Generalidades Sobre El Desarrollo Psicomotor PDF
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Hospital Italiano de Buenos Aires
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This document discusses general aspects of child psychomotor development. It explains the dynamic and holistic nature of this process, highlighting the importance of various factors. It further elaborates on the evaluation process, including identifying potential delays in development.
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LA EVALUACIÓN DEL DESARROLLO PSICOMOTOR El concepto de desarrollo implica la adquisición de nuevas funciones. El desarrollo psicomotor comprende las funciones de las áreas sensorial, motora y social (también conocida como área de la conducta) que adquiere el niño a lo largo de su infancia. Este des...
LA EVALUACIÓN DEL DESARROLLO PSICOMOTOR El concepto de desarrollo implica la adquisición de nuevas funciones. El desarrollo psicomotor comprende las funciones de las áreas sensorial, motora y social (también conocida como área de la conducta) que adquiere el niño a lo largo de su infancia. Este desarrollo se produce en etapas con límites no tan precisos cuyos comportamientos son dinámicos. La evaluación del desarrollo psicomotor se realiza observando el grado de maduración alcanzado por cada niño según su edad en las áreas sensorial, motora y social. El desarrollo psicomotor presenta características comunes a todos los niños: 1) Es un proceso dinámico, continuo e integral en el que las etapas se suceden en forma pautada y previsible y no en forma arbitraria; 2) Cada etapa es un sostén de la anterior; 3) No existe una correlación matemática entre la edad cronológica y la aparición de cada etapa, ya que estas dependen de diferentes factores y pueden existir etapas de aceleraciones o retrasos en niños normales; 4) El desarrollo se produce en sentido céfalo-caudal (el sostén cefálico antecede a la marcha) y en dirección próximo-distal (primero se controla el movimiento de los hombros y después el de las manos); 5) Primero se adquiere la capacidad grosera para desarrollar una actividad y luego se refina; 6) Las pautas de desarrollo siempre están influidas por factores personales, biológicos, genéticos y ambientales (familia, medio, alimentación, etcétera). Evaluación del desarrollo psicomotor Cada niño se desarrolla en forma singular, aunque todos siguen la misma secuencia. Existen ciertos tiempos considerados normales (rango normal) que son los que ayudan al médico para determinar si un niño se está desarrollando normalmente. Para alcanzar una pauta determinada, tiene que haberse cumplido una serie de etapas en las cuales se apoya la nueva adquisición; es decir, para que un niño pueda correr, por ejemplo, tiene que haber aprendido a caminar. La falta de un logro a una edad determinada significa que ese niño tiene un mayor riesgo de sufrir un retardo en su desarrollo, pero no determina que pueda establecerse un diagnóstico de retraso psicomotor. Para decir que un niño tiene un retraso psicomotor, deberán afectarse varias áreas a la vez, deberá haber numerosas faltas en los logros esperados para la edad y estas deberán mantenerse en el tiempo. Para realizar una adecuada evaluación del desarrollo psicomotor es importante que el médico cuente con tiempo suficiente y con un espacio físico agradable, cálido, sin ruidos molestos ni interrupciones. Es conveniente realizar la evaluación con el niño tranquilo y relajado, preferentemente antes del examen físico. No se aconseja evaluar el desarrollo psicomotor si el niño llora, está irritable, con sueño o enfermo. No es indispensable realizar todas las pruebas descriptas para cada área, sobre todo cuando es obvio que el niño se desarrolla normalmente. Cuando el médico detecta a un niño de riesgo, ya sea por sus antecedentes perinatológicos o familiares o porque hay una determinada pauta que no se ha cumplido, es conveniente realizar la mayor cantidad de pruebas correspondientes a dicha edad en todas las áreas (motora, del lenguaje y social) para llegar a un diagnóstico de certeza. El número de pautas por evaluar en cada encuentro queda a criterio del médico. El examen se adecua a las características del paciente, de su familia y a la posibilidad de continuar con el seguimiento. Se denomina pauta de cuidado a la situación clínica en la cual un niño no cumple con una pauta de desarrollo esperada para la edad, pero está cerca del límite máximo normal de la edad en la cual esta debe adquirirse (por ejemplo, un niño de tres meses que aún no ha logrado el sostén cefálico). Si en la evaluación general del desarrollo psicomotor se detecta solo una pauta de cuidado, puede interpretarse que el déficit es secundario al tiempo singular de ese niño y debe evaluarse la misma pauta en el próximo control para determinar si fue adquirida o no. Se denomina pauta de retraso psicomotor o madurativo cuando la pauta no se ha adquirido y la edad máxima (rango máximo) ya ha pasado (por ejemplo, un niño de cuatro meses y medio que aún no ha logrado el sostén cefálico). La evaluación psicomotriz debe interpretarse como sospechosa o de riesgo si el niño tiene dos o más pautas de cuidado más una de retraso o si presenta dos o más pautas de retraso madurativo. Si la evaluación determina que el niño es de riesgo, el médico deberá descartar, en una nueva evaluación realizada tras un corto tiempo, factores que pudieran haber provocado o confundido el primer examen (enfermedad, cansancio, falta de colaboración, miedo, causas ambientales, mudanzas, fallecimientos, etcétera). Si en el nuevo examen clínico la pauta se ha adquirido, el médico comprenderá que el retraso se pudo deber a una diferencia en el desarrollo singular de ese niño, y continuará controlándolo de manera habitual. Si en el nuevo examen clínico el déficit persiste, el médico tendrá que proveer a la familia de pautas y estrategias de estimulación para la resolución del problema detectado o deberá realizar una consulta neurológica. El objetivo de las pautas de estimulación es evaluar si el retraso se debe a una falta de estímulo del medio familiar o está originado en un trastorno neurológico. Luego de un tiempo, vuelve a evaluarse al niño para determinar si, tras una mayor estimulación, ha adquirido la pauta deficitaria. Si el retraso persiste luego de un período de estimulación, el médico de familia deberá realizar una evaluación conjunta o una interconsulta con el neurólogo infantil, quien realizará múltiples pruebas diseñadas específicamente para cada edad. Es muy difícil determinar mediante una única evaluación psicomotriz si un niño presenta un retraso. Siempre debe realizarse un segundo examen en otra consulta para descartar factores confundidores. Si el déficit se confirma en un segundo examen, el médico tendrá que dar pautas de estimulación a la familia. Si el déficit persiste luego de un tiempo, deberá consultarse con el neurólogo infantil.