de trabajo de la Medicina cuerpo mente alma se basa en disminuir la carga emocio- nal asociada al recuerdo estresante y desencadenante de los síntomas al detectar la creencia o vieja memoria que lo genera para luego “actualizarla” (el concepto de “actualizar” lo ampliaremos en va- rios apartados más del libro), logrando que deje de disparar emociones desadaptadas a la realidad actual y, por tanto, generadora de síntomas innecesarios para nuestra supervivencia actual. Desde el abordaje de la Medicina cuerpo mente alma, haremos lo anterior, al tiempo que nos encargamos de tener bajo control los síntomas manifestados por la enfermedad de ser necesario con tratamientos y medicaciones de la medicina convencional para aliviar estos síntomas o controlarlos de forma al menos “artificial” hasta que la otra parte del abordaje pueda desactivarlos de raíz. El tiempo que llevan estos tratamientos son variables ya que depende de muchos factores como el síntoma en sí mismo, la severidad, el tiempo que lleva activo, la predisposición y decisión del pa- ciente a dejar ir patrones de conducta que tiene instaurados en lo profundo desde muchos años a la fecha, etc. Sí podemos decir que en promedio son unas 2 a 4 consultas las necesarias para notar una considerable mejoría y alivio (como promedio para todas las enfermedades y síntomas, aún los de curso crónico o prolongado) y en algunas ocasiones puede tomar algunas más para llegar al máximo de remisión posible. Página |8 Respecto a las enfermedades a tratar con la MCMA, podemos decir que -salvo malformaciones congénitas (que, si bien no se pueden revertir, sí se pueden aliviar enormemente los síntomas aso- ciados)-, en una enorme proporción de pacientes atendidos en toda la variedad de enfermedades tratadas se ha llegado a remisiones totales o al menos a mejorías calificadas como “muy importantes” o “un cambio total de la calidad de vida”, esto aplicado tanto a síntomas físicos como emocionales. Por supuesto, no está de más aclarar nuevamente que es imposible predecir la remisión o no de los síntomas de cada paciente en particular debido a los múltiples factores mencionados arriba. Las enfermedades y síntomas que exitosamente han tenido grandes cambios o remisiones totales de los cuales hemos tratado mediante este abordaje son, entre otros: Problemas de fertilidad, quistes ováricos, miomas uterinos, problemas menstruales, de menopau- sia, diabetes, hipertensión, problemas metabólicos en general, hipercolesterolemia (colesterol alto), artrosis, artritis, fibromialgia, dolores corporales en general, lumbalgia, diversas enfermedades auto- inmunes, ELA (esclerosis lateral amiotrófica), psoriasis, alergias de todo tipo, rinitis, celiaquía, gastri- tis, colon irritable, problemas hepáticos de diversas etiologías, EPOC, neumonías a repetición, asma, broncoespasmos, acné severo, cáncer de diversas etiologías, ataques de pánico, depresión, ansiedad, TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), patrones de conducta limitantes que impiden el desarrollo del potencial personal (ej.: mala elección de trabajos, de parejas, de amistades, no poder decir “no” y encontrarse siempre sobrepasado por las situaciones, etc.), patrones limitantes derivados de memo- rias de abuso, patrones limitantes derivados de memorias de familias con mandatos muy rígidos entre otras patologías y síntomas más. Como se ve en el párrafo anterior, es posible tratar exitosamente desde la MCMA prácticamente la totalidad de los síntomas físicos o emocionales que se puedan presentar, volviendo a aclarar, aun- que sea redundante, que el tratamiento será complementario al abordaje médico y/o psicológico convencional y nunca se deberán abandonar éstos hasta recibir el alta por parte del profesional tra- tante en cuestión. Para resumir: la diferencia principal entre la medicina convencional y la MCMA, podemos decir que esta última se ocupa tanto de los síntomas visibles de la enfermedad en cuestión tal como lo hace la alopática, como así también de la vivencia emocional que le dio origen al trastorno logrando así “arrancar de raíz” el desequilibrio para que éste no se vuelva a expresar. Veremos a continuación un diagrama para explicar de forma más gráfica los planos o aspectos del mecanismo de generación de la enfermedad sobre los que actúa la MCMA: Página |9 ¿EN QUÉ SE BASA EL TRATAMIENTO DE LA MEDICINA ALOPÁTICA? Como se ve en el siguiente diagrama, a diferencia de la anterior, la medicina alopática apunta a combatir sólo el tercer eslabón de la cadena que veíamos anteriormente, los signos y síntomas visi- bles, dejando los anteriores (generadores) sin atender. Como veremos con un poco más de detalle en los apartados correspondientes de la formación, al ver el cuerpo energético del ser humano y también al ver las bases neurobiológicas de la generación de enfermedades a partir de una vivencia emocional, estos tres planos que figuran en el gráfico an- terior están íntimamente relacionados y cualquier desequilibrio en uno de ellos afecta de forma di- recta el equilibrio de los otros y es por eso que no se pueden abordar por separado si queremos llegar a una solución completa y global de la problemática de salud o malestar manifestado por el paciente al momento de la consulta. P á g i n a | 10 Siempre debemos tener en cuenta que, al ser un círculo, no tiene ni principio ni final, pudiendo cualquiera de los factores ser el puntapié inicial que comience a hacer girar la rueda de afectación recíproca. El modo general en que se afectan es el siguiente: - Nuestro cuerpo físico recibe a través de los sentidos un estímulo sobre lo que está sucediendo. - Ese estímulo o información sobre lo que está sucediendo “afuera” debe ser procesado por nuestra mente para darle un encuadre o etiqueta y así saber cómo se debe responder ante esto. Este procesamiento de datos se hace contrastando lo que sucede ahora con la informa- ción grabada en experiencias previas (propias o de la genealogía como veremos más adelante). - Una vez que se tiene la información sobre la “etiqueta” que se le ha puesto y sobre la respuesta que debo efectuar para responder a lo que está sucediendo, se liberan en el cuerpo una serie de químicos que le darán la orden a nuestras células sobre la acción o función que deberán desarrollar para ejecutar esa respuesta que estaba preinstalada, según lo que ya hemos visto. - De este modo, al comenzar a poner una respuesta en marcha, inmediatamente hay un cambio en el entorno (o adentro del individuo) que debe volver a comunicarse a través de los sentidos, lo cual deberá ser procesado a nivel mental y esto generará una respuesta emocional que vol- verá a iniciar el círculo. Esbozamos aquí otro ejemplo práctico sobre el modo en que se generan las “enfermedades” como mecanismo de adaptación a la interpretación del medio a través de la interrelación y afectación recí- proca entre los diferentes planos del ser humano. Lo veremos con el ejemplo de la DIABETES. Definición de diabetes: es un trastorno metabólico caracterizado por la elevación del azúcar en sangre debido a la falta total o parcial de la hormona llamada insulina, secretada por los islotes de Langerhans en el páncreas. Su déficit produce la no absorción de la glucosa por parte de las células produciendo así que no se pueda metabolizar para generar depósitos de glucógeno. Esta no metabo- lización genera la elevación de la misma en la sangre. Función biológica de la glucosa: una de las principales funciones es la de proveer a las células la energía necesaria para su funcionamiento. Por ej.: a las células musculares. Vivencia emocional que genera la diabetes o “codificadora” de diabetes: “me siento en lucha permanente”, “el ataque puede aparecer en cualquier momento”, “debo resistir” (entre otras). Solución biológica que encuentra el cerebro ante ese estrés emocional: disminuyo la insulina se- cretada (o aumento la resistencia a ésta por parte de las células), esto genera que la glucosa ingerida no entre a las células para ser almacenada como glucógeno, lo que la deja disponible en el torrente sanguíneo para ser utilizada de inmediato por las células musculares en caso de necesitar entrar en lucha física o huida de forma repentina. Veremos todo este proceso (aplicable a las demás enfermedades emocionales y físicas) desarro- llado en mucha mayor profundidad a lo largo del cursado mostrando también las fundamentaciones que avalan esto desde diversas disciplinas y áreas. P á g i n a | 11 CAPÍTULO 2 LA CÉLULA Y LOS MECANISMOS DE INTERACCIÓN ENTRE EL AMBIENTE Y EL ADN Los seres humanos somos organismos multicelulares, así que no es de extrañar que compartamos patrones básicos de comportamiento con nuestras propias células. Ellas son la unidad funcional bá- sica de nuestro organismo. Una célula por sí misma come, digiere, respira y excreta los desperdicios e incluso muestra ciertos procesos “neurológicos”. Ellas pueden percibir dónde se encuentra el alimento e impulsarse hacia ese lugar. También pueden reconocer toxinas y depredadores y utilizar maniobras de evasión para esca- par y garantizar la supervivencia. En otras palabras, las células por sí mismas demuestran cierta forma de “inteligencia” y autosuficiencia con la cual pueden sobrevivir independientemente de las otras. Las células mantienen su vitalidad y función gracias a estructuras celulares que se denominan or- gánulos u organelas, “órganos en miniatura” que se encuentran suspendidos en el citoplasma. Los orgánulos son los equivalentes funcionales de los tejidos y órganos de nuestro cuerpo. Entre ellos se incluye el núcleo (que es el más grande de los orgánulos), las mitocondrias, el aparato de Golgi y las vacuolas. Cada uno de éstos realiza una función equivalente a un órgano o sistema de nuestro cuerpo. Nuestras células son organismos inteligentes que pueden sobrevivir sin ayuda del resto del orga- nismo. Está más que comprobado y demostrado que es posible separar células individuales de tejido de nuestros órganos y hacerlas crecer en medios de cultivo. Las células por sí mismas, sin ayuda del “cerebro” de nuestro organismo, buscan activamente entornos que permitan su supervivencia y evi- tan los que le resultan tóxicos u hostiles. Al igual que los humanos, las células individuales analizan miles de estímulos procedentes del mi- croambiente en el que habitan. Mediante el análisis de esos datos, las células seleccionan las res- puestas apropiadas que aseguren su supervivencia. También está comprobado que son capaces de “aprender” de esas experiencias y las reacciones de supervivencia que han sido eficaces y pueden crear una memoria celular que luego transmitirán a su descendencia. El mecanismo por el cual se generan, almacenan y transmiten estas “memorias” e informaciones se desarrollará más adelante en este módulo y en los siguientes. Esta “individualidad” de las células nos refuerza y confirma una vez más los conceptos de Universo fractal y las secuencias Fibonacci que ya hemos visto. Conocer sobre esta individualidad nos ayudará a comprender mejor los conceptos y fundamentos del abordaje sistémico y la influencia de las cons- telaciones familiares en la aparición y mantenimiento de los síntomas. Profundizaremos en los próxi- mos módulos estos conceptos y herramientas. P á g i n a | 12 LAS PRIMERAS “CONSTELACIONES FAMILIARES”: los primeros organismos multicelulares del planeta. Los primeros organismos multicelulares aparecieron hace aproximadamente 750 millones de años siendo una forma más inteligente de vida que la célula aislada. Al principio, las comunidades celulares estaban compuestas por decenas o centenares de células, pero rápidamente ese número de células asociadas en un organismo multicelular, aumentó a millones y billones. La ventaja de la asociación celular es que, de este modo, se pueden distribuir determinadas tareas de las células individuales a un grupo de células en particular haciendo que cada grupo se encargue de algo específico optimizando así los recursos individuales. Un ejemplo de esta optimización es la cadena de fabricación en serie que adoptó Henry Ford para fabricar sus autos. Al optimizarse los re- cursos individuales por la distribución de tareas, se logra una mayor capacidad de supervivencia de las propias células y del organismo multicelular en general. EVOLUCIÓN, ADAPTACIÓN Y ENFERMEDAD Para continuar ampliando lo visto en los párrafos anteriores y poder, luego de unir todos los cono- cimientos, llegar a una conclusión global sobre lo que se intenta transmitir en estos apartados, vere- mos ahora un poco sobre los conceptos o conocimientos actuales sobre la “evolución”, concepto que según los conocimientos actuales llevan implícita la necesidad de “adaptación”, siendo esta última una de las responsables de la generación de las enfermedades cuando las creencias están desactua- lizadas y la percepción del medio está en consecuencia distorsionada (veremos esto en profundidad en el correr de la formación). Para entrar en el tema anunciado, podemos comenzar por mencionar lo siguiente: aunque Darwin es el evolucionista más famoso, el primer científico que se dedicó a estudiar la evolución fue Jean Baptiste de Lamarck. La teoría de Lamarck sugiere que la evolución se basa en una interacción entre los organismos y el entorno, lo que va generando respuestas de adaptación en estos organismos que les permite adecuarse a las nuevas condiciones y sobrevivir y evolucionar en un medio que cambia constante- mente. Él también aseguraba que luego esas adaptaciones podían ser transmitidas a sus descendien- tes. Estos dos postulados los vemos reflejados y confirmados al estudiar en el cursado de MCMA las leyes de Hamer y los estudios de la epigenética que explican hoy en día los mecanismos científicos y biológicos por los que se generan las enfermedades y también la transmisión por vía celular (materia o partícula) a la descendencia las vivencias y experiencias de nuestros ancestros. También veremos las bases de esta transmisión cuando veamos las leyes del desdoblamiento del tiempo, las cuales explican este fenómeno desde la otra perspectiva, la de la onda o información (veremos más adelante que todo lo que existe tiene por ley física la capacidad de ser onda o partícula/ energía o materia) Volviendo a Lamarck, su teoría fue rechazada inmediatamente por parte de la Iglesia que no acep- taba que el hombre pudiera descender de formas de vida inferiores y es por eso que su teoría fue atacada y cuasi “borrada” rápidamente de todos los ámbitos. P á g i n a | 13 ¿QUIÉN ES RESPONSABLE DE LLEVAR ADELANTE LAS FUNCIONES CELULARES QUE NOS PERMITEN MANTENERNOS CON VIDA? (y que al “fallar” llamamos enfermedad) Las funciones celulares son llevadas a cabo por las proteínas y no por el ADN como en general está en la creencia popular. El ADN sólo guarda la información para generar correctamente las proteínas necesarias para el trabajo a realizar. Es decir, es como un libro de recetas gastronómicas que le permite a las organelas encargadas de la síntesis de proteínas, saber con qué “ingredientes” y en qué orden mezclarlos para sintetizar (generar) la proteína necesaria para la función que se está requiriendo realizar en la célula. Esto incluye a las funciones de regulación de la propia célula y las funciones de adaptación o respuesta al entorno. Las células están compuestas de cuatro tipos de grandes moléculas: polisacáridos (azúcares com- plejos o hidratos de carbono), lípidos (grasas), ácidos nucleicos (ADN y ARN) y proteínas. Aunque la célula requiere todos estos tipos de moléculas, las proteínas son el componente más importante. En nuestro cuerpo hay más de cien mil tipos diferentes de proteínas. Cada proteína es una cadena lineal compuesta por veinte tipos de moléculas diferentes de aminoácidos, cada una con una forma ligeramente diferente, pero vertebradas como la columna vertebral de una serpiente. La forma y el orden en que se alinean estos aminoácidos es lo que le confiere a la proteína una funcionalidad u otra, es lo que les da la identidad de ser una proteína u otra. Como veíamos, la “re- ceta” de cómo preparar estas proteínas a partir de la combinación de aminoácidos, se encuentra almacenada en el ADN. Cuando las proteínas por su uso se dañan y pierden su funcionalidad se les llama “aberrantes”. A estas proteínas aberrantes se les añade una marca que indica que deben ser destruidas por la célula. Una vez destruidas su esqueleto de aminoácido se desensambla y se recicla en la síntesis de nuevas proteínas. Esto nos demuestra que no es posible el mal funcionamiento celular “por accidente” ya que la célula tiene los mecanismos para detectar, eliminar y generar una nueva proteína que realice la fun- ción detectada como anómala/enfermedad. Si la célula se mantiene en un funcionamiento anómalo es porque su sistema de adaptación está necesitando de esa anomalía y ésta se está generando al enviar a la célula la señal de qué proteínas generar, de qué “calidad” y cuándo no generarla, como ocurre por ejemplo cuando no generamos insulina en la diabetes. MEMBRANA PLASMÁTICA y PROTEÍNAS: las responsables de la interacción con el ambiente, su inter- pretación y así de la evolución Todas las células vivas tienen una membrana que las recubre y estas membranas celulares com- parten una sencilla estructura de tres capas en las que se destacan dos componentes principales: fosfolípidos y proteínas. Las proteínas de esta membrana, llamadas Proteínas Integrales de Membrana (PIM), se encuen- tran “incrustadas” dentro de la membrana y funcionan como canales inteligentes que reconocen los P á g i n a | 14 mensajes externos que vienen en forma de neurotransmisores, hormonas, neuropéptidos, moléculas químicas, vitaminas, etc. Luego de reconocer la señal del entorno, estas proteínas de la membrana envían una señal interna ya sea dejando entrar ese elemento del exterior para que haga su función dentro de la célula, o a través de una nueva señal generada por propias proteínas que estimularán a nivel del ADN que se exprese (o no) para generar la respuesta al entorno necesaria según la primera señal recibida por la membrana. Este proceso es dinámico y constante, desarrollándose miles y miles de veces por se- gundo en nuestro cuerpo. Podemos resumir el párrafo anterior diciendo (en palabras simples) que las proteínas de la mem- brana van a recibir “estímulos” o señales del entorno, los van a “interpretar” y en base a su interpre- tación darán la indicación al ADN o a la célula en general, sobre la respuesta que deben ponder en marcha para adaptarse a lo que está sucediendo en el entorno. PROTEÍNAS RECEPTORAS Y EFECTORAS Hay muchísimas PIM con muchos y variados nombres, pero pueden dividirse en dos tipos funcio- nales: las proteínas receptoras y por otro lado las proteínas efectoras. Las proteínas receptoras son los órganos sensoriales de la célula, el equivalente a nuestros ojos, oídos, nariz, papilas gustativas, etc. (volvemos nuevamente a confirmar los conceptos de fractales). Funcionan como “nanoantenas” moleculares sintonizadas con señales específicas del medio extrace- lular. Algunas de estas proteínas se extienden en la superficie interna de la membrana para capturar el ambiente del citoplasma. Otras, en cambio, se extienden en la superficie exterior de la membrana a fin de captar las señales externas. Estas proteínas tienen una conformación activa y otra inactiva, y cambia de una a otra cuando reciben el estímulo del entorno celular. Cuando una proteína receptora se une a una señal del medio extracelular se produce una alteración en su carga eléctrica que origina un cambio en su forma, adop- tando su conformación “activa”. Las células poseen una proteína receptora específica para captar es- pecíficamente cada señal medioambiental que precisa interpretar. RECEPTORES CELULARES DE ENERGÍA Existen ciertos tipos de receptores “antena” que también pueden percibir campos de energía on- dulatoria, como la luz, el sonido, las radiaciones y las frecuencias de radio entre otras. Un ejemplo de esto son ciertas células de nuestros ojos que reaccionan a la energía electromagnética del espectro visible y envían esta información a nuestro cerebro quien la traduce luego a una imagen en particular. Estos receptores de “energía” (presentes en todas las células) vibran como diapasones al recibir la señal electromagnética o vibro-energética. Si la energía ondulatoria del entorno se encuentra con un receptor antena, también alterará la carga eléctrica de la proteína y ocasionará un cambio de forma en la PIM tal como sucede con las señales químicas. P á g i n a | 15 Dado que las células pueden percibir campos de energía y ser afectadas por éstos (como sucede por ejemplo en la terapia de “rayos” aplicada comúnmente en problemas de cáncer), la idea de que tan sólo las moléculas físicas pueden tener efecto sobre la fisiología celular está desfasada. Como veremos al profundizar sobre los conceptos de la dualidad onda-partícula, está absolutamente com- probado desde la física y la ciencia que el comportamiento biológico puede ser controlado por fuerzas “invisibles”, entre las que se incluyen los pensamientos (energía electromagnética), y las frecuencias vibratorias de las terapias basadas en el manejo y reequilibrio de la energía como ser el Reiki, las flores de Bach, la gemoterapia y la homeopatía entre otras. El descubrimiento de estos receptores que reaccionan a la energía ondulatoria apoya científica- mente que se puede reequilibrar al organismo y sanar las enfermedades a través del manejo de las energías, la mente y las emociones. Se explicará esto de una forma más detallada en este módulo y los siguientes. PROTEÍNAS EFECTORAS DE LA MEMBRANA CELULAR Ahora, volviendo a retomar la explicación de la conformación de la membrana celular y sus proteí- nas, nos queda describir el papel de las proteínas efectoras. Para mantener una función celular eficaz y viable, no es suficiente con recibir las señales del en- torno, sino que también hay que poder llevar a cabo una respuesta al mismo ya sea de mantenimiento del equilibrio si se está en ese estado o de adaptación. Quienes ponen en acción la respuesta a la señal recibida son las proteínas efectoras. Juntas, am- bos tipos de proteínas forman el complejo receptor-efector, que actúa como un conmutador que convierte las señales extracelulares en acciones celulares. Hay distintos tipos de proteínas efectoras que regulan el comportamiento celular, ya que existen diferentes trabajos que es necesario realizar para que la célula funcione correctamente. Por ejemplo, las proteínas transportadoras, forman una extensa familia de proteínas canal que permiten el paso de moléculas e información de un lado a otro de la membrana celular. Como veíamos antes, cuando éstas reciben una señal que es capaz de alterar su conformación de “inactiva” a “activa”, este cambio de forma crea un canal en su interior que permite el paso de esa sustancia específica que se desea pasar. También algunas de estas proteínas producen señales que controlan la unión entre los cromoso- mas y las proteínas reguladoras que forman la “manga” que recubre el ADN cuando no debe repli- carse ya sea en algún sector o en su totalidad (profundizaremos esto más adelante). Otro tipo de proteínas efectoras, las citoesqueléticas, regulan la forma y la motilidad de la célula. Una tercera variedad, llama enzimas, se encargan de catalizar o acelerar procesos celulares como ser descomponer o sintetizar moléculas. Aun habiendo visto estos conceptos sobre la importancia de las proteínas en la función celular y en la supervivencia, no debemos menospreciar a la inmensa y vital importancia de los patrones de P á g i n a | 16 ADN almacenados en el núcleo celular, ya que son el banco de datos sobre mecanismos de respuesta- adaptación-supervivencia que se han ido acumulando a lo largo de tres mil millones de años, ya que sin ellos la vida no sería posible. También en base a esto, es importante aclarar por otro lado y a modo de resumen, que los meca- nismos genéticos o del ADN por importantes que sean, no “controlan” su propia replicación y expre- sión de tal o cual gen que desarrolle las operaciones celulares y por ende nuestro funcionamiento “normal” o “patológico”. La información guardada en el ADN es vital, pero igual de vital es el “cómo” se utiliza esa información y ese “cómo” estará directamente relacionado con las proteínas que se expresen en la célula. ¿ES EL ADN EL “CEREBRO” DE NUESTRAS CÉLULAS? Por definición, el cerebro es el órgano responsable de controlar y coordinar la fisiología y el com- portamiento de un organismo. Pero, ¿es el núcleo el verdadero cerebro de la célula? Si la vieja con- cepción que decía que el ADN contenido en el núcleo era el “cerebro” de la célula fuese cierta, si elimináramos el núcleo (un proceso llamado enucleación), el resultado debería ser la muerte inme- diata de la célula tal como pasaría si nos extirparan el cerebro a nosotros. En los experimentos llevados a cabo tras la enucleación de las células, muchas de ellas sobreviven uno o dos meses sin genes. Ingieren y metabolizan sus alimentos de forma activa, mantienen la coor- dinación de su sistema fisiológico (respiración, digestión, excreción, motilidad, etc.), conservan la ca- pacidad de comunicarse con otras células y son capaces de desarrollar las apropiadas respuestas de crecimiento o protección desencadenadas por los estímulos del medio. Es decir, realizan práctica- mente el 100% de las funciones que realizaban antes de eliminarse el ADN con la enucleación. Como es de esperar, la enucleación no carece de efectos secundarios. Sin genes, las células no pueden dividirse/reproducirse ni re-sintetizar las proteínas aberrantes que se pierden a causa del uso normal del citoplasma. La incapacidad para reemplazar las proteínas defectuosas citoplasmáticas conlleva disfunciones mecánicas que, tarde o temprano, tienen como resultado la muerte celular. El hecho de que las células enucleadas conserven sus funciones biológicas en ausencia de genes, implica que el “cerebro” de la célula sigue intacto. Todo este descubrimiento nos lleva a la conclusión de que el ADN no es el cerebro de la célula, sino que sería el equivalente celular a las gónadas de nuestro cuerpo. ¿EN QUÉ MEDIDA EL ADN DETERMINA NUESTRAS ENFERMEDADES? Desde su descubrimiento, como veíamos antes, el ADN fue el foco de atención de innumerables estudios científicos orientados sobre el paradigma de que él era el cerebro de nuestras células y que por lo tanto determina el origen, transcurso y fin de nuestra vida. Fue con el proyecto del genoma humano que este paradigma demostró estar equivocado deses- tabilizando el paradigma dominante hasta ese momento en la comunidad científica mundial sobre el ADN y sus funciones. P á g i n a | 17 El paradigma tradicional mantenía que el cuerpo necesitaba un gen que sirviera como molde para cada uno de los más de cien mil tipos de proteínas diferentes que componen nuestro organismo. Es por esto que los científicos llegaron a la conclusión de que el genoma humano tendría al menos ciento veinte mil genes localizados en los veintitrés pares de cromosomas humanos. Los genetistas quedaron perplejos cuando en lugar de los ciento veinte mil genes que esperaban, descubrieron que el genoma humano está compuesto por unos veinticinco mil genes. Esto demostró que, sencillamente, no hay suficientes genes para explicar la complejidad de la vida o las enfermeda- des humanas, echando por tierra el determinismo genético. A menos que el genoma humano contenga un montón de genes que resultan invisibles para nues- tras computadoras y equipos electrónicos utilizados en su estudio y detección, es evidente que nues- tra complejidad no se basa en que tengamos más genes que los gusanos o las plantas. Cabe aclarar que no hay mucha diferencia entre el número total de genes humanos y el de los organismos primi- tivos, es más, humanos y ratones tenemos más o menos el mismo número de genes. ¿CÓMO NUESTROS GENES SON MODIFICADOS POR LA PERCEPCIÓN PSICO-EMOCIONAL QUE SE TIENE DEL ENTORNO? Existe un nuevo y revolucionario campo científico de la biología denominado epigenética, que sig- nifica “control sobre la genética”. Las investigaciones epigenéticas demuestran cómo las influencias medioambientales, la nutrición, el estrés y las emociones pueden modificar los genes que traemos desde nuestra concepción sin al- terar su configuración básica. Aún más importante es el descubrimiento de los epigenetistas que demuestra que estas modifica- ciones sobre el modo de adaptarse y responder al ambiente, se transmite a la descendencia al igual que el resto del ADN transmitido en la fecundación. Esto es de máxima importancia a los fines de explicar (desde el punto de vista celular y de la ma- teria) cómo de forma “inconsciente” se transmiten de generación en generación las tendencias a re- petir patrones de conductas, hábitos, formas de reaccionar ante las situaciones, etc. que traemos de nuestros ancestros y generaciones anteriores. Ya el Dr. Hamer, aún sin tener estos conocimientos de epigenética, aseguraba que lo que se hereda no son las “enfermedades” sino las tendencias a vivir las situaciones de una manera determinada (y por consiguiente a responder físicamente de un modo similar ante el mismo estímulo). ¿CÓMO SE REPLICA NUESTRO ADN Y DE QUÉ FORMA SE MANIFIESTA LA EPIGENÉTICA? El contenido cromosómico es aproximadamente mitad ADN y mitad proteínas reguladoras. En su empeño por estudiar el ADN, la mayoría de los científicos basados en el viejo paradigma -el del de- terminismo genético- descartaron las proteínas reguladoras al momento de estudiar cabalmente la función del ADN. Como dice a modo de metáfora el biólogo Bruce Lipton en su libro “La bilogía de la P á g i n a | 18 creencia”, descartar la importancia o estudio de las proteínas reguladoras en el estudio del ADN, sería equivalente a “tirar al niño junto con el agua de la bañera”. Veamos ahora concretamente cómo se manifiesta la epigenética: primeramente, recordemos que hay dos tipos de proteínas en las células: las proteínas reguladoras (o efectoras) y las proteínas recep- toras. Las proteínas reguladoras recubren al ADN como una funda en momentos en que no se está replicando el mismo. Cuando los genes están cubiertos, su información no puede ser “leída”. Se necesita de una señal ambiental que inste a la proteína a separarse del ADN a fin de permitir su lec- tura. Una vez que el ADN está al descubierto, la célula realiza una copia del gen expuesto. En conse- cuencia, la actividad de los genes está “controlada” o regulada por la presencia o ausencia de las proteínas reguladoras, las cuales están controladas por las señales del entorno. Es decir, el ADN está controlado por el entorno, más concretamente, por nuestra propia percepción del mismo. Esta unión de proteínas reguladoras del ADN está también influenciada por los llamados “grupos metilos” que son compuestos químicos que favorecen una mayor o menor adhesión de las proteínas al ADN. Comúnmente, al proceso en que se determina que un gen se exprese o no mediante meca- nismos epigenéticos, se lo llama “metilación”. Diversos estudios han revelado que las proteínas reguladoras a través del mecanismo epigenético, pueden crear más de dos mil variantes de proteínas a partir de un mismo molde genético. Tenemos como ejemplo el emblemático estudio de la Universidad de Duke (y mencionado también en el libro “La biología de la creencia” de Bruce Lipton) publicado el 1° de agosto de 2003 y que se titula Biología celular y molecular, que revela que un entorno enriquecido puede llegar incluso a superar las mutaciones genéticas en los ratones. Este estudio se realizó sobre ratonas preñadas llamadas “agutí”, las cuales tienen un gen aberrante (defectuoso). Los ratones agutí tienen el pelaje amarillento y son extremadamente obesos, lo que los predispone a sufrir enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. En este experimento, estas madres agutí recibieron suplementos ricos en grupos metilo como ser el ácido fólico, vitamina B12 y colina. Las madres que recibieron estos suplementos parieron ratones normales, esbeltos y marrones, aún a pesar de que los descendientes tenían el mismo gen agutí de las madres. Las madres que no recibieron dichos suplementos, dieron a luz ratones amarillos que comían mucho más que los marrones. Las crías amarillas acabaron por pesar casi el doble que sus esbeltos compañeros. Otros estudios han descubierto mecanismos epigenéticos implicados en gran variedad de enfer- medades, entre las que se incluyen el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Podemos así concluir que el ADN es siempre el mismo, pero qué proteínas se expresan en cada momento y de qué manera está regulado por el entorno y no por el mismo ADN. Por lo cual la nece- sidad de adaptación al ambiente es lo que determina nuestras funciones psico-corporales, resul- tando éstas dentro del rango “normal” o de “enfermedad” según la intensidad o tonalidad de lo que se esté interpretando de este entorno. P á g i n a | 19 CAPÍTULO 3 LEYES DE HAMER PRIMERA LEY BIOLÓGICA: LA LEY FÉRREA: Toda enfermedad tiene su origen en un conflicto emo- cional previo, que se lleva a cabo simultáneamente en la PSIQUE, el CEREBRO y en el ÓRGANO co- rrespondiente, y que cumple con las siguientes características: Es inesperado. Es agudo (importante para la persona). Es vivido en soledad (la persona no lo cuenta, lo mantiene en secreto). Respecto a estas tres características enunciadas por el Dr. Ryke Hamer, hemos ido mostrando con los conceptos ampliados e integrados desde la MCMA, que no siempre son únicamente así. Desa- rrollaremos esto durante el cursado. SEGUNDA LEY BIOLÓGICA: LAS DOS FASES DE LA ENFERMEDAD: Toda enfermedad se desarrolla en dos fases siempre que exista solución del conflicto: Simpaticotonía, también llamada “fase de conflicto activo”. La fase de simpaticotonía es el momento mismo en que se está viviendo el conflicto al cual se está respondiendo. Es la res- puesta en sí que las células tienen que estar realizando (funcionar de más, de menos o en diferente calidad). Vagotonía, también llamada “fase de curación”. La fase de vagotonía es la fase en la que el cuerpo puede encargarse de reparar el daño que se produjo durante el desequilibrio anterior para volver a la normalidad. Desde la MCMA revisaremos en el cursado estas definiciones de “conflicto activo” y de “resolu- ción”, ya que suelen confundirse estas etapas con los conceptos sobre cuándo aparecen los síntomas. Sin haber estudiado sobre el tema, la creencia más difundida popularmente es que si hay síntomas es porque se está dentro de un conflicto. Y al comenzar a estudiar sobre estos temas, suele surgir el error común de pensar que si hay síntomas es porque se resolvió el conflicto. Y muchas veces no son así ninguna de las dos situaciones. Podremos explicar esto a través de los conocimientos incorporados por la MCMA en los que se relacionan la cantidad de cortisol segregada en el cuerpo en estado de estrés (conocimientos de la medicina alopática) y las fases de la enfermedad propuestas por Hamer. EL PAPEL DEL CORTISOL EN LA ETAPA DE SIMPATICOTONÍA: En general, en esta fase no se sienten los síntomas ya que hay una descarga tan grande de cortisol (que es un corticoide llamado también la hormona del estrés) que es muy difícil que se pueda sentir dolor, hinchazón, sueño, malestar general. Por otro lado, si hemos desarrollado, por ejemplo, un tumor para responder con estas células de forma más eficaz a la demanda que interpretamos, el tumor podría por ejemplo estar generando un P á g i n a | 20 dolor que en etapa de conflicto no sería muy conveniente. Un animal herido o con dolor tiene muchas más chances de no poder responder adecuadamente. Lo que hace el cuerpo al generarlo es, como siempre, una respuesta tendiente a la supervivencia. FUNCIÓN DEL CORTISOL EN LA ETAPA DE VAGOTONÍA: En esta etapa, cuando el peligro o conflicto ha pasado, el cuerpo se debe poner a reparar las células y tejidos que fueron dañados mientras se eje- cutaba la respuesta “anormal” o enfermedad. Es en este momento que comienzan a sucederse una serie de cambios a nivel químico y en el sistema nervioso tendientes a poner al organismo en estado de reposo. Este estado de reposo está propiciado por la retirada de gran cantidad del cortisol que estaba circulando en el torrente sanguíneo Estando en estado de reposo, tendremos muchas más chances de recuperarnos exitosamente y más rápido. Los síntomas que en general aparecerán en esta etapa son, entre otros, dolor, hinchazón, náuseas, mucho cansancio y sueño, desmotivación y desgano general. Si no nos movemos y nos quedamos quietos, todas nuestras energías estarán disponibles para sanar, para reparar. Si sentimos dolor en alguna parte del cuerpo (la que deberemos reparar) la cui- daremos muchísimo más de nuevas agresiones debido a la hipersensibilidad. Seremos tan cuidadosos que evitaremos seguramente que se vuelva a lastimar mientras se está reparando. EN TÉRMINOS GENERALES: ¿EN QUÉ ETAPA APARECEN LOS SÍNTOMAS? Primero veamos qué es un síntoma. El síntoma (en medicina) es la referencia subjetiva que da un enfermo de la percepción que reconoce como anómala o causada por un estado patológico o una enfermedad. El término síntoma no se debe confundir con el término signo, ya que no significan lo mismo. En medicina, se entiende por signo clínico a cualquier manifestación objetivable consecuente a una enfermedad o alteración de la salud, y que se hace evidente en la biología del enfermo. Un signo clínico es un elemento que el médico puede percibir en un examen físico, en contraposición los sín- tomas, que son los elementos subjetivos percibidos sólo por el paciente. Ejemplo de síntoma: falta de aire. Ejemplo de signo: frecuencia respiratoria aumentada. Ejemplo de síntoma: dolor abdominal. Ejemplo de signo: hernia palpable Habiendo visto esto y sabiendo de qué hablamos cuando hablamos de síntomas, podemos hacer la siguiente clasificación -a modo general, porque hay excepciones- sobre el momento en que se ma- nifiestan los síntomas según el tipo de enfermedad: P á g i n a | 21 VAGOTONÍA SIMPATICOTONÍA DESEQUILIBRIO Sólo signos (hallazgo en estudio ORGÁNICO-ESTRUCTURAL por imágenes, palpación, le- Síntomas sión visible, etc.). (tumores, cánceres, lesiones en No hay síntomas. piel como herpes o rash, etc.) DESEQUILIBRIO FUNCIONAL Los síntomas pueden reagudi- zarse muy transitoriamente Síntomas (gastritis, diarrea, diabetes, hi- cuando comienza la repara- pertensión, etc.) ción, pero luego desaparecen. TERCERA LEY BIOLÓGICA: EL SISTEMA ONTOGÉNICO DE LOS TUMORES (y luego hemos visto y demostrado que esto se traslada a todas las enfermedades): Existe una correlación entre PSIQUIS, CEREBRO y ÓRGANO dentro del contexto del desarrollo embrionario (ontogenético) y evolutivo (filo- genético) del organismo humano. Para adentrarnos en esta Tercera Ley debemos saber que existen tres capas embrionarias estudia- das bajo la ciencia “embriología” que se encuentra dentro de la medicina: - Endodermo. - Mesodermo (que se subdivide en mesodermo antiguo y mesodermo nuevo). - Ectodermo. Cada una de estas capas ha sido desarrollada en una etapa específica de nuestra evolución de acuerdo a las necesidades de supervivencia que tenía el animal de ese momento de la evolución del que provenimos. Cada capa genera a su vez el desarrollo embrionario de órganos y tejidos específicos. Esto luego determinará, de acuerdo a la naturaleza del conflicto, en qué órgano se manifestará de acuerdo a la capa embrionaria de la que procede este órgano y la función evolutiva de la misma. Esto, a su vez, estará determinado por el modo en que interpreta nuestro cerebro qué debe responder a este conflicto o emoción. Por ejemplo, si sufrimos una emoción de “pérdida de contacto” o separación, la respuesta a este estrés se manifestará a nivel de la piel, la cual deriva de la capa embrionaria que apareció en la evo- lución como respuesta a la necesidad de relacionarse de ese animal. Podría también, según la colo- ración o tinte especial con que es vivido el conflicto de separación, haberse manifestado por ejemplo en ojos u oídos que también derivan de la misma capa embrionaria (ectodermo). Iremos ampliando esto durante la formación. P á g i n a | 22 CUARTA LEY BIOLÓGICA: EL SISTEMA ONTOGÉNICO DE LOS MICROBIOS: Según el Dr. Hamer, los microbios tienen una función importantísima en la fase de curación (vagotonía). Los agentes microbianos no están como invasores externos haciendo “daño” al cuerpo y aprove- chándose de él. Lo que hacen es que a través de los cambios que producen, facilitan al organismo la reparación, como dice esta cuarta ley. Pero además de actuar en fase de reparación, hoy en día desde la MCMA y la correlación teórica ampliada con los mecanismos fisiológicos y microbiológicos (conocimientos de la medicina conven- cional), la correlación con la experiencia práctica de casos atendidos desde la MCMA y conclusiones derivadas de todo lo anterior, podemos decir que los microorganismos cumplen plena función en la puesta en marcha de la “respuesta de adaptación” en estado de simpaticotonía. Ayudan y facilitan al cuerpo a poder manifestar esa respuesta que está necesitando. Para explicar este proceso más detalladamente, podríamos decir que estos microorganismos ha- cen en fase de conflicto activo o simpaticotonía, trabajar a las células de un modo “anormal” y espe- cífico que es exactamente lo que está necesitando el cuerpo: reproducir para “adaptarse” a lo que interpreta que está sucediendo. Este funcionamiento anormal (enfermedad) tiene pleno sentido para la supervivencia inmediata del organismo según lo que está interpretando. Por otro lado, en fase de resolución, hacen que las células que ya no son útiles mueran más rápido para poder ser reemplazadas por otras nuevas y “sanas”. Liberan en la zona y en la sangre (según sea el microorganismo) ciertos químicos y mensajeros que hacen que se ponga en marcha el proceso de inflamación para la reparación. Comienza a llegar más sangre (enrojecimiento e hinchazón) y esto trae nutrientes y elementos necesarios para reparar más rápidamente los tejidos, al tiempo que avi- san al sistema inmune que esas células muertas y microbios están allí para que lleguen las células inmunitarias encargadas de limpiar lo que ya no sirve y limitar el proceso infeccioso “combatiendo” a los gérmenes cuando se están reproduciendo demasiado o cuando su trabajo ha terminado. Debemos aclarar que, tal como lo postuló el Dr. Hamer, en cada capa embrionaria actúan princi- palmente ciertos tipos de microbios específicos que corresponden en escala de evolución al tiempo en que se desarrolló filogenéticamente esa capa embrionaria: - Endodermo: hongos y micobacterias (los microorganismos más “antiguos”). - Mesodermo: micobacterias y bacterias. - Ectodermo: bacterias y virus (los microorganismos más “nuevos”). QUINTA LEY BIOLÓGICA: LA QUINTAESENCIA: Hamer fue quien postuló que la enfermedad es un programa de adaptación ante un conflicto biológico con el fin de superarlo. Desde la MCMA agregamos enfáticamente que en su inicio el conflicto es emocional o psicológico ya que de no haber una interpretación específica basada en una experiencia previa y que genere una descarga neuroquímica (emoción) avisando cuál es la respuesta que la biología debe expresar, no habría enfermedad (aunque tampoco sería posible la vida, ya que no habría posibilidad de adaptación ante las mil adversidades del mundo y la naturaleza). P á g i n a | 23 Por supuesto coincidimos con el postulado de Hamer en el sentido de que, finalmente, este con- flicto psicológico, emocional o de interpretación mental está orientado a proteger nuestra biología por lo cual no deja de ser un conflicto biológico también. Como veremos durante todo el cursado, ambas esferas -física y emocional- se retroalimentan e influencian mutuamente. INTERRELACIÓN ENTRE LAS CAPAS EMBRIONARIAS, LOS CONFLICTOS QUE IMPACTARÁN EN ELLAS Y LOS ÓRGANOS QUE REPRODUCIRÁN LA RESPUESTA/ENFERMEDAD Todos los organismos sobre la Tierra tienen funciones básicas para lograr mantenerse la mayor cantidad de tiempo con vida y lograr la permanencia mediante la descendencia. Estas funciones son cuatro y su grado de complejidad varía de acuerdo a las necesidades que debe cubrir dicho organismo/microorganismo para sobrevivir. Estas funciones nacieron como consecuencia o respuesta a una necesidad específica que surgía, cada una de ellas interrelacionadas a un momento evolutivo en particular. Por lo anteriormente dicho, sabemos también que habrá una relación directa con la capa embrionaria y los órganos donde se manifestará la enfermedad cuando esa función se vea amenazada o en conflicto. Todas las enferme- dades se corresponden con alguna de estas cuatro funciones siguientes: - Arcaica o de supervivencia. - Protección. - Movimiento. - Relación. Como ya hemos mencionado, cada capa embrionaria genera una serie de órganos específicos. Esto nos permite saber qué tipo de conflicto tiene nuestro paciente al ver el órgano afectado, porque nos permite -sabiendo cuál es la capa de la que deriva este órgano- saber cuál fue la función que entró en conflicto o se vio amenazada. P á g i n a | 24 ENDODERMO ECTODERMO CAPA (primeras etapas de MESODERMO (etapas más avanza- EMBRIONARIA evolución) das de la evolución) Supervivencia pura Protección y movimiento Relación Manteniendo esta Una vez cubiertas las necesida- Cuando las necesida- función activa po- des internas podemos pasar al si- des básicas están cu- dremos sobrevivir guiente paso: necesidades res- biertas, estamos debi- por mucho tiempo pecto a lo externo donde lo bá- damente protegidos sin que intervengan sico e indispensable comienza a de los peligros “bioló- necesariamente ser defendido. Luego de que ya gicos” y podemos tam- otras funciones. estamos protegidos, podemos bién desplazarnos en comenzar también a desplazar- busca de una mejor sa- FUNCIÓN A LA nos en busca de mejores posibi- tisfacción de nuestras QUE RESPONDE lidades de satisfacer todo lo an- necesidades, es terior. cuando tenemos “tiempo” de poder ocuparnos de relacio- narnos y optimizar aún más las posibilidades de cubrir todo lo ante- rior ya estando en “so- ciedad” o manadas. MICROORGANIS- Hongos y micobac- Micobacterias y bacterias Bacterias, virus y, en MOS QUE PRIN- terias menor medida, hon- CIPALMENTE gos AFECTARÁN Supervivencia / Desvalorización, necesidad de Separación, territorio, amenaza “vital” defenderme, territorio, identi- culpa, frustración o PALABRAS CLA- (falta de alimento, dad, estructura, culpa, frustra- desvalorización sexual VES / CONFLIC- de aire, etc.), miedo ción o desvalorización sexual en en relación a mí y a mi TOS BASE a morir. relación a mi capacidad como pa- pareja o a mi rival se- dre-madre. xual. Tracto digestivo, al- Función protección: las menin- Tejido nervioso, epi- véolos pulmonares, ges, el peritoneo, el pericardio, dermis, y sus glándulas útero, próstata, tu- las pleuras, las fascias que cu- anexas, mamas, gran bos colectores de bren cada órgano y cada parte de la conforma- los riñones, tiroides músculo, sangre, médula ósea, ción de los órganos de ALGUNOS ÓRGA- y paratiroides, hí- tejido linfático, y la dermis, que los sentidos, mucosa NOS QUE PRINCI- gado y páncreas. está bajo la epidermis y va a pro- de la boca y la faringe, PALMENTE GE- teger el cuerpo entero. Función cuerdas vocales, NERA movimiento y territorio: órganos glande del pene, clíto- del sistema urogenital, uréter, ri- ris, cuello del útero y ñón, gónadas, conductos repro- vagina. ductores, músculo esquelético, hueso y cartílago del esqueleto, dermis y tejido conjuntivo. P á g i n a | 25 CAPÍTULO 4 TERAPIA VIBROENERGÉTICA El Universo es pura energía en movimiento vibrando a diferentes velocidades de onda y amplitud que en definitiva el cerebro traduce en colores, sonidos, sentimientos, emociones, sensaciones, es- tados de la materia, energía, etc. Todo lo que existe a nivel materia está compuesto por átomos. Lo más maravilloso e increíble del átomo es el hecho de que algo tan sólido y aparentemente estático como una roca esté íntegramente formado por partículas en continua vibración. Según como se combinen entre sí producirán distintos tipos de energía vibrante, que se organizan en ritmos y ciclos. Cada átomo y por ende cada sustancia “física” del Universos son únicos, ya que la distribución de sus cargas positivas y negativas, unida a la velocidad de giro de sus partículas sub-atómicas, genera una vibración o patrón de frecuencia espe- cífico. Estamos inmersos en un mundo de energías que se manifiestan ante nosotros de diferentes mo- dos. Esa energía emite diferentes vibraciones. Nuestros receptores, que son nuestros sentidos, pue- den decodificar algunas en colores, sonidos, gustos, calor, frío, aromas… Y hay otras que nos atravie- san de todas formas, influyéndonos. Todos los organismos, incluyendo a los humanos, perciben por un sentido que aún no pudo deter- minarse “físicamente”, los campos de energía del entorno. Ejemplos de esto son los aborígenes australianos que utilizan esa capacidad extrasensorial para percibir dónde está el agua enterrada bajo la arena, y los chamanes amazónicos que pueden comu- nicarse con las energías y sabidurías de sus plantas medicinales. Dado que los humanos somos tan dependientes del lenguaje hablado y escrito (sobre todo los occidentales y la cultura moderna), hemos descuidado nuestro sistema sensorial de comunicación basado en la energía. Al igual que con cualquier otra función biológica, la falta de uso conduce a la atrofia. La naturaleza tiende a vibrar en armonía (o a buscarla si es que por alguna circunstancia se perdió) desde sus conformaciones más pequeñas e invisibles a nuestros ojos, hasta lo más grande, como el sistema cósmico e interplanetario, también invisible a nuestros ojos, a simple vista por lo inconmen- surable. Si tomamos al cuerpo humano desde cada célula, tejido, órgano, hueso y la cantidad de líquido que lo conforma, y si sabemos que todo ello es vibración constante… cuando todo vibra en armonía podemos compararlo musicalmente con una sinfonía. Nuestro Universo está compuesto por estructuras distintas, con vibraciones diferentes, con tem- pos distintos dentro de esta sinfonía… pero que son parte de un todo. Pero este estado de armonía no es estático, sino totalmente dinámico e influenciable por el mundo interno (emociones, pensamientos, salud física) y externo (las vibraciones de lo que lo rodea). P á g i n a | 26 SU PAPEL DE LA INFORMACIÓN EN LA CREACIÓN DEL UNIVERSO Y SU MANTENIMIENTO En la última concepción de la Física, se dice que el Universo no está constituido de materia y espa- cio sino de energía e información. La energía es el hardware del Universo, mientras que el software es la información. En cuanto a la energía, ésta tiene varias manifestaciones (una es la materia o forma, el color, luz, sonido, forma, etc.) y profundizaremos durante el curso el estudio y la aplicación práctica de varias de estas manifestaciones de la energía. Está comprobada -como veremos en parte en este módulo- la influencia de estas vibraciones sobre las células y la salud, y por este motivo las utilizamos como efectivas herramientas terapéuticas en los abordajes de la MCMA. El Universo no es un ensamble de bits de materia inerte moviéndose pasivamente en el espacio vacío: es un todo coherente y dinámico. La energía que constituye el hardware (la materia) está siem- pre totalmente informada, tiene un propósito y un orden para plasmarse o “colapsarse” del modo específico en que lo hace según sea la información que conlleva. Está todo articulado en una perfecta coherencia para el TODO, aunque en las PARTES algo parezca dis-armónico. Éste es uno de los conceptos que analizaremos al ver en profundidad el tema “Micros- copio de la estructura Universal”, constelaciones familiares y otros conceptos más sobre la influencia “externa” a la persona, las cuales tienen un papel fundamental en el proceso enfermar/sanar. Como veíamos, es la información la que estructura el mundo físico y es a esta información a la que percibimos como las leyes de la naturaleza. Sin la información, las ondas de energía y los patrones del Universo serían tan aleatorios y desestructurados como el comportamiento de una computadora sin su software. Pero el Universo no es aleatorio ni desestructurado, es precisamente in-formado. Si fuera mínimamente menos precisamente informado, los sistemas complejos, como las células, por ejemplo, no habrían surgido. FÍSICA CUÁNTICA AL SERVICIO DE LA SALUD Los físicos cuánticos descubrieron que los átomos físicos están compuestos por vórtices de energía que giran y vibran de forma constante. Cada átomo es como un torbellino que irradia energía. Puesto que cada átomo posee una energía característica (inestable), las agrupaciones de átomos (moléculas) irradian en conjunto unos patrones de energía específicos. Cada estructura material en el Universo, lo que nos incluye a nosotros, irradia un sello de energía único y característico. En teoría, si fuera posible observar la composición de un átomo al microscopio, ¿qué veríamos? Imagina un remolino de polvo que se mueve a través del desierto. Ahora elimina la arena y la suciedad del remolino. Lo que te queda es un vórtice invisible similar a un tornado. Ahora bien, el átomo está formado por un cierto número de vórtices infinitesimales similares a esos torbellinos de arena, que denominamos quarks y fotones. P á g i n a | 27 EXPLICACIÓN FÍSICO CUÁNTICA DEL PODER DE LA MENTE PARA INFLUIR SOBRE LA SALUD Volvamos ahora a lo microscópico. Desde lejos, el átomo parecería una esfera borrosa. A medida que se fuera enfocando y acercando la lente, el átomo se haría menos claro y definido. Si nos acercá- ramos a su superficie, el átomo desaparecería. No veríamos nada. De hecho, si enfocáramos la es- tructura al completo, lo único que veríamos sería un vacío físico. El átomo no tiene estructura física. La materia no está formada por “materia” sino por “energía invisible e intangible”. A la doble potencialidad de la materia para convertirse en energía y viceversa se la llama duali- dad onda-corpúsculo, también llamada dualidad onda-partícula. Esta teoría físico-cuántica postula que todas las partículas presentan propiedades de onde y tam- bién de partícula. Esto quiere decir que se comportan como energía (onda o información) o masa (partícula) según sea la situación o la lejanía con que se mire. Son lo mismo, no son cosas diferentes. El hecho de que la energía y la materia sean una misma y única cosa es precisamente lo que Eins- tein reconoció al expresar su fórmula E = mc2. Aunque simple, esta ecuación dice que la Energía (E) es igual a la Materia (m de masa) multiplicada por la velocidad de la luz ( c ) al cuadrado. Einstein reveló que no vivimos en un universo con cuerpos físicos independientes separados por espacio muerto. El universo es un único e indivisible agujero dinámico en el que la energía y la materia están tan estrechamente relacionadas que resulta imposible considerarlas elementos independien- tes. En base a esto es que se basa también la teoría del campo unificado, el entrelazamiento cuántico, la teoría de los campos morfogenéticos, constelaciones familiares y tantas otras en las que se de- muestra que no somos seres independientes sino sólo partes funcionales de algo “mayor”. Somos partes de un sistema fractal donde el cambio o modificación de una de las partes afecta a la otra y donde, también, podemos influir en el interior de un “cuerpo” (masa) a través de la energía externa que le aplicamos ya que, a nivel vibro-energético y sub-atómico, las vibraciones no tienen barreras entre lo interno y lo externo, es todo parte de lo mismo. ¿CÓMO SE TRADUCE UN PENSAMIENTO EN UN CAMBIO O FUNCIÓN FÍSICA? Los pensamientos, emociones e intenciones son una forma más de energía (en este caso, electro- magnética). Sobre esta base, podemos deducir muy fácilmente el poder que éstos pueden tener so- bre la salud. Hemos visto el principio de la dualidad onda-partícula. Respecto a esto, podemos ver la que la mente (onda) puede actuar de forma directa en el cuerpo al comportarse como partícula. Es en base a esto que la percepción del entorno (mente - pensamiento) por el sistema límbico, se traduce en una determinada respuesta neuro-química (materia). Hay un momento en el que el “pensamiento” se traduce en una señal físico-química. Lo mismo sucede cuando tenemos la intención de caminar, por ejemplo. Todo comienza con la intención o de- seo de caminar, en el plano mental, y luego eso se plasma en una señal neurológica que le envía la P á g i n a | 28 orden a las estructuras físicas implicadas en el movimiento para que lo realicen. La onda se trans- forma en partícula, la energía se transforma en masa, el pensamiento genera una “consecuencia” física. Es bien sabido que la velocidad de la luz es infinitamente más rápida que la velocidad que puede adquirir una determinada molécula “física” como un neurotransmisor u hormona a través del to- rrente sanguíneo. Dado esto, fueron muchos los científicos que se dedicaron a estudiar el poder del estímulo de las intenciones, frente al poder de las moléculas químicas sobre las diferentes células y funciones del organismo. Un importante estudio de hace treinta años llevado a cabo por C. W. F. McClare, un biofísico de la Universidad de Oxford, calculaba y comparaba la eficacia de la información transferida mediante se- ñales de energía y señales químicas en los sistemas biológicos. Su investigación, La resonancia en bioenergética, publicado en Annals of the New York Academy of Science, revelaba que los mecanismos de las señales energéticas tales como las frecuencias elec- tromagnéticas son cien veces más eficaces a la hora de transmitir la información del entorno que las señales físicas como las hormonas, los neurotransmisores, los factores de crecimiento, etc. (McClare, 1974). Dado todo lo anterior, podemos fundamentar desde la teoría lo que ya casi todos nosotros hemos comprobado desde la práctica. Es posible influir en nuestra salud y el funcionamiento orgánico a tra- vés del poder de la intención, la cual llevará la información de lo que debe hacer la célula mucho más rápido que la información química (que también llegará, no dejemos de lado esto). Es necesario trabajar sobre las percepciones emocionales y creencias del paciente para que así, la señal llegue de forma más rápida, unificada y de modo coherente a través de las señales químicas que emite el sistema límbico y las electromagnéticas que emiten el pensamiento y la intención, y que éstas no sean contrapuestas o contrarias. Debemos remarcar que el hecho de trabajar sobre las percepciones implica no sólo trabajar sobre la parte consciente del paciente, sino que sobre todo debemos trabajar sobre la memoria implícita, el subconsciente y el inconsciente del mismo. Iremos viendo estos conceptos durante el curso. Desarrollaremos más adelante que las vías neuronales que van desde el sistema límbico a la cor- teza cerebral son mucho más abundantes que las que hacen el camino inverso, por lo tanto, si sólo nos quedamos en las intenciones que están en el consciente, es muy probable que no lleguemos a desencadenar ningún cambio físico/sanación si las intenciones que se encuentran en el inconsciente o sistema límbico son contrapuestas a la anterior. Veamos un ejemplo de esto último: es muy probable que si le preguntamos a una paciente con una artrosis invalidante si quiere volver a moverse con facilidad y sin dolor, ésta nos dirá “sí, por su- puesto que quiero curarme”. Pero si ahondamos en su inconsciente y en su historia, podríamos en- contrar que, para ella, el recuperarse significaría tener que volver a hacerse cargo de todas las activi- dades domésticas y referentes al funcionamiento familiar, situación a la que no desea volver. Su intención más profunda es no volver a hacerse cargo de esas obligaciones, por lo que ése será el mensaje enviado con más fuera tanto por vía mental como neuro-fisiológicamente. P á g i n a | 29 ¿CÓMO SE TRADUCEN EN LA PRÁCTICA DE LA MCMA ESTOS CONOCIMIENTOS? Lo que deberíamos hacer desde la MCMA con esta paciente, es tratar de lograr que descubra que puede estar sana y aun así no realizar las actividades que no desea. Tendríamos que trabajar, por ejemplo, sobre las creencias familiares y de crianza que reforzaron la idea de que una mujer “debe” hacer tal o cual actividad y que si no la realiza está en falta. De ese modo, haríamos que su intención de sanarse sea consciente pero que no sea interferida por el inconsciente que antes le marcaba algún tipo de “peligro” al pensar en la posibilidad de sanarse. Su intención pasaría a ser compartida entre el consciente y el inconsciente generando ahora sí, la posibilidad de remisión del síntoma. Es en base a estos preceptos que se establecen también los increíbles beneficios del “efecto pla- cebo”, más que demostrados en centenares y centenares de estudios científicos sobre la eficacia de las medicaciones farmacológicas, en las que en general, no es muy diferente el cambio producido entre los que tomaban el fármaco y los que creían tomarlo y sólo tomaban pastillas de azúcar. En este efecto se muestra una vez más, el poder que la mente puede tener sobre el cuerpo. Veamos también el siguiente ejemplo, el cual no deja lugar a ninguna argumentación en contra del poder de la mente y las emociones sobre la salud física: un estudio de la Facultad Médica de Baylor publicado en 2002 en la revista New England Journal of Medicine, evaluó la eficacia de la cirugía en pacientes con dolores graves y debilitantes de rodilla. El autor principal del estudio, el doctor Bruce Moseley, “sabía” que la cirugía de rodilla ayudaba a sus pacientes. Pensaba que no podía haber ningún tipo de efecto placebo en una cirugía, puesto que se trataba de un acto de manipulación física. Sin embargo, Moseley estaba tratando de averiguar qué parte de la cirugía provocaba la mejora en los pacientes. Los pacientes del estudio estaban divididos en tres grupos: - Moseley rebajó el cartílago dañado en uno de los grupos. - En otro, limpió la articulación de la rodilla para eliminar cualquier material que pudiera estar causando la respuesta inflamatoria. Ambos tratamientos constituyen el tratamiento estándar de la artritis de rodilla. - El tercer grupo recibió una “falsa” cirugía. Una vez que el paciente estaba sedado, Moseley hacía las tres incisiones de rigor y después hablaba y actuaba como solía hacerlo durante las intervenciones quirúrgicas reales. Incluso metía las manos en suero salino para imitar el ruido producido al limpiar la articulación. Tras cuarenta minutos, Moseley cosía las incisiones como si de verdad hubiera llevado a cabo la operación. En los tres grupos se administraron los mis- mos cuidados post-operatorios. Los resultados fueron sorprendentes. Los grupos que se sometieron a una cirugía real, mejoraron tal y como era de esperar. Pero ¡el grupo placebo mejoró tanto como los otros dos! Se dio en EEUU una gran difusión televisiva, donde se ilustraron los resultados con todo detalle. Se mostraron imágenes de los miembros del grupo placebo andando y jugando al básquetbol, ha- ciendo de pronto cosas que no podían hacer antes de la “cirugía”. Los pacientes del grupo placebo no descubrieron que habían recibido una falsa cirugía hasta dos años después. P á g i n a | 30 PRINCIPIOS DEL KYBALION Y SU INFLUENCIA EN LA SALUD Para abordar las terapias vibro-energéticas y estudiar sus fundamentos, nos vamos a valer de los principios de Kybalion, los cuales dan sustento a este paradigma sobre el origen y estructura del Uni- verso y nos permitirán entender, entre otras cosas, parte de los mecanismos generadores de la en- fermedad y la sanación para que, a partir de su entendimiento, poder usarlos a nuestro favor. Estos principios son los siguientes: 1. Mentalismo. El Todo es mente. El universo es mental. 2. Correspondencia. Como es arriba, es abajo. Como es abajo, es arriba. Este principio se mani- fiesta en los tres grandes planos: el físico, el mental y el espiritual. A este punto lo podríamos plantear también como: “como es adentro es afuera”, que es otra de las bases de la MCMA y uno de los preceptos fundamentales al momento de abordar el proceso de sanación con este método. Ahondaremos sobre esto al ver el concepto de Universo fractal, la secuen- cia Fibonacci y las bases de Ho’oponopono. Si nos remitimos a la Biblia judeo-cristiana, podemos encontrar este mismo concepto cuando re- lata que “el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios”. 1. Vibración. Nada está inmóvil. Todo se mueve, todo vibra. 2. Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos. Todo tiene su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en naturaleza. 3. Ritmo. Todo fluye y refluye. Todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo, la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda, el ritmo es la compensación. 4. Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa. A toda acción le corres- ponde una reacción. Todo sucede de acuerdo a la ley. La suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida. 5. Generación. El género existe por doquier. Todo tiene su principio masculino y femenino y a través de esta unión se da la creación de lo nueve. El género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad. Vamos a detenernos ahora en el análisis del tercer principio del Kybalion, el principio de “vibra- ción” para así comenzar a entender un poco mejor el sentido de este apartado de la formación dedi- cado a la comprensión de las bases de las terapias vibro-energéticas, la cualidad vibracional y la dua- lidad onda-partícula ya mencionada. Estos conocimientos si bien podrían sonar algo aislados y poco aplicables a la práctica de las consultas, luego serán comprendidos en su necesidad de ser vistos al ir adentrándonos en el cursado y necesitando tener una base teórica sobre las cuales asientan las dis- ciplinas y herramientas de aplicación práctica que veremos más adelante para poder arraigar el co- nocimiento como tal y en su total comprensión de los mecanismos y cimientos que los sustentan y no sólo repetirlos de memoria o de forma dogmática, sin comprenderlos en su total naturaleza. P á g i n a | 31 PARA EMPEZAR A ENTENDER MEJOR, VALE REALIZARNOS LA PRIMERA PREGUNTA CLAVE: ¿QUÉ ES UNA VIBRACIÓN? En su definición más básica, la vibración es una oscilación de un objeto entre una posición y otra de manera constante. Es un movimiento repetitivo entre dos extremos, como lo hace un péndulo. Esos movimientos entre un extremo y otro siempre se pueden expresar matemáticamente con las funciones seno o coseno como se ve abajo para así ver tanto la “altura” de sus ondas como así el “ancho” de cada una de ellas. Aquí debajo hay un ejemplo de su graficación. DESGLOSANDO LO VISTO EN EL PÁRRAFO ANTERIOR, PODEMOS PREGUNTARNOS: ¿A QUÉ SE LLAMA “ONDA”? Cuando una vibración o movimiento vibratorio se expande en el espacio se habla de una “onda”. Como es el caso de una ola de agua o de la luz. Podríamos decir entonces que se le llama onda al movimiento que va haciendo la vibración al desplazarse por el espacio. P á g i n a | 32 VEAMOS AHORA, DERIVADO DE LO ANTERIOR, EL CONCEPTO DE “CICLO”. Al completarse un movimiento completo de estas ondas o vibraciones (gráficamente un movi- miento hacia “arriba” más el movimiento siguiente hacia “abajo” que da la oscilación completa) se le llama “ciclo”. Podemos verlo gráficamente abajo. Otro término que debemos conocer, es el significado de “frecuencia”, que expresa la cantidad de ciclos que se dan por segundo. Este concepto de frecuencia deriva la deducción de la “velocidad de vibración”. A menor frecuencia, menor velocidad. A mayor frecuencia, mayor será la velocidad a la que está vibrando la partícula. ¿CUÁLES SON LAS ESCALAS DE VIBRACIÓN DEL UNIVERSO? Si observamos el universo que no rodea, nos damos cuenta de que existen tres escalas de vibración posibles en las que se organiza el Universo. Ellas son: Color Sonido Forma A su vez, las tres escalas son cada una de siete tonos: 7 colores que componen el espectro de luz visible. 7 notas musicales. 7 formas geométricas que son la base estructural de todo lo que forma la materia. Podemos ver la correspondencia con nuestro Ser siendo que son 7 los chakras principales que sustentan nuestro cuerpo energético y alrededor de ellos se organizan los distintos sistemas de órga- nos y emociones. P á g i n a | 33 Luz, sonido y forma son distintas caras de la misma moneda. Son energía vibratoria estimulando diferentes receptores celulares y por eso son percibidas como “diferentes” por nuestro cerebro cuando en realidad no lo son. De hecho, en base a este principio, tenemos el magnífico invento del artista contemporáneo Neil Harbisson. Harbisson nació en Londres en 1982 y padece una enfermedad llamada acromatopsia, que genera que sólo pueda ver en blanco y negro. Movido por su afección, creó lo que llamó “Eyeborg”. Este artefacto es una especie de antena que se implantó en su cabeza y lo que hace es traducir los colores a notas musicales permitiéndole así “escuchar los colores”. Otro ejemplo de esto son las disfunciones perceptuales conocidas como “cinestesias”, en las que la persona siente una sensación por otra. Por ejemplo, pueden oír colores, saborear texturas, ver la música, etc. estas cinestesias pueden verse favorecidas por el uso de drogas como el LSD, pero tam- bién pueden darse espontáneamente y aún no hay pruebas determinantes que justifiquen el porqué de estas “confusiones”. El hecho de que estas ondas electromagnéticas (luz, sonido, forma) puedan tomar esas diferentes cualidades indistintamente, nos permite hacer combinaciones entre ellas para potenciar sus efectos positivos sobre la salud. Veremos más al respecto en los módulos correspondientes. ¿CÓMO INFLUENCIAN ESTAS VIBRACIONES DE ENERGÍA A NUESTRA PERCEPCIÓN DEL MUNDO? El universo que nos rodea lo percibimos a través de nuestros cinco sentidos, los cuales sólo fun- cionan si son estimulados por estas tres escalas de vibración que veíamos anteriormente. Veamos los siguientes ejemplos: 1. A través de los oídos percibimos el sonido que es la expansión vibratoria de un movimiento de energía que recorre un medio que es el aire. 2. A través de nuestros ojos percibimos la luz, que es una franja del espectro de energía electro- magnética. 3. A través de la nariz percibimos los olores, que no son más que las moléculas con distintas for- mas que a través de su forma, estimulan de forma específica las terminales olfativas, como si fueran un sello específico con un determinado relieve que hace la presión sobre las terminales olfativas. Este estímulo es luego traducido a una sensación olfativa. Profundizaremos al res- pecto de los aromas y la forma físico-vibratoria en que trabajan, en los módulos correspon- dientes. 4. A través de la boca percibimos el gusto que también son marco-moléculas con distintas formas. 5. Finalmente, a través de nuestra piel percibimos formas materiales a través del sentido del tacto, del tocar. Estas formas materiales no son más que una onda de energía ya plasmada como partícula o materia. 6. Con nuestro cerebro percibimos-generamos también pensamientos que son ondas electro- magnéticas. Y las emociones, que son una combinación de luz y sonido. Esto se puede ver ya P á g i n a | 34 que las distintas descargas emocionales generan una combinación de neurotransmisores se- gregados a la sangre, que actúan cambiando el funcionamiento celular y así la carga vibratoria del organismo. Este cambio vibratorio se puede traducir en luz o sonido. Dentro de las consultas de MCMA entendemos que es fundamental tratar el cuerpo energético sabiendo de su influencia directa y recíproca sobre el físico y por lo cual sabemos que es fundamental poder utilizar herramientas vibro-energéticas como la luz, el sonido y la forma para cambiar estados físicos y emocionales llevando al paciente al estado de equilibrio y salud deseado. Veamos ahora una breve descripción sobre cada una de estas formas de manifestación de la ener- gía en el Universo, las cuales estaremos aplicando en las consultas de la MCMA a través de diferentes herramientas y disciplinas. MANIFESTACIÓN DE LA ENERGÍA A TRAVÉS DEL SONIDO El sonido es percibido a través de sus ondas de vibración, las cuales, según su longitud y ciclos por segundo, generan cada una, una nota musical diferente. El estímulo sonoro o “sensación” de sonido, lo percibimos gracias a que en el oído tenemos pe- queños huesecillos que son estimulados por las ondas vibratorias de los sonidos y los hacen vibrar a ellos. Estos pequeños huesos, al vibrar estimulados por el sonido, transmiten esa vibración al cerebro. En ese momento, el área cerebral dedicada a procesar estímulos sonoros codifica cada vibración en particular como un “sonido específico”, pero en sí, el sonido no existe como tal, sino que es una in- terpretación de nuestro cerebro ante un tipo de vibración determinada que actúa sobre el oído. Dada esta particularidad vibratoria, tenemos que el sonido no sólo ejerce efectos a través de la percepción a través del oído, sino que su onda vibratoria puede penetrar en todas las moléculas del organismo generando cambios a través de su capacidad resonante con las vibraciones de las mismas. En un próximo libro destinado a desarrollar las técnicas de abordaje y tratamiento que utiliza la MCMA, veremos mucho más sobre cómo utilizar el sonido para tratamientos de salud. MANIFESTACIÓN DE LA ENERGÍA A TRAVÉS DE LA LUZ Y EL COLOR Al igual que el sonido, la luz es una forma de manifestación de la energía, que también se propaga mediante ondas. La luz del sol (fuente de luz natural) está formada por un amplio espectro de radiaciones que se agrupan en un espectro que comprende desde longitudes de onda muy pequeñas hasta longitudes de onda muy grandes. La luz es una parte del espectro de energía que el sol irradia y está en el rango energético que puede percibir en forma de estímulos visuales el ojo humano. Las ondas electromagnéticas que están fuera de ese rango que el ojo puede percibir y traducir como estímulo, afectan a la célula de igual modo (ejemplos los rayos X utilizados en radioterapia para el cáncer) aunque no se esté pudiendo ver P á g i n a | 35 o ser conscientes de que esa onda electromagnética está ahí ya que está fuera de lo que nuestro cerebro puede codificar y traducir en una imagen. Por supuesto, no todas las ondas electromagnéticas tienen un efecto grave sobre la salud, pero sí era necesario aclarar que hay mucha más energía que la que se puede percibir traducida en “materia” o sensaciones, por ejemplo, visuales en este caso. AHORA VEAMOS EL CONCEPTO QUE NOS INTERESA RESPECTO A LA LUZ EN TERAPIA VIBRO-ENERGÉ- TICA: ¿QUÉ ES EL COLOR? En términos sencillos, lo que percibimos como color es una parte del espectro vibracional-electro- magnético que compone la luz, la cual es percibida por los receptores de nuestros ojos y codificada como estímulo visual por nuestro cerebro. Los conocimientos habituales del color, provienen principalmente de los experimentos llevados a cabo por el científico Isaac Newton. Él basó sus experimentos en el fenómeno que descubrió respecto a la descomposición de la luz blanca. Newton hizo atravesar un rayo de luz blanca por un prisma y obtuvo de esta manera, el espectro luminoso. Probó que la luz blanca se hallaba constituida