Isabel II (1833) PDF

Summary

This document details the reign of Queen Isabel II in 1833. It includes the causes of the war that followed and the consequences. It also details the various reforms that took place in Spain during this time period.

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ISABEL II 1833 Tras la muerte de Fernando VII, los sectores absolutistas partidarios de Carlos María Isidro (hermano del rey, quien reivindicó sus derechos dinásticos en el Manifiesto de Abrantes), iniciaron un levantamiento armado para impedir el acceso de Isabel al trono. ➔ Esto dio lugar a...

ISABEL II 1833 Tras la muerte de Fernando VII, los sectores absolutistas partidarios de Carlos María Isidro (hermano del rey, quien reivindicó sus derechos dinásticos en el Manifiesto de Abrantes), iniciaron un levantamiento armado para impedir el acceso de Isabel al trono. ➔ Esto dio lugar a una guerra civil, que no fue una simple cuestión dinástica, sino un conflicto de gran contenido social e ideológico. Los carlistas representaban los intereses del legitimismo absolutista y defendían el mantenimiento de las estructuras económicas del Antiguo Régimen. La sublevación se desplegó en zonas rurales del País Vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia, con apoyo de sectores sociales contrarios al liberalismo, como parte del campesinado temeroso de perder sus tierras debido a las reformas de la propiedad liberal y los nuevos impuestos estatales. La causa isabelina contó con el apoyo de la alta nobleza, funcionarios reformistas y un sector de la jerarquía eclesiástica. Sin embargo, la dinámica de guerra y los problemas económicos obligaron a ampliar esta base social, comprometiendo a la burguesía y sectores populares a cambio de reformas políticas, lo que aceleró el cambio político. El conflicto también tuvo una dimensión internacional, en una Europa dividida entre absolutistas y liberales. Los carlistas recibieron apoyo de potencias contrarrevolucionarias como Rusia, Prusia, Austria y Nápoles, mientras que los liberales contaron con Francia y el Reino Unido, firmando la Cuádruple Alianza en 1834. Entre 1837 y 1839, la ofensiva isabelina liderada por Espartero debilitó al carlismo. En 1839, el general Maroto y Espartero firmaron el Convenio de Vergara, que permitió mantener los fueros en las provincias vascas y Navarra e integrar a los oficiales carlistas en el ejército real. Desde 1839, solo las partidas de Cabrera resistieron en la zona del Maestrazgo hasta su derrota en 1840, lo que marcó la retirada hacia Francia y el exilio de Carlos. Consecuencias de la guerra: 1. Demográficas: Gran pérdida de vidas, con episodios de crueldad, represalias y venganzas que generaron terror en la población. 2. Políticas: La guerra consolidó la división del liberalismo entre moderados y progresistas, y situó a los militares en el liderazgo de ambas tendencias políticas. 3. Económicas: Incremento de la deuda, impacto en la desamortización y dificultó el desarrollo industrial. EL RÉGIMEN DEL ESTATUTO REAL (1834-1836) En 1834, debido a la guerra carlista y la necesidad de sumar apoyos, la regente María Cristina incluyó a liberales moderados en el gobierno y promulgó el Estatuto Real, una carta otorgada que estableció unas Cortes de carácter consultivo y subordinado al monarca. El sufragio quedó limitado a quienes cumplían ciertos requisitos económicos. Este sistema consolidó la división entre liberales moderados y progresistas. ACCESO DE LOS PROGRESISTAS AL PODER El Estatuto Real enfrentó una crisis derivada de revueltas ciudadanas, como el incendio de la fábrica Bonaplata. Estas tensiones llevaron a la formación de juntas revolucionarias que demandaban cambios. La regente nombró a Mendizábal como jefe de gobierno, quien buscó derrotar el carlismo, reformar el Estado en un sentido liberal e impulsar una reforma agraria. Sin embargo, su destitución por los moderados le molestó a los progresistas, provocando un movimiento revolucionario en 1836 para restaurar la Constitución de 1812. DESMANTELAMIENTO DEL ANTIGUO RÉGIMEN Durante los gobiernos progresistas de Mendizábal y Calatrava: ➔ Se abolieron las estructuras económicas del Antiguo Régimen. ➔ Se reconstituyó una monarquía parlamentaria. ➔ En 1837 se redactó una nueva Constitución con principios progresistas como la soberanía nacional y una declaración de derechos, pero también elementos moderados, como una segunda cámara designada por el rey, la soberanía compartida y la financiación del culto católico. Además, se promulgaron reformas clave: 1. Ley de Imprenta y Ley Electoral: ampliaba ligeramente el derecho al voto mediante el sufragio restringido para hombres mayores de 25 años con una renta mínima. 2. Desamortización de tierras y la abolición del régimen señorial: fortalecieron la propiedad privada y benefició a la burguesía. LIBERACIÓN DEL SISTEMA ECONÓMICO El sistema liberal impulsó una reforma agraria que transformó las estructuras económicas tradicionales. Sus tres componentes esenciales fueron: 1. Abolición de los señoríos. 2. Desvinculación de mayorazgos. 3. Desamortizaciones. VUELTA AL PODER DE LOS MODERADOS (1837-1840) Tras las elecciones de 1837, los moderados retomaron el control, suspendieron la Constitución y gobernaron de forma autoritaria, restringiendo libertades y centralizando el poder. Esto excluyó a los progresistas, provocando revueltas ciudadanas y con esto, la formación de juntas. La regente María Cristina apoyó a los moderados, pero en 1840, las tensiones acabaron con su renuncia y el ascenso de Espartero como regente único. Este gobernó con medidas autoritarias, como el bombardeo de Barcelona en 1842 para sofocar revueltas industriales. En 1843, la oposición progresista y moderada provocó un levantamiento contra Espartero. Ante esto, las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel II, proclamándola reina. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854) Liderada por figuras como el general Narváez, este periodo consolidó un Estado liberal conservador y centralista, apoyado por la burguesía agraria (buscaba frenar las pretensiones absolutistas del carlismo y alejar a los sectores populares y progresistas del poder). La estabilidad política fue clave en este período, aunque la representatividad popular era mínima y el sistema era claramente oligárquico. El sistema político se basaba en la Constitución de 1845, que instauró un sistema electoral censitario, bicameral y soberanía compartida entre las Cortes y el rey. Se estableció el catolicismo como única religión oficial: Concordato con la Santa Sede. Centralización administrativa: Reforzó la autoridad de los Gobernadores Civiles. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856) El periodo comenzó con el pronunciamiento de Vicálvaro (1854), liderado por O’Donnell y apoyado por progresistas y moderados descontentos (en respuesta a las restricciones del régimen moderado), y dio lugar a la formación del gobierno de Espartero. El pronunciamiento militar de 1854 en Vicálvaro fue fundamental para la instauración de este nuevo período. Los militares, apoyados por la Unión Liberal y progresistas, exigieron reformas en el sistema político y la vuelta a los principios constitucionales de 1837. El Manifiesto de Manzanares, publicado por O'Donnell, fue crucial en este proceso, ya que llamó a una revolución para acabar con el absolutismo moderado y abrir paso a un gobierno más representativo. El Bienio Progresista no logró sostenerse por mucho tiempo debido a varias dificultades internas, como la inestabilidad política y económica. A pesar de las reformas impulsadas por Espartero, la oposición moderada y la falta de consenso provocaron un desmoronamiento del gobierno progresista. En este contexto, O'Donnell, líder militar de la Unión Liberal, jugó un papel crucial. Intentó moderar la situación, pero finalmente no pudo evitar el colapso del régimen progresista, lo que llevó a la restauración del poder moderado. Desintegración de la Monarquía A medida que el partido moderado fue monopolizando el poder político, excluyendo a otros grupos y haciendo insostenible la situación, la Monarquía de Isabel II se fue desintegrando. La inestabilidad política, las crisis económicas y sociales (como la crisis agraria y los problemas derivados de las compañías ferroviarias) contribuyeron a este proceso. La falta de reformas efectivas y el control del poder por parte de un grupo minoritario terminaron por destruir el régimen. El Sexenio Democrático (1868-1874) -Comienza con la Revolución Gloriosa de 1868, un levantamiento militar que destituyó a Isabel II y abrió una nueva etapa política en España. Esta revolución, apoyada por sectores progresistas, militares y liberales, culminó con la creación de un gobierno provisional y la promesa de establecer un sistema más democrático. -Durante este período, España experimentó la creación de nuevas constituciones y un intento de reforma más profunda, aunque el contexto de inestabilidad persistió. La Revolución Gloriosa fue el primer paso hacia la restauración borbónica, pero también dejó en evidencia las tensiones y divisiones dentro de la sociedad española. Desamortizaciones Desamortizar consiste,en la expropiación de los bienes amortizados o vinculados, las llamadas “manos muertas”, su nacionalización y posterior venta en pública subasta. Estos bienes, según las leyes de la época, estaban “amortizados”, no se podían vender, insuficientemente explotados y fuera del mercado libre. Pertenecían principalmente a la Iglesia y a las corporaciones municipales.Algunos intentos ya se habían producido en el siglo XVIII, con la reforma agraria de Carlos III (Ley de Jovellanos), Cortes de Cádiz y trienio liberal, pero fracasaron. Será durante el reinado de Isabel II cuando se produzcan;la desamortización eclesiástica fue mucho más importante que la civil, estas comienza con fuerza desde el primer momento, mientras que la civil no hasta 1855. Juan de Mendizábal (1836) Para poder fortalecer la credibilidad del Estado ante peticiones de créditos a instituciones extranjeras, era preciso eliminar la deuda pública. Ante la mala situación de la hacienda, Mendizábal juzgó que había que recurrir a nuevas fuentes de financiación, los bienes eclesiásticos. 3 objetivos: ➔ Financiero: buscar ingresos para la deuda pública y conseguir fondos para la guerra carlista. ➔ Político: ampliar la base social del liberalismo con los compradores de bienes desamortizados. Además, buena parte del clero apoyaba a los Carlistas. ➔ Social: Redistribuir la tierra para crear una clase media agraria de campesinos propietarios, mejorar la productividad del campo y favorecer el desarrollo económico. Los resultados no fueron lo que se esperaba. Solucionó en parte el la deuda pública. El liberalismo ganó apoyos, pero también se creó una fuerte división entre el liberalismo y la Iglesia católica. La mayor parte fueron comprados por la nobleza y la burguesía urbana, pues los pequeños campesinos no pudieron pujar en las subastas,no sirvió para reducir la desigualdad social,muchos campesinos vieron cómo los propietarios burgueses subieron sus alquileres. Los resultados explican porque la nobleza y la burguesía,apoyaron al liberalismo, y porque muchos campesinos se hicieron antiliberales(carlistas), al considerarse perjudicados por las reformas. La Iglesia vio reducidas las bases económicas de su poder, aunque a cambio el Estado se comprometió a mantener económicamente al Clero. Desamortización de Madoz Inicia en 1855,el ministro de hacienda de Espartero, Pascual Mado, sacó a La Luz su Ley de desamortización General. Se ha llamado civil pero también afectó a las tierras del Clero, que aún no se habían vendido.Afectó esencialmente a las tierras de los municipios y supuso la liquidación definitiva de la propiedad amortizados, su objetivo fue financiero, se buscaba una recaudación en metálico que pudiera reducir la deuda pública y para la financiación de las construcciones para modernizar la industrialización, (la red ferroviaria) Sus resultados tampoco fueron muy positivos: Arruinó a los ayuntamientos, que estaban al cargo de la Instrucción pública. No solución la deuda pública. Perjudicó a la mayoría de los vecinos de los municipios al privarlos del aprovechamiento de las tierras comunales.No contribuyo al desarrollo ni a la extensión del ferrocarril en. Pese a todos las desamortizaciones de ambos afectaron a 1/5 parte del conjunto de la tierra, consiguieron reducir, en parte, la deuda del Estado y que la nobleza y la burguesía apoyarán el liberalismo y a Isabel II. El proceso desamortizador supuso, despojar a la Iglesia de su poderío económico y limitar el poder de los municipios.Significó el final de la propiedad colectiva y el triunfo de la propiedad individual, de la que participó la burguesía, que se convertiría en una nueva clase terrateniente. Las desamortizaciones les beneficiaron, ayudando a afianzar el liberalismo. Fracasó como intento de reforma agraria agravando las desigualdades sociales en el campo, no resolvió los problemas de escasa productividad y atraso del campo español y tampoco ayudó al despegue industrial puesto que la agricultura no demandó maquinaria agrícola, tampoco elevó el poder adquisitivo del campesinado que permitiría el surgimiento de un mercado nacional que demandase productos industriales. Como conclusión fue un fracaso en España, al no mejorar, la producción agraria, lastrar el desarrollo de la industria, entorpecer la modernización económica y social. Esto será la base de la futura conflictividad e inestabilidad social en los siguientes años

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