Psicología de la Memoria - Apuntes Nessa 2023/24 - PDF

Summary

Estos apuntes de psicología de la memoria cubren temas de introducción al estudio de la memoria, incluyendo la percepción introspectiva, la naturaleza reconstructiva de la memoria, y la mitología griega de la memoria. Los apuntes además discuten el importante papel de la memoria en nuestra vidas, y las diferentes perspectivas teóricas y empíricas sobre la memoria en las últimas décadas.

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PSICOLOGÍA DE LA MEMORIA NESSA T. UNED CURSO 2023/24 Capítulo 1. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA MEMORIA 1.1. INTRODUCCIÓN La percepción introspectiva de que no tenemos buena memoria se corresponde con la idea que tenemos sobre cómo creemos que debería ser, aunque esta última...

PSICOLOGÍA DE LA MEMORIA NESSA T. UNED CURSO 2023/24 Capítulo 1. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA MEMORIA 1.1. INTRODUCCIÓN La percepción introspectiva de que no tenemos buena memoria se corresponde con la idea que tenemos sobre cómo creemos que debería ser, aunque esta última afirmación no está respaldada por la ciencia. La memoria: - Es adaptativa y representa una habilidad (o tal vez muchas) que nos permite beneficiarnos de la experiencia. - No es “reproductiva”, sino más bien “reconstructiva”→ creamos o reconstruimos las experiencias que recuperamos en función nuestros esquemas mentales, así como de la información que se activa en el momento presente. De hecho, uno de los aspectos que más curiosidad nos despierta sobre su funcionamiento es que opera en el presente, al que atribuimos: ▪ Un origen de pasado (memoria retrospectiva); ▪ O una intención de futuro (memoria prospectiva). Este viaje mental en el tiempo es una de las cualidades más sorprendentes de la memoria humana. El importante papel que la memoria tiene en nuestras vidas ya fascinó a los filósofos hace miles de años. Charles Darwin (1859) es uno de los autores que más ha influido en la manera en la que entendemos hoy el funcionamiento de los procesos cognitivos: Para Darwin: Los procesos mentales son poderosas herramientas que han permitido nuestra adaptación al medio y, por tanto, la supervivencia y la evolución de nuestra especie como la de ninguna otra. La memoria, a través de sus procesos de codificación, almacenamiento y recuperación de experiencias, nos permite sumar al pasado y dotar de significado el mundo que nos rodea. Una de las dificultades con la que los teóricos de la memoria se encuentran es la de conseguir integrar los diferentes aspectos relacionados con este proceso complejo, sobre todo cuando se intentan conciliar las distintas perspectivas teóricas o las múltiples trayectorias empíricas de las últimas décadas sobre la memoria. 1.2. LA MITOLOGÍA DE LAS DIVINIDADES: EL OLVIDO VS LA MEMORIA En torno al siglo VII a. C, en la Grecia clásica, el poeta Hesíodo en su Teogonía sobre los dioses, nos presenta a Mnemósine, diosa de la memoria, esposa de Zeus y madre de las musas. Para los griegos, ella simbolizaba la personificación de la memoria, la que representaba el tiempo: pasado, presente y futuro y uno de los dones más preciados para caracterizar al hombre como un ser racional y creativo, porque aquel que careciera de él estaba condenado a la irracionalidad. En este contexto mitológico, unido a la memoria aparece el río del olvido, para algunos Lete (o Leteo). Mnemósine también era el nombre de un río del Hades*, cuyas aguas tenían una propiedad divina, la que te permitía recordar. Se creía que las almas bebían de las aguas del río Lete para olvidar sus vidas anteriores antes de reencarnarse, aunque el don de volver a recordar podría recuperarse degustando de nuevo las aguas del río Mnemósine. Esta visión de confrontación “Mnemosine Lete/o” pone de manifiesto uno de los “defectos” que comúnmente hemos atribuido a la memoria (el olvido) y por el que siempre se ha manifestado un especial interés. Sin embargo, apuntan muchos investigadores de la memoria, el olvido no es algo distinto de la memoria, sino más bien una de sus numerosas propiedades. La literatura, el arte, la ciencia e incluso el propio lenguaje nos señalan los diferentes aspectos de la memoria humana. Un aspecto clásico es la naturaleza maleable de la memoria, considerándola como una habilidad o destreza que es posible entrenar. Esta capacidad se apoya en el concepto de plasticidad que ya anticiparon algunos, muchos siglos atrás. Por ejemplo, el poeta griego Simónides de Ceos (s. VI a. C) distinguió entre dos tipos de memoria: 1. Una natural, con la que nacemos y que no es modificable; 2. Otra artificial, que se podía entrenar permitiendo que este importante don se incrementara. A este poeta le debemos el que constituye el primer método de entrenamiento de la memoria, el métudu Loci (Yates), basado en los principios de la nemotecnia visual. En nuestros días, su efectividad ha sido demostrada en multitud de trabajos. Según Joshua Foer: “podemos mejorar nuestra memoria y creatividad a través de conocidas nemotécnicas utilizadas por nuestros antepasados y que constituyen una forma del conocido método Loci”. * El término Hades, en este contexto hace referencia al inframundo y a los dioses que en este habitan. 1 “En nuestra grave incomprensión de la función de la memoria, siempre hemos pensado que esta opera por repetición; repites y repites hasta que tu cabeza se llena de hechos o datos. Lo que no hemos entendido es que la memoria es principalmente un proceso imaginativo. De hecho, el aprendizaje, la memoria y la creatividad son procesos similares enfocados de manera distinta [...] El arte y la ciencia de la memoria consiste en desarrollar la capacidad de crear imágenes rápidamente, para luego vincularlas a ideas disímiles. La creatividad es la habilidad para formar conexiones similares entre imágenes dispares y luego, a partir de eso, crear algo nuevo para lanzarlo al futuro, convirtiéndolo en un poema, o un edificio, o una danza, o una novela“. (Foer, 2011). Asimismo, metáforas utilizadas por nuestros científicos como la metáfora del músculo propuesta por Woodworth para describir el funcionamiento de la memoria, se han basado en esta capacidad para ser entrenada y desarrollada de manera similar al entrenamiento del sistema muscular. 1.3. LAS METÁFORAS DE LA MEMORIA Si bien es cierto que las metáforas facilitan la comprensión del funcionamiento de los constructos psicológicos, pecan de la literalidad, limitando la completa comprensión del fenómeno que describen*. Platón y su discípulo Aristóteles (s. IV a. C.) sentaron las bases de una de las metáforas más utilizadas para entender cómo funciona la memoria humana: “la metáfora espacial”→ la idea de la memoria como un espacio organizado, un almacén físico. Por ejemplo: Platón concebía la memoria como una “tablilla de cera” en la que se podían escribir las experiencias. Además, de manera similar a la tablilla real, la memoria podía borrarse, romperse o estropearse, p.ej., por el paso del tiempo. Para Aristóteles esta tabla estaba en blanco (tabula rasa) al nacer y eran las sensaciones que provocaban las experiencias las que se irían grabando para poder ser evocadas una vez que estas ya no estuvieran presentes. Así describe Platón la memoria, un regalo de Mnemósine al hombre: “[Imagina] que hay en nuestra alma una tablilla de cera, la cual es mayor en unas personas y menor en otras, más pura en unos casos y más impura en otros, más dura a veces y más blanda otras, pero en algunos individuos tiene la consistencia adecuada... Si queremos recordar algo que hayamos visto u oído o que hayamos pensado nosotros mismos, aplicando a esta cera las percepciones y pensamientos, los grabamos en ella, como si imprimiéramos el sello de un anillo. Lo que haya quedado grabado lo recordamos. Pero lo que se borre o no haya llegado a gravarse lo olvidamos y no lo sabemos... “. La idea de que la memoria funciona como un “lugar” donde se almacenan cosas ha predominado la conceptualización de la memoria desde sus orígenes en la tablilla de cera hasta los modelos estructurales de la memoria humana formulados en la década de los años 60. La metáfora espacial aparece incluso en las posturas más biológicas que pretenden localizar un lugar en el SN donde ubicar nuestros recuerdos, el conocido engrama. *El libro Las metáforas de la memoria de Draaisma (1998) realiza una revisión exhaustiva de las metáforas que clásicamente se han utilizado. 1.4. EN BUSCA DEL ENGRAMA: LA BIOLOGÍA DE UN CONSTRUCTO La metáfora espacial ha sobrepasado la conceptualización de la memoria como una propiedad abstracta de la mente en un intento por localizar el lugar físico donde se guardan nuestras experiencias. Uno de los intentos de dotar de materia este constructo fue puesto en marcha por parte de la frenología* (Combe, 1830) en el siglo XIX. Esta disciplina no científica contribuyó al estudio de la memoria y otros procesos cognitivos, al considerar al cerebro como el órgano que alberga las funciones mentales, sin embargo, las pretensiones que tenía a la hora de intentar localizar los procesos mentales no llegaron tan lejos como pretendió su fundador, Joseph Gali. Podríamos decir que de alguna manera sentaron las bases de lo que hoy conocemos como neurociencia cognitiva. A partir del siglo XX comienza una significativa tradición en la búsqueda de la memoria y otros procesos cognitivos en el SN. Richard Semon en 1921 utiliza por primera vez el término “engrama” para referirse al sustrato físico 2 dentro del cerebro que daba lugar a la memoria. Según Semon, cuando se producía una experiencia, se originaba un cambio relativamente estable en las conexiones neuronales, patrón que podía ser reactivado con los estímulos apropiados a través del proceso de recuperación. *Frenología: Doctrina no científica fundada por J. Gall que defendía que la morfología craneal estaba en la base de las cualidades y de los procesos mentales de una persona. Sus ideas tuvieron gran auge en el primer tercio del s. XIX, pero decayeron por no encontrarse evidencia científica. La búsqueda del engrama ha tenido dos posiciones claramente enfrentadas: Posiciones localizacionistas (Broca, 1861; Hebb, 1949, Ramón y Cajal, 2012)→ las funciones mentales pueden localizarse en zonas cerebrales delimitadas y, por tanto, la memoria dependería de conexiones neurales específicas. Posturas holistas (Lashley, 1950; Sperry, 1947→ defienden que la actividad mental surge de la actividad integrada del cerebro como un todo. Larry Squire a finales del siglo XX, intentó conciliar ambas posturas: ▪ Propuso que la memoria se podía localizar en pequeñas asambleas neuronales funcionalmente homogéneas, que a su vez se encontrarían interconectadas. ▪ Lo que existiría serían diferentes componentes informacionales que se almacenan en pequeñas asambleas de neuronas funcionalmente especializadas. Cada vez que recordamos algo completo es porque se repite el patrón de actividad en las mismas asambleas de neuronas. ▪ La memoria de acontecimientos completos aparecería, de esta forma, representada en diferentes zonas del cerebro, pero a su vez conectadas entre ellas para dar coherencia a la conducta del individuo. Años 50, el conductista Karl Lashley formuló dos principios: 1. Principio de acción de masas➔ señala que no hay un locus único en el que resida la memoria, sino que esta se encuentra distribuida por todo el cerebro y depende de la cantidad de tejido intacto. 2. Principio de equipotencialidad➔ relacionado con el concepto de plasticidad cerebral. Según este principio, si se daña una parte del cerebro, otra parte asumirá sus funciones a través de una reorganización estructural. La posición holista que defendió a raíz de sus investigaciones con ratones constituyó, durante la primera parte del siglo XX, la idea predominante sobre el engrama. Los estudios de Scoville y Milner (1957), con el que sin duda ha sido el paciente amnésico más investigado, supusieron un antes y un después en la conceptualización múltiple de la memoria. De indiscutible relevancia fueron los trabajos sobre el aprendizaje y la memoria de Ramón y Cajal, neuroanatomista español y Premio Nobel Santiago: ▪ Fue uno de los primeros en proponer que el aprendizaje no se producía con el nacimiento de nuevas células nerviosas, sino por el fortalecimiento de las conexiones entre las neuronas. ▪ Publicó una primera edición en castellano (18991904) que constituye una recapitulación de los trabajos que él mismo realizó sobre la microorganización anatómica y funcional del SN. Más tarde, estas ideas fueron formalizadas por Donald Hebb (1949) en un intento por explicar la huella que el aprendizaje deja en el SN. Sin embargo, hubo que esperar hasta los años 70 para poder demostrar, las ideas de estos investigadores, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías. El descubrimiento de la potenciación a largo plazo (LTP: longtermpotentiation), como uno de los mecanismos ligados al funcionamiento del aprendizaje y la memoria supuso un importante avance en la comprensión de los mecanismos 3 biológicos de estos procesos: El primero en observarlo en mamíferos fue Terje Lomo en 1968, en la zona del giro dentado. Años más tarde, la investigación realizada por Klein y Kandel en 1978 sobre los mecanismos básicos del aprendizaje de la Aplysia y la facilitación a largo plazo (LTF: longtermfacilitation) supusieron una importante demostración experimental de lo que ocurre durante la modulación sináptica. A partir de ese momento, las investigaciones realizadas en este contexto han producido un significativo cuerpo de hallazgos en un intento por explicar las bases biológicas de este constructo psicológico. 1.5. PRIMERAS APROXIMACIONES CIENTÍFICAS AL ESTUDIO DE LA MEMORIA Siglo XIX: aproximaciones metodológicas claramente diferentes, pero complementarias, señalan la objetividad, el papel de los esquemas mentales y el estudio de pacientes a la comprensión del funcionamiento de la memoria. Asimismo, en contraposición a las ideas conductistas que en los años 30 predominaban, en Europa y América del Norte la escuela de la Gestalt aplicaba sus investigaciones sobre la percepción a la investigación de la memoria, enfatizando las representaciones internas y el papel activo del individuo. 1.5.1. HERMAN EBBINGHAUS Un importante impulso por el interés en el estudio científico de la memoria, sin duda, tuvo lugar con los primeros trabajos experimentales sobre el aprendizaje, la memoria y el olvido realizados por el alemán Herman Ebbinghaus (1885). Especialmente preocupado por un control experimental riguroso para intentar dar respuesta a la pregunta de cómo funciona la memoria más allá de la introspección, este autor diseñó el conocido método de los ahorros y utilizó sus famosas sílabas sin sentido marcando el comienzo de la tradición del aprendizaje verbal, tradición que se desarrollaría años más tarde principalmente en EE.UU.: - Fue el primer investigador que estudió la memoria utilizando el método experimental. - Su principal aportación, de carácter metodológico, tuvo gran influencia en las investigaciones posteriores. - Los resultados de sus estudios se interpretaron en términos de asociaciones entre estímulos y respuestas (ER). - Describió la naturaleza del olvido por el paso del tiempo (decaimiento de la huella de memoria), calculándolo matemáticamente en términos de porcentajes y representándolo a través de la curva del olvido. 1.5.1.1. El método de los ahorros de Ebbighaus Ebbinghaus acuñó el término de “ahorro” en sus estudios sobre aprendizaje y memoria utilizando trigramas de letras (consonantevocalconsonante: WID) sin sentido que él mismo se autoadministraba siempre en las mismas condiciones experimentales (p. ej., misma hora del día, habitación, ritmo de presentación de los estímulos). 4 - Calculó el olvido que se producía después del aprendizaje de los trigramas que él mismo fabricó y que representó utilizando la curva del olvido (ver Figura 1.3). - El criterio para establecer que se había realizado el aprendizaje fue su capacidad para repetir una o dos veces consecutivas la secuencia de trigramas en el mismo orden en el que se presentaban sin cometer ningún error. - Una vez establecido el aprendizaje, manipuló el intervalo de retención desde los 20 minutos a los 31 días. - La tasa de olvido fue muy grande durante las primeras ocho horas, a partir de las cuales se estabilizó (Fig. 1.3.). - Ebbinghaus calculó matemáticamente el reaprendizaje de una lista aprendida después de su olvido, observando que esta segunda vez necesitó menos tiempo para aprender el listado de trigramas. Calculó en porcentajes la medida de este ahorro utilizando la siguiente fórmula➔ 1.5.2. FREDERIC BARTLETT Los estudios sobre la memoria realizados por Frederic Bartlett (1932) utilizando los métodos de la reproducción serial y de la reproducción repetida marcaron un antes y un después en la investigación sobre la memoria humana en ambientes naturales: - Rechazó el material sin significado usado por Ebbinghaus para estudiar la memoria humana y utilizó principalmente materiales complejos, como cuentos populares de otras culturas, con el objetivo de estudiar la memoria en situaciones más ecológicas. - Se centró en el papel de los esquemas mentales, que entendía como representaciones internas que crea el individuo y que eran responsables de algunas distorsiones de la memoria que él encontró en sus investigaciones. - Desarrolló dos métodos principales en sus investigaciones: Método de la reproducción serial→ se centró en analizar las transformaciones que sufría el mensaje original cuando pasaba de una persona a otra (como ocurre con el rumor). Utilizó materiales interesantes en sí mismos, como los rumores. Después comparaba el mensaje dado a la primera persona con el mensaje reproducido por la última persona. Encontró que al reproducir la información las personas producían importantes transformaciones, aunque algunos elementos del mensaje eran más inestables que otros, como, p.ej., los nombres propios y los títulos. Curiosamente, las personas estaban convencidas de que transmitían el mensaje sin apenas cambios. Método de la reproducción repetida→ se interesó más específicamente por las transformaciones del mensaje que el mismo participante hacía a lo largo del tiempo. Utilizó el cuento popular norteamericano de “La guerra de los fantasmas” para poner a prueba su procedimiento de la reproducción repetida. Después de leer dos veces el relato en silencio, el participante debía recordarlo en diferentes intervalos variables: a los 15 minutos, a los 6 meses y a los 30 meses. Después de analizar las transformaciones realizadas por los participantes del relato original, categorizó en cuatro categorías diferentes los resultados de sus estudios: ▪ Omisiones: los participantes no recuerdan la información poco lógica o de difícil comprensión. ▪ Racionalizaciones: los participantes añaden información nueva para intentar dar sentido a la historia que deben recordar. ▪ Transformación de contenido: los participantes cambiaban ciertos nombres no conocidos por otros que eran familiares para ellos. ▪ Tema dominante: algunos aspectos del texto son centrales para el participante que organiza la información restante en torno al tema central. 5 Si antes describíamos el olvido como una de las propiedades de la memoria, otra de sus características es que es reconstructiva. En la actualidad, el papel de la reconstrucción de la memoria es uno de los pilares fundamentales en algunas áreas de investigación como es el caso de la Psicología del Testimonio y la memoria de testigos. 1.5.3. THÉODULE ARMAND RIBOT En 1882, en su obra Oiseases of Memory: An essay in the Positive Psychology de Théodule Armand Ribot emerge un hasta ahora ignorado interés por la investigación de las patologías de la memoria. En su libro: - Otorga importancia a la necesidad de investigar la naturaleza de la memoria a partir de los nuevos métodos psicológicos, en lugar de hacerlo de forma descriptiva. - Resalta la necesidad de integrar la memoria como hecho biológico, la psicología general y la patología. - Después de un análisis profundo de este proceso mental, resalta la heterogeneidad en la manifestación de la patología en un continuo que iría desde diferentes grados de amnesia hasta los casos de naturaleza más extraordinaria (o hipermnesias). - Para él los resultados de esta triple integración constituyen una prueba sólida de que la memoria consiste en memorias, resaltando la naturaleza múltiple de este proceso mental. Una de sus aportaciones más conocidas es la descripción de la destrucción de la memoria de acuerdo con una ley de regresión (actualmente la ley de Ribot) que representa cómo la pérdida de memoria va de lo más reciente a lo más antiguo, de lo voluntario a lo automático, de lo complejo a lo simple... Hasta la década de los 60 y 70 la investigación en este campo no retoma el interés por las patologías de la memoria: Trabajos de Warrington y Weiskrantz (1968) realizados con pacientes amnésicos; Investigaciones de Scoville y Milner con el paciente H. M. Desde entonces, normalidad y patología constituyen áreas básicas de la investigación, y la mayoría de los manuales de Psicología de la Memoria dedican algún apartado a la investigación realizada con pacientes amnésicos. Tras las aportaciones de Ribot, Ebbinghaus y Barlett comienza el inicio de una doble tradición metodológica: 1. Por una parte, el énfasis por la validez interna que deriva del riguroso control experimental de los estudios realizados en el laboratorio. 2. Por otra, la búsqueda de la validez ecológica con el estudio de la memoria en ambientes naturales, en situaciones reales donde logramos observar la verdadera complejidad de este proceso cognitivo. Además, estas dos tradiciones se vieron complementadas por un renovado interés por la investigación de las alteraciones de la memoria de manera conjunta al estudio del funcionamiento normal de este proceso. Años más tarde, coincidiendo con el cambio de paradigma, se produce un gran incremento en los trabajos científicos sobre la memoria, nuevas teorías y un importante cambio metodológico impulsado por una conceptualización de la mente humana desde la óptica de la Psicología Cognitiva y el procesamiento de la información. La metáfora de la máquina (Tabla 1.1) apoyada en el desarrollo de los primeros ordenadores orientará, a partir de los años 60, el estudio de la memoria focalizándose en una descripción de sus estructuras (almacenes) y los procesos que operan a través de estas estructuras. La aplicación de los resultados de las investigaciones realizadas a los problemas prácticos que surgieron durante la II G.M. fue particularmente importante durante estos años de cambio paradigmático. 1.6. SISTEMAS DE MEMORIA Aunque el análisis científico de la naturaleza no unitaria de la memoria es un hecho relativamente reciente, lo cierto es que durante prácticamente toda su historia se ha especulado sobre su naturaleza múltiple. Simónides de Ceos ya distinguió entre al menos dos tipos de memoria de diferente naturaleza: natural y artificial. Francis Gal, creador de la frenología, también contribuyó a la idea de la existencia de diferentes tipos de memoria. Supuso que existían diferentes formas de memoria, las cuales emergían de lo que algunos han denominado: - Facultades “verticales” o específicas de un dominio concreto; - Facultades “horizontales”, que no son específicas y operarían a través de los diferentes dominios. La memoria no era un constructo unitario, sino que existían diferentes memorias de acuerdo con contenidos o dominios específicos→ una memoria diferente para cada facultad mental. Para apoyar este argumento se centró en la observación de que había personas que podían tener muy buena memoria para la música, pero no para los lugares, mientras que otros podrían presentar el patrón opuesto. 6 Por su parte, William James (1890) distinguió entre al menos dos tipos de memoria (modelo dual): 1. Una memoria primaria (inmediata); de corta duración y poca capacidad; 2. Una memoria secundaria, de mayor duración y capacidad. El filósofo francés Maine de Biran (1929) diferenció entre tres tipos diferentes de memoria, que dependían de distintos mecanismos y con diferentes propiedades: 1. Una memoria mecánica de adquisición de hábitos motores que operaba a un nivel no consciente; 2. Una memoria representativa involucrada en el recuerdo consciente de sucesos y conceptos; 3. Una memoria sensitiva representada por emociones y sentimientos que operaría a un nivel no consciente. Donald Hebb, a un nivel de análisis biológico, también consideró que era necesario distinguir entre: 1. Una memoria a corto plazo (MCP); 2. Una memoria a largo plazo (MLP). El recuerdo de un acontecimiento concreto se almacenaría a corto plazo mediante la reverberación de la actividad neuronal (que recorre una y otra vez un circuito cerrado) que finalmente da lugar a cambios estructurales a largo plazo en las sinapsis que facilitan que después se produzca la misma pauta de actividad electrocortical. La verdadera investigación experimental es algo más reciente. Durante la década de los 60, dentro del paradigma cognitivo, se propusieron algunos modelos que distinguían entre una memoria a corto y otra memoria a largo plazo, como los modelos propuestos por: Waugh y Norman (1965); Atkinson y Shiffrin (1968). Al inicio de los años 70: Tulving (1972) propuso por primera vez la distinción dentro del sistema de MLP de los subsistemas episódico y semántico; Posteriormente esta distinción fue aceptada por otros modelos formalizados como el modelo de Squire (1987) o el modelo de los cinco sistemas de memoria formulado por Schacter y Tulving (1994). En estos últimos modelos aparecen representados diferentes sistemas y subsistemas de memoria. 1.6.1. MODELOS QUE ENFATIZAN LAS ESTRUCTURAS Dentro del paradigma de la Psicología Cognitiva y bajo la influencia de los modelos de Procesamiento de la información (P.I.) y la metáfora de la máquina, se empezaron a utilizar modelos estructurales para representar las diferentes estructuras o sistemas de memoria y el flujo de información que se daba entre ellas. El primer modelo estructural en el que se pueden ver los tres principales sistemas de memoria (almacenes sensoriales, almacén a corto plazo y almacén a largo plazo) fue el modelo atencional de filtro temprano de Donald Broadbent (1958). Influido por la teoría de la comunicación de Shannon (1948), Broadbent describía el P.I. en el sistema cognitivo humano como si se tratara de un canal de comunicación. Según este modelo: 1º. La entrada de la información en paralelo a través de las diferentes modalidades sensoriales permitiría su almacenamiento en bruto de manera muy breve en los almacenes sensoriales, primeras estructuras de memoria que aparecen en el sistema cognitivo. 2º. A partir de este momento, debido a una capacidad limitada del sistema de procesamiento humano, existiría un mecanismo, denominado “filtro”, que seleccionaría aquella información relevante en un momento concreto con el objetivo de procesarla y almacenarla en los siguientes sistemas de memoria: a corto y a largo plazo. Este filtro es un mecanismo atencional que opera de manera secuencial y en un momento temprano del P.I. Se trata de un modelo estructural donde el tipo de procesamiento pasa a un segundo plano. En la Figura se representan las principales estructuras de memoria del modelo, así como el tipo de procesamiento (paralelo o serial) en las distintas etapas. 7 Una década más tarde aparecen dos nuevos modelos estructurales: El modelo dual de Waugh y Norman (1965), que distingue entre dos estructuras principales, una a corto plazo y otra a largo plazo; y el que sin duda ha sido el modelo de memoria humana más nombrado e influyente sobre la memoria humana: el modelo modal propuesto por Atkinson y Shiffrin (1968). Muy similar al modelo de filtro de Broadbent, este representa tres almacenes de memoria con diferentes características, así como el flujo de información que se produce entre estos diferentes almacenes. 1º. En un primer momento en paralelo hasta llegar a los registros sensoriales; 2º. y a partir de esta estructura el procesamiento pasaría a ser serial. 3º. De nuevo, los procesos pasarían a un segundo plano y siempre irían en la misma dirección. Figura 1.6. Modelo modal de Atkinson y Shiffrin (1968). Los modelos estructurales han supuesto una manera relativamente sencilla y elegante de presentar la organización de los diferentes sistemas de memoria, pero tienen importantes limitaciones:  Se centran precisamente en las estructuras, dando un protagonismo secundario a los procesos de control. Por este motivo aparecen los modelos procesuales, centrados en los procesos, aunque también con limitaciones. 1.6.2. MODELOS QUE ENFATIZAN LOS PROCESOS A principios de los años 60, Craik y Lockhart (1972) proponen la hipótesis de los diferentes niveles de P.I.: - Se puede definir la memoria como el resultado de los diferentes procesos a los que es sometida la información que entra en el sistema cognitivo humano. - Centrándose en los procesos de codificación de la información, este modelo sostiene que: ▪ Cuanto más profundo sea el nivel de análisis de una determinada información, mejor (y más duradera) será la recuperación de esta. ▪ Cuanto más superficial sea la codificación, peor será la recuperación y también más corta será su duración. Aunque existe cierto apoyo empírico, la teoría no deja de ser circular y (aunque sea en un plano secundario) asume que el procesamiento relevante es realizado por un sistema de memoria primaria, manteniendo la visión estructural de los modelos anteriormente revisados. 1.6.3. OTROS MODELOS Otros modelos posteriores desarrollados en los años 80 logran vencer algunas de las limitaciones de los modelos estructurales o procesuales, sin prescindir del concepto teórico/heurístico de almacén o estructura y enfatizando el papel activo de los procesos que operan en el sistema cognitivo. El modelo de cruz de Malta propuesto por Broadbent (1984) distingue cuatro almacenes interconectados mediante un sistema de procesamiento que puede ir en cualquier dirección entre los diferentes almacenes y que permite tanto el procesamiento topdown como bottomup. El Modelo de Cowan (1988, 1995) es un modelo más novedoso que difiere respecto a los anteriores en: ▪ El papel que concede a un ejecutivo central que controla el procesamiento voluntario a través de la atención y que permite diferenciar entre acciones controladas y automáticas (ver Figura 1.7). 8 ▪ Al igual que el modelo de filtro de Broadbent, establece una estrecha relación entre los mecanismos atencionales y los diferentes almacenes de memoria, en especial con la memoria de trabajo. Figura 1.7. Modelo de memoria de Cowan (1988, 1995). 1.6.4. MODELO MULTICOMPONENTE DE LA MEMORIA DE TRABAJO Años 60➔ Baddeley y cols. (Baddeley y Hitch, 1974) ampliaron la conceptualización de la MCP a un sistema denominado “memoria de trabajo” o “memoria operativa”. Este nuevo sistema incorporaría la retención de la información durante breves periodos de tiempo en la MCP, así como las manipulaciones llevadas a cabo sobre la información almacenada. Este centro de control está organizado funcionalmente de la siguiente forma: - Las diferentes modalidades sensoriales constituyen la puerta de entrada de información del mundo externo a nuestro sistema cognitivo. - Esta información pasaría a los registros sensoriales donde se produciría el primer encuentro entre estos dos procesos cognitivos, la percepción y la memoria. - A partir de aquí, diferentes tipos de procesamiento guiarán la selección de la información relevante a la vez que pondrán en marcha un proceso de búsqueda de asociaciones en la memoria a largo plazo (MLP). - La información seleccionada se almacenará en este sistema de memoria de corta duración donde los procesos de control mantendrían activa y accesible la información de este sistema, permitiendo la realización de diferentes operaciones mentales: cálculo, resolución de problemas, producción y comprensión del habla y la lectura... Podríamos considerar a la memoria de trabajo como un interfaz en el que confluyen atención, memoria y consciencia. La Figura 1.8 muestra el modelo multicomponente de la memoria de trabajo propuesto por Baddeley en el año 2000, un modelo actualizado del modelo multialmacén de la memoria de trabajo de Baddeley y Hitch (1974). Figura 1.8. Modelo actualizado de memoria de trabajo. A partir de Baddeley (2000). Como puede observarse, la memoria de trabajo no es un sistema unitario, sino que estaría compuesto por diferentes subsistemas controlados por el ejecutivo central (Baddeley, 1994), conocido como centro de control atencional (Norman y Shallice, 1986). Estos subsistemas son la agenda visuoespacial, encargada del procesamiento de la información visual y espacial; el bucle fonológico especializado en la información acústica (verbal) relacionada con el habla; y el buffer o retén episódico, que permite la interacción con la MLP. Este sistema a corto plazo constituye uno de los sistemas de memoria propuesto por Schacter y Tulving (1994). A nivel cerebral parecen existir diferentes redes neuroanatómicas para los subsistemas verbal y visuoespacial: - Dentro de la primera red podríamos distinguir regiones del córtex parietal inferior y córtex prefrontal anterior relacionadas con el mantenimiento de la información verbal, y una red temporoparietal relacionada con el procesamiento del habla para el repaso de la información verbal. - Áreas del córtex occipital (ventral y dorsal) que conectan con el temporal o parietal estarían implicadas en el funcionamiento de la memoria operativa visuoespacial. 9 - El ejecutivo central se ha asociado con el funcionamiento del córtex prefrontal, siendo importante el papel central de las regiones ventrolateral y dorsolateral (Funahashi, 2017; Mars y Grol, 2007; Owen, 2000). Lo que parece estar claro es que existe una amplia red neural que incluye el circuito frontalparietal y el circuito frontaltemporal, que se relaciona al menos con el funcionamiento de la memoria de trabajo, los mecanismos atencionales (Posner y Petersen) y la memoria prospectiva (Wang et al., 2013). 1.6.5. SISTEMAS DE MEMORIA EN EL CEREBRO Una de las primeras aproximaciones a la definición de “sistemas de memoria” fue la de Endel Tulving (1985): - Cada sistema de memoria dependería de una estructura anatómica y evolutiva diferente que a su vez adquiriría, representaría y recuperaría diferencialmente el conocimiento. Schacter y Tulving (1994) explican que el concepto de memoria múltiple implica varios desarrollos conjuntos: 1. El descubrimiento de que la amnesia era un trastorno altamente selectivo de la memoria y que las estructuras hipocampales juegan un papel crucial en la adquisición de ciertos tipos de información; 2. Los hallazgos de disociaciones entre las tareas que representan la MCP frente a la MLP, la memoria episódica frente a la semántica y la memoria declarativa frente a la procedimental; 3. La constatación de que las operaciones de muchas formas de memoria a veces se manifiestan de forma implícita en lugar de explícita. Para estos autores, los sistemas de memoria particulares deberían especificarse en términos de la naturaleza de sus reglas de funcionamiento, el tipo de información o contenido y las vías y mecanismos neuronales que los sustentan. Para que un constructo sea calificado como sistema de memoria, debe cumplir al menos 3 criterios: 1º. Operaciones amplias, basadas en categorías, dentro de un dominio especificable; 2º. Una lista de sus propiedades que diferencien un sistema determinado de otros sistemas; 3º. Pruebas relevantes en forma de disociaciones convergentes de comparación de tareas. Utilizando estos tres criterios, por ejemplo, podríamos decir que el sistema de memoria de trabajo es aquel que: ✓ Permite mantener una pequeña cantidad de información durante un tiempo breve, y realizar operaciones con ese material (p.ej., dados tres números concretos, 2, 3 y 6, realizar una suma). ✓ Este sistema puede definirse, además, a partir de una serie de propiedades, como los códigos de representación que admite (verbal, visual, espacial...), los mecanismos de olvido a los que se ve sometido (decaimiento de la huella de memoria, interferencias, etc). Pero a su vez, se relaciona con otros sistemas de memoria, como los registros sensoriales, de los que extrae la materia prima (p.ej., percibir visualmente los números 2, 3 y 6 junto con el símbolo +) o los sistemas de memoria de larga duración, que permiten activar los esquemas necesarios para aplicar una regla concreta (en este ejemplo, la suma). ✓ Las disociaciones convergentes nos muestran que los pacientes amnésicos no suelen tener dificultades para realizar esta suma, pero en la curva de posición serial no muestran los efectos de primacía clásicos encontrados en población adulta normal. A partir de los años 80 en un intento por definir y clasificar los diferentes sistemas de memoria, aparecen las primeras propuestas teóricas, entre las que destacan dos (ver Figura 1.9 y Tabla 1.2): Squire (1987, 2004) realiza una distinción entre dos principales sistemas de MLP, de tipo declarativo y no declarativo, atendiendo principalmente al origen neuroanatómico. Figura 1.9. El sistema de MLP de Squire (1987, 2004). 10 Schacter y Tulving (1994) parten de la distinción entre sistema de memoria explícita e implícita con un origen más representacional. ▪ Memoria declarativa (o explícita): permite la adquisición, retención y recuperación consciente e intencional. ▪ Memoria nodeclarativa (o implícita) no permite el acceso al contenido consciente de la memoria. Ambos sistemas dependerían de regiones cerebrales diferentes: - La memoria declarativa o explícita, de regiones temporomediales, incluyendo el hipocampo, córtex parahipocampal, córtex entorrinal, diencéfalo, cuerpos mamilares, etc. (Schacter et al., 1996). - La memoria nodeclarativa o implícita se ha relacionado con el funcionamiento de otras regiones cerebrales como los ganglios basales, el neocórtex, amígdala, cerebelo, etc. (Roediger y McDermott, 1993). Schacter y Tulving (1994) distinguen 5 sistemas diferentes, uno a corto plazo y cuatro a largo plazo, donde se representan de manera subyacente las operaciones implicadas en los procesos de recuperación explícita e implícita, así como las propiedades que los definen. Cada sistema principal estaría a su vez determinado por diferentes subsistemas. De manera similar al modelo anterior, estos autores relacionan diferentes estructuras neuroanatómicas a los diferentes sistemas y subsistemas propuestos. Tabla 1.2. Los 5 sistemas principales de aprendizaje y memoria humanos. Nota: a partir de Schacter y Tulving (1994). SISTEMA SUBSISTEMA LOCUS CEREBRAL RECUPERACIÓN PROPIEDADES Córtex premotor/ parietal/ motor/ Habilidades motoras gánglios basales Habilidades cognitivas Córtex préfrontal / extraestriado Núcleo caudado Nocognitiva MEMORIA Hábitos Musculatura esquelética: PROCEDIMENTAL Condicionamiento simple cerebelo; Respuestas Implícita Automática Aprendizaje noasociativo emocionales: amígdala Vías reflejas Nodeclarativa Forma visual de palabras Córtex occipital extraestriado Cognitiva REPRESENTACIÓN Forma auditiva de PERCEPTIVA (PRS) palabras Regiones cortex perisilviano Implícita Nodeclarativa Descripción estructural Priming perceptivo Córtex prefrontal izquierdo Cognitiva Espacial MEMORIA Lóbulo temporal medio Declarativa SEMÁNTICA Implícita Relacional Diencéfalo Priming conceptual Lóbulos frontales Ejecutivo central (región dorsolateral) MEMORIA DE Cognitiva Auditiva (verbal) Córtex parietal izq/ Área de Broca/ TRABAJO O Explícita Áreas motoras y premotoras PRIMARIA hemisferio izq. Retención a c/p Visuoespacial Córtex parietooccipital derecho Córtex prefrontaI izq. / dcho. MEMORIA Lóbulo temporal medio EPISÓDICA Explícita Cognitiva Diéncéfalo 1.7. PROCESOS DE MEMORIA Respecto al funcionamiento de la memoria, esta: - “Procesa” la información que recibimos a través de las diferentes modalidades sensoriales; - Lo hace a través de los procesos de codificación, almacenamiento y recuperación. Esta descripción de los procesos de memoria proviene del marco teórico del “P.I.” tanto de los primeros modelos seriales basados en la analogía cerebroordenador como en los más recientes basados en el procesamiento distribuido y paralelo (POP; Bechtel y Abrahamsen, 1991). 11 1º. Fase de codificación. En ella podemos distinguir dos subfases: 1) La adquisición→ corresponde a lo que entendemos por aprendizaje; conlleva el registro y análisis de la información que accede a través de nuestras modalidades sensoriales a los registros sensoriales; 2) La consolidación de la información entrante en la creación de representaciones de memoria. - El proceso de codificación➔ puede ser intencional o incidental y puede verse afectado por muchas VV (profundidad a la que se codifica la información, el tiempo y su distribución, organización del material, estrategias de repetición y repaso, distintividad de la información, periodo de descanso, sueño, atención, emoción, motivación, etc.). 2º. Como resultado de los dos subprocesos de la codificación (adquisición y consolidación) se produciría el almacenamiento de la información (para muchos, codificación y almacenamiento formarían parte del mismo proceso), que implicaría el mantenimiento de dichas representaciones en el tiempo. - Proceso de almacenamiento➔ desde un punto de vista neurobiológico, el circuito hipocampocórtex prefrontal explica el almacenamiento de la MCP y MLP a través de dos procesos relacionados a nivel cognitivo con el traspaso de la información del sistema a corto plazo al sistema a largo plazo. 3º. A través de la recuperación, el sistema cognitivo accedería a las representaciones mentales previamente codificadas y almacenadas. - Proceso de recuperación➔ hay que distinguir entre accesibilidad y disponibilidad, las diferentes claves de recuperación (implícita, explícita), el tipo de tareas utilizadas para su evaluación (recuerdo, reconocimiento, recuerdo con claves), el contexto, etc. Una característica muy importante de la puesta en marcha del proceso mnemónico es que el producto finalmente recuperado no es una copia de la realidad, sino una reconstrucción de la misma. Tulving et al. (1994) proponen un modelo neurocognitivo que enfatiza los procesos de codificación y recuperación de la información para distinguir los dos subsistemas de MLP: El episódico y el semántico, el modelo HERA: Las regiones prefrontales del hemisferio izquierdo y derecho estarían implicadas diferencialmente en los procesos de codificación y recuperación de la información de la memoria episódica y semántica. Utilizando la técnica de tomografía por emisión de positrones (PET), encontraron que: ▪ Regiones prefrontales izquierdas (H.I.) están más activas durante la codificación episódica y la semántica. ▪ Regiones prefrontales derechas (H.D.) están más activas durante la recuperación episódica (Habib et al.). 1.8. MEMORIA Y OLVIDO Luis Borges describió la “memoria” de Funes, en un relato sobre un personaje hipermnésico, presentando la incapacidad de su personaje para olvidar como una ficción, ¡lo cierto es que existen historias reales! “[... mi memoria gobierna mi vida... Es como mi sexto sentido... Sin esfuerzos... No puedo dejar pasar las cosas a causa de mi memoria, es parte de mí... Lo sé desde hace mucho tiempo, mi memoria es excepcional... No creo haber deseado nunca tenerla, pero es una carga...]” (Parker et al., 2006). Jill Price, una mujer hipertimésica no ficticia, define así su memoria, su incapacidad para olvidar es una pesadilla. Reflexionar sobre el olvido lleva implícito especular sobre la memoria, y viceversa. La investigación ha puesto de manifiesto que el olvido forma parte de la actividad normal de la memoria, es otra de sus propiedades y olvidar es un mecanismo adaptativo. La forma más adecuada de abordar esta relación podría partir de la consideración de los mecanismos que subyacen al olvido. Se han distinguido, al menos, dos tipos de olvido. 12 El interés científico por la naturaleza y la búsqueda de los mecanismos que subyacen al olvido se remonta a los trabajos de Ebbinghaus con las sílabas sin sentido y el olvido del material con el paso del tiempo. Desde entonces, la hipótesis del decaimiento de la huella de memoria ha sido una de las más utilizadas para explicar el olvido. Sin embargo, los mecanismos a través de los cuales el tiempo provoca olvido son más confusos: - Podría ser que el tiempo actúe provocando un decaimiento gradual de la activación de un concepto o de elementos estructurales de la memoria que posiblemente tengan una base biológica, como la muerte neuronal, cambios en las conexiones neuronales o incluso, un proceso de neurogénesis, como indican algunos autores. - También es importante considerar que la variable tiempo no actúa aisladamente, influyendo otros factores: ▪ Con el paso del tiempo se producen cambios en el contexto, donde el número de claves y la calidad de las mismas a la hora de la recuperación puede fluctuar de manera importante. ▪ El paso del tiempo comporta más probabilidad de que los contextos de codificación y recuperación de la información no se correspondan, lo que dificultaría la recuperación (Tulving y Thompson, 1973). ▪ Pero uno de los aspectos más importantes que conlleva el paso del tiempo es el número de experiencias que tenemos y con ellas la interferencia entre los diferentes materiales que vamos almacenado puesto el énfasis en los mecanismos de control inhibitorio para suprimir voluntariamente la información no deseada (Anderson y Hanslmayar, 2014; Anderson y Levy, 2009). En los últimos años, se ha relacionado el olvido de materiales relacionados (p. ej., fenómenos como el olvido inducido por claves del conjunto u olvido inducido por la recuperación) con mecanismos inhibitorios: - Suponen una visión funcional del funcionamiento de la memoria que resalta el carácter adaptativo del olvido: ▪ La ventaja adaptativa del olvido es evidente en personas con hipermnesia. ▪ También puede ser adaptativo poder olvidar aquellas cosas que nos duelen por su componente emocional o simplemente porque no nos dejan funcionar correctamente (Anderson, 2018). - En la motivación para olvidar voluntariamente (olvido motivado) también se ha puesto el énfasis en los mecanismos de control inhibitorio para suprimir voluntariamente la información no deseada (Anderson y Hanslmayar, 2014; Anderson y Levy, 2009). 1.9. LA MEMORIA DURANTE EL CICLO VITAL La memoria, al igual que el resto de los procesos cognitivos, no se mantiene invariante con la edad. No es un sistema unitario y durante el ciclo vital los diferentes sistemas cambian a un ritmo diferente. Las diferencias durante el ciclo vital entre grupos de edades diferentes están moduladas por las diferencias individuales, más acusadas durante dos etapas muy específicas del desarrollo, la niñez y la vejez (Lindenberger y Baltes, 1997; Park, 2000; Raz, 2000), épocas donde más cambios se producen en los diferentes procesos cognitivos. Además, existen otros factores a tener en cuenta. La epigenética (perspectiva multidisciplinar que aborda el estudio de los genes y su interacción con otros factores) es la perspectiva más adecuada para abordar los cambios que se producen durante el ciclo vital en el funcionamiento de los diferentes procesos cognitivos. La memoria declarativa o explícita es la más sensible a los efectos de la edad: - Durante los primeros años de vida, esta memoria mejora muchísimo, tanto en su capacidad como en la duración de la información almacenada. Esta mejora sustancial se extiende al menos hasta pasada la adolescencia y: ▪ Se ha atribuido a diferentes factores, que a su vez se relacionan con la madurez cerebral: destaca la mejora de la memoria de trabajo, que, a nivel estructural, implica una compleja red frontoparietal cuya maduración correlaciona con el desarrollo de este sistema de memoria (Sander et al., 2012). ▪ Otro de los factores relacionado con el incremento en la memoria declarativa en las primeras décadas de la vida es la metamemoria y el uso de estrategias de memoria. El conocimiento que los niños tienen acerca de su memoria y de cómo funciona les permite utilizar diferentes estrategias que facilitan el funcionamiento de este proceso cognitivo (Metcalfe y Finn, 2013; Whitebread, 1999). - También experimenta cambios sustanciales durante el envejecimiento, aunque en este caso parece que la edad influye negativamente en este tipo de memoria. Sin embargo, diferentes factores de protección: el nivel de educación, el ejercicio físico o el entrenamiento cognitivo, podían servir de reserva cognitiva y actuar como un mecanismo compensatorio (Archer et al., 2018; Baltes y Baltes, 1990; FroudistWalsh et al., 2017). Se ha visto que diferentes tipos de diseños (transversales frente a longitudinales) modulan el declive encontrado en las personas mayores (ver Tabla 1.3). 13 Déficits encontrados en la memoria de trabajo (Macpherson et al.) han sido atribuidos a un deterioro del lóbulo frontal y el circuito frontoparietal (Müller y Knight), relacionado también con los mecanismos atencionales y las funciones ejecutivas. Frente al acuerdo generalizado de los importantes cambios de la memoria declarativa durante el desarrollo y el envejecimiento, parece que existe más controversia con respecto a la memoria no declarativa (implícita). Parece mantenerse relativamente estable durante la primera década de vida (Vohringer et al.) existiendo más controversia en relación al envejecimiento. 1.10. NEUROCIENCIA COGNITIVA DE LA MEMORIA La neurociencia cognitiva es una disciplina científica que se caracteriza por utilizar el método científico: - La neuropsicología ha sido uno de los antecedentes más directos de la neurociencia cognitiva actual. Esta se apoya en los principios de la psicología general y en el desarrollo tecnológico producido en las últimas décadas. - La psicología cognitiva de la memoria ha tenido siempre entre sus objetivos básicos identificar y definir la organización funcional de la memoria humana. Lo que ha variado han sido los niveles de análisis: ▪ En los primeros modelos cognitivos de los años 60 el interés se reducía a describir la organización de la memoria en términos algorítmicos o representacionales; ▪ Desde la neurociencia se busca describir su organización a nivel de implementación en el órgano que lo sustenta, es decir, en el SN y en su órgano central, el cerebro. Un sistema vivo, relativamente complejo, que no deja de cambiar a lo largo del ciclo vital. - La neurociencia cognitiva se apoya en tres fuentes de datos: 1. Paradigmas experimentales derivados de la Psicología Cognitiva. 2. Estudios con humanos con lesiones en determinadas estructuras nerviosas. 3. Estudios con animales. Sin duda, una de las aportaciones más relevantes al estudio de este proceso cognitivo, ha sido la idea de que la memoria no es una entidad única (Slotnick, 2017). Los estudios con pacientes con lesiones cerebrales son limitados pero muy valiosos: El estudio científico del paciente amnésico H. M. y todos los datos derivados de su investigación supusieron un antes y un después en la investigación sobre los diferentes sistemas de memoria humana. Tras la cirugía realizada por el neurocirujano Dr. Scoville para eliminar sus fuertes crisis epilépticas y la completa evaluación neuropsicológica realizada por la Dra. Milner, se encontró una importante disociación entre los sistemas de memoria declarativa y no declarativa, con conservación de la MCP y de la inteligencia general en este paciente. Este patrón de datos de conducta fue completado posteriormente con las imágenes de su cerebro in vivo y postmortem. Figura 1.10. Henry Gustav Molaison (H.M. 1926, 2008) y el cerebro más codiciado en la historia de la ciencia. Se encuentra en el Brain Observatory. Actualmente se usan distintas técnicas de neuroimagen tanto clínica como en investigación (tabla 1.4.). La evaluación de conducta mediante tareas cognitivas que evalúen determinadas funciones (memoria visuoespacial, ejecutivo central, memoria episódica, semántica, priming) puede complementarse con el registro de la estructura o el funcionamiento del cerebro. P.ej., para evaluar los diferentes sistemas de memoria a nivel conductual, la distinción principal se hace en torno a las tareas (directas o indirectas) que enfatizan el tipo de recuperación exigido al sistema: - En las tareas directas se hace alusión explícita al episodio de estudio por lo que los participantes son conscientes y buscan activa y voluntariamente la información requerida. - En las tareas indirectas, el acceso a la información se hace de manera implícita o involuntaria, sin que el participante sea consciente de la relación entre el episodio de estudio y la recuperación posterior del material presentado en esa primera fase. 14 Tabla 1.4. Principales técnicas utilizadas para investigar la memoria - Se utiliza tanto en investigación como en clínica - No invasiva y reversible - Resolución temporal adecuada Estimulación magnética transcraneal (EMT) - Baja resolución espacial - Se limita a la región del córtex - Prueba relativamente económica - Se utiliza tanto en investigación como en clínica - Permite utilizar otras técnicas como imagen por tensor de difusión (ITD) o la tractografía Resonancia magnética (RM) - No invasiva - Alta resolución espacial - Cerebro estático - Prueba relativamente costosa - Se utiliza tanto en investigación como en clínica - No invasiva - Excelente resolución espacial Resonancia magnética funcional (fMRI) - Baja resolución temporal - Cerebro en acción - Prueba relativamente costosa - Se utiliza más en clínica que en investigación - Invasiva Tomografía por emisión de positrones (TEP) - Buena resolución espacial - Baja resolución temporal - Prueba relativamente costosa - Se utiliza tanto en investigación como en clínica - No invasiva EEG (potenciales relacionados con eventos (PRE) - Excelente resolución temporal - Baja resolución espacial - Prueba relativamente económica - Se utiliza tanto en investigación como en clínica - No invasiva Magnetoencefalografía (MEG) - Alta resolución temporal - Mejor resolución espacial que los PRE - Prueba relativamente costosa También durante la fase de codificación se puede distinguir entre aprendizaje incidental o intencional, donde es importante tener en cuenta las estrategias de control llevadas a cabo por el sujeto. Tulving y cols. (1994) propusieron el modelo HERA. Según este modelo, hay una implicación diferente de la corteza prefrontal durante la realización de tareas que implican memoria episódica. La corteza prefrontal derecha está más activada durante la recuperación y la corteza prefrontal izquierda está más implicada durante la fase de codificación. Es importante resaltar la contribución de los estudios con animales a la neurociencia cognitiva de la memoria: Trabajos de Klein y Kandel (1978) con la Aplysia fueron muy importantes para comprender los mecanismos neurobiológicos implicados en el aprendizaje y la memoria. Los estudios realizados sobre aprendizaje espacial con roedores también han sido muy relevantes. RESUMEN y CONCLUSIONES Una correcta aproximación al estudio de la memoria debería incluir los siguientes puntos: ▪ Una historia: es importante conocer los primeros pasos en la investigación científica de este proceso cognitivo. ▪ Un proceso complejo: con dos caras complementarias (memoria y olvido). ▪ Diferentes niveles de análisis: la memoria no es solo un constructo; la memoria es un proceso cognitivo que se implementa en un órgano vivo, el cerebro. ▪ Diferentes técnicas de estudio en función de los diferentes niveles de análisis. ▪ Naturaleza múltiple: que define los diferentes sistemas de memoria como relativamente independientes en su funcionamiento, aunque trabajen conjuntamente, con el objetivo de dar coherencia a la conducta del individuo. ▪ Una importante relación: con otros procesos, como la atención, la emoción, el aprendizaje o la motivación. ▪ Un proceso activo y plástico: variará en función de muchas variables moduladoras al igual. ▪ Un proceso que enferma: el cerebro puede enfermar y las funciones que sustenta pueden verse afectadas. ▪ Un contexto de aproximación: comprender la memoria no solo en el laboratorio también en su ambiente natural. 15 Capítulo 2. MEMORIA SENSORIAL “Tengo que creer que cuando mis ojos están cerrados, el mundo todavía continúa allí…”. Memento, de Christopher Nolan. 2.1. INTRODUCCIÓN Podemos imaginar el campo de estudio de las memorias sensoriales como el lugar en el que la memoria se encuentra con la percepción e interactúa con ella. Estas memorias tienen la misión de prolongar el presente para permitir el P.I. obtenida por los sistemas sensoriales y fomentar su registro estable en otros sistemas de memoria para así generar nuestro presente psicológico. Así, nuestro desempeño es muy similar tanto ante la presencia de EE ambientales duraderos como ante la fugaz presentación de EE efímeros que desaparecen rápidamente. Cuando en una noche de verano se dibuja un círculo de fuego con un cigarrillo encendido se está prolongando el presente de cada una de las posiciones del cigarro para construir un círculo ilusorio de fuego. Varios segundos después de haber oído, sin prestar mucha atención, lo que alguien nos pregunta, somos capaces de recuperar el significado del mensaje y continuar con la conversación. Una caricia o un beso dejan un rastro duradero que prolonga durante unos instantes ese placer. Todos estos son ejemplos de diferentes tipos de persistencias del registro sensorial en las que los contenidos perceptivos se mantienen activos para permitir su procesamiento y facilitar su análisis ulterior. Respecto a las memorias sensoriales: - Se las nombra en plural porque se asume que son una prolongación de los contenidos perceptivos inmediatos representados en un formato todavía muy apegado a la naturaleza sensorial de los estímulos que excitan nuestros sentidos, sin incluir todavía un análisis semántico o categorial independiente del sistema perceptivo concreto. - Son específicas de la modalidad sensorial, por ejemplo: ▪ Los EE visuales dan lugar a memorias sensoriales de naturaleza visual (memoria icónica); ▪ Los EE auditivos se mantienen en un almacén sensorial auditivo (memoria ecoica); ▪ Los EE táctiles se mantienen en un registro sensorial táctil (memoria háptica). - Actúan como un buffer periférico de datos para el almacenamiento temporal de información mientras procesos perceptivos analizan la información en niveles más profundos. De esta forma, podemos completar el análisis perceptivo de estímulos que han durado menos incluso que el tiempo que consumen los procesos perceptivos. - La investigación más reciente ha desvelado nuevas características de estas memorias sensorial/es. 2.2. LA MEMORIA ICÓNICA La pregunta de la investigación desde el siglo XIX era: ¿Cuántas cosas podemos ver en un solo golpe de vista? William Hamilton y William S. Jevons fueron los primeros que intentaron medir la amplitud de aprehensión o amplitud de la memoria inmediata. Sus rudimentarios procedimientos fueron similares, arrojaban un puñado de bolitas o semillas negras sobre una superficie y los observadores debían estimar en un solo golpe de vista cuántas había. Sus resultados sugerían que podían percibir entre 7 y 9 elementos visuales al mismo tiempo. Se desarrolla el taquistoscopio→ aparato que permite controlar de manera precisa la presentación de EE visuales de muy corta duración (en el rango de milisegundos). Fue una herramienta fundamental para la investigación en psicología experimental hasta que se incorporaron los ordenadores a la investigación psicológica. McKeen Cattell (1883) utilizó un taquistoscopio de Wundt. Presentaba conjuntos de letras o palabras durante breves lapsos de tiempo, para medir cuánto tiempo era necesario para leerlas o identificar letras. Sus resultados mostraron que los observadores podían informar de hasta cuatro o cinco letras presentadas simultáneamente sin ningún problema, pero por encima de ese número, los errores se incrementaban. Donald Broadbent en su obra Perception and Communication (1958) fue el primer autor en sugerir la existencia de un almacén de memoria inmediata, independiente de otros sistemas de almacenamiento de información, el cual registra propiedades físicas (tono, color) o precategoriales del input estimular durante un breve lapso de tiempo. En una segunda fase, los EE que traspasen el filtro atencional, accederán a un almacén postcategorial en el que se procesan propiedades conceptuales más complejas (el significado del objeto, la identidad de la palabra o la pertenencia a una categoría semántica). La propuesta pionera de Broadbent se fundamentaba en los resultados obtenidos en la modalidad auditiva con la técnica de escucha dicótica. La memoria sensorial correspondiente a la visión, denominada memoria icónica por Ulric Neisser en su libro Cognitive Psychology (1967), ha sido la más investigada de los almacenes sensoriales, y es la que mejor se conoce. La investigación más importante en el tópico de la memoria icónica es la de George Sperling (1960). 16 2.2.1. EL TRABAJO CLÁSICO DE GEORGE SPERLING (1960) Y LA TÉCNICA DE INFORME PARCIAL Los trabajos del psicólogo experimental G. Sperling fueron un hito crucial en el estudio de la memoria icónica (Laboratorios Bell de los EEUU). Publicó un artículo en 1960 derivado de los experimentos de su tesis doctoral, en los que utilizó el taquistoscopio para controlar la duración de los EE visuales presentados. La pregunta con la comienza su artículo es: “¿Cuánto puede ser visto en una única presentación visual breve?” En el experimento, denominado técnica de informe total, Sperling: - Presentó matrices de entre 3 y 12 ítems (letras y números) durante breves periodos de tiempo, 15-500 milisegundos; los participantes tenían que informar de todos los ítems que pudieran recordar. - Se percató de un fenómeno curioso: los participantes aseguraban haber visto más letras (o números) de las que podían recordar, como si se esfumaran mientras informaban de ellas; tenían la sensación de haber percibido un conjunto de letras (o números), pero luego tan solo eran capaces de recordar cuatro o cinco elementos de una matriz de 12 ítems (un 38% de elementos), sin grandes diferencias en función del tiempo de exposición. - Para comprobar si realmente los sujetos disponían de más información sobre la matriz presentada de la que eran capaces de recordar, como ellos afirmaban, introdujo una elegante innovación➔ la técnica del informe parcial: ▪ Solo se requería informar de fragmentos parciales de la matriz de elementos y no de todos los presentados. ▪ Una forma de implementarla es presentar una matriz de 12 letras (3 filas de 4 ítems) durante un breve lapso de tiempo y, cuando el estímulo ya no está presente, se presenta una señal auditiva que informa al participante sobre la fila de la matriz que debe ser informada. P.ej., un tono agudo indicaba el recuerdo de la fila superior, un tono grave aludía a la fila inferior y un tono intermedio señalaba la fila intermedia. La señal auditiva que señalaba la fila que debía ser informada, se presentaba después de que la matriz de ítems ya hubiera desaparecido, lo que aseguraba que se tratara de una tarea de memoria (inmediata), ya que los participantes no sabían de antemano sobre qué fila se les iba a solicitar recuerdo. ▪ Sperling manipuló el intervalo temporal entre la desaparición de las letras y la aparición del sonido, con tiempos de demora de 0, 150, 300, 500 y 1000 ms. En la condición de 0 ms (cuando el sonido se presentaba justo después de que desaparecieran las letras), los participantes fueron capaces de informar de 3 o incluso muchas veces de las 4 letras solicitadas, una ejecución promediada en torno al 75% de recuerdo correcto. ▪ Una forma de expresar los resultados del informe parcial, y así poder compararlos con el informe total, es multiplicar por 3 el promedio de letras informadas en el informe parcial, lo que arroja un resultado promedio de 9,1 letras en el informe parcial, muy superior al resultado promediado obtenido con la técnica de informe total (de 4,5 letras). ▪ Otro resultado muy relevante fue que la cantidad de información disponible en la memoria inmediata (número de letras correctas) se reducía progresivamente conforme aumentaba la demora de la señal auditiva. Así, en la condición de 500 ms de demora, las letras correctas del informe parcial se reducían hasta que el rendimiento se igualaba con los resultados del informe total con demoras de 1.000 ms entre matriz de letras y señal auditiva. La conclusión es que los observadores registraron todos los elementos de la presentación estimular en algún tipo de memoria inmediata donde los contenidos se desvanecen muy rápido si no son inmediatamente informados. Este trabajo supuso el primer paso de una fructífera línea de investigación sobre las memorias sensoriales. Un año después, 1961, Averbach y Coriell en otra investigación sobre la memoria visual de presentaciones taquitoscópicas con un procedimiento muy similar: - Diseñaron presentaciones de 16 letras organizadas en dos filas de ocho elementos y utilizaron señales visuales (una pequeña barra inferior) para indicar al observador qué letra concreta debía ser informada en la condición de informe parcial, después de que el patrón estimular ya hubiera desaparecido. - El objetivo principal era lograr una medida más precisa de la capacidad de la memoria icónica. - Para ello limitaron el informe de los participantes a un único elemento o letra; manipularon también la demora de la señal visual con intervalos entre 0 y 500 ms tras la matriz de letras. 17 - Los resultados fueron consistentes con los de Sperling→ los participantes mostraron una tasa de acierto muy elevada con señales inmediatas (≈75%), y una reducción del rendimiento con demoras mayores. En un segundo experimento, Averbach y Coriell introdujeron una modificación que ofreció interesantes datos: - En vez de utilizar una barrita para señalar la letra, utilizaron una circunferencia con un tamaño mayor que las letras (es decir, que podría rodear a la letra si se presentasen simultáneamente). - Cuando el intervalo entre las letras y la circunferencia era de 0 ms, el rendimiento era equivalente al del primer experimento con la barrita. - Cuando la demora era de 100 ms, el rendimiento era sensiblemente peor. - Con demoras de 300 ms, el rendimiento mejoraba y retornaba a valores similares al experimento de la barrita. - Resultados: con intervalos entre 100 y 300 ms, la circunferencia enmascara o borra la letra del registro sensorial, como si los participantes percibieran un círculo vacío. - Este fenómeno se denomina enmascaramiento retroactivo. Los resultados de los primeros experimentos (informe parcial) apoyan la existencia de una memoria sensorial visual de gran capacidad, con un decaimiento de la información muy rápido (300-500 ms). Después, Ulric Neisser (1967) la bautizará como memoria icónica, como una representación de contenidos de naturaleza sensorial o precategorial. 2.2.2. LAS PERSISTENCIAS VISUALES DE COLTHEART (1980) Dos décadas después de la aportación de Sperling, la evidencia experimental en este campo permitió enunciar tres características básicas de la memoria icónica (Vargas, 2010): 1. Una elevada capacidad de información; 2. Una duración extremadamente corta; 3. Una representación de los contenidos de naturaleza sensorial o precategorial. Sin embargo, en 1980, Max Coltheart realizó una influyente revisión del concepto de memoria icónica, poniendo en duda la naturaleza unitaria de la memoria icónica y distinguiendo entre tres tipos posibles de persistencia visual, que prolongarían la sensación visual más allá del cese de la estimulación ambiental: 1. Persistencia neural: el mantenimiento de la activación de las neuronas involucradas en las primeras fases del procesamiento visual tras la aparición del estímulo, especialmente en las células de la retina. Se mide mediante procedimientos neurofisiológicos de registro de la actividad neuronal. 2. Persistencia visible o fenomenológica: la impresión subjetiva por la que se continúa experimentando el estímulo durante unos instantes tras haber desaparecido. Se mide mediante el informe subjetivo del participante. 3. Persistencia informativa: el mantenimiento de la información del estímulo cuando ya no es visible, incluso aunque el observador no fuera consciente (no tenga persistencia visible) de dicho acceso a la información. Se mide mediante la técnica de informe parcial que introdujo Sperling. Este tipo de persistencia sería propiamente la memoria sensorial visual o memoria icónica. Persistencia neural Persistencia visible Persistencia informativa Procedimientos neurofisiológicos Informe subjetivo Técnica de informe parcial Si nos centrarnos en los dos últimos tipos de persistencia, para comprender el calado de esta clasificación parece lógico pensar que el informe parcial o total es resultado de la inspección de una huella de memoria consciente de la matriz de letras, como si fuera una especie de dibujo en una pizarra mental, a la que mira el participante con su ojo de la mente. Sin embargo, basándonos en los resultados de la técnica de informe parcial: - No se puede a llegar a esa conclusión porque se trata de una medida indirecta de la persistencia visual: indica la cantidad de información visual que somos capaces de recuperar [precisión en el recuerdo (aciertos y errores)], pero no identifica si es consciente o inconsciente, ni qué apariencia tiene en la experiencia subjetiva del sujeto. Es una medida de persistencia informativa pero no de persistencia visible o fenomenológica. - Para explorar la persistencia visible o fenomenológica (consciente) hay que recurrir a medidas directas que dependen de informes fenomenológicos sobre la visibilidad o apariencia subjetiva de la exposición estimular. 18 Aunque se asumió que la persistencia visible y la persistencia informativa reflejaban un único proceso (una huella consciente del estímulo visual de la que recuperamos la información solicitada), los resultados apoyan que: - Son procesos diferentes; - La memoria icónica sería fruto de la persistencia informativa pero no necesariamente de la persistencia visible, ya que la técnica utilizada no aporta información sobre la experiencia subjetiva. Por tanto, la característica principal de esta memoria es que preserva información durante unos instantes de un estímulo ya desaparecido. 2.2.3. EL MODELO DE NELSON COWAN (1988) Fruto de una revisión de la investigación en psicología cognitiva desde el trabajo de Broadbent (1958), Nelson Cowan (1988) propone un modelo integrador del procesamiento humano en el que la atención y los sistemas de memoria mantienen una estrecha relación recíproca. Respecto a los aspectos relacionados con las memorias sensoriales: - Aunque su trabajo se focalizó en la memoria sensorial auditiva (ecoica), extendió su modelo al registro sensorial visual y al táctil (Cowan, 1988, 1995). - La principal aportación de Cowan ha sido identificar dos fases del registro sensorial, con duraciones similares entre las diferentes modalidades perceptivas. 1. Una fase más breve, con una duración de unos 250 ms→ sería una postimagen visible del estímulo, que mantendría el estímulo disponible como una copia literal del mismo en una pizarra mental. 2. Una más lenta, que se extendería en el tiempo durante un periodo más largo, difícil de concretar porque la información iría decayendo progresivamente. Cowan establece su duración en un rango de 2 a 4 segundos, aunque podría extenderse más allá en función de los contenidos del estímulo y de los requisitos de la tarea: ▪ La información sería parcialmente analizada o procesada, pero todavía de manera específica para la modalidad sensorial concreta. ▪ Los contenidos no estarían analizados de manera abstracta y postcategorial, aunque Cowan reconoce que hay datos contradictorios. ▪ Lo que sí parece claro es que algunas características del estímulo serían representadas de manera más precisa que otras en esta fase. Por ejemplo, la forma visual tendría mayor relevancia que la posición de los EE en el caso de la memoria icónica. De hecho, en el experimento de Sperling los errores que se cometen en la condición de informe parcial cuando se aumenta la demora entre estímulo y señal auditiva son errores de localización, por los que se informa de una letra de otra fila, aunque presente en la matriz. Esta propuesta en dos fases guarda similitudes con la de las diferentes persistencias visuales de Coltheart (1980). 2.2.4. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA MEMORIA ICÓNICA 2.2.4.1. Duración de la memoria icónica La memoria icónica dura muy poco tiempo, está claro, pero ¿cuánto es poco tiempo? - Los resultados de Sperling mediante la técnica de informe parcial sitúan su duración en torno a los 250-500 ms. - Otras técnicas posteriores aportan datos distintos (Vargas, 2010). El trabajo de Coltheart (1980) fue decisivo para 19 integrar los resultados y diferenciar entre dos tipos de persistencia basados en la obtención de medidas directas (informan de la persistencia visible o fenomenológica) y medidas indirectas (informan de la persistencia informativa, o memoria icónica). Las principales medidas indirectas del registro sensorial de Coltheart son: 1. La técnica de informe parcial; 2. El enmascaramiento retroactivo. Consiste en la presentación en rápida sucesión de dos EE, de forma que el segundo (denominado máscara) dificulta o interfiere la percepción del primero (denominado objetivo). Cuando la máscara precede al objetivo, se denomina enmascaramiento proactivo y cuando se combinan máscaras que preceden y suceden al objetivo en un mismo ensayo, se denomina sandwich masking. Se pueden utilizar diversos tipos de máscaras→ de ruido, de patrón, por metacontraste o por sustitución de objeto. El experimento de Averbach y Coriell (1961) en el que utilizan una circunferencia como marcador es un buen ejemplo de esta técnica. Un parámetro crítico en esta técnica es la SOA (stimulus onset asynchony; asincronía entre el comienzo de los EE) entre el objetivo y la máscara, es decir, el tiempo que transcurre desde que se presenta el estímulo objetivo hasta que aparece la máscara. Su manipulación permite obtener una medida indirecta de la duración de la información en la memoria icónica, que la mayoría de los estudios con esta técnica han estimado en torno a los 500 ms (Vargas, 2010). - Los investigadores han recurrido también a lo que Coltheart clasifica como medidas directas: 1. Juicios de sincronía; 2. Continuidad fenomenológica; 3. Integración temporal; 4. Persistencia estereoscópica. Los resultados con las medidas directas han mostrado dos características relevantes de la persistencia visible o fenomenológica, que permiten disociarla de la persistencia informativa o memoria icónica: ▪ El efecto de duración inversa➔ a mayor duración física de un estímulo visual, menor duración tendrá su persistencia visible tras la desaparición del estímulo. ▪ El efecto de intensidad inversa➔ cuanto más intenso sea el estímulo visual, más breve será su persistencia visible tras desaparecer el estímulo. Estos efectos no se obtendrían con las medidas indirectas, por lo que no serían características propias de la persistencia informativa o memoria icónica, lo que es un apoyo empírico para la disociación entre persistencias. 2.2.4.2. Capacidad de la memoria icónica El informe parcial incluido en el trabajo de Sperling (1960) permitió descubrir la enorme capacidad de retención que caracteriza a la memoria icónica, muy por encima de la sugerida por los resultados del informe total. Si se observan los resultados originales de Sperling, se puede comprobar que el rendimiento con el informe parcial no llega al 100% de las letras presentadas (12), pero se queda cerca de la mejor ejecución posible, lo que sugiere una capacidad muy elevada, casi ilimitada, que virtualmente retiene todo o casi todo el material sensorial. 2.2.4.3. Contenido de la memoria icónica En línea con la propuesta de Broadbent (1958), la perspectiva tradicional acerca de los contenidos de la memoria icónica ha sido considerarla como un registro literal de la información visual de naturaleza precategorial. Neisser (1967), cuando utiliza la expresión memoria icónica, lo hace para para enfatizar el carácter de réplica o de fotografía mental que la memoria inmediata realiza de la estimulación visual sin incluir una elaboración semántica o categorial. Una forma de indagar experimentalmente sobre los contenidos que son representados en el icón de la memoria sensorial visual es comprobar la efectividad de diferentes tipos de señales para indicar los elementos que tienen que ser informados en el informe parcial. Los resultados de Sperling y de Averbach y Coriell muestran que la localización espacial es una clave efectiva para mejorar el rendimiento, puesto que sus señales indican una posición, ya sea una fila entera o una letra concreta, y el informe parcial logra mejor rendimiento que el informe total: - Podemos concluir que la posición espacial es una información relevante para la memoria icónica. - Sperling (1960) incluyó un experimento sobre la posibilidad de que señales semánticas (postcategoriales) fueran efectivas en el informe parcial. Mezcló letras y números de manera aleatoria en una matriz de 12 ítems y la señal demorada (dos tonos con diferente frecuencia) indicaba si el informe parcial debía ser de las letras o de los números (categoriales mentales). El rendimiento en el informe parcial y en el total fue prácticamente el mismo, pudiendo concluir que la información categorial no forma parte de los contenidos de la memoria icónica. - Trabajos posteriores han demostrado que características perceptivas como el color, el tamaño, el brillo, la forma y 20 el movimiento favorecen un mejor rendimiento del informe parcial (Vargas, 2010), lo que parece reforzar el carácter precategorial de los contenidos de la memoria icónica. - Merikle (1980), utilizando un patrón en forma de circunferencia que contenía aleatoriamente 4 letras y 4 dígitos, y presentando 3 señales auditivas demoradas que requerían informar de los dígitos, de las letras o de todos los ítems, observó una clara superioridad del informe parcial sobre el informe total, en oposición a Sperling. - Sus resultados fueron replicados por Duncan (1983), ya que sugieren que la memoria sensorial visual puede contener información postcategorial semántica, y la representación de características físicas del estímulo, lo que contradiría una de las señas de identidad de la memoria icónica➔ su naturaleza precategorial, sensorial, icónica. ¿Hay alguna forma de integrar estos resultados aparentemente contradictorios? 2.2.5. HACIA UN MODELO INTEGRADOR DE LA MEMORIA SENSORIAL VISUAL Las descripciones convencionales de los almacenes sensoriales suelen centrarse en la existencia de un único almacén sensorial. El origen de esta clasificación parte del modelo general de procesamiento de la información propuesto por Broadbent (1958), refinado después por Atkinson y Shiffrin (1968). La perspectiva actual, influida por las aportaciones de Colheart (1980) y Cowan (1988, 1995), no concibe la memoria sensorial visual como un almacén unitario sino dividido en dos fenómenos con diferentes características (Vargas, 2010): 1. Fase de persistencia visible o fenomenológica, más rápida, dura unos 250 ms, analiza los rasgos físicos del estímulo y los preserva en un formato precategorial. Di Lollo y Dixon señalan que esta fase proporciona una réplica visible y primitiva del estímulo con una representación espacial muy precisa; sería una prolongación del registro sensorial que preserva con fidelidad los rasgos físicos del estímulo mediante una organización en coordenadas retinotópicas. 2. Fase de persistencia informativa por Coltheart, más tardía, empieza aproximadamente a los 100-150 ms y se puede prolongar durante varios segundos; es capaz de identificar los EE y registrarlos en un formato postcategorial y, al mismo tiempo, mantiene una representación analógica visual de naturaleza precategorial. Es decir, que mantiene dos códigos activos, uno más apegado a un formato sensorial e icónico, y otro, con una representación abstracta y postcategorial con información sobre la identidad de los estímulos. La información obtenida se puede medir con la técnica de informe parcial y corresponde a la memoria icónica, denominación ya obsoleta porque ya no se sostiene que sus contenidos sean exclusivamente precategoriales o icónicos. 2.3. LA MEMORIA SENSORIAL AUDITIVA Al igual que ocurre con la modalidad visual, la percepción auditiva también requiere tiempo, y este proceso se verá facilitado por la presencia de una huella breve que permita integrar la información acústica recibida por el oyente. A diferencia de lo que ocurre en la modalidad visual (percepción visual simultánea del objeto) la estimulación física (el sonido) es recibida de manera secuencial y se desvanece antes de que toda la información necesaria para desarrollar un patrón con significado llegue a nuestros oídos (Clark, 1987). Podemos darnos cuenta de ello si comparamos el acto de leer una palabra con el de escuchar esa misma palabra: - En el primer caso la palabra impresa (i.e. la estimulación física) permanece, permitiéndonos visualizarla en su conjunto de manera simultánea y realizar todos los escrutinios que consideremos necesarios sobre ella. - Pero, si escuchamos esa misma palabra vocalizada por otra persona, recibimos cada parte de la estimulación física (i.e. el sonido) de manera secuencial durante un intervalo determinado, por lo que solo podemos completar el procesamiento del objeto perceptivo (en este caso la palabra) y otorgarle significado una vez que nuestro interlocutor ha terminado de pronunciarla, algo que ocurre tiempo después de que los primeros sonidos se hayan desvanecido y ya no estén físicamente disponibles para su análisis (Vargas, 2010). Este continuo cambio de la información auditiva en el tiempo, junto con la dificultad para explicar cómo podríamos reconocer y dar significado al input sensorial acústico si nuestro sistema no fuese capaz de mantener los segmentos previos de información recibida hasta que sea posible integrarlos con los posteriores, llevó a los científicos de los años 60 y 70 a preguntarse por la naturaleza y cualidades de los procesos y estructuras que hacían posible la integración de la información sensorial auditiva. Gran parte de esta investigación dedicada a desentrañar lo que posteriormente Neisser (1967) denominaría memoria ecoica, se inspiró en los trabajos de Sperling de la memoria 21 sensorial visual. Otras investigaciones se apoyaron en fenómenos específicos de la modalidad auditiva (como el efecto sufijo o el paradigma de escucha dicótica) identificados antes de la propuesta de Sperling, y que solo más tarde fueron reinterpretados como parte de la evidencia en favor de la existencia de un almacén sensorial auditivo. La profusión de trabajos dedicados a investigar las características de la memoria ecoica dio lugar a resultados discrepantes (y aparentemente incongruentes) sobre la duración y características del almacén sensorial auditivo: - Los estudios que empleaban paradigmas como el informe parcial o el efecto sufijo apuntaban hacia un almacén sensorial con una duración del orden de segundos (≈ 2 y 10’’); - Aquellos que empleaban otras técnicas como el enmascaramiento o persistencia auditiva indicaban una duración mucho más limitada (≈ 200 y 350 ms). - Además, la naturaleza y características (como su capacidad o el tipo de información albergada) también parecían diferir en gran medida en función del paradigma empleado. Para solucionar esta discrepancia, Cowan propuso la existencia de dos almacenes sensoriales con duraciones, propiedades de almacenamiento y funciones diferentes (como en la modalidad visual): 1. Un almacén corto de naturaleza puramente sensorial→ relacionado con la persistencia de la estimulación sensorial en bruto durante un periodo muy breve de tiempo (persistencia visible o fenomenológica); 2. Un almacén largo de naturaleza perceptiva→ almacena información parcialmente analizada o procesada, pero todavía específica de modalidad y presumiblemente no categorizada de manera abstracta (persistencia informativa) aunque el nivel al que es procesada la información de este almacén es todavía objeto de debate. El término «almacén sensorial auditivo» se utilizará de manera general para todos los tipos de memoria sensorial auditiva, distinguiendo entre los almacenes corto y largo añadiendo al término la palabra correspondiente. Además, «persistencia sensorial auditiva» aludirá al almacén sensorial corto, y «memoria ecoica» al almacén sensorial largo. Otros autores también se han referido a los diferentes tipos de memoria sensorial auditiva como fase 1 y fase 2 respectivamente (Cooper et al., 2006). 2.3.1. LOS ALMACENES SENSORIALES AUDITIVOS CORTO Y LARGO: EVIDENCIA EXPERIMENTAL 2.3.1.1. Almacén sensorial corto (persistencia sensorial auditiva): Enmascaramiento retroactivo, persistencia auditiva e integración temporal. 1. ENMASCARAMIENTO RETROACTIVO Es el procedimiento por el que se aumenta el umbral perceptivo (se dificulta la percepción) de un estímulo debido a la presencia de otro estímulo cercano espacial y/o temporalmente. En trabajos realizados a principios de los años 70, Massaro empleó esta técnica para inferir la existencia y características de la memoria sensorial auditiva, tanto para EE tonales como verbales. En sus dos primeros trabajos (1970, 1971): - Pidió a los participantes que identificaran dos diferentes tonos de 20 ms que se diferenciaban en su frecuencia (alta o baja), e iban seguidos de otro tono enmascarador con una frecuencia intermedia entre ambos. - En cada ensayo, los participantes escuchaban uno de los tonos objetivo (presentados al azar) seguidos por la máscara que aparecía en un intervalo variable entre 0 y 500 ms. - La tarea consistía en indicar, una vez finalizada la secuencia, si el tono objetivo presentado era el alto o el bajo. - Los resultados de ambos trabajos indicaron que el nivel de reconocimiento correcto aumentaba según aumentaba el intervalo entre la presentación del tono y la máscara, hasta alcanzar una asíntota ≈ 250 ms. Además, este efecto era independiente de la duración de la propia máscara y de la semejanza entre el tono y la máscara (véase figura). Estos resultados fueron replicados por Bland y Perrott (1978) empleando una tarea de detección junto a la de reconocimiento. Aunque el patrón general de resultados fue similar en ambas tareas: - En la tarea de detección la asíntota se alcanzó mucho antes (≈ 50 ms); - En la tarea de reconocimiento los resultados fueron los habituales ≈ 250 ms. La duración de los estímulos objetivo en los experimentos de enmascaramiento es tan extremadamente breve (entre 10 y 20 ms) que Massaro (1970) interpretó sus resultados aludiendo a que el tiempo necesario para reconocer un 22 estímulo auditivo era superior al tiempo durante el que se presentaba el propio estímulo. Por lo tanto, para poder realizar la tarea, debería existir un almacén auditivo temporal que retuviese la información a un nivel primitivo de representación y permitiese su análisis una vez que la estimulación no estuviese presente: - La presencia de una máscara tras el estímulo objetivo sobrescribiría y reemplazaría la información de este almacén, deteriorando el rendimiento en la tarea de reconocimiento. - Si la demora es lo suficientemente grande los procesos de reconocimiento ya habrán finalizado y la máscara ya no tendrá ningún efecto negativo sobre el rendimiento, lo que se refleja en la asíntota alcanzada ≈ 250-300 ms. - Los resultados posteriores en tareas de detección refuerzan esta interpretación al mostrar que cuando la tarea es más simple (los procesos de detección de la presencia de un estímulo requieren menos tiempo que los de reconocimiento), la asíntota de detección se alcanza mucho antes. 2. PERSISTENCIA AUDITIVA Aunque estos estudios tienen como objetivo principal investigar la duración mínima de un fenómeno perceptivo auditivo desde un punto de vista fenomenológico, de sus resultados se puede inferir también la existencia de un almacén temporal de información auditiva. En esta línea: Efron (1970) presentaba a los participantes dos tonos (E1 y E2) de diferentes duraciones de manera secuencial, de forma que el E1 podía acabar justo cuando empezaba el E2 (a), solaparse con el E2 (c), o terminar antes de la aparición del E2 (b), dejando un intervalo temporal de silencio entre ellos. ▪ La tarea consistía en estimar si el final del E1 coincidía con el inicio del E2, ambos se solapaban, o bien había un desfase o intervalo entre ellos. ▪ Resultados: cuanto más corto era el E1, mayor era el error cometido en la estimación de simultaneidad. Además, este error siempre aparecía en el mismo sentido, los EE de duración menor a ≈130-180 ms eran percibidos como de mayor duración y este sesgo era ma

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