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Tema 4 MLP II Procesos de recuperación y olvido 05bd19bec9944a368838ae286bfdcc88.pdf

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📖 Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido Created Class Materials @October 27, 2023 4:50 PM Memoria Presentación_Tema 4.pptx Reviewed Status Tipo Done Expositivas ÍNDICE 1. Disponibilidad vs accesibilidad. 2. El proceso de recuperación: claves de recuperación y especifidad de la cod...

📖 Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido Created Class Materials @October 27, 2023 4:50 PM Memoria Presentación_Tema 4.pptx Reviewed Status Tipo Done Expositivas ÍNDICE 1. Disponibilidad vs accesibilidad. 2. El proceso de recuperación: claves de recuperación y especifidad de la codificación. 3. Formas de recuperación: explícita vs implícita 4. Efectos del contexto 5. Memoria reconstructiva 6. Procesos de olvido: olvido incidental vs olvido motivado. Disponibilidad vs accesibilidad Se parte de que la recuperación implica tener acceso a la información almacenada; por lo que, aunque una experiencia previa puede parecer haberse perdido de la memoria, es posible que el problema esté en la clave de recuperación adecuada. Es bastante complicado diferenciar la inaccesibilidad de la falta de disponibilidad. Además, el que nuestras experiencias pasen de ser recordables a ser sólo reconocibles puede deberse a un decaimiento del trazo. Es decir, la pérdida de un trazo de memoria puede no ser una cuestión de todo o nada, sino realizarse de forma gradual; por lo tanto, puede ocurrir que la información haya sido codificada y esté almacenada, pero no tener fácil acceso a la misma o sólo tener acceso a una parte (un ejemplo de esto es el fenómeno de la punta de la lengua). Por estas razones, y porque una accesibilidad reducida es en sí misma un fallo de la memoria, la falta de accesibilidad se considera como olvido. En resumen, en palabras de Tulving, “puede ser que la información esté disponible, pero que no sea accesible”. Por lo tanto en este caso, para comenzar, tenemos que distinguir dos conceptos clave: El estudio de las funciones del olvido ha dado pie a la pregunta de qué se puede considerar «olvido». Los estudios realizados por Meeter et al. y Bahrick mostraron un olvido mucho mayor en los casos en que la prueba de memoria era de recuerdo que cuando era de reconocimiento. De hecho, este patrón de resultados es muy robusto y ya fue abordado en el capítulo sobre la recuperación: el reconocimiento es generalmente más fácil que el recuerdo. Una conclusión razonable que podría extraerse de este patrón es que las pruebas de reconocimiento revelan que hay más en la memoria de lo que las pruebas de recuerdo parecen mostrar. Si esto es así, ¿es oportuno considerar los fallos en el recuerdo de información que evidencian las curvas de olvido como verdadero olvido, dado que muchos de los trazos no recuperados se encuentran en la memoria? ¿No sería mejor Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 1 reservar el término «olvido» para referirnos a la pérdida permanente de estos trazos? Este problema pone de manifiesto la pertinente distinción de Endel Tulving entre «accesibilidad» y «disponibilidad» —la distinción entre la disponibilidad del recuerdo en el sistema cognitivo (si algo está almacenado o no) y su accesibilidad (si es posible acceder al recuerdo, puesto que se encuentra almacenado). ¿Hemos de identificar el olvido con la inaccesibilidad o sólo con la falta de disponibilidad?. Existe una disociación entre disponibilidad y accesibilidad, con diferencias de rendimiento en recuerdo y reconocimiento, tanto a nivel cotidiano como a nivel de evidencia experimental, comparando patrones de rendimiento. La interpretación que reciben las diferencias de rendimiento es que las pruebas de reconocimiento proporcionan claves o indicios de recuperación más eficaces que las de recuerdo. -En las de recuerdo, la información puede estar disponible, pero no ser fácilmente accesible. -En las de reconocimiento, la presencia de los ítems que deben ser reconocidos proporciona potentes claves de recuperación que los hacen más accesibles (es más sencillo de recordar, puesto que se tienen delante). Las implicaciones de esta interpretación residen en la posibilidad de manipular experimentalmente la accesibilidad, mediante la utilización de indicios o claves de recuperación. El proceso de recuperación: Claves de recuperación y especifidad de la codificación La recuperación la definimos como la progresión desde una o más claves hasta una huella objetivo, vía conexiones asociativas, a través de un proceso de propagación de la activación. En primer lugar, deberemos tener en mente lo que queremos recordar (clave). Definimos la recuperación como el proceso por el que se accede a un recuerdo objetivo a partir de una o más claves y ese objetivo se lleva a la consciencia. *Apunte: Una clave es aquello que te lleve a recordar, es decir, cualquier aspecto del contenido de un recuerdo. Para describir cómo funciona la recuperación, necesitaremos considerar algunos términos nuevos. Durante la recuperación, solemos buscar un recuerdo específico: un hecho, una idea, una experiencia específica, a menudo llamado recuerdo objetivo o huella objetivo. Supongamos, por ejemplo, que te pido que recuerdes lo que cenaste ayer por la noche. Para contestar, intentarás acceder a ese evento en tu memoria. En este caso, tu recuerdo de la cena de ayer sería el objetivo. Cuando buscamos un objetivo en la memoria, normalmente solemos tener una idea de lo que estamos buscando. En el ejemplo de la cena, sabes que estás buscando una cena que tuvo lugar ayer por la noche. Esta especificación puede parecerse a las palabras que se teclean en la ventana de búsqueda de un motor de búsqueda, como por ejemplo Google. Sin esa especificación, no hay nada con lo que tu memoria pueda funcionar y nada te devolverá, igual que si no tecleas nada en Google no se te mostrará ninguna página web. Estos fragmentos de información que nos permiten acceder a nuestros recuerdos se conocen como claves de recuperación, o simplemente claves. En general, la recuperación funciona en progresión desde una o más claves hasta un recuerdo objetivo, con el propósito de hacer que el objetivo esté disponible para influir en la cognición en curso. Se cree que las huellas de memoria están relacionadas unas con otras mediante conexiones que llamamos asociaciones o enlaces. Supongamos, por ejemplo, que te pido que digas lo primero que te viene a la cabeza al leer cada una de las palabras siguientes: perro, caliente, arriba, o vaca. Lo más probable es que hayas pensado en gato o hueso ante perro, frío ante caliente, abajo al leer arriba y leche al ver vaca. Estas ideas, como perro y gato, están fuertemente conectadas en la memoria de la mayoría de las personas; es decir, están asociados. Las asociaciones son conexiones estructurales entre huellas que varían en fuerza. Por ejemplo, si te pido que digas una fruta, podrías pensar en plátano muy rápidamente, pero la guayaba también es una fruta. El hecho de que guayaba no venga a la mente tan fácilmente refleja su asociación más débil con fruta. La recuperación, por tanto, es una progresión desde una o más claves hasta un recuerdo objetivo, por medio de conexiones asociativas. Los recuerdos pueden recuperarse a partir de distintas claves. Si en vez de preguntarte «¿qué cenaste ayer?», te preguntara: «¿cuándo fue la última vez que comiste guisantes?», podrías contestarme: «vaya, comí guisantes ayer por la noche, para cenar». Habrías accedido al mismo recuerdo, pero mediante claves diferentes a las del primer ejemplo. Son muchas las cosas que pueden funcionar como claves; el olor de los guisantes podría recordarte la cena de ayer; o la canción de la radio podría ser la misma que escuchaste ayer por la noche, mientras cenabas guisantes. Nuestros recuerdos son sorprendentemente flexibles; cualquier aspecto del contenido de un recuerdo puede funcionar como recordatorio para acceder a la experiencia, una propiedad denominada memoria de contenido direccionable. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 2 En esencia, disponemos de un «Google mental», pero podemos buscar con cualquier tipo de información. Proceso de propagación de la activación ¿Cómo progresamos desde las claves a los recuerdos objetivo, a través de las asociaciones? Aunque hay muchas teorías, una idea simple y útil es que la recuperación se produce mediante un proceso denominado propagación de la activación. Según esta idea, cada recuerdo mantiene un estado interno que refleja cómo está de «excitado» o «activo», un estado conocido como nivel de activación del recuerdo. La activación tiene muchas propiedades importantes. El nivel de activación varía y determina cuán accesible es una huella en la memoria; y niveles más altos de activación reflejan una mayor accesibilidad. El grado de activación aumenta cuando se percibe en el entorno algo relacionado (p. ej., ver un plato de guisantes activará la idea guisantes y probablemente la cena de guisantes) o cuando la atención se focaliza directamente en la huella (cuando te pide que pienses en los guisantes). Esta activación persiste durante algún tiempo, incluso después de que se deje de prestar atención. ¿Cómo nos ayuda el concepto de activación a pensar en la recuperación? Una idea es que los recuerdos propagan automáticamente su activación hacia otros recuerdos con los que están asociados. Esta propagación de la activación es como «energía» que fluye a través de las conexiones que unen las huellas. La cantidad de activación que se propaga desde la clave hasta un asociado es mayor cuanto más fuerte sea la asociación, y la activación se propaga en paralelo a todos los asociados. Si la huella objetivo acumula activación suficiente será recuperada, aunque otros asociados podrían activarse también. Así, si ves el nombre Beckham, la atención hacia esta idea incrementará su activación lo que, a su vez, activará sus asociados (como fútbol). Por consiguiente, se recuperaría fútbol. La idea de que las huellas poseen activación que se propaga es crucial en muchas teorías sobre la memoria. Además, ayuda a pensar en la forma en que las claves permiten acceder a los recuerdos. Para refinar algo más nuestra definición de recuperación, diremos que es una progresión desde una o más claves hasta un recuerdo objetivo, mediante conexiones asociativas que las entrelazan, a través de un proceso de propagación de la activación. Por lo tanto… Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 3 💡 El nivel de activación es el estado interno de una huella de memoria, que refleja su nivel de excitación; no todas tienen el mismo nivel de excitación, lo cual determina su grado de accesibilidad. Este nivel de activación aumenta cuando: -Se percibe en el entorno algo relacionado con dicha huella. -Se focaliza la atención directamente en la huella. Este nivel de activación persiste durante algún tiempo antes de desvanecerse. Sobre la propagación del mismo, debemos definirla como la transmisión automática de “energía” desde una huella a huellas relacionadas a través de sus asociaciones. La cantidad de activación que se propaga es proporcional a la fuerza de las conexiones (a más fuerza asociativa, más cantidad de activación se propaga). La activación se propaga en paralelo desde una clave a todos los asociados. Ahora bien, los recuerdos no son entidades únicas, que simplemente varían en su nivel de actividad, sino que son diferentes. • Por lo tanto, se puede considerar el recuerdo como un conjunto de rasgos que, si se activan conjuntamente (patrón de activación) a partir de las claves, desembocan en la recuperación. • Ese proceso por el que la propagación de la activación a partir de un conjunto de claves lleva al restablecimiento de los rasgos de un recuerdo se denomina compleción del patrón. Fenómeno del fallo en el reconocimiento de palabras recordables: experimentos de Tulving y Thompson (1973). Según los modelos de doble proceso surgidos en los años 70, el recuerdo implica dos procesos: generación de posibles ítems “candidatos” + reconocimiento de los apropiados, mientras que en la prueba de reconocimiento sólo se necesita el segundo proceso. Realizan una diferenciación clara. • Este enfoque teórico ofrecía explicaciones verosímiles de algunos hallazgos empíricos, como por ej., la mayor dificultad, en general, del recuerdo frente al reconocimiento o el efecto diferencial de ciertas variables sobre el recuerdo y el reconocimiento (ej. paradoja de la frecuencia; las palabras de alta frecuencia en la vida cotidiana se recuerdan mejor pero se reconocen peor ). Este enfoque establece que todo lo que se puede recordar, también e va a poder reconocer. • Sin embargo, los modelos de generación-reconocimiento fueron fuertemente criticados por Tulving y Thomson (1973), centrándose fundamentalmente en el conocido fenómeno del fallo en el reconocimiento de palabras que posteriormente pueden recordarse. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 4 Surgimiento y desarrollo del principio de especifidad de la codificación INTRODUCCIÓN: Relevancia de las claves y desarrollo del principio de especifidad de la codificación. Contar con claves de recuperación es de muy poca utilidad si éstas no guardan relación con lo que se tiene que recordar. Esto puede parecer demasiado obvio, pero a menudo buscamos en la memoria sirviéndonos de las claves poco apropiadas. Consideremos el suceso de cuando salí de una tienda y me paré, intentando recordar dónde aparqué el coche. Después de varios minutos sin recordar nada, me di cuenta de que había ido con el coche del vecino y, entonces, lo recordé todo. En pocas palabras, planteé a mi memoria la pregunta equivocada con la clave equivocada (mi coche). Este tipo de errores es muy común. ¿Has intentado alguna vez recordar dónde estaban tus llaves, asumiendo que las pusiste en alguno de los lugares habituales (p. ej., sobre el mueble del recibidor)? Si pusiste las llaves en un sitio no habitual, esas claves de recuperación no serán muy adecuadas. A veces, las claves que parece que deberían ser más efectivas resultan ser las que menos lo son. Una vez pretendía devolver un libro a la biblioteca. Esa mañana, mientras estaba junto a la mesa del desayuno, metí el libro en mi mochila. Cuando regresaba a casa, al final del día, al pasar frente e a la biblioteca me quedé mirando fijamente al edificio. Sin embargo, no me acordé de devolver el libro. Cuando llegué a casa y vi la mesa de la cocina me dije: «¡Ahhh, se me olvidó devolver el libro!». Pero ¿por qué no me acordé de devolver el libro al ver la biblioteca? ¡Debería haber sido una clave impresionante! ¿Y por qué fue la mesa de la cocina una clave tan efectiva, si las mesas no tienen nada que ver con los libros? En realidad, todo esto tiene sentido si consideramos lo que se codificó. Lo que tenía que recordar era la intención de devolver el libro, que se codificó por la mañana en la cocina, con la mesa presente. Además, el libro estaba sobre la mesa, así que se asoció a ella. En cambio, el la biblioteca no estaba presente durante la fase de codificación, por lo que no se asoció al libro. Así que cuando pasé frente a la biblioteca no había asociación que pudiera propagar la activación a la intención de devolver el libro. Este ejemplo ilustra bien la idea del principio de especificidad de la codificación. Este principio postula que para que una clave sea útil, tiene que estar presente durante la codificación y ser codificada con la huella deseada. “Las operaciones específicas de codificación realizadas sobre aquello que percibimos determinan lo que se almacena y, a su vez, lo que se almacena determina qué claves de recuperación son eficaces para acceder a lo que está almacenado”. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 5 En efecto, las claves que se codifican específicamente con una huella objetivo son más eficaces incluso si, en apariencia, puedan parecer menos efectivas que otras claves que tengan una relación previa con el objetivo. En un experimento que demuestra este principio, Tulving y Osler (1968) presentaron a sus participantes una serie de palabras para recordar más tarde; cada palabra objetivo se presentaba acompañada de una clave que estaba débilmente asociada con ella. Un ejemplo podría ser la palabra silla acompañada de la palabra clave pegamento (los participantes veían pegamento-silla). Después de la codificación, se pidió a los participantes que recordaran las palabras, bien sin ayuda o bien con la clave con la que cada una se había emparejado. Las palabras clave incrementaron de forma sustancial el recuerdo de las palabras objetivo, demostrando la importancia que tienen las claves para facilitar el recuerdo. Pero no todas las claves deberían ser igual de buenas, según Tulving. Aunque mesa sea un asociado fuerte de silla, no será una clave tan efectiva como pegamento, porque mesa no se presentó durante la codificación (IMPORTANTE LA PRESENTACIÓN DURANTE LA CODIFICACIÓN). Tulving y Thomson (1973) continuaron la investigación para terminar demostrando que el efecto de la especificidad de la codificación es potente. Ideas que inciden en su planteamiento: - La cuestión de la efectividad de los indicios o claves de recuperación: un indicio será efectivo si y sólo si la palabra a recordar es codificada específicamente respecto a ese indicio en el momento del aprendizaje (de ahí, especificidad de la codificación). (Ejemplo, profesión = doctor) - La dualidad conceptual memoria episódica- memoria semántica. Permite a Tulving resolver una aparente contradicción: • por un lado, el carácter circunstancial de la huella mnémica, enfatizando la especificidad de la codificación de un ítem en cada situación particular; • por otro lado, la conceptualización dominante de la MLP como una red semántica de conceptos y relaciones asociativas. Por lo tanto…. 💡 Implicaciones: -La eficacia de las claves de recuperación va a depender de las propiedades de la huella mnémica de la palabra objetivo en la semánticas de la palabra. Ej.: palabras homónimas (azul-VIOLETA). - Aplicabilidad en el fenómeno del fallo en el reconocimiento de palabras recordables. Ej.: las propiedades codificadas inicialmente respecto a la palabra "FRIO" en el contexto de"suelo" y la palabra "FRIO" en el contexto de "caliente" no tienen prácticamente solapamiento alguno. Desarrollo: Para la efectividad de las claves o indicios no es estrictamente necesario que éstos estén directamente presentes en el momento del aprendizaje (concepción original), pero es crucial el grado de solapamiento entre la información de la huella mnémica objetivo y la información de las claves o indicios de recuperación, ya sean éstos explícitos o no. Respecto a la diferencia entre recuerdo y reconocimiento, se trataría esencialmente del mismo proceso de recuperación, aunque se requiere una mayor cantidad de solapamiento informacional para el éxito en el recuerdo. Formas de recuperación: Explícita vs implícita RECUPERACIÓN EXPLÍCITA: Pruebas de memoria directas (deliberadas, explícitas, intencionales): Cualquier prueba para evaluar la memoria que solicita abiertamente que se recuperen eventos pasados. Dado que se les dice a las personas que recuerden experiencias específicas, estas pruebas requieren del contexto como clave. Varían en el número de claves proporcionadas, en la cantidad de información a recuperar y en la implicación de estrategias de recuperación. ç El recuerdo libre es la prueba que más depende del contexto como clave, porque las personas deben recuperar un conjunto entero de elementos estudiados sin otras claves externas, libremente —o sea, cualquier orden—. Por ejemplo, Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 6 si después de haber estudiado veinticinco palabras se intenta recordarlas en un orden cualquiera, estaríamos haciendo recuerdo libre. El recuerdo libre simula las situaciones cotidianas en las que hemos de generar mucha información sin seguir un orden específico (p.ej, recordar quién estaba en una fiesta), pero también necesita el uso de estrategias para generar las respuestas en algún orden. Es la prueba de memoria más difícil, ya que requiere que el sujeto genere la información por sí mismo. Para ello, como ya comentamos, el sujeto debe utilizar estrategias de recuperación, como organizar la información durante la codificación o utilizar pistas para recordar la información. Sobre el reconocimiento, es una prueba de memoria en la que el sujeto debe identificar una información que ha visto o experimentado anteriormente. Por ejemplo, se podría presentar una lista de palabras y el sujeto debe indicar si cada palabra ha sido estudiada anteriormente. El reconocimiento es la prueba de memoria más fácil, ya que simplemente requiere que el sujeto identifique la información. El sujeto no tiene que generar la información por sí mismo, sino que simplemente tiene que comparar la información presentada con la información que se ha almacenado en la memoria. 💡 Por lo tanto…. Recuerdo con claves El recuerdo con claves es una prueba de memoria en la que el sujeto se proporciona claves adicionales para recordar la información. Por ejemplo, se podría proporcionar una letra inicial o un sinónimo de una palabra que se ha estudiado. El recuerdo con claves es más fácil que el recuerdo libre, ya que proporciona al sujeto pistas para recordar la información. Estas pistas pueden ayudar al sujeto a reducir el número de elementos que tiene que generar por sí mismo. RECUPERACIÓN IMPLÍCITA: Pruebas de memoria indirectas (no deliberadas, implícitas, incidentales). Un ejemplo claro es la criptomnesia, en los que una persona cree que está creando algo nuevo, como por ejemplo un trabajo artístico y, en realidad, está recordando un trabajo similar ya existente. ¿Pueden los recuerdos influirnos sin que seamos conscientes de ello? Pues la verdad es que nuestras experiencias nos influyen con frecuencia, sin que nos demos cuenta. Supongamos, por ejemplo, que encuentras un pasatiempo de anagramas en el periódico. Mientras resuelves el anagrama para la palabra «pomelo» te percatas de que la solución aflora más fácilmente si has leído algo sobre los pomelos ese mismo día. Tu ejecución en una tarea (resolución de anagramas) se ha beneficiado de la experiencia previa aunque no estuvieras intentando recuperar el pasado. Son muchas las demostraciones que ponen de manifiesto que esta influencia es posible. Estos ejemplos ilustran lo que se conoce como pruebas indirectas de memoria, que se conoce como pruebas indirectas de memoria, que se consideran medidas de la memoria implícita. Los tests indirectos miden la influencia de la experiencia sin pedir directamente la persona que recuerde el pasado. Estas medidas tienen una característica muy especial, y es que intentan eliminar, desde el punto de vista de los participantes, cualquier rastro de que están memorizando o, en el test, de que están recuperando. En un típico experimento de memoria implícita, primero los participantes codifican una lista de palabras. Para cada palabra podrían decidir si el objeto al que se refiere es animado —una tarea que se elige para que no levante sospechas de que se podría evaluar la memoria—. Posteriormente, los participantes llevan a cabo una tarea que emplea algunas de las palabras de la fase anterior mezcladas con otras nuevas. En ella, usualmente se pide la persona que haga algo que puede realizarse sin recordar ninguna experiencia en particular. Hay muchos tipos de pruebas indirectas, pero suele haber una «historia falsa» que cubra el verdadero interés del investigador al administrar la tarea. En una tarea de decisión la tarea. En una tarea de decisión léxica se presentan palabras y no-palabras (p. ej., pirro) y los participantes deben decidir, lo más rápidamente posible, si cada secuencia de letras forma una palabra legal en el idioma. En una tarea de identificación perceptiva, a los participantes se les presentan palabras de forma muy breve (p. ej., durante 30 milisegundos), tapándolas con una máscara visual (p. ej., una fila de X) para que resulte difícil verlas. La tarea consiste en nombrar la palabra presentada. En las pruebas de compleción de fragmentos (p. ej., p — m — l —) o iniciales de palabras (po —), los sujetos tienen que producir la primera palabra que les venga a la cabezay que encaje con las letras. En todas estas pruebas, (tabla 8.1), los participantes lo hacen mucho mejor que cuando se trata de Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 7 palabras y vistas antes que palabras nuevas, aunque no sean conscientes de la relación con la fase anterior: en la tarea de decisión léxica responden más rápido, en la perceptiva identifican con más precisión las palabras difíciles de ver y en las de fragmentos completan mejor las palabras. Pruebas de memoria directas o explícitas (resumen) Las dividimos en dos tipos: 1) En las que el orden es importante: aprendizaje serial y aprendizaje de pares asociados. -Presentación visual o auditiva y reproducción oral o por escrito. -Rendimiento de memoria: ahorro en nº de ensayos en el reaprendizaje. (Es decir, cuánto ahorramos en nº de ensayos y tiempo). 2) En las que el orden no es importante: reconocimiento, recuerdo libre y recuerdo con indicios o claves. Van a requerir hacer uso del contexto. Se mide mediante.. -Rendimiento de memoria: aciertos, olvidos u omisiones y errores de comisión o intrusiones. -En el reconocimiento son de especial importancia las falsas alarmas. Pueden interesar también las medidas de rapidez o latencia (TR) y aspectos cualitativos (juicios recordar-saber) *Juicios recordar-saber: Cuando yo digo si a algo tengo que decir si a)tengo un recuerdo vívido de lo mismo o b) saber que lo sé (sé que lo he visto/escuchado pero nada más). La teoría de detección de señales (TDS) como modelo de reconocimiento Un enfoque para entender el reconocimiento está basado en los conceptos desarrollados en la teoría de detección de señales, que surgió en la investigación sobre percepción auditiva (Green y Swets, 1966). En un experimento típico de detección auditiva, los participantes intentan oír un tono débil presentado en un fondo de ruido blanco; se les instruye para que aprieten una tecla si detectan el tono. En función de la intensidad del tono, la ejecución puede no ser perfecta y pueden darse los siguientes cuatro casos. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 8 Podría presentarse el tono y la persona afirmar correctamente que lo ha oído; eso se conoce como acierto. Algunas veces se presenta el tono pero no se detecta: es una omisión. Quizá el tono no se presenta pero la persona, erróneamente, afirma haberlo oído: eso es una falsa alarma. Por último, podría no haberse oído un tono que, de hecho, no se ha presentado: eso es un rechazo correcto. Algo parecido ocurre en una prueba de reconocimiento de tipo sí/no. En un test de reconocimiento, la persona debe decidir si un estímulo le resulta «familiar». Decidir si un estímulo parece lo suficientemente familiar como para considerarlo «viejo» es como decidir si hay suficiente evidencia auditiva para afirmar que se ha oído el tono. Como con la detección auditiva, son posibles cuatro resultados. Si el ítem fue estudiado y la persona lo clasifica correctamente como «viejo», se trata de un acierto; si es viejo pero erróneamente considerado «nuevo», es una omisión. Si el ítem es nuevo y la persona lo clasifica erróneamente como «viejo», es una falsa alarma; pero si lo considera «nuevo», es un rechazo correcto. La teoría de detección de señales proporciona una manera útil de concebir el reconocimiento y la herramienta necesaria para diferenciar entre memoria y adivinación. Esta teoría propone que las huellas de memoria tienen valores de fuerza (véase la discusión anterior sobre el nivel de activación) que reflejan su activación en la memoria y que determinan lo familiares que resultan. Se piensa que las huellas varían en cuanto a su familiaridad en función de la atención que se prestó al ítem durante la codificación o de cuántas veces se repitió. Es importante mencionar que la teoría supone que los ítems nuevos también tienen cierto nivel de familiaridad, aunque normalmente en menor medida que los ítems estudiados. Su familiaridad podría ser mayor si los nuevos ítems se han visto con frecuencia fuera del experimento o si son parecidos a los ítems estudiados. Siguiendo con nuestra metáfora de la rueda de reconocimiento en la comisaría, uno de ellos podría resultar muy familiar a un testigo porque el testigo lo haya visto antes (no sólo en la escena del delito) o porque guarda un parecido con el verdadero culpable. ¿De qué manera estas ideas nos ayudan a entender el reconocimiento? Una idea crucial es que la familiaridad de un conjunto de ítems se distribuye normalmente, y que los ítems estudiados y los nuevos poseen sus propias distribuciones. Es probable que estas distribuciones varíen en el nivel medio de familiaridad. En la mayoría de los casos, la familiaridad promedio para los ítems estudiados (viejos) será mayor que la de los ítems nuevos, debido a reciente exposición de los antiguos; sin embargo, y como se muestra en la figura 8.5, estas distribuciones pueden solaparse. Este solapamiento se produce porque algunos ítems viejos pueden haber tenido una mala codificación, y por ese motivo, sus huellas de memoria tendrían poca activación, mientras que algunos ítems nuevos podrían parecer especialmente familiares. En el caso de algunos participantes, las distribuciones estarían muy cerca la una de la otra, con una mínima diferencia en la familiaridad promedio existente entre ambas. En cambio, para otras personas, las distribuciones podrían llegar a ser muy diferentes, incluso no llegar a solaparse, si las listas se estudiaron bien. 1º) En primer lugar, los resultados de reconocimiento se dividen en la tabla que vemos en la imagen: Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 9 Pero, antes de continuar, ¿cómo se lleva a cabo un juicio de reconocimiento? Pero ¿cómo se lleva a cabo un juicio de reconocimiento? Para resolver esta cuestión, la teoría propone que las personas eligen un nivel crítico de familiaridad por encima del cual considerarán a un ítem como viejo, y por debajo del cual lo considerarán nuevo. En el cuadrante inferior derecho de la figura 8.5 puedes ver una ubicación del criterio en el continuo de familiaridad. Fíjate en que, al colocar el criterio en ese punto, algunos ítems antiguos caerán por debajo del área de “viejos”, por lo que se clasificarán como omisiones. Los ítems antiguos que caen por encima del criterio, sin embargo, serán “aciertos”. De igual forma, algunos ítems nuevos tendrán una familiaridad que supera el criterio, lo que llevará a considerarlos erróneamente como viejos; éstas son falsas alarmas. Los ítems nuevos que caigan por debajo del criterio se clasificarán como rechazos correctos. De esta forma, estos cuatro tipos de resultados (aciertos, omisiones, falsas alarmas y rechazos correctos) pueden interpretarse, dada su familiaridad, en relación con el criterio y el estatus (viejo o nuevo). La idea de que las personas establecen un criterio para evaluar si un ítem es «viejo» ayuda a definir lo que es un sesgo en el juicio. Para ver esto, fíjate en lo que pasaría si el criterio se «relajara» moviéndolo más hacia la izquierda en el continuum de familiaridad, y permitiendo que ítems menos familiares se clasifiquen como «viejos». Esto aseguraría que la gran mayoría de los ítems viejos fueran aciertos y que hubiera muy pocas omisiones. Desafortunadamente, eso también incrementaría la proporción de ítems nuevos considerados viejos, lo que incrementaría la tasa de falsas alarmas. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 10 Cuando el criterio se hace más estricto (moviéndose hacia la derecha), lo que sucede es bien diferente: es poco probable que las personas cometan falsas alarmas, pero aumentarían las omisiones. Estas dos maneras de mover el criterio describen lo que ocurre cuando una persona adopta una estrategia liberal o conservadora, respectivamente, a la hora de responder. Si el criterio se coloca entre las medias de las dos distribuciones, la persona no presentará sesgo. El valor de familiaridad en el que una persona sitúa su criterio se denomina ß (beta), y estima la tendencia a adivinar. A partir de este análisis, la teoría de detección de señales proporciona herramientas matemáticas para estimar la capacidad de una persona para discriminar entre ítems viejos y nuevos, y su estrategia de respuesta. Calculando el porcentaje de aciertos (porcentaje de ítems viejos considerados viejos) y el de falsas alarmas (porcentaje de ítems nuevos considerados viejos) de una persona, es posible calcular los parámetros d’ y ß, separando así la discriminación del sesgo. Especialmente importante es que la teoría de detección de señales proporciona una conceptualización de cómo tienen lugar los juicios de reconocimiento. La idea de que los recuerdos se sitúan a lo largo de un continuo de fuerza y que las personas usan esta «sensación» interna de familiaridad para juzgar su experiencia con un ítem puede ser una teoría muy útil. A pesar de todo, hay algunos fenómenos que parecen desafiar a la teoría de detección de señales. Por ejemplo, en las pruebas de recuerdo libre, las palabras de uso frecuente en un idioma se recuerdan mejor que las usadas con poca frecuencia. Esta ventaja tiene sentido si se considera que las palabras de alta frecuencia, en virtud de la repetición, es muy probable que estén representadas con más fuerza en la memoria que las de baja frecuencia, de manera que su codificación resultaría más fácil (Hall, 1954; Sumby, 1963). Si lo que subyace a este efecto es la fuerza del ítem, según la teoría de detección de señales las palabras de alta frecuencia también deberían reconocerse mejor. Sin embargo, ocurre lo contrario: las palabras de baja frecuencia se reconocen mejor que las de alta frecuencia, un fenómeno conocido con el nombre de efecto de frecuencia de las palabras en reconocimiento (Gorman, 1961; Kinsbourne y George, 1974; Glanzer y Bowles, 1976). El efecto de frecuencia de las palabras sugiere, pues, que algún otro factor, aparte de la fuerza de un ítem, debe contribuir al reconocimiento. Objetivo Distractores “antiguo” Acierto Falsa alarma “nuevo” Fallo Rechazo correcto Los ítems “objetivo” son aquellos que son los antiguos, mientras que los distractores son aquellos nuevos que no estaban en el conjunto que se debía recordar. -Si el sujeto dice “antiguo” para un ítem objetivo, por lo tanto, será un acierto, mientras que si dice “nuevo” al mismo, será un fallo. -Si el sujeto dice “antiguo” para un distractor, será una falsa alarma (falso positivo), mientras que si dice “nuevo” al mismo, será un rechazo correcto. 2º) Distribución del elemento objetivo: aciertos y fallos Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 11 En general, estas distribuciones se ajustan a la curva normal. Estas distribuciones se basan en la fuerza de familiaridad, es decir, el “nivel de activación” que refleja lo familiar que representa el ítem, yendo de bajo a alto, y en un criterio de respuesta, que si se supera, se dirá en este caso que el ítem es antiguo (me suena lo suficiente). Los aciertos aparecen en gris claro; los fallos, en gris oscuro. d´ representa la diferencia entre los promedios (y por lo tanto, la memoria). 3º) Distribución del distractor: rechazos correctos y falsas alarmas. 4º) Criterio más liberal, en el que se “abre” el abanico, diciendo muchas más veces que si y moviendo el criterio hacia la izquierda. Pruebas de memoria indirectas o implícitas Las instrucciones (según hagan referencia o no al episodio de presentación o aprendizaje inicial) son esenciales para considerar una prueba de memoria como directa o indirecta. En las pruebas indirectas, se busca encontrar medidas que indiquen que experiencias previas tienen alguna influencia sobre la prueba actual, sin pedir directamente al sujeto que recuerde la experiencia original de aprendizaje (como prueba de memoria, la medida siempre es relativa). Al no requerir recordar algo pasado, el contexto no se utiliza de forma intencionada como clave (ausencia de claves contextuales). Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 12 -Tipos de pruebas indirectas -Pruebas de conocimiento factual, conceptual, léxico y perceptivo. Son pruebas sobre todo de tipo semántico. 1) Factual y conceptual: Desde recuperación de ítems de conocimiento general, de hechos sobre el mundo hasta pruebas más “semánticas” como producción o verificación de miembros de una categoría (ejs. nombres de muebles -fluidez conceptual- o ¿una silla es un mueble?). 2) Léxico: Recuperar palabras mediante tareas de decisión léxica (decidir si ciertas letras forman una palabra o no, por ejemplo) o de completar palabras a partir de fragmentos iniciales o intermedios. 3) Perceptivo: Pruebas perceptivas cuya dificultad se puede graduar. Por ejemplo, identificación taquitoscópica de dibujos o palabras; se presenta muy rápidamente el material y posteriormente en cada ensayo vamos aumentando el tiempo de exposición de forma gradual. En todas estas pruebas se mide la exactitud de la respuesta y/o la latencia de la respuesta correcta, pero no en términos absolutos, sino que lo que se pretende evaluar es el fenómeno de facilitación o priming (es decir, la influencia que tiene sobre estas tareas el material previamente presentado). -Pruebas de conocimiento procedimental: Se incluyen situaciones en las que se pueden examinar cambios en la ejecución como una función de la práctica previa. El conocimiento puede referirse a: -Habilidades perceptivo motoras. Por ejemplo, aprender a dibujar en el espejo. -Habilidades cognitivas. Por ejemplo, solución de problemas, como rompecabezas, puzzles, etc. En estas pruebas se mide primero, en tiempo o en nº de ensayos, cuánto tarda el sujeto en adquirir un nivel determinado de destreza o habilidad y, como prueba de memoria, cuánto se ahorra por esa experiencia previa al intentarlo un tiempo después (medida relativa). -Pruebas de respuesta evaluativa. Se supone que la presentación repetida de un estímulo tiene efectos sobre juicios posteriores en el sentido de favorecer juicios más positivos sobre ese material que sobre otro no presentado. -Preferencia o juicio afectivo: Por ejemplo, sobre dibujos o melodías musicales. Nuestras emociones y sentimientos hacia una melodía u otro tipo de información influyen en la forma en la que almacenamos y recordamos en nuestra memoria. -Juicio cognitivo: Por ejemplo, sobre la credibilidad de una determinada afirmación presentada con anterioridad. La medida es relativa y requiere comparar los juicios afectivos o cognitivos dados a material ya presentado, o repetido, y los juicios que se dan a material nuevo. -Otras pruebas de cambio conductual. En la fase de presentación o exposición inicial al material se debe alcanzar determinados niveles en variables como la respuesta de conductancia eléctrica de la piel, respuestas condicionadas, etc. Si después de un intervalo variable de retención la exposición al mismo material provoca respuestas más acusadas que la exposición al material nuevo, se puede inferir que hay retención del material. Se incluirían: • Cambios de respuesta fisiológica. Ej. respuesta de conductancia eléctrica de la piel, potenciales evocados • Condicionamiento • Ahorro o reaprendizaje, depende si hemos dado o no instrucciones. Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 13 Efectos del contexto Efecto de "memoria dependiente de contexto“: Los efectos de memoria dependiente del contexto ciertamente ocurren. Hace algunos años, Duncan Godden y Alan Baddeley exploraron este fenómeno en relación con un problema aplicado: el entrenamiento de buzos (Godden y Baddeley, 1975). Experimentos previos de Baddeley sobre los efectos del frío en los buzos habían sugerido, de manera incidental, que el entorno submarino podría inducir una fuerte dependencia del contexto. Esto lo apoyaban las observaciones de un amigo que estaba a cargo de un equipo de buzos que observaban la conducta de los peces al entrar o escapar de una red de arrastre. Al principio, lo que hacía era entrevistar a los buzos al salir del agua, descubriendo que los buzos olvidaban gran parte de lo que habían visto que hacían los peces. Terminó mandando a los buzos con grabadoras para que fueran comentando la actividad de los peces mientras la observaban. Intrigados por esto, Godden y Baddeley diseñaron un experimento en el que los buzos escuchaban 40 palabras no relacionadas bien en la playa, bien a tres metros bajo el agua. Después de haber escuchado las 40 palabras, los buzos eran evaluados en el mismo entorno o en el alternativo. Los resultados fueron muy claros; el material aprendido bajo el agua y el material aprendido en tierra se recordaba mejor en tierra. Por lo tanto: -La reinstauración del contexto ambiental en el que ha tenido lugar un acontecimiento favorece el recuerdo del mismo (estudio de Godden y Baddeley,1975 ;olores, música…). -El efecto puede lograrse también sin que el sujeto retorne físicamente al mismo contexto, siendo suficiente con imaginar el entorno original (hipnosis -testigos oculares-). -Pero no se produce el efecto del contexto ambiental en la memoria de reconocimiento (estudio de Godden y Baddeley, 1980, experimentos sobre reconocimiento de caras…). (Codificación- recuperación en el mismo contexto). Por otra parte, este efecto aumenta a medida que se incrementa la demora entre la codificación y la recuperación. Si ha pasado mucho tiempo, este efecto será más pronunciado (ej, regresar a un contexto que ha estado presente repetidamente en la infancia). Efecto de “memoria dependiente de estado” Los efectos de memoria dependiente del contexto también se producen cuando cambia el estado interno de la persona por efecto de una droga tal como el alcohol, un efecto conocido como dependencia del estado. Goodwin y sus colaboradores (Goodwin, Powell, Bremer, Hoine y Stern, 1969) citan evidencia clínica de esto. Las personas alcohólicas que esconden bebida o dinero mientras están ebrios son incapaces de recordar dónde los pusieron cuando están sobrios; cuando vuelven a estar ebrios, lo recuerdan. Goodwin estudió este efecto utilizando una amplia gama de pruebas y encontró que, en general, lo que se aprende cuando se está ebrio se recuerda mejor en ese estado. Se han obtenido resultados similares con otras drogas, como el óxido nitroso, usado a veces para anestesiar pacientes, la marihuana (Eich, 1980) y hasta la cafeína. En una revisión, Eich (1980) demostró de manera convincente que la dependencia del estado se observa sólo cuando la memoria se evalúa con pruebas de recuerdo; desaparece si se usa una prueba de reconocimiento. Parece que el estado interior del participante ayuda a acceder a la huella de memoria, pero si se facilita el acceso presentando el ítem para su reconocimiento, la búsqueda es innecesaria. Los efectos de memoria dependiente del estado también se producen con diversos cambios fisiológicos que suceden de forma natural. Un ejemplo interesante de esto procede de un trabajo de Christopher Miles y Elinor Hardman (1998), en el que estudiaron si el ejercicio aeróbico produce memoria dependiente del estado. Los participantes debían aprender una lista de palabras presentadas auditivamente, bien mientras estaban cómodamente sentados en una bicicleta fija, bien mientras pedaleaban a una velocidad que les hacía alcanzar las 120-150 pulsaciones por minuto. Tras un descanso, pedían a los participantes que realizaran una tarea de recuerdo libre en reposo o mientras pedaleaban. Interesantemente, los participantes que recordaron las palabras en el mismo estado cardiovascular —en Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 14 reposo las dos veces o haciendo ejercicio las dos veces— recordaron un 20% más de palabras que quienes cambiaron de estado entre la codificación y el recuerdo. Por tanto, algunos aspectos de nuestro estado fisiológico se codifican incidentalmente como parte del episodio y recrear ese estado durante la recuperación ayuda a la memoria. Los estudiantes que leen su material de examen en la bicicleta estática o en la cinta sin fin deberían tomar nota de esto, al igual que los deportistas que necesiten recordar en el campo de juego lo que aprenden fuera. Por lo tanto: -En cuanto al ambiente interno del sujeto -estado fisiológico y estado de ánimo-, se ha encontrado un paralelismo con los resultados obtenidos para el ambiente externo, sobre todo en el caso del estado fisiológico (alcohol y otras drogas). -Pero cuando la prueba es de reconocimiento, lo mismo que desaparecía el efecto de dependencia de contexto también desaparece el efecto de dependencia de estado. (Recordar que congruencia de estado no es lo mismo que dependencia de estado). Memoria dependiente del contexto cognitivo Contexto cognitivo: Las ideas, pensamientos y conceptos particulares que ocupan la atención. • Se facilita la memoria cuando el contexto cognitivo coincide en la codificación y la recuperación. El contexto interno de una persona también incluye las ideas, los pensamientos, y los conceptos a los que se ha prestado atención durante la codificación y la recuperación. Parece razonable especular, por ejemplo, que durante el Período Azul de Picasso, el color azul estaba muy presente en su mente. ¿Puede el contexto cognitivo general en el que se codifica una experiencia influir en nuestra habilidad para recuperarla posteriormente? Un ejemplo de la influencia cognitiva es la tendencia del contexto lingüístico a influir sobre los recuerdos a los que se accede más fácilmente. Una buena ilustración de esto puede verse en el trabajo de Viorica Marian y Ulric Neisser (2000), quienes pidieron a un grupo de bilingües ruso-inglés que contaran historias sobre sus vidas en respuesta a unas palabras. Se les especificó que la mitad de la sesión se desarrollaría en inglés y la otra mitad en ruso. En cada una de ellas sólo se empleaba uno de los dos idiomas, y se proporcionaron palabras clave en el idioma en cuestión; en respuesta a estas palabras los sujetos debían recordar algún suceso de algún momento de sus vidas. Observaron que cuando la entrevista se desarrollaba en ruso, los participantes generaron recuerdos rusos (es decir, recuerdos cuya experiencia tuvo lugar en un contexto de habla ruso) en respuesta al 64% de las claves; cuando la entrevista se realizaba en inglés, los participantes generaron recuerdos rusos sólo ante el 35% de las claves. Se encontró el patrón opuesto en el caso de los recuerdos ingleses. Marian y Neisser proponen que el contexto lingüístico actúa como otra forma de contexto incidental. Sugieren que los bilingües tienen dos modos lingüísticos en los que los recuerdos se producen y se almacenan. Cuando se recrea uno de ellos al hablar en un determinado idioma, el contexto cognitivo incidental favorece la recuperación de los recuerdos adquiridos en ese modo lingüístico. Otros estudios han replicado los hallazgos de estos autores, extendiendo los resultados al recuerdo de material académico e incluso al conocimiento semántico en general. Marian y Fausey (2006), por ejemplo, encontraron que los bilingües se caracterizaban por una mejor ejecución a la hora de recordar información (p. ej., química, historia) si se les pone a prueba en el mismo idioma en el que estudiaron el material. Es fascinante pensar que es posible hacer que partes enteras de nuestras vidas —tanto recuerdos personales como conocimiento general— pueden volverse menos accesibles a causa del idioma que hablamos en un momento determinado — algo que, de ser cierto, afectaría a la considerable parte de la población mundial que es bilingüe —. A la vista de esto, los estudiantes que pretendan salir a cursar estudios a países extranjeros se enfrentarán a retos que no Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 15 vivirán sus colegas que no hagan lo mismo — retos que se extienden más allá del mero dominio de un nuevo idioma —. Los desafíos a los que se enfrentan constituyen una prueba de la influencia del contexto incidental sobre qué experiencias quedan al alcance de nuestra mente. 💡 Por lo tanto: Resultados: • Los recuerdos generados tendían a ser del mismo contexto lingüístico (es decir, eventos que ocurrieron en el lugar donde se hablaba ese idioma) Conclusión: • Los bilingües tienen dos modos lingüísticos, en los que los recuerdos se adquieren y se almacenan • Es más fácil acceder a los recuerdos cuando la recuperación se realiza en el mismo modo lingüístico en el que se codificaron. Memoria reconstructiva La recuperación no siempre se produce de modo automático, sin esfuerzo y sin una labor de búsqueda -o con acceso directo e inmediato- (interpretación pasiva de la recuperación). El término “memoria reconstructiva” se refiere a ese aspecto activo e inferencial de la recuperación. La recuperación es a veces más complicada cuando recuperamos algo que está en el límite de la accesibilidad. Es posible que seamos capaces de recordar ciertos aspectos de la experiencia, pero que nos veamos obligados a "descubrir" otros aspectos. La memoria reconstructiva se refiere a cuando la recuperación implica un proceso de búsqueda activa, reconstructiva, a modo de solución de problemas (se hace uso de razonamientos e inferencias y se evalúa la información generada). Deben tenerse en cuenta, por tanto, dos componentes de la recuperación (distinción similar a la de Ebbinghaus entre "recuerdo involuntario" y "recuerdo voluntario“): -un componente automático (puede ocurrir de una manera relativamente directa), y -un proceso más activo de búsqueda (puede ocurrir de forma más indirecta, a modo de solución de problemas). La reconstrucción suele estar impulsada por conocimientos previos que sugieren inferencias plausibles, que pueden llevarnos a creer que estamos recordando algo cuando no es así (errores reconstructivos); esos errores son más probables a medida que pasa el tiempo, porque el recuerdo original es menos accesible. Procesos de olvido: Olvido incidental vs olvido motivado. El olvido como fallo de recuperación (es decir, falta de accesibilidad) tiene un contraste con una concepción del olvido en la MLP como posible pérdida de información. La investigación sobre la memoria se ha focalizado tanto en el olvido incidental como en el olvido motivado. El olvido incidental se produce sin la intención de olvidar; el olvido motivado, sin embargo, tiene lugar cuando las personas ponen Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 16 en marcha intencionalmente procesos o conductas que disminuyen la accesibilidad de cierta información con algún propósito. Es probable que para explicar la enorme variedad de experiencias que tenemos en relación con el olvido necesitemos teorías sobre ambos tipos de olvido. Analizaremos el olvido incidental en el presente capítulo, y el olvido motivado en el siguiente. En tipos de olvido contamos con: Olvido incidental (no tenemos intención de olvidar pero ocurre) Olvido motivado (tenemos intención de olvidar) Fallos de memoria que ocurren sin la intención de olvidar. Nos falla la accesibilidad (es un fallo de recuperación, no de Término amplio que abarca tanto el olvido intencional como el desencadenado por motivaciones, pero carente de intención almacenamiento). consciente. 1) Olvido incidental Sobre el hecho fundamental de olvidar, el olvido se incrementa con el paso del tiempo (recordar las curvas del olvido de Ebbinghaus): Factores que fomentan el olvido incidental: -Decaimiento de la huella: El debilitamiento gradual de los recuerdos como resultado del mero paso del tiempo. Recordemos, en relación con esto, la curva del olvido de Ebbinghaus. La forma más obvia de describir la curva del olvido es afirmando que la memoria empeora con el paso del tiempo. Tal vez la causa sea simple: los trazos de memoria se debilitan con el tiempo. Los recuerdos podrían desvanecerse como las palabras escritas en un papel expuesto al sol y a la lluvia que, poco a poco, se va degradando hasta quedar ilegible. Esta idea de que los recuerdos se deterioran con el paso del tiempo se conoce como decaimiento de la huella, también conocido como decaimiento del trazo. Comúnmente se cree que determina parcialmente la tasas de olvido de la memoria de trabajo verbal y visual, aunque hay un activo debate sobre la existencia de decaimiento en la memoria de trabajo verbal. Un ejemplo del decaimiento de la huella sería la amnesia infantil, definida como la tendencia que manifiestan los niños más mayores y los adultos a tener pocos recuerdos autobiográficos sobre los primeros años de vida. El priming de repetición y la familiaridad se consideran especialmente vulnerables al decaimiento de la huella, ya que algunos proponen que estos efectos decaen rápidamente con el tiempo. 1. La activación de un recuerdo puede desvanecerse, pero el recuerdo subyacente permanecer intacto (es decir, almacenado/disponible) 2. Los elementos estructurales del recuerdo (es decir, sus asociaciones) se degradan junto con su nivel de activación. Se trataría de una degradación regulada biológicamente: Las neuronas mueren y las conexiones sinápticas se degradan con el tiempo, junto con la conducta aprendida asociada. 3. Una propuesta más reciente sugiere que el decaimiento se debe más bien al crecimiento de nuevas neuronas (es decir, la neurogénesis -especialmente en el hipocampo-). Si bien el nuevo Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 17 tejido neural puede ayudar al aprendizaje, puede ser perjudicial para la retención de los recuerdos ya almacenados en el hipocampo. Es decir, nuevas conexiones sustituirán a conexiones previas, lo cual favorecerá el decaimiento. Este decaimiento inducido por la neurogénesis podría explicar el fenómeno de la amnesia infantil (los primeros años de vida corresponden a un período que coincidiría con altos niveles de neurogénesis). El decaimiento de la huella es difícil de probar conductualmente porque: Es necesario controlar la influencia de otros factores, incluyendo: -Repaso del recuerdo (la recuperación fortalece los recuerdos). -Interferencia de cualquier nueva experiencia/recuerdo (el almacenamiento de nuevas experiencias introduce interferencias que pueden perjudicar el recuerdo). -Por lo general, es imposible mostrar si los recuerdos no están disponibles o simplemente son inaccesibles. -Fluctuación contextual. Si se utilizan claves irrelevantes, la recuperación puede fallar. También puede hacerlo cuando una clave que fue relevante anteriormente cambia con el tiempo. Por ejemplo, los miembros de una familia cambian de aspecto, lo que hace que sean menos reconocibles a partir de la clave original asociada a un determinado recuerdo. Además, cuando el contexto incidental de recuperación no corresponde con el contexto que estuvo presente durante la codificación el olvido es más probable. Por tanto, una explicación de la curva del olvido podría ser que, con el paso del tiempo, los cambios contextuales son mayores porque el mundo a nuestro alrededor cambia, y nosotros también. Experimentamos estímulos, nuevas personas y situaciones, y experimentamos pensamientos y emociones diferentes. Esto hace que el contexto incidental de una persona sea más parecido al contexto en que esta persona ha estado hace poco, perdiendo similitud con el paso del tiempo. La idea de que las fluctuaciones del contexto contribuyen al olvido está presente en muchos modelos de memoria (p. ej., Polyn, Norman, y Kahana, 2009). Un buen ejemplo de cómo el cambio contextual causa olvido puede verse en la investigación sobre el contexto mental. A veces ocurre que nos perdemos en ensueños, imaginando algún acontecimiento futuro o pasado. Personalmente me pasa cada vez que viajo en tren o autobús, porque en realidad es una manera bastante agradable de que el tiempo pase más rápido. Sin embargo, hay que tener cuidado porque los ensueños pueden dar lugar a que olvidemos algo que necesitamos recordar, sobre todo si la imaginación nos lleva a lugares lejanos o tiempos que son muy diferentes al momento presente. Peter Delaney y sus colaboradores publicaron un trabajo que demuestra de forma muy inteligente esta idea (Delaney, Sahakyan, Kelly, y Zimmerman, 2010). Los participantes estudiaron dos listas de 15 palabras no relacionadas para una prueba de memoria posterior. Inmediatamente después de estudiar la primera lista, los participantes realizaron una actividad distractora durante 90 segundos. A un grupo se le pedía que pensaran y fantasearan sobre unas vacaciones que hubieran disfrutado en su país durante los últimos 3 años. A otro grupo se le pidió lo mismo pero sobre unas vacaciones que hubieran tenido lugar fuera de su país (los experimentadores se aseguraron previamente de que los participantes pudieran dividirse en grupos en función del lugar en el que estuvieron de vacaciones). A los participantes de un grupo control, menos afortunado, se le proporcionó un libro de texto de psicología para que leyeran en voz alta durante 90 segundos. Tras los 90 segundos de distracción, todos los participantes estudiaron la segunda lista de palabras y poco después realizaron la prueba de memoria de la primera lista estudiada. Los participantes a los que se les pidió que soñaran despiertos después de estudiar la primera lista recordaron menos palabras de esa lista, en comparación con los participantes control. Este efecto fue especialmente grande en el caso de los participantes que debían hacerlo sobre sus vacaciones fuera de su país, probablemente porque tales ensoñaciones conllevan cambios más notables en el contexto mental, en relación con los cambios que pueden surgir al imaginar unas vacaciones más típicas en el país de residencia. De hecho, ¡encontraron una correlación entre la lejanía del destino de vacaciones (en millas) y la cantidad de olvido observada sobre la primera lista. Claramente, los cambios en el contexto mental pueden llevar al olvido. 1) Los desajustes entre los contextos de recuperación y codificación fomentan el olvido. -El contexto incidental (interno y externo) cambia a lo largo del tiempo y, por lo tanto, el contexto incidental actual será más similar al de eventos recientes y perderá similitud con el paso del tiempo. 2) Los cambios en el contexto mental pueden llevar al olvido Tema 4. MLP II: Procesos de recuperación y olvido 18 - Puede ocurrir cuando nos encontramos perdidos en ensueños, imaginando algún evento futuro o pasado. Ello puede hacer que olvidemos algo que necesitamos recordar, sobre todo si la imaginación nos lleva a lugares lejanos o tiempos muy diferentes al momento actual. -Interferencia. Mecanismos de interferencia como bloqueo asociativo, desaprendizaje e inhibición. Es difícil discriminar entre recuerdos similares debido a que el número de experiencias/huellas de memoria similares se acumula con el tiempo (somos, por naturaleza, seres de costumbres

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