UT 3 La Personalidad PDF - Psicología
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Este documento, titulado "UT 3. LA PERSONALIDAD", explora las diversas facetas de la personalidad humana. Aborda las definiciones, características y factores que intervienen en su desarrollo, incluyendo componentes como temperamento y carácter. Además, investiga los mecanismos de defensa y los diferentes tipos de personalidad, ofreciendo una visión completa del tema.
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UT 3. LA PERSONALIDAD ÍNDICE 1. DEFINICIÓN DE LA PERSONALIDAD 2. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD 3. FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA PERSONALIDAD 4. COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD 5. MECANISMOS DE DEFENSA DE LA PERSONALIDAD 6. LUGARES DE OCULTAMIENTO 7. TIPOS DE PERSONALIDAD...
UT 3. LA PERSONALIDAD ÍNDICE 1. DEFINICIÓN DE LA PERSONALIDAD 2. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD 3. FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA PERSONALIDAD 4. COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD 5. MECANISMOS DE DEFENSA DE LA PERSONALIDAD 6. LUGARES DE OCULTAMIENTO 7. TIPOS DE PERSONALIDAD 8. TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA 9. ANEXO 1 UT1. LA PERSONALIDAD 1. DEFINICIÓN DE LA PERSONALIDAD Existen diferentes formas de definir la personalidad, a continuación, se proponen algunas definiciones: - La personalidad es una organización de las características del individuo que se exterioriza a través de su conducta y apariencia. - La personalidad se entiende como la suma total de cualidades o características que posee un individuo –como las disposiciones innatas, los impulsos, las tendencias, los apetitos e instintos biológicos innatos del individuo, más las disposiciones y tendencias adquiridas por la experiencia-, excluyendo el carácter de organización interna de la personalidad. La principal ventaja de esta definición es su amplitud, su principal inconveniente es que excluyen el aspecto fundamental de la personalidad, es decir, la idea de organización y orden. - La personalidad es la “organización relativamente estable de características estructurales y funcionales, innatas y adquiridas bajo las especiales condiciones de su desarrollo, que conforman el equipo peculiar y definitorio de conducta con que cada individuo afronta las distintas situaciones” (Bermúdez, 1996). - "La personalidad es la organización compleja de cogniciones, emociones y conductas que da orientaciones y pautas (coherencia) a la vida de una persona. Como el cuerpo, la personalidad está integrada tanto por estructuras como por procesos y refleja tanto la naturaleza (genes) como el aprendizaje (experiencia). Además, la personalidad engloba los efectos del pasado, incluyendo los recuerdos del pasado, así como las construcciones del presente y del futuro" (Pervin, 1998, p. 444). Es muy importante que no confundas la definición de personalidad, con las “frases hechas” que empleamos de forma cotidiana, en nuestro día a día, como “María tiene mucha personalidad” o “Pedro no tiene personalidad”. Aunque puedan relacionarse ambas ideas, no es exactamente lo mismo. Con la primera nos referimos a personas con las ideas claras o carácter fuerte, mientras que la segunda, nos referimos a personas con falta de iniciativa, ideas poco claras... Es decir, estaríamos utilizando el término personalidad como sinónimo de carácter. Estas expresiones forman parte del lenguaje coloquial pero hay que tener en cuenta que no coinciden con el concepto de personalidad que describimos en este tema. Como TCAE, ¿Para qué me sirve conocer la personalidad de un paciente? Conociendo la personalidad de un paciente, podremos predecir, en muchas ocasiones, cuál va a ser su comportamiento ante una determinada situación y nos permitirá adelantarnos a los acontecimientos que puedan ocurrir. 2 2. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD - Cada individuo tiene una personalidad propia que le hace único y distinto del resto. Sin embargo, existen ciertos rasgos de la personalidad se repiten entre individuos, especialmente si estos viven en una sociedad y tienen una educación, cultura y vivencias similares. Este hecho es el que permite agrupar a las personas en diferentes tipos de personalidad. - La personalidad es un patrón de actitudes, pensamientos y sentimientos recurrentes, que son más o menos estables a lo largo de la vida de un individuo y que permiten cierto grado de predictibilidad respecto a su modo de ser, por tanto podemos decir que es más o menos estable y duradera, aunque es cierto que modificarse paulatinamente a partir del tiempo y de las experiencias vividas. - La personalidad no puede observarse directamente, pero puede deducirse estudiando la conducta del individuo. Por conducta hemos de entender tanto la que se manifiesta externamente como la que no se manifiesta espontáneamente (ciertas emociones, pensamientos, motivaciones…). 3. FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA PERSONALIDAD El desarrollo de la personalidad de una persona es ve influenciado por la combinación de factores genéticos (herencia) y ambientales. Por un lado, los genes van a proporcionar la base biológica para el desarrollo de un individuo y pueden influir en aspectos como la altura, el color de ojos, la predisposición a ciertas enfermedades y algunos rasgos de personalidad. Sin embargo, el ambiente también es un factor clave en el desarrollo de una persona y puede influir en aspectos como el aprendizaje, la educación, la nutrición, la cultura y las experiencias de vida. La herencia determina la estructura y los caracteres genéticos de la persona y se trata de la transmisión de los caracteres de los padres a sus descendientes (hijos). Algunos autores afirman que la herencia no influye en la personalidad, sin embargo hoy en día, hay evidencias suficientes para confirmar que sí influye en la misma. Sin embargo, el hecho de tener la información genética que nos puede predisponer a poseer un rasgo de personalidad concreta, solo se manifestará si se dan las circunstancias adecuadas (medio) para que se exprese ese rasgo. Por tanto, el ambiente familiar donde crezca esa persona, tendrá mucha influencia. Es decir, los estudios han demostrado que tanto los genes como el ambiente pueden influir en el desarrollo de una persona, y que la interacción entre estos factores puede ser compleja y dinámica. Por ejemplo, los estudios sobre gemelos idénticos separados al nacer han demostrado que a pesar de tener los mismos genes, pueden tener diferencias significativas en su desarrollo y por ende, en su personalidad, debido a las diferencias en el ambiente en el que crecen. Es importante tener en cuenta que el ambiente puede influir en la expresión de los genes, lo que significa que ciertos factores ambientales pueden activar o desactivar ciertos genes. Además, la 3 epigenética es un campo emergente de la ciencia que estudia cómo los factores ambientales pueden influir en la expresión génica a lo largo de la vida. 4. COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD La personalidad está compuesta principalmente por dos elementos: el carácter y el temperamento, el primero, como veremos, es de tipo social y el segundo es meramente genético, esto quiere decir, que al primero lo determinará el ambiente en el que la persona se desenvuelva. Por ejemplo, cuando un individuo reacciona y actúa muy duramente ante un fracaso, se dice que tiene un temperamento fuerte, lo que viene a ser algo así como el grado de carga emotiva que le pone a las cosas; evidentemente, puede ser fuerte o muy blando. Y por el otro lado, el carácter indicará el modo a través del cual actuamos, nos expresamos y pensamos. Pero vamos a ver que la personalidad, además de estar compuesta principalmente por el temperamento y el carácter, está compuesta también por otros componentes. 4.1 Temperamento El temperamento se refiere a las características innatas de una persona, como su forma de reaccionar ante los estímulos y cómo se relaciona con el mundo. Aunque puede influir en nuestra forma de pensar, sentir y actuar, no va a determina completamente quiénes somos. El temperamento tiene un marcado carácter hereditario, pues es la habilidad innata que depende de la herencia genética de cada uno y que es el causante de las reacciones que tenemos ante los estímulos ambientales. Depende pues, de la biología y fisiología de la persona. Está relacionado con la capacidad de excitación del cerebro, del sistema nervioso autónomo y del sistema endocrino. Puesto que tiene un carácter hereditario importante es una parte de la personalidad muy difícil de modificar, pues con ella “se nace”. Existen varios modelos de clasificación de los tipos de temperamentos, en este tema, nos vamos a centrar únicamente en 4: - Teoría humoral clásica La propuso el médico griego Hipócrates, que pensaba que en el cuerpo existían cuatro tipos de humores o líquidos, y el predominio de uno de ellos determinaba el temperamento de la persona, que podía ser: o Melancólico: propenso a la tristeza, de ideas lentas y pesimista. o Colérico: dominante, violento y dado a accesos de ira. o Flemático: frío, indiferente y carente de emociones intensas. o Sanguíneo: activo, alegre y optimista. - Tipología de Jung Propone dos tipos de temperamentos. También acepta que todo individuo posee parte de ambos pero predominando uno de ellos: - Extrovertido: se lleva bien con la gente, disfruta del trabajo en grupo, tiene confianza en sí mismo y maneja bien las situaciones difíciles. 4 - Introvertido: tiende a replegarse sobre sí mismo, es reflexivo, prefiere la soledad a la compañía, es tranquilo, reservado y detesta la agresividad. - Tipología de Kretschmer (escuela alemana) y tipología de Sheldon (escuela inglesa) No vamos a profundizar en esta clasificación en este apartado. Únicamente tener en cuenta que cada una de ellas establece tres tipos de temperamento y las relacionan con características físicas o corporales. Encontrarás más información al final del tema (en el Anexo). - Tipología de Eysenck (corriente constitucionalista) Tampoco vamos a profundizar en esta clasificación. Únicamente tener en cuenta que tiene un planteamiento más científico que las anteriores. El temperamento viene determinado por la interacción de dos espectros: estabilidad-inestabilidad e introversión-extraversión. Encontrarás más información al final del tema (en el Anexo). 4.2 Carácter El carácter se refiere a las cualidades y valores que una persona adquiere a lo largo de la vida. Es decir, es más influenciado por la educación, las experiencias y los valores que se adquieren durante la vida. Por tanto, obedece a las experiencias vividas a lo largo de la vida y está relacionado con el entorno ambiental en el que se desarrolla el individuo Éste se desarrolla con el tiempo y puede ser moldeado y fortalecido con la práctica y la disciplina. 4.3 Creencias Son las interpretaciones asimiladas y estabilizadas que tenemos de los distintos aspectos de la realidad; es decir, cómo percibimos la realidad a partir de la información que tenemos sobre multitud de aspectos: personas, cosas, instituciones, religiones, comportamientos… Las creencias primarias son aquellas que se desarrollan en nuestra primera infancia partir de experiencias vividas. 5 Por ejemplo, una infancia feliz puede hacer desarrollar la creencia de que el mundo es acogedor, sin embargo, un niño abandonado puede desarrollar la creencia que no se puede confiar en nadie porque el mundo es hostil, un niño maltratado por sus profesores puede desarrollar la creencia de que la autoridad siempre es mala, etc. A medida que vamos socializándonos, estudiando, relacionándonos en el ámbito laboral, teniendo contacto con otras culturas cuando viajamos… iremos desarrollando nuevas creencias. 4.4 Valores A diferencia de las creencias, los valores son el estándar de una cultura para discernir lo que es bueno y justo en la sociedad. Los valores están profundamente arraigados y son críticos para transmitir y enseñar las creencias de una cultura. Las creencias, en cambio, son los principios o convicciones que las personas consideran verdaderas. Por ello, podemos decir que los valores, son aquellas creencias que por su importancia o transcendencia constituyen los principios básicos, a partir de los cuales orientamos nuestras vidas hacia determinadas metas, las creencias que guían nuestras acciones y juicios. Los valores de cada uno se van adquiriendo como consecuencia del aprendizaje a través de la familia, amigos, profesores, ídolos… Cada individuo, por tanto, tendrá su sistema de valores en el que primarán unos sobre otros, es decir, cada uno tiene su escala de valores. No hay valores correctos o incorrectos, pero puede haber valores incompatibles: puede ser muy difícil la convivencia entre dos personas con escalas de valores muy diferentes. En general, los valores son relativamente estables, pero situaciones difíciles en la vida pueden hacerlos ascender o descender en la escala personal de valores Esto no lleva a hablar de personas de mente abierta o cerrada según su grado de aceptación o rechazo de valores diferentes a los propios. o Las personalidades de mente abierta son flexibles y tolerantes, poco autoritarias y con una visión temporal amplia que les permite tener una perspectiva mayor. o Las personalidades de mente cerrada ven en los valores de los demás una amenaza frente a los esquemas de sus propios valores y por ello, para eludir conflictos internos, los rechazan. Son intolerantes y autoritarios, tienen prejuicios o ideas preconcebidas sobre los demás y las cosas, les cuesta mucho más evolucionar. 4.5 Motivaciones Son aquella/aquellas actitudes continuadas en el tiempo con el objetivo de satisfacer una necesidad u objetivo. Son los impulsos, las necesidades y los deseos que nos permiten conseguir nuestros fines de estabilidad corporal y psicológica o que nos llevan a hacer algo. Las motivaciones son variables, cada persona tiene las suyas. Además, de muchas de ellas somos conscientes pero de otras no lo somos. Como te podrás imaginar, las personas no tenemos una única necesidad o deseo, sino que somos bastante complicados. A veces queremos satisfacer varias necesidades a la vez (trabajo, vivienda, 6 sueldo, coche, viajes…) y si no lo conseguimos podemos llegar a la frustración, y con ello a un comportamiento inusual. Por ello, aquí deberíamos plantearnos el asunto del consumismo: ¿cuáles de nuestras necesidades son reales y cuáles son ficticias? Aunque, como hemos comentado cada cual tiene sus motivaciones, es evidente que para llegar a ser una persona sana es imprescindible tener cubiertas una serie de necesidades. Para Maslow, las motivaciones humanas se encuentran ordenadas según su grado de importancia, formando una especie de pirámide. Teoría de las necesidades de Maslow La teoría de las necesidad humanas de Maslow, establece una jerarquía en las necesidades humanas y se representa clásicamente mediante una pirámide, en cuya base están las necesidades biológicas elementales, referidas al mantenimiento físico de la salud y la vida y en la cúspide las necesidades intelectuales de la autorrealización, con varios niveles intermedios. Cuando las necesidades de un nivel inferior están satisfechas, el individuo pasa a tratar de satisfacer las del siguiente nivel, y así hasta llegar al último nivel: Las necesidades biológicas o básicas: Son fundamentales para el mantenimiento de la vida en su sentido físico. Las más importantes son: el hambre, la sed, el sexo, el sueño, la necesidad de oxígeno (para respirar), la actividad física, etc. Necesidades de seguridad física y psíquica: Son las necesidades de estabilidad, protección, de sentirse a salvo. Necesidades de afecto y pertenencia a un grupo social o sociales: Son las necesidades de amistad, de ambiente familiar, de relaciones afectivas. 7 Necesidades de autoestima y estimación social: Las necesidades de valoración se manifiestan en el deseo de obtener una evaluación elevada de sí mismo, resumida en el autorrespeto y en la estima de los demás. Necesidades de autorrealización: Es el deseo de la completa realización de las capacidades y potencialidades de la persona. Una persona autorrealizada se aceptará a sí mismo, tendrá un comportamiento sencillo y natural, será democrático en un sentido profundo, se interesará tanto por lo básico como por lo trascendente, será independiente, creativo y de profunda ética. Si se quiere motivar a una persona hay que descubrir en qué nivel de la jerarquía están sus necesidades y darle incentivos que correspondan con ese nivel o el inmediatamente superior. 4.6 Actitudes Cuando afrontamos una realidad (por ejemplo, una visita al dentista, al podólogo, al médico…) lo hacemos de acuerdo con nuestras creencias, y esto condiciona una respuesta emocional afectiva (por ejemplo, nerviosismo), lo que da lugar a una conducta de aceptación o rechazo de esa realidad. A esa predisposición con que aceptamos la realidad la llamamos actitud. Es decir, la actitud es la predisposición que tenemos frente a las personas, los hechos o los objetos y viene determinada por nuestras creencias y sentimientos. El que la actitud sea positiva o negativa ante una determinada situación dependerá de tres factores principales: - Información recibida (medios de comunicación, formación académica, experiencias previas, comentarios de amigos…). - Grupo con el que queremos identificarnos (tipo de sociedad, tipo de amigos, partido político, grupo religioso, compañeros de clase o del trabajo…) - Necesidades personales (económicas, de seguridad, de prestigio y fama, de ser útil, de estabilidad profesional…). 4.7 Aptitudes Es el conjunto de capacidades innatas o adquiridas de una persona que le permiten la adaptación al medio y a las circunstancias. Las aptitudes son enormemente variadas, dependen en buena parte de nuestro desarrollo y de lo que se hayan potenciado durante nuestra infancia. Podemos hablar de: - Capacidades perceptivas: capacidad de reacción y atención ante determinados estímulos. - Capacidades psicomotrices: capacidad de coordinar movimientos ante determinados actos. - Capacidades intelectuales: capacidad de memorizar, de elaborar un pensamiento coherente (lógica), y de aportar soluciones ante los problemas que se plantean… Por ello, fíjate que aunque actitudes y aptitudes, únicamente se diferencia en una letra, no son lo mismo, y además, la diferencia entre ambas va mucho más allá de una simple letra. La actitud habla de cómo hacemos las cosas o cómo nos enfrentamos a ellas, mientras que la aptitud (o aptitudes) indica las cosas que somos capaces de hacer. 8 Si te fijas, las aptitudes se refieren a las habilidades, conocimientos y destrezas técnicas que una persona posee y puede aplicar en una tarea o actividad específica y pueden ser adquiridas a través de la educación, la formación y la experiencia además de evaluadas y medidas de manera objetiva. Mientras que las actitudes son los patrones de pensamiento, creencias y valores que una persona tiene hacia algo o alguien. Las actitudes son más subjetivas que las aptitudes y son más difíciles de medir objetivamente. 4.8 Autoconcepto Como su propio nombre indica, se trata del concepto que tenemos de nosotros mismos. Es decir, cómo se comporta, piensa y siente el individuo con respecto a sí mismo. En realidad el autoconcepto es la suma o interacción de tres componentes, que son: Autoimagen: es la percepción que uno tiene de su imagen personal, física o psicológica ante los demás y ante sí mismo. Cuando una persona es constantemente categorizada y tratada de una manera particular, adquiere una autoimagen acorde con ello. En la medida en que los demás le tratan con aprobación mejorará la autoestima. Autoestima: Es el grado de aprecio de uno mismo sobre los aspectos físicos y psicológicos de su persona. La autoestima caracteriza la personalidad de tal forma que es uno de los elementos que más la condiciona. Una adecuada autoestima es básica para el afrontamiento de las circunstancias de la vida. Tanto la autoestima baja (o negativa) como alta (o positiva) se retroalimentan a sí mismas. Muchos de los problemas emocionales y sociales de las personas tienen su causa en una baja autoestima. Podemos señalar como características básicas de la autoestima baja y alta: Autoestima Alta Autoestima Baja Confiado Relajado Desconfiado Intranquilo Optimista Muy comunicativo Pesimista Poco comunicativo Seguro Alta motivación Inseguro Baja motivación Alegre Constructivo Triste Destructivo Muy sociable Apariencia física cuidada Poco sociable Apariencia física descuidada Autocomportamiento: Es la conducta que adoptamos con nosotros mismos, y es el resultado de la valoración que obtenemos de nuestra autoimagen y nuestra autoestima. Puede ser tanto de aceptación como de rechazo hacia nosotros mismos. 9 En resumen, todos los componentes de la personalidad que hemos visto interaccionan: Temperamento (Tono emocional y afectivo) Actitudes (Predisposición frente a las Carácter (Hábitos de personas, comportamiento) hechos y objetos) Motivaciones (Necesidades o Creencias deseos que (Cómo surgen para PERSONALIDAD percibimos la conseguir un realidad) fin) Aptitudes Valores (Capacidades (Creencias que que permiten guían nuestras adaptarnos a la acciones y circunstancias) juicios) Autoconcepto (Concepto que tenemos de nosotros mismos) 5. MECANISMOS DE DEFENSA DE LA PERSONALIDAD Son mecanismos psicológicos no razonados que reducen las consecuencias de un acontecimiento estresante, de modo que el individuo suele seguir funcionando con normalidad. Por tanto, los métodos más usados por las personas habitualmente para vencer, evitar, circundar, escapar, o ignorar las frustraciones y amenazas se denominan mecanismos de defensa de la personalidad. Es importante tener en cuenta que para defenderse de las tensiones o situaciones que alteran en un momento el equilibrio psíquico (estrés excesivo, diagnóstico de una enfermedad grave, pérdida de un ser querido, etc que pueden provocarnos además ansiedad), se despliega, de forma inconsciente, estos mecanismos, que no son más que procesos automáticos que nos ayudan a defendernos de la ansiedad, aún sin alterar o suprimir la causa que la ha provocado. Estos mecanismos de defensa son necesarios, porque disminuyen nuestra ansiedad en situaciones amenazantes. Además, funcionan bien en periodos cortos de tiempo, pero si la situación se prolonga mucho y se utilizan de forma rígida y repetitiva pueden llegar a dar lugar a personalidades anormales. 10 Como no nos defendemos todos de igual manera, existen muchos mecanismos de defensa. Los más habituales son los siguientes: 5.1 Represión Se bloquean las sensaciones y los recuerdos. Mediante este mecanismo todo lo que le molesta al sujeto a nivel consciente se reprime, es decir, se repliega al subconsciente y de esta manera se sacan de la conciencia las ideas y recuerdos que provocan ansiedad: se mantienen los impulsos inaceptables o los sentimientos fuera del consciente. Es un “olvido selectivo” que suele afectar a contenidos de carácter sexual o agresivo. Habitualmente es un proceso inconsciente aunque a veces puede estar facilitado por hechos conscientes. Por ejemplo la semana pasada el sujeto hizo algo de lo que se avergüenza, trata de no pensar en ello y a la larga puede incluso no ser capaz de recordarlo. 5.2 Negación Se denomina así al fenómeno mediante el cual el individuo trata factores obvios de la realidad como si no existieran. Es decir, el individuo niega por completo una realidad, se niega a creer que el acontecimiento amenazante ocurrió o que una condición existe. Es muy frecuente, por ejemplo, ante el diagnóstico de una enfermedad grave: el paciente asegura que los médicos se han equivocado, y que él/ella está bien. También es habitual en bebedores, drogadictos o en anoréxicos que niegan tener ningún problema. También la persona que aunque es evidente que no es querido por el compañero lo niega reiteradamente (casos de maltrato de género). Otro ejemplo es negar que fumar provoca cáncer, es decir, la persona lo niega e incluso estima que es favorable para la salud al ser placentero. La negación es similar en muchos aspectos a la represión: ambas mantienen fuera de la conciencia cosas que el individuo se siente incapaz de afrontar. 5.3 Inhibición Ante lo que parece una amenaza, la respuesta es que no se produce respuesta ninguna. El sujeto es incapaz de responder emocionalmente a la amenaza. Por ejemplo, un paciente al que se le diagnostica una enfermedad incurable y éste no se entristece, no se preocupa…, simplemente sigue su ritmo de vida normal como si nada hubiese pasado. 5.4 Formación reactiva El comportamiento que se produce es totalmente contrario al sentimiento reprimido, es decir, se producen conductas opuestas a las que el sujeto tendría instintivamente. Por ejemplo, una persona con tendencia homosexual que no se permite mostrar sus sentimientos y que por otro lado, se mofe y burle de los homosexuales con un comportamiento homófobo ante sus amigos, o una persona con tendencias agresivas que reacciona siendo amable en exceso. Dicho de otra forma, este tipo de mecanismo sirve para prevenir que un pensamiento doloroso o controvertido emerja. El pensamiento es sustituido inmediatamente por uno agradable. Ejemplo: una persona que no puede reconocer ante sí mismo, que otra persona le produce antipatía, nunca le muestra señales de hostilidad y siempre le muestra una cara amable. 11 5.5 Compulsión Ante una situación angustiosa o que genera angustia, se ejecutan de forma reiterada acciones o rituales. Por ejemplo lavarse las manos una y otra vez, o comprobar todo una y otra vez como si se ha cerrado la puerta o se han desenchufado los electrodomésticos. 5.6 Conversión Una carga emocional reprimida acaba manifestándose como un síntoma o signo físico. Por ejemplo dolores musculares, caída del pelo… 5.7 Desplazamiento El individuo traslada su respuesta a otra situación o persona. Es decir, es la condición en la cual no solo el sentimiento conectado a una persona o hecho en particular es separado, sino que además ese sentimiento se une a otra persona o hecho. Por ejemplo, una persona que tiene un problema y descarga su frustración y su ira contra sus subordinados en el trabajo. O por ejemplo, el obrero de la fábrica tiene problemas con su supervisor pero no puede desahogarlos en el tiempo. Entonces, al volver a casa y sin razón aparente, discute con su mujer. 5.8 Proyección Significa adjudicar a los demás comportamientos, sentimientos o deseos que despreciamos en nosotros mismos (ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio). Ejemplos de este mecanismo son el caso en el que un individuo experimenta hostilidad hacia los demás, pero cree ver en éstos la hostilidad y el odio hacia él. Otro ejemplo sería una persona altamente agresiva o enfadada con el mundo que, sin darse cuenta, percibe esa agresividad y mala intención en la gente que le rodea. 5.9 Introyección o “identificación” Consiste en asumir conductas y actitudes de otros, frecuentemente personas a las que se admira o se idealiza, o incluso a las que se odia. Es la incorporación por parte de una persona de rasgos que son característicos de otra. Por ejemplo: una persona deprimida quizá incorpora las actitudes y las simpatías de otra persona y así, si esa otra persona tiene antipatía hacía alguien determinado, el deprimido sentirá también antipatía hacia esa persona determinada. O adolescentes que imitan a los ídolos de moda. Incluso secuestrados que sufren el síndrome de Estocolmo. O trabajadores que se identifican tanto con la institución en que trabajan que “lo darían todo por ella”. 5.10 Sublimación El impulso es canalizado a una nueva y más aceptable salida. Dicho de otra forma, es el mecanismo que hace que un impulso potencialmente peligroso sea transformado en un comportamiento socialmente maduro y aceptable: aquello que provoca angustia es sustituido por alguna actividad valorada positivamente por la sociedad. Por ejemplo, personas con muy baja autoestima y dificultades de relación con los demás que dedican TODO su tiempo (con un vuelco completo y absoluto) a actividades de ayuda social, religiosas…; personas con 12 sentimientos agresivos que se aficionan a la caza (aceptada socialmente); un estudiante, que ante un nota injusta por parte de un profesor, escribe una carta de protesta en el periódico escolar criticando la política educativa; una mujer que es atraída por un hombre al que no puede aspirar por ser el novio de su mejor amiga, y sublima su energía sexual escribiendo poemas o por ejemplo el deseo de un niño de exhibirse puede sublimarse en una carrera vocacional por el teatro. 5.11 Racionalización Es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por otra aceptable. Se tiende a dar una explicación lógica o una justificación a los sentimientos, pensamientos o conductas que de otro modo provocarían ansiedad o sentimientos de inferioridad o de culpa. La persona se da a sí misma explicaciones que pueden no ser verdaderas, pero que le sirven para convencerse de algo, justificarse y evitar así aquello que le crea ansiedad. Ejemplo: un estudiante no afronta que no desea estudiar para el examen. Por lo que decide ir al cine a ver una película cuando debería estar estudiando y lo justifica indicando que uno debe relajarse para los exámenes. Otro ejemplo es cuando se pone el despertador pronto porque se tiene que hacer alguna tarea importante como estudiar o hacer un trabajo, y cuando suena el despertador se apaga diciéndose a uno mismo frases como: “la verdad es que no es tan importante”, “seguro que me da tiempo a hacerlo luego en menos tiempo del que creía”... Puede ser también cuando una persona tiene una cita y no va diciéndose a sí mismo frases como: “quizás se le haya olvidado”, “tal vez en realidad no es muy importante mi presencia”, etc. La racionalización se opone al razonamiento porque este último es un proceso lógico que parte de una premisa verdadera, mientras que la racionalización usa argumentos construidos según las reglas de la lógica, pero que fallan por no partir de premisas reales. Sin embargo, en ocasiones resulta difícil distinguir entre racionalización y verdad. 5.12 Intelectualización La persona maneja las experiencias potencialmente angustiosas como si fueran objetos de estudio o de curiosidad, a fin de evitar comprometerse emocionalmente. Por ejemplo, alguien que ante una enfermedad investiga todos sus síntomas y signos, pronósticos, causas, desarrollo... Se define como un proceso por el cual el sujeto intenta dar una forma discursiva abstracta a sus emociones, sentimientos, pensamientos, deseos y conflictos, con el fin de controlarlos e impedir que surjan ideas intolerables. El mecanismo de la intelectualización es utilizado para reprimir emociones como dolor, ira, impotencia o angustia en el inconsciente, pasando toda la atención al pensamiento racional. 5.13 Regresión El individuo adopta conductas propias de etapas anteriores. Por ejemplo personas que cuando enferman se vuelven caprichosas y mimosas como niños, o los celos de los hijos únicos cuando nace un hermano y vuelven al chupete, pierden de nuevo el control de los esfínteres… 13 5.14 Compensación Este mecanismo consiste en silenciar un sentimiento de inseguridad exagerando un rasgo real o deseable. Por ejemplo, hay personas también que compensan ciertos complejos físicos como: se ven bajos, se ven poco atractivos...y van muchas horas al gimnasio, hasta conseguir un cuerpo escultural. 5.15 Fantasía Este mecanismo sería algo parecido a soñar despierto, al dar rienda suelta a su fantasía algunas personas escapan de sucesos desagradables Se da cuando la persona, ante la insatisfacción que siente, recurre a la imaginación y experimenta a través de los sueños lo que no puede experimentar en la realidad. Las personas que con mucha frecuencia sueñan despiertas descubren que sus propias creaciones son más atractivas que la realidad. Por ejemplo, la persona que ha fracasado en variadas ocasiones, tiene constantes fantasías en las que alcanza el éxito. De la misma manera una persona que ha sufrido decepciones en el amor vive fantaseando con el amor de su vida y vive una vida imaginaria. 6. LUGARES DE OCULTAMIENTO Además de los mecanismos de defensa de la personalidad, es importante destacar los lugares de ocultamiento. Éstos son conocidos como aquellos lugares en donde las personas buscan un refugio, es decir, un lugar seguro en donde sentirse protegidas y en donde hallan la forma de salvaguardarse de aquel intruso o de aquello que no queremos. 7. TIPOS DE PERSONALIDAD Aunque existen diferentes clasificaciones de los tipos de personalidad, en este tema vamos a ver una de ellas. Los psicólogos han propuesto los tipos de personalidad A, B, C y D. Sin embargo, no existe ninguna persona que exhiba solamente uno de estos tipos, sino que normalmente un tipo suele ser el predominante y se combina con rasgos de los temas tipos, dependiendo de la situación. Tipo A: ambicioso, competitivo, práctico, impaciente y agresivo. Son personas competitivas por naturaleza. Son vistos como impacientes y pueden ser fácilmente propensos a la hostilidad y a la agresividad. Estos individuos toman riesgos con facilidad, lo cual caracteriza al espíritu emprendedor. Son prácticos a la hora de resolver un problema en el momento en el que se precise (resolutivos). Siempre necesitan estar haciendo algo (puesto que si no es así, piensan que están desaprovechando el tiempo en vez de hacer algo productivo). Además tienen dificultad para relajarse o quedarse dormido rápidamente durante la noche. Y por último, son propensos a sufrir hipertensión, estrés, infartos y aislamiento social. Tipo B: relajado, alegre, paciente y despreocupado. Si te fijas, es contrario al tipo A. Se estresan poco o no lo hacen, incluso en situaciones altamente estresantes. 14 Son entretenidos y alegres. No tiene prisa por hacer las cosas y les encanta relajarse y tomar las cosas como vienen. Son menos competitivos que el tipo A y manejan los errores muy bien. Son tolerantes, flexibles, se adaptan a las situaciones y apenas se quejan por nada. Llevan una vida social plena y hacen amigos con facilidad. Tipo C: sistemático, pensativo, sensible, prudente y crítico. Piensan de manera sistemática y analítica y toman decisiones basadas en la investigación y en información que les sustente. Resuelven problemas de forma natural porque se centran en los detalles y son capaces de darse cuenta de cosas que los demás tipos no podrían tan fácilmente. Son muy sensibles, profundos, pensativos, reservados y cautelosos. Tienden a evitar las relaciones sociales. Suelen ser muy competentes con los números y la lógica. No suelen tomar riesgos hasta que hayan examinado todos los datos. No aceptan las críticas y son muy críticos con los demás. Este patrón de conducta está relacionado con la aparición de cáncer en diferentes investigaciones. Tipo D: apenado, negativo, pesimista, deprimido y socialmente inhibido. Estas personas representan hasta el 21% de la población aproximadamente. Son muy negativos, se preocupan demasiado, tienen mucha irritabilidad, tristeza y apenas se sienten seguros de sí mismos. Para evitar el rechazo, evitan abrirse y compartir sus emociones negativas, lo cual les crea mucho estrés. Por esto, está relacionado con las enfermedades cardíacas. Los estudios demuestran que entre un 18 y un 53% de los pacientes cardíacos tienen personalidad tipo D. Además, las personas que ya han sufrido un infarto y que presentan esta personalidad, tienen mayor probabilidad de sufrir un segundo episodio. 8. TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA Ante un trastorno de personalidad, es necesario buscar la atención adecuada. A veces, un consejo de alguien que es capaz de hacer ver el problema con objetividad puede ser suficiente, pero en muchas ocasiones el que lo sufre no es capaz de escuchar lo que le dicen, o la complejidad del problema escapa a análisis más o menos superficiales, siendo necesaria la ayuda de un profesional. Existen diferentes métodos terapéuticos para su resolución: Psicofarmacoterapia: utiliza psicofármacos, tales como ansiolíticos, antidepresivos, neurolépticos (disminuyen las manifestaciones psicóticas). Pueden tener efectos secundarios. En general ayudan a reducir síntomas pero no resuelven conflictos psicológicos subyacentes. Psicoterapia: utilización de la palabra como medio terapéutico. Son ejemplos el psicoanálisis, la psicoterapia de grupo… 15 Terapias cognitivas: se basan en que determinadas alteraciones del pensamiento producen malestar en la persona (por ejemplo, el convencimiento de ser inferior, de ser culpable de algo, de estar convencido de que los derechos de los demás están por encima de los propios..). La terapia trata de sustituir esos pensamientos erróneos por otros, o bien aprender a controlarlos (creencias irracionales que causan malestar a la persona, y que deben ser sustituidas por otras más realistas y lógicas). Otras técnicas de modificación de conducta: se basan en identificar la conducta indeseada y aprender a responder de otro modo. Ya hemos comentado estas técnicas en el tema 1 (condicionamiento operante, condicionamiento aversivo, aprendizaje observacional o vicario). 9. ¿CÓMO PUEDEN INFLUIR LA SOCIEDAD Y LOS GRUPOS? La Psicología Social estudia la influencia de la sociedad sobre el individuo. Las creencias, valores, actitudes… del individuo están influenciados por su pertenencia a un grupo. Así, por ejemplo, para el niño lo que vale es lo que dice su familia, para un adolescente lo que dice su grupo… El adulto suele tener que elegir entre las actitudes de los distintos grupos en los que se hay inmerso, lo que él realmente cree y lo que recibe a través de los medios de comunicación. Es difícil imponer cambios de actitud o de creencias, pero si un individuo se encuentra aislado de otras informaciones y recibe un adoctrinamiento continuo e intensivo, se puede llegar a cambiar completamente su modo de pensar sobre algo (“lavado de cerebro”). Por otra parte, la persona tiene una intensa necesidad de afiliación, de sentir pertenencia a un grupo. En estos grupos normalmente hay un líder que dirige y unas normas que todos aceptan (y si no alguien no las acepta eso conlleva al aislamiento y a la potencial expulsión o abandono del grupo; otra posibilidad es que consiga cambiar esas normas, lo que suele conllevar que el individuo se convierta en el nuevo líder). La afiliación al grupo frecuentemente condiciona nuestra conducta: por ejemplo, una agresión que nunca se llevaría a cabo individualmente, puede llevarse a cabo amparándose en el grupo. 16 10. ANEXO TEORÍAS SOBRE EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD ¿Nacemos con una determinada personalidad o la vamos construyendo? Existen múltiples teorías sobre el desarrollo de la personalidad, de las que podemos destacar: El Psicoanálisis de Freud Según este modelo la personalidad es impulsada por una o más fuerzas subyacentes dentro de la propia persona. Freud organizó la mente en tres estructuras: el inconsciente: una parte de la mente que no es directamente accesible y donde se almacenan sentimientos o ideas que causan ansiedad al sujeto. No obstante ejercen una influencia constante sobre las acciones conscientes del sujeto. el preconsciente: representa la memoria ordinaria. Sus elementos están fuera de la consciencia, pero pueden ser recuperados con facilidad. el consciente: es la parte de la mente de la que se está al tanto, de la que se conoce y sabe lo que piensa. Según Freud, la personalidad tiene tres componentes que dan lugar al comportamiento: El Ello: es el componente inconsciente con el que nacemos, y se rige por el principio del placer, buscando la satisfacción inmediata de los instintos. Si estos no son satisfechos se produce un estado de tensión. Contiene los instintos sexuales y la agresividad. El Yo: es el componente consciente que trata de que los impulsos del ello se expresen de una forma adecuada. Contiene la capacidad de contacto con la realidad. El Super-yo: se aprende desde la infancia a través de los valores sociales internalizando las recompensas y castigos en un proceso de identificación, hasta que el autocontrol reemplaza el control ambiental. Diferencia lo que está mal de lo correcto en una sociedad intentando ajustar la conducta a las normas sociales. Es la censura que cada uno lleva en sí mismo. El Yo ha de mediar entre el Ello y el Super-yo para satisfacer a ambos, negociando la situación entre el placer (el ello) y la represión (el super-yo), lo que en ocasiones produce angustia y problemas mentales: si domina el Ello el sujeto no tiene control sobre sus actos; si domina el Super-yo el sujeto es demasiado rígido. Freud da mucha importancia al factor sexual en el desarrollo de la personalidad, ya desde la infancia. Para él, la libido (energía psicosexual) se centra en diferentes regiones corporales durante el desarrollo psicológico, las zonas erógenas (boca, ano y genitales). Si un individuo no desarrolla correctamente su personalidad, puede quedar fijado en una etapa temprana utilizándose rasgos o actitudes características del periodo donde se produjo la fijación (previo al actual) como mecanismo para obtener satisfacción o reducir la tensión. Se puede hablar de: 17 Fase oral: Se desarrolla desde el nacimiento hasta los dos años. En esta etapa la zona de satisfacción se centra en la boca (succión, chupeteo, saciedad del hambre…). Por ello el destete supone una reacción de frustración que se va superando paulatinamente. Si el individuo queda fijado en esta fase hará uso de canales orales de gratificación (comer, fumar, morderse las uñas…), tendrá cambios extremos de optimismo/pesimismo, dependencia, celos, desconfianza, hablará en exceso… Fase anal: Se desarrolla entre los dos y tres años. El niño empieza a controlar el esfínter anal, y para él la expulsión de las heces resulta gratificante. La actitud de los padres en esta etapa será determinante, pudiéndose producir trastornos tanto si esta es excesivamente controladora como permisiva. Si no se superan estos trastornos pueden producirse en la edad adulta alteraciones de tipo sexual como el sadomasoquismo (la gratificación sexual sólo se obtiene a través de la humillación de otro o de ser dañado por él/ella). La fijación en esta etapa exacerbará la necesidad de orden y pulcritud, meticulosidad, puntualidad, autocontrol rígido… Fase fálica: Se desarrolla entre los cuatro a seis años. La satisfacción se logra mediante la manipulación de los órganos sexuales. En esta etapa se produce el complejo de Edipo (en niños) o de Electra (en niñas) consistente en que el niño se siente atraído por el padre del sexo opuesto y celoso del de su mismo sexo. El niño trata entonces de identificarse con el progenitor de su sexo, adoptando las características sexuales correspondientes a su sexo e incorporándolas a su Super-yo. Si el conflicto no se resuelve adecuadamente, el niño puede desarrollar conductas homosexuales o quedarse aferrado de forma exagerada al progenitor del sexo opuesto, sintiendo atracción sexual sólo por personas mucho más mayores. La fijación en esta etapa se muestra en un carácter temerario, seguro de sí, con vanidad excesiva. En los hombres machismo, esfuerzo excesivo por el éxito profesional… En las mujeres conducta seductora que no conduce al intercambio sexual. Fase de latencia: se desarrolla entre los 6 años y la pubertad. En esta etapa se pierde el interés por el sexo y se siente más interés por las relaciones sociales. No obstante en esta etapa pueden experimentarse algunos contactos homosexuales dentro del compañerismo. Suele ser una etapa poco conflictiva. Fase genital: de la pubertad a la madurez. Renace el interés sexual: pueden aparecer contactos hetero y homosexuales sin que tengan que ser opciones definitivas. Los conflictos más frecuentes se originan por complejos, la no aceptación corporal, la discriminación de personas del otro sexo… Estos conflictos pueden sumarse a otros desarrollados en las fases anteriores. Si se atraviesa con normalidad las personas se orientan hacia otras y establecen relaciones sexuales satisfactorias moduladas por las pautas sociales. Teoría de Kretschmer Propone una relación entre el temperamento y la constitución física de las personas, asumiendo que el comportamiento del individuo está condicionado por la biología. Realizó dos clasificaciones, una morfológica y otra psíquica, que luego relacionó entre sí. La clasificación morfológica abarca tres tipos de rasgos físicos: 18 Pícnico: son individuos en los que domina el peso sobre la talla. Su cabeza es redondeada, su cuello corto y ancho, el tórax en tonel, el abdomen prominente y las extremidades cortas. Hay además tendencia a la calvicie. Atlético: son personas con gran desarrollo osteomuscular. Presentan hombros anchos, tronco trapeizoidal y caderas estrechas, brazos y piernas fuertes y musculosas, manos y pies grandes, cabeza oval y cabello fuerte. Leptosómico: en ellos domina la talla sobre el peso y su cabeza es pequeña y alargada, cuello largo y delgado, tórax aplanado, estrecho y largo, extremidades largas y delgadas con manos y pies largos y estrechos. La clasificación psicológica establece tres categorías relacionadas con las anteriores: Ciclotímico: Son seres sociales, comunicativos y cordiales, con buen talante pero muy cambiantes, que pasan de la alegría a la tristeza son causas aparentes. Son realistas y prácticos. Corresponde al tipo pícnico. Viscoso o epileptoide: Corresponde al tipo atlético y se caracteriza por ser de mente lenta y persistente, poco imaginativos, con conversación monotemática. Son comedidos y formales, con reacciones pobres pero explosivas. Tienen gran tendencia a la actividad física y los deportes pesados. Esquizotímicos: Sus características psicológicas incluyen la introversión y la sensibilidad. Son idealistas y poco prácticos, reservados, tímidos y poco influenciables por el ambiente. Teoría de Sheldon Esta teoría, como la anterior, también relaciona el aspecto físico de las personas con su personalidad. Establece tres somatotipos: Endomórfico: se caracteriza por estar gordo, con una estructura ósea y muscular poco desarrollada: impera el componente visceral. Mesomórfico: predominan las estructuras de sostén: tejidos óseo, muscular y conjuntivo. Tienen aspecto corpulento, vigoroso y robusto. Ectomórfico: escaso desarrollo somático y visceral. Su anatomía es escualida, con extremidades largas y finas. Por otro lado, los tres tipos de temperamento que se correlacionan en un 80% de los casos con los somatotipos descritos son respectivamente: Viscerotónico: los rasgos que le caracterizan son la extraversión, la amabilidad, el gusto por las relaciones sociales familiares y personales, la comodidad, la buena comida… Somatotónico: son individuos activos y firmes, con deseo de dominio y agresividad competitiva. Se sienten atraídos por el riesgo y la aventura, y son poco compasivos. Son dispersos y encauzan sus energías hacia actividades desordenadas. 19 Cerebrotónicos: se caracterizan por presentar timidez y gusto por la soledad. Sus reacciones son rápidas y nerviosas y son introvertidos, analíticos y reflexivos. Dirigen sus esfuerzos hacia objetivos propios. Teoría de Eysenck o modelo PEN Podemos estudiar cuatro planos de la personalidad que se establecen jerárquicamente: Respuestas específicas: son las reacciones que el sujeto presenta en un momento dado Hábitos: son conductas estables, construidos a partir de las respuestas específicas. Rasgos de la personalidad: surgen de la interrelación de los hábitos. Tipos: son la cima de la personalidad, las interrelaciones de todos los rasgos y definen de forma genérica la personalidad del sujeto. Existirían así tres dimensiones o rasgos de la personalidad: Dimensión psicoticismo-normalidad (P): las personas que presentan una elevada puntuación en esta escala no tienen porqué ser psicóticos pero sí tienen ciertas cualidades típicas de los psicóticos. Son solitarios, poco cooperativos, impulsivos y con falta de empatía y frialdad de afectos, pueden llegar a ser crueles e insensibles y tienen falta de concentración. Les gustan las cosas extravagantes y poco usuales. En general, poco control del impulso. Dimensión extraversión-introversión (E): el extrovertido es optimista y sociable, comunicativo, impulsivo, cambia con facilidad de opinión, es poco exigente pero poco fiable y muy activo. El introvertido, en cambio, es reservado, bastante constante en sus ideas, sobrio, exigente, previsor, fiable, da gran importancia a las normas éticas. Dimensión neuroticismo-estabilidad emocional (N): Al igual que hemos comentado con el psicoticismo, las personas con alta puntuación en neuroticismo no tienen por qué ser neuróticas, pero sí suelen ser más susceptibles de padecer trastornos nerviosos. Son inestables emocionalmente, muy sensibles a lo que les rodea, reaccionan de forma exagerada ante los acontecimientos, tienen baja tolerancia al estrés y dificultades para recuperarse después de las emociones. Son más susceptibles a la ansiedad y la depresión y un síntoma típico es el ataque de pánico. Las personas con alta estabilidad emocional, por el contrario, responden a las situaciones con respuestas proporcionadas y se recuperan rápidamente de las emociones, son apacibles, despreocupadas, equilibradas y con capacidad de liderazgo. Teoría conductista (Watson) Se basa en los modelos de conducta (estímulo-respuesta) y define la personalidad como “el hábito adquirido de responder de una determinada manera a un estímulo”. Entiende al niño como una pizarra en blanco sobre la que el ambiente que le rodea va escribiendo: el desarrollo de la personalidad no sería sino una acumulación de 20 aprendizajes. Por ello da mucha importancia a los modelos de conducta durante el desarrollo del individuo. Así, durante la infancia los modelos más influyentes son los padres, hermanos, profesores y compañeros. Con el tiempo el individuo va valorando la eficacia de sus conductas en función de experiencias anteriores. Teoría de Piaget Considera que tiene tanta relevancia la influencia del entorno como los procesos cognitivos del individuo. Es decir, la personalidad resulta de una interacción entre los factores internos (por ejemplo, la capacidad del sujeto de clasificar los acontecimientos según una escala de valores, la capacidad de prevenir y prever resultados de sus propias acciones, etc.), y factores externos (ambiente). Para Piaget los niños son “aprendices activos”, de forma que el niño se va adaptando a un entorno cada vez más complejo gracias a procesos de acomodación y asimilación: si puede, asimila los hechos nuevos a esquemas previos de pensamiento; si no puede, modifica sus esquemas para adaptarlos a los hechos nuevos. A través de este proceso se va desarrollando su conocimiento. Teoría humanista de Maslow y Rogers Hicieron un gran aparte con una teoría basada en la motivación, basada en una serie de necesidades jerarquizadas. Nuestra personalidad se desarrolla en base a las distintas necesidades y motivaciones de cada uno. La empatía es un concepto base para la psicología humanista. UT 3. La personalidad. Módulo promoción de la salud y apoyo psicológico al paciente. 21