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No confunda lo digital con la digitalización 29 de septiembre de 2017 Tiempo de lectura: 5 min. ​Jeanne Ross La digitalización implica la estandarización de los procesos comerciales y está asociada con la reducción de costos y la excelencia operativa. En esencia, impone disciplina en los procesos c...

No confunda lo digital con la digitalización 29 de septiembre de 2017 Tiempo de lectura: 5 min. ​Jeanne Ross La digitalización implica la estandarización de los procesos comerciales y está asociada con la reducción de costos y la excelencia operativa. En esencia, impone disciplina en los procesos comerciales que, a lo largo de los años, fueron ejecutados por héroes individuales en una variedad de formas creativas (pero no siempre óptimas). SAP, PeopleSoft y otros paquetes de software integrados que irrumpieron en la escena en la década de 1990 ayudaron a liderar el camino hacia una mayor digitalización, pero sigue siendo un proceso doloroso. Hoy, las empresas se enfrentan a algo nuevo y diferente: digital. Digital, por supuesto, es un adjetivo. Se refiere a una gran cantidad de tecnologías poderosas, accesibles y potencialmente revolucionarias como redes sociales, móviles, en la nube, análisis, Internet de las cosas, computación cognitiva y biometría. También se refiere a la transformación que las empresas deben experimentar para aprovechar las oportunidades que crean estas tecnologías. Una transformación digital implica repensar la propuesta de valor de la empresa, no solo sus operaciones. Una empresa digital innova para ofrecer productos, servicios y compromiso con el cliente mejorados. ¡Lo digital es emocionante, emocionante y un poco desconcertante! El problema es este: descubrimos que muchos líderes empresariales están pensando en la digitalización digital como avanzada, como mejorar la experiencia del cliente con tecnologías móviles o implementar capacidades de Internet de las cosas para mejorar las operaciones. Pero "convertirse en digital" es un ejercicio totalmente diferente de la digitalización. Las empresas de hoy deben convertirse en digitales para competir en un mundo en el que tanto los consumidores finales como los clientes comerciales esperan que los productos y servicios satisfagan sus necesidades según los canales. En la mayoría de las industrias, lo digital ya es un imperativo comercial. La digitalización es un importante habilitador de lo digital, pero toda la digitalización en el mundo, por sí sola, no hará de una empresa una empresa digital. Yo diría, de hecho, La digitalización es una necesidad operativa Los beneficios de la digitalización son significativos: eficiencia, excelencia operativa, previsibilidad. A pesar de todo el dolor que conlleva, la digitalización es una tarea esencial en las empresas. Sin digitalización, las empresas no pueden escalar; no pueden absorber la complejidad de las carteras de productos expandidas; No pueden personalizar los servicios. Los procesos comerciales estandarizados y disciplinados, cuando corresponda, garantizan la precisión y la seguridad de las transacciones principales y los procesos administrativos. Hacen que los datos sean accesibles y confiables. La mayoría de las empresas han subestimado enormemente el desafío de la digitalización. Dejar los hábitos, imponer disciplina, ha resultado ser más difícil de lo que imaginaban los líderes empresariales. En muchos casos, los líderes se han comprometido con las iniciativas de digitalización pensando que están financiando tecnología nueva y mejor. Muchos no reconocieron que la digitalización requiere un compromiso con los cambios fundamentales en la forma de trabajar de las personas. En consecuencia, la mayoría de los esfuerzos de digitalización cuestan más, y generan menos beneficios, de lo previsto. A pesar de más de 20 años de historia de digitalización empresarial, ​el Centro MIT para la Investigación de Sistemas de Información (CISR) ha descubierto que ​solo el 28% de las empresas establecidas se han digitalizado con éxito. Esto es un problema, porque las empresas deben digitalizarse si esperan convertirse en digitales. Sin la digitalización, la atención de la gerencia se consumirá al arreglar lo que está mal hoy en las operaciones de una empresa. No habrá tiempo para la innovación. Los líderes no tendrán los recursos para invertir en una transformación digital o la excelencia operativa para respaldar su propuesta de valor digital. Lo digital es una propuesta de valor centrada en el cliente Para convertirse en digital, los líderes deben articular una propuesta visionaria de valor digital. Esta propuesta de valor debe reevaluar cómo las tecnologías digitales y la información pueden mejorar los activos y capacidades existentes de una organización para crear un nuevo valor para el cliente. Ser digital no es solo presentar aplicaciones móviles para los clientes. Está aprovechando la oportunidad de redefinir un negocio, y posiblemente incluso una industria. Grandes y viejas compañías han comenzado a definir propuestas visionarias de valor digital. Schneider Electric SE ha ido más allá de la venta de productos eléctricos para proporcionar soluciones de gestión de energía. Kaiser Permanente se ve a sí mismo no como un proveedor de atención médica sino como una colaboración paciente-proveedor. BMW no es solo un fabricante de automóviles; Es un proveedor de movilidad individual. Philips ha vendido múltiples negocios, incluido su negocio de iluminación fundamental, para enfocarse en "mejorar vidas a través de la innovación en el cuidado de la salud". Política de privacidad Estos son trazos en negrita. Son arriesgados. Pero la alternativa es tratar de tener éxito en una economía digital con una propuesta de valor pre-digital. Esa podría ser la alternativa más riesgosa de todas. Para convertirse en digital y perseguir una visión digital, las empresas deben definir sus ofertas digitales. Deben adoptar soluciones de cliente enriquecidas con información, entregadas como una experiencia de cliente personalizada y sin interrupciones. Las ofertas digitales son las soluciones específicas que ofrecen la propuesta de valor digital de una empresa. Los ​beneficios de una transformación digital exitosa incluyen el crecimiento de los ingresos y los márgenes, la lealtad eterna del cliente y la capacidad de atraer a los mejores talentos (y, por lo tanto, seguir creciendo). Las empresas exitosas en la economía digital serán digitales (para proporcionar valor al cliente) y digitalizadas (para proporcionar escala y eficiencia). Aunque las empresas aún luchan por digitalizar, lo que significa y cómo hacerlo ahora está bien establecido. Es difícil hacerlo bien. Cómo ser digital, en contraste, está menos establecido. Definir una propuesta de valor que atraiga a clientes que realmente estén dispuestos a pagar por una solución dada es más arte que ciencia. Cinco principios rectores para una transformación digital Si desea comenzar una transformación digital, le sugiero que adopte cinco principios rectores: No transfiera la responsabilidad de su transformación digital a su unidad de TI. Esta es una transformación empresarial. Si crees que TI puede hacer que suceda, ¡el juego ha terminado! Involucre a los líderes de TI para definir su visión y mapear sus iniciativas. Su cultura y estructuras integradas serán sus dos mayores obstáculos para su transformación digital, pero es más probable que sus sistemas de TI heredados sean un pasivo que un activo. Los líderes de TI pueden ayudar a establecer lo que es posible. Trae ayuda profesional. Si no agregaría una habitación a su casa sin consultar a un arquitecto, asegúrese de comprender que al tratar de coordinar los componentes, roles, estructuras, procesos y sistemas comerciales que le permitirán ofrecer ofertas digitales, necesita negocios profesionales. arquitectos Deje de pensar en la arquitectura como un problema de TI y participe en el desarrollo de su arquitectura empresarial.  Sea persistente y paciente. Comprenda que necesitará invertir tiempo y dinero en sus iniciativas digitales al igual que las empresas de capital de riesgo invierten en negocios innovadores. Los ahorros de costos de la digitalización fueron fáciles de rastrear. Los nuevos ingresos de las iniciativas digitales probablemente no fluirán rápidamente. Rastree algunas métricas intermedias como la reutilización y el tiempo de comercialización. Prepárese para cocrear con los clientes. A menos que tenga el don del cofundador de Apple, Steve Jobs, para anticipar lo que quieren los clientes, deberá involucrarlos en el proceso de definición de sus ofertas. De lo contrario, es posible que nunca vea esos nuevos ingresos con los que cuenta. Llevará tiempo establecer un patrón de ofertas digitales que aporten valor a sus clientes y su negocio. Se necesitará aún más tiempo para identificar, construir y reutilizar componentes de negocios para que las nuevas soluciones se puedan configurar fácilmente. Y para muchas empresas, todavía queda ​mucho trabajo por hacer para garantizar que estén lo suficientemente digitalizadas para soportar una transformación digital. En resumen, su transformación digital será un largo viaje. Es importante comenzar. SOBRE EL AUTOR Jeanne Ross es científica investigadora principal ​del Centro de Investigación de Sistemas de Información del MIT​. Siga CISR en @ ​ mit_cisr​.