Manual de Geografía: Tema 6 - La Cultura (PDF)

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This document is a textbook chapter on culture in the Canary Islands, focusing on historical and contemporary cultural expressions. It explores architecture, arts, and cultural resources of the archipelago. The chapter also examines the importance of oral and graphic sources and cultural policies.

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U NIDAD DE A PRENDIZAJE 6 L A CULTURA. L AS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Presentación Las manifestaciones culturales son reflejo de la sociedad de la que emanan y constituyen una for- ma de expresión que refleja la identidad de una comunidad. Abordamos...

U NIDAD DE A PRENDIZAJE 6 L A CULTURA. L AS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Presentación Las manifestaciones culturales son reflejo de la sociedad de la que emanan y constituyen una for- ma de expresión que refleja la identidad de una comunidad. Abordamos el presente tema desde la perspectiva del contexto social, pero sin poder evitar una aproximación histórica a la cultura canaria del siglo XX, donde repasaremos las artes clásicas: arquitectura, artes plásticas, artes gráficas, litera- tura, música y todo el contexto cultural del archipiélago en los últimos ciento veinticinco años. Dedicaremos un breve espacio a destacar las iniciativas de protección del patrimonio cultural, las políticas y estrategias encaminadas a poner en valor los bienes materiales e inmateriales, analizando los inventarios y catálogos artísticos de Canarias como herramientas de gestión patrimonial. Ésta será la visión más geográfica y territorial que abordaremos en cuanto al patrimonio cultural de Canarias. Este módulo en particular requiere de una revisión y actualización constantes, especialmente en los aspectos más recientes y próximos en el tiempo. El panorama cultural es tremendamente dinámico y el presente manual puede servir como introducción a la historia de las artes y cultura de Canarias en los siglos XX y XXI, pero en cuanto hablamos de actualidad, es preciso acudir a fuentes igual de dinámicas para profundizar en los contenidos o simplemente para poder estar al día. Objetivos El módulo dedicado al estudio de la cultura y las fuentes tiene los siguientes objetivos fundamen- tales y complementarios: Objetivos fundamentales: – Comprender el estado actual del panorama cultural de Canarias a través de la exposición y análisis de su etapa más reciente. (CB3). – Conocer los principales proyectos, instituciones e iniciativas educativas de Canarias. (CB3). – Repasar los instrumentos de ordenación del patrimonio cultural. (CB3, CB5). Objetivos complementarios – Introducir al alumno en los movimientos culturales recientes. (G1 y ED18). – Analizar cómo el panorama internacional ha afectado a la escena cultural del archipiélago. (G1 y ED18). – Situar la cultura canaria en el contexto internacional. (ED18). – Comprender la singularidad y las principales características de la cultura canaria. (ED17 y ED18). – Reconocer el valor del patrimonio cultural y aprender a interpretarlo y conservarlo. (G7 y ED17). – Introducir al alumno en las políticas y estrategias de conservación del patrimonio cultural. (G7). – Aportar una visión general sobre la importancia de las fuentes orales y gráficas. (G8). – Aportar referencias de estudios para poder profundizar en los temas desarrollados a lo largo de la presente unidad de aprendizaje. (G8). Esquema de los contenidos Figura 6.1 Esquema de contenidos de la Unidad 6 6.1. INTRODUCCIÓN Exposición de los contenidos 6.1 Introducción El término «cultura» tiene múltiples acepciones y es interpretado de forma muy distinta por una gran variedad de profesionales pertenecientes a diferentes disciplinas. Los arqueólogos hablan de «cultura material» para referirse a los objetos e instrumentos utilizados por las comunidades humanas primitivas en sus tareas cotidianas. Los antropólogos emplean el término «cultura» en relación a grupos humanos, especialmente los poco conocidos o de costumbres y actos diferentes. Los geógrafos con frecuencia utilizamos la expresión «tierra inculta» para describir eriales y terrenos que no han sido cultivados. Continuamente leemos en la prensa expresiones como «la clase culta» o lo culto que es tal o cual persona, para aludir al amplio bagaje de conocimientos que atesora. Y podríamos seguir. No es objeto de este módulo llegar a una conclusión sobre el significado del término cultura, sino más bien hacer reflexionar sobre el mismo, entendiendo la cultura desde el más amplio sentido de la palabra. Si no pretendemos definir el concepto de cultura, mucho menos lo haremos con la expre- sión calificativa «cultura canaria». Baste simplemente decir que acogiéndonos a la expresión laxa del término se intentará repasar en esta unidad de aprendizaje las diferentes manifestaciones culturales que caracterizan al archipiélago: las artes, en sus diferentes expresiones, los centros documentales y culturales, las fuentes orales y gráficas y también las estrategias y políticas que se vienen ejerciendo sobre el patrimonio cultural de las islas. 6.2 La arquitectura contemporánea La arquitectura en las islas durante el siglo XX está influenciada fundamentalmente por dos ten- dencias artísticas, desarrolladas principalmente a lo largo de la primera mitad de siglo: – Modernismo (fig. 6.2). – Racionalismo (fig. 6.3). Tras deambular por el paradigma neoclásico durante el siglo XIX, la arquitectura canaria se nutre del Modernismo que impera en la escena internacional a principios del siglo XX y se deja influenciar 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 308 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS por las obras que en este período de transición entre centurias se realizaban en París y otras ciudades del centro y norte europeo, como Bruselas o Viena y, por supuesto, la Barcelona de Gaudí, artista modernista por excelencia. En 1902, Laureano Arroyo firmaría su proyecto arquitectónico de la Casa Negrín, introduciendo así los primeros elementos modernistas en Canarias. Se trata de un movimiento y estilo estético de clara componente urbana que reacciona contra la arquitectura industrial. Busca las formas redondeadas y orgánicas, poco angulosas, en ocasiones recargadas, pero siempre elegantes y sofisticadas. El Modernismo hereda del Romanticismo decimo- nónico el gusto por el paisaje y la naturaleza, en la que se inspira, con respuestas arquitectónicas que traslada a sus diseños, tanto en construcciones, como en jardines y parques. También durante la primera mitad del siglo XX tuvo un desarrollo considerable en las islas el de- nominado «Racionalismo», una concepción arquitectónica cimentada en la Bauhaus alemana, cuyos principios persiguen la incorporación práctica, pero al mismo tiempo creativa, de los nuevos materia- les y conocimientos tecnológicos, al diseño arquitectónico. La arquitectura oficial e institucional tiene numerosos edificios racionalistas en Canarias, por ejemplo, los cabildos de Gran Canaria (Miguel Martín Fernández de la Torre) y de Tenerife (José Enrique Marrero Regalado). Por supuesto, no toda la obra arquitectónica realizada en Canarias durante la primera mitad del siglo XX se encasilló en alguno de estos dos estilos. También hubo muestras más variadas o persona- les, o incluso lo que algunos autores definen como un estilo ecléctico, si bien el término es, por propia definición, excluyente de una corriente artística que pudiese situarse al nivel de los mencionados movimientos modernista y racionalista. La arquitectura modernista cuenta con notables modelos en las islas, principalmente en Tenerife y Gran Canaria. Tratándose de un estilo que puso mucho énfasis en los aspectos decorativos, más que en los estructurales, destacan en sus fachadas los ritmos vegetales, con diseños naturalistas y sinuosos (Tenerife) o más geométricos (Gran Canaria). Uno de los hechos más significativos de la arquitectura modernista es que cada edificio se concibe como una obra única, hasta el punto de ser difícil encontrar un patrón determinado en las soluciones estéticas, lo que contribuye a enriquecer el resultado. Una de las obras clave del modernismo canario es el Gabinete Literario de Las Palmas52 , ejemplo de arquitectura noble y culta cuya fachada debemos a los arquitectos Fernando Navarro y Rafael Massanet. El primero, junto con Laureano Arroyo y López Echegarreta, quizás sean los mejores ex- ponentes del modernismo en Canarias. 52 Obra levantada en el lugar en el que se alzaba el viejo teatro Cairasco, mezcla diferentes estilos e influencias, siendo su fachada el elemento más característicamente modernista. En ocasiones, el Gabinete Literario se pone como ejemplo de arquitectura ecléctica. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 309 6.2. LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA Figura 6.2 Gabinete literario. Las Palmas de Gran Canaria. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. En cuanto a dónde poder apreciar este estilo, las obras más notables se concentran en el barrio de Triana (Las Palmas) y las Ramblas y Plaza de 25 de julio (Santa Cruz de Tenerife), además de algunas obras puntuales en La Orotava y otras villas históricas, especialmente aquéllas que disfrutaron de una burguesía comercial más acaudalada y que construía sus casas según las tendencias de la época, tal como es el caso de Santa María de Guía o Telde en Gran Canaria. La mitad de siglo viene marcada por el cambio conceptual que representó la incursión del Racio- nalismo en Canarias. Arquitectos como Miguel Martín Fernández de la Torre, en Gran Canaria y José Enrique Marrero Regalado, en Santa Cruz, abanderan este nuevo estilo arquitectónico. Ambos fue- ron los artífices de las sedes cabildicias en cada una de las respectivas islas. Se abandonan las formas curvas y recargadas del naturalismo modernista y se opta por líneas puras y el juego de los bloques construidos. Como el modernismo, este estilo será también eminentemente urbano y afectará prin- cipalmente a la arquitectura civil, propiciado por la burguesía culta y progresista de las islas, por lo que el chalet será la edificación más habitual. Sin duda, la más representativa de las obras racionalistas que llegaron a construirse en Canarias, firmada por Miguel Martín, es el renovado Cabildo de Gran Canaria, situado en la calle Bravo Mu- rillo. Un juego espléndido de volúmenes con líneas rectas y sencillas donde, precisamente, radica su belleza. Además de esta construcción, son muchos los chalets que diseñó Martín en la zona de Ciudad Jardín de Las Palmas, lo mismo que José Enrique Marrero hiciera en Santa Cruz. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 310 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Figura 6.3 Boceto de Miguel Martín del Cabildo de Gran Canaria. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. Los primeros años del Franquismo trajeron consigo la construcción de numerosos edificios cuyo estilo ha sido definido como Neocanario. En realidad, forma parte del conjunto de edificios eclécticos, de personalidad poco definida, con la singularidad en este caso de que se reproducen ornamentos y elementos arquitectónicos característicos de la arquitectura tradicional canaria (el Pueblo Canario y el nuevo Hotel Santa Catalina, en Las Palmas, son dos buenos ejemplos, ambos firmados por Miguel Martín), o incluso se reproducen modelos de inspiración herreriana, como el hotel Mencey (Rumeu de Armas), en Santa Cruz de Tenerife, o la emblemática iglesia de la Candelaria (Tenerife), obra de Marrero Regalado y encuadrada dentro de lo que se ha dado en llamar barroco colonial. Figura 6.4 Hotel Mencey, proyecto firmado por Romeu de Armas e Iglesia de La Candelaria, de Marrero Regalado. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico y Gobierno de Canariasf f https://www.gobiernodecanarias.org/opencms8/export/sites/cultura/.content/galeria/bics/Tenerife/Basilica- Candelaria.jpg. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 311 6.2. LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA En la segunda mitad del XX tuvo lugar un hecho clave en la historia de la arquitectura canaria, como fue la instauración en el año 1968 de los estudios universitarios en la Escuela de Arquitectura dependiente de la ETSA de Madrid. Esta Escuela de Arquitectura, hoy plenamente integrada en la Universidad de Las Palmas, forma profesionales desde hace más de 50 años, reforzando la impor- tancia de la arquitectura en Canarias. Esta circunstancia, que podría haber servido de acicate para el enriquecimiento artístico, sin embargo, se ve parcialmente truncada por la nueva situación económi- ca y los altos niveles de especulación del suelo que generó la implantación turística. Aunque también se construyen obras emblemáticas al abrigo de la actividad de los espacios del ocio y el turismo, co- mo puede ser el caso del Hotel Oasis de Maspalomas del arquitecto Manuel de La Peña, el Templo Ecuménico o del Salvador, del mismo autor, o el hotel Mancomunidad, más conocido como Arrecife Gran Hotel, obra de Enrique Spínola que constituyó todo un hito urbano para la capital de Lanzarote. Figura 6.5 En sentido horario: Templo Ecuménico El Salvador (Playa del Inglés, Gran Canaria. Fuente: Gobierno de Canarias); Arrecife Gran Hotel (Lanzarote. Antes de su incendio y reforma. Fuente: Fedac, fondo fotográfi- co) y Casa del Camino Largo (La Laguna, Tenerife. Fuente: Cicop). Durante las décadas de los sesenta y setenta, la aportación de los nuevos arquitectos canarios trae consigo un enriquecimiento y diversificación de estilos, por lo que carece de sentido encuadrar la arquitectura que se proyecta en las islas durante estos años en cualquier tipo de movimiento artístico. Como ejemplos de la nueva arquitectura canaria merecen ser citadas las casas del Camino Largo de La Laguna, de Rubens Henríquez y el Hospital Inglés de Las Palmas (hoy muy desvirtuado tras las reformas), de Manuel Roca, obras ambas de comienzos de los 60 y que abren paso a un incremento de nuevos edificios de influencias internacionales de muy variada procedencia. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 312 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS El expansionismo de la construcción a lo largo de las últimas décadas del siglo XX trajo aparejada una crisis creativa derivada de la búsqueda rápida de máximos beneficios exigidos por los promoto- res de viviendas y otras edificaciones. Son los años del «desarrollismo» asociado a la expansión de la actividad turística. De entre la obra de estos años cabe destacar las construcciones de la denomi- nada «arquitectura de hormigón»54 , funcional, austera, sin artificios, bajo cuyas premisas se elevan edificios como el Colegio de Arquitectos y la Casa de la Cultura, en Santa Cruz y la Escuela de Ar- quitectura (campus de Tafira, Gran Canaria). También en estos años de desarrollismo y «modernidad» hace aparición un estilo derivado de la arquitectura de hormigón. Es el denominado «brutalismo», de influencia lecorbusiana, bajo cuyos preceptos se construyen grandes edificios de morfologías cúbicas, como las Torres Yaiza y edificios emblemáticos como el Colegio de los Jesuitas, ambos en Las Palmas. Son obras caracterizadas por su fácil construcción, baratas y de escaso mantenimiento. Sin alardes decorativos. Figura 6.6 Colegio de arquitectos de Tenerife con la obra Lady Tenerife, de Martín Chirino, en primer término. (Fuen- te: ). Torres Yaiza, Las Palmas de Gran Canaria. Fuente: Cicopg y GoogleEarth®. g http://gestorpatrimoniocultural.cicop.com/SANTA_CRUZ_DE_TENERIFE/Sede_Colegio_de_Arquitectos _de_Tenerife_COAC. Más singular ha sido la aportación artística de César Manrique, quien logró imponer un estilo per- sonal al desarrollo turístico, en consonancia con la naturaleza, llevando las soluciones arquitectónicas a integrarse con los paisajes de la lava y el volcán. El artista lanzaroteño, que no era arquitecto, re- cuperó elementos constructivos tradicionales, e incluso aportó otros nuevos como las chimeneas. Su casa durante los años setenta y ochenta, que acoge hoy la Fundación que lleva su nombre, es un estu- pendo ejemplo de integración entre las formas naturales y las construidas. Otros trabajos en los que 54 Se adopta esta denominación en rememoración de la «arquitectura del hierro» de principios del siglo XX, uno de cuyos ejemplos lo constituye el mercado del Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 313 6.2. LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA colaboró son los Jameos, Monumento al Campesino, Jardín de Cactus y Mirador del Río (Lanzarote); y el Lago Martiánez (Puerto de la Cruz, Tenerife) o el Mirador de El Golfo (El Hierro). Pero más allá de su obra, lo realmente importante de Manrique fue su concepción paisajística y cómo supo llevar ésta a su ideario, participando en los desarrollos turísticos de la época y exhibiendo una sensibilidad ecológica y ambiental que no siempre fue bien aceptada. El otro artista que interviene en el paisaje de Lanzarote, colaborador habitual de César, es el arquitecto Jesús Soto, autor de La Cueva de Los Verdes. Figura 6.7 César Manrique delante de una reproducción a escala de su obra Monumento al Campesino. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. Con todo, en estos últimos años han existido notables obras de arquitectura que merecen ser cita- das, aún sin atrevernos a encuadrar la arquitectura canaria de este período en un determinado estilo estético, pues no existe en estos años una manera común de hacer arquitectura, sino modos determi- nados de entenderla. Entre otras obras de finales del siglo XX y principios del XXI cabría mencionar los nuevos auditorios de Las Palmas (obra de Óscar Tusquets, Carlos Díaz y Agustín Juárez) y San- ta Cruz de Tenerife (Herzog y De Meuron, que también firman el TEA-IODACC56 ) o el magnífico Palacio de Congresos de Adeje, firmado por el emblemático estudio AMP. AMP, fundado por Felipe Artengo Rufino, Fernando Martín Menis y José Mª Rodríguez-Pastrana, constituye con toda probabilidad el estudio de arquitectura con mayor proyección de Canarias en los últimos años. Además del mencionado Magma arte & congresos (Palacio de Congresos de Adeje, Tenerife), también habría que citar entre sus obras la Sede de Presidencia de Santa Cruz de Tenerife, 56 Tenerife, Espacio de Arte. Antes denominado Instituto Oscar Domínguez del Arte y la Cultura Contemporánea (IO- DACC). 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 314 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS o el premiado estadio de atletismo de Tíncer (Tenerife). Su arquitectura se caracteriza por la mezcla de materiales de tan diferente textura y naturaleza como el hormigón y la madera. Existen otras obras realmente notorias, como el edificio de usos múltiples II (de Magüi González), el centro de visitantes de La Gomera (Juan Antonio González, Ana Zurita y José Francisco Arnau), y el desarrollo de los campus universitarios de Tafira (Gran Canaria) y Guajara (La Laguna), donde se concentran no pocas obras de valor, aunque citarlos todos sería excesivo para las pretensiones de esta unidad didáctica. Figura 6.8 De izq. a dch. y de arriba abajo: Auditorio Alfredo Kraus (las Palmas G.C.); Auditorio Adán Martín (S/C de Tenerife) y Magma arte & congresos (Palacio de Congresos de Adeje, Tenerife) Fuente: GoogleEart® Para finalizar, mención aparte merece la arquitectura turística, caracterizada por la reproducción de modelos arquitectónicos foráneos, generalmente de baja calidad constructiva y creativa, pero que aún y así cuenta con algunas notables muestras arquitectónicas. Cabe destacar la figura de Manuel de la Peña, arquitecto madrileño, pero artífice principal de la planificación turística del sur granca- nario y que firmara obras emblemáticas como el Templo Ecuménico de Playa del Inglés (1969-71), el lamentablemente desaparecido Restaurante La Rotonda (San Agustín) y el Hotel Oasis (1965). Otras obras significativas de la arquitectura turística recientes que merecen ser reseñadas son: el Hotel Fariones (Manuel Roca, 1967), pionero de la actual zona turística de Puerto del Carmen (Lan- zarote), y el complejo TEN-BEL (1977, Tenerife), de Javier Díaz-Llanos y Vicente Saavedra, quienes participarían además en el desarrollo del Plan Parcial Costa del Silencio (Tenerife). También hay ejem- plos de nuevas arquitecturas turísticas, entre los que cabría reseñar el Palacio de congresos de Mas- 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 315 6.3. LAS ARTES PLÁSTICAS palomas (obra firmada por ACH57 ) y el Centro de Desarrollo Turístico de Costa Adeje (del estudio GPY). 6.3 Las artes plásticas A menudo se han calificado de académicas las artes plásticas canarias del último siglo, entendien- do con este término una obra técnicamente correcta pero carente de valor artístico reseñable. Los años inmediatos a la posguerra han sido calificados de estériles y vacíos, de una producción muy poco fértil y a menudo «oficialista» (Castro, Peralta y Quesada, 2008). Es posible que haya ocurrido así, y que las artes plásticas desarrolladas en el archipiélago queden relegadas a un segundo plano en relación a la arquitectura, pero existen, no obstante, algunos autores y obras dignos de mención: Eduardo Westerdahl, Felo Monzón, Martín Chirino, César Manrique, Manolo Millares, etc. Figura 6.9 Artistas canarios del siglo XX. Fuente: Fotos: Fedac. Fondo fotográfico. La vanguardia artística de principios del siglo XX viene marcada por la pintura regionalista que «había reiterado hasta la saciedad una imagen humboldtiana de Canarias, como tierra frondosa ins- pirada en el Valle de La Orotava» (Castro, 2008: 80), en alusión a la romántica visión que el gran 57 Carlos Ardanaz, Juan Carlos Cabrera y Lisandro Hernández. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 316 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS geógrafo alemán dedicó a dicho valle de Tenerife58. Los cuadros heredaban la concepción romántica de la naturaleza y los pintores canarios caían una y otra vez en dicha idealización. Figura 6.10 Fragmento del Poema del Mar. Obra de Néstor de la Torre. Fuente: Fotos: Fedac. Fondo fotográfico. A comienzos del siglo XX dos pintores canarios sobresalen del mediocre panorama artístico en que se habían sumido las islas. En Tenerife destaca la obra del paisajista impresionista Juan Rodríguez, de magníficas atmósferas y fuerza expresiva, pero de muy reducida producción debido a la prematura muerte del pintor en 1917, a los 35 años. Mucho más fructífera fue la obra del otro referente canario de la época y hermano del arquitecto Miguel Martín: Néstor de la Torre. Sin duda, técnicamente el 58 Refiriéndose al Valle de La Orotava, Humboldt escribió en su obra Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Con- tinente lo siguiente: «Después de haber recorrido las riberas del Orinoco, las cordilleras del Perú y los hermosos valles de México, confieso no haber visto, en parte alguna, una imagen tan armónica, tan diversa, tan atrayente por la distribución de verdes y masas rocosas» (Herrera, A. (2009). Humboldt, América y Las Afortunadas. Ed. Rueda. Canarias. P. 144). 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 317 6.3. LAS ARTES PLÁSTICAS pintor canario mejor dotado del momento, cuyas principales obras (El Poema del Atlántico, 1913-24 y El Poema de la Tierra, 1934-38, ambas expuestas en el Museo Néstor de Las Palmas) denotan un modernismo enormemente cargado de simbolismo y significado eróticos. Los años finales de la década de 1920 representaron un cambio radical del paradigma pictórico, sobre todo en lo conceptual. Se reinventa la forma en que se mira el entorno, abandonando la natu- raleza frondosa, para centrar los temas en los paisajes más áridos y descarnados, encontrando en las fuerzas volcánicas y en el mar motivos de inspiración. El cambio es influencia de la nueva visión que aportan dos escritores de signo muy distinto: Mi- guel de Unamuno, gracias a los ensayos escritos en su destierro en Fuerteventura (los Sonetos de Fuerteventura a París), y Agustín Espinosa, miembro fundador de una publicación de gran trascen- dencia en la pintura canaria de esta primera mitad de siglo: la revista «La Rosa de los Vientos». Esta revista cultural desarrolló una crítica feroz al tipismo de las artes plásticas canarias, abo- gando por desarrollar un «universalismo» planteado desde la realidad insular, donde se exaltan los valores del paisaje canario alejado del servilismo turístico. En esencia, se trataba de aspirar a todas las corrientes universales desde una óptica propia impregnada de canariedad. Heredero de esta tendencia universalista es Juan Ismael (1907-1981), seudónimo de Ismael Ernes- to González Mora. El pintor majorero conjugó en su obra las influencias universales, especialmente dalinianas, con una pintura personal y compleja, rayana en lo onírico, que reivindicaba la expresivi- dad del paisaje con continuas referencias al mar. Junto a Ismael, pintores como Felo Monzón y Jorge Oramas encabezan la transición del indigenismo hacia las vanguardias que marcarían el final de la primera mitad de siglo y en la que habría de integrarse la polifacética Lola Massieu. También notoria fue la obra de Óscar Domínguez, el más internacional de los artistas canarios de la primera mitad del siglo XX. De claras influencias surrealistas, su producción pasó por una primera etapa daliniana, seguida luego, tras su estancia en París, por la influencia cubista que sobre él ejerció Picasso. Con todo, su estilo es personalísimo y reconocible, cargado de canariedad, como lo denotan los títulos de dos de sus mejores obras: El Drago y Cueva de Guanches. Al margen de la obra de estos pintores, el único hecho destacable en esta primera mitad del XX es la creación de la Escuela Luján Pérez de Las Palmas, fundada por Domingo Doreste (de seudónimo Fray Lesco), en 1918. Esta institución permitió dotar a la pintura de las islas de aires nuevos alejados del academicismo imperante hasta esos momentos. En sus aulas se forjaron algunos de los mejores y más representativos pintores canarios del siglo XX: Jesús Arencibia, Felo Monzón (que fuera durante años director de la escuela Luján Pérez) y Juan Ismael, además de escultores como Plácido Fleitas o Eduardo Gregorio, entre otros. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 318 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Los artistas formados en la Escuela Luján Pérez bebieron de lo que se denominó indigenismo, una tendencia artística propia que contribuyeron a desarrollar y que tenía como principal influen- cia temas y elementos aborígenes, como pintaderas, cerámicas y grabados. Hubo intentos de crear movimientos artísticos comunes, de entre los cuales el más fructífero fue el encabezado en Las Pal- mas por Plácido Fleitas y Felo Monzón y conocido por su acrónimo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo59 ). En la segunda mitad de siglo destacan dos nombres propios: el pintor Manolo Millares (Las Pal- mas, 1926) y el escultor Martín Chirino (Las Palmas, 1925). Ambos abanderarían la vanguardia de las artes plásticas canarias de comienzos de esta segunda mitad del siglo XX. En ambos casos, y debido al desolador paisaje cultural que se vivía en la Canarias de posguerra, marcharon a Madrid, donde tomaron parte activa de los movimientos culturales de la capital. También en ambos casos son artistas de indudable prestigio internacional. Las obras de Millares son fácilmente reconocibles, especialmen- te en su etapa de madurez, iniciada ya en la década de 1950, cuando suma a su producción el uso de la arpillera, diseñando composiciones volumétricas de gran impacto visual en las que sólo empleaba colores blanco, negro y rojo y que acostumbró a denominar numéricamente, con series magníficas como Homúnculos, Humboldt en el Orinoco o Antropofaunas, entre otras). Figura 6.11 Lady Harimaguada. Obra de Martín Chirino. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. Por su parte, Martín Chirino es uno de los renovadores indiscutible, no ya de la escultura canaria, sino incluso española. Su participación junto a Millares en el grupo El Paso, resultó fundamental en 59 Carreño, P (1990). «LADAC. El sueño de los Arqueros». Edición del gobierno de Canarias. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 319 6.3. LAS ARTES PLÁSTICAS la vanguardia artística del momento (año 1957 y siguientes), cuando se gesta el denominado mo- vimiento «Afrocan», una mezcla de elementos africanos y canarios. El escultor ha desarrollado una extensa producción, enmarcada dentro del término genérico de arte abstracto, donde el hierro ha si- do el material básico y las curvas sus formas predilectas. Obras suyas son la Espiral del Viento (2003, calle Triana), Lady Harimaguada (inaugurada en 1996, Avenida Marítima), ambas en Las Palmas de Gran Canaria, o El Pensador (2001-2002, entrada al campus universitario de Tafira, Gran Canaria), dentro de una extensa producción. En la actualidad su obra se expone en el Castillo de La Luz de Las Palmas, donde está también la Fundación que lleva su nombre. Asimismo, también destaca el escultor Manuel González, autor del Tritón de La Laja y de la escultura del Pabellón de Canarias en la Expo de Zaragoza (2009). La Escuela Luján Pérez fue vivero de ideales artísticos y punta de lanza de las vanguardias. A la creación del ya mencionado grupo LADAC, habría que añadir la fundación en 1967 de la publicación Latitud 28, promovida, entre otros por Tony Gallardo y Francisco Lezcano. Se trató de una proclama, un manifiesto artístico al modo bretoniano, pero que fue perseguido y denostado por el Régimen, hasta acabar desintegrándose tras el encarcelamiento de los hermanos Gallardo. El final de la Dictadura supuso la aparición entre los artistas canarios de un paradigma social, cuyo máximo exponente fue la iniciativa Contacto 1, en la que participaron el propio Tony Gallardo, Martín Chirino o Manuel Padorno, entre otros. Algunos movimientos artísticos indagan en la naturaleza del arte y su relación con la sociedad y el mundo en general. Se trata de adquirir un mayor compromiso a través de la producción artística, que muchas veces se lleva a la calle y se realiza de manera pública y colectiva. De Contacto 1 nacería el Manifiesto de Canarias, también conocido como Manifiesto del Hierro, firmado en la Isla del Meridiano en 1976 por setenta intelectuales canarios de ideología izquierdista y nacionalista. Se trató de un compromiso programático que pretendió recuperar el legado iconográfico de los antiguos canarios, dando lugar a lo que se conoce como neoindigenismo. Tendría continuidad con el movimiento Afrocan, ya mencionado, cuyo promotor fue Martín Chirino y los hermanos Ga- llardo. Pero no toda la plana artística canaria se situó en estos postulados, habiendo también voces críticas entre los intelectuales de las islas, como las de Carlos Pinto y Octavio Zaya, entre otros. El acceso a la democracia trajo consigo una política proteccionista respecto al arte por parte de la iniciativa pública, fruto de la cual se abrieron varios museos y galerías que más adelante comentare- mos. En el panorama artístico, asistimos a la consagración de algunos de los nombres más destacados de las artes plásticas canarias: Cristino de Vera, Pedro González, César Manrique o Pepe Dámaso. Jun- to a estos nombres aparecerá un nuevo grupo de artistas jóvenes correspondientes a las generaciones de los 80 (Carlos Matallana, Gonzalo González, Adrián Alemán, Luis Palmero, Juan Gopar, etc) y los 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 320 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS 90 (Néstor Torrens, Sema Castro, Julio Blancas, Santiago Palenzuela, etc). Como afirma Castro Borrego: «el rasgo estético dominante de la época con la que se cierra el siglo XX es la pluralidad descomprometida, reflejo de la situación antidogmática y ecléctica que domina el panorama internacional. La posmodernidad es un buque a la deriva» (en Fraga et al, 1998). Hoy día no hay una corriente única, y cada autor sigue una trayectoria propia y personal. 6.4 Literatura La literatura canaria de comienzos del siglo XX tiene en Benito Pérez Galdós a su máximo expo- nente. Es el autor que marca el período de transición hacia la modernidad. Su obra, a caballo entre el realismo y el costumbrismo, se aleja por completo de los cánones decimonónicos y constituye un hecho singular y diferenciado en la historia de la literatura de las islas, y española. Entre su extensa producción narrativa cabe destacar Marianela, Fortunata y Jacinta, Tristana y, especialmente, los Episodios Nacionales, donde supo reflejar magníficamente la sociedad española y los acontecimientos políticos del siglo XIX y principios del XX. Pero el panorama literario del archipiélago caminaba por otros derroteros. Con el nuevo siglo, las letras canarias se adentran en el denominado regionalismo o «escuela regionalista», una tendencia con raíces indigenistas surgida a finales del XIX y de la que era su fundador Nicolás Estévanez, cuya obra Canarias (editada en 1872), será un referente para futuros autores. La formación de la «conciencia regional» se forjó en pleno movimiento romántico a mitad del siglo XIX, por lo que no debe extrañar que el regionalismo le deba a aquél lo esencial de su estética y sensibilidad. A diferencia de literatos europeos que bebieron de las fuentes medievales, la literatura canaria se inspirará en los hechos de la conquista y en la sociedad aborigen. Historia y paisajes isleños serán temas recurrentes y señas de identidad del regionalismo. Esta escuela60 , muy vinculada a La Laguna, cuenta entre otros autores con Antonio Zerolo, Gui- llermo Perera y Diego Crosa, «Crosita». A todos les une una visión indigenista en sus obras con continuas referencias a la historia de Canarias y a sus paisajes, que interpretaron siempre de manera idealizada y poética. Próximos a esta concepción regionalista y al mismo tiempo herederos de la tendencia «realista» del período de entre siglos, se encuentran autores como los hermanos Luis y Agustín Millares y 60 El término «Escuela regionalista» empleado para referirse a estos autores y su obra fue acuñado por el filólogo y escritor Domingo Pérez Minik (Pérez, 1952). 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 321 6.4. LITERATURA Ángel Guerra (Seudónimo de José Betancort)61 , quienes destacaron por sus relatos cortos, abriendo una tendencia «cuentista» que se prolongaría durante todo el siglo. Estos primeros años de singladura del siglo XX ven forjarse el modernismo, no ya únicamente en las artes plásticas y la arquitectura, sino también en literatura. Un estupendo ejemplo de ello es el poeta Tomás Morales, quien creó espléndidos mundos imaginarios, y su amigo, Alonso Quesada (seudónimo de Luis Romero), poeta, como Morales, pero de verso mucho más profundo, irónico y menos optimista y a los que se une para completar la terna el poeta teldense Saulo Torón. La creación imaginaria de mundos fantásticos que está con frecuencia presente en la obra de estos autores habría de convertirlos en precursores de lo que más tarde se llamaría «Creacionismo». Figura 6.12 De izq. a dch. Alonso Quesada, Saulo Torón y Tomás Morales. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. El Regionalismo que caracterizó este inicio de siglo fue sustituido a partir de los años 30 por un nuevo paradigma basado en el universalismo demandado por la vanguardia regional. Se creó así la corriente denominada «Creacionismo», una tendencia artística global, que afectó por igual a las 61 José Betancort (Teguise, 1874-Madrid, 1950), utilizó el nombre del personaje galdosiano Ángel Guerra en honor al escritor grancanario. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 322 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS artes plásticas y a la literatura y que puso en contacto el imaginario de las obras literarias con la representación pictórica y escultórica de los mundos literarios recreados. En este sentido, un poeta verdaderamente interesante de esta etapa es Tabares Bartlett, quien esbozará es su obra la nueva estética que habrá de marcar la poesía canaria del siglo XX. De entre los escritores del vanguardismo de los años 20 y 30, destaca en Tenerife la figura de Agustín Espinosa, autor de narrativa surrealista e imaginación delirante cargada de humor e ironía. Junto a él, Juan Manuel Trujillo y Pérez Minik, entre otros, conformarán el grupo de la vanguardia universalista con la que entroncarán las diferentes artes, en especial la literatura y la pintura. Y es que muchos de los artistas canarios del momento serán absolutamente polifacéticos y acudirán a diversas formas de expresión para «crear» sus personalísimos mundos. Una semblanza de este período no estaría completa si se obviase lo que para las letras canarias representaron dos personajes de primer nivel en estas artes: Claudio de la Torre y Agustín Millares Carló. El primero de ellos fue escritor y cineasta destacado, integrante del grupo creado en torno a la Revista de Occidente, fundada en 1923 por Ortega y Gasset, exponente del historicismo. Por su parte, Agustín Millares Carló era hijo y sobrino respectivamente de Agustín y Luis Millares Cubas. Carló fue el más insigne de los antologistas y polígrafos canarios del siglo. Su obra, escrita entre 1975 y 1993, «Biobliografía de escritores canarios (siglos XVI, XVII y XVIII)» resulta una aportación fun- damental para la bibliografía canaria y libro de consulta obligada62. Junto a ellos, destaca también la labor historiográfica y lingüística de Alejandro Cioranescu, desarrollada principalmente en la segun- da mitad de siglo, con una participación destacada en los Anuarios de Estudios Atlánticos de la Casa de Colón de Las Palmas y en la Revista de Historia de la Universidad de La Laguna. Las revistas y las tertulias de mediados de siglo contribuyeron a crear una élite cultural en las islas en torno a las cuales se reunían artistas de variadas disciplinas. Sin duda, Eduardo Westerdhal fue uno de los impulsores de estas iniciativas culturales, fundando primero revistas como Iletras y Pajaritas de Papel, y luego partícipe activo de la revista Hespérides (1926), de la que fue colaborador y redactor-jefe y, sobre todo, de Gaceta de Arte (1932-36), publicación que dirigió con gran acierto y que alcanzó gran influencia en las vanguardias surrealistas del momento. La Guerra Civil supuso para la literatura lo que para el resto de las Bellas Artes, un período de zo- zobra y repliegue a antiguas concepciones, unos años estériles no superados hasta la segunda mitad de siglo. Sin embargo, cabe mencionar la producción de cuentos cortos de los denominados «cuentis- tas canarios» o «narraguanches», de entre los que destacan nombres como Pancho Guerra (seudóni- mo de Francisco Guerra Navarro, creador del popular personaje Pepe Monagas), los ya mencionados hermanos Millares, además de Miguel Sarmiento o el propio Alonso Quesada, entre otros. 62 Edición del Museo Canario y Cabildo de Gran Canaria. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 323 6.4. LITERATURA El renacer de la lírica canaria tras la Guerra Civil viene marcado por la denominada «Poesía So- cial», una generación literaria comprometida que se acerca a la realidad, sensibilizándose por sus te- mas más controvertidos. La publicación en Las Palmas de la obra Antología Cercada (1947) por parte de sus cinco autores, supuso un compendio de poemas de gran compromiso social y un hito editorial que pudo franquear la censura ideológica del Franquismo. Componían Antología Cercada poemas de Agustín Millares Sall, Pedro Lezcano, Ventura Doreste, Ángel Johan y José María Millares. Fue la obra precursora de la Poesía Social en España, adelantándose en 8 años a los poemarios de Blas de Otero y Gabriel Celaya, quienes publicaron en 1955 las obras por las que recibieron respectivamente la calificación de «creador de la poesía social» y «padre de la poesía social». Tal fue la magnitud del deterioro de la esfera cultural durante los años del conflicto bélico y perío- do de posguerra, que algunos escritores que lo sufrieron no dudaron en autodenominarse la «genera- ción del bache» o «generación escachada». Se trata de un grupo numeroso de autores, principalmente tinerfeños, que como resultado de la Guerra Civil vieron postergada su carrera (y la publicación de sus obras). Esta generación, compuesta entre otros por Julio Tovar, Rafael Arozarena, Isaac de Vega y Pedro Lezcano, es considerada la precursora del «boom» narrativo que posteriormente se produciría en los años setenta. De esta travesía sólo cabe destacar la obra Fetasa (1957), de Isaac de Vega, que alumbraría el denominado movimiento «fetasiano», una corriente narrativa caracterizada por el aislamiento y la soledad, a la que se adscribirían autores tinerfeños como Rafael Arozarena, Antonio Bermejo, José Antonio Padrón y Francisco Pimentel. Fetasa es una especie de filosofía, un movimiento metafísico- religioso que gira en torno al cosmos y la actitud del ser humano frente a su propia existencia y que propone, en lo literario, una narrativa onírica y simbólica. Algo después destaca también la prosa de Antolín Dávila, Luis León Barreto, Luis Alemany, Juan de Armas Marcelo, Alberto Omar, Emilio García Déniz y Emilio Sánchez Ortiz, entre otros escritores, muchos de los cuales siguen haciendo honor a la tradición «cuentística» de la literatura canaria. Transcurridos los años de posguerra, se produjo lo que se ha dado en llamar el «boom» de la narrativa canaria, una expresión quizás excesiva con la que se buscaba un paralelismo con la eclosión de la literatura iberoamericana en los años 60 y 70. Coincide el inicio de esta explosión narrativa con la recuperación de los premios de narrativa Benito Pérez Armas, que son obtenidos de forma consecutiva en los primeros años setenta por autores que luego se consolidarían en las letras canarias: – 1970, Guad, de Alfonso García-Ramos. – 1971, Crónica de la nada hecha pedazos, de Juan Cruz. – 1973, Tachero, de Fernando G. Delgado. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 324 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS – 1974, El don de Vorace, de Félix Francisco Casanova. Esta efervescencia narrativa se une a la obra antológica de Rafael Franquelo, Aislada órbita (1973), que supuso un espaldarazo para los denominados «narraguanches» y representa el punto de partida para estudiar la prosa reciente realizada en Canarias. Fueron autores de dicha antología, además del propio Franquelo, Luis Alemany, Santiago Alonso, de Armas Marcelo, Rafael Arozarena, Juan Cruz, Alfonso García-Ramos, Luis León Barreto, Alberto Omar, Víctor Ramírez y Emilio Sánchez- Ortiz, todos nacidos en la década de 1940, a excepción de Arozarena (1923), García-Ramos (1930) y Sánchez-Ortiz (1933), pero sin que exista canon estilístico, ni temático común alguno entre sus autores. En cuanto a la lírica, de este período también cabe mencionar a poetas como los ya referidos Agustín Millares Sall y Pedro Lezcano (precursores ambos de la denominada poesía social), Rafael Arozarena, Eugenio Padorno (nacido en Barcelona, desarrollaría su producción casi íntegramente en las islas. Suyo es el magnífico poemario «Poesía canaria última», escrito en colaboración con Lázaro Santana), Manuel Padorno (académico de la Academia Canaria de la Lengua y Premio Canarias de Literatura en 1990), y Justo Jorge Padrón (uno de los autores más laureados de la literatura canaria de segunda mitad del siglo XX). Quizás el momento más destacado de estos años fuera la publicación de la referida obra antológica «Poesía canaria última», en 1966, por la repercusión que tuvo sobre el nuevo lenguaje poético en la segunda mitad del siglo XX. Las décadas finales del XX y comienzos del XXI han venido marcadas por jóvenes valores canarios que forman parte de lo que se ha dado en llamar «Novela canaria última», en recuerdo de la obra an- tológica de Padorno y Lázaro Santana referida a la poesía. Se trata de un grupo de escritores nacidos en los años 60 y 70, entre los que pueden citarse a Víctor Conde, Alexis Ravelo, Santiago Gil, José Luis Correa, David Galloway, Nicolás Mellini y Víctor Álamo, entre otros que constituyen la actualidad narrativa del archipiélago. Junto a ellos se sitúan poetas emergentes, también de la misma generación, entre los que habría que mencionar al propio Víctor Álamo, además de Alicia Llarena, Pedro Flores, Coriolano González, Alejandro Krawietz, Rafael José Díaz, Élica Ramos, Francisco León, Roberto Cabrera, Roberto García de Mesa y Tina Suárez. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 325 6.4. LITERATURA Tabla 6.1 Claves y contexto de la literatura canaria en el siglo XX. Filólogos, antologistas y estudiosos en general de las letras canarias tienden a clasificar y en- cuadrar a los literatos de nuestras islas en escuelas, tendencias y movimientos artísticos. Ello no siempre es posible porque cada uno de los autores tiene una personalidad propia de difícil encaje en círculos de influencias comunes. No obstante, es conveniente realizar una breve sín- tesis de los contextos culturales en que se desenvuelve la literatura canaria, aun sabiendo que la adscripción de los escritores a una u otra tendencia, e incluso a un género literario u otro, no es más que un ejercicio teórico de clasificación. ALGUNAS DE LAS PRINCIPALES CLAVES DE LAS TENDENCIAS Y MOVIMIENTOS CULTURALES DEL SIGLO XX EN RELACIÓN A LA LITERATURA CANARIA Romanticismo. Influye al denominado Regionalismo canario. A diferencia de los artistas ro- mánticos europeos, los literatos de Canarias carecen de referencias medievales y en su defecto se inspiraran en los hechos de la Conquista y en la sociedad aborigen, todo lo cual es mitifi- cado y adornado de un aura idealizado y romántico. Se genera así una corriente que recibe el nombre de primitivismo o indigenismo, por la continuada influencia de estos temas en la obra literaria canaria de finales del siglo XIX y principios del XX. Realismo. Se trata de una corriente artística que nace como reacción a la idealización romántica del siglo XIX. Frente a esta última, el Realismo propugna un tratamiento más descarnado de la realidad, sin adornos ni ambages, resaltando los hechos cotidianos tal y como son. Pérez Galdós es el máximo representante de la novela realista. Escuela Regionalista. Término empleado por el antologista Domingo Pérez Minik para referir- se a autores canarios de finales del siglo XIX y principios del XX, muy vinculados con la ciudad de La Laguna e influenciados por el movimiento romántico del XIX. Historia y paisajes isleños serán temas recurrentes en su obra. Modernismo. Marca el comienzo de siglo y tiene gran influencia en la poesía a través de auto- res como Morales, Quesada y Torón. Crean mundos imaginarios propios, lo que ha llevado a referirse a esta tendencia como «creacionismo». Generación escachada. Autodenominación que se otorgaron varios autores tinerfeños en alu- sión al efecto que sobre ellos y su obra (y la cultura en general) tuvo la Guerra Civil. Más tarde, varios de estos literatos compondrían el movimiento fetasiano. Continúa en la página siguiente 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 326 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Continúa de la página anterior Posguerra. La poesía española de Posguerra se movió entre la angustia existencialista de fina- les de los años 30 y principios de los 40, el surrealismo que promueve una reacción lúdica e imaginativa frente a dicha angustia existencialista y, finalmente, una nueva tendencia hacia los temas sociales que derivó en la Poesía social. Todo ello constituye las denominadas vanguar- dias culturales de mitad de siglo. Surrealismo. Encuadrado dentro de las denominadas «vanguardias», intenta ser una «uni- versalización» de la cultura canaria, una reacción frente al tipismo regionalista y su «falsa» e idealizada imagen turística. Propugnan la subversión o rotura con las reglas establecidas y el universalismo como fórmula para superar el regionalismo. Los denominados artistas surrealis- tas serán polifacéticos y tocarán diversas ramas artísticas, aglutinándose en torno a tertulias y publicaciones de carácter cultural. Poesía Social. Encajada dentro del realismo social de comienzos de la segunda mitad del siglo XX, la Poesía social canaria entronca con la corriente común que abanderan en España poetas como Blas de Otero o Gabriel Celaya, a los que incluso anteceden los canarios Agustín y José María Millares, Pedro Lezcano, Ventura Doreste y Ángel Johan, autores todos ellos de la me- morable «Antologia cercada», obra clave de esta corriente poética. Movimiento fetasiano. Recibe el nombre de la obra Fetasa, de Isaac de Vega, por ser referente de unos autores que, aglutinados en torno a creencias místico-cósmicas conforman un círculo metafísico cuyos principios trasladan a su producción artística. Nueva narrativa canaria. A raíz de la reedición de los premios de novela Benito Pérez Armas y la publicación de la obra Aislada órbita (varios autores) a principios de los 70 se habla de un boom de la narrativa canaria. Esta obra supuso un espaldarazo a la tradición cuentista de los conocidos como «Narraguanches». Sin embargo, nada, salvo su dedicación a las letras, parece unir a este grupo de escritores que carecen de un estilo y temática comunes. Poesía canaria última. Título de un poemario homónimo de Eduardo Padorno y Lázaro Santa- na (1966) que ha sido empleado para designar a las últimas generaciones de poetas canarios. En correlación, también existe una Narrativa canaria última. Bajo estas denominaciones se encua- dran autores de gran variedad de estilos y temáticas que tienen en común haber nacido entre los años 60 y 80, constituyendo de momento las últimas hornadas de la literatura canaria. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 327 6.4. LITERATURA Figura 6.13 Esquema cronológico sintético de la literatura canaria en el siglo XX 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 328 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS 6.5 Artes escénicas Se entiende por artes escénicas aquéllas pensadas para desempeñarse sobre un escenario, pudien- do definirse como tales el teatro, la danza y la música, en particular géneros como la ópera y la zarzuela. Se trata de formas de expresión que se inscriben dentro del espacio escénico y que, por tanto, precisan de su representación en salas de espectáculo y teatros. El teatro constituye la expresión literaria de las artes escénicas, una creación de las letras pensada para su escenificación. La producción dramática canaria ha sido prolífica. 6.5.1. El Teatro. El teatro canario de los últimos 100 años ha sido fecundo en autores y obras, muchas de las cuales se hallan a la espera de una reedición y un estreno necesarios. No existe una co- rriente o estilo literario común, ni un «teatro canario» como tal, sólo dramaturgos que han explorado con mayor o menor acierto este género. Entre los nombres más afamados de primera mitad del siglo XX están Saulo Torón, Víctor Doreste, Diego Crosa, Rafael Arozarena, Ildefonso Maffiote y Leoncio Rodríguez, a los que habría que añadir los ya mencionados Luis y Agustín Millares, Alonso Quesada y Agustín Espinosa. Figura 6.14 Los hermanos Agustín (izq.) y Luis Millares Cubas. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 329 6.5. ARTES ESCÉNICAS Figura 6.15 Muchos de estos autores fueron artistas po- Portada del semanario Gente Nueva con caricatura de Crosi- lifacéticos que tocaron varias disciplinas (ver el ta. «Creacionismo» en el epígrafe anterior) y desta- cados personajes de su época. Es el caso de «Cro- sita», destacado dibujante y caricaturista; Leon- cio Rodríguez, periodista y fundador del diario La Prensa (antecesor del actual El Día); los her- manos Millares Cubas, de firme estirpe de ar- tistas (fundador Luis de la clínica Millares, hoy Clínica San Roque); Claudio de la Torre (nove- lista, poeta, dramaturgo y director de cine), El- fidio Alonso (músico, folclorista y fundador de Los Sabandeños) y así en muchos de los casos. Una revisión de sus respectivas biografías nos dará idea de la entidad de estos personajes de la escena cultural canaria. La siguiente tabla intenta sintetizar la producción teatral canaria del pasado siglo: Tabla 6.2 Principales autores teatrales del siglo XX y su obra más significativa AUTORi OBRA Luis (1861-1925) y Agustín (1863-1935) Compañerito; La ley de Dios; El viejo Millares Cubas (Las Palmas de Gran Ca- naria) Diego Crosa «Crosita» (Tenerife, 1869- De la tierra canaria; Isla adentro. 1942) Manuel Verdugo (Filipinas, 1878 – Tene- Lo que estaba escrito rife, 1951) Leoncio Rodríguez (Tenerife 1881-1955) Ajijides; Plataneras Rafael Romero (Alonso Quesada) (Gran En colaboración con Federico Cuyás escribe ¡Bardo! y Canaria 1885-1925) 7. En solitario, La Umbría y La llanura Saulo Torón (Gran Canaria 1885-1974) La última de Frascorrita Continúa en la página siguiente i Parcialmente tomado de: http://www.gevic.net/info/contenidos/mostrar_contenidos.php (28/4/2013) 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 330 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Continúa de la página anterior AUTOR OBRA Ildefonso Maffiotte (Tenerife, 1890- Ma- Obra póstuma publicada en Sevilla en 1975. Arrorró; drid, 1939) Yo soy el rey; La venganza de Abel; Golpe de mano; En el plano de los hombres Claudio de la Torre (Gran Canaria 1895- Tic, tac Madrid 1973) Agustín Espinosa (Tenerife 1897-1939) La casa de Tócame Toque Antonio Marti (Tenerife, 1901-1986) Cuando habla el corazón; El mejor tributo; Los dos deberes. Víctor Doreste (Gran Canaria, 1902-1966) ¡Ven acá, vino tintillo!; La del manojo de tollos Pedro García Cabrera (La Gomera 1905- Proyecciones Tenerife 1981) Francisco Guerra («Pancho Guerra») «De medianoche pal día»; ¿No fumas, inglés? (Gran Canaria 1909-Madrid 1961) Pedro Lezcano (Madrid, 1920- Gran Ca- La ruleta del sur; Desconfianza naria, 2002) Julio Tovar (Cuba, 1921-Tenerife, 1965) Noche y día de verano; Cita en las 4 esquinas Rafael Arozarena (Tenerife 1923-2009) El ángel sin alas Carlos Pinto Grote (Tenerife 1923-2015) La hora incierta Gilberto Alemán de Armas (Tenerife Jable; Madrid, plaza mayor; Al final de la calle 1931-2011) Pilar Lojendio (Tenerife 1931-1989) Asesinato; El estómago; El hambre Manuel Padorno (Tenerife, 1933-Madrid, Oí crecer las palomas 2002) Juan Marrero Bosch (Gran Canaria, 1933- Encuentro con el final; Germán o Sábado de fiesta; 2006) Las botas de siete leguas; Sidney, en Australia Elfidio Alonso (Tenerife 1935) Tabaibas Ángel Camacho (Tenerife, 1935) Jonatan; Un cielo de asfalto; Symposium; Libres o muertos. Orlando Hernández (Gran Canaria 1936- El barbero de Temisas; La escandalosa; Tierra de cuer- 1997) vos Alberto Omar Walls (Tenerife, 1943) El informe; Sé que no son pulgas ni gusanos; El pú- blico Luis Alemany (Barcelona, 1944) El interrogatorio José Hilario «Chela» (Tenerife, 1944- Prometeo y los Hippies; Teo juega al tenis con las ga- 2008) laxias; La ventana Luis Ortega Abraham (La Palma, 1949) Malpaís 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 331 6.5. ARTES ESCÉNICAS Tal y como ocurriera con la poesía y la narrativa, también en teatro existe una nueva generación de autores («Teatro canario último»), muchos de ellos coincidentes, pues el literato canario en pocas ocasiones se encasilla en un género único, prefiriendo diversificar su obra y tocar las diferentes formas de expresión literaria. Estas últimas generaciones han adaptado su lenguaje y escenificación a la demanda de la nueva comunicación audiovisual, dotándose de mayores artificios y una espectacularidad escénica que va más allá del texto. Representantes de este teatro canario último son: Fernando Guzmán, Francisco Monge, Cirilo Leal, Sabas Martín y Orlando Alonso, también destacamos las obras del grupo Clapso y los profetas del Mueble Bar, entre otros. Tabla 6.3 Autores del denominado «teatro canario último». Fernando H. Guzmán (Tenerife, 1946-1996) La última noche de William Shakespeare Gustavo González Garrido (Tenerife, 1950) El banquete de Agatona; Sor Úrsula de San Pedro Cirilo Leal ( La Palma, 1953) Las lanchas rápidas; El indiano; La conjura Sabas Martín (Tenerife, 1954) Las cartas de los náufragos; Teatro de maniobras Francisco Monge Turbulencias; 3 gotitas de ron; Caronte; Unidades li- bres; La hiena de Gracia; Luz, más luz José Manuel Vilar (La Coruña, 1945) Proceso contra Secundino Delgado Orlando Alonso (Gran Canaria, 1961) Alevosía; Cualquier camino; Titania, reina mía; Telón Roberto García de Mesa (Tenerife, 1973) Taumántide; Los Anticuerpos; La señora Blume. Fuente: Gevic. Elaboración propia. La producción literaria de estos autores tiene como objetivo su representación teatral, de ahí que hayamos preferido tratarlas dentro de este epígrafe dedicado a las artes escénicas, en lugar de hacerlo en el apartado de «literatura». Hemos hablado de los autores y de sus obras, pero ¿qué hay de su puesta en escena? últimos años, pues los grandes eventos culturales que pudieran tener lugar en las islas requieren de patrocinio público por el coste añadido que supone la insularidad. Las instituciones públicas han coordinado algunas muestras teatrales, aunque no demasiadas. Cabe destacar el Festival del Sur- Encuentro Teatral Tres Continentes (Mancomunidad del Suroeste, Gran Canaria) y la muestra teatral de Arucas, también en Gran Canaria, además de las representaciones puntuales que han tenido lugar principalmente en las ciudades de Las Palmas de Gran Canarias, Santa Cruz de La Palma, Santa Cruz de Tenerife y La Laguna. En este sentido destacamos la oferta cultural del Teatro Cuyás, que 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 332 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS trae desde hace algunos años importantes obras teatrales del circuito peninsular. Asimismo, el teatro Guiniguada, antiguo cine Avellaneda, también ofrece obras de muy digna ejecución. Existen también festivales menores, que acercan el teatro, la danza y la narración oral a algunos pueblos de nuestra geografía, como pueden ser los siguientes casos: – Festival Internacional de Narración Oral. Cuenta con Agüimes, Gran Canaria – Festival Internacional de Teatro Cómico de Ingenio, Gran Canaria – Festival de Danza y Teatro Ciudad de Guía, Gran Canaria – Festival de Narración Oral Escénica de El Sauzal Verano de cuento, Tenerife – Festival Internacional de Cuentos de Los Silos, Tenerife Lo más destacado ha sido sin duda la creación en 1997 de la Red Canaria de Teatros y Auditorios, proyecto que nace con la finalidad de coordinar la programación a través de las instituciones públicas y privadas que la componen, formando un Circuito Autonómico (Circuito de Teatro y Danza del Gobierno de Canarias) que facilite las producciones escénicas. Pese a este tipo de iniciativas, en las últimas décadas el teatro canario continúa padeciendo un problema endémico como es la falta de continuidad en las producciones y circuitos teatrales, algo que repercute negativamente en la afluencia de público a las salas. Con todo, existen grupos y compañías teatrales en Canarias dignos de mención, algunos ya des- aparecidos (Los Ambulantes, Tibicena, El Tinglado, Helena Turbo Teatro, etc), pero otros que logran subsistir como Clapso, Profetas del Mueble Bar, Delirium, Tracson Teatro, entre otros. Son compañías que, en la mayoría de los casos, se fundaron a finales del pasado siglo y llevan ya una andadura de muchos años, contando con un público que de momento responde bien. A estos grupos señeros se le han sumado en la última década otros de nueva formación constituidos por actores peninsulares afincados en las islas, profesionales escindidos de las compañías más asentadas y también nuevas incorporaciones de actores formados en las Escuela de Actores de Canarias, entre los que cabe citar: Teatro La República, Morfema, Unahoramenos, BurkaTeatro, 2RC Producciones, Reymala o Bypass, entre los más conocidos. Sin duda, entre los más populares por su participación televisiva continuada desde 2002 está el grupo Instinto Cómico, que realiza el programa de la Televisión Canaria, en Clave de Já/En otra clave, con gran éxito de audiencia. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 333 6.5. ARTES ESCÉNICAS 6.5.2. La música y la danza. El panorama musical canario, en cuanto a su faceta clásica, destaca más por los hechos singulares que por los nombres propios. El siglo XX se inicia con la disolución de las Sociedades Filarmónicas de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria, que habien- do sido fundadas a mitad del siglo XIX, eran las más antiguas de España. Durante estos primeros años de siglo las islas disfrutan de la presencia en Las Palmas del célebre compositor francés Camille Saint-Saëns, quien pasó largas temporadas en la capital grancanaria y en Santa María de Guía, donde llegó a componer alguna pieza menor para piano, inspiradas en el folklore canario. Pocos son los referentes de la música culta en el archipiélago, pudiendo distinguir algunos auto- res, como Reyes Bartlett, Santiago Sabina, que fuera el primer director de la Orquesta de Cámara de Canarias, y Julio Navarro Grau, compositor de la conocida Misa canaria, entre otras piezas destaca- das. Tras finalizar la Guerra Civil vuelven a crearse las Sociedades Filarmónicas, hecho que, como sabemos, constituyó una refundación tras el cese de su actividad a comienzos de siglo. La labor del mencionado Sabina fue fundamental para alentar la reorganización de la Filarmónica tinerfeña, como la de Miguel Benítez Inglott, Agustín Millares Torres y Eduardo Lentini lo fue en la de Las Palmas, donde además este último participó también activamente en el Gabinete Literario. La andadura de las Sociedades Filarmónicas resultó esencial, como también lo fue la llegada al archipiélago del violoncelista y director Gabriel Rodó (1951), quien no sólo compuso obras sinfóni- cas, sino que además se encargó de organizar el Conservatorio de Música de Las Palmas y crear la orquesta juvenil. Hoy día hay un magnífico proyecto, liderado por el profesor del Conservatorio, Jo- sé Brito, de llevar la música a los barrios más humildes de la ciudad (Proyecto Barrios Orquestados). La joven orquesta de Gran Canaria, la nueva orquesta filarmónica de Gran Canaria, los festivales de Zarzuela y Opera, son otros de los tantos eventos y grupos que se suman al panorama musical de Canarias. De mitad de siglo en adelante hay que destacar, dentro del desolador panorama general, al gran- canario Juan Hidalgo Codorniú, autor polifacético que tocó varias disciplinas. Músico inquieto e in- novador, se mantuvo siempre en la vanguardia. En 1986 fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel de Tenerife. Por supuesto, entre los nombres propios tampoco puede obviarse la de los intérpretes de reconoci- do prestigio internacional, tal como fueron Néstor de la Torre Comminges, uno de los más talentosos barítonos de principios del siglo XX y el insigne tenor Alfredo Kraus, cuya carrera se desarrolló en la segunda mitad de siglo, estando plagada de éxitos en los principales templos operísticos mundia- les. A ellos se suman más recientemente nombres como los de Jorge de León y Celso Albelo, futuro 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 334 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS ambos de la lírica canaria. Figura 6.16 Néstor de la Torre Comminges y Alfredo Kraus. Fuente: Fedac. Fondo fotográfico. Al margen de las iniciativas personales, algo más ilusionante resulta la actividad musicológica en cuanto a estrenos y funciones. En este sentido, es destacable la labor del colectivo Amigos Canarios de la Ópera (Las Palmas de Gran Canaria), asociación encargada desde 1967 de organizar el Festival de Ópera de Las Palmas, primero en el Teatro Pérez Galdós, y más tarde también en el Auditorio Alfredo Kraus. Gracias a esta iniciativa se representan todos los años varias funciones con monta- jes de Vivaldi, Mozart, Verdi, Bizet y, en definitiva, de todos los grandes compositores operísticos universales. Destacan las figuras canarias de ópera actuales como Yolanda Auyanet y Nancy Fabiola Herrera. En Tenerife, aunque de historia menos dilatada, también existe un colectivo similar al de Gran Canaria, la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Ópera, que promueve los eventos operísitcos de Tenerife con apoyo y financiación de las instituciones públicas. De manera homóloga, existe también una asociación de Amigos Canarios de la Zarzuela y del mismo modo, también se celebra el Festival de Zarzuela de Canarias (con sedes compartidas en Tenerife y Gran Canaria), aunque éste únicamente tiene 21 años de historia. En la actualidad hay intérpretes canarios de música ligera muy bien conceptuados en el panorama musical español e internacional, por mencionar sólo algunos: Braulio, José Vélez, nacidos en Gran Canaria, y Rosanna, esta última natural de Lanzarote. Por último, comentar el elenco de timplistas canarios que han destacado en el panorama musical canario: Benito Cabrrera, José Antonio Ramos y Domingo «El Colorao». 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 335 6.5. ARTES ESCÉNICAS Los festivales de Arrecife de las Músicas y Jazz Heineken Festival completan nuestro panorama musical. En Fuerteventura destaca el festival de Fuertemúsica que se celebra en El Cotillo, y también la organizada en Jandía con el Circuito de Windsurf en esa zona de la isla. En cuanto a la danza, ésta adquiere un papel secundario en relación a las artes escénicas. Los nom- bres propios son escasos y muy pocos los que han adquirido proyección internacional. El desarrollo de la danza en Canarias se produce a partir de 1950 en adelante, con la llegada a las islas de la bai- larina madrileña Trini Borrull, quien iniciará las primeras actividades formadoras en el archipiélago, carente hasta ese momento de estudios de danza. A los pocos años de abierta la escuela de danza de Borrull en Ciudad Jardín (Las Palmas de Gran Canaria), arribaría a la misma ciudad el bailarín rumano Gelu Barbu, quien acabaría por establecerse definitivamente y abrir su propia escuela en el barrio de Las Alcaravaneras, marcando el devenir de la disciplina en las décadas subsiguientes. En su escuela se formaron, entre otros, el grancanario Lorenzo Godoy, quien acabaría por colaborar con Barbu en sus espectáculos, y Óscar Millares, que llegó a ser componente del Ballet Nacional y que, tras su regreso a las islas, promovió la danza desde el Centro Insular de Cultura del Cabildo grancanario. También llegaron de fuera Anatol Yanowsky y Carmen Roble. Ellos crearon el Ballet del Atlán- tico, con patrocinio de la Caja de Canarias, contando con alumnos de Barbu y de Godoy, más otros bailarines foráneos. Y en Tenerife, la que fuera primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Dania Zalazar, compartió durante varios años estancia con Las Palmas, formando en ambas islas a un buen número de bailarines. En la provincia de Santa Cruz destacan nombres como los de Martín Padrón, que luego de un periplo internacional creó el centro coreográfico de La Gomera, iniciativa arriesgada por la escasa población de esta isla y referente de la danza en esta provincia. También es merecido citar al tinerfeño Roberto Torres, fundador de la compañía Nómadas y colaborador y formador en el Centro de Arte Escénico Teatro Victoria de Santa Cruz de Tenerife. Hoy, el Centro coreográfico Trini Borrull, en marcha desde 2002 en el Edificio Miller de Las Palmas de Gran Canaria, constituye, junto a los mencionados centros de La Gomera y Santa Cruz de Tenerife, las principales iniciativas formativas de la danza en las islas. 6.5.3. Cine. El séptimo arte. Entendido en ocasiones como arte, otras veces como espectáculo o como técnica, y en cualquier caso, siempre como manifestación cultural, el cine constituye un género dentro de las artes escénicas, con las que se encuentra íntimamente relacionado. La carencia lógica de una industria cinematográfica en las islas hace de la historia del cine en Canarias una producción modesta que, sin embargo, cuenta con algunos hechos singulares y nombres propios. El palmero Miguel Brito realizó las primeras proyecciones en las islas en 1898 y continuó en 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 336 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS 1906 con la proyección de dos pequeños documentales realizados en Canarias por Francisco González Padrón. Fueron los primeros rodajes que tuvieron lugar en el archipiélago. La primera productora de Canarias fue la Sociedad Rivero Films, fundada por José González Ri- vero y Romualdo García Paredes, quienes dirigen a la par «El ladrón de guantes blancos» (1926), obra que constituye el primer largometraje canario. El mismo año Francisco González y Carlos Luis Monzón rodaban «La hija del mestre» para la productora Gran Canaria Film (Utrera, 1997)64. Este esperanzador comienzo no tuvo la continuidad deseada y las iniciativas locales, ahogadas por los enormes costes de producción, acabaron por sucumbir. Durante más de 30 años la historia del cine en las islas contó con protagonismo foráneo, reduciéndose a un papel secundario como plató de rodaje de películas como La Habanera (1937) de Douglas Sirk, Tirma (1954) de Paolo Moffa, Moby Dick (1955) de John Houston y con Gregory Peck en el papel protagonista del capitán Ahab, y la fantasiosa Hace un millón de años (1966), de Don Chaffey, con Raquel Welch como protagonista, entre otras realizaciones de menor trascendencia. La década de los 70 supuso el renacer de las producciones canarias, particularmente tras el acceso a la democracia. Destacan directores como Beltrá García y, sobre todo, Jorge Lozano Van de Walle, quien desde su productora palmera Palma Films realizara algunos notables trabajos de entre los que destaca su serie de Cuentos y leyendas de La Palma, una trilogía compuesta por La pared de Roberto (1977), El salto del enamorado (1979) y Aysouragan, lugar donde la gente se congeló (1981), esta última rodada en metraje largo. Durante estos años de las décadas de 1970 y 1980 destacan algunos nombres propios, como Teo- doro y Santiago Ríos, con películas galardonadas en festivales canarios, españoles e italianos, y sobre todo Ramón Saldías, quien con su producción de 1979 El camino dorado, no sólo consiguió una dis- tribución en las salas comerciales, sino que constituye la primera película canaria seleccionada para el Festival de San Sebastián. La iniciativa más destacada de estos años fue la fundación del colectivo Yaiza Borges en Tenerife, una cooperativa profesional que pretendió aunar esfuerzos para poder sacar adelante proyectos cine- matográficos y que contó además con su propia sala de exhibición, distribuidora, e incluso escuela. Los hermanos Ríos son de los pocos realizadores canarios que tuvieron cierta continuidad. En la década de los 80, cuando comienza la política de subvenciones del Gobierno de Canarias, logran rodar y comercializar Guarapo (1988), rodada en el Monte del Cedro, en La Gomera. Algo después se rueda Los baúles del retorno (1995), obra de la realizadora grancanaria María Miró, que narra el 64 La obra del grancanario Claudio Utrera, exdirector del Festival de Cine de Gran Canaria, es esencial para el presente apartado. 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 337 6.5. ARTES ESCÉNICAS drama de los campamentos saharauis. Los 90 fueron años de internacionalización del cine canario. Primero gracias a la película Fotos (1996), de Elio Quiroga, premiada en Sitges y con resonancia en Hollywood, donde el director Quen- tin Tarantino no escondió su admiración por la realización del grancanario. Este film constituyó un salto cualitativo en el cine canario actual. En 1998, de nuevo Teodoro y Santiago Ríos se ponían tras las cámaras, en esta ocasión para rodar Mambí, una producción sobre la guerra de independencia cubana. Ese mismo año se estrenaba la versión cinematográfica dirigida por Antonio Betancor de la obra de Rafael Arozarena, Mararía, con la actriz canaria Goya Toledo como protagonista, los paisajes de Lanzarote como escenario y la banda sonora compuesta por Pedro Guerra. El salto definitivo al panorama internacional vino de la mano de Juan Carlos Fresnedillo, cuyo corto Esposados (1996) llevó al realizador tinerfeño nada menos que a los Oscar de esa edición, mar- cando la línea de la tradición de cortometrajistas canarios. Quizás por las dificultades presupuestarias de la mini-industria cinematográfica de las islas, o en parte por la tradición «cuentística» de nuestra literatura, lo cierto es que los últimos años de la historia del cine en el archipiélago han venido marca- dos por las producciones de cortos, donde han desatacado realizadores como Guillermo Ríos, Andrés Koppel y David Cánovas. Todas sus obras han tenido en el Festivalito de La Palma (Festival de Cine Chico de las islas Cana- rias) y en la sección Foro Canario del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, cita anual ineludible para su exhibición. El primero dejó de celebrarse entre 2011 y 2019, tras nueve ediciones y debido a la falta de apoyo financiero e institucional, pero ha recuperado su actividad tras la pandemia. Su lema, en esa edición de 2020: No volvamos a la normalidad, la normalidad era el problema. El Festival internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria Gran Canaria es el evento que, actualmente, ha adquirido un mayor prestigio. Comenzó su andadura el año 2000 y se ha convertido en el certamen más internacional de cine celebrado en las islas. Por la ciudad han pasado figuras de renombre, como Ed Harris, Susan Sarandon o Jeff Daniels, entre otros artistas internacionales. El certamen, que se celebra anualmente en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria y también en otras salas y centros culturales, tras atravesar un período difícil en 2013 y 2014, parece retomar impulso y asentarse en su cita anual. El año de 2013 fue el de la segunda nominación a los Oscar de un artista de las islas. El lanzaroteño Paco Delgado optó al Oscar por su trabajo en el vestuario del musical Los Miserables, de Tom Hooper. Y, aunque como ocurriera con Fresnadillo, tampoco en esta ocasión el Oscar viajó hasta las islas, sin embargo, ambas nominaciones han marcado dos hitos de la historia cinematográfica de Canarias. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 338 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS El panorama actual, y desde hace ya algunos años, está sujeto al marco económico y el impulso que las autoridades canarias ejercen en forma de ventajas fiscales sobre las producciones que eligen las islas para sus rodajes. Tanto en Gran Canaria, como en Tenerife, y también en Fuerteventura y Lanzarote, se han promovido la realización de película de gran cartel publicitario, gracias a las reducciones de impuestos para poder rodar en nuestros espacios geográficos y favorecidos por la figura de los Film Comission (dependientes de los Cabildos Insulares). Por ejemplo, se ha rodado en 2014 una parte de la película de la saga La Guerra de Las Galaxias, Han Solo: Una historia de Stars Wars; o Exodus: Reyes y dioses, de Ridley Scott, en Fuerteventura. También en Gran Canaria se ha contado con la figura del actor Brad Pitt (Allied, 2010), o la de Matt Damon (Jason Bourne, 2016), entre otros rodajes que en los últimos años se han realizado en Canarias. También ha habido producciones nacionales, como la serie Hierro (2009), La isla mínima (2014) y Palmeras en la nieve (2015), que han supuesto un relanzamiento de la industria cinematrográfica en Canarias, con repercusión cultural y económica. 6.6 Protección y puesta en valor del patrimonio cultural Las manifestaciones culturales en sus distintas tipologías generan un patrimonio en forma de bie- nes, tanto materiales, como inmateriales, dignos de ser preservados. Los bienes culturales materiales son aquellos elementos del patrimonio cultural tangible, mientras que los bienes inmateriales son aquellos otros que no pueden tocarse, como por ejemplo, una fiesta, una tradición o la herencia oral. Un ejemplo puede aclarar qué es un bien patrimonial intangible: el Silbo gomero es Patrimonio In- material de la Humanidad por la Unesco. La cultura es un valor en cualquier sociedad, tanto en sus manifestaciones presentes, como en las producidas en el pasado. Constituye un patrimonio y, como tal, deben diseñarse políticas para su protección. En esencia existen tres estrategias de conservación y puesta en valor de la cultura: 1. Patrocinio y mecenazgo 2. Conservación museística 3. Conservación normativa El mecenazgo es una actividad de financiación, donde participa fundamentalmente la iniciativa pública mediante el patrocinio de actividades culturales: fondos destinados a museos, colecciones artísticas, celebración de eventos, etc. Aunque la mayor parte de la inversión corresponde a los orga- 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 339 6.6. PROTECCIÓN Y PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO CULTURAL nismos públicos, cada vez es más necesaria la participación de la iniciativa privada para poder dotar a la cultura de la inversión necesaria para su preservación, conservación y desarrollo. En cuanto a la conservación museística, se trata de una de las fórmulas tradicionales de protección cultural que consiste en la creación y mantenimiento de salas y museos donde acoger y exponer los fondos artísticos. La conservación museística constituye una línea estratégica de conservación pasiva, principalmente útil para las manifestaciones pictóricas y escultóricas, pero también para las de otro signo, como pueden ser las de índole científica, arqueológica, etnográfica, fondos bibliográficos y documentales, etc. A diferencia de las salas de exposiciones, los museos no están orientados a la venta de sus fondos (aunque a veces se produzca). En cambio, en las salas de exposiciones, donde se promueve la venta de las obras, se lleva a cabo una labor comercial y de puesta en valor del arte que va más allá de la conservación pasiva. Finalmente, existe una estrategia de conservación activa mediante la regulación normativa, que consiste básicamente en la elaboración de inventarios y catálogos de bienes patrimoniales por medio de los cuales dar una cobertura jurídica a los bienes de interés cultural. Esta estrategia conservacio- nista permite proteger in situ los bienes de interés patrimonial, sin necesidad de trasladarlos a un museo, e incluso mientras continúan siendo útiles para la sociedad. Es una fórmula adecuada para bienes inmuebles, como edificios y yacimientos, y también aplicable al patrimonio inmaterial. Figura 6.17 Leyes estatal y autonómica de patrimonio. A este respecto, disponemos de una Ley nacional de patrimonio cultural (Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español) y también de una ley de ámbito autonómico (Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias), que regulan la conservación del patrimonio cultural de las islas. Para saber de qué hablamos exactamente, podemos acudir a la definición que la primera de estas leyes hace del patrimonio histórico: 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 340 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS «Integran el Patrimonio Histórico Español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico y antropológico.» Observando la definición de patrimonio histórico que aparece recogida en el artículo 1 de la Ley de Patrimonio Histórico Español (Ley 16/85), puede deducirse rápidamente que el término «histó- rico» está empleado de forma laxa y que la pretendida Ley de patrimonio histórico es mucho más ambiciosa, incorporando como tal un amplio abanico de las manifestaciones culturales. Con la misma indefinición con la que nos acercábamos al término «cultura» al comienzo de este módulo, hay que entender el empleo por los referidos textos jurídicos del término patrimonio histó- rico65. En realidad, esto convierte a la Ley 16/85 en una verdadera Ley de protección de la cultura y sus manifestaciones. Incluso se hace alusión al patrimonio inmaterial, aunque no se le designe por ese nombre, cuando se advierte que forman parte del patrimonio histórico los «conocimientos y actividades que procedan de modelos o técnicas tradicionales utilizados por una determinada comunidad» (art. 47). También la Ley Autonómica hace mención al patrimonio intangible, cuando en su artículo 73 se refiere al patrimonio etnográfico en los siguientes términos: «1. El patrimonio etnográfico de Canarias está compuesto por todos los bienes muebles e inmue- bles, los conocimientos, técnicas y actividades y sus formas de expresión y transmisión, que son testimonio y expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo canario.» Ambas normas se adelantan en este sentido a la declaración de bienes inmateriales de la Unesco de 2003 (Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, firmada en París), y donde se esta- blece que el patrimonio cultural inmaterial se constituye por los «usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural». Más allá del debate lingüístico y académico sobre el empleo del término «histórico» en clara alu- sión al más amplio concepto «cultural», probablemente más apropiado, lo realmente importante es cómo se ha dado cuerpo y entidad al patrimonio inmaterial y, por tanto, a la tradición oral. 65 En relación al uso indistinto de «cultural» e «histórico», es interesante consultar el artículo de Mª Ángeles Querol, «El tratamiento de los bienes inmateriales en las leyes de Patrimonio Cultural». 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 341 6.7. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS Esta última pasa a formar parte del patrimonio histórico (o cultural) y, por tanto, le será de aplica- ción la norma reguladora que permite su salvaguarda y protección, a idéntico nivel que el patrimonio tangible, vindicando así la importancia de los conocimientos y las tradiciones, que incluso podrán ad- quirir la condición de BIC (Bien de Interés Cultural). Para finalizar, del patrimonio canario cabe destacar los de tipo mundial de la humanidad, otorga- dos por la UNESCO, esto es la ciudad de La Laguna y El Teide, en Tenerife, el Parque Nacional de Garajonay (La Gomera), y Risco Caído y montañas sagradas de Gran Canaria, entre los materiales; mientras el silbo Gomero está entre los bienes inmateriales. 6.7 Las fuentes orales y gráficas Pocas referencias existen en los currículos docentes a los contenidos referidos a las fuentes ora- les. El ejemplo más interesante fue una materia optativa establecida para la ESO en 1994, titulada «Conservación y Recuperación del Patrimonio Cultural», cuya explicación y objetivos ligaban este concepto al Patrimonio etnológico exclusivamente, tanto material como inmaterial: manifestaciones y costumbres populares o tradicionales66. Por tanto, puede decirse que el interés educativo por las fuentes orales y el patrimonio etnográfico proviene de casi 30 años atrás. Realizando la búsqueda de referencias sobre estos contenidos salta a la vista la falta una vez más de concreción en aspectos tan importantes como ¿qué son las fuentes documentales? 6.7.1. Fuentes documentales. Concepto y tipos. El buen manejo de las fuentes orales y grá- ficas resulta esencial en la investigación, especialmente aquélla de carácter histórico, etnográfico y periodístico. También en didáctica es fundamental enseñar a utilizar las fuentes documentales, pues no basta únicamente con transmitir la información y el conocimiento al alumno, sino que resulta imprescindible enseñarle cómo adquirirlo y gestionarlo. En el presente epígrafe analizaremos las fuentes documentales como herramientas de la enseñanza de las ciencias sociales en el contexto del archipiélago canario. Primero veamos qué es una fuente documental. Puede definirse como todo aquel material im- preso o gráfico cuyo estudio e interpretación nos permite obtener información de una determinada materia sobre la que estamos investigando. Si, además, consideramos también los datos que pode- 66 Resolución de 25 de mayo de 1994 de la Dirección General de Renovación Pedagógica del Ministerio de Educación y Ciencia, por la que se amplía el repertorio de materias optativas aprobadas para su impartición en la Educación Secundaria Obligatoria, B.O.E. nº 142 de 15 de junio. 46420 - E NSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA GEOGRAFÍA , HISTORIA Y NATURALEZA DE C ANARIAS 342 UNIDAD DE APRENDIZAJE 6. LA CULTURA. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS mos adquirir por medio de una simple conversación mantenida con alguna persona que dispone de información que nos es de utilidad, estaremos hablando entonces de fuentes orales. Las fuentes documentales pueden clasificarse según el soporte (a) y según la relación con el pro- ceso del que se obtiene la información (b), tal y como sigue: a. Escritas, gráficas y orales. b. Directas e indirectas. Es una fuente escrita todo documento que recurre a la escritura como medio de transmisión de datos, sea ésta recogida en formato tradicional, o bien en soportes electrónicos. Del mismo modo, las fuentes gráficas constituyen aquellos documentos de expresión gráfica (pintura, fotografía, cine, etc.) que transmiten una información por medio de imágenes. Por último, las fuentes orales son personas que, teniendo conocimientos de interés para la investigación, los transmiten al contarlos al interlocu- tor o investigador. También se denominan fuentes personales. En cuanto al carácter directo o indirecto de una fuente, éste tiene que ver con el hecho de que la información que ofrece un determinado documento, o bien una persona mediante transmisión oral, esté relatado en primera persona (fuente directa), o bien haga alusión a su vez a otra fuente que actuaría como intermediaria, lo que convertiría a la primera en una fuente «indirecta». P.e. «esto me pasó a mi» (fuente directa), o «esto dicen que le ocurrió a fulanito» (fuente indirecta). Por tanto, las fuentes directas o primarias constituyen documentos originales, mientras que las fuentes indirectas o secundarias transmiten una información basada a su vez en otra fuente de la que se han nutrido y de donde han obtenido la información que llega al investigador. Los diferentes tipos de fuentes no pueden emplearse de igual manera. Por ejemplo, las fuentes documentales son limitadas, en muchas ocasiones parciales, e incluso puede que estén incompletas. Ofrecen una información cerrada que el investigador tiene la posibilidad de analizar e interpretar, pero no puede extraer más de lo que en sí aportan, no se puede preguntar a un documento. Distinto es si se recurre a fuentes orales, en cuyo caso la información de que dispone la persona que nos facilita los datos debe ser extraída meticulosa y metodológicamente, sabiendo hacer las preguntas adecuadas para obtener la información relevante. Un problema que tienen las fuentes orales es su caducidad. Es un aspecto que está directamente relacionado con la memoria viva. De las fuentes orales podemos obtener la información que se re- cuerda y que se ha ido transmitiendo dentro de un colectivo de forma tradicional, pero alcanza hasta donde llega la memoria. Pongamos un ejemplo: si estamos estudiando cómo era el paisaje agrario de Canarias antes del desarrollo turístico y disponemos de personas que pueden contárnoslo por- 2024 – A NTONIO R AMÓN O JEDA 343 6.7. LAS FUENTES ORALES Y GRÁFICAS que lo recuerdan de su juventud, su información se remontará hasta donde tengan memoria. Cuanto más tiempo trascurra, más limitada será la información que podremos obtener, y no ya únicamen- te por que se recordarán menos aspectos por parte del informante, sino porque cada vez quedarán menos fuentes capaces de darnos esa información. De ahí la importancia de recuperar y trascribir las tradiciones, con el fin de que no se pierdan y se pueda transmitir a las generaciones futuras. A las fuentes que podríamos denominar «tradicionales» habría que añadir también los recursos digitales. Cada vez se hace menos usos de las fuentes documentales y se recurre más a recursos electrónicos a través de internet. Pero esta red global debe ser considerada exactamente como lo que es: un vehículo de información, y no como una fuente documental en sí misma. Su buen uso es fundamental en docencia, como lo es en investigación, pero sin olvidar que debe ser finalmente el factor humano el que decida cuál es la información necesaria y apropiada. Internet es como una biblioteca, un centro de datos donde aparecen más o menos clasificados los documentos (el page ranke de los buscadores como Google). Si para realizar un determinado estudio, pongamos por caso sobre geografía de Canarias, entrásemos en una biblioteca y sin más eligiésemos el primer libro que en su título ponga «Canarias», sin pararnos a analizar la validez de su contenido, estaríamos actuando de forma similar a como en muchas ocasiones se opera con internet. Es fundamental hacer un buen uso de las herramientas que tenemos a nuestra disposición y, bien empleada, internet puede ser una de las más valiosas. 6.7.2. Las fuentes documentales en Canarias. Los centros de documentación son los recursos esenciales para localizar las fuentes originales. En ocasiones, se puede tener acceso a documentos originales volcados en internet, pues cada vez son más los fondos bibliográficos disponibles en la red en formato digital, pero con frecuencia es necesario acudir personalmente para poder consultar la fuente que precisamos para nuestra investigación. Si se quiere tener acceso directo a la fuente, especialmente si se buscan documentos originales, es imprescindible acudir a archivos, registros, juzgados de paz y notarías, bibliotecas, hemerotecas, fondos museísticos y cuantos organismos acopian documentos escritos y gráficos, incluso colecciones privadas. Además, si se trata de recopilar información de fuentes orales, aún se hace más imprescindible acudir personalmente a la fuente. Siempre podremos utilizar internet como instrumento para poner- nos en contacto con el informante (cada vez es más frecuente responder encuestas por internet), pero independientemente del método empleado, finalmente lo importante es tener acceso a personas que puedan facilitarnos esa información que atesoran. Y ya p

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