Manual del Bombero: Trabajos y rescates en altura PDF

Summary

This manual details safety procedures, equipment, and rescue techniques for firefighters working at heights. It covers concepts like force of impact, fall factors, and pulley effects, along with crucial material and equipment knowledge for rescue operations. It also includes procedures for moving victims and using equipment like stretchers and auto-ladders.

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akademia T~TULOSDE L A C O L E C C I ~ NM A N U A L DEL BOMBERO Volumen 1 Operaciones de salvamento 1.1 Rescate en accidentes de tráfico 1.2 Trabajos y rescates en altura 1.3 Rescate acuático en superficie 1.4 Urgencias sanitarias para bomberos Volumen 2 Control y extinción de incendios 2.1 Pr...

akademia T~TULOSDE L A C O L E C C I ~ NM A N U A L DEL BOMBERO Volumen 1 Operaciones de salvamento 1.1 Rescate en accidentes de tráfico 1.2 Trabajos y rescates en altura 1.3 Rescate acuático en superficie 1.4 Urgencias sanitarias para bomberos Volumen 2 Control y extinción de incendios 2.1 Principios de lucha contra incendios 2.2 lncendios en interiores 2.3 lncendios forestales 2.4 Prevención de incendios Volumen 3 Fenómenos naturales y antrópicos. Operaciones de ayudas técnicas 3.1 Riesgos naturales 3.2 Riesgo en accidentes con materias peligrosas 3.3 Redes de distribución e instalaciones 3.4 Principios de construcción y estabilización de estructuras Volumen 4 Uso de recursos operativos 4.1 Equipos de protección respiratoria 4.2 Medios de extinción. Operaciones e instalaciones con mangueras 4.3 Bombas. Hidráulica básica para bomberos 4.4 Vehículos de los S.P.E.1.S 4.5 Manejo de herramientas y equipos Volumen 5 Organización y desarrollo profesional 5.1 El Sistema Vasco de Atención de Emergencias 5.2 Seguridad y salud laboral 5.3 Aspectos legales de la intervención. Responsabilidades, deberes y derechos 5.4 Psicología de emergencias Edición: Junio 201 1. Tirada: 1.800 ejemplares. O Administración de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Departamento de Interior. Internet: www.arkauteakademia.euskadi.net Edita: Academia de Policía del País Vasco. Carretera Gasteiz-lrún Km. 5. 01 192 Arkaute - Álava. Dirección proyecto: Hilario Sein Narvarte. Asesor de la Academia de Policía del País Vasco. Autores: F. Javier Lapresa Villandiego. Sargento del Servicio de Extincion de lncendiosy Salvamento. Diputación Foral de Bizkaia. Garikoitz Areitio Bidaurratzaga. Cabo del Servicio de Extincion de lncendiosy Salvamento. Diputación Foral de Bizkaia. Pablo de Miguel Valiente. Suboficial del Servicio de Extincion de lncendiosy Salvamento. Diputación Foral de Bizkaia. Instructores de rescate de la unidad de helicopteros de la Ertzaintza (Anexo). Coordinación proyecto: Javier Elorza Gómez. Subinspector del Servicio de Extinción de lncendiosy Salvamento. Diputación Foral de Bizkaia. Diseño: Bell Comunicación. S. Coop. Impresión Centro Gráfico Ganboa ISBN de la Obra Completa: 978-84-615-1638-4 1 ISBN del Volumen 1: 978-84-615-1633-9 1 ISBN de este libro: 978-84-615-1651-3 D.L.: 55-940-201 1 INTRODUCCI~N 1. SEGURIDAD EN LA INTERVENCIÓN 1.1 SEGURIDAD EN LA ESCENA 1.2 SEGURIDAD PERSONAL DE LOS INTERVINIENTES 1.3 SEGURIDAD EN LAS INSTALACIONES 1.4SEGURIDAD DE LA V~CTIMA 2. CONCEPTOS PREVIOS 2.1. FUERZA DE CHOQUE 2.2. FACTOR DE CA~DA 2.3. EFECTO POLEA 3. EQUIPO Y MATERIAL 3.1. EQUIPO PERSONAL 3.2. MATERIAL COLECTIVO 3.3. MANTENIMIENTO, MANIPULACIÓN Y CONTROL 4. NUDOS 5. ANCLAJES Y TR~PODES 6. PROGRESIÓNPOR L~NEAS DE VIDA 6.1. PROGRESIÓNDESCENDENTE 6.2. PROGRESIÓNEN HORIZONTAL 6.3. PROGRESIÓNEN PENDIENTE ASCENDENTE 6.4. PROGRESIÓNEN VERTICAL ASCENDENTE 7. ASEGURAMIENTO 8. INSTALACIONES 8.1. L~NEAS DE VIDA 8.2. MOVIMIENTOS DE CARGAS 8.2.1. Polipastos 8.2.2. Hacia abajo 8.2.3. Hacia arriba 8.2.4. Tirolinas 9. RESCATES 9.1. ACOMPAÑAMIENTO DE V ~ T I M A S 9.2. MOVIMIENTO DE CAMILLAS 9.3. AUTOSALVAMENTO 9.4. MANIOBRAS CON AUTOESCALERA ANEXO PROCEDIMIENTOS EN RESCATE CON HELICÓPTEROS El rescate de personas o animales en situación de peligro en lugares de difícil acceso es una tarea más de los bom- beros desde que los servicios de extinción de incendios asumieron la competencia de salvamento. Sin embargo no todos los rescates de este tipo son competencia de los bomberos pues en algunos casos la situa- ción exige una intervención muy especializada y con materiales específicos, como el rescate en montaña o en cue- vas. En el resto de los casos, independientemente de que se movilicen servicios especiales, por nuestra distribución geográfica vamos a ser muchas veces el primer servicio de rescate en llegar al lugar. Entendemos, por tanto, que un bombero debe ser capaz de progresar con seguridad de forma autónoma, de realizar instalaciones básicas de anclaje, aseguramiento y evacuación y de ejecutar maniobras elementales de auto-salvamento o de salvamento de una víctima en caso de urgencia. Así mismo, como miembro de un equipo, debe ser capaz de colaborar en instalaciones más complejas para el acceso y rescate a personas en altura y para la evacuación en espacios verticales o pendientes pronunciadas. En este tema se desarrollan los aspectos fundamentales de la seguridad de los trabajos en altura y las característi- cas, uso y mantenimiento de los materiales más habituales de que disponemos la mayoría de los servicios. Además, se incluyen las técnicas para realizar el salvamento de terceros, auto-salvamentos y trabajos en altura, haya o no una víctima comprometida como puede ser el caso de incendios y asistencias técnicas. El objeto es describir principios básicos para el trabajo de bombero, dejando aparte técnicas más complejas o específicas, ya que tanto ellas como los materiales utilizados están en continua evolución y especialización. Cada servicio ampliará estos principios en función de las competencias de rescate asumidas y las características de sus intervenciones. Este texto no puede ni debe sustituir en ningún caso los cursos prácticos que todo profesional de la emergencia debe recibir para el desarrollo de sus competencias profesionales. En una operación de rescate o de trabajo en altura debe primar sobre todo el sentido común, acompañado del conocimiento, el entrenamiento y la experiencia. Como bien nos ha demostrado la experiencia, si algo puede salir mal, seguro que en alguna ocasión saldrá mal, sólo hav aue esDerar a ver a cuándo (y que no nos toque nositrosj. El profesional del rescate en altura, por las característi- cas de los salvamentos, tiene una exposición al riesgo y un compromiso con la víctima que hacen que debamos minimizar la improvisación y acudir siempre que sea po- sible a técnicas y maniobras protocolizadas, conocidas y entrenadas. Es además fundamental seguir siempre unos principios básicos de seguridad. Análogamente a lo explicado en el temario de extin- ción de incendios, podríamos hablar del "tetraedro de la seguridad en rescates en altura" de tal forma que la combinación de las cuatro caras del tetraedro nos ga- rantizan la seguridad global de la intervención. 1.1. SEGURIDAD EN í A ESCENA Al llegar al lugar del incidente debemos delimitar la zona, evaluar los peligros y riesgos existentes (además de la altura) y gestionar la seguridad del escenario de la intervención. El objeto será eliminar o, al menos, mini- mizar los riesgos que encontremos a fin de no agravar y complicar la situación (piedras, elementos inestables, riesgo eléctrico, gases, fuego, agua...). El riesgo inhe- rente al desnivel lo solventaremos con la correcta insta- lación de líneas de aseguramiento y progresión para los intervinientes. También debemos adecuar el escenario para facilitar la intervención (iluminación, señalización...). 1 MANUAL 0". BOMBERO -VOL%C3PEdtAtlaiVESDE 9ALVAMBTOTRABAJOS Y RESCATES EN ALTURA 0 Procuraremos utilizar aparatos con dispositivo de Iimi- 1.2. SEGURlDAD PERSONAL DE LOS tación de velocidad, antipánico o antierror (caso de des- INTERVINIENTES censores) y cuando la situación lo requiera, sin menos- 7 La seguridad global de cualquier operación de rescate cabo de la operatividad, llevaremos seguridad personal se basa, en primer lugar, en nuestra propia seguridad. redundante. Es no empeorar una situación con nues- Antes de utlizar cualquier aparato hay que revisar su tras propias complicaciones Aunque parezca obvio, en correcta colocación y realizar una "prueba de carga" la práctica no lo es tanto$ por lo que insistimos en que para verificar que además funciona adecuadamente. no debe participar nadie que no esté adecuadamente formado y entrenado en las técnicas a desarrollar y los H ~ que Y trabalar Iimitando la "fuerza de choque" que que tomen parte deben extremar su seguridad perso- pudiéramos tener en caso de caída. Por ello, debemos nal. Comentaremos a continuación algunas medidas a de trabajar siempre que podamos con factores de caída modo de ejemplo para ilustrar lo que queremos decir. (ver más adelante el concepto) menores de 1. Respecto al equipamiento: todos 10s participantes El nudo de fin de cuerda es básico en todas las instala- deberán ir provistos en todo momento de casco, bo- ciones de progresión para evitar que se nos "acabe" la tas, guantes, arnés y material de progresión individual cuerda. Por r~uestraPropia seguridad debemos asegu- completo. Es decir, deben ir equipados para progresar rarnos de que está confeccionado antes de descender autónomamente y con seguridad. por esa cuerda. En las cercanías de una vertical: todos los intervinien- tes deben estar asegurados. Deben preverse, como di- jimos antes, instalaciones específicas para el asegura- 1.3. SEGURIDAD EN LAS miento y progresión de los bomberos e independientes lNSTAiAClONES de las propias de rescate. Procuraremos realizar instalaciones sencillas, huyendo En la salida a la vertical, no se retirará el elemento en lo posible de técnicas complejas. Cuanto más com- que nos asegura hasta estar suspendidos de la cuerda plicada es una maniobra, más posibilidades hay de que y verificar que los aparatos funcionan adecuadamente. falle algún elemento de la cadena de seguridad. Siempre que sea posible, se utilizarán las técnicas pro- tocolizadas para eliminar, en la medida de lo posible, la improvisación en las intervenciones. Respecto a los equipos y materiales, deben haber sido revisados y estar en perfecto estado y utilizarse de for- ma correcta con amplios márgenes de seguridad Para garantizar su fiabilidad se deben usar equipos y materiales más resistentes de lo necesario e instalacio- nes sobredimensionadas. Respecto a las cuerdas, cordinos y cintas, hay que pre- ver que no rocen entre ellas ni trabajen sobre aristas 1 o bordes cortantes, ya que podemos seccionarlas. Si no podemos evitarlo, las protegeremos. Cuando rea- l licemos nudos, éstos deben apretarse correctamente y nunca dejarlos flojos. Dejaremos al menos 15 cm. de cuerda libre en los extremos y los verificaremos siempre Siempre que sea posible, utilizar técnicas protocolizadas. antes de que comiencen a Cuando se realiza la instalación debe tenerse siempre presente cómo van a trabajar los equipos en carga y MANUAL DEL BOMBERO VOL.? OPERACIONES DE SALVAMENTO TR?B\JJS i ?E,CAl t i :Y iiLTLR1 ser conscientes de las restricciones que especifican los Los accidentados expuestos a un riesgo que no poda- fabricantes. mos controlar rápidamente (fuego, gases,...), o en el que peligren sus vidas, deben de ser retirados lo an- Antes de iniciarse la maniobra es fundamental revisar tes posible de la situación de peligro. Se debe valorar las instalaciones, y esta revisión debe ser realizada, si es su estado, y sopesar si es mejor llevar las víctimas a la posible, por una segunda persona. Además, haremos asistencia médica o, por el contrario, llevar la asistencia una "prueba de funcionamiento" para verificar que la médica a las víctimas para su estabilización antes de instalación trabaja como debe. evacuarla. Durante el desarrollo de la maniobra, debemos vigilar Como en otras intervenciones, debe primar el sentido constantemente que todo trascurre según lo previsto y común. que los equipos y materiales trabajan adecuadamente. Una fase especialmente delicada en todo rescate, ya que puede agravar las lesiones, suele ser la moviliza- 1.4. SEGURIDAD DE LA V~CTIMA ción de la víctima. Una vez estabilizada, la evacuación debe realizarse de forma suave y atendiendo a su es- En toda intervención, el objetivo básico con respecto tado, que puede incluso determinar la elección de una a la víctima o víctimas es no agravar su situación e ¡ni- u otra técnica. Por ejemplo, una camilla evacuada en ciar cuanto antes su atención sanitaria. Siempre que vertical disminuye el riesgo de enganchones o de tirar sea posible prestaremos ayuda según las instrucciones objetos durante su desplazamiento, mientras que una de la asistencia sanitaria presente. En ocasiones, esto camilla en horizontal puede ser más conveniente por no es posible, por lo que es primordial que todos los razones médicas. bomberos participantes en un rescate tengan desde su formación de ingreso conocimientos y entrenamiento en medicina de urgencia. Movilización de víctima a /a camilla. MANUAL DEL BOMBERO -VOL.% OPERMONES DE SALVAMENTO 'RAB;UOS~tSCATES Ei'4 AUUR4 2.1. FUERZA DE CHOOUE - Durante un rescate o un trabajo en altura, si un bom- bero cae, la energía debe ser absorbida por los ele- mentos que intervienen en su detención, en particular por la cuerda. Este "impacto" que recibe el bombero al final de su caída es lo que se denomina fuerza de choque. Por esta razón, las cuerdas diseñadas para detener caí- das se comportan elásticamente. De esta manera, las detenciones son menos bruscas, y por tanto, las fuerzas de choque menores. La fuerza de choque depende del peso que cae, de la capacidad de la cuerda para absorber energía, y del de- nominado factor de caída. Como el peso no lo po- demos variar en una intervención, para minimizar la fuerza de choque debemos utilizar cuerdas adecuadas y controlar nuestro factor de caída. 2.2. FACTOR DE CA~DA Determina la severidad de la caída. El factor de caída, se calcula dividiendo la longitud de la caída entre la Ion- MANUAL DEL BOMBERO -VOL,I OPERMONES BE WVAMEMTO TRA&AJOSYKSCATES EN ALTURB gitud de cuerda utilizada para detenerla, En general pro- curaremos trabajar siempre con factores menores de l. FACTOR DE C A h = En las figuras adjuntas se muestra como una rnisrn2 caida de 10 metros puede tener diferentes factores de caída (1, 2 y 10) en función de la longitud de cuerda que tenemos para retener la caída (10 metros, 5 mevos y 1 metro respectivamente). grasas, como por ejempío al asegurarnos con un cabo Para un factor dado. toda caída (con el mismo Pesa Y de anclaje sin bloqueador a un cable o línea de vida cuerda), e independientemente de la altura, tiene si- vertical. rnilar fuerza de choque. Por ejemplo dos caídas sobre Por ello, intentaremos utílizar anclajes srtuados por en- un punto de anclaje, una de 4 m.(cuando nos caemos hemos subido 2 m. sobre 41) y otra de 20 m. (en la que cima de nuestra cintura. hemw subido 1O m) tendrán similar fuerza de choque a pesar de parecer más peligrosa o aparatosa la segunda. 2.3. EFECTO POLEA Pero podemos tener cardas de factor muy superior en circunstancias que aparentemente parecen menos peli- E, caso de caída, el filtimo anclaje soporta la acddn combinada de dos fuerzas: FACTOR DE CA~DA1 FACTOR DE CA¡DA 10 IRIESGO DE MUERTE! MANUAL DEL BOMBERO -VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO -;iASAJOS " RESCBYES EFJ J L T U W a. la fuerza de choque transmitida a la persona que se ha caído y b. la fuerza necesaria para retenerle que ejerce el ase- gurador. Esto es también aplicable al trabajo de izado con po- leas. En este caso, las fuerzas que actuarán serán: P. La carga y F. la fuerza ejercida para izar. Esta acción combinada de fuerzas es lo que se denomi- ANCLAJE na el efecto polea, y puede suponer grandes sobrees- (actúa como fuerzos sobre los anclajes en caso de caídas, polipastos una polea) y poleas, como puede observarse en el gráfico adjunto. ASEGURADOR Distribución de las fuerzas de impacto en una caída,.. MANUAL DEL &MBE& - V?BLL1.bmmOa5 DE 3&Vk@RmFTBABpU0-S 'T.RfSt;Bl En este apartado se incluye los equipos y materiales más colocación con hebillas rápidas, con portamateriales y utilizados en trabajos y rescate en altura. Existen en el diferentes anillos o aros de anclaje. mercado elementos tdnto para el pro- Este elemento es diferente al cinturón de bombero, fesional como deportivo, en continua mejora y evolu- cuya utilización es exclusivamente de sujección ción, por lo que hablaremos sólo de los imprescindibles, siempre con el criterio de que para unos conocimientos básicos es mejor poco material, pero polivalente y co- nocido por todos, que mucho material pero específico y que solamente conocen los más expertos. 3.1. EQUIPO PERSONAL Es el equipo individual de un rescatador que le debe permitir asegurarse y progresar autónomamente con seguridad. Además del casco, las botas, la navaja y los guantes del equipamiento personal de bombero, se uti- liza: Elemento fundamental que se sujeta al cuerpo para unirnas a la cadena de seguridad. Podemos definirla camo e1 conjunto de tejido textil constituido por cintas, hebillas y otros elementos de ajuste, dispuestes y ajus- tados de forma adecuada sobre el cuerpo del bomberrr y desxinado a evrtar que se produzca una caída (como componente de un sistema de sujeción) y a detener- la cuando Qsta y8 se ha producido (corno componente Arnés. de un sistema anticafdas). Debe ser regulable, de fdcil Llamamos cabo de anclaje al elemento de amarre que nos sirve para unir nuestro arnés con la cuerda, el an- claje o el aparato que iría a la cuerda (por ejemplo, un bloqueador). Por sí mismo no es un sistema anticaídas. Sin elemento de disipación adicional, no debe utilizarse para detener caídas de factor superior a 1. Es necesario que sea doble y de diferente longitud para mayor poli- valencia y para las maniobras de progresión individual. Cabos de anclaje. Son conectores metálicos con gatillo (apertura móvil) que se utilizan para unir los elementos de la cadena de seguridad. Es necesario que el cierre o gatillo disponga d de seguro, y recomendable que este seguro sea auto- mático. BOTAS Mosquetón. MANUAL DEL BOMBERO VOL 1 OPERACIONFS DE SALVAMENTO -PCbA'C\ " € V A L \ -Pl AL7L"ii Es el dispositivo que nos permite realizar el descenso por la cuerda de forma controlada y segura. Es reco- mendable que disponga de una función antipánico y autofrenante que bloquee el aparato automáticamente si se tira demasiado fuerte de la empuñadura (situación de pánico) o si se suelta ésta (descontrol). c Incluimos aquí el material utilizado en las instaladones Descensor. de acleguramiento, progresien y trabajo. Por un lado te- C nemos el material textil, que engloba cuerdas, cintas, arness colectivos y otros materiales textiles, y por el otro el material duro, que engloba a todos los equipas meT8icodmecánicas. Dispositívo que merced a una teva dentada y a su em- puñadura nos permiteasegurarnos a una cuerda, o pro- gresar por ella, con totd seguridad. El elemento desliza sobre la cuerda en un solo sentido, con lo que cada ver que a.scendemos-se bloquea en la posición ganada. Tiene una empuñadura pera traníoriar ton la mana. Dentro de la cadena de seguridad, las cuerdas son el Es necesaria que vaya acompafiadr, de un pedal. elemento más importante ya que nos permiten realizar la progresidn y el transprte de la víctima, entre -otros trabaja, Formada por fibras textiE.es Iongitudinales tic? ne dos partes fundamentates: Elemento auxiliar de eordina o cinta para la prugresián ALMA: Cumpfe una funcibn principalmente re-sis- por la cuerda con bloqueador de puño. tente (puede suponer en torno al 86% de la resis- Conectados, nos permite cargar nue5tro peso en el blo- tencia). Dependiendo del tipo de material utilizado queador a trav&s de la píerna para ascender. y del trenzado, la cuerda tiene unas características determinadas, principalmenteen cuanta a elasticidad y resisjtencia, CAMISA a funda: Realiza gran parte de la función protectora de las deterioros mednicos y agentes agresivos, apartando la resi3tencia estante a la cuer- da. El trenzado, el material utilizada y los tratamientos aplicados determinaranotras caracterlst~cascoma por ejemplo la flexibilidad o facilidad de manejo, absor- ción de agua, resistencia a la abrasión, al carte, etc. MANUAL DEL BOMBERO -VOL 1 OPERACIONES DE SAlVAMENTO 'R43AJOl Y iESCA-:S FIJ ALTURA Cordón - Fibras te~tilestrenzaks en forma de cinta, tienen una de fibras función auxiliar fundamentalmente como anillas en arí- ciajes. Cordón - de fibras Se utilizar%ncintas cosidas, porque tienen mayor resjs- tencia y no precisan de nudo de unibn. Cuanda se ne- cesiten anillos muy grandes, y no dispongamos de cin- tas de tales medidas, los confeccionaremos can cuerda. Las cuerdas que utilizamos en rescate y trabajos en al- tura se dividen, en la actualidad, en dos grandes grupos según su elasticidad: Dinámicas, y semiestáticas. Dinámicas: Pensadas para su uso en aseguramien- to, tienen como objetivo principal absorber la ener- gía producida durante una caída. Suponen nuestro principal elemento de absorción de energía. Emplea- Arnés de evacuación remos las cuerdas dinámicas para todos los trabajos, Elemento muy versátil, sobre todo para situaciones de progresiones o instalaciones donde podamos prever urgencia. Ocupa poco espacio y es rápido y fácil de co- una caída. locar. Va destinado a víctimas conscientes Tiene forma Semiestáticas: están diseñadas para realizar princi- triangular con anillas o cintas de anclaje en cada vértice palmente trabajos de suspensión de cargas y progre- y se coloca como una especie de pañal, pasando dos sión sobre ellas. Aunque cuentan con cierto alarga- anclajes a cada lado de la cintura y el tercero por debajo miento, responden muy bien al uso de aparatos de de las piernas, uniéndose los tres a la altura del pecho progresión (bloqueadores y descensores). Por tanto, de la víctima. serán las utilizadas para movernos sobre ellas como líneas fijas. Las utilizaremos para el izado de cargas y como cuerda soporte. Son cuerdas de diámetros de 4 a 8 mm. utilizadas para aplicaciones auxiliares. (acarreo de material, vientos de camilla, etc.) y nunca como cuerda principal de asegu- ramiento. Además, puede representar un uso especial como cuerda para maniobras de autosalvamento. v,' + : % +&&- - - 3 Los mosquetones tienen que trabajar cerrados y en sen- tido longitudinal. Protectore~ estaticas: para proteger la cuerda o cintas en puntos fijos donde el rme sea inevitable. Ce tienen Según el tipo cierre se diferencian en: que poder abrir para abrazar la cuerda/cinta, y poseer *Sin seguro: %eutilizan para progresar con cuerda co- un elemento para.fiiarlas al punto deseado. También se locándolos corno seguros intermedios. -tan poco poliva- puede improvisar prateaores sobre el terreno [sacas, mangueras cortadas,...) lentes para nosotros. Sacas: de material impermeable y resistente, tienen * t o n seguro: Tienen un disposítivo (~egura]que blo- como misián contener el material, recogido, ordenado quea el gatillo para que no se abra accidentalmente. y protegido del contacto con productos que puedan Ebe puede ser de rosca o automatice (par giro, bayo- dañarlo corno aceite, gasolina, ac. Aderntrs, nos neta, pestillb, bola...$ r> permiten recoger y desplegar cuer- das sin que esten en contacto con el suelo ni Se enreden. T Correcto ensacado de cuerda para trabajo y almacenamiento. MATERIA&DURO '- 4 yr** Además de los mosquetones utilizados como equipa- miento personal, estos conectores metálicos con gatillo se utilizan, y mucho, como material colectivo para unir los elementos de la cadena de seguridad. Tienen forma de eslabón con un cuerpo en forma de C, y un gatillo o pieza móvil para su apertura. Trabajo correcto e incorrecto de los mosquetones. Mosquetones. llilANUAL DEL BOMBERO -VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO I4ABAJOS ' R'rSCATiS E\ A TJRA Son conectonis muy resistentes que se diferencian de Utilizadas para desvio de cuerdas, po.lipas.t-0~ y tirolinas. los masquetones en que el cierre no es por gatillo sino Se suelen utilizar fúndamentalnente tres tipos: por rosca. Los maillones pueden sustituir a los mos- quetones cuando &tos no deban abrirse y cerrarse a * De alta rendimiento con rodamientos: Suelen tener menudo. Por el tipo de cierre es difícil que -seabran ac- un punta de anclaje ancha para poder colocar varios cidentalmente y tienen mayor resistencia que los mos- masquetones. quetones, pera son menos versátiler;. Poleas dobles: Prscticas para cargar el peso sobre ti- rol1nas. * Poleas can bloqueador: simplifican el montaje de po- lipasto~. Como ya comentamos, son equipos que debido a una leva permiten a la cuerda circular en un sentido, blo- queándola en el otro. Se utilizan para asegurarnos a una cuerda, progresar por ella, o elevar cargas. La diferencia más importante entre ellos es el tipo de leva de bloqueo utilizada, que puede ser dentada o ra- nurada. Los bloqueadores de leva dentada tienen un Iímite de uso del orden de 400 kgf. A partir de este valor pueden desgarrar o seccionar la cuerda. Los bloqueadores de leva ranurada poseen un cuerpo más robusto y, para instalarlos, generalmente requieren Con 3 o 4 patas, resultan fundamentales en pozos y ar- retirar y colocar el eje de la leva. Su gran ventaja es que queta~.También se usan como desviadores sobre todo en cargas Iímite deslizan sobre la cuerda en lugar de des- en bordes de un talud o pendiente para evitar roza- garrarla o partirla. mientos. Ya hemos hablado en el apartado de equipo perxlnal de las características que tiene que tener un descensor. Existen mucha aparatas en el mercado, todos ellos ba- sados en el rozamienta y en sistemas de levas mdviles que retienen la cuerda, pero por su polivalencia para tas maniobras, nos centraremos exclusivamente en los que nos permiten asegurar la progresibn de un compañero, rtstener cargas en descenso o ascenso, y tenSr cuerda. Los sistemas autofrenantes se basan en una leva que aprisiona la cuerda y la frena si una empuriadura no se acciona. Si incluyen un sistema antipático, frenarán la caída, tan- to si se suelta el aparato como si se acciona en exceso la palanca. Pueden disponer de una leva antierror para evitar los accidentes debidos a una errónea colocación de la cuer- da en el aparato. La colocación de la cuerda suele apa- recer grabada en un esquema sobre el propio aparato. Para el descenso de cargas utilizaremos siempre un mosquetón adicional de frenado. Camilla de espeleosocorro, más especializada, al ha- ber sido concebida para rescates de espeleología, com- plementa a la anterior en que posee mayor maniobra- bilidad en lugares angostos. Placas organizadoras: también llamadas multiplica- dor de anclajes: Para organizar de forma clara y sencilla un sistema con anclajes o líneas múltiples. Protectores dinámicos: para proteger la cuerda en puntos donde la cuerda se mueve y el roce sea inevi- table. Están basados en trenes de rodillos que conve- nientemente fijados al punto deseado permiten que la cuerda se mueva sobre ellos evitando el roce. 3.3. MANTENIMIENTO, MANIPUIA- Elemento utilizado para la evacuación de heridos. Exis- CIÓN Y CONTROL ten multitud de tipos adaptados a diferentes necesida- Todo el material debe estar identificado y marcado des por diferentes países y fabricantes. De todas ellas, Es necesario guardar el material convenientemente re- los tipos más utilizados en rescate son dos: visado, ensacado, y dispuesto para la intervención. Camilla nido de plástico, que es la más utilizada por Es conveniente el uso y utilización de material específi- los bomberos. Está constituida por una canasta de ma- co y diferenciado para prácticas. terial plástico con el perímetro rodeado de perfil tubular metálico con orificios para el transporte manual y ojales El mantenimiento y manipulación de todo el material para los mosquetones del atalaje de elevación. Tiene debe cumplir lo prescrito por el fabricante en la ficha atalaje interior para la sujeción del herido. Es una cami- de instrucciones que se entrega. No obstante, a título lla robusta y resistente, muy fiable y segura. general expondremos algunas normas: MANUAL DEL BOMBERO *VOL 1 UPERACLUNES DE SALVAMENTO TRABAJOS + RESCATES E\ A TURA lAtención a la caída de elementos sobre la cuerda. Revisar los puntos donde se han dado las tensiones máximas en las cuerdas (zonas de trabajo estático sobre levas, gazas de nudos, trabajo sobre ángulos pronun- ciados, zonas de principiolfin de cuerda...) No utilizar el material en aalicaciones aara los aue no ha sido concebido. Se debe eliminar una cuerda que ha sufrido caídas de No entrar en contacto con productos quirnrcos, aceites... alto factor Almacenar en un lugar seco y protegido de la luz para 0 Hay que lavar el material textil con agua corriente, evitar la influencia de la humedad y el deterioro por los cepillo suave y jabón neutro. rayos ultravioleta. l Evitar que entren en contacto, tanto con productos químicos como aceites, hidrocarburos, ácido de batería, grasa, combustibles, etc., así como cristales y otros pro- ductos abrasivos. Si tenemos certeza del contacto con un producto químico, debemos eliminar el material de inmediato pues puede estar afectada la res~stenciade las fibras textiles sin que se aprecie en una inspección visual o táctil. Lavado con agua. No secar directamente al sol o cerca de una fuente de calor o exponer el material a fuertes temperaturas Guardar siempre el material completamente seco. Atención a las caidas de objetos sobre la cuerda. No secar bajo una fuente directa de calor. El material textil además de la degradación relativa a su uso, sufre también una pérdida de resistencia con el dr paso del tiempo. Por ello, independientemente de su Guardar en lugar oscuro y seco. estado, retiraremos el material que haya sobrepasado su vida útil. En general, la vida media útil se estima en torno a 5 años con uso normal pudiendo llegar incluso a 10 con un uso muy esporádico y buena conservación. MANUAL DEL BOMBERO VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO TR, 313 CS Y QSCATES El4 ALTURA registro completo de las correspondientes "Fichas de Verificación" de los E.P.I. El material habrá que elimi- Cualquier equipo que sufra una caída importante narlo después de cualquier suceso excepcional (caída debe ser identificado y eliminado inmediatamente. importante de un equipo mecánico al suelo, esfuerzos Aunque no lo veamos, puede haber sufrido daños que o roce importantes en un punto de cuerda, etc.) mermen su resistencia. Para el seguimiento de los controles efectuados, cum- * El lavado lo haremos utilizando agua corriente, cepillo plimentaremos "Fichas de Verificación" de los equipos suave y jabón neutro. y materiales. Para ello existen modelos en papel o so- porte inforrnático que proporcionan los fabricantes, Periódicamente hay que engrasar las partes móviles que en función del material y el tipo de control nos como muelles, ejes, resortes, etc. indicarán revisar lo siguiente: Inspección del estado de las cuerdas. Revisión visual y táctil del estado del alma y la camisa. Verificación visual del desgaste de cintas y arneses. I * Control visual del estado de las costuras, hebillas y anillas. CONTROL DEL MATERIAL La mayor parte del material y equipos utilizados en res- cate están catalogados como Equipos de Protección Individual (E.P.I.) dentro de la legislación de seguridad e higiene en el trabajo y por tanto está sometido a unas homologaciones y controles necesarios. Aunque nuestro trabajo en emergencias tiene salvedades a este respecto, esto es especialmente claro en maniobras y prácticas. Por ello, sin entrar en la profundidad de las normas y legislación aplicable, podemos decir que el Revisión cuerdas. material y equipos de rescate se debe someter a tres tipos de control: El control rutinario con cada uso: Es una verificación Inspección visual general. Atención a zonas donde rápida del material, que realizaremos después de cada se haya eliminado la pintura, desgastes excesivos (rol- utilización. El objeto es detectar anomalías derivadas danas de poleas y levas, dientes en bloqueadores...) o del trabajo realizado y dejar el material de intervención rebabas. perfectamente ubicado y preparado para su uso en la siguiente utilización. Verificación visual y prueba de los seguros y pasadores. El control complementario: Es una revisión más pro- Control visual y prueba de las partes móviles como funda del equipo o material ante una duda razonable muelles, resortes, roscas, palancas, gatillos, etc. verifi- de que algo no está bien. Es efectuada por los propios cando que realizan su función de forma fácil y sin tra- bomberos que podrán pedir consejo a personal com- bas. Engrase si es necesario. petente. Control visual de ejes y pasadores, sobre todo de los El control completo: Lo realiza una vez al año perso- agujeros. Son zonas donde suelen aparecer fisuras de nal competente para las verificaciones y dará lugar al fatiga del material. MANUAL DEL BOMBERO VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO TrPkSA i r I 'ESCPTF> tN,L U?& I En este capítulo vamos tratar de exponer de una for- ma gráfica y simple, los nudos básicos que un bombero debe conocer para poder resolver de forma eficiente y segura la mayoría de las situaciones que puedan darse en rescates. Conscientes de que hay muchos más nudos y algunos más eficaces que los aquí expuestos, la intención de este manual es simplificar lo máximo posible a fin de que sea más fácil de recordar, sin descuidar la seguridad. TERMINOLOG~ADE LOS NUDOS - Extremo o punta de la cuerda. - Seno: curvatura entre los extremos. - Gaza: vuelta o bucle cerrada sobre sí misma. SENO EXTREMO QPERACJaB DE SBkW&EMT@- f RABMOS Y RESCATES ENhLTMRA MANUAL DEL BC)FUIBERO-\OL~I NUDOS DE ENCORDAMIENTO Y ANCLAJE Uso Posee los mismos usos que el ocho con extremo, excep- tuando el encordamiento. Uso Es el mismo nudo que el de encordamiento, lo que varía el modo de realizarlo. Es el mejor nudo para encordamiento directo al arnés o para anclar la cuerda directamente a un elemento sin la En este caso necesitaremos un conector para su fijación. utilización de mosquetón. Realización Lo utilizaremos también como nudo fin de cuerda, o Seguiremos todo el recorrido del ocho con el seno y para unir la cuerda a su saca. las dos cuerdas paralelas, quedando un nudo simétrico. La perdida de resistencia con respecto a una cuerda sin La gaza será del tamaño adecuado y el extremo sobran- anudar es de un 30% aprox. te de unos 15 cm, por seguridad Realización Para su realización haremos primero un ocho simple en el firme de la cuerda dejando suficiente distancia al ex- tremo como para rodear el anclaje. Una vez pasado el extremo por el punto de anclaje se- guiremos el nudo en sentido contrario y con las cuerdas en paralelo en todo su recorrido. Por seguridad dejaremos un extremo sobrante de 15 cm aprox. y la gaza será lo más ajustada posible. Nudo ocho con seno. Nudo ocho con extremo. MANUAL DEL BOMBERO VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO T", 3610s r -11 9.3. AUTOSALVAMENTO Durante una intervención, ante una situación de extre- mo peligro, el bombero cuenta con equipamiento para realizar una maniobra de autoevacuación en descenso. A día de hoy, cada servicio tiene establecido un equipa- miento diferente para realizar dicha maniobra, aunque todos comparten unas características comunes: - El conjunto cuerda-descensor debe de ocupar poco espacio y poseer un peso contenido para poder ser aca- rreado en todo momento en las intervenciones. - Las cuerdas deben de ser de poco diámetro y suficien- temente resistentes a la carga y al calor. - La longitud de la cuerda debe permitir fijarla al anclaje y descender una distancia suficiente para llegar a zona segura. 9.4. MANIOBRAS CON AUTOESCALERA En intervenciones que impliquen actuaciones en zonas de difícil acceso, hay ocasiones en las que una grúa, o -un anclaje o desviador alto las facilitan en gran medida. Esto puede solucionarse utilizando una autoescalera. En este apartado solamente hacemos mención a esta posibilidad, puesto que cada servicio utiliza su propia metodología. cia de ésta hay un gran flujo de aire producido por los rotores. Por ello: En ocasiones, nuestras operaciones de salvamento pue- Mantener a la víctima cubierta hasta que el heli- den requerir el apoyo de un helicóptero. En este caso, cóptero haya parado motores, o hasta situarla en el además de la información habitual es necesario infor- interior de la aeronave. mar de las condiciones climatológicas en el lugar y la forma de contacto si la hubiera con los intervinientes. Mantener cerradas las puertas de los vehículos Además procuraremos adecuar una zona para el aterri- próximos a la zona de aterrizaje. zaje de la aeronave. No aproximarse al helicóptero hasta recibir indicacio- Es posible que las camillas que utilicemos habitualmen- nes de la tripulación para acercarse a la aeronave. te en nuestras intervenciones no sean compatibles con Mantener limpia la zona de aterrizaje. La turbu- la evacuación en helicóptero. Por esta razón hay que lencia que origina el helicóptero puede hacer que prever esta posibilidad y tener preparado al herido para vuelen objetos, (periódicos, ropa, balizamientos, hacer un traslado al material específico de la aeronave etc.). Debemos atar bien los objetos que portemos En todo caso siempre seguiremos las instrucciones de El material sanitario que lleve la persona a trasladar la tripulación. deberá estar bien sujeto. Describimos a continuación unas nociones básicas de Los objetos largos se situarán en posición horizontal i @ seguridad, señalización y balizamiento. 2. NORMAS GENERALES DE Proteger los ojos cuando se esté cerca del lugar de toma o despegue para evitar lesiones oculares por el polvo, ramas u objetos que puedan salir despedidos. Aproximarnos, a ser posible por la zona delantera a SEGURIDAD indicación del piloto o del operador que se encuen- Debemos observar unas normas de seguridad durante tran en la aeronave. Nunca por la parte trasera por los aterrizajes y despegues, así como al acercarse y ale- el peligro que tiene el rotor de cola y porque no nos jarse de la aeronave debido a que en el área de influen- ve la tripulación Nos alejaremos por donde hemos accedido. MANUAL DEL BOMBERO -VOL 1 OPERACIONES DE SALVAMENTO T R A B k l l l \ QESIIITESLhI 3LTCIIiRI-I Tener en cuenta la orografia del terreno a la hora de acceder al helicóptero. En zona abrupta, las palas pueden quedar relativamente cerca del suelo, por lo que haremos la aproximación por la parte más baja de la pendiente Ir ligeramente agachado para aumentar la distancia al rotor principal. Debe de tenerse en cuenta que en el momento de poner en funcionamiento o parar el helicóptero se produce una oscilación en las palas que dis- minuye la distancia al suelo. Acercarse síernpre por la parte baja de la pendiente, agacha- do y no llevando ningún sbje- to que sobrepase la cabeza. ? " ce volar las o clstdn bien 1 Al acceder a la cabina del helicóptero seguir las ins- trucciones de embarque del operador. En el interior los movimientos deben ser pausados y cuidadosos y no tocar el parabrisas, antenas o cualquier parte móvil del helicóptero ni utilizar teléfonos móviles que pueden afectar a los sistemas electrónicos. No cerrar las puertas con excesiva fuerza dada la Tome tierra, delicadeza de las mismas y nunca dejarlas abiertas. No necesitamos ayuda necesitamos ayuda A ser posible se elegirá un terreno duro, llano, limpio de ramas, polvo, piedras, o cualquier otro elemento que el rebufo pueda levantar; no superando los 12" de in- Cuando se realicen señales para la toma del helicóptero clinación. La superficie deberá tener unas dimensiones se estará de espaldas al viento, puesto que esta circuns- tancia aumenta la seguridad en el aterrizaje. Las señales mínimas de 30 X 30 metros, a pesar de que el heli- básicas son dos: cóptero puede aterrizar en un terreno más reducido. Para ayudar al piloto a observar la dirección del viento A la hora de aterrizar, todo el personal y vehículos de podemos utilizar una manga, una bandera, un bote de la zona deberán estar quietos evitando distracciones al humo, etc. piloto. - MANUilqLDEL BOMBERQ WL1 (ZPEMICWVES DE SAtV&WmTO_TRM&Q5 Y* RESCATESEN AUbRA D - Queremos agradecer en primer lugar a todos los que han formado parte del grupo de rescate en altura aei S.E.1.S de la Diputación Foral de Bizkaia: Txus Olarra, Peio Eriz, Andres Urionabarrenetxea, Jokin Larrañaga, y Rafael Galdós. Todos, de una u otra manera, han aportado su grano de arena para lo que es hoy este volumen. - A todos los bomberos que han pasado por nuestros cursos y maniobras. Por sus dudas, ruegos, preguntas, aclaraciones.. - A Javier Elorza, responsable de formación del S.E.1.S de la Diputación Foral de Bizkaia, por embarcarnos en esta aventura. - A Aitor Bilbao, del Grupo de Rescate de la Ertzaintza. -A todas las personas que tan amablemente nos han atendido en los parques de bomberos de la CAV, rnoitrán- donos los manuales, técnicas y materiales de sus respectivos servicios: Andoni Areizaga del Cuerpo de Bomberos de Donosti; Iñaki Agirre, Errikarta Lekuona y Joseba Puente del cuerpo de Bomberos de Vitoria-Gasteir. Gracias ,. 4 por vuestro tiempo y dedicación. - A Vertical Sports S.L., representante de Petzl en España, por dejarnos utilizar las ilustraciones de sus catálogos y fichas técnicas.. a - Y por supuesto a nuestros familiares por las horas y atención que no les hemos dedicado BIBLIOGRAF~A TRABAJOS Y RESCATES EN ALTURA DELGADO, Delfín. Rescate Urbano en altura. Editorial Desnivel. REDONDO, Jon. Prevención y seguridad en trabajos verticales. Editorial Desnivel. LATASA UNDA'GOITIA, Iñaki. Manual de Espeleo-Socorro. Colección de emergencias. Servicio Central df Publicaciones del Gobierno Vasco. SAN MARTíN, Iñaki y AREIZAGA, Andoni. Manual de Rescate Urbano. Bomberos de Donosti. ORTIZ, Alvaro. Manual de Rescate Urbano CATALOGOSPETZL. CATALOGOSFIXE-FADERS. NORMAS UNE. NFPA 1983.

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