Análisis de la situación en Afganistán (1axio.pdf)
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Este documento analiza la crisis humanitaria en Afganistán, destacando la situación de hambruna que afecta a millones de personas y la intervención internacional en respuesta. Se menciona la exigencia de Estados Unidos a Pakistán de detener los suministros, y la falta de reacción a esta medida. Se discuten diversos acontecimientos históricos, incluyendo el ataque al territorio nacional de Estados Unidos y las implicaciones geopolíticas.
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Hablaré sobre la situación en Afganistán. De acuerdo con The New York Times hay entre 7 y 8 millones de personas en ese país al borde de la inanición. Esto, en realidad, era cierto antes del 11 de septiembre; sobrevivían gracias a la ayuda internacional. El 16 de septiembre el Times informó que Esta...
Hablaré sobre la situación en Afganistán. De acuerdo con The New York Times hay entre 7 y 8 millones de personas en ese país al borde de la inanición. Esto, en realidad, era cierto antes del 11 de septiembre; sobrevivían gracias a la ayuda internacional. El 16 de septiembre el Times informó que Estados Unidos exigía de Pakistán la eliminación de los convoyes de camiones que suministraban gran parte de los alimentos y otras provisiones a la población civil de Afganistán. Esta información se transmitió por las radios nacionales en toda Europa el día siguiente y no hubo ninguna reacción ante la exigencia de que se impusiera la muerte por hambre a millones de personas. NICARAGUA CONTRA-69La amenaza de ataques aéreos después del 11 de septiembre obligó a desalojar de ese país a los trabajadores que prestaban ayuda internacional, lo que fracturó los programas en la materia. Los refugiados que llegaron a Pakistán, después de duros viajes desde Afganistán, describieron escenas de desesperación y temor en el país, cuando la amenaza de los ataques dirigidos por Estados Unidos convirtió la prolongada miseria diaria en una catástrofe potencial. El país colgaba de una cuerda de salvamento y acabábamos de cortarla, dijo un cooperante al New York Times Magazine. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU comenzó a funcionar nuevamente hasta principios de octubre. Se empezó a enviar alimentos, pero a niveles más reducidos. Como la ONU no tiene personal en Afganistán, el sistema de distribución fue obstaculizado y se suspendió en cuanto comenzaron los bombardeos. Así, mientras la entrega de ayuda fluía de nuevo, las agencias humanitarias criticaban con dureza que Estados Unidos lanzara alimentos vía aérea, y condenaban estos actos al considerarlos instrumentos de propaganda que probablemente hacían más daño que bien. Ahora estoy citando al Financial Times de Londres, pero es fácil continuar. Después de la primera semana de bombardeos, el NYT informó que de acuerdo con la ONU pronto habrían 7.5 millones de afganos necesitando desesperadamente un pedazo de pan, y sólo quedaban unas cuantas semanas antes de que comenzara el duro invierno, lo cual imposibilitará el aprovisionamiento de muchas áreas. Y reiteraba que con los bombardeos el nivel de suministros se había reducido a la mitad de lo que se necesitaba. El mismo día, Washington rechazó una vez más, con desdén, las ofertas de negociación para la entrega de Osama Bin Laden, así como la solicitud de que diera evidencias para sustanciar la exigencia de una capitulación total. Un informador especial de la ONU del programa de alimentos solicitó a Estados Unidos que suspendiera los bombardeos para salvar a millones de víctimas. El lunes siguiente, las principales agencias de ayuda ?Oxfam y Christian Aid? se unieron a ese ruego. No fue posible encontrar información al respecto en el NYT. Sólo hubo una línea en el Boston Globe, escondida en una historia sobre otro tópico: Cachemira. Todo esto nos indica que está ocurriendo una especie de genocidio silencioso, y nos brinda la oportunidad de ver lo que es la cultura de la elite, de la que formamos parte. Los planes y los programas que se están poniendo en marcha se basan en la suposición de que pueden llevar a la muerte a varios millones de personas en las próximas semanas con toda tranquilidad, sin comentarios, como si fuera algo normal, aquí y en buena parte de Europa. No son en el resto del mundo. En realidad, ni siquiera en gran parte de Europa. Si uno lee la prensa irlandesa o la de Escocia las reacciones son muy diferentes. Lo que está sucediendo ahora está ciertamente bajo nuestro control. Podemos hacer mucho para influir en lo que está sucediendo. Y de eso se trata 2. ¿Por qué fue un evento histórico? Un ataque al territorio nacional Ahora bien, consideremos esta pregunta un poco más en abstracto, olvidando por el momento que al parecer estamos en medio de un intento de asesinato de 3 a 4 millones de personas, no talibanes, sino sus víctimas. Volvamos a la pregunta sobre los históricos acontecimientos que ocurrieron el 11 de septiembre. Cierto, fue un evento histórico. No por su dimensión, de la que duele hablar, porque en esos términos no es tan extraordinario. Dije que probablemente se trata del atentado que produjo el peor número de víctimas súbitas de cualquier crimen. Y puede ser cierto. Pero por desgracia hay crímenes terroristas con efectos más prolongados, que son más extremos. Sin embargo, es un evento histórico porque hubo un cambio. Una situación radicalmente nueva. osama_binladenLa última vez que el territorio nacional de Estados Unidos fue atacado e incluso amenazado fue en 1814, cuando los británicos incendiaron Washington. Han habido otros casos y es común presentar el de Pearl Harbor, pero no es una analogía válida. Los japoneses bombardearon bases militares en dos colonias de Estados Unidos, no el territorio nacional; colonias que habían sido arrebatadas a sus habitantes. Ahora es el territorio nacional el que ha sido atacado en gran escala. Se pueden encontrar varios ejemplos marginales, pero éste es único. Durante cerca de 200 años, Estados Unidos expulsó y exterminó a la población indígena, a millones de personas; conquistó la mitad de México; realizó depredaciones en toda la región, en el Caribe, América Central, y algunas veces más allá. Conquistó Hawai y Filipinas, y para lograrlo mató a cientos de miles de filipinos. Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha extendido su alcance a todo el mundo utilizando métodos que no precisan descripción, pero siempre matando a otros, desarrollando batallas en otros lugares. Las masacres siempre fueron en otros países , no aquí, dentro del territorio nacional. En el caso de Europa el cambio es aún más dramático porque su historia es más horrenda que la nuestra. Somos, básicamente, un vástago de Europa. Durante cientos de años Europa masacró gente en todo el planeta. Fue así como conquistó el mundo. Durante este periodo Europa sufrió guerras asesinas, pero eran asesinos europeos matándose mutuamente. La única razón por la que terminó la Segunda Guerra Mundial en 1945 fue porque todos comprendieron que la próxima vez que practicaran ese jueguito sería el fin del mundo. Porque los europeos, incluyéndonos nosotros, han desarrollado tales armas de destrucción masiva que ese juego debe acabar. En el siglo XVII, aproximadamente 40 por ciento de toda la población de Alemania fue eliminada en una sola guerra. Durante ese periodo de sangrientas matanzas los europeos se mataron unos a otros, y mataron gente en otras partes. Congo no atacó a Bélgica; India no atacó a Inglaterra; Argelia no atacó a Francia. Hubo algunas excepciones, muy pequeñas en escala, casi invisibles en la escala de lo que Europa y nosotros le hacíamos al resto del mundo. (El ataque del 11 de septiembre) es el primer cambio de esta situación. Es la primera vez que se apunta en la dirección contraria, y probablemente es el motivo por el cual se ven reacciones tan diferentes. El mundo se ve muy distinto, dependiendo de si uno tiene el látigo en sus manos o si ha estado recibiendo latigazos durante siglos. Así, pienso que el choque y la sorpresa en Europa y en sus vástagos son muy comprensibles. Es un evento histórico pero, por desgracia, no en escala, y es una razón por la que la mayor parte del resto del mundo lo ve de manera muy diferente. Por qué lo consideran desde una perspectiva diferente, es algo que debiéramos tratar de comprender. 3. ¿Qué es la guerra contra el terrorismo? Ahora veamos ¿qué es la guerra contra el terrorismo?, y una pregunta adicional: ¿qué es el terrorismo? La guerra contra el terrorismo ha sido descrita en las altas esferas como una lucha contra una plaga, contra un cáncer que es propagado por bárbaros, por "oponentes depravados de la civilización misma". Es un sentimiento que comparto. Pero sucede que estas palabras son de hace 20 años. Son del presidente Reagan y de su secretario de Estado. La administración Reagan llegó al poder hace 20 años declarando que la guerra contra el terrorismo internacional se hallaría en el centro de nuestra política... y la describió en los términos que mencioné antes. El gobierno de Reagan reaccionó a esa plaga propagada por oponentes depravados a la civilización creando una red terrorista internacional extraordinaria, sin precedente, que realizó masivas atrocidades en todo el mundo.