Contabilidad: Antecedentes Históricos y Metodología PDF
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Este documento proporciona una visión general de la contabilidad, sus antecedentes históricos y su metodología. Se exploran diferentes periodos y enfoques de la contabilidad, analizando las necesidades de información en distintos contextos. El documento describe cómo la contabilidad ha evolucionado a lo largo del tiempo y cómo se adapta a las circunstancias económicas de cada época.
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Contabilidad: antecedentes históricos. Teoría contable; estudio y metodología La historia geológica nos muestra que la vida...
Contabilidad: antecedentes históricos. Teoría contable; estudio y metodología La historia geológica nos muestra que la vida sólo es un corto episodio entre dos eternidades de muerte y que, en ese mismo episodio, el pensamiento consciente no ha durado ni durará más que un momento. El pensamiento consciente no es más que un relámpago OBJETIVOS Al finalizarserá capaz de: en medio de una DE APRENDIZAJE noche larga. Pero este 1 Comprender que la contabilidad, desde sus orígenes relámpago lo es todo. hasta nuestros días, ha intentado solucionar las HENRI POINCARÉ necesidades de información de los distintos interesados, de acuerdo con las condiciones económicas del momento. 2 Identificar los diferentes momentos de la historia de la contabilidad, desde sus orígenes hasta nuestros días, tanto a nivel mundial como en México. 3 Comprender los conceptos contables de la teoría, su estudio y metodología. 4 Conocer los distintos enfoques teóricos utilizados para el estudio de la teoría y práctica contable. Antecedentes históricos de la contabilidad OA1 Las necesidades humanas no han sido las mismas en todas las épocas ni en todas las naciones, ni siquiera en una misma empresa, pues están en constante evolución, de ahí que la contabilidad, en cada una de sus etapas, haya tenido necesidad de adecuarse a las características particulares de la economía del momento. Las necesidades de información sobre los bienes, derechos y obligaciones que tenían los hom- bres de la época de las cavernas, de la antigua Grecia, Egipto, Roma, la Edad Media o la época contemporánea no eran las mismas; sin embargo, aun cuando dichas necesidades variaran, la contabilidad ha tratado de ir a la par de las necesidades humanas. Para un comerciante de la an- tigüedad, un sistema manual de registro de sus operaciones satisfacía a plenitud sus necesidades de información; no obstante, un comerciante moderno requiere información que fluya de manera ágil; para ello se emplean sistemas de informática, resultado de la tecnología, la cual proporciona una mayor velocidad de captura, procesamiento y obtención de la información. Desde el punto de vista de nuestra profesión, lo que en ambos casos importa es haber satis- fecho la necesidad de información financiera; por ello concluimos que la contabilidad financiera satisfacía las necesidades de información del pasado tal como lo hace en el presente y lo hará en el futuro. A continuación repasaremos la evolución histórica de la contabilidad, con el fin de conocer las técnicas empleadas a lo largo del tiempo y comprobar que siempre se han adecuado y satisfecho las necesidades de su época. Desde sus orígenes hasta el Renacimiento OA2 Como lo señala Federico Gertz Manero en su obra Origen y evolución de la contabilidad. Ensayo histórico,1 para dar una visión histórica de la contabilidad es pertinente hacerlo a la luz de los ele- mentos que constituyen el objeto de la actividad contable, de manera que podamos vislumbrar la fecha de los antecedentes más remotos de la contabilidad. Si partimos de que el objeto de la contabilidad es conservar un testimonio continuo de los hechos económicos ocurridos en el pasado, tres serán los tipos de elementos que tengamos que buscar en el acontecer histórico para poder determinar nuestro objeto: 1. Que encontremos al hombre constituyendo una unidad social y, por tanto, vinculado a otros hombres por necesidades comunes. 2. Que concurran actividades económicas en tal número e importancia que haya sido preciso auxiliarse de un testimonio de naturaleza perenne en la conservación de su información, que sirviera de ayuda a la débil memoria humana. 3. Que exista un medio generalmente aceptado mediante el cual se pueda conservar la infor- mación sobre la narración de los hechos ocurridos en el pasado (escritura) y que sea a la vez susceptible de registrar cifras (números) y, por tanto, medida y unidad de valor.2 Estas tres condiciones serán, pues, las que tengamos que buscar en el acontecer histórico, para considerar la posibilidad fehaciente de una actividad contable. Si bien cabe apuntar que cada una de las requeridas condiciones presupone, cronológicamente, una a la anterior, o dicho en otra for- ma, la reunión de hombres crea necesidades cada vez más complejas que satisfacer, de aquí nace la necesidad de auxiliarse de un medio de información de naturaleza perenne, que es lo que da origen a la escritura y los números. Sólo entonces podemos considerar la posibilidad fehaciente de una práctica contable.3 1 Federico Gertz Manero. Origen y evolución de la contabilidad. Ensayo histórico, Trillas, 2a. reimpresión, México. 2 Ibid, p. 17. 3 Ibid, p. 18. Se puede decir que en el 6000 a.C. se contaba ya con los elementos indispensables para conceptuar la existencia de una actividad contable, ya que el hombre había forma- do grupos, primero como cazadores, después como agricultores y pastores, y se habían inventado ya la escritura y los números, factores imprescindibles para la actividad con- table. Como antecedente más remoto se tiene una tablilla de barro de origen sumerio en Mesopotamia, que data del 6000 a.C., que se encuentra en el Museo Semítico de Har- vard, en Boston, Massachusetts. En la cultura egipcia es común ver representados en los jeroglíficos a los escribas, quienes eran los contadores de aquella época. De Grecia son pocos los testimonios que se tienen al respecto, pero es indudable que en un pueblo con el desarrollo intelectual, político y social como el griego esta práctica debió desarrollarse de manera importante, tal como lo manifiesta la siguiente asevera- ción: “Se afirma que los banqueros griegos fueron famosos en Atenas, y ejercieron su influencia en todo el imperio.”4 Roma desempeñó una función muy importante en la evolución de la contabilidad. A pesar de que los romanos escribieron una gran cantidad de obras, la mayoría de ellas trataban sobre el derecho, pero respecto a la contabilidad o a las prácticas contables no existe un acervo importante. Los especialistas han buscado en la bibliografía jurídica y de sus grandes pensadores como Cicerón, Gayo, Julio Paulo y Tito Livio, los aspectos relativos a las prácticas contables. Expensa et accepta es el término técnico que se emplea en los textos latinos al referir- se a cuestiones contables. En relación con si los romanos llevaban su contabilidad por partida simple o doble, existen discrepancias, pero los estudios realizados por investi- gadores reconocidos concluyen que la contabilidad en Roma fue llevada mediante un sistema de partida simple que pudo tener doble columna. Edad Media Los primeros registros contables fueron en En este periodo se desarrolló el feudalismo, que acaparó gran parte de la actividad co- piedra. mercial, por lo que las prácticas contables debieron de ser usuales, aun cuando esta ac- tividad se volviese casi exclusiva del señor feudal y de los monasterios. “La contabilidad en Italia, en el siglo viii, era una actividad usual y necesaria... (Enciclopedia Británica).”5 Tres ciudades italianas dieron gran uso e impulso a la actividad contable: Génova, Florencia y Venecia, lugares donde se usaba y se alentaba la contabilidad por partida doble, tal como se utiliza actualmente. Todavía hoy existen las cuentas llevadas por un comerciante florentino anónimo hacia el 1211 con características de la llamada Escuela Florentina. También puede citarse el célebre juego de libros empleado por la Comuna Genovesa, en los cuales se registraba la contabilidad a la usanza de la época, empleando los térmi- nos de debe y haber, con asientos cruzados y manejando la cuenta de Pérdidas y Ganan- cias. Otro avance significativo de la época fue el empleo de libros o registros auxiliares. En esta época la partida doble había probado ya sus beneficios y su enseñanza se había dejado en manos de los monjes, personas encargadas de transmitir la cultura. De- bido a que los comerciantes de la época querían que sus hijos estuvieran mejor prepara- dos, los enviaban a estudiar a los monasterios o pagaban para que recibieran instrucción en sus hogares. En Italia se empleaban los términos debe y 4 Ibid., pp. 31 y 32. haber en los registros 5 Ibid., p. 58. contables. El Renacimiento Esta época fue maravillosa, ya que en ella todas las manifestaciones del arte (pintura, escultura, arquitectura y música) renacieron, es decir, salieron del olvido, para florecer en favor del deleite humano, pero también se dio un cambio extraordinario en el pensamiento y las ciencias. Con la invención de la imprenta por Gutenberg en 1450, el conocimiento pudo ser conser- vado y transmitido con mayor celeridad. En esta época, la contabilidad tuvo sin duda fabulosos cambios, pero el que transformó radicalmente esta profesión fue la partida doble, que seguimos utilizando en nuestros días. Se tienen noticias de que Benedetto Cotugli Rangeo, originario de Dalmacia, fue un pionero del estudio y registro de las operaciones mercantiles por partida doble, como se aprecia en su obra Della mercatura et del mercante perfetto, terminada en 1458 e impresa en 1573. Fray Luca Pacioli fue otro genio del Renacimiento que creó un método: la teoría y la práctica interdisciplinaria.6 Fue el primer autor en referirse a los principios contables, explicando a detalle el método de la partida doble y los distintos libros contables utilizados en su época. Fray Luca Pacioli, quien sentía verdadera vocación por la enseñanza y la difusión de la ma- temática pura y aplicada, fue un hombre universal y promotor de esta aventura intelectual que retorna a la Antigüedad clásica, estudiada en sus fuentes por los humanistas en el tiempo en el que el hombre aventurero descubría un nuevo mundo y el espíritu y saber humano se extendía con la imprenta. La disciplina tiene conciencia, tiene método y una finalidad: la del servicio que trasciende en el propósito generoso de la educación. Así, la contabilidad moderna nace en 1494 en los inicios del Renacimiento, cuando Pacioli publicó en Venecia su libro La Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalitá en la imprenta de Paganimo di Paganini. Habían transcurrido sólo dos años de la gesta colom- bina cuando el libro ve la luz; en el contexto de las nuevas relaciones políticas y comerciales. La obra está dedicada a su alumno Guidubaldo de Montefeltro, duque de Urbino, a quien confiesa que escribió su obra Trattato de Computi e delle scriture en lengua vulgar para que todos puedan comprenderla.7 Luca Pacioli nació en Umbría, una provincia de Italia, en 1445. Su familia era extremadamen- te pobre, por lo que nunca pudo asistir a la escuela. Sin embargo, estar en contacto con artesanos y mercaderes le permitió aprender distintos oficios y, sobre todo, un poco de lo que en esa época se llamaban matemáticas comerciales, que consistían básicamente en manejar el sistema de nu- meración hindo-arábigo (el que nosotros usamos hoy en día: saber sumar, restar, multiplicar y dividir). Se fue apasionando por las matemáticas y, mientras trabajaba en distintos talleres, ya fuera como ayudante de curtidor de pieles o como ayudante de herrero, logró, por sí mismo, estudiar hasta convertirse en un muy buen matemático. Ingresó muy joven a la orden religiosa de San Francisco, y hay historiadores que piensan que esto se debió no tanto a su vocación de monje, sino más bien a que estando dentro de un monasterio podría tener acceso a los libros y a la educación que había deseado toda su vida. Y, en efecto, en 1475, cuando Pacioli tenía 30 años, su fama como maestro en contabilidad y como matemático era ya muy grande y fue invitado a ser profesor de la Universidad de Perusa. Más tarde, cuando ya era considerado uno de los mejores maestros en contabilidad de toda Italia, fue contratado por el duque de Florencia para trabajar en la corte como tesorero. Ahí conoció a Leonardo da Vinci y fue, quizás, uno de sus mejores amigos, al grado de que siempre fuera Da Vinci quien ilustrara sus libros y textos. Pacioli murió en 1514, después de haber dedicado su vida a las matemáticas y, en particular, a las matemáticas comerciales. Inventó procedimientos nuevos para la suma, la resta y la multipli- cación; quizá basta decir que la forma en la que dividimos hoy en día es un invento más de Luca Pacioli.8 6 http/www.vialibre.org.ar/indez.php/article/articleview/106/1?Printable