Ciudades en Venezuela: Caracteristicas y Expansión PDF
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Universidad Central de Venezuela
2017
Marian Marañon
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This document explores the characteristics and growth of cities in Venezuela. The author discusses the factors influencing urban development and the role of cities as hubs of economic activity and cultural expression, using historical examples.
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Universidad Central de Venezuela Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Geografía Departamento de Geografía Regional Taller de Venezuela I Profesores: Freddy Alexis Aponte Páez y Exyeleth Echarry Compiladores y...
Universidad Central de Venezuela Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Geografía Departamento de Geografía Regional Taller de Venezuela I Profesores: Freddy Alexis Aponte Páez y Exyeleth Echarry Compiladores y Revisores Edición Lic. Tamara Rondón CIUDADES EN VENEZUELA Caracas, 2017 1 CIUDADES EN VENEZUELA Marian Marañon Escuela de Geografía FHE-UCV INTRODUCCIÓN Podría decirse que la ciudad como fenómeno social y económico es donde se expresa el crecimiento, el surgimiento, consolidación y establecimiento de concentraciones humanas. Es uno de los hechos más relevantes de la vida en comunidad a lo largo de la historia de las civilizaciones humanas tanto por su perdurabilidad como por su evolución. Para comprender el establecimiento de una ciudad y su conformación se debe tomar en cuenta procesos fundamentales como elemento formador, como lo es el urbanismo, que se conoce como el aumento de ciudades y habitantes que en ellas se encuentran, esto viene dado por el crecimiento relativo y progresivo de la población que vive en centros urbanos, con respecto o en comparación con la población que habita en los asentamientos rurales. Según su significado la ciudad se define como: “Los lugares concebidos inicialmente para que habiten los ciudadanos, han estado históricamente asociadas a factores de dominio económico y político, expresadas en concentración y especialización de actividades productivas, servicios e infraestructuras. Así, la distribución espacial de la población con sus concentraciones o vacíos representa la expresión económica del territorio, y dentro de ello, las ciudades tienen carácter determinante, constituyéndose en centros de dominio territorial, de concentración y de difusión espacial de poder. Sus expresiones paisajísticas, arquitectónicas y funcionales se constituyen en símbolos de representación de ese poder (PP. 24-25. 1985). La ciudad venezolana está fuertemente asociada a la diversidad paisajística, ambiental, humana y cultural del país, donde las diversas ciudades se fueron 2 fundando en Venezuela de acuerdo a cada una de estas características, y de la misma manera éstas se fueron modificando a medida que pasaba el tiempo, con las modernizaciones y tecnologías características, hasta ser conformadas como lo son hoy en día. ESPECIFICIDAD DE LA CIUDAD Y LO URBANO EN LOS PAISAJES VENEZOLANOS. CARACTERÍSTICAS DE LOS EMPLAZAMIENTOS DE LAS CIUDADES EN VENEZUELA Las ciudades venezolanas, en la especificidad de cada ámbito territorial de ubicación, le imprimen a su morfología matices diferentes, como respuesta a la diversidad de las características topográficas de los emplazamientos y sus condiciones ambientales, para definir ciudades costeras, de montañas y valles, así como de llanos. Cada tipo de paisaje geográfico configura una asociación de factores que le imprimen un sello de relativa especificidad a las ciudades, aun cuando se parta de una estructura común ordenada. Las ciudades con emplazamientos litorales tienen expresiones morfológicas distintas dependiendo de su asociación paisajística con el tipo de costas. Los asentamientos emplazados en costas de emersión tienden a desarrollar planos de relativa irregularidad por ubicarse en topografías restrictivas para el establecimiento de comunidades de gran tamaño, así como para su expansión. Ello como consecuencia de una topografía con laderas de fuertes pendientes y reducidos abanicos aluviales de acumulación sedimentaria, pero en contrapartida tienden a ofrecer condiciones para el establecimiento de puertos de aguas profundas para embarcaciones de gran calado. Así surgieron ciudades y puertos tan fundamentales como La Guaira, Puerto Cabello y Guanta. Las Ciudades emplazadas en costas de inmersión se han establecido en sitios más amplios para su crecimiento y expansión, tales como Maracaibo, Cabimas, La Vela, Punto Fijo y Puerto La Cruz. Estas ciudades-puertos cumplen funciones distintas según el momento histórico y las actividades económicas asociadas. Las ciudades venezolanas emplazadas en montañas, valles altos y medios, han tendido a ser centros de dominación política y económica, en función de la explotación de recursos naturales que se encuentran en sus zonas de influencia. Los emplazamientos sabiamente escogidos en función de criterios de 3 perdurabilidad, inicialmente tienen pocas restricciones de crecimiento desde el punto de vista topográfico. Sus condiciones ambientales favorecen la diversificación de asentamientos humanos y esa diversidad ecológica se tradujo en una amplia posibilidad de producción de rubros diferentes. Estas ciudades han tendido a ser organizadas y controladas, así como con mayor diversidad de base económica, tales como los casos de Caracas, Valencia, Barquisimeto, Valera, Trujillo, San Felipe, San Cristóbal, Mérida, Maracay, San Juan de los Morros, entre las más importantes. Las ciudades de los llanos han tendido a ser más homogéneas en términos morfológicos y funcionales. Sus mayores restricciones provienen de la marcada estacionalidad climática con sus efectos negativos en el confort ambiental y la presencia de condiciones que favorecen la generación de vectores productores de enfermedades endémicas tropicales. Las reducidas pendientes permiten una expansión más amplia y vastos espacios para la explotación y producción, aun cuando con recursos de suelos menos favorables. Estas condiciones han restringido una mayor presencia y jerarquía de sus ciudades, entre las que se destacan San Fernando de Apure, Barinas, Calabozo, Maturín, Valle de la Pascua y El Tigre. Estas ciudades se caracterizan por presentar contrastes paisajísticos con sus alrededores, ya que las agobiantes condiciones creadas por las altas temperaturas y reducidos vientos, han impuesto la presencia de patios con abundancia de vegetación de estrato alto que permiten con su sombra atenuar los efectos de la radiación sobre techos y paredes, para favorecer el refrescamiento ambiental. El legado urbano colonial venezolano se va a mantener con muy pocas alteraciones hasta entradas las primeras décadas del siglo xx, cuando irrumpe la economía petrolera que trastoca todos los órdenes de la vida nacional. Uno de los mayores impactos acontece sobre el proceso de urbanización y la formación de ciudades, crecientes en cantidades y tamaños de sus poblaciones. La distribución espacial de la base industrial y de la prestación de servicios, así como las direcciones y magnitudes de los movimientos migratorios, contribuyeron a marcar patrones y expresiones urbanas dominadas por una profunda heterogeneidad morfológica, social, funcional y ambiental, expresada en la convivencia de una 4 urbanización consolidada y otra subintegrada. La ciudad es percibida relativamente diferente a través del tiempo. Así la ciudad y su percepción era distinta para quienes vivieron al final del siglo XIX, frente a los que vivieron el proceso de transición de una Venezuela agrícola exportadora a una petrolera (1920-1941), y es diferente a la que se ha establecido dentro del proceso de consolidación de la economía petrolera (1941— 2004). Bajo esta idea, la ciudad venezolana será considerada en función de tres momentos históricos; las ciudades coloniales y decimonónicas venezolanas que se proyectan hasta el Censo de 1920, se considerarán con umbral mínimo de 5.000 habitantes o cercano a esta cifra, o cuando cumplan roles de capital administrativa. Entre 1920 y 1941, se toman como ciudades todas aquellas que sobrepasen los 7.500 habitantes, mientras que a partir de 1950, se consideran ciudades en función de un tamaño mínimo de 10.000 habitantes. El resultado del proceso de urbanización puede sintetizarse en que para 1920, la población total de Venezuela alcanzaba unos 2.5 millones de pobladores no indígenas, de lo cual un 16,9% vivía en 49 centros urbanos, de éstos 18 centros se consideraban ciudades, que a su vez concentraban 14,3% de toda la población nacional, es decir, un país fundamentalmente rural, donde Caracas como ciudad primada alcanzaba 92.212 habitantes. Figura N° 1: Distribución de las Ciudades, 1920. Tomo III GeoVenezuela, predominio de las ciudades. Procesos de urbanización consolidada y subintegrada: 5 Transcurridos 30 años, en 1950, la población total había superado los 5 millones de habitantes, y el nivel de urbanización se encontraba sobre el 47%. Los centros urbanos alcanzaban la cifra de 156, de los cuales 37 eran ciudades que concentraban un poco más del 35% de toda la población nacional. Caracas alcanza 614.567 habitantes. Figura N° 2: Distribución de las Ciudades, 1950. Tomo III GeoVenezuela, predominio de las ciudades. Procesos de urbanización consolidada y subintegrada ESTRUCTURA MORFOLÓGICA DEL TRAZADO DE LAS CIUDADES EN VENEZUELA Las actuales ciudades venezolanas, en su mayoría, tienen como origen la fundación de un asentamiento hispano colonial, lo cual se tradujo en un proceso de poblamiento ordenado en términos de ubicación, emplazamiento, tipología de plano y estructura interna. En efecto, la conquista y la colonización, que se inició como un proceso relativamente anárquico producto de las acciones y decisiones de los primeros descubridores y colonizadores, rápidamente dio paso a un proceso dirigido en función de normas y prácticas diseñadas con especial atención a una colonización estable, sustentada en el aprovechamiento y explotación de recursos, y sostenible en el tiempo. De allí entonces que se estableció, casi desde el principio, un conjunto de instrucciones de poblamiento, como las dadas en 1513 6 a Pedrarias, las cuales fueron progresivamente mejoradas en función del avance y necesidades del proceso, como las instrucciones dadas en 1521 por el rey Carlos V, para culminar con las “Ordenanzas de Descubrimiento y Población”, dictadas por Felipe II en 1573, conocidas como «Leyes de Indias». El sentido de orden en la ocupación del territorio venezolano fue común al del resto de la América Hispana, producto de una acumulación de experiencias de selección de sitios, fundaciones y construcción de ciudades. El proceso de fundación, aun cuando fue realizado mediante oleadas de distintos grupos de personas, generó un urbanismo organizado. En este proceso fueron examinados y considerados cuidadosamente los sitios de emplazamientos, para luego aplicar normas de uniformidad en diseño y construcción de pueblos y ciudades, que dieron lugar a un trazado de plano reticular que parte de un núcleo central junto a la disposición de un conjunto de edificaciones destinadas al ejercicio de la administración del proceso colonizador. De allí entonces que, en el lapso de los siglos XVI y XVII, se produjo en el territorio venezolano un creciente proceso de fundaciones, bajo principios y criterios de uniformidad previamente establecidos. Como resultado se configuraron redes de asentamientos interconectados sobre amplios espacios de diversidad geográfica, ambiental y de recursos naturales, lo cual se tradujo en una organización territorial “campo- centros menores - ciudades - puertos”, que cumplirían el papel agro-productor exportador colonial. En 1513 se funda la ciudad de Nueva Cádiz, que constituía un gran centro comercial perlífero y de esclavos, siendo la primera ciudad fundada en Venezuela; posterior a ella se funda la ciudad de Cumaná en el Oriente del país en 1520, en el siguiente cuadro se observa el orden de la fundación de las primeras ciudades. Ver Cuadro siguiente: 7 Cuadro de la Fundación de Ciudades en Venezuela Fuente: Cano, Miguel H. La estructura morfológica de la ciudad colonial fue mantenida hasta los inicios de la Venezuela petrolera y aún puede observarse en el trazado de los cascos centrales coloniales y barrios circunvecinos, constituye un invalorable legado histórico, urbanístico y arquitectónico producto del mantenimiento de políticas de administración estrictas con relación al crecimiento y la expansión urbana. En efecto, el orden inicial de la fundación de pueblos y ciudades se mantuvo a través del tiempo bajo la responsabilidad de sus autoridades locales, particularmente de alcaldes y cabildos, quienes velaban por la vida funcional de éstas. El resultado de las ciudades coloniales venezolanas, en términos de su expresión morfológica y paisajística, presenta variaciones entre unas y otras que van a encontrar explicación en la especificidad de la diversidad territorial, paisajística y ambiental venezolana y en las Ordenanzas de Descubrimiento y Población, las cuales se sintetizan en la siguiente secuencia de normas e instrucciones relativa a 8 los componentes urbanos: La escogencia de los sitios para las nuevas poblaciones debía hacerse en sitios sanos, estables y con capacidad de comunicación. La elaboración de la planta de los lugares escogidos, se repartían en plazas, calles y solares, medidos a cordel y regla comenzando desde la plaza mayor, asegurando suficiente espacio para que el aumento de la población no modificara el patrón inicial geométrico cuadriculado. En la plaza mayor debía comenzar el trazado del plano y las edificaciones de la ciudad. En sitios costeros se ubicaría frente a los puertos. Las calles debían partir desde la plaza mayor manteniendo el tamaño y la geometría impuesta por la plaza. La anchura de las mismas se determinaba según el sitio seleccionado para la fundación de la ciudad. Las plazas menores se establecían diseminadas y asociadas a la construcción de nuevos templos, a fin de que los vecinos pudieran atender las obligaciones religiosas, en recorridos a pie. Los edificios públicos como la casa real, la casa del consejo, el cabildo y la aduana, debían ser distribuidos alrededor de la plaza central y el puerto. Los solares o parcelas constituían lo restante de la ciudad, permitiendo el asentamiento selectivo de los vecinos o ciudadanos, quienes estaban obligados a construir casas sólidas con buenos cimientos, que atendiesen a normas de orientación en función de la entrada del aire. La diversidad de la geografía venezolana, en términos de la variedad y orientación topográfica e hidrográfica, va a poner obstáculos para el establecimiento de un orden geométrico perfecto. En tal sentido, se observa que si bien se mantuvo el marco base de un asentamiento ordenado, hubo diferencias en las medidas de calles, al igual que con respecto a las orientaciones astronómicas. ACCIONES DE INTERVENCIÓN DE MODERNIZACIÓN DE LA ESTRUCTURA URBANA COLONIAL Los cambios tecnológicos que comenzaban a manifestarse con fuerte intensidad en Europa, a partir de la mitad del siglo XIX a consecuencia del avance de la revolución industrial, acompañaron un cambio sustancial en las relaciones económico-comerciales y la generación de significativos cambios territoriales y funcionales. Estos cambios se expresaron con mayor énfasis en las ciudades y en los medios de transporte y comunicación, además afectó la arquitectura, las edificaciones, los usos y las funciones urbanas. Dentro de este marco aparece la figura de Antonio Guzmán Blanco, presidente de Venezuela en tres oportunidades entre 1870 y 1888. Hombre conocedor de Europa y sus cambios, como resultado 9 de sus viajes a ese continente, durante los años de su gestión política y administrativa se producen profundas trasformaciones en los órdenes territoriales y administrativos establecidos durante la Venezuela colonial, lo cual tuvo una incidencia marcada sobre la reestructuración de los sistemas regionales, así como sobre las principales ciudades venezolanas. Un conjunto de decisiones político administrativas van a cambiar el rumbo de un segmento de los territorios y la sociedad venezolana, particularmente donde se había concentrado el poblamiento y las actividades económicas coloniales. El mecanismo utilizado fue la formulación de proyectos de obras a través de juntas de Fomento, dependientes del Ministerio de Fomento, e integradas por reducidos grupos de ciudadanos notables. Los fondos para el presupuesto nacional y las obras eran obtenidos fundamentalmente de los puertos, entre los más importantes La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo, Ciudad Bolívar, Cumaná, Carúpano, La Vela y Tucacas. Sin embargo, las ciudades más favorecidas van a ser aquellas donde se establecieron terminales de ferrocarriles, dado que allí se concentraban los mayores volúmenes de actividades comerciales. Asociado a la construcción de obras en las ciudades, se produjo un mejoramiento local en producción y calidad de materiales de construcción, así como la incorporación de nuevas maquinarias y materiales importados: el hierro, el cemento, las losas para pisos y vidrios transparentes o en colores. Todos estos materiales pesados o frágiles fueron transportados a las ciudades interiores mediante el uso de ferrocarriles. Las ciudades con mayor nivel de intervención fueron Caracas y Valencia, y en un segundo plano La Guaira, Puerto Cabello, Ciudad Bolívar, Maracaibo y Barquisimeto. Los cambios ocurridos afectaron parte de la arquitectura y los servicios públicos, mas no se tradujeron en cambios morfológicos de la trama urbana, manteniéndose el patrón ordenado cuadricular, aun cuando en algunas se produjeron cambios funcionales. Nuevas y majestuosas edificaciones sustituyeron espacios previamente construidos y deteriorados, convirtiéndose en símbolos de una ciudad moderna. Las intervenciones estuvieron destinadas al fortalecimiento de ciudades con funciones administrativas y económicas, 10 convirtiéndolas en centros predominantes de la vida política, económica y social, nacional y regional. Uno de los problemas fundamentales para el sostenimiento de la economía agroexportadora en expansión y la vida de las ciudades, consistía en la eficiencia del transporte tanto de productos desde los sitios de producción hasta los puertos de embarque, como de bienes y población, que en muchos casos significaban recorridos de hasta cientos de kilómetros, igualmente para el traslado de rubros y productos importados desde los puertos hasta las ciudades. La asociación entre fisiografía y precipitaciones se traducía en caminos inestables, particularmente sobre los tramos arcillosos y rocosos con fuertes pendientes de los sectores montañosos de las cordilleras de la Costa y los Andes, al igual que en los Llanos por la recurrencia de inundaciones y desbordamientos. Por otro lado, el incremento de la producción se veía limitado, para su comercialización, por el uso de arreos, o incluso carruajes y diligencias. Todo ello condujo a la implantación de un conjunto de carreteras y líneas de ferrocarriles, destinadas a enlazar y conectar las áreas de influencia de las ciudades con dominio en producción agrícola y desde allí con los puertos de embarque. La progresiva puesta en marcha de las líneas ferroviarias favoreció el fortalecimiento y predominio de las ciudades y centros menores que tocaban directa e indirectamente los ferrocarriles, siendo Caracas, Valencia, Maracaibo, La Guaira, Puerto Cabello, Barquisimeto y San Cristóbal, las más beneficiadas. Inicios de la economía de puerto y economía de enclave PROFUNDAS TRANSFORMACIONES DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN Y PREDOMINIO DE LAS CIUDADES IMPULSADAS POR LA RENTA PETROLERA. RENTA PETROLERA COMO MOTOR DE ACELERACIÓN DE LA URBANIZACIÓN Las últimas dos décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, se caracterizan por un tesoro público endeudado y empobrecido, a consecuencia de la secuela de los negocios, beneficios y privilegios que se consumaron durante las presidencias de Guzmán Blanco y concretamente, por las deudas de empréstitos contraídas con inversionistas internacionales, y a las escasas inversiones reproductivas en las ciudades. Ello va a comenzar a cambiar a partir de 1921, 11 cuando progresivamente comienza a sentirse el impacto de las inversiones petroleras en la dinámica de la economía nacional, inicialmente con mayor incidencia en las ciudades donde se establece el poder central (Caracas y Maracay), así como en las vinculadas a los sitios de explotación, como es el caso de Maracaibo. Los ingresos por regalías petroleras son distribuidos en salarios e inversiones en infraestructura, así como para honrar deudas y compromiso pendiente desde décadas atrás, al igual que para pagos de importaciones, en un mercado inicialmente con recursos, pero con deficiencia de producción nacional para su abastecimiento. En efecto mientras las exportaciones agropecuarias comienzan a reducir su participación, hacia 1930, la exportación de hidrocarburos experimenta un constante crecimiento. El cambio de modelo económico introduce el inicio de un creciente proceso migratorio a consecuencia de los empleos generados directamente por las actividades petroleras, pero igualmente hacia ciudades, resultado de la declinación de las actividades agropecuarias y la generación de empleos urbanos, públicos y privados, lo cual hace posible el inicio de una economía nacional sustentada en la renta petrolera. (El campo permanecía en condiciones coloniales del siglo XIX mientras las ciudades privilegiadas iniciaban la modernización del siglo XX). El resultado del proceso de urbanización puede sintetizarse que para 1920, la población total de Venezuela alcanzaba unos 2,5 millones de pobladores no indígenas, de lo cual un 16,9% vivía en 49 centros urbanos, de estos 18 se consideraban ciudades, que a su vez concentraban el 14,3% de toda la población nacional, es de decir, un país fundamentalmente rural, donde caracas como ciudad primada alcanzaba 92.212 habitantes. Transcurridos 30 años, 1950 la población total había superado los 5 millones de habitantes, y el nivel de urbanización se encontraba sobre el 47%. Los centros urbanos alcanzaban la cifra de 156, de los cuales 37 eran ciudades que concentraban un poco más del 35% de toda la población nacional. Caracas alcanzaba 614.567 habitantes. 12 IMPACTO DIFERENCIAL DE LOS PROCESOS MIGRATORIOS EN EL CRECIMIENTO Y EXPANSIÓN DE LAS CIUDADES El crecimiento demográfico de una ciudad en un determinado lapso de tiempo, es el resultado del comportamiento del crecimiento natural de la población, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones, así como la determinante actuación del comportamiento migratorio, expresada en saldos positivos o negativos. En Venezuela, los procesos migratorios han tenido un profundo impacto sobre la conformación, crecimiento, expansión y funcionamiento de las ciudades. Hasta los inicios de la Venezuela petrolera, los movimientos migratorios internacionales habían sido reducidos, por ello el crecimiento de las ciudades se alimenta básicamente de un lento crecimiento natural y rural. Esta situación cambia en forma dramática con la implantación de las distintas fases de la actividad petrolera. En el estado Zulia para 1916, se registraba una inmigración hacia las zonas y campos de exploración de unos 11.077 trabajadores. La expansión territorial de la actividad petrolera produce similares procesos de migración, para la consolidación y crecimiento de otros centros urbanos y ciudades. Además de los establecidos en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo; en Anzoátegui, la urbanización petrolera es liderada por Puerto La Cruz, El Tigre y Anaco. En Monagas, se evidencian sus efectos sobre Caripito, Punta de Mata y Maturín, y en la península de Paraguaná, estado Falcón, en la conglomeración urbana de Punto Fijo, Punta Cardón, Carirubana y Los Taques, con lo cual se implanta una nueva estructura de poblamiento sobre espacios relativamente hostiles y de poco poblamiento colonial, contribuyendo a la ampliación territorial del sistema nacional de ciudades. Las actividades petroleras generadoras de gran riquezas con pocos empleos directos, pero de alta especialización en la calidad de la mano de obra, hace posible que el eco de dicha riqueza se haga sentir en el resto del resto de las ciudades venezolanas, donde se cumplen roles administrativos de servicios y manufacturas, y se distribuyen las inversiones públicas y privadas generando un efecto cíclico acumulador de gastos, empleos, inversiones, lo cual se convierte en un gran atractivo para inmigraciones internas y externas. 13 Las migraciones, que han tendido de ir desde ámbitos rurales y centros urbanos menores más pobres y desasistidos hacia las principales ciudades, que ofrecen la potencialidad e ilusión de obtener mejores condiciones de vida en función de sus servicios y de oportunidades empleo mejor remunerados, si bien ha contribuido al crecimiento de las grandes ciudades venezolanas también han sido responsables de una importante acumulación de marginalidad (subintegración) y pobreza. (El sistema económico petrolero, que se consolida, no incorpora a toda la población en términos de igualdad y equidad). EXPRESIONES REGIONALES DE LA URBANIZACIÓN Y EL PREDOMINIO DE LAS CIUDADES En la actualidad, medio siglo después, las cifras censales muestran un país altamente urbanizado (88,3%), producto de 605 centros urbanos, de los cuales 246 son ciudades, que concentran 27,5 millones de habitantes, evidenciándose así el predominio de las ciudades en la mayor parte de la vida económica y social de la nación, con un peso total de 80,4% con respecto a toda la población urbana. La distribución espacial de la urbanización en Venezuela y su expresión en términos del predominio de las ciudades ha sido significativamente desigual, tanto en el período colonial como en el petrolero. Así, la urbanización cobra fuerza en cuatro principales vertientes. En un primer lugar, las ciudades representadas por capitales administrativas; en segundo lugar, los centros de concentración manufacturera; en tercer término, los centros satélites de las grandes ciudades; y, finalmente, los centros con servicios especializados: educación superior universitaria, turísticos o zonas francas, siendo impactadas con mayor fuerza las ciudades donde convergen distintas funciones, todo lo cual se traduce en una urbanización y predominio de ciudades en la zona costero-montañosa. 14 Tabla N° 2: Venezuela. Grandes Regiones Naturales. Ciudades de 10.000 y más habitantes. Año 2001. Grandes Número Proporción Proporción Ciudades Regiones de de de predominantes Naturales ciudades población superficie Caracas Maracaibo Costero- 189 80,41 20,25 Valencia montañosa Barquisimeto Maracay Maturín Barinas Los llanos 38 12,01 31,87 El Tigre Ciudad Guayana Guayana 8 6,08 47,73 Ciudad Bolívar Insular 11 1,50 0,15 Porlamar Fuente: GeoVenezuela. Tomo 3.Con base a la información del INE. Como se observa en el cuadro anterior, para el censo del año 2001, a nivel de las grandes regiones naturales, el predominio de la urbanización y las ciudades continúa concentradamente en un 80,3% en la región costero montañosa, que representa un 20% del territorio nacional. Se localizan allí 8 de las 11 ciudades de mayor tamaño, 189 ciudades, de las 246 existentes en todo el territorio nacional, aglutinando 14,9 millones de habitantes. En esta región, las ciudades de mayor predominio son Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto y Maracay. La región de los Llanos, con el 31,9% del territorio nacional, le sigue con 38 ciudades, encabezadas por Maturín, Barinas y El Tigre, que alojan 2,2 millones de habitantes, representando el 12,01% del total de población de las ciudades venezolanas, mientras que la región de Guayana, con una extensa superficie que representa el 47,73%, apenas exhibe 8 ciudades, lideradas por Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar, que en su totalidad albergan 1,1 millones de residentes, es decir, el 6,08% del total nacional. Las restantes 11 pequeñas ciudades, encabezadas por Porlamar, están concentradas en la región Insular con un 0,15% de superficie, 15 donde viven 278.729 habitantes, que representan el 1,5%, de la población de las ciudades venezolanas. (Anexo mapa 5). Esto se distingue mejor al observar el siguiente gráfico: Figura N° 3: xxx Fuente: Geo Venezuela. Tomo 3. 2008. El predominio de ciudades en la región costero montañosa del territorio venezolano muestra una profunda diferenciación de distribución y concentración espacial en relación con el resto del país, que se traduce en serios desequilibrios, con efectos negativos en el desarrollo y el funcionamiento territorial, ligado a una fuerte presión sobre los recursos naturales y el ambiente. Frente a esta situación se comienzan a establecer planes de desarrollos nacionales y regionales, después de la creación de CORDIPLAN en el año 1959, y Corporaciones de Desarrollo Regional. Hasta la primera mitad del siglo xx, las ciudades venezolanas mantenían una estructura morfológica ordenada y controlada, heredada desde la Colonia. A partir de ese momento, el desarrollo de una economía petrolera rentista y la crisis generalizada de los sistemas agropecuarios, conducen a un proceso de urbanización, sostenido por crecientes migraciones provenientes del campo y pequeños centros urbanos, que progresivamente dan inicio a la conformación de grandes ciudades, donde convergen dos expresiones paisajísticas urbanas contrapuestas como es la urbanización consolidada y la subintegrada. A partir de las décadas de los 40 y 50 del siglo XX, la subintegración 16 (marginalidad) urbana se extiende a la mayoría de las ciudades predominantes, y desde los 70 hacia el resto de las medianas y pequeñas ciudades. Tal es la magnitud del problema, que durante la década del 50 se establece una política de erradicación de barrios de ranchos en Caracas y otras ciudades principales, por lo cual el Banco Obrero emprende programas de construcción de viviendas multifamiliares, en zonas de barrios, como por ejemplo la urbanización 23 de Enero. El resultado es la conformación de ciudades que a partir de un núcleo central base ordenado, ha permitido el establecimiento de dos modelos contrastantes de la ocupación de la urbanización. En el siguiente cuadro se pueden observar las principales ciudades actualmente. Tabla N° 3: Principales ciudades con más de 1.000.000 de habitantes (2011). Ciudad Entidad Federal Población (2011) Caracas Distrito Capital y Miranda 7.960.076 Maracaibo Zulia 3.990.559 Valencia Carabobo 2.899.026 Barquisimeto Lara 2.008.733 Maracay Aragua 1.725.606 Ciudad Guayana Bolívar 1.250.080 San Cristóbal Táchira 1.104.820 Fuente: Wikipedia en base a información del INE. Censo 2011. LA URBANIZACIÓN Y LAS CIUDADES VENEZOLANAS BAJO SIGNOS DE UNA ECONOMÍA EN CRISIS Para el censo de 1971, el nivel de urbanización alcanza un 72,86%, con una población urbana de 7.811.551 habitantes, en 272 centros urbanos, de los cuales 103 aglomeraciones superaban los 10.000 habitantes, considerándose ciudades que representaban el 63,18% del total urbano. Una década después, el censo de 1981 mostraba un nivel de urbanización del 80,29%, (11.655.332 habitantes), en 357 centros urbanos, y de ellos142 ciudades, donde se concentran un 69,43% de la población urbana total. En el lapso de 1971 a 1981, el crecimiento de la población urbana fue de 3.843.781, lo cual equivale a toda la población acumulada en Venezuela hasta el año 1941, mientras que los centros urbanos lo hicieron en numero 85 y las ciudades en 39, incrementándose estas últimas en 3.335.005 17 habitantes, cifra equivalente a toda la población de Venezuela en el año 1936, lo cual es un claro reflejo de los efectos de la bonanza económica de los años 70 sobre el crecimiento urbano. Para el año 1990, avanzado el proceso de recesión económica y, por tanto, con mayores niveles de empobrecimiento para los sectores de la clase trabajadora que de dependen fundamentalmente de salarios y no de ganancias mercantiles corporativas, el nivel de urbanización llega al 84,11%, es decir, a 3,82 puntos más. La población urbana alcanza, 15.227.740 habitantes, con un incremento de 3.572.408, con respecto a 1981. Por su parte el número de centros urbanos a 493, con un incremento de 136, y el de ciudades a 182, con un aumento de 40. Este comportamiento indica que se mantuvo la tendencia del proceso de urbanización, pero con menos intensidad. Los resultados del censo mostraron cifras recientes de ranchos urbanos, lo cual indica que el mayor crecimientos en términos de vivienda residencial había sido en función de este tipo de edificaciones, es decir, que fueron sectores subintegrados los que comenzaron a comandar la expansión urbana de la mayoría de las ciudades, como había sido hasta entonces. URBANIZACIÓN Y CIUDADES VENEZOLANAS EN RELACIÓN CON EL CONTEXTO MUNDIAL El proceso de urbanización de Venezuela ha sido tardío con respecto al mundo industrializado, pero ha alcanzado los niveles de estos. Mientras los países desarrollados tienen un promedio de urbanización para el año 2000 de un 76% Venezuela ha alcanzado en el año 2001 un 87%. El alto nivel de urbanización de Venezuela se explica por una economía petrolera próspera que se convirtió hasta una década atrás en concentradora de significativos flujos inmigratorios internos, así como de carácter internacional. Sin embargo, a diferencia de países desarrollados que sustentan su crecimiento económico y desarrollo social en función de sostenidas y diversificadas bases económicas manufactureras y terciarias, con altos niveles de productividad, tecnología y empleo así como en la producción de servicios cada vez más especializados que requieren como asiento a las ciudades, Venezuela sustenta su economía en la elevada renta que produce la monoproducción petrolera. Es decir, un crecimiento económico sin desarrollo. 18 El caso venezolano con cierta similitud con lo que ocurre en la mayoría de los países desarrollados, muestra un proceso de difusión de la urbanización, es decir, que en vez de acentuarse las macrocefalias urbanas, se ha producido una dispersión espacial del crecimiento de los centros urbanos y las ciudades. Con una mayor homogeneidad en su distribución rango-tamaño esto indica que las principales ciudades han reducido sus tasas de crecimiento, para favorecer el fortalecimiento de ciudades intermedias y menores, explicado en función de restricciones físicas para la expansión urbana de las grandes ciudades, el debilitamiento económico, el incremento de los costos de los bienes inmuebles, el deterioro de la calidad de vida y de la seguridad personal, y con ellos la reducción de los flujos inmigratorios, frente al fortalecimiento económico y de servicios en centros urbanos menores y ciudades pequeñas. Las ciudades venezolanas en comparación a las grandes ciudades del mundo, aún siguen siendo pequeñas. Así, la ciudad de caracas en su conjunto urbano, ocupaba en el año 1975, en el puesto 46 en el mundo, con 2.5 millones de habitantes. Para el año 2000, se ubica en el lugar 62, con 4.3 millones de residentes, lo cual indica que otra ciudades han crecido más aceleradamente, estando estas ubicadas en su mayoría en países con limitaciones de desarrollo económico. Para ese mismo año, las ciudades de Venezuela que superan el millón de habitantes. Ubica a Maracaibo en el puesto 175, Valencia 218, Maracay 335, y Barquisimeto 367 (A nivel mundial). En comparación a las macrociudades del mundo y de Latinoamérica, las ciudades de Venezuela aún pueden ser manejables, lo cual pasa por una política de reordenamiento territorial, control de crecimiento urbano y de inversiones en función del aprovechamiento sustentable de recursos y territorios, más allá de los tradicionales espacios de concentración urbana, además de una sana y decidida política pública y privada comprometida con el desarrollo nacional, más que en función de intereses individuales o grupales. 19 CONCLUSIÓN La intervención directa hispana en Venezuela donde se conformaron redes de asentamientos coloniales, dio pie al origen del poblamiento en el territorio nacional, todo esto como resultado de diferentes actividades económicas como la extracción y utilización de los recursos, donde fue necesario la captación de mano de obra indígena local, ubicación estratégica, y aprovechamiento de caminos. Esto con el único fin de establecer procesos de producción, explotación y exportación agropecuaria y minera, por lo que fue necesario generar establecimientos con funciones y jerarquías diferentes y específicas que garantizaran que todos estos procesos dieran resultados sustentables. Como respuesta a esto, se dieron a la ciudad ciertas características que formaron parte de su configuración propia, las cuales fueron cambiando al pasar de los años, influenciado por el desarrollo económico y tecnológico del país. Por lo tanto Venezuela pasó de ser un país agrícola a un país monoproductor basado en el petróleo. La población en busca de un surgimiento a nivel laboral y mayor calidad de vida formó parte de un factor influyente de la conformación de las nuevas ciudades que nacieron con el cambio asociado a la economía estable, que ofrecía la renta petrolera. Hoy en día, se tienen dos perspectivas en cuanto la evolución y estructuración urbana ya que, en sectores formales y consolidados que forman parte de las ciudades, se caracterizan por estar dotados de infraestructuras sólidas, servicios públicos, avances tecnológicos, desarrollo recreacionales y de entretenimiento y una gama de oportunidades laborales que permiten a la sociedad incursionar en sus propias actividades de sustento económico, que permiten continuar con las funciones urbanas heredadas de la colonización y fundaciones coloniales y del impacto del petróleo en el siglo XX. Por otro lado, la otra cara de la moneda refleja sectores sumidos en carencias y en el atraso, que llevan consigo la segregación territorial, el deterioro ambiental (déficit educacional) y un caos urbanístico en general con elevada insuficiencia de servicios básicos y comunales y en condiciones de inestabilidad física, que representa la subintegración urbana, la cual se constituye en una enorme carga económica y social para la ciudad formal. 20 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Cano, Miguel H. Estructura Morfológica del trazado de las ciudades en Venezuela. (Incompleto)El Significado de las Ciudades, PP. 24-25. 1985. Instituto Nacional de Estadística (INE). Censo 2001. Martínez, Néstor (2007): El predominio de las ciudades. Los procesos de urbanización consolidada y subintegrada. Tomo III: Medio Humano, Establecimiento y Actividades. En Colección GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar, pp. 168- 253. Oficina Central de Estadística e Informática. (OCEI). Zawisza, 1989. Construcción y obras públicas en Venezuela. Tomo 3, p. 45. 21