Anatomía y Fisiología del Aparato Digestivo PDF
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Este documento describe el aparato digestivo, los órganos que lo componen, sus funciones y el proceso de digestión. Se incluyen descripciones anatómicas de los órganos principales, como la boca, faringe, esófago, estómago e intestino; y también se hace una referencia breve a la fisiología del aparato digestivo.
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TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /4 / 2. El aparato digestivo. Generalidades El aparato digestivo es el conjunto de órganos encargados del proceso digestivo....
TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /4 / 2. El aparato digestivo. Generalidades El aparato digestivo es el conjunto de órganos encargados del proceso digestivo. Cuando ingerimos alimentos, introducimos en nuestro organismo nutrientes que se usan para formar nuevos tejidos, obtener energía y reparar daños. Sin embargo, estos alimentos contienen moléculas demasiado grandes para que sea incorporadas a las células. Para que estos compuestos puedan ser utilizados deben ser reducidos a moléculas de bajo peso molecular, ya que así podrán acceder al interior de las células. Al proceso descrito anteriormente se le denomina digestión. Los órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, hígado, páncreas e intestino grueso) que intervienen en este proceso constituyen el aparato digestivo. Este aparato cumple las siguientes funciones: Extracción de macronutrientes de los alimentos y bebidas que se ingieren, transformándose posteriormente en micronutrientes a través del proceso digestivo. Absorción de micronutrientes Barrera física e inmunitaria contra los microorganismos, cuerpos extraños y antígenos potenciales que alcanzan el tracto digestivo. Además, en el aparato digestivo se realizan los siguientes procesos: Ingestión Secreción de jugos digestivos Mezcla y propulsión, a través de contracciones y relajaciones de los músculos de las paredes del tubo digestivo, se mezclan los alimentos y las secreciones. Digestión. La transformación de alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas, para favorecer su absorción, se consigue a través de procesos mecánicos y químicos. Absorción de los productos finales de la digestión para que puedan pasar a la sangre. Fig 2. Componentes del aparato digestivo al Defecación de los productos no digeridos. completo / 3. Anatomía del aparato digestivo. La cavidad bucal La cavidad bucal es el comienzo del aparato digestivo. Es una cavidad oval tapizada por la mucosa bucal. Está formada por: Los labios: pliegues que forman el inicio de la boca. Se dividen en labio superior e inferior. Los carrillos: son las paredes membranosas que cierran lateralmente la boca. Se extienden desde la comisura de los labios hasta los pilares del paladar. Son carnosos. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO /5 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional El paladar: es el techo de la cavidad bucal. Se distinguen dos estructuras: el paladar duro (localizado por debajo de las fosas nasales) y el paladar blando (localizado en la parte posterior superior de la boca, detrás de los dientes). La lengua: órgano muscular movible que se localiza en el suelo de la cavidad bucal. Está fijado por su parte posterior al interior de la boca. Tiene forma de cono y su musculatura es estriada. Está revestida por la mucosa bucal. En su superficie se pueden observar unas prominencias denominadas papilas gustativas. Las papilas gustativas son un conjunto de receptores sensoriales donde se alojan los botones gustativos. Existen cuatro tipos: caliciformes (son las menos numerosas pero las más voluminosas), fungiformes (son muy visibles, de un color rojizo), filiformes (forma cónica o cilíndrica) y foliadas (forman pliegues laterales y están poco desarrolladas). Los dientes: son órganos anatómicos duros y calcificados cuya función principal es la presión del alimento por el proceso de la masticación. Se localizan en los alveolos dentarios (cavidades óseas) de los maxilares superiores e inferiores. Están compuestos por tejidos de diferente densidad y dureza. Las arcadas dentales están cubiertas por una mucosa bucal denominadas encías. Fig 3. Anatomía de la boca Audio 1. “Diferenciación macroscópica y composición de los dientes” https://bit.ly/2YcBhOu 3.1. Faringe, esófago, peritoneo y estómago La faringe es un conducto de paredes musculosas y membranosas, de unos 12 centímetros de longitud, situada entre la cabeza y el cuello. Forma parte del aparato digestivo, el aparato respiratorio y del aparato fonador. En su parte posterior conecta la cavidad bucal con el esófago y en la anterior con la laringe. Se divide en tres porciones: Nasofaringe: localizada detrás de las fosas nasales. En esta zona se encuentran las trompas de Eustaquio (pasaje que conecta la faringe con el oído medio). Bucofaringe: u orofaringe. Se encuentra detrás de la cavidad bucal. Las amígdalas (masas de tejido linfoide) son su componente principal. Laringofaringe: es donde se encuentra la abertura de inicio de la laringe y la epiglotis (pequeña lámina cartilaginosa que cierra esa abertura durante la deglución). El esófago es un tubo muscular, de unos 25cm de longitud, que comunica la faringe con el estómago. Se sitúa delante de la columna dorsal y detrás de la tráquea y el corazón. Tiene la capacidad de distenderse para adaptarse a la forma del bolo alimenticio (formado por trituración de los alimentos en la cavidad bucal). A pesar de tener esta capacidad, posee tres puntos (denominados estenosamientos) en los que se distiende menos. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /6 El peritoneo es la membrana serosa que cubre la superficie interior del abdomen y forma varios pliegues que envuelven las vísceras. Esta formado por dos hojas: el peritoneo visceral (rodea parcial o totalmente a los órganos que se sitúan en la cavidad abdominal) y el peritoneo parietal (recubre las paredes internas de la cavidad abdominal). Entre ambos se encuentra un espacio, donde se encuentran los órganos, denominado cavidad peritoneal. El estómago es la parte más ensanchada del tubo digestivo que comunica el esófago con el intestino delgado. Localizado debajo del diafragma, tiene una capacidad es de dos litros. La unión con el esófago se da por el cardias, y la salida hacia el duodeno a través del píloro. Ambos están rodeados por tejido muscular liso, formando el esfínter esofágico (que rodea al cardias) y el esfínter pilórico (que rodea al píloro). En el estómago se pueden distinguir tres zonas: Fondo: situado por encima del cardias. Es la parte superior del estómago. Cuerpo: es la parte principal del estómago y supone la mayor parte del volumen gástrico. Antro: parte caudal del estómago. Comunica con el duodeno a través del píloro. 3.2. Intestino delgado y grueso El intestino es la porción del tubo digestivo que se encuentra entre el estómago y el ano. Se pueden distinguir dos porciones, el intestino delgado y el intestino grueso. Intestino delgado: porción situada entre el estómago y el intestino grueso (explicado un poco más adelante). Presenta dos esfínteres: el píloro (que comunica con el estómago) y la válvula ileocecal (que da paso al ciego). Presenta una longitud media de siete metros y se divide en tres partes: Duodeno: conecta el estómago con el yeyuno. Su porción inicial está situada en la parte superior a modo de “C” invertida, mientras que su porción descendente es más recta. En la porción descendiente desembocan las secreciones del hígado y del páncreas. Yeyuno: se sitúa entre el duodeno y el íleon. Absorbe las sustancias del quilo alimenticio (formado por la secreción del hígado y páncreas). Su superficie interna está cubierta de unas proyecciones llamadas vellosidades, que consiguen aumentar la superficie de absorción. En su mucosa, y en la del íleon, se encuentras unos cúmulos de tejido linfático denominados placas de Peyer (identifican los antígenos asociados a los alimentos). Íleon: es la sección final del intestino delgado. Está separado del intestino grueso a través de la válvula ileocecal. Tiene varias funciones para completar el procesado de los nutrientes, como la rotura de hidratos de carbono por enzimas situadas en la superficie de sus células epiteliales, absorción (agua, sodio, vitamina B12, carbohidratos, grasas y proteínas) y motilidad. Intestino grueso: es la última porción del tubo digestivo. Se extiende desde la válvula ileocecal hasta el ano. Su función principal es la de absorción de agua y sales inorgánicas, permitiendo que las heces adquieran un carácter más consistente y firme. Sus paredes presentan dilataciones denominadas haustras. Se puede dividir en tres partes: Ciego: es la porción inicial. Se comunica con el íleon. Esta región posee bacterias que ayudan a la reducción de sustancias de difícil absorción y de moléculas como la celulosa. Aquí se absorbe, principalmente, sodio y potasio. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO /7 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Colon: se encuentra entre el ciego y el recto. Está unido a la pared abdominal por repliegues del peritoneo (membrana que cubre el interior del abdomen). Consta de cuatro regiones: ascendente, transverso, descendente y sigmoideo. Aquí se absorbe agua y sales. Recto: porción final del intestino grueso. Esta región es la que recibe los materiales de desecho que quedan después del proceso digestivo. Desemboca al exterior a través del ano, orificio constituido por dos esfínteres. / 4. Histología del aparato digestivo Si realizamos un corte transversal del tubo digestivo, se pueden diferenciar cuatro capas concéntricas desde el interior al exterior de este: Túnica mucosa: es la capa más interna de todas, en contacto directo con la luz del tracto digestivo. Se divide, a su vez, en: Lámina epitelial: se localiza revistiendo la superficie a la luz del tubo. Es una capa formada por células de naturaleza cilíndrica monoestratificada y que pueden mostrar microvellosidades. Lámina propia: localizada a continuación de la lámina epitelial. Se trata de un tejido conjuntivo laxo por el cual discurren vasos sanguíneos y linfáticos que permiten la irrigación de la túnica mucosa. Lámina muscular mucosa: es la capa más profunda, en contacto con la túnica submucosa. Está compuesta por fibras musculares de tipo liso y de tejido conjuntivo. Túnica submucosa: capa de tejido conectivo ubicada a continuación de la túnica mucosa (excepto en parte de la boca y las fauces). Por lo general, es laxa y muy vascularizada. Posee una red de fibras nerviosas llama plexo de Meissner. Túnica muscular: es una capa gruesa de musculatura lisa que rodea a la submucosa en casi todo el tracto digestivo. Se subdivide en dos: Interna: las fibras se organizan de manera circular. Externa: las fibras se organizan de manera longitudinal. Entre estas capas existe un plexo nervioso (conjunto de axones) denominado plexo de Auerbach, que abastece de inervación. Túnica serosa: está compuesta por epitelio plano simple. Su función es la de asentar las estructuras abdominales del tracto digestivo a la membrana peritoneal. Esta capa no se encuentra ni en el esófago, ni en la faringe ni en la cavidad bucal. Fig 4. Capas histológicas del aparato digestivo. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /8 / 5. Factores que regulan la actividad gastrointestinal Ninguna estructura del organismo trabaja de manera aislada. La actividad del aparato digestivo repercute sobre el resto del organismo, al igual que el resto de los sistemas y aparatos le afectan a él. Entre estos sistemas destacan el sistema nervioso y el sistema endocrino, los cuales juegan un papel importante en la regulación de la actividad gastrointestinal. La parte del sistema nervioso que se encarga de dirigir los movimientos y las secreciones del tracto digestivo es el sistema nervioso autónomo (del que profundizaremos en el tema 15), el cual se ocupa del control de las respuestas involuntarias de órganos y glándulas a través de: El sistema nervioso simpático: inhibe la actividad gastrointestinal a través de los neurotransmisores adrenalina y noradrenalina (hormonas estudiadas en la unidad 16). El sistema nervioso parasimpático: estimula la actividad secretora y la motilidad en el intestino gracias a la acción de la acetilcolina. El sistema endocrino actúa a través de la liberación de hormonas capaces de regular el sistema gastrointestinal. Muchas de estas hormonas no tienen una sola célula diana y actúan en otros muchos sistemas y aparatos. A continuación, se muestran algunos ejemplos: Hormona Lugar de liberación Funciones Regula las secreciones Gastrina Estómago gástricas y la motilidad Secretina Intestino delgado Libera agua y bicarbonato Estimula páncreas y vesícula biliar. Colecistocinina Intestino delgado Ralentiza el vaciamiento gástrico Péptido inhibidor gástrico Intestino delgado Libera insulina Tabla 1. Hormonas secretadas al tubo digestivo y sus funciones. / 6. El proceso de digestión La digestión es un proceso químico en el cual se transforman las macromoléculas de los alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas que puedan ser incorporadas en las células. Podemos diferenciar seis acciones diferentes dentro del proceso de digestión: Ingestión: acción de entrada del alimento y líquidos en el aparato digestivo. Secreción: liberación de jugos digestivos. Digestión mecánica: disgregación mecánica del alimento por los dientes, estómago e intestinos. Aquí también se dan los procesos de mezclado y propulsión. Digestión química: descomposición química de los alimentos por la secreción de enzimas en la boca, estómago e intestinos. Absorción: paso de los nutrientes desde el aparato digestivo al interior celular. Defecación: eliminación de desechos no digeridos por el tracto digestivo. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO /9 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional De manera general, para llevar a cabo un buen proceso de digestión es fundamental: Movimientos peristálticos: son una serie de movimientos que se encargan de mezclar y propulsar la comida para su avance a lo largo del tubo digestivo a una velocidad adecuada para su digestión y absorción. Secreción de sustancias: a través de glándulas secretores localizadas a lo largo del tubo digestivo. Estas glándulas pueden secretar enzimas digestivas (desde la boca hasta el íleon) y moco, que lubrica y protege la superficie interna del tubo digestivo. La secreción de moco facilita el paso de la comida a lo largo del tubo sin causar daños al epitelio. Flora digestiva: o flora bacteriana. Existe una media de cuatrocientas especies de bacterias que conviven, de manera simbiótica, en el organismo. Se localizan, en su mayoría, en el colon, aunque se pueden observar también a lo largo de todo el tubo digestivo. La presencia de esta flora bacteriana es importante porque cumplen dos funciones: función metabólica (colaboran en la síntesis de ácidos grasos y vitaminas, y en la absorción de minerales como calcio, hierro o magnesio) y función inmunológica (provocando un efecto barrera frente a microorganismos patógenos). Audio 2. “Probióticos” https://bit.ly/2Ch9bcC 6.1. Digestión en la boca y en el estómago La digestión comienza en la boca, donde los alimentos sufren disgregación en el proceso de masticación, proceso donde participan los dientes y la acción química de la saliva. La saliva contiene una enzima, denominada amilasa salival o ptialina, gracias a la cual comienza la digestión de los glúcidos. Además, la saliva contiene moco, lo que permite que las partículas del alimento se adhieran entre sí y se lubrica la masa para facilitar su deglución (proceso de tragar). La masa masticada, denominada bolo alimenticio, pasa a la faringe bajo control voluntario. En este paso da comienzo la fase de deglución. El bolo alimenticio recorre el esófago, donde el proceso de deglución es involuntario, y llega al estómago, donde se almacena temporalmente. Durante este tiempo, el bolo sufre la acción del jugo gástrico, secreción acuosa compuesta por: Mucus y bicarbonato: cuya función es proteger las paredes del estómago del pH ácido al que se ve sometido. Ácido clorhídrico: es un componente químico corrosivo de bajo pH. Tiene una función protectora y, además, favorece la digestión de las proteínas. Pepsina: su función es proteolítica, es decir, se encarga de romper los enlaces peptídicos que unen a los aminoácidos. Lipasa gástrica: es la encargada de disgregar las grasas de los alimentos. Factor intrínseco: son glicoproteínas que se unen a la vitamina B12 para protegerla del proceso digestivo y pueda ser absorbida en el íleon. TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general / 10 Durante este proceso, el bolo alimenticio se vuelve semilíquido y pasa a denominarse quimo. Audio 3. “Las glándulas salivares” https://bit.ly/3ezRoub 6.2. Digestión en el intestino delgado Una gran parte del proceso digestivo se realiza en el intestino delgado, en la zona del duodeno. El quimo sale del estómago y alcanza esta parte del intestino, donde se mezcla con las siguientes secreciones: Jugos duodenales: destaca la presencia de la hormona colecistoquinina, la cual estimula la secreción de bilis hacia el duodeno y la apertura del esfínter que une al duodeno con el páncreas (estudiaremos esta hormona en el tema 16). Jugo pancreático: interviene en la digestión de todos los alimentos orgánicos. Está compuesto por: Enzimas proteolíticas: como la tripsina, quimiotripsina, carboxipolipeptidasas, ribonucleasas y desoxirribonucleasas. Amilasa pancreática: responsable de la descomposición de carbohidratos. Bicarbonato: se encarga de neutralizar la acidez del quimo. Bilis: líquido amarillo verdoso producido por el hígado. Se almacena en la vesícula biliar y se vierte en el duodeno. Participa en la digestión de las grasas (convirtiéndolas en gotas muy pequeñas) debido a sus propiedades emulsionantes, facilitando posteriormente su absorción. Otra de sus funciones es convertir sustancias tóxicas en inocuas. Tras este proceso de digestión intestinal, el quimo se convierte en una sustancia líquida mucho más fluida y pasa a denominarse quilo. Gracias a la textura que adquiere el quilo, los componentes que lo forman ya pueden empezar a ser absorbidos a través de las paredes del intestino. Fig 5. Tabla donde se resume la digestión de las diferentes biomoléculas que se adquieren por la dieta TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO / 11 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional / 7. La absorción de los nutrientes Durante el proceso de digestión las moléculas complejas que forman los alimentos se transforman en moléculas sencillas de bajo peso molecular, moléculas como, por ejemplo, monosacáridos, aminoácidos, ácidos grasos, glicerol, etc. Estas moléculas están listas para ser absorbidas en el intestino delgado por las microvellosidades. El material resultante de la digestión y absorción que quede a la luz del tubo del intestino delgado pasará al intestino grueso, donde sufrirá la absorción del agua y minerales. Existen diferentes mecanismos de absorción para las moléculas: Difusión: es un mecanismo que funciona a favor de gradiente a través de las membranas. En la difusión hay que destacar el proceso de ósmosis. Durante el proceso de ósmosis, el agua pasa desde una zona de menor concentración de solutos a una zona de mayor concentración, arrastrando con ella algunas moléculas de pequeño tamaño. Otro proceso importante es la difusión facilitada, en la que se requiere la participación de proteínas transportadoras que facilitan la entrada de ciertas moléculas. Transporte activo: este tipo de transporte requiere de un aporte de energía para poder desplazar iones. Este desplazamiento se realiza a través de proteínas intermembrana y en contra de gradiente. Cada transportador puede desplazar distintos nutrientes, por lo que éstos tendrán que competir por su absorción con otros (aunque también existen transportadores para un tipo específico de nutriente). En las unidades 19 y 20 estudiaremos con más detalle los procesos de digestión y absorción de las diferentes biomoléculas. Fig 6. Tipos de difusión facilitada. / 8. Caso práctico 1: “Cambios en la mucosa del intestino delgado” Planteamiento. Debido al proceso de absorción de nutrientes, las paredes del intestino delgado necesitan de una serie de cambios con respecto al resto de las paredes del tubo digestivo que permitan llevar a cabo con éxito el paso de estas moléculas al torrente sanguíneo. Nudo. ¿Qué cambios debe de haber en las paredes del intestino que permitan la absorción de nutrientes?, ¿cómo se consigue un aumento de la superficie de la mucosa? Desenlace. En el intestino delgado, la mucosa se repliega formando unos pliegues circulares macroscópicamente visibles llamados válvulas de Kerckring (cuyo interior es submucosa). Gracias a la numerosa presencia de estas válvulas, el área de superficie de la mucosa intestinal incrementará, reduciendo la velocidad del tránsito intestinal. Otra de las modificaciones que se observan es como la lámina epitelial de la túnica mucosa se encuentra orientada hacia la superficie intestinal, hundiéndose nuevamente y creando proyecciones a modo de dedos de guante llamadas vellosidades intestinales. Fig 7. Microvellosidades intestinales TEMA 7. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general / 12 La superficie de las vellosidades está recubierta por un epitelio cilíndrico simple, una única línea de células epiteliales, entre las cuales se encuentran las células de absorción o enterocitos (células columnares que poseen un borde en cepillo compuesto por microvellosidades), y las células caliciformes (secretoras de mucus). En la base de las vellosidades se disponen unas invaginaciones epiteliales denominadas criptas de Lieberkühn, encargadas de segregar el jugo intestinal; en las criptas se sitúan las células madre de las principales células epiteliales de la mucosa, al igual que las células de Paneth, células encargadas de regular la flora microbiana intestinal. / 9. Caso práctico 2: “¿Qué papel juega el intestino grueso? Planteamiento. Por todos es conocido el papel que tiene el intestino delgado en la digestión, asimilando los nutrientes de los alimentos ingeridos que previamente han sido degradados en moléculas sencillas en la región duodenal. Pero, ¿qué papel juega el intestino grueso en la digestión? Nudo. ¿Qué sustancias quedan y hacia dónde se dirigen? Desenlace. Una vez pasado el intestino delgado, los procesos de absorción aún no han finalizado, es importante que el organismo asimile una serie de compuestos que todavía quedan a la luz del tubo digestivo. En el intestino grueso se absorbe la mayor parte de los líquidos de los alimentos (extrae el agua restante de la comida no digerida) y las vitaminas creadas por las bacterias que habitan en el colon (pequeñas cantidades de vitamina K y biotina, un tipo de vitamina B). Por otro lado, los polisacáridos no digeridos (fibra) son metabolizados a ácidos grasos por las bacterias, permitiendo al organismo absorberlas por difusión pasiva. El bicarbonato secretado en esta región ayuda a neutralizar la acidez resultante de la formación de estos ácidos grasos. La fermentación bacteriana de estos polisacáridos es la responsable de la producción de gases (nitrógeno, dióxido de carbono, metano, etc.) y, por tanto, de las flatulencias. Una vez se ha extraído todo el agua y nutrientes útiles para el organismo, en el colon comienza a formarse la materia fecal que terminará expulsada a través del recto y el ano. Fig 8. Anatomía del intestino grueso / 10. Resumen y resolución del caso práctico unidad En este tema hemos estudiado la anatomía y la fisiología del aparato digestivo, un aparato formado por el tubo digestivo (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso) y las glándulas anejas (glándulas salivares, hígado y páncreas). Para llevar a cabo el proceso de digestión deben darse seis acciones (ingestión, secreción, digestión mecánica, digestión química, absorción y defecación) a través de las cuales los alimentos van sufriendo transformaciones que favorecerán el paso de nutrientes al torrente sanguíneo y a las células. Estas acciones comienzan en la boca, donde se da el proceso de masticación mecánica para disgregar los alimentos y la digestión de glúcidos a través de la enzima amilasa salival. Desde ahí, el bolo alimenticio viaja hacia el estómago a través del esófago, donde la lipasa gástrica (disgrega los lípidos) y el factor intrínseco (facilita la absorción de la vitamina B12) forman el quimo. El quimo pasa al intestino delgado, donde se mezcla con los jugos duodenales, rico en enzimas proteolíticas (digieren las proteínas), y con el jugo pancreático (sus enzimas ayudan a descomponer carbohidratos, proteínas y lípidos). TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /4 / 2. Fisiopatología del aparato digestivo Al igual que el resto de aparatos y sistemas, el aparato digestivo tiene un papel fundamental en la salud, por lo que sus patologías pueden llegar a mermar de manera preocupante al organismo. Las patologías digestivas son aquellos trastornos que se dan en las distintas partes del aparato digestivo. Son de carácter común en la población española. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mitad de los españoles sufre algún tipo de patología digestiva, normalmente provocada por el ritmo de vida acelerado y, en consecuencia, la mala alimentación. A lo largo de esta unidad y la siguiente (destinada al estudio de las glándulas anexas), se describirán aquellas patologías que afectan al aparato digestivo y a sus órganos accesorios. Área del tubo digestivo Principales patologías Trastornos de la secreción (aptialismo y ptialismo o sialorrea), Cavidad oral y faringe caries dental, enfermedad gingivoperiodontal. Trastornos de la deglución (disfagia), divertículos Esófago esofágicos, reflujo gastroesofágico, náuseas y vómitos, hernia de hiato, síndrome de Mallory-Weiss. Estómago Gastritis, úlcera péptica, síndrome de Zollinger-Ellison. Síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn), enterocolitis infecciosa, Intestinos enfermedad diverticular, apendicitis, diarrea y estreñimiento, obstrucción intestinal aguda, síndrome de mala absorción (enfermedad celiaca). Peritoneo Peritonitis. Tabla 1. Principales patologías del aparato digestivo. / 3. Trastorno de la cavidad oral y la faringe: Trastornos de la secreción El proceso digestivo comienza en la boca y continúa por la faringe, por lo que la presencia de trastornos en cualquiera de estas dos estructuras puede dificultar dicho proceso. Como se estudió en la unidad anterior, la saliva juega un papel muy importante en el proceso de digestión, ya que contiene enzimas que ayudan a la degradación de moléculas y lubrica el bolo alimenticio antes de tomar su camino hacia el estómago. Una perturbación en las glándulas salivales puede generar una alteración en su secreción. Podemos diferenciar dos tipos de trastornos en la secreción salival: Aptialismo: se trata de la deficiencia o escasez de saliva. Puede estar provocada por una parotiditis (inflamación de las glándulas salivares) o por deshidratación, ingesta de medicamentos o drogas, o por el síndrome de Sjögren (insuficiencia de actividad de las glándulas secretoras). TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO /5 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Ptialismo o sialorrea: producción excesiva de saliva. Se debe a un doloroso aumento de tamaño de las glándulas. La secreción de saliva en grandes cantidades provoca babeo, irrita la cavidad oral, piel y labios. Puede deberse al embarazo, estomatitis (inflamación de la mucosa bucal), rabia, bocio (aumento de la glándula tiroides), menstruación o enfermedades nerviosas. Es posible que también provoque trastorno del gusto, problemas al articular palabras, indigestión y vómitos (debido al gran volumen de saliva que se traga), sabor metálico, aliento fétido, lengua saburral (capa blanquecina espesa sobre la lengua), decoloración de encías y úlceras en la cavidad oral. La faringe también puede sufrir patologías que dificultan la deglución del alimento y pueden provocar problemas como la asfixia. Entre ellas, destacamos: Disfagia orofaríngea: condición que dificulta el paso de alimentos durante el proceso deglutorio. Puede causar tos y asfixia durante el proceso de deglución. (El concepto de disfagia se explicará más extensamente en el siguiente apartado). Quistes de retención: o engrosamientos conjuntivos de la mucosa faríngea de origen vírico. Es una patología poco frecuente. Normalmente, requiere de intervención quirúrgica. Enfermedades neurológicas: son enfermedades complejas. Provocan problemas en la deglución (disfagia) y broncoaspiración (aspiración accidental de sólidos y líquidos por la vía aérea). Sabías que... La caries dental consiste en la progresiva descalcificación del esmalte; la gingivitis es la inflamación que destruye los tejidos de soporte. / 4. Trastornos del esófago La disfagia es una patología que causa dificultad o imposibilidad para deglutir alimentos sólidos y líquidos. Puede manifestarse de diversas formas, dependiendo de en qué fase del proceso de deglución (salivación, masticación, paso del bolo alimenticio por la faringe, etc.) se manifieste. Entre los signos más frecuentes que indican la presencia de esta patología están: toser, babear, pérdida de peso y voz ronca. Existen dos tipos de disfagia, dependiendo del nivel en el que se origina: la disfagia orofaríngea (vista en el apartado anterior) y la disfagia esofágica. La disfagia esofágica puede estar provocada por numerosas causas, entre las que destacaremos una función inadecuada del anillo esofágico (responsable de los movimientos esofágicos), cánceres y tumores en la zona esofágica o tratamientos agresivos (como la radioterapia). Durante la disfagia, el paciente puede sufrir molestias y dolor a medida que el bolo alimenticio o el líquido se desplazan por el esófago, pudiendo provocar deshidratación y malnutrición, ya que el individuo evitaría la ingesta de alimentos y líquidos, quedando totalmente debilitado. El problema puede ser más serio si, durante esta deglución mal ejecutada, los alimentos y los líquidos alcanzan las vías respiratorias. Esta invasión provocaría graves infecciones pulmonares. Otro trastorno esofágico muy presente en la población es el reflujo gastroesofágico. Este trastorno se produce por un problema en el esfínter esofágico que impide un cierre adecuado, provocando la irritación del esófago por el regreso de los contenidos del estómago. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /6 Los síntomas de esta patología suelen ser: Acidez: los contenidos del estómago irritan de manera prolongada la pared del esófago, dando una sensación de ardor en la zona. Regurgitación ácida: sensación de que los fluidos gástricos suben a través del pecho, pudiendo alcanzar la cavidad oral. Dolor de pecho: jadeos, tos, dolor de garganta, etc. Otras situaciones en las que el reflujo gástrico puede aparecer son en el embarazo, situaciones de obesidad y por el consumo excesivo de alcohol, tabaco y alimentos irritantes. Sabías que... Las náuseas son un malestar a nivel estomacal, pero el vómito lo causa una acción forzada, generada por una contracción fuerte del diafragma. La hernia de hiato ocurre cuando una parte del estómago se desplaza hacia la cavidad torácica subiendo por una pequeña abertura que tiene el diafragma, denominada hiato. Esto conlleva el paso de ácidos del estómago hacia el esófago, provocando su inflamación. Los síntomas más característicos de este trastorno son las molestias, el dolor y la sensación de quemazón en pecho y garganta. Esta sintomatología puede verse intensificada tras la ingesta de comidas copiosas, cuando el paciente se encuentra agachado o acostado, o cuando se incrementa la presión abdominal. La hernia de hiato suele estar causada por un aumento de presión en el abdomen debido a la presencia de toses violentas o vómitos (de manera asidua), sobrepeso, obesidad o embarazo. Para prevenir este trastorno, se aconseja seguir una alimentación saludable, evitar el consumo de alcohol, cafeína, alimentos grasos y frutas cítricas. Otra patología que puede originarse en esta región es el Síndrome de Mallory-Weiss. Este trastorno aparece cuando se producen roturas o desgarros en la membrana mucosa de la zona del esfínter, provocando hemorragias y vómitos violentos. Las hemorragias no suelen ser abundantes y la cicatrización suele ser rápida. Puede aparecer cuando se producen fuertes y prolongados esfuerzos por vomitar o toser, forzando el esfínter y haciendo que su relajación posterior no sea correcta. Los desgarros pueden afectar solo a la mucosa de la zona del esfínter o penetrar en la pared del esófago, donde provoca úlceras e, incluso, inflamación de la cavidad mediastínica (cavidad donde se aloja el esófago). Este síndrome suele relacionarse con personas que consumen de manera excesiva y prolongada bebidas alcohólicas y sufren periodos de arqueo o vómitos intensos. / 5. Trastornos del estómago Los trastornos del estómago pueden provocar, entre otras cosas, problemas a la hora de digerir de manera correcta los alimentos. Dentro de las patologías que pueden originarse en esta región del digestivo podemos destacar la gastritis, que consiste en la inflamación de la mucosa que recubre las paredes del estómago. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO /7 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Generalmente, cursa de manera asintomática, aunque hay personas que, cuando la sufren, experimentan síntomas de distinta índole: dolor abdominal, nauseas y vómitos, acidez, aerofagia (ingestión de aire que genera incomodidad) o pérdida de peso. Si la gastritis alcanza un nivel severo, puede causar heces de color negro y vómitos con sangre. Este trastorno puede aparecer súbitamente (gastritis aguda) o lentamente con el tiempo (gastritis crónica). La causa principal de la gastritis crónica es una infección cuyo agente causal es la bacteria Helicobacter pylori. Según la sintomatología y las consecuencias que tenga, la gastritis puede ser: Erosiva: aprovechando la debilidad de la mucosa estomacal, los ácidos provocan úlceras que pueden llegar a sangrar. Se relaciona con personas que abusan del alcohol y el tabaco. Atrófica: causada por Helicobacter pylori. Causa alteraciones de la membrana interna del estómago e incrementa el riesgo de padecer cáncer de estómago, anemia o mala absorción de nutrientes. Para prevenir la aparición o suavizar los síntomas, se debe evitar el uso prolongado de medicamentos, suprimir la ingesta de alcohol, evitar comidas irritantes y el estrés. Fig. 2. Representación de Helicobacter pylori. 5.1. Ulceras La úlcera péptica consiste en llagas abiertas que se forman en la mucosa estomacal y en la parte superior del intestino delgado. Su síntoma más frecuente es el dolor de estómago. Aunque por el área de estudio se trataría de una úlcera gástrica, existen otro tipo de úlceras úlceras pépticas que pueden originarse fuera del estómago, como son el caso de las úlceras duodenales (llagas que se desarrollan en el interior del duodeno). Estas úlceras gástricas son causadas por un desequilibrio entre el ácido del estómago, la enzima pepsina (enzima encargada de la digestión de las proteínas) y las barreras de defensa del revestimiento del estómago. La sintomatología que cursa esta patología es bastante variada, ya que depende también de la gravedad. Entre los síntomas, destacamos dolor y ardor de estómago, intolerancia a comidas ricas en grasas, náuseas, vómitos de sangre, sangre oscura en las heces o pérdida de peso sin causa aparente. Muchos estudios vinculan la infección de Helicobacter pylori con la aparición de úlceras úlceras pépticas. Esto se debe a que esta bacteria tiene una forma espiral y eso le permite penetrar fácilmente en la mucosa del estómago o el duodeno, produciendo sustancias nocivas que la inflaman y originan lesiones. Otros factores que pueden provocar la aparición de úlceras son el consumo de alcohol, el tabaquismo y el consumo prolongado de medicamentos como los corticoesteroides y los antiinflamatorios. Un tipo especial de trastorno ulcerativo es el Síndrome de Zollinger-Ellison, que está causado por gastrinomas (pequeños tumores en el páncreas o en el intestino delgado) que provocan la secreción en el estómago de grandes cantidades de pepsina y ácido clorhídrico, originando úlceras gástricas y Fig. 3. Úlceras duodenales. duodenales. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general /8 / 6. Trastornos del intestino delgado y grueso Existen numerosas patologías que afectan al intestino delgado y grueso. En este apartado y en el siguiente, vamos a enumerar algunas de las más importantes: El síndrome del colon irritable es un trastorno funcional crónico del tubo digestivo que se caracteriza por la presencia de hinchazón, dolor abdominal y alteraciones en el hábito disposicional (estreñimiento, diarrea o ambos). Su etiología es desconocida y se cree que tiene una causa multifactorial. Entre estos factores destacan: Psicosociales: es un trastorno que tiene más probabilidad de manifestarse en personas que sufren ansiedad, depresión o hipocondría. Sensibilidad intestinal: un aumento de la sensibilidad (ya sea por movimientos o debido a la presencia de distintos alimentos) puede provocar síndrome de colon irritable. Además de los mencionados anteriormente, desequilibrios en la motilidad intestinal y en la microflora fecal pueden ser también precursores de este síndrome. El tratamiento de esta patología consiste en aplicar dietas ricas en proteínas y bajas en grasa, eliminando aquellos alimentos que molesten al paciente y aumentando el consumo de líquido y el ejercicio físico. Otro trastorno es la enfermedad inflamatoria intestinal, la cual genera inflamación en el intestino. Existen dos enfermedades crónicas que se incluyen en esta patología: Colitis ulcerosa: la inflamación se produce en forma de úlceras de mayor o menor gravedad. Generalmente, se localizan en la mucosa del intestino grueso y en el recto. Enfermedad de Crohn: la inflamación se produce a través de llagas que pueden llegar a ulcerarse, provocando una estenosis (estrechez del conducto). En el caso de originarse úlceras, estas pueden atravesar todas las capas del tubo digestivo. Afecta principalmente al intestino grueso y al íleon. En ambos casos, los síntomas varían dependiendo de la gravedad y su localización en el tubo digestivo. Normalmente, tanto en la colitis ulcerosa como en la enfermedad de Crohn, hay fiebre, sudoración nocturna, anemia, Fig. 4. Úlceras provocando estenosis durante el cansancio, pérdida de peso, diarrea y retortijones. desarrollo de la Enfermedad de Crohn. 6.1. Enterocolitis infecciosa y apendicitis La enterocolitis infecciosa es una inflamación del tracto digestivo que provoca enteritis en el intestino delgado (inflamación que puede trasladarse al estómago) y colitis en el colon (inflamación y ulceración). Este proceso está causado por la acción de distintos microorganismos, y según la naturaleza de estos, la infección puede ser: Infección viral: los virus más comunes son los rotavirus (causantes de diarreas graves a nivel mundial), norovirus (provocan cuadros de vómitos y diarreas) y adenovirus (causan diarreas en la población infantil, principalmente). Infección bacteriana: las bacterias más comunes en estas infecciones son aquellas que pertenecen a los géneros Salmonella, Escherichia, Shigella, Campylobacter y Yersinia. El uso prolongado de antibióticos favorece la aparición de un tipo de colitis pseudomembranosa debida al crecimiento incontrolado de Clostridium difficile. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO /9 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Infección protozoaria: el organismo que más provoca estas infecciones es la especie Entamoeba histolytica. Afecta al colon y, en ocasiones, al hígado. Los síntomas más comunes son dolor abdominal, diarrea, inapetencia y vómitos. Otra enfermedad a destacar en esta región es la apendicitis, un trastorno que provoca la inflamación del apéndice (bolsa que se proyecta desde el colon, situada en el lado derecho del abdomen). Esta patología es dolorosa y puede llegar a ser mortal si no se trata a tiempo. Es causada por un bloqueo en el interior del apéndice que provoca un aumento de presión, reducción de su flujo sanguíneo e inflamación. En caso de no tratar este bloqueo, el apéndice puede romperse y la infección diseminarse hacia el abdomen, originando la conocida peritonitis (la cual estudiaremos en el siguiente audio). Los síntomas de la apendicitis se manifiestan a través de dolor abdominal abrupto en la parte derecha que puede venir acompañado de fiebre, estreñimiento o diarrea, nauseas, vómitos… Su tratamiento implica la extirpación del apéndice. Fig. 5. Extracción quirúrgica del apéndice. Audio 1. “La peritonitis” https://bit.ly/2UU4Vpx 6.2. Trastornos de la motilidad intestinal Los trastornos de la motilidad intestinal se definen como alteraciones de los movimientos del tubo digestivo que afectan al tránsito normal de los alimentos desde el estómago hasta el recto. Vamos a centrarnos en dos de ellos, el estreñimiento y la obstrucción intestinal. El estreñimiento es el descenso de la frecuencia normal de deposición de una persona, acompañado de un tránsito con dificultades debido a las características de las heces: secas y duras. El estreñimiento puede aparecer en individuos sanos cuando no se incluyen cantidades adecuadas de fibra en la dieta o no consumen suficientes líquidos. Además, existen otros factores que favorecen la aparición de este trastorno como son el sedentarismo, la ingesta de medicamentos o la edad avanzada. Otra razón que origina este trastorno es padecer algún otro tipo de patología como la enfermedad diverticular, neoplasias o hipotiroidismo (enfermedad que se verá en el tema dedicado al sistema endocrino). Atendiendo a qué zona se encuentra alterada, se pueden diferenciar dos tipos de estreñimiento: Colónico: ocurre cuando se sufre debilidad o parálisis en los músculos del colon y del recto. Espástico: cuando existen alteraciones en la tonicidad (tensión) de la pared intestinal. La obstrucción intestinal se define como el bloqueo total o parcial de la luz del intestino grueso o delgado. Suele cau- sar dolor, distensión abdominal (debido a que se acumulan gases y materia fecal), náuseas y vómitos, e incapacidad de evacuar los gases y la materia fecal. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general / 10 Existen dos tipos de obstrucción: Oclusión intestinal: o íleon obstructivo. Se origina por una causa mecánica, ya que la presencia de cuerpos extraños (torsiones, hernias o tumores) obstaculizan el tránsito intestinal. Pseudoobstrucción intestinal aguda: o íleon paralítico. Es provocado por alteraciones motoras (los músculos no cumplen su función) que impiden el paso. Puede darse cuando hay inflamaciones después de una cirugía. El tratamiento depende de la causa y el tipo de obstrucción. En caso de no existir una obstrucción completa, se puede hacer uso de una succión nasogástrica. En caso de existir una obstrucción completa, es necesario intervenir quirúrgicamente. Audio 2. “La enfermedad diverticular” https://bit.ly/3h60VuE 6.3. Trastornos de la absorción intestinal Este tipo de trastornos ocurren cuando los nutrientes no se absorben de manera adecuada en el intestino delgado. Entre estos, vamos a destacar el síndrome de mala absorción y la enfermedad celíaca. El síndrome de mala absorción ocurre cuando existe una alteración en el proceso de absorción de nutrientes en los intestinos. Puede afectar de manera selectiva (lactosa, Vitamina B12) o que la absorción no se produzca en un segmento específico del intestino. No es una patología primaria, sino que aparece cuando existen otras patologías de la mucosa intestinal, como resultado adverso de una cirugía o por la ingesta de fármacos. Los síntomas son variados, ya que dependen de los nutrientes que no se puedan absorber. Los más comunes son diarrea, flatulencias, dolor, distensión abdominal y pérdida de peso. La enfermedad celíaca o celiaquía es un trastorno autoinmune causado por la gliadina, una fracción tóxica del gluten, proteína que encontramos en las semillas de muchos cereales. Es una enfermedad autoinmune, es decir, las defensas del organismo atacan a las estructuras propias. En este caso, las defensas originan lesiones en la mucosa del intestino como respuesta a la presencia del gluten, provocando inflamación del área afectada. Las personas que padecen esta patología cursan hinchazón abdominal, anemia, flatulencias y trastornos del desarrollo. El tratamiento para este tipo de enfermedad es la eliminación del gluten en la dieta. TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO / 11 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional En la siguiente tabla, veremos las principales patologías: Principales patologías Agua y electrolitos Gradiente osmótico. Diarrea, deshidratación. Amilasa, maltasa, Malestar abdominal, Hidratos de carbono lactasa, sacarasa… diarrea, flatulencias. Deposiciones con Lipasa pancreática, Grasas lípidos, insuficiencia de sales biliares. vitaminas liposolubles Enzimas pancreáticas Debilidad, pérdida Proteínas (tripsina, de masa muscular. quimiotripsina…) Tabla 2. Elementos necesarios para la absorción de nutrientes y manifestaciones en caso de malabsorción. / 7. Caso práctico 1: “La dieta astringente” Planteamiento: Javier padece de síndrome diarreico crónico. Después de realizarse una serie de pruebas, entre las que se encontraban un test genético y una biopsia intestinal, su doctor le comunica que posiblemente la diarrea sea consecuencia de su actual alimentación, y que debe comenzar con dieta astringente. -¿En qué consiste esa dieta, doctor? -pregunta Javier con intriga. Nudo: ¿Qué objetivo debe perseguir esta dieta?, ¿qué tipo de alimentación es adecuada para combatir los efectos de la diarrea? Desenlace: Javier escucha con atención el significado de dieta astringente. Según la explicación del doctor, la dieta astringente tiene como finalidad reducir al máximo la estimulación de las secreciones del tracto digestivo y ralentizar el avance del contenido intestinal, disminuyendo de esta manera el número y el volumen de las deposiciones, al mismo tiempo que se consigue aumentar su consistencia. Así, es recomendable que Javier consuma alimentos ricos en carbohidratos complejos (arroz hervido, patatas, plátanos maduros, manzanas al horno…), evitando productos alimenticios que contengan lactosa, grasas o fibra insoluble, ya que estos productos estimulan las secreciones y la motilidad del tracto digestivo. Fig. 6. Dieta astringente. / 8. Caso práctico 2: “Las defensas del estómago” Planteamiento: Debido a su participación en la digestión mediante la secreción de jugos gástricos, el estómago es un área del tubo digestivo bastante especial, donde se genera un ambiente ácido que puede llegar a ocasionar problemas de salud si es alterado. La región estomacal necesita disponer de mecanismos de defensa que le permitan contrarrestar la acción erosiva del propio ácido segregado, así como la presencia de posibles sustancias y microorganismos nocivos. Nudo: ¿De qué mecanismos de defensa dispone el estómago frente a las posibles agresiones exógenas?, ¿qué compuestos se segregan en el estómago que hagan más resistente al epitelio? TEMA 8. PRINCIPALES PATOLOGÍAS DEL APARATO DIGESTIVO Fisiopatología general / 12 Desenlace: El estómago posee diferentes mecanismos de defensa que pueden contrarrestar las posibles agresiones que se generan por diversos compuestos y microorganismos en la mucosa. En primera línea de defensa, encontraríamos el mucus, sustancia segregada por las células epiteliales en superficie que protege la mucosa de la acción del ácido, así como de las enzimas úlceras pépticas. Junto al mucus, la liberación de bicarbonato refuerza esa protección, al mismo tiempo que lubrica las paredes del estómago y ayuda a retener agua. Por otro lado, sustancias como la prostaglandina y los factores de crecimiento son también secretadas por el epitelio y dan mayor fortaleza a las paredes de la mucosa. Cuando hay lesiones de la mucosa, las células epiteliales son estimuladas para formar una capa compuesta de moco, lípidos, fibrina y restos celulares que ayudan a generar un ambiente óptimo para regenerar las zonas dañadas. Fig. 7. Fórmula de la prostaglandina. / 9. Resumen y resolución del caso práctico de la unidad En esta unidad, hemos aprendido los trastornos que afectan al aparato digestivo, tanto en su parte superior como inferior. En la parte superior, destacamos las enfermedades que se originan en la cavidad oral y la faringe: trastornos de secreción salival, caries dental y la enfermedad gingivoperiodontal; los trastornos que afectan al esófago: disfagia, hernia de hiato o el reflujo gastroesofágico, y las alteraciones fisiopatológicas en el estómago, como la gastritis o las úlceras pépticas. En la parte inferior del tracto digestivo, hemos estudiado las patologías que afectan al intestino delgado y grueso, entre las que podemos destacar el síndrome de colon irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal, la enterocolitis infecciosa, la enfermedad diverticular, la apendicitis y la peritonitis. Además, hemos visto que existen otros trastornos que afectan a la absorción intestinal, como la enfermedad celíaca y el síndrome de mala absorción, y a la motilidad intestinal, como el estreñimiento y la obstrucción intestinal. Resolución del Caso práctico de la unidad Como hemos visto al principio de la unidad, el padre de Alberto tenía un dolor en la parte inferior derecha del abdomen desde el miércoles por la tarde. El sábado por la mañana, Alberto tuvo que llevarlo al hospital, donde le dijeron que tenían que operarlo con urgencia, ya que su apéndice había reventado. Cuando un apéndice se rompe, debido a una obstrucción que se produce en su interior, la infección se disemina llegando al peritoneo. El peritoneo es una membrana que recubre las paredes abdominales internas y a los órganos que se alojan allí. Cuando la infección proveniente del apéndice llega al peritoneo, este puede romperse y provocar una infección más grave aún e, incluso, mortal. En muchos casos, la solución viene dada por la administración de antibióticos, pero en otros, como en el caso del padre de Alberto, es necesaria la intervención quirúrgica. TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES Fisiopatología general /4 / 2. Los órganos accesorios. Generalidades El aparato digestivo posee órganos accesorios o anexos que contribuyen a su funcionamiento junto con el llamado sistema hepatobiliar. Este sistema está compuesto por la vesícula biliar junto con una serie de conductos (que se estudiarán más delante en la unidad) encargados de transportar las secreciones de los órganos accesorios a la región del duodeno. El papel que juegan estos órganos anexos junto al sistema hepatobiliar en el proceso de la digestión es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Los órganos son los siguientes: El hígado: es el productor de bilis (secreción líquida que participa en la digestión de las grasas). Entre sus otras muchas funciones, podemos citar la captación, almacenamiento y distribución de nutrientes, la síntesis de proteínas plasmáticas y la degradación y eliminación de fármacos y toxinas. Vesícula biliar: es la encargada de almacenar y concentrar la bilis para, posteriormente, ser vertida en el intestino delgado. Páncreas: es el encargado de secretar enzimas implicadas en la digestión de los hidratos de carbonos, lípidos y proteínas. Existe también el páncreas endocrino, el cual estudiaremos en la unidad 16. Fig. 2. Hígado, vesícula biliar y páncreas. / 3. El hígado. Estructura anatómica e histológica El hígado es la glándula más grande del organismo. Ocupa la parte superior derecha del abdomen y está rodeado de una delgada cápsula de tejido conectivo, denominada cápsula de Glisson, y por el peritoneo visceral. Este órgano posee una irrigación sanguínea especial, ya que recibe sangre arterial y venosa. Este sistema de irrigación está formado, principalmente, por: Vena porta: ingresa sangre venosa cargada de sustancias que serán absorbidas por el intestino (nutrientes y sustancias tóxicas), y producidas por el bazo (células sanguíneas y productos de degradación) y por el páncreas (insulina y glucagón). Arteria hepática: proporciona sangre arterial a la glándula, es decir, sangre oxigenada. Una vez dentro del hígado, esta sangre se mezcla con las sustancias llegadas de la vena porta para luego ser drenada por unos canales vasculares denominados sinusoides hepáticos. La sangre circulante entra en contacto con los hepatocitos (células del hígado), lo que permite un intercambio de sustancias entre sangre y células hepáticas. Para eliminar productos extraños, células sanguíneas defectuosas o bacterias, los hepatocitos están rodeados por las células de Kupffer, macrófagos capaces de fagocitar todo lo anterior. La estructura del hígado está dividida por unas profundas hendiduras en dos grandes lóbulos (derecho e izquierdo). Cada lóbulo se encuentra, a su vez, dividido en secciones por pequeños vasos sanguíneos y hebras fibrosas, denominadas lobulillos. Cada lobulillo es una unidad funcional del hígado formada por placas de hepatocitos apiladas. Cada lobulillo se organiza alrededor de una vena central. Sabías que... La hepatitis A suele generar una enfermedad benigna y autolimitada, no produce hepatitis crónica (al contrario que la B, C y D). TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES /5 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional 3.1. Funciones fisiológicas del hígado. La producción de bilis Una de las funciones importantes que cumple el hígado es la producción de bilis. La bilis es un líquido amarillo verdoso de sabor amargo que es producido por los hepatocitos. Su secreción es muy importante para que se dé el proceso digestivo y la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino. Está compuesta por agua, sales biliares, bilirrubina, colesterol y subproductos del metabolismo, siendo las sales biliares las protagonistas en el proceso digestivo. La bilis fluye hacia la periferia del hígado a través de unos canales tubulares denominados canalículos biliares que se encuentran en los lobulillos. Estos canales se sitúan entre las membranas de los hepatocitos adyacentes. Además de la producción de bilis, el hígado cumple otras muchas funciones: Metabolismo de hormonas y fármacos: la bilis es la encargada de transportar los productos de degradación de las sustancias que son metabolizadas por el hígado. Síntesis de proteínas plasmáticas: síntesis de fibrinógeno (precursor de la fibrina), factores de coagulación (ayudan a controlar el sangrado) y albúmina (mantenimiento del líquido en el interior de los vasos sanguíneos y control del pH en sangre, entre otras cosas). Síntesis de aminoácidos no esenciales. Mantenimiento de las concentraciones sanguíneas de glucosa: síntesis y almacenamiento de glucógeno, síntesis de glucosa a partir de glucógeno y síntesis de glucosa de novo a partir de sustratos no glucídicos. Almacenamiento de vitaminas y minerales. Regulación de las concentraciones de lipoproteínas de muy baja densidad. Audio 1. “La circulación enterohepática” https://bit.ly/2UUZJ4H / 4. La vesícula biliar La vesícula biliar es un saco muscular distensible en forma de pera que está ubicado sobre la cara inferior del lóbulo hepático derecho. Es el sitio de almacenamiento y de concentración de la bilis, que se secreta continuamente. En circunstancias normales, la bilis se concentra en la vesícula biliar hasta que la presencia de alimentos en el duodeno, especialmente de alimentos grasos, desencadena la contracción y vaciamiento de la vesícula biliar. Esta secreción al duodeno sigue el siguiente camino: La bilis viaja a través del conducto cístico, procedente de la vesícula biliar, hasta el colédoco, conducto que surge de la fusión de este con el conducto hepático. La bilis recorre el colédoco y alcanza un pequeño tubo dilatado llamado ampolla de Vater o ampolla hepatopancreática (ampolla formada tras la unión del conducto pancreático al colédoco). La bilis es vertida desde la ampolla de Vater al duodeno a través del esfínter de Oddi. Al conjunto de conductos intra y extrahepáticos que participan en el transporte de la bilis y el jugo pancreático se le conoce con el nombre de árbol hepatobiliar. TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES Fisiopatología general /6 La vesícula biliar está compuesta por una mucosa muscular constituida por fibras de músculo liso y una capa perimuscular de tejido conectivo. La mucosa muscular se contrae cuando es estimulada por los productos de la digestión situados en el duodeno. La vesícula biliar destaca, principalmente, por dos funciones: Almacenar y concentrar la bilis, para enviarla al duodeno durante la digestión. Emulsionar las grasas para favorecer su absorción. Fig. 3. Vesícula biliar y sus partes. / 5. Principales enfermedades del hígado y la vesícula biliar Existen patologías que afectan al funcionamiento del hígado y la vesícula biliar, dificultando sus funciones. La hepatitis es la patología hepática más común y consiste en una inflamación aguda o crónica del hígado. Cuando el organismo comienza a padecer la patología aparecen signos como la fatiga, el dolor o distensión abdominal, pérdida de peso e ictericia (signo que estudiaremos más adelante). Entre las posibles causas que originan esta enfermedad, encontramos: Infecciones microbianas: normalmente, causadas por virus conocidos como virus hepatotropos, los cuales producen distintos tipos de hepatitis (A, B, C, D y E). Los distintos tipos se diferencian según la naturaleza del virus. Fallos en las células inmunitarias del organismo: se considera hepatitis autoinmune y es causada por las propias células de defensa del organismo. Es crónica y progresiva. Suele cursar, mayoritariamente, en mujeres. Ingesta excesiva de alcohol: el desarrollo de la enfermedad depende de la dosis y la duración de la ingesta de alcohol. Cuando el consumo de alcohol es medianamente elevado, las células hepáticas comienzan a almacenar grasa, aumentando su tamaño en un proceso denominado esteatosis hepática. Este almacenamiento de grasa le da un tono amarillento al órgano. Cuando el consumo de alcohol es reiterativo, los hepatocitos comienzan a morir, empezando a desarrollarse una hepatitis alcohólica (durante esta fase de la hepatitis el cerebro puede verse afectado). Si la ingesta se prolonga en el tiempo, se puede originar un trastorno denominado cirrosis, el cual estudiaremos más adelante. Sobredosis de fármacos: depende del tipo de fármaco que se consuma y del estado de salud del individuo. Debido a estas variables, se pueden dar distintos signos como la disminución del flujo normal de la bilis hacia el duodeno (colestasis), reacciones alérgicas o inmunitarias, o la muerte de los hepatocitos. Los fármacos más consumidos por la población y que pueden generar estos efectos son el paracetamol y los antibióticos como la amoxicilina y la eritromicina. La litiasis biliar es una patología que se caracteriza por la presencia de depósitos duros de bilis (cálculos) en el interior de la vesícula biliar. Basándonos en las características epidemiológicas y los factores de riesgo, podemos diferenciar dos tipos de litiasis: Litiasis de colesterol: aparece cuando se dan anomalías en el metabolismo de las sales biliares y del colesterol. La pueden sufrir aquellos individuos que consumen dietas pobres en fibra y ricas en grasas, que sufren patologías hepáticas crónicas o que presenten obesidad. Es muy común en los países occidentales. TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES /7 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Litiasis pigmentaria: patología aún en estudio. Ocurre cuando se presentan anomalías en el metabolismo de la bilirrubina (pigmento de la bilis). Si ocurre en pacientes que sufren cirrosis o infecciones bacterianas, se denomina litiasis pigmentaria negra. Si se da como consecuencia de una enfermedad hemolítica, se denomina litiasis pigmentaria marrón. La coledocolitiasis consiste en la ocupación total o parcial del colédoco por cálculos que provocan su obstrucción. Estos cálculos se originan en la vesícula y, desde ahí, se instalan en el colédoco. Los cálculos pueden originarse por distintos factores, pero los que más los favorecen son la edad avanzada, ser mujer, la genética, embarazo, obesidad, diabetes o cirrosis. La colangitis afecta a los conductos hepáticos y biliares, provocando una obstrucción del conducto biliar debido a la inflamación de la zona o por la presencia de una infección. Si no se trata, con el tiempo puede dar lugar a un proceso cirrótico. Los factores de riesgo son la edad, genéticos y pertenecer al sexo femenino. La colecistitis provoca una inflamación aguda o crónica de la vesícula biliar producida, generalmente, por la presencia de cálculos, tumores o infecciones. Si no se trata, puede llegar a causar la rotura de la vesícula. Fig. 4. Vesícula afectada por litiasis biliar. / 6. Caso práctico 1: “La cirrosis” Planteamiento: A Enrique le han detectado cirrosis y acude a la consulta para que le prescriban una dieta. Una vez le han realizado mediciones corporales y estudian su historial clínico, se observa que en las últimas fechas ha perdido grasa y masa muscular. Enrique se muestra preocupado por su cambio de aspecto y le pide al profesional que le explique por qué le está pasando eso desde un punto de vista metabólico. Nudo: ¿Sabrías explicar esos cambios en base a la patogenia de la cirrosis?, ¿podrías darle alguna pauta alimenticia a seguir? Desenlace: La cirrosis es un síndrome que aparece después de años padeciendo alteraciones en el hígado. Puede considerarse la fase terminal de diversos trastornos hepáticos crónicos, donde gran parte del tejido hepático funcional es sustituido por tejido fibroso, alterando el flujo de los canales vasculares y los sistemas del conducto biliar, y provocando hipertensión portal, obstrucción de los canales biliares, pérdida de células hepáticas y, en último término, insuficiencia hepática. Generalmente, se asocia con el consumo excesivo de alcohol (enfermedad del hígado graso alcohólico visto anteriormente), pero también puede tener otros orígenes. Dentro de las posibles recomendaciones dietéticas, los pacientes que padecen cirrosis deben beber abundante agua y evitar el consumo de alcohol. En general, si no hay contraindicación médica alguna, pueden comer todo tipo de alimentos (carne, pescado, legumbres, frutas, verduras, huevos, etc.), alimentos que deben estar repartidos en cinco o seis tomas a lo largo del día. Audio 2. “Consecuencias de la cirrosis” https://bit.ly/3h6y0Xu TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES Fisiopatología general /8 / 7. El páncreas El páncreas es una glándula anexa ubicada sobre la pared posterior del abdomen, entre el duodeno y el bazo. No posee cápsula verdadera, pero está rodeado por una fina capa de tejido conectivo. Está dividida en numerosos lóbulos a través de finos tabiques de tejido conectivo. Se pueden distinguir tres regiones anatómicas: Cola: es aplanada y alargada. Se extiende hasta el hilio (depresión) del bazo. Cuerpo: es la parte central. Se extiende desde el istmo (también denominado cuello) del páncreas hasta la cabeza. Cabeza: es la zona más voluminosa. Se encuentra rodeada por el arco del duodeno. Por el interior del páncreas discurre un conducto denominado conducto mayor o de Wirsung, el cual recorre todo el páncreas desde la cola hasta la cabeza, desembocando en la ampolla de Vater. El páncreas se considera una glándula mixta, ya que tiene función exocrina y endocrina: Función exocrina: formada por unas células denominadas acinosas. Es la parte encargada de sintetizar el jugo pancreático, que se secreta al duodeno a través de conductos. Función endocrina: se compone por las células de Langerhans, responsables de la producción de insulina y glucagón, de vital importancia para el metabolismo de los hidratos de carbono (que estudiaremos más a fondo en la unidad 16). Estas hormonas son liberadas al torrente sanguíneo. Fig. 5. Dibujo del páncreas y sus partes. 7.1. Funciones del páncreas exocrino La región exocrina ocupa, respecto a la parte endocrina, un área mayor en el órgano. Su zona funcional es la llamada acino pancreático (donde se sitúan las células acinares). TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES /9 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional Las células acinares son las responsables de segregar el jugo pancreático, jugo compuesto por: Enzimas digestivas: son liberadas al duodeno. Dependiendo de su función, podemos distinguir las siguientes enzimas: Proteolíticas: participan en la degradación de proteínas originando aminoácidos. Entre estas enzimas proteolíticas destacan la tripsina, la quimiotripsina y la carboxipeptidasa. Lipolíticas: participan en la degradación de los lípidos. Algunos ejemplos son la lipasa pancreática (encargada de la hidrólisis de triacilgliceroles y ácidos grasos) y la fosfolipasa (que hidroliza los enlaces éster de los fosfolípidos). Nucleasas: escinden las nucleoproteínas (proteínas asociadas a ácidos nucleicos). Bicarbonato: desempeña un papel esencial en la neutralización de la acidez del quimo. Agua. Otras proteínas. La regulación del páncreas exocrino es, en principio, hormonal, pero también nerviosa. Regulación hormonal: está mediada por la secreción de dos hormonas: Secretina: es liberada al torrente sanguíneo ante la presencia del quimo ácido. Estimula la síntesis del jugo pancreático rico en bicarbonato y agua, pero pobre en enzimas. Su presencia refuerza la acción de la colecistoquinina. Colecistoquinina: es secretada ante la presencia de quimo rico en proteínas, ácidos y grasas. Estimula la secreción de grandes cantidades de enzimas digestivas. Además, desencadena la contracción y el vaciamiento biliar. Fig. 6. Acino pancreático. Regulación nerviosa: es ejercida por el sistema nervioso parasimpático (que estudiaremos a fondo en el tema 15). 7.2. Principales enfermedades del páncreas Existen varias patologías que pueden desarrollarse en el páncreas. En esta unidad vamos a destacar dos de ellas: la pancreatitis y la fibrosis quística. La pancreatitis consiste en una inflamación del páncreas. Ocurre cuando las enzimas digestivas, especialmente la tripsina, se activan en el páncreas en vez de en el duodeno, provocando que los acinos se inflamen. Se pueden diferenciar dos tipos de pancreatitis: Aguda: ocurre en un breve periodo de tiempo y, una vez ha pasado, el páncreas tiende a regresar a su estado normal. Se genera un aumento de enzimas pancreáticas en sangre y en orina. El signo más común es el dolor abdominal. Crónica: en este tipo, el daño que se produce es irreversible y la función del páncreas se ve afectada. Se destruyen tanto las células endocrinas como las exocrinas, sustituyéndolas por Fig. 7. Daños provocados por la pancreatitis material fibrótico (zona de cicatrización). aguda. TEMA 9. HÍGADO Y PÁNCREAS. PRINCIPALES Fisiopatología general / 10 Fibrosis quística: es una enfermedad congénita y se comporta como una pancreatitis crónica. El páncreas presenta múltiples quistes o zonas en las que el tejido pancreático es sustituido por un líquido mucoso. Esto provoca que la glándula pueda llegar a atrofiarse. / 8. Prevención de las enfermedades hepatobiliares Para evitar cualquier tipo de alteración hepática es importante seguir una serie de recomendaciones: Reducir el consumo de alcohol: nuestro hígado sufre especialmente cuando consumimos alcohol. Cuando el alcohol es metabolizado, se descompone en acetaldehído y, más tarde, en acetato. El acetaldehído provoca que los niveles de triglicéridos aumenten y, en consecuencia, los depósitos de grasas en el hígado. Conforme el hígado se va saturando de estos depósitos, sus funciones se ven mermadas hasta que termina siendo incapaz de llevarlas a cabo. El consumo continuo y descontrolado de alcohol está considerado un factor de riesgo. Evitar el sobrepeso u obesidad: ya que puede provocar la acumulación de grasa visceral alrededor del hígado. Además, otros problemas asociados al sobrepeso, como la diabetes, favorecen también la aparición de problemas hepáticos. Reducir los factores de riesgo que favorezcan infecciones virales: como hemos visto anteriormente, existen distintos tipos de hepatitis provocadas por virus, por lo que cada una tendrá unas recomendaciones diferentes. Por ejemplo, la hepatitis C se transmite Fig. 8. El consumo de alcohol es uno de los a través de la sangre del individuo portador, mientras que la hepatitis factores más influyentes en las enfermedades B puede transmitirse por sangre o por vía sexual. hepatobiliares. Estas recomendaciones deben acompañarse de medidas como el uso de vacunas, uso de equipo esterilizado, uso de preservativo, un mayor control higiénico de los productos alimenticios y el seguimiento de una dieta equilibrada y saludable. / 9. Caso práctico 2: “La bilirrubina y los problemas de ictericia” Planteamiento: Marcos llevaba tiempo sin ver a su abuelo y su madre le dijo que fuera a visitarlo. Cuando Marcos llega a casa de su abuelo lo nota con un color de piel extraño, apagado, como amarillento. Su madre, nutricionista, le dice que ese color se debe a que tiene “ictericia”. Marcos desconoce qué es la ictericia y no puede evitar preguntar su origen. Mamá, ¿qué provoca la ictericia? -pregunta Marcos. Nudo: ¿A qué es debida la ictericia?, ¿está siempre relacionada con problemas hepáticos? Desenlace: Como bien sabe la madre de Marcos, la ictericia es una decoloración amarillenta de la piel y los tejidos profundos (tiene afinidad por el tejido elástico), producida por concentraciones anormalmente elevadas de bilirrubina en sangre (sustancia que le da a la bilis su color). Esta bilirrubina es generada cuando los hematíes o glóbulos rojos se degradan en el organismo, ya que alcanzan un estado de envejecimiento que impide su correcto funcionamiento. Esta degradación se produce a nivel del bazo, principalmente, del hígado y, en menor medida, en la médula ósea en un proceso llamado hemocatéresis.