Document Details

GlisteningRaleigh8370

Uploaded by GlisteningRaleigh8370

I.E.S. Juan de Mairena

Tags

filosofía filosofía moderna Descartes racionalismo

Summary

Tema Descartes. Resumen de la filosofía de Descartes. Incluye la vida y contexto del filósofo, el método cartesiano, la duda metódica, ideas principales y otras secciones como el dualismo antropológico. Escrito por el profesor Mila Montilla.

Full Transcript

FILOSOFÍA MODERNA ✍ EL RACIONALISMO: DESCARTES I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA FILOSOFÍA DE DESCARTES 0. VIDA Y CONTEXTO 1. DESCARTES PRIMER FILÓSOFO DE LA MODERNIDAD....

FILOSOFÍA MODERNA ✍ EL RACIONALISMO: DESCARTES I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA FILOSOFÍA DE DESCARTES 0. VIDA Y CONTEXTO 1. DESCARTES PRIMER FILÓSOFO DE LA MODERNIDAD. 2. EL MÉTODO CARTESIANO 2.1. REGLAS DEL MÉTODO. 3. LA DUDA METÓDICA. 4. LA PRIMERA VERDAD (“COGITO ERGO SUM”). 4.2 CRITERIO DE VERDAD. 4.3. TEORÍA DE LAS IDEAS. 4.4 DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS. 4.5 DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DEL MUNDO. 5. LAS TRES SUSTANCIAS. 6. DUALISMO ANTROPOLÓGICO. 7. DEFICIENCIAS DE DESCARTES. 2 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA DESCARTES PRIMER FILÓSOFO DE LA MODERNIDAD Introducción A pesar de haber sido alumno de una de las más célebres escuelas de Europa, Descartes reconoce la incertidumbre profunda en la que se encontraba al terminar sus estudios “Me encontré perdido entre tantos errores y dudas, que me parecía que al tratar de instruirme no había conseguido otro provecho que haber descubierto cada vez más mi ignorancia“. No tenía una buena opinión precisamente de la filosofía aprendida ya que llega a escribir en el Discurso del Método “Sería difícil imaginar algo tan extraño y tan increíble como para que no haya sido dicho por algún filósofo” y continúa más adelante, aunque “la filosofía haya sido cultivada por los espíritus más excelentes que hayan vivido, no puede ufanarse de nada que no se discuta y que por ello no sea dudoso”. Así, el filósofo que estudiamos ahora, consciente de la presión de las nuevas conquistas científicas (Galileo, Kepler), considera necesario y urgente diseñar una filosofía que justifique la confianza general en la razón. Ésta deberá estar metafísicamente fundada, ser capaz de dirigir la búsqueda de la verdad y poseer un método universal y fecundo. La importancia del fundamento metafísico es esencial ya que todo el edificio del saber que pretende construir deberá descansar sobre él. El filósofo francés no separa la filosofía de la ciencia porque lo que proyecta es el conocimiento de la totalidad de lo real. Por eso, cuando escribe al sacerdote Claudio Picot afirma “Así, toda la filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la metafísica, el tronco es la física, y las ramas que salen de este tronco son todas las demás ciencias, que se reducen a tres principales: la medicina, la mecánica y la moral” Se considera el primer filósofo moderno por: 1. Imponer la Razón frente a la autoridad eclesiástica, 2. Por intentar evitar que la razón caiga en errores y tomemos por verdaderas falsas creencias, para ello debemos encontrar un método que asegure el correcto ejercicio de la razón. 3. Hasta ahora se consideraba que las ideas que nos hacemos de los objetos (del mundo que vemos) nos muestran el objeto tal y como es (OBJETIVISMO, REALISMO), pero según Descartes las ideas que nos formamos de los objetos no tienen que ser idénticas a la realidad, ¿qué correspondencia existe entre la realidad y nuestra percepción de ésta (las ideas que nos formamos). SUBJETIVISMO IDEALISMO. 3 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA 2. EL MÉTODO CARTESIANO El carácter científico de Descartes queda bien claro desde el mismo título de una de sus obras centrales: “Reglas para la dirección del espíritu”. Ciencia y filosofía van muy unidas en toda la obra cartesiana, y no sólo por la metáfora del árbol, sino también por un nervio común que vertebra todas las disciplinas: el método. Para Descartes la diversidad de opiniones y el error que de la misma puede derivarse no es consecuencia de una falta de inteligencia, sino del método seguido. La inteligencia aplicada por el mal camino no puede conducirnos muy lejos, y por eso hemos de plantearnos, antes de lanzarnos a la búsqueda de la verdad, cuál es el camino que mejor puede conducirnos a su consecución. Todos los enfrentamientos y problemas teóricos pueden disolverse si fijamos un método, un conjunto de “reglas ciertas y fáciles, gracias a las cuales todos los que las observen exactamente no tomarán nunca por verdadero lo es que es falso, y alcanzarán –sin fatigarse con esfuerzos inútiles, sino acrecentando progresivamente su saber- el conocimiento verdadero de todo aquello de que sean capaces”. Estas reglas deben salvarnos de la crisis de fundamentos, a ese “vacío” de verdad que se produce a lo largo del siglo XVI. La motivación esencial de Descartes al emprender esta tarea metódica es superar esa irreconciliable oposición entre teorías, religiones y puntos de vista, ese desfondamiento que deriva de la inseguridad ante verdades contradictorias. Este método tiene que cumplir dos requisitos básicos: 1) Descubrir nuevas verdades y 2) Dirigir correctamente la razón, sin errores ni falsedades. A partir de un estudio riguroso, Descartes, propone su nuevo método El MÉTODO, lo define, como hemos dicho antes: “el conjunto de reglas ciertas y fáciles cuya exacta observancia permite que nadie tome nunca como verdadero lo que es falso” 4 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA 2.1. REGLAS DEL MÉTODO Las Reglas del Método son definidas como: “El conjunto de reglas propuestas por Descartes cuyo cumplimiento garantiza la adquisición de conocimiento evidente” En la Segunda parte del “Discurso del Método” formula los cuatro preceptos en los que finalmente ha resumido sus análisis y reflexiones sobre el método de las matemáticas y su aplicabilidad a la filosofía y así alcanzar la verdad. Quiere orden, sencillez y claridad en todo, y para ello propone un método fácil y sin complicaciones que se exprese en pocas reglas. 1ª.REGLA DE LA “EVIDENCIA” la formula como sigue: No admitir jamás ninguna cosa como verdadera en tanto yo no la conociese con evidencia: es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, aceptando como verdadero sólo aquello que se presente a mi espíritu con “claridad y distinción”, esto es, que no tenga motivo alguno para ponerlo en duda. Es el ejercicio de la intuición. (D.M. 2° parte) Fijémonos en dos elementos importantes de este precepto: En primer lugar en el aviso con el que parte, evitar la precipitación y la prevención, pues son las dos causas de errores. La precipitación es aceptar como evidente lo que es confuso y oscuro, por no haber procedido a una clarificación suficiente. Es decir, no hay que precipitarse, sino más bien, hay que esperar con calma y suspender el juicio hasta que la idea se presente en nuestra inteligencia con tal claridad y distinción que no quepa la menor duda. La prevención, consiste en no aceptar como evidente aquello que no es claro y distinto. 5 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Ahora bien, el error no es de la razón, que bien utilizada puede encontrar la verdad, sino de la voluntad que se decide precipitadamente a aceptar como verdadero aquello que no es claro y distinto. No hay que caer en demasiada prevención (no querer admitir por prevención algo claro, si lo es por qué no admitirlo) ni en demasiada precipitación (admitir algo sin estar suficientemente demostrado). Tanto la precipitación (exceso) como la prevención (defecto) son dos extremos. En segundo lugar, formula el criterio de verdad, estableciendo la claridad y la distinción como notas características de las ideas o naturalezas simples, verdaderas en sí mismas, y que son obtenidas por medio de la intuición. La claridad es, pues, la nítida presencia de un conocimiento en la mente, y la distinción el hecho de estar perfectamente singularizado, separado de todo lo demás, sin que contenga nada que pertenezca a otro. Esta es la razón de aceptar el “cogito ergo sum” como primer principio. Conclusión: esta primera regla establece la evidencia como el criterio último para separar lo verdadero de lo falso. La verdad debe ser evidente, y para acceder a la misma necesitamos de la intuición, de un acto puramente racional por el que la mente “ve” de un modo inmediato, directo y transparente una idea. La evidencia sería la propiedad de aquella idea que le hace aparecer ante la mente con claridad y distinción. Consecuencias de la primera regla: Una de las consecuencias más importantes de esta regla es que la realidad pierde la objetividad. Ya no hay una realidad fuera del sujeto, sino que ésta queda convertida en un contenido más del pensamiento. Así, la verdad pierde su dimensión ontológica: no hay una verdad en la realidad, una adecuación entre pensamiento y realidad. Ahora la verdad es una propiedad de las ideas que les hace aparecer como evidentes. Verdad es, para Descartes, igual a evidencia, y el mundo se subjetiviza, es un contenido de la conciencia del sujeto, lo que después planteará el problema de cómo enlazar con el mundo material que percibimos a través de los sentidos. 6 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA 2. REGLA DEL “ANÁLISIS”: Consiste en dividir cada uno de las dificultades que encontramos en tantas partes como se pueda, hasta llegar a los elementos más simples, elementos cuya verdad es posible establecer mediante un acto de intuición. Por medio de la intuición (primer modo de conocimiento de la razón) solamente podemos percibir con evidencia las ideas simples. Para poder percibir de la misma manera las complejas, compuestas, no evidentes y oscuras, basta con descomponerlas en sus elementos más simples, o en ideas simples (átomos de pensamiento) las cuales serán también claras, distintas y aptas para poder ser percibidas por intuición. A partir de las ideas o naturalezas simples se levantará todo el edificio del conocimiento. Las dificultades y la oscuridad provienen de que en nuestras ideas está mezclado lo verdadero y lo falso. Para distinguirlas basta con disgregarlas en partes y considerar cada una por separado, es decir, hay que reducir las ideas complejas o compuestas a ideas simples, las percepciones confusas a percepciones claras, los raciocinios a intuiciones. De esta manera podemos pasar de lo uno a lo múltiple, de la causa a los efectos. 3. REGLA DE “SÍNTESIS”: Consiste en proceder con orden en nuestros pensamientos, pasando desde los objetos más simples y fáciles de conocer hasta el conocimiento de los más complejos y oscuros. En este proceso de la síntesis es donde interviene el segundo modo del conocimiento o segunda operación fundamental del entendimiento, la deducción, (el primero es la intuición) que, como ya hemos visto antes, es una cadena ordenada de evidencias que parte de las ideas claras y distintas para llegar al conocimiento de lo más complejo, con la misma claridad y distinción de los principios de los que se ha partido. El orden es tan necesario en la inducción y la deducción como la evidencia en la intuición. Una vez que hemos convertido los conceptos 7 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA compuestos en ideas simples e intuitivas por medio del análisis, debemos volver a recomponerlos por medio de la síntesis. Pero ahora tenemos la ventaja de que son ya una suma de intuiciones parciales, y así podemos percibir de una manera intuitiva su encadenamiento. 4. Regla de la “ENUMERACIÓN y la REVISIÓN”: Consiste en revisar cuidadosamente cada uno de los pasos de los que consta nuestra investigación hasta estar seguros de no omitir nada y de no haber cometido ningún error en la deducción. Este cuarto precepto es el de la enumeración, tanto del análisis (2º) como de la síntesis (3º). Mediante el recuento se hace la prueba del análisis, y mediante la revisión se hace la prueba de la síntesis. La pretensión final de estas enumeraciones es extender la evidencia de la intuición a la deducción. El método, como se puede observar, es de clara inspiración matemática, pero su extensión a la filosofía está aún por demostrarse. Los dos procesos de conocimiento: el análisis y la síntesis, se corresponden respectivamente con los dos modos de conocer del entendimiento: la intuición, que nos proporciona las ideas claras y distintas, y por tanto evidentes, y la deducción, que nos permite prolongar esta evidencia hasta lo inicialmente desconocido. Este método es, pues, el único adecuado para la razón y para su forma natural de conocer. Todas estas reglas se reducen al criterio cartesiano de evidencia (intuición). -En el punto de partida: intuición de la idea simple, clara y distinta. -En el proceso de deducción: intuición de la misma deducción, descomponiendo las ideas compuestas en ideas simples por medio del análisis. -En el término: intuición del conjunto (síntesis). Conclusión de las Reglas 2º, 3º y 4º. Si la primera regla pretende alcanzar las primeras verdades, la segunda y la tercera nos explican cómo podemos deducir nuevas verdades a partir de las ideas claras y distintas ya conseguidas. En la primera parte (regla del análisis) se descompone el problema hasta sus partes más sencillas 8 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA (naturalezas simples, resultado del proceso analítico). A continuación se procede a la inversa, recomponiendo el problema original, con la ventaja de conocer ahora sus partes más elementales y las relaciones que existen entre ellas. En este proceso interviene la deducción, que es la que se encarga de relacionar correctamente unas ideas con otras. Por último, con la 4º Regla, como medida de precaución, Descartes exige que se realicen distintas comprobaciones de todo el proceso recorrido, especialmente en lo que respecta al análisis y la síntesis, que son las partes del método en las que más fácilmente pueden colarse los errores. Como resultado de todo esto, se tendrá un sistema de conocimiento con garantías de certeza, puesto que cada regla soporta y transmite la verdad en todo el recorrido. 3. LA DUDA METÓDICA La duda es el punto de arranque del pensamiento cartesiano. Si hemos de reconstruir el saber sobre bases enteramente nuevas y verdaderas, el primer paso consistirá en poner en duda todo cuanto nos ha sido transmitido. El error puede haberse introducido subrepticiamente en cualquier lugar y haber dado nacimiento a muchas falsas creencias. De modo que solo podremos aceptar aquello que, luego de un minucioso examen, pueda ser considerado enteramente cierto e indudable. Pero plantear la duda supone también aceptar que, tal vez, no exista nada que pueda ser considerado enteramente verdadero; quizá el ser humano esté condenado a un saber siempre parcial e incompleto. En definitiva, nos dice Descartes, la duda busca una primera verdad incuestionable o, en su defecto, saber que nada hay cierto e indudable. Definiremos la duda cartesiana a partir de sus dos características básicas: es una duda universal y metódica. Veamos en qué consisten ambas características. La duda cartesiana como duda universal: los tres niveles de la duda La duda cartesiana implica tres niveles diferentes: 9 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA 1. DUDA DE LOS SENTIDOS. Es sabido, nos dice Descartes, que en ocasiones los sentidos nos engañan, por ejemplo, cuando introducimos un bastón en el agua y este parece perder su forma recta y lineal; o cuando vemos un objeto a gran distancia y pensamos que es de tamaño mucho más reducido de lo que en realidad es. Aunque, bien pensado, es probable que no fuesen estos los ejemplos que más inquietaban a nuestro filósofo, sino una cuestión mucho más próxima y de más amplias implicaciones en su época. Durante siglos, la humanidad había pensado que el Sol giraba en torno a la Tierra. Parecía evidente: cada día el Sol circundaba nuestro mundo de Este a Oeste. Así, al menos, lo aseguraban los sentidos. A mediados del siglo XVII, Nicolás Copérnico formuló la teoría heliocéntrica, según la cual, era la Tierra la que giraba en torno al Sol y sobre su propio eje. Dicha teoría contradecía los datos de nuestros sentidos. Así pues, pensaba Descartes, si hemos de construir un saber sobre bases enteramente nuevas y verdaderas, en tal caso este no puede partir de los datos de los sentidos. 2. DUDA DE LA EXISTENCIA DEL MUNDO. Miro a mi alrededor y veo la mesa, unos libros, las paredes de mi cuarto. Puedo ver también mis manos y sentir el frío del invierno. ¿Cómo dudar de todo ello? En este punto, Descartes recurre a una de las obsesiones de su época: la indistinción entre el sueño y la vigilia. ¿Cómo podemos saber que no es un sueño este mundo que nos rodea?; ¿cómo podemos afirmar de manera cierta e indudable que los objetos que veo, las sensaciones que tengo, los olores, colores o sabores que percibo, existen más allá de mi propia mente y de mi propio cuerpo? «La vida es sueño», dirá Calderón de la Barca. También en sueños podemos percibir con claridad todo aquello: el frío del invierno, la mesa, las paredes del cuarto, nuestras manos, pero nada de ello existe. En este punto, conviene realizar una precisión importante: Descartes no niega la existencia del mundo, simplemente la pone entre paréntesis, dado que no podemos afirmarla sin ningún género de dudas. Dudar no es negar ni rechazar, es reconocer que sobre el tema tratado, no podemos ofrecer una respuesta cierta e indudable. Así que, de momento, no podemos aceptar la existencia del mundo, ni siquiera la de nuestro propio cuerpo. 3. PONE EN CUESTIÓN DE NUESTROS PROPIOS RAZONAMIENTOS. Descartes ha puesto en cuestión los datos que nuestros sentidos nos ofrecen. Ha puesto también en cuestión la existencia misma de los objetos que nos rodean, y de nosotros mismos en tanto «objetos». Tal vez todo sea un sueño. Pero no basta, aún no es suficiente. La duda ha de ser radical, universal, ha de abarcarlo todo. Aún podemos decir que dos más dos son cuatro, ¿quién dudaría de ello? 10 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Para cuestionar también nuestros propios razonamientos y para reforzar la duda en los niveles anteriormente tratados, Descartes nos propone la hipótesis del genio maligno. Sería algo así: podría ocurrir que existiese un ser superior a nosotros y de naturaleza malvada que quisiese que, cada vez que sumamos dos más dos, o realizamos cualquier otro tipo de razonamiento, o afirmamos la existencia del mundo, cayésemos en el error. Señalemos una vez más que Descartes no está afirmando la existencia de un ser tal, tan solo lo postula como una hipótesis que permite cuestionar los conocimientos adquiridos. LOS TRES NIVELES DE LA DUDA Ilusión óptica Puesta en cuestión de nuestros sentidos Indistinción sueño/vigilia Puesta en cuestión de la existencia del mundo Puesta en cuestión de nuestros sentidos Hipótesis del genio maligno Puesta en cuestión de nuestros razonamientos Puesta en cuestión de la existencia del mundo Sólo ahora, apoyándonos en los tres niveles tratados —datos aportados por nuestros sentidos, existencia del mundo y razonamientos—, podemos alcanzar a comprender la duda cartesiana en toda su extensión. Esta pone en cuestión el saber humano en su conjunto: las ciencias, la matemática, la teología o la filosofía. Es por tanto, una duda universal. La duda es: Universal, significa que hay que dudar de todo Metódica, significa que es el método para alcanzar la verdad Teórica, no práctica, significa que sólo afecta a la teoría o reflexión filosófica. La duda cartesiana como duda metódica: en busca de una primera verdad La duda cartesiana no pretende detenerse en un mero cuestionamiento de todo el saber transmitido; por el contrario, busca ir más allá de sí misma; es decir, hallar una primera verdad, evidente e incuestionable, que dé nuevo impulso y fundamento al saber humano, que permita construir o reconstruir sobre bases enteramente sólidas el edificio del saber. No se trata, por tanto, de un simple escepticismo que se complace con ponerlo todo en cuestión. 11 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA La duda cartesiana no es escéptica, sino metódica, ya que esta no es un fin en sí misma, sino un medio, una exigencia previa, para alcanzar la verdad. Para Descartes, la duda tiene un triple objetivo: a. Liberarnos de los prejuicios. b. Habituar a nuestra mente a separarse de nuestros sentidos. c. Asegurar el camino hacia el conocimiento verdadero. El pensamiento cartesiano tratará de ir de la duda universal a la posibilidad de construir un conocimiento cierto e indudable sobre el ser humano y el mundo. Trataremos de ir desarrollando, paso a paso, este tránsito. 4. LA PRIMERA VERDAD: COGITO, ERGO SUM El primer principio Cogito, ergo sum. Hemos desarrollado la duda cartesiana en toda su extensión, hemos expuesto asimismo el método que ha de guiarnos en la búsqueda de la verdad. Es momento, pues, de tratar de hallarla, de poner todo nuestro ingenio en descubrir alguna verdad indudable, o, en su defecto, de saber que nunca hallaremos nada por completo cierto. Nuestro primer paso será, conforme al método prescrito, buscar una primera verdad simple que se muestre a nuestra mente de forma clara y distinta. Comencemos pues. Puedo dudar de todo, puedo errar una y mil veces, incluso puedo estar siendo engañado por un genio poderoso y malvado que quiere que, cada vez que sume dos más dos, yerre. Pero para ello, para que pueda dudar, errar o ser engañado, es imprescindible que yo sea algo. Dudo y, precisamente porque dudo, soy. Si podemos pensar — dudar, errar, comprender, etc. — es porque somos. De aquí extrae Descartes el primer principio de su filosofía: cogito, ergo sum «pienso, luego existo». Descartes anuda férreamente el pensamiento y el ser. Pero no al modo de la filosofía que le precede, puesto que esta unión ya no se da en el mundo sino en la razón humana. En adelante, será ella la fuente y el fundamento de todo saber. El pensamiento construye el mundo, así podríamos resumir el giro idealista que el cartesianismo inicia. 12 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Qué soy Sabemos que somos, hemos hallado que nuestra propia existencia es algo indudable; pero ¿qué somos? Se trata ahora de deducir algunas consecuencias de nuestra primera verdad. Descartes quiere saber qué define nuestra existencia. Son cuatro las posibles respuestas: cuerpo, atributos del alma, sentidos y pensamiento. Las tres primeras respuestas no pueden ser aceptadas. La duda planteada nos impide afirmar que poseamos cuerpo. Por otro lado, tampoco los atributos del alma, que es el modo en que Descartes llama a acciones como comer, andar, etc., o los sentidos pueden ser dados como respuestas válidas, pues ambas presuponen la existencia del cuerpo. No cabe más que una respuesta: nuestra naturaleza se define como pensamiento. Puedo pensarme sin ojos, sin oídos, sin manos; puedo imaginarme incapaz de llevar a cabo acción alguna — comer, andar, etc. puedo igualmente suponerme sin cuerpo; pero no puedo, por mucho que lo intente, concebirme sin pensamiento. La naturaleza humana se define como pensamiento. Pero ¿qué significa exactamente pensar? Para Descartes «pensar» designa todas las operaciones de que es capaz la mente humana: dudar, concebir, entender, juzgar, afirmar, negar, imaginar y, también, sentir. En este punto puede asaltarnos muy justificadamente una pregunta: ¿no se contradice Descartes?; ¿por qué acepta ahora los sentidos cuando anteriormente han sido puestos en duda y descartados? Oír el rumor del agua de un río, ver los árboles y sentir el frío del invierno son cosas verdaderas siempre que las aceptemos como datos de nuestro pensamiento. El error, es decir, lo injustificado e incierto, consiste en afirmar que fuera de nosotros, de nuestro pensamiento, existe realmente el río, el árbol o el frío, que estos son realmente como nuestros sentidos nos muestran. Así pues, nos quedamos con el dato nudo de sentir, sin ir más allá; y afirmamos que esto forma parte de nuestra naturaleza, en tanto seres pensantes. 4.2. CRITERIO DE VERDAD “juzgué que podía admitir como regla general que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas”. (D.M 4º) Se puede establecer, pues, como regla general que todo lo que percibo clara y distintamente es verdadero. 13 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Claridad: Junto con la distinción, es uno de los rasgos de la evidencia, significa no confuso. Es el conocimiento que tenemos de las cosas cuando están presentes, en persona, ante nuestra mente. Distinción: Junto con la claridad, es uno de los rasgos de la evidencia, significa que no se confunde con otras cosas, lo que es percibido con precisión. 4.3. TEORÍA DE LAS IDEAS. Ideas y tipos de ideas Finalmente vamos a dedicar unas líneas a la concepción cartesiana de las ideas, muy diferente de la platónica. Para el filósofo ateniense las ideas eran entidades subsistentes y existentes en un mundo ideal distinto del físico y el mental. Forma o Modelo Ideal cuya existencia era más real y perfecta que la de la realidad material, la cual no era más que una sombra del Modelo. Para Descartes, la Idea.- “Es todo contenido de la mente capaz de representar algo” De modo genérico es lo que hay en la mente, tanto las sensaciones como los objetos de memoria, de imaginación, los del pensamiento e incluso las emociones: son contenidos de la mente. Como se puede observar, muy distinto a Platón. Para Descartes las ideas son representaciones (contenidos) mentales. Descartes considera que el pensamiento sólo piensa ideas, por lo tanto, yo no pienso en el mundo real, sino en la idea de mundo. Ahora bien, ¿Cómo demostrar que la idea de mundo corresponde a la realidad de mundo? Para dar respuesta a este interrogante, Descartes procede a analizar la naturaleza de las ideas, y distingue en ella un doble aspecto: LA IDEA COMO ACTO MENTAL Y LA IDEA COMO REALIDAD OBJETIVA. Naturaleza de las ideas: Las ideas como, actos mentales o modos de pensamiento son todas iguales, todas las ideas poseen la misma realidad. Proceden de nosotros mismos. Las idea, en cuanto a su contenido o realidad objetiva, son diferentes, pues, unas representan unas cosas y otras, otras cosas, son muy distintas entre sí. 14 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA El paso siguiente que dará Descartes es analizar aquello en lo que las ideas son diferentes; esto es, según nos dice, unas ideas poseen más realidad que otras. Aquellas ideas que me representan cosas materiales, por ejemplo, como una piedra, son algo más y poseen más realidad objetiva que aquellas que representan sólo cualidades de las cosas, modos o accidentes. Por ejemplo, el color, etc. En este análisis distingue tres tipos de ideas: adventicias, facticias e innatas. a) IDEAS ADVENTICIAS, Son ideas extrañas que no provienen del propio pensamiento, sino que parecen provenir del exterior, siendo su causa la percepción sensible. Son las que “parecen provenir” de nuestra experiencia externa que tenemos del mundo.(fijaos que dice “parecen provenir” y no provienen, porque aún no se ha demostrado la existencia de la realidad exterior al pensamiento) Ejemplos de estas ideas son las sensaciones, imágenes y conceptos, por ejemplo, las ideas de hombre, árbol, los colores, la suavidad o dureza de las cosas, etc. b) IDEAS FACTICIAS, son aquellas que son consecuencia del poder de nuestra imaginación. Son las ideas que construye la mente a partir de otras ideas (la idea de un caballo con alas, el centauro, la sirena...). estos dos tipos de ideas , adventicias y facticias, son obviamente rechazadas por Descartes como punto de partida para demostrar la realidad extramental. c) IDEAS INNATAS, estas ideas son pocas pero muy importantes. Son las ideas que posee por sí mismo el pensamiento. El innatismo de Descartes no afirma que todos nazcamos con esos pensamientos de manera consciente, sino que son ideas connaturales a la razón, esto quiere decir que la razón tiene una predisposición natural a formar ideas. Son ideas, pues, que brotan de manera natural, espontánea e inmediata de nuestro pensamiento, ideas cuya existencia corresponde a nuestra naturaleza racional. Ejemplo de ideas innatas son: el pensamiento, la existencia, la idea de infinito, etc. Que son conocidas por una percepción inmediata de la intuición intelectual. La idea innata más importante es la idea de infinito o Dios. Ha sido implantada en nuestra mente por Dios, no son construidas por mí (facticias), ni proceden 15 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA de la experiencia externa (adventicias), pues, no podemos tener experiencia sensible de la infinitud, sino que las encuentro en la percepción misma del “pienso luego existo”. La idea de infinito, por tanto, debe ser una idea innata. Y si la idea de infinito es la idea de Dios, pues es el único ser del que se puede concebir tal predicado, concluye que la idea de Dios es una Idea Innata. Su sola idea en la mente implica, también, su existencia real objetiva. Este punto es crucial en la deducción cartesiana pues, partiendo de la Idea de Dios, todo el proceso deductivo posterior hasta la demostración de la existencia del mundo y la aceptación de la veracidad de los sentidos, queda abierto. Recordemos que antes se había dicho que la clave estaba en encontrar una idea de tal naturaleza que su existencia como idea implicase su existencia como realidad objetiva. Esta idea, afirma Descartes, es la Idea de Dios. Todo esto quiere decir que la demostración de la existencia de Dios se consigue a partir de la misma idea de Dios. 4.4 DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS. Descartes propone tres argumentos de la existencia de Dios, que con algunas modificaciones repite en el Discurso del Método (DM) (4a parte), en las Meditaciones y 5a), y en los Principios de Filosofía (1a parte).Todos ellos tienen un punto de partida subjetivo: En primer lugar, procura examinar el contenido de su conciencia donde halla primeramente la idea del cogito. En segundo lugar, se propone examinar que en su mente existe la idea objetiva, clara, distinta y positiva de lo perfecto e infinito (Dios). A una idea objetiva corresponde la realidad objetiva de la misma cosa, tal como está representada en la mente; y, cuando un atributo, por ejemplo, la existencia está contenida en la naturaleza o en el concepto de una cosa, ese atributo es verdadero y puede afirmarse de ella. Todos sus argumentos parten de la idea de lo perfecto e infinito. 16 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Tres serán los argumentos que empleará Descartes para su demostración de la existencia de Dios: a) EL ARGUMENTO GNOSEOLÓGICO O EPISTEMOLÓGICO. Dios es la causa de mi idea de lo perfecto e infinito. ( en el texto lo llama argumento causal, Dios causa de la idea que tengo de perfección) b) El argumento de Dios como causa perfecta de mi ser imperfecto o ARGUMENTO DE LA CAUSALIDAD. Causa de mi YO c) EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO: La idea de ser perfecto exige la existencia de ser perfecto, Dios EXPLICACIÓN DESARROLLADA DE LOS ARGUMENTOS: A) ARGUMENTO GNOSEOLÓGICO. Prueba por la causa de mi idea innata de lo absolutamente perfecto e infinito (PRUEBA GNOSEOLÓGICA). En esta prueba, Descartes no se pregunta por la causa de su ser, sino por la causa de la idea que tiene de “perfecto e infinito”. Descartes dice que la existencia de Dios se demuestra por efectos (sólo por el hecho de que su idea está en nosotros). En el Discurso del Método discurre de esta manera: Poseo la idea de un ser más perfecto que mi ser imperfecto. ¿De dónde viene? 1. Es imposible que esa idea pueda proceder de la nada, porque de la nada, nada puede salir. 2. Tampoco puede proceder de mí mismo, porque lo más perfecto no puede proceder de lo más imperfecto (Idea facticia), ni de los sentidos (idea adventicia) porque en los sentidos no hay nada perfecto. 3. Luego, esa idea “ha sido puesta en mí por una naturaleza más perfecta que yo, poseedora de todas las perfecciones de que yo pudiera tener, es decir, por Dios”. Dios es, pues, la causa de mi idea de lo perfecto e infinito, y, por tanto, Dios existe (Idea innata). 17 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA B) PRUEBA DE LA CAUSALIDAD. El argumento de Dios como causa perfecta de mi ser imperfecto. Prueba basada en la imperfección de mi ser: DIOS SERÁ EN ESTA PRUEBA CAUSA DE MI EXISTENCIA. En esta prueba introduce el principio de causalidad. En el Discurso del Método, Parte 4°, nos da su formulación más clara : Yo soy un ser que, teniendo la idea de perfección, no soy, sin embargo, perfecto no me he creado a mi mismo. Por lo tanto, ha de existir un ser perfecto que me ha dado la existencia y ese es Dios. ¿De dónde proviene mi existencia? ¿cuál es la causa de mi existencia? Tiene que provenir de mí mismo, de mis padres , de otras causas menos perfectas que Dios, o del mismo Dios. 1) De mí mismo, no. Porque, si yo fuera causa de mi ser, me habría dado todas las perfecciones de las cuales tengo idea y que veo contenidas en la idea de Dios. Pero aunque tengo idea de todas las perfecciones, el hecho es que soy imperfecto. 2) De mis padres, ni de otras causas menos perfectas que Dios tampoco, tendríamos que acabar con la cadena de causas llegando a una causa incausada. Luego hay que llegar a una causa que tenga la existencia por sí misma, y ésta es Dios. Así pues, mi existencia viene de otro ser que es causa de sí mismo, y que es causa también de todos los demás seres. De esta manera, piensa Descartes que no está solo en el mundo (Rompe el SOLIPSISMO) y rompe la soledad en que se había recluido con su cogito, hay por lo menos, otra sustancia infinita, causa de su ser, cuya existencia le atestigua otra idea —la de extensión— garantizada por la veracidad divina. 3) El tercer argumento, no menos importante, es una variación del ARGUMENTO ONTOLÓGICO de San Anselmo de Canterbury: si mi mente es capaz de pensar en un ser infinito y perfecto, ha de pensarlo también como existente, pues de lo contrario le restaría perfección. Luego, a partir de la idea de perfección se deduce la existencia misma del ser divino. 18 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Descartes debe acudir a este tipo de argumentos porque, hasta el presente, sólo tiene seguridad de la existencia del yo como ser pensante, de la existencia de las ideas y de los tipos de ideas que ha descubierto. Utilizar cualquier otro elemento significaría traicionar su método. En el Discurso del Método 4° Parte nos lo expone de la siguiente manera: "Por el contrarío, examinando de nuevo la idea que tenía de un Ser Perfecto, encontraba que la existencia estaba comprendida en la misma de igual forma que en la del triángulo está comprendida la de que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos o en la de una esfera que todas sus partes equidisten del centro e incluso con mayor evidencia. Y, en consecuencia, es por menos tan cierto que Dios, el Ser Perfecto, es o existe como lo pueda ser cualquier demostración de la geometría ". El concepto de ser perfecto que posee, necesariamente, la existencia, es una verdad clara y distinta. Por eso la demostración de su existencia es comparada con la eficacia de una demostración geométrica. En el ser perfecto (Dios) no puede ocurrir lo que ocurre en el análisis de las figuras geométricas: es posible analizar las propiedades y relaciones que éstas contiene, pero, no es posible deducir de ellas su existencia, ya que ellas no son perfectas. Y aunque se analice su estructura, la suma de los ángulos de un triángulo, no se sigue de esto que exista la figura geométrica perfecta. La idea de un ser perfecto lleva a la existencia; Dios es un ser perfecto, por tanto Dios existe. Y existe con el mismo rigor y fundamento que caracterizan las deducciones geométricas. CRÍTICAS A LAS PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS: El intento de demostración de la existencia de Dios por parte de Descartes ha sido criticado por numerosos autores (entre ellos los autores empiristas, evidentemente).Kant formulará también una crítica radical de este tipo de argumentos (en especial contra el argumento ontológico, que ya criticó el mismísimo Santo Tomás de Aquino). Uno de los aspectos que más se han criticado en este sentido es la identificación que hace el autor de la divinidad con la perfección. Por otro lado, puedo pensar lo que quiera, puedo tener las ideas que sea, pero eso nunca puede demostrar nada en el mundo real: no podemos pasar del orden del pensamiento al orden de la realidad misma. 19 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA Además, si realmente alguien hubiese demostrado que Dios existe, es evidente que nadie podría discutir tal cuestión, ¿no? Otras Críticas: Hay causas que no tienen tanta perfección como sus efectos. Dios no es una idea innata, sino que ha sido recibida por la tradición, y por lo tanto es susceptible de duda. La existencia no es una perfección, sino que hay que suponerla (Gassendi) Mediante los tres argumentos anteriores: gnoseológico, cosmológico y ontológico, Descartes demuestra la existencia de DIOS, lo cual invalida la hipótesis del genio maligno de la siguiente manera: Dios, en su infinita bondad no puede permitir que exista un ser, igualmente poderoso que él, que me induzca a error cuando pienso. Por lo tanto, si Dios existe, no puede permitir que yo me engañe. De esta manera, queda garantizada la existencia de la verdad, que no es otra que Dios mismo. No obstante, como ya Descartes hay un CÍRCULO VICIOSO: se apoya en la veracidad de Dios para asegurar la capacidad cognoscitiva y, por otro lado, afirma a Dios a partir de las ideas innatas que Él nos ha puesto en la mente. Se trata de saber, en definitiva, si el cogito es realmente el principio de la filosofía o se subordina a Dios, advirtió Arnauld en las cuartas objeciones a las Meditaciones metafísicas. Demostrada la existencia de Dios, Descartes pasa a la tercera parte de su objetivo, el más importante para él: demostrar la posibilidad misma del conocimiento científico, cosa que conseguirá al demostrar la existencia del MUNDO. 4.5. DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DEL MUNDO La existencia de Dios será para Descartes la clave de bóveda, el puente que permita salir del yo y reganar el mundo extramental, sometido previamente a una duda aún no despejada. Descartes no puso en duda la concepción de Dios de la tradición teológica occidental. Por eso mantiene, al identificar a Dios con la sustancia infinita, que será preciso predicar de Él todas las cualidades positivas elevadas hasta el más alto grado, hasta la perfección. Será preciso, por tanto, decir que es eterno, inmutable, omnisciente, omnipotente, 20 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA infinitamente bondadoso y veraz. Un ser así garantiza que los contenidos del pensar de la res cogitans se corresponden con objetos reales, o sus tancias dotadas de extensión (res extensa). Dios es la garantía de que mis ideas verdaderas son ideas de algo verdadero: “Reconozco que es imposible que Dios me engañe nunca, puesto que en todo fraude y engaño hay una especie de imperfección. Y aunque parezca que tener el poder de engañar es señal de sutileza o potencia, sin embargo pretender engañar es indicio abierto de debilidad o malicia y, por tanto, es algo que no puede darse en Dios.” “Meditaciones metafísicas”, (meditación cuarta). Mi convicción subjetiva acerca de la existencia del mundo físico y corpóreo (incluido mi propio cuerpo) no puede ser burlada cruelmente por un ser perfectamente bondadoso y veraz. Dios no puede permitir que me engañe al creer que el mundo existe. Luego el mundo existe (res extensa). 5. LAS TRES SUSTANCIAS. Descartes definió la sustancia como "una cosa existente que no requiere más que de sí misma para existir". Si pensamos en esta definición veremos que solamente es aplicable a Dios. De esta forma se hace necesaria la distinción entre sustancia infinita y sustancias finitas. Al contrario que los escolásticos, Descartes aplica el término sustancia primeramente a Dios, y luego, POR ANALOGÍA puede ser aplicada a todos los seres que percibimos con claridad y distinción que no necesitan de ninguna otra cosa para existir, y estos son dos: el yo o alma y los cuerpos materiales que sólo necesitan de Dios para existir. Lo que nosotros percibimos son sólo ATRIBUTOS de las sustancias, que son lo que constituye su esencia o naturaleza. Conocer el atributo es necesario y suficiente para conocer la sustancia, y gracias a ellos obtenemos el conocimiento de éstas. El atributo de la sustancia pensante (res cogitans) es el pensar, y el atributo de la sustancia corpórea (res extensa) es la extensión. Dios o substancia infinita (res infinita) cuyo atributo es la perfección. Existen el pensamiento y la extensión como realidad distintas, y puedo captarlas de una manera diferente. Los modos o modificaciones particulares de cada 21 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA sustancia son los diversos pensamientos, en el primer caso, y la figura y el movimiento, en el caso de la sustancia extensa. Pero Descartes no desarrolla su sistema partiendo de Dios, para luego demostrar la existencia de todo lo demás, como hemos visto (sí lo hace así otro racionalista, Baruch Spinoza). Parte de la verdad del cogito, del pensamiento mismo, para llegar a demostrar a partir de ella todo lo demás. 6. DUALISMO ANTROPOLÓGICO. El dualismo cartesiano y el problema de la libertad La ontología cartesiana inaugura una concepción tripartita de la realidad: el yo, la divinidad y el mundo físico, tres ámbitos diferentes con sus respectivos atributos (el pensamiento, la infinitud y la extensión). Descartes distingue dos tipos de sustancias, la increada (que es Dios) y las creadas (sujetos pensantes y cuerpos). En los Principios de la filosofía, define la sustancia como «una cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir». De acuerdo con esta definición, y en sentido estricto, la única sustancia que existe en sí y por sí es Dios, ya que sólo El es causa de sí mismo. Ahora bien, en sentido amplio son sustancias distintas la res cogitans y la res extensa, ya que no necesitan una de otra para existir porque son independientes. La independencia de unas sustancias con respecto a las otras permite, además, establecer una demarcación importante: mientras que el mundo físico (o la naturaleza) está regido por leyes mecánicas, el yo es absolutamente libre y se rige por leyes morales. El oponer o diferenciar la res cogitans y la res extensa es tanto como oponer la mente y el cuerpo, a la manera en que en la Antigüedad hiciera Platón. Independientemente de que se comparta o no, el dualismo cartesiano es comprensible si tenemos en cuenta que Descartes seguía, en todo lo concerniente al cuerpo, una concepción mecanicista. Todos los seres materiales siguen leyes puramente físicas, y el cuerpo es uno de esos seres físicos. El cuerpo es una especie de autómata o de robot sometido a las mismas leyes que todos los demás objetos. ¿Qué ocurre entonces con la «libertad» humana, y lo que lleva aparejado: responsabilidad, moralidad, dimensión religiosa? En la filosofía de Descartes la libertad sólo se puede afirmar si se mantiene el dualismo cuerpo/mente, siendo la mente el ámbito de la libertad. Así pues, alma y cuerpo son sustancias separadas y luchan entre sí. El alma combate contra el cuerpo porque se siente afectada por sus pasiones, 22 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA pero el alma no ha de eliminarlas, sino hacer que dejen de ser irracionales y pasen a ser controladas por la razón. La solución para unir o para comunicar el alma y el cuerpo es muy insatisfactoria. ya que Descartes piensa en la glándula pineal como órgano que realiza la unión cuerpo/alma. Así pues, el ser humano es una realidad cogitante, conciencia sin extensión, captada por intuición. Es también un cuerpo, una res extensa, material y mecánica, que la conciencia dirige y, a su vez, es afectada por él, porque los dos entran en interacción en la glándula pineal. Ahora bien, ¿cómo algo puramente inextenso puede actuar sobre algo puramente extenso y mecánico? La solución cartesiana cierra en falso el problema. 7. DEFICIENCIAS DE DESCARTES. 1. LA EXTRAPOLACIÓN QUE HACE DE “DIOS” El conocimiento pasa del mundo puramente humano al divino. Quizá porque en realidad no duda de todo, deja a parte su fe y sus creencias, parece que son éstas las que de algún modo le traicionan en la construcción de una nueva filosofía. Dios es la última garantía de mi conocimiento, necesita demostrar a Dios para que le valgan las ideas , ya que siempre podrían ser fruto de un genio maligno. Pero, por otra parte, si no tenemos ideas, no podría demostrar a Dios porque la demostración parte de mi idea de perfección. Círculo vicioso. Necesita demostrar a Dios para no caer en el solipsimo. Si no demuestra a Dios sólo le vale (sólo puede conocer con certeza) el “cógito”, es decir, se queda sólo con el pensamiento, no puede demostrar nada más, se queda con la existencia únicamente del Yo (de la psiqué). 2. DEVALUACIÓN DE LA EXPERIENCIA SENSO PERCEPTIVA. 3. LA REDUCCIÓN DE TODO SABER RIGUROSO AL MÉTODO MATEMÁTICO, lo que lleva a la incapacidad de la ciencia para orientar la vida. No por ello hay que restar importancia a las PRINCIPALES APORTACIONES DE DESCARTES en teoría del conocimiento que 23 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA con él ocupa un puesto fundamental en el saber filosófico (la gnoseología, epistemología), empieza a preocupar la objetividad y la certeza en el conocimiento. La duda, acaso artificial, engendra una certeza original, el cógito, ergo sum. Con Descartes es el SUJETO el que adquiere importancia en el conocimiento, primero se conoce el sujeto y después la REALIDAD ONTOLÓGICA. En la filosofía anterior el objeto era el que ponía en marcha el proceso. En la Edad Media , primero se conoce a Dios y después al sujeto mismo. ACTUALIDAD DE LOS PROBLEMAS CARTESIANOS: CRÍTICA. Como Descartes es un autor que suele caer en Selectividad, hemos pensado dejar para el final el estudio de las posibles críticas a su sistema. Esto puede servir para desarrollar la pregunta sobre la actualidad de su pensamiento, así como para que vayas formándote una opinión propia, personal. Vamos a mostrar, en primer lugar, la crítica desde dentro del sistema, es decir, los posibles fallos que se achacan al sistema cartesiano. En segundo lugar vamos a ver el planteamiento crítico más radical que se enfrenta hoy en día al llamado "materialismo cartesiano", que en realidad es un dualismo encubierto, como veremos. El propio Descartes reconoce el problema que se plantea en su filosofía con el tema de la demostración de la existencia de Dios. En la apuesta cartesiana, si no consigo demostrar que Dios existe, entonces caigo en el problema que ha sido llamado "SOLIPSISMO". La cuestión es muy seria: estriba en si Descartes puede pasar del orden del pensamiento a la realidad física, a lo corpóreo, o ha de quedar para siempre encerrado en un mundo de ideas, en un orden metafísico sin referencia ni contacto alguno con el mundo físico. El solipsismo es, podríamos decir, como "el pensamiento encerrado en sí mismo": no consigue llegar al mundo, que ha sido puesto previamente en duda (o, mejor dicho, no consigo demostrar que el mundo mismo existe; soy una cosa que piensa, únicamente). No hay que confundir este problema con otro que también se ha planteado a su sistema por parte de sus detractores. Sería el llamado problema del "CÍRCULO VICIOSO". Brevemente, lo que vendría a decir es que, puesto que Descartes ha confiado todo en su sistema a demostrar que Dios existe, si no lo consigue, entonces el sistema cae por su peso. La demostración de la 24 I.E.S.JUAN DE MAIRENA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. 2º BACHILLERATO PROF. MILA MONTILLA existencia de Dios es la pieza clave de la bóveda del sistema cartesiano. Sin ella el sistema se tambalea. (Como en el siguiente ejemplo: sin Dios, no hay nada.) Al introducir la hipótesis del geniecillo maligno, lo que Descartes nos quiere decir es que no podemos estar seguros absolutamente de nada. Algunos autores relacionan esta cuestión con el tema de Dios. Si Descartes utiliza en primer lugar el principio de evidencia, y éste no es propiamente seguro hasta que hemos demostrado que Dios existe (por el llamado "principio de veracidad divina": puesto que Dios es bueno y bondadoso no puede querer que yo viva en el engaño), entonces Descartes ha realizado una petición de principio ("petitio principii") en su sistema. Ha dado por evidente algo de lo que no puede estar absolutamente seguro hasta que demuestra que Dios existe (pero esto lo demuestra después de lo primero; de ahí la circularidad en la argumentación). Vaya lío, ¿no? En segundo lugar: El dualismo cartesiano es innecesario: el cerebro explicaría perfectamente todas las funciones del pensamiento humano. Así, el autor Antonio Damasio, en su obra El error de Descartes (Editorial Crítica, 2004, pág. 286): "Éste es el error de Descartes: la separación abismal entre el cuerpo y la mente, entre el material del que está hecho el cuerpo, medible, dimensionado, operado mecánicamente, infinitamente divisible, por un lado, y la esencia de la mente, que no se puede medir, no tiene dimensiones, es asimétrica, no divisible; la sugerencia de que el razonamiento, y el juicio moral, y el sufrimiento que proviene del dolor físico o de la conmoción emocional pueden existir separados del cuerpo. Más específicamente: que las operaciones más refinadas de la mente están separadas de la estructura y funcionamiento de un organismo biológico". Damasio se basa en su obra en el caso de un hombre, Phineas P. Gage, al que una barra le atravesó el cerebro (la corteza prefrontal, en concreto). Siguió vivo, pero cambió enormemente en su forma de ser y pensar. Estos cambios llevan al autor a concluir que cerebro y mente, cuerpo y pensamiento, están interrelacionados. 25

Use Quizgecko on...
Browser
Browser