Summary

Este documento describe la electroterapia, definiéndola como la aplicación de energía electromagnética al organismo para producir reacciones biológicas y fisiológicas, mejorando distintos tejidos. Explica cómo la electroterapia puede afectar al sistema motor, sensitivo y a los cambios químicos del organismo, así como los efectos térmicos. Detalla diferentes tipos de corrientes, incluyendo las continuas y variables, y sus aplicaciones en terapia de rehabilitación.

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1.3.1. Electroterapia - Introducción: La electroterapia se define como la aplicación de energía electromagnética al organismo, con el fin de producir sobre él reacciones biológicas y fisiológicas, las cuales serán aprovechadas para mejorar los distintos tejidos cuando se encuentran sometidos a en...

1.3.1. Electroterapia - Introducción: La electroterapia se define como la aplicación de energía electromagnética al organismo, con el fin de producir sobre él reacciones biológicas y fisiológicas, las cuales serán aprovechadas para mejorar los distintos tejidos cuando se encuentran sometidos a enfermedad o alteraciones metabólicas de las células que componen dichos tejidos. EFECTO MOTOR. Actuación sobre las fibras musculares o nerviosas motoras (Corrientes de baja frecuencia o media frecuencia moduladas en baja (< de 250 Hz) EFECTO SENSITIVO. Actuación sobre el sistema nervioso sensitivo destinado a concienciación sensitiva y analgesia (Corrientes de baja frecuencia (< 1000 Hz) [ej. TENS] o modulaciones de media) Aumentar o disminuir sensibilidad CAMBIOS QUÍMICOS. Actuación sobre los componentes que forman las disoluciones orgánicas, influyendo en el metabolismo (Corrientes galvánicas o interrumpidas galvánicas) EFECTOS TÉRMICOS. Actuación sobre los tejidos. Al ser circulado por la energía electromagnética, se genera calor dentro de ellos (Corrientes de alta frecuencia (>500.000 Hz) [ej. Microondas, Onda Corta]) APORTANDO ENERGÍA AL ORGANISMO. Láser, ultrasonidos, infrarrojos, baños de luz, luz polarizada, ultravioletas, magnetismo. - Tipos de corrientes: En la actualidad, el usuario de equipos de electroestimulación se encuentra frente a una multitud de formas y designaciones de corriente que le puede conducir a confusión. Pero los efectos producidos por estos métodos en muchos casos no difieren del resto. A continuación, se enumeran los distintos tipos de corrientes más usadas en terapia de rehabilitación: 1. Corrientes continuas o galvánicas. Son aquellas en las que el sentido del movimiento de los electrones a lo largo del conductor no cambia. La polaridad no se altera, pero la intensidad puede variar. Además del efecto térmico debido al efecto Joule, este tipo de corrientes modifican el flujo iónico con la consiguiente modificación del potencial de membrana de la célula, actuando como analgésico, excitomotor y aceleración de la función glandular. Los efectos producidos son diferentes en ambos electrodos (positivo y negativo) Iontoforesis. Es un método terapéutico que consiste en la introducción de fármacos iónicos en el organismo a través de la piel mediante corrientes galvánicas. Se utiliza básicamente en miembros, colocando una esponja empapada en el fármaco sobre la zona del organismo que interesa y bajo el electrodo del mismo signo que el ión usado. Al otro lado del miembro, siguiendo una dirección que pase por la lesión a tratar, se coloca el otro electrodo. Debido al efecto de repulsión entre dos cargas del mismo signo y atracción entre cargas opuestas la sustancia iónica atravesará la piel para entrar en la zona lesionada. 2. Corrientes variables. Se definen corrientes variables como corrientes en las que se producen cambios en algunos de sus valores. Son corrientes variables aquellas en las que cambia la intensidad en función del tiempo. Existen muchos tipos. Los efectos biológicos principales de estas corrientes son: efecto excitomotor, analgésico, estimulación de la circulación local y aumento del metabolismo basal. Debido a la gran variedad de este tipo de corrientes, podemos separarlas en distintos subgrupos: a. Alternas. Reciben el nombre de alternas porque su característica fundamental se manifiesta en el constante cambio de polaridad, en consecuencia, no poseen polaridad. La forma más característica es la sinusoidal perfecta de mayor o menor frecuencia, empleada en media y alta frecuencia. Existen otras corrientes cuya forma no es la típica sinusoidal, si no que pueden dibujarse como cuadrangulares, triangulares, etc., pero que, aunque siguen manteniendo la alternancia en la polaridad, realmente se les denomina como bifásicas. b. Interrumpidas. La corriente se interrumpe a intervalos fijos o variables. De impulsos, periodo y pausa constantes: rectangulares, cuadradas, farádicas, (corriente alterna intermitente y asimétrica), TENS (estimulación del nervio transcutáneo). Progresivas, la intensidad aumenta progresivamente a lo largo del impulso: triangulares, exponenciales, trapezoidales. c. Combinadas. Son corrientes resultado de la mezcla de dos señales: galvánico- farádicas, interferenciales. d. Interferenciales. Son dos corrientes de frecuencia media que, al cruzarse, interactúan generando una tercera corriente endógena de baja frecuencia. Se las utiliza para mejorar y aumentar el rendimiento muscular. Traspasan la barrera cutánea sin dolor, con mucha facilidad. e. Moduladas. Las moduladas son corrientes que están sufriendo cambios constantes durante toda la sesión. Pueden pertenecer al grupo de las interrumpidas galvánicas o al de las alternas. Las modulaciones más habituales son las de amplitud, modulaciones en frecuencia y modulaciones en anchura de pulso. - Niveles de estimulación: Hay tres tipos de respuestas o niveles de electroestimulación transcutánea: 1. Estimulación en el nivel sensible. Con bajas intensidades o duraciones de estímulo no se obtiene ninguna respuesta por parte del individuo, por lo que a este nivel se le denomina estimulación subsensorial o subumbral. Con intensidades un poco más altas, siendo todavía bajas, la respuesta obtenida es sensible en forma de hormigueo o sensación de pinchazos, variable según la frecuencia de la estimulación. Este nivel de estimulación es soportable por la mayoría de personas. Conforme la intensidad aumenta, esta sensación se hace más intensa y suele extenderse a la región situada entre los electrodos y zonas más profundas. 2. Estimulación en el nivel motor. Conforme se eleva la amplitud de la estimulación, llega un momento en el que aparecen contracciones musculares palpables que llegarán a hacerse visibles. Con amplitudes mayores, las contracciones serán lo suficientemente intensas como para poder producir movilidad articular. 3. Estimulación en el nivel doloroso. Al llegar a este nivel, la intensidad de la estimulación es tan elevada que se activan muchas fibras musculares que transmiten impulsos dañinos. En este nivel también se producen intensas contracciones musculares, si las fibras musculares motoras se encuentran localizadas cerca de los electrodos. Si en esta zona no existen fibras motoras o fibras musculares, se alcanza una estimulación dolorosa en ausencia de contracción muscular. - Electroestimuladores: Desde una perspectiva electrónica, los electroestimuladores pueden ser de tensión y de intensidad. Los más frecuentes son los de intensidad, ya que, para un determinado tipo de corriente, los efectos biológicos producidos se encuentran asociados con la cantidad de carga eléctrica suministrada. Por el contrario, en un estimulador de tensión, la carga eléctrica depende de la tensión aplicada y de la impedancia del tejido estimulado. Los electroestimuladores de empleo en fisioterapia pueden dividirse en estacionarios y portátiles. Dentro de los estacionarios, se dispone de gran variedad de equipos generadores de diferentes tipos de corrientes, que se seleccionan regulando directamente las características de la señal (intensidad, duración, pausa, pendiente…) o ajustando su producción automática por circuitos preseleccionados. El ejemplo más típico de electroestimuladores portátiles son las unidades TENS (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation) para electroanalgesia y estimulación neuromuscular. Los electroestimuladores transcutáneos suelen clasificarse en: 1. Estimuladores neuromusculares. Producen corrientes pulsadas monopolares y bipolares, o corriente alterna sinusoidal modulada 2. Estimuladores portátiles (TENS). Son unidades que producen corrientes pulsadas bipolares simétricas o asimétricas compensadas, utilizadas fundamentalmente para electroanalgesia, pero también en la actualidad para estimulación neuromuscular. 3. Estimuladores interferenciales. Estos aparatos generan corrientes moduladas en amplitud o interferenciales. 4. Estimuladores diadinámicos. Aparatos productores de corrientes alternas rectificadas y moduladas (diadinámicas) 5. Estimuladores galvánicos. Producen corriente continua y constante (galvánica), utilizada para galvanización e iontoforesis. 6. Estimuladores de alto voltaje. Producen ondas pulsadas de amplitudes que pueden superar los 500v. Se utilizan para electroanalgesia, cicatrización de úlceras y heridas y reeducación muscular. 7. Estimuladores “subumbrales” o de “microcorriente”. Son estimuladores de más reciente aparición. Este tipo de estimuladores viene utilizándose principalmente para la regeneración y cicatrización de tejidos dérmicos o subdérmicos. En el mercado podremos encontrar estimuladores que únicamente permiten usar un solo tipo de corriente y otros más completos, que incorporan diferentes tipos de corriente con posibilidad de seleccionar distintos parámetros de estimulación. Además, también podemos encontrar equipos que combinan la estimulación de corrientes con ultrasonidos. - Electrodos: Los electrodos de contacto pueden ser de diverso tamaño y están en relación con los sistemas que hay que estimular, en cuanto al volumen muscular, tamaño de la zona o técnica de aplicación. Los electrodos pueden clasificarse en fijos y móviles. 1. Electrodos fijos. Los electrodos deben ser buenos conductores, de forma que presenten muy poca resistencia al paso de la corriente. Existe una gran variedad de ellos: Placas metálicas. De estaño, plomo, acero, aluminio, cobre y plata. Debe tenerse en cuenta la posible toxicidad producida por estos materiales al estar en contacto con la piel. Para iontoforesis se utilizan electrodos constituidos por dos finas toallas de papel, una esponja o gasas humedecidas, sobre las que se colocan placas de aluminio o estaño. Electrodos de goma. Son los más empleados, mezcla de goma y partículas de carbono. Son flexibles y reutilizables. Además, necesitan de un medio conductivo entre electrodo y piel, para reducir la impedancia cutánea e impedir irritaciones o quemaduras en la piel. Este medio suele ser un gel hidrofílico conductor o almohadillas humedecidas. Electrodos autoadhesivos. Son electrodos de un solo uso, de polímeros sintéticos con geles conductivos adhesivos. Electrodos de vacío. Electrodos de un material flexible conectados a una bomba de succión que adhiere el electrodo a la piel. En su interior suele ir colocado una esponja o almohadilla de gel conductor. 2. Electrodos móviles. Estos electrodos pueden desplazarse manualmente, de forma que puede posibilitarse la localización y tratamiento de puntos motores, puntos dolorosos, etc. Pueden existir de varios tipos, como: Puntiagudos, bipolares, de platillo o compás. - Métodos de aplicación: Básicamente se describen dos métodos de colocación de los electrodos de contacto: 1. Método monopolar. Se utiliza un electrodo activo en el área a tratar y un electrodo dispersivo o de referencia a distancia del área tratada. Generalmente, el electrodo de referencia suele ser de mayor tamaño para que la densidad de corriente sea menor. 2. Método bipolar. Los dos electrodos se colocan en el área activa y ambos suelen ser del mismo tamaño. - Tratamiento con corrientes galvánicas: La aplicación de corriente galvánica en el organismo produce determinados cambios fisiológicos, que podemos aprovechar desde el punto de vista terapéutico. Aunque su utilización es menos habitual que hace algunos años, ofrece metodologías específicas de tratamiento de determinados procesos, de interés en medicina física. En este capítulo analizaremos las características físicas y efectos fisicoquímicos de la corriente galvánica y su principal aplicación en la actualidad: la iontoforesis. Ir al punto: 1.3.1.1. Corrientes Galvánicas.pdf - Estimulación TENS: Por lo general en la electroestimulación se buscará obtener una respuesta muscular a raíz del estímulo de un nervio. Esto facilita el uso de corrientes de baja potencia ya que para estimular un nervio se necesita menos corriente que para estimular un músculo. En caso de que el paciente tenga mayores problemas, como posible deterioro del sistema nervioso, pasaremos a estímulos sobre tejido muscular. Además, debemos saber que, dependiendo de la frecuencia de los impulsos, obtendremos respuesta de un tipo de fibras musculares. A frecuencias bajas, estimularemos las fibras lentas del organismo y a frecuencias altas, estimularemos las fibras altas. De forma simple se habla de dos tipos de modalidades de TENS: Estimulación de alta frecuencia (60-100 Hz) y baja intensidad (analgésico). Estimulación de baja frecuencia (< 10 Hz) y elevada intensidad (contracciones musculares visibles) Revisad los manuales de usuario (puntos 1.3.1.2 ; 1.3.1.3 y 1.3.1.4) y estudiad los apartados que se indiquen en clase.

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