Antropología Pedagógica - Guía de Estudio - PDF
Document Details
Uploaded by Deleted User
UMOV Academy
Tags
Summary
This document is a study guide on pedagogical anthropology, covering topics like the nature of humanity, its implications for education, and philosophical perspectives on human behavior. The study guide also discusses the different branches and methods of anthropology and how they relate to human education.
Full Transcript
Antropología Pedagógica Guía de estudio Bloque I Módulo 5 Licenciatura en Pedagogía …. Índice Organizador gráfico.................................................................................
Antropología Pedagógica Guía de estudio Bloque I Módulo 5 Licenciatura en Pedagogía …. Índice Organizador gráfico..............................................................................................................2 Introducción.............................................................................................................................3 1.1 ¿Qué es la Antropología Filosófica?........................................................................4 1.2 Ámbitos de aplicación............................................................................................... 10 1.3 Método de aproximación a su objeto.................................................................. 18 1.4 Pedagogía y Antropología Filosófica.................................................................... 22 1.5 Tendencias de la Antropología Filosófica........................................................... 27 Recapitulación..................................................................................................................... 32 Conclusión............................................................................................................................. 33 Fuentes de consulta.......................................................................................................... 34 1 Organizador gráfico Libertad Valores ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA Educación Voluntad 2 Introducción La filosofía siempre se ha preocupado por indagar las respuestas a las preguntas universales, temas como el conocimiento, la existencia de un ser superior, la forma adecuada de proceder, la idea del Bien, y, por supuesto, la pregunta sobre qué es el hombre. En este sentido, la Antropología Filosófica, como rama de la Filosofía, indaga sobre las implicaciones del ser humano, se coloca como una disciplina con un objeto y métodos propios, que realiza valiosas aportaciones para tratar de esclarecer esta pregunta tan profunda y compleja. En este bloque revisaremos los aspectos generales de la Antropología Filosófica, así como su método, para comprender cómo es que esta disciplina busca una respuesta tan fundamental a la cuestión sobre el ser humano. Ello con la intención de ligar sus aportaciones con el ámbito pedagógico, para definir, más adelante, las relaciones entre los elementos esenciales que componen al ser, con otra actividad compleja y profunda que es propia de nuestro género: la educación. 3 1.1 ¿Qué es la Antropología Filosófica? Definir qué se entiende por Antropología Filosófica es un asunto complejo, puesto que trata un tema sumamente complejo: el ser humano. Si atendemos el origen etimológico, encontramos que el término Antropología proviene del griego anthropos, que significa hombre; y logos, que significa estudio tratado. Es decir, la Antropología se encarga del estudio del hombre, pero esto es muy vago y extenso; aún es necesario aclarar mucho más a qué nos referimos con Antropología Filosófica. Sabemos que existen múltiples disciplinas y ciencias que se dedican a conocer al ser humano, como por ejemplo la Anatomía, la Medicina, la Psicología, la Sociología, la Política, la Historia, etc., que tocan algún tema relacionado con el hombre, sin embargo, no lo pueden abarcar por completo. En cuanto a la Antropología, existen varias ramas de esta disciplina central, entre las cuales., tenemos la Antropología Biológica o física, la Antropología Social, la Antropología Forense, la Antropología Urbana y, por supuesto, la Antropología Filosófica. Estas ramas de la Antropología estudian al ser humano desde un enfoque muy particular. La más conocida, entre éstas, es la Antropología Social, que se encarga del conocimiento del hombre a través de las manifestaciones 4 culturales que se dan en el interior de un grupo humano. En cambio, la Antropología Filosófica lo hace a partir de manifestaciones controversiales que pueden implicar paradojas, contradicciones o temas enigmáticos que no son fáciles de explicar, pero con los que convivimos todos los días. Este es justamente el componente filosófico que caracteriza a este tipo de Antropología. Pero, ¿a qué nos referimos con “temas enigmáticos”? Son temas que no tienen una respuesta definida y estable, y su explicación depende de las circunstancias del contexto histórico, social y cultural, pero también depende de los significados que el propio sujeto le dé al tema en cuestión. Un día podemos tener una respuesta satisfactoria pero al siguiente, las condiciones pueden cambiar a tal grado que esa respuesta ya no funciona más. Entre los grandes temas enigmáticos o, mejor dicho, filosóficos, de la antropología, se encuentran el conocimiento, los valores, la libertad, la ciencia, la comunicación interpersonal y la religión. Es a través de estos temas, que la Antropología Filosófica estudia y trata de comprender al ser humano. Como vemos, son temas en los cuales todos tenemos una opinión o un sistema de creencias, mismo que se encuentra influido por aspectos propios de nuestro tiempo y de nuestra forma de vida. El sistema de creencias que nos hemos formado en torno a estos conceptos, 5 nos da pistas para comprender al ser humano de la época que nos está tocando vivir; este es el tema que trata la Antropología Filosófica. Al hablar de conocimiento, planteamos la paradoja o contradicción que hay entre el sujeto que conoce y el objeto que desea conocer. Es decir, se trata de explicar cómo es posible que, en el acto de conocer, incorporemos el objeto y lo hagamos propio pero, al mismo tiempo, el objeto sigue siendo independiente a nuestra existencia. Dos elementos, sujeto y objeto, que son independientes, se vuelven uno solo en el acto de conocer, y, sin embargo, siguen siendo independientes. Esta es la paradoja del conocimiento en el campo de la Antropología Filosófica. Los valores representan otro gran punto de conflicto en este campo. Todos hemos sido testigos de la diferencia, a veces muy profunda, en el valor que damos a un objeto en comparación con el resto de la gente con la que convivimos. La incógnita es precisamente saber de qué depende que a un objeto, fenómeno, asunto, acontecimiento o cosa le demos un cierto grado de valor, y la demás gente le dé un grado distinto. Es una labor casi inabarcable averiguar por qué diferimos tanto al valorar las cosas, pero a través de esto, la Antropología Filosófica encuentra datos para explicar al ser humano de nuestro momento histórico y de nuestra sociedad. 6 Seguramente, todos nos hemos preguntado si será posible ser completamente libres. Este es un tema que ha inquietado a la humanidad desde siempre, pues la paradoja consiste en que deseamos nuestra libertad, pero al mismo tiempo le tememos. Ser completamente libres es un asunto de responsabilidad personal muy difícil de llevar a cabo, ya que equivale a hacernos cargo de absolutamente todas las decisiones que tomamos y de sus consecuencias. Por otra parte, hay un grado de comodidad en el sometimiento, así alguien más se hará cargo de nosotros; pero al mismo tiempo, valoramos la libertad y luchamos por ella. En esta contradicción se develan muchos aspectos que nos permiten conocernos mejor, tanto en lo individual, como en lo colectivo. Otro gran tema en este ámbito es la Ciencia como EL método del conocimiento moderno. Todo lo que tenemos (las comodidades, las tecnologías, el tratamiento para las enfermedades, los medios de transporte, etc.) es gracias al desarrollo de la Ciencia. Desde este punto de vista, parece que hemos encontrado un método perfecto para encontrar la certeza en la existencia humana. Sin embargo, la paradoja se presenta cuando esta supuesta certeza resulta cuestionada si nos ponemos a pensar que, finalmente, los científicos se ven obligados a replantear teorías y conceptos que, hasta el día de ayer (por decirlo de alguna forma), se tomaban 7 como definitivos e inamovibles. Entonces empezamos a dudar de las certezas, y el hecho de dudar nos provoca angustia. Esa fuente de angustia nos dice mucho sobre el ser humano en los tiempos actuales. El tema de la comunicación plantea una interesante controversia, pues de alguna forma todos sabemos que el significado que le damos a una cosa, no es exactamente el mismo que le dan otras personas a la misma cosa, sin embargo, nos es posible comunicarnos y entendernos. ¿Cómo es posible esto? El lenguaje es un código de signos que representa a la realidad, al compartir esa representación, se convierte en un significado. Pero el significado no es algo dado y estático, va cambiando con el tiempo y con el uso del lenguaje. A pesar los cambios es posible entender el significado que le damos a un mismo objeto, aun cuando asumimos que ya no es el mismo significado inicial. Esta es la paradoja de la comunicación: compartimos un mismo significado para todos, pero al mismo tiempo, también es distinto, y, sin embargo, nos entendemos. El otro gran tema de la Antropología Filosófica es la religión, el contacto del ser humano con lo divino. Este es un elemento que siempre ha existido en las culturas a lo largo del tiempo, la humanidad siempre ha establecido relaciones con un ser supremo, al cual le ha dado el atributo de ser absoluto, eterno, todopoderoso, el creador de todo y el que sabe la verdad de todo. 8 Esta es una manifestación que ha estado presente en la humanidad desde su inicio. Incluso quienes se dicen ateos, se ven impactados por la existencia de la religión, pues su ateísmo también les da una forma de vida y, aunque sea contradictorio, les da un sistema de creencias. Podrán no creer en un dios, pero eso lo compensan con otro tipo de creencias. Los creyentes también enfrentan una paradoja, pues ante la falta de pruebas objetivas de la existencia de la divinidad, su creencia se fortalece por medio de la fe. Puede ser algo irracional pero, ¿cómo algo tan irracional puede convertirse en algo tan poderoso? La fuerza de la creencia en la divinidad nos aporta muchos datos que hablan también del ser humano. Todos estos grandes temas son el objeto de estudio de la Antropología Filosófica. Es por medio de ellos que trata de encontrar respuestas a las grandes interrogantes del hombre y, al mismo tiempo, conoce en qué consiste la humanidad. Como podemos ver, se trata de usar el método filosófico para intentar explicarnos a nosotros mismos. 9 1.2 Ámbitos de aplicación Tratar de definir las áreas de aplicación de la Antropología Filosófica es una tarea muy complicada puesto que, en términos simples, podemos decir que se aplica en todo aquello donde existe una manifestación humana con respecto a su Ser. Sería un error tratar de ubicar su utilidad en aplicaciones procedimentales ligadas a la productividad o a la resolución de problemas puramente prácticos. La Antropología Filosófica toca temas trascendentales ligados a aquello en lo que consiste ser humano, en un tiempo determinado, con una forma de vida que está determinada por su relación con sus semejantes, así como por las creencias construidas en ese entramado de relaciones. Su utilidad debemos encontrarla en los temas trascendentales que trata, pues a pesar de parecer tópicos completamente alejados de la vida cotidiana, en realidad influyen en las acciones que ejercemos todos los días. Estamos bastante acostumbrados a usar el conocimiento de forma práctica; la vida actual nos urge a aplicar todo lo que aprendemos de manera concreta a una situación muy bien delimitada: la resolución de un problema de trabajo, la realización de un proceso, las indicaciones sobre cómo realizar un 10 procedimiento, etc., todo ello orientado a obtener un producto tangible y utilizable. No obstante, cuando hablamos de temas filosóficos, en este caso la Antropología Filosófica, nos referimos a cosas intangibles, abstractas, que pareciera que no tienen utilidad alguna por tratarse de aspectos de “otro mundo”. Sin embargo, estas cosas abstractas influyen de manera determinante en nuestro proceder cotidiano, y lo hacen de manera definitiva, pues en muchas ocasiones se trata de ideologías o sistemas de creencias que tenemos tan introyectados, que ni siquiera nos damos cuenta de la necesidad de cuestionarlos. Así pues, en el ámbito del conocimiento y la ciencia, la Antropología Filosófica aporta un método por medio del cual es posible cuestionar la manera en que obtenemos el conocimiento, así como la manera en que lo clasificamos y lo dotamos de validez. De acuerdo con Bunge, La ciencia es valiosa como herramienta para domar la naturaleza y remodelar la sociedad; es valiosa en sí misma, como clave para la inteligencia del mundo y del yo; y es eficaz en el enriquecimiento, la disciplina y la liberación de nuestra mente… (Bunge, 1981: 36) 11 En pocas palabras, podemos ver que la ciencia es la herramienta que nos permite conocer para transformar nuestro entorno. Al mismo tiempo, enriquece la inteligencia, pues en cierta forma es resultado de ésta. Libera nuestra mente pues, en principio, rompe las ataduras de los dogmatismos, dándonos la oportunidad para indagar los principios que rigen la naturaleza, más allá de los principios divinos y abstractos. El resultado de la actividad científica es el conocimiento, pero no cualquier tipo de conocimiento, sino aquél que ha sido sometido a rigurosas pruebas para verificar su validez, esto es, que efectivamente explica la realidad; y, por otra parte, su confiabilidad, que se refiere a que cualquiera puede someterlo a prueba, encontrando los mismos resultados en todos los casos. Una vez que se ha comprobado su validez y confiabilidad, se clasifica de acuerdo con ciertas categorías de análisis, para ubicarlo dentro de uno u otro campo del saber humano. Esto es lo que conocemos llanamente como “método científico” y ha sido un gran avance en la historia de nuestra especie. Gracias a este método tenemos todo tipo de tecnología para comunicarnos, para transportarnos, para curar enfermedades y, en general, para realizar cualquier actividad de la vida cotidiana. La ciencia surgió como un paradigma capaz de revolucionar el saber, al punto que se le ha dado el atributo de producir un conocimiento 12 total, llevándonos con ello a la tan ansiada certeza que buscamos los seres humanos en la vida; bueno, al menos en teoría. Sin las herramientas que nos brinda la filosofía, podríamos caer en una postura totalitaria y fanática donde consideráramos a la ciencia y al conocimiento surgido de ella, como una verdad incuestionable, total, casi como un dogma. Paradójicamente, esto contradice uno de los principios fundamentales de toda actividad científica: la libertad para cuestionar e indagar. Sin embargo, hay casos en que muchos científicos, a veces involuntariamente, refuerzan esta creencia de ciencia como saber total. Afortunadamente, desde la filosofía es posible hacer una reflexión desde la cual se cuestionan la ciencia y el conocimiento mismo. Al respecto, Thomas Kuhn afirma: El surgimiento de teorías nuevas se ve usualmente precedido por un periodo de profunda inseguridad profesional debido a que exige una destrucción a gran escala del paradigma [que está vigente], así como grandes cambios en los problemas y técnicas de la ciencia normal. Como sería de esperar, dicha inseguridad está provocada por el persistente fracaso a la hora de resolver como se debería los rompecabezas de la ciencia 13 normal. El fracaso de las reglas existentes es el preludio de la búsqueda de otras nuevas. (Kuhn, 2015: 195-196) Es decir, la labor de cuestionamiento de la filosofía nos previene de tomar una postura (en este caso un paradigma científico) como una verdad inamovible. El constante cuestionamiento de la filosofía, de alguna forma hace ver a la ciencia sus limitaciones al momento de explicar los fenómenos que estudia. No es verdad que las teorías científicas estén acabadas, siempre encontramos huecos explicativos que, o bien los avances científicos se encargan de completar, o puede que sean el motivo de la caída del paradigma en cuestión. La labor filosófica consiste en hacer visibles esos huecos explicativos, posibilitando el constante refinamiento de la ciencia y el conocimiento. Algo similar sucede con el tema de la libertad y los valores, pues constituye un punto fundamental en el ámbito de la Antropología Filosófica. La posibilidad que tenemos los seres humanos de asignar un valor positivo o negativo a las cosas, acontecimientos o fenómenos, implica la elaboración de un juicio de valor. El carácter axiológico es un punto de partida muy importante en el estudio antropológico desde un punto de vista filosófico. Libertad y valores son aspectos que se encuentran ligados y tienen una dimensión práctica, pues con base en estos aspectos, juzgamos y tomamos 14 decisiones para actuar de una u otra forma. De acuerdo con Adolfo Sánchez Vásquez: No puede hablarse la de libertad del hombre en abstracto, es decir, al margen de la historia y de la sociedad […] En cuanto libertad de elección, decisión y acción, la libre voluntad entraña, en primer lugar, una conciencia de posibilidades de actuar en una u otra dirección. Entraña asimismo, la conciencia de los fines o consecuencias del acto que se quiere realizar […] entraña también cierta conciencia de los móviles que impulsan a obrar, pues de otro modo se actuaría –como hace el cleptómano, por ejemplo– de un modo inmediato e irreflexivo. (Sánchez, 1969: 24-125) Ante la posibilidad de actuar de una u otra manera, hay un proceso de juicio donde tomamos en cuenta la calidad moral de nuestra forma de actuar; asimismo, consideramos los motivos que nos impulsan a decidir entre varias formas de proceder. También se encuentra implícita una visualización de las consecuencias que tienen las distintas formas de obrar. Todo ello es posible gracias a la capacidad que tenemos para valorar. El valor que le damos a los actos, los hechos o las cosas, es una característica propia del ser humano, que se encuentra influida por el momento histórico y 15 los valores propios de su sociedad y su tiempo. El proceso de deliberación por medio del cual otorgamos más valor a unas cosas que a otras, es una rica fuente de categorías de análisis para la Antropología Filosófica, mediante las cuales, se obtienen datos para el conocimiento del ser humano. Lo mismo puede decirse de la comunicación y la religión. La formación de significados en el interior de un grupo humano, deviene en la formación de comunidades cada vez más amplias. Los significados compartidos se reflejan en los elementos que hemos señalado como la forma de hacer ciencia, lo que se considera un conocimiento válido o los valores que se ponen en juego al momento de tomar decisiones. El análisis de los elementos que juegan en la conformación y transmisión de significados refleja mucho de lo que es el ser humano en tanto Ser, por ello es un ámbito de interés para la Antropología Filosófica. Quizá el aspecto que engloba todos los elementos señalados es la religión. El vínculo con lo divino siempre ha estado presente en todos los grupos humanos a través de la historia. No hablamos aquí de religiones en particular, no se trata de hacer proselitismo, sino de hablar de un aspecto intrínsecamente humano: la creencia en un ser superior. Esta creencia suele influir en la forma de conocer el mundo. La explicación primordial acerca del 16 sentido de la vida, el origen del mundo y el propósito del hombre, ha estado presente siempre en la religión. La religión también determina los valores que deben adoptarse en la sociedad que se construye en torno a ella, impone también los grados de libertad de sus integrantes, lo que está permitido y lo que no, los tabúes. Todo ello se propaga a través de la comunicación delos significados acerca de la divinidad que se comparten en el grupo humano y, en general, todos los integrantes aceptan vivir bajo estos preceptos. En suma, no se puede plantear el ámbito de aplicación de la Antropología Filosófica en aspectos puramente prácticos. No nos ofrece conocimientos aplicables de forma inmediata a la solución de un problema, como podría hacerse con un conocimiento técnico. Por el contrario, se trata de una rama de la filosofía que sirve para reflexionar en torno a los aspectos trascendentales del hombre, pero hay que reafirmar que estos aspectos no se encuentran al margen de la vida cotidiana. Nos influyen en cada acto, cada decisión, cada juicio sobre alguna situación o cosa. No siempre somos conscientes de ello, pero el hecho de reflexionar acerca de estos aspectos, nos hará más libres y reflexivos. 17 1.3 Método de aproximación a su objeto Desde que escuchamos el término “Antropología Filosófica” podemos intuir que no estamos en un campo perteneciente a las ciencias experimentales como la Física, Química, Biología, Astronomía, etc. Ni siquiera estamos en el campo de las ciencias sociales tales como Administración, Derecho, Sociología, Política, Economía… Nos encontramos, como su nombre lo indica, en un plano de la Filosofía, mismo que se caracteriza por buscar las causas esenciales o primeros principios de los fenómenos, de los objetos o del ser. Ahora bien, ello no quiere decir que esta disciplina carezca de rigor científico. De hecho, la Filosofía tiene mucho que ver en los procesos de validez del conocimiento, por lo tanto, la Antropología Filosófica tiene todos los rasgos que la validan como un campo de conocimiento riguroso y confiable. Como toda ciencia, logra ubicar y relacionar los fenómenos que investiga, así como las causas que les dan origen, con la intención de establecer algún grado de predicción y control sobre los mismos. El hecho de explicar la relación entre causas y consecuencias, dota al conocimiento emanado de la 18 Antropología Filosófica de validez y confiabilidad; la certeza se basa en que sus resultados pueden comprobarse racionalmente en cualquier momento. Asimismo, cuenta con un sistema de organización que da cuenta de las relaciones y fenómenos de las manifestaciones humanas, todo ello lógicamente ordenado. El método por el cual se llega al conocimiento en la Antropología Filosófica, se encuentra relacionado con los procesos lógicos de análisis y de síntesis. El análisis consiste en la separación en partes de los fenómenos humanos, y la síntesis consiste en la organización y unificación de los conocimientos obtenidos de acuerdo con criterios lógicos y sistemáticos. Por otra parte, como disciplina filosófica, la antropología busca los primeros principios de las cosas. Esto se encuentra en un nivel más profundo que la ciencia, la cual busca la relación entre fenómenos o variables observables empíricamente, es decir, con los sentidos. Básicamente, la ciencia busca relaciones de causa y efecto, y las busca en hechos, fenómenos o cosas que son sensibles, que podemos percibir o que tienen un referente en el mundo concreto; pero la filosofía va más allá, pues busca la relación entre los fenómenos y otro componente de tipo esencial que ya no se encuentra en el 19 nivel de las cosas sensibles. A esto nos referimos cuando decimos que la filosofía busca los primeros principios: Por "principio" se entiende aquello de lo que algo procede. Hay principios reales u ónticos que forman parte del mundo real como, por ejemplo, el punto de partida de un movimiento (el estado inicial de un cambio) o las causas o los componentes de las cosas; y hay principios científicos o lógicos, que son enunciados universales e indemostrables que sirven como premisas de las demostraciones. Es en esta segunda acepción de lo que se está tratando. Los primeros principios afirman verdades universales y necesarias en todos los mundos posibles. Y les llamamos también "primeros principios" porque su evidencia no se deriva de ningún otro enunciado más evidente (por eso son verdades indemostrables) (Aletheia, s/f) Lo que quiere decir la cita anterior es que las causas esenciales o primeros principios, se encuentran en un nivel muy interno de la persona, es algo intangible, no se pueden ver ni sentir. Por ejemplo, si queremos saber por qué la gente de una comunidad en particular acude a cierto evento religioso, tendríamos como primer efecto visible que se reúnen en un templo, y la 20 causa es porque sus preceptos y creencias les indican que ese día deben reunirse en el templo. Hasta este punto, podemos decir que estaríamos haciendo ciencia, puesto que relacionamos un hecho (la gente va al templo en cierta fecha), con una explicación que pertenece también al mundo “real” (está escrito en un código o reglamento). Sin embargo, si lo queremos ver desde el punto de vista filosófico diríamos que, dentro de cada sujeto, en su esencia, hay “algo” que lo mueve a creer en una divinidad; ese algo es el origen de toda forma de creencia y de todo código religioso. Es algo propio del ser-humano, no tiene nombre, ni se puede medir, pero sabemos que está ahí. 21 1.4 Pedagogía y Antropología Filosófica Un rasgo característico de las obras humanas es que siempre se encuentran impregnadas de su esencia. A través de ellas busca trascender a nuevas generaciones, mostrando su acción transformadora sobre la naturaleza. Todo lo que el ser humano crea lleva implícito su humanidad, y lo expresa a través de la ciencia, la cultura, las artes, los artefactos tecnológicos, las herramientas y los productos que elabora. Asimismo, sus actividades también se encuentran imbuidas por esta humanidad que inevitablemente influye en su desempeño. Las esferas de la política, la economía, la producción, la religión y, por supuesto, la educación, conllevan muchos aspectos desde los cuales se puede analizar en qué consiste ser humano. Todas estas prácticas nos hablan de esta esencia. Desde este punto de vista, la Pedagogía, como disciplina filosófica, tiene mucho que decir en el análisis de su objeto de estudio: la educación. La educación es una actividad cargada de fuertes significados sobre el ser humano, es un tema controversial, en tanto que todos tenemos una opinión sobré cómo habríamos de educar a las generaciones sucesoras, y los fines que debería perseguir dicha educación. Esa opinión está basada en la idea 22 que tenemos, individual y colectivamente, sobre cómo debería ser la sociedad y, en general, lo que consideramos como una “buena vida”. En este sentido, se explica que la Pedagogía sea una disciplina estrechamente vinculada con la Filosofía puesto que, además del conocimiento de estrategias para la enseñanza y el aprendizaje, requiere de una reflexión profunda y constante sobre aquellos elementos que componen la esencia de la educación: Hay una antropología filosófica o filosofía del hombre subyacente a toda pedagogía o filosofía de la educación. Ya sea para plasmarla como algo dado, o para establecer otra distinta; la educación se da como el vehículo usado para realizar una idea o modelo de hombre (Beuchot y Rivas, 2003: 43) En esta idea de la educación como vehículo cuya finalidad es realizar una idea de ser humano, entran en juego los grandes temas de la Antropología Filosófica puesto que, en la formación del ser humano, se encuentran presentes: Conocimientos que son la materia prima de la enseñanza y que deben tener el sello de validez y confiabilidad propios de la ciencia. Asimismo, los conocimientos que pueden resultar polémicos requieren de un consenso social sobre su enseñanza y la forma en que deberán ser 23 tratados. Esto es algo común en nuestro entorno social, pero constituye una práctica filosófica, pues existe una reflexión sobre la validez, confiabilidad, así como la conveniencia o no de transmitir ciertos conocimientos. La educación promueve ciertos valores que la sociedad ha catalogado como buenos o deseables en el ideal de ser humano. Al mismo tiempo, busca frenar ciertos comportamientos, vicios y defectos que son considerados como perjudiciales, tanto para el sujeto en formación como para el conjunto social. La discusión sobre lo que han de considerarse como valores o antivalores, es un tema de la Antropología Filosófica pues, como hemos visto, es uno de los tópicos controversiales de la vida donde todos tenemos algo que decir. La libertad es un aspecto de la vida que está presente en nuestra sociedad como filosofía política. El Liberalismo es una postura política y filosófica que se promueve desde la educación. De acuerdo con este enfoque, todos tenemos derechos y obligaciones, así como cierto grado de libertad individual. La cuestión filosófica comienza cuando nos cuestionamos hasta qué punto podemos ser libres o, si en nombre de esa libertad, podríamos renunciar al cumplimiento de nuestras obligaciones. Incluso, podríamos preguntarnos si nuestra libertad 24 puede atentar contra la libertad de otra persona. Estas cuestiones son tema de todos los días. La comunicación es un elemento fundamental en la educación pues, a través de ella, se transmiten los significados que compartimos como sociedad. También se transmiten los significados de los conocimientos que adquirimos en las aulas, ponemos en práctica el ejercicio de cuestionarlos y los hacemos interactuar con nuestros significados internos. Pareciera que la religión es algo separado de la educación por las políticas actuales que promueven la laicidad en las escuelas. Sin embargo, la idea de dios prevalece porque se estudia como concepto y lo mismo ocurre con las religiones que pueden ser abordadas desde un punto de vista académico; pero también hay centros educativos que promueven abiertamente los preceptos de ciertas religiones, obviamente, estos centros han sido creados por y para esas comunidades religiosas. No dejamos, como sociedad, de preguntarnos si es deseable que se entremezclen preceptos religiosos y conceptos científicos. Esta discusión es tema de la filosofía. Como observamos, los grandes temas de la Antropología Filosófica están presentes en la educación. El campo de la Pedagogía ha estado vinculado 25 con la reflexión filosófica precisamente porque estos temas trascendentales resuenan en las aulas y prescripciones de cualquier sistema educativo en el mundo. Es por ello que necesitamos hacernos de herramientas de reflexión filosófica para poder tomar partido por una u otra postura, la que más nos convenza, pero hacerlo como verdaderos especialistas en el campo educativo. 26 1.5 Tendencias de la Antropología Filosófica Existen varias formas de hacer antropología, es decir, de indagar las características que permiten explicar al ser humano. Hasta ahora, hemos visto una de ellas: la Antropología Filosófica. Sin embargo, hay otros enfoques antropológicos y aquí mostraremos tres tendencias que son de relevancia en nuestro ámbito de estudio. Para ello, retomamos la clasificación propuesta por Marvin Harris. Frecuentemente, los antropólogos se identifican con una o más ramas especializadas pertenecientes a los cuatro campos más importantes. Lo que sigue es solamente una lista parcial. ANTROPOLOGÍA CULTURAL Antropología aplicada. Estudia y hace propuestas para solucionar problemas prácticos y evaluar resultados. Antropología médica. Estudia los factores biológicos y culturales en la salud y en la enfermedad y el tratamiento del enfermo. Antropología urbana. Estudia la vida en la ciudad. Antropología del desarrollo. Estudia las causas del subdesarrollo y del desarrollo entre las naciones menos desarrolladas. 27 ARQUEOLOGÍA Arqueología histórica. Estudia las culturas del pasado reciente por medio de una combinación de material escrito archivado y excavaciones arqueológicas. Arqueología industrial. Usa técnicas de la arqueología histórica para centrarse en factorías e instalaciones industriales. Arqueología contractual. Lleva a cabo encuestas arqueológicas parala defensa del medio ambiente y la protección de lugares históricos. LINGÜÍSTICA ANTROPOLÓGICA Lingüística histórica. Reconstruye los orígenes de lenguas específicas y de las familias de lenguas. Lingüística descriptiva. Estudia la sintaxis y la gramática de las lenguas. Sociolingüística. Estudia el uso actual de la lengua en la comunicación cotidiana. ANTROPOLOGÍA FÍSICA (BIOLÓGICA) Primatología. Estudia la vida social y biológica de los monos, grandes monos y otros primates. 28 Paleontología humana. Busca y estudia restos fósiles de primitivas especies humanas. Antropología forense. Identifica a las víctimas de asesinatos y accidentes. Genética de la población. Estudia las diferencias hereditarias en las poblaciones humanas. La antropología cultural se ocupa de la descripción y análisis de las culturas —las tradiciones socialmente aprendidas— del pasado y del presente. Tiene una subdisciplina, la etnografía, que se consagra a la descripción sistemática de culturas contemporáneas. La comparación de culturas proporciona la base para hipótesis y teorías sobre las causas de los estilos humanos de vida. Aunque este libro se centra fundamentalmente en los hallazgos de los antropólogos culturales, los hallazgos de las otras clases de antropólogos son esenciales para muchos de los temas que se tratarán. La arqueología añade una dimensión crucial a esta empresa. Desenterrando los vestigios de culturas de épocas pasadas, los arqueólogos pueden estudiar amplias secuencias de la evolución social y cultural bajo diversas condiciones naturales y culturales. Su aportación a la comprensión de las 29 características actuales de la existencia humana y al contraste de las teorías de la causación histórica es imprescindible. La lingüística antropológica aporta otra perspectiva crucial: el estudio de la gran diversidad de lenguas habladas por los seres humanos. Los lingüistas de orientación antropológica intentan reconstruir la historia de estas lenguas y de familias lingüísticas enteras. Se interesan por la forma en que el lenguaje influye y es influido por otros aspectos de la vida humana, por la relación entre la evolución del lenguaje y la evolución del Homo sapiens, así como por la relación entre la evolución de las lenguas y la evolución de las diferentes culturas. La antropología física fundamenta los demás campos de la antropología en nuestro origen animal y nuestra naturaleza biológicamente determinada. Los antropólogos físicos tratan de reconstruir el curso de la evolución humana mediante el estudio de los restos fósiles. Asimismo intentan describir la distribución de las variaciones hereditarias entre las poblaciones contemporáneas, y deslindar y medir las aportaciones relativas de la herencia, la cultura y el medio ambiente a la vida humana (Harris, 2004). A grandes rasgos, estas son las tendencias de la Antropología Filosófica, sin embargo, es necesario aclarar que no existe una clasificación única de dichas tendencias. Otros autores manejan distintas clasificaciones pero, 30 finalmente, coinciden en los ámbitos de estudio a partir de los cuales se indaga sobre el ser humano. 31 Recapitulación En este bloque conocimos qué es la antropología filosófica, sus relaciones con la filosofía, y sus diferencias con otras formas de hacer antropología como la antropología cultural, por citar alguna. Además, conocimos su método racional, basado en la filosofía, por medio de la cual conocemos los primeros principios de las cosas para dar una explicación esencial. Asimismo, conocimos la relación que tiene con la Pedagogía como una fuente valiosísima de explicaciones que dan cuenta, también, del acto educativo. 32 Conclusión Si bien en un primer momento resulta aparentemente alejado de la realidad cotidiana, el conocimiento del hombre que se logra por el estudio de la antropología filosófica, es un factor fundamental para entender las diversas prácticas que realizamos los seres humanos en la sociedad. En este sentido, la educación puede nutrirse de valiosas aportaciones para explicar, de una forma cada vez más profunda, los elementos que juegan en el fenómeno educativo. Este es el sentido del estudio de esta rama de la filosofía, pues la pedagogía, en tanto disciplina filosófica, requiere de la reflexión que se hace posible desde la antropología, para el mejor conocimiento de los procesos educativos que se suscitan al interior de las sociedades. Ello permite, a su vez, el análisis de los fines y los medios de la educación contemporánea. 33 Fuentes de consulta Beuchot y Rivas. (2003). La Hermenéutica Analógica de la Pedagogía de lo Cotidiano. México: Primero Editores. Bunge, M. (1981). La ciencia: su método y su filosofía. Buenos Aires: Ediciones siglo XXI. Harris, M. (2004) Antropología cultural. Madrid: Alianza. Kuhn, T. (2015). La estructura de las revoluciones científicas. México: FCE. Sánchez, A. (1969). Ética. México: Grijalbo. Aletheia. Blog de filosofía sobre cultura, sociedad, ciencia, educación, conocimiento y realidad. Los primeros principios del pensamiento y de la realidad. Consulta 20 de agosto de 2018. Disponible en: https://filosofiabetica.blogspot.com/2014/09/los-primeros- principios-del-pensamiento.html 34